Está en la página 1de 7

Señales de Calma y Comunicación Canina

E-book
de Manuel
Balibrea

© Manuel Balibrea Sanvicente


Prohibida su divulgación sin permiso del autor
pag. 1
El adiestramiento y la educación canina están
evolucionando hacia un modelo donde se construye el
aprendizaje del perro a través de una experiencia compartida
entre la persona o personas que educan al perro, el propio
perro y los diferentes estímulos ambientales a los que está
sometido. A lo largo de esta experiencia es cada día más
frecuente preocuparse por los estados emocionales del perro,
motivo por el cual resulta importante aprender a interpretar las
señales corporales que constantemente están emitiendo y que
a no ser que las aprendamos y desarrollemos habilidades para
interpretarlas nos pasarán desapercibidas.

En 2001 la prestigiosa adiestradora noruega Turid


Rugaas publicó su libro "El lenguaje de los perros" Las señales
de calma. En el se hablaba por primera vez de algunas señales,
que emiten los perros para comunicarse tanto entre ellos como
con los humanos y que en algunos casos podían ser utilizadas
por los propios humanos para comunicarse de manera efectiva
con los perros. Desde entonces y especialmente a partir del
año 2007 los adiestradores, educadores caninos e incluso
propietarios de un perro nos hemos empezado a preocupar por
desarrollar nuestras habilidades para identificar e interpretar
este tipo de señales.

Básicamente las señales de calma tienen el significado


de no quiero hacer daño, ni pelearme, no me encuentro
cómodo con esta interacción y preferiría pararla de forma
pacífica. También son utilizadas para regular comportamientos
sociales entre varios perros y la finalidad que persigue quien
las emite relajar al animal o animales con los que está
interaccionando o autorelajarse. Se utilizan en situaciones
estresantes para intentar aliviar la tensión.

En muchas ocasiones un perro muerde después de


haber estado emitiendo este tipo de señales por bastante
tiempo. Un ejemplo típico es el perro que se siente incómodo
con el juego brusco que tiene el niño de casa. Al principio el
perro lo más probable es que empiece a emitir señales de
calma, pero si estas pasan inadvertidas al cabo de un tiempo el
perro dependiendo de su carácter y temperamento puede
llegar a morder. Esto mismo puede suceder en otras muchas
situaciones cotidianas como cuando lo abrazamos, le be-
samos, se encuentra en situaciones sociales con otros perros,
etc..

© Manuel Balibrea Sanvicente


Prohibida su divulgación sin permiso del autor
pag. 3
Si aprendemos a detectarlas e interpretarlas podemos
utilizarlas para no provocar situaciones estresantes o incluso
para detectar cuando nuestro perro está inmerso en una
situación social con otros perros u otras personas en la que no
se encuentra cómodo y darle la oportunidad de distanciarse de
ella.

Veamos a continuación algunas de las más frecuentes y


fáciles de detectar para analizar su significado y los contextos
donde pueden ser usadas bidireccionalmente. Antes debe-
remos tener en cuenta que un perro con niveles muy altos de
estrés o ansiedad probablemente será incapaz de interpretar o
emitir señales de calma.

Girar la cabeza evitando contacto visual o dar la espalda:


*Sostener la mirada fija hacia una persona o un perro
frecuentemente puede ser un signo de intimidación. Para un
perro el hecho de no sostener la mirada o girar la espalda es un
signo de apaciguamiento. este gesto podemos utilizarlo para
darle a entender a un perro que nos sentimos cómodos con
una interacción que nos propone. Por ejemplo si estamos
comiendo en la mesa y nos viene un perro a pedir comida
insistentemente, en vez de empujarlo, reñirlo o decirle no, será
más efectivo rodear nuestro plato de comida con el brazo a la
vez que aprovechamos para darle la espalda al perro sin
mirarlo ni hablarle. Si repetimos la acción sistemáticamente en
pocas repeticiones veremos como el perro capta perfec-
tamente el mensaje.

*Cabe tener en cuenta que las situaciones sociales en las que nos
miramos fijamente a los ojos con un ser querido o con nuestro perro son situa-
ciones que no provocan una situación intimidatoria.

Cerrar los ojos o parpadear: Como hemos dicho el


contacto visual directo puede constituir un signo de amenaza.
Cuando un perro parpadea o cierra los ojos en señal de calma
está intentando comunicar que no mira de manera desafiante.
Blanco en los ojos: Esta es una señal inequívoca de que el
perro se siente amenazado e incómodo. Si la detectamos
deberemos parar o reconducir la interacción que se está pro-
duciendo.

© Manuel Balibrea Sanvicente


Prohibida su divulgación sin permiso del autor
pag. 4
En una situación normal el blanco del ojo no se ve en perro.

Perro sintiéndose muy amenazado.

Lamerse los labios o la trufa: Es un signo que el perro


hace para mostrar su incomodidad con algo: se trata de un mo-
vimiento muy rápido con la lengua que en muchas ocasiones
pasa inadvertido y que no debemos confundir con cuando se
relame por hambre o por ver su plato de comida. Hace unos
años se creía que el perro no correspondía a esta señal cuando
la emitía un humano para comunicarse con el perro, pero
actualmente son muchos los educadores que la practican para
intentar relajar al perro en situaciones donde detectan que está
incómodo o estresado.

© Manuel Balibrea Sanvicente


Prohibida su divulgación sin permiso del autor
pag. 5
Típica manera de lamerse el belfo superior ante una situación no agradable.

Bostezar: Cuando un perro está ansioso o estresado es


frecuente verlo bostezar, también cuando sucede algo que no
le gusta. Es frecuente ver como bostezan algunos perros
cuando son abrazados o besados en la cara por sus dueños. Al
observar el bostezo debemos tener en cuenta el contexto y la
situación ya que también bostezan cuando se despistan o en
algunas situaciones que no tienen nada que ver con estar
estresados.

Sacudirse como si estuviese mojado sin estarlo: Es


un signo inequívoco de que la situación le incomoda e intenta
desestresarse y relajarse a través de esta acción. Se dice que
se sacuden para quitarse el estrés de encima.

© Manuel Balibrea Sanvicente


Prohibida su divulgación sin permiso del autor
pag. 6
Olisquear el suelo: Es un comportamiento que suele
utilizarse para distanciarse de algo que le incomoda. Es una
estrategia que pretende comunicar algo así como "lo que está
sucediendo no va con migo" o "no estoy seguro de que es lo
que quieres, así que voy a estar por aquí olisqueando".

La media curva: Acercarse tanto a una persona como a


un perro en línea recta y de forma directa puede resultar en
muchos casos una forma agresiva o intimidatoria de establecer
una interacción. Es por ello que una manera gentil, educada y
no intimidatoria de acercarse a un perro desconocido es
hacerlo a través de una leve media circunferencia en vez de en
línea recta. Este comportamiento es muy frecuente entre los
perros que no se conocen y deberíamos utilizarlo para
acercarnos a cualquier perro, especialmente si este es
inseguro, agresivo o tiene miedo.

Tumbarse boca arriba: Esta posición muestra las partes


más vulnerables del cuerpo y es una marera de mantener al
otro perro relajado y en cierta manera de "controlar" la
situación. Se trata de una señal inequívoca de que quien a
realiza no tiene ninguna intención de pelearse.

Ahora que ya conoces todas estas señales necesitarás


desarrollar tu habilidad para identificarlas e interpretarlas
observando muchas interacciones caninas. ¡Espero que te
diviertas durante el proceso!.

© Manuel Balibrea Sanvicente


Prohibida su divulgación sin permiso del autor
pag. 7
Aprovecho para dejarte un link de acceso a las tutorías
online donde podemos trabajar de manera conjunta para
solucionar dudas o redirigir conductas o problemas que pueda
plantearte el proceso de educación de tu perro:
http://canine-service.com/tutorias-formacion-online/

Te dejo este otro:


http://canine-service.com/categoria-producto/ebook/

Donde podrás descargarte e-books en los que explico


paso a paso como solucionar infinidad de problemas y cómo
educar a tu perro de la manera más adecuada durante las
diferentes etapas de su ciclo vital para que podáis gozar de
una vida plenamente satisfactoria el uno junto al otro. Me
despido con un afectuoso saludo.

Manuel Balibrea

© Manuel Balibrea Sanvicente


Prohibida su divulgación sin permiso del autor
pag. 7

También podría gustarte