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Relató Raba bar bar Janá: Cierta vez estábamos viajando en una sefinta (barco). Le llevó al
barco tres días y tres noches navegar entre las dos shitza (aletas) de un pez, aunque éste
estaba nadando contra el viento y nosotros estábamos navegando a favor del viento. Y para
que no pienses que el barco no navegaba rápidamente, cuando vino Rav Dimi, dijo, “En el
tiempo que lleva calentar una marmita de agua, avanzó sesenta parsai. Y una parsha (jinete)
lanzó una flecha, pero el barco la precedía”. Rav Ashi dijo, “Este (pez) era una guidalna de
mar, que tiene dos aletas” (Bava Batra 73b).
Sefinta- Esto connota importancia (el término arameo para barco, sefinta, se asemeja a sefin,
que en arameo significa “importante). Corresponde a guevurá-temor, como está escrito (Isaias
33:6), “El temor a Dios es Su tesoro”.
[Rashi explica que la persona que teme a Dios merece el tesoro de Dios, y el Talmud asocia el
tesoro de Dios con guevurot gueshanim (poderosas lluvias-Taanit 2a). Esto muestra la
conexión entre temor y guevurot.]
Pues el temor al Cielo es lo más importante.
[Al exponer sobre este versículo de Isaias, el Talmud enseña que el tesoro más grande de
Dios es la Torah. Aun así, cuando la persona tiene conocimiento de Torah pero le falta el
temor a Dios, es como aquel que tiene las llaves de la puerta interior pero no tiene la llave
para abrir la puerta exterior. ¿Cómo puede entonces entrar?. Y aunque el Rebe en nuestra
lección no menciona explícitamente el concepto de Torah, ello está implícito en lo que
concerniente al intelecto, pues la sabiduría de la Torah es el opuesto a la sabiduría secular.
Así, tal como es imposible tener un intelecto puro sin temor al Cielo, también es imposible
alcanzar las profundidades internas y la verdad de la Torah sin temor al Cielo. Aunque la
persona estudie Torah, su Torah se asemeja a la sabiduría secular, el lado de la muerte,
jametz. Por lo tanto, dice el Rebe: El temor al Cielo es lo más importante. Agrega el Mei
HaNajal que es muy apropiado interpretar sefinta (barco) como una metáfora del temor al
Cielo. Pues es a través del sefinta-temor que la persona atraviesa el mar de la sabiduría-
intelecto.]
ShiTZa- Esto connota infortunio, como está escrito (Números 16:21), “(Sepárense de esta
congregación) y Yo los destruiré en un instante”. La traducción aramea de “y los destruiré” es
vaaShaTzey iathon.
[Dios le dijo esto a Moshé y Aharon cuando Koraj lideró al grupo de sus seguidores en la
rebelión en contra de ellos. En primera instancia, su desacuerdo parece ser lo que en nuestra
lección el Rebe suele llamar un conflicto entre Tzadikim. Pero, al rebelarse en contra de
Moshé, Koraj daño su mente, haciendo que fermentara como el jametz, y así fue castigado
con la muerte. Esto es shitza, lo cual indica infortunio y decretos.]
Tres días y tres noches- Esto corresponde a las mitzvot, que están divididas en tres
categorías: lo racional, lo basado en la tradición y los estatutos (aquellos incomprensibles).
Concerniente a ellas está escrito (Isaias 1:8), “estudiarás la Torah día y noche”.
Estaba nadando contra el viento y nosotros estábamos navegando a favor del viento- Esto
corresponde a “Dios Se regocija en Sus obras; Israel se regocija en su Creador” (Esto
corresponde a cumplir las mitzvot con alegría, mediante lo cual la persona puede entrar y
llegar a sentir la alegría de Dios).
En el tiempo que lleva calentar una marmita de agua- Ésta es la mente, como en, “y gotas del
Lebanon”.
[Como se explicó, la mente corresponde a la humedad, las nubes de lluvia. “Calentar una
marmita de agua” corresponde así a combinar el deseo ardiente del corazón por servir a Dios
con una mente pura para producir así el trueno.]
Avanzó sesenta parsai- Esto corresponde a las guevurot: “sesenta guiborim (hombres
poderosos)” (Cantar de los Cantares 3:7), y “el trueno de Su fortaleza”.
[“Sesenta parsai” alude a los “sesenta hombres poderosos” del versículo., “He aquí el lecho de
Salomón, rodeado por sesenta hombres poderosos…”. Dios le dio al rey Salomón la
capacidad de gobernar sobre toda la creación, incluyendo los demonios. Pero luego de
contraer matrimonio con la hija del Faraón, el rey Salomón fue asediado por temores externos,
debido a lo cual tuvo que colocar sesenta guerreros para que hicieran guardia alrededor de su
lecho. En nuestro contexto, el error del rey Salomón hizo que las guevurot descendieran y
asumieran la forma de temores externos. Para rectificar esto necesitó “sesenta hombres
poderosos”, es decir, “El trueno de sus guevurot”.
A partir de las enseñanzas de la Cabalá aprendemos que cada una de las Diez Sefirot
contiene una medida de las otras sefirot (por ejemplo, Maljut consiste de Keter de Maljut,
Jojma de Maljut, Bina de Maljut, y así en más hasta Maljut de Maljut). De esta manera, los seis
anillos de la tráquea que emite el sonido del shofar-trueno, que corresponde a las seis sefirot
desde Jesed hasta Yesod, son de hecho sesenta, es decir, los sesenta hombres poderosos
que rectifican las guevurot-temores externos corruptos y así general la voz del trueno.]
Y una parsha lanzó una flecha- PaRSha es el aspecto de Jesed (bondad). Se refiere a alguién
que saca a la luz aquello que está oculto, alguien que meFaReSh (explica) aquellos temas
que son oscuros.
[Explica el Zóhar: la diferencia entre tov (bueno) y jesed (bondad) es que la naturaleza de tov
está restringida, de modo que el bien está contenido dentro de sí mismo. Jesed, por otro lado,
se expande hacia afuera, extendiendo la bondad tanto a los rectos como a los malvados (II,
168b). Esto se conecta con lo que explicó el Rebe más arriba, que la principal revelación
comienza en la sefirá de Jesed. Así, parsha (jinete) alude a la revelación de lo oculto, como en
aquel que mefaresh (explica) y revela el significado de lo que es dificil y confuso.]
Un flecha- Como en, “Lanza Tus flechas y confúndelos” (Salmos 144:6; El Metzudat David
explica “Tus flechas” como “Tu trueno”. Así, el rey David Le pide a Dios que lo ayude en la
batallas: “Lanza Tu trueno y confúndelos”). Esto corresponde a “Siéntate a Mi diestra hasta
tanto que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies”.
[Como se explicó, esto es unir las guevurot con los jasadim. El rey David pasó toda su vida
luchando contra los enemigos de Israel. A un nivel más profundo, sus batallas simbolizaban
las batallas de los Tzadikim en contra del Otro Lado, para evitar que éste penetre en el
campamento santo. Así, aquellas plegarias y salmos que compuso el rey David para innovar la
ayuda de Dios en la batalla también son profundos pedidos de ayuda para contrarrestar toda
oposición espiritual. Ésta es la intención más profunda detrás de “Lanza Tus flechas…” y
“Siéntate a Mi diestra…”, así como de muchos otros versículos similares que el Rebe cita en
sus lecciones a partir del Libro de Salmos.]
El barco la precedía- Éste es el aspecto de temos, que “precede”. Pues el Temor al Cielo
precede a todo lo demás, como está escrito (Salmos 111:10), “El comienzo de la sabiduría es
el temor a Dios”
Raba bar bar Janá relató que había investigado con tanta profundidad el atributo del temor al
Cielo y había visto el gran poder de este temor, que ahora era capaz de utilizarlo para
discernir entre antes de la emisión del decreto y luego de la emisión del decreto, es decir,
entre dos shitza (Discernir entre los diferentes infortunios, que corresponden a los decretos).
Luego explica cómo podía discernir: Es posible discernir por medio de las mitzvot, que son el
aspecto de tres días… Y esto sólo cuando uno cumple las mitzvot con alegría, pues a través
de la alegría de las mitzvot es posible discernir. Esto se debe a que el Santo, Bendito Sea, Se
regocija en Sus obras y esta alegría está investida en las mitzvot, como se explicó. Y nosotros
aquí abajo también nos regocijamos en el Santo, Bendito Sea,, como en “Israel se regocija en
su Creador”. No deseamos recompensa alguna, ni siquiera la recompensa del Mundo que
Viene. Esto es, -estaba nadando contra el viento y nosotros estábamos navegando a favor del
viento-, nuestra alegría -debajo- está en relación con Su alegría -Arriba-. De esta manera
podemos discernir si es antes o después de que el decreto ha sido emitido.
Raba bar bar Janá explicó entonces cómo lograr esta alegría: por medio del aspecto del
trueno.
[Habiendo explicado que cumplir con las mitzvot con alegría es la clave para discernir entre
antes y después del decreto, las palabras de Raba bar bar Janá generan la siguiente
pregunta: ¿Qué valor tiene el temor? Por tanto, él indica que para alcanzar la alegría uno debe
tener el aspecto del trueno. El Rebe ha explicado que la verdadera alegría sólo es posible una
vez que ha sido enderezado el corazón torcido por medio del trueno que proviene de las
guevurot. Estas guevurot, como hemos visto, son un aspecto del temor. Así, el temor es
también un componente fundamental en el proceso. Y, debido a que no es posible generar
este trueno a no ser que la mente haya sido purificada, Raba bar bar Janá continúa las
palabras de Rav Dimi.]
Esto es, -cuando vino Rav Dimi, dijo: En el tiempo que lleva calentar una marmita de agua,
avanzó sesenta parsai-, es decir, correspondiente a “El sonido de Tu trueno estaba en la
esfera”, y a “La voz es transmitida”: esto corresponde a “La voz estimula la kavana”, y a “El
trueno sólo fue creado para enderezar el corazón torcido”.
Él dijo entonces que, en esencia, la capacidad de conquista de las guevurot sólo se debe a los
jasadim. Así, es necesario cubrir la izquierda con la derecha, como se explico. Pero aun así, la
persona debe colocar primero el temor al Cielo, pues “el dueño de un objeto perdido busca
aquello que perdió”. Como enseñaron los sabios: Es la manera del hombre buscar a la mujer.
Esto es análogo a la persona que ha perdido algo. ¿Quién busca a quién? Ciertamente, el
dueño del objeto busca aquello que ha perdido (Kidushin 2b; Java, la primera mujer, fue
creada a partir de la costilla de Adam. Ella fue tomada de él de modo que él ahora debe
buscar aquello que perdió).
La explicación de esto es: El hombre es el aspecto del amor, mientras que la mujer es el
aspecto del temor, como es sabido.
[Masculino y femenino corresponden respectivamente a las sefirot de Jesed y Guevura, amor
y temor, derecha e izquierda (Zóhar I, 70a). Anteriormente, el Rebe enseño que la principal
revelación comienza en Jesed. Así, en la Creación, Adam-hombre-jesed fue creado primero.
Pero, como afirman las Escrituras (Génesis 2:18):”No es bueno que el hombre éste solo”: no
es bueno que el amor esté sin temor. Por lo tanto Dios continuó Su creación (revelación) de
Adam con la creación de Java-mujer-guevura.]
Es por tanto necesario colocar primero el temor al Cielo, pues entonces, el amor seguirá
automáticamente. Pues el amor de Dios constantemente sale a buscar el temor al Cielo, así
como el dueño de un objeto busca aquello que ha perdido (Todo servido a Dios debe por lo
tanto comenzar con la búsqueda del temor al Cielo: el hombre que busca a la mujer). Esto es,
-Y un jinete lanzó una flecha… .
[Incluso aunque el “jinete lanzó una flecha…”, es decir, el amor estaba combinado con el
temor, “el barco la precedía”. Esto es, el temor al Cielo debe preceder a todo lo demás. El
temor debe ser siempre el atributo motivador inicial y primario, si la persona desea alcanzar un
verdadero nivel de amor y la subsecuente rectificación de su mente y de su intelecto. Como en
el versículo citado, ” El comienzo de la sabiduría es el temor a Dios”.]
Rav Ashi dijo, Este pz era una guildana de mar-. Guildana alude al santo nombre AGLA, que
es un aspecto de guevurot en el hecho de que es una sigla de “Ata Guibor Leolam Adonai (Tú
eres poderoso por siempre, Señor)”(Plegaria de Amidá).
[Ata Guibor Leolam, las palabras iniciales de la segunda bendición de la plegaria de la Amidá,
recuerdan el poder (guevurot) de Dios. La bendición también recuerda el poder de Dios para
proveer al mundo de lluvia (sustento) y Su poder para resucitar a los muertos. El Zóhar
enseña que la bendición Ata Guibor tiene 49 letras (incluyendo morid a tal, “Quien hace
descender el rocio”). Esto corresponde a Bina, que es la fuente de todos los juicios y decretos.
La persona debe buscar mitigar los decretos que emana de Bina con los jasadim de Jojma
(que corresponden a las primeras bendiciones de la Amidá). Y, dado que esta bendición
corresponde a las guevurot, los santos nombres asociados a ella, AGLA en particular, son
nombres santos de las guevurot. Así, cuando las guevurot se encuentran en un estado
rectificado, conectadas con la santidad, llevan a la persona hacia el temor al Cielo. Entonces
puede recibir las bendiciones asociadas con Ata Guibor: sustento, vitalidad e incluso
resurrección de los muertos, es decir, restaurar su intelecto hacia la santidad y librarse de la
sabiduría secular-jametz-muerte.]
Tal como está explicado (Zóhar Jadash, Teruma). GuILDaNA está compuesto enteramente
por las letras AGL y el santo nombre Adonai, es decir, el santo nombre AGLA. Y a esto se
alude con -dos aletas-.
[La Cabalá enseña que las guevurot de Bina descienden como juicios hasta Maljut-Adonai.
Enseña también que allí donde se utiliza la expansión de milui demilui, como al transformar
Adonai en AGLa, el grado de las guevurot aumenta en severidad.
(AGLA אגלtiene el valor numérico de 34, el número de letras del santo nombre Adonai אדני
cuando éste es expandido en forma de milii demilui:
אדני
אלף = אלף למד פא
דלת = דלת למד תיו
נון = נון ואו נון
יוד = יוד ואו דלת
El santo nombre AGLA (35) es así la expansión milii de milui de Adonai con 1 más agregado
por la palabra misma, y es por tanto indicación de varios juicios.
El Parparaot LeJojma repasa todo esto en el contexto de nuestra lección. Dice así: Toda la
historia de Raba bar bar Janá gita en torno a la rectificación de las guevurot atemperándolas
en su fuente, la fuente de todos los juicios, Bina. Estas guevurot producen temor en la gente.
Si éstos son temores externos, guevurot corruptas, hacen que la mente “fermente”, haciendo
que la persona no pueda rectificar su intelecto. Por el contrario, cuando las guevurot están
unidas a la santidad, cuando el temor de la persona es el temor al Cielo, entonces
automáticamente merece amor a Dios. Tal amor-jesed es indicador de una mente pura. Ésta
es la rectificación final, pues entonces las guevurot son atemperadas con los jasadim de modo
que no se vuelven juicios severos-decretos. Atemperar estas guevurot-decretos en su fuente
le permite a la persona discernir en la alegría de las mitzvot que realiza si es antes o después
del decreto. Y el modo de llegar a esta alegría es generando el trueno, que es en si mismo un
aspecto de las guevurot. El trueno endereza el corazón torcido. Precisamente el corazón, pues
el corazón es el asiento de la alegría y también corresponde a la fuente de las guevurot, Bina,
y a partir del grado de su alegría, que es un espejo del grado de alegría de Arriba, puede
discernir si es que el decreto ya ha sido emitido de Bina-el corazón o no. Si el decreto aún
está por ser emitido, puede orar una plegaria regular para impedirlo. De lo contrario, la única
manera de lograr que los decretos sean pospuestos o incluso anulados es disfrazando sus
plegarias en un maamar. La razón es que hasta que el decreto sea emitido, la persona puede
orar abiertamente, expresando las palabras de su plegaria sin preocuparse por los ángeles
acusadores. Pero luego de que el decreto ha sido emitido, uno debe guardar el decreto
solamente en el pensamiento. No debe articularlo para que los mensajeros del Otro Lado no
despierten más acusaciones. Guardar el decreto en el pensamiento es precisamente lo que
hace falta para rectificar las guevurot caídas, pues esto las retorna a su fuente, Bina, el Mundo
del Pensamiento, y así deshace el sufrimiento de “Su corazón” que llevó en primera instancia
a emitir el decreto. Así, orando en el pensamiento para anular el decreto y, mientras tanto,
ocultando sus plegarias en un maamar (relato), la persona puede mitigar el decreto incluso
luego de que ha sido emitido.]
Likutey Moharan 5:6
Cain Y Hebel
ANALIZANDO AQUEL PRIMER HOMICIDIO
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Lamentablemente hoy estamos viviendo en una sociedad violenta. Esa violencia (gran parte de la cual es
verbal y emocional) se traduce en actos físicos agresivos, entre los cuales podemos citar la tortura y el
homicidio, el deseo de herir a otra persona manteniéndola con vida pero secuestrada, o querer hacerla
desaparecer.
Tantos casos escuchamos por relatos de la propia víctima o por los medios de comunicación, hasta que
llega el momento en que incluso perdemos la sensibilidad ante estos flagelos y los consideramos parte
natural de la vida, solamente deseando que nunca nos toque a nosotros o a los que están cerca nuestro.
De ahí, el continuo clamor por la falta de seguridad en ciertos estratos de la sociedad.
Sin duda, cada agresión tiene sus propios motivos y no comienza ni termina en el acto injustificable en
sí.
Si bien no deben servir como pretexto que lo convalide, existen muchísimos factores previos en la vida
del agresor y del agredido, que llevan a cada acción violenta. El común denominador en casi todos los
casos de homicidio es el menosprecio por el valor de la vida. Cuando nos referimos al “valor de la vida”
pensamos en el potencial inestimable que posee todo ser humano en cada momento, mientras el aliento
lo acompaña. (“Kol haNeshamá… – por cada vez que respiramos, Te agradecemos – D”s).
¿Resulta extraño, pues, que en esta primer lectura de la Torá encontremos un homicidio perpetrado entre
dos hermanos que nacieron de los primeros padres de la humanidad – Adam y Javá?
Recordemos que todas las historias que nos relata la Torá en el libro Bereshit, son para enseñarnos
acerca de las características humanas y cumplir con nuestra tarea Di-vina en este mundo,
adecuadamente.
Cain y Hevel
Analicemos entonces la descripción del homicidio de Hevel.
Javá dio a luz inicialmente a dos hijos, y a sus respectivas hermanas mellizas (el nacimiento de las hijas
de Adam se menciona en Bereshit 5:4).
El primero en nacer fue Cain. Ya en su nacimiento, la madre, Javá, le había puesto el nombre Cain
haciendo alusión al concepto de “Kaniti ish” = he llegado a poseer un varón.
Podemos deducir de aquí dos enseñanzas.
La primera consiste en tomar conciencia de que los nombres influyen sobre el carácter de los niños. El
nombre de la persona es su identificación y los padres expresan mediante el nombre sus ideales y el
modelo de vida que proponen para su hijo. Puede ser el nombre de un antepasado, cuyos pasos se espera
sean un ejemplo para el joven, o, por otro lado, puede ser un nombre que “esté de moda”, lo cual
también es un mensaje…
La segunda lección es que – aunque muchos padres no lo admitan públicamente – los progenitores
frecuentemente expresan con sus actos aquel mismo sentimiento que manifestó Javá respecto a “poseer
su hijo”, o sea: actúan con sus hijos como si se tratara de una de sus pertenencias.
La verdad es otra: no somos dueños ni de la vida, ni del futuro de nuestros hijos. Sí, en cambio, tenemos
la no fácil tarea de educarlos. En última instancia, si hemos sido un buen ejemplo para ellos en todo
sentido (con sus actos, en muchas instancias, los hijos demuestran ser los más implacables fiscales de la
autenticidad de nuestras convicciones) y los hemos instruido y adiestrado para ser buenas personas,
podemos rezar a D”s que nos permita sentir esa satisfacción (Najat) de verlos seguir siendo personas
judías rectas. No obstante, la elección de vida será en definitiva de ellos.
Junto al nombre que le fue dado, Cain heredó ese deseo de poseer… todo. Literalmente todo. Ver que su
hermano Hevel compartiría el mundo con él, no lo dejaba dormir en paz.
No faltan ejemplos en el TaNa”J de personas que eran muy adineradas y a quienes el apetito de “algo
más” les provocó la caída.
El Talmud (Sotá 9:) menciona a Cain en la nómina de aquellos (Koraj, Bil’am, Do’eg, Ajitofel,
Avshalom, Guejazí, etc.) que incluso pretendieron acceder a lo que no les correspondía, y terminaron
perdiendo lo que ya poseían legítimamente…
Así también sucedió muchos años más tarde con el rey Aj’av: debido a su gran ambición permitió que se
matara a su primo Navot, quien no quería acceder a venderle su viñedo, y luego espuriamente tomó
posesión de él.
Asimismo, Hamán no toleró el hecho de que Mordejai fuera el único que no se prosternara ante él, aun
cuando absolutamente todos los demás lo hacían.
Volvamos a nuestra historia:
La Torá nos cuenta mucho acerca de la vida de estos hermanos. Sin embargo hace hincapié en el oficio
que ambos tenían, y cómo su labor influyó en la actitud que tomaron posteriormente.
A pesar de ser el menor de los hermanos (hasta aquel momento), nos relata primero la labor de Hevel:
pastor de ovejas.
Lo suyo fue novedoso. Si bien Adam había sido echado del Gan Eden “para trabajar la tierra” (Bereshit
3:23), Hevel eligió una labor que lo vincularía con el cuidado del ganado.
El trato de los animales, que – al igual que los humanos – ocasionalmente pueden padecer dolor y
requieren ser atendidos compasivamente por los seres humanos que les brindan cuidados especiales,
estimula en la persona que ejerce esa profesión los sentimientos humanos más nobles y altruistas, y la
responsabilidad por estar atento y proteger a aquel que necesita de uno.
La agricultura ejercida por Cain, en cambio, ata al individuo a la tierra, y a través de los tiempos,
condujo a los pueblos a subyugarse a ella, llevándolos a venerar las fuerzas climáticas de las que
dependía para lograr el rinde de sus frutos. Esta veneración finalmente condujo a la idolatría
generalizada.
El cultivo extenso de la tierra y la ambición de los dueños de los latifundios por poseer más y más, fue
asimismo un gran motor para el sometimiento a la esclavitud de los más débiles desplegada por algunos
“seres humanos”.
Esto no significa que necesariamente un agricultor deba convertirse en idólatra ni en esclavista. La Torá
indica una serie de leyes que protegerían a los judíos de este flagelo, recordándoles periódicamente que
la tierra pertenece exclusivamente al Todopoderoso, y que en Su merced, nos permite usufructuar de ella
mediante el crecimiento de sus frutos. Nos está vedado mezclar ciertas especies en la siembra (Kil’aim),
tener provecho de los frutos que rinden los árboles en sus primeros tres años luego de ser plantados o
injertados (Orlá). Asimismo, otra leyes agrarias nos hacen recordar nuestras obligaciones con el menos
afortunado: al renunciar a lo que se olvida en el campo (Shikjá), lo que se cae (Leket) y un costado del
área cultivada que permanece intacto, para que lo recojan los necesitados (Pe’á), la Torá protege al judío
de caer en la avaricia y el egoísmo (Rav Sh.R. Hirsch sz”l).
Cain y Hevel se proveían mutuamente de los productos de su labor respectiva.
Las ofrendas
Había llegado el fin de una temporada. Ambos, Cain y Hevel, habían prosperado en sus
emprendimientos. Por lo tanto, era la ocasión adecuada para agradecer a Quien les había provisto los
medios necesarios para progresar.
A su vez, Adam también hizo saber a sus hijos que era momento de ofrendar a D”s. Era la víspera de
Pesaj, y en el futuro, en esta fecha sería obligatorio que los israelitas ofrendaran un cabrito por su
emancipación de Egipto (Pirkei d’Rabi Eliezer 21).
Cain, en carácter de primogénito (al igual que la Torá indicaría en el futuro), tomó la iniciativa y ofrendó
primero. Tomó, para este fin, del producto de sus campos, sin preocuparse por consagrar algo de una
calidad extraordinaria. La ofrenda no consistía en algo bello, pues para Cain el hecho de agradecer no
significaba un deber valioso. Por lo tanto, no se percibió en ese momento, una aceptación por parte de
D”s.
Hevel no se sintió representado con la ofrenda que ofreció Cain ante D”s, precisamente porque había
sido deficiente en calidad e intención.
Él, en cambio, trajo los mejores especímenes de su ganado, los primeros que habían parido sus hembras,
y los mejor alimentados. D”s respondió, pues, dando señal que la ofrenda de Hevel había sido aprobada.
En la manera de expresarse del pasaje de la Torá (Bereshit 4:4,5), dice que D”s oyó “a Hevel y a su
ofrenda. Y a Cain y a su ofrenda no oyó”. Del modo de expresarse, entendemos que el énfasis no está
puesto en la ofrenda sino en la persona: sus intenciones y propósitos, su modo de actuar en general, y sus
objetivos. Las ofrendas y las donaciones a beneficio de causas nobles, no eximen al donante de
conducirse de modo apropiado, y no lavan aquellas acciones de las que es culpable…
Más adelante, la Torá indicaría que los judíos debemos abstenernos de vestir prendas que poseen lana y
lino en ellas. Si bien la Torá no manifiesta un motivo para esta prohibición, el Midrash (Pirkei d’Rabi
Eliezer 21) indica que esta proscripción se remonta a aquel triste episodio de Cain y Hevel.
Cuando D”s mostró la aceptación de la ofrenda superior de Hevel, la cual, a su vez, manifestaba su
cualidad positiva de austeridad en sus ambiciones personales, Cain expresó su sentimiento de “Let Din
veLet Daián” – “No hay justicia (en este mundo) y no hay Juez” (Targum Ionatán, Bereshit 4:8)). Da lo
mismo ser justo o no serlo…
Esta expresión es grave: niega uno de los principios de la creencia del judaísmo. En el 11° Aní Ma’amin
manifestamos que D”s premia y castiga a cada uno según sus actos.
Lo peor de Cain, no fue su frustración por lo que ya había sucedido (“VaÍjar leCain me’od” – en tiempo
pasado), sino su falta de voluntad en resolver su futuro (“VaIplú panav” – en tiempo futuro Rav
Sh.R.Hirsch sz”l).
Cain hizo lo mismo que tantos otros posteriormente repitieron en situaciones similares. Al no tener la
voluntad de corregir su situación, buscando la falencia en sí mismo, Cain salió a la pesquisa del
“culpable”. ¡Y quién podía ser más culpable que Hevel – aquel que puso de manifiesto la debilidad
propia!
Sepa, querido lector, que la mayoría de las veces en las que nos parece que el culpable de nuestro dolor
es un tercero, en realidad estamos mirándonos en un espejo…
El libre albedrío
Ante los indicios de abatimiento de Cain y su falta de disposición para corregir su actitud, D”s habló a
Cain: “¿por qué tu frustración y tu falta de voluntad? – ¡todo depende de ti! Si tú decides enmendar tu
predisposición y comportamiento, serás admitido, y si no, tu pecado te acompañará hasta el castigo. Sin
embargo, ten presente que está dentro de tus facultades dominar las tendencias erradas, y el único
propósito de estas propensiones es que tú las reduzcas y te sobrepongas a ellas”. (En otras palabras, D”s
le hizo saber que, axiomáticamente, el libre albedrío es parte inherente del ser humano).
Cain escuchó, pero hizo caso omiso a las palabras de D”s. Fue así que eliminó a Hevel después de una
discusión sobre la cual la Torá no nos relata cuál fue el motivo (existen tantos temas para polemizar –
para aquel que quiere pelearse – que nos es indistinto cuál fue el pretexto que desencadenó el
homicidio).
El Midrash dice que discutieron sobre cómo se debe dividir el mundo entre Hevel y él. Otra versión
opina que contendieron acerca de las mellizas que habían nacido con ellos.
La Torá tampoco dice cuánto tiempo vivió Hevel. En el Midrash hay varias opiniones al respecto. Hevel
no dejó descendencia, motivo por el que D”s luego reclamó por “las sangres” (en plural) de Hevel. En
otras palabras: Cain no era responsable solamente por el homicidio del propio Hevel, sino por el
potencial destruido, o sea, por los sucesores que hubiesen nacido de Hevel, si no hubiese sido asesinado
por Cain.
De haber sido por la conducta de Cain, el mundo hubiese revertido a las condiciones iniciales de “tohu
va’vohu” – sin sentido ni propósito aparentes (Midrash Rabá, Bereshit 2:3).
Finalmente, muchos años más tarde, Adam tuvo más hijos. Aquel de quien desciende la humanidad se
llamó Shet. A diferencia de Cain, el nombre Shet implica “dar” o “brindar”, lo que armoniza con el
propósito de la creación de la humanidad.
El Gran Educador
También es importante destacar que al igual que después del pecado de Adam, D”s no incriminó
directamente a Cain por lo que había hecho.
Tanto en Adam (a quien D”s le cuestionó acerca de “Aieka – ¿dónde te encuentras?”, después de comer
del fruto prohibido), como en Cain (a quien le preguntó acerca del paradero de Hevel), D”s comenzó la
conversación de manera que el interlocutor pueda reflexionar sobre lo que acababa de hacer mal
(“Lehikanés imó biDvarim – entrar en conversación”), y enmendar por sí mismo el error.
D”s es el Educador de la humanidad.
Mediante ciertas reglas que Él implementa para no ponerse en evidencia en la vida de los hombres, D”s
nos conduce a situaciones en las cuales podamos evaluar nuestras acciones y corregirlas. El error es
posible por el libre albedrío, pero el castigo es evitable.
En ambos casos, en Adam y en Cain, decidieron inicialmente no aceptar la propuesta y no hacerse cargo
de su acción. Recién después que Cain se vio enfrentado con las consecuencias del homicidio, el castigo
de ser para siempre nómada, sin tener acceso a su “propiedad” que tanto ansiaba, se arrepintió y
respondió a D”s que el castigo sería difícil de sobrellevar.
Su modo de responder a D”s fue un tanto insolente: “Si Tú has de perdonar a 600.000 hombres (los
israelitas en el desierto, al haber hecho el becerro de oro, pecaron en contra de D”s, que a ojos de Cain
era aun peor que su pecado perpetrado en contra de un ser humano) – ¡¿acaso no me puedes perdonar a
mí?!” (Sanhedrin 101:).
¡¿Puede, acaso, mi poder de pecar ser más fuerte del Poder de D”s de perdonar?!
(Sefer haIkarim 4:21)
Aun así, D”s le perdonó y redujo su condena.
Si bien la tierra no le daría frutos, Cain gozaría de la protección de D”s durante siete generaciones. Para
que esto se cumpla, D”s otorgó una letra de Su sagrado Nombre, que cuidaría a Cain hasta que
finalmente sería asesinado por su propio descendiente Lemej.
Cain salió “de delante de D”s” (como si Lo pudiera “engañar” ocultándoLe sus verdaderas intenciones).
Los Sabios (Midrash Rabá 22:13,28) cuentan que Cain se encontró con su padre (que estaba acongojado
por su propio yerro de haber comido del árbol prohibido). Adam le preguntó cómo había sido juzgado
por D”s. Cain respondió que se había retractado de su error, y que había sido perdonado. La reacción de
sorpresa de Adam fue contundente: “¡¿tal es el poder de la Teshuvá?!”.
De inmediato compuso el Salmo 92: “Mizmor shir leIom haShabat” (el vocablo Shabat responde
etimológicamente también al concepto de la Teshuvá), “tov lehodot laHashem…” – es adecuado
reconocer (los pecados) ante D”s (y volcarse a la Teshuvá).
Entendamos, sin embargo, que la Teshuvá (arrepentimiento) no es la misma cuando surge del miedo al
castigo, que cuando proviene del reconocimiento personal del mal en sí.
Aun así el acto de Cain fue condonado.
Como dijimos antes, nuestra propia historia es distinta a la de los personajes de la Biblia, pero las
actitudes hacia las frustraciones con las que nos encontramos y la óptica hacia nuestros errores – cuales
fuesen – no distan de tener rasgos muy similares. ¿Cuándo vamos a aprender?
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(MASUAH)
The DARK AGES?
Amid the gloom that settled upon the earth during the long period of papal supremacy, the light of truth
could not be wholly extinguished. In every age there were witnesses for Yahuah—men who cherished
faith in Massiah as the only mediator between Yahuah and man, who held the Scripture as the only rule
of life, and who hallowed the true Sabbath. How much the world owes to these men, posterity will never
know. They were branded as heretics, their motives impugne...
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La edad oscura?
En medio de la oscuridad que se estableció sobre la tierra durante el largo período de la supremacía
papal, la luz de la verdad no podía ser totalmente extinguida. En todas las épocas había testigos de los
hombres que querido la fe en massiah como el único mediador entre yahuah y el hombre, que sostuvo la
escritura como la única regla de la vida, y que sagrada el verdadero Sabbath. Cuánto le debe el mundo a
estos hombres, la posteridad nunca lo sabrá. Fueron marcados como herejes, sus motivos desmintieron,
sus personajes difamado, sus escritos suprimidos, tergiversado, o mutilados. Sin embargo, se
mantuvieron firmes, y de la edad a la edad mantuvieron su fe en su pureza, como patrimonio sagrado
para las generaciones que vienen.
Nos haría bien estudiar el ejemplo de los fieles, porque pronto vamos a estar en el "Valle de la decisión".
no está escrito que el que busca salvar su vida lo perderá?