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TEMA 8: JORGE MANRIQUE Y LAS

COPLAS A LA MUERTE DE SU PADRE

Su importancia histórica y literaria en su época fue menor que los anteriores. Nació
hacia 1440 en una poderosa familia de la nobleza castellana, fue caballero de la Orden
de Santiago y comendador de Montizón. Su actividad política y militar estuvo dirigida
por su padre el conde don Rodrigo, enfrentado al marqués de Villena.
La producción poética de Manrique es reducida, se conservan 49 composiciones la
mayoría de ellas de amor cortés, tres son burlas y una de ellas, las "Coplas" de tema
moral.
En los poemas de amores adopta distintas formas de expresión: el diálogo alegórico
en forma de debate, el monólogo la descripción alegórica, la parodia irreverente, el
juego de preguntas y respuestas y las formas más líricas de la canción y el decir.
En el tema amoroso mantiene los tópicos de la época, pero incluye un tratamiento
lógico y coherente de autenticidad intelectual. Se incluyen además juicios morales y
religiosos ante el amor.
Se advierte en estas composiciones una gran limitación de recursos expresivos. El
verso es siempre octosílabo o de pie quebrado, la lengua esta despojada de todo artificio
retórico.
En las composiciones burlas, ridiculiza a tres mujeres, siguiendo un cierto ambiente
misógino de la época.
Jorge Manrique nace en Paredes de Navas en 1440, y fallece en 1479. Hijo de Rodrigo
Manrique vive los turbulentos reinados de Juan II y Enrique IV y el comienzo de los
reyes Católicos. Junto a su padre tiene activa participación en los principales
acontecimientos históricos del tiempo. Su vida no puede considerarse aislada a la de
don Rodrigo, puesto que muere apenas tres años después del fallecimiento de su padre.
En tal condición, sabe y experimenta las vicisitudes que caracterizaron a su padre. Este
es hombre que se define como guerrero, y esta condición lo llevó a enfrentar al moro y
alos problemas de Castilla. Sus tierras ubicadas en la frontera le dieron ocasión de
estar siempre en pie de guerra. Como defensor de Castilla se ve enfrentado a los
señores a quienes sirve. Su participación acorde con los tiempos es ambivalente.
Enemigo de don Álvaro de Luna, con el que lucha por el maestrazgo de Santiago, no
descansa hasta verlo caer. Murió fervoroso partidario de los Reyes Católicos, se
levanta con todo su poder contra Juan la Beltraneja. La batalla de Toro sella en
definitiva los destinos de Castilla al ser derrotado el ejército portugués. Muere en
Ocaña de una úlcera. Jorge Manrique participó en todos estos actos junto a su padre.
Tiene una formación guerrera que deja rastros en su obra.

Jorge Manrique se suele considerar una personificación ejemplar de las cualidades


aristocráticas. Durante su breve existencia logro un equilibrio entre las actividades
militares y la poesía, realizando aquel ideal de caballero cumplido.
La materia y estructura de los textos que conservamos favorecen una división de la
labor poética manriqueña en dos géneros principales (amoroso y doctrinal), que
correspondan a sendas categorías cancioneriles, integrándose en la producción del
momento. Su poesía amoroso resulta más abundante, pero son las Coplas pro su poder
de convicción y ética las que destacan sobre las demás. En su producción amorosa,
como toda su generación, recibió del canon cortesano la tradición Provenzal y galaico
portuguesa, ya bien asentada de reflexiones y cavilaciones sobre situaciones
sentimentales y de juego erótico. Debió aceptar una convección tan largamente
enraizada en cuyas prácticas era ineludible la recitación de motivos y estructuras
formales. Poemas de amor. Los poemas de amor de Manrique constituyen en efecto una
acaudalada muestra de sutilezas conceptuales y artificios. Sería bastante paradójico
juzgarlos en función de la sensibilidad estética actual. En ellos no exalta una aventura
sentimental determinada ni traza una historia erótica vivida, sino que define las
gradaciones y contradicciones del amor. Las coplas amorosas tiene una preocupación
formal, transfigurando en términos casi heroicos y con escasas variaciones. Se explican
así la actitud inquisitiva y el control emocional del poeta. En sus versos amatorios se
determina de esta manera una intensa comprensión de la imagen, bien visible el nivel
léxico y sintáctica. Muestra de agudeza se consideraba el aprovechamiento de las
máximas posibilidades semánticas ofrecidas por una misma palabra a distancia de pocos
versos.
En la línea de la tradición alegórica medieval se sitúan los poemas que representan el
conflicto interior de los sentimiento en las formas dinámicas y teatrales con ataques
repentinos, escaladas de muros, defensas desesperadas, resistencias valientes etc. En
este ámbito estaba en condición de sobreponer esquemas literarios su propia experiencia
concreta de caudillo militar renovando así los moldes estereotipados de la tradición. El
rechazado asalto al Castillo de Amor constituye un ejemplo de esto. El lector olvida el
sentido simbólico.
La reflexión sobre el tema de la muerte queda documentado en las manifestaciones
literarias y artísticas de cualquier época. Los modelos de elegía de los que disponía
Manrique ya habían intentado realizar una síntesis entre el patrón bíblico y la
perspectiva clásica estoica, en su nueva valoración humanística. Así que, al emprender
el proyecto de una elegía por la muerte de su padre, el poeta podía contar con distintos
ejemplares de una tradición moralista y ascética y logró fundir los lugares comunes con
los motivos tópicos según una subdivisión interna que tiene un fundamento
especulativo. El diseño de las Coplas comienza de forma lenta con su progreso de
argumentaciones en una línea precisa desde lo general hacia lo particular. En la
reflexión filosófica sobre la muerte y a la evocación histórica de su triunfo sobre las
ambiciones y placeres mundanos sucede la exaltación de don Rodrigo, sus cualidad y
hazañas dignas del caballero cristiano y las representaciones solemnes en el encuentro
del héroe con la muerte. La justificación de esta subdivisión es indicada por el propio
poeta cuando introduce por boca de la Muerte la distinción de las tres vidas: terrenal, la
fama y la eterna, los tres grados de la experiencia humana. Cada motivo tiene su propio
desarrollo. La vida y la muerte resultan concebidas en relación que no se puede separar.
El poema de la muerte es así el poema a la vida y vuelve a proponer en tres niveles
diferentes la misma cuestión del valor de las acciones humanas. Todo es polvo en los
esplendores y pompas, pero algunas hazañas pueden representar el principio de una
supervivencia entregada a la memoria de la posteridad.
La fama del poeta se debe a las Coplas, por la resonancia que ha suscitado hasta nuestro
días, interpretaciones de su mensaje que poetas críticos e historiadores ofrecieron ya
desde el final de los Reyes Católicos.

Coplas a la muerte de su padre trabajadas en clase


Poema sin coherencia, es un amasijo de tópicos recogidos por la tradición pero sin
ningún fundamento o planteamiento coherente. Amasijo que convive con una
incoherencia que hecha por tierra lo que la tradición siempre ha dicho. La muerte del
padre nada tiene que ver con quien fue realmente el personaje de Rodrigo Manrique. La
forma del poema es asombrosa. Pedro Salinas analiza a Manrique diciendo que el
conjunto de su obra es principalmente amorosa, excepto las coplas que tratan la muerte.
El amor y la muerte, son los temas de toda su poesía. Salinas distingue dos tradiciones:
asume la tradición amorosa en términos repetitivos recreando lo mismo que ocurren
ellos poemarios cancioneriles. Recreación pasiva cuando se trata del autor, léxico
llamativamente militar. Castillo de amor donde alegoriza el amor en contra del ser
amado, siempre en términos medievales. Es mas rica la tradición poética de autores
como Mendoza. Su logro, dice Salinas, está en la muerte donde se implica totalmente.
Las coplas son su última obra, tras la muerte de su padre don Rodrigo. Manrique
sintetiza esa experiencia escribiendo una obra con implicación y dolor personal, no
copia los tópicos heredados para escribir de forma vulgar poesía de amor. Según
Salinas, en relación con la muerte provoca la reflexión sobre la mortalidad,
construyendo sus coplas en tres partes. Es un planteamiento retorico y didáctico, los
comienza con una parte reflexiva para acercarse hasta el caso de don Rodrigo. Su mérito
es heredar la tradición medieval para construir un poema armonioso.
1. Parte reflexiva: reflexión que el poeta tiene de la muerte (I-XIV)
2. Parte ejemplificadora (XV-XXIV)
3. Caso de don Rodrigo (XXV-XI)

Percepción de Pedro Salinas aceptada por la tradición y por la crítica.


Puede haber dos visiones que afectan al hombre. La muerte simbolizada como ríos o
camino. La muerte es la nada, no existe ni el cielo ni el infiero. El camino es el símbolo
de vida hacia la eternidad (peregrinatio vitae). El rio es el mar y la nada, visión pagana;
el camino es la vida eterna la visión más cristiana.
No hay una sentencia única en las coplas. Imaginería de la muerte en el texto. La muerte
sigilosa, de forma traidora aparece sin dejarse ver; la muerte personificada en la copla
XXV donde aparece de forma cariñosa y el la recibe de forma calmada. La muerte se
desarrolla como ríos que desembocan en la nada, y cuando morimos descansamos.
Muerte como trampa en la que caemos sin querer (de nuevo una imagen muy poco
positiva) pues a todos coge desprevenidos. Muerte como celada, fragua, como agua que
apaga la llama de la vida. Las más nobles hazañas bélicas son tratadas cruelmente por la
muerte y los actos más gloriosos igual. Todo responde al tópico ubi sunt?. La muerte
todo lo pasa de claro con su fecha. Imagen de la muerte destructora que nada tiene que
ver con la visión cristiana de vida eterna. Uno de los grandes logros de Jorge Manrique
es ofrecer una visión dulce sobre la muerte, pero no tiene nada que ver con ello. Muchos
de los ejemplos citados son de la época, reduciendo mucho la carga retórica y causando
impacto sobre el lector contemporáneo. Pero no tiene nada que ver. Es posible que
redactara una reflexión inicial sobre el carácter fulminante de la muerte, pero no cuadro
pues el padre no podía ni de lejos ejemplificar lo que los grandes personajes históricos
mencionados.
La vida de la fama no soluciona el problema de la muerte. Todos los modelos de
conducta que ofrece son paganos; para alcanzar la fama no se necesita la mentalidad
cristiana. Si politiza la salvación de su padre podría tomar ejemplos de reyes o santos
menos alejados de su época En la estrofa XXIV la muerte se personifica y nada tiene
que ver con la visión que antes ofreció. Hay una contradicción constante: incluso
cuando quiere honrar la muerte deja entrever su visión negativa. El padre decide morirse
y no se niega a aceptar su naturaleza humana, consiente en morir.
Es un poema cerrado en punta, como una pirámide, aceptando la visión del padre
comparado con los grandes clásicos rompemos la estructura: volveríamos al caso de los
ejemplos. Está bien claro que vuelve ha aparecer una apertura a los ejemplos. La
primera parte del poema se cierra en la segunda parte, se ejemplifica el poder
igualatorio de la muerte que aniquila la virtud, la belleza etc. Probablemente a partir de
la copla XIV se vuelve a retomar la estructura piramidal.
Hay dos impulsos creativos:
-Concluye y se cierra con los muertos antiguos ejemplificadores
-Retoma su obra con la muerte de su padre

Las usos métricos de las primeras estrofas cambian en el poema. Se pretende adornar
algo que no tiene ningún adorno. Proposición universal que entra en contradicción.
Yuxtaposición como elegía al margen y a favor del padre. Manrique se desentiende de
la canción tradicional centrándose en la poesía más elevada y nobiliaria a través de la
copla de pie quebrado o copla manriqueña. El primer mérito a reconocerle es el uso de
esta copla, tradicionalmente de tono burlesco, para tratar temas tan profundos como la
fugacidad de la vida o el ubi sunt?. Grandeza de los temas para aliviar el tratamiento del
poeta. La reflexión inicial es incoherente de nuevo respecto del final. El mérito
fundamental es el uso de la estilística del poema. Spitzer habló del uso de los infinitivos
y sobre el uso de los posesivos. Pretende alcanzar la belleza del poema a través de la
lengua. En vez de la muerte habla del morir (la muerte en acción, que activa el mensaje
literario). En los posesivos se emplean para una finalidad estilística (su hijo, el hijo que
tuvo) etc. Implicación emocional que apoya la expresividad de las coplas. Desarrollo de
las ideas en tornos correlativos. Nacemos para morir. Esfuerzo estilístico para la
efectividad poética. Poetizar las trobas.
Poesía mucho más personal en beneficio de los medios poético con eficacia poética.
Casi todos los poetas de este siglo se dejan llevar por la moda del amor cortes, surge un
efecto renovadora imitación de la Divina Comedia, para cultivar una poesía más
reflexiva. Manrique rechazó ese metro de Arte Mayor sin saber por qué.
Claves para trabajar con las coplas
-Papel político-militar de Jorge Manrique y su creación poética
-Tópico del Ubi Sunt?
-Contraste entre el personaje real de Rodrigo Manrique y la visión que ofrece su hijo en
las coplas
-Rodrigo Manrique como personaje contradictorio, descrito como héroe sin tacha,
personificación del ideal caballeresco. Realidad: feudatario egocéntrico movido por sus
intereses familiares más cercanos a lo mercenario que lo caballeresco.
-El encuentro entre el protagonista y la muerte
-Exposición de las tres vidas humanísticas (la vida terrena, la vida de la fama y la vida
eterna)
-La utilización de personajes gloriosos clásicos
-Visión pagana frente a la religiosa (menos latente en el texto)
-Las incoherencias con respecto a la muerte.
-La simbología de la muerte/vida en el río y en el camino
-¿Estructura piramidal en tres partes? ¿Dos estructuras piramidales paralelas?
JUAN DE MENA Y LABERINTO DE FORTUNA

Juan de Mena fue un hombre de letras puro. Natural de Córdoba, nació en 1411 y se
educó como maestro en Salamanca donde realizó estudios eclesiásticos. Viajó a Italia y
a su vuelta se instaló en la corte de Juan II donde desarrolló una actividad más política y
administrativa que literaria.
Su obra en prosa es escasa y de poca importancia. Destaca el prefacio al "Libro de las
virtuosas mujeres", el "Comentario a la Coronación del Marqués de Santillana" y la
"Ilíada en romance".
Fue en verso en donde alcanzó fama, con gran cantidad de composiciones amorosas,
sobre todo de queja y lamentación, y expresado más en lenguaje poético, en la forma de
expresión que en el contenido del poema.
Se advierte en Mena un marcado individualismo y la intensificación de
procedimientos retóricos. Sus mejores obras son "Claro oscuro" y el poema que
comienza "El muy claro fijo de Hiperión."
Compone también poesía política y satírica, la mayoría simples versos ocasionales
dirigidos a Juan II, todas desde una cierta postura ideológica deseosa de una monarquía
absoluta y pacificadora frente a la nobleza disgregadora y regresiva.
En la "Coronación" relata las hazañas del Marqués de Santillana en la toma de
Huelma en 1438.
EL LABERINTO DE LA FORTUNA
Es una extenso poema de 297 octavas de arte mayor, compuesto para exaltar la
figura de Juan II. Es un poema moral y político, en el orden moral se catalogan los
pecados y virtudes universales y la actuación de la Fortuna en pugna con la Providencia.
Existen en la obra tres núcleos principales:
1 Introducción, dedicatoria, propósito e invocación
2 Cuerpo narrativo:
a) Comienzo de la narración
b) Los siete círculos
3 Final
Los modelos empleados por Mena fueron el "Roman de la Rose", la "Divina
Comedia", el Libro VI de la Eneida y el "Anticlaudianus".
El orden moral se refleja en los "Siete Círculos", donde se pueden visualizar los
vicios y virtudes.
El "Laberinto" es concebido como una creación mucho más ambiciosa que la
"Coronación" como una síntesis de los estilos trágico, cómico y satírico. El lenguaje se
muestra extremadamente artificioso, híbrido entre latín y romance. En cuanto a la
métrica se elige el verso de arte mayor, anisosilábico (entre diez y catorce sílabas)
dividido en dos hemistiquios, con un poderoso efecto rítmico.

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