CUENTO

Nombre: Pablo Daniel Minga Armijos

Curso: 2do BGU
Profesora: Ing. Paulina Vega

Lo que ven los ojos

Todos los cuentos empiezan con un había o un erase una vez pero este
empieza en la esquina de mi cama, en medio de mis cobijas, en el frio de
las madrugadas. Vengo teniendo un par de problemas para dormir desde
hace veintiún tantos días…
Me levanto todo ojeroso siempre del lado derecho de la cama miro el reloj
no me precipito en desayunar ya que para cuando despierto es hora ya del
almuerzo. Entonces empiezo a ordenar un poco mi hogar puesto que mi
vida no podré ordenarla nunca. He terminado todos mis quehaceres. Tomo
una ducha me visto y salgo al parque como de costumbre, se encuentra a
15 minutos de mi casa tiene flores de todo color y es un lugar en el que la
oscuridad no llega las 24 horas del día, tiene muy buen alumbrado, es algo
habitual para mi sentarme en esta banca a observar gente.
Recuerdo que aquí hace un año aproximadamente vi de lejos una pareja de
jóvenes distraídos, embobados, maravillados, amarrados para ser más
específico enamorados, o bueno eso pensé al verlos. Estaban en medio del
parque era un día gris seguido de una larga tarde de lluvia y no les
importaba para nada traer toda su ropa mojada, sonreí al ver tal
comportamiento y pensé: “el amor es tan increíble que cuando sucede ni el
invierno más frio ni el verano más caliente tiene sentido alguno”.
El hecho es que las semanas siguientes volví a verlos repetidas veces al
principio muy a gusto, muy alegres, muy felices, una felicidad casi
envidiable.
Para el siguiente mes volvían a recorrer las veredas del gran parque. Pero
esta vez note la indiferencia entre ambos, bueno yo no puedo reconocer
nada ya que solo soy un espectador. Pero esta vez había acertado. Para los
siguientes meses vi como cada uno iba alejándose, los vi estrecharse y
despedirse.
Lo que sigue es que observe como cada uno salía con una persona distinta,
como se conocían, como comían, como se querían, tal vez igual de felices.
Para el día de hoy aún recuerdo sus caras ahora salen con millones de
personas diferentes, a aquellas con las que algún día coincidieron.
Al ver tales conductas llegue a la conclusión de que para los seres humanos
si tenemos felicidad de garantía no importa la conclusión o el resultado.
 Cuento

Existe el sueño de un niño, dentro de su mente, ahí en su subconsciente,

el sabe es consiente que puede.

El niño sueña con ser alguien muy reconocido por el deporte más
conocido mundialmente denominado futbol.

Sueña con estar en las ligas inglesas. Un día lo vi jugar y puedo jurar que
tiene talento.

Lo ayudo lo motivo porque alguien con el ego tan alto sé que llegara lejos.
Es solo un niño pero aquí es donde debe originarse todo es donde debe
darse la fuerza del arranque. Entonces me convierto en su entrenador
comenzamos el esfuerzo físico es demasiado él está exhausto, pero aun
así sigue adelante, hasta el límite.

Cada día va creciendo como persona y como futbolista.

De repente llega una oferta de trabajo en un pequeño club algo

reconocido. Por sus condiciones de vida el no puede aceptarlo. Ya que no
cuenta con el apoyo de sus padres ni de ningún familiar. Pero en sus ojos
se ve un brillo que me incentivan a apostar por el a jugármelas por el.

Entonces lo ayudo a surgir y de aquí surge un gran jugador. Una gran

persona una leyenda.