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 Dedicamos este libro a

Nuestros padres, Carmen y Nat Simpkins,

y Naomi y H erb Minkin,·
a nuestros hijos, Atura y Alex,
por su paciencia, tolerancia y deseo de
experimentar confiadamente con las diversas
técnicas;
y a nuestros clientes, pasados, presentes y futuros,
cuyo crecimiento deseamos que no se
interrumpa jamás.

Título original: Self-hypnosis Plain and Simple

Traducción: Nora Steinbrun

Diseño de portada: Rafael Soria

© 2000, by C. Alexander Simpkins y Annellen Simpkins

De la presente edición en castellano:

© Arkano Books, 2001
Alquimia, 6
28933 Móstoles (Madrid) - España
Tels.: 91 614 53 46 - 91 614 58 49
E-mail: editorial@alfaomega.es
www.alfaomega.es

Primera edición: febrero 2003

Depósito Legal: M. 2 .980-2003

l.S.B .N.: 84-89897-69-7

Impreso en Espaíia por: Artes Gráficas COFÁS, S.A.

Reservados todos los derechos. Este libro no puede reproduci rse total ni parcialmente, en
cualquier forma que sea, electrónica o mecánica, sin autorización escrita de la ed itorial.
 Agradecimientos

Gracias a nuestros profesores de hipnosis, Milton H. Erickson,

G. Wilson Shaffer y Ernest Rossi por compartir su gran sabiduría
y agudeza clínica.

Agradecemos asimismo a Elizabeth Erickson por sus correcciones,

consejos y apoyo.

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Indice

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Introducción 15

Parte 1 La historia de la hipnosis ..... .. ... .. .. . 23

Capítulo 1 Sus comienzos ...... . .. ... .. . . ... . . . . . 25
Capítulo 2 Historia moderna .. ... . . .... . . .. . . ... . 47

Parte 11 Los pilares de la hipnosis .. .... . .. .. .. . 67

Capítulo 3 El inconsciente ....... . ...... . .... . .. . 69
Capítulo 4 Mente y cuerpo .. . . . ...... . . . ........ . 89
Capítulo 5 Sugestión: directa, indirecta y más . . .. . .. . 105

Parte 111 Los caminos hacia el trance ......... . .. . 123

Capítulo 6 Autohipnosis paso a paso ... .. . ....... . . 125
Capítulo 7 Superar la resistencia . .. .. .... ... . .. . . . 149

Parte IV Aplicaciones de la autohipnosis: surca

el mar de la vida ....... ....... . ...... . 163
Capítulo 8 Aprender, desaprender y reaprender ... . . . 165
Capítulo 9 Estrésate menos ..... .. ....... . ...... . 181
Capítulo 10 Supera el dolor .... . . ........... . . . .. . 193
Capítulo 11 Conquista el miedo, descubre el valor .... . 207
Capítulo 12 Deshazte de los malos hábitos .......... . 215
Capítulo 13 El camino hacia la moderación: perder
peso, ganar control . . ... . . . . ... .... ... . 223
Capítulo 14 Alcanza tus condiciones óptimas:
descubre tu atleta interior . ... ...... . .. . 235
 Prólogo
Por el Dr. Ernest L. Rossi

Are libro ha sido organizado en tres secciones cuidadosamente

Ó desarrolladas: la teoría, que fundamenta toda la obra; los ejer-
cicios, que convierten la teoría en realidad, y finalmente un conjunto
de instrucciones claras que ilustran diversas aplicaciones clínicas es-
pecíficas.
Los autores no sólo ofrecen una historia de la hipnosis completa
y bien explicada que se centra particularmente en la autohipnosis,
sino que demuestran que determinadas prácticas surgen a partir de
diferentes marcos de referencia.
Ya en mi área favorita, los autores consiguen una integración
asombrosamente equilibrada en su presentación de la sugestión
directa e indirecta. No cometen el error de pensar en la sugestión in-
directa como una forma de tergiversación dentro del marco
terapéutico, sino que la utilizan correctamente, en sentido erick-
soniano, para superar las limitaciones del ego y acceder a nuevos
recursos internos. Aunque los individuos no cuenten con un acce-
so total a estos nuevos recursos pueden aprender a alcanzarlos
por sí mismos, y esta posibilidad se convierte en el núcleo del
tranc~ terapéutico y se mantiene fiel a la esencia creativa básica
del pensamiento de Erickson. En lugar de confundir la sugestión
con la hipnosis, el trance terapéutico es un modo de incrementar
la sensibilidad del individuo hacia el sistema mente-cuerpo. Una
vez más, los autores corrigen otra idea errónea, siguiendo el con-
cepto ericksoniano de que la hipnosis puede ser definida como la
sensibilidad hacia el propio inconsciente y no como una simple
sugestión.
El trabajo de los Simpkins adquiere una mayor dimensión de
realidad a través de los ejercicios que han intercalado en la totalidad

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 AUTOI-IIPNOSIS
14

del libro. Para cada fragmento de teoría ellos presentan un ejercicio Introducción
ilustrativo. Por ejemplo, las diferentes formas de sugestión están ex-
plicadas con ejercicios. Los referidos a la conciencia sensorial apare-
cen después de la teoría sobre las interacciones entre la mente y el
cuerpo, y la elevación de la mano o las sensaciones de calor o frío son
ejemplos de alteraciones kinestésicas. Los ejercicios de visualización
interior ilustran los efectos visuales, y las explicaciones sobre las dis-
torsiones temporales enseñan diversas experiencias alucinatorias.
Por último, los autores sugieren diferentes formas de aplicar las La verdad clarifica pero no oscurece.
técnicas desarrolladas en el libro en situaciones frecuentes, y en todo
momento utilizan el trance terapéutico como principal fuente de Nathaniel Stone Simpkins, 1836
aprendizaje.
Una obra que destaca por la lucidez de su presentación e inte-
Gian escrito gran cantidad de libros sobre hipnosis, pero la au-
gración.
t_} ;;~ipnosis es única y requiere aptitudes especiales. De hecho,
quien intente practicarla debe ser, al mismo tiempo, hipnotizador y
sujeto. El dilema de la autohipnosis es cómo hacer de forma volun-
taria lo involuntario, cómo ser deliberadamente espontáneo y recu-
perar la armonía con el ser interior.
La autohipnosis te devuelve el equilibrio, puesto que tanto el
consciente como el inconsciente pueden aprender a trabajar juntos
para orientar y solucionar problemas mediante el trabajo hipnótico.
En una ocasión dirigimos un proyecto de investigación para des-
cubrir si la terapia que intenta que lo inconsciente se torne consciente
es más eficaz que la hipnoterapia que desarrolla lo inconsciente sin
transformarlo en consciente. Por lo general, ambos métodos resul-
taron efectivos (Simpkins y Simpkins, 1983 ), y derivaron en la sub-
siguiente inclusión tanto del consciente como del inconsciente den-
tro de la autohipnosis. Aprenderás a volver a funcionar naturalmente
con tu inconsciente y a cooperar con tus necesidades internas de for-
ma sana y positiva.
Mientras descubres tus sensibilidades, habilidades y necesidades
internas puedes tener en cuenta tus diferencias individuales . A medi-
da que desarrollas tus habilidades te abres al proceso terapéutico
creativo y en consecuencia accedes a una positiva reserva de poten-
cial que albergas en tu interior. Además, una vez que reconoces la
posibilidad de que puedes poseer aptitudes que superan lo que

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 AUTOHIPNOSIS
16
conoces de forma consciente, consigues adaptarte mejor a tus pro-
blemas y dificultades.
La autohipnosis facilita las respuestas constructivas y mejora el
uso de los potenciales propios. Normalmente, todos tenemos pa-
trones rutinarios de pensamiento, actitudes, preocupaciones y sen-
timientos. Como si se tratase de un televisor que recibe sólo tres
canales, el espectro de posibilidades resulta muy limitado, ya que
sintonizamos únicamente tres cadenas e ignoramos las demás
señales. Sin embargo, un día sentimos curiosidad por descubrir
nuevas posibilidades y decidimos colocar una antena parabólica en
el tejado de nuestra casa, gracias a lo cual accedemos a nuevos
canales con diferentes opciones de programación. Lo mismo
sucede con nuestras asunciones, que nos limitan a un determinado
espectro de experiencias y hacen que desechemos nuevos eventos
mentales o no les demos la importancia que en realidad tienen.
Abrirse al inconsciente a través de la hipnosis aporta nueva infor-
mación y perspectivas, y es posible integrar estos potenciales hasta
ahora desconocidos con el objetivo de expandir los horizontes de
la experiencia.
Cada persona responde a la hipnosis de forma diferente. Quienes
se encuentren a gusto trabajando con la sugestión pensarán que la
hipnosis les afecta a través de la elevada sugestibilidad que des-
cubren. Otras personas percibirán que a partir de un pensamiento
imaginado desencadenan determinadas reacciones en sus cuerpos;
para ellas, la hipnosis es un fenómeno ideomotor que les permite ob-
servar con asombro cómo se eleva su mano aparentemente por sí
misma. Un tercer grupo, que por naturaleza se inclina más hacia el
trance, puede experimentar un sueño profundo del que no recuerde
nada al despertar. Cualquiera que sea tu experiencia, una vez que
conozcas tu respuesta personal a la hipnosis podrás ampliar tus hori-
zontes y evolucionar para aprender nuevas respuestas. El trance y la
sugestión no tienen que separarse: son uno.
En lugar de programar tu mente con la sugestión directa -es-
tereotipo tradicional de la hipnosis-, este libro te enseña a sensibi-
lizar tus intuiciones a partir de tus procesos inconscientes. Paradóji-
camente, esto puede provocar una desensibilización a las
limitaciones aprendidas, como veremos más adelante. De todos mo-
INTRODUCCIÓN 17
dos, lo importante es que se producen respuestas espontáneas en lu-
gar de un condicionamiento redundante.
A partir de ahora te invitamos a interactuar con tus respuestas y
utilizarlas de forma creativa.
ACERCA DE ESTE LIBRO
La autohipnosis es un arte de comunicación interior que puede
ser utilizado con diversos propósitos. Este libro ha sido creado tanto
para profesionales interesados en ayudarse a sí mismos o a sus
clientes utilizando medios hipnóticos, como para quienes deseen de-
sarrollar aptitudes en el campo de la autohipnosis con el fin de poner
en práctica diversos cambios. Reconocemos que los profesionales es-
tan acostumbrados a un léxico complejo, pero siempre que nos ha
sido posible hemos utilizado una terminología más simple para que
cualquier persona inteligente pueda comprenderla. A pesar de que los
ejercicios están dirigidos al individuo que los pone en práctica, los te-
rapeutas pueden utilizarlos para sí mismos o bien para adaptarlos a
sus respectivos clientes.
Este libro se divide en cuatro secciones. La Parte 1, llamada «La
historia de la hipnosis», describe la evolución y expansión de la auto-
hipnosis, que se origina en las tradiciones de la hipnosis. Se incluyen
desde los primeros desarrollos y aplicaciones clínicas hasta los últi-
mos descubrimientos de los investigadores.
La Parte 11, «Los pilares de la hipnosis», explica las herramientas
fundamentales utilizadas en la hipnosis: la mente inconsciente, el tra-
bajo de la mente y el cuerpo en conjunto, y la sugestión. También se
ofrecen ejercicios que permiten desarrollar las aptitudes necesarias
para practicar la autohipnosis.
La Parte 111, «Los caminos hacia el trance», explica paso a paso
cómo inducir la hipnosis en uno mismo. Descubre tu forma de entrar
en trance probando diferentes experiencias autohipnóticas; te ani-
mamos a ex perimentar con varias clases de ejercicios ya que te
brindarán la oportunidad de desarrollar nuevas aptitudes. El trabajo es-
pecial con resistencias puede ayudar a aquellas personas que tienen difi-
cultades a la hora de entrar en trance o de responder a la autosugestión.
18 AUTOI-IIPNOSIS INTRODUCCIÓN 19

La Parte IV, «Aplicaciones de la autohipnosis», ofrece soluciones recursos, intereses y talento. Muchas personas son individuos inde-
a problemas específicos mediante la utilización y el desarrollo de las pendientes que desean poner las cosas en práctica por su propia
aptitudes autohipnóticas aprendidas en la primera parte del libro. La cuenta y en el contexto de estos experimentos pueden descubrir téc-
autohipnosis puede resultar una herramienta práctica para áreas es- nicas y formas de ayudarse a sí mismos. Sin embargo, algunos pro-
pecíficas a la vez que facilita un proceso constructivo general. Estas blemas requieren de la pericia de un profesional, y determinadas per-
aplicaciones también pueden ser tomadas como paradigmas para un sonas consiguen mejores resultados con la guía de un hipnotizador o
desarrollo personal más generalizado. psicoterapeuta.
Creemos que los psicoterapeutas pueden aprender mejor la pers-
pectiva hipnótica si la experimentan ellos mismos; la autohipnosis es
CÓMO UTILIZAR ESTE LIBRO una excelente herramienta para abrirse más al uso hipnótico del in-
consciente, y Erickson nos ha enseñado el inmenso potencial que
Quizá no desees comenzar a leer el libro por el principio, donde éste encierra. Siente las reacciones que te provoquen los ejercicios y
se incluyen las secciones histórica y teórica. La hipnosis es, sobre reflexiona sobre ellas. Esperamos sinceramente que el uso de este li-
todo, una experiencia, y algunos prefieren vivirla desde el primer bro te permita encontrar tu propio potencial positivo para crecer y
momento e ir directamente a los ejercicios para posteriormente desarrollarte.
aprender la teoría. Otros querrán comprender primero la teoría y la
historia y luego experimentar los ejercicios prácticos desde una firme
orientación teórica, una especie de mapa del viaje. Ambos procedi-
mientos son válidos, y probablemente la mayo ría de las personas
acabarán recurriendo a los dos.
Este libro te anima a experimentar con diversos ejercicios, mu -
chos de los cuales tienen complejas instrucciones que pueden pare-
cer difíciles de recordar. Sin embargo, conseguirás mejores resulta-
dos si lees cada actividad al menos dos veces antes de ponerla en
práctica. Una vez que lo hayas hecho, deja el libro a un lado, busca
un sitio cómodo y tranquilo para sentarte o tumbarte y ponte a traba-
jar. Ya que estas actividades están dirigidas en su mayor parte a la res -
puesta inconsciente no es necesario que recuerdes todas las instruc-
ciones; el inconsciente tiende a abrirse camino por sí solo cuando se
le ofrece la oportunidad. Para conseguir óptimos resultados repite
cada ejercicio durante un tiempo. Recuerda asimismo que deb es
seguir minuciosamente las instrucciones sobre el trance que apare-
cen en los primeros capítulos del libro con el fin de desarrollar apti-
tudes en el campo de la autohipnosis antes de probar las aplicaciones
que figuran en la Parte IV
Los ejercicios pueden tener aplicaciones mucho más amplias que
las específicamente estipuladas. Sé creativo y adáptalos a tus propios

...___
 Capítulo 1
Sus comienzos

Volviendo a las raíces

alcanzamos la esencia.
Proverbio zen

CPos~ntiguos
_y fenómenos hipnóticos se conocen desde hace siglos. Los
egipcios consideraban que estos estados constituían
misticos métodos de terapia altamente efectivos. El famoso papiro de
Ebers, que data aproximadamente del 3000 a.C., describe procedi-
mientos idénticos a la hipnosis moderna. El hipnotismo se originó a
partir de la magia, así como la química surgió de la alquimia y la as-
tronomía de la astrología.
El monumental estudio de psicoterapia titulado Sanación psicológi-
ca (Psychological Healing), escrito por Janet en 1925, incluía una com-
pleta revisión de la hipnosis a lo largo de la historia y analizaba su uso a
través de los siglos. Los conceptos básicos de este método fueron com-
prendidos y descritos incluso antes de que fuese considerado como una
disciplina independiente. Janet sostenía que el estudio de lo que más
tarde se llamaría sugestión constituía la base de la psicología.
Los fenómenos hipnóticos fueron empleados en diversas etapas
de la historia, pero fue en el siglo XVIII cuando la hipnosis comenzó a
ser estudiada y practicada ampliamente en Europa.

Dos ENFOQUES DE LA HIPNOSIS

En Europa se desarrollaron dos ramas principales de la hipnosis de
forma simultánea: el mesmerismo y el sonambulismo. Los mesmeristas

l
26 AUTOHIPNOSIS
creían que los fenómenos eran el resultado de una fuerza magnética
aprovechada y utilizada por el hipnotizador. La segunda perspectiva,
originalmente llamada sonambulismo y más tarde denominada hipno-
tismo, consideraba que los fenómenos provenían de una experiencia
interna del sujeto. Ambas formas han prosperado con el tiempo, con
carismáticos defensores y diversas teorías, y en la actualidad ambos en-
foques se han unido.
El mesmerismo
Franz Anton Mesmer (1734-1815) fue un gran divulgador del
magnetismo animal -más tarde conocido como mesmerismo--- que
basó sus ideas en las de varios teóricos que le precedieron, entre los
que se encuentran Paracelso (14 93 -1541), físico y místico que espe-
culaba con que el cuerpo humano se encontraba bajo la influencia de
las estrellas y actuaba como un imán, y Van Helmont (1577 -1644),
introductor del concepto del magnetismo animal y creador de la
teoría de que los seres humanos producían un fluido magnético que
podía ser influido por la voluntad.
Mesmer investigó todas estas ideas en profundidad y las puso en
práctica, gracias a lo cual realizó varias sorprendentes curaciones.
Era un individuo sumamente controvertido y teatral que en sus pro-
pios panfletos se describía como un personaje consagrado que había
llegado a París con un descubrimiento que pondría fin al sufrimiento
humano. Sin embargo, a pesar de que en varias ocasiones se dirigió a
las más prestigiosas organizaciones académicas y científicas de Fran-
cia, nunca consiguió el apoyo ni el reconocimiento que reclamaba
para su trabajo.
La tesis médica de Mesmer (17 66) se refería a la influencia de los
planetas sobre los seres humanos. En su opinión, entre los cuerpos
celestes y el cuerpo humano existía una relación de reciprocidad que
se plasmaba en el flujo y el reflujo de una sustancia de propiedades
aparentemente magnéticas que afectaba al sistema nervioso.
Esta propiedad del cuerpo animal que lo somete a la influencia
de los cuerpos celestes y a la acción recíproca de aquellos que lo
SUS COMIENZOS 27
rodean, comparable al comportamiento del imán, me ha llevado a
denominarla magnetismo animal.
Cita de Mesmer incluida en el libro publicado por
Tinterow en 1970
Las personas eran consideradas sanas cuando el fluido circulaba
libremente, una idea que recuerda el concepto chino de la energía in-
terna, o cht~ como elemento fundamental para la salud. La enfer-
medad, en consecuencia, era interpretada como el resultado de la
obstrucción y el desequilibrio.
Los individuos podían controlar y reforzar la acción del fluido
«mesmerizando» o masajeando los «polos» corporales para superar
el obstáculo, e induciendo una «crisis» que solía manifestarse en
forma de convulsiones y acababa por restablecer la salud o «ar-
monía» del hombre con la naturaleza.
Darnton, 1970 1
Muchos creyeron que Mesmer había descubierto un inmenso
poder porque los resultados de sus experimentos -como por ejem-
plo las convulsiones que provocaba a sus pacientes- eran perfecta-
mente visibles. Mesmer y sus seguidores afirmaban que la gran influen-
cia que ejercía el magnetizador sobre el sujeto dependía de la
afinidad hipnótica entre ambos.
Uno de los más distinguidos discípulos de Mesmer, Marquis de
Puységur, señaló tres rasgos principales dentro del mesmerismo. En
primer lugar, que el sujeto sólo podía oír lo que el mesmerista decía y
se abstraía de todo lo demás; segundo, aceptaba las sugestiones pasi-
vamente; y tercero, no recordaba nada del trance cuando despertaba.
Esta interpretación de la teoría de Mesmer implicaba que el paciente
era el receptor pasivo de los efectos activos, una observación que ha
dado origen a algunas concepciones modernas sobre la hipnosis.
Mesmer no consiguió que el mesmerismo tuviera aceptación
médica. La Real Sociedad de Medicina, el grupo médico más in-
1
Foundations o/ I-Iypnosis, From Mesmer to Freud.
28 AUTOHIPNOSIS
fluyente de aquella época, formó una comisión que incluía al
norteamericano experto en electricidad, Benjamín Franklin, para
que analizara las perspectivas de Mesmer. Sus conclusiones fueron
que el magnetismo animal no existía y que las curaciones que Mes-
mer llevaba a cabo nacían de la sugestión y la imaginación.
Mesmer y sus seguidores recurrieron a las masas publicando
panfletos que acusaban a las clases privilegiadas de intentar sofo-
car sus intentos de ayudar a la gente corriente. El gobierno en-
tonces se alarmó e intentó limitar la influencia de Mesmer, que
tuvo que marcharse de Francia y radicarse en Suiza. El posterior
estallido de la Revolución francesa acaparó el interés público y,
como consecuencia de ello, casi la totalidad de las investigaciones
sobre magnetismo quedaron suspendidas en Francia. Sin embargo,
a pesar de su interrupción transitoria, las corrientes mesméricas lo-
graron atravesar la superficie de los tiempos y volvieron a surgir
más tarde.
SONAMBULISMO
A pesar de que Mesmer no logró conseguir la aprobación de la
comunidad científica, el interés por el fenómeno siguió vivo. A
comienzos del siglo XIX varios franceses comenzaron a trabajar sobre
el tema, verdaderos pioneros que experimentaban sigilosamente en
sus casas y despachos. Los detalles de sus vidas personales se pierden
en oscuras descripciones de recuerdos perdidos, y sólo han quedado
plasmados en las páginas de unos pocos libros. Pero estos explo-
radores desconocidos nos han proporcionado teorías que se han con-
vertido en la base y el marco de la hipnosis moderna. Ellos conside-
raban la hipnosis como una forma de sueño y la llamaban
sonambulismo.
Bertrand (1820) fue uno de los primeros en afirmar que el so-
nambulismo se debía sólo a la imaginación. Creía que era la su-
gestión la que determinaba el estado, y no los fluidos ni los imanes.
En su libro Traité du Somnambulism, Bertrand describía los
movimientos, acciones y alucinaciones que podían desatarse en la
mente del sujeto.
l
SUS COMIENZOS 29
Deleuze (1825) hablaba de las anestesias, las amnesias y los fenó-
menos poshipnóticos, algunas de las aplicaciones características de la
hipnosis en la actualidad.
El abate Faria, un reconocido clérigo, inducía al sonambulismo a
través de un mandato dinámico, diciendo simplemente a sus pa -
cientes: «Deseo que te duermas.» Este hombre, que empleaba el so-
nambulismo con gran éxito para beneficio de muchas personas, es
considerado el fundador de la técnica de la inducción rápida utiliza-
da en nuestros días por muchos médicos. El uso de la hipnosis
adquirió gran importancia en aquella época.
Noizet, amigo de Bertrand, escribió un libro que relacionaba a
Bertrand con la doctrina que más tarde resultaría el pilar de la Es-
cuela de Nancy. En sus páginas afirmaba:
La ley psicológica fundamental predominante es aquella según
la cual toda idea tiende a convertirse en acción; la acción sugerida
se lleva a cabo porque la idea de esa acción ha entrado en la cons-
ciencia del sujeto.
Janet, 1925
La base del sonambulismo artificial actual podría ser considerada
como un estado normal que trabaja con las leyes generales de la imagi-
nación, la atención expectante y el deseo. Los modernos avances en el
arte y la ciencia de la hipnosis y la hipnoterapia fueron correctos. La au-
tohipnosis incorpora muchos conceptos de esta orientación.
Los COMIENZOS DE LA AUTOHIPNOSIS
James Braid (1795-1860) fue quien habló por primera vez de
«hipnotismo» para diferenciar el fenómeno del mesmerismo. Coinci-
diendo con los sonambulistas franceses, Braid trabajaba con la hip-
nosis en Manchester, Inglaterra. Era un cirujano conservador que ex-
perimentaba y escribía meticulosamente sus observaciones,
buscando conferir siempre un respaldo científico a sus descubri-
mientos. Braid contribuyó a que la hipnosis ganara aceptación.
 30 AUTO HIPNOSIS
Al principio, este científico pensaba que la fijación sensorial de
los párpados era fundamental para la inducción al trance. Girar los
ojos hacia arriba causaba la parálisis de los músculos oculares y de
allí surgía el fenómeno de la hipnosis . Braid afirmaba:
Es precisamente este principio, el de forzar la atención man-
teniéndola centrada en un sujeto o idea que no es de naturaleza ex-
citante, y ejercitar un grupo de músculos, sumado al hecho de
forzar la vista mientras se contiene la respiración y se realiza un re-
poso general, lo que acompaña a estos experimentos y genera en el
cerebro y la totalidad del sistema nervioso ese estado peculiar que
he denominado hipnotismo o sueño nervioso.
Braid, 1960
Braid provocaba el trance a sus familiares y amigos haciéndoles
fijar los ojos en la misma posición y centrando su mente en una idea
referida a un objeto que colocaba frente a sus ojos. Al final, los pár-
pados se cerraban con un movimiento vibratorio mientras los globos
oculares entraban en un estado alterado. En ese punto, Braid podía
elevar el brazo o la pierna del sujeto mientras este último se mantenía
en su posición, un fenómeno que recibe el nombre de catalepsia. In-
mediatamente después de esta fase, Braid observaba que los indivi-
duos entraban en un sueño relajado y placentero.sin rigidez muscu-
lar, lo que le demostraba que había descubierto un fenómeno
diferente al mesmerismo.
La primera teoría de Braid sobre la hipnosis resaltaba la impor-
tancia de la fijación sensorial. «Sin embargo, no bay más que un paso
de pensamiento entre la fijación visual y la fijación de la atención»
(Boring, 1950). Su teoría posterior fue más amplia, con una orien-
tación más psicológica. Braid supo reconocer el gran potencial de la
hipnosis.
También fue uno de los primeros en referirse a la hipnosis para
alabar las virtudes de la autohipnosis. Citó experimentos en los que
los pacientes se hipnotizaban, manipulaban y despertaban a sí mis-
mos: él simplemente les pedía que se frotaran los ojos, y ellos experi-
mentaban los mismos resultados que podía provocar un hipnoti-
.....
SUS COMIENZOS 31
zador. En su opinión, esto probaba que la hipnosis emana de la
mente del sujeto individual y no del poder del hipnotizador. La
teoría de Braid era contraria a la visión del mesmerismo, que afirma-
ba que el poder emanaba del operador. Braid contribuyó a sacar a la
hipnosis de su contexto místico para ponerla al servicio de la medici-
na y la psicoterapia.
fLUIDISTAS CONTRA ANIMISTAS
En aquellos años (1840-1860) eran muchas las personas que tra-
bajaban y teorizaban sobre la hipnosis tanto en Inglaterra como en
Francia y Alemania, y a partir de sus investigaciones surgió una
disputa entre dos grupos: los fluidistas, inspirados por Mesmer, y los
animistas que seguían a Braid. Los primeros consideraban que los
cambios en el sujeto se debían a los efectos físicos de los fluidos que
emanaban del magnetizador, mientras que los animistas afirmaban
que todo dependía de los cambios inducidos en los estados mentales
del sujeto. Para ellos, los cambios fisiológicos partían de los factores
mentales del sujeto (Janet, 1925).
LA HIPNOSIS COMO ANESTESIA
El físico escocés James Esdaile (1808-1859) realizó miles de ope-
raciones menores y trescientos procedimientos quirúrgicos mayores
en India utilizando la hipnosis como única anestesia. Lo más notable
era que los pacientes se sentían perfectamente durante los procedi-
mientos y no experimentaban ningún tipo de efectos colaterales.
Ante esta prueba, el gobierno inglés demostró tener una mentalidad
más abierta que la profesión médica.
Una carta destinada a la junta médica describiendo su trabajo
nunca recibió respuesta, pero un informe posterior dirigido al go-
bierno, después de que tuviera más de cien casos para detallar, derivó
en la formación de un comité de investigación. El dictamen de esta
agrupación fue cauteloso pero favorable a una investigación ulterior,
 AUTOHIPNOSIS
32
y por ese motivo el gobierno estableció en 1846 un pequeño hospital
mesmérico en Calcuta para que Esdaile pudiera continuar su trabajo.
Boring, 1950
A pesar de que la provisión de fondos del gobierno indio no duró
demasiado, los visitantes oficiales del hospital estaban convencidos
de que el mesmerismo era tan eficaz como la anestesia médica, y par-
cialmente eficaz a la hora de reducir el impacto posoperatorio. Es-
daile demostró las aplicaciones médicas del mesmerismo, que
comenzaron a ser puestas en práctica en los hospitales ingleses.
Pero el descubrimiento del éter en 1846 y el cloroformo en 1847
interrumpieron durante décadas el uso de la hipnosis como anestési-
co. No resultó sencillo, sin embargo, aceptar la utilidad de estas dos
sustancias. P. T. Barnum explotó los efectos del óxido nitroso en el
campo del entretenimiento, concretamente en los espectáculos
teatrales . Y fue Erickson (1961) quien señaló la paradoja de que du-
rante el período en el que la hipnosis era popular, los artistas y char-
latanes habían apoyado el uso de la anestesia, pero que una vez que
el éter y el cloroformo fueron aceptados de forma masiva sucedió lo
contrario: la anestesia química se convirtió en el sistema aceptado en
el mundo médico y la hipnosis fue explotada al máximo. En efecto,
durante veinte años un gran número de hipnotizadores se dedicaron
a experimentar con ella tanto en público como en secreto puesto que
los científicos de reputación no deseaban estudiar la hipnosis abier-
tamente. No obstante, a pesar de estos reveses públicos, la disciplina
continuó evolucionando hasta convertirse en una legítima práctica
curativa beneficiosa para la humanidad.
CHARCOT: LA HIPNOSIS COMO HISTERIA
Jean Martín Charcot (1825-1893) , fund ador de la Escuela de la
Salpetriere, era un médico especializado en trastornos nerviosos que
intentó investigar la hipnosis de form a científica y estricta. Para ello
limitó su estudio a las manifestaciones fisiológicas observables, es de-
cir, los movimientos y reflejos de sus sujetos. En su opinión, la dimen-
1
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SUS COMIENZOS 33
sión psicológica del fen ómeno era peligrosa y no científica, y la llamó
«hipnosis menor». Su punto de vista es similar a la de la postura con-
ductista estricta en relación con la psicoterapia, donde sólo los com-
portamientos observables son considerados material científico. ·
La dimensión que Charcot aprobó y clasificó recibió el nombre
de «hipnosis mayor». Como resultado de su investigación, creó clasi-
ficaciones exactas de los fenómenos según tres reacciones: el letargo,
la catalepsia y el sonambulismo. Durante el letargo los ojos del sujeto
se cerraban mientras entraba en un profundo adormecimiento insen-
sible. En la catalepsia los ojos se abrían de pronto y los miembros
mantenían la posición que el experimentador impusiera. Y durante
el sonambulismo los sujetos podían oír, hablar y manifestar su dis-
posición a aceptar sugestiones.
La investigación de Charcot se basó en el trabajo con sus pa -
cientes. Los mejores sujetos resultaron ser las mujeres afectadas de
histeria, lo que le llevó a creer que la hipnosis era un estado patológi-
co. A pesar de su cautelosa concepción de la hipnosis, o quizá gracias
a ella, Charcot consiguió que la misma academia que había rechaza-
do a Mesmer años atrás aceptara su investigación en 1881. Esta de-
cisión rompió con la condena impuesta sobre la hipnosis y permitió a
los médicos practicarla abiertamente.
LIÉBEAULT, BERNHEIM Y LA ESCUELA DE N ANCY:
LA HIPNOSIS COMO SUGESTIÓN
Ambroise-Auguste Liébeault (1823-1904) fu e un filántropo que
ofreció tratamiento gratuito con hipnosis médica a miles de pacientes
afectados d e diversos síntoma s físicos. Según Bra mwell (1 903 ),
Liébeault hipnotizó satisfa ctoriamente a más de ocho mil pacientes
hospitalarios, y tan importante fu e su trabajo que algun os grupos le
consideran el verd adero p adre de la hipnosis mod ern a. Liébeault
creía que esta técnica podía influir fa vorablemente tanto sobre las
patologías funcion ales como las orgánicas , y de hech o se le at ribuyen
curas de numerosos trastornos físicos.
Hippolyte Bernheim (1 840 -1919) se enteró d e que Liébea ult
había curado un difícil caso de ciática que él había intentado tratar
l
 34 AUTOHIPNOSJS
sin éxito. Curioso por confirmar la información, viajó hasta la clínica
de Liébeault y allí quedó tan sorprendido de la habilidad de su cole-
ga que comenzó a estudiar hipnosis con él, y durante el resto de su
vida se dedicó a esta disciplina con total entrega. El libro de Bern-
heim, titulado La hipnosis y la sugestión en la psicoterapia ( 1973) se
convirtió en la base de un gran movimiento: la Escuela de Nancy.
Bernheim creía que toda la explicación de los fenómenos hip-
nóticos radicaba en la sugestión, que él define como la influencia que
ejerce una idea sugerida que es aceptada por la mente. Cuando una
idea parte de la mente genera una correspondiente sensación en el
cuerpo, un fenómeno que se produce automáticamente, sin pensar.
Todos lo experimentamos a diario, con esas características expre-
siones faciales y gestos corporales que acompañan a nuestras emo-
ciones. Por ejemplo, cuando alguien habla de una tarta de limón sali-
vamos de forma automática; si estamos felices, sonreímos. Bernheim
calificó estos fenómenos como actos instintivos, y afirmó: «Resulta
imposible tener una idea intensa sin que el cuerpo armonice con
ella» (Bernheim, 1973). Este concepto básico de su pensamiento
marca el origen de la teoría ideomotora, fundamental para la hipno-
sis y la autohipnosis en la actualidad. (Véase Capítulo 5 .)
Bernheim sostenía que durante la hipnosis la atención se distrae y
la conciencia se «adormece», permitiendo que se produzcan respues-
tas automáticas de forma involuntaria. Durante el trance, el sujeto
consigue una rápida y activa transformación del pensamiento en ac-
ción, sensación, movimiento o visión. La inhibición racional no tiene
tiempo para interactuar. A diferencia de ciertos hipnotizadores que
consideraban que la actividad consciente queda paralizada por com-
pleto, Bernheim comprobó que el ego quedaba comprometido como
observador. Por ejemplo, un paciente que en estado de hipnosis no
podía abrir los ojos, al despertar dijo que había oído todo pero que le
había resultado imposible evitar que sus manos se elevaran o sus ojos
se cerraran. Por eso Bernheim sostenía que el debilitamiento de la
voluntad no suponía la fuerza central de la hipnosis, sino que el de-
terminante era el mecanismo de sugestión.
r Magnetismo animal (1888). Ambos realizaron cuidadosas investiga-
Se produce un incremento de esta excitabilidad ideomotora,
l
t
ideosensitiva e ideosensorial refleja. Con el hipnotismo la excitabili-
SUS COMIENZOS
35
dad ideorrefleja se incrementa en el cerebro para que cualquier idea
recibida se transforme inmediatamente en acto, sin que la porción
controladora del cerebro, los centros superiores, sean capaces de
evitar la transformación.
Bernheim, 1973
Bernheim comparó la hipnosis con el sueño, y teorizó que este úl-
timo, ya sea artificial (hipnosis) o espontáneo, es una condición cere-
bral que concentra las facultades de razonamiento. El sistema
nervioso se fija sobre imágenes o ideas sugeridas, y el sueño favorece
la producción de sugestiones al suprimir o debilitar la influencia
moderadora.
Bernheim también tenía una teoría sobre la sugestión poshipnóti-
ca, una actividad que consiste en llevar a cabo una sugestión dada du-
rante el trance después de despertar. Bernheim creía que los sujetos
hipnóticos son conscientes de lo que hacen mientras duermen; sin em-
bargo, estos pensamientos no son conscientes una vez que los indivi-
duos despiertan sino que permanecen latentes y pueden ser recorda-
dos al regresar al estado hipnótico. Cuando los sujetos ejecutan una
sugestión poshipnótica, la experimentan como una idea nueva, aunque
lo que en realidad sucede es que han olvidado la sugestión que se les
ha propuesto cuando se encontraban en trance. La sugestión poship-
nótica se almacena en la mente durante el sueño y permanece como un
potencial latente que se llevará a la práctica al despertar.
Bernheim trabajó con cientos de pacientes hipnóticos. La Es-
cuela de Nancy inspiró a muchos otros a trabajar con la hipnosis, es-
tableciéndola firmemente como un método terapéutico viable.
EL REGRESO AL MAGNETISMO ANIMAL
El magnetismo animal reapareció con Alfred Binet (también au-
tor de los primeros tests de inteligencia) y el libro de Charles Feré,
ciones y probaron empíricamente los efectos de los imanes sobre los
sujetos hipnóticos: cuando imantaban a los pacientes con imanes
 36 AUTOHIPNOSIS
¡<
ocultos se producía el trance, pero cuando utilizaban imanes de
madera no sucedía nada. Por este motivo creyeron que el elemento
de sugestión y atención expectante había sido eliminado a través de
sus experimentos, y estas y otras pruebas empíricas les convencieron
de que la sugestión no tenía nada que ver con los efectos hipnóticos.
La investigación moderna sobre la expectativa ha demostrado que
la disposición del experimentador puede alterar los resultados aun
cuando éste intente parecer neutral, un hecho que pudo haber influido
en los descubrimientos de Binet y Feré. Sin embargo, un estudio re-
ciente afirma que al realizar «pases magnéticos» con las manos los
trances resultan más profundos que cuando se utilizan las técnicas
tradicionales (Pulas, 1980). En la actualidad, una forma de terapia de-
nominada estimulación magnética transcraneal pasa un campo mag-
nético por el cerebro, particularmente en casos de depresión y desór-
denes bipolares. Los imanes también se emplean para aliviar el dolor.
Estos usos del magnetismo abren posibilidades a futuras investiga-
c10nes.
LA AUTOSUGESTIÓN Y LA NUEVA ESCUELA DE NANCY
A comienzos del siglo XX la autohipnosis aún no había sido ex-
plorada en profundidad, excepto por el trabajo de Braid, del siglo
anterior, quien sostenía que los fenómenos hipnóticos se producen
en la mente del sujeto y no parten del hipnotizador. Estos conceptos,
a pesar de no resultar incompatibles con la teoría de Bernheim, no
fueron desarrollados por la Escuela de Nancy.
Emil Coué (1857-1926), influido por Liébeault, fundó la nueva
Escuela de Nancy en 1910. Él utilizaba la autosugestión. Con una ex-
periencia de veinticinco años como farmacéutico, Coué comple-
mentaba las recetas de sus clientes con sugestiones. Observaba y re-
flexionaba sobre los resultados positivos que obtenía gracias a la
sugestión, llegando a la conclusión de que todas las sugestiones
acababan convirtiéndose en autosugestiones que los pacientes se da-
ban a sí mismos. Finalmente, a la edad de cincuenta y cinco años, Coué
propuso un enfoque que dejaba de lado el trance y trabajaba con la au-
tosugestión en estado de vigilia. Esperaba evitar de esta forma que las
' \
SUS COMIENZOS
37
personas dependieran de otra, como por ejemplo su hipnotizador, y lo-
graran así desarrollar su independencia y dominio de sí mismas.
El método de Coué se basaba en aprovechar consciememente los
efectos de la autosugestión, que él consideraba que partía de la ima-
ginación. Este científico establecía una diferencia entre voluntad e
imaginación: nuestras acciones no nacen de nuestra voluntad, como
suponemos, sino de nuestra imaginación . Cualquier esfuerzo por
provocar un cambio debe comenzar en la imaginación.
Coué desarrolló un sencillo sistema que enseñaba a aprovechar el
poder de la propia imaginación a través de la autosugestión. Pro-
ponía ideas simples a sus pacientes para que las imaginaran intensa-
mente cada mañana, como por ejemplo: «Día a día me encuentro
cada vez mejor en todos los aspectos» (Coué, 1923). Les animaba a
imaginar los resultados positivos que deseaban conseguir en lugar de
imponerse a sí mismos que debían alcanzarlos.
Coué afirmaba que todos tenemos dos seres: el consciente y el in-
consciente. El primero posee una memoria poco fiable, mientras que
el segundo recuerda todo a la perfección, hasta el más mínimo de-
talle. Además, el inconsciente regula nuestros órganos y actúa como
mediador de la totalidad de nuestras funciones: es un sinónimo de la
imaginación, que siempre nos hace actuar.
La clave para dirigir el propio inconsciente radica en el uso de la
autosugestión. Bernheim había definido la sugestión como el acto de
imponer una idea en el cerebro de otro, pero creía que las sugestiones
son efectivas sólo si el sujeto las transforma en autosugestiones. En la
actualidad, muchos especialistas en autohipnosis aplican variantes de
estos mismos principios.
BAUDOUIN: AUTOSUGESTIÓN CON TRANCE
Charles Baudouin desarrolló una hipótesis sobre la autosugestión y
la autohipnosis basada en la teoría de Coué sobre la autosugestión; sin
embargo, a diferencia de este último, él sí incluía el trance. Su libro
Sugestión y autosugestión, un clásico escrito en 1921, es uno de los
pocos que desarrolla un teoría profunda sobre la autosugestión. Bau-
douin definía la sugestión como la ejecución subconsciente de una
38 AUTO HIPNOSIS
idea, y afirmaba que el proceso consta de tres fases: la modificación, la
ejecución inconsciente y la aparición de la modificación pensada.
Las personas se autosugestionan constantemente a lo largo del día
sin notarlo, y esas autosugestiones influyen sobre sus logros o sus fra-
casos. La influencia se basa en tres leyes: primero, la Ley de la atención
concentrada, que afirma que si la atención espontánea se concentra en
una idea esta última tiende a ejecutarse. La atención espontánea es,
por ejemplo, la de los niños o aquella que surge cuando un color inten-
so nos atrae, y se diferencia de la atención voluntaria y reflexiva en que
nos permite centrarnos en algo porque así lo deseamos.
La segunda ley, llamada Ley de la emoción auxiliar, sostiene
que cuando una idea está rodeada de una emoción intensa hay más
probabilidades de que esa idea se ejecute a través de la sugestión.
El motivo es que la atención espontánea se extiende hacia
cualquier cosa que resulte emocionalmente necesaria. Por ejemplo,
cuando nuestro hijo era pequeño le encantaban los coches teledi-
rigidos y ahora que estudia ingeniería mecánica muestra un espe-
cial interés por la construcción de maquetas. Sus ideas continúan
evolucionando.
La tercera ley, denominada Ley del esfuerzo reversible, fue una
de las más importantes contribuciones de Coué, según Baudouin.
Cuando una idea se impone en la mente hasta el punto de crear
una sugestión, todos los esfuerzos conscientes que hace el sujeto
con el fin de neutralizar esta sugestión no sólo no consiguen su ob-
jetivo sino que actúan en contra de los deseos conscientes del indi-
viduo e intensifican la sugestión.
Baudouin, 1921
Debido a la Ley del esfuerzo reversible resulta imposible crear
una autosugestión sin genera r una contrasugestión negativa, lo cual
explica por qué cuesta tanto cumplir con los propósitos planteados
en Año Nuevo, o seguir una dieta o un programa de ejercicios físicos.
Cuando concentrarnos atención voluntaria sobre una idea, lo
que supone hacer un esfu erzo, soy simultáneamente consciente de
SUS COMIENZOS
39
una acción respecto de esa idea, y de una resistencia como conse-
cuencia de la cual la idea se me escapa continuamente. [ ... ]Así,
cuando nos concentramos en una idea, no pensamqs en una sola
sino en dos ideas contrarias que son res ultado de dos sugestiones
opuestas que se neutralizan mutuamente.
Baudouin, 1921
Surge entonces una paradoja: ¿tómo hacer un esfuerzo delibera-
do para cambiar? Baudouin encontró la solución en la autohipnosis.
Durante la hipnosis, las personas se encuentran relajadas y, sin embar-
go, centradas; bajo tales circunstancias, las ideas pueden ser acep-
tadas como sugestiones sin que se produzca la resistencia contraria.
Baudouin explicó entonces cómo someterse a la autohipnosis y pro-
ponerse autosugestiones a uno mismo. Cuando la conciencia está
centrada en una única idea durante el trance las sugestiones con-
trarias no logran dominar a la persona.
EL PSICOANÁLISIS Y LA HIPNOSIS
Josef Breuer introdujo las aplicaciones psicoanalíticas de la te-
rapia hipnótica. Hasta ese momento, la hipnosis se había empleado
para la eliminación directa de los síntomas. Pero con una de sus pa-
cientes, Anna O., Breuer descubrió que el trauma original relacionado
con los síntomas histéricos de la mujer podía ser trasladado hasta la su-
perficie de su consciencia a través de la hipnosis, generando su cu-
ración. Simultáneamente]anet había propuesto la técnica de liberar las
emociones réprimidas relacionadas con recuerdos traumáticos, pero a
Breuer se le considera el verdadero descubridor del tratamiento.
Sigmund Freud (1856-1939) sintió verdadera fascinación por la
hipnosis y la estudió en profundidad. Tradujo al alemán el libro de
Charcot y el de Bernheim, y se interesó tanto por esta disciplina que
viajó a Nancy para visitar a Bernheim y a Liébeault, e incluso llevó
consigo a uno de sus pacientes para que Bernheim le hipnotizase.
Junto a Breuer publicó un libro titulado Studien Uber Hysterie en
1895, donde afirmaban:
\
 AUTOI-IIPNOSIS
40
Los síntomas de histeria del individuo desaparecían de inme-
diato y no volvían a surgir si lográbamos evocar todos los recuerdos
del proceso causal junto con los efectos que los acompañan, y si el
paciente circunstancialmente hablaba sobre el proceso de forma
muy detallada y daba expresión verbal al sentimiento.
Wolberg, 1948
Así llegaron a la conclusión de que los síntomas surgían como re-
sultado de unas experiencias tan negativas para el individuo que su
recuerdo quedaba reprimido. Debido a que la energía se bloqueaba
en un conflicto inconsciente, Freud utilizaba la hipnosis y la su-
gestión como método de liberación de la energía bloqueada y así lo-
graba curar a sus pacientes.
Al principio, Freud utilizó la sugestión y la hipnosis como técnica
primaria, hasta que una paciente, Lucy R., no consiguió entrar en
trance. Freud recordó entonces que los pacientes de Bernheim solían
recordar las experiencias que habían vivido durante el trance cuando
despertaban, supo reconocer el potencial de esa situación, y decidió
animar a Lucy a verbalizar todos los pensamientos que se le ocu-
rriesen con la esperanza de que expresara su conflicto inconsciente.
Su dificultad para inducir el trance llevó a Freud a desarrollar una
técnica alternativa, la asociación libre, destinada a conseguir la catar-
sis terapéutica que había originado la hipnosis.
Finalmente amplió su concepto sobre los síntomas: no sólo eran
manifestaciones de pugnas instintivas reprimidas, sino también defen-
sas en contra de esas mismas pugnas. El hecho de incluir las fuerzas
contrarias le llevó a rechazar el uso de la hipnosis para la eliminación de
los síntomas, ya que creía que estos últimos tenían un propósito. El re-
chazo de la hipnosis por parte de F reud tuvo poco que ver con el cues-
tionamiento del poder o la validez de esta disciplina corno herramienta
psicológica; en realidad, el problema fue que le costó mucho incorpo-
rarla en su terapia psicoanalítica. El rechazo de Freud se basó en:
Su dificultad para inducir el estado hipnótico en un alto por-
centaje de sus pacientes, su incapacidad para producir y mantener
reacciones poshipnóticas de naturaleza terapéutica, y la intensifi-
SUS COMIENZOS 41
cación de las reacciones tanto de transferencia como de contra-
transferencia surgidas a través de la relación hipnótica.
Kline, 1958
Por desgracia, la técnica hipnótica de Freud era primitiva, ya que
utilizaba únicamente la sugestión a través de métodos directos. A pe-
sar de que rechazó la hipnosis dentro del marco del psicoanálisis,
muchos de sus conceptos parten de esta disciplina. Con el paso del
tiempo, los psicoanalistas volvieron a incorporar la hipnosis en su
trabajo para facilitar el proceso analítico.
TEÓRICOS DE LA DISOCIACIÓN: }ANET, SIDIS Y }AMES
PierreJanet (1859-1947), alumno de Charcot, creía que el aban-
dono de la hipnosis surgió de la controversia entre la Salpetriere y
la Escuela de Nancy. Charcot había concedido a la hipnosis la
aceptación médica al delimitarla al espectro fisiológico, situándola
en consecuencia en el campo de la medicina. Y Bernheim, por el
contrario, la consideraba un fenómeno mental, lo que significaba
que entraba en el reino psicológico. A pesar de que la Escuela de
Nancy tuvo gran éxito, el triunfo de estos científicos pasó una gran
factura a la hipnosis. La psicología aún no tenía credibilidad en el
entorno médico, y tanto la investigación como la práctica de la hip-
nosis declinaron durante años. De todos modos, J anet continuó
sosteniendo que la hipnosis era un eficaz tratamiento para la neuro-
sis. Afirmaba:
Si mi trabajo no es aceptado hoy lo será mañan·a, cuando la
moda vuelva a dar otro giro y seguramente vuelva a imponer el hip -
notismo y los estilos de nuestras abuelas.
Jan e!, 1925
Janet fue una figura fundamental en la historia de la hipnosis y
sus lib~os ejercieron gran influencia sobre muchos seguidores de la
disciplina. Una de sus teorías plantea que existen conjuntos de ideas
 42 AUTOHIPNOSIS
separados o disociados de la pei:sonalidad que, mediante la hipnosis,
podían volver a formar parte de la consciencia.
Janet creía que la hipnosis no era un estado de sueño, ni que de-
bía ser caracterizada como sugestibilidad; en su opinión, pertenecía
al grupo de los sonambulismos, una modificación transitoria del esta-
do mental normal dentro de la que se disocia la memoria personal
del individuo. La hipnosis no sólo afecta a la personalidad normal,
sino que también desarrolla otras tendencias que varían de persona a
persona Ganet, 1924).
En su opinión, la diferencia entre un estado de hipnosis y un es-
tado normal radica en que la hipnosis supone una modificación de la
memoria personal, mientras que en la vida cotidiana la memoria es
continua. J anet citaba un ejemplo: a pesar de lo cansado o deprimido
que pudiera estar, recordaba cómo se había sentido anteriormente,
cuando no se encontraba cansado y deprimido. Pero en el trance es-
tos equilibrios y tendencias conscientes son reemplazados por ten-
dencias reprimidas. Otra vida, otro carácter, otro recuerdo puede ser
recordado en lugar del habitual. Por esta razón, la hipnosis suele dar
buenos resultados en el tratamiento de la neurosis, ya que brinda a
los pacientes la oportunidad de experimentar algo diferente de las
tensiones y problemas que les afectan a diario. En segundo lugar, la
hipnosis puede activar aquellas partes disociadas de la personalidad
que Janet llamaba «tendencias». Por lo general, las tendencias que
no se utilizan se atrofian, pero durante el trance pueden ser rein-
tegradas en la personalidad en estado de vigilia (J anet, 1924).
Janet observó que los pacientes suelen mostrar desequilibrios en
sus niveles de energía: algunos necesitan ser estimulados para equili-
brar sus déficits, y otros requieren calma para dejar de ser tan excita-
bles y recuperar el equilibrio. La hipnosis podía utilizarse con estos
fines, y había que tomar en consideración las tendencias individuales.
La teoría hipnótica de J anet anticipó muchas de las ideas de la hip-
nosis moderna al afirmar que la mente inconsciente es una reserva de
potencial nunca utilizado que supera los límites del conocimiento cons-
ciente. Sus observaciones clínicas son extremadamente importantes.
Boris Sidis ( 1898), investigador de la Universidad de Harvard, in-
tentó unificar los puntos de vista de las escuelas de la Salpetriere y
Nancy:
.......__
SUS COMIENZOS
43
Con la Escuela de Nancy todos admitimos que la sugestión
tiene un enorme poder en el trance hipnótico; el trance hipnótico
es, de hecho, un estado de sugestibilidad extrema o. de pura cons-
ciencia refleja. Pero con la Escuela de París coincidimos en que un
estado psicológico modificado es el requisito previo de la hipnosis,
y dicha modificación consiste en la disgregación de los centros su-
periores de los inferiores, en la separación de la consciencia contro-
ladora de la consciencia refleja.
Szdis, 1898
Sidis extendió aún más el punto de vista de J anet, referido a la
hipnosis como una disociación. Los niveles conscientes superiores de
los controles eran disociados de los reflejos y niveles automáticos in-
feriores. Durante la hipnosis se inhibe el curso normal de una idea, y
el movimiento o idea sugerido se ejecuta sin que la mente consciente
interrumpa el proceso.
La teoría hipnótica deJanet también ejerció una importante influen-
cia sobre William James (1842-1910). En estado normal de vigilia,
James creía que las personas poseen una consciencia y una conscien-
cia subliminal. «En la hipnosis, la consciencia del estado de vigilia se
separa del resto del sistema nervioso mientras que la consciencia sub-
liminal queda al descubierto y entra en contacto directo con el mundo
exterior» (cita de James incluida en el libro publicado por Taylor en
1982)2. Esta consciencia secundaria también es inteligente y se ocupa
de sus propios intereses sin interferir con la consciencia activa. El
conocimiento cotidiano podría ser un extracto de una vasta realidad
mucho mayor, que va «mas allá del límite» (Taylor, 1982): James i :
apuntaba a un reino de potencial fuera de la consciencia.
A diferencia de J anet, James creía que la sugestibilidad era el
principal indicador de la hipnosis. En trance, el sujeto desarrolla una
capacidad motora que permite que las ideas se conviertan fácilmente
en excitabilidad ideomotora e ideosensorial y en consecuencia se
transformen en acción. La sugestibilidad también provoca que el
campo de la consciencia se estreche al introducir una idea que genera
2
William James on Exceptional Mental States. 1
\ \
44 AUTOHIPNOSIS
una intensa respuesta emocional. Todas las demás ideas son
desechadas, y se crea un estado de concentración extrema.
MUNRO Y BRAMWELL: LA HIPNOSIS COMO
UNA HERRAMIENTA MENTAL POSITIVA
Los comienzos del siglo XX marcaron un período en el que pre-
dominaba el modelo médico, y la psicoterapia luchaba por ser acep-
tada como una forma de tratamiento. Algunos médicos como Henry S.
Munro reconocieron la importancia de la mente e intentaron per-
suadir a otros profesionales médicos de incluir los procesos mentales
en su trabajo. Con este propósito, Munro dictó varias conferencias
dirigidas a otros médicos para destacar el valor de lo que él deno-
minó «terapéutica sugestiva», e intentó demostrar que la psicote-
rapia podía ser un importante complemento del trabajo clínico que
los profesionales de la medicina debían reconocer y utilizar para
mejorar su eficiencia. Para Munro, la psicoterapia era sinónimo de
hipnosis y sugestión, divididas en tres métodos básicos: la sugestión
hipnótica, la sugestión en estado de vigilia, y la persuasión, razo-
namiento o re-educación. Enfatizaba que resulta de vital importancia
que el buen tratamiento psicológico también enseñe a los pacientes
hábitos saludables que unifiquen la mente y el cuerpo. Fue un pre-
cursor al proponer el concepto de la medicina preventiva, y destacó
la importancia de ser un profesional ético comprometido con el bienestar
de sus pacientes.
La sugestión, en opinión de Munro, necesita de una actitud men-
tal de convicción para ser asimilada como autosugestión .
Esta actitud mental evoca o saca a relucir poderes latentes o ac-
tividades psíquicas inherentes, y hace que el sujeto disponga de la
energía de reserva o la inutilice según su seguridad o inseguridad.
Munro, 1911
Las reservas de energía podrían influir sobre los procesos fisio- '
lógicos y contribuir a curar d cuerpo. La sugestión unida a una acti-
SUS COMIENZOS 45
tud mental positiva era capaz de promover la curación y la salud, un
concepto similar a lo que en la actualidad conocemos como pen-
samiento positivo. Munro animaba a los familiares y amigos de sus
pacientes a crear un ambiente positivo y sugestivo.
Bramwell contribuyó a revivir el concepto de la autohipnosis.
Señaló que «la característica esencial del estado hipnótico es el
enorme poder del sujeto sobre su propio organismo» (Bramwell,
1903 ). Propulsó las aplicaciones a la medicina y describió la teoría de
la sugestión, acercándose al concepto de Braid. En su amplia valo-
ración esperaba que la hipnosis pudiera ayudar a curar y evitar la en-
fermedad, aliviar el dolor, y complementar el tratamiento médico
(Bramwell, 1903). Sus esperanzas tenían mucho fundamento .
* -Je '"le
A pesar de los esfuerzos de estos excelentes investigadores de la
hipnosis, muchos médicos de esa época continuaban pensando que
no se trataba de una disciplina científica, y, una vez más, por desgra-
cia, ignoraron sus beneficios hasta la primera guerra mundial. En
aquella época en la que tantos soldados sufrieron las lesiones y trau-
mas propios de los conflictos bélicos, la hipnoterapia fue recuperada
dd olvido para facilitar el tratamiento de la neurosis de guerra y otras
alteraciones. Surgieron entonces numerosos informes sobre aquel
rápido y eficaz tratamiento, y ello provocó un renovado interés por la
hipnosis que marcó el inicio de una nueva era para esta disciplina.
l
 Capítulo 2
Historia moderna

Debido a que el pasado histórico, a diferencia del pasado natu-

ral, es un pasado vivo mantenido con vida por el mismo acto del
pensamiento histórico, el cambio histórico de una forma de pensar
a otra no supone la muerte de la primera, sino su supervivencia in-
tegrada a un nuevo contexto que supone el desarrollo y la crítica de
sus propias ideas.
Collingwood, 1957

/Qn el advenimiento de la era moderna la hipnosis comenzó a

Ü ~~r utilizada como un complemento de la psicoterapia,
aunque también los investigadores modernos se interesaron por esta
disciplina y llevaron a cabo experimentos con la intención de divul-
gar la comprensión de los fenómenos que la caracterizan.

HIPNOAN ÁLISIS

Fueron los psicoanalistas quienes integraron la hipnosis en la te-

rapia, y de esa unión surgió el hipnoanálisis. Los pacientes eran in-
ducidos al trance, y una vez que lo alcanzaban se les hacía regresar al
periodo en que había tenido lugar la experiencia traumática que les
había hecho daño con el fin de que pudieran revivir el hecho y libe-
rar las emociones asociadas. De este modo se acortaba el largo perío-
do que suele requerir el análisis convencional.
Uno de los relatos más famosos sobre el hipnoanálisis se refiere al
tratamiento que aplicó Lindner a un psicópata criminal. Grabó en un
magnetofón todas las sesiones y cuidadosamente narró la totalidad

.,_
48 AUTOHIPNOSIS
del tratamiento. El paciente consiguió revivir traumas de su infancia,
y Lindner describió el proceso de la siguiente forma:
Equivalente a la extirpación quirúrgica de barreras y peligros,
que perfora los sustratos psíquicos y eleva lo reprimido hasta el ni-
vel de la conciencia.
Wolberg, 1948
Lewis R. Wolberg, profesor de renombre, escritor y médico, di-
vidió los fenómenos hipnóticos en fase de inducción, fase de trance y
período poshipnótico. El trance no puede ser explicado simplemente
con la teoría psicológica o fisiológica; la hipnosis supone una com-
pleja reacción psicosomática que incluye aspectos tanto psicológicos
como fisiológicos, estos últimos relacionados con la inhibición de las
facultades racionales. Dichas funciones cerebrales superiores quedan
suspendidas por la hipnosis, permitiendo que el ego entre en contac-
to con los sistemas subcorticales. Como resultado, los sujetos hip-
nóticos pueden controlar varios órganos y funciones somáticas que
por lo general no controlan en estado de vigilia.
El aspecto psicológico de la .hipnosis es un proceso analítico por
el cual el paciente es conducido a un viaje de autodescubrimiento.
Utilizando habilidades especiales de trance como la regresión y la ex-
ploración de las experiencias inconscientes, los pacientes consiguen
analizar profundamente sus dificultades y trabajar en ellas para al-
canzar un funcionamiento mucho más saludable.
BÚSQUEDAS MODERNAS: LA INVESTIGACIÓN
DE LA HIPNOSIS
Pávlov
Iván Pávlov (1849- 1936), investigador ruso famoso por su for-
mulación del condicionamiento estímulo-respuesta, también realizó
importantes estudios sobre la hipnosis y la sugestión, y formuló una
teoría fisiológica. En su opinión, la corteza cerebral influye sobre la
HISTORIA MODERNA 49
totalidad del organismo de un modo complejo que él denomina sis-
tema de señalización primario. Todos los animales poseen este
sistema de señalización para mantener el equilibrio entre el organis-
mo y el entorno. Los seres humanos se diferencian de los animales
mediante lo que Pávlov denomina sistema de señalización secundario
del pensamiento y el habla superior. El lenguaje es un estímulo condi-
cionado que afecta a los procesos de la actividad nerviosa superior, y
las palabras de una persona pueden afectar profundamente a otra:
Una palabra es un estímulo condicionado tan real para un
hombre como todos los otros estímulos en común con los animales,
si bien resulta mucho más global que estos últimos.
Plátonov, 1959
El lenguaje influye sobre la acción sólo después de que se haya
producido un emparejamiento entre palabras y respuestas no condi-
cionadas. Las palabras se convierten en señales. Por ejemplo, el voca-
blo «dolor» adquiere un significado preciso para un niño sólo cuan-
do se combina con el dolor real al menos una vez. Posteriormente, el
estímulo verbal de la palabra puede evocar una respuesta de dolor
debido al vínculo establecido.
Pávlov definió la hipnosis como un reflejo del cerebro. Basán-
dose en numerosos experimentos realizados con animales llegó a la
conclusión de que el sueño llega debido a una división superior del
sistema nervioso central. Tras el cansancio del córtex después de
haber permanecido en estado de vigilia, la inhibición reemplaza a la
excitación y brinda a las células la oportunidad de ser restauradas .
Durante la hipnosis, como durante el sueño natural, la inhibición in-
terna se extiende por la corteza cerebral, y se producen ligeros
trances, al igual que en el sueño parcial, cuando algunas partes de la
corteza cerebral sufren una respuesta inhibitoria mientras otras no lo
hacen. Por toda la corteza se dispersan áreas de sueño, formando
complejos patrones, y Pávlov pensaba que a ello se deben los dife-
rentes niveles de hipnosis que es posible alcanzar.
La sugestión y la autosugestión se basan en la transición de cier-
tas células corticales a un estado inhibitorio mientras otras son esti-
50 AUTOHIPNOSIS
muladas de forma selectiva. Una sugestión o autosugestión estim ula
un reflejo del cerebro que acarrea una respues ta intensificad a. La
teoría de P ávlov derivó en beneficiosos vínculos entre la hipnosis y
la teoría del aprendizaje, pero sólo fue una parte del rompecabezas.
Hull
Clark Hull (1884 -1952 ) intentó brindar un respaldo científico a
la hipnosis a través del método experimental mod erno . Sólo una
cuidadosa inves tigación podía lograr que la comunidad científica
aceptase esta disciplina, y también dar respues ta a algunas de las
muchas preguntas sobre su naturaleza.
Con este propósito, Hull montó un laboratorio en la Universidad
de Yale donde puso a prueba diversos aspectos de la hipnosis. Reali-
zó cientos de expe rimentos sobre la sugestión hipn ó ti ca y la su-
ges tión en es tado de vigilia, y probó y comparó algunas teorías
opuestas para explicar los fenómenos: la hipnosis como disociación,
la hipnosis como sueño y la hipnosis como hábito.
El trabajo de Hull le llevó a formular ciertas conclusiones sobre
los principios d e la hipnosis. D escubrió que la armonía era una de
sus características esenciales, y afirmó también que la hipersugestibi-
lidad distinguía a la hipnosis: el cambio en la sugestibilidad era una
verificación mensurable de la hipnosis. Hull consideraba que sus in-
vestigaciones refutab an tres teorías clásicas: la hipnosis como una
forma de sueño, como una condición patológica relacionada con la
histeria, y como un estado de disociación. Sin embargo, sus conclu-
siones no fu eron universalmente aceptadas. Hull abandonó entonces
la investigación y volvió a la psicología de la teoría del aprendizaje.
Hilgard
Ernest Hilgard , eminente profesor y destacado investigador en el
campo de la psicología, es tuvo muy involucrado en la inves tigación
de la hipnosis desde 1957. Su interés en esta disciplina consistía en:
HISTORIA MODERNA 51
Ver la hipnosis «domesticada» como parte de la psicología nor-
mal, partiendo de la suposición de que, si la hipnosis se toma en se-
rio junto con la percepción, el aprendizaje, la motivación y los
demás tópicos aceptados de la psicología general, mejorará la com-
prensión de la mente y el comportamiento humano normal.
Hilgard, 1977
Con sus investigaciones, Hilgard logró integrar los conocimien-
tos hipnóticos con la motivación, el aprendizaje, la memoria y la per-
cepción, y adquirió gran reconocimiento por el desarrollo de las Es-
calas de Susceptibilidad Hipnótica de Stanford. La relativa
sensibilidad al hipnotismo puede ser determinada basándose en la
puntuación que obtenga cada individuo en los tests de sugestibili-
dad. Hilgard consideraba que un cierto porcentaje de personas
posee un talento genético en relación con la hipnosis, así como otras
lo tienen con el atletismo, la música o el arte. Este talento era, en su
opinión, relativamente constante, y discrepaba con Erickson porque
éste creía que todas las personas pueden desarrollar habilidades hip-
nóticas a pesar de sus diferentes escalas de hipnotizabilidad.
Hilgard exploró las ideas de Janet acerca d e la disoci ac ión,
planteó una teoría sobre la neodisociación, y profundizó aún más en
la hipótesis de Janet al reconocer qu e la disociación no necesaria-
mente tiene que ser neurótica. Hilgard creía que todas las personas,
sanas o neuróticas, siempre experimentan más de una cosa al mismo
tiempo. En la hipnosis esto es exagerado, y a consecuencia de ello
puede conducirnos a profundizar nuestra comprensión sobre el fun-
cionamiento de la atención, la memoria, la percepción, la creatividad
y la imaginación . Hilgard teorizó que las personas tienen lo que él
llamó un «observador oculto», haciend o referencia al hecho d e que
aunque alguien crea que no recuerda n ada de un a experiencia en es-
tado de trance, hay una parte, un observador oc ulto, que sí lo re-
memora todo. La disociación también es fundamental para el control
del dolor, un área que inves tigó detalladamente y que le permitió de-
sarrollar diversas aplicaciones para el uso de los pacientes.
Hilgard creía, al igual que Erickson, que la hipnosis es, en sí mis- 1
ma , un estado. Sus diversos sujetos de investigación fueron capaces
52 AUTOHIPNOSIS
de diferenciar una experiencia de trance, lo cual le convenció de que
el trance es más que hipersugestibilidad, a pesar de que la sugestibi-
lidad superior forma parte de ella. Tras muchos años de rigurosa in-
vestigación experimental, Hilgard influyó sobre el curso de la hipno-
sis de forma positiva, ya que la alejó de lo «raro», lo místico y lo
neurótico para incluirla en el campo de la psicología.
Orne
Martín Orne, otro importante investigador de la hipnosis, tam-
bién teorizó sobre que se trata de un estado e intentó demostrarlo
empíricamente y definir sus parámetros.
Orne diferenciaba al sujeto verdaderamente hipnotizado, real, del
simulador hipnótico por su utilización de un modo de pensar y percibir
que él denominó lógica de trance. Erickson también confirmó que la
lógica de la persona hipnotizada es diferente de la que demuestra
la persona despierta. Orne afirmó además que los sujetos hipnóticos es-
tán influidos por las expectativas circunstanciales, o características de
demanda, de la situación. Su trabajo exploró tanto las bases psicológicas
como sociológicas de la hipnosis, y el informe delJohns Hopkins sobre
psicoterapia llevado a cabo en la clínica Phipps utilizó esta información
como una de las bases para comparar la similar efectividad que pre-
sentaban ciertos enfoques de la psicoterapia aparentemente diferentes
(Frank, Hoehn-Saric, Irnber, Liberman y Stone, 1978).
La investigación de Orne probó que los reales demostraban ma-
yor tolerancia al dolor que los simuladores, realizaban actos poship-
nóticos sin dificultad, y eran deshipnotizados más lentamente. Orne
llegó a la conclusión de que la hipnosis es un fenómeno genuino con
características distintivas . Algunas cualidades del trance no se
pueden fingir.
Sarbin y Coe
Varios investigadores ofrecieron un modelo de hipnosis dife-
rente, considerándola un juego de roles donde los sujetos aprenden
HISTORIA MODERNA 53
a actuar en el papel de una persona hipnotizada. Sarbin consideraba
que una teoría de la hipnosis debía justificar cuatro fenómenos: la
disociación del comportamiento, la respuesta automática, la forma
en que dicha magnitud de respuesta puede derivar de instrucciones
meramente verbales, y las diferencias individuales como respuesta
a la hipnosis. Él creía que la teoría del juego de roles, llevado a cabo a
un alto nivel de compromiso organísmico, explica estos fenómenos
hipnóticos como una representación social. El éxito de un juego de
roles depende de una motivación favorable, de la percepción del pa-
pel y de las aptitudes para desempeñar diferentes roles. Un buen su-
jeto hipnótico debe estar muy motivado, tener una clara percepción
de cómo debería actuar como sujeto hipnótico, y desear comprome-
terse profundamente con su papel. Esta visión de la hipnosis elimina
el elemento mágico y la hace explicable, mensurable y comprensible
dentro de un contexto sociológico, pero no justifica determinados
fenómenos.
Barber
Theodore Barber, otro teórico e investigador contemporáneo,
sostenía que la hipnosis no es un estado de trance ni tampoco se la
puede definir como hipersugestibilidad. En su opinión, se trata de
una interacción especial entre el hipnotizador y el sujeto, y considera
que este último se encuentra entusiasmado y muy expectante acerca
de la situación, y en consecuencia abierto a ser guiado dentro del
marco de una experiencia estructurada. Barber llama a este fenó-
meno reestructuración perceptivo-cognitiva.
Todas estas teorías, a pesar de su utilidad e importancia con
relación al aprendizaje y la investigación de los fenómenos hipnóti-
cos, ofrecen explicaciones parciales sobre la hipnosis . Coincidimos
con Josephine Hilgard, coinvestigadora y esposa de Ernest Hilgard,
cuando apunta a las inevitables limitaciones de las teorías sobre la
hipnosis. Se trata de un fenómeno complejo y debe ser explicado me-
diante varios factores a nivel psicológico, fisiológico y sociológico.
Todos los puntos de vista pueden contribuir a nuestra comprensión y
aplicación de la hipnosis (Hilgard, 1970), pero debemos evitar sim-
54 AUTOHIPNOSIS
plificar en exceso con el fin de ser parcos: la navaja de Occam puede
cortar demasiado.
LA HIPNOSIS COMO HERRAMIENTA TERAPÉUTICA
Shaffer
G. Wilson Shaffer escribió y trabajó profundamente sobre la hip-
nosis durante muchos años, y las ideas que proclamó en las décadas
del cuarenta y el cincuenta están siendo redescubiertas en la actuali-
dad. Shaffer señalaba que la disposición mental de la persona es im-
portante para inducir y utilizar la hipnosis. Hasta cierto punto, nues-
tro pensamiento pasado determina si las sugestiones serán aceptadas
y de qué manera responderemos a ellas.
Los sujetos siempre son responsables de su respuesta, que no
está controlada por el hipnotizador. La hipnosis se produce en el
marco de una relación, y Shaffer creía que siempre es voluntaria: los
sujetos hipnotizados no pueden ser forzados a hacer nada que entre
en conflicto con sus valores y creencias.
Según Shaffer, la autenticidad de la hipnosis no tiene que ser cues-
tionada; él deseaba desmitificarla y utilizarla para la psicoterapia, así
que desarrolló métodos para apoyar a sus pacientes y brindarles expe-
riencias positivas de aprendizaje a través de la hipnosis.
Weitzenhoffer
Andre Weitzenhoffer postuló que las diferencias entre los fenó-
menos que se producen en estado de hipnosis y de vigilia son esen-
cialmente cualitativas, no cuantitativas. La sugestibilidad era, para
él, el factor clave, y partiendo de esa premisa escribió varios libros y
manuales de enseñanza clínica sobre la hipnosis, detallando cuida-
dosamente los mecanismos de sugestión con sus respectivas aplica-
ciones.
A diferencia de Shaffer, Weitzenhoffer creía que el sujeto era el
participante pasivo y reactivo dentro del proceso hipnótico, y de-
HISTORIA MODERNA 55
claró que el comportamiento bajo hipnosis era no voluntario o invo-
luntario. En su opinión, la hipnosis era:
Una condición o estado de hipersugestibilidad selectiva provo-
cado en un sujeto a través del uso de ciertas manipulaciones psi-
cológicas o físicas específicas que otra persona (el hipnotizador)
provoca sobre el individuo.
Weitzenhof/er, 1957
Weitzenhoffer extendió su definición hasta la autohipnosis, ya
que el ser puede asumir el papel tanto del hipnotizador como del
sujeto.
HIPNOTERAPIA INDIRECTA
Erickson
Milton Erickson fue el fundador del método de hipnosis indirec-
to, un sofisticado sistema moderno con raíces eternas. La hipnosis in-
directa se basa en gran parte de la historia que hemos revisado hasta
ahora, pero también ha realizado contribuciones propias. Erickson
desarrolló su modelo de hipnosis a partir de toda una vida dedicada
a la experimentación que llevaba a cabo para investigar la naturaleza
de la hipnosis. Su investigación formal comenzó durante un semi-
nario sobre hipnosis que tuvo lugar entre 1923 y 1924, dirigido por
Clark Hull. Su primer experimento le demostró que la fuerte convic-
ción de Hull acerca de que el hipnotizador controla la experiencia
del sujeto era incorrecta, ya que los sujetos desarrollaban profundos
trances sonambulistas espontáneos de forma natural durante perío-
dos de introspección. Descubrió que las sugestiones, en lugar de ac-
tuar como órdenes que debían ser cumplidas, constituían «no más
que un punto de partida para el comportamiento responsivo»
(Erickson, 1964).
Erickson experimentó sobre miles de sujetos durante los afios en
que se desempeñó como terapeuta. Por lo general notaba que cuanto
56 AUTO HIPNOSIS
más simple, permisiva y no intrusiva era la técnica, más eficaz resulta-
ba tanto desde el punto experimental como terapéutico. Erickson
observó que:
Cuanto menos hace el operador y más confianza y expectación
permite que demuestre el sujeto, más sencillo resultará provocar
eficazmente el estado y los fenómenos hipnóticos en el individuo
según sus capacidades personales, desprovistas de esfuerzos por
complacer al operador.
Erickson, 1964
Las principal conclusión a la que llegó Erickson con su investi-
gación fue que los hipnotizadores no son importantes a la hora de
determinar resultados hipnóticos, independientemente de los
conocimientos e intenciones que demuestre. «Es lo que el sujeto
hace, y no los deseos del operador, lo que determina cuál será la
manifestación hipnótica» (Erickson, 1964).
Erickson recomendaba que la investigación futura sobre la hip-
nosis se basara en las evaluaciones del sujeto y su desempeño, en lu-
gar de centrarse en la evaluación del experimentador. Su teoría im-
plica la posibilidad de trabajar con el aprendizaje creativo en la
autohipnosis.
En la actualidad continúan publicándose numerosos libros sobre
el enfoque de Erickson respecto a la hipnoterapia. Analizaremos al-
gunas de las interpretaciones más relevantes.
Rossi
Ernest Rossi escribió varios libros con Erickson. El siguiente
pasaje une las ideas básicas del trabajo conjunto de ambos investi-
gadores. Gran parte del método de autohipnosis que hemos desa-
rrollado en este libro deriva de años de estudio con Erickson y Rossi,
y aún continuamos aprendiendo y desarrollando nuestro propio
punto de vista a partir de su inspiración.
HISTORIA MODERNA 57
Consideramos que la hipnoterapia es un proceso mediante el
cual ayudamos a las personas a utilizar sus propias asociaciones
mentales, recuerdos y potenciales de vida para alcanzar sus obje-
tivos terapéuticos. La sugestión hipnótica puede facilitar la uti-
lización de habilidades y potenciales que ya existen dentro de una
persona pero que permanecen inutilizados o no desarrollados por
falta de entrenamiento o comprensión. La hipnoterapia explora
cuidadosamente la individualidad de un paciente para descubrir
con qué aprendizajes , experiencias de vida y aptitudes mentales
cuenta para enfrentarse a su problema. El terapeuta entonces pro-
pone una experimentación del trance en la que el paciente puede
usar esas respuestas internas personales únicas para conseguir obje-
tivos terapéuticos.
Erickson y Ross~ 1979
Los objetivos de la terapia son alcanzados en tres etapas:
preparación, trance terapéutico y ratificación. Rossi afirma que este
paradigma de tres etapas es fundamental para comprender el trabajo
clínico de Erickson.
Etapa 1: Preparación
Durante la primera etapa, el terapeuta explora las experiencias
de vida del paciente e impulsa una orientación constructiva hacia el
cambio terapéutico . Se establece una afinidad, que deriva de una
aceptación mutua que Rossi (1977) describió como yes set 3. El tera-
peuta entrevista al paciente para determinar qué experiencias y
primeros aprendizajes de su vida podría aplicar en la terapia, como
por ejemplo sus aficiones, intereses, papeles desempeñados en la
vida, actitudes mentales, características de personalidad, mecanismos
de defensa , o quizá sólo el problema de comportamiento actual. En
concordancia con la teoría de Jerome D. Frank (1978), los pacientes
tienen problemas porque sus sistemas de creencia y marcos de refe-
3 El te rapeut a formul a preguntas qu e condu zcan únicam ente a respues tas afir -
mativas.
58 AUTOI-IIPNOSIS
rencia son limitados, y a este fin la preparación hipnoterapéutica in-
troduce un nuevo potencial en el entorno de las actitudes, los sis-
temas de creencia y las expectativas. De esta forma se crea el marco
donde se pondrá en práctica la terapia.
Fase 11: Trance terapéutico
La segunda fase, el trance terapéutico, incluye el trance. Las per-
sonas activan sus propias capacidades mentales y asociaciones para
desarrollar habilidades en relación con dicho fenómeno, y las apti-
tudes y aprendizajes de vida se utilizan para provocar la experiencia
hipnótica. El contenido del trance terapéutico varía en cada persona,
aunque siempre comienza con la fijación de la atención. Luego, tanto
las estructuras habituales del sujeto como sus sistemas de creencias
quedan suspendidos para permitir que se pongan en marcha los pro-
cesos de búsqueda inconsciente.
La fijación de la atención es muy utilizada para la inducción , tan-
to en la historia como en la literatura actual. Se trata de un método
eterno. Pero Erickson enfatizaba que la fijación no necesita ser rea-
lizada sobre un objeto externo estándar; idealmente, la atención
debe centrarse en cualquier objeto de la experiencia interna del indi-
viduo. Debido a que el trance es un estado dirigido desde el interior,
es preferible comenzarlo redirigiendo la atención a experiencias sub-
jetivas internas. A pesar de que todos compartimos una naturaleza
común, cada individuo es único; sin embargo, los métodos es-
tandarizados de fijación no incorporan esta individualidad, que po-
dría resumirse en que lo que interesa y fascina a una persona puede
no atraer a otra. Erickson (1967) creía que una atención excesiva ha-
cia factores externos actuaba en contra de la inducción al trance,
mientras que, por el contrario, el uso de imágenes internas y espon-
táneas conduce más directamente a la hipnosis. Cuando cent ramos
nuestra atención en nuestras propias experiencias y comportamiento
descubrimos que la fij amos con facilidad. Notarás que muchos de los
ejercicios d e este libro te animarán a seguir tu propia experiencia,
asociaciones y p ensamientos personales. Recuerda que el camino ha-
cia la autohipnosis comienza en nuestro interior.
HISTORIA MODERNA 59
Una vez que el sujeto ha fijado la atención, los marcos mentales y
de referencia habituales pueden quedar despotencializados (Erickson
y Rossi, 1979). Esto significa que los típicos p atrones d.e asociación
conscientes pueden quedar transitoriamente suspendidos, o «puestos
entre paréntesis» (Husserl, 1964) durante un tiempo. Despotencializar
posturas mentales clarifica un espacio, permitiendo que emerjan
nuevos patrones latentes de pensamiento, sentimiento y actitudes con
el fin de que se hagan realidad.
El aprendizaje creativo tiene lugar a través de los «vacíos» men-
tales que se producen cuando se rompen nuestros patrones de aso-
ciación típicos:
Un momento creativo surge cuando un patrón habitual de aso-
ciación queda interrumpido [. .. ]; el momento creativo es entonces
un vacío producido en el patrón de conciencia h abitual. Bartlett
(1958) ha descrito que la génesis del pens amiento original puede
ser comprendida como el llenado de los vacíos mentales. Lo nuevo
que aparece en los mom entos creativos es por consiguiente la
unid ad b ás ica del pensamiento y el dis ce rnimiento ori ginal, así
como del cambio de personalidad.
Rossz~ 1972
Erickson y Rossi creían que la suspensión de las creencias proble-
máticas y limitadas p ermite el surgimiento de nuevos y más sanos pa-
trones de respuesta. Esta postura es compatible con la de Lawrence
Kubie, psicoanalista y teórico de la creatividad de gran renombre
que colaboró con Erickson en algunas inves tigacion es. Kubie
afirmaba:
La med id a de la salud es la fl exibilidad, la libertad para apren-
der a través de la experiencia, la lib ertad de cambiar junto con las
variables circunstancias internas y ex ternas. [ ... ] La esencia de la
normalid ad es la fl ex ibilid ad en todos estos modos vitales. Y la
esencia de la enfermedad es la inmovili zación del comportamiento
en el marco de patrones inalterables e insaciables.
Kubie, 1975
 60 AUTOHIPNOSIS
Para alcanzar un estado mental abierto y receptivo es necesario
dejar a un lado las perspectivas limitadas. Erickson reconoció al
comienzo de su investigación que las personas suelen tener dificul-
tades a la hora de permitirse vacíos mentales; sin embargo, cuando
nos confundimos, tenemos dudas, nos sentimos abrumados o nos
metemos en aprietos los vacíos se producen naturalmente. Tendemos
a resistirnos a ellos, pero cuando se producen los aceptamos. Basán-
dose en estas observaciones, Erickson desarrolló técnicas para ayu-
dar a sus clientes a responder deshaciéndose, de forma automática y
natural, de todas sus actitudes rígidas. Estas técnicas recibieron el
nombre de sugestiones indirectas. Las técnicas indirectas de su-
gestión ayudan a superar las limitaciones aprendidas y también facili-
tan las asociaciones mentales y los procesos inconscientes.
El experto en hipnoterapia indirecta recurre a varias técnicas
para activar una búsqueda dentro del repertorio de aprendizajes del
paciente, con el fin de que éste pueda disponer de nuevas respuestas.
La búsqueda recurre a varios mecanismos naturales de la mente
como la curiosidad, encontrar significado a las pausas, la respuesta a
la implicación y la personalización de una afirmación general. Las
metáforas, las analogías, los juegos de palabras y las alusiones tam-
bién pueden estimular el surgimiento de nuevas ideas y una perspec-
tiva modificada, en especial durante el trance.
La respuesta hipnótica es la culminación de los esfuerzos coope-
rativos del hipnotizador y el paciente, y por lo general se experimen-
ta como una sorpresa que tiene lugar por sí sola. En efecto, cuanto
más inconscientemente se inicie, más sorpresiva resulta. La hipnosis
hace posible una gran cantidad de experiencias, como las sensa-
ciones corporales (pesadez, ligereza, levitación de manos), la in-
movilidad y las alucinaciones, entre muchas otras. Estas experiencias
pueden dar pie a nuevas habilidades. La respuesta proviene del pro-
L 1
pio entorno del sujeto, sus experiencias de vida, herencia genética, y
f sin embargo representa una organización e integración diferente: una
nueva respuesta. Y como la respuesta nace sin esfuerzo, el aprendiza-
( je puede ser mucho más importante.
Los rasgos problemáticos y negativos de personalidad que tien-
den a permanecer constantes pueden ser utilizados con fines tera-
péuticos. Incluso una cualidad negativa puede ser transformada en
HISTORIA MODERNA 61
positiva para que el concepto que la persona tiene de sí misma cam-
bie e incluya una forma de pensar más positiva. Las nuevas inter-
pretaciones creativas y marcos de referencia permiten que emerja el
potencial interior, que suele sorprender al individuo con mejores
posibilidades.
A través del arte de la hipnoterapia es posible reconstruir la per-
sonalidad de forma creativa. En la química hay una diferencia entre
el concepto de mezcla y el de compuesto, y en el campo de los rasgos
de personalidad sucede algo similar. Al igual que los elementos de la
molécula química, los rasgos de la personalidad pueden combinarse
para formar un patrón, un compuesto de rasgos, y en lugar de limi-
tarse a redistribuirse en diferentes mezclas, pueden integrarse como
una molécula, con nuevas propiedades y un potencial mayor.
Erickson y Rossi basaron su teoría en un principio fundamental
expresado por Erickson en 1967:
La realidad del trance profundo debe neces.a riamente estar de
acuerdo con las necesidades fundamentales y la estructura de la
personalidad total. En consecuencia, es posible que la persona pro-
fundamente neurótica pueda, en trance profundo, liberarse de ese
comportamiento neurótico abrumador, y se cree una base para su
reeducación terapéutica según su personalidad fundamental. La
capa de neurotismo, si bien es extensa, no destruye el núcleo cen-
tral de la personalidad, a pesar de que puede disfrazar y debilitar
sus manifestaciones.
Haley, 1967
El inconsciente, núcleo central de la persona, es básicamente
sano. En consecuencia, los problemas neuróticos no necesariamente
tienen que ser analizados de forma consciente. El proceso terapéuti-
co libera y fortalece la parte sana de la personalidad para que experi-
mente, responda, actúe y aprenda.
En un libro anterior, Rossi (1972) conceptualizaba el inconsciente
como una fuente de creatividad. Afirmaba que los síntomas negativos
y problemáticos son en realidad el comienzo del cambio positivo que
se avecina . Erickson, por su parte, sostenía que la reeducación en
62 AUTO HIPNOSIS
trance devuelve a los pacientes su propio funcionamiento inconsciente
natural, que a su vez les acerca a las fuentes de su personalidad.
El trance terapéutico puede iniciar pequeños cambios, tan sutiles
como la disminución en la intensidad, duración o frecuencia de un
síntoma. Sin embargo, estos comienzos cobran fuerza y dan pie a ,
otros cambios que afectan a todo el sistema. Por este motivo es im-
portante incorporar el mundo de significados del paciente, ya que de
esa manera los pequeños cambios se tornan relevantes y beneficiosos
dentro del proceso de alteración de la dificultad de la persona.
Fase 111: Ratificación
La ratificación del trance puede ser un poderoso indicador de
que algo importante ha sucedido. Los fenómenos ideomotores
pueden actuar como un ratificador de que el paciente ha experimen-
tado el trance, lo cual contribuye a confirmar sus aprendizajes du-
rante ese estado y actúa como proceso integrador. Muchas personas
son incapaces de reconocer cuándo se encuentran en trance, ya que
su inconsciente está activado y el consciente disociado.
Los fenómenos ideomotores e ideosensoriales unen pensamiento
y acción, simbolizando la facilidad natural con que las personas se
descubren automáticamente comportándose de forma diferente.
Esto confirma que, en efecto, han experimentado algo distinto.
Erickson y Rossi desarrollaron varios aspectos sutiles de la su-
gestión indirecta y sus aplicaciones en numerosos trastornos psi-
cológicos. El trance posee un rico potencial para promover nuevas
experiencias y arrojar dudas sobre antiguas ideas de limitación. Gra-
cias a ello las personas pueden reinterpretarse de forma más positiva
y sus problemas desaparecen o se resuelven con nuevas fuerzas, es-
trategias y renovada esperanza.
Haley
Jay Haley desarrolló muchos de sus conceptos de la terapia fami-
liar estratégica a partir de los estudios que realizó con Erickson, y ex-
J{ISTORlA MODERNA 63
plicó el punto de vista de este último mediante una teoría de la co-
municación que había desarrollado previamente junto a Gregory
Bateson. Su interpretación del trabajo de Erickson enfatiza ciertas
cualidades y resta énfasis a otras.
1
En 1952 Haley y sus asociados aplicaron a la psicoterapia la lla-
mada «teoría de los tipos lógicos de Russell-Whitehead» (Sluzki y
Ransom 1976). La tesis de la teoría de Haley es que existe una dis-
continuidad entre una clase y sus miembros. En efecto, la clase no
puede ser un miembro de sí misma, ni un miembro puede ser la
clase. Ésta se encuentra en un nivel de abstracción diferente, un tipo
lógico distinto. De este concepto derivó el descubrimiento de que el
aprendizaje no es un fenómeno que se produzca a un único nivel, ya
que la persona también aprende a aprender. Y de allí surge una
paradoja cuyo ejemplo más clásico es el de Epiménides: «Estoy
mintiendo.» ¿Está diciendo la verdad?
Esta paradoja puede producirse porque en .un mismo mensaje
una frase negativa clasifica a otra, de modo que la clase y su miem-
bro resultan autorreferentes y se rompe la discontinuidad entre las
dos clases.
Sluzki y Ransom, 1976
Bateson aplicó la teoría de los tipos lógicos al campo de la comu-
nicación, y describió a los humanos como seres clasificadores que eti-
quetan sus mensajes comunicativos y en ocasiones provocan parado-
jas. Un mensaje que califica a otro a un nivel diferente de abstracción
se define como metamensaje. Las metacomunicaciones se producen a
un nivel de abstracción superior y en consecuencia se transmiten de
forma implícita.
Otro concepto que desarrollaron fue el del marco, que se ejem-
plifica con la siguiente paradoja lógica:
[Todas las afirmaciones escritas dentro de este marco son falsas.]
En las comunicaciones, una persona indica con un mensaj e cómo
deben recibirse los mensajes subsiguientes.
64 AUTOHIPNOSIS
La descripción incluía la idea de que cuando una persona co-
munica dos niveles de mensaje a otra, y estos niveles se califican en.
tre sí y entran en conflicto, la segunda persona se enfrenta a una
situación imposible. No puede responder a uno de los niveles sin
violar una prohibición del otro nivel, de modo que cualquier cosa ,
que haga estará mal. La dificultad es completa cuando la «víctima»
no consigue abandonar el campo ni hacer un comentario sobre su
imposible situación.
Sluzkiy Ransom, 1976
Haley (1963, 1967, 1972) describió a Erickson como un maestro
de la estrategia, y comparó su hipnoterapia con el proceso de la
paradoja lógica. Durante la inducción al trance el sujeto recibe indi-
caciones para que entre en dicho estado y voluntariamente produzca
fenómenos que se supone que son involuntarios, como por ejemplo
la levitación de la mano, donde ésta se eleva aparentemente por sí
misma: el sujeto no siente que controle el movimiento. Según Haley,
allí hay una paradoja. El hipnotizador está imponiendo directivas in-
congruentes. El sujeto se ha presentado voluntariamente a una sesión
de hipnosis, y en consecuencia no quiere marcharse. Sin embargo, las
opciones son contradictorias: seguir las instrucciones del hipnoti-
zador para actuar espontáneamente de forma deliberada. Es una
clásica situación de doble complejidad.
Haley comparó la paradoja con la mayoría de las formas de psi-
coterapia. En el psicoanálisis, el paciente es guiado para que asocie li-
bremente de forma espontánea, y aunque por lo general hace algunas
cosas que se le indican como parte de la terapia, los cambios que se
producen no son consecuencia directa de los actos voluntarios sino
que surgen espontáneamente cuando llega el momento oportuno.
Haley desarrolló su propia teoría a partir de su interpretación de
los métodos creados por Erickson para combatir la resistencia. El tra-
bajo del terapeuta, según Haley, consiste en guiar al paciente desde los
patrones sintomáticos hasta los sanos. Erickson utilizaba la resistencia
como parte de la terapia : si el paciente presentaba un síntoma, él se
centraba en la forma en que el individuo utilizaba dicho síntoma, y en
opinión de Haley esto es una maniobra para conseguir el control:
HISTORIA MODERNA 65
El sujeto queda atrapado en una situación en la que su resisten-
cia es definida como comportamiento cooperativo. Se descubre
siguiendo las indicaciones del hipnotizador a pesar de lo que haga,
porque lo que hace se define como cooperativo.
Haley, 1973
Este es un tipo de utilización. Cualquier elemento que el paciente
presentara, Erickson lo aceptaba y empleaba, alterándolo de forma
sutil para propiciar el comienzo de un cambio. Erickson recurría a la
analogía del curso de un río:
Si él se opone al río intentando obstaculizarlo, sus aguas co-
rrerán por encima y a ambos lados de su cuerpo. Pero si acepta el
río y lo encauza en una nueva dirección, la fuerza de las aguas
abrirán un nuevo canal.
Haley, 1973
Estos conceptos sobre las intervenciones estratégicas de un hip-
notizador pueden resultar relevantes en la autohipnosis, y las aplica-
ciones surgirán en términos de la actitud que tomes hacia ti mismo
cuando trabajes con la autohipnosis. El enfoque ericksoniano te ani-
ma a no luchar contra tu propia naturaleza. Aprende a usar lo que
tienes. Dentro de ti hay capacidades aún no descubiertas y nuevos re-
cursos. A lo largo de este libro encontrarás ejercicios que te ofre-
cerán la oportunidad de tomar conciencia de tu respuesta individual
y seguirla, con el fin de que el cambio se produzca de forma natural y
eficaz.
LA AUTOHIPNOSIS EN LA ACTUALIDAD
Hemos resumido la evolución de la hipnosis desde sus raíces
históricas, cuando los médicos tenían que luchar por el derecho de
practicarla, hasta la hipnosis moderna, que se ha convertido en una
disciplina aceptada. La autohipnosis también tiene cada día más
adeptos y está siendo igualmente reconocida. Cada una de las teorías
66 AUTOHIPNOSIS

modernas surge de una o más de las primeras teorías de la hipnosis

que hemos descrito. Las técnicas creativas son un derivado natural
de la teoría, y todas parten de la fuente de la hipnosis clásica.

"!c '1( "/(

En este libro se incluyen diferentes aspectos de la hipnosis, y se

presenta un amplio espectro de técnicas para que experimentes y
descubras cuáles te resultan más apropiadas. Explora nuevas posibi-
lidades y aprende a controlar lo que antes te resultaba difícil o inclu- Parte JI
so imposible.
Los pilares de la hipnosis
 Capítulo 3
El inconsciente

Al igual que el cielo diáfano, es ilimitado

Y no obstante se encuentra precisamente aquí, profundo y claro
Cuando intentas conocerlo, no lo ves
No puedes asirlo

Pero tampoco puedes perderlo

Y por no ser capaz de poseerlo lo posees
Cuando estás en silencio, habla

Cuando tú hablas, enmudece

La gran puerta se abre de par en par para ofrecer caridad
Y ninguna multitud obstruye el camino.

Koan Zen, Mumonkan

Pi inconsciente provoca una cierta fascinación, misteriosa e im-

0 ~osible de definir, que siempre trasciende a nuestras explica-
ciones racionales. La hipnosis nos permite valernos de nuestro po-
tencial inconsciente aun cuando no comprendamos todos sus
aspectos, y debido a que, desde el punto de vista pragmático, del uso
surge la verdad, desarrollamos nuestras capacidades inconscientes
mientras continuamos explorando más profundamente sus usos.

LA INTELIGENCIA INCONSCIENTE

El consciente emplea el pensamiento consciente y deliberado,

pero el inconsciente incluye aspectos del procesamiento cognitivo que

'-·
70 AUTOHIPNOSIS
superan el límite de la conciencia. El inconsciente posee su propia in.
teligencia y lógica que absorbe información, piensa, y puede llegar a
conclusiones a través de la inferencia. Este proceso no necesariamente
sigue la lógica secuencial. Milton Erickson recurría al ejemplo de la
resolución de un problema: conscientemente podemos razonar en
una secuencia de A a B a C a D para encontrar soluciones; pero in-
conscientemente podemos dar saltos intuitivos, de comprensión a
comprensión, sin conocer la base o los pasos lógicos. En ocasiones los
pasos hacia la respuesta son confusos, y en otras conseguimos encon-
trarlos recorriendo el camino inverso de D a A. No experimentamos
el proceso inconsciente, pero percibimos las consecuencias derivadas
del pensamiento inconsciente: la claridad intuitiva.
El inconsciente no es simplemente un almacén de conflictos
reprimidos de la mente consciente, como describen algunos modelos
analíticos, ni tampoco es sólo un procesamiento primario primitivo.
El inconsciente puede ser una reserva de potencial positivo, y no úni-
camente un depósito negativo; puede contener conflictos y también
incluir procesamiento primario, pero apunta a una integración supe-
rior. El procesamiento inconsciente cuenta con una sofisticación in-
dividualizada e inteligentemente orientada, y posee varias facetas.
Sensibilizarse ante su sutileza es la clave para desarrollar aptitudes en
el campo de la autohipnosis.
EL INCONSCIENTE COMO INTUICIÓN
La intuición expresa la poesía del inconsciente. Jung definió la
intuición como la función psicológica que transmite percepción de
un modo inconsciente (Berne, 1977). El procesamiento intuitivo es el
camino inteligente hacia la verdad y la consciencia superior.
Aristóteles consideraba que el funcionamiento intuitivo era un
proceso extremadamente sofisticado, basado en nuestra capacidad
para sentir y percibir a un nivel básico. En el nivel cognitivo superior
a la intuición podemos conservar la percepción de los sentidos.
Sabemos que p ercibimos . Y a un nivel aún más alto sistematizamos
esos recuerdos. Aristóteles reconocía que la intuición sintetiza in-
formación de forma inteligente. Como esto sucede fuera del marco
EL INCONSCIENTE 71
de la conciencia, el individuo sabe algo sin saber que lo sabe. El proce-
samiento sintético inconsciente tiene lugar sin que se produzca un re-
conocimiento consciente de lo que sucede. «Para las personas de mente
1
racional, los procesos mentales parecen funcionar en fornía inversa: al-
canzan conclusiones antes de analizar las premisas» (Berne, 1977).
Muchas personas tienen corazonadas misteriosas, experimentan
una familiaridad espontánea, o llegan a darse cuenta de cosas gracias
a su perspicacia. La verdad intuitiva suele ser reconocida, no apren-
dida. La mayoría de los individuos son conscientes de que tienen in-
tuiciones, y algunos confían en ellas. Para determinadas personas es-
tas intuiciones pueden ser extremadamente claras, mientras que para
otras no son más que una vaga noción. Las intuiciones se caracteri-
:tan por basarse en la sensibilidad a los fenómenos no verbales y no
racionales, que algunos consideran como un modo más preciso de
conocer la verdad de la realidad. La autohipnosis evoca el uso de las
facultades mentales intuitivas para permitir que se desarrollen.
Determinar si la intuición es más perceptiva que la conciencia
racional no es una cuestión fundamental; tanto la consciencia, a
través del conocimiento y la racionalidad, como la inconsciencia, me-
diante la intuición y la experimentación inconsciente, son impor-
tantes. J ung lo sabía:
El consciente y el inconsciente no forman un todo cuando uno
de los dos queda suprimido y dañado por el otro. Si deben en-
frentarse, que al menos sea una lucha justa con los mismos derechos
para ambas partes, ambos aspectos de la vida. [ ... ] Es la vieja
cuestión del martillo y el yunque: entre ambos se forja el hierro del
paciente hasta formar un todo indestructible, un individuo.
]ung, 1981
FENÓMENOS COTIDIANOS FUERA DE LA CONCIENCIA
El inconsciente permanece continuamente activo durante la
vida cotidiana. Por ejemplo, mientras lees las páginas de este libro
probablemente no estás tomando conciencia de tus pies . Pero aho-
ra que hemos mencionado la palabra «pies» probablemente notes
72 AUTOHIPNOSIS
que los tuyos están calientes o fríos, ligeros o pesados, o que tal vez
te pican. Cuando tu atención pasa a ellos, puedes percibir la expe-
riencia de tus pies. La sensación en ellos ha estado presente siern.
pre, sólo que los pensamientos se dirigían hacia otro sitio y en-
tonces estas sensaciones eran inconscientes. La atención actúa
como mediadora de la percepción, pero la experiencia existe, se la
perciba conscientemente o no. La percepción inconsciente es simi-
lar a la vieja cuestión filosófica: si un árbol cae en medio de un
bosque y no hay nadie que lo oiga, ¿produce ruido? Las personas
pueden tener experiencias con los pensamientos acerca de la expe-
riencia pero no tomar conciencia de ellas, lo cual no significa que
las experiencias no se produzcan ya que pueden ser recordadas más
tarde. La experiencia es inconsciente.
La consciencia registra una multitud de experiencias al mismo
tiempo. Los investigadores de psicología cognitiva han descubierto
que nuestra memoria inmediata de corto alcance no puede exceder
los +7 o -2 bits de información (Miller, 1956). Conscientemente no
notamos nada que supere este parámetro, aunque ciertas investiga-
ciones han demostrado que podemos registrarlo de forma incons-
ciente. El inconsciente continuamente absorbe mucha más informa-
ción de la que percibe la consciencia en un determinado momento,
una habilidad que se utiliza cuando un testigo de un crimen es hip-
notizado para hacerle recordar detalles del suceso. El testigo puede
sentirse incapaz de recordar ciertos datos específicos, como el
número de una matrícula, pero bajo los efectos de la hipnosis es posi-
ble recrear toda la escena como una alucinación vívida. A pesar de
que en estado de trance existe la posibilidad de que se produzcan
errores en el recuerdo, la memoria también puede ser precisa. El tes-
tigo en trance busca en su mente para «ver» el número de matrícula
como si estuviese viendo una película. La información es percibida y
almacenada inconscientemente, fuera del marco de la conciencia,
y mediante la hipnosis es posible recuperar esos datos, a pesar de que
el recuerdo también puede recibir otras influencias.
El inconsciente retiene recuerdos, conceptos y aprendizajes ex-
perimentados a lo largo de los años. A medida que los niños crecen
aprenden a andar, leer y escribir. En efecto, en cada etapa de desa-
rrollo asimilan ciertas aptitudes y habilidades, y las primeras son in-
73
,Jll, INCONSCIENTE
corporadas o transformadas mediante el uso de la inteligencia, la
madurez emocional y la coordinación corporal.
Las habilidades se almacenan en el inconsciente no sólo como
una habilidad específica aprendida, sino también como un potencial
más generalizado para aprender a aprender. Por ejemplo, las apti-
tudes utilizadas para escribir las letras del alfabeto en los primeros
años de la infancia se dan por hecho durante la adultez, si bien con-
tinuarán evolucionando. Estas aptitudes son automáticamente apli-
cadas por el inconsciente. Trazar líneas, círculos, dejar espacios y
realizar combinaciones son facultades que podrán ser utilizadas más
adelante si el individuo se convierte en arquitecto, artista o construc-
tor. Los escritores se centran en la idea que intentan expresar en lu-
gar de en la letra que emplean para expresarla, a menos que sean
calígrafos. El hecho de formar cada letra sobre el papelse produce
sin pensar, y es un acto regulado por el inconsciente.
Tu inconsciente posee muchos aprendizajes y comprensiones
que posiblemente hayas aplicado en diferentes contextos de tu
vida. En trance, esas conexiones pueden producirse sin esfuerzo
consciente .
HÁBITOS AUTOMÁTICOS
La rutina diaria se automatiza y es regulada por el inconsciente.
La alarma del despertador suena por la mañana y automáticamente
la apagamos . Caminamos de forma tan natural y con tanta facilidad
que jamás pensamos en los complejos vínculos que unen la mente y
el cuerpo para que se coordinen inconscientemente, a menos que
algo funcione mal y tengamos algún problema. Intenta recordar tus
actividades del día de ayer. Algunas partes te resultarán poco claras y
difíciles de recordar, pero después de concentrarte posiblemente re-
cuperes más y más detalles a medida que traslades las actividades au-
tomáticas a la conciencia. Lawrence Kubie explica la naturaleza de
los hábitos inconscientes:
Una vez que uno de esos actos es aprendido de forma cabal,
puede ser iniciado independientemente de la estimulación física in-
 74 AUTOHIPNOSIS
terna proponiendo el objetivo. Cuando esto sucede, el símbolo que
representa dicho objetivo dispara toda la constelación como una
unidad y por consiguiente dejamos de tener conciencia de los innu-
merables pasos intermedios que conforman el acto. De este modo
nuestros procesos de pensamiento adquieren la habilidad de pasar
por alto muchos pasos intervinientes mientras llevamos a cabo
auténticos procesos complejos.
Kubie, 1961
El psicoanalista Bellak distingue tres niveles en el inconsciente:
1) el fisiológico, 2) el estructural, y 3) el dinámico (Bassin, 1969). Los
dos primeros, el fisiológico y el estructural, se producen de forma au-
tomática, sin pensamiento consciente, y no entran en el psicoanálisis.
El nivel tres, el dinámico, es la falta de conciencia resultante de la
represión del contenido psicológico, inaceptable para el consciente
pero que ocasionalmente lucha por salir a la conciencia. La teoría
psicoanalítica ahondó en este tercer nivel dejando de lado los dos
primeros, y al hacerlo pasó por alto una gran cantidad de potencial
positivo. El método de autohipnosis que planteamos en este libro
tiene en cuenta los tres niveles, pero no creemos que el contenido
dinámico deba ser reprimido.
INCONSCIENTE Y DISPOSICIÓN: LA TEORÍA RUSA
La teoría de la disposición personal resulta muy útil para trazar
los procesos inconscientes ya que ofrece un modelo de su fun-
cionamiento. Los primeros dos niveles constituyen la clave para su
comprensión, y el concepto de la represión inconsciente resulta in-
necesario. La teoría rusa de la disposición ofrece una alternativa al
inconsciente «dinámico» psicoanalítico.
En 1860 Fechner realizó una investigación preliminar y demostró
que cuando un sujeto tenía una idea previa sobre el peso de un objeto
acababa estimando erróneamente su peso real. En el experimento, el
sujeto sostenía en sus manos un objeto de cierto volumen y a conti-
nuación cogía un segundo elemento, aparentemente del mismo tamaño
.._
EL INCONSCIENTE 75
pero más ligero. A pesar de la diferencia real entre ambos, el individuo
afirmaba que el segundo era tan pesado como el primero. Fechner ex-
plicó este fenómeno como disposición motora. Los sujetos esperaban
que los objetos de aspecto similar pesaran lo mismo.
Casi un siglo más tarde, el investigador ruso Uznadze (1966)
experimentó con los límites de la primera hipótesis y descubrió que
la ilusión creada en los experimentos de Fechner no se limitaba a
los fenómenos motores. Uznadze amplió su investigación y se
planteó comprobar si era posible aplicar los principios de la expec-
tativa, para lo que utilizó alternativas a la respuesta motora como
por ejemplo la respuesta bajo presión, la respuesta visual y la respuesta
auditiva. A partir de sus experimentos, Uznadze llegó a la con-
clusión de que en los fenómenos de disposición se produce una res-
puesta unificada, una modificación de la personalidad individual,
del organismo en su totalidad, que se expresa en una gran variedad
de modos perceptivos. De acuerdo con su teoría, durante las prue-
bas de control se desarrolla y establece una expectativa o disposi-
ción específica que, a pesar de no ser percibida conscientemente, es
responsable de lo que se experimenta, la base de la acción conse-
cuencia!.
Uznadze especificó dos niveles de vida mental. Primero, aquel
donde el comportamiento está completamente condicionado y la dis-
posición controla el comportamiento y los impulsos sin que haya un
conocimiento consciente de ello. El segundo nivel, la objetificación,
se produce cuando el individuo percibe algo a través de su disposi-
ción personal sin reaccionar directamente ante ese «algo».
Los estímulos complejos actúan sobre las personas como señales
y provocan reacciones fuera del ámbito del conocimiento consciente.
La separación entre el efecto objetivo de un estímulo por un lado y la
consciencia de la estimulación por otro constituye la disociación
(Bassin, 1969).
La disociación es muy frecuente en la vida diaria, y a ella debe-
mos la automatización de los hábitos. Comenzando bajo el control
consciente, una cadena de comportamiento con un propósito pierde
gradualmente su origen consciente. Andar, escribir o conducir un
coche son ejemplos de actividades que han comenzado con atención
y un esfuerzo consciente deliberado, pero que poco a poco se con-
76 AUTOHIPNOSJS
vierten en aptitudes automáticas inconscientes tras la práctica habi-
tual. Estas acciones pueden ser llevadas a cabo sin consciencia .
La teoría de Uznadze propone un modelo de comprensión de las
influencias no conocidas que actúan sobre la persona fuera del mar-
co de la conciencia. La influencia de la expectativa puede provocar
efectos significativos sobre la dinámica de la experiencia consciente.
Erickson y Rossi desarrollaron su concepto de la disposición ha-
cia la aceptación o yes set como un modo de incluir la cooperación y
la receptividad en la hipnosis y las sugestiones. Descubrieron que
cuando el hipnotizador intentaba relacionarse con los sujetos a través
de sus intereses y preocupaciones reales ellos desarrollaban un posi-
tivo sentimiento de compromiso y aceptación del proceso. La dis-
posición hacia la aceptación produce una transición más sencilla ha-
cia el trance (Erickson y Rossi, 1976).
EL TRANCE COMO UN FUNCIONAMIENTO INCONSCIENTE
El ciempiés era feliz, hasta que
en broma un sapo le dijo:
«Por favor, ¿qué pierna va detrás de cuál?»
Esto hizo trabaj ar tanto su mente
que se quedó aturdido en una zanja
pensando en cómo correr.
Watts, 1957
En trance, el procesamiento inconsciente fluye en libertad con
poca o nada de interferencia del inconsciente. Las formas indirectas
de sugestión ayudan a librarse de la consciencia, permitiendo que se
produzca el pensamiento y la resolución de problemas inconscientes
sin sufrir la más mínima interfe rencia.
El pensamiento inconsciente tiende a producirse sin un objeto o
contenido de la consciencia. Edmund Husserl creía que la conscien-
cia siempre incluye un complejo de intención o significado para to-
dos sus procesos (Zaner, 1970) . La consciencia se dirige al mundo. El
procesamiento inconsciente t erapéutico es un vacío, un momento
EL INCONSCIENTE 77
creativo en el fluir de la consciencia (Rossi, 1972). Los aprendizajes,
significados, interpretaciones y creeencias cotidianos quedan sus-
pendidos transitoriamente. No hay objeto ni significado intencional
para los procesos inconscientes. En ese espacio abierto -el vacío--
el individuo puede volver a experimentar.
El inconsciente es capaz de funcionar sin asunciones fijas ; así,
liberados d e las ataduras de la preconcepción, contamos con la opor-
tunidad de hacer nuevas conexiones que nos descubren inéditos po-
tenciales. El trance terapéutico traspasa las limitaciones para provo-
car un ajuste más saludable y ofrece la oportunidad de generar
momentos creativos.
CUALIDADES ASOCIATIVAS DEL INCONSCIENTE
El inconsciente conoce en un torrente de asociaciones, en un li-
bre fluir de procesamiento natural, activo, creativo, sin intervención
de propósito consciente. El inconsciente lleva a cabo asociaciones
fuera de la conciencia durante el día, un proceso extremadamente
útil en los procesos de hipnosis y trance.
William James definió y describió detalladamente los principios
asociativos; en su opinión, cuando dos procesos cerebrales han esta-
do activos al mismo tiempo o en sucesión inmediata, uno tiende a ex-
citar al otro. Esta es la base de la ley de asociación (James, 1896).
La asociación por similitud se produce desde el libre fluir de los
pensamientos . Las ideas similares se unen, formando compuestos
que se vinculan con otras ideas, mientras aquellas aparentemente
disímiles pueden acabar conectadas mentalmente.
Nuestras meditaciones siguen un curso errático, que se desvía
continuamente hacia una nueva dirección trazada por el cambi ante
juego de interés que se centra en algún ítem parcial en cada com-
pleja representación evocada. En consecuencia, solemos des-
cubrirnos pensando en dos momentos casi adyacentes acerca de
cosas separadas por el diámetro del espacio y el tiempo. Hasta que
no recordamos cuidadosamente cada paso de nuestra reflexión no
vemos con qué naturalidad llegamos a la ley de Hodgson para pasar
78 AUTO HIPNOSIS
de una a la otra. [ ... ] Este es el proceso ordinario de la asociación
de ideas [ .. . J.
James, 1896
Algunos procesos asociativos reciben la influencia del aprendiza-
je. Por ejemplo, si mencionamos la palabra tragar, los ornitólogos
pensarán en las aves, los especialistas de garganta evocarán las enfer-
medades propias de esa zona, y las personas sedientas pueden darse
cuenta de lo mucho que desean beber agua. Las asociaciones tam-
bién se ven afectadas por la inmediatez, intensidad o congruencia de
las ideas. En resumen, el proceso de asociación es complejo y multi-
facético, y su investigación se dificulta debido a que el fenómeno se
produce fuera de la conciencia.
A pesar de sus complejidades, el fluir de las asociaciones incons-
cientes no es azaroso, sino que evoluciona a partir de la individualidad
de la persona. Los patrones de asociación reflejan nuestro pasado, in-
cluyendo gustos y aversiones, conflictos y acuerdos , necesidades,
condiciones y expectativas. Muchas otras experiencias externas e in-
ternas pueden cristalizarse a través de metáforas asociativas.
El aprendizaje se produce en el trance terapéutico, y en oc~siones
nuestro aprendizaje deriva hacia un descubrimiento original. Otras
veces asimilamos, recombinamos o reestructuramos viejas interpreta-
ciones, y al recombinar e intercalar significado en los procesos asocia-
tivos de la mente inconsciente surgen nuevas posibilidades y cambios.
Los SUEÑOS: UN LIBRE FLUIR DE IMÁGENES
El procesamiento inconsciente ha sido descrito hasta ahora en
términos de pensamiento. Pero a veces el inconsciente se manifiesta
como imágenes que suelen reflejar profundos niveles de experiencia
interior, desconocida para la consciencia. Una única imagen puede
encerrar varios significados y aprendizajes . Así son los sueños: unas
pocas imágenes son capaces de simbolizar un extenso argumento.
Durante el trance, los sueños se producen de forma espontánea y
significativa. Por ejemplo, una de nuestras clientas de hipnoterapia
EL INCONSCIENTE 79
percibió una nítida imagen mientras se encontraba en trance: vio a
una mujer que vestía un chal oscuro. Al despertar quedó perpleja al
describir la imagen, pero gracias a la exploración terapéutica surgió
la conexión con su entorno italiano y sus sentimientos acerca de su
madre, que había sido sedentaria e introvertida. Esta clienta estaba
comprometida con diversas organizaciones comunitarias, y había de-
cidido desde muy jovencita que no sería como su madre. La imagen
simbólica produjo asociaciones que le ayudaron a comprender mejor
y moderar su tendencia a implicarse en exceso.
A veces las imágenes de los sueños pueden resultar confusas.
Otra de nuestras clientas soñaba recurrentemente con un horrible
monstruo que la perseguía, y noche tras noche sentía auténtico terror.
La mujer era una persona tranquila y dulce que siempre intentaba ser
considerada, amable y cálida, pero en las raras ocasiones en que se
enfadaba le costaba mucho aceptar estas emociones. Durante la te-
rapia comenzó a interpretar al monstruo no como un cuerpo extraño
que pensaba atacarla, sino como sus propios sentimientos de ira:
había cristalizado su conficto en una imagen simbólica. Una vez que
lo aceptó, consiguió incluir más aspectos de su personalidad en su
vida cotidiana y dejó de tener pesadillas. Este símbolo de su incons-
ciente, a pesar de que le daba miedo y prefería evitarlo, resultó ence-
rrar la clave para la resolución de sus dificultades. El inconsciente
puede expresar un conflicto emocional complejo en una imagen
aparentemente aterradora.
Los sueños también han inspirado grandes descubrimientos. El
importante hallazgo de Kekule en referencia a la estructura cíclica de
la molécula de benceno se originó en un sueño. Él luchaba día a día
por descubrir una configuración que explicara las propiedades únicas
del benceno; y una noche que se quedó dormido mientras trabajaba
con sus cálculos tuvo un sueño muy extraño y nítido: vio una víbora
serpenteando y persiguiendo su propia cola, que al final alcanzaba.
Visto desde la distancia, el cuerpo del animal había asumido el aspec-
to de una figura circular. Cuando Kekule despertó, supo que había
solucionado el problema. El benceno dispone sus moléculas como si
fuesen un anillo, ¡una posibilidad que él había pasado por alto! Re-
gresó a los datos con los que estaba trabajando y por fin pudo
demostrar empíricamente la validez de su descubrimiento, que con-
80 AUTOHIPNOSIS
tinúa siendo aceptado en nuestros días. El inconsciente de Kekule
sintetizó las interpretaciones intelectuales en un símbolo que le resul-
tara sencillo deducir conscientemente. Los sueños, está claro, tam-
bién pueden ser una fuente de ideas creativas.
Morton Prince (1854-1926) consideraba que los sueños son uno
de los diversos estados alterados en los que las personas resuelven in-
conscientemente sus dificultades. Afirmó:
Bajo condiciones de estrés, los individuos han recurrido a un
repertorio de mecanismos automáticos de autosanación. Los más im-
portantes son los llamados estados alterados de la consciencia, los
sueños, los estados disociados, una variedad de experiencias religiosas.
Zeig. 1982
Nuestro enfoque de la autohipnosis recurre a esta teoría. Los
sueños expresan o representan simbólicamente nuestras necesidades
y preocupaciones y, en estado de trance, los individuos pueden uti-
lizar esta valiosa comunicación de sus inconscientes para resolver di-
ficultades y ampliar su potencial. La investigación ha demostrado
que las alucinaciones hipnóticas son similares a los sueños naturales,
y ambos representan ventanas hacia el inconsciente igualmente efi-
caces. La autohipnosis puede ayudar a alcanzar este potencial.
EL INCONSCIENTE COMO «CEREBRO DERECHO»:
UNA EXCESIVA SIMPLIFICACIÓN
El inconsciente ha sido definido como el cerebro derecho, una
teoría que simplifica la concepción del inconsciente y la hemisferici-
dad. Sin embargo, la hipótesis del cerebro dividido resulta de gran
importancia para comprender el inconsciente.
Historia de la investigación sobre la hemisfericidad
Cuando se observa el cerebro con un microscopio sus dos mitades
parecen estar estructuradas de forma similar, un hecho que justifica
EL INCONSCIENTE 81
que durante la mayor parte de la historia los investigadores pensaran que
ambas funcionaban de idéntica forma. Sólo en los últimos cien años se
han descubierto las funciones claramente diferenciad.as de los dos
hemisferios. Los neurólogos primero reconocieron que el izquierdo
controla el lado derecho del cuerpo, y que el derecho controla la mitad
izquierda. En el pasado, los investigadores pensaban que el lado
izquierdo del cerebro, que controla el lenguaje y las habilidades cogni-
tivas complejas, era el más importante. Según Gardner:
El hemisferio izquierdo se convirtió en el fundamental, si había
que escoger entre uno de los dos. De hecho, a los neurólogos les
agradaba citar informes sobre casos de individuos nacidos sin el
hemisferio derecho, o que lo habían perdido por completo en un
accidente o a causa de una intervención quirúrgica, y que de todos
modos desempeñaban correctamente la tarea de vivir.
Gardner, 1974
Sin embargo, cada vez surgía más pruebas que demostraban que el
hemisferio derecho era igual de importante. La investigación llevada a
cabo en Inglaterra durante la segunda guerra mundial reveló que los
pacientes con el hemisferio derecho dañado mostraban dificultades
con la organización espacial (Gardner 1974): dentro de los pabellones
les costaba encontrar el camino de regreso a sus habitaciones, y tam-
bién tenían dificultades para vestirse. La investigación reveló que el
hemisferio derecho también desempeñaba un papel importante en las
aptitudes visuales básicas, la percepción en profundidad, la formación
gestáltica, y las habilidades táctiles o somatosensoriales.
A comienzos de los años sesenta las dos mitades del cerebro
fueron literalmente separadas, lo que amplió de forma considerable
el conocimiento específico de su respectivo funcionamiento. El
primer experimento de división cerebral fue llevado a cabo en la
Universidad de Chicago por Ronald Meyers y Roger Sperry, y el suje-
to de estudio fue un gato.
Cada .hemisferio [ ... ] tiene sus propias [ ... ] sensaciones, pen-
samientos e ideas particulares, que son diferentes de las experiencias
82 AUTOHIPNOSIS
del hemisferio contrario. Cada uno de ellos, el izquierdo y el derecho,
posee su propia cadena de recuerdos y experiencias de aprendizaje
que el otro es incapaz de recordar. En muchos aspectos, cada hemis-
ferio desconectado parece tener una «mente propia» separada.
Gazzaniga, 1973
A pesar de que el hemisferio izquierdo controla el lenguaje, el
derecho podría ser adiestrado para que aprendiera a comunicar su
rica experiencia utilizando técnicas especiales. Los investigadores
descubrieron que el hemisferio derecho tiene cierta capacidad con el
lenguaje, y que puede actuar con emoción, aprender y recordar sin
que el hemisferio izquierdo lo sepa. A pesar de que la mitad izquier-
da es superior en el manejo del procesamiento verbal de la informa-
ción, la derecha demostró ser más eficiente en el control de las tareas
visuales y espaciales.
La investigación más detallada ha establecido que ambos hemis-
ferios procesan el lenguaje, pero de diferente forma: uno actúa desde
el punto de vista verbal y el otro se centra en lo espacial. El hemisfe-
rio izquierdo transforma secuencialmente cada letra en un código
acústico interno (es decir, las nombra), mientras que la mitad cere-
bral derecha examina todas las letras simultáneamente buscando las
variaciones de forma. El izquierdo se interesa por la similitud semán-
tica y el derecho por las similitudes estructurales (Nebes, 1977). El
hemisferio derecho organiza y procesa datos en términos de conjun-
tos complejos, percibiendo el total en lugar de las partes, y el izquier-
do analiza secuencialmente los datos ingresados, abstrae los detalles
relevantes y los asocia con señales verbales. Los dibujos de los pa-
cientes con el hemisferio izquierdo dañado tenían una correcta con-
figuración general pero carecían de detalles; por el contrario, las per-
sonas con el hemisferio derecho lesionado realizaron ilustraciones
llenas de detalles pero sin una organización coherente.
El concepto del cerebro derecho como inconsciente
Las caracterizaciones ya popularizadas de las dos mitades del
cerebro revirtieron las viejas ideas acerca del cerebro izquierdo. Ya
EL INCONSCIENTE 83
no era el mejor hemisferio: ahora se lo consideraba lento e ineficaz
para ciertas aplicaciones. «El clásico planteamiento del cerebro
izquierdo en relación con la danza ejemplifica a la perfección el he-
cho de hacer algo de forma complicada con resultados asombrosos»
(Blakeslee, 1983 ). Blakeslee, en su libro sobre el cerebro derecho, de-
fine la intuición como:
Un proceso de pensamiento que no puede ser explicado ver-
balmente, y que absorbe grandes cantidades de datos en paralelo
sin considerar cada factor por separado, lo cual hace clara referen-
cia a las funciones del cerebro derecho.
Blakeslee, 1983
También equipara el inconsciente con el hemisferio derecho:
Lo que hace que la mente inconsciente sea inconsciente es el
hecho de que, a pesar de que influye sobre nuestro comportamien-
to, nos resulta difícil explicar verbalmente sus acciones.
Blakeslee, 1983
La memoria no verbal del cerebro derecho no es accesible para el
cerebro izquierdo verbal, así como las comprensiones inconscientes
intuitivas pueden influir sobre el comportamiento sin que exista
conocimiento consciente. Desde este punto de vista, tenemos dos
mentes, dos personalidades que pueden reaccionar de modo muy
1
'
diferente ante una misma situación.
Más allá de la especialización
Estos conceptos se basaban en los primeros descubrimientos,
evidentemente incompletos, que realizaron los investigadores, quienes
establecieron que el cerebro derecho era no verbal y en consecuencia
incapaz de generar pensamiento consciente. Los investigadores Gaz-
zaniga y LeDoux analizaron directamente esta cuestión en un libro
posterior (1978). Estudiaron a individuos cuyos hemisferios cere-
84 AUTOI-IIPNOSJS
brales habían sido separados y descubrieron que eran perfectamente
capaces de responder preguntas relacionadas con su identidad per-
sonal, sus planes de futuro y sus gustos y aversiones, incluso cuando
generaban las respuestas desde su cerebro derecho. Los autores lle-
garon entonces a la siguiente conclusión:
Así, parecería que el hemisferio derecho, junto con el izquierdo
pero de forma independiente, puede poseer propiedades cons-
cientes después de una bisección cerebral. En otras palabras, la
cirugía de división cerebral puede separar y duplicar los mecanis-
mos de la consciencia humana.
Gazzaniga, 1978
Nuestra propia investigación (Simpkins y Simpkins, 1983) corro-
boró este argumento. En la hipnoterapia, las personas regidas por el
hemisferio cerebral derecho no demostraron ser más inconsciente-
mente capaces que las dominadas por el hemisferio izquierdo .
Paradójicamente, estas últimas consiguieron mejores resultados en la
hipnosis que las primeras, lo que al principio pareció contradecir el
punto de vista de los analistas del cerebro derecho. Estos descubri-
mientos revelaron la complejidad y variabilidad del procesamiento hu-
mano. Categorizar el inconsciente sólo como un funcionamiento no
verbal del hemisferio derecho perjudica las capacidades que integran
a la persona como un todo. Gazzaniga y LeDoux piensan que la teoría
de la especialización no explica el análisis y la síntesis, importantes fa-
cetas del repertorio cognitivo de ambos hemisferios cerebrales. La in-
tegración es primaria y la síntesis está individualizada.
Aún nos queda mucho que aprender sobre las diferencias y simi-
litudes entre ambos hemisferios.
Estamos obligados a decir que los intentos por reducir las dife-
rencias hemisféricas a una fórmula simple no han tenido éxito; y en
vista de la prolongada historia evolucionaría que condujo a la actual
organización cerebral, puede resultar, después de todo, bastante in-
genuo esperar una solución directa a este gran misterio del cerebro.
Gardner, 1974
EL INCONSCIENTE 85
Las mitades del cerebro pueden funcionar de forma indepen-
diente o en-conjunto, y la integración del consciente y el inconsciente
constituyen la base del trabajo de autohipnosis que presentamos en
este libro. Así como un pensamiento inconsciente no puede ser re-
conocido hasta que se torna consciente, muchos pensamientos y ex-
periencias conscientes resultan ampliados y distorsionados por la dis-
posición, el talante, la preconcepción, etc., del inconsciente. En otras
palabras, tanto el consciente como el inconsciente son importantes.
EL MUNDO DE LAS ASUNCIONES
La integración cerebral está íntimamente relacionada con nues-
tro mundo de asunciones. Las personas predicen y anticipan sucesos
recurriendo a múltiples ideas, creencias, actitudes y expectativas.
SegúnJerome D. Frank, el mundo de las asunciones es:
La expresión taquigráfica de un conjunto de valores, expectativas
e imágenes de uno mismo y los demás, altamente estructurado, com-
plejo e interactuante, que guían y al mismo tiempo son guiados por las
percepciones y el comportamiento de la persona y están es -
trechamente relacionados con sus estados emocionales y sensaciones
de bienestar. [. .. ]Las asunciones más duraderas se organizan en acti-
tudes con componentes cognitivos, afectivos y de comportamiento.
Frank, 1973
Algunas asunciones son inconscientes, y se toman por verdaderas
sin que l~ conciencia corrija esta idea. Las actitudes que derivan de
tales asunciones permanecen relativamente estables, aunque afectan
nuestra interacción con el entorno e influyen sobre ella. Por ejemplo,
las expectativas catastróficas pueden derivar en ansiedad, desaliento y
una incapacidad para manejar situaciones estresantes debido al miedo
a lo peor, una postura d e la que pueden surgir creencias y asunciones
negativas sobre hechos en general. Por el contrario, cuando las acti-
tudes se relacionan con expectativas positivas, la persona consigue en-
frentar las circunstancias difíciles con esperanza y confianza .
86 AUTOHIPNOSJS
Tanto las asunciones como las creencias pueden ser aprendidas
desde la esfera interpersonal de la familia y los amigos, la religión, la
cultura y la escuela, por lo general sin realizar una evaluación cons-
ciente. Otras surgen de lo intrapersonal, es decir, de la interacción en-
tre la propia personalidad y el mundo. La mayoría de las personas
piensan detenidamente y luego escogen, por ejemplo, una profesión,
pero las creencias y actitudes personales en cuanto al trabajo suelen
darse por hecho y son inconscientes. Algunas personas consideran
que el trabajo es una lucha, una obligación desagradable, mientras
otras lo definen como un medio transitorio de tener tiempo libre los
fines de semana, algo que llevan a cabo con el menor esfuerzo posible.
Un tercer grupo piensa que el trabajo es un compromiso temporal y
se entrega a él con devoción porque da sentido a sus vidas. Las acti-
tudes también cambian un poco con el paso del tiempo. Por ejemplo,
a la edad de la jubilación, el trabajo tiene un significado completa-
mente diferente que a los veinte años. Estas actitudes y valores
pueden haber evolucionado a partir de la dinámica interna personal,
de las interpretaciones del modo en que los propios padres hacen
frente al trabajo, o de la respuesta a circunstancias externas, como
una guerra devastadora. Independientemente de sus orígenes, nues-
tras creencias, valores, asunciones y predisposiciones influyen sobre
las decisiones que tomamos en la vida. La hipnosis nos permite modi-
ficar nuestro mundo de asunciones y anula sus límites habituales con
el fin de que podamos realizar alteraciones para nuestro beneficio.
EL LENGUAJE COMO UNA EXPRESIÓN DEL INCONSCIENTE
A través del lenguaje simbolizamos nuestra interpretación de la
realidad. Burke afirma que, nos demos cuenta o no, todos utilizamos
símbolos.
¿Pero podemos llegar a darnos cuenta de lo que significa esa
fórmula, de que una parte abrumadoramente grande de lo que con-
sideramos «realidad» ha sido creada para nosotros nada más ni
nada menos que a través de nuestros sistemas de símbolos?
Burke, 1969
EL INCONSCIENTE 87
A partir de símbolos y palabras inferimos conceptos, simplifican-
do la realidad; concebimos, y en consecuencia creemos. Pero des-
pués de años de ese hábito, corremos el riesgo de comenzar a con-
fundir los símbolos con la realidad que intentan señalar. Entonces el
uso del lenguaje separa nuestra experiencia personal de la realidad
del objeto complejo y multifacético.
Ese lenguaje no es más que un grupo de etiquetas, signos que
nos ayudan a encontrar el camino. [. .. ] Se trata de términos abso-
lutamente vacíos comparados con la sustancia del objeto que
nombran.
Burke, 1969
El inconsciente va más allá de los símbolos, las palabras y los con-
ceptos, una rica y variada experiencia no verbal. Cuando hablamos
espontáneamente sin pensar, nuestro lenguaje puede expresar signifi-
cados inconscientes. En efecto, si le prestamos la debida atención al
flujo de palabras natural e incontrolado, descubriremos que puede
revelar mucho acerca de nuestro mundo de asunciones, concreta-
mente a través de nuestros sentimientos, estados de ánimo y dinámi-
ca interna. El inconsciente se expresa con el uso de las palabras y el
espacio que las separa. El nivel más profundo del símbolo no es un
símbolo, sino algo más. A través de un medio como el lenguaje inten-
tamos comunicar el significado de la realidad, a pesar de lo cual ésta
siempre trasciende los límites conceptuales.
B. L. Whorf caracterizaba esta concepción del lenguaje en general:
Todo lenguaje contiene términos que alcanzan un campo de
referencia cósmico, que cristalizan en sí mismos los postulados bási-
cos de una filosofía no formulada en la que se unen los pensamien-
tos de un pueblo, una cultura, una civilización, incluso una era.
Carro!!, 1956
Estos términos son asunciones asumidas que ayudan a insertar a
las personas en su contexto cultural e histórico. Palabras tales como
byte u online pueden haber sonado extrañas a quienes vivieron en la
 88 AUTOHIPNOSIS

época anterior a los ordenadores e Internet, pero los niños actuales Capítulo 4
asumen naturalmente la terminología informática como parte de su
realidad. De forma similar, los padres de esos niños han aceptado Mente y cuerpo
ciertas palabras, como «canales» (en relación con conceptos televi-
sivos), como una parte de su realidad que ya han asumido. Para esos
padres, la televisión resultaba extraordinaria en sus comienzos. No
podemos imaginar cómo será el mañana, pero nuestros hijos, y sus
propios hijos, seguramente también lo asumirán como parte de su
realidad.
Soy cuerpo en tanto y en cuanto para mí el cuerpo es un tipo de
* "fe * realidad esencialmente misteriosa, irreducible a esas fórmulas de-
terminadas (al margen de lo interesantemente complejas que
La intuición, los hábitos, las predisposiciones, los sueños, las aso- puedan ser) a las que sería reducible si pudiese ser considerado
ciaciones y las asunciones acerca del mundo, e incluso nuestro uso simplemente un objeto.
del lenguaje, suelen tener lugar fuera del campo de la conciencia. El
inconsciente funciona de forma natural en la vida cotidiana, siempre Gabriel Marce!, 1969
con la capacidad de ayudarnos a regresar al marco de la realidad para
superar nuestras limitaciones aprendidas. Ahora que nos hemos fa-
miliarizado con el potencial positivo del inconsciente, podemos em-
; ) Wprimeros filósofos consideraban que la mente y el cuerpo
pezar a darle verdadera utilidad.
# r ¡ n entidades separadas. La famosa declaración de
Descartes «Pienso, luego existo», incluida en sus Meditacion es, se-
para la mente del cuerpo, y desde entonces los filósofos ha tenido
que responder al gran pensador. La filosofía cartesiana se basaba en
la teoría del conocimiento que establece que sólo podemos saber
con certeza a través de nuestra propia mente. Para formular una
pregunta o dudar primero tenemos que pensar. Y en consecuencia,
un pensador debe existir. Cogito, ergo sum. Es posible probar la exis-
tencia del mundo de los objetos y de las otras personas sólo desde
nuestra consciencia de su realidad. De esto deriva la creencia de que
la realidad es dual: mente y cuerpo, o espíritu y materia . No es posi-
ble considerar que la mente existe en el espacio físico: no puede ser
vista, medida ni tocada, excepto de forma indirecta, por inferencia.
Sólo el cuerpo existe en el espacio, se pu ede medir y tenemos la
posibilidad de observarlo de forma directa . Los descubrimientos
posteriores cuestionaron el punto de vista dualista de Descartes
acerca de la mente y el cuerpo.
 90 AUTOHIPNOS!S
LA ECUACIÓN PERSONAL
En 1796 en el observatorio de Greenwich tuvo lugar un hecho
aparentemente inocuo que, sin embargo, cambió para siempre la his-
toria de la astronomía y el pensamiento filosófico. Maskelyne, As-
trónomo Real del observatorio, despidió a su asistente Kinnebrook
porque las mediciones qu e este último había reali zado sobre el
movim.iento de una estrella eran ocho décimas de segundo más lentas
que las suyas. Kinnebrook había sido contratado para efectuar obser-
vaciones a través de un telescopio mientras se guiaba por un reloj, y
se suponía que debía cronometrar el movimiento de la estrella desde
un punto de observación a otro. Este método de medición era con-
siderado preciso hasta una décima de segundo, motivo por el que
Maskelyne pensó que su asistente era un inútil por haber registrado
mediciones tan imprecisas.
El significado de este incidente pasó inadvertido hasta que veinte
años más tarde un astrónomo llamado Bessel (1874 -1846) notó el
mismo fenómeno, y qµedó tan sorprendido que pidió el informe
completo para investigar si esta diferencia personal se mantenía cons-
tante en el caso de otros observadores experimentados. Junto a otro
astrónomo, Bessel comparó los informes individuales, ¡y descubrió
que diferían en más de un segundo! La fórmula resultante de la
diferencia recibió el nombre de «ecuación personal», y Bessel dedujo
que el retraso se debía al tiempo que llevaban los procesos mentales.
Investigaciones posteriores desarrollaron y elaboraron estos des-
cubrimientos. En 1850 un famoso pionero de la psicología experi-
mental, Hermano Helmholtz (1821-1895), afirmó que los impulsos
viajan más lentamente que las ondas sonoras. Nuevos experimentos
que empleaban métodos diferentes también tuvieron una variabili!
dad directamente relacionada con las reacciones personales.
Muchas personas llegaron a creer que la velocidad de trans-
misión de los impulsos nerviosos estaba determinada por variables
como la altura. John C. Whitehorn (1894-1971), investigador y jefe
de personal del hospital J ohns Hopkins, se preguntó si esa afirma-
ción era cierta, e investigó si las personas altas tardan más en llevar a
cabo el reflejo rotuliano que los individuos de baja estatura. White-
horn descubrió entonces que no existía una diferencia significativa
...._- ~~~~~~~~~~~~~~~~~------------------...............................................~il..................................................~--~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~-
MENTE Y CUERPO 91
general, sino únicamente variaciones individuales. Las rea~ciones
personales no están determinadas de un modo fijo, a pesar de que
tengan muchas características en común. La ecuación .personal era
individual, y Whitehorn utilizó esta conclusión en su trabajo clínico
como psicoterapeuta. La comprensión personal es fundamental.
Gustav Theodore Fechner (1801-1887), un hombre sumamente
versátil que destacó como humanista, poeta, físico y filósofo con una
idea mística de la unidad de la vida, consideraba que toda la tierra era
como un organismo, un ser vivo unificado y espiritual que denominó
gaiea. Los vientos representaban la respiración, la corteza terrestre la
piel, y los ríos y océanos las venas y arterias. Fechner abogaba por un
enfoque ecológico, muy adelantado a su época, y a pesar de que pocos
le siguieron, su investigación marcó un hito. Intentó demostrar la
unidad de la mente y el cuerpo a través de una ecuación:
Los incrementos relativos de la energía corporal y la medición
del aumento de la correspondiente intensidad mental podía ser
calculada matemáticamente como la razón entre los dos.
Boring, 1950
Fechner es reconocido científicamente por la psicofísica, que ex-
plicó en su libro Elemente der Psychophysik. Desde su punto de vista,
la psicofísica era la ciencia exacta de las relaciones fundamentales de
dependencia entre la mente y el cuerpo.
Los tiempos de reacción a los esfuerzos de medición varían no
sólo de acuerdo con la ecuación personal, sino que también difieren
de la disposición o expectativa del observador. Las actitudes expec-
tantes predisponen al observador a reaccionar más lentamente o con
mayor rapidez, dependiendo de cómo se secuencian las expectativas.
LA EXPECTATIVA Y LA INTERACCIÓN MENTE-CUERPO
La expectativa o teoría de la disposición fue un importante con- ( '
cepto en psicología durante muchos años. Fechner demostró que los
músculos pueden recibir una noción que luego persiste para juzgar el
92 AUTO HIPNOSIS
peso de algo (véase Capítulo 3 ). Fechner demostró que una vez que
los músculos esperan que un objeto de determinado volumen y
tamaño pese una determinada cantidad, estimarán que otro objeto
de idéntico aspecto tendrá el mismo peso, aunque en realidad sea
más pesado o liviano. Los psicólogos rusos fueron más allá: la psi-
cología desarrollada en Rusia se basó en la creación de predisposi-
ciones hacia ciertas acciones y percepciones, que se presentan en to-
das las modalidades posibles.
La investigación del placebo ha demostrado que la expectativa y
la disposición unen la mente y el cuerpo. Los placebos son sustancias
inertes que no contienen ingredientes activos de ninguna clase; en los
primeros estudios se suministraban placebos a un grupo de control
que creía que aquellas sustancias contenían medicinas que les ayu-
darían a aliviar sus dolencias. Estos sujetos mejoraron en poco tiem-
po, tanto como el grupo que recibió medicinas reales. Los investi-
gadores comprendieron a partir de estos experimentos que la
expectativa positiva de la ayuda había influido sobre el estado fi-
siológico de los sujetos hasta curarlos.
Los investigadores desarrollaron aún más estos conceptos, y rea-
lizaron experimentos que utilizaban la respuesta al placebo puro. En
uno de ellos (Park y Covi, 1965, en Frank y otros, 1978), los experi-
mentadores informaron a sus sujetos: «Lo que les daremos es un
placebo, lo cual significa que estas píldoras son completamente
inertes. Sin embargo, muchas personas se han beneficiado de estas sus-
tancias, y creemos que ese será también el caso de ustedes.» Lama-
yor parte de los sujetos participantes se aliviaron considerablemente
de sus problemas físicos, ¡e incluso algunos pidieron más placebo!
Este inesperado descubrimiento no fue tenido en cuenta al principio,
pero más tarde fue confirmado por otra investigación (Frank, 1991).
En la actualidad, el efecto placebo está completamente aceptado.
La comparación con estas sustancias constituye una parte indispen-
sable de las pruebas clínicas de las medicinas modernas, hasta el pun-
to de que una droga se confirma como un tratamiento efectivo sólo si
funciona significativamente mejor que un placebo.
La influencia de la imaginación sobre el cuerpo puede ensombre-
cer la acción de un medicamento. En un estudio, los sujetos reci-
bieron leche tibia con una medicación que era un potente estimu-
MENTE Y CUERPO 93
}ante, aunque a ellos se les dijo que la leche tibfa. era calmante y que
por lo general provocaba sueño. ¡Y, en efect: -e:>, las personas se
quedaron dormidas! .
Estos experimentos ilustran la poderosa ir::::m.teracción entre la
mente y el cuerpo, si bien tras muchos años de e:::x::::::perimentos aún no
se comprende claramente cómo se produce. Los ~fectos de la mente
1~
sobre el cuerpo deberían ser reconocidos, acept ~dos y utilizados en
d tratamiento. La mente no siempre necesita dorx=:3.inar al cuerpo para
ser beneficiosa, ni tampoco el cuerpo tiene que dominar la mente:
ambos pueden interrelacionarse con armonía.
En ocasiones resulta muy útil dirigir la atenc.=i.ón a las respuestas
fisiológicas. La meditación está ganando mucho ~ adeptos como un
método que recurre al entrenamiento mental p"a x:-- a proporcionar paz
interior y una sensación de bienestar. Por eje r-::n plo, una persona
puede cultivar la meditación deliberadamente I==>ara reducir su res-
puesta al estrés, y de esta forma contribuir a me:j orar una úlcera. La
relajación ha sido empleada también para hacerc:3.escender la tensión
arterial. Diversas investigaciones controladas que utilizaban hipnosis,
biorretroalimentación, capacitación para la relii.j ación y meditación
han indicado que existe una buena razón para ~ceptar los vínculos
beneficiosos que unen mente y cuerpo. Una téc~ica correcta puede
proporcionar potenciales de funcionamientD aún más elevados
(Simpkins y Simpkins 1996, 1997, 1998).
1
INTERACCIÓN MENTE-CUERPO
Parece suficientemente claro que la rel S31.ción de las personas
con su sociedad y con quienes les rodean puec:3a influir sobre la inci -
dencia, prevalencia y curso de las enfermedacJ[_es, y también sobre la
mortalidad que provocan. La cuestión es ah1> r - a cuándo lo hacen, en
qué circunstancias, mediante qué mecanisme>~ y hasta qué punto.
I-linkle, 1973
Frank afirmó que la ansiedad y la depresió:r:::::.. -que son los sín-
tomas más frecuentes entre los pacientes de ps .i~oterapia- son ex-
94 AUTOHIPNos1s
presiones directas de la desmoralización (Frank, 1973 ). Frank demostró
la importancia de la esperanza en diversos artículos y libros.
Los esfuerzos por elevar las expectativas positivas del paciente
pueden resultar tan genuinamente terapéuticos como la asociación
libre o la modificación de los hábitos.
Frank, 1965
Herbert Benson (1979) ilustró los efectos de las actitudes negati-
vas en el caso extremo de la ,muerte vudú, y describió casos docu-
mentados de estas incidencias como un fenómeno real en el que
prevalecían las actitudes de desesperación y la convicción de que no
había escape posible. Los habitantes de islas como Haití, Jamaica e
incluso las Bahamas pueden haber oído hablar de las maldiciones
vudú o incluso pueden haberlas presenciado, con terribles conse-
cuencias para el destinatario. Un mundo supuesto de creencias y ac-
titudes acerca del poder del vudú contribuye a incrementar sus de-
vastadores efectos. Los residentes de esos países conocen los
símbolos de las maldiciones. Cuando se echa un maleficio, se genera
un campo fértil para que los mecanismos de autosugestión provo-
quen el temido evento. El vudú demuestra el importante papel que
desempeña la mente.
¿Cómo es posible llevar al nivel del cuerpo los pensamientos y
experiencias que parecen estar en la mente? ¿Cómo se puede llenar
el vacío entre la mente y el cuerpo cuando interfieren las expectativas
negativas? La hipnosis trabaja tanto con la mente como corn el cuer-
po para intentar llenar ese espacio.
TERAPIA GESTÁLTICA: UNA TEORÍA SOBRE
LA UNIDAD MENTE-CUERPO
La terapia gestáltica, fundada por Frederick S. Perls, trataba la
separación mente-cuerpo establecida por Descartes como un síntoma
de neurosis generado en la alienación defensiva . Perls creía que la
mente y el cuerpo no debían ser separados, sino interactuar en un pa-
trón o unidad, una gestalt. La mente forma parte del organismo único
MENTE y CUERPO 95
de cada individuo, y mantiene una relación con el entorno de la per-
sona. El punto de contacto e identificación natural es el límite en el
que se produce la interacción. ~~ando surge un ~onflicto ~ co~~ con-
secuencia de ello se genera tens1on, las personas tienden a 1dentif1carse
a sí mismas con una parte del conflicto y alejarse de la otra. Con qué
parte se identifican depende de sus necesidades, sentido de la identi-
dad y exigencias de la situación. Por ejemplo, si estás sentado en clase,
probablemente te sentirás más identificado con tu mente a causa de las
. ideas y los conceptos que allí se manejan, mientras que las preocupa-
ciones corporales quedarán relegadas a menos que una necesidad o in-
terés urgente comience a llamarte la atención. Si sientes un fuerte do-
lor de cabeza, tu atención se alejará de la situación de aprendizaje. En
ese momento lo que más te atrae es la noción corporal, al menos hasta
que consigas resolver lo que te está causando el dolor o lo aceptes estoi-
camente mientras prestas atención al profesor. La conciencia de las
sensaciones corporales forma parte de un sistema de señales que nos
recuerda que no debemos pasar por alto nuestras necesidades. Este
funcionamiento puede poner en marcha el motor de la acción, ani-
mándonos a hacer algo para satisfacer nuestras necesidades. Y cuando
lo hacemos, comenzamos a descubrir una corrección saludable, moti-
vada y creativa. Pero Perls pensaba que el contacto tenía que ser cons-
ciente. La hipnosis y la meditación demuestran que el contacto y la
orientación no necesitan ser conscientes, y ese es el punto en el que se
producen variaciones entre los individuos.
A veces debemos disociar transitoriamente de la conciencia nues-
tra preocupación por el cuerpo para cumplir con nuestros objetivos.
Por ejemplo, en 1988, durante un importante partido de fútbol
americano, varios jugadores vitales para el equipo de San Diego
Sockers resultaron lesionados. Aun así, se alinearon con el equipo
durante el partido final, que era el decisivo, para intentar ganar el
campeonato. El objetivo de la victoria era lo más importante para ellos
en aquel momento, así que dejaron a un lado el dolor y el malestar
-que se convirtieron en elementos secundarios- para entregarse de
lleno al partido. En este ejemplo, los jugadores superaron transitoria-
mente las limitaciones que les habían impuesto sus lesiones.
La terapia gestáltica considera la conciencia corporal como la ex-
periencia primaria de «estar en el mundo». Peris solía decir: «Yo soy
96
mi cuerpo.» En este método, los individuos aprenden a concentrarse
en las sensaciones corporales y a responsabilizarse de las tensiones
experimentadas: la conciencia, en este caso, es curativa.
Existe una técnica de conciencia corporal utilizada originalmente
en la primera terapia gestáltica (Perls, Hefferline y Goodman, 1951)
que tiene la finalidad de incrementar la conciencia, de entrar en con.
tacto. Puedes experimentarla en el siguiente ejercicio: . cupera el estado de equilibrio neutral de «indiferencia creativa»
Concentración corporal
Primero descríbete a ti mismo lo que estás experimentando. Presta
mucha atención a las sensaciones. Espera a que surja una fantasía o una
secuencia de pensamientos, sentimientos e ideas relacionadas. Por ejem-
plo, podrías imaginar que te encuentras en una situación social tensa que
has manejado con moderación a pesar de sentirte molesto. Quizá aparez-
can en tu mente intuiciones e ideas acerca del significado de las cosas.
Con la práctica, aprenderás a notar y observar atentamente lo que surja.
El cuerpo habla su propio idioma simbólico, comunicándose a
través de la postura, los gestos y el movimiento. En la terapia gestálti-
ca el terapeuta observa el lenguaje corporal de los pacientes mientras
se encuentran sentados y hablan. En un determinado momento el es-
pecialista interrumpe la verbalización defensiva del paciente y le pide
que exprese con palabras descriptivas lo que en realidad significan
sus posturas y gestos. El cuerpo no miente. Los pacientes aprenden a
expandir su percepción de sentimientos, actitudes y pensamientos
profundos para entrar en contacto, y a medida que expresan el sig-
nificado indicado por sus gestos o postura toman más conciencia de
sí mismos y recurren a sus recursos internos para resolver conflictos.
Este método depende de la conciencia para provocar un cambio.
La homeostasis es la tendencia natural del cuerpo a buscar el
equilibrio y descansar, una aceptada teoría fisiológica que también es
aplicable a la personalidad. Experimentamos tensión cuando surge
una necesidad que se convierte en urgente, y dicha necesidad tiende a
organizar el correspondiente comportamiento, que es un patrón de
acción requerido para satisfacer y equilibrar el déficit. Por ejemplo,
MENTE y CUERPO 97
cuando necesitamos agua sentimos sed y notamos las potenciales
fuentes de agua. Se nos ocurren pensamientos, imágenes e impulsos
relacionados directamente con el agua, hasta que finatmente bus-
camos líquido para saciar nuestra sed y el déficit se soluciona. Así se
resuelve la tensión, completando, formando una unidad de patrón,
dando por finalizada la gestalt, y es entonces cuando el organismo re-
(Perls, 1969). Posteriormente aparece una nueva y más urgente
necesidad y se organiza una nueva gestalt, con lo que el ciclo se reini-
cia. Las personas pueden entrar en contacto con lo que realmente
necesitan a través del conocimiento de sí mismas, sintiendo y toman-
do conciencia de sus impulsos, fantasías, tensiones y malestares. Las
sensaciones y percepciones corporales pueden funcionar como
señales que indican qué es lo más importante, pero a través de la hip-
nosis es posible responder de forma automática e inconsciente a las
necesidades con una sensibilidad intuitiva. Confía en tu inconsciente.
La sabiduría ya está presente, conectada; pero el conocimiento
consciente es secundario. Los intentos por controlarnos deliberada-
mente pueden interferir con la capacidad innata del organismo de
equilibrarse de forma instintiva, satisfaciendo necesidades y dando
por finalizados los asuntos no resueltos. La autorregulación es una
característica natural de la vida sana. El cuerpo y la mente deberían
ser una unidad integrada saludable, pero si se produce una división
dualista entre la mente y el cuerpo, éste indicará el problema a través
de los símbolos y el lenguaje corporal.
Demuestra más sensibilidad hacia tu cuerpo; esa habilidad te resul-
tará sumamente útil en la autohipnosis debido a que en ocasiones de-
searás reconocer ínfimas señales provenientes de tu cuerpo en trance.
La hipnosis trabaja con la mente y el cuerpo como una unidad: el pen-
samiento se refleja en la experiencia corporal, y las experiencias de las
sensaciones corporales pueden quedar reflejadas en los pensamientos.
Ejercicio de percepción corporal
Túmbate en el suelo. Flexiona las rodillas de modo que las plan-
tas de los pies queden completamente apoyadas sobre el suelo. Relaja
 AUTOHIPNos~
98
tu cuerpo y líbrate de todas las t ensiones innecesa rias. Mientras tu
atención analiza tu cuerpo, las tensiones en un área determinada se
hacen más evidentes, mientras que otras zanas de sensaciones corpo-
rales pasan a segundo plano. Por ejemplo, es posible que ahora sientas
la espalda y los hombros tensionados a pesar de que antes no lo habías
notado. Cuando prestes atención a esta situación para eliminar la ten-
sión, tal vez tengas una fantasía o recuerdes una situación molesta que
tuvo lugar durante el día. Sigue concentrándote en lo que espontánea-
mente atraiga tu atención. Esta es la esencia de la t écnica de la con-
ciencia: mezclar la concentración con lo que espontáneamente atrae tu
atención. Desde esta posición resulta sencillo invitar a la tensión de la
espalda a alejarse lo máximo posible (por continuar con el ejemplo an-
terior), junto con las preocupaciones que ella misma te provoca.
Tu cuerpo puede comunicarte mucho acerca de tus intuiciones y
sentimientos más profundos, pero recibir esta información y uti-
lizarla sabiamente es un arte sutil. Einstein es famoso por haber uti-
lizado sus sensaciones corporales de forma intuitiva para descubrir
la relatividad. Él creía que la relatividad existía porque la había de- ,
tectado en su propio cuerpo, y aquellas sensaciones le llevaron a tra-
bajar matemáticamente para probar que sus intuiciones eran reales.
Los detectives son capaces de descubrir cosas porque tienen presen-
timientos. El músico de jazz Miles Davis dijo que utilizaba sus sensa-
ciones corporales con el fin de desarrollar patrones creativos para sus
composiciones musicales. Todos estos son ejemplos de los vínculos
entre la mente y el cuerpo utilizados con fines positivos.
Conciencia sensorial
La conáencia sensorial, desarrollada por Charlotte Selver en la
década del 50, estudia la mente y el cuerpo desde otro ángulo. Los
problemas mentales desaparecen cuando simplemente prestamos
atención a las sensaciones sin agravarlas. Los practicantes de este arte
se concentran en los detalles de la experiencia sensorial, y los pen-
samientos pasan a un segundo plano. En lo que realmente se concen-
tran es en las sensaciones kinestésicas como el tacto, el movimiento,
99
MENTE Y CUERPO
la relajación, la tensión, el peso y la respiración. Todas las personas
sienten que sus vidas se enriquecen notablemente cuando cesan sus
tensiones crónicas, problemas psicosomáticos y alteraciones .de carác-
ter, de modo que los profesionales aplican la terapia cuando sus
clientes aprenden a experimentar sin la interferencia de los pen-
samientos, porque el hecho de prestar atención desemboca natural-
mente en un estado de relajación. La conciencia sensorial también
puede ser desarrollada en las actividades cotidianas; a modo de ejem-
plo, diremos que Se/ver y Charles V W Brooks animaban a sus alum-
nos a experimentar mientras caminaban o estaban sentados, e incluso
durante la práctica de actividades tan comunes como lavar los platos.
Tú también puedes experimentar con ejercicios para incrementar tu·
conciencia sensorial.
Conciencia sensorial
Si deseas desarrollar tu conciencia de las sensaciones con el fin de
practicar la hipnosis, es preferible que realices este ejercicio en · la
ducha o durante el baño. Abre el grifo y deja correr el agua a la tem-
peratura que emplees habitualmente. Siente cómo cae sobre tu cuer-
po. Después de unos minutos calienta el agua un poco más, y observa
si el cambio afecta a las sensaciones de tu piel, o tus músculos se rela-
jan. Nota cualquier otra sensación que puedas percibir en tu cuerpo. A
continuación baja la temperatura y presta atenczó1. a tus reacciones.
Compara tus sensaciones acuales con aquellas que experimentabas
cuando el agua estaba más caliente. No utilices temperaturas demasia-
do /rías o calientes.
Conciencia sensorial de la respiración
Siéntate o túmbate en una posición que te resulte cómoda. Explo-
ra tu cuerpo con atención, sin cambiar nada. Simplemente nota qué
experimentas. Percibe tu respiración. ¿Es tranquila? ¿Dificultosa?
¿Lenta? ¿Agitada? Después de unos instantes intenta relajarla. De
vez en cuando puedes apoyar las manos sobre la caja torácica para sen-
 AUTO HIPNOSIS
100
tir cómo sube y baja tu pecho cada vez que respiras. En esta actividad,
como en la hipnosis, no debes intentar modificar deliberadamente tu
forma de inspirar y espirar, sino permitir que el cambio se produzca
de forma natural. ¿Puedes permitir que toda tu caja torácica participe
en la respiración? ¿Puedes dejar que el abdomen se relaje y se mueva
al compás de la respiración? ¿Sientes que el tercio inferior de tu
columna y tu cintura se mueven? ¿Y los hombros?
TERAPIAS CORPORALES
Son muchas las terapias que reconocen la importancia de liberar
la energía corporal. La bioenergética, por ejemplo -basada en las
ideas de Wilhelm Reich, y más tarde desarrollada por Alexander
Lowen-, sostiene que los conflictos están representados y pueden
ser expresados simbólicamente en el cuerpo como problemas postu-
rales, tensiones crónicas, problemas con la imagen corporal o expe-
riencias disociadas.
Las tendencias de la personalidad suelen comunicarse incons-
cientemente a través de significados que tienen que ver con el cuer-
po. Por ejemplo, los conflictos con patrones de ansiedad pueden ser
expresados como ceguera funcional o parálisis, y en esos casos los
pacientes sienten que son incapaces de ver o moverse a pesar de que
no existe razón física que cause tal problema. Los obsesivos compul-
sivos tienden a centrarse en el pensamiento y no notan sus cuerpos;
los pacientes bipolares suelen tener límites corporales exagerada-
mente poco definidos, y los esquizofrénicos pueden no reconocer su
propia imagen corporal en un espejo, además de que en ciertos casos
perciben imágenes alucinatorias fluctuantes de sus propios cuerpos.
Los terapeutas corporales creen que la cura de la neurosis se con-
sigue corrigiendo las experiencias de integración de la imagen del
cuerpo con la emoción, ya que la mente se moverá en esa misma di-
rección. Los procedimientos terapéuticos consisten en adoptar de-
terminadas posturas o movimientos que permiten liberar emociones,
entre los que figura el masaje que divide el tejido conectivo, como el
de Rolfing, utilizado para deshacer bloqueos y liberar a los pacientes
de conflictos simbolizados estructuralmente en alteraciones del tejí-
(
t'
MENTE Y CUERPO 101
do, como la tensión crónica. El masaje permite que los individuos ac-
cedan a emociones previamente reprimidas para que salgan adelante
mediante la abreacción y el análisis.
Las terapias corporales han demostrado que existe una estrecha
interacción entre el cuerpo, las emociones y los pensamientos, ya que
aprender a relajarse suele contribuir a eliminar las actitudes tensas.
La concentración sobre las experiencias corporales permite asimis-
mo utilizarla como un sistema de símbolos que sirve para compren-
der y resolver los conflictos de forma no verbal.
Imagen corporal es el término que emplean los psicólogos para
referirse a las actitudes, creencias y experiencias que todos tenemos
en relación con nuestro cuerpo. Una completa investigación realiza-
da por Fisher (1970) indicó que los rasgos de carácter están rela-·
cionados con ciertos patrones de concentración de la atención. La
imagen corporal varía simbólicamente con los rasgos de la persona-
lidad, y también existen características distorsiones de la percepción
corporal relacionadas por lo general con emociones y actitudes es-
pecíficas. Así, por ejemplo, si estás inconscientemente enfadado
contigo mismo, puedes llegar a considerar que tu cuerpo carece de
atractivo.
La imagen corporal resulta beneficiosa y positiva en ciertos casos,
pero los problemas suelen impedir la precisa percepción del propio
cuerpo. La hipnosis trabaja tanto con él como con la mente, y en con-
secuencia enfoca los problemas desde varios niveles al mismo tiempo.
FENÓMENOS IDEOMOTORES: LA COMUNICACIÓN
CON LA MENTE INCONSCIENTE
La hipnosis cuenta con una solución pragmática para la división
mente-cuerpo planteada por Descartes: los fenómenos ideomotores
reflejos, que se producen de forma natural cuando el pensamiento, la
imagen o la experiencia se convierten automáticamente en experien-
cia, movimiento o sensación corporal. No existe una separación real:
el pensamiento se convierte en acción, la imagen se transforma en
respuesta motora, y la experiencia sensorial imaginaria se convierte
en un fenómeno sensorial real.
102 AUTOHIPNOSJS
En trance profundo, el inconsciente reinterpreta los fenómenos
sensoriales y motores en fantasías, alucinaciones, sueños y otras ex-
presiones simbólicas que encierran diversos significados potenciales.
La observación minuciosa de estos fenómenos puede resultar muy
útil en la autoterapia.
Erickson y Rossi utilizaron los fenómenos ideomotores como ac-
cesos a otros fenómenos y habilidades. Un primer ensayo de Erick-
son, titulado «La técnica de mi amigo Johm>, exploró los fenómenos
ideomotores en relación con el trance y la sugestión (Erickson, en
Erickson y Rossi, 1980). Con una combinación de anécdotas y teoría,
Erickson describió el modo en que las experiencias claramente ima-
ginadas ayudan a las personas a recurrir a sus propios potenciales
para alcanzar el trance. Cuando un individuo emplea su talento
espontáneo para visualizar claramente a otra persona entrando en
trance, se teje un hilo conductor hacia el trance del propio obser-
vador. Esta clase de efecto es natural y por lo general sorprende mucho
cuando se produce, a pesar de que estaba implícito en el trabajo de
Bernheim sobre los fenómenos ideomotores de hace siglos.
El modo más sencillo de comprender los fenómenos ideomotores
es experimentar con ellos. El siguiente ejercicio te ofrece una idea
empírica de la interacción consciente-inconsciente entre la mente y el
cuerpo.
Ejercicio sobre el efecto ideomotor: el péndulo de Chevreul
Coge una pesa de plomo, que se consigue fácilmente en la mayo-
ría de las ferreterías, o usa cualquier objeto pesado, como un meda-
llón, un anillo o una tuerca grande, y átalo al extremo de una cuerda.
Sobre un papel común dibuja una cruz grande con ángulos rectos.
Siéntate en una silla, apoya ambos pies completamente sobre el suelo,
y coloca el papel junto a ellos, frente a tz; mientras descansas el codo
sobre una rodilla y sostienes el hilo con la pesa directamente sobre el
dibujo, sin permitir que el objeto toque el papel. Cierra los ojos. Ima-
gina que la pesa se balancea a lo largo de uno de los ejes de tu dibujo.
Imagina claramente que se mueve de un lado a otro, o de frente hacia
atrás. Piensa que los balanceos se hacen cada vez más amplios. Abre
MENTE Y CUERPO 103
los ojos y verás que el objeto se está moviendo. A continuación cierra los
ojos de nuevo e imagina que el péndulo cambia de dirección, o que os-
cila en círculo. Imagina el balanceo lo más claramente po~ible, y es-
pera tu respuesta.
, Algunas personas perciben un movimiento muy sutil al comien-
zo, mientras otras descubren que el péndulo parece balancearse con
intensidad. El efecto evoluciona cuanto más practicas, y los
movimientos limitados «crecen» cada vez más. Así, poco a poco,
conseguirás comunicarte con tu inconsciente y recurrirás a esta mis-
ma habilidad más adelante para incrementar tu comunicación inte-
rior. Sin embargo, primero debes aceptar y entrar en contacto con la
sabiduría que albergas en ti.
Pregunta a tu mente inconsciente
Puedes formular preguntas a tu mente y obtener respuestas afir-
mativas, negativas o un «quizá». Asigna el NO al eje horiz.ontal, el SÍ
al vertical, y representa el QUIZÁ mediante el movimiento circular.
Una vez que hayas formulado la pregunta, repite lo que has hecho en
el ejercicio anterior: el péndulo se moverá en una dirección en particu-
lar, dando una respuesta inconsciente. Permite que sea espontánea.
No interfieras.
Con mayor cantidad de energía, los pensamientos se convierten
en acción mientras los patrones de actividad pasan del nivel poten-
cial de fantasía al nivel de realidad (Perls, 1969). La primera teoría de
Freud acerca de los complejos, las ideas reprimidas y los impulsos
opuestos puede ser interpretada como una extensión lógica de la
teoría ideomotora de la hipnosis. El nivel de energía tiende a deter-
minar si los pensamientos continúan siendo precisamente eso o se
convierten en acción, y si las acciones, a su vez, pueden derivar en
pensamientos relacionados.
Los actores de método utilizan este sistema para producir una
emoción cuando la necesitan. Llevar a cabo una acción asociada ayu-
da a evocar un sentimiento. Por ejemplo, gesticular con un puño cerra-
 104 AUTOHIPNOSIS
do puede generar un profundo sentimiento de ira en un actor profe-
sional y, del mismo modo, un individuo puede experimentar una
catarsis al sentir y experimentar con la imaginación lo que realmente
significa para él una determinada situación. Los recuerdos altamente
estimulantes y las ideas asodadas tienden a generar la acción que
permite solucionar el problema. Como ejemplo podemos citar una
escena de la cinta de vídeo titulada Aflicción y pseudoa/licción, donde
Perls ayudaba a una paciente a sentir su dolor y reavivar sus recuer-
dos de forma minuciosa. Al aceptar y experimentar su pesar en
repetidas ocasiones durante la interacción terapéutica, la mujer
acabó por asimilarlo y comenzó a percibir en su traumática experien-
1 1
cia nuevos significados que no había incorporado hasta ese momen-
to. El sentido de su dolor cambió y eso le permitió crecer y desarro-
llarse como persona.
Explora las sugestiones ideomotoras e ideosensoriales para
percibir el vínculo inconsciente entre la mente y el cuerpo utilizando
la imaginación y comprobarás que a medida que se produzcan al-
teraciones en los significados podrás liberarte de los patrones de su-
posición redundantes. En los próximos capítulos exploraremos y de-
sarrollaremos estas importantes habilidades.
•k "'.'( -.'e
Esta sección del libro se ha centrado en la integración de la con-
ciencia corporal y mental con la finalidad de abrir un acceso hacia el
funcionamiento sano. Gracias a la autohipnosis, la mente y el cuerpo
pueden coordinarse de diversos modos. Ábrete a la información sen-
sorial que recibes de los ejercicios de conciencia corporal, y deja de
lado transitoriamente cualquier idea preconcebida sobre cómo es tu
cuerpo en realidad: tu único propósito ha de ser la exploración y el
desarrollo personal. Concéntrate en la experiencia real, ya que, si te
1 lo propones, puedes conseguir una percepción corporal nueva, más
precisa y positiva que unifique la mente y el cuerpo. La aplicación
1 1
creativa de los ejercicios de este libro pueden ayudarte a lograrlo.
Capítulo 5
Sugestión: directa, indirecta y más
Concentra tu pensamiento en lo que se está diciendo, y deja
que tu mente se meta de lleno en lo que se está haciendo, así
como en aquello que lo está llevando a cabo.
Marco Aurelio
~<sugestión» es el proceso a través del cual se nos ocurre una
-{/'~~ea debido a su conexión o asociación con otra idea que ya
tenemos en mente. Una de las definiciones del diccionario afirma
que, en psicología, la sugestión es la inducción de una idea, decisión,
etc., mediante un estímulo verbal o de otra clase, en otro individuo
que la acepta de forma incondicional, como en el caso de la hipnosis.
Ambas definiciones describen parte del uso de la sugestión en
esta disciplina, y el diccionario indica que la sugestión está más rela-
cionada con el proceso que con el contenido. Las personas suelen in-
tentar utilizar la autosugestión de forma consciente, enfatizando di-
rectamente sobre el contenido -es decir, lo que desean sugerir-,
sin caer en la cuenta de que así pueden generar una activación de los
procesos conscientes (en lugar de los inconscientes) que acabará in-
terfiriendo con la eficacia de la terapia. Al enfatizar el proceso en lu-
gar del contenido de la sugestión, se activan las respuestas incons -
cientes individualizadas y ello a su vez estimula y permite el
surgimiento de la espontaneidad creativa, una importante fuerza
para el cambio.
La sugestión es una importante herramienta para la autohipnosis
que suele utilizarse junto con el trance, aunque son actividades sepa-
radas que resultan sumamente útiles a la hora de dirigir el propio
cambio. Tú mismo puedes conseguir grandes logros a través de la au-
tosugestión, como proponía Coué. En efecto, él ayudaba a sus pa-
106 AUTOHIPNosis
cientes y al mismo tiempo los liberaba de la dependencia de una in-
fluencia externa.
De todas las preguntas que surgen, la más apremiante desde el
punto de vista del hombre medio parece ser: ¿es necesario que exis-
ta un sugestionador? ¿Debe una persona someterse a la influencia
de otra, o podría ejercitar con igual éxito este potente instrumento
de salud en la privacidad de su propia habitación?
Coué, 1923
Coué pensaba que toda sugestión es autosugestión debido a que
el inconsciente debe aceptarla, independientemente de que provenga
de la propia mente, las circunstancias u otra persona. Está claro que
un individuo no puede influir sobre otro sin la cooperación de este
último.
La autosugestión consiste en recibir una idea y luego convertirla
en acción. Ambas operaciones se llevan a cabo fuera del marco de la
conciencia, de forma inconsciente, y el hecho de que la idea original
provenga del propio individuo o del exterior no supone ninguna
diferencia.
En ambos casos cumple el mismo proceso: primero es presen-
tada al inconsciente, a continuación es aceptada o rechazada, y por
último es llevada a cabo o ignorada.
Brooks, 1982
Cuando el inconsciente acepta la idea por completo, ésta, natu-
ralmente, tiende a ser concretada. Coué afirmaba que la imaginación
es más fuerte que la voluntad, y ya que la sugestión aceptada estimu-
la la imaginación es posible superar los muros de la voluntad y la re-
sistencia.
Tu mente consciente no necesita imponer ideas a tu inconsciente
para ser efectiva; la dominación no es la esencia de la sugestión. El
consciente y el inconsciente pueden interrelacionarse para mate-
rializar ajustes creativos positivos, mientras que la sugestión utiliza
los vínculos que unen el nivel psicológico y el fisiológico.
. SUGESTIÓN : DIRECTA, INDIRECTA Y MÁS 107
,, Para comprender la sugestión es necesario reconocer las sutilezas
del procesamiento consciente e inconsciente. Este libro enfatiza en la
autohipnosis, así que trabajaremos principalmente cqn la autosu-
gestión (que son las sugestiones que nos planteamos a nosotros mis-
mos) para que puedas utilizar la sugestión de forma positiva.
Experimenta con las ideas y ejercicios que te presentamos para
que sepas cómo utilizar la autosugestión, porque la teoría tiene un
significado diferente cuando la experimentas por ti mismo. A dife-
rencia de otras disciplinas, la hipnosis y la sugestión son más com-
prensibles cuando se las «siente», motivo por el cual te presentare-
mos ejercicios de sugestión que te ayudarán a familiarizarte con tus
propios parámetros de sugestibilidad, especialmente útiles cuando se
los combina con el trance.
PREPARACIÓN PARA LA SUGESTIÓN:
LA CONCENTRACIÓN ASOCIATIVA INDIRECTA
La concentración asociativa indirecta te ayuda a incrementar tu
capacidad para asumir sugestiones. Si permites que tus asociaciones
fluyan libremente, éstas no se limitarán a surcar el espacio vacío, diso-
ciándose sin dirección. Los patrones tienden a dirigir el fluir de las
asociaciones, y éstas pueden ser utilizadas para facilitar el vínculo con
patrones inconscientes de importancia terapéutica. Al analizar los sig-
nificados asociados aprendes a eliminar ciertas respuestas deseadas
sin manipularte mecánicamente como una marioneta, y el proceso te
sirve como «precalentamiento» para la siguiente experiencia. Cada
una de ellas te prepara para la siguiente, en una cadena continua.
La concentración indirecta utiliza significados, actitudes, ideas y
experiencias imprecisas, en cierto modo como sucede con la me-
ditación, y el entorno empírico que creas facilita que se produzca una
cierta respuesta . Los reflejos e intuiciones naturales pueden guiar la
exploración de patrones significativos, y la experiencia suele resultar
muy productiva.
Concentrarse en ideas y asociaciones significativas moviliza gra-
dualmente las expectativas a través de la imaginación. Cuando en
trance realizas exploraciones valiéndote de la concentración asociati-
108 AUTOHIPNOSIS
va indirecta, el contacto con tus fuentes internas te permíte acceder a
tus recursos.
Ejercicio de concentración asociativa indirecta
Siéntate y cierra los ojos. ¿Puedes recordar algún momento en
que hayas visto a alguien hipnotizado y recordar las ideas que la esce-
na generó en ti? Tal vez sólo has leído sobre la hipnosis. Piensa en lo
que esperas que suceda. Permite que tus pensamientos giren en torno
a la hipnosis y la sugestión. Contempla todas las posibilidades, como
una forma de precalentamiento para el proceso.
FORMAS DE SUGESTIÓN
La sugestión es una parte natural de nuestra experiencia cotidiana,
pero la mayoría de las personas ignora cómo emplearla de forma positi-
va. Las sugestiones adoptan diversas formas: algunas son obvias y direc-
tas, y otras sutiles y apenas perceptibles. Si deseas explorar este campo,
puedes experimentar con las siguientes formas de sugestión:
Sugestión espontánea e inducida
Baudouin diferenciaba las sugestiones espontáneas de las induci-
das. Las primeras son respuestas ocasionales e involuntarias a un estí-
mulo como la sugestión; y, por contra, la sugestión inducida se pro-
duce cuando deliberadamente te preparas utilizando técnicas de
sugestión con el fin de vivir una experiencia o alcanzar una determi-
nada meta. Otra forma de considerar estos dos fenómenos es com-
parándolos con un condicionamiento (véase Pávlov, capítulos 2 y 8).
Una sugestión espontánea es como una reacción refleja condicionada
que se produce de forma automática y reflexiva, mientras que una
sugestión inducida podría asemejarse en cierto sentido a una res-
puesta condicionada en la que los vínculos aprendidos se utilizan
para alcanzar objetivos.
SUGESTIÓN: DIRECTA, INDIRECTA Y MÁS 109
J.,tts cualidades de la sugestión
Rememora aquel momento de tu vida en que, sentado frente a
una hoguera, contemplabas las llamas y escuchabas con fascinación
una estremecedora historia de fantasmas y espíritus. Al final de la
narración, y de camino al dormitorio, todos los sonidos te parecían
cargados de misterio y tenías la sensación de que las sombras se
movían, lo cual te atemorizaba y llenaba de malos presagios. Este
ejemplo demuestra que una idea y una fantasía expuestas ante ti se
convirtieron en realidad: aunque sólo fuese por un momento, te sen-
tiste en medio de aparecidos.
Para variar de circunstancias, recuerda algún día en que te sin-
tieras un poco deprimido y el encuentro con un buen amigo de afable
sonrisa y buen talante te hicieran olvidar por completo la depresión .
En presencia de tu amigo tus propios pensamientos y sentimientos te
resultaban innecesariamente lúgubres, de modo que de pronto te
volviste a sentir positivo. Fuiste liberado de tu negatividad.
Ahora piensa en otros ejemplos.
Una sensación puede dar lugar a una sugestión al interactuar con
una idea previa. Por ejemplo, si esperamos que alguien nos visite el
sonido que produce una mascota dentro de su jaula puede hacernos
creer que llaman a la puerta. Si nuestra imaginación es suficiente-
mente activa, es posible que oigamos que suena el teléfono cuando la
casa está en completo silencio. Las ideas y las expectativas pueden
producir una sugestión espontánea.
En parte intrepretamos nuestras sensaciones a través de nuestro
mundo de asunciones, y por consiguiente podemos sugerir experien-
cias, ideas y emociones. Por ejemplo, a pesar de que no existe ningún
significado emocional obvio relacionado con el acto de comer, algu-
nas personas suelen tener más apetito cuando se sienten de determi-
nada manera. De forma no intencionada, indicios tales como la ira o
la frustración pueden sugerir en ellos la necesidad de comer, y en es-
tos casos el acto de ingerir alimentos no es una simple respuesta al
hambre.
W' 'I "i
110 AUTOHIPNósrs
Sugestión espontánea personal
Aprender a tomar conciencia de la sugestión espontánea puede
resultar tan útil como trabajar con la sugestión inducida. En primer
lugar, debes cultivar el conocimiento de las sugestiones espontáneas
notando cuando se producen y observándolas. Concéntrate en la ex-
periencia mientras tiene lugar, y realiza una observación rigurosa no-
tando las modalidades sensoriales o intelectuales que te resultan típi-
camente sugestivas. Cuanto más conciencia tomes de ellas mayor será
tu aprendizaje sobre ti mismo.
El sonido de alguien trabajando en la cocina puede sugerir una
cena o tal vez el despertar de cada mañana. El aroma de una comi-
da puede recordar su sabor y el deseo de comer. Las personas que
fuman suelen reconocer que el sugestivo aroma del tabaco les im-
pulsa a encender un cigarrillo. Pero si consiguen dejar el hábito, el
acto de fumar dejará de estar sugerido · por la acción de oler el
humo del cigarrillo.
Debido a que tus respuestas a la sugestión espontánea pueden
variar considerablemente, dichas variaciones personales te permi-
tirán observar tus patrones de respuesta y comprender vínculos su-
gestivos más complejos.
Las sugestiones inducidas son propuestas deliberadamente para
provocar un efecto, y pueden ser indirectas y generales, o directas y
específicas.
Según Brooks, un inglés que estudió con Coué, las ideas se con-
vierten en realidad por medio de la aceptación, es decir, cuando son
completamente aceptadas por el inconsciente (Brooks, 1981). Se
produce una respuesta refleja que automáticamente transforma las
ideas en acción, y dicha respuesta forma parte de la mente. La auto-
sugestión inducida simplemente supone dirigir este proceso natural
para que los mecanismos de la mente tiendan a producir la sugestión.
La aceptación es más intensa cuanto más bajas son las corrientes
conscientes, puesto que en estos casos es mucho más probable que
fluyan las asociaciones inconscientes.
Jung creía que el umbral entre el consciente y el inconsciente se
disipa en determinados momentos, permitiendo que la concen-
tración se produzca sin esfuerzo y que la atención se centre mediante
SUGESTIÓN: DIRECTA, INDIRECTA Y MÁS 111
procesos involuntarios. En esos momentos, la sugestión inducida
puede resultar sumamente eficaz. Jung descubrió que este fenó-
meno mejoraba la terapia. Los siguientes son ejemplos de sugestión
inducida: .
La sugestión como atención concentrada
Braid consideraba que la concentración de la atención era esen-
cial para practicar la hipnosis con éxito, y que también constituía un
requisito previo para la aceptación de las sugestiones. Al concentrar
la atención, las sugestiones se asimilan con poca o ninguna rivalidad
de otras alternativas. Este enfoque de la sugestión tiende a considerar
la hipnosis como un estado de atención concentrada que facilita no-
tablemente la sugestibilidad responsiva.
Fijación de la atención sobre un objeto de interés
Si quieres experimentar con este sistema, busca una experiencia
sensorial que incluya la cualidad natural de la fascinación, como los
leños ardientes en la chimenea, la luna llena sobre el mar o un río,
una campiña tranquila al atardecer, o cualquier otra escena estimu-
lante. Céntrate exclusivamente en ella, y asegúrate de que ninguna
demanda externa reclame tu atención a fin de que puedas observar la
escena sin que nada te moleste. Permite que tus pensamientos abar-
quen sólo los leños, el Juego, la luna o lo que hayas escogido. En de-
terminado momento es posible que experimentes la sensación de
pasar a un estado de profunda abstracción. Cuando llegues a este pun-
to, puedes experimentar con la autosugestión si así lo deseas. Imagina
que ves una imagen en los leños ardientes, o determinadas formas en
el agua, etc. Inten ta provocar fenómenos como la relajación de los
brazos o las piernas, o quizá de todos tus músculos mientras continúas
observando la escena. Puedes proponerte sentir pesadez, ligereza,
calidez en tus brazos o piernas, o frialdad en la frente, etc. Cada res-
puesta a la autosugestión tiende a reforzar la tendencia general a
responder convenientemente.
112 AUTOHIPNOSIS .
Fijación con los ojos cerrados
En este ejercicio clásico utilizado por Braid debes centrar tu
atención mirando hacia arriba hasta que tus ojos se cansen. En-
tonces plantéate la siguiente sugestión: «Mis párpados pesan cada
vez más y quieren cerrarse.» Por lo general los ojos lagrimean cuan-
do comienzan a cerrarse, así que espera a que se produzca tu res-
puesta . Aprecia la individualidad que puedas manifestar en la
situación. Puedes aprender mucho de ti mismo observando tus ten -
dencias. Si te notas poco dispuesto o incapaz de abrir los ojos, sig-
nifica que has alcanzado un nivel involuntario de respuesta a la
sugestión, algo que algunas personas logran experimentar y otras
no. A continuación puedes aflojar los músculos de los párpados con
una nueva sugestión: «Pronto podré volver a abrir los ojos.» Des-
cansa unos instantes y luego estírate y oriéntate, completamente
despierto y repuesto.
La sugestión como fenómeno ideomotor
Bernheim, que popularizó la idea de la hipnosis como sugestión
(véase Capítulo 1), consideraba que la sugestión difería ligeramente
de las teorías de la fijación o la autosugestión: su visión incluía la ac-
ción ideomotora, una acción refleja que no depende de condiciones
externas. Existen numerosas interacciones entre la mente y el cuerpo
que se producen automáticamente y pueden ser utilizadas para
provocar cambios.
Respuesta ideomotora a la sugestión
Cierra los ojos y piensa en una tarta de limón. lmagínala lo más
claramente posible. Si tu boca comienza a salivar significa que has ex-
perimentado los efectos de una sugestión producida automáticamente
a través de una acción ideomotora.
. sCJGESTIÓN: DIRECTA, INDIRECTA Y MÁS 113
Otras clasificaciones de la sugestión:
directa, indirecta, eferente, aferente, inmediata, mediata
Sidis (1898) fue uno de los primeros teóricos en establecer clara-
mente una diferencia entre la sugestión directa e indirecta. La su-
gestión directa se produce cuando un hipnotizador dice al sujeto
exactamente lo que él o ella tiene que experimentar y la persona lo
experimenta. Un ejemplo de sugestión directa es: «Sentirás calor.»
Rossi sostiene un concepto similar: «La sugestión directa, por el con-
trario, presenta ante el sujeto un estímulo que identifica cuáles de-
berían ser los resultados» (Erickson, Rossi y Rossi, 1976).
Las sugestiones también pueden ser presentadas de forma sutil,
y en ese caso hablamos de sugestiones indirectas, como por ejem-
plo: «¿Querría tu inconsciente experimentar una alteración de la
temperatura?» En este caso, al sujeto no se le dice exactamente lo
que tiene que experimentar, de modo que la respuesta a esta suges-
tión puede ser el frío o el calor. Las sugestiones indirectas resultan
de gran utilidad en el marco del método de autohipnosis que pre-
sentamos en este libro, y en la próxima sección las describiremos de
forma exhaustiva.
Las sugestiones indirectas no siempre se especifican con pala-
bras. Sidis señaló que la comunicación no verbal también puede ser
sugestiva de forma indirecta:
En lugar de decir abiertamente al sujeto lo que debería hacer, el
experimentador enseña algún objeto o hace un movimiento, un
gesto, que a pesar de su silencio indica a la persona qué tiene que
hacer.
Sidis, 1898
Además, marcó la diferencia entre lo que él denominó el lado
«aferente» y «eferente» de la sugestión:
[ ... ] Por un lado, con la impresión de la idea sugerida en la
mente y su aceptación por parte de la consciencia: este es el lado
aferente, sensorial, de la sugestión. Y por otro lado, con la concre-
114 AUTO HIPNOSIS
ción de la idea aceptada, es decir, el lado eferente, motor, de la su.
gestión.
Sidis, 1898
El aferente es el lado receptivo-sensorial de la sugestión, y con. u
siste en llevar a cabo la sugestión a través de algún efecto fisiológico, ·
una acción motora. Así, la sugestión siempre consta de dos partes: la
experiencia sensorial y la acción motora. La neuropsicología moder.
na confirma que la experiencia sensorial está íntimamente relaciona-
da con la respuesta motora a través de una compleja interacción que
se produce dentro del cerebro.
Sidis también dividió el lado eferente o de acción en dos: inme-
diato y mediato.
En resumen, cuando existe una completa ejecución de la idea u
orden sugerida directa o indirectamente, tenemos la clase de su.
gestión que yo denomino inmediata. [ ... ]Sin embargo, en lugar de
darse por aludido al instante y ejecutar lo que se le dice, el sujeto
puede realizar algo diferente, que suele estar estrechamente rela-
cionado con la idea sugerida o conectado con ella por asociación o
contigüidad.
Sidis, 1898
Así, en la respuesta mediata, el sujeto puede no obedecer ex-
plícitamente la sugestión exacta sino llevar a cabo algo similar. Por
ejemplo, el hipnotizador podría plantear que, al despertar, el sujeto
coja un libro que se encuentra sobre la mesa. En lugar de eso, el in-
dividuo coge el lápiz que se halla al lado. La respuesta mediata,
abierta, a una sugestión permite la utilización creativa de la indivi-
dualidad del sujeto. Sidis pensaba que las personas siempre respon-
den, de un modo u otro, a las sugestiones; quizá no hacen exacta-
mente lo que ha sido sugerido, pero de todos modos responden.
Comprobarás que cuando te plantees algunas de las sugerencias de
este libro no siempre responderás de inmediato a la sugestión
exacta. Sin embargo, ten la certeza de que al final lo harás a tu
modo: de forma mediata.
SUGESTIÓN: DIRECTA, INDIRECTA Y MÁS 115
A lo largo de los capítulos de este libro experimentarás con di-
'(
Viersas ., al gunas personas notaran
formas de sugesuon; , que respon den
~ejor a los métodos directos, mientras otras preferirán los más su-
tUes e indirectos. Experimenta; observa qué sucede. ¿Qué sistema
p,refieres? Intenta percibir los efectos sutiles y mediatos así como los
más obvios e inmediatos. Acepta aquello que tu individualidad te
Qfrezca. El aprendizaje hipnótico tiene lugar en la mente del sujeto.
y; no sólo tu respuesta inmediata a la sugestión puede resultarte útil:
también lo son las asociaciones relacionadas con una idea sugerida.
Observa y nota tus propias reacciones y tendencias, y con el tiempo
serás capaz de predecir mejor tus respuestas.
SUGESTIÓN INDIRECTA
Erickson y Rossi delinearon muchos de los parámetros de la su-
gestión indirecta en diversos libros (1976, 1979, 1980) para movilizar
y activar el potencial latente del inconsciente, sobrepasando el marco
de la consciencia.
Coué utilizó la mente consciente para activar los potenciales in-
conscientes a través de la imaginación. La Escuela de Nancy enfatizó
sobre la respuesta ideomotora automática para provocar cambios, y
Braid utilizó la concentración de la atención para incrementar la ca-
pacidad de respuesta sugestiva. Por su parte, Erickson confeccionó
creativamente una relación de estos y muchos otros mecanismos
naturales de la mente, confiando en que inconscientemente los pa-
cientes encontrasen el mejor modo de librarse de sus dificultades y
de descubrir nuevos modos creativos de salir adelante. Erickson
apreciaba la individualidad.
El funcionamiento inconsciente puede ser inteligente, creativo,
saludable y libre (Erickson y Rossi, 1980), y la educación sobre el
funcionamiento inconsciente consiste en aprender a permitir las
respuestas a la sugestión indirecta. Las personas pueden superar
sus problemas utilizando su propio repertorio de aprendizajes y ca-
pacidades que posiblemente ni siquiera sepan que poseen, y una
vez desembarazadas de las limitaciones aprendidas regresan a
través del trance a sus propios inconscientes como la base desde la
--··
116 AUTOHIPNos1s
que crean nuevos potenciales de comportamientos, pensamientos y
actitudes .
Existen diversas formas de sugestión indirecta: las sugestiones
abiertas, las sugestiones compuestas y contingentes, la disposición
hacia la aceptación y las coacciones, entre otras. Algunas de ellas
pueden ser adaptadas creativamente a la autohipnosis. A continua- .
ción presentamos ejercicios simples de cada una de estas formas,
pero para recurrir a aplicaciones más complejas tendrás que esperar
hasta que hayas intentado entrar en trance, ya que la sugestión indi-
recta supone un procesamiento inconsciente.
En general, las formas indirectas de sugestión utilizan la ten-
dencia del sujeto a mediar o construir sus propias respuestas hip-
nóticas a partir de los estímulos y sugestiones que el operador
prefiere.
Erickson y Rossi, 1980
Puedes aplicar este concepto a la autohipnosis mientras desarro-
llas una actitud abierta hacia tu ser interior. La utilización de la su-
gestión indirecta en la autohipnosis requiere que construyas tu pro-
pio escenario con el concepto general de la sugestión. Puedes crear
tanto la descripción específica de la sugestión como la respuesta es-
perada, fuera del campo de la conciencia, de forma intuitiva.
Sugestiones abiertas
Las sugestiones abiertas funcionan muy bien en la autohipnosis
conjuntamente con el trance. La autosugestión directa consciente sin
trance también puede valerse de ellas, aunque no de forma tan efecti-
va. Cuando los procesos inconscientes son dominantes durante el
trance, las sugestiones abiertas son guiadas por las necesidades inter-
nas inconscientes. El método indirecto te enseña a apreciar que, al
confiar en que tu inconsciente te resultará útil, el proceso terapéutico
puede verse impulsado . A medida que tu personalidad se torne más
positiva, el conocimiento personal tenderá a guiar la terapia.
SUGESTIÓN: DIRECTA, INDIRECTA Y MÁS 117
El proceso de conocimiento personal es similar al mecanismo de
autorregulación organísmica de la terapia gestáltica: existen señales
internas a las que hay que prestar atención y sobre las. que hay que
actuar. Prestar atención a estas señales internas lleva gradualmente a
la homeostasis, la tendencia natural hacia la salud y la madurez. La
resolución de problemas importantes concede la libertad de hacer la
vida más satisfactoria, y son las señales internas las que guían este
proceso: las tensiones, los malestares y también los sentimientos
agradables. Aunque su significado no siempre sea claro, todos ellos
apuntan de forma intuitiva hacia la salud y la maduración.
Sugestión abierta
Plantea una sugestión con varias respuestas posibles. Por ejem-
plo: «Me pregunto si podría vivir una experiencia en mi mano, como
sentirla lige ra, pesada, caliente o fría. Ignoro qué sucederá, pero
esperaré mi respuesta.»
Sugestiones compuestas y contingentes
En su forma más simple, las sugestiones compuestas constan de
dos afirmaciones conectadas por la conjunción «y» (Erickson, Rossi
y Rossi, 1976).
Sugestión contingente I compuesta
Las sugestiones contingentes están formadas por dos sugestiones
generalmente no relacionadas entre sí, pero que la persona relaciona
-haciendo depender una de la otra- para la experiencia hipnótica.
Experimenta con el ejemplo de extender un brazo y proponer: «Cuan-
do extiendo el brazo, éste se torna cada vez más p esado.» En este
ejemplo se crea un vínculo contingente entre la acción de extender el
brazo y un efecto sugerido.
118
AUTOHIPNos1s
Coacción
Las sugestiones por coacción son numerosas y de naturaleza po.
tencialmente compleja, y debido a que por lo general resulta difícil
llevarlas a cabo a solas, son pocas las que pueden aplicarse a la auto.
hipnosis. El siguiente ejercicio te enseña a hacerlo.
Coacción
Siéntate cómodamente y coloca las manos sobre las rodillas. Pres-
ta mucha atención a tu mano derecha, luego a la izquierda, y pregunta
cuál será más ligera y cuál más pesada. Espera tu respuesta, e inquiere
cuál será la cualidad de cada mano. No puedes anticiparte. Cada mo-
mento es nuevo.
Sugestión poshipnótica
La sugestión también puede ser aplicada de forma poshipnótica,
lo que significa que surtirá efecto una vez que el trance haya finaliza-
do. La sugestión poshipnótica es un campo de aplicación que deriva
de forma natural del trabajo con el trance, permitiendo que se hagan
efectivos los factores inconscientes. Erickson y Erickson (1941), en
un interesante estudio de este fenómeno, notaron que la sugestión
poshipnótica tiende a inducir al trance cuando entra en vigor. Su
definición es la siguiente:
Se ha descubierto que un acto poshipnótico es aquel realizado
por el sujeto hipnótico después de despertar de un trance, en res-
puesta a una sugestión planteada durante el estado de trance, con la
ejecución del acto marcado por la ausencia de cualquier
conocimiento consciente demostrable en el sujeto respecto de la
causa y motivo subyacente de su acto.
Erickson y Rossz; 1980
SUGESTIÓN: DIRECTA, INDIRECTA Y MÁS 119
1 ¡
El acto poshipnótico puede inducir espontáneamente un breve
trance, vinculado a la realización del acto. Después de una respuesta
poshipnótica resulta sencillo recordar el trance. El comportamiento pos·
hipnótico puede ser utilizado en la autohipnosis para incrementar los
aprendizajes del trance, y son varios los factores que pueden afectar a
este fenómeno. Experimenta hasta descubrir tus formas de respuesta
más efectivas; comienza por una sugestión poshipnótica simple que
te conceda tiempo y una individualización de respuesta utilizando
sugestiones abiertas. Intenta aplicar diversas sugestiones poshipnóti- 1
cas, y cuando obtengas respuesta a una de ellas trabaja con varias
sugestiones sucesivamente.
Sugestiones poshipnóticas
Plantéate que la próxima vez que trabajes con autohipnosis te re-
sultará más sencillo·entrar en trance. También puedes sugerir que in-
mediatamente después del trance te sentirás más relajado y sosegado.
Prueba con otras sugestiones útiles y positivas a medida que evolu-
cione tu capacidad de respuesta.
INCREMENTA EL ÉXITO DE LAS SUGESTIONES
Un importante factor que determina si una sugestión es acepta·
da o rechazada tiene que ver con la disposición mental de la persona
en el momento de la sugestión. El pensamiento positivo, una escuela
de filosofía práctica aplicada que surgió a finales del siglo XIX y
comienzos del XX, conceptualizó que la atmósfera positiva o negati-
va creada por los pensamientos sobre el mundo creaban una dis-
posición característica que marcaba una tendencia a que el destino
personal evolucionara de forma positiva o negativa. El pensamiento
positivo contenía un núcleo de útiles interpretaciones acerca de la
vida. Si las personas esperaban que pasara lo peor, era posible que
de forma no intencionada tendieran a que precisamente eso
sucediera, empleando mecanismos ideomotores inconscientes que
paradójicamente confirmaban sus creencias. La terapia encauza las
120 AUTOHIPNosis
expectativas perturbadoras hacia una dirección positiva con el fin
de que las personas desarrollen expectativas esperanzadoras y posi-
tivas para el futuro (Frank, 1973). Entonces el mecanismo ideom0 .
tor trabaja a su favor.
Las expectativas negativas, por el contrario, alejan la imaginación
de las personas del potencial positivo de sus situaciones. Por eso
pueden sentirse poco dispuestas a abordar los desafíos con tesón, ya
que consideran que cuentan con limitados recursos . La sugestión
apunta a estas expectativas, a darles la vuelta. Las expectativas positi-
vas animan a superar el funcionamiento mediocre, a abrir una puerta
hacia los potenciales no explotados. Con una actitud positiva, las
circunstancias adversas se transforman en desafiantes invitaciones a
sobrepasar los estrechos límites de la adaptación. El pensamiento
positivo es, sin duda, muy beneficioso.
LA SUGESTIÓN EN EL CONTEXTO
La sugestión surte efecto dentro del contexto total, de la
situación de la sugestión . Los límites son la persona planteando
la sugestión, la persona recibiendo la sugestión, y las circunstancias
del momento (Weitzenhoffer, 1957).
Muchos factores afectan al modo en que respondemos a las su-
gestiones. La sugestibilidad es principalmente una función del cam-
po de percepción del individuo influida por el escenario o las
circunstancias. Comprendemos las circunstancias simples y claras, y
en consecuencia podemos reaccionar a problemas simples con nues-
tras facultades racionales; sin embargo, el incremento en la am-
bigüedad y complejidad puede provocar que no comprendamos las
cosas de forma consciente. La capacidad de abrirse es uno de los fac-
tores importantes en la respuesta a la sugestión. Si nuestra situación
o circunstancia está llena de interrogantes o cargada de ambigüedad
no podemos responder de forma racional. La complejidad y la am-
bigüedad nos conducen a buscar parámetros que nos ayuden a inter-
pretar cuestiones. Buscamos señales. En semejante estado de inde-
cisión y frustración el individuo tiende a ser especialmente sensible a
la sugestión, y en consecuencia los problemas complejos pueden
..5lJGESTIÓN: DIRECTA, INDIRECTA Y MAS 121
necesitar de dicha técnica, ya que suele incorporar una gran sabi-
duría proveniente de los procesos inconscientes.
LA SUGESTIBILIDAD Y LA SUSCEPTIBILIDAD HIPNÓTICA
Una de las tradicionales disputas de la psicología es la que existe
entre naturaleza y educación, que también es aplicable a la suscepti-
bilidad y la sugestibilidad. Algunos creen que la susceptibilidad y la
sugestibilidad están determinadas por factores genéticos, es decir, que
una persona es sugestionable de nacimiento. Otros sostienen que lo
que tiene más peso es la educación: las personas pueden aprender a
responder más y mejor a la sugestión y la hipnosis gracias a la práctica
y la experiencia. Un tercer grupo sostiene que en realidad se trata de
una combinación de ambos factores, con un equilibrio individual en-
tre ellos. Nosotros hemos descubierto que cada persona tiene una ha-
bilidad natural expresada en capacidades individuales. Las habili-
dades naturales de cada individuo pueden ser utilizadas como puntos
de partida para nuevos aprendizajes y posibilidades, porque siempre
es posible evolucionar. El potencial inconsciente no tiene límites.
Existen varias diferencias en los descubrimientos experimentales
relativos a la sugestibilidad y la capacidad de ser hipnotizado. Las in-
vestigaciones no siempre han confirmado con certeza los rasgos de-
finitivos de la sugestibilidad o de la sensibilidad al hipnotismo, a pe-
sar de que se sabe que esta última condición tiende a ser constante
(Weitzenhoffer, 1953). Ciertos factores son generalmente aceptados
como indicativos de una alta sensibilidad al hipnotismo; por ejemplo,
las Escalas Stanford de susceptibilidad hipnótica de Hilgard han sido
muy bien aceptadas, y las personas con puntuaciones más altas se
caracterizan por ser capaces de demostrar una gran imaginación;
suelen ser creativas, comprometidas, aventureras y espontáneas, to-
dos rasgos de personalidad muy saludables (] osephine Hilgard,
1970). Diamond (1974) afirma que la capacidad de ser hipnotizado
no es una constante, sino una aptitud que, aparentemente, se puede
aprender y mejorar. En la autohipnosis exploratoria o en la hipnosis
clínica las escalas de susceptibilidad pueden emplearse como mapas
y guías para localizar capacidades y déficit en el funcionamiento
,.

122 AUTO HIPNOSIS

hipnótico en lugar de usarlas para marcar límites que se conviertan

en parámetros de las habilidades personales.
Erickson prefería un indicador claro y simple: la atención a la
respuesta . En la autohipnosis, la tarea, y a veces el desafío, consiste
en desarrollar aún más las propias capacidades a través de una explo.
ración minuciosa, sensible y creativa.
En uno de sus primeros ensayos, Erickson explicaba:

La experiencia personal de más de 35 años con más de 3.500

sujetos hipnóticos ha resultado sumamente convincente en cuanto a
Parte III
la importancia de la individualidad del sujeto y los valores tempo-
rales. Uno de los sujetos más capaces del autor necesitó menos de " Los caminos hacia el trance
treinta segundos para desarrollar su primer trance profundo, con
un subsiguiente comportamiento hipnótico igualmente rápido y
fiable. Un segundo sujeto notablemente competente necesitó 300
horas de trabajo sistemático antes de que el trance fuese inducido;
de allí en adelante fue necesario contar con un período de 20 a 30
minutos de inducción al trance para asegurar un comportamiento
hipnótico válido.

Haley, 1967
·k ...,., ....(

El arte creativo en la comunicación y la técnica, unido a una sin-

cera relación con tu naturaleza y necesidades internas, conducen a
una buena respuesta a la autosugestión. Ningún factor o condición
restringe tu respuesta a la autohipnosis. Siempre que exista disposi-
ción y motivación para experimentar podrás desarrollar la capacidad
de responder, a menos que tengas una razón oculta para no hacerlo.
Si no eres capaz de responder, o te sientes bloqueado e incómodo, no
deberías forzar los acontecimientos. El cuestionamiento ideomotor
puede ayudarte a descubrir respuestas si es aplicado de forma minu-
ciosa y sensible. En ocasiones es necesario contar con apoyo profe-
sional para contribuir a solucionar un problema y provocar cambios
terapéuticos, pero en otros casos puede bastar con un continuo de-
sarrollo personal mediante la autohipnosis. Utiliza los recursos
apropiados con inteligencia inconsciente.
 Capítulo 6
1~

.J•
Autohipnosis paso a paso
z:

('

La consciencia nunca puede tener la certeza de lo que será ex-

perimentado, pero puede aprender a interactuar de forma cons-
tructiva con cualquier modo alterado de funcionamiento que el in-
consciente proponga.
Erickson y Rossz; 1980

f hora no~ embarcaremos en un.v_iaje hacia la au~ohipnosis

JI/ con el frn de desarrollar habilidades aprendiendo por
nosotros mismos:

Donde el aprendiz experimenta fascinación hacia algún aspec-

l to del mundo, imaginado dentro del modo de la posibilidad. [ ... ]
El aprendizaje independiente es la representación e impl e-
1 mentación de la fascinación imaginativa [ .. .] y él se siente atraído,
desafiado, invitado, fascinado por la posibilidad.
f
]ourard, 1968

A través de los ejercicios de este capítulo conseguirás incrementar

y desarrollar tu capacidad para la autohipnosis, contribuyendo a crear
posibilidades para el trance. Todo el mundo tiene algún talento indi-
vidual: algunos son buenos bailarines, otros dibujan muy bien, y otros
son buenos con los cálculos. Del mismo modo, también poseemos ca-
pacidades inconscientes cuya existencia ignoramos. Algunas personas
son capaces de relajarse de forma natural, otras pueden crear alucina-
ciones visuales sin ninguna dificultad, como por ejemplo ver colores
. con los ojos cerrados, y un tercer grupo puede olvidar o recordar con
facilidad. Las tendencias inconscientes no siempre son reconocidas
126 AUTOHIPNos1s
como talentos potenciales e incluso pueden ser consideradas proble-
mas o deficiencias. La falta de memoria, por ejemplo, podría parecer
una dificultad, pero en ocasiones olvidar facilita recordar lo impor-
tante. Aplicadas correctamente y bajo los efectos de la hipnosis, las
tendencias inconscientes pueden convertirse en útiles capacidades
que conducen hacia el cambio y el crecimiento.
Practica estos ejercicios con una mentalidad abierta. Algunos te
parecerán más sencillos que otros, así que considera que tus esfuer-
zos son como un experimento científico exploratorio. Comienza por
recopilar información para analizarla más adelante; observa y nota
tus pensamientos, experiencias y reacciones, ya que se convertirán en
los ladrillos individuales del trance, y no juzgues ni llegues a ninguna
conclusión mientras aún te encuentras recopilando datos. Deja que
transcurra el tiempo para que puedas interpretarlos como partes sig-
nificativas de un todo.
Realiza los ejercicios de uno en uno y luego lee los comentarios.
Si lo prefieres, lee antes y luego pasa a los ejercicios. No te sobrecar-
gues, porque las prisas no suponen ninguna ventaja. Cultiva la sensi-
bilidad hacia tus ritmos personales.
Lee el ejercicio completo varias veces y luego deja el libro a un
lado. Ponte cómodo e intenta llevar a cabo lo que recuerdes. No te
preocupes por lo que has olvidado. Anima a tu inconsciente a tener
experiencias positivas con estas actividades.
EJERCICIOS PRELIMINARES
La comprensión teórica del inconsciente es sólo un aspecto del
aprendizaje que nos hace falta para manejar la autohipnosis. La ex-
perimentación es aún más fundamental, ya que el inconsciente se
percibe de forma experimental.
Bríndate unos minutos para prepararte antes de cada ejercicio, en
especial antes del primero. Casi nadie nota lo tenso que se encuentra
durante el día a menos que alguien se lo haga saber, y precisamente por
eso lo único que hace es adaptarse y seguir adelante. Estos primeros
ejercicios están ideados para hacerte entrar en contacto con tu nivel de
tensión y enseñarte a deshacerte de ella mientras te sientas capaz.
AUTOHIPNOSIS PASO A PASO 127
Preparación para el trance
Siéntate o túmbate y relájate unos minutos. Mientras lo haces,
deja fluir libremente tus pensamientos y permite que tu atención se
centre en lo que desee. Intenta no perderte en los v ericuetos de un
\
pensamien to; simplemente nota las asociaciones y déjalas marchar.
Sigue así hasta que notes que te estás serenando. '\
Ejercicio sobre el inconsciente cotidiano
Para explorar el modo en que el inconsciente se manifiesta en la
vida cotidiana centra tu atención en tus manos. Probablemente no es-
tabas pensado en ellas pero, ahora que las mencionamos, tomas con-
ciencia de las sensaciones que estás percibiendo. Quizá las tienes frías,
te pican o las sientes ligeras. Si no prestas atención y esperas una res-
puesta no podrás saber exactamente qué experimentarás. Recuerda
que la experiencia se produce a su manera y a su debido tiempo. A ve-
ces es interesante colocar una mano sobre cada rodilla y prestar aten-
ción a su peso. Es posible que notes que una te parece más ligera o pe-
sada que la otra, o que al principio parezcan ser las dos iguales, pero en
cuanto prestas atención una se torna más pesada que la otra. Te sor-
prenderá tu respuesta inconsciente. Mientras esperas que una de tus
manos te resulte más ligera es posible que descubras inesperadamente
que una se ha enfriado, o quizá sientas la nueva sensación de que la
mano se encuentra muy lejos, o se agranda. Responderás a tu modo,
que es único. Tu mente consciente ignora cómo lo harás. Mientras
aprendes a permitir que tus respuestas sean espontáneas, y también a
prestarles atención, conocerás tu inconsciente natural y podrás apren-
der a desarrollarlo.
Ejercicio sobre las asociaciones periféricas
Relájate una vez más. Esta vez intenta recordar cómo te sen tiste
después de finalizar el ejercicio anterior. Imagínate sentado o tumba-
do cómodamente y recuerda cómo percibías las manos. No hagas el
128
ejercicio hasta que te sientas preparado. A medida que te concentres
en ello, probablemente descubras que tu cuerpo comienza a relajarse
un poco. Es posible que mientras piensas en la experiencia previa
percibas en la parte posterior de tu mente pensamientos periféricos.
Centra tu atención en una experiencia o pensamiento periférico. Por
ejemplo, cuando se acerque la hora de cenar fíjate si descubres algún
pensamiento o imagen difusa relacionada con la comida. Quizá te des
cuenta de que estás pensando en un momento agradable. Estos pen-
samientos menos obvios están presentes en la periferia, pero en gene-
ral no los trasladas a la consciencia. Ahora intenta alcanzarlos mental-
mente mientras surcan brevemente la conciencia.
Para trabajar de este modo, deja que tus pensamientos /luyan. Si
notas una sensación que no puedes reconocer, invítate a experimentar
un sentimiento, una imagen o un pensamiento: en otras palabras, una
pista. A medida que te sientas más a gusto con tu inconsciente, te sor-
prenderá descubrir que te suministrará un pensamiento o imagen re-
levante aunque la conexión directa no te resulte obvia.
Por ejemplo, una de nuestras clientas decidió someterse a hip-
noterapia para superar una incómoda y estresante adaptación a su
matrimonio, su trabajo y su familia. Durante el trance terapéutico
sugerimos que pensara en una imagen significativa, algo que le ayu-
dase a comprender y superar sus problemas. Primero vio luces, en su
mayoría líneas blancas. Luego sintió fuertes náuseas. Al despertar del
trance describió.sus sensaciones con consternación, ya que pensaba
que no había sido capaz de producir una imagen como le habíamos
pedido. Le preocupaba ser incapaz de imaginar, y no se daba cuenta
de que en realidad su inconsciente respondía muy bien y expresaba
ideas de un modo personalmente significativo para ella, utilizando
analogía simbólica difusa en lugar de obvia. Más adelante descubrió
que su sensación d e náusea tenía un significado oculto.
DESCUBRE TU MODO DE PERCEPCIÓN
Cada individuo tiende a percibir de un modo determinado. Por
ejemplo, hay quienes dicen: «Eso parece bien» o «Me gustaría expe-
¡\VfOI-i!PNOSIS PASO A PASO 129
rirnentarlo»; se trata de personas que tienden a orientarse d e forma
kínestésica, es decir, m ediante percepciones y sensaciones . Otros
afirman : «Veo a qué te refieres; tiene buena pinta.» En este caso
hablamos de una orientación visual. Y un tercer grupo "utiliza metá-
foras como: «¿Has oído eso?» o «Me lo han dicho»; suelen ser ca-
paces de recordar el sonido d e la voz de alguien, y tienden a orien-
tarse de forma a uditiva utilizando el oído imaginario. Estos son los
tres principales sistemas d e orientación, aunque también el gusto y el
olfato pueden ser utilizados para orientar, si bien en menor medida .
Por supuesto, las combinaciones y variaciones individuales son igual-
mente posibles.
Algunas personas no se orientan con la percepción, sino de for -
ma conceptual. Las experiencias se filtran a través de conceptos sin
notar las percepciones de forma directa. Esta clase de personas se ex-
presa con frases como: «Creo qu e es un día precioso.» Sus pen-
samientos acerca de lo que perciben son lo más importante.
Todos utilizamos estos modos de percepción en diferentes oca-
siones, pero por lo general procesamos más con uno de ellos que con
los demás. El siguiente ejercido te familiarizará con el modo d e per-
cepción y preparación que sueles escoger espontáneamente.
Ejercicio sobre el modo de percepción
Siéntate tranquilament e y relájate, como en los otros ejercicios.
Ahora recuerda el momento en que abriste este libro por primera vez.
Piensa en ello por un momento, rememorando todo lo que puedas.
Analiza cómo recuerdas: ¿ves una imagen de las páginas, o tus manos
abriendo la tapa? ¿Te acuerdas de cómo te sentías en ese momento:
cansado, apenado, completamente despierto, Jeliz, curioso acerca del
contenido? Quizá rememores el sonido de las páginas mientras las
pasabas, la canción que sonaba en la radio, o el ruido proveniente de
la calle. También es posible que vuelva a tu memoria lo que estabas
pensando, como por ejemplo tus planes para ese día o tu opinión acer-
ca de la hipnosis. Si has visto una imagen sigmfica que probablemente
tiendas a orientarte visualmente. Si has experimentado una sen-
sación, tal vez seas más kin estésico. Si has oído sonidos quiere decir
130 AUTOHIPNosrs
que tiendes a orientarte a través del modo auditivo. Y si has expe-
rimentado una serie de pensamientos es posible que seas más concep-
.....
tual. Recuerda que también puedes experimentar una combinación de
todos estos modos. R ealiza este experimento varias veces al día usan-
do diferentes recuerdos y distintas tareas para verificar los resultados.
Busca patrones consistentes.
Una vez que determines tu modo favorito, úsalo en los primeros
ejercicios en que se te ofrezca la posibilidad de hacerlo. Más adelante
se te animará a desarrollar otros modos, cada uno de los cuales pro-
pone una interesante riqueza de experiencias e incursiones alternati-
vas hacia el inconsciente. Tal vez te sorprenda descubrir que te has
limitado a una sola modalidad y que otras formas de experiencia
también te resultan cómodas y naturales. Todos utilizamos nuestro
modo habitual como el mapa con el que nos orientamos en un nuevo
territorio. Una vez que te familiarices con tu inconsciente, no necesi-
tarás restringirte a un único modo.
ALTERACIONES DE LA IMAGEN CORPORAL
Muchas personas toman su im agen corporal como una realidad
invariable. En efecto, a menos que modifiquemos la forma en que ha-
bitualmente experimentamos nuestro cuerpo, nuestra p ercepción
general de nuestra imagen corporal suele pasar inadvertida, y lo mis-
mo sucede en relación con el inconsciente, como hemos descrito en
el Capítulo 4. La hipnosis permite experimentar y trabajar con cam-
bios en la imagen corporal para aplicar estos aprendizajes a proble-
mas relacionados con este tema.
Preparación para la alteración de la imagen corporal
Siéntate o túmbate, relaj a todos tus músculos. Recuerda si en el
ej ercicio anterior has t enido una respuesta auditiva (oído), visual
(vista), kinestésica (sensaciones) o conceptual (pensamiento). A hora
puedes emplear tu modo pref erido para conseguir la máxima rela-
t.UTOHIPNOSIS PASO A PASO 131
;ación. Tu inconsciente regulará el nivel. Intenta no evitar tu respues-
ta natural y déjate llevar por tu curiosidad sincera sobre cómo se de-
¡;
sarrollará esta experiencia. Pregúntate cómo te sentirás y espera tu
n. respuesta.
.,
.EL TRANCE:
UNA SERIE DE EJERCICIOS
DE
1
AUTOHIPNOSIS
Ya has llevado a cabo varios ejercicios preliminares que te han
permitido desarrollar ciertas habilidades para la experiencia hipnóti-
ca. Ahora estás preparado para comenzar a aprender autohipnosis.
Busca un sitio tranquilo y cómodo donde puedas trabajar sin sen-
tir presiones ni sufrir interrupciones durante al menos quince minu-
tos . Y no te preocupes si notas que te encuentras excitado o
nervioso, porque se debe a que sabes que vas a llevar a cabo tu
primer trance. Indaga en tu interior hasta notar las actitudes que des-
pierta en ti el hecho de practicar autohipnosis, o bien presta atención
a tus sentimientos acerca del trance o escucha el diálogo interior de
tus pensamientos. ¿Cuáles son tus reacciones? En ocasiones, las per-
sonas tienen supersticiones sobre los poderes de la hipnosis a partir
de lo que ven en la televisión o el cine, concretamente sobre la influen-
cia que puede ejercer sobre su mente. Las investigaciones indican
que nadie ha resultado dañado jamás por los efectos de la hipnosis en
sí misma (Kroger, 1977), puesto que simplemente permite contactar
con las propias necesidades y motivaciones internas. No harás ni ex-
perimentarás nada que resulte inapropiado a tu verdadera natu-
raleza, incluyendo tu ética y moral. Es importante que te des cuenta
de que la personalidad permanece constante: tu naturaleza no cam-
bia por el simple hecho de ser hipnotizado.
Al principio puedes «ayudarte» a despertar del trance contando
de atrás hacia adelante del cinco al uno. Con cada número, a medida
que te acerques al último, estarás más alerta y todas tus sensaciones
volverán a la normalidad. Si terminas de contar y aún sigues experi-
mentando sensaciones inusuales espera unos minutos. Luego, si lo
necesitas, cierra los ojos de nuevo y vuelve al trance durante uno o
dos minutos. Sugiérete que todas tus sensaciones vuelvan a la nor-
132
malidad y una vez más cuenta del cinco a uno. Las transiciones entre
el acto de entrar y salir del trance se tornarán más suaves con la
práctica.
A medida que te familiarices con la hipnosis es posible que ya no·
necesites contar de atrás hacia adelante para salir del trance. No
podemos decirte explícitamente que cuentes del cinco al uno des-
pués de cada uno de los siguientes ejercicios, pero desde luego te ani-
mamos a que utilices esta técnica si te ayuda a facilitar la transición
hacia el despertar. Tú puedes evolucionar a tu manera.
Prepárate
Imagina por un momento cómo será el trance. Algunas personas
dicen que esperan relajarse, sentirse en calma, poder calentar o enfriar
sus cuerpos, sentirse ligeras o percibir un hormigueo. Si en los ejerci-
cios anteriores has descubierto que tiendes a orientarte visualmente,
intenta visualizar una imagen. Visualízate en trance. ¿Te ves relaja-
do? ¿Tus ojos están abiertos o cerrados? Recurre a tu modo perceptivo
para imaginarte en trance. Observa tu respuesta. ¿Te sorprende, o se
ajusta a tus expectativas? Si realmente te sientes sorprendido signifi-
ca que probablemente has recibido una genuina respuesta incons-
ciente. "'
Ahora, utilizando el modo que prefieras, intenta entrar en trance.
Oye el trance
Recuerda un sonido de la naturaleza, como las olas del mar, un
arroyo burbujeante, la silenciosa caída de la nieve en invierno, el
viento que sopla entre los árboles o cualquier otro sonido que hayas
disfrutado. Centra tu atención en ello pero no intentes apresurar la
aparición del sonido: simplemente espera que surja, que se haga
más intenso o quizá que se altere de un modo inesperado. Mientras
escuchas, tu cuerpo puede relajarse aún más. Tus músculos se aflo-
jan y liberan de la tensión innecesaria . Sigue escuchando y permite
que también se desarrollen nuevas imágenes, pensamientos o sen -
133
timientos. Intensifica la experiencia cuando te sientas preparado, y
continúa relajándote lo máximo posible. Deja que tus pensamien-
tos fluyan libremente. Cuando estés listo, sal del trance y vuelve a
t-1.i · sentirte alerta.
Recuerda una imagen o un sitio que hayas conocido y disfrutado
realmente. Tal vez un lugar de vacaciones, un refugio en la montaña,
una playa apartada, un bosque. Imagina la belleza; observa los colo-
res; recorre la zona y vuelve a descubrirla. Te encontrarías relajado si
estuvieras all~ así que tu cuerpo puede relajarse mientras visualizas el
sitio. Quizá veas las imágenes con gran claridad, o las percibas como
imprecisos vestigios de figuras y colores fluctuantes. Cualquiera que
sea la forma en los veas, puedes mejorar la experiencia con una deli-
ciosa sensación de relajación. Imagínate aún más relajado mientras te
preguntas hasta dónde puedes llegar. Deja que tus pensamientos
fluyan libremente. Cuando te sientas preparado, sal del trance hasta
que te encuentres completamente alerta.
Siente el trance
Es posible que notes que tu atención se centra en las percepciones
de tu cuerpo y recuerdes una muy agradable sensación. de calma, tan-
to interna como externa. Pide a todos tus músculos que se asienten y
relajen. ¿Puedes recordar en silencio algún momento de tu vida en
que te hayas sentido completamente relajado, en calma y muy a gus-
to? Quizá venga a tu memoria un claro recuerdo, o únicamente una
idea difusa . Recuerda dónde te encontrabas, al igual que en los ejerci-
cios anteriores, pero céntrate en la sensación que percibías en tu cuer-
po, de calma o felicidad. Recupera los detalles de forma natural con
recuerdos de las sensaciones u otros sentimientos relevantes. Tal vez
sientas curiosidad e interés por saber cómo sería relajarte más que
nunca en tu vida. Espera tu respuesta mientras sigues imaginando esa
placentera sensación de calma. Deja que tus pensamientos /luyan li-
134
bremente. Cuando te encuentres preparado, sal del trance y recupera
el estado de alerta.
En los siguientes ejercicios te pediremos que visualices una ima-
gen y tú podrás responder con un sentimiento, un pensamiento, un
sonido o nada en absoluto. Recuerda que todas ellas son respuestas ,
legítimas: representan tus incursiones en una relación de trabajo con ·•
tu inconsciente. Estos vínculos entre el consciente y el inconsciente
constituyen las claves para aprender y aplicar la autohipnosis con
buenos resultados.
Si has tenido dificultades con los ejercicios pasa al Capítulo 7, ·
que analiza el tema de la resistencia, y regresa a esta página una vez
que hayas experimentado con ella y con las defensas.
RATIFICACIÓN DEL TRANCE
No siempre resulta sencillo al principio reconocer la experiencia
del trance. Es posible que hayas reconocido que te encontrabas rela-
jado y en calma, pero quizá pienses que eso no tiene nada de inusual
ni es diferente de un despertar habitual. La confirmación de que el
trance está teniendo lugar ayuda a intensificar la experiencia y per-
mite incrementar las habilidades necesarias para alcanzarlo. Erickson
y Rossi lo llaman ratificación del trance (véase Capítulo 2), y las
señales ideomotoras juegan un papel importante en el proceso.
Ejercicio de señalización ideomotora
Siéntate o túmbate de modo que tus manos queden apoyadas so-
bre tus piernas o a ambos lados de tu cuerpo. Experimenta con uno de
los ejercicios previos en los que te hayas sentido con gran capacidad de
respuesta. Invítate a sentirte aún más relajado que antes. Una vez que
te encuentres a gusto, céntrate en tus manos. Considera la cantidad de
veces que las movemos mientras conversamos sin siquiera pensar en
ello. En ocasiones el gesto resulta más significativo que las palabras.
¿Tú hablas con las manos?
135
Ahora, formula a tu inconsciente alguna pregunta cuya respuesta
sea «SÍ» o «no». Designa una mano como el «SÍ» y la otra como el
«no». Escoge preguntas para las que no sepas la respuesta, como por
ejemplo: ¿querrá mi inconsciente que mis piernas se relaje~?¿ Podré
sentir un hormigueo en las yemas de los dedos? ¿Puedo tener un re-
cuerdo agradable?¿ Puedo ver colores con los ojos cerrados? Ahora es-
pera y presta atención a tus manos. No intentes moverlas: simple-
mente observa qué sucede. En ocasiones la respuesta se recibe como
un hormigueo, ligereza o pesadez en una de las manos, y en otras
'·' como una sensación de calor o frío. Otra posibilidad es que uno de los
dedos se eleve, o que una determinada sensación pase de una mano a
la otra y regrese a su punto de partida. Después de unos instantes
\ sabrás cuál ha sido tu respuesta, y en qué mano la has percibido. Si
has sentido algo, significa que inconscientemente has respondido la
pregunta.
Es posible que este ejercicio no sea exactamente.lo que esperabas
ni tenga el resultado que habías predecido. Estos misterios son los
que hacen que resulte interesante comunicarse con el inconsciente.
Tu consciente ignora lo que el inconsciente ya sabe. En sus semina-
rios, Erickson solía decir: «Vuestra mente inconsciente sabe mucho
más que vosotros.»
LEVITACIÓN DE MANO
1 ~
La sensación de liviandad que deriva en el movimiento de un
dedo, una mano o un brazo compone un fenómeno hipnótico clásico : \
llamado levitación. El dedo, la mano o el brazo parecen moverse por
sí mismos, y la persona no necesita hacer nada en particular más que
1 t
permitir que el proceso tenga lugar de forma natural. Quienes tien-
den a usar el modo kinestésico quizá lo encuentren más sencillo,
pero todo el mundo puede aprender a experimentar la levitación con ~ 1
la práctica. Lo que ya se ha aprendido ayudará a canalizar y dar for-
1 \
ma a la respuesta personal.
Estos ejercicios pueden ser repetidos con la frecuencia que se de- 1 \
see, aunque en diferentes sesiones.
136
Ejercicio de levitación de mano
Siéntate o túmbate de modo tal que tus manos y brazos reposen
cómodamente y tengan libertad de movimiento. Si estás sentado,
deja que cada una de las manos se apoye con la palma hacia abajo
sobre las rodillas. Si has optado por tumbarte, coloca las manos a
ambos lados de tu cu erpo o crúzalas sobre el pecho. No restrinjas el
movimiento de una mano con la otra. Afloja los músculos y centra
tu atención en las manos. Nota cualquier experiencia que
comiences a experimentar en ellas. Una sensación /recuente es el
hormigueo en las yemas de los dedos. Compara ambas manos: ¿en
una de ellas percibes más picor, o quizá te parece más ligera, pesa-
da, cálida o fría que la otra? Continúa concentrado en la experien-
cia y pregunta a tu inconsciente cómo sería que el hormigueo, el
calor o lo que estés sintiendo comenzara a provocarte una sensación
de ligereza. Es posible que sientas que algo «tira» de tu dedo o tu
mano, como si tuvieras un globo atado al pulgar o la muñeca.
Comenzarás a sentir una ligereza sumamente agradable que se in-
crementará con cada respiración . Quizá el hormigueo se intensi-
fique, derivando en movimiento. No inhibas ese impulso. Sigue la
experiencia de forma sensitiva y permite que tus dedos comiencen a
elevarse. Invita a esa sensación de ligereza a aumentar aún más, y
a tu mano a continuar elevándose. Si lo prefieres, sugiere que tu
mano se eleve hasta tocarte la cara . Cuando lo haga, tu relajación
en trance se profundizará más que antes.
Concédete tiempo para permitir el desarrollo de las sensaciones.
No sabes qué mano responderá y en qué forma lo hará, pero puedes,
como en los ejercicios anteriores, sentir cada vez más curiosidad acerca
de la respuesta que propondrá tu inconsciente. Pueden producirse
muchas variaciones creativas.
Uno de nuestros clientes se sometió a hipnosis para aprender a
controlar su temperamento . Se trataba de un inteligente abogado
cuyo carácter interfería notablemente con su vida profesional y pri-
vada. Antes del trance hablamos de la levitación de mano como
uno de los fenómenos hipnóticos de los que él podía aprender mu-
cho y respondió que sentía gran curiosidad acerca de esta práctica,
A(:J[OHIPNOSIS PASO A PASO 137
-~ero que du,daba que pudies~ llevarla a ~~bo. Sin emba_rgo, su
trance resulto muy agradable e incluso sonr10 al entrar en dicho es-
tado. Se le sugirió que levantase la mano, de forma similar a lo que
hemos descrito en el ejercicio anterior, y a pesar de q~e sus manos
apenas se movieron, su rostro enrojeció y aparecieron unas gotitas
de sudor sobre su frente. Al despertar narró lo que denominó «una
experiencia maravillosa». ¡Dijo que la levitación había sido tan es-
pectacular que incluso había saltado! Aquello demostraba que la
experiencia había resultado absolutamente real para él, y que había
.sentido que había empleado una energía tremenda. Lo que le com-
placía realmente era darse cuenta de que podía vivir una experien-
cia de semejante intensidad en su imaginación, un hecho que re-
~ultó fundamental para la moderación de su carácter porque le
enseñó que podía tener un pensamiento iracundo pero que no era
necesario que lo expresara en acción. Aprendió que era posible
controlarse.
Los fenómenos hipnóticos no siempre están en relación recípro-
ca con lo que parecen. Una experiencia puede convertirse en una
metáfora, un símbolo, o conducir a algo nuevo, una inspiración para
d crecimiento y el aprendizaje.
IMÁGENES VISUALES Y ALUCINACIONES
Las imágenes visuales son fenómenos naturales de la hipnosis. La
mayoría de las personas pueden aprender a crearlas, a pesar de que a
algunas les resulta más sencillo que a otras. La intensidad con que se
perciben las imágenes mentales es un talento natural, aunque puede
ser desarrollado con una práctica correcta.
Un método clásico para entrar en trance es mirar algo. Se anima
al sujeto hipnótico a fijar la vista en algún objeto que fascine, como
un cristal, una vela encendida o una espiral. Utiliza lo que más te in-
terese a ti. Nosotros solemos usar pinturas abstractas. Milton Erick-
son utilizaba un precioso cristal de cuarzo que colocaba en su mesa
para que sus pacientes lo observaran. Recurre a tu imaginación.
 138
Ejercicio sobre las alucinaciones
Para comenzar, mira el objeto atentamente. Estúdialo, notando
todos sus componentes, sus colores, sus formas. A continuación mira
su forma externa, y luego su interior. Observa con mucha atención,
centrándote sólo en el objeto. Mientras te concentras al máximo,
deja que tus pensamientos fluyan libremente. Piensa en el objeto,
míralo, estúdialo. Mientras lo observas, deja que tu cuerpo se relaje
y tu frecuencia respiratoria descienda. Recorre el objeto con los ojos
una vez que hayas estudiado sus diferentes componentes. ¿Puedes
notar alguna alteración mientras miras? Por ejemplo, quizá veas la
imagen más borrosa, notes un cambio en los colores, o tal vez una
alteración en la forma. Es posible que notes aspectos en los que
antes no habías reparado. ¿De qué forma parece alterarse el objeto?
Sugiere algún cambio que quisieras experimentar y espera tu res-
puesta. A continuación, relaja la visión y recupera la percepción vi-
sual normal.
En esta técnica hipnótica se suelen observar interesantes objetos,
pero dado que la hipnosis es una experiencia interna busca la imagen
en tu interior.
Ejercicio sobre las imágenes internas
En este ejercicio, comienza por relajar el cuerpo como has hecho
anteriormente. Si lo deseas, puedes realizar esta actividad inmediata-
mente después de la anterior. Mientras observas el objeto elegido
imagina que tus párpados pesan. Sugiere que su peso se incremente
cada vez más, y espera a que los ojos estén preparados para cerrarse.
Sólo entonces permite que los párpados desciendan. Si no quieren ha-
cerlo después de una larga espera cierra los ojos de todos modos. Rela-
ja los párpados y permite que todo tu cuerpo entre en estado de pro-
funda relajación.
Ten en cuenta que es posible visualizar color sin forma, o de
modo abstracto o simbólico. Al principio puede parecer una sombra y
alterar gradualmente sus matices, su intensidad, o incluso cambiar de
tuTOHJPNOSIS PASO A PASO 139
tono. En ocasiones se ven caleidoscopios de color, y en otras simple-
mente imágenes consecutivas en blanco o negro, luces, o líneas. Ex-
perimenta con el hecho de proponer el color que te gustar~a percibir.
Espera tu respuesta y observa su evolución.
.' Jf.·'.¡\NESTESIA E HIPERESTESIA
',.•('•''.·. ~·.
~:·'\!!'~:~::
•;'.'.'.~ti: La anestesia es un fenómeno hipnótico bien documentado que
::~s:ha sido utilizado en la medicina por especialistas cualificados como
· {. único anestésico durante la cirugía. Como ejemplo podemos citar un
; 'documental de los años cincuenta que muestra a una mujer dando a
•rJ.,.,.,
;~;:luz por cesárea por cuarta vez sin sufrir dolor gracias a la hipnosis.
. Antes del descubrimiento del cloroformo, la hipnosis fue utilizada
principalmente en la cirugía (véase Capítulo 1).
Por lo general, la anestesia se genera por sugestión directa,
basándose en la sugestibilidad del sujeto. Pero la efectividad de la
hipnosis no depende sólo de este factor, sino que existen muchos
otros que desempeñan funciones importantes.
La motivación puede incrementar la capacidad de producir
anestesia. Una de nuestras clientas, que estaba trabajando duramente
para conseguir un cambio en su personalidad, utilizaba la hipnosis
de forma esporádica para relajarse, a pesar de que no se creía muy
buena en ese campo e incluso dudaba de la eficacia del método. Se
trataba de una mujer inteligente de menos de treinta años que sufría
una intensa ansiedad. Se sentía atrapada en una incómoda situación
laboral y personal, y tendía a juzgarlo todo, en especial a ella misma.
Durante el curso del tratamiento su dentista le comunicó que tendría
que extraerle una muela, así que ella decidió probar suerte con la
hipnosis en lugar de recurrir a los narcóticos. Antes de la cita ignora-
ba qué efecto tendría sobre ella la anestesia local, pero en su primera
sesión después de la intervención nos contó que al comienzo se había
sentido nerviosa, pero que una vez que se había sentado en el sillón
del dentista había entrado en trance. De forma espontánea había
imaginado que diminutas criaturas invadían su boca y eliminaban el
dolor con sus escobas, y la observación de esta divertida imagen le
había calmado lo suficiente como para permitirle resistir todo el pro-
m
140 AUTOHIPNos1s·
cedimiento sin problemas. ¡Y ni siquiera necesitó narcóticos o cal-
mantes después de la extracción! La mujer no había esperado utilizar
ninguna imagen, y menos una tan «tonta», pero había funcionado.
Incluso su dentista se rió cuando la mujer le contó lo que había visto.
El dolor es una sensación a la que la hipnosis puede influir de diver-
sos modos, todos ellos complejos. Prepárate bien antes de intentar
aplicar estas aptitudes en la práctica, y nunca las emplees para reem-
plazar una buena atención profesional.
Ejercicio para practicar la anestesia con sugestión directa
Busca un nivel de trance cómodo, y piensa en la relajación y el
bienestar de tu cuerpo. Decide dónde te gustaría producir la anestesia:
¿en una mano, en la cabeza, en un píe? A continuación puedes pro-
ponerte una sugestión de un modo que ya hayas empleado antes con
buenos resultados o, sí lo deseas, tienes la posibilidad de experimen-
tar algo nuevo. Podrías recordar alguna ocasión en la que, después de
permanecer bastante tiempo al aíre libre en un día de temperatura
muy baja, tu nariz y tus mejillas se hayan enfriado tanto que perdie-
ran la sensibilidad. Recuerda el hormigueo seguido de la ausencia de
sensación . Sugíérete que la parte del cu erpo qu e elijas sienta un
hormigueo mientras se enfría cada vez más, hasta que ya no puedas
sentirla.
En ocasiones es posible producir anestesia disociándose de esa
parte del cuerpo. Imagina que tu mano, brazo o lo que hayas escogi-
do se encuentra separado del resto del cuerpo, muy lejos. A l princi-
pio es posible que notes que la mano crece, y que luego parece adop-
tar una cualidad irreal o distante. Algunos sujetos se observan a sí
mismos a la distancia . Uno de nuestros clientes, por ej emplo, sintió
que dejaba su cuerpo sentado en la habitación y se marchaba a la
playa. Otras personas perciben hormigueos o alteracion es de tem-
peratura antes de comenzar a notar que sus manos o brazos se dis-
tancian o entumecen . Una vez que sientas que has alcanzado una
anestesia adecuada, puedes ponerte a prueba tocándote la parte del
cuerpo an estesiada.
AW'fOHIPNOSIS PASO A PASO 141
Tua hiperestesia
·~ Muchas personas saben que la hipnosis puede reducir las sensa-
~iones, pero pocos se dan cuenta de que también las puede intensi-
ficar, algo sumamente útil en determinadas circunstancias. Un joven de
poco más de veinte años, caracterizado por su exceso de energía, acu-
dió a nuestra consulta para someterse a hipnoterapia. Había perdido
su trabajo, y en consecuencia había decidido montar su propia empre-
sa trabajando con maquinaria. Hablaba rápidamente, se movía sin ce-
sar durante las sesiones, y se describía a sí mismo como «hiper». En su
nueva ocupación se quejaba de que de vez en cuando olvidaba algún
pequeño detalle y eso le obligaba a regresar a su oficina para rehacer el
trabajo, con la nefasta consecuencia de que no sólo perdía las ganan-
cias, sino que en algunos casos tenía que poner dinero de su propio
bolsillo para completar el encargo. No prestaba atención a los elemen-
tos importantes de su trabajo, y sin embargo se preocupaba en exceso
por los detalles menores. Sin duda, necesitaba mejorar.
El joven aprendió a entrar en trance y descubrió que podía dis-
frutar de la calma y relajación que sentía en ese estado. Entonces le
sugerimos que imaginara un sitio en el que se sintiera muy a gusto,
y él pensó en los bosques cercanos a su casa de la infancia. Recordó
hasta el más mínimo detalle: los ruidos del bosque, el olor de las
hojas y las plantas, las tonalidades de los rayos del sol entre los ár-
boles. Buscó en su memoria para rememorar hasta el más mínimo
detalle, centrando toda su energía en sensibilizarse a la experiencia.
En la semana posterior al trance nos contó que le sorprendía haber
descubierto algo nuevo. Aparentemente de forma automática había
notado que oía con atención, observaba con extremo cuidado y no-
taba detalles exactos de la maquinaria que estaba reparando. Dijo
ser capaz de percibir sonidos imperceptibles que indicaban dónde
se estaba produciendo el mal funcionamiento del aparato, y como
resultado de aquella agudeza no tuvo reclamaciones ni cometió
errores durante toda la semana . Le pedimos entonces que se cen-
trara en su cuerpo, sintiera su espinilla, notara el largo de sus bra-
zos, de sus piernas, que percibiera su respiración, y así continuó
aprendiendo hasta alcanzar tal sensibilidad que consiguió percibir
el murmullo de la brisa, o un mínimo contacto con su brazo. Como
142
consecuencia d.::i iecta, mejoró notablemente en el manejo de sus ,
herramientas.
La hipereste:~ia puede ser desarrollada durante el trance y ser
aplicada de forrri:a beneficiosa en nuestra vida cotidiana.
Ejercicio de hiper-~Jtesia
Comienza .:il!Jor un recuerdo, quizá un lugar o una experiencia muy
reciente que b C2yas disfrutado. Ahora piensa cómo sería recordar los
detalles que be4lyas olvidado. Concéntrate en recuerdos sensoriales,
como el gusto,. ~l olor, el tacto o el sonido. ¿Había algún pájaro o un
grillo cantanLc:J? ¿Las olas rompían con fuerza en el mar? ¿Puedes
recordar el so 72!.ido de la voz de algún amigo? Espera a el recuerdo
aparezca y pid~ que sea aún más claro.
LA DISTORSié> rl' TEMPORAL
Otra habilid::a_d natural del inconsciente es la distorsión temporal.
Todos hemos se:r::w.tido que el tiempo pasa lentamente mientras espe-
ramos en fila, pcc:=senciamos una clase «pesada» o nos vemos obliga-
dos a participar <:::le una cena aburrida. Por el contrario, hay ocasiones
en que las horas pasan volando y nos preguntamos cómo se nos ha
ido el día tan ráI;:>ido. Estos son ejemplos de la habilidad natural con
que cuenta la m~.::llte para alterar la percepción del tiempo.
Si a una per:s <>na se le pidiera que definiera el tiempo inmediata-
mente pensaría e::11 un reloj. Sin embargo, supón que a un grupo de
alumnos se les ¡> -=eguntara cuánto ha durado su clase. Las respuestas
variarían de forma considerable: los alumnos interesados y compro-
metidos con la e::=- Jase probablemente calcularían una duración bas-
tante menor que la que propondrían los estudiantes que se sintieron
aburridos y no c:::"Lemostraron ningún interés. La distorsión temporal
se produce cuar::i. .lo la duración aparente de un intervalo de tiempo
difiere de su dur~ción real. La distorsión puede parecer más extensa
o más breve, de .:pendiendo de la experiencia, pero ambas son natu-
rales y pueden s~ J utilizadas con fines creativos y terapéuticos. _
143
1
Milton Erickson y Linn Cooper (Cooper y Erickson, 1982) rea-
'lizaron una exhaustiva investigación sobre este fenómeno, y es-
fablecieron definiciones experimentales sobre la distor~ión temporal
,para referirse a la discrepancia entre el tiempo que marca el reloj y el
'pempo experimental de un determinado intervalo. Durante un ex-
perimento, a un sujeto en trance se le indicó que se dirigiese a un
campo a recolectar cuatro hileras de algodón contando los ovillos de
Wio en uno mientras los cogía. El sujeto, que era una mujer, no debía
apresurarse, y tenía que levantar una mano cuando hubiese finaliza-
~<do. Así lo hizo 217 segundos después de haber comenzado, y tras
haber recogido 719 ovillos de algodón. Posteriormente dijo que le
parecía haber trabajado durante una hora y veinte minutos.
~· El segundo experimento suponía llevar a cabo la misrria tarea,
con la diferencia de que el experimentador impuso un límite de tiem-
po: tres segundos. La mujer afirmó haber recogido 862 ovillos, y que
le había parecido haber trabajado durante una hora y veinte minutos.
En ambos casos, el sujeto experimentó una distorsión temporal.
Los siguientes ejercicios ilustrarán tanto la experiencia de que el
tiempo pasa deprisa como de que transcurre lentamente. Cada una
tiene sus aplicaciones y usos. Por ejemplo, la experiencia del paso del
tiempo a toda prisa puede resultar muy útil para el control del dolor,
mientras el hecho de que el tiempo parezca transcurrir lentamente
puede mejorar la eficiencia.
. Ejercicio preliminar sobre distorsión temporal
Entra en trance, relájate y siéntete lo más a gusto posible. Piensa
en el tiempo. Imagina las agujas de un reloj y observa su movimiento
durante cinco minutos. Pregúntate si puedes establecer la diferencia
entre treinta y dos y treinta y tres minutos, o si puedes distinguir un
intervalo de cinco segundos de uno de seis. Piensa en una situación en
la que estuvieras aburrido y te pareciera que el tiempo transcurría
muy lentamente; quizá lo hayas sentido mientras esperabas que
sucediera algo . Ahora recuerda otra ocasión en la que las horas
pasaran tan rápidamente .que, al mirar atrás, el suceso te pareciera
haber finalizado antes de comenzar. Las vacaciones suelen provocar
144
esta experiencia. Permite que tu mente «deambule» y las asociaciones
fluyan libremente. Relájate al máximo. Cuando te sientas preparado,
elimina todos los pensamientos que surquen tu mente, e imagina por
ejemplo un lago, donde el fango se acumula en el fondo . El agua se
torna cristalina, como tu mente. Cuando estés listo, despierta renova-
do y alerta.
Ejercicio sobre la desaceleración del tiempo
Bríndate una experiencia básica de distorsión temporal. Busca un
sitio tranquilo al aire libre en el que puedas dar un paseo tranquilo y a
solas (o sin hablar, si te encuentras con otra persona) durante lo que
consideres un cuarto de hora. No intentes dirigir tu atención a nada
en particular. Cuando te parezca que han pasado quince minutos de-
tente y mira el reloj. Inmediatamente después da otro paseo, pero esta
vez en algún sitio agitado donde te encuentres a gusto, y vuelve a esti-
mar unos quince minutos. De nuevo deja que tu atención flote sin
centrarse en nada en especial. No mires el reloj hasta que creas que
has andado durante al menos un cuarto de hora. Al finalizar, refle-
xiona sobre lo que has experimentado y regresa a tu casa. Si se ha pro-
ducido una diferencia entre el tiempo experimentado y el tiempo
transcurrido significa que has notado una percepción temporal.
Distorsión temporal imaginativa
Para la siguiente sesión busca un sitio agradable donde puedas
sentarte y relajarte. Entra en trance, y una vez que sientas que has en-
contrado calma interior recuerda tus dos paseos. Piensa en el entorno
en que se desarrolló cada uno, e intenta visualizarte allí una vez más.
Algunas personas sentirán que están realizando la caminata una vez
más. Cuentas con todo el tiempo que necesites para andar, así que no
te des prisa. Sigue este procedimiento para cada uno de los dos paseos.
Cuando hayas finalizado uno, despierta y nota cuánto tiempo te ha
llevado recorrerlo mentalmente. Controla la hora en tu reloj y com-
para el tiempo transcurrido en realidad con el que has experimentado.
145
Ahora imagina el segundo paseo, comprueba cuántos minutos reales
han transcurrido y compara.
Antes de entrar en trance mira la hora. Permite que se te ocurra
una imagen cualquiera, o una escena. Mientras la observas pueden
aparecer otras imágenes, una tras otra. Deja que se tornen lo más
reales posibles hasta que sientas que te encuentras dentro de la esce-
na. Continúa inmerso en ella hasta que te consideres preparado para
eliminar todas las imágenes de tu mente. Piensa en un espacio en
blanco, en una nada de color negro, o en una luz intensa. Juega con
las posibilidades mientras esperas tu respuesta y disfrutas de la rela-
;ación profunda. Cuando estés listo, despierta rela;ado y renovado.
Nota cuánto tiempo te parece que ha transcurrido y luego compáralo
con el tiempo real. Repite este ejercicio varias veces en diferentes se-
siones intentando que las imágenes sean cada vez más vívidas.
Distorsión temporal en trance JI
Entra en trance y visualízate llevando a cabo una actividad que
normalmente te lleva una determinada cantidad de tiempo. Puedes
escoger entre uno de estos tres ejemplos, o bien optar por el que tú
prefieras: 1) Nadar, correr, montar en bicicleta, etc. durante quince a
veinte minutos. 2) Hacer el desayuno incluyendo todos l¿s prepara-
tivos durante quince a veinte minutos (pero de;a que los platos los
lave otra persona). 3) Mirar el primer cuarto de hora de un partido de
fútbol o tu deporte favorito. Otra posibilidad es mirar el primer acto
de una obra de teatro que te apetezca.
Ya has practicado esta clase de fenómeno de trance en varias oca-
siones. Elige qué te imaginarás que estás haciendo, y si prefieres otra
actividad que te lleve de quince a veinte minutos recurre a ella.
Cuando hayas encontrado un nivel de trance que te parezca placen-
tero, comienza con la actividad imaginaria. Involúcrate intensamente
en lo que estás haciendo. Tómate tiempo y exhibe tus mejores artes.
146 147

No te apresures. Intenta ser minucioso. Recuerda controlar la hora
antes de entrar en trance y una vez que hayas despertado. Cuando fi-
nalices, despeja tu mente y despierta renovado y alerta. Puedes repetir
el ejercicio varias veces en distintas ocasiones, pero recuerda limitarte
mtJcho más amigable y mostraba un mejor trato hacia los demás. Al
~,'.~alizar sus estudios le llegó la hora de dejar su empleo y le dio tanta
P,ena n:_archar~~ que incluso ll?ró en su fiesta de des~e~ida. ¡:
~qmpaneros dijeron que echanan de menos a una amiga tan diverti-
s~s

siempre a un período que, según tu percepción, oscile entre los quince , da! Cuando se la invitó a utilizar sus habilidades hipnóticas lo hizo
y los veinte minutos. Si notas una discrepancia entre el tiempo real y ·sin dudar, y obtuvo un beneficio tan grande para eUa y quienes la
el que has experimentado significa que has sentido la distorsión rodeaban que consiguió enfrentarse a sus dificultades y superarlas.
temporal.
* * *
Estos ejercicios suelen provocar que las personas experimenten
la expansión del tiempo. Sin embargo, tanto la expansión como la En este capítulo has experimentado con varias posibilidades hip-
constricción temporal son herramientas sumamente útiles. Una de nóticas diferentes, así que esperamos que hayas realizado los ejerci-
nuestras clientas tuvo una experiencia con la distorsión temporal que dos abriéndote a tus habilidades individuales, desarrollándolas y am-
demuestra sus sorprendentes beneficios. Ella deseaba perder peso. pliándolas. Recuerda que los ajustes creativos ayudan a transformar
Trabajaba para una importante empresa mientras estudiaba por la , en ventajas las dificultades y la resistencia. Puedes llevar a cabo estos
noche para diplomarse como enfermera, pero decía que su trabajo ejercicios básicos todas las veces que quieras y con el tiempo habrás
no le gustaba en absoluto y que sentía que cada día el tiempo se le es- aprendido tanto que el trance se convertirá en una herramienta có-
capaba de las manos. Le parecía que apenas podía ocuparse de sí moda y lista para usar.
misma o de sus estudios. Algunos de sus compañeros de trabajo que
también se sometían a hipnosis con nosotros nos comentaban
que era muy difícil tratar con ella en el trabajo. .
A lo largo del tratamiento esta mujer alcanzó un estado de trance
muy profundo, pero siempre despertaba con amnesia total en cuanto
a la experiencia. Le enseñamos ejercicios de distorsión temporal
similares a los incluidos en este capítulo y su inconsciente descubrió
de forma espontánea una solución creativa para su dilema. En la
siguiente sesión nos contó que había hecho un descubrimiento sor-
prendente: notaba que su trabajo había cambiado. El día parecía
pasar de prisa pero, por extraño que pareciera, al regresar a su casa
por la tarde sentía que tenía todo el tiempo que le hacía falta. Los
fines de semana transcurrían de forma lenta y pausada, y siempre en-
contraba tiempo para todo. Con el paso de las semanas llegó a notar,
para su sorpresa, que su trabajo le resultaba cada vez más agradable
porque pasaba a toda prisa. Se sentía más feliz y relajada porque
sabía que después del trabajo y durante los fines de semana contaría
con tiempo suficiente para dedicarlo a su carrera y a su casa. Sus
compañeros de trabajo también percibieron su cambio: ahora era
 Capítulo 7
Superar la resistencia

No digo que deberíamos intentar, sin entrenamiento ni expe-

riencia previa, explorar las profundidades de nuestro propio sub-
consciente. Pero al menos tendríamos que admitir que existen y
que son importantes, y deberíamos tener la humildad de aceptar
que no lo sabemos todo sobre nosotros mismos, que no somos
expertos en el manejo de nuestras vidas. Tendríamos que dejar de
tomar nuestros planes y decisiones conscientes con tanta se-
riedad.
Thomas Merton

'! whipnosis puede resultar una experiencia placentera e in-

-Yteresante, una oportunidad para el aprendizaje, el crecí-
, ~iento y el desarrollo . Sin embargo, a pesar de que desees experi-
µientarla, tal vez notes que eres incapaz de entrar en trance. Si ese
es tu caso, utiliza los ejercicios incluidos en este capítulo para su-
perar tu resistencia.
Hasta ahora has estado recopilando información como un inves-
tigador científico, y probablemente ya te sientas preparado para for-
mular una hipótesis; sin embargo, aún es pronto para llegar a conclu-
siones basadas en la información parcial que posees. Continúa
haciendo caso omiso de tus juicios sobre ti mismo o tu experiencia y
centra tu atención en el fluir de la conciencia. El siguiente ejercicio,
basado en la meditación oriental, te enseña a seguir el curso de tu
conciencia sin conceptualizar al respecto.
 150 151
Hli ·
Elfluir de la conciencia .~o' que probablemente hayas notado mientras llevas a cabo tus activi-
l.
i(:les típicas, como lavar los platos después de la cena o conducir hacia
Busca un sitio tranquilo y relájate por unos instantes, aunque sin Cl:trabajo siempre por la misma ruta. Ciertos patrones d~ pensamiento
,i
entrar en trance. En lugar de ello, nota lo que estás experimentando. 1
cat acterísticos tienden a acompañar a la actividad habitual. Algunos
1
Por ejemplo, si estás sentado en una silla, ¿comienzas a notar cómo se ''.) }lábitos impiden el crecimiento y el desarrollo, mientras otros animan a
siente tu cuerpo en esa posición? O quizá estás pensando en practicar ,i,r;.Ítanzar metas importantes con eficiencia y efectividad.
'1
este ejercicio y te preguntas cómo lo harás. Observa y nota cada pen-
i
l.¡
J.'
l samiento mientras tu atención pasa de uno a otro. Si te pierdes en
uno en particular, simplemente vuelve a centrarte en el compor-
tamiento de tu conciencia. Continúa experimentando el momento ac-
'''' tual hasta que estés preparado para detenerte. e Escoge una actt'vidad habitual que desees realizar, alguna rutina
I'
¡: específica que lleves a cabo con regularidad. Intenta tomar conciencia
' de ella mientras la haces. No interfieras con su fluir natural. Simple-
Realiza este ejercicio varias veces en diferentes escenarios hasta que
" mente observa y nótala, como has hecho en el ejercicio anterior, exa-
puedas seguir el curso de tu conciencia. ¿Con qué dificultades te has en-
minando sin censurar ni juzgar mientras llevas a cabo la actividad.
contrado? ¿Algo te ha impedido continuar atento a tu conciencia minu-
Toma conciencia del contenido emocional. Siente las sensaciones en
•0 •
to a minuto? Es posible que el ejercicio te resultara sencillo, e incluso un
tu cuerpo y todos los aspectos que conlleva la experiencia de llevar a
poco pesado. ¿Pero qué te hizo detenerte en el momento en que lo hi-
· J cabo la acción.
ciste? ¿Dejaste de encontrar cosas en las que fijarte? ¿Cuándo sucedió?
¿Qué áreas estabas ignorando? Por ejemplo, algunas personas señalan .~l:j
·· ~¡
cada objeto que les rodea y se detienen cuando no tienen nada más que ·
..., "Ejercicio de exploración de la experiencia
observar. En este caso, las experiencias, reacciones y asociaciones inter-
¡
nas pueden ser ignoradas o evitadas mientras se presta atención sólo al
Una vez que hayas escogido una actividad y tomes conciencia de
campo exterior de la experiencia. A veces los individuos evitan lo que
estar llevándola a cabo, intenta recordarla varias horas más tarde o al
está sucediendo en el presente sumergiéndose en el pasado, o pre-
día siguiente. Piensa en lo que has experimentado. ¿Has encontrado
ocupándose por el futuro . Intenta explorar tus propias reacciones al"' !
alguna dificultad al vivirla en ese momento? Si tu respuesta es sí,
ejercicio. Todo lo que averigües serán datos de utilidad. Y no te castigud
puedes explorar el motivo ahora. ¿Qué pensamientos o sentimientos
por haber ignorado ciertas áreas. Tanto lo que no notas como lo qu¿
surcaron tu mente en ese momento? Piensa en sus posibles significa-
percibes te sirve para aprender mucho sobre ti mismo. Todo tiene su lu-
dos. ¿Esos pensamientos o sentimientos tienen alguna conexión
gar y constituye una pieza del rompecabezas de la mente.
imaginable con tu experiencia? Examina tus asociaciones y los de-
talles de los posibles patrones y sentimientos sin interferir, mientras
los observas detenidamente. En ocasiones las asociaciones son peri-
RESISTENCIA INCONSCIENTE: féricas y distantes, ~asi inalcanzables; pero en otras las conexiones son
ABRE TU MENTE AL CAMBIO claras. Sé paciente y mantente alerta. Sigue hasta la más ínfima señal
y descubre datos interesantes. Si te estás acercando a un área conflicti-
Las personas hacen las cosas siempre de la misma forma. El hábito va es posible que te sientas algo nervioso o incómodo. Pero en lugar
en la acción suele estar relacionado con los hábitos en el pensamiento, de preocuparte considera tus sentimientos de forma positiva, como un
152
posible indicio de que estás comenzando a explorar algo importante.
La resistencia puede parecer aburrida, incómoda y en ocasiones em-
barazasa. Repentinamente puede que pierdas el hilo de tus pen-
samientos, o incluso que olvides concentrarte. Toma nota también de
·~
eso. Es posible que estés comenzando a comprender la resistencia du-
rante el trance.
Cuando tú mismo impides el cambio
Las defensas pueden resultar beneficiosas, en especial cuando el
hecho de sentir la fuerza de una experiencia obstaculiza la acción
competente. Las defensas se adoptan automáticamente como una
protección contra la ansiedad y la amenaza, y durante las crisis son
valiosas herramientas que te ayudan a solucionar dificultades. En el
entorno laboral, por ejemplo, no es conveniente que regañes a tu jefe
simplemente porque estés enfadado.
Pero cuando se utilizan de forma automática y son asumidas
como parte del potencial personal las defensas pueden limitar las op-
ciones del individuo. Las reacciones de la persona ante determinadas
situaciones se tornan demasiado predecibles como para dejar paso a
la creatividad, el entusiasmo o el crecimiento, y eso puede acarrearle
problemas cuando intente llevar a cabo cambios personales, como en
la autohipnosis. El cambio resulta más sencillo cuando existe libertad
de elección. Aprende a usar tus defensas para defenderte, cuando las
necesites para salir adelante y superar problemas, pero no las emplees
en contra del enriquecimiento de tu forma de actuar.
TRABAJA CON LAS DEFENSAS
La hipnosis suele ser un método eficaz para superar las defensas.
El trance trabaja directamente con el inconsciente positivo y supera
funciones conscientes del ego como las defensas. Sin embargo, si has
notado que eres incapaz de entrar en trance es posible que tú mismo
estés erigiendo defensas contra dicho estado. Si deseas explorar esta
posibilidad realiza los siguientes ejercicios.
153
1, Piensa en intentar entrar en trance. Mientras contemplas la posi-
, bilidad, ¿cuál es tu reacción? ¿Te sientes ligeramente incómodo y de in-
1 mediato inventas varias excusas convincentes para no hacerlo? ¿Piensas
· , en innumerables razones por las que no lo conseguirás? Quizá sientes
que las circunstancias nunca te han permitido intentarlo. ¿Crees que
otras personas tratan de evitar que entres en trance? ¿Temes al trance?
La información· que consigas a partir de la observación de ti mismo te
permitirá cambiar para que puedas experimentarlo.
_¡ Resulta difícil diagnosticarse a uno mismo a partir de un libro,
~eto considerar que posiblemente tu reacción sea defen siva te puede
~y,udar a preguntarte si dicha reacción es la única que puedes tener.
Las personas suelen creer que sus reacciones defensivas son reali-
clades inamovibles que parecen sucederles sólo a ellos. No sienten
libertad de acción ni de elección. Pero descubrir que existe otra posi-
bilidad puede marcar el comienzo de nuevas opciones.
Exagera tu reacción defensiva
Deja pasar un día o más después de realizar el ejercicio anterior e
intenta entrar en trance. Esta vez, si percibes la renuencia habitual
intenta exagerarla. Si tu atención se dispersa, trata de pensar en
cualquier cosa menos en el trance. Si te aburres, abúrrete aún más de-
liberadamente, sin hacer nada. Después de quince o veinte minutos
intenta entrar en trance de nuevo. Algunas personas notarán que lo
consiguen automáticamente en este punto, pero otras no. Si es tu caso,
vuelve a la postura de defensa y exagérala todavía más. Estudiar la
forma en que te impides alcanzar tus objetivos te enseñará mucho.
LA POSITIVIDAD DE LA NEGATIVIDAD
Tal vez hayas puesto realmente todo tu empeño en trabajar con
este libro, realizando ejercicio tras ejercicio, y aun así hayas descu-

154
bierto que a pesar de todos tus esfuerzos no puedes conseguir na(¡!~
ni remotamente parecido al trance. Quizá te sientas frustrado y en.
fadado contigo mismo, o dudes de la eficacia y el poder de la hipno~
sis; ¿pero has considerado la gran fortaleza y confianza en ti mismd
que has demostrado con tu resistencia? Esta fuerza, cuando madur;
y se combine con toda tu personalidad, puede convertirse en
fuerza que te ayude a resolver tus dificultades.
Una universitaria acudió a nuestra consulta para someterse a se-
siones de hipnosis con el fin de perder peso, aunque también se que-
jaba de ser muy olvidadiza: olvidaba las llaves, la fecha, ¡e incluso el
nombre de su mejor amiga! Con el tiempo aprendió a entrar en trance
profundo. Invitamos a su inconsciente a trabajar sobre estas dificul.'
tades de forma creativa, utilizando sus recursos, ¡y para su felicidad la .
mujer descubrió que podía olvidarse de comer en exceso! Nos contó.
que, al principio, olvidaba varias comidas, incluidos sus postres fa.
voritos; pensaba que se trataba de un incidente aislado que no podía
relacionar de ninguna forma con su trabajo hipnótico: pero continuó
olvidándose de comer, coincidentemente en los horarios más apropia~
dos. Poco a poco comenzó a reconocer que lo que siempre había con-
siderado un déficit y un problema en realidad podía actuar a su favor
en otro contexto. Para su sorpresa, también disminuyeron sus olvidos
de llaves y otros objetos. El olvido acabó siendo valioso: esta mujer
jamás había imaginado que su tendencia podría ayudarle.
Una vez que el inconsciente está dispuesto a trabajar de forma
positiva, los problemas no sólo podrán ser superados, sino utilizados
como elementos a favor del individuo.
Ejercicio positivo y negativo
Si sientes que cierta negatividad te impide progresar, invita a tu
inconsciente a realizar nuevas conexiones. Es posible que inconscien-
temente sepas cosas que tu consciente ignora. Después de todo, es
probable que no hayas elegido de forma consciente y deliberada ser
una persona negativa o tener problemas. Sin embargo, la situación
cambia de forma natural y automática cuando permites que tus recur-
sos inconscientes internos trabajen para ti.
155
l Prepárate para este ejercicio pensando en algunas de tus capaci-
' Jades y fuerzas, y hazte una descripción detallada de cada una de ellas.
:FA continuación considera tus debilidades y fallos . Si es posible entra
.,t;men trance, o siéntate en silencio, pensando en la compleja unidad del
~ cuerpo humano y la conexión entre los diferentes sistemas: el es-
la · ;quelético con el cardiovascular y muscular, el digestivo, etc. Considera
las interacciones, las superposiciones. Una vez que hayas recorrido el
cuerpo con la imaginación lo más exhaustivamente posible, relájate y
deja que tus pensamientos se centren en lo que te interese en ese mo-
mento. Al finalizar, tómate unos instantes para hacer una pausa y
, meditar sobre tu experiencia.
Si te lo propones, puedes conseguir cosas sorprendentes de for-
ma inconsciente sin que la consciencia interfiera; pero para que suce-
·«i¡ia tienes que restar potencia a tu parte consciente. La conciencia no
fitcesita estar involucrada en lo que estás haciendo, y tú mismo lo has
¡ experimentado de forma natural cuando, por ejemplo, soñabas des-
pierto. De todos modos, es posible que aún no hayas descubierto
~ómo utilizar este talento innato.
';Abre paso al conocimiento inconsciente
"ú
¿Cómo te diriges del salón al comedor? Piensa en todas las for·
mas posibles. No sigas leyendo hasta que no te hayas concedido al
menos cinco minutos para reflexionar sobre esta cuestión. Apunta al-
gunas de las respuestas. Ahora analízalas para saber más sobre ti y
tus limitaciones. Varía el ejercicio creativa mente, con tus propios
ejemplos.
Erickson utilizaba este ejercicio con mucha frecuencia, y decía
que tenemos muchas maneras de ir de una habitación a otra:
podemos arrastrarnos, saltar, correr, y algunos incluso son capaces
de dar saltos mortales, montar en bicicleta o patinete. Pero también
¡1
J
156 157
11'
¡
podemos ir hacia la puerta, subirnos al coche, conducir hasta el
11
aeropuerto y coger un vuelo a Hawai; tras permanecer allí dos s~.
manas, relajados y disfrutando del paisaje, podríamos regresar a
nuestra casa, entrar por la puerta trasera, atravesar la cocina y fina},
mente llegar al salón. ¿Te has quedado bloqueado después de an.
dar, correr o arrastrarte? ¿Cuántas nuevas formas de llegar al come.
dor se te ocurren ahora?

Nuevas perspectivas ,f:

Imagina un sitio donde existan seis orientaciones posibles. Ahora
piensa en otro con sólo dos. Una vez más, no leas hasta haberte conce-
dido suficiente tiempo para pensar.
En Arizona, donde vivían los Moradores de los Barrancos 4, el
terreno era tan montañoso que las casas se erigían directamente
una sobre otra. Así, además de contar con el norte, el sur, el este y
el oeste, estas personas también hablaban de arriba y abajo, con lo
cual manejaban seis orientaciones. Los modernos edificios de
apartamentos son similares.
Y ahora, ¿puedes pensar en algún sitio con dos orientaciones?.
Muchas personas lo conocen porque han estado allí. Una de las
respuestas posibles es una barca, donde lo más importante es
navegar en dirección a tierra o mar adentro. Puedes guiarte por las
indicaciones de una brújula, pero cuando se hace tarde y estás
cansado, ¡lo que más te pKocupa es saber cómo aproximarte a
tierra! En las embarcaciones también existe una orientación in-
trínseca: babor y estribor, proa o popa. Quizá tú conozcas otras
orientaciones en diferentes contextos, con dos o seis puntos de
referencia, ¡o incluso más!
Cliff Dwellers, o Moradores de los Barrancos, es el nombre con el que se conocía
4
Percepción flexible
Mira la figura superior. ¿Puedes ver un /forero? Vuelve a mirar.
¿Ves ahora dos caras en/rentadas? Intenta observar las caras y luego el
florero; podrás distinguir sólo una de las posibilidades. Para pasar de
una imagen a la otra debes modificar tu forma de pensar en el fondo :
primero, para ver el florero, piensa en el espacio blanco que actúa
como fondo, y para ver las caras, céntrate en el color negro. Con este
ejemplo comprobamos que el contexto afecta a la experiencia.
~factos del contexto sobre la percepción
Coge un trozo de papel de color azul oscuro y per/órale un cuadra-
do de aproximadamente seis centímetros por seis centímetros. Ahora
colócalo sobre un fondo rojo y mira. A continuación coloca otro
cuadrado azul sobre un fondo amarillo. Verás que ambos tonos azula-
dos te resultan diferentes si colocas las piezas una junto a la otra y las
comparas.
La percepción está estrechamente relacionada al contexto y la
perspectiva. En ocasiones tendemos a dar por sentado nuestro punto
de referencia asumiendo que todo el mundo comparte la misma
visión. Lo que más nos importa es el significado que tiene para
nosotros, nuestro soporte perceptivo.

a los indios norteamericanos que habitaban en las cuevas de los barrancos rocosos. Una típica broma de la psicología empírica tiene como protago-
(N. de la T) nista a una rata de laboratorio que habla de su experimentador: «He
11 158
l1
entrenado a este hombre para que cada vez que yo presione esta
/ 1
palanca, él me dé de comer» (Watzlawick, 1974). ¿El investigado;
está condicionando a la rata con la comida o está siendo condiciona.
do a dar de comer a la rata según el comportamiento del roedor? n~:
interacción es recíproca.
PENSAMIENTO CREATIVO
El pensamiento puede ser definido como «la exploración deli-
berada de la experiencia para un propósito» (DeBono, 1976). A los
alumnos de los colegios occidentales se les enseña a razonar con lógi- ·
ca: la letra A sigue a la B directamente; un hecho se basa en el
siguiente. Sin embargo, la secuencia lógica puede resultar limitante.
El pensamiento recurre a la percepción, no sólo a la lógica, y todos
podemos desarrollar el pensamiento creativo.
Quienes resuelven sus problemas con creatividad coinciden en
que es posible superar los obstáculos que dificultan el pensamiento
abierto, como por ejemplo el hecho de definir una situación dema-
siado pronto: tal postura no hace más que generar un pensamiento '
estrecho planteado desde una perspectiva limitada, y así surgen los
prejuicios.
El pensamiento lateral supone el rechazo de los patrones rígidos
y un intento de unir elementos de diferentes modos (DeBono, 1970).
Ejercicio sobre pensamiento creativo
Primero combina dos triángulos: A A
¿Has pensado en un diamante? e-Se te ocurren otras formas?
¿Y qué obtienes si combinas cuatro triángulos? ¿Cuántas formas
se te ocurren?
Es necesario reorganizar y volver a pensar para formar una o más
figuras de mayor tamaño constituidas por cuatro triángulos.
·Del mismo modo, cuando trabajas contigo mismo es posible que
sin darte cuenta desarrolles formas estructuradas y limitadas de ínter-
159
¡
pi~tar tu situación. Puedes tener una experiencia seguida de otra que
sis;mpre parecen ir juntas siguiendo un determinado patrón, y por eso
no/prestas atención a otras experiencias simplemente debido a que las
cJhsideras otras más del mismo patrón. Las personas, sin reparar en
ello, clasifican sus experiencias en categorías rígidas y restrictivas, y
c~mo resultado se sienten aburridas o bloqueadas. Gabriel Marcel lo
1 !
llamaba «el endurecimiento de las categorías». Por eso siempre resul- ¡ !
duá beneficioso adoptar una actitud abierta hacia la interpretación.
. .... Una de las mayores resistencias consiste en juzgar el pensamiento
llegando a conclusiones. Esto no implica que los juicios en general
sean poco recomendables: nos referimos específicamente a los juicios
prematuros durante el pensamiento creativo. Cuando intentes llevar
a cabo un cambio personal mantén la mente abierta a los descubri-
mientos que hagas durante el proceso. Recuerda que las primeras
conclusiones son transitorias, nunca definitivas, de modo que ponlas
'entre corchetes: [bueno], [malo], [falso], [imposible] .
QUIÉN PUEDE DECIR SI ES BUENO O MALO
lit:
tf. Esta es la historia de un desgraciado granjero que un día se pre-
k ntó ante el alcalde de su pueblo para quejarse del difícil momento
que estaba atravesando: su granja iba muy mal y en su opinión la
situación era insostenible.
Sin embargo, el alcalde le respondió con una fras e misteriosa:
«Quién puede decir si es bueno o malo.»
El pobre hombre, un tanto confundido, regresó a su granja, y esa
misma noche descubrió que a su tierra había llegado sorpresiva-
mente un caballo salvaje. Sin perder tiempo lo capturó y enjaezó para
ponerlo a trabajar, y cogió todo su dinero para invertirlo en semillas,
esperando conseguir por fin importantes ganancias. Acto seguido
volvió a presentarse ante el alcalde para contarle lo feliz que se sentía
por la aparición del caballo ya que ahora podría arar el doble de tierras.
1 1'
160 AUTOHIPNosis
i
Esperaba que su interlocutor estuviese de acuerdo con él, pero éste
sólo se limitó a decirle: «Quién sabe si es bueno o malo.»
El granjero regresó a su granja aún más extrañado que ante:
Plantó las semillas y trabajó muy duro durante las siguientes sema·;
nas. Como las plantas crecían bien esperaba cosechar pronto, perb
una noche el caballo desapareció. El granjero se sintió terriblemente
abatido, porque había invertido todo su capital en las semillas. Todas
las frutas y verduras se estropearían ahora que no contaba con el ani
mal para que le ayudase en la cosecha. Volvió entonces una vez más a
hablar con el alcalde y se lamentó por la pérdida del caballo.
Sin embargo, éste le respondió como siempre: «Quién puede de~
cir si es bueno o malo.»
El granjero regresó a su granja desolado, pero a la mañana siguiente, ·
para su sorpresa y alegría, el caballo había regresado y había traído'.
consigo una yegua. ¡Estaba encantado ! No sólo podría poner a tra-
bajar a los dos animales, sino que se aseguraría su futuro porque ten-,
dría muchos más. Corrió a contarle la maravillosa noticia al alcalde'
para recibir su bendición.
Pero el hombre respondió como era habitual en él: «Quién
puede decir si es bueno o malo.»
Al día siguiente, cuando el hijo mayor del granjero, que era
el más fuerte, se encontraba cosechando, su caballo se encabritó y el
muchacho cayó al suelo y resultó gravemente herido. El granjero es-'
taba desesperado: su hijo, el mejor trabajador, debería permanecer
en cama cuatro meses. Le confesó al alcalde que su pena era infinita,
pero una vez más recibió como respuesta: «Quién puede decir si es
bueno o malo.»
Poco después, el ejército se presentó en todas las granjas reclu-
tando a los hijos mayores de todas las familias para luchar en el
frente; pero como el hijo del granjero estaba herido no tuvo que mar-
charse. ¿Y quién podía decir si eso era bueno o malo? Es posible que
el muchacho se convirtiese en un héroe de guerra y en una persona
más fuerte a partir de la experiencia, o que hubiese muerto en el
campo de batalla.
Los juicios suelen colocar a las personas en una especie de mon-
taña rusa de emoción. La interpretación que se le da a las diferentes
circunstancias puede ser considerada desde diferentes perspectivas.
161
Libérate de los juicios !imitadores que obstruyen tu potencial positi-
~b. Para poder juzgar sabiamente toma en cuenta todas las perspecti-
l~s· posibles aunque te lleve más tiempo.
IJft. ELECCIÓN DEL HIPNOTIZADOR
i. Una vez que aprendas a permitir voluntariamente que se produz-
c~ lo involuntario podrás trabajar con la autohipnosis. Las limitaciones
Yraas objeciones conscientes se dejan de lado transitoriamente a fin de
fl~var a cabo una autoexploración y favorecer el crecimiento perso-
nal. Y el trance es una experiencia personal: nadie puede obligarte a
~xperimentarla de determinado modo. Con el paso del tiempo, y tras
,yarios intentos, serás capaz de descubrir lo que necesitas en relación
con el trance. Si notas que aún no has sido capaz de experimentar la
hipnosis ni conseguir objetivos positivos, puedes consultar a un pro-
fosional. El trance terapéutico tiene lugar dentro de ti, pero en oca-
siones alguien que está capacitado para reconocer y guiar el proceso
de la hipnosis o la hipnoterapia puede ayudarte mucho. Por lo gene-
ral es posible conseguir las propias metas trabajando en solitario,
pero es preferible que ciertos problemas o circunstancias sean estu-
diados por un profesional.
Quizá te preguntes cómo reconocer si debes recurrir a un exper-
.to. La respuesta partirá de ti mismo, de tu interior. Obviamente te in-
.teresa la hipnosis, ya que de lo contrario no estarías leyendo este li-
.fl
bro. Experimenta con los ejercicios generales de trance y sugestión .
Si notas que puedes entrar en trance con facilidad o que con la prác-
' tica comienzas a profundizar en la hipnosis, entonces sabrás que
tienes la capacidad de experimentar la autohipnosis sin una guía ex-
terna ni nadie que te indique qué hacer. Si no consigues ningún ·ade-
lanto con estas técnicas y también has trabajado con este capítulo,
posiblemente te beneficie consultar a un profesional . Esto no quiere
decir que jamás puedas trabajar con la hipnosis; de hecho, si existe
una motivación, conseguirás entrar en trance con una guía apropia-
da. Sería ideal que trabajases con un terapeuta si te sientes bloquea-
do o amenazado, para que te ayude a retomar el camino correcto y te
guíe en ciertas áreas en las que sientes miedo o te bloqueas, o senci-
 1

¡
'1 162

I·
! ¡ llamente para que te apoye y ayude en algún conflicto difícil. Posible~
mente te lleve muy poco tiempo.
La elección del profesional adecuado es una cuestión personal·
busca el que te resulte más apropiado. Puedes escoger entre una anr~
../

plia gama de facultativos que se dedican a la hipnosis: hipnoterapeu,

1 f tas, psicólogos, psiquiatras, asistentes sociales y médicos. La combf
nación ideal es una persona con experiencia y dedicación a la
hipnosis cuya profesión implique ayudar a los demás. Se necesita.
pericia y profesionalismo, ya que la hipnosis es tanto un arte como ,
una ciencia. Aprender a utilizar el propio inconsciente para solu•
Parte IV
donar problemas y efectuar cambios es fundamental, y precisamente
eso es lo que tienes que buscar en la hipnoterapia. Lo único que
Aplicaciones de la autohipnosis:
necesitas para comenzar tu viaje es un aliado. surca el mar de la vida
1

* * *

Cuando practiques la autohipnosis trabaja con paciencia, y con-

cédete tiempo y espacio para experimentar. Intenta reconocer tu ca-
pacidad de respuesta, aunque sea sutil. Si la disposición existe, siem-
pre podrás experimentar el trance y disfrutar de sus beneficios.
¡,
11 Capítulo 8
Aprender, desaprender y reaprender

Puedes saber algo pero no comprenderlo, y también compren-

der algo aunque sin saber qué es.
Milton Erickson

i"·' · A aprendizaje es la comprensión de la posibilidad, y puede

'0 ~omenzar en un contexto y ser aplicado en otro a lo largo
d~ la vida. El significado y el potencial evolucionan de forma per-
manente.
· Por naturaleza tendemos a percibir las cosas dentro de un patrón
que las une, pero si impedimos que nuestra tendencia natural perci-
.qa la unidad que interactúa entre las partes, el aprendizaje y la me-
:~orización se tornan más difíciles. Con el fin de aprender y respon-
der mejor, buscamos elementos comunes en ítems que se parecen. El
!prendizaje conduce a una clara percepción de las interrelaciones ex-
iBerimentadas como un todo, incluyendo las soluciones correctas o
.fpropiadas a situaciones problemáticas .
•~ Los elementos individuales se unifican para convertirse en partes
de un todo más grande, el patrón. Piensa en las diversas teorías sobre
.~aprendizaje incluidas en este capítulo como si fuesen detalles, ele-
mentos de una unidad mayor, una gestalt: comprobarás que cuando
los consideras en conjunto, estos aparentemente variados aspectos
del aprendizaje se unirán a través de tus propias interpretaciones, al-
gunas conscientes y otras inconscientes, para ser desarrollados aún
más utilizando la autohipnosis.
rn1
!· 166
1 LA GENERALIZACIÓN DEL APRENDIZAJE
La teoría del aprendizaje de Montessori (Montessori, 1964) con:.
sidera que el crecimiento natural pasa de lo concreto a lo abstracto.
Un objeto comienza por ser una experiencia. El aprendizaje se pro:"
duce naturalmente a través de la acción y luego siguen las palabras y
los conceptos descriptivos de la experiencia. Los conceptos correctos
pueden ser abstraídos de las demostraciones reales, y ejemplo de ello·
es el niño que juega con un grupo de bloques y comprende de forma · ·
natural el concepto del número. Antes de aprender a sumar cifras ) qiticho tiempo; pero el tercero se aprende más rápidamente y con
los pequeños incorporan el concepto de la suma manipulando gru-
pos de elementos simples.
La hipnosis ayuda a pasar de niveles básicos de experiencia a in-
terpretaciones más complejas. Quien aprende desarrolla habilidades
a partir de simples aprendizajes inconscientes, y los fenómenos del
trance pueden ser comprendidos y perfeccionados mejor a través de
la experiencia de primera mano y la autoexperimentación. Explora
primero la experiencia, y luego permite que los nuevos aprendizajes
multipliquen sus efectos.
Guthrie, un reconocido teórico del aprendizaje, afirmó en la déca-
da de los treinta que aprender significa principalmente unir o asociar
ideas. Su concepto, basado en las propuestas de Aristóteles, también
ha afectado a la moderna teoría del aprendizaje. Dos sucesos que se
producen al mismo tiempo, en especial si tienen lugar juntos de forma
regular, tienden a ser vinculados o asociados. Recordamos viejas situa-
ciones y sucesos cuando volvemos a experimentar un lugar asociado a ·
ellos. Oímos una antigua canción en la radio y recordamos aquellas
épocas y cómo nos sentíamos. Nuestros recuerdos están unidos, y ello
nos proporciona un trampolín hacia el aprendizaje creativo.
Esta clase de aprendizaje toma patrones relacionados con un
contexto de significado y los aplica en otro. Muchas personas creati-
vas con gran capacidad de invención obtienen patrones significativos
de áreas de interés muy divergentes. Freud, como ejemplo famoso,
fue un gran estudiante de arqueología, una disciplina que considera·
ba su segundo amor, únicamente superado por el psicoanálisis.
Muchas personas no reconocen hasta qué punto sus teorías psi-
coanalíticas derivan de la arqueología, pero lo cierto es que, partien·
167
do ~de sus conocimientos de arqueología, Freud ayudaba a sus pa-
ciintes a reconstruir las causas y los elementos precursores de sus
pf~blemas de ese momento a partir de los vestigios de su pasado.
freud era, en ciertos aspectos, un arqueólogo de la mente.
Cuando se inicia un nuevo aprendizaje, éste se limita a su contex-
tofPero a medida que se experimenta una serie de e ontextos de
aprendizajes similares se acelera el ritmo del aprendizaje. Gregory
Bateson dio a este fenómeno el nombre de deuteroaprendizaje. Por
'efemplo, aprender un segundo idioma puede resultar difícil y llevar
mayor facilidad, el cuarto aún más rápido y el vigésimo es ex-
tremadamente veloz. No sólo aprendemos lo que aprendemos, sino
que aprendemos a aprender mientras aprendemos.
EL CONDICIONAMIENTO PAVLOVIANO
,• En la teoría pavloviana, también conocida como condi-
cionamiento clásico, un estímulo que automáticamente produce una
determinada respuesta es unido a un nuevo estímulo que, por lo
general, no produce dicha respuesta; el objetivo es formar una aso-
ciación entre el nuevo estímulo no relacionado y la respuesta rela-
cionada original para que, al final, el nuevo estímulo evoque la res-
p uesta que antes no estaba relacionada. El clásico ejemplo del
' ctmdicionamiento pavloviano consiste en hacer sonar un timbre in-
Jhediatamente antes de alimentar a un perro. El animal saliva como
r'flspuesta refleja a la comida pero pronto aprende a asociar el timbre
con la comida, ya que su sonido siempre va seguido del alimento. Al
final, el simple hecho de tocar el timbre hace salivar al perro. El ani-
1mal no comprende si esta acción puede influir sobre el hecho de
comer o no; simplemente aprende que el sonido del timbre conduce
a la comida, y en consecuencia responde con ansiedad, como una
señal relacionada con el alimento. Si durante un período de tiempo la
comida no aparece regularmente después del sonido, la asociación
tiende a debilitarse o a desaparecer por completo.
Los teóricos del aprendizaje piensan que los conflictos pro-
'blemáticos son condicionamientos defectuosos que pueden ser
 "'
(! 1 168 AUTOHIPNos15
¡;
1
11 desaprendidos, olvidados, o cambiados por aprendizajes nuevQs.
1 Esta teoría implica que el alcoholismo, el comer en exceso, 1él
tabaquismo, las fobias y muchos otros problemas son el resultado
de un condicionamiento defectuoso . Por ejemplo, las person~~
que temen a las serpientes han aprendido a asociarlas con la a~
siedad, y cada vez que ven una sienten ansiedad y miedo. Por s
parte, los individuos que comen en exceso asocian la comida con
el estrés, y por eso «asaltan» el frigorífico cuando se sient~
nerviosos. Para que los métodos de tratamiento tengan éxito el p~
ciente debe experimentar regularmente el estímulo problemátiQ;
(alcohol, comida, serpientes, etc.) sin permitir que tenga lugar s.u
comportamiento habitual, o bien uniéndolo a una respuesta com
pletamente diferente. ;°)
¿Trabajar sobre el condicionamiento resulta suficiente? Las
opiniones varían mucho. Los terapeutas analíticos creen que es .
necesario resolver el conflicto: la terapia debería trabajar sobre las
motivaciones y los conflictos más profundos. La mayoría de los
teóricos que apoyan los métodos analíticos creen que el cambio es
imposible si no se trabaja sobre el conflicto más profundo, y se
basan en un modelo de reducción de la tensión: los conflictos prd
ducen tensión, y el conflicto y la tensión se expresan simbólica:
mente en los excesos con la comida, las fobias y otros problemas;
en consecuencia, es importante tratar con energía el conflicto sub
yacente que produce los síntomas. .1
Las investigaciones sobre el resultado de la psicoterapia no desta-;
can la superioridad de ningún método o enfoque que se adapte a to,-
das las circunstancias y todos los individuos. Probablemente resulte
mejor un régimen de tratamiento equilibrado, que siempre fon-'
dona mejor cuando las personas se sienten esperanzadas y positivas
acerca de las técnicas. Las investigaciones sobre los resultados de los
estudios indican que la selección personal del método de tratamiento
conduce a mejores resultados a la hora de alcanzar objetivos terapéu-
ticos (Frank, 1978). En consecuencia, este libro presenta varios
métodos para trabajar con las dificultades a fin de que escojas el que
te resulte más apropiado.
169
WLICACIONES CREATIVAS DE LAS TEORÍAS DE APRENDIZAJE
",füo evitar la respuesta a un estímulo
Guthrie describió diversos métodos para evitar la respuesta a un
es_¡;únulo (Guthrie, 1935). Uno de ellos consiste en presentar el estí-
JÍiµlo a baja intensidad para que no tienda a evocar la respuesta .
Luego, de forma gradual, se incrementa su intensidad mientras se
t~inan precauciones para que no alcance el umbral de respuesta. Así
desarrolla la tolerancia .
.~r
Cqmo evitar la respuesta a un estimulo
Sz; por ej emplo, deseas acostumbrarte a las duchas frías no em -
pieces por bañarte con agua helada. Comienza por regular el agua a
' una temperatura agradable y, poco a poco y en diferentes días, enfríala
cada vez más. Así durante bastante tiempo. Incrementa gradualmente
la duración del frío hasta que, después de numerosas duchas, te acos-
tumbres a él.
1.Otro método consiste en presentar las señales del estímulo mien-
tras al mismo tiempo se evita que se produzca la respuesta recurriendo
~Ha distracción con otros estímulos. Por ejemplo, durante sus sesiones
~
~e hipnosis nuestros clientes no se percataban del intenso y continuo
i:fiido que producían las obras que se estaban llevando a cabo en la
~sa de al lado, a pesar de que la mayor parte de la conversación que-
daba dominada por esos extraños sonidos. Todos ·quedaban sorpren-
.didos cuando, al finalizar la sesión, hacíamos referencia al molesto rui-
do de fondo. La explicación es que el hecho de relajarse y concentrarse
en sus preocupaciones internas les hacía pasar por alto los estímulos
perturbadores. Ellos no sentían ninguna molestia. Con el tratamiento
desarrollaron la tolerancia a los. sonidos distrayentes en general, y se
produjo en ellos un proceso de desensibilización que les permitió des-
cubrir su capacidad para tolerar espontáneamente el malestar y la dis-
tracción. Basándose en estos descubrimientos de posibilidades, estos
individuos establecieron nuevos hábitos de respuesta.
¡-1
170
En la hipnosis pueden aplicarse muchos otros usos creativos de ,
los métodos propuestos por las teorías de aprendizaje, y el mejor
modo de descubdr aplicaciones es la experimentación. Los próximos
capítulos relacionan estos principios con el trance. , <¡>ficio: las piezas de ensamblaje han de unirse velozmente, y los
/ · tre uno y otro. Trabajan a gran velocidad y demuestran cierta
REFUERZO Y MARCO DE REFERENCIA
El psicólogo educacional y fundador del condicionamiento instru- '
mental, Edward L. Thorndike (1874-1949), desarrolló el concepto de
las recompensas y los castigos -que llamó «satisfacciones» y «moles-
tias», respectivamente- para producir el aprendizaje. Al enseñar un
comportamiento, se ofrece un refuerzo después de una actuación exi-
tosa. El comportamiento que más se acerca al requerido es recompen-
sado consistentemente hasta que se crea una conexión entre el patrón
de aprendizaje y el refuerzo. Los sujetos aprenden así que sus esfuer-
zos pueden generar recompensas o nada. Las «satisfacciones» tienden
a fortalecer una respuesta y las «molestias» a debilitarla o desanimar-
la, a pesar de que Thorndike creía que el castigo no es tan efectivo
como la recompensa para generar un aprendizaje. De hecho, apren-
demos mejor aquello que disfrutamos y nos gusta.
Estos aprendizajes permanecen en su contexto, y la situación de
aprendizaje incluye modalidades que la definen. El contexto se con-
vierte en la disposición mental que tiende a generar una determinada
respuesta; un claro ejemplo es el de las ratas que, tras recorrer varias
veces un laberinto, acaban reconociéndolo. Han aprendido a correr
por sus senderos de principio a fin y no a quedarse sentadas. En su
caso, la situación es de aprendizaje o de resolución de una situación, y
el roedor se orienta poco después de ser introducido en el laberinto.
El modo en que se define una situación se convierte en lo que
antes hemos denominado marco de referencia. Tras varias experien-
cias de aprendizaje repetidas regularmente surge un marco de refe-
rencia para esa situación aprendida. Cuando se coloca a una rata
dentro de otras cajas similares, ella se apresura a responder con el
comportamiento apropiado: ha aprendido a aprender.
Durante el proceso de aprendizaje también aprendes nuevos
marcos de referencia que te ayudan a aprender a aprender. El apren-
APRENDER, DESAPRENDER y REAPRENDER
171
dizaje creativo te enseña a trascender un marco de referencia para
'descubrir otro nuevo. Por ejemplo, los carpinteros que se dedican a
fabricar las estructuras de las casas incorporan su punto de vista a su
. clavos deben colocarse a 90 grados, con un determinado espacio en-
tolerancia en cuanto a los espacios y la precisión. Pero estas premisas
rio resultan apropiadas para un ebanista, de quien se espera una
'" exactitud meticulosa y finos acabados . A pesar de que ambos cons-
. truyen con madera, durante el proceso cada uno de ellos aprende un
punto de vista que en adelante darán por supuesto.
Expandir el punto de vista personal hacia otra área es muy
valioso, ya que permite conseguir diferentes resultados. Para conti-
nuar con el ejemplo anterior, si el ebanista comenzó haciendo estruc-
turas de casas, podría incorporar ideas de aquellos diseños y
trasladar la separación de los clavos a sus muebles, mejorando así la
instalación y confiriendo mayor sutileza a las texturas además de
mejorar las formas, los acabados, etc. El cambio supone modificar el
punto de vista para que puedan surgir nuevas posibilidades de los
viejos aprendizajes relacionados con un nuevo contexto.
El punto de vista que adoptamos afecta tanto a lo que apren-
demos como a nuestras opciones para utilizar lo aprendido. Por
ejemplo, los profesores que son arrogantes y condescendientes sue-
len ofrecer a sus estudiantes, de forma no intencionada e indirecta,
un cierto marco de referencia que puede interferir con su rendimien-
to. Es posible que algunos alumnos se sientan amenazados por esa
actitud hacia ellos y se vuelvan inseguros, que otros se identifiquen
con ella porque la admiran, y que un tercer grupo consiga separar el
sujeto del profesor y encuentre una razón que explique tal conducta
o les ayude a manejarla. Años más tarde, cuando estas personas
reaprendan o utilicen el tema como adultos, posiblemente recuerden
el contexto en el que lo aprendieron y entonces aparezcan los recuer-
dos del profesor para volver a interferir. Si se recurre a la hipnosis
para activar otras experiencias en temas relacionados, el contexto del
aprendizaje original puede ser trasladado a uno nuevo y mejor. Cuan-
do el contexto trasciende, se crea otro nuevo que incluye más posi-
bilidades para la acción significativa.
1
tt 1
11
172
111
11 LA TEORÍA DEL APRENDIZAJE COMO HERRAMIENTA
¡' PARA EL CAMBIO
¡1
¡" Aprender a aprender es fundamental para la autoayuda, y
-~- ·~
mostrar interés e involucrarse de forma imaginativa mejora la capaci-
dad de aprendizaje. El hecho de sumergirse profundamente en el
aprendizaje tanto en el colegio como en el trabajo, por ejemplo, per-
mite una rápida memorización y una fácil retención del material,
además de un acceso a la información mucho más sencillo. Todos nos
hemos sentido cautivados alguna vez por las enseñanzas de un profe-
sor maravilloso e inspirador que nos hacía identificarnos personal-
mente con el material expuesto. Obtener una buena nota o ser aplau-
didos por la excelencia de nuestra actuación resultaba ser menos
importante que involucrarnos, si bien, paradójicamente, obtener una
buena nota era casi inevitable. El simple hecho de aprender o hacer
algo puede resultar intrínsecamente gratificante. Busca el valor del
aprendizaje en sí mismo.
En los siguientes ejercicios escoge un comportamiento menor
que desees cambiar. Fascínate con el proceso mientras intentas mejo-
rar tu capacidad de aprendizaje.
El aprendizaje
Escoge una secuencia de acción que quieras mejorar en ti. Por
ejemplo, ser más organizado en los quehaceres domésticos. Tu reac-
ción habitual ante este tema sería prometer solemnemente que serás
más organizado, y durante un tiempo mostrar que estás mejorando ...
hasta volver a caer en tus viejos comportamientos. Mientras lleves a
cabo este ejercicio no hagas ningún esfuerzo especial por organizar tu
casa. En lugar de ello, ve a una librería o biblioteca y mira cómo están
organizados los libros. Reflexiona sobre las diferentes ideas. A conti-
nuación visita a un amigo que, en tu opinión, sea organizado. Habla
con él sobre el tema, y pregúntale cómo lo consigue. En todo momen-
to piensa en la organización. Otra posibilidad es que averigües cómo
se organiza un negocio. Si no conoces a nadie que tenga su propia em-
presa, habla con el vendedor de la tienda donde sueles hacer la com-
;·M'RENDER, DESAPRENDER Y REAPRENDER 173
pra. Después de aproximadamente una semana de investigación es-
coge una zona de tu casa que quieras organizar. Coge un área pe-
queña, como por ejemplo un cajón, la caja de herramientas, o
1
cualquier otra zana limitada. Mientras la ordenas, piensa· en todo lo
que has aprendido. Si con el paso del tiempo este método te da resul-
tado, organiza otra cosa. Si no, vuelve a la etapa de investigación.
Cuanto más aprenda, más sencillo te resultará efectuar los cambios
necesarios.
LA EXPECTATIVA ANTE EL APRENDIZAJE
La sugestión y la expectativa desempeñan un importante papel
en el aprendizaje . Los terapeutas siempre crean expectativa en
relación con la cura, la reconozcan o no, sugiriendo resultados. Los
investigadores de la Universidad Johns Hopkins descubrieron que
las expectativas favorables ayudaban a producir el cambio y aliviar
los síntomas (Frank, 1978).
La mayoría de las personas tiende a seguir las sendas marcadas
por anteriores aprendizajes porque los dan por sentado. «Así son las
cosas», dicen . El motivo que impulsó a uno de nuestros clientes a
someterse a hipnosis ilustra perfectamente la cuestión. Un día su
coche comenzó a hacer un ruido extraño, pero él al principio no lo
notó. Cuando finalmente percibió el sonido que antes había pasado
por alto pensó: «Claro, el coche se está hacienqo viejo», y continuó
conduciendo. Como el radiador se recalentaba, le echó agua en la
primera estación de servicio que encontró y en ese momento se per-
cató de que el ruido provenía precisamente de allí, del radiador. Com-
pró material para sellar las fugas y reparó todos los orificios por
donde se filtraba el agua, y a partir de ese momento comenzó a llevar
un bidón donde quiera que fuese. Pero el coche continuaba recalen-
tándose, y el hombre seguía obligado a detenerse con frecuencia para
echarle agua. Incluso llegó tarde a tres citas por culpa de estos incon-
venientes . Finalmente, después de varios meses en la misma situación,
llevó el coche a un taller mecánico y allí le informaron que el au-
tomóvil no sólo necesitaba un radiador nuevo, sino que también tenía
un bloque roto. Resultado final: lo único que consiguió fue una abul-
 174
tada factura por reparaciones y la confirmación de su idea de que el
coche se estaba poniendo viejo. j Pero qué precio tuvo que pagar por "
su suposición! Al estar convencido de que su coche era un problema
no se molestó en reparar el desperfecto en su primera etapa, cuando .
el arreglo habría resultado sencillo y económico. La correcta antici-
pación habría marcado una gran diferencia. Afortunadamente para él,
la hipnoterapia le ayudó a modificar su actitud.
Nuestro mundo de asunciones (Capítulo 3) es el conjunto de in-
ferencias, creencias, actitudes y valores que hemos adquirido a partir
de nuestra experiencia en la vida, y puede convertirse en un valioso
contexto para orientar, enfrentar y conseguir objetivos importantes.
Sin embargo, también puede servir como una limitación negativa,
una barrera, cuando las asunciones son inhibidoras y estrechas: «Así
son las cosas» o «No puedo hacer esto».
El aprendizaje independiente va más allá que el aprendizaje
común cuando nos liberamos del ímpetu y la inercia de nuestras limi-
tadas formas de comportamiento y experiencia. Cuando es necesario
trascender límites es posible emplear la hipnosis para descubrir
cómo lograr un determinado objetivo.
LA TAREA DEL APRENDIZAJE
La «tarea», término utilizado por Milton Erickson, es otra forma
de integrar los aprendizajes inconscientes a la vida. Erickson emplea-
ba las tareas como una especie de prueba y su sistema de trabajo con-
sistía en prescribir un pequeño cambio en el síntoma. A modo de
ejemplo citaremos el caso de una pareja que acudió a su consulta para
rogarle que ayudara a su hijo a abandonar el hábito de comerse las
uñas. Él aceptó. Ordenó al chico que se mordiera una uña de cada
mano y dejara a las demás en paz, y que además lo hiciera frente a sus
padres durante veinte minutos al día. Como resultado, una vez que el
muchacho recibió la orden de poner en práctica precisamente lo que
hacía para rebelarse, la satisfacción quedó eliminada. Poco a poco el
niño dejó de morderse las uñas y acabó por dejarlo completamente.
Las «tareas» aportan una experiencia de crecimiento. Un cliente
nos pidió que le sometiésemos a hipnoterapia porque le costaba mu-
,APRENDER, DESAPRENDER Y REAPRENDER 175
·, cho escribir su tesis. Llevaba meses intentando trabajar en ella, pero
·en lugar de eso se pasaba doce horas al día mirando la televisión, y
, como si esto fuera poco había aumentado 15 kilos. Cuanto más in-
1 ' tentaba trabajar en su proyecto menos lo conseguíá. Durante la
sesión entró en trance sin problema y se sintió muy relajado al fi -
nalizar. Le preguntamos si estaba dispuesto a hacer una tarea,
aunque con la condición de que aceptara antes de saber de qué se
trataba. Le prometimos que no sería nada perjudicial ni peligroso y
que estaba relacionada con su objetivo. Aceptó, y entonces le dijimos
lo que debería hacer: escalar una montaña. Respondió que aquella
era una tarea absolutamente ridícula y que no imaginaba cómo po-
dría ayudarle, pero se comprometió a hacerla de todos modos
porque así lo había prometido. Regresó varias semanas después para
su sesión de seguimiento entusiasmado y visiblemente más delgado, y
nos contó que después de su sesión había quedado perplejo. En
aquel momento había pensado que escalar una montaña no le ayu-
daría en absoluto, pero como sabía que lo había prometido se sentía
en conflicto. Así fue que un día, mientras recorría un campo, vio una
pequeña colina y pensó que si la escalaba tal vez cumpliría con nues-
tra petición. Pero en mitad de la escalada tomó conciencia de lo que
sucedía: ¡aquello era exactamente lo que había hecho con su tesis!
Siempre había pensado que la tesis representaría la culminación de
sus años de estudios superiores y que la desarrollaría sobre un deter-
minado tema que siempre le había interesado, pero en el momento
de la decisión final había llegado a la conclusión de que la idea origi-
nal le llevaría demasiado tiempo y que prefería un tema sencillo que
pudiera finalizar rápidamente y sin esfuerzo. Sin embargo, al intentar
ponerse a trabajar, el escaso valor del proyecto le había desanimado.
El reto de la montaña le hizo comprender que debía cambiar de tema
y regresar su primera opción, y en cuanto lo hizo descubrió que tra-
bajar duro día tras día en lo que realmente le gustaba no le suponía
ningún esfuerzo.
Este ejemplo muestra que el inconsciente de nuestro cliente sabía
a la perfección lo que necesitaba hacer, a pesar de lo cual el hombre
había sido incapaz de acceder a dicha información mediante los
métodos tradicionales. En ocasiones el inconsciente puede resultar
de gran ayuda, sobre todo en el marco de una situación en la que ten-
176 AUTOHlPNos!S
!
ga la libertad de realizar descubrimientos. Ese es el propósito de la
tarea, una herramienta muy provechosa para la autohipnosis. Te ani, '
mamos a considerar los ejercicios de este libro como oportunidades
para aprender, ya que en esa atmósfera exploratoria realizarás mu- r
chos descubrimientos prácticos. Una tarea puede ser mucho más
valiosa de lo que parece.
Recuerda que puedes entablar una interacción positiva con tu
propia mente, casi como si fuese un diálogo interior. Permite que
tu inconsciente te hable aunque tu mente consciente ejerza su in- ·"
fluencia, ya que la interacción entre consciente e inconsciente, den-
tro de la totalidad de la persona y trabajando como una unidad, pro-
duce el cambio. Tu consciente puede aprender mucho de tu
inconsciente, aunque también se aprende inconscientemente, sin tener
conocimiento de ello. La consciencia no siempre es necesaria. Espe-
ramos que los ejercicios y teorías aquí presentados te ayuden a res-
petar todas las facetas de tu funcionamiento mental. No necesitas
saber qué o cómo. Sólo respeta tu naturaleza.
APRENDIZAJE INCONSCIENTE
Las interpretaciones conscientes e inconscientes se integran de
diversas formas. Erickson señalaba que siempre es posible realizar
una interpretación consciente que difiera de la comprensión incons-
ciente. En su opinión, la esencia de la terapia son los cambios que se
producen dentro del paciente y no los objetivos ni las actividades es-
pecificados por el terapeuta. Integrar las interpretaciones cons-
cientes e inconscientes no es fundamental. De hecho, Erickson creía
que el pensamiento consciente suele interferir e imponer limitaciones
sobre el potencial inconsciente.
El aprendizaje incidental es un ejemplo de aprendizaje incons-
ciente sin esfuérzo. ¿Alguna vez has ayudado a alguien a memorizar
una lección para el colegio haciéndole preguntas del libro de forma
repetitiva, y has descubierto, para tu sorpresa y alegría, que tú tam-
bién recordabas el material que habías ayudado a aprender? Las per-
sonas aprenden incidentalmente en muchos aspectos sin realizar un
esfuerzo consciente. Pero el aprendizaje incidental se produce de
177
~erma involuntaria. La autohipnosis activa estc:Js mecanismos natu-
~¡tles en beneficio del individuo.
rJ Erickson demostró en sus seminarios que es posible aprender de
f~rma natural a través del inconsciente. En una de las dases a la que
·~sisúmos, este catedrático habló durante horas cexponiendo un varia-
~º mosaico de historias. Muchos de sus alumne>s entraron y salieron
· :~el trance en los momentos apropiados para su aprendizaje personal,
~tpero una mujer permaneció en ese estado inclu~o después de que to-
'.l:los los demás despertaran. Al notarlo, Erickso1L dirigió sigilosamente
'la atención de los presentes hacia ella y todos La observamos expec-
tantes mientras él, de forma sutil e indirecta, le animaba a despertar.
Entonces la mujer abrió los ojos y miró a su al rededor, con aspecto
·de encontrarse un tanto desorientada. Eric kson le preguntó si
recordaba de qué había hablado él hasta ese momento y ella res-
pondió que no había seguido sus palabras porgue se había quedado
dormida o quizá había entrado en trance. En -ronces el profesor le
pidió que pensara en lo último que recordaba. ,. y poco a poco con-
siguió de ella un recuento casi completo de toc::lo lo que él había di-
cho. De esta maravillosa forma nos demostró c::on cuánta precisión,
aunque de forma inconsciente, la mujer había si. do orientada. Lo úni-
co que ella no consiguió recordar estaba directamente relacionado
con su dificultad psicológica, de modo que Eric:kson continuó traba-
jando sobre el tema recurriendo a la hipnosis.
Los pacientes «saben» lo que dicen los cirLJ.janos durante las in-
, tervenciones quirúrgicas a pesar de que se eL.l.cuentran profunda-
mente anestesiados (Cheek, 1959). Por este moti.vo Cheek recomendó
que cuidaran sus palabras en el quirófano, ya que los pacientes
pueden notar las preocupaciones, el desalient~ y las sugerencias ne-
gativas implantadas de forma no intencional pe>r el mecanismo de la
autosugestión espontánea.
EL EQUILIBRIO ENTRE CONSCIENTE E IN" CONSCIENTE
Cada individuo tiene su modo personal de=: equilibrar las inter-
pretaciones conscientes con las inconscientes. La perspicacia despro-
vista de la fuerza del ego y la habilidad para tr:JL anejar diversas situa-
 \
\'
' 179
178 AUTOHIPNos~ 'APRENDER, DESAPRENDER Y REAPRENDER \
f
ciones puede derivar en impotencia, insuficiencia y frustracíóm puede aprender de una experiencia aunque no comprenda cómo o
Según nuestra experiencia clínica, los clientes con esta dificultad ex, , por qué es beneficiosa. El discernimiento consciente llegará sí es
presan preocupaciones tales como «Sé lo que estoy haciendo, perQ necesario, pero el cambio es más importante. La perspicacia sólo \
no puedo dejar de hacerlo» o «No parece ayudarme, aunque lo com ·puede simbolizar el cambio. Son muchas las expe.r íencías que
prendo». Son incapaces de controlarse a sí mismos o de cambiar, .a pueden producir efectos terapéuticos correctivos, que se originan de
pesar de que saben perfectamente lo que necesitan hacer o sentir. forma consciente, inconsciente, o como una combinación de ambas.
la
Una vieja historia cuenta que w1 hombre tenía fobia a cruzar calle Cuando trabajes con la autohípnosís experimenta con las dos y des-
y que un arnigo suyo le sugirió que fuese al psicoanalista para tratar su .,, cubre cuál resulta más apropiada para tí. No seas como la persona de
problema. Años más tarde, cuando se encontraron nuevamente, el ami'. · ' la historia, aquella que temía cruzar la calle y, aunque no superó su
go le preguntó si había superado el problema. «No», respondió el hom- miedo, llegó a comprenderlo.
bre alegremente, «¡Pero lo comprendo a la perfección!».
No siempre la perspicacia resulta básica para todos los proble- * ic *
mas. En la hipnosis, la acción y el cambio son importantes. Una de
nuestras clientas, una mujer de poco más de veinte años, pasó varios El aprendizaje puede ser consciente, inconsciente o una combi-
nación de ambos. A medida que conozcas nuevas formas de apren- (
años haciendo hipnoterapía para realizar grandes cambios en su per-
sonalidad. Cuando comenzó era tímida, introvertida, temía conducir, dizaje podrás desaprender los hábitos y patrones menos productivos,
utilizaba medicación para controlar su ansiedad, y vivía con sus abriendo el camino a nuevas posibilidades.
padres. En profundo trance aprendió a expresarse de forma incons-
ciente a través de la escritura automática, y durante todo el tiempo
que se sometió a la hípnoterapia ni una sola vez deseó leer lo que
había escrito de forma automática.
A partir de la terapia esta joven cambió notablemente. Después
de algunos años de tratamiento cursó estudios superiores, comenzó
una carrera, logró conducir su propio coche y se marchó a vivir sola.
Este crecimiento y desarrollo tuvo lugar de forma inconsciente con
muy poco discernimiento consciente, a pesar de lo cual ella estaba
encantada con sus nuevas capacidades y habilidades.
En ocasiones, la orientación consciente es limitada y rígida, moti-
vo por el cual el contacto sensible con el procesamiento inconsciente
a través de la autohípnosís puede resultar muy útil tanto desde el (
punto de vista terapéutico como práctico. El inconsciente tiene la ha-
bilidad de orientarse de forma inteligente, y dentro de la autoterapía
puede tener lugar una experiencia emocional correctiva aunque la
,-
persona no sepa conscientemente que se está produciendo.
Según el doctor John Whitehorn, la experiencia correctiva es
fundamental en la terapia porque provoca un cambio terapéutico in-
dependientemente de la capacidad de discernimiento. Una persona
r~

Capítulo 9
Estrésate menos

Calma, actividad: cada una tiene su uso.

Maestro zen Shaku Soen

{,7fía a día la vida nos obliga a afrontar desafíos, adaptarnos y

':::![/ ~atisfacer tanto nuestras necesidades como las de quienes
queremos, un cúmulo de exigencias que, combinadas con la lucha
por conseguir objetivos, pueden provocar estrés. Tras años de inves-
tigación se ha demostrado que las personas son capaces de controlar
el efecto del estrés sobre sus propias vidas y que ciertas actitudes
ayudan a soportarlo mejor. Sin duda alguna, la relajación es muy
beneficiosa, y por ese motivo la hipnosis es uno de los tratamientos
indicados para el control del estrés.

PRIMEROS CONCEPTOS DEL ESTRÉS

La palabra «estrés» deriva del antiguo término inglés stresse, que

significa penuria, y de un término del francés antiguo, destresse,
que hacía referencia al apremio. Los físicos adoptaron el término
para el campo científico en el siglo XVIII, definiéndolo como la fuerza
o presión ejercida sobre un objeto material. Con el paso de los siglos,
los médicos adaptaron la definición a un principio muy específico de
la elasticidad, con su propia ecuación.
Poco a poco la idea del estrés volvió al reino de la experiencia hu-
mana. Sir William Osler, famoso médico que destacó a comienzos del
 182
siglo XX, equiparó el estrés y la fatiga con el trabajo duro y la preocu-
pación. Afirmó que todos los médicos que conocía sufrían de este .
mal debido a la «incesante rutina de la práctica de la medicina», y
que «en todos estos hombres se agregaba otro factor: la preocu-
pación» (Hinkle, 1973 ).
SÍNDROME DE ADAPTACIÓN GENERAL
DE SELYE
El fisiólogo canadiense Hans Sel ye ( 1907 -) popularizó el con-
cepto de estrés como un síndrome definido. La idea surgió por ac-
cidente. En 1926, mientras cursaba la carrera de medicina y estu-
diaba a pacientes afectados de diferentes enfermedades, observó
que éstos parecían compartir síntomas de una reacción universal a
la alteración de la homeostasis, como el cansancio y la falta de
apetito. En esa época, Selye sólo lo conceptualizó como «estar en-
fermo», aunque más adelante se preguntó si no habría algo más. No
fue hasta la década de los cincuenta cuando su investigación le hizo
regresar a las implicaciones de sus primeras observaciones de un
patrón característico de reacción no específica, y en ese momento
notó que ante un elemento ambiental estresante el organismo res-
ponde con dicho patrón. A esta reacción le dio el nombre de sín-
drome de adaptación general.
Este síndrome consta de tres etapas. Primero surge la reacción de
alarma cuando los recursos internos son movilizados en un intento
de hacer que el cuerpo recupere su funcionamiento equilibrado nor-
mal, u homeostasis. En segundo lugar aparece la resistencia, cuando
el individuo emplea cualquier recurso disponible para combatir los
efectos del estrés. Y si el elemento estresante persiste, los recursos se
agotan y el organismo queda exhausto en la tercera etapa. Selye creía
que estas tres etapas se observan en cualquier situación de estrés,
y que este síndrome es una reacción no específica que produce el
cuerpo mientras se ajusta a las demandas que recibe con el fin de re-
cuperar el equilibrio. Esta opinión continúa siendo ampliamente
aceptada en la actualidad.
183
,,·,E NFRENTAR AL ESTRÉS
Harold G. Wolff, contemporáneo de Selye, desarrolló el concep-
1
to del «estrés de la vida». Partiendo de la idea de que el' estrés era el
· ~esultado de la interacción entre los individuos y ciertos agentes o
. circunstancias perjudiciales, determinó que el modo en que las per-
sonas hacen frente a estos elementos estresantes puede influir no-
,, tablemente sobre la forma en que el estrés les afecta. Barbara Snell
Dohrenwend y Bruce P. Dohrenwend ( 1981) notaron tras una
exhaustiva investigación que algunas personas se ponen enfermas
~ cuando se las expone al estrés de la vida mientras otras permanecen
indemnes. Se preguntaron por qué, y así fue que descubrieron que
los procesos cognitivos desempeñan un papel importante en los efec-
tos del estrés sobre los individuos. Las expectativas sobre lo estre-
·; sante que puede resultar un suceso puede influir sobre los efectos del
estrés. Las personas se manejan mejor cuando una situación es con-
siderada un desafío en lugar de una amenaza.
lrving Janís (1971) descubrió que el hecho de manejarse bien en
la vida está estrechamente relacionado con una adecuada percep-
ción, expectativa y preparación. Estudió la recuperación de pa-
cientes sometidos a cirugía mayor y descubrió que aquellos que
tenían expectativas realistas superaban su situación sin problemas;
en efecto, los que estaban bien informados tenían perspectivas mu-
cho más acertadas, y en consecuencia se encontraban bien prepara-
dos para salir adelante sin ningún inconveniente, disminuyendo los
efectos potencialmente perjudiciales del estrés posoperatorio. Por el
contrario, los pacientes con expectativas poco objetivas se sentían
defraudados y tendían a expresar su enfado ante los inevitables
malestares de su recuperación. Una ansiedad moderada en relación
con los sucesos potencialmente estresantes conduce a una adecuada
preparación ante los desafíos y una menor dificultad para salir ade-
lante o adaptarse.
Richard Lazarus señaló que las valoraciones cognitivas, es decir,
el modo en que las personas interpretan las situaciones, pueden
afectar al control del estrés (Lazarus, 1991). En su opinión, la
adaptación al estrés incluye la interpretación (tanto consciente
como inconsciente) de los sucesos o estímulos, por lo que cada per-
 184
AUTOHIPNosrs '
/
sona sale adelante según cómo valore sus circunstancias y consiga
manejarlas.
¡ Lazarus distinguía entre dos posturas: la centrada en el problema
( y la centrada en el aspecto emocional (Lazarus 1984, 1991): los ;
agentes estresantes varían en gran medida, y requieren diferentes es-
trategias para hacerles frente. Por ejemplo, el estrés que te provoca el
hecho de que tu coche no funcione cuando lo necesitas se maneja
mejor con la postura que se centra en el problema; por el contrario
la muerte de un ser querido requiere una estrategia de concentració~
en el aspecto emocional. Las estrategias correctas pueden provocar
que la situación o el estímulo se convierta en beneficioso o perjudicial
para el individuo (Lazarus, en Lipowski, Lipsitt y Whygrow, 1977).
Los factores de la personalidad también pueden afectar al modo
de hacer frente al estrés, independientemente de si se lo toma corno
una amenaza abrumadora o una oportunidad, un desafío. Según
Suzanne Kobasa (1979), existe un rasgo concreto que permite sopor-
tar el estrés porque descubre el significado y el desafío que esconden
las situaciones difíciles de la vida. Esta característica de la personali-
dad recibe el nombre de «resistencia».
Los teóricos han estudiado y correlacionado los cambios estre-
santes del entorno social con la enfermedad. Hinkle (1967) percibió
un incremento de las enfermedades respiratorias en puntos estre-
santes cruciales de la vida de una persona. Smale (F rank, 1973) des-
cubrió que las separaciones de cualquier tipo suelen derivar en enfer-
medades graves. La interacción de la terapia de apoyo puede ayudar
a enfrentarse a esos sucesos, favoreciendo una respuesta positiva y
esperanzadora. El respaldo puede provenir de la familia, las rela-
ciones íntimas, los amigos o los compañeros de trabajo. Todos hemos
recibido ayuda y consuelo de otras personas durante circunstancias
difíciles, y como resultado de ello nos hemos sentido mucho mejor:
este es uno de los valores de las interacciones en las terapias de
apoyo. Según la investigación, esta clase de ayuda hace que la per-
sona recupere la esperanza, y por consiguiente eleva su moral (Frank,
1973). La hipnosis, por su parte, también consigue estimular los sen-
timientos positivos y elevar la moral para enfrentar o soportar el ine-
vitable estrés.
18'>
ESTRÉS BUENO CONTRA ESTRÉS MALO
, No todo el estrés es malo para el organismo. Los investigadores
~ han descubierto que en ocasiones parece ser positivo pórque impulsa
J al individuo a actuar mejor, si bien esas mismas circunstancias
pueden resultar negativas para otra persona y derivar en una enfer-
medad o malestar emocional.
Paradójicamente, el estrés cura algunas enfermedades (White-
horn, 1956). Por ejemplo, algunas de las víctimas expuestas a trau-
mas durante la segunda guerra mundial presentaron recuperaciones
sorprendentes. En efecto, determinados soldados y supervivientes de
los campos de concentración se recuperaron completamente
de males tales como úlceras, migrañas y colitis, enfermedades previa-
mente consideradas como consecuencia del estrés. Otros, por el con-
trario, sí presentaron tales problemas.
Otro sorprendente descubrimiento es que las circunstancias agra-
dables también pueden provocar estrés. Las personas sienten la misma
tensión cuando experimentan placer (eustrés) que cuando están disgus-
tadas (distrés) (Selye, 1974), y en ambas situaciones el estrés surge como
consecuencia de una perturbación del equilibrio interno. Tanto las ex-
periencias negativas como las positivas pueden resultar estresantes
cuando la persona se exige al máximo sin descanso. Eventualmente,
quienes están sometidos a fuertes presiones pueden sufrir trastornos
derivados del estrés, como úlceras, dolor de espalda, alta tensión arte-
rial, etc. Tanto la excitación positiva como las tensiones negativas nos
alejan de nuestro centro, de modo que para recuperar una vida salu-
dable tenemos que recuperar el equilibrio. Lo necesitamos.
Los investigadores modernos han descubierto que las personas
requieren una cierta cantidad de estrés manejable para funcionar de
forma óptima. Whitehorn solía decir que las personas necesitan un
desafío para crecer y desarrollarse (Whitehorn, 1956); según su
teoría, cuando un individuo carece del importante desafío y compro-
miso del «esfuerzo personal con un propósito» (Whitehorn, 1956),
se siente insatisfecho y con frecuencia enferma. No todo el estrés
tiene que ser evitado; en ocasiones es bueno asumirlo. El estrés mane-
jable es sumamente beneficioso pero el que nos resulta imposible de
manejar hace mucho daño.
 186
Partiendo de las investigaciones que se han llevado a cabo ~¡{
relación con el estrés, tú también puedes aprender a sobrellevarlo ..
la vida te presenta situaciones difíciles conseguirás soportarlas mejo¡¡
:!..¡ con menos efectos perjudiciales, si activas y utilizas tus mecanismo ~
naturales. La autohipnosis te ayudará a encontrar el equilibrio int~'
rior mientras rindes al máximo. ~'~ .
11
'
LA RELAJACIÓN
Una excelente forma de soportar el estrés es a través de la rela,
jación, y la hipnosis te enseña a ponerla en práctica correctamente.
Además, siempre que necesites de esta habilidad podrás recurrir a
ella. Los siguientes ejercicios te ayudarán a relajar el cuerpo y la
mente, pero si lo deseas puedes utilizar cualquiera de las actividades
de relajación que hemos incluido en el libro.
Ejercicio de relajación corporal
Busca una posición en la que te encuentres cómodo, sentado o
tumbado. Cierra Los ojos y relaja la respiración. A través de la su-
gestión indica a tu cuerpo que a medida que entres en trance te sen-
tirás más y más relajado. Tú puedes deshacerte de las tensiones in-
necesarias. Cuando estés preparado, plantéate que tu relajación sea
aún más profunda. Descansa alrededor de quince minutos, siempre re-
lajado por completo y en estado de trance. Cuando consideres que es-
tás listo para despertar, cuenta hacia atrás desde el cinco hasta el uno:
te sentirás más alerta y fresco con cada número, y al final del recuento
despertarás por completo. Relájate todas las veces que te sea posible
durante los momentos de estrés. Dedicar unos minutos a la relajación
tanto por la mañana como por la noche ayuda a contrarrestar los efec-
tos de potenciales agentes estresantes.
Algunas de nuestras asunciones son conscientes y podemos
corregirlai> de forma racional. Pero otras no provienen de nuestra
consciencia y actuamos de acuerdo con ellas sin reconocer que
ATE MENOS 187
nuestro comportamiento se basa en asunciones inconscientes
si ' C apítulo 3) . La hipnosis también es útil en estos casos, ya que
puede influir sobre los patrones de pensamiento con el fin de que
esarrollemos actitudes más saludables, tanto conscientes como
'I
Prepárate para el trance, pero antes de que entres en ese estado
reflexiona sobre lo que te preocupa. Considera lo que sientes y piensas
al respeto. Por ejemplo, si estás a punto de presentarte a un examen,
¿te sientes pesimista? Si tu problema tiene que ver con tu trabajo,
¿crees que te han cargado de obligaciones injustamente? Cualquiera
que sea la naturaleza de tu situación intenta tomar conciencia de tus
actitudes más profundas.
La solución creativa a los problemas y el estrés
Vuelve a leer algunas de las técnicas creativas de solución de
problemas incluidas en el Capítulo 7. Pregunta a tu inconsciente si
puede hacer algunos nuevos descubrimientos. ¿Existen otras formas
de pensar en tu situación? Considera nuevas posibilidades pero no in-
tentes imponerlas.
Cambio inconsciente de actitud
Ahora entra en trance. Permite que tus pensamientos fluyan li-
bremente, sin conducirlos en una dirección u otra. Simplemente con-
serva la curiosidad acerca de las potenciales interpretaciones que des-
cubrirá tu inconsciente dentro de tu situación. Permanece en trance
hasta que se sientas preparado para despertar, renovado y alerta.
Repite este ejercicio en diversas ocasiones. El cambio de actitud
puede parecer sutil y lento al principio, pero no dejes de invitar a tu
inconsciente a trabajar en ello. El cambio debería basarse en lo que
(
(1
' 188
puede ser y no en lo imposible: sólo así lograrás comprender mejor lo
: 1 que te sucede.
li
1
~
LA DISOCIACIÓN
(
En ocasiones, el hecho de tomar distancia permite enfrentar con
(
dignidad lo que inevitablemente tiene que suceder. Puedes emplear
tu habilidad para disociar hipnóticamente con el fin de mejorar tu
forma de afrontar las situaciones difíciles.
Disociación en trance
Siéntate en una silla con las manos apoyadas sobre las rodillas y
relájate mientras entras en trance. Ahora experimenta sensaciones en
tus manos, como en los ejercicios anteriores. Mientras continúas rela-
jándote, e-Puedes sentir que tus manos se encuentran muy lejos? Tal
vez tu mente inconsciente desea hacerte experimentar esa misma sen-
sación pero en los pies. Espera la respuesta. Observa como si miraras
desde la distancia.
Disóciate del estrés
Cierra los ojos. Siéntate cómodamente en una de tus posiciones
habituales y entra en trance profundo. Rememora algún momento en
que no te sintieras presionado; quizá te encontrabas de vacacion es, o
tal vez tenías menos trabajo. Si estás padeciendo una prolongada en-
f ermedad, piensa en un momento agradable que hayas vivido antes de
enfermar. R ecuerda claramente cómo te sentías; trae a tu m ente todos
los recuerdos asociados con esa época de tu vida. Mientras piensas en
ello permite que tu cuerpo se relaje naturalmente. Es posible que tus
pensamientos se serenen. Cuando estés preparado, despierta relajado
y renovado.
189
Por lo general todos sentimos que no tenemos tiempo suficiente. Lo
más importante para nosotros son nuestros objetivos, de modo que lle-
hamos cada minuto de nuestras vidas con planes y actividades. Nuestras
conversaciones internas repiten una y otra vez: «Tengo que ir allí, tengo
que hacer aquello.» Desde luego que los planes y las metas son impor-
tantes y útiles, pero el hecho de disponer de tiempo no planificado y des-
tinarlo simplemente a vivir puede ayudarnos a encontrar el equilibrio a
pesar de nuestras ocupaciones. Esta antigua fábula lo demuestra:
Dios envió un ángel a la tierra para ofrecer vida eterna a cam-
bio de un momento de tiempo humapo. Pero el ángel tuvo que pre-
sentarse ante Dios sin haber conseguido tan preciado tesoro
porque, al llegar a la tierra, descubrió que todos estaban viviendo
con un pie en el pasado y otro en el futuro. Nadie disponía tan
siquiera de un momento.
K eene, 1979
La hipnosis recurre a los escondrijos internos de la mente, un espa-
cio eterno cargado de experiencia que no depende de las agujas del reloj.
Regresa a los ejercicios de distorsión temporal del Capítulo 6 porque
ahora puedes usar esta habilidad en los momentos difíciles. La capaci-
dad de tu mente de experimentar el tiempo de forma creativa permitirá
· que un breve trance tenga efectos duraderos. Este ejercicio puede ser
realizado prácticamente a cualquier hora del día: en tu mesa de trabajo,
por la noche antes de dormir, durante la siesta de tu hijo, o cuando sales
a tomar un café. Convertir este ejercicio, o cualquiera de los incluidos en
este libro, en parte de tu rutina diaria contribuirá a crear el marco de una
vida menos apresurada, más serena, pero productiva.
Ejercicio de distorsión temporal hipnótica
Toma nota de la hora de inicio de la actividad. Busca una posición
cómoda, sentado o tum bado; a continuación cierra los ojos y entra en

190
un trance profundo y agradable. Deshazte de la tensión innecesaria.
Piensa en tu película o libro favorito. Recuerda la historia de principio
a fin. Imagina que cuentas con tod& el tiempo que necesitas para
recordarla. Mientras lo haces, disfruta de la experiencia sintiéndote
relajado y entretenido. Cuando hayas finalizado la historia completa,
despierta y controla qué hora es. Posiblemente sientas que ha pasado
mucho tiempo pero, sin embargo, el reloj indicará que sólo han sido
unos pocos minutos. Durante tu rutina diaria dedica algunos minutos
a este ejercicio. De esta forma conseguirás regresar a tus tareas con
renovada energía.
A veces la hipnosis puede ayudarte a trabajar literalmente más
rápido, permitiendo que acabes tus tareas en menos tiempo. Y fi-
nalizar antes de lo previsto puede aliviar mucho el estrés. Ponemos
como ejemplo el caso de la coautora de este libro, quien durante
sus estudios universitarios para graduados se vio en la obligación
de entregar un trabajo práctico a una determinada hora de un de-
terminado día. Con bastante esfuerzo consiguió acabarlo, pero aún
tenía que pasarlo a máquina. Y eso sí representaba un problema,
porque le quedaba poco tiempo y no sabía mecanografiar con rapi-
dez. Decidió entonces recurrir a la hipnosis: entró en trance y pro-
puso que si su inconsciente descubría cómo hacerlo ella escribiría
más rápido. En cuanto despertó se puso manos a la obra, y para su
sorpresa notó que las agujas del reloj parecían moverse más lenta-
mente mientras ella escribía a su velocidad habitual. Cuando fina-
lizó el trabajo se asombró aún más, porque comprobó que:todavía
contaba con mucho tiempo para ir a la universidad a entregar el
texto. Lo que ella descubrió posteriormente fue que en realidad su
velocidad de escritura había mejorado en gran medida, tanto que
desde entonces esta habilidad ha pasado a formar parte de su baga-
je personal.
Puedes experimentarlo por ti mismo. Practica algunos de los
ejercicios de distorsión temporal incluidos en el Capítulo 6, y des-
pués realiza el que proponemos a continuación. La hipnosis no es
magia, pero te sorprenderá reconocer lo mucho que mejorarás en la
realización de tus tareas.
191
·Trabaja más a prisa
Cuando comiences a entrar en trance proponte encontrar una for-
ma creativa de cumplir con cierta tarea de forma más eficien'te y rápi-
da. No necesitas hacer sugestiones descriptivas específicas; simple-
mente invita a tu inconsciente a encontrar un modo, quizá un método
creativo y muy personal, de trabajar más de prisa. Centra tu atención
en la tarea y piensa en ella en todo momento, preguntándote cuál será
tu modo creativo. Luego, cuando estés preparado, entra en un trance
mucho más profundo y continúa inmerso en él hasta que te sientas lis-
to para regresar a tu estado de vigilia normal.
FELICIDAD Y BIENESTAR
Si lo deseas, puedes descubrir la felicidad y el bienestar que per-
mitirán que tu vida fluya sin sobresaltos. Cuando te enfrentes a tus
circunstancias con seguridad y confianza en tus recursos, te sentirás
mejor e incluso es posible que consigas superar tus desafíos. Utiliza
este ejercicio para intentar descubrir tu propio centro, sereno y se-
guro de sí, a partir de tu reserva de potencial inconsciente; así disfru-
tarás del bienestar y la felicidad. Si te parece que después de un
período razonable no consigues sentirte positivo, pasa al capítulo
dedicado a la resistencia.
Inconsciente positivo
Entra en trance profundo y permite que tu ritmo respiratorio se
calme, tus músculos se relajen, y quedes inmerso en una sensación
placentera. Algunas personas sienten una agradable calidez y otras un
frescor vigorizante o también ligereza, pesadez, etc. Permítete experi-
mentar tu propia respuesta inconsciente, ya que puede convertirse en
una aliada positiva en tu vida. En el pasado, en determinados mo-
mentos, te has sentido seguro. No hiciste nada por sentirte de ese
modo: simplemente sucedió. Confía en tu respuesta, y concédete todo
el tiempo que necesites; cuentas con un recurso que aún no has ex-
1
L
1 1
192

1' plotado. Mientras te relajas cada vez más, comenzarás a sentir que tu Capítulo 10
11 propia calma profunda invade tu experiencia, y esta tranquilidad de-
1
H rivará en una sensación de concentración y equilibrio. Permite que se
Supera el dolor
1 desarrolle aún más, y céntrate en ella hasta que te sientas preparado
,1 para despertar, renovado, con una grata sensación de bienestar. Per-
mite que esta experiencia te acompañe durante todo el tiempo que
1 desees.
1

Es doloroso
liberarse.
Entra en trance
y el dolor cesará.

C. Alexander Simpkins

í:'ZJara muchas personas el dolor es una sensación irritante e

.:::l./ incontrolable de la que no pueden escapar, una experien-
.cia que han de soportar hasta que pase. Pero también tiene un im-
portante aspecto subjetivo: tú puedes controlarlo y alterar el modo
.en que lo percibes. Seguramente en más de una ocasión has sentido
malestar, por ejemplo durante una enfermedad, o una gran pena a
causa de una pérdida personal. Si hubieses estado participando en
una competición deportiva o intentando entregar a tiempo un im-
portante trabajo, posiblemente no habrías notado las molestias hasta
el momento en que te detuvieras a descansar. Pero en tu caso el dolor
'· apareció de repente: te sorprendió y no te permitió pensar en nada
más. La facultad natural de no prestar atención al malestar suele
manifestarse cuando la mente se ve invadida por un estímulo más
apremiante, y la cualidad subjetiva del dolor permite alterarlo mediante
la hipnosis.
La historia demuestra que la hipnosis ha sido utilizada con éxito
para aliviar diversas clases de dolor, pero el control del dolor agudo
requiere pericia y una gran atención. Esas herramientas mentales
pueden ayudar a soportar un malestar inevitable.
En los casos en que el uso de medicación no sea recomendable
debido a las reacciones que pueda provocar, es posible recurrir a la
194
hipnosis. Una de nuestras clientes, que acababa de superar un pro-
blema de abuso de drogas y estaba a punto de someterse a una ope-
ración de nariz, temía recaer en el uso de fármacos una vez finalizada
la intervención y por ese motivo decidió someterse a la hipnosis ,
como alternativa a la medicación. Aprendió a entrar en trance dos
días antes de la operación, y lo practicó por segunda vez el día anterior.
Sin embargo, cuando fuimos a visitarla al hospital poco después de
que finalizara la operación, la encontramos muy dolorida y ate-
morizada. Entonces solicitamos permiso para inducirla al trance y en
poco tiempo conseguimos que se relajara notablemente y recuperara
su actitud positiva. Al despertar se encontraba tan aliviada que podía
tocarse la nariz suavemente sin sentir dolor.
Varios días más tarde volvimos a verla y nos dijo que había tenido
una experiencia extraña. Todo había comenzado con un comentario
de su marido, que se mostraba muy escéptico en relación a la hipno-
sis y había logrado convencerla de que no tenía necesidad de dedicar
tanto tiempo a relajarse y entrar en trance. ¿Por qué rechazar los cal-
mantes, después de todo? Siguiendo su consejo, la mujer finalmente
había tomado un calmante con codeína que le habían recetado pero,
para su sorpresa, había descubierto que el medicamento no sólo no
suprimía el dolor tan eficazmente como la hipnosis sino que además
le hacía sufrir desagradables efectos secundarios. Gracias a la seguri-
dad que había adquirido en las sesiones de hipnoterapia pudo resistir
la tentación de caer en el uso abusivo de las drogas, y en cuanto de-
cidió recurrir una vez más a la hipnosis para sobrellevar el dolor con-
siguió un alivio inmediato. Como si eso fuera poco, también comen-
zó a disfrutar de una nueva sensación de autocontrol. La hipnosis
puede ser un poderoso analgésico, independientemente de que el su-
jeto crea en su eficacia o no. Pero la persona tiene que estar prepara-
da y dispuesta a ponerla en práctica.
La hipnosis ha sido utilizada con muy buenos resultados en los
casos de dolor agudo producido por el cáncer. Barber (1980) es-
tablece tres sucintas ventajas en este método: primero, que consigue
aliviar el dolor sin producir efectos secundarios destructivos o de-
sagradables; segundo, que la mejoría puede oscilar entre un control
moderado y una analgesia total sin reducir el normal funcionamiento
o la capacidad mental; y, por último, que las personas no desarrollan
)',,SUPERA EL DOLOR 195
,, una tolerancia al efecto hipnótico como sí sucede con muchos cal-
mantes. La hipnosis impulsa las actitudes que mejoran la vida y pro-
. duce cambios beneficiosos en la actitud de enfrentarse al cáncer.
.Además, cuando se la combina con un tratamiento médico regular
.Puede actuar como un apoyo, una ayuda positiva en los momentos
.· en que es necesario soportar el inevitable e intenso padecimiento que
produce esta enfermedad.
En algunos casos el dolor tiene un importante propósito, como
cuando un niño toca un hornillo caliente: si no fuese precisamente
porque le ha dolido, el pequeño no aprendería nunca que es muy
peligroso tocar objetos ardientes. El dolor cumple con una función
protectora y de advertencia para el cuerpo y por eso no es re-
comendable eliminar sus señales sistemáticamente; no obstante,
cuando la intensidad del malestar interfiera con el funcionamiento
del individuo, es preferible calmarlo. Si piensas trabajar con el dolor
agudo en la autohipnosis es importante que te coordines con tu
médico o psicólogo para que no encubras una condición a la que de- 1 1
berías prestar atención. Siempre debes verificar tu estado antes de
actuar. 1
1
MÉTODOS PARA CONTROLAR EL DOLOR
Existen numerosas técnicas para controlar el dolor, pero sólo
presentaremos algunas de las más efectivas con ejemplo. Por lo ge-
neral, una sugestión indirecta simple no resulta tan eficaz como los
grupos complejos de sugestiones indirectas. Combina los ejercicios y
experimenta hasta descubrir los que mejor se adaptan a ti.
1
MODIFICACIÓN HIPNÓTICA
Este método combina la sensación de dolor con otras sensaciones
sugestivas, como el hormigueo, el calor, la pesadez o el frío, que tú ya
has experimentado en los ejercicios incluidos en capítulos anteriores .
Una vez más deseamos subrayar que no debes alterar el dolor sin
consultar antes a un médico. El dolor es una señal de advertencia, de
196
modo que tienes que descubrir qué significa antes de cambiarlo. Es
posible que tu cuerpo necesite cuidados. Si debes soportar el dolor
mientras estás tratando tu enfermedad, o no es necesario o posible
plantear ningún tratamiento, recurre a estos métodos.
Ejercicio de modificación hipnótica
A pesar de que eres perfectamente consciente de tu dolor y temo-
lesta, intenta relajarte un poco y encontrar una posición cómoda den-
tro de tus circunstancias. Deja que tus manos descansen a ambos lados
de tu cuerpo y nota si puedes percibir alguna interesante sensación
que esté teniendo lugar. Permite que se convierta en una sensación de
calor, hormigueo, pesadez, ligereza o lo que tú quieras sentir. Ahora,
mientras prestas atención a lo que estás experimentando, intensifícalo
y permite que se extienda. ¿Notas que comienza a moverse sobre la
zona dolorida alterando la experiencia? Puedes sentir muchas sensa-
ciones dzferentes, como calor, hormigueo, ligereza o pesadez. Es posi-
ble que percibas que tu cuerpo se encuentra muy cerca o, por el con-
trario, extremadamente lejos . Espera a que se desarrolle la
experiencia. Concédete todo el tiempo que necesites.
DISMINUCIÓN
En ocasiones, la hipnosis permite manejar el dolor intenso. Como
prueba de ello citaremos el caso de una de nuestras pacientes, que
acababa de someterse a una cirugía dental. Su odontólogo le había
dado la opción de tomar codeína después de la intervención, pero
ella había rechazado la idea porque no deseaba experimentar la sen-
sación de atontamiento que le producía aquella sustancia. Sin embar-
go, tampoco deseaba sentir dolor por no tomar la droga, así que de-
cidió someterse a hipnosis y comenzar de inmediato, concretamente
durante una fiesta que daba su hermana y a la que nosotros es-
tábamos invitados . Así fue que los tres nos dirigimos a una
habitación tranquila y le invitamos a que comenzara el proceso. La
mujer entró en un trance ligero y dijo que no sentía que sucediera
197
'l
hada en especial. Le preguntamos entonces si su inconsciente notaba
Ía diferencia entre sentir la totalidad del dolor y percibir un 1 por
foo menos, porque a pesar de que estas distinciones suelen resultar
difíciles de apreciar teníamos la esperanza de que la mujér hiciese los
~j.ustes necesarios para conseguirlo. Cuando despertó del trance dijo
que se sentía un poquito mejor, aunque no mucho.
A lo largo de la noche notamos que su comportamiento cambia-
ba. Al principio se había sentado en un rincón con expresión de do-
lor, pero poco a poco había comenzado a charlar con quienes se le
acercaban. Varias horas más tarde ya se encontraba de pie, y sonreía
mientras conversaba animadamente con los demás invitados. Cuan-
. do le preguntamos por su estado, nos respondió que el dolor se había
atenuado muy poco al principio, pero que después de un tiempo
había comenzado a mejorar hasta desaparecer casi por completo.
Disminución del dolor
Experimenta con esta clase de sugestión en trance. Invita a tu in-
consciente a notar imaginativamente la diferencia entre sentir el do-
lor en su magnitud total y percibir un 1 por 100 menos. ¿Cuál es la
dzferencia entre un 99 y un 95 por 100 de dolor? Imagina de qué for-
ma tu inconseiente podría disminuir el malestar. ¿Cómo lo haría?
¿Sería uri proceso gradual de ausencia de percepción o una sensación
diferente, más agradable? Si lo deseas, indaga cuánto tiempo te lle-
varía deshacerte de tus molestias. Permanece en trance mientras re-
flexionas sobre estos temas. Luego despierta y permite que tu incons-
ciente te ayude como considere más apropiado, aunque a ti te parezca
un misterio. No te hace falta saber cómo desaparece el dol01; ni hacia
dónde se dirige.
DISOCIARSE DEL DOLOR
Para eliminar el malestar es necesario distanciarse de la sensación,
como si se la observara desde muy lejos. Eso es lo que hacen quienes de-
jan sus problemas aparcados al salir de vacaciones y comprueban que a
198 AUTOHIPNos~
/,
su regreso las dificultades parecen menos abrumadoras. Se trata de una
forma de disociación cotidiana. ¡Tómate vacaciones de tu dolor!
Una mujer que acababa de ser sometida a una intervención
quirúrgica sentía que se desmayaba cada vez que su cirujano le cam- 1
biaba los vendajes, de modo que Erickson recurrió a la hipnosis para
enseñarle a utilizar su mente de forma creativa. Poco después la mu,
jer comunicó a su médico:
«Usted sabe bien, doctor, que siempre me desmayo cuando
comienza a cambiarme las vendas porque no soporto el dolor, así
que si no le importa entraré en trance hipnótico y llevaré mi cabeza
y mis pies al solarium y dejaré mi cuerpo aquí para que usted traba-
je.» Cuando el médico se marchó, ella volvió a unir sus pies y su
cabeza con el resto de su cuerpo y no experimentó molestia alguna.
Erickson, 1980
Ejercicio de disociación
Entra en trance e imagina que te ves a ti mismo durante el proceso.
Una forma de conseguirlo consiste en visualz'z.ar tu propia imagen mien-
tras sientes que te aproximas al trance y otra es imaginar que te miras
en un espejo. Si al principio no lo logras, contempla tu imagen en un es-
pejo de verdad y después cierra los ojos. Observa cómo te deshaces de la
tensión. Comprueba que tus músculos y expresión facial se distienden a
medida que te liberas de la innecesaria tensión de la boca, la barbilla,
los ojos, la cabeza, el cuello y los hombros. Mientras observas detenida-
mente, comienza a tomar conciencia de que estás mirándote. ¿Desde
dónde lo haces? ¿Te encuentras arriba, lejos, en la playa, en un bosque,
/rente al televisor o mirando una película de ti mismo en trance? Sé crea-
tivo y disfruta de la sensación de distancia. Cuando te sientas preparado
regresa a tu cuerpo y despierta, relajado y renovado.
Una vez que aprendas a disociarte, el tiempo te ofrecerá nuevos
recursos. En las enfermedades progresivas, los pacientes pueden
mejorar transitoriamente y sobrellevar su situación, en particular si
regresan a una época en que la enfermedad no era tan grave o re-
199
,.,,p.ontándose a un momento previo a su aparición. Tu memoria puede
·ser una maravillosa fuente de sensaciones positivas. Si las circunstan-
das de tu vida requieren que debas hacer frente a una adversidad do-
lorosa o incómoda, recurre a tus propios recursos del pasado para
. .ique te ayuden; de esta forma podrás incrementar la fuerza de tu
carácter mientras soportas tu dolor con dignidad.
· . fijercicio de disociación en el tiempo
Recuerda con detalle cómo te sentías ayer; cuáles eran tus sensa-
ciones, pensamientos y sentimientos. Ayer, anteayer, en las últimas Navi-
dades, hace dos cumpleaños: son fechas que tu inconsciente recuerda
claramente, como sifueran hoy. Busca en el pasado, quizá durante el últi-
mo verano o en unas vacaciones en particular, alguna experiencia agra-
dable que hayas disfrutado. Ahora regresa a una época anterior al comien-
zo de la enfermedad o el dolor. Recurre a un recuerdo nítido. ¿Cómo te
encontrabas cuando no padecías este dolor? Revívelo ahora. ¿Puedes
imaginar claramente cómo te sentías, como si fuese aquí y ahora? En oca-
siones se comienza por un recuerdo parcial. Acepta lo que seas capaz de
recordar como base para futuros progresos. Conserva la sensación en tu
interior como un recurso al que puedas aferrarte cuando lo necesites.
APLICACIONES DEL CONTROL DEL DOLOR
Como ya se ha demostrado, la hipnosis puede ser utilizada para
controlar el dolor en diversas áreas, como por ejemplo la obstetricia
y la cirugía, en donde ha obtenido excelentes resultados. Pero tam-
bién puedes experimentar con técnicas hipnóticas para evitar los do-
lores de cabeza.
ÜBSTETRICIA Y CIRUGÍA
El parto y la cirugía son excelentes ocasiones para recurrir a la
hipnosis, ya que la motivación para realizar un gran esfuerzo es muy
200
alta y la atención tiende a centrarse automáticamente en ese hecho
significativo. A pesar de que esta disciplina no puede ser utilizada e:x:~
clusivamente durante la operación, sí suele resultar muy beneficiosa.
en el posoperatorio, ya que reduce la necesidad de medicación al'.1
tiempo que contribuye a la recuperación. 'l ·
Una mujer nos pidió que la sometiéramos a hipnosis para ayudar; ,
le a afrontar el nacimiento de su segundo hijo, ya que nueve años
antes había pasado por un primer parto extremadamente doloroso y
tenía mucho miedo al segundo. Durante el séptimo mes de gestación
comenzó sus sesiones semanales y consiguió entrar en trance profun-
do . A través de alucinaciones sumamente realistas imaginó una
cabaña en las montañas (y tan auténtica era su experiencia que se
sentía dentro de la cabaña y en la misma habitación que nosotros), y
cada vez que pensaba en la nieve con fines terapéuticos entraba en
trance profundo.
Por fin, durante una de las sesiones consiguió regresar a la expe-
riencia de su primer parto y observó todo el proceso como un raton-
cillo asustado, desde un rincón. Notó muchos detalles decorativos,
como el color y el dibujo del papel de la pared, y también el sonido
de la voz del médico. Pudo verse a sí misma tumbada en la cama
sufriendo terribles dolores, pero también se descubrió experimen-
tando la maravillosa experiencia del parto.
Al despertar reflexionó sobre todo aquello y tomó conciencia de
que durante el nacimiento de su primer hijo había percibido muchas
sensaciones positivas. En el pasado sólo había sido capaz de recordar
el dolor, pero ahora descubría una interpretación nueva, más creativa
y positiva, sobre el hecho de dar a luz. Estaba encantada con su nue-
vo punto de vista.
Como regalo para el bebé le compramos un ratón de peluche que
llevó consigo al hospital. Y cuando comenzó a sentir los dolores de
las contracciones, se concentró en recordar la imagen de la nieve y
de esa forma logró disfrutar del proceso del parto mientras per-
manecía relajada en su casita de las montañas. Como resultado de
ello, su segundo parto no resultó doloroso.
Si deseas utilizar la hipnosis durante un parto o una operación, es
conveniente que te prepares con suficiente anticipación. En el caso
de un parto, la práctica previa debería comenzar alrededor del sépti-
201
mo mes de embarazo, y repetirse cada semana hasta llegar a término.
Si vas a someterte a una operación quirúrgica practica los fenómenos
dd trance y la sugestión durante varias sesiones previas a la interven-
dón. Prueba diferentes métodos y presta mucha atención a las res-
~uestas autónomas naturales. Tu fuerte motivación, generada en la
misma situación, facilitará el proceso automáticamente.
DOLORES DE CABEZA
Las investigaciones llevadas a cabo en los últimos treinta años in-
dican que no existe un único factor responsable de los dolores de
cabeza, y que tampoco todo el mundo reacciona de la misma forma;
en efecto, la tensión que a una persona le provoca dolor a otra puede
inspirarle a esforzarse aún más. Lo primero que debes hacer siempre
es asegurarte de que no tengas ningún problema médico y recordar
que los dolores de cabeza pueden o no ser indicadores de disfun-
ciones. Los siguientes ejercicios han sido creados específicamente
para el individuo proclive a sufrir estas molestias.
La tensión crónica es un rasgo común a las personas con tenden-
cia a padecer jaquecas, y la autohipnosis puede ayudarles a superarla.
La relajación suele contribuir a evitar el dolor de cabeza, y en ciertos
casos puede llegar a reemplazar o reducir el uso de analgésicos, con
la ventaja de que no provoca efectos secundarios adversos. Con la
hipnosis es posible disfrutar de la relajación aunque se esté pensando
en otra cosa. La respuesta inconsciente se produce sin atención cons-
ciente.
Relajación
Por lo general, las personas tensas no se creen capaces de relajarse,
a pesar de que eso es lo que desean. Sin embargo, esporádicamente se
han sentido relajadas sin haberlo intentado e incluso sin notarlo;
quizá fu ese un momento con un amigo, un paseo por el bosque, un
descanso frente a la chimenea o después de un trabajo extenuante. In-
tenta recordar algún momento en que no tuvieras que hacer ni pensar

202
en nada en particular y simplemente te sintieras relajado y a gusto.
¿Cómo fue? Esta habilidad natural para relajarse puede ser activada
después del trance. Revisa las secciones dedicadas a la relajación
-concretamente los ejercicios de los capítulos cuatro, cinco y seis, que
te resultarán de gran ayuda-, y trabaja en la relajación de todos tus
músculos. Siéntete a gusto y no te obligues a relajarte; sólo deja que
suceda. Busca pequeños indicios, tal vez en tus ojos u hombros, y au-
menta esta respuesta. Practica con la mayor frecuencia posible, expe-
rimentando la relajación de forma regular durante el trance. Por con-
tra, comenzarás a notar en qué momentos del día te encuentras tenso.
Cuando lo percibas, permítete relajarte tal como has practicado. La re-
lajación se convertirá así en un hábito.
Otra habilidad muy beneficiosa es la del calentamiento de las
manos. Muchas personas notan que se les enfrían las manos cuando
están en pleno acceso de dolor. Calentar las extremidades conduce
el flujo sanguíneo a esas zonas e incrementa la sensación de auto-
control. Esta técnica forma parte del entrenamiento para la me-
ditación.
Calentamiento de manos
Realiza este ejercicio cuando no tengas dolor de cabeza, ya que te
ayudará a centrarte en el momento en que te duela realmente. Siéntate
y junta las manos, palma con palma. A medida que entres en trance,
dirige tu atención a tus manos y relaja los músculos. Si lo deseas
puedes recurrir a una imagen cálida, como el sol, o bien a una su-
gestión verbal directa de que tus manos podrían sentir más calor, o
percibir un hormigueo antes de calentarse. Experimenta primero con
un método directo y relee los primeros capítulos para obtener más
ideas. Plantéate una sugestión que surta efecto fácilmente en cualquier
circunstancia. Un método indirecto podría ser preguntarte cuándo se
calentarán tus manos: c·ahora o más tarde? Si lo prefieres puede usar
una palabra clave o una imagen que disparen la reacción. Luego per-
mite que se produzca la respuesta. Realiza este ejercicio varias veces y
con la práctica notarás que te resulta cada vez más sencillo.
203
'La paradoja del dolor de cabeza
Erickson hablaba de los dolores de cabeza en los siguientes
Tu inconsciente puede utilizar un dolor de cabeza o de estóma-
go, o bien un constipado, la música clásica, un libro de éxito, una
salida al parque. Tu inconsciente es capaz de utilizar muchas cosas,
unas para hacerte ganar y otras para hacerte perder. El dolor de
cabeza, por ejemplo, es una pérdida.
Haley, 1985
Piensa en el dolor de cabeza desde una perspectiva más amplia y
verás que te resulta más sencillo imaginar el cambio. Las personas
que sufren dolores de cabeza crónicos suelen tenerlos por una buena
razón. Podría parecer paradójico que alguien tuviera una buena razón
para sufrir un dolor de cabeza, pero si te detienes a pensarlo con
cuidado es posible que descubras una razón personal para tus jaque-
cas. Erickson pensaba que una importante pregunta que deberíamos
formularnos es cuántos dolores de cabeza necesitamos para esa de-
terminada razón, conocida o desconocida (Haley, 1985). ¿Cuánta
tensión y estrés resultan óptimos para ti? ¿Es ese el único camino, o
puedes arreglártelas mejor con menos dolor?
Atenúa tus dolores de cabeza
Entra en trance y pregúntate hasta qué punto pueden relajarse tus
músculos. Considera los patrones de tus jaquecas. ¿Cuánto duran ha-
bitualmente? ¿En verdad tienen que durar tanto? ¿Con cuánta fre-
cuencia y con qué intensidad te afectan, y hasta qué punto te perjudi-
can? ¿Existe alguna razón desconocida que justifique su aparición?
¿Podrías tener menos dolores de cabeza al mes? ¿Sería posible que de-
saparecieran medio día antes? ¿Podrías padecerlos de alguna forma
que te resultara más conveniente? En otras palabras, ¿cuál es la
jaqi1;eca más breve, conveniente y menos dolorosa que podría satis-
11

1
5UPERA EL DOLOR
205
204
1
facer la razón que la provoca? Deja fluir tus pensamientos y refle- perar los desafíos de la vida con menos tensión, tanto mental como
xiona sobre estas y otras ideas. Cuando estés preparado, despierta re- física. Y si tienes que soportar el dolor, lo mejor es hacerlo con una
lajado y renovado. ' actitud positiva. Eso te permitirá hacer frente a un dolor de cabeza
crónico o a cualquier problema que estés intentando mejorar o
'l º

En términos generales, las personas que sufren dolores de cabeza soportar.

suelen alcanzar grandes logros: son inteligentes y muy motivadas, y .
estas características resultan positivas y beneficiosas en casi todas las
circunstancias. Sin embargo, en determinados momentos también es
necesario dejar a un lado las presiones para conseguir paz interior
aunque sólo sea por unos instantes. El siguiente ejercicio te ayudará a'
desarrollar una agradable imagen con la que podrás conseguirlo.
¿Puedes permitir que suceda?

Encuentra la paz

Túmbate cómodamente. Una vez en trance, invítate a experimen-

tar un sitio tranquilo donde ya hayas estado, o alguno que imagines
que puedes visitar. Observa tu imagen relajada, a gusto, totalmente
distanciada de las presiones y los problemas habituales. Imagínate
al!~ oye los sonidos, y, si puedes, siente la relajación y el bienestar de
tu cuerpo. Permite que la sensación se expanda mientras disfrutas del
reposo que te proporciona esta experiencia. Concédele el tiempo que
necesite. Ahora compara cómo te sientes y cómo te sentías durante el
momento más alto de dolor. ¿Cómo describirías esta sensación dife-
rente?¿ Puedes descubrir formas de reducir el estrés si no consigues es-
capar de tu situación? ¿Se te ocurren tus propias variantes creativas?

·.,'( "Í( -/(

Cuando trabajes con cualquier dificultad recurrente es impor-

tante que actúes con sensibilidad hacia ti mismo y tus necesidades.
Tienes que apuntar a que se produzca un cambio dentro de un pa-
trón duradero. La repetición sostenida es muy útil, pero ten en cuen-
ta que puedes notar resultados de forma inmediata o no. El objetivo
es que comiences a alterar tus típicos modos de reaccionar o tu acti-
tud ante las dificultades ya que tienes la posibilidad de aprender a su-
 1

Capítulo 11
Conquista el miedo, descubre el valor

Para meditar en paz no necesitamos acercarnos a las montañas

y los arroyos;

Cuando los pensamientos se sosegan, hasta el mismísimo fuego

resulta fresco y agradable.

Suzukz; 19 73

c:p miedos suelen adquirir un significado simbólico tan abru-

4 : a d o r que quienes los sufren limitan sus vidas intentando ha-
cer frente a su gran sufrimiento. Pero estas personas no suelen darse
cuenta de que tienen la posibilidad de liberarse del malestar. De to-
dos los problemas que trata la terapia, los miedos y las ansiedades
tienen uno de los índices de éxito más altos: la mayoría de ellos se
curan.
La primera teoría analítica afirmaba que el miedo y la ansiedad 1 1
derivan de un suceso emocionalmente traumático. En algunos casos
el vínculo es directo: una persona que ha estado a punto de morir
ahogada suele tener miedo al agua. Pero el vínculo también puede
ser indirecto, como en el conflicto sexual representado simbólica-
mente por el temor a las serpientes. Durante la segunda guerra
mundial, la terapia estándar para combatir la neurosis de guerra (es
decir, los miedos provocados por los conflictos bélicos) fue la catar-
sis . El tratamiento consistía en guiar a los individuos para que
volviesen a experimentar el trauma y expresaran sus sentimientos al
respecto, gracias a lo cual lograban deshacerse de él. La hipnosis ; ¡
solía utilizarse como un complemento que facilitaba el proceso.
¡1
208 AUTOHIPNos1s }¡
Volver a experimentar conscientemente un trauma sin trance no
conduce al cambio de forma automática. El trance puede salvar la
distancia que separa el pensamiento y la acción con el fin de que se
produzca una experiencia correctiva que libere del miedo, por lo
general sin un discernimiento consciente.
Una mujer de mediana edad nos pidió que la sometiéramos a hip-
nosis como complemento de su terapia psicoanalítica para superar su
fobia a conducir. Su problema era que cada vez que llegaba a una au-
tovía se quedaba paralizada a causa de un incontrolable acceso de
pánico y ansiedad, y tan abrumadora era la sensación que lo único
que podía hacer era desplazarse hacia el arcén. Pero ahora necesitaba
superar el miedo porque su nuevo trabajo le exigía que condujera por
autovías; se trataba de un empleo muy importante para ella, de ma-
nera que debía dejar atrás sus temores. Durante las sesiones de hip-
noterapia le enseñamos a provocar un trance bastante profundo y re-
lajado, gracias a lo cual conoció los potenciales positivos de su
inconsciente y comenzó a sentirse más a gusto con su ser interior.
Después de la tercera sesión nos relató una experiencia muy ex-
traña. Durante un trayecto por una autovía había esperado, como
siempre, que surgiera el miedo. Había cogido el volante con firmeza,
adelantándose a los acontecimientos, ¡pero no había pasado nada!
Sorprendida y desconcertada había continuado su camino sin com-
prender las causas ni el significado de aquella nueva actitud, si bien
no cabía duda de que el miedo parecía haber desaparecido. Se sentía
muy aliviada.
Posteriormente relató los hechos a su analista y él tampoco salía
de su asombro: ¡su paciente había superado el miedo sin saber por
qué! Para él era imposible aceptarlo, de modo que la sometió a una
serie de sesiones de dos horas de duración para intentar recuperar el
«material fóbico», si bien lo único que debería haber tenido en cuen-
ta es que el discernimiento consciente no siempre es un componente
fundamental del aprendizaje hipnótico. En ocasiones, el cambio se
produce de forma espontánea y natural, y es bienvenido. El incons-
ciente puede curarse por sí mismo, con una experiencia emocional
correctiva, sin que haya discernimiento. En el Capítulo 8 señalamos
que el aprendizaje es la comprensión de la posibilidad. Y la hipnosis
contribuye a dicho aprendizaje.
. CONQUISTA EL MIEDO, DESCUBRE EL VALOR 209
Para superar los miedos y la ansiedad es muy importante aprender
a serenarse. Practica el siguiente ejercicio para desarrollar tu capaci-
dad de relajación y repite también las demás actividade~ incluidas en
1
este libro. Tu meta es aprender a relajarte en trance a voluntad.
Trance con relajación
Si estás haciendo este ejercicio, posiblemente te preguntes cómo
sentir menos miedo y ansiedad. Para comenzar no tienes que hacer
nada en particular; simplemente descansa y permítete entrar en trance
profundo del modo que prefieras. Relájate por completo, distendiendo
todos los músculos, y permite que tus pensamientos fluyan libre-
mente. Alcanza una agradable sensación de calma y confía en tu pro-
ceso inconsciente. Invita a tu inconsciente a recordar un hecho agrada-
ble, algo en lo que no hayas pensado en mucho tiempo . Quizá
imagines el lugar, o tal vez vuelvas a experimentar algunos viejos sen-
timientos o incluso disfrutes de alguna canción que te resulta familiar.
Evoca la experiencia con la mayor precisión posible. Cuando estés
preparado deja que tus sensaciones regresen a la normalidad y des-
pierta relajado y renovado. ¿Dónde está tu miedo ahora?
En ciertos casos, durante el trance es necesario desarrollar apti-
tudes que, a su vez, generen otras. Intenta aprender a recordar un re-
cuerdo agradable durante el trance porque una vez que puedas hacerlo
con naturalidad tendrás la posibilidad de recurrir a esta habilidad
para liberarte de la fobia.
Recuerdos en trance
Entra en trance y relájate profundamente. Recuerda que tu in-
consciente puede ser muy positivo e inteligente. Las cosas se relacio-
nan entre sí, tanto como el aire que respiramos está unido al am-
biente exterior. Reflexiona sobre las interrelaciones e interconexiones
entre tú y el mundo: cómo le afectas tú a él y él a tt; tanto de forma
directa como indirecta. Ahora recuerda algún hecho significativo de

210
tu vida que pudiera estar relacionado con tu dificultad. Si lo deseas,
puedes visualizar el recuerdo desde la distancia, a salvo, como una
imagen, un sonido o un sentimiento lejano. Permite que este proce-
so se lleve a cabo como un sueño que aparece en tu mente en un ins-
tante. Luego acércate al suceso un poco más. Quizá no comprendas
su significado.
Considera que un niño posee ciertos aprendizajes infantiles basa-
dos en pensamientos y sentimientos inmaduros, y que cuando la per-
sona crece puede revivir esas experiencias y volver a interpretarlas
desde una perspectiva más adulta. No necesitas recordar ni compren-
der conscientemente ciertos sucesos traumáticos, pero tu mente
inconsciente puede reconsiderar los más significativos desde una pers-
pectiva positiva y más madura, incorporando los aprendizajes e inter-
pretaciones que has acumulado con los años. Invita a tu inconsciente a
seguir estas pautas y luego espera tu respuesta. Cuando hayas finaliza-
do, despierta renovado y alerta.
¿Cómo serías sin tus ansiedades? ¿Cómo cambiarían las cosas? Si
sospechas que estás utilizando tu miedo con otro propósito y sientes
que deseas cambiar, debes indagar en el problema que se oculta tras
el miedo.
A modo de ejemplo citaremos el caso de una mujer que había di-
rigido su ira hacia su esposo, cuya afición era pilotar aviones. En los
primeros años de matrimonio, antes de que surgieran los problemas,
ambos habían disfrutado de muchos vuelos juntos pero, extraña-
mente, con el paso del tiempo la mujer había desarrollado un terrible
miedo a volar que molestaba mucho a su marido. Ella no se sentía
responsable de su propia actitud y sabía que su temor hería a su com-
pañero, pero creía que no podía hacer nada para remediarlo. Pero
por desgracia su fobia también le hacía daño a ella misma, sobre todo
cuando realizaban vuelos en líneas comerciales durante las vaca-
ciones. La mujer sufría mucho más de lo que habría padecido si hu-
biese resuelto sus problemas. Una vez que descubrió el vínculo y re-
currió a la hipnosis para cambiar, su miedo disminuyó. Ambos
mejoraron su relación y volvieron a volar juntos sin problema, por lo
que su relación se fortaleció.
CONQUISTA EL MIEDO, DESCUBRE EL VALOR
211
Deshazte de tu miedo por unos instantes
Entra en un trance que te resulte placentero. Relaja. todos los
músculos y serena tus pensamientos. Si lo deseas, recuerda el trance
atnerior y todo lo que has aprendido acerca de tu miedo. Independien -
temente de que conozcas los motivos de forma consciente, formúlat e
la siguiente pregunta: aunque tengas una buena razón para tener
miedo, ¿podrías deshacerte de él por un minuto o más, una hora, o in-
cluso un día? Imagina nítidamente este breve período de libertad, de
ausencia de problemas. ¿Cómo te sientes sin miedo? Piénsalo. Cuan-
do estés listo, despierta relajado y renovado.
DESENSIBILIZACIÓN
El proceso de aprendizaje en la vida cotidiana incluye procesos
conocidos como desensibiliiación y reeducación. Joseph Wolpe de-
sarrolló un método conocido como desensibilización sistemática, am-
pliamente utilizado en la terapia de comportamiento para eliminar
un patrón de hábitos problemático y reemplazarlo por uno más
saludable. La persona temerosa ejercita una respuesta que resulta in-
compatible con la respuesta no deseada.
La preparación para la desensibilización sistemática comienza
por enseñar a los pacientes a relajarse a voluntad. Una vez que lo
han aprendido, se les pide que imaginen el estímulo menos ame-
nazador que puedan concebir en relación con el miedo, por ejem-
plo el tem~r a las serpientes. La situación menos amenazadora
comienza, por ejemplo, situándose a más de un kilómetro de dis-
tancia de una culebra que se encuentra en una tienda de animales.
Paso a paso imaginan que se acercan cada vez más a la serpiente,
mientras se concentran en mantenerse relajados . Cuando comien-
za a surgir la ansiedad o el miedo, los pacientes deben hacer una
pausa para relajarse con el fin de dejar de experimentar esas sensa-
ciones a un nivel que les cause malestar. A continuación se les ani-
ma a continuar hasta que puedan aproximarse a la situación más
amenazadora. Si aprenden a mantener una buena relajación lo
consiguen.
212
Erickson descubrió en sus primeros experimentos sobre la natu-
raleza de la hipnosis que el hecho de visualizar e imaginar una acción
simple como coger piezas de fruta, examinarlas minuciosamente y ,
volver a dejarlas, producía trances profundos con alucinaciones
(Erickson, 1980). Wolpe afirma en otro libro (Wolpe, 1990) que la
hipnosis siempre formaba parte de su trabajo porque complementa-
ba su método. La unión de estímulos incompatibles (relajación con
miedo) era el principio de aprendizaje que él utilizaba para desensi-
bilizar. Quizá el trance contribuye a que todo sea posible. Los princi-
pios del aprendizaje y la formación de hábitos se sincronizan bien
con los métodos hipnóticos.
El siguiente ejercicio trabaja directamente sobre el síntoma, com-
binando la relajación hipnótica y la habilidad para la visualización con
la desensibilización. El ejemplo que utilizamos es el miedo al agua,
pero tú sustitúyelo por el tuyo, variando las sugestiones y condiciones.
Esta técnica directa puede resultar de gran ayuda. Repite el ejercicio
agregando tus propias sugestiones, ideas y asociaciones. Estimular el
propio inconsciente es la clave de la autohipnosis.
Desensibilización en trance
Entra en trance. Permite que tus músculos se relajen, y entra en
calor con un ejercicio de visualización. Podrías imaginar un sitio
agradable o recordar alguna escena de un libro. Relájate y disfruta de
la imagen. Una vez que hayas alcanzado una profunda sensación de
bienestar, piensa en tu miedo. Al principio hazlo de forma muy
genérica. Por ejemplo, si se trata de miedo al agua, piensa en ella en
términos generales y tomando distancia. Imagínate lejos de una masa
de líquido, como el océano, un lago o una piscina. Mantén una rela-
jación profunda y comienza a andar imaginativamente hacia alli El
primer día puedes detenerte a bastante distancia. Si comienzas a sen-
tirte tenso, haz una pausa en la visualización, relájate por completo y
luego inténtalo una vez más. Imagina que te desplazas gradualmente
hacia el agua, pero retrocede siempre que sientas temor o malestar.
Tómate todo el tiempo que necesites: horas, días, semanas, meses; lo
que te haga falta . Compara este período mínimo con todo el tiempo
,, ,CONQUISTA EL MIEDO, DESCUBRE EL VALOR 213
que llevas viviendo con miedo y lo mucho que seguirías padeciendo si
no lo trataras. Continúa trabajando con esta fantasía hasta que consi-
gas entrar en el agua mientras te mantienes relajado. Estos aprendiza-
jes pueden resultar extremadamente útiles para alterar los patrones de
miedo.
Repite este ejercicio durante varios días o semanas. Controla tus
reacciones pensando en el agua cuando no estés en trance y nota
cómo te sientes; quizá te lleves una sorpresa. Una jerarquía cuida-
dosamente construida, desde lo menos atemorizante a lo más ate-
morizante, puede ayudarte a enfrentar la situación de forma gradual
y manejarla a la perfección.
Mejora el proceso
Ahora que has trabajado sobre tu dificultad te encuentras en
condiciones de mejorar el aprendizaje que has comenzado. Entra en
trance. Cuando te sientas completamente relajado invita a tu incons-
ciente a revisar todos los pensamientos y experiencias relacionados.
No necesitas atender conscientemente a todo esto, pero ¿podrías
imaginar qué áreas parecen requerir más atención? Ábrete a la posi-
bilidad de emplear estos descubrimientos del mejor modo posible.
Proponte las siguientes sugestiones: 1) el malestar puede disminuir;
fluctúa y varía de forma natural así que en determinados momentos
debe de ser menor; 2) tu inconsciente sabe cómo superar tu problema
y puede transmitirte ese conocimiento de la mejor manera posible; 3)
quizá seas incapaz de determinar con exactitud cuándo habrás supera-
do tu problema por completo, pero puedes aprender todo lo que nece-
sites para beneficiarte. Mientras continúas relajado en trance refle-
xiona sobre tus aprendizajes y permite que continúe el crecimiento y
el desarrollo. Luego despierta alerta y renovado, dejando estas cues-
tiones a tu inconsciente.
·k ...., 1<
214 l~ '

AUTOHIPNosrs .

Cuando trabajas sobre ti mismo en un área determinada es irn.

portante no juzgar y mantener esa actitud, como ya hemos menciona-
Capítulo 12
do. Concédete todo el tiempo que necesites para trabajar sobre tu
miedo o ansiedad, e intenta ser consistente en tus sesiones de trance. · Deshazte de los malos hábitos
Cuando las personas tienen miedos, tienen más que aprender e inte-
grar, más allá de los meros síntomas. Si lo has descubierto en tus ex-
ploraciones con el trance, la hipnosis con un terapeuta especializado
en psicoterapia puede ayudarte a profundizar en tu proceso de
aprendizaje. En ocasiones el miedo simplemente desaparece, sin exi-
gir un cambio más profundo. Ábrete a lo desconocido. En el espacio El potencial te espera
vacío puedes encontrar valor. dentro de tu mente
cuando las cadenas de los hábitos
ya no te aten.
C Alexander Simpkins

~hipnosis suele resultar muy efectiva para cambiar los

-{/ ~ábitos,si bien no siempre tenemos conciencia de los que he-
mos adquirido. Las personas que fuman, se muerden las uñas o evi-
dencian cualquier otra costumbre problemática suelen sentirse inca-
paces de ejercer un control sobre sí mismas a pesar de que realmente
desean liberarse de tales comportamientos. En este capítulo nos refe-
rimos al tabaquismo como ejemplo de un hábito para cambiar, pero
evidentemente es posible aplicar el método general a otros proble-
mas. Experimenta con estos ejercicios para invitar a tu inconsciente a
obtener beneficiosos aprendizajes y deja que las respuestas se indi-
vidualicen.
El primer paso para dejar un hábito es decidirse a darle fin. Los
fumadores deben tomar la decisión ellos mismos; nadie puede ha-
cerlo en su lugar. Sin embargo, la decisión por sí sola no es sufi-
ciente, excepto en individuos muy inusuales; podríamos decir que
sólo supone el primer paso. Por lo general sucede lo contrario: se
hace difícil dejar el hábito debido a la ley del esfuerzo reversible,
que provoca que cuanto más intenta un fumador dejar los cigarrillos
más desea fumar. El individuo se siente bombardeado por fantasías
sobre lo bien que le sabría un pitillo y al final vuelve a fumar. Se en-
cuentra atrapado en su mundo de asunciones. Esta lógica también
216
es aplicable a otros hábitos, pero gracias a la hipnosis surge una nue-
va perspectiva desde el inconsciente.
Una clienta recurrió a nosotros para dejar de fumar, consciente
de que le costaría mucho conseguir su objetivo; en efecto, después de
haberlo intentado cientos de veces era ya una experta en el terna y
sabía que tarde o temprano volvía a caer en la tentación. Lo primero
que le propusimos, incluso antes de la primera sesión, fue que nos
siguiera con su coche hasta una preciosa zona de playa. En cuanto
llegamos nos siguió con expresión de asombro hasta la orilla del rnar
donde le enseñamos a respirar profundamente varias veces par~
llenar sus pulmones de aire fresco. A continuación le pedimos que
arrojara todo el paquete de cigarrillos en la papelera más sucia y
olorosa que pudimos encontrar, llena de vómito, cacas de perro, ali-
mentos en estado de descomposición y basura de toda clase. Ella nos
advirtió: «Podría regresar a por ellos.» Y nosotros le respondimos:
«¿Sí?» Como respuesta, la mujer reflexionó: «Debería también va-
ciar mi cenicero porque podría intentar fumar las colillas.» Le in-
dicamos que memorizara el olor y el aspecto de aquella desagradable
papelera, y que lo recordara cada vez que intentara fumar. Luego re-
gresamos a nuestra oficina y comenzamos la sesión. La mujer experi-
mentó un trance profundo.
Dejó el tabaco ese mismo día y jamás volvió a fumar. Aproxi-
madamente una semana más tarde volvió a nuestra consulta para
someterse a una sesión más y nos dijo que estaba sorprendida de
haber perdido el ansia de fumar. Se dio cuenta de que la función
de los cigarrillos era importante, ya que sin ellos necesitaba encontrar
otra forma de relajarse. Y la descubrió en la hipnosis. Una experien-
cia negativa asociada a un hábito puede contribuir a abandonarlo o
modificarlo.
Prepárate para dejarlo
Lee y estudia todo lo que puedas sobre los peligros del cigarrillo.
Aprende de qué forma actúa realmente sobre los pulmones y cómo
afecta a la salud. Considera lo mucho que gastas en tabaco y todo lo
que podrías hacer con ese dinero extra cuando lo dejes. Haz una lista
. ;DESHAZTE DE LOS MALOS HÁBITOS 217
de todas las demás razones por las que no deberías fumar: probables
efectos secundarios peligrosos, olor desagradable, la molestia que
provocas a las personas cercanas a ti. Mira cintas de vídeos sobre los
horrores del cáncer de pulmón, la muerte lenta causada .por un en-
fisema, etc. Estos elementos pueden facilitar tu reeducación. Tu
médico de cabecera puede contar con más información. Ve también a
la biblioteca. Una correcta información puede ayudarte a tomar la
decisión de dejarlo, si eso es lo que deseas. Aprende todo lo que
puedas sobre las consecuencias físicas del tabaquismo para tomar una
sabia decisión .
También puede ayudarte mucho descubrir las motivaciones per-
sonales que sustentan tu hábito. Una mujer de unos veinte años de-
seaba dejar de fumar; su médico le había advertido sobre los peligros
del tabaco y ella sabía que tenía que dejarlo, pero se sentía incapaz de
controlarse. Cuando le invitamos a someterse a la hipnosis entró en
trance profundo. De pronto, en pleno trance, despertó sobresaltada
y dijo: «¡No quiero hacer esto!» Nos sorprendimos y le pedimos que
buscara en su interior el motivo por el que había despertado de for-
ma tan repentina en mitad de la sesión.
Exploró entonces lo que para ella significaba fumar: era su ex-
cusa para sentarse a descansar, para no hacer nada más que disfrutar
tranquilamente de su cigarrillo, y por eso dejar el tabaco le parecía
un sinónimo de dejar de relajarse. Su motivación para fumar era en
realidad muy positiva: la relajación. Cada uno de sus anteriores in-
tentos de dejar el tabaco le había llevado a una situación de tanto
agotamiento y perturbación que había vuelto a fumar para relajarse,
motivo por el cual tuvo que aprender a separar su capacidad de rela-
jación espontánea y natural del hábito aprendido de fumar, que ella
utilizaba de forma deliberada para serenarse. Un hábito cumple con
un propósito en la actualidad o io hizo en el pasado, de modo que
para cambiarlo es necesario analizar su propósito.
Una idea muy generalizada es que el cigarrillo relaja física-
mente, pero nada más lejos de la realidad: la nicotina tiene un efec-
to estimulante que incrementa la frecuencia cardíaca y eleva la ten-
sión arterial. El hábito de fumar tiene un significado personal para
cada individuo, y se convierte en un acto simbólico en la mente
 218
AUTOHIPNos1s
del fumador; es la sugestión la que otorga a los cigarrillos su
aparentemente poderoso efecto. En varias ocasiones hemos dicho
a nuestros clientes: «No habéis nacido fumando, de modo que lo
que los cigarrillos hacen por vosotros podéis conseguirlo sin ellos.
Sabíais relajaros cuando niños y ahora lograréis sentiros bien sin
fumar.»
Explora tu hábito
Investiga tu hábito. Por ejemplo, observa cómo Jumas: ¿usas la
mano derecha o la izquierda? ¿Cómo enciendes la cerilla? Nota el
proceso automático de fumar. Centra tu atención en lo que el cigarrz~
!lo te hace sentir. c:·Te sientes más sofisticado? ¿Te encuentras tranqui-
lo con un cigarrillo en la mano y fatal cuando no lo tienes? Intenta
tomar plena conciencia de lo que sueles hacer de forma automática.
Prestar atención a los más mínimos detalles te ayudará a conseguirlo.
Tómate aproximadamente una semana para trabajar con estos ejerci-
cios y prepárate para dejar de Jumar. Piensa en ello, explora la idea,
moviliza tus energías hacia tu mente, pero no dejes de fumar todavía.
Es probable que no te encuentres preparado.
Cambio inconsciente
El trance puede resultar muy útil para hacer descubrimientos.
Busca un nivel de trance tranquilo, relaja los músculos y permítete
vivir una experiencia corporal placentera. A medida que profundizas
en el trance, imagina una escena inspiradora de la naturaleza: un
cielo despejado, el aire puro, el aroma de los pinos, un bello jardín,
las montañas o la brisa salada del mar. Respira profundamente y dis-
fruta de la sensación de aire puro en tus pulmones. Relájate y profun-
diza aún más tu trance. Deja que tu atención /luya con libertad hacia
cualquier cosa que te resulte interesante. Tu inconscien te ya sabe lo
que es relevante, y mucho mejor de lo que imaginas. De forma natu-
ral se producirán asociaciones con imágenes, experiencias y sen-
timientos importantes. Quizá vivas una experiencia correctiva incons-
DESHAZTE DE LOS MALOS HÁBITOS 219
ciente con o sin conocimiento consciente de ello. Si intentas antici-
parte o programar deliberadamente lo que vas a aprender, corres el
riesgo de limitarte y perderte muchos nuevos descubrimientos espon-
táneos sumamente interesantes. En lugar de intentar saber, pregún-
tate qué aprenderás. Cuando te sientas preparado, despierta comple-
tamente alerta.
El hábito de fumar es un área importante de exploración. En
ocasiones las personas siguen fumando simplemente porque lo han
hecho siempre, o se justifican considerándose acorraladas y entonces
su hábito se convierte en inercia, que podría definirse como la ten-
dencia a que una costumbre continúe como antes. Los fumadores
suelen desanimarse y abandonan la esperanza de cambiar; hacen un
esfuerzo, fallan, y tras someterse a un autodiagnóstico se confirman a
sí mismos que son.fumadores compulsivos ... incurables. Pero estas
limitaciones aprendidas pueden ser superadas por la mente incons-
ciente, y lo mismo puede aplicarse a otros hábitos.
Uno de nuestros clientes deseaba dejar de fumar y realizó varias
sesiones de hipnosis. Le animamos a que se relajara y se abriera al
potencial creativo de su experiencia en trance, y como percibimos
que podía hacer nuevos y sorprendentes descubrimientos antes de la
siguiente sesión le sugerimos que se divirtiera un poco. Así fue que
en nuestro segundo encuentro se presentó con una sonrisa en los
labios y nos contó que había disfrutado mucho yendo a bailar con
una chica la noche anterior. Habían ido a una discoteca, y él había
bailado tan bien que todos los presentes le habían aplaudido. Estaba
muy sorprendido, porque nos confesó con mucha vergüenza que no
sabía bailar y que por lo general no salía con chicas; ya que se sentía
muy cómodo dentro del estilo de vida gay. Algunos meses más tarde
se puso en contacto con nosotros y nos informó que no sólo había
dejado de fumar sino que además había continuado bailando. Ya
participaba en competiciones profesionales, ¡y las ganaba! Y,
además, había descubierto que tenía grandes aptitudes para la coci-
na. Una vez liberado de las restricciones del hábito rígido, su talento
natural oculto consiguió evolucionar y se encaminó hacia nuevas e
inesperadas direcciones positivas.
220
Prepárate inconscientemente
Tómate tu tiempo. Entra en trance muy profundo, relájate y uti-
liza cualquier método que encuentres efectivo. Profundiza tu trance
varias veces y relájate con cada sugestión hasta llegar al nivel más pro-
fundo que hayas alcanzado jamás. Recuerda que los niveles varían en
cada individuo y que tu inconsciente te ayudará a encontrar la profun-
didad adecuada para ti.
¿Puedes producir empíricamente varios efectos hipnóticos? In-
téntalo con la ligereza, el calor o la pesadez de un miembro utilizando
una imagen agradable, o experimenta el tiempo más lentamente, o
hat lo que prefieras durante el trance. Sabes que has comenzado a
prepararte para dejar de fumar, de modo que quizá descubras algo
positivo y nuevo para reemplazarlo. Experimenta con la alteración de
la conciencia y ábrete a lo desconocido.
¿Alguna vez has encendido un cigarrillo, lo has apoyado en el
cenicero, y lo has dejado allí, olvidado? ¿O pensaste que aún te queda-
ba un paquete, pero te diste cuenta de que en realidad ya no tenías
ninguno? Cada ejercicio que realizas en trance puede ayudarte a
preparar a tu inconsciente para dejar el hábito. Así como en ocasiones
te parece que tu mano se mueve por sí sola cuando escribes, o en otros
casos te sientes demasiado perezoso para hacer nada, también puedes
descubrir que tu anhelo por los cigarrillos podría disiparse o cambiar.
De una imagen diferente durante el trance pueden surgir nuevas per-
cepciones sobre el acto de fumar y eso favorece el cambio. Es posible
que a partir de ese momento tengas una nueva percepción de lo que
significa fumar, o bien que dejes el hábito sin saber por qué. Confía en
que tu inconsciente sabrá individualizar la situación.
Fuerza inconsciente
Explora tus reacciones ante las sugestiones positivas: ¿puedes
imaginar que dej1s de fumar con poco o nada de malestar? Tu cuerpo
sabe ignorar ciertas experiencias y sensaciones. La sabiduría incons-
ciente puede aportar una fuerza interior involuntaria, sumada a una
:@ESHAZTE DE LOS MALOS HÁBITOS 221
convicción consciente. Tu nueva reserva de seguridad que te ayudará.
El descubrimiento de esa fuerza interior se convierte en la fuente del
cambio.
Si estás dispuesto a recurrir a tu inconsciente para que te ayude,
puedes mantenerte en calma y utilizar la hipnosis cuando lo necesites.
Tu impulso de fumar no necesariamente tiene que hacerte fumar: re-
" cuerda que en cualquier punto de la cadena de acción es posible
romper un eslabón. El hábito pierde su expresión en la acción.
Asociaciones e imágenes
Imagina cómo serás sin tu hábito. ¡Qué sensación de realización
tan positiva habrás alcanzado cuando lo dejes! Te preguntarás por qué
no has cambiado ante'S. ¿Qué pensamientos e imágenes tienes sobre
tu forma de proyectarte en el futuro? ¿Y cómo lo hacías en el pasado?
¿Cómo eres? Tus pensamientos y asociaciones /luyen desde la fuente
del cambio, pero esta no es consciente. Deja que tu inconsciente te
ayude de forma positiva; a continuación relájate y descansa en trance,
y finalmente despierta renovado. Repite este trance varias veces en los
próximos días. Si lo deseas, en cada sesión puedes enfatizar la su-
gestión de un aspecto sobre otro. Algunas personas encontrarán resul-
tados inmediatos y otras necesitarán varias sesiones. Utiliza el trance
del modo que te resulte más beneficioso.
* * ._.,
La relación entre tú y tu inconsciente puede crecer y desarro-
llarse de forma positiva si te lo propones y trabajas en ello. Así como
el río fluye hasta el océano y se funde con él, tu sincera intención de
resolver tus problemas puede conducirte a entablar mejores comuni-
caciones entre tu consciente y tu inconsciente. Todos tenemos mu-
chos potenciales ocultos no reconocidos que mantenemos en reserva
sin saberlo. Utiliza la hipnosis para cultivar la receptividad de tu po-
tencial oculto a fin de que puedas incorporar a tu vida tus propios re-
cursos no reconocidos. Esperamos que todo lo que descubras te per-
222

mita lograr tus objetivos y aun más. Cuando cambies tus hábitos te
encontrarás con una agradable sorpresa, ya que el potencial pued~
Capítulo 13
desarrollarse no sólo en el área de tu objetivo, sino también en otras.
Todo lo que has experimentado y aprendido puede ser un recurso El camino hacia la moderación:
para el cambio positivo. Pero este es un aprendizaje aún mayor. Nun-
ca dejamos de aprender.
perder peso, ganar control

Cada vez que te suceda un hecho accidental,

recuerda indagar en tu interior y preguntarte
qué poder tienes para hacerle frente.

Epicteto

Y?hipnosis puede resultar sumamente beneficiosa cuando

_y:xisten problemas de autocontrol, como por ejemplo la so-
brealimentación o el comportamiento impulsivo. Quienes tienen es-
tas dificultades suelen ser conscientes de su abandono, pero aún así
se sienten obligados a actuar de ese modo y acaban experimentando
una negativa sensación de falta de control. Este capítulo disertará so-
bre diferentes métodos para recuperar el control del comportamien-
to impulsivo, utilizando la pérdida de peso como principal ejemplo.
Si se llevan a cabo las correspondientes variaciones, la mayoría de los
principios pueden ser adaptados a otros objetivos.
Cualquier persona que piense someterse a un programa de pérdida
de peso siempre debería consultar primero a un médico para asegurarse
de que no sufre problemas de salud. Los cambios en el peso pueden de-
berse a diversos factores, pero si no se descubren complicaciones físicas 1 1

significa que el único obstáculo para cambiar es la propia mente.

La voluntad no es el factor determinante en la pérdida de peso.
Incluso con las mejores intenciones, las personas que hacen dieta es-
tán sujetas a la ley del esfuerzo reversible: cuanto más se ponen a dieta,
¡más piensan en comer! Por eso es preferible que te sirvas del fun-
cionamiento inconsciente positivo para alcanzar tus metas. La con-
ciencia y las actitudes apropiadas serán el marco de tu esfuerzo, y la
224 AUTOHIPNOSIS
sugestión y la hipnosis actuarán como beneficiosas herramientas para
el cambio.
Prepárate
Comienza a perder peso suspendiendo los esfuerzas para ponerte a
dieta durante al menos una semana. Come como harías normalmente
si no estuvieras a dieta. Obseroa objetivamente tu forma de comer. No
es una invitación a darte todos los gustos sino una propuesta para que
surjan tus tendencias naturales. ¿Qué sucede? No intentes cambiar
aún. Nota cómo experimentas la acción de comer y cuáles son tus pa-
trones. Si lo deseas, anota tus obseroaciones en un diario.
Equilibra tu dieta
Busca información sobre nutrición y dietas apropiadas, e investiga lo
máximo que puedas sobre los alimentos y sus efectos sobre el organismo.
Verifica las fuentes, y si es necesario consulta a expertos reconocrdos, para
tener la máxima certeza. Tu médico puede proporcionarte folletos, y tam-
bién las bibliotecas públicas son excelentes fuentes de información.
Averigua cuáles son los requisitos nutricionales de determinados deportes
o actividades. Incluye tus propias interpretaciones y conocimientos.
Una vez que hayas recopilado la información, crea una dieta equi-
librada que incluya todos los grupos alimentarios. Si lo prefieres,
puedes utilizar algún programa especial ya elaborado. No comiences
hasta que hayas finalizado la semana de observación y te sientas
preparado para comprometerte plenamente.
Mejora aún más
La ejercitación adecuada incrementará notablemente la pérdida
de peso y mejorará tu salud. Investiga sobre los beneficios de la activi-
dad física . Aprende con cuánta frecuencia debes practicarla y qué tipo
es más conveniente para ti. Si eres una persona sedentaria, piensa en
~L CAMINO HACIA LA MODERACIÓN: PERDER PESO, GA NAR CONTROL 225
dar un paseo de quince minutos diarios. Si ya realizas alguna actividad
física, incrementa un poco más su duración o la intensidad de tus en-
trenamientos. Sé moderado en los cambios, pero hazlos.
En una ocasión, Erickson trató a una mujer que conúa en exceso sim-
plemente pidiéndole que diariamente saliese a comprar los alimentos que
pensaba comer. Todas las mañanas debía caminar hasta la tienda y com-
prar la comida para esa jornada únicamente, lo cual le exigía un compro-
miso absoluto con el proceso y disponer de más tiempo. De esta forma, el
terapeuta puso a prueba la determinación de su paciente. Si estás dis-
puesto a seguir este método no dudes en hacerlo, ya que es una buena
forma de evitar comer en exceso que además requiere tu cooperación
personal hacia el interesante proyecto que estás a punto de comenzar.
INCAPACIDAD PARA SABOREAR
Muchas personas que siguen dietas de adelgazamiento dicen que
están excedidos de peso porque les encanta el sabor de los alimentos.
Sin embargo, suelen comer a tanta velocidad que en realidad tienen
una percepción del gusto mucho menor de lo que imaginan, y en
consecuencia no quedan satisfechos. Aprender a comer más lenta-
mente, gustando y experimentando cada alimento, puede ayudar a
superar los problemas de sobrepeso, ya que lleva tiempo darse cuen-
ta de que uno está «lleno» . Desarrollar la sensibilidad gustativa
puede ayudarte a volver a la buena senda.
Analizador del gusto
Escoge un alimento y pruéba!o. A continuación clasz/ícalo según
los siguientes elementos, de nada (cero) a mucho (10):
Dulce o 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Ácido 012345678910
Amargo o 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Salado o 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
 226
AUTOHIPNos1s pL CAMINO HACIA LA MODERACIÓN : PERDER PESO, GANAR CONTROL 227
Traza un círculo alrededor del número apropiado en cada una de
mentos, horas del día u otros elementos que te impulsen a comer en
las cuatro categorías. Experimenta con tu alimento favorito, con uno
exceso? Observa y aprende sobre tus asunciones y comportamiento.
que te guste, y con otro que no te guste. Confecciona una tarjeta de sa-
Recuerda no juzgar tus acciones. Es posible que descubras que tienes
bores para cada alimento y prueba muchos diferentes. Agrega una bre-
una razón para tu hábito, una explicación o creencia que pa'rece razo-
ve descripción al final de la tarjeta con las siguientes categorías: con-
nable dentro de tu sistema de asunciones.
sistencia, color, aspecto, temperatura y grado de apetencia, de O a 10
Una vez que hayas hecho las correspondientes observaciones de
(Bruno, 1972). Si lo deseas puedes trabajar con amigos o familiares.
tu patrón de conducta considera lo siguiente: ¿necesitas cambiar tu
hábito? ¿Realmente deseas hacerlo? ¿Crees de verdad que puedes
CAMBIA TUS HÁBITOS conseguirlo? Responde con franqueza; sólo tú conoces la respuesta
verdadera, y sólo tú necesitas conocerla. Pero recuerda que las res-
puestas a estas preguntas forman parte de la base que te permitirá
Observa tus hábitos alimentarios. Las personas que habitual-
cambiar tu comportamiento.
mente comen en exceso suelen permitirse sus «caprichos» a cierta
hora del día o la noche. Para algunos, un alimento en particular dis-
Los patrones simbólicos, como el comer en exceso, suelen ser
para la acción de comer en exceso. Una de nuestras clientas se sentía
tomados como el constante e inevitable mundo del sufridor, atrapa-
obligada a comer un litro de helado en cuanto probaba la primera
do en asunciones y creencias relacionadas con circunstancias que no
cucharada. Otra mujer estaba sorprendida de haber cogido peso in-
se pueden modificar. Sin embargo, en cuanto aparece una nueva
giriendo alimentos tan sanos como las granolas, el pan recién hornea-
perspetiva surgen nuevas creencias. Las asunciones pueden cambiar;
do de harina de trigo entero y la pasta. Jamás probaba la llamada
los conflictos pueden resolverse. El comportamiento reflejará el cam-
«comida basura», pero admitía que se excedía en los alimentos
bio a medida que el autocontrol se convierta en algo natural.
sanos. La calidad de su comida era elevada, pero la cantidad le creó
un problema. Los hábitos se aprenden, y en consecuencia también es
posible desaprenderlos.
TRABAJA CON TU MENTE INCONSCIENTE

Observación en trance El discernimiento consciente puede ayudar a descubrir la fuente

y el significado de los patrones autodestructivos. Pero el cambio inte-
rior también debe tener en cuenta tu lado intuitivo inconsciente. La
Entra en trance. Imagina que te observas mientras comes, como si
intuición es un componente esencial del verdadero discernimiento
estuvieses frente a un espejo. ¿Qué ves? Intenta imaginarte comiendo
(Reik, 1948) y debería incluir soluciones alternativas.
a distintas horas del día, incluyendo los «gustos» que te das por la
noche, y el desayuno de todas las mañanas.

Prepárate para cambiar con ayuda del trance

Explora tus hábitos alimentarios
Entra en trance profundo y estabiliza tu respiración. A medida
que el trance se intensifique, invita a tus pensamientos a aclararse.
Nota si comes como reacción a algo, como cuando estás excesiva-
Puedes deshacerte de la tensión muscular innecesaria tal vez visuali-
mente cansado, estresado, nervioso o preocupado. ¿Hay ciertos ali-
zando un sitio tranquilo donde puedas estar en calma y relajado, abo-
 228
AUTOHIPNos1s :: EL CAMINO HACIA LA MODERACIÓN: PERDER PESO, GANAR CONTROL 229
ra o en poco tiempo. Sigue tu respuesta espontánea y no intentes for- J
'., crear sugestiones que se ajusten a ti. Si lo deseas puedes respetar la
zarte para estar en calma. Mientras notas que te tranquilizas según
propuesta del ejercicio directamente, o de lo contrario modificarla.
pasa el tiempo, puedes comenzar a confiar en tu capacidad para rela-
jarte y mantenerte sereno en general. Esta sensación de calma y segu-
ridad crecerá y poco a poco se convertirá en una esperada parte de tu
Sugestiones para perder peso
vida. Permite que se profundice mientras te relajas por completo.
Cuando te sientas preparado para despertar, indica por sugestión que
Entra en trance y proponte algunas sugestion es que puedan ha-
tus sensaciones regresen poco a poco a la normalidad. Despierta reno-
certe perder peso más fácilmente. Por ejemplo, si te excedes con el
vado y alerta. Repite este ejercicio con frecuencia.
chocolate, ¿te preguntas cuándo desearás menos? ¿Te olvidas de él de
vez en cuando? ¿No sientes curiosidad por saber cómo sería no tener
Las señales ideomotoras conforman un método de comunicación
este impulso? Si tiendes a comer por la noche, ¿podrías sentir menos
que utiliza la respuesta inconsciente. Puedes aprender muchísimo de
hambre y comer menos en esos casos? ¿Alguna vez estás demasiado
forma inconsciente, pero tienes que aprender a escuchar. En efecto,
ocupado como para comer, o tal vez demasiado cansado? ¿Tienes otras
escuchar al inconsciente te guía hacia una mejor comprensión de tu
ideas creativas propias? Utiliza estas sugestiones como trampolines
dificultad. Vuelve a leer los ejercicios de señalización ideomotora in-
hacia tus propias formas positivas de ayudarte a perder peso. Tú tienes
cluidos en el Capítulo 4, y luego realiza el que te proponemos a con-
tinuación. recursos que ignoras que posees, de modo que debes buscarlos en tu
interior.

Muchas veces tienes la certeza de que sabes determinadas cosas,

Señalización ideomotora para la respuesta inconsciente
aunque no las comprendes conscientemente. El inconsciente te permite
acceder a intuiciones sutiles y otros datos, y al llevar a cabo asociaciones
Entra en trance profundo. Siéntate o túmbate de tal forma que las
libres y dejar que fluyan los pensamientos, sentimientos y recuerdos du-
manos tengan libertad de movimiento. Asigna a una mano el «SÍ» y a
rante el trance, los procesos inconscientes positivos tienen la posibili-
otra el «no». Comienza a pensar en algunos de tus nuevos conoci-
dad de hacer conexiones, aprender, desarrollar y concretar el cambio.
mientos relacionados con tu forma de comer. Mientras tanto, entra en
Una mujer decidió someterse a hipnoterapia para controlar su ten-
un trance más profundo. Cuando estés preparado, pregúntate si tu
dencia a comer en exceso. Era cajera de un restaurante y se quejaba de
comprensión inconsciente está de acuerdo con la consciente. Espera
llevar una vida un tanto aburrida. Pasaba sus ratos libres disfrutando
que la respt1,esta se manifieste en una de tus manos. De esta forma
de un delicioso tentempié tras otro y dedicaba gran parte de sus horas
también podrás verificar algunas de tus otras interpretaciones sobre ti
de trabajo a pensar en lo que comería a continuación. Por fortuna, el
mismo. Es posible que tengas un sentido intuitivo. Si has aprendido y
trance le resultaba sumamente placentero, porque había descubierto
respondido bien, significa que has comenzado a desarrollar una rela-
ción interior. que era capaz de relajarse por completo. Una exhaustiva exploración
analítica inconsciente le permitió comprobar que no era feliz en la vida
y que por ese motivo, en sentido simbólico, en lugar de llenarse de vida
El trance te ofrece la oportunidad de realizar descubrimientos muy
se llenaba de comida. Era una mujer inteligente a la que le interesaban
beneficiosos. En los siguientes ejercicios te proponemos algunas suges-
diversas áreas de aprendizaje pero no se había permitido satisfacer su
tiones directas e indirectas para perder peso, pero tú tienes la libertad
curiosidad. Lo que descubrió en la terapia fue que comer no satisfacía
de considerar tus necesidades, creencias y recursos individuales para
sus verdaderos apetitos, de modo que una vez que lo asimiló comenzó

230 AUTOHIPNOSIS
a leer durante su tiempo libre en el trabajo en lugar de comer. Con el
paso del tiempo sintió cada vez menos impulsos de excederse en su ali-
mentación, y al final decidió retomar sus estudios. Ahora tiene otra
profesión que realmente le satisface.
Sugestiones indirectas para perder peso
Entra en trance profundo y placentero. Repasa tus aprendizajes
en trance ya que tal vez necesites recordarlos conscientemente más
adelante. Pregúntate cómo se integra tu cuerpo como una unidad.
¿Sabes cómo se conectan los huesos, los músculos y los órganos inter-
nos? Aunque lo ignores, puedes hacer conexiones y encontrar solu-
ciones. Tal vez te lleves sorpresas intuitivas inconscientes y descubras
nuevas actitudes o diferentes perspectivas. Esto es posible si permites
que brille tu luz interior.
EL CONTROL DE LOS IMPULSOS
El control de los impulsos puede estar relacionado con el hecho
de comer en exceso, y por ese motivo es fundamental mantener un
cierto control si se desea seguir una dieta. Las personas que comen
demasiado se sienten obligadas a comportarse de ese modo, y creen
que no pueden hacer nada para impedirlo. El trance brinda la opor-
tunidad de experimentar un nuevo potencial.
Control de los impulsos en trance
Utiliza tu método favorito para entrar en trance. Una vez que
hayas alcanzado un estado placentero deja que tu atención fluya libre-
mente. A través de la sugestión plantéate que comenzarás a sentir pi-
cor; puede ser en el brazo, la pierna o el rostro. A medida que se in-
tensifique la sensación, intenta sugerir el contraimpulso de no
rascarte. No te rasques, porque en cuanto te relajas el picor se debilita.
Piensa que con cada respiración la sensación de picor disminuirá hasta
~ EL CAMINO HACIA LA MODERACIÓN: PERDER PESO, GANAR CONTROL 231
desaparecer por completo. Imagina un recuerdo agradable no rela-
cionado, o si lo prefieres olvida el picor. Experimenta. Pon en práctica
diferentes métodos hasta que descubras la técnica que mejores resulta-
dos te dé. Tras unos minutos, si vas por buen camino, la sensación de
picor disminuirá hasta desaparecer casi por completo. Continúa rela-
jándote. Permanece en trance durante unos minutos más y luego
· despierta completamente alerta y renovado.
El trance puede utilizarse para contribuir a alterar un rígido con-
cepto de uno mismo. El siguiente ejercicio te ayudará a aceptar el
cambio y sentirte más a gusto con él.
AJ,tera tu imagen de forma inconsciente
Invítate a entrar en trance profundo imaginando una intensa re-
lajación en tus músculos. Tus manos y pies comienzan a hormiguear y
a parecer cada vez más ligeros, y donde primero lo percibes es en los
dedos de las manos. ¿Pueden hacerse tan livianos como para desear
elevarse? La sensación se instala en tu mano y sube hasta que todo el
brazo se eleva. Mientras te sientes cada vez más a gusto, imagina que
tu cuerpo pesa algunos gramos menos. Disfruta de la sensación. Con-
tinúa sintiéndote más liviano: pesas 50 gramos menos, 250 gramos
menos, después medio kilo, y así, poco a poco, hasta que alcances tu
objetivo. Siéntelo claramente y disfruta de la experiencia. Puedes lle-
var a cabo este ejercicio utilizando dibujos e imágenes en lugar de sen-
saciones. Visualízate cada vez más delgado en un espejo. Nota qué
natural y agradable te parece esa imagen.
Cuando una persona tiene una dificultad, suele tratarse de un in-
tento incompleto de solucionar un problema (Rossi, 1968). Todos los
componentes de un conflicto son importantes expresiones de la per-
sonalidad, incluso las partes rechazadas o reprimidas, y es necesario
encontrar una solución tanto para el impulso como para la fuerza
que le opone resistencia. Por ejemplo, el potencial para la agresión
positiva -es decir, la capacidad de entrar en acción para alcanzar
logros personales- puede estar confinado en la ira y la represión
 EL CAMINO HACIA LA MODERACIÓN: PERDER PESO, GANAR CONTROL
233
232 AUTOHIPNosrs

puedes sentirte más a gusto contigo? ¿Te aceptarás de inmediato o

reprimida, y en consecuencia necesita ser transformado. Una clara
después de algunos días? ¿Te sientes más positivo por la mañana
demostración de esta situación es el caso de una mujer que nos con-
o por la noche?¿ Y lo percibes en tu casa, cuando estás cansado pero
sultó para someterse a hipnoterapia con el fin de perder peso. Por
tranquilo, o en el trabajo? ¿Te encuentras más a gusto en familia, con
fuera era una persona tranquila, amable y extremadamente moral
tus amigos, o solo? ¿Qué potenciales positivos posees? ¿Tus fami-
que solía hacer cosas por los demás antes de pensar en sí misma.
liares y amigos ven más potencial en ti del que tú mismo reconoces?
Pero por dentro no se encontraba a gusto, y era tan evidente que in-
Es posible que descubras un potencial no desarrollado que no recono-
cluso quienes la rodeaban podían percibir sus profundas tensiones y
ces como positivo por el modo en que lo interpretas. Cuando te sien-
frustraciones internas.
Durante la hipnoterapia comenzó a experimentar grandes tas preparado, despierta renovado y alerta.
oleadas de ira suprimida que aparecían y se diluían mientras se en- * ~·, *
contraba en trance. Al principio no comprendía ni conocía la causa,
pero con el tiempo reconoció que estaba enfadada a raíz de varios
Utiliza la hipnosis de forma regular, en lo posible a diario. Y no
conflictos no resueltos y esa sensación la puso en un serio aprieto,
te castigues por tus errores; simplemente sigue adelante desde ese
porque pensaba que la ira era algo malo. Era incapaz de aceptar sus
punto. Como el jugador de golf que jugaba cada hoyo como si fuese
sentimientos y juicios encontrados, y necesitaba madurar para permi-
el primero (véase Capítulo 14), puedes perder peso de 50 en 50
tir que su ira primitiva pudiera transformarse. Todas sus emociones y
gramos. Lo importante es cambiar de hábitos . Es preferible adel-
actitudes aparentemente negativas era potenciales ventajas para ella,
gazar de forma gradual para formar hábitos alimentarios saludables y
a pesar de que su mente consciente consideraba que su ira era ina-
permanentes. Controla tu progreso y busca todo el apoyo que te
ceptable. A través del trabajo en trance fue capaz de sentir y expresar
muchas cosas, y cuando logró aceptar mejor sus propios sentimientos haga falta en este empeño.
su irá disminuyó y se volvió más tolerante con los demás. Sus reac-
ciones encontraron un equilibrio maduro mientras aceptaba sus sen-
timientos más profundos.

Acéptate en trance

Entra en trance profundo e invita a tu inconsciente a experimen-

tar alguno de los fenómenos del trance que ya has practicado. Recuer-
da las experiencias positivas que has tenido en dicho estado, como por
ejemplo la sensación de calma y tranquilidad. Disfruta de la experien-
cia y anima a tu inconsciente a apoyarte y ayudarte. Puedes permitir
que esta parte de ti se fortalezca y desarrolle. Cuando te encuentres
más a gusto con el aprendizaje en trance descubrirás que te sentirás
mejor contigo mismo y con todos los aspectos que forman parte de ti.
Deja que tus pensamientos reflexionen sobre esta cuestión y continúa
relajándote profundamente. ¿Cuánto tiempo después del trance
1

1 .
 Capítulo 14
Alcanza tus condiciones óptimas:
descubre tu atleta interior

El conocimiento técnico no es suficiente. La persona debe

trascender la técnica para que el arte se convierta en un arte sin arte
que se origine en el inconsciente.
Suzuk~ 1959

y:;
_y: 1mayoría de los atletas están de acuerdo en que el deporte es
ucho más que mecánica corporal; en efecto, el inconsciente
desempeña un papel significativo en el desarrollo de la competición y
el entrenamiento. En las revistas deportivas aparecen muchos
artículos que animan a los atletas a pensar en positivo y concen-
trarse de forma apropiada, si bien estos métodos parcialmente con-
rrectos tienen sus limitaciones. Las creencias negativas o el conflicto
entre creencias afectan a la mente del atleta y favorecen o perjudi-
can su rendimiento máximo. A través de la hipnosis es posible su-
perar estas limitaciones aprendidas para desarrollar un potencial
hasta ahora inutilizado. Los beneficios surgen de forma natural: se
trata de un aprendizaje autónomo que responde al potencial incons-
ciente.
Todos los atletas compiten contra otros cuando están en su mejor
momento y todo discurre a la perfección. Pero compara estas actua-
ciones óptimas con aquellas situaciones en que un atleta igualmente
preparado no rinde tan bien. ¿Qué provoca esta diferencia? ¿Qué
separa a los ganadores de los perdedores si todos los participantes
tienen las mismas aptitudes? La hipnosis ha encontrado la respuesta
a estas preguntas hace años: la clave está en sus mentes, afectadas por í )
la sugestión.
 236
AUTOHIPNosrs
En los siguientes ejercicios estás invitado a explorar tus capaci-
dades y a experimentar con el aprendizaje con el fin de conseguir un
rendimiento óptimo.
Ejercicio de preparación
Entra en trance y deja que tu mente consciente piense en lo que
desee, ya que tu inconsciente es ahora más importante. Invita a tu in-
consciente a ofrecerte una experiencia corporal, como el hormigueo en
la yema de los dedos seguido de ligereza y movimiento en la mano, o
la elevación del brazo o una agradable sensación de calor o pesadez. A
medida que la sensación crezca, puedes demostrar curiosidad acerca de
la exploración que comenzarás en los próximos días y semanas.
Pregúntate cómo será alcanzar un aprendizaje intuitivo que puedas
comprender o no inmediatamente. Piensa en eso sin guiar tus pen-
samientos en ninguna dirección en particular. Déjate llevar. Cuando
te sientas preparado puedes sugerir que tus sensaciones vuelvan a la
normalidad y despiertes relajado y renovado.
LA PRESIÓN
La presión no puede ser controlada simplemente intentando
suprimir la preocupación que genera. Casi cualquier cosa puede in-
tereferir en tu actuación, incluso de la forma más sutil, y un claro
ejemplo es un comentario sarcástico proveniente de un oponente en
un momento inoportuno: sus palabras pueden activar la emoción a
partir de las inseguridades personales. Por eso es conveniente que
descubras recursos en tu potencial inconsciente para que te ayuden a
alterar el significado de la situación.
Una bailarina de ballet se sometió a hipnoterapia con nosotros
debido a la gran ansiedad que le provocaban las actuaciones y las
competiciones. Durante las prácticas se esforzaba mucho, pero por
lo general se sentía incómoda cuando la atención de los espectadores
se centraba en ella. Cada vez que bailaba en público sentía tanta an-
siedad que era incapaz de controlar el temblor que la recorría de la
ALCANZA TUS CONDICIONES ÓPTIMAS: DESCUBRE TU ATLETA INTEIUOR 237
cabeza a los pies, pero a pesar de que su situación era extremada-
mente embarazosa no conseguía imaginarse menos nerviosa. En la
hipnosis aprendió a relajarse por completo y a sentirse en calma, y
siempre percibía que sus síntomas se aliviaban durante y a conti-
nuación del trance. Comenzó entonces un proceso de aprendizaje:
nos planteamos buscar juntos una alternativa aceptable al temblor en
todo el cuerpo, y la decisión fue que dirigiera su ansiedad a su dedo
meñique, que podría temblar intensamente durante las actuaciones.
Por supuesto que probablemente nadie lo notaría, pero ella sí. El
resto de su cuerpo sería libre de actuar con propiedad y ella podría
disfrutar del hecho de que su secreta ansiedad permaneciera sutil-
mente oculta en su meñique. La idea le entusiasmó.
Después de una actuación nos informó de que había bailado
bien, y comprobamos que el simple hecho de pensar en su secreto
le hacía sonreír. Ella era la única que había notado el temblor de su
meñique. Ante el jurado pareció haber disfrutado de su propia for-
ma de bailar, completamente relajada, y esa soltura le aportó una
puntuación superior. A partir de entonces desarrolló nuevas posi-
bilidades para sí misma, que plasmó tanto en la danza como poste-
riormente en su trabajo.
En una ocasión, Erickson hipnotizó a un jugador de golf profe-
sional y le indicó que redujera su ansiedad durante los torneos.
Después del tratamiento, el hombre aprendió a sumergirse por
completo en la experiencia, enfrentando cada hoyo como si fuese el
primero y sin comparar ni pensar en cómo estaba jugando. Así fue
que durante un torneo, al finalizar el hoyo dieciocho, colocó la
pelota en un tee, y cuando le preguntaron qué estaba haciendo res-
pondió con total naturalidad que acababa de comenzar: creía estar
jugando el primer hoyo y se sorprendió al saber que había ganado
el torneo.
En ambos casos, la bailarina y el golfista transformaron creativa-
mente su desempeño: la primera intensificó su tensión y la encauzó
en una dirección diferente, gracias a lo cual pudo controlar la
situación, y el hombre superó la presión sumergiéndose completa-
mente en su actividad. El resultado fue que los dos dejaron de
preocuparse y juzgarse a sí mismos . Con la ayuda de la hipnosis, la
presión puede tanto intensificarse como disminuir.
/
 ¡
238 1 ¡
AUTOHIPNos1s ALCANZA TUS CONDICIONES ÓPTIMAS: DESCUBRE TU ATLETA INTERIOR 239
Experimenta la presión de un modo diferente
una verdad eterna. A veces los atletas tienen dificultades para moti-
varse para trabajar duro entre una competición y la siguiente, pero el
Entra en un trance agradable. Recuerda la experiencia corporal
trance puede contribuir a movilizar sus recursos para que logren en-
que has vivido en la sesión anterior y deja que se repita. Una vez que
trenar mejor.
el trance se profundice aún más, pide a tu inconsciente que piense
en la sensación de presión que experimentas durante las compe-
ticiones, las actuaciones; etc. Reflexiona sobre las dos historias an-
Descubre tu motivación
teriores, cuyos protagonistas fueron capaces de alterar el significa-
do de sus situaciones. Permite que fluyan tus pensamientos,
Antes de tu siguiente entrenamiento busca un momento para en-
imágenes y sentimientos. Sugiere a tu inconsciente que eres capaz
trar en trance. Rela1a tu cuerpo y deja que tu mente se relaje también.
de hacer tu propio descubrimiento para ayudarte a cambiar. Si prac-
Piensa en algún momento en que te encontraras en óptima forma. Re-
ticas un deporte como el tenis, el tiro al blanco o el golf, que se pro-
cuerda cómo te sentías, la disposición de tu cuerpo y lo bien que te
longan durante un período determinado o se basan en los puntos
movías y actuabas. Tu inconsciente no comprende el tiempo
conseguidos, ¿cómo te sentirías si tomases cada punto, saque u
cronológico que experimentas conscientemente. ¿Puedes recordar al-
hoyo como si fuera el primero? ¿Existe alguna forma creativa y
guna ocasión en el pasado en que entrenases con entusiasmo? ¿O el
única de pensar en tu situación para que tengas la libertad de par-
ayer se sitúa en un punto demasiado remoto? Relájate mientras cen-
ticipar más activamente en el momento? ¿Es posible otra inter-
pretación más creativa? tras tu atención en recordar. Cuando hayas finalizado, despierta sin-
tiéndote renovado.
Si tu actividad está más relacionada con la actuación, como el le-
vantamiento de pesas o la danza, ¿puedes dejar que tu tensión
La motivación es importante, pero es absolutamente indivi-
inapropiada se reduzca o sea canalizada hacia un detalle insignifi-
cante? Tómate el tiempo que necesites para experimentar ésta y
dual: lo que a una persona le resulta estimulante a otra le parece
cualquier otra perspectiva creativa a fondo y claramente durante el
desalentadora . Por ejemplo, después de perder un partido dentro
de una serie clasificatoria, algunos individuos se preocupan y sien-
trance. Recuerda que tu inconsciente puede hacer importantes cone-
xiones si le das la oportunidad. Crea el marco para el cambio y da un
ten tanta tensión que entran en una espiral descendente, mientras
que para otros el simple hecho de encontrarse en desventaja actúa
paso atrás mientras esperas tu respuesta, que es única. Podría ser ines-
como disparador de un gran esfuerzo que les permita alcanzar la
perada, pero aun así sería de gran ayuda. Dale tiempo a este proceso
victoria. Una amiga nuestra, campeona mundial de badminton,
para que madure. Tal vez te sorprenda descubrir nuevas y únicas solu-
nos desveló que el secreto de sus numerosos éxitos era el miedo.
ciones para tu situación individual. Cuando estés preparado, despierta
renovado y alerta. Ella temía que sus oponentes estuviesen entrenando más duro que
ella y que en consecuencia le ganaran, ¡con lo cual siempre traba-
jaba mucho más que sus adversarios! Su intenso y profundamente
EL ENTRENAMIENTO comprometido esfuerzo por controlar su miedo le permitió estar
en lo más alto durante muchos años. Pero el miedo no tiene por
qué ser temido. Utiliza las reacciones de forma positiva y actúa en
Nada puede reemplazar un buen entrenamiento, y sacar lo mejor
lugar de reaccionar.
de uno mismo en cada sesión de práctica requiere algo más que ejer-
cicio físico. El viejo refrán que dice «Cosechas 19 que siembras» es
 240
AUTOHIPNos1s ALCANZA TUS CONDICIONES ÓPTIMAS: DESCUBRE TU ATLETA INTERIOR 241
Sugestión indirecta hacia la motivación movilizadora
tor y culturista, ha relatado que durante sus entrenamientos imagina-
ba que sus bíceps eran montañas porque de esa forma sentía que era
Mientras te preparas para entrar en trance sugiérete que se te
capaz de aumentar su tamaño y fuerza.
ocurra una imagen. Deja que tus pensamientos /luyan libremente du-
El siguiente ejercicio fomenta la práctica mental.
rante un tiempo. Pasados unos minutos, ¿puedes rememorar la
primera vez que practicaste tu deporte cuando eras más joven? Al
principio es posible que te pareciera muy difícil. ¿Recuerdas cuál era
Visualización de calentamiento
tu opinión en ese momento?¿ Tenías ganas de involucrarte más y
más? Revive tu proceso de aprendizaje. Vuelve a experimentar aquel
Entra en trance. Cuando estés preparado, imagínate practicando
entusiasmo inicial y sumérgete en los detalles lo más claramente posi-
tu deporte muy bien. Por ejemplo, si eres gimnasta, piensa que estás
ble. Cuando hayas reflexionado sobre ellos durante todo el tiempo
que desees, despierta renovado y alerta. llevando a cabo tus ejercicios correctamente, y si eres levantador de
pesas, visualízate levantando tu peso límite con facilidad. Los exper-
tos en artes marciales pueden imaginarse realizando una patada, un
La práctica mental mejora el rendimiento. Las investigaciones
puñetazo o todo un ejercicio a la perfección, y los corredores recorrien-
demuestran que cuando una persona se imagina activamente practi-
do grandes distancias sin esfuerzo. Recrea todos los detalles que
cando su deporte puede beneficiarse casi tanto como si dedicara esa
misma cantidad de tiempo a practicarlo. puedas, y siente que tus músculos responden. Centra tu atención sólo
en esto, y disfruta de la sensación que te produce alcanzar tu máximo
En un experimento, ciento cuarenta y cuatro jugadores de balon-
nivel. R ecuerda algún momento en que realmente te desempeñaras
cesto de secundaria fueron divididos en dos grupos: uno se entrena-
bien, y revive cómo te sentiste. Compara esa experiencia imaginativa
ba físicamente y el otro sólo se dedicaba a la práctica mental. El
con el modo en que sueles sentirte cuando practicas tu deporte. ¿En
equipo de práctica física destinaba sus sesiones a tirar a canasta,
qué se diferencian? ¿Qué has hecho o sentido que puedas relacionar
mientras que el otro empleaba el mismo tiempo en visualizarse apun-
específicamente con tu máximo rendimiento?
tando a la canasta y realizando tiros con precisión. Y cuando llegó el
día de la sesión de prueba los visualizadores obtuvieron resultados
casi tan buenos como los de los practicantes activos (Clark, 1960).
Visualización indirecta
Muchos otros estudios sobre la práctica mental en otras disciplinas
deportivas respaldan estos resultados (Richardson, 1967).
Busca un nivel de trance que te resulte cómodo. Invítate a profun-
Las imágenes del ensayo mental pueden ser visuales o bien uti-
dizarlo aún más mediante el recuento de las respiraciones, la búsque-
lizar otros sentidos. Por ejemplo, imaginar la sensación de estar prac-
da de una determinada sensación corporal o tu técnica favorita. Relá-
ticando puede resultar para ti mucho más realista que la imagen de la
jate por completo a medida que respondas. ¿Alguna vez has observado
práctica en sí. La experiencia personal te ayudará a descubrirlo, así
a un tigre saltar sin esfuerzo? ¿Has visto a un gato brincar con facili-
que emplea el método que mejores resultados te dé.
dad, o a los pájaros volar con gracia formando patrones perfectamente
Mary Lou Retton, campeona olímpica de gimnasia, nos contó
coordinados? Deja que tu mente medite sobre tus propias imágenes,
que siempre se visualizaba realizando sus ejercicios a la perfección
asociaciones y pensamientos espontáneos. No sabes dónde te con-
antes de ponerlos en práctica en la realidad. Y en el caso de los cul-
ducirán tus asociaciones mientras buscas recursos o conocimientos de
turistas, son muchos los que cultivan las imágenes y las metáforas
utilidad. Continúa hasta que estés preparado para despertar renovado
para superar sus propios límites. Arnold Schwarzenegger, famoso ac-
y alerta.
 242
AUTOHIPNOSIS ALCANZA TUS CONDICIONES ÓPTIMAS: DESCUBRE TU ATLETA INTERIOR 243
LA FOCALIZACIÓN
Deja transcurrir sesenta segundos, tensa los pies una vez más y relá-
jate por completo pasado otro minuto. Recuerda cómo sentías los pies
Muchas personas tensan todos los músculos al mismo tiempo
cuando estaban tensos y cuando los habías relajado al máximo, y nota
cuando hacen un esfuerzo supremo, lo que reduce su flexibilidad y ca-
las diferencias. A continuación tensa las piernas, incluyendo panto-
pacidad de respuesta. Sus movimientos se tornan más lentos, menos
rrillas, muslos, rodillas, frente y dorso, pero recuerda no contraer
eficientes y más cansados, y estos factores resultan potencialmente es-
ninguna otra zona; luego relájate. Repite la secuencia dos veces por
tresantes y contrarios a una actuación óptima. Sin embargo, una co-
cada parte del cuerpo, ascendiendo poco a poco: el estómago, el pecho,
rrecta combinación de tensión y relajación puede mejorar la eficacia y
la espalda, el cuello y los hombros, los brazos, las manos, la cabeza.
ductilidad del movimiento y optimizar el rendimiento deportivo.
Cuando hayas finalizado, contrae todo al mismo tiempo y luego relá-
En las artes marciales, el término «focalización» describe la rela-
jate. Deberías sentir una laxitud mucho mayor. Cuanto más prac-
jación de los músculos que participan en un determinado movimien-
tiques, más completamente conseguirás relajar las tensiones.
to seguida de la contracción de los mismos en el momento del im- ..Q"'

pacto, lo que produce una excelente combinación de velocidad y '

fuerza. Puedes incorporar este concepto a prácticamente todos los
Aplicación de la relajación progresiva a los deportes
deportes si relajas deliberadamente las tensiones innecesarias y tensas
los músculos involucrados en el movimiento sólo cuando resulta im-
Repite este ejercicio varías veces durante los próximos días cen-
prescindible. En un golpe de tenis, por ejemplo, no tenses los hom-
trándote en las áreas importantes; por ejemplo, sí eres corredor, inten-
bros durante la volea. Y si corres, relaja la parte superior del cuerpo
ta tensar los cuádriceps mientras relajas las pantorrillas. O tensa las
manteniéndola coordinada con el resto del mismo.
piernas mientras relajas los hombros y la espalda. Imagínate corrien-
Para aprender a controlar los grupos musculares puedes utilizar
do mientras haces todo esto y te mantienes relajado. Si te dedicas al
patrones de movimientos simples y aislados, una técnica que Edmund
levantamiento de pesas piensa en un ejercicio en particular, por ejem-
Jacobson describió en 1929 en su libro Progressive Relaxation (Rela-
plo el press sobre banco, y deliberadamente relaja las áreas no rela-
jación progresiva). La relajación progresiva conduce a una distensión
cionadas para concentrarte en los músculos importantes. Presta aten-
corporal completa y el individuo se centra en los grupos musculares
ción a la sensación general de tu cuerpo. Existe una disposición
más importantes para conseguir un mayor control.
muscular determinada en ti que resulta ideal para el press sobre ban-
co, que por lo general consiste en arquear levemente el tercio inferior
Relajación progresiva para diferenciar los grupos musculares de la espalda, expandir la caja torácica y llevar los hombros hacia atrás
o adelante. Habla sobre el tema con un compañero de entrenamiento.
Tensa el pecho y prepara tu cuerpo para hacer un press. Esta clase de
Túmbate en un sitio en el que puedas estar tranquilo. Examina tu
trabajo aumenta tu control muscular, con efectos sutiles pero reales
cuerpo a conciencia de arriba abajo, notando las zonas particular-
que derivan en un desempeño óptimo y una mayor resistencia.
mente tensas. No necesitas hacer nada todavía. Comienza por los de-
dos de los pies. Ténsalos todo lo que puedas mientras prestas atención
a la sensación. Mantén los pies muy tensos durante un minuto mien- l
MEJORA TU DESEMPEÑO DEPORTIVO CON LA SUGESTIÓN
tras el resto del cuerpo continúa relajado, y a continuación relaja los
1
pies por completo junto con el resto del cuerpo. Presta mucha aten-
Para algunas personas, ciertas sugestiones directas específicas
ción a la sensación de relajación y compárala con la de la contracción.
pueden tener un efecto significativo. Antes de entrar en ,trance, píen-
J
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AUTOHIPNosrs
sa en tu deporte y destaca algún aspecto que quisieras mejorar. Si
eres corredor, posiblemente te interese aumentar tu ritmo; los levan-
tadores de pesas querrán levantar más peso, y los jugadores de fútbol
preferirán concentrarse en el control del balón y la precisión de sus
disparos. Los tenistas desearán mejorar su revés o su servicio, y los
expertos en artes marciales se inclinarán por conseguir una mayor
precisión o concentración. Decide qué quieres mejorar, y ponte
manos a la obra.
Sugestión directa
Entra en un trance placentero, y piensa en el área sobre la que de-
seas trabajar. A continuación invita a tu inconsciente a producir una
imagen o sensación que te ayude a mejorar. Debes estar dispuesto a
abrirte a una imagen creativa. Los tenistas o gol/is tas podrían fan -
tasear con que una brisa agradable le ayuda en su volea, y los corre-
dores imaginar que una mano gigantesca les empuja o guía, o una
ligereza en sus piernas facilita su desplazamiento . El levantador de pe-
sas puede plantearse que las pesas le parezcan menos pesadas de lo es-
perado. Deja que tu inconsciente juegue con estas ideas y desarrolla
una técnica propia que te ayude en lo que deseas mejorar. Disfruta de
una relajación completa y luego despierta renovado y alerta. Espera
cambios positivos en tu desempeño deportivo, pero dales tiempo.
Sugestión inducida
Algunas sugestiones inducidas, como la pesadez o la ligereza du-
rante el trance, pueden ayudarte a aumentar tu control interno. Ex-
perimenta con la disminución de tus ritmos cardíaco y respiratorio;
plantéate qué deseas que suceda y a continuación espera la respuesta.
Puedes medir cómo controlas estas /unciones involuntarias tomán-
dote el pulso o contando las respiraciones. La capacidad de optimizar
tu funcionamiento durante la competición puede resultarle muy be-
neficioso.
ALCANZA TUS CONDICIONES ÓPTIMAS: DESCUBRE TU ATLETA INTERIOR 245
El atleta que realmente desea destacar debe superar las limita-
ciones del método, e incluso trascender la técnica misma (Simpkins y
Simpkins, 1998). La técnica se convierte en «ausencia de técnica», y
para dominarla debes soltarte. En lugar de expresarte a través del de-
porte deja que el deporte se exprese a través de ti. Los esfuerzos de los
campeones de fisioculturismo para desarrollar sus cuerpos pueden
comenzar por motivaciones personales, pero al final estos deportistas
se convierten en escultores que moldean sus músculos como si fuesen
de arcilla. Las técnicas de los expertos en artes marciales suelen origi-
narse en la pasión por los deportes de competición o por la necesidad
de saber defenderse, pero los practicantes comprometidos se con-
vierten en personas pacíficas e imperturbables. El arte trasciende las
motivaciones individuales a medida que el proceso evoluciona. En un
cierto punto la técnica externa es reemplazada por la Unidad y en-
tonces sucede lo esperado. Como ha dicho Herrigel:
Este estado, en el que no se piensa, planifica, desea o espera
nada definido ni tampoco se lucha por ello, y que no apunta a
ninguna dirección en particular y aun así se sabe capaz tanto de lo
posible como de lo imposible, posee un poder irrefutable.
Herrigel, 1971
Por extraño que parezca, los altos niveles de juego no se pro-
ducen cuando piensas conscientemente en ello sino cuando permites
que el proceso de jugar resulte espontáneo e involuntario, sin con-
ceptos, palabras ni etiquetas.
Una maestro zen llamado Shoju Ronin recibió la visita de varios
espadachines que deseaban mejorar sus aptitudes para la esgrima,
pero a pesar de que la charla les resultó inspiradora, su escepticismo
fue más fuerte. Para ellos, el riguroso entrenamiento en artes mar-
ciales al que se habían sometido durante años les hacía superiores en
el mundo del combate práctico.
Ronin les desafió entonces a que intentasen tocarle con sus es-
padas mientras él se protegía únicamente con un abanico y, para su
sorpresa, no pudieron encontrar ni un solo acceso por el que atacar y
finalmente tuvieron .que admitir su derrota. Otro monje que había
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presenciado el combate preguntó al maestro cómo lo había consegui-
do sin haber practicado esgrima en su vida, y Shoju Ronin respondió:
Cuando se posee la perspicacia adecuada y se sabe que nada la
obstruirá, puede ser aplicada a cualquier cosa, incluso a la esgrima.
Las personas comunes se preocupan por los nombres; en cuanto
oyen uno se produce una discriminación en sus mentes. Quien
posee buen ojo ve cada objeto en su propia luz. Cuando ve la espa-
da, sabe de inmediato la forma en la que actúa, y entonces con-
fronta la multiplicidad de las cosas y no se confunde.
Suzukz: 1959
Este principio puede ser aplicado en un sentido práctico al hecho
de ganar y perder. Takano Shigeyoshi, uno de los espadachines
japoneses más sobresalientes del siglo XX, afirmó: «De más está decir
que en cuanto una persona abraza la idea de ganar el campeonato o
de demostrar sus propias habilidades técnicas, su arte como es-
padachín está predestinado al fracaso» (Suzuki, 1959).
El siguiente ejercicio proviene de una meditación zen. Practícalo
a diario durante un período que consideres conveniente y comen-
zarás a experimentar por ti mismo lo que los maestros zen han sabido
durante siglos: práctica es sinónimo de esclarecimiento (Simpkins y
Simpkins, 1997).
Descubre la claridad mental
ALCANZA TUS CONDICIONES ÓPTIMAS: DESCUBRE TU ATLETA INTERIOR 247
este operativo con cualquier distracción que surja: sonidos externos,
sentimientos internos o pensamientos. Siempre vuelve a la mente des-
pejada. Repite este ejercicio con frecuencia y descubrirás que te resulta
cada vez más fácil «limpiar» la mente de pensamientos. U~a vez que
te encuentres cómodo con el ejercicio, realízalo mientras practicas tu
deporte. Deja que tu cuerpo se mueva sin pensamientos deliberados.
Mantén tu calma.
* 'lt *
Con la práctica de la autohipnosis es posible alcanzar altos nive-
les de destreza cuando el cuerpo y la mente actúan como si fuesen
uno. La preparación para una competición puede llevarte meses de
deliberado entrenamiento; pero cuando te llegue el momento de ac-
tuar, trasciende la técnica y deja que las acciones fluyan naturalmente
por sí mismas. Esto es lo que los budistas zen llaman «no-mente».
Los pensamientos o los sentimientos no obstaculizan la libre ejecución
de lo que ha sido aprendido. Lo único que puedes hacer es entregarte
al máximo, porque ante ti no tienes otro camino.
Nos esperan cambios en la vida
a pesar de que no podemos controlar nuestro destino
enfrentaremos las eventualidades con optimismo
mientras atravesamos la puerta del destino.
C. Alexander Simpkins

Es preferible que este ejercicio lo hagas sentado, con las piernas

cruzadas y la espalda erguida. Cierrá los ojos y relájate. Comienza por
seguir el ritmo de tus inspiraciones y espiraciones, y céntrate en cada
una de ellas hasta que te sientas más seguro. Ahora imagina un ~ielo
azul, una masa de agua clara y mansa, o una pantalla en blanco.
Cuando los pensamientos intenten interferir, deja que sigan su curso
sin aferrarte a ellos. No te permitas seguir el tren del pensamiento,-
simplemente nótalo, deja que pase, y regresa a la imagen. Por último,
deja que también la imagen desaparezca. Quédate con el vacío. Repite