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é > S Ds us RONNY J. VIALES HURTADO [En términos dela historiografalainoamericana la influenca de la sociologia fue importante, como se puede nota en los ejemplos reseRados en ext aticlo, La década de 1990 se caracterizs por la publicacion de varias historias nacionales dle nuevo cufios, entre ells la Historia de America Latina de la Cambridge Uni- versity ress, cuya edicidn en espafiol se higo en asocio con la editorial Critica de Barcelona, pero cuyo andlsis deshorda ls limites de este arcu, dado que apa reci6 en inglés a mediados dela década de 1980. Aun as, es interesante plantearse siesta nuevas obras tienen influencia de la sociologi ltinoamericana de segunda y tercera generacin. Para esto, citsmos como ejemplo la Historia General de Cen- froamérica, publicada por la FLACSO-Costa Rica en 1994. Una breve revisién de esta obra nos permite Sefialar que exsten avances importantes en términos dela periodizacién propuesta, la eval no se centra en un corte radical en la independen- ‘ia, ino mas bien en el estudio de un periodo que va desde las reformat borbs- nicas hasta ls reforms liberales de finales del siglo x0, critesio que no se aja «las propuesias dependentistas: por ota parte, es una historia que llega hasta el siglo XX y toma en consideracin el peefodo de entreguerras como un petfodo fan- «damental. La sociologialatinoamericana s tiene una infencia importante en és yrlatendencia ala diversidad yal eclectcismo se mantiene: se recurre a concepro Adependentsta de enclave, para estudiar el enclave bananero; hay influenca de a sociologia del desarrollo, dado que se plantes wn proceso lineal dividido por eta: as sin centrase en las disparidades regionals; hay influencia del estructralismo tepals y de la dicotomia expicativa centro-perfria, tanto como dela version de Agustin Cueva sobre el desarrollo del eapitalismo en América Latina y de los est dios de Kaplan y Velz sobre la formacin del Estada nacional en Centroamévia, Por lo tanto, la sociologia latinoamericana de segunda y tercere generacin, tanto como las interpretaciones de a historia latinoamericana que se fundamen tron en ésta, todavia tienen incidencia y son foco de reeuperacion y de reinter- pretaci6n en el marco del desarrollo de las ciencias sociales en a América Latina ‘ontemporinea y eso justifies la vevisin analfea que hicimos en ext aticulo, A iniciar la década de 1980 surgis un cambio de matiz importante, entre ‘otros, en la sociologialatinoamericana de vercera generacin a partir de la publi- «acim del bro de Osvaldo Sunkelttulado La dimension ambiental en oe exilos de desarrollo de América Latina (Sunkel, 1981). Con extapublicacion se introduce tuna nueva problemdtica, la relacin sociedad -natualeza, que permite una aproxi- maci6n a la construccin del ambiente y el anlisis de los procesos de ancropia- ‘idn, Con este aporte se rompe a vsién de una modemnidad en que la sociedad podia transformar la naturaleza sin preocuparse por las consecuencias negativas ‘gue este ideal de progreso lineal heredado del siglo xix, podria tener sobre la sostentabidad del proceso, aspecto descudado casi totalmente en las sociolopias latinoamericanas de primera y segunda generacién, y se desarolla un nuevo eje transversal: la coevolucién, Pero esta problemtica deber$ abordarse en un atict= Te futuro, 8 IDEOLOGIAS DE RAZA Y NACION EN AMERICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX Michiel Baud ITRODUCCION Una de las cuestionesesenciales de In historia de Ios silos xix y xx en América Latina atane a la relacion existente entre einicidad y politica, En esa etapa en [a que el término s«multiculeuraismo» atin no se habia inventado y los debates ‘estaban fuertemente influidos por las ideas racistas del siglo xi la posicién de las poblaciones indigenas y aftoamericanas era un tema continuo en los debates politicos inelectuales de la mayoria de los pases latinoamericanos; dehates que fenian su origen en el confuso perodo posterior a las guerras de independenci. {os estados-nacién que se erearon en los primeros decenios del siglo XX habian acabado Jegalmente con el dualismo colonial espafol que divdié a la sociedad en dos epiblicas, pero, en la pectica, no podian ni deseaban aceptar las eonsecuen as juuiicasy sociales de esa medida. La lucha por la independencia iba dirigida ‘tanto contra Espaia como contra as masas sde color (indis yesclavos). La des- ‘igualdad étnica (en términos contemporéneas, racial) ers la piedra angular de los repiblicas latinoamericanas en el siglo XIX. No obstante, serfaerrOneo suponer que las poblacionesindigenas y negras ran las desventiradas victimas de un estado crolla reprsivo y autortario. La Achildad de ls instituciones oficiales de las nuevas repiblica, la falta de medios financierosy los feudos intereltsasimpidieron, todos ellos, darante mucho tem- Po, que se hiciera un esfuerzo decidida para someter y asimila a las pobl turales. La historiografia reciente suele mostrar cémo las poblaciones ind mantavieron de diferentes modos parte de su autonomia cultural y politica ya menudo, consiguieron adaptarse con efectividad a ls circunstancias eambiantes. Por otto lado, las comunidades indias mantuvieron esferas cultarales, sociales y ‘econdmicas separadas, reprodiciendo, en cert manera, la idea colonial de srepi- bilicassseparadas. De esa forma, sguieron su propia tayeetoria histrica conforme uns logica politica que era diferente y, con frecuencia, diametralmente opiesta ala del Estado. Por otra parte y, a menudo, a mismo tiempo tataron de poner en préctica el sistema aprovechando las oportunidades ccondmicss sirviéndose de Ia legisacin e instando a los gobiernos a proteger su interés mediante demandes, pleitos y protests, 178 ichiet BavD, Los debates que tenfan lugar entre las pequefias elites politias, generalmente uurbanas,€ intetaban dar forma a sus recién creados estados-nacin se han de considetar en el contexto de esa situacin. Estos no sdlo eran conformados pot Tos intreses de las elites, sino que eran inducidos y fnalmente venian también ddeserminados por las actividades culeurals, sociales y politica de las respectivas Poblaciones. Ala ver, y en parte como consecuencia de ello, los debates politicos ¢ inelectuales de este perfodo reunieron numerosos erteros y teoras politcas diferentes que condjeran a proyectos politicasampliamentedivergentes. Elpresenteactculo no tratari de deserbir los pormenores de todos estos cam bios pals por pas, sino que su intencién es analizar el desarrollo hist6rico de las relaciones étnicas en la América Latina de los sigios xx y x8. Se hard esto prin- ipalmentesirviéndose de ejemplos de la regién andina, pero, de paso, se hard ‘comparaciones con la evolucin regstrada en otras zonas de América Latina, La finalidad del artculo es demostrar que la historia de las poblaciones indigenas Jatinoamericanas no puede comprenderse mis que como una consecuenci de Ia continua interaceién entre la poblaci6n indigena, los politicos eintlectuaes y el éstado local y nacional’. Esta interaecin se prodijo al principio en asentarmentos locales de la zonas rurale, pero adguieié un cardcter cada vee mis urbano ¥ na. clonal en ef eanscurso del siglo xX. Llevaba consigo una confrontacién cotidiana fen el terreno prictio de Ia politica y la economia, pero igualmente una pugna sobre las petcepciones, significadosy expectativas politica y morales. La vetnohis- toriae de América Latina tan s6lo puede arrjar resultados aprecables si se tiene fen ctenta esa permanente interactién prdctica y discutsiva eatre los diferentes sctores histéricos. IDEOLOGIAS CAMBIANTES DE IGUALDAD Y EXCLUSION EN AMERICA LATINA La historia politica ¢ intelectual de las repibicasIntinoamericanas viene deter minada por el contrase entre la jgualdad juidicay discursiva que después de la Independencia se otorg6 a la poblacign indigens (y mis tarde alos esclavos afc: Americanos) y a eontinuacin de las formas de designaldad econémica y politica y ‘de apartheid vcial que caracterizaban a las sociedades Itinoamericanas. Durance la mejor parte de los siglos xrx y x, los politicos y los intelectuales eratacon de entender exe exollo especiica de la formacién de los estadoslatinoamericanos (Thurnes, 1997) Por supuesto, los cérminos de ese debate variaron con el tiempo, Aebido, por una pare, a las cambiantes circunstanciasrepstradas a excalanacio. ral e internacional y, por otra, al compromiso politico activo contraido por los indies ‘Durante el siglo xx, ala pregunta «équé hacer con elindio?» se respondia con frecuencia en términos del lenguaje darwinista social y racalzado de Ia época, tunque, como veremos, sempre exstian visiones alternativas(Ieurozqui, 1992; Demelas, 1981). Desde finales del siglo x1x en adelante, el contexto cambiance de 1. Esuna exe iin generale de Alb, 1998, IDEOLOGIAS OF RAZA Y NACION EN AMERICA LATINA, 5. XIX ¥ Xx Ta fa urbanizacion y a expansin de la agriculturs orientada ala exportaci6n icie- ron girar el debate hacia euestiones de aimilacin y de integracién de las masas as en el proyecto de modernidad. Estos cambios expresaban por sf mismos [a temergencia de varios tipos de indigenimo en los que las elites blanca mestizas intentaban halla soluciones a la dif stnaién de los singelicesindios-, Aunque expresaban su simpatia por las poblacionesindigenas —a veces en términos rad ‘ales, estaban socialmente muy alejados de Ia prictica daria de los campesinos indios. Con frecuencia, sus proyectos slo conducian a una mayor inerferencia del estado republicano en las comunidades indigenas. Simulténeament, la inva sin de las irra indiasy la comprobacin de que el pacto de reciprocidad colonial entre el gobierno y dichas comunidades ya no era vlido provocaron wn descon- tento generalizado entre los pucblos indies y dievon lugar aun mayor nimero de levantamientos indigenas (Platt, 1982). Aunque la existencia de una poblacion ‘negra no jugaba un papel principal en el debate pablico, ts ideas indigenstsiban acompariadas a menudo de un debate similar sobte el papel de la poblacion negra (ex) esclava en varios paiss latinoamericanos. Pero el debate normalmente tenia tun tono menos benevolentey estaba sobre todo orientado hacia el control y la represin. En especial en Beail, donde la esclavitud tradicionalmente habia sido importante y no fue abolida hasta finales dl siglo x0, el control de la poblaciGn negra fue una cuestién politica de importancia Butler, 2000). En esas regiones apenas habia indicios de benevolencia para con la poblacién sfroamericana (ex) indcios que se consideraban eas exclusivamente como problemas sociales y culturales reveladores del fracaso del estado nacional Schvtarcz, 1993). Esta situacidn era menos acentuada en paises como Venezucla 0 Colombia, donde la tsclaviud fue abolida antes, peo también en esos paises eran raras las epiniones favorables al inelusin (Wright, 1990) En los primezos decenios del siglo Xx, volvi a cambiar el contexto del debate sobre la naci6n, Con a consolidacién dela hegemonia politica y econémica de los Estados Unidos en la regis, ctandieron con rapier las ideologaeantimperialstas en América Latina, En part, se manifestaban en una crecenteinfluenca de las ideas socalstas y antiimperalsas, que en su forma mis dramética levaton a la Revolucion Mexicana. Sin embargo, so pretexto de las ideologias universlistas imernacionales, se desarrollaron diferentes formas autéctonas de nacionalismo, ‘como puede verse en [a influencia dels ideas divergentes de José Marty José En rique Rodé, por mencionarsélo a dos de los mas amosos pensadores Iatinoamer: ‘anos de la época. Estas ideas antiimperialists propiciacon nuevas ideas naciona listas que aspiraban, cada vee ms, ala inclusion ideologies de todos los sectores de la poblaciéa. Con ello, se produjeron nuevas formas de intervencign exatl en ‘esferas como laeducacién yel desarrollo rural, crefndose a ver un nuevo interés por [a cultura popular indigens y afroamericana. Esta tendencia se coneolidd en ‘oino a 1930, cuando la crisis econdmica afadi6 un componente econémico a este nuevo nacionalismo ltinoamericano, El nacionalismo econémico quedaba lstra- do en la politica de la Industrializcién por Sustitucién de Imporaciones (15D, y 2, festa del pene nde: Kia 1997; Sl, 1997, Davie, 1970 Flares Ga tnd ist Lae 159 Encompass conde Mea, Th Baad 06 ve icwiee eave los diferentes tipos de proyectos politicos populisas fomentaron también nucras ideas sobre la rlacin entre los gobiernosy los pueblos indigenas. Mientras los fobiernos intentaban accerar la asimilacién de sus poblaciones indigenas y negras ~ ipor medios benévolosy represivos|—,surgié un nuevo indigeniamo mas radical ‘que reivindicaba la inclusién de las poblacionesindigenas en sus propios términos. [Al mismo tiempo, podemos ver una revaloracién del presente afroamericano en Brasil, conducente a unos movimientosideol6gicos que celebran las rafces africa nas y la democracia racial de manera similar a como se celebraba el pasado indi- ‘gena en el indgenismo. Tin Ia segunda mitad del siglo xx se regist6 otra teansformacién del debate sobre la raza y la etmicdad en América Latina. Los movimientos sociales y las ONG crearon el caldo de cultivo para unos movimientos consituides por repee- sentantes dela propia poblacién indigens. Esta tendencia cobré impulso con la

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