Introducción

Hoy en día Quilmes es una ciudad pujante, llena de vida y actividad, pero en los años 1820
a 1830 era una zona rural de vacas y ovejas. El conocido autor y naturalista Guillermo
Enrique Hudson nació en una chacra de la zona en 1841.

El ferrocarril llegó a Quilmes en 1872 y desde esa fecha la población ha seguido en

aumento. En 1892 la Diócesis Anglicana decidió establecer allí una capellanía, pero los dos
primeros clérigos se quedaron poco tiempo. Fue sólo con la llegada del Reverendo Joseph
Thomas Stevenson en 1895, el mismo año de la consagración de la iglesia de Todos los
Santos, que la comunidad británica halló su paladín.

El fue un hombre enérgico, aparte de atender a la parroquia dió impulsó a la fundación de

una escuela residencial para niños y jóvenes de padres británicos, en su momento una
institución muy necesaria. El Colegio San Jorge se inició en Quilmes en 1898 con seis
alumnos y hoy tiene unos 700 alumnos inscriptos.

En contraste, vida de la iglesia de Todos los Santos ha ido decayendo, a pesar del apoyo de
familias locales no han tenido un capellán propio desde 1993.

El órgano histórico, originalmente instalado en la iglesia anglicana de San Juan Bautista, ha

sido restaurado y la congregación continúa recibiendo misas dominicales sirviéndose de
capellanes visitantes.

Los archivos parroquiales se inician con la fundación de la iglesia y la llegada del primer
capellán en 1892.