Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
“Desarrollo a Escala Humana, una opción para el futuro”. Manfred Max-Neef, et all. CEPAUR- Fundación
Dag tlaumzanskjold Santiago de Chile, 1996
cosas, las “Bellas Artes”, para la cual el desarrollo cultural consiste
en crear escenarios para los espectáculos artísticos , fortalecer o
ampliar la realización de este tipo de productos culturales, divulgar
las artes haciéndolas más fácil de entender para la mayoría o
ampliando su acceso al crear salas de concierto y conservatorios,
galerías de arte, festivales de poesía o espacios en los medios de
comunicación; o esa otra idea de cultura, la de promoción y
espectacularizaciòn de ciertos productos culturales de origen
popular e identitario pero que en este proceso, desconectados de la
vida cultural de los pueblos, se convierten en espectáculos para
turistas; estas ideas de cultura y las políticas culturales que las
acompañan, resultan empobrecedoras para la empresa cultural que
una sociedad como la nuestra debe asumir, cuando se han minado
los fundamentos de vida en común y de la vida misma, bajo la
pesadilla arrasadora de una racionalidad instrumental, sin
regulación ni contención .
La forma de organizarnos, de trabajar, de pelearnos, de amar y hasta
la de morir (los ritos funerarios, por ejemplo) conforman nuestra
cultura.
Hay dinámicas culturales, a veces contradictorias, siendo el campo
cultural un espacio de conflicto, donde se tratan de legitimar, de
volver válidas para todos, ciertos modos de vida, ciertas prácticas
culturales. De la armonía idílica en el concepto inicial de cultura
llegamos ahora al conflicto cultural: la sociedad no es un todo
homogéneo y la cultura es un campo de batalla por imponer lo que
somos o lo que creemos y queremos ser. En esta dimensión nuestra
sociedad se juega nada menos que la construcción de un futuro en
paz.
Esto contrasta con el hecho de que “La Cultura” en el nivel local a
menudo se reduce y confunde con la promoción de las artes y de los
espectáculos y aparece como un elemento disgregado y aleatorio de
los planes de desarrollo. Si nos pensamos como gestores
culturales y no simplemente como funcionarios, nosotros, los
integrantes de las instituciones dedicadas por su misión al desarrollo
cultural de la región, debemos conocer esa realidad cultural,
valiéndonos de las investigaciones existentes o promoviendo esta
labor y emprender acciones sistemáticas de inventario, convocatoria
y coordinación interinstitucional, gestando los planes de desarrollo
desde las demandas culturales y buscando la apropiación de la
gestión por parte de las comunidades.