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C I E N C I Aergo
CIENCIA e r gsum,
o s u Vol.
m , V10-3,
o l . 1noviembre
0-3, novie2003-febrero
m b r e 2 0 0 3 2004.
- f e b rUniversidad
e r o 2 0 0 4 Autónoma del Estado de México, Toluca, México. Pp. 309- 320. 309
pectos. El otro término latino educere bre tal como debe ser. En ella la utilidad
significa conducir, que también tiene Educar tiene una pluralidad es indiferente o, por lo menos, no es
que ver con los aspectos físico y mo- esencial. Lo fundamental en ella es
de sentidos que tienen que
ral. En fin, intentaremos que nuestras kalon, es decir, la belleza, en el sentido
ideas se circunscriban a este sentido de ver con la vida, con el normativo de la imagen, imagen anhela-
educación. pensamiento, con la cultura, da, del ideal (Jaeger, 1987: 19).
En el segundo apartado se plantea la
con el quehacer y,
cuestión de ¿por qué y para qué el hu- El autor no menosprecia el orden
manismo? Si logramos dar respuesta a finalmente, con el ser. práctico, de lo inmediato, sino lo je-
la pregunta, entonces creemos que he- rarquiza al conceder un lugar priorita-
mos satisfecho nuestras expectativas. rio a los valores supremos del hom-
Juzgamos, de entrada, que el tratamiento bre, tales como la libertad, la creativi-
de tal cuestión requiere finura intelec- con ella. Pretender acceder a la educa- dad, el amor, etcétera. Para quienes lo
tual. Pues no se trata sólo de abordar ción conlleva un gran riesgo: darnos utilitario se constituye en el valor pri-
teórica o conceptualmente la naturale- cuenta que no sabemos qué cosa es y, mario, impera en ellos el instinto de
za del humanismo, sino centrar la mira- consecuentemente, no saber qué cosa ‘vivir’ y ‘ser felices’, determinados por
da en nosotros mismos. Sólo que este somos. una actitud egoísta. Su vida y felicidad
vernos se ha de llevar a cabo mediante Educar no es un término unívoco, se agota en el quehacer con fines prác-
un análisis verdaderamente crítico. Ello rebasa ese concepto. Educar tiene una ticos. En cambio, para quienes el mun-
nos permitirá reconocernos como so- pluralidad de sentidos que tienen que do debe construirse y reinventarse con-
mos y abrirnos expectativas de cambio. ver con la vida, con el pensamiento, tinuamente, la ley que los rige es la del
El tercer inciso, no menos importan- con la cultura, con el quehacer y, final- verdadero y auténtico amor. En el caso
te, busca orientar la reflexión sobre la mente, con el ser. Así, educar y ser son primero, el hombre es un sujeto sin
educación humanista en el campo uni- términos coimplicados. Podemos decir decisión; en el segundo, el hombre com-
versitario, todo ello bajo la convicción que se educa para ser y se es en tanto promete su acción y su vida, podemos
de que un trabajo compartido facilita se es educado. Por eso cuando descu- decir que se juega su destino. Ahora
su aplicación. Si esta labor se encausa, bramos qué significa educar estaremos agrego que de acuerdo a como sea
principalmente, a la formación de pro- capacitados para pensar, sentir y ac- nuestro ser, así será nuestro vivir. Vivi-
fesores y estudiantes, ciertamente, ger- tuar; nos estaremos dando capacidad remos de acuerdo a como somos. Edu-
minarán vocaciones humanistas. de ser. Involucrado en este proceso, el car, ser y vivir son, así, términos in-
hombre se vuelve observador y terrelacionados. Se educa para ser y se
1. ¿Qué es educar? autocrítico. Con ello obtiene un buen vive de acuerdo a como se es.
conocimiento de sí mismo, se relacio- Sin embargo, educar, ser y vivir no
La primera pregunta irrenunciable que na de una manera adecuada con el otro, son cuestiones que puedan ser vistas,
hemos de plantearnos si queremos con la naturaleza y con las herramien- pensadas y analizadas al margen de las
abordar el tema de la educación es ¿qué tas que él mismo produce. condiciones sociales, económicas y
es ella y qué compromiso conlleva edu- Entendida la educación en este sen- políticas propias de nuestras circuns-
car? Indudablemente que el tema, por tido, nos damos cuenta de que educar tancias históricas. Con Ortega y Gasset
su misma naturaleza, nos exige una no es empresa fácil; pues, con ello nos tendríamos que decir que el hombre
precisa delimitación. Es decir, no pode- estamos refiriendo a la educación como es él y sus circunstancias, entendiendo
mos hablar de la educación en general, proceso integral, cuyo objetivo es for- por circunstancias todas las condicio-
por la amplitud de la misma, lo que mar al hombre en tanto que hombre, nes que conforman el ser del hombre.
nos llevaría a consideraciones sumamen- lo que unas líneas antes llamé: educa- Y, en razón de estas circunstancias, des-
te generales e imprecisas. Por ello, en ción para ser. Werner Jaeger, en su obra cubrimos la necesidad de un enfoque
este ensayo pretendo circunscribirla a extraordinaria Paideia, uniendo estos as- totalmente nuevo respecto a los pos-
la educación superior y, más concre- pectos, nos dice: tulados de la educación. No se trata de
tamente a la educación universitaria. salvar o justificar un sistema educacio-
Según la acepción que asignemos a La educación no es posible sin que se nal; lo que se pretende es salvar nues-
la educación así nos comportaremos ofrezca al espíritu una imagen del hom- tro ser que se está perdiendo por falta
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