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¿Por qué y para qué

la formación humanista en la educación superior?


Noé Héctor Esquivel Estrada*

Recepción: septiembre 9 de 2002


Aceptación: marzo 17 de 2003

La salud mental y la supervivencia de la civilización


* Investigador del Centro de Estudios de la
Universidad, CEU, Universidad Autónoma del exigen que renazca el espíritu de la Ilustración,
Estado de México. un espíritu inflexiblemente crítico y realista,
Correo electrónico: nee@uaemex.mx
pero liberado de sus prejuicios excesivamente
optimistas y racionalistas, y que a la vez
se reaviven los valores humanistas, no proclamados,
sino practicados en la vida personal y en la vida social.
E. Fromm

Resumen. Se hacen algunos planteamientos sobre la educación, con preferencia a la educación


superior, y en especial a la universidad; se plantea la necesidad de pensar hoy en la formación humanista
en el interior de la universidad, y finalmente se reflexiona sobre la posibilidad o imposibilidad de su
aplicación en el campo de la educación.
Palabras clave: educación, formación humanista, ética, universidad, aplicación práctica.

The “Why and Wherefore” of Humanistic Development in Higher Education


Abstract. This work seeks to express some ideas about education, especially higher education
and in particular the university; the need to reflect on humanistic development within the
university; and the possibility or impossibility of its application in the field of education.
Key words: education, humanistic development, ethics, university, practical application.

Introducción dad o imposibilidad de su aplicación en el siderando a la educación como modo


ámbito educativo. de ser y vivir, pues ambas significacio-
Los objetivos que me he propuesto abor- Con respecto al primer punto –en nes etimológicas tienen que ver con el
dar en este trabajo son formular algu- razón de la delimitación del objeto pro- ser y el vivir. Educar viene del latín
nos planteamientos acerca de a) la edu- pio de estudio: la educación universitaria– educare que significa criar, cuidar, ali-
cación que, preferentemente, sean apli- se excluye el abordaje diferencial entre mentar. Para el propósito que nos ocu-
cables a la educación superior, en espe- la educación formal y la informal. Sin pa el sentido más apropiado es educar
cial a la universidad; b) la necesidad de embargo, el recurso a sus raíces termi- física y moralmente. Razón por la que
pensar hoy en la formación humanista al nológicas nos da la oportunidad de pro- podemos aplicar perfectamente los sen-
interior de la universidad, y c) la posibili- poner nuestras propias reflexiones con- tidos de hacer crecer y nutrir a ambos as-

C I E N C I Aergo
CIENCIA e r gsum,
o s u Vol.
m , V10-3,
o l . 1noviembre
0-3, novie2003-febrero
m b r e 2 0 0 3 2004.
- f e b rUniversidad
e r o 2 0 0 4 Autónoma del Estado de México, Toluca, México. Pp. 309- 320. 309
pectos. El otro término latino educere bre tal como debe ser. En ella la utilidad
significa conducir, que también tiene Educar tiene una pluralidad es indiferente o, por lo menos, no es
que ver con los aspectos físico y mo- esencial. Lo fundamental en ella es
de sentidos que tienen que
ral. En fin, intentaremos que nuestras kalon, es decir, la belleza, en el sentido
ideas se circunscriban a este sentido de ver con la vida, con el normativo de la imagen, imagen anhela-
educación. pensamiento, con la cultura, da, del ideal (Jaeger, 1987: 19).
En el segundo apartado se plantea la
con el quehacer y,
cuestión de ¿por qué y para qué el hu- El autor no menosprecia el orden
manismo? Si logramos dar respuesta a finalmente, con el ser. práctico, de lo inmediato, sino lo je-
la pregunta, entonces creemos que he- rarquiza al conceder un lugar priorita-
mos satisfecho nuestras expectativas. rio a los valores supremos del hom-
Juzgamos, de entrada, que el tratamiento bre, tales como la libertad, la creativi-
de tal cuestión requiere finura intelec- con ella. Pretender acceder a la educa- dad, el amor, etcétera. Para quienes lo
tual. Pues no se trata sólo de abordar ción conlleva un gran riesgo: darnos utilitario se constituye en el valor pri-
teórica o conceptualmente la naturale- cuenta que no sabemos qué cosa es y, mario, impera en ellos el instinto de
za del humanismo, sino centrar la mira- consecuentemente, no saber qué cosa ‘vivir’ y ‘ser felices’, determinados por
da en nosotros mismos. Sólo que este somos. una actitud egoísta. Su vida y felicidad
vernos se ha de llevar a cabo mediante Educar no es un término unívoco, se agota en el quehacer con fines prác-
un análisis verdaderamente crítico. Ello rebasa ese concepto. Educar tiene una ticos. En cambio, para quienes el mun-
nos permitirá reconocernos como so- pluralidad de sentidos que tienen que do debe construirse y reinventarse con-
mos y abrirnos expectativas de cambio. ver con la vida, con el pensamiento, tinuamente, la ley que los rige es la del
El tercer inciso, no menos importan- con la cultura, con el quehacer y, final- verdadero y auténtico amor. En el caso
te, busca orientar la reflexión sobre la mente, con el ser. Así, educar y ser son primero, el hombre es un sujeto sin
educación humanista en el campo uni- términos coimplicados. Podemos decir decisión; en el segundo, el hombre com-
versitario, todo ello bajo la convicción que se educa para ser y se es en tanto promete su acción y su vida, podemos
de que un trabajo compartido facilita se es educado. Por eso cuando descu- decir que se juega su destino. Ahora
su aplicación. Si esta labor se encausa, bramos qué significa educar estaremos agrego que de acuerdo a como sea
principalmente, a la formación de pro- capacitados para pensar, sentir y ac- nuestro ser, así será nuestro vivir. Vivi-
fesores y estudiantes, ciertamente, ger- tuar; nos estaremos dando capacidad remos de acuerdo a como somos. Edu-
minarán vocaciones humanistas. de ser. Involucrado en este proceso, el car, ser y vivir son, así, términos in-
hombre se vuelve observador y terrelacionados. Se educa para ser y se
1. ¿Qué es educar? autocrítico. Con ello obtiene un buen vive de acuerdo a como se es.
conocimiento de sí mismo, se relacio- Sin embargo, educar, ser y vivir no
La primera pregunta irrenunciable que na de una manera adecuada con el otro, son cuestiones que puedan ser vistas,
hemos de plantearnos si queremos con la naturaleza y con las herramien- pensadas y analizadas al margen de las
abordar el tema de la educación es ¿qué tas que él mismo produce. condiciones sociales, económicas y
es ella y qué compromiso conlleva edu- Entendida la educación en este sen- políticas propias de nuestras circuns-
car? Indudablemente que el tema, por tido, nos damos cuenta de que educar tancias históricas. Con Ortega y Gasset
su misma naturaleza, nos exige una no es empresa fácil; pues, con ello nos tendríamos que decir que el hombre
precisa delimitación. Es decir, no pode- estamos refiriendo a la educación como es él y sus circunstancias, entendiendo
mos hablar de la educación en general, proceso integral, cuyo objetivo es for- por circunstancias todas las condicio-
por la amplitud de la misma, lo que mar al hombre en tanto que hombre, nes que conforman el ser del hombre.
nos llevaría a consideraciones sumamen- lo que unas líneas antes llamé: educa- Y, en razón de estas circunstancias, des-
te generales e imprecisas. Por ello, en ción para ser. Werner Jaeger, en su obra cubrimos la necesidad de un enfoque
este ensayo pretendo circunscribirla a extraordinaria Paideia, uniendo estos as- totalmente nuevo respecto a los pos-
la educación superior y, más concre- pectos, nos dice: tulados de la educación. No se trata de
tamente a la educación universitaria. salvar o justificar un sistema educacio-
Según la acepción que asignemos a La educación no es posible sin que se nal; lo que se pretende es salvar nues-
la educación así nos comportaremos ofrezca al espíritu una imagen del hom- tro ser que se está perdiendo por falta

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de educación. Por lo que la tarea es pia naturaleza. No podemos entender identidad propia que le caracteriza; a ella
ardua y difícil. El objetivo consiste en a la universidad al margen de su mi- le compete la formación de los jóvenes
reconstruir nuestro ser y esto sólo es sión fundamental: educar al hombre. universitarios de hoy para que lleguen a
posible mediante un proceso absolu- Y, educar al hombre significa ofrecerle ser, como dice Antonio Caso (Cfr. Caso,
tamente nuevo de educación. Caemos todas las posibilidades para la realiza- 1971), “ciudadanos capaces, seres dig-
en la cuenta de que con ello arriba- ción de su ser (educación integral). nos de merecer el nombre de hombres”.
mos al concepto de educar para ser y La educación, como formación inte- La universidad no debe convertir al
para vivir. gral, tiene que ver con el aspecto inte- estudiante en mero receptáculo de co-
No es posible construir dicho proce- lectual, el carácter moral, la integración nocimientos. No es una institución don-
so educativo mediante concepciones o emotiva, la salud mental y corporal, et- de sólo se impartan carreras profesio-
mentalidades herméticas, antes bien cétera, todo ello bajo la guía de una ins- nales y técnicas; no es un tecnológico.
requiere de mentes abiertas y creativas, titución verdaderamente educativa. Si Cuando la universidad se ha converti-
capaces de crearse y recrearse a sí mis- el fin es el hombre, entonces la univer- do en fuente de especialistas (en el
mas. En estos términos, el educar no sidad ha de ser imprescindiblemente mejor de los casos) ha traicionado su
se lleva con el o los métodos estableci- universidad antropocéntrica (no cientí- naturaleza. Si a través de la historia ha
dos, éstos han pasado a ser vestigios fica ni tecnológica, sin que por ello es- desviado su camino, es hora de reorien-
de la historia. En lo referente a la edu- tos aspectos se excluyan, pero sí pasen tarlo. En la universidad se busca la ver-
cación no podemos ser repetitivos; la a segundo término). dad con espíritu profundamente huma-
inteligencia humana es creadora y Pensar en el ser de la universidad no nista; en ella la pluralidad del pensa-
transformadora. No se pretende anu- implica un reto sólo para la razón o miento se encamina hacia la verdad.
lar el pasado, lo que se busca es para la ciencia, sino principalmente Educar en la verdad y en la libertad es
revitalizarlo anulando la mecanización. para la vida y, primordialmente, para lo único que hace posible la transfor-
Vista la educación en estos términos la vida de quienes han dejado en ella la mación de la sociedad y su evolución
hemos de sostener que se trata de un huella de su ser. ¡Qué pérdida del ser hacia un estadio más perfecto.
arte; pues, así como todo arte exige la para aquel que no tiene sentido este La transformación de la educación,
creatividad, de igual manera lo requie- quehacer o se lo da superficialmente! en muchos de los casos, se ha limitado
re la educación. Arte que exige del hom- El maestro español Francisco Giner a atribuirle calificativos de ‘buena’, ‘efi-
bre formación en la inteligencia, liber- concibe la universidad como un micro- ciente’, ‘adecuada’, sin darse a la tarea
tad y voluntad. Arte que despierta en cosmos en donde se reúnen la enseñan- de un análisis riguroso acerca del arte
el ser humano esa capacidad creadora za, la investigación, la preparación para de educar, porque precisamente eso es
y generadora de un nuevo orden natu- las diversas profesiones sociales y la educar, como ya lo hemos dicho. En
ral y social. Arte del pensar y del vivir. preparación para la vida en toda su estos términos la educación es un con-
Arte de formar al hombre moralmen- complejidad y riqueza. Me parece que, cepto integral que busca conjugar en
te. Arte impulsor de un proyecto vital. bajo la idea de educación que presen- el ser humano todos los elementos que
Por todo ello es importante, en nues- to, los términos deben invertirse. Es conforman el ambiente natural, bioló-
tra misión, recuperar el sentido esen- decir, primero educar para la vida y, gico, psíquico, moral, espiritual, sin res-
cial de la educación como formación en segundo término, atender la profe- tricciones ni exclusiones.
humana y como derecho fundamental sión, la enseñanza, la investigación. Dentro de la perspectiva de una nue-
que tiene todo ser humano de realizar- El poseer una idea clara sobre el ser va educación, Fichte (Cfr. Fitche, 1994)
se plenamente en la vida, en lo indivi- y función de la universidad permite agregaba como característica de la mis-
dual y en lo social. orientar nuestras inquietudes, tareas y ma el deleite por aprender. Por aprender
actividades hacia su realización y cum- debemos entender no un cúmulo de
1.1. La educación en la plimiento. De este modo se abre un conocimientos y de datos proporcio-
universidad campo vasto de pensamientos y de nados mediante la enseñanza, sino, fun-
¿Pero, qué tiene que ver todo esto con acciones encaminados a tal efecto. Pen- damentalmente, despertar la capacidad
la universidad? Universidad y educación sar en el fin nos exige también saber creadora que todo individuo lleva con-
son dos términos que se entrecruzan elegir los medios. No confundamos a sigo. Aprender es disfrutar de este
de manera indisoluble. Intentar sepa- la universidad con el estado, la familia, gusto natural por aprender. Es abrir
rarlos sería un atentado contra su pro- la iglesia o un sindicato. Ella tiene su el horizonte para no aniquilar este

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impulso vital originario que hace que neralmente, han sido reducidos a un Pensando el humanismo en su natu-
el hombre disfrute lo que hace. Al ejercicio memorístico-mecánico y, co- raleza misma, como forma de ser, nos
respecto, Aristóteles ya había dicho mo tales, han mermado su importan- percatamos de que cualquier atentado
que todo hombre por naturaleza de- cia. Los conocimientos deben ir acom- en su contra no afecta situaciones ac-
sea el saber (cfr. Aristóteles, Metafísi- pañados de la actitud reflexiva y analí- cidentales, sino que atenta contra el
ca). Considero que este saber, al que tica por la cual se posibilita su asimila- mismo ser del hombre. De ahí que “el
se refiere Aristóteles, en tanto impul- ción y traducción en la vida. riesgo mortal concierne al hombre mis-
so vital, es insustituible. Atentar con- mo”, pues es el único que puede aten-
tra él significa atentar contra la vida. Utilizar la memoria sin más y sin que tar contra su propio ser. Los fenóme-
No se puede por lo tanto restringir al sirva a otra finalidad espiritual, es más nos naturales simplemente acaecen; sin
aspecto puramente intelectual o un sufrimiento que una actividad del embargo, el acaecer mismo de los fe-
gnoseológico, porque es un constituti- espíritu, y se explica que el educando nómenos no nos exime de reflexionar
vo fundamental de la vida humana. acepte ese sufrimiento con la mayor des- en qué medida el mismo hombre es
Si este impulso natural hacia la crea- gana (ibid.: 39), responsable de que así acaezcan.
¿No parece paradójico que el tema
decía el mismo Fichte. Por tal razón el del humanismo sea considerado como
El humanismo es un modo conocimiento pierde su naturaleza de inactual (carente de importancia) y a la
verdadero conocimiento. vez sea un tema muy gastado o recu-
de ser humano, no una
rrente en una diversidad de discursos?
propiedad o cualidad 2. ¿Por qué y para qué el Inactual porque el hombre preocupa-
adquirida ocasionalmente. humanismo? do y ocupado en otras cosas ajenas a
su vida, que por el momento conside-
No obstante la resistencia que existe, por ra importantes, ha relegado el pensar
parte de una fracción de intelectuales, sobre sí mismo, como cosa del pasado.
tividad es cultivado, indudablemente al pensar en el humanismo y en la situa- Gastado porque es un término usado
que el hombre explorará caminos que ción crítica y deteriorada en la que se frecuentemente en todos los discursos
le induzcan a su satisfacción plena. A encuentra el hombre actualmente, tal y educativos, políticos, culturales, de la
esto Fichte lo denominaba impulso como la ha descrito magistralmente vida cotidiana, etcétera. Ello debido a
creador, espontáneo e inagotable. Eduardo Nicol (Cfr. Nicol, 1990) en su que una gran mayoría, de una u otra
conferencia Humanismo y ética, el autor forma, se ha referido o ha leído acer-
La parte principal del arte de educar con- intenta ponernos de frente a dicha si- ca del humanismo, aunque casi siem-
siste ante todo en estimular esta capaci- tuación. Considera que el recurso a los pre de manera superficial.
dad propia del educando en cualquier orígenes tiene una intencionalidad vital, El humanismo es un modo de ser huma-
aspecto que nosotros conozcamos. Una de no ser así esta indagación carecería no, no una propiedad o cualidad adqui-
vez que esto se consigue, todo depende de sentido. Enrique Hülsz Piccone nos rida ocasionalmente. La conjunción en-
de mantenerla estimulada y viva, cosa comenta al respecto: tre lo humano y el humanismo nos pa-
que sólo es posible por medio de avan- rece asunto inopinado. Su reacción de-
ces regulados en que se descubren inme- La preocupación por un saber de los orí- nota el estado de crisis en que se en-
diatamente los errores que ha cometido genes no es meramente teórica, sino que cuentra el hombre; más aún, es la ra-
la educación al fracasar en lo que se ha- tiene motivo y justificación vitales: sólo zón de esta crisis. Por ello decimos que
bía propuesto (Fichte, 1994:36). si sabemos lo que fue el humanismo en se es o no se es hombre y, en los mis-
el principio y en su apogeo podremos mos términos, sostenemos que se es o
Entendamos que el conocimiento disponer de un criterio firme para de- no se es humanista. Eduardo Nicol, en
no es el fin de la educación, sino a tectar los síntomas y la gravedad de la el artículo mencionado, dice que estos
la inversa, éste se integra dentro de ella. crisis que hoy vivimos. Si ignoramos en términos son de suyo enojosos, por lo
En este sentido el conocimiento no es qué consiste la naturaleza definitoria de que es necesario tratarlos con finura
más que un medio para alcanzar el fin lo que está en crisis, mal podríamos es- intelectual. Pero, el que sean enojosos o
propuesto que es la formación del hom- perar que la situación sea superada incómodos no nos disculpa al dejarlos
bre (educación). Los conocimientos, ge- (Bonifaz, 1987: 221). en el olvido. Al respecto señala:

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Desde antiguo, sabemos que es peligroso de un solo humanismo. Si hay otros, está en sus manos. Juliana González
decir las verdades cuando los errores aje- pide disculpas por su ignorancia. De- dice al respecto:
nos no son meras opiniones, sino formas bido a lo cual es necesario regresar al
de vida. Pero no hay evasiva: esos térmi- origen del humanismo. Agrega: El humanista sabe que el hombre no
nos vitales requieren también una gran tiene un sitio fijo, como dice Picco della
capacidad de indignación. Sería una afec- Estamos los humanos dejando de ser lo Mirandola; que en él mismo está la posi-
tación poco humanista discurrir sobre el que fuimos: un género de ser que, en bilidad de ascender a lo más alto o de
ocaso del humanismo y de la ética con cuanto a la humanitas, fue durante tan- degenerar a lo más bajo. En esto cifra ‘la
placidez, con la indulgencia del sabio que tos siglos aliquid quo nihil majus cogitari dignidad humana’ (Cfr. Bonifaz, 1987:
contempla benévolamente los desatinos possit, como decía el filósofo (citada en 216).
de los hombres. Si somos impotentes para Bonifaz, op. cit.).
impedir o remediar tales desatinos, lo Asumido el humanismo en estos tér-
menos que podemos hacer es indignar- ¿Qué es lo que, paradójicamente, le minos se abre la posibilidad o im-
nos. El que se indigna no es arrogante; el acontece al hombre que se está olvi- posibilidad de su universalidad. No
espectador es un traidor (ibid.: 206). dando o desinteresándose de su ser, hay cabida para el destino o el azar. La
cuando lo que hace, aparentemente, es elección, la decisión, el compromiso
El humanismo aquí referido es más a favor de su propio ser? Y es que, son la ruta que fraguan el ‘destino’ del
que la simple recuperación del conoci- precisamente, un componente prima- hombre.
miento de las ciencias y artes clásicas rio del humanismo es la autoconciencia. La inconformidad e indignación
grecolatinas (de las que se ocupan las Con ella el hombre recupera valores ante el actual estado solicitan recon-
ciencias sociales y humanidades); es más como la justicia, la belleza, la bondad, quistar el respeto por el hombre. Ante
que una simple actitud humanitaria (de etcétera. La autoconciencia es la medi- la preponderancia de las cuestiones
compasión, simpatía, perdón o acepta- da que marca los límites del ser huma- técnicas y económicas, la negación de
ción que todos hemos tenido en algún no. No le permite que se auto-divinice, la libertad y creatividad, no cabe otra
momento de nuestra vida). Esto más pero tampoco que se animalice. Sin actitud que la indignación. El huma-
es lo que precisamente lo hace dife- embargo, su ideal de realización puede nismo que nació con la literatura y que
rente, y lo que nos obliga a tratarlo ser entendido con el término griego se consolidó con la filosofía no puede
como tal. Esto más es lo que lo hace παναριστος, el mejor en todo. Cier- eludir tal situación. Por eso para Nicol
inconfundible históricamente, lo que lo
marca como una forma de vida. Esto Lo que el humanismo pretende es que el hombre adquiera una
más es lo que hace al humanismo una
visión más completa de sí mismo y de su mundo, para que como
cuestión vocacional que busca cono-
cer el por qué y para qué de sí mismo tal se reconozca y se proyecte en él.
y de todo saber, que va más allá de
todo conocimiento teórico. El huma-
nismo es un modo de ser, que requie- tamente desde la tradición griega el humanismo cobra toda su impor-
re saber; pero de ese saber propio del (Hesíodo) el bien fue el constitutivo tancia en el acto mismo de filosofar.
espíritu de fineza. Afirma Nicol: “Sa- intrínseco del humanismo. Es decir, la Lizbeth Sagols S., comentando el tex-
ber que el hombre es el único ser ene- postulación de lo intrínsecamente bue- to de Nicol, dice que:
migo de sí mismo, ya es ingresar en la no se constituía en la medida universal
comunidad del humanismo” (ibid.: del valor de los actos humanos. [...] el filosofar de Nicol sobre el huma-
208). Palabras que requieren necesa- Ser testigos de la pérdida del ser, de nismo se centra en el poder de la pala-
riamente atención. la injusticia, del abandono de la re- bra, y en la capacidad activa, problemá-
La pérdida acerca del sentido de flexión, de la inautenticidad, de la in- tica y dubitativa del hombre, que lo lle-
nuestro ser humano nos está condu- humanidad y de la lucha por el poder, va a conocerse a sí mismo (Cfr. Bonifaz,
ciendo al ocaso del humanismo, con lo nos convencen de la crisis del huma- 1987: 230).
que se ratifica que el porvenir del hu- nismo. Mediante un vuelco a esta si-
manismo es incierto. En este sentido, tuación el hombre tiene que ganar su Con lo cual se cumple el objetivo de
Eduardo Nicol habla de la existencia propio ser. Eso que llamamos humanitas la filosofía: hacer un ejercicio reflexi-

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vo riguroso que lo conduzca a la supe- propias acciones y su lugar se ha redu- 33). A esta constante recurrencia al hu-
ración de su ser. Al final de cuentas lo cido a nivel de medio, perdiendo de manismo en toda su obra, me parece,
que el humanismo pretende es que el este modo el dominio sobre sí mismo no puede aplicársele un simple califica-
hombre adquiera una visión más com- y su hacer. Por ello reitera Levinas: “La tivo, sino que amerita se le reconozca
pleta de sí mismo y de su mundo, para ineficacia de la acción humana enseña como fruto de su arraigada fe en el
que como tal se reconozca y se pro- la precariedad del concepto: hombre” hombre. Mientras el hombre tenga po-
yecte en él. (ibid.: 93). sibilidades de pensar en sí mismo y so-
No se puede ser humanista e ‘inhu- María Zambrano, después de hacer bre su entorno se abren expectativas de
mano’. El humanitarismo es parte del una severa crítica al hombre europeo, realización. Pero, si renuncia a ello que-
humanismo. Si al hombre le interesa dice que éste tiene la posibilidad de re- dará atrapado en la barbarie, en el me-
su ser y todo saber, entonces nada le cuperar su ser con el retorno a la con- jor de los casos.
es extraño. Sólo que este saber no está ciencia de sí mismo. Se trata de la con-
signado por la curiosidad, sino por la formación del hombre interior. Asevera: Este darse cuenta es comparable al que
universalidad del amor. Para entender ocurre en una terapia individual: tene-
esto Nicol lo ejemplifica de la siguien- Este hombre nuevo es el hombre inte- mos que empezar por hacernos cons-
te manera: rior: ‘Vuelve en ti mismo; en el interior cientes de quiénes somos, qué es lo que
del hombre habita la verdad’. El hombre nos empuja y a dónde vamos. Única-
Amar todo lo amable es ser amable, y en europeo ha nacido con estas palabras. La mente haciéndonos conscientes de ello,
esta amabilidad vocacional consiste el verdad está en su interior; se da cuenta podremos tomar una decisión de a dón-
humanitarismo. En suma: el humanista por primera vez de su interioridad y por de queremos ir. Creo que es posible un
es hombre de cualidad. Nace y se hace: eso puede reposar en ella; por eso es in- renacimiento humanista porque se cum-
en su vida se conjugan natura y cultura dependiente, y algo más que independien- plen todas las condiciones (ibid.: 34).
(ibid: 209). te, libre (Zambrano, 2000: 76).
Este proyecto humanista tiene como
Aspectos que marcan el carácter di- El sentido y la fuerza que Zambrano objetivo lograr que el hombre retome
námico de la conformación humanis- le asigna a la interioridad es tal que “... las riendas de su vida y construya así
ta. Cuando se dice que se es humanis- ser hombre, dice, es poseer esta inte- su propio destino. Sin olvidar que este
ta de ninguna manera asumimos una rioridad que lo trasciende todo, esta in- destino es común, no individual. La
posición estática o acabada de la natu- terioridad inabarcable” (ibid.). Sin este alternativa, pues, que tiene actualmen-
raleza humana. El hombre construye retorno a la mismidad el hombre ya te el hombre, según Fromm, es
su ser con su hacer. De ahí la necesi- no distingue entre aquel que quiere ser
dad de vigilar el hacer, de modo que y aquel de quien huye. A causa de esta [...] que el hombre está obligado hoy a
contribuya a la conformación, mani- confusión sobre su ser, el hombre ha escoger una renovación del humanismo,
festación y desarrollo de su ser. perdido el camino. Ha concedido más la de tomar en serio el fundamento espi-
Hablando de la crisis del humanis- importancia a sus sueños que a la mis- ritual de nuestra cultura occidental, que
mo Emmanuel Levinas, en su obra ma realidad. Sus empeños concebidos es un fundamento humanista, o de lo
Humanismo del otro hombre, dice: como logros no son más que el incre- contrario no tendrá futuro en absoluto
mento de sus fracasos. “Y la mayor glo- (ibid.: 88).
La crisis del humanismo en nuestra épo- ria, dice Zambrano, es que así sea”
ca tiene, sin duda, su origen en la inefi- (ibid.: 82). Aprovecho este espacio para paran-
cacia humana que acusan la abundancia Sabemos, también, del interés que gonar el concepto de libertad expuesto
de nuestros medios de actuar y la exten- manifiesta Fromm por el hombre, indivi- por Habermas con el de humanismo
sión de nuestras ambiciones (Levinas, dual y socialmente, de sus limitaciones al que me refiero en este texto. Ni la
1993: 84). y virtualidades, de sus enajenaciones y libertad ni el humanismo pueden en-
de sus esperanzas, de sus luchas por la tenderse de manera individualista.
Tal situación nos revela que la ac- libertad. Frente a tales situaciones, dice Dice Habermas (Cfr. Habermas y
ción humana ha quedado a la deriva, que al hombre sólo le queda una alter- Rawls, 1998) que la libertad no puede
sin orientación y rumbo fijos. El hom- nativa: “la barbarie o un nuevo renaci- ser entendida, simplemente, de mane-
bre se ha convertido en rehén de sus miento del humanismo” (Fromm, 1998: ra negativa, como la ausencia de coac-

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ción, es decir, como el ejercicio del li- si en las universidades en vez de ense- bienestar hic et nunc sin posibilidad al-
bre albedrío de forma aislada o indivi- ñar a recuperar el ser, se provee a los guna de trascendencia. Pero si quere-
dual. Sino que la libertad, ahora, debe jóvenes de meros recursos pragmáti- mos arribar a la idea de formación in-
entenderse, desde la convicción de que cos, entonces ¿cómo enfrentar la crisis tegral no podemos optar por posturas
nadie es libre mientras no todos lo sean. del humanismo que también se hace restrictivas, tenemos que abrirnos a la
La libertad adquiere así una dimensión presente y latente en las aulas universi- pluralidad de horizontes que confor-
social, de responsabilidad común. En tarias? ¿Cómo excluir del proceso edu- man la totalidad de la vida humana,
este mismo sentido, pienso, debe en- cativo la formación integral del ser incluyendo en estos términos la dimen-
tenderse el humanismo, ya no referido humano, que es la meta de la forma- sión de la trascendencia.
exclusivamente a la promoción o su- ción humanista? ¿Será suficiente que Cuando hablamos de la formación hu-
peración personal (individual), sino so- la universidad cumpla con su tarea de manista, como tarea esencial de la uni-
cial. Ni siquiera en relación con un gru- preparar buenos profesionales en el versidad y exigencia de la sociedad, no
po, sino en relación a la sociedad en campo de su disciplina, o será necesa- podemos eximirnos de un análisis his-
general. rio que se ocupe de fomentar los valo- tórico-semántico de los conceptos. La
Ante el panorama desalentador, de res que la identifiquen como universi- búsqueda del significado originario nos
crisis, presentado por Nicol, parece que dad humanista? Considero que éstas, abre una puerta más en nuestro cami-
no hay ninguna salida; sin embargo, entre otras, son cuestiones que deben no de exploración. No pretendemos,
deseo cerrar este discurso con dos de ser pensadas en el interior de la uni- de ninguna manera, hacer un recorri-
sus frases que vienen a tonificar la si- versidad. Que, en tanto institución edu- do minucioso del significado de estos
tuación actual del hombre: “... hay vida cadora, no puede excluir de su misión. conceptos o tendencias, pero sí quere-
mientras alguien sepa vivir cambián- mos develar la conformación global de
dola” y “... lo que hemos hecho carece 2.1. Humanismo y universidad su significado. Reto que ha tenido que
de sentido si no se entiende que el anun- ¿Qué decir ahora del humanismo y de afrontar la universidad y la sociedad
cio del fin incluye el ansia de ser des- la formación humanista en el interior en este cometido común.
mentido” (Bonifaz, 1987: 115, 117). de la universidad? El humanismo tradicional no es sufi-
La recuperación del humanismo exi- Según Fernando Savater (1990), el ciente, dice Basave (1971). Es necesa-
ge empeño y decisión. No se logra por proyecto humanista asume una doble rio otro humanismo que incorpore los
absoluta gratuidad ni se reduce a uto- perspectiva: en el plano individual el elementos nuevos que caracterizan a
pía hueca. Sus raíces emergen de la fe hombre es el sustrato de valores reali- nuestra cultura. Se requiere un nuevo
y la esperanza en el hombre mismo. zables, como la razón, la libertad, la humanismo, un humanismo integral. Esta
Virtudes que van más allá de la mera capacidad de acción, etcétera, y en el concepción denominada neohumanismo
certidumbre racional. Creer y esperar plano institucional el objetivo lo cons- nos inserta dentro de una cosmovisión
en el hombre son actos humanistas. A tituye la realización del orden demo- cambiante, de exigencias que requieren
este respecto apunta Juliana González: crático, entendiendo por ello la igual- ser pensadas y transformadas, es decir,
“El humanismo es el reencuentro del dad y soberanía en lo comunitario y la de proyecciones que adquieran un nue-
hombre con lo humano: con la virtud plena autonomía individual. Este hu- vo sentido y significación humanas.
o areté del hombre: su potencia y su manismo se encuentra íntimamente Basave menciona:
excelencia, su poder y su plenitud” (en fusionado a una ética del interés hu-
Bonifaz, 1987: 215). manitario que busca erradicar del hom- Hoy pedimos una educación del hom-
Pero, como el motivo de este ensayo bre todo cuanto le oprime y produce bre como hombre. Necesitamos sa-
es reflexionar también sobre la forma- infelicidad. Humanismo que se conci- ber qué somos, qué hacemos y por qué
ción humanista en la universidad, me lia con la ética eudemonista. lo hacemos. Necesitamos una cos-
siento comprometido a decir algo so- movisión humanista que nos propor-
bre el humanismo como un valor bási- El hombre no puede ser feliz más que cione los principios de acción y de
co que guíe la actividad universitaria y cuando asume todas sus posibilidades de responsabilidad en un mundo natural
que, por lo tanto, debe promoverse al hombre, es decir cuando vive en la liber- y social que evoluciona. La ciencia
interior de la misma universidad. Sin tad y en el bienestar (Savater, 1990: 16). nueva ha cambiado la imagen del cos-
embargo, antes de pasar a abordar este Sin embargo, este concepto de felici- mos y ha transformado la faz del mun-
tema directamente deseo establecer que dad, para Savater, se circunscribe al do (ibid.: 453-454).

CIENCIA ergo sum, Vol. 10-3, noviembre 2003-febrero 2004 315


Esta tarea neohumanista de la uni- ideológico a nuestras sensibles orejas mente, como una institución que ofre-
versidad tiene que ver fundamental- cientifizantes (ibid.: 27). ce la posibilidad de realizar una vo-
mente con el compromiso de educación que cación profesional. El estudiante opta
no puede reducirse a la transmisión de El ser de la universidad se encuentra por una carrera sobre la base de cier-
saberes, ni a la preparación del profe- estrechamente vinculado con el ser del tas aptitudes o habilidades que le
sional, ni siquiera a la formación de hombre, con su formación integral, con caracterizan para ejercer dicha profe-
una conciencia crítica; todo ello es ne- su vida y su función en la sociedad. En sión. La vocación universitaria es algo
cesario, pero se requiere algo más: edu- este sentido, reitero, la universidad es muy distinto. Es una vocación huma-
car para aprender a vivir en el mundo esencialmente antropocéntrica. Es de- na. Es decir, es una opción responsa-
y con el otro, a sabiendas de que el cir, humanista. Humanismo que nos ble en la construcción de auténticos
otro es una persona a la vez igual y lleva a pensar al hombre y promover- seres humanos, en la que se contem-
diferente que yo, ambos orientados lo íntegramente en su ser físico, psíqui- pla también la formación profesional.
hacia la misma finalidad: la conforma- co, intelectual, moral, afectivo, al hom- Es un peligro para la universidad,
ción del ser humano y el bien social. bre como totalidad. Este es el huma- como institución educativa, reducir su
Estamos en el momento oportuno nismo constitutivo y consustancial a la actividad a la capacitación para el ejer-
para pensar de nuevo a la universidad. universidad. No se trata del humanis- cicio de una profesión. Jesús Luis
Comprenderla e interpretarla, desde mo que se identifica con la enseñanza Cunchillos (1990), resalta el carácter
nuestro propio horizonte, es nuestra de las humanidades, sino del humanis- humano-social del universitario.
tarea insustituible. La distorsión, el es- mo como forma de ser. En esta línea
tatismo, la falta de iniciativa y de crea- es la universidad humanista y El investigador de humanidades o
tividad revelan el espíritu de una hu- promotora de los valores humanos. humanista vive hoy un reto que le es
manidad decadente. La apatía y pere- El texto siguiente de Agustín Basave propio. En el mundo científico-tecno-
za mental son una expresión de su me- nos brinda la ocasión para pensar la lógico, crematístico y consumista en
diocridad y conformismo. Es en estos idea fundamental del nuevo humanis- que vivimos, el humanista tiene que
términos que Alfredo Gutiérrez mo que se identifica con la formación hacer oír su voz para introducir el fac-
Gómez (1993), asume una actitud ver- integral del hombre. Concepto que es tor humano en la visión que la socie-
daderamente crítica y radical de la rea- necesario reflexionar y desmenuzar con dad tiene de sí misma y del hombre
lidad universitaria y social, y nos la ex- el objeto de ofrecer una comprensión (ibid.: 109).
pone de manera irónica en su siguien- mayor de lo que con ello se significa.
te pensamiento: A él se unen íntimamente el conoci- No es el tipo de ciencia o disci-
miento del hombre mismo, de sus va- plinas, que se imparten en la univer-
Por eso es que a muchos les es posible y lores y su realización. sidad, lo que determina el humanis-
fácil pensar, por ejemplo, que el Huma- mo; se pueden estudiar ciencias natu-
nismo Integral, caro ideal de otras épo- [...] el humanismo es consubstancial a rales o positivas y ser un verdadero
cas en esta universidad, está ya equiva- la Universidad. Si en la Universidad humanista; por el contrario, el hom-
liendo al objetivo en desuso de la justi- tendemos a conocer objetivamente al bre puede dedicarse al estudio de las
cia social de la Revolución Mexicana. hombre en su integridad, las humani- ciencias sociales y humanas y ser un
Les suena, en primer lugar, a ‘ismo’, a dades resultan imprescindibles e ina- ‘técnico de las humanidades’. La for-
un ismo de ésos que ya quedamos que plazables. Al hablar de humanismo im- mación humanista hacia la que debe
pertenecen al pasado, que aluden a algo plicamos, naturalmente, la búsqueda, orientarse la universidad trasciende
así como a un sentido comúnmente asu- el establecimiento y exaltación de los este objetivo disciplinario. Ella con-
mido, como a tendencia compartida, más altos valores de la cultura [...] Para templa la formación del ser del hom-
como a propósito gregario que forma nosotros humanismo significa configu- bre. Su impacto en la vida social, la-
una acción constantemente sostenida ración axiológica del ser humano boral, política, moral, dependerá de la
en una dirección; suena a corriente, a (Basave, 1971: 15). atención y consolidación que brinde a
programa de grupos, a voluntad colec- todos estos aspectos durante el pro-
tiva, a esas visiones totalizadoras que, Sin embargo, en diversas circunstan- ceso de formación.
por dignas y nobles que se presentaran, cias encontramos que se conceptualiza Sobre esta misma línea de pensa-
suenan ya a algo inocul-tablemente a la universidad, sólo o principal- miento dice Eusebio Castro:

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Nuestra Universidad debe ser eminen- Para las instituciones educativas, co- deben ser atendidas para su pleno de-
temente humanista y, en consecuencia, mo es el caso de la universidad, un as- sarrollo (individual y socialmente).
eminentemente política. Humanista pecto indispensable en su proceso de En este sentido tenemos que analizar
porque trata de formar hombres de ma- humanización lo constituye la búsque- de qué manera dichas instituciones edu-
nera íntegra; trata de conocer al cos- da del conocimiento caracterizado por cativas, en este caso particular la uni-
mos y al microcosmos en un afán de la verdad y el bien. Ello supone induda- versidad, contribuyen en este proceso
someter al segundo el primero, a los blemente la conformación de un pensa- de formación. Es decir, la tarea educativa
fines y valores supremos del hombre; miento reflexivo y crítico. No se trata de la universidad no se agota en la bús-
trata de elevar, de humanizar gradual- de cualquier tipo de conocimiento, sino queda y conformación de la calidad aca-
mente y en mayor extensión, a los de aquel que nos encamine a la verdad y, démica, ésta es sólo un aspecto de su
miembros de la comunidad. Por lo mis- consecuentemente, a la consecución del amplia y compleja labor. Considero que
mo es eminentemente política, en el bien. Araceli Delgado dice al respecto: ella debe repensar en qué medida su
sentido griego de hacerse reflejo y co- contribución capacita a cada una de las
munión de la comunidad con la nación La ‘actitud’ de pensamiento crítico que personas que la integran para respon-
a que pertenece [...]. caracteriza al humanismo alude a un der a los retos que debe afrontar todo
Trunca quedará su misión si de nuestra compromiso con ciertas ideas y, por lo ser humano personal y socialmente.
Universidad salen especialistas deshu- tanto, a una postura valoral con efectos Cuando digo que una de las tareas
manizados y dogmáticos, miopemente prácticos, pues lleva en sí la posibilidad sustantivas de la universidad es la for-
dogmáticos en cuanto a actitudes y con- de una opción comprometida ante la mación humanista es porque el retor-
ductas ajenas, diferentes, a saberes de realidad (Delgado, 1995: 15). no a su fuente originaria me conecta
otros campos de la realidad, en cuanto a con la universidad humanista, carácter
la vida y a la comprensión integral hu- Cuando hablamos de formación al que no puede renunciar sin traicio-
mana (Castro, 1962: 265). valoral no pretendemos con ello incul- nar sus ideales. A este respecto Agustín
car una serie de valores que se consti- Basave señala:
Este nuevo humanismo, característi- tuyan en patrones de conducta para la
co del siglo XX, debe recuperar los ele- vida, sino en el hábito de reflexión y Un humanismo que trae sobre sus es-
mentos culturales valiosos que se inte- pensamiento crítico, previo a todo ac- paldas más de mil años de historia. Un
gren o tengan cabida en todas las facul- cionar. Con lo cual el hombre asume humanismo que la universidad trae en
tades y profesiones de la universidad. consciente, libre y responsablemente sus entrañas. Un humanismo que la
Es un humanismo que precede y fun- cada una de sus decisiones. dignifica y la justifica. Universidad que
damenta el quehacer científico y técni- Es muy claro que en los discursos pretenda desentenderse del humanismo
co de la universidad. El hombre está educativos de algunas instituciones se es Universidad que aspira a su aniquila-
por encima de toda especialización. Si mencione e insista en que el fin de la ción o suicidio como Universidad
uno de los objetivos sustanciales de la educación es la formación integral de (Basave, op. cit.: 473).
universidad es resguardar, promover y la persona. Aspecto sobre el que, más
ejercer el humanismo, como formación o menos todos, nos hemos formado Pero, tal humanismo no puede con-
integral, entonces su función trasciende una idea. Lo cual de ninguna manera vertirse en un slogan, sino debe orien-
la formación profesional y adquiere una nos exime de pensar e investigar acer- tarse a la formación del hombre ínte-
dimensión de servicio social. ca de lo que verdaderamente es la for- gro y cabal. Entiendo, en estos térmi-
Frente a una formación orientada mación integral. Generalmente cuan- nos, que la universidad es una comu-
principalmente al éxito profesional y la do nos referimos a este concepto pen- nidad académica que encamina al hom-
prosperidad del estado, alzó su voz samos en el aspecto intelectual, físico, bre a pensar y vivir libre, responsable
Guillermo de Humboldt en favor de mental, emocional, social, laboral, y auténticamente.
una formación humana, al margen de valoral (libertad, capacidad de amar, Me parece que el criterio fundamen-
un fin pragmático. Este humanismo de responsabilidad, solidaridad, creativi- tal que debe sostener el edificio de la
Humboldt se caracteriza por la radical dad, etcétera), cosa que hace más com- formación integral está en la persona.
separación entre el carácter utilitarista pleja, de lo que parece, dicha concep- El concepto de persona nos conduce
de la ciencia y la formación integral tualización. Tales aspectos han de ser necesariamente al reconocimiento y
del hombre. considerados como capacidades que respeto del otro como un ser humano

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único e insustituible. Por ello la forma- humanidad y un amor total a la humani-
ción integral debe estar orientada a la La universidad tiene dad. Estudio del humanismo integral,
formación de la persona. Y, la persona conciencia de su labor estudio de la naturaleza, atención al tra-
no se entiende sino individual y social- bajo y a la producción industrial. Todo
humanista; sin embargo, el
mente. Un teórico que respalda esta ello nos llevará a un nuevo humanismo.
consideración es Jacques Maritain para problema se le presenta Humanismo que no ignora la técnica,
quien el hombre-persona es fin en sí cando quiere precisar cómo pero que está más allá de la técnica. A la
mismo, jamás medio. Universidad le corresponde en este hu-
llevarlo a la vida práctica.
manismo, un puesto de vanguardia
Una persona es un centro de libertad (Basave, op. cit.: 15).
puesto frente a las cosas, al universo, al
mismo Dios; dialoga con otra persona, Consideramos que la universidad
comunica con ella entendiendo y aman- hablar de las leyes naturales (derecho posibilita la formación humanista me-
do. La noción de personalidad, por muy natural) fundadas en la naturaleza del diante un proceso dialogal y partici-
compleja que sea, es ante todo de orden hombre dice: “Que ellas no ahora ni pativo. La educación dialógica confie-
ontológico. Es una perfección metafísi- ayer, sino siempre viven, y nadie sabe re a los dialogantes apertura para com-
ca y sustancial que, en el orden operati- cuándo surgieron.” partir sus puntos de vista y aceptar los
vo, se abre y se desenvuelve en valores del otro, en una constante búsqueda
psicológicos y morales (citado por Calo 3. Humanismo: posibilidad de la verdad. La responsabilidad com-
y Barcala, 1987: 72-73). o imposibilidad de aplicación partida de la comunidad universitaria,
la apertura de espacios de reflexión
Es de resaltar que la noción de per- Indudablemente que la posibilidad de común, la revisión de ilusiones, posibi-
sona, a la que Maritain se refiere, no una educación humanista al interior de lidades y realizaciones, propician un
se agota en el campo de lo histórico- la universidad depende de la convic- campo favorable donde pueden gene-
temporal, sino se abre a la dimensión ción y la práctica de todos y cada uno rar verdaderas vocaciones humanistas.
de la trascendencia. de los miembros que la integran: pro- Uno de los aspectos inmediatos y ur-
Otra idea circulante en nuestro mun- fesores, estudiantes, investigadores y gentes de atender es la transformación
do contemporáneo y que tampoco es personal administrativo. No es suficien- de la docencia. Ella debe orientarse a la
ajena a la vida de la universidad es ha- te que tal orientación aparezca como formación de profesores y estudiantes
cer identificable el humanismo con los proyecto en los planes de desarrollo o reflexivos, analíticos y críticos que bus-
derechos humanos. Con lo cual se lo- como ideario de las instituciones, es quen y promuevan el conocimiento de
gran dos objetivos muy concretos: a) necesaria su ejecución. la verdad. El punto de partida es fun-
el reconocimiento universal de los de- La universidad tiene conciencia de damental: ser profesor o docente exige
rechos humanos y b) con la defensa de su labor humanista; sin embargo, el una auténtica vocación. No se puede
los valores universales se da cabida al problema se le presenta cando quiere ser docente porque sí y sin más. La idea
ideal del humanismo que reúne a la precisar cómo llevarlo a la vida prácti- generalizada de la docencia como trans-
diversidad de culturas particulares. De ca. Considero que uno de los puntos misión de conocimiento es inapropiada.
no proceder por este camino difícil- de partida para su aplicación es tener Docencia viene del latín docere que signi-
mente puede el humanismo proponer una idea clara de lo que es el humanis- fica enseñar o dar a conocer una cosa,
valores que dentro de una cultura ten- mo en las circunstancias presentes, más pero también educar, formar; por eso
gan el reconocimiento universal, es allá del humanismo tradicional. Es de- la docencia ha de ser vista como un pro-
decir, se logre la aceptación de valores cir, es necesario incorporar los elemen- ceso de educación y formación común,
ajenos a otra cultura. tos que caracterizan a nuestra cultura. es decir, del profesor y del estudiante.
Al margen de la polémica que se ha Enseñar es aprender. Aprende quien
suscitado hoy en día sobre si la natura- [...] Nada se puede hacer sin profesores enseña y enseña quien aprende. A este
leza humana puede ser considerada o formados en el humanismo integral y propósito Paulo Freire dice:
no fundamento de los derechos huma- sin métodos idóneos. Gustavo Thibon
nos, quiero referirme a una frase del ha observado que la curación de la hu- Es imposible enseñar sin ese coraje de
texto de Antígona de Sófocles donde al manidad requiere una ciencia total de la querer bien, sin la valentía de los que

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insisten mil veces antes de desistir. Es va de entender la docencia nos exige • la necesidad de una formación hu-
imposible enseñar sin la capacidad for- una necesaria interrelación dialogal manista en todos los campos y discipli-
jada, inventada, bien cuidada de amar entre maestro y alumno. De esta for- nas universitarias;
(Freire, 1994: 8). ma ambos construyen y transforman • la necesidad de una formación hu-
su visión del mundo. De esta forma manista en el cuerpo docente;
Un segundo momento, no menos im- ambos contribuyen a la transforma- • la necesidad de reflexionar sobre
portante, de la docencia es aprender a ción de la docencia. los problemas prácticos de cada una
pensar y enseñar (dejar) a pensar. Con de nuestras universidades e instrumen-
ello queremos decir que tanto el pensa- Conclusiones tar estrategias que nos permitan arri-
miento de profesor como el del alum- bar a los objetivos planeados.
no ha de ser cuestionante, argumen- Estas consideraciones conclusivas tie- Porque, de no atender estas cues-
tativo, fundamentado y original. Pero, nen como objetivo someter a revisión tiones inmediatas, entonces nuestras
el pensar no se agota en el pensar. De él (análisis crítico) algunos aspectos en instituciones pareciera que se ocupan
hay que pasar al ser. Se piensa para ser, torno a la función educadora y huma- de otros aspectos que no son precisa-
y para ser tal como se quiere ser. De nista de la universidad y, en general, de mente los más urgentes e importan-
esta manera enlazamos docencia, pen- toda educación superior. tes. Así por ejemplo, si ponemos los
samiento, educación y vida. Se enseña, a) La transmisión y adquisición de pies sobre la tierra y nos preguntamos
se aprende, se piensa, para ser en la vida conocimientos no deben ser programa- ¿cuáles son los objetivos que persigue
como se decide ser. dos como el fin principal de la educa- la universidad para con sus estudian-
El buen docente debe propiciar y ción. El aprendizaje y la asimilación de tes? podemos decir que para los afor-
fomentar el ambiente para que se ge- conocimientos han de estar orientados tunados, es decir, para aquellos que
neren ideas novedosas. La creatividad a la formación integral de la vida huma- lograron llegar al final de la carrera y
es el acento personal que caracteriza na. De lo contrario la universidad pue- presentar su examen profesional, la
toda expresión y se opone a la repeti- de convertirse en un espacio frío, cal- extensión de un título; no así para
ción. El esfuerzo de pensar por cuenta culador y transmisor de conocimien- aquellos que se quedaron en el cami-
propia es el inicio de la creatividad. Ella tos. Su misión fundamental es distinta, no. En cambio el objetivo (ideal) de la
es un rechazo y mentis contra la como ya lo hemos dicho. formación humana, científica, de es-
estaticidad y la seguridad del conoci- b) Sabemos de la necesidad de las píritu innovador y creador está total-
miento respaldado por los manuales de propuestas teóricas. En este caso, nos mente ausente. Para quienes viven de
enseñanza. hemos abocado a los conceptos: edu- cerca en el ejercicio de la universidad
car, humanismo y universidad. Pero, para esto es un hecho incuestionable. Sim-
Es sorprendente, para un profesor per- llevar estas propuestas teóricas a una plemente podemos decir que así su-
catarse que los alumnos son capaces de aplicación práctica debemos tomar en cede. Es un hecho lamentable el que
dar mejores soluciones creativas que él cuenta el caso particular de cada uni- en nuestras universidades no exista
mismo ante un problema, cuando se les versidad, para que a partir del análisis vida universitaria: no haya vida inte-
da la oportunidad y se estimula un pen- de su situación concreta se conformen lectual, de investigación y creación
samiento diferente de la fórmula res- las propuestas adecuadas hacia la orien- bajo toda esta perspectiva. La univer-
pectiva (Rugarcía, 1994: 15). tación que se persigue. sidad se ha convertido en un espacio
Ante tales consideraciones, si preten- a donde se va y de donde se viene;
La buena docencia está condicio- demos ser honestos y acordes con el pero en su gran mayoría es un espa-
nada por la creatividad. El estudiante procedimiento de la reflexión y de la cio vacío. Ante tal proyecto, la univer-
universitario ha de ser también un au- práctica, deberíamos empezar por pre- sidad muere porque aparenta ser lo
téntico productor de conocimientos, guntarnos ¿cómo es o está actualmen- que no es.
mientras él no tome conciencia y par- te nuestra universidad? ¿Qué hemos c) Podríamos señalar que dentro de
ticipe activamente en esta transforma- hecho de ella? Algunos de los compro- las grandes objeciones que actualmen-
ción, las cosas permanecerán estáti- misos que podríamos asumir a corto te se le presentan a las perspectivas hu-
cas o su cambio será demasiado len- plazo, no porque se puedan realizar en manistas están el abstraccionismo, el
to. Él seguirá siendo un receptor pasi- un tiempo relativamente breve sino moralismo, el agnosticismo y el irracio-
vo de conocimientos. La forma nue- porque es urgente iniciar ya, son: nalismo del pensamiento moderno.

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Posturas que no revelan sino el descui- versidad debe recuperar su función f) Si buscamos arribar a una con-
do del ser del hombre en su situación humanista, sin menoscabo del saber clusión hemos de sostener que la edu-
concreta y sus posibilidades de proyec- científico o su aplicación tecnológica. cación, el humanismo y la formación
ción. Posturas que han de ser tomadas Una posición u orientación radical, integral se unen de manera ineludible.
como retos a superar. Así como el entre ciencia y humanismo, ha gene- Pensar la educación sin humanismo
abstraccionismo puede conducirnos a rado un conflicto artificial, pues, en no es factible; concebir la formación
la divagación total, el moralismo nos fin de cuentas, es el hombre quien integral sin educación y humanismo
lleva a la imposibilidad de realización. descubre, produce y desarrolla el co- es imposible. Educar en esta dirección
d) Otro de los graves peligros que nocimiento. ha de ser el propósito y misión de la
enfrenta la universidad actualmente, e) Finalmente, el propósito del hu- universidad.
debido a la orientación y demanda que manismo ha de ser integrar inmanen- Proponerse la edificación de una
le hace la sociedad, es el positivismo y cia y trascendencia. La inmanencia para universidad vocacional humanista,
pragmatismo utilitarista. Es decir, se que fincándose en la historia, en el tiem- quiere decir orientar todos los esfuer-
le ha pretendido imponer, como ne- po, en la cultura, se encarne en ella y zos para estructurar una institución
cesidad prioritaria dentro de sus fun- dé respuesta a las situaciones concre- que busque, promueva y facilite to-
ciones, el satisfacer las demandas del tas que se le presentan. La trascenden- dos los medios para despertar el espí-
mercado, de la producción, de la téc- cia para que perfile su accionar ritu universitario que se traduce en el
nica; se ha olvidado que el hombre es valorativo en la búsqueda de horizon- deseo vehemente por la verdad. La
lo primero, y que cubrir sus necesida- tes más allá de la temporalidad. Con lo universidad no tiene otro fin. Buscar
des materiales es una consecuencia de cual se ofrece la posibilidad de su aper- la verdad favorecerá la vida humana
lo primero. Ante tal situación la uni- tura hacia el absoluto. en todas sus dimensiones.

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