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Baños de sal en la ducha

También puedes realizar baños de sal en la ducha, sino tienes bañera en tu hogar. Para este
caso, solo necesitas la cantidad de sal que puedas retener en el puño cerrado de tu mano
dominante (aquella con la que escribes).

Nuevamente puede ser sal marina natural o preparada en casas esotéricas. Realizas tu
rutina normal de aseo, y al finalizar tomas un puño de sal. Procede a pasar la mano por tu
cuerpo, como si sostuvieras el jabón.

Importante: lo que tocará tu cuerpo será la mano cerrada. La sal nunca tocará tu piel.
Mientras realizas los movimientos, como si estuvieras aplicándote jabón, visualiza la sal
absorbiendo toda la negatividad que te aqueja.

Al terminar de recorrer tu cuerpo, deja caer la sal por el drenaje. Colócate debajo de la
ducha abierta, un minuto, y listo. Igual que en los baños en la tina, puedes secarte al aire o
con una toalla de fibra natural. Recomendamos finalizar el ritual, encendiendo una vela de
agradecimiento para tus guías y protectores.

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