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LA BIOMASA LIGNOCELULÓSICA

es una matriz compuesta principalmente por esteres extraíbles, proteínas, carbohidratos,


celulosa, hemicelulosa, lignina y material mineral. Es un heteropolímero complejo y el
componente estructural de las plantas. Se encuentra en residuos agrícolas, industriales,
forestales, municipales, pastos de crecimiento rápido, material vegetal del mar, y biomasa
proveniente de zonas semiáridas. La energía almacenada en sus componentes, hacen de la
lignocelulosa un compuesto con un enorme potencial biotecnológico [4], La celulosa,
hemicelulosa y la lignina forman estructuras llamadas microfibrillas, organizadas en
macrofibras que regulan la estabilidad de la pared celular de las plantas. En la figura 1, se
representa la estructura general de la biomasa lignocelulósica [5].
VI. Obtención de etanol por vía bioquímica a partir de materiales
lignocelulósicos

La composición de los materiales lignocelulósicos, constituidos por celulosa (con zonas

cristalinas y amorfas), hemicelulosas y lignina, en una estructura compleja y difícil de

penetrar y atacar por agentes químicos, requieren de un pretratamiento para “romper” esa

estructura y facilitar los procesos posteriores (Galbe, 1993; Galbe, 1997; Macmillan, 1997).

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Teniendo en cuenta estas características, los procesos empleados para la obtención de

etanol, tienen que ajustarse de acuerdo a las características y propiedades de estos

componentes y requerir en general de varias etapas como pretratamiento, detoxificación y

otras (Bothast, 1999; Gardner, 1974). .

La celulosa y hemicelulosas, deben ser hidrolizadas a azúcares simples, para luego ser

fermentados a etanol (Cowling, 1975). La fermentación de la glucosa hidrolizada a partir de

la celulosa es un proceso establecido. Sin embargo, la fermentación de las pentosas

hidrolizadas de las hemicelulosas, es un proceso que presenta en la actualidad algunas

dificultades técnico económicas (Cowling, 1976; Thompson, 1983; Wilkie, 1979).

La lignina, es un polifenol y no puede ser fermentada a etanol, así como los extractivos y

otros componentes presentes (Kirk, 1977; Nimz, 1981; Wallace, 1989; Van Soest, 1982).

La lignina además produce un efecto inhibidor en los procesos fermentativos, por lo que

cualquier proceso viable de obtención de etanol a partir de biomasa lignocelulósica, tiene

que incluir la extracción de la lignina y su aprovechamiento en la obtención de productos

de valor y/o generación de energía (Adler, 1977).

Esta situación crea un problema adicional, ya que un proceso donde se produzcan varios

productos, requiere tener un mercado seguro para todos, a fin de evitar acumulaciones de

uno de ellos o crear un nuevo residual (Szczodrak, 1996).


La lignina es fuente de una gran cantidad de productos de gran valor agregado, así como

una posible fuente de energía que pudiera emplearse total o parcialmente en cubrir las

demandas energéticas de una planta productora de etanol a partir de biomasa (Triana,

1990).

La relación salida/entrada entre la energía liberada durante la combustión de etanol y la

energía necesaria para su producción a partir de residuos lignocelulósicos es de 6, un poco

menor que la del proceso con azúcares y mieles, pero muy superior a la de granos (Van

Zessen et al., 2003).

En la figura se muestra el proceso general de obtención de etanol a partir de biomasa

lignocelulósica por vía bioquímica (Zaldivar, 2001).

Figura 19. Etanol de biomasa lignocelulósica

VI. 1. Pretratamiento

La etapa distintiva de este proceso es el pretratamiento, que consiste en las operaciones de

recolección, transporte y manipulación, almacenamiento, molida o astillado y otras, para

reducir el tamaño de las partículas, lograr la apertura del material fibroso, convertirlo en

una suspensión que se pueda bombear y facilitar la posterior penetración de los agentes

químicos de hidrólisis (Muzzy, 1983).


Incluye también un tratamiento termoquímico, con el fin de lograr un ablandamiento de la

lignina y las hemicelulosas que facilite el posterior ataque de las enzimas o

microorganismos (Millet, 1975).

Casi todos los métodos de pretratamiento se basan en tecnologías empleadas en la segunda

mitad del siglo XX en la industria de celulosa y papel.

De acuerdo con Lynd (1996), un pretratamiento ideal, debe cumplir con los requisitos

siguientes:

• Producir fibras reactivas

• Separar las pentosas sin degradarlas

• No generar compuestos que inhiban la fermentación

• No requerir una reducción drástica del tamaño de partículas

• Empleo de reactores de tamaño razonable y costo moderado

• No generar residuales sólidos

• Proceso simple

• Efectivo a bajos contenidos de humedad

Para el pretratamiento se han propuesto y desarrollado diferentes métodos, los cuales se

relacionan en la Tabla 3
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Se reporta también, (US Pat. 6333181) un método para mejorar la etapa de degradación de

la lignocelulosa, en el proceso de obtención de etanol, mediante un tratamiento previo del

material con ultrasonido. Este tratamiento reduce las demandas de celulasa de un 33-50%,

las cuales constituyen el elemento de mayor costo en el proceso.

Sin embargo, ninguno de los métodos de pretratamiento propuestos se puede aplicar en

forma genérica a las diferentes materias primas (Claassen et al., 1999). Esto justifica la

realización de análisis detallados de estas tecnologías en cada caso particular. La síntesis de

procesos puede aportar las herramientas necesarias para descartar en forma preliminar las

opciones con menos perspectivas, teniendo en cuenta nuevos procedimientos, esquemas y

alternativas que se planteen en la etapa de diseño.

VI. 2. Hidrólisis

La hidrólisis se puede realizar catalizada por ácidos, bases, calor y con la ayuda de

microorganismos y tiene por objetivo convertir la masa viscosa obtenida en la etapa

anterior en una solución de azúcares en forma de oligómeros para después convertir los

azúcares oligoméricos en azúcares monoméricos, en general glucosa (C6) y xilosa (C5).

Los pretratamientos e hidrólisis ácidos son de los más empleados en los procesos

industriales y tienen la ventaja de que separan azúcares monoméricos de las hemicelulosas

y exponen a las fibras celulósicas a la acción hidrolítica posterior (Farone, 1996b). Tiene la
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desventaja de generar algunos compuestos inhibidores, por lo que se hace necesario un paso

de detoxificación (Farone, 1996a).

Las sustancias inhibidoras se originan como resultado de la hidrólisis de los diferentes

componentes, de los ácidos orgánicos esterificados de la hemicelulosa, y de los derivados

fenólicos solubilizados de la lignina. Así mismo, los inhibidores se forman a partir de

productos de degradación de los azúcares solubles y de la lignina (Lynd, 1996; Palmqvist y

Hahn-Hägerdal, 2000a, b). Por eso, y dependiendo del tipo de pretratamiento e hidrólisis

utilizados, es necesario llevar a cabo la detoxificación de las corrientes que van a ser

sometidas a fermentación.

En la Tabla 5 se resumen las principales características de los métodos de detoxificación

más empleados para la obtención de bioetanol con base en la información compilada para

hidrolizados de madera.
VI. 3. Fermentación

Se realiza con el objetivo de fermentar los azúcares monoméricos (glucosa (C6) y xilosa

(C5)) a etanol. Los tratamientos enzimáticos son los preferidos (Zaldivar J. y col. 2001).

Las opciones a utilizar son las siguientes:

•Hidrólisis y fermentación separadas (SHF). Tiene la ventaja de que cada operación

puede realizarse en condiciones óptimas de temperatura y pH, pero la acumulación de

glucosa como resultado de la hidrólisis, inhibe la actividad de la celulasa.

•Sacarificación y fermentación simultáneas (SSF), usando celulasas de fuentes

externas. En este caso, la glucosa obtenida es transformada rápidamente a etanol. Este

proceso tiene una mayor velocidad de hidrólisis y mayor rendimiento, necesita una carga

menor de enzima y reduce el riesgo de contaminación. Se necesita sin embargo un

compromiso entre la temperatura de operación y la velocidad total del proceso, ya que el

paso de hidrólisis es más lento que la fermentación. Una adaptación del proceso SSF, está

patentada y se conoce como el proceso Gula SSF (Gauss et al., 1976).

•Sacarificación y fermentación separadas, en la cual los microorganismos también

producen celulasa, llamado también como “Conversión microbiana directa”. Se emplea

clostridia anaeróbica, la cual crece a altas temperaturas produciendo enzimas celulolíticas

que hidrolizan el sustrato y los azúcares generados son convertidos inmediatamente en

etanol. Tiene las desventajas de un bajo rendimiento en etanol, provocado por la formación

de subproductos, la baja tolerancia del microorganismo al etanol y el limitado crecimiento


en los siropes hidrolizados.

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VI. 4. Destilación

En tres etapas: Obtención de etanol crudo (45%), Rectificación a 96% y Deshidratación a

99.9%.

VI. 5. Disposición de residuales

Consiste en una solución a los residuales sólidos, líquidos y gaseosos generados en el

proceso.

Este es un punto muy importante, ya que una de las fuerzas motrices del desarrollo de los

procesos de obtención de etanol a partir de biomasa lignocelulósica, es la preservación del

medio ambiente (Szczodrak y Fiedurek 1996). Los procesos de obtención de etanol a partir

de biomasa lignocelulósica, pueden generar grandes cantidades de desechos como los

siguientes:

•Productos químicos que es necesario recuperar o disponer

•Biomasa celular residual de la fermentación

•Agua residual del proceso

•Vinazas, el residual de la destilación. Se ha calculado que una planta de 100 millones de

litros de etanol al año, genera una contaminación semejante a una ciudad de 1,4 millones

de habitantes.

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