Está en la página 1de 1

Real y no sentido

C.F.

Lo real excluye al sentido, afirma Lacan. Los nudos lo muestran cuando


en su dibujo lacan escribe “sens”, sentido, fuera del redondel que
representa a lo real. Este concepto puede aceptarse desde distintas ópticas:
la ciencia y la lógica, por ejemplo. En la ciencia un representante muy
conocido de esta posición es Koyré.
Ahora bien, la proposición inversa no es verdadera. El no sentido no
tiene por qué ser real. El pasaje por el no sentido en una interpretación, o
fijar una palabra, un problema que trae el paciente, una asociación incluso,
no bastan en modo alguno para tocar lo real. El acceso a lo real, si lo hay,
no podría ser tan simple y fácil. Si en una interpretación, con preferencia en
un conjunto de interpretaciones, el analista es capaz de situar qué lo llevo a
hacerla, si puede alcanzar algo de la posición transferencial desde dónde
dijo lo que dijo, nos acercamos a la cuestión del real en juego. Dicho de
otro modo, con el no sentido, o el sin sentido, permanecemos en el terreno
de la psicoterapia.
La transferencia suple la no-relación (lo real). Si tomamos esto en cuenta
y recordamos que el único real que interesa al psicoanálisis se atiene a la
no-relación sexual, la idea de apuntar a una clínica de lo real sin
transferencia se muestra insostenible.
Una última vuelta para trastocar el panorama actual y cuestionar lo dicho
hasta ahora: si rechazamos el concepto de no-relación, la transferencia es lo
real en juego en un análisis. La no-relación es en gran medida una
consecuencia de la técnica empleada por Lacan. Es un efecto de un tipo de
análisis en el que la transferencia no se interpreta, y se unifica en una sola
dirección hasta caer. Trabajando con caídas parciales, la no-relación no se
presenta. Esto mismo, leído al revés, muestra que si lo real está en juego en
el psicoanálisis, en un tratamiento en particular, por mucho más amplio que
sea su campo, sólo es operatorio a nivel transferencial. La precariedad
técnica del lacanismo, la falta de formación que “baja” desde Lacan y el
Seminario es lo que llevó a la confusión actual.

También podría gustarte