Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LAS ANTIGUAS
FESTIVIDADES
Hace frío y está oscuro. Las noches han crecido y se han hecho cada
vez más largas.
Parece como si el Sol nunca fuese a volver. La Tierra está yerma y los
campos están helados. Para calentarse, la gente se abraza entre sí. La gente
espera, sus ojos brillan con la luz del fuego, se cuentan historias, se
comparten sueños, se celebra el momento de la oscuridad, en la espera de
que la luz llegue pronto... Finalmente se hace una noche especial. Toda la
tribu, los adultos y los niños, permanecen juntos – en un monte o en una
plaza, o en el gran salón de reuniones – porque hoy es la noche más larga del
año. Se necesita la colaboración de todos para hacer que el Sol asome
nuevamente. Y por esto, entre todos construyen una gran fogata en honor al
Sol, y bailan y cantan y hacen ruido con matracas y tambores y campanas
durante toda la noche. Al salir al Sol, en la mañana de la fiesta de Yule, cada
persona sabe que él o ella ha colaborado para que esto sucediera. Alegres,
cansados y profundamente satisfechos, saludan al amanecer. Han
compartido algo que los va a llenar de emoción, procurándoles calor, durante
el resto del largo invierno: un sentimiento vivo de magia. Una vez más, con la
colaboración del grupo, la Gran Madre Tierra ha estado toda la noche de
parto y ha dado origen al nacimiento del Sol, una vez más. Los días van a ser
más largos a partir de ahora, dentro de unos pocos meses, los campos –que
son su cuerpo- van a florecer. La rueda, el gran círculo cósmico, ha vuelto a
girar sobre sí mismo.
“En estos días, la mayoría de nosotros nos sentimos no muy bien física o
mentalmente –en cierto modo, estamos desequilibrados. Nos damos cuenta
de ese malestar pero no sabemos cómo solucionarlo. Si supiésemos qué
hacer para sentirnos bien, ciertamente lo haríamos. El gran regalo que nos
ofrece la Diosa es precisamente esto. Al individuo, le ofrece tanto el
bienestar personal como la experiencia de vivir en plenitud. A la Humanidad,
puede otorgarle la armonía que conlleva al reconocimiento de que todos
estamos interconectados en espíritu a este planeta. Dependemos de él para
nuestra supervivencia y le debemos el don de la vida”.
Llegados a este punto, resulta vital afirmar una vez más que seguir el
camino de la Diosa no es un pre-requisito necesario para realizar las
actividades que propongo en este curso. Deseo que sea un curso útil para
todos, porque sean cuales fueran sus creencias espirituales, la única cosa
que todos tenemos en común es que compartimos nuestra existencia en este
planeta. Una existencia que se convierte cada vez en algo más precario y
amenazador. Para muchos de los que realicen este curso, la idea de que la
espiritualidad basada en la Tierra nos ofrece esperanza y curación no es
nada nueva.
Las ocho festividades que celebra este curso son las tradiciones de la
familia humana. Antes de que los calendarios estuviesen al alcance de
cualquiera, la gente observaba dichas festividades como puntos de
referencia para plantar o cosechar, para vivir de un modo que asegurase la
continuidad de la vida humana. La celebración de la Gran Danza Cósmica era
la celebración de nuestro lugar en la rueda según los vastos recursos que
nos ofrecía la Madre, como maestra, guía, y dadora de alimentos.
SAMHAIN 31 octubre:
Halloween (Día de Difuntos) aún conserva retazos de esta antigua
festividad de los muertos. Una noche para honrar al Anciano que ha nacido
de nuevo tras la medianoche. El misterio de Samhain hace que nos
acordemos que nuestras raíces están profundamente hundidas en la oscura
Tierra, y nos despierta los recuerdos y el poder de esta noche, que es la
noche más bruja del año. Samhain nos enseña a convertir la muerte en algo
menos terrible: preparamos comidas especiales, reservamos un lugar en la
mesa para las personas queridas que han fallecido y Les recordamos con
respeto. Nuestros antepasados sabían que en Samhain el velo que separa
este mundo del próximo es delgado y que, con ello, la comunicación entre
ambos mundos es una posibilidad real. Es el momento del año ideal para la
adivinación, porque Samhain nos anima a que escuchemos la sabia voz que
hay en nuestro interior, que confiemos en nuestra habilidad para ver y
modificar el futuro. Al día siguiente llega el invierno, el momento de la
oscuridad, de mirar hacia dentro, de conectarnos con nuestra sabiduría
interna. La oscuridad llega junto con las hojas muertas que trae el frío
viento del invierno y mientras encendemos nuestras esculpidas lámparas de
calabaza y nos sentamos junto al fuego, soñamos con nuestra propia muerte
y con las muchas elecciones, oportunidades y misterios que yacen frente a
nosotros.
YULE 20-23 diciembre:
El solsticio de invierno en diciembre es el momento de mayor oscuridad: el
sol está en su punto más bajo en los cielos, mientras que la noche es la más
larga del año. Yule es uno de los puntos clave del ciclo. Tras Yule, los días
empiezan a prolongarse, por lo que esta festividad (similar en espíritu a la
Navidad o a la Hanukkah) se celebra tradicionalmente para convocar el
retorno de la luz y de la esperanza al mundo oscuro y helado. En Yule hay
celebraciones ruidosas y reflexión silenciosa; nuestros antepasados
encendían grandes fogatas en la noche de Yule y bailaban a su alrededor
toda la noche para llamar al amanecer, girando y girando para invocar al
cambio, tanto en el aspecto interno como en el externo. Y la perfecta
quietud de las imágenes de Yule (las velas iluminan la oscuridad, el sagrado
árbol verde constituye el eco de la naturaleza vibrante de la vida en medio
de la aparente muerte, y la Madre Tierra que da cobijo al Niño Sol) nos
recuerda que, justo cuando las cosas parecen haber perdido esperanza y
apagarse, el ciclo cambia y la luz retorna.
IMBOLC 2 de febrero:
Se celebra a principios de febrero. Tradicionalmente Imbolc honra a las
semillas que bajo Tierra empiezan a germinar. Imbolc celebra los días,
que visiblemente van siendo cada vez más largos y nos anima a limpiarlo
todo y a prepararse para la atareada estación que se avecina. Los
antiguos Celtas denominaban este día “Día de Brígida”, en
Honor a la triple diosa de este nombre. En Imbolc pedimos inspiración y guía
para nuestros nuevos planes y proyectos, y le dedicamos algunos
pensamientos a los misterios ocultos que están teniendo lugar en la
oscuridad. Al igual que la tierra oscura gesta la vida que va a surgir y a
florecer en primavera, nosotros honramos nuestros momentos de
poder oscuro, que gestan el crecimiento que nos va a sostener en los
cálidos y soleados meses de creatividad que están por venir.