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La Guerra de Los Pasteles
La Guerra de Los Pasteles
La guerra de los pasteles fue el primer conflicto bélico entre México y Francia, y
formalmente tuvo lugar entre el 16 de abril de 1838 y el 9 de marzo de 1839.
La colonia francesa era próspera y bien vista cuando Francia reconoció en 1830 la
Independencia y en el momento en que se firmaron los acuerdos comerciales de
1831 y 1832, que otorgaron a la nación francesa y sus ciudadanos el tratamiento
de nación más favorecida.
Las rebeliones y asonadas ocurridas en las primeras décadas afectaron tanto a los
mexicanos y extranjeros, al igual que los préstamos forzosos que el gobierno
impuso a la población para salir de sus apuros económicos.
Al ver que México no cedía ante la presión, Francia envió en octubre veinte barcos
más bajo el mando del contraalmirante Charles Baudin y se reunió en Jalapa con
el ministro de relaciones interiores y exteriores de México don Luis G. Cuevas,
quien se negó a exceptuar a los franceses de préstamos forzosos y de ventajas
comerciales. Aceptó pagar la indemnización de seiscientos mil pesos en un plazo
de seis meses. Inconforme, Baudin amenazó con iniciar las hostilidades el 27 de
noviembre, lo cual realizaron 26 navíos con cuatro mil hombres, que atacaron San
Juan de Ulúacausando graves daños y gran numero de muertos.
Las tropas francesas atacaron varios puntos fuertes y cuando se retiraban, Santa
Anna, que había recibido refuerzos, intentó atacar en muelle al contra-almirante
Baudin, las cuales contraatacaron utilizando un cañón que mató al caballo de
Santa Anna destrozándole a éste la pierna izquierda, forzado el ejército nacional a
abandonar Veracruz, este hecho provocó en la capital descontento, culpándose al
presidente Bustamante de esos hechos.
Como presidente interino, Santa Anna se dio cuenta de que resultaba conveniente
llegar a un arreglo con Francia, ya que Baudin había levantado el bloqueo de los
puertos controlados por los federalistas.
Por otra parte, el ministro inglés Richard Pakenham intervino con el fin de evitar
daños al comercio británico, quien consiguió reunir a los representantes
mexicanos con el contraalmirante Baudin.