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Herman@ y Amig@:

Nada le dará sentido a tu vida a menos que limpies lo de adentro, lo que está muy al fondo
de tu alma, nada lo hará a menos que derrotes a tus fantasmas, no estás bien, no estás nada
bien y recuperarte, salvarte, ayudarte a recuperar el brillo de tus ojos la alegría de vivir, el
ánimo para hacer las cosas costará bastante, se consciente de ello, no es una fácil tarea
convertirte de nuevo en alguien valioso o feliz.

Tendrás que hacer aquellas cosas que más te asustan con tal de poder salir del río en que te
ahogas, tendrás que empezar a creer en ti, y eso parece que será lo más difícil, deberás
romper con aquellos vicios que han echado raíces en ti, con esas ganas de salir corriendo a
la primera derrota, tendrás que pelear con la aceptación de tu realidad, pero también con la
negación de ti mismo, porque mucho de ti niega tu grandeza, y mucho de ti te eleva hasta
un punto en el que no estás aun con tal de distraerte, pero lo más importante es que tú
puedes y así te cueste millones de lágrimas y cada movimiento te reviente el alma podrás
hacerlo, sólo si empiezas por dejar de lado lo que te va sobrando, pensamientos, recuerdos,
acciones, necesidades inútiles de perfección, análisis profundos de situaciones
insignificantes de la vida, batallas ajenas, dolores añejados, rencores vacíos...

Sólo si reconoces que estás en una guerra y adviertes al fin que es tu vida la que está en
juego, entonces cuando encuentres que el enemigo y la muerte ambicionan tu caída y
puedas con todas tus fibras experimentar el dolor de separarte de todos tus ideales y tus
sueños, tus ambiciones y tus metas, tus logros y tus expectativas, cuando te des cuenta cuan
miserable quieren tus fantasmas, tu enemigo y tu pasado volverte entonces quizá al menos
hayas abierto los ojos, esto es una guerra, y es a muerte, la más larga y dolorosa muerte
aquella que se lleva en vida y termina en la verdadera tumba, sin haber trascendido,
fecundado o sido fértil, sonreído, evolucionado, aportado, amado, sin haber en el fondo
realmente vivido.

Ahora, sí lo sientes levántate; vive sólo ésta hora siendo la mejor persona que puedas ser, al
terminar esta hora empieza una nueva y acércate a tu Dios y dale tu confianza y pídele la
suya y ruégale su amor, él te abrazará y te demandará también todas las batallas y cargará
tu espalda para volverte fuerte hasta que pueda decirte que un buen siervo has sido.
Ora a tu Dios, con el corazón con la mente y con el cuerpo, ora a tu Dios y levántate, su
Hijo levantó a aquellos que dormían, sanó a otros de sus enfermedades y puede sanarte a ti
también, no huyas más de tu destino que es por cierto glorioso, pero para ser real necesita
ser construido paso a paso, hora tras hora y día tras día un poco aquí y un poco allá con la
mira puesta en todo lo que sueñas y todo lo que sabes que puedes lograr.

No dejes que nada, que nadie te nuble la visión pero sobretodo no permitas que el desánimo
te aprese de nuevo, descansa cuando se requiera, primero camina despacio pero con
firmeza, ya correrás cuando tu tiempo llegue y un día volarás hasta el momento en que
puedas incluso conquistar los universos, pero ahora camina, despacio, poco a poco, eso
como bálsamo irá sanando tu alma y generándote fuerzas y poder y gloria.
Y no te permitas meterte los pies, aprende a no engañarte, aprende a discernir entre las
cosas que te ayudan a progresar de aquellas que son piedra de tropiezo, enfócate hacia tu
destino, tu espíritu lo conoce, eleva tu consciencia hasta ese plano, ahí está la claridad, y la
verdad, la gente que te rodea te entregará su sonrisa agradecida, tus familiares, tus amigos
tendrán gozo de verte crecer y lograr, pero al final de cuentas cuando vuelvas al sitio donde
estabas perdido, lo mirarás de lejos y sabrás que has vencido, que tu Creador te ama, que Él
ha estado contigo y te ha ayudado a probar tu propia fuerza y te ha llevado de nuevo a tu
camino, el que te lleva al cielo, al final de la vida, en el que puedes probar lo celestial
durante todo el recorrido.

Juan Manuel García.....

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