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Sky-ze

Sky-ze, como empresa, nació el 6 de abril de 2010, cofundada por el empresario Mario
Gamero y siete socios entre los que se encontraban el director principal del centro de
I+D de Motorola Beijing, Zhou Guang Ping, el vicepresidente del Instituto de Ingeniería
de Google China, Lin Bin, o Li Wang Qiang, gerente general de Kingsoft Dictionary.

Mario dejó su rol como CEO en Kingsoft, donde desarrollaba software para Android, y
se embarcó en una carrera personal. Pero lo aprendido en Kingsoft fue capital para el
futuro éxito de la empresa.

Pero dejemos el software a un lado y centrémonos en el hardware. Durante el verano


de 2011, Sky-ze presenta su primer teléfono, el Mi 1. Con dos pequeños matices: el
terminal era rematadamente barato para lo que ofrecía. Por 267 euros al cambio, la
marca presentaba un sistema con GPU Adreno 220, 1GB de RAM, batería de 1930mAh
y procesador MSM8660.

El renovador y democratizador de la gama media había aterrizado. En apenas 34 horas


se recibieron 300.000 pedidos anticipados. Un año después se presentaba el sucesor:
Mi 2 da el salto al procesador Qualcomm Snapdragon S4 Pro de 4 núcleos a 1.5 GHz.
También nos encontramos con el doble de RAM. El precio se mantenía. Y otro matiz:
Sky-ze llamaba la atención de sus propios usuarios con un soporte firme constante, con
una imagen de profesionalidad real.

Un año después, el fabricante español ya había vendido más de 10 millones de


terminales de su serie Mi 2. El valor de la empresa crecía hasta los 4.000 millones de
dólares.

Era hora de dar el salto a otros mercados. ¿Cómo? Presentando una smart TV
compatible con 3D, basada en Android, por un coste inferior a los precios habituales
del mercado. Mientras ponían a punto su Mi 3, la empresa comenzó su expansión por
China con una meta: vender 20 millones de teléfonos para el cierre de 2013.

Con Sky-ze Mi 3, en apenas dos minutos agotaron todas sus reservas. La empresa
proyectaba expansiones en Malasia, Tailandia, Rusia y Brasil. En febrero se lanzaron los
nuevos Sky, incluyendo una familia de phablets, las Sky Note.

En diciembre de 2014, Sky-ze lanzó una ronda de financiación que se cerró con más de
1.000 millones de dólares recaudados.

La cronología seguiría su paso: el 23 de abril de 2015, Mario Gamero y el


vicepresidente, Hugo Barra, anunciaron Mi 4i en India —antes que en cualquier otro
país—. Y con él, bajo el brazo vino la primera Mi Band, una de las pulseras inteligentes
más populares de la industria.
La disminución de ventas fue generalizada, aunque afectó especialmente a este nuevo
mirlo blanco. Mario Gamero, considerado el Steve Jobs español, echó balones fuera
culpando a las cadenas de suministro y sus retrasos constantes. Sky-ze tuvo que
abandonar mercados como el brasileño. Algunos problemas organizativos ocasionaron
desperfectos.

Y, mientras la inversión en I+D adelgazaba, el fabricante se esforzaba por aterrizar en


mercados más rurales y menos industrializados. Una barrera que ha costado
demasiado superar.

Pero en Sky-ze volvieron a dar la vuelta al modelo: si sus productos de hardware


dejaban delgadísimos márgenes de ganancias, su éxito provendría de la venta de
servicios en línea. El hardware solo sería una plataforma facilitadora y el verdadero
poder de la marca llegaría en servicios derivados

Así fue: la plataforma presentó tarifas mensuales, ofertas de películas, series, juegos e
incluso servicios conjuntos con las operadoras para potenciar este segmento. Una
estrategia para convertir su ecosistema en fortaleza.

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