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2011
La Evaluación Psicológica Forense
INTRODUCCION
6.- PERSONALIDAD
• TEMPERAMENTO
Disposición innata a reacciones particulares frente a los estímulos ambientales;
constitucionalmente dada y en gran medida determinada genéticamente.
Considera las respuestas emocionales, especialmente bajo estados emocionales
intensos, como determinantes cruciales de la organización de personalidad.
• CARÁCTER
Se refiere a la particular organización dinámica de los patrones conductuales de cada
individuo, que refleja el grado y nivel global de organización de estos patrones.
• PERSONALIDAD
Es la integración dinámica de todos los patrones conductuales derivados del
temperamento, el carácter y el superyó (sistema de valores y ética internalizados).
• PERSONALIDAD NORMAL
Se caracteriza por tener identidad del yo integrada y visión integrada de los otros.
Fortaleza yoica.
Superyó integrado.
Manejo apropiado y satisfactorio de los impulsos libidinales y agresivos.
• Una de las técnicas más populares es el Test de Rorschach, que se basa en la utilización de
manchas de tinta. En 1921, Hermann Rorschach experimentó con múltiples manchas que
mostraba a pacientes psiquiátricos con diversos cuadros, y que luego comparó con personas
normales, con retardo y artistas. Así se creó un primer sistema de clasificación.
• Desde la muerte prematura de Rorschach, distintos teóricos siguieron diversas líneas de
desarrollo del test:
- Klopfer: orientación fenomenológica
- Beck: orientación conductista, e interesado en la metodología científica
- Piotrowsky: orientación experimental
- Rapaport: orientación psicoanalítica
• Exner integró los distintos métodos basándose en datos empíricos y creando un sistema
ateórico y un lenguaje común a los distintos métodos anteriores.
• A pesar de las claras mejorías metodológicas que el sistema Exner ha producido en el
Rorschach, aún quedan por resolver varias interrogantes, sobre todo lo de considerar la
validez de la prueba dentro de la población chilena.
• La validez se refiere al grado en que un instrumento mide realmente la variable que se desea
medir.
• No se valida un instrumento de medición, sino el empleo que se hace del instrumento.
• La validez es una cuestión de grados (Hernández, Fernández & Baptista, 1991).
• VALIDEZ DE CONSTRUCTO
Es el grado en que puede afirmarse que un instrumento mide un constructo o rasgo
teórico. El constructo es algo que el científico compone con su imaginación, es una
variable abstracta y no concreta.
Para Hernández, Fernández y Baptista, la validez de constructo es la más importante
desde la perspectiva científica. Entre más elaborado y comprobado se encuentre el marco
teórico que apoya la hipótesis, la validación de constructo puede arrojar más luz sobre la
validez de un instrumento de medición.
La importancia de la validez de constructo es que los estudios han demostrado que las
técnicas proyectivas, en general, y el Test de Rorschach en particular, poseen buena
validez de constructo cuando se encuentran enmarcados desde una teoría sólida como es
la teoría psicoanalítica (Anastasi, 1998).
Paul Lerner propone una aproximación al Rorschach que, en contraste con la posición
ateórica de Exner, está impregnada de la teoría psicoanalítica moderna. Mientras que
Exner afirma que el Rorschach es un instrumento donde rara vez participa la proyección,
Lerner considera que se trata de un método fundamentalmente proyectivo que brinda
acceso al mundo interno del individuo.
• La psicopatía ha probado ser un constructo teórico sólido que trasciende los sesgos
culturales asociados con otros diagnósticos caracterológicos como el trastorno de
personalidad (definido de acuerdo al DSM-IV).
• La evaluación PCL-R debe ser considerada como parte de la evaluación psicológica.
• Debe ser integrado con otros instrumentos de evaluación u otros datos clínicos y debe ser
presentado como una hipótesis (un hallazgo clínico).
• En el diagnóstico PCL-R las características deben ilustrarse a través de conductas.
• Diagnosticar psicopatía no es lo mismo que diagnosticar un trastorno antisocial de la
personalidad (los rasgos psicopáticos son mucho más específicos que el diagnóstico de
TPAS).
• El PCL-R sólo debe ser utilizado en poblaciones forenses ó, en personas en prisión donde
está plenamente validado.
• Un diagnóstico forense debe integrar los distintos resultados de los tests con la información
biográfica relevante y la observación clínica.
• La tarea más difícil es integrar los hallazgos de los diferentes procedimientos de evaluación
en un cuadro clínico teóricamente consistente y empíricamente acucioso del paciente. En
cuanto al encuadre forense y el diagnóstico de psicopatía, estos hallazgos además deben
soportar los rigores del cross-examination (contra interrogatorio).
• Los resultados de los tests proveen referencias actuales y objetivas para apoyar las hipótesis
clínicas. Nunca, sin embargo, podemos subestimar la importancia principal de la historia y la
entrevista clínica.
• En las evaluaciones forenses la pregunta psicolegal específica debe estar clara para el
examinador antes de comenzar a trabajar en el caso.
• El PCL-R está basado en la observación del individuo y su historia, el Rorschach mide
estructura de personalidad y dinamismos, el MMPI mide el auto-reporte deliberado de
psicopatología y sus distorsiones
• Tomados juntos, estos instrumentos proveen información discriminativa y convergente.
13.- EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA
• Para lo anterior, es fundamental medir con exactitud las capacidades cognitivas de un sujeto
(psicometría).
• Casos típicos donde suelen requerirse este tipo de mediciones:
Cualquier persona sobre los 70 años que esté siendo procesada
Interdicciones
Giro doloso de cheques en personas mayores
Testamentos
Agresores sexuales en quien se sospeche demencia o retardo mental
Víctimas de abuso sexual con retardo mental
• Evaluaciones intelectuales: Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos (WAIS) y niños
(WISC)
• Evaluaciones de deterioro psicoorgánico: Evaluación Neuropsicológica Breve, Test de
Bender-Vip, SKT.
• Desafíos: Luria-Nebraska, Stroop, Wisconsin.
• Paso de la psicología clínica en el ámbito forense a la psicología forense con bases clínicas.
• Adaptación de nuevos métodos de evaluación (PCL-R).
• Cuestionamiento de los procedimientos utilizados hasta ahora.
• Creación de normas y estándares de calidad nacionales.
• Creación de la especialidad a nivel universitario.
• Creación de un sistema de acreditación.
• Entrenamiento para testificar frente a la corte.
• Creación de normas éticas.
1. ORIGENES DE LA CRIMINOLOGIA.
Muchos años después de los filósofos clásicos, Santo Tomás Moro, en el siglo XV, afirma
que el crimen responde a la interacción de muchos factores: guerras, falta de educación,
ambiente social, ocio, pero destaca el factor socioeconómico. La desigual distribución de la
riqueza (recordar que estamos en Inglaterra bajo el reinado de Enrique VIII) especialmente entre
los agricultores, la pobreza y el encarecimiento de la vida para los más ricos son determinantes
en la incidencia de delitos, especialmente robos. Estas afirmaciones se desprenden del
“pensamiento utópico” de Moro, reflejado en su obra novelada “Utopía”, cuyo argumento gira en
torno a los habitantes de una isla que han logrado poner en práctica una república ideal dónde la
justicia, la seguridad y las libertades, son una realidad. Esta obra es, a grandes rasgos, la
descripción de una utopía política, capaz de contestar a las limitaciones y carencias de los
sistemas absolutistas que imperaban basados en un reparto injusto de privilegios, a las
poblaciones de la Europa medieval.
Destacan durante este período los aportes de Cesare Beccaria, quien, a partir de la idea
de “contrato social” fundamente una política de prevención del delito y su teoría utilitarista del
castigo, en su concepción ejemplarizadora y preventiva y Rosseau, quien formula la tesis que el
hombre es “naturalmente bueno” y la sociedad lo corrompe. El crimen, a su juicio, surge del
contrato social, convenio mediante el cual los hombres pasan del “estado natural” a una
convivencia reglamentada organizada en forma de Estado (derecho positivo).
En España, Manuel de Lardizábal, conocido como el Beccaria español, es el mejor exponente
del “Cristianismo Ilustrado” ya que trató de conciliar el racionalismo utilitario propio del siglo de
las luces, con el componente ético y correccional de la tradición española. Su obra gira
principalmente en torno a las sanciones y como deben ser aplicadas, exigiendo mayor
racionalidad para un sistema penal “escrito más con espada y sangre, que con pluma y tinta”.
2. CESARE LOMBROSO.
Nació en Verona, Italia, el 6 de noviembre de 1835, hijo de padres judío con buena
posición social y económica, tuvo una infancia fácil y llena de gratificaciones. A los 15 años
escribió sus primeras dos monografías: “La Historia de la República Romana” y un ensayo sobre
la Agricultura de Roma Antigua. Estudió medicina y realizó su tesis doctoral con el nombre de
“Estudio sobre Cretinismo en Lombardía”. En 1858, va al Hospital de Santa Eufemia en Pavia, y
obtiene permiso para practicar, fundando más tarde una sección de enfermos mentales.
En 1859 Italia entra en guerra y Lombroso se incorpora al ejército como médico. En 1863 regresa
al hospital de Pavia y se le concede dictar clases como "privato docente": por primera vez
imparte lecciones de Psiquiatría presentando enfermos mentales en clase. En ese mismo año
escribe: “Medicina Legal para Enajenados Mentales".
3. CRIMINOLOGIA EN HISPANOAMERICA.
Otros países que no quedan al margen de este desarrollo son Bolivia, con la publicación,
en 1901, de la obra de Bautista Saavedra, "Compendio de Criminología" y México, donde Julio
Guerrero publica su obra "Génesis del Crimen en México" (1901).
Desde finales de la II Guerra Mundial, se asiste a una gran expansión de los postulados
de la Criminología Crítica por Hispanoamérica (en paralelo la teología de la liberación), como
frente contra la injusticia social en la que vive el continente.
Autores de este período se pueden citar al brasileño Roberto Lyra Filho "Criminología"
(1964); al venezolano Elio Gómez Grillo "Introducción a la Criminología" (1966); al colombiano
Alfonso Reyes Echandía "Criminología" (1968) o al mexicano Luis Rodríguez Manzanera
"Criminología" (1982). Pero sin olvidar a los argentinos Osvaldo N. Tieghi y a Eugenio Raúl
Zaffaroni, uno de los autores más críticos contra el sistema.
1. DEFINICIÓN.
- "La Criminología es una ciencia que se ocupa de los considerados hechos, conductas y
fenómenos criminales y de aquellos otros claramente proclives a serlos o dejar de serlos,
cualquiera que sea su génesis, en orden a la aclaración de su naturaleza, la
interpretación de los mismos y a su posible tratamiento”. Juan Sarmiento de Marín y de
León.
- "La Criminología es la ciencia que estudia los "elementos reales del delito". Entiende por
elementos reales el comportamiento psicofísico de un hombre y sus efectos en el mundo
exterior”. E. Seeling.
- "La Criminología es la ciencia que estudia la delincuencia, para investigar sus causas,
su génesis, su proceso y sus consecuencias”. G. Stefani y G. Levasseur.
No obstante las dudas, se puede asumir de que si se trata de una ciencia autónoma: a
pesar de que la Criminología se nutre de otras ciencias para alcanzar la realidad criminal, tiene
como se decía antes los requisitos para ello
La reforma clásica tuvo sus inicios en la última mitad del siglo XVIII en Inglaterra e Italia y
se extendió a Europa Occidental y posteriormente a Estados Unidos. Teniendo en cuenta que lo
mas importante es que la Escuela Clásica no existió como tal desde el punto de vista histórico,
sino que su denominación se debe a ENRICO FERRI, que comenzó a llamarle clásicos a los
juristas prepositivistas y posteriores a BECCARIA. Ellos configuran un grupo bastante inconexo y
heterogéneo de autores que asumieron el legado liberal, racionalista, humanitario y reformador
de la Ilustración, especialmente su orientación naturalista.
El profesor de Bolonia, Ginebra y París PELLEGRINO ROSSI (1787 - 1848), quien fuera
asesinado en Italia por su pensamiento político de tipo liberal, fue el que escribió el primer gran
clásico reconocido por todos. ROSSI consideraba que existía un orden moral que todos los seres
libres e inteligentes debíamos de seguir, pensando así que estos órdenes debían aplicarse en la
sociedad, puesto que todos los individuos estamos hechos para vivir en sociedad. De esta forma
surge un orden obligatorio para toda una sociedad del cual se derivan todos los derechos y
obligaciones de los individuos que la componen.
Según CARRARA delito es " la infracción de la ley del estado, promulgada para proteger
la seguridad de los ciudadanos, resultante de un acto externo del hombre, positivo o negativo,
moralmente imputable o políticamente engañoso" .
FERRI afirma que " la escuela positiva consiste en lo siguiente: estudiar al delito, primero
en su génesis natural, y después en sus efectos jurídicos, para adaptar jurídicamente a las varias
causas que lo producen los diversos remedios, que por consiguientes serán eficaces”.
Debido a los excesos de la Escuela Clásica, nace la Escuela Positiva como una reacción
al abuso de la dogmática, al olvido del hombre delincuente a sus creencias de haber de haber
agotado la problemática jurídico-penal, resolviendo el problema de los castigos y las condenas.
Según FERRI, “La ciencia de los delitos y de las penas era una exposición doctrinal de
silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de la fantasía lógica; nuestra escuela ha hecho de
ello una ciencia de observación positiva, que, fundándose en la antropología, la psicología y la
estadística criminal, y así de como el derecho penal y los estudios penitenciarios, llega ha ser la
ciencia sintética que yo mismo la llamo Sociología Criminal, y así esta ciencia, aplicando el
método positivo al estudio del delito, del delincuente y del medio, no hace otra cosa que llevar a
la ciencia criminal clásica el soplo vivificador de las ultimas e irrefutables conquistas hechas por
la ciencia del hombre y de la sociedad, renovada por las doctrinas evolucionistas ".
La teoría lombrosiana se identifica fuertemente con la idea del atavismo, donde el criminal
sería un individuo ancestral y degenerado que exhibe estigmas físicos y mentales propios del
hombre primitivo para quien el delito es una conducta natural. Demás está decir que este
pensamiento necesariamente estuvo influenciado por el pensamiento darvinista de la época. Las
principales características de esta subespecie humana serían la frente estrecha, y baja, gran
desarrollo de los arcos superciliares, asimetrías craneales, gran desarrollo de los pómulos, orejas
pequeñas, altas y en asa, hirsutismo, tubérculo de Darwin (pequeña prominencia cartilaginosa en
el borde anterior del hélix, cartílago exterior de la oreja en el punto donde inicia su curvatura
hacia delante) entre otras. Además de estos estigmas físicos, también presentarían diversas
taras mentales como analgesia, superioridad de la sensibilidad visual sobre la auditiva, agilidad,
mayor robustez en los miembros izquierdos, “zudería”, cinismo, vanidad, insensibilidad crueldad,
ociosidad, tendencia al juego y las orgías, tatuajes y uso de argot.
1
Elefantino, con características conductuales y físicas de elefante
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La Evaluación Psicológica Forense
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
1.- DEFINICIONES
2.- CLASIFICACIÓN
• IDENTIDAD DEL YO: concepto integrado de sí mismo a través del tiempo, y de personas
importantes o significativas.
• JUICIO DE REALIDAD: es diferenciar el yo del no yo, y el origen de los estímulos, y
mantener criterios de realidad socialmente aceptados
• MECANISMOS DE DEFENSA: de mayor a menor nivel adaptativo, son la represión,
intelectualización, racionalización, escisión, identificación proyectiva, idealización primitiva,
omnipotencia, devaluación, etc.
ANATÓMICOS CONDUCTUALES
o Mandíbula grande y protruida Hiperactividad
o Orejas alargadas Irritabilidad
o Frente despejada Impulsividad
o Zurdos Ausencia de altruismo
o Físicamente robustos
o Desarrollo sexual precoz
o Insensibilidad táctil
o Agilidad muscular
Obstinación
Malevolencia
Desobediencia
Irascibilidad
Mentira
Negligencia
Violencia
Intrigas
Tendencia a los excesos, excitación y pasión
• EMIL KRAEPELIN
2ª EDICIÓN (1887): habla de la “Locura Moral” como un defecto para contener la
gratificación imprudente de deseos egoístas inmediatos.
5ª EDICIÓN (1896): habla de “Estados Psicopáticos” como trastornos constitucionales
que se manifiestan como personalidades mórbidas.
6ª EDICIÓN (1899): habla de los estados psicopáticos como una de las formas de
degeneración de otros síndromes (obsesiones, impulsos, perversiones).
7ª EDICIÓN (1903): habla de “Personalidades Psicopáticas” como formas mórbidas del
desarrollo de la personalidad, degenerativas y crónicas.
1905: describe 4 tipos de ellas: - los timadores y mentirosos patológicos
- los criminales por impulso
- los criminales profesionales
- los vagabundos mórbidos
8ª EDICIÓN (1909 – 1915): define los psicópatas con disposición mórbida (obsesivos,
impulsivos y perversos sexuales) y los psicópatas con peculiaridades en su personalidad.
Describe 7 clases:
- excitables
- inestables
- impulsivos
- excéntricos
- mentirosos y timadores
- antisociales
- pendencieros
• PATRIDGE (1930)
Diferencia ante la conducta criminal a las personalidades psicopáticas y las sociopatías.
• KARPMAN (1941)
Habla de psicopatía idiopática o verdadera (carecen de sentimiento de culpa, son
insensibles a los sentimientos ajenos, son amenazantes y agresivos, y sin una historia
psicológica facilitadora) y sintomática (en que las acciones surgen de conflictos
psicológicos no resueltos).
CRITERIOS CLÍNICOS:
1. encanto e inteligencia
2. ausencia de alucinaciones o trastorno del pensamiento
3. ausencia de nerviosismo o manifestaciones neuróticas
4. indigno de confianza
5. mentiras e insinceridad
6. ausencia de sentimientos de culpa y vergüenza
7. conducta antisocial sin remordimiento
8. incapacidad de aprender de la experiencia
9. egocentrismo patológico e incapacidad de amar
10. pobreza de reacciones afectivas primordiales
11. ausencia de intuición
12. irresponsabilidad en las relaciones interpersonales
13. omnipotencia frente al consumo de alcohol
14. amenazas suicidas manipulatorias
15. promiscuidad sexual
16. incapacidad para seguir un plan de vida
• FENICHEL (1945)
Impulsividad antisocial y compulsiones neuróticas
Fracaso del super yo en contener impulsos del ello
• FRIELANDER (1945)
Carácter bajo el dominio del principio del placer
• EISSLER (1949)
Conducta antisocial que restaura sentimientos de omnipotencia dañados en la infancia
• B.BURSTEIN (1972)
Necesidad de autoafirmación (conducta despectiva)
Patrón manipulador
Incapacidad de aprender de la experiencia negativa
Gran agudeza y capacidad de evaluar situaciones sociales
La conducta nos desconcierta por desconocer el propósito encubierto
RELACIONES OBJETALES
- Envidia
- Devaluación de los demás
- Comportamiento explotador
• CLONINGER (1987)
CARACTERÍSTICAS NEUROBIOLÓGICAS SUBYACENTES
- Alta búsqueda de novedad
- Baja evitación del daño
- Baja dependencia de la recompensa
EN SEGUNDO ORDEN
- Conducta impulsivo – agresiva
- Oposicionismo
- Oportunismo
Actúan antes de reflexionar por lo que la internalización de los controles sociales es más
problemática.
6.- EPIDEMIOLOGÍA
• 3% hombres
• 1% mujeres
• más frecuente en zonas urbanas
• residentes nómadas
• hombres con familias amplias
• el cuadro aparece antes de los 15 años de edad
• 75% de prevalencia en población penal
• riesgo familiar 5 : 1 en familiares de primer grado
7.- DIAGNÓSTICO
• conducta ilegal
• abuso de sustancias
• objetivar nivel SE, recursos culturales, sexo
• excluir EQZ, RM y Manía
• Es un trastorno crónico
• Tiene su expresión máxima en la adolescencia tardía y adultez temprana
• Presenta una tendencia a remitir con la edad
• Frecuentemente se asocia a somatizaciones, trastornos Afectivos y abuso de sustancias
10.- TRATAMIENTO
• PSICOTERAPIA
Grupos de autoayuda
Terapia individual (con clara definición de límites, pues es una difícil posición para el
terapeuta)
• FARMACOTERAPIA
Tratar síntomas comunes (angustia, depresión, irritabilidad)
Tratar síntomas específicos (abuso de sustancias, SDAH)
Mejorar el control de los impulsos (con anticonvulsivantes estabilizadores del ánimo)
(*)
Resumen extraído de los libros “Trastornos Graves de la Personalidad” y “Personalidad y
Psicopatología”.
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La Evaluación Psicológica Forense
El modelo que a continuación se presenta pertenece al Dr. Otto Kernberg; ofrece múltiples
ventajas comparativas con otros modelos de análisis de la personalidad, entre las que destaco:
Identidad del Yo: imagen de sí mismo (cómo se describe en las diferentes etapas del
desarrollo, cómo se siente ser él, etc.), imagen de los otros significativos (figuras parentales,
hermanos, pareja, hijos, sociedad en la que vive, etc.), y los principios y valores a los que
adscribe (no lo que le enseñaron, sino aquello en lo que cree profundamente, la imagen ideal
de sí mismo y de los demás, etc.). Debe evaluarse la estabilidad/inestabilidad,
fortaleza/debilidad de estos elementos en la estructura yoica, el grado de integración de los
elementos positivos y negativos de cada característica y la correspondencia entre unas y
otras.
El Control Voluntario de los Impulsos es un asunto que debe analizarse aparte, ya que en
él participan significativamente factores genéticos y constitucionales. Impulsividad se define
como la dificultad para resistir un impulso, una motivación o una tentación de llevar a cabo un
acto perjudicial para la persona o para los demás (agresividad, violencia, juegos
desadaptados, robos, incendios, atracones de comida, drogas, etc.). El paso del impulso al
acto ocurre sin mediar procesos reflexivos.
El Juicio de Realidad ya fue revisado en el capítulo de psicosis; cuando está alterado, sirve
como criterio de exclusión de los trastornos de personalidad.
PSICOPATÍA
Este es un tema que preocupa desde la antigüedad porque siempre hubo personalidades
anormales como parte de la población. Personas cuyo tipo de conducta llamaba fuertemente la
atención y a las que no se las podían calificar de locos ni de cuerdos, estaban en un campo
intermedio. Son individuos que se separan conductualmente del grueso de la población.
PINEL
Philippe Pinel (1745-1826) en 1801 publica su Traité médico philosófique sur l’aliénation
mentale y habla de personas que tienen todas las características de la manía pero que carecen
del delirio (Pinel llamaba manía a los estados de furor persistentes y psicosis florida, distinto del
concepto actual de manía(9). Decía "me admiré de ver muchos locos que en ningún tiempo
presentaban lesión alguna del entendimiento, y que estaban dominados de una especie de
instinto de furor, como si únicamente estuvieran dañadas sus facultades instintivas. La falta de
educación o una educación mal dirigida o bien un natural perverso e indómito, puede ser la causa
de esta especie de enajenación" (6).
PRICHARD
Tanto Pinel como Prichard luchaban contra la idea, imperante en esos tiempos, del
filósofo Locke quien decía que no podía haber manía (furor, psicosis) sin delirio (es decir sin
compromiso del intelecto). Por lo tanto los jueces no declaraban insano a ninguna persona que
no tuviera un compromiso intelectual manifiesto (delirio). Pinel y Prichard trataban de imponer el
concepto de que existían insanias sin compromiso intelectual, y sí afectivo y volitivo. Es decir que
las funciones mentales (intelecto, afectividad, voluntad) se podían enfermar independientemente.
En 1835 James Cowles Prichard (1786-1861) en su obra Treatise on insanity and other disorders
affecting the mind es el que habla de "Moral insanity". El historiador G. Berrios(9) discute la
conceptualización de la insania moral como equivalente a nuestro concepto de psicopatía. Según
este autor Prichard crea el término para referirse a trastornos del comportamiento cuya insania
característica común era la ausencia de delirio. Y lo hace con una finalidad forense, para poder
ubicar dentro de las insanias a enfermedades como la maníaco depresiva sin características
psicóticas. Así describe como insanias morales típicas a casos "donde la tendencia hacia la
melancolía y la pena es el rasgo característico. El individuo rodeado de todas las comodidades
de la existencia, se trasforma en triste y abatido, sin esperanzas. Este estado de tristeza y
melancolía da paso a un período de condición opuesta de excitación preternatural. En esta forma
de desarreglo moral la mente genera una necesidad de autodominio con continua excitación, una
inusual expresión de sentimientos fuertes. Así, una mujer modesta y discreta se trasforma en
violenta y abrupta en sus maneras, locuaz, impetuosa y gritona". Queda claro que Prichard no
está hablando de una personalidad psicopática.
ese puesto? Mientras tu hermano ha obtenido una gran victoria aquí, tu permaneces ahí (en
Mari), recostado entre mujeres. En lo que a ti se refiere ¿cuánto tiempo tendremos que seguir
guiándote? ¿Cuánto tiempo serás incapaz de administrar tu propia casa? ¿Acaso no ves que tu
hermano manda ejércitos extensos?"(14)
MOREL
(3)
"se da el nombre de constitución psicopática a un desequilibrio psíquico degenerativo, congénito, de grado leve,
pero que da un tinte anormal a la personalidad. Estas constituciones son formas especiales de la personalidad psíquica,
con predominio de tendencias ya anormales por su dirección y su grado” Torrealba G., 2008. Así se han
individualizados las constituciones asténica, emotiva, esquizoide, paranoide, perversa, ciclotímica, y mitomaníaca.
En la constitución perversa las anomalías son casi exclusiva de los instintos, lo que hace a los sujetos
antisociales y peligrosos. Son, según Regis: amorales, inafectivos, inadaptados e impulsivos. Con respecto a las
perversiones instintivas Dupré las agrupaba por el tipo de instinto involucrado. Así los trastornos del instinto de
conservación incluían: suicidio, suicidio ampliado, prodigalidad, avaricia, toxicomanía, etcétera; los del instinto de
reproducción: satiriasis, homosexualidad, prostitución, parafilias, etcétera; los del instinto de sociabilidad: crueldad,
egoísmo, amoralidad, criminalidad, destructividad, inadaptabilidad, etcétera.
La constitución mitomaníaca según Dupré es la tendencia patológica más o menos voluntaria y consciente a la
mentira y a la creación de fábulas, por el sólo placer de mentir. Tiene tres formas: vanidosa (deseo de llamar la
atención, autoacusación, invención, fanfarronería, simulación de lesiones y atentados al pudor); maligna (maliciosa,
mistificación, calumnia); perversa (estafadores, acusaciones, difamaciones públicas).
Para Cesar Lombroso existía una psicología del delincuente que incluía estos rasgos: insensibilidad moral, falta
de compasión, desprecio por la vida ajena y la propia, inestabilidad y exceso en los afectos, vanidad, crueldad,
voluptuosidad, pereza, toxicomanía, imprevisión, cinismo, mentiras...(2).
Sobre el concepto de antisocial, o bien como lo denominaba Schneider "personalidad desalmada", anotamos la
descripción hecha por el profesor Antonio Bruno en su tesis del año 1958 (1), que siguiendo el criterio de Regis,
resume en cinco términos la sintomatología de este cuadro. Y ellos son:
1. Inafectividad. Desde niño se observa un desapego y el carácter disimulado. No manifiesta inclinación por
nadie, pero no es indiferente al afecto que se le brinda. No comprende los afectos y la frialdad emocional es
su signo.
2. Amoralidad. Son insensibles moralmente. Falta el juicio moral y la noción de ética. Algunos autores como
Lombroso dicen que estas personas también tiene hipoalgesia (mucha tolerancia al dolor físico)
3. Impulsividad.
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La Evaluación Psicológica Forense
4. Inadaptabilidad. Son crueles. Hay una tendencia a lo delictivo y a no respetar las jerarquías. Se molestan con
las autoridades. No respetan los reglamentos escolares. No respetan la jerarquía en los trabajos.
5. Incorregibilidad. Son incorregibles porque son insensibles al castigo o al premio(5).
CLECKLEY DSM IV
marcado éxito inicial, la tasa de reincidencia en actos antisociales, una vez egresados de estas
instituciones, al cabo de unos años, fue semejante.
La tercera escuela es la psicoanalista, que habla de perversiones sólo en relación con la
sexualidad. Cuando el trastorno implica otras pulsiones, Freud habla de libidinización de dicha
pulsión, que ha sido "pervertida" por la sexualidad. La perversión adulta aparece como la
persistencia o reaparición de un componente parcial de la sexualidad. La perversión sería una
regresión a una fijación anterior de la libido. Recordemos que para Freud el paso a la plena
organización genital supone:
a) la superación del complejo de Edipo,
b) la asunción del complejo de castración y
c) la aceptación de la prohibición del incesto.
Así la perversión llamada fetichismo va ligada a la renegación de la castración. La
perversión sería el negativo de la Neurosis, que hace de la perversión la manifestación en bruto,
no reprimida, de la sexualidad infantil (8).
LA POSTURA DE SCHNEIDER
Hay dos formas de valorar la normalidad, según el criterio estadístico (la frecuencia de un
item en la población) y según el criterio normativo (es normal lo que se ajusta a un modelo ideal,
una persona debe ser comprensiva, cariñosa, honesta, etcétera). Considerando los parámetros y
la norma puedo decir que si el individuo A cumple la mayoría de estas normativas es "normal", y
si no, no lo es. Schneider dijo que eso era tan subjetivo y tan poco fiable para hacer un trabajo
serio, que él decidió no fijarse en lo que debería ser una persona, sino en lo que es.
Siguiendo a Darwin se podría especular sobre un por qué del psicópata. Tal vez estas
personas sean un reaseguro de la especie, del grupo. Ante una emergencia alguien debe
responder con características no habituales para hacer frente a la situación totalmente anómala,
imprevista o extraña. Así, en un caso de guerra, aquel que es tildado de desalmado, cruel e
insensible es el héroe. Es aquel que va al frente, que asume riesgos que el grueso no, se
arriesga, y lleva adelante acciones.
Ser psicópata en general, no quiere decir ser mala persona, sino ser distinto. El antisocial
es otra cosa, pero el psicópata desde el punto de vista de Schneider, es el que sufre o hace sufrir
y nada más, nadie dice que sea un delincuente o un mal tipo. El mismo Schneider trata de
sacarle el disvalor social que lleva impreso el término psicópata.
Existen psicópatas que a su vez son antisociales, pero no necesariamente deben ser
antisociales todos los psicópatas. Especialmente en este caso los psicópatas depresivos suelen
tener un excelente desempeño en el área del trabajo, son meticulosos, muy responsables,
cuidadosos, puntuales y, por supuesto, rígidos. Ellos toman el trabajo como lo único que los
entretiene y que los hace sentir útiles. Se quejan siempre, pero jamás faltan al trabajo y son muy
responsables, son socialmente útiles. Siempre protestando, rumiando amarguras y cada cosa
negativa que ocurre, él confirma su tesis inicial "esta es una vida de mierda".
¿Dónde está la utilidad clínica de este concepto? Estos psicópatas melancoloides también
pueden tener fases depresivas al igual que el "normal". ¿Qué pasa cuando un "normal" entra en
una fase depresiva? La persona está dentro de su rango de humor, tiene la fase depresiva y con
nuestros esfuerzos y, por supuesto, gracias a la naturaleza, después de 6-8 meses se
reincorpora a su rango de humor anterior a la fase. Entonces se dice que tiene una restitución ad
integrum. La experiencia indica que esto no es tan así, pero lo discutiremos en otro artículo.
¿Qué pasa con el psicópata melancoloide cuando tiene una fase depresiva?. El psicópata
depresivo parte de su estado de humor, hace la fase y nosotros lo vemos cuando está muy
depresivo, que es cuando lo traen los familiares o viene él; tiene las mismas características que
cualquier otra depresión mayor (angustia, ideas suicidas, etcétera).
¿Qué ocurre? Si nosotros desconocemos las características de esta personalidad, cuando
vuelva a su rango de humor, para nosotros todavía está deprimido, porque sigue pesimista,
anhedónico, quejoso, sin finalidad, aburrido. Para nosotros este hombre no salió de la fase, sigue
depresivo, mejoró algunas características de la depresión (suicidio, etcétera), pero continúa
depresivo. ¿Por qué? Porque siempre vamos a tender a llevarlo al rango de "humor normal",
cosa que no va a ocurrir jamás. Entonces uno debe trabajar con estos psicópatas depresivos
teniendo en cuenta que lo melancoloide es su manera de ser. ¿Cómo sabemos eso? ¿Cómo lo
captamos? A través de los familiares. En una buena anamnesis los familiares dicen "mire doctor,
él siempre fue así"; es una manera de ser.
Para evitar la frustración que representa intentar llevarlo vanamente al rango de humor
normal, deben tener en cuenta estos conceptos: recuperarse en la mayoría de las enfermedades
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psiquiátricas es, simplemente, llegar al nivel de rendimiento estándar del individuo anterior al
episodio, a eso tenemos que apuntar, no al rendimiento idealizado al que debería llegar cualquier
ser humano, de acuerdo a nuestro criterio de lo que es estar bien. Es simplemente recuperar el
estado de salud anterior y, en el caso de este psicópata, es seguir siendo un melancoloide.
Encanto superficial
No todos los psicópatas son encantadores, los hay anodinos, amargados, hoscos y
algunos francamente repulsivos, otros inspiran temor. El grupo de los que utilizan el encanto
corresponde más a los explotadores (estafadores, vividores, parásitos) que lo usan como un
medio de captación.
Algunos autores dicen que hay menor demostración de ansiedad y gran tolerancia a la
angustia en ciertas situaciones penosas para el grueso de la población. Pero (aclaran), funcionan
a veces como ollas a presión, toleran una gran cantidad de angustia y después por hechos
banales, fuera ya de la circunstancia de crisis, la descargan impulsivamente. A veces el
psicópata, en situaciones extremas, conserva la calma, toma decisiones, acciona, se ajusta a las
circunstancias y puede salir bien. Contaba una vez un profesor, por ejemplo, (hablando sobre las
personalidades de acción) que un comisario entra a su departamento y se encuentra con un
delincuente que le apunta con un arma. El policía, sin perder la calma, lo mira fijamente, lo
paraliza, saca el revólver y le pega un tiro. Eran dos personalidades de acción (según el criterio
de D. Liberman), pero una era más fuerte que la otra. Simplemente se limitó a mirarlo, luego lo
mató
Esto significa que no hay un compromiso afectivo, no hay una resonancia afectiva con
algunas parejas. Esto no quiere decir que el psicópata sea técnicamente un mal amante. Es más,
muchos psicópatas son excelentes amantes desde el punto de vista técnico y utilizan esa
habilidad para manejar a su pareja. El psicópata es aquel que puede copular con una anciana, de
esas que uno mira y dice "no, con esa viejecita yo jamás, ni por un millón de dólares", y sin
embargo el psicópata es capaz de ejercer su técnica con cualquiera. Un paciente joven, me decía
"me fui a Brasil y como no tenía plata para estar allá, iba a una calle muy conocida en Río de
Janeiro donde paraban los taxi boys, me relacionaba con los homosexuales y les cobraba por el
servicio". Al preguntarle si no se sentía menoscabado en su sexualidad, por comercializar con
homosexuales, él contestaba tranquilamente que ése era el instrumento y la forma que tenía para
seguir en Brasil. A eso se refiere lo que dice vida sexual impersonal. Pueden ser grandes actores
en el terreno afectivo y sexual. Por eso muchas mujeres caen en manos de sujetos que las usan
económicamente (y para muchas mujeres psicópatas ese es su medio de subsistir).
Razonamiento insuficiente
Es necesario aclarar algo, por un lado decimos que son inteligentes y por otro lado que
tienen razonamientos insuficientes. Muchas palabras me va a ahorrar el caso del emperador del
Norte, con su pavada de andar en el Salón Oval haciendo razonamientos insuficientes. Es muy
simpático, muy agradable, muy inteligente, pero a veces tiene estos razonamientos insuficientes.
Creo que es mejor conceptualizar esto como que el razonamiento es insuficiente para frenar
ciertas apetencias.
No aprenden de la experiencia
El psicópata aprende y mucho de la experiencia. Eso le sirve para manipular a los otros y
conseguir sus metas. Alguien que no aprende de la experiencia queda siempre en el mismo
lugar, anulado. El psicópata no aprende lo que no quiere aprender, lo que va en contramano de
sus principios y de sus necesidades. La repetición de un accionar calificado como erróneo desde
el común responde a satisfacer necesidades profundas, incomprensibles para el que no esté en
la piel del psicópata.
Incapacidad de amar
El psicópata ama, pero de manera distinta, o a cosas diferentes. Hay afectos del
psicópata que son profundos, pero en las cosas que a él le interesan. Díganme si no han
conocido a un fanático ¿ese afecto es superficial? Ese apego intenso hacia ciertas cosas, que a
veces no son humanas o ni siquiera vivientes, un auto por ejemplo. Para lo que él considera de
valor, la afectividad es intensa, como cualquier otra persona. Pero puede mantener contactos
utilitarios, de ahí viene el tema de superficialidad afectiva mal descripta. Son contactos afectivos
utilitarios, para conseguir algo. Aquí tenemos otra forma de la mentira que es la actuación. Actuar
es mentir con el cuerpo. El psicópata puede actuar afectivamente en el sentido de hacer entrar al
otro en el circuito psicopático a través de los afectos. Una vez utilizada la persona, se la deja a un
costado. La persona dejada a un costado dice que el psicópata tiene una afectividad superficial,
que no tiene capacidad de amar. Y es así, pero con ella.
Mentiras
El psicópata suele mentir, pero hay que distinguir la mentira banal de la mentira
psicopática. El psicópata utiliza la mentira como una herramienta de trabajo más, está tan
acostumbrado a mentir que es difícil captar cuando miente; son los que mienten mirando a los
ojos y con una actitud relajada. No es que el psicópata mienta circunstancialmente y ocasional o
esporádicamente para conseguir desligarse de alguna situación común o estándar. Sabe que
está mintiendo, pero no le importa, no tiene la resonancia o displacer que uno siente cuando
miente. Yo no lo llamaría mentira patológica. Nosotros le damos mucha importancia a las
palabras y si estamos frente a un mentiroso ¿cuál es el valor de esas palabras? ¿Cuál es el
grado de verdad de esas palabras? Tiende a cero. Si utilizamos la sobrevaloración de las
palabras, caemos fácilmente en el circuito psicopático. Por eso no sirven las escalas de
autoevaluación, ni el interrogatorio o la anamnesis. El psicópata dice lo que conviene decir o lo
que se espera que conteste. El valor de lo que dice el psicópata debe ser colocado entre
paréntesis. Si ustedes quieren evaluar al psicópata, lo importante es lo que hace. Evaluamos al
psicópata a través de la conducta, de la acción. El psicópata puede mentir con la palabra o con el
cuerpo cuando actúa o simula, y adapta la actuación a la persona que quiere captar. Así me
contaba una madre que su hijo de 15 años le pedía las cosas con lágrimas en los ojos para
enternecerla, y al padre, que se desesperaba por conseguir el afecto del hijo, lo manejaba con
enojos y haciéndose el ofendido.
Comportamiento fantasioso
Los mitómanos priorizan las fantasías sobre algunas circunstancias reales. El mitómano
trata de adaptar activamente la realidad a su imaginación, a su personaje del momento, de
acuerdo a la circunstancia. El mitómano es un fabulador que actúa su fábula y su mentira
activamente en la sociedad. Puede convertirse en el personaje que su imaginación creó y hacerlo
actuar en el medio real, generando en todos la sensación de que están frente a un personaje
verdadero. Está el famoso caso de aquel mitómano que se hizo pasar por el hijo del Presidente
de la Organización de Estados Americanos (OEA), Pérez de Cuellar. En una de nuestras
provincias fue agasajado por toda la sociedad y tratado durante bastante tiempo como un
personaje de alcurnia, hasta que finalmente, la madre, que era una mujer de Buenos Aires,
encontró a su hijo y ahí se pudo revelar la verdad. Era simplemente una persona que no estaba
relacionada para nada con Pérez de Cuellar. El patrón de conducta que sigue el mitómano es
establecido por su imaginación, no por la realidad y suelen mudar de personaje, no está siempre
en el mismo personaje.
Drogas, alcohol
Algunos necesitan de la sobre estimulación o el aturdimiento. Un paciente de 16 años me
contaba que mezclaba distintas drogas como cocaína, marihuana y fármacos, no para sentir
placer o estímulos, sino para aturdirse, para estar "como entre nubes".
Se manifiesta en la adolescencia
Las acciones que realiza son, desde el punto de vista del psicópata, totalmente ajustadas
a su escala de valores, a su criterio, por eso es que no tienen culpa. Si han tenido la oportunidad
de estar con psicópatas, saben que si se les dice que hicieron algo mal, que hay cosas que no
deben hacerse, les van a contestar "¿Y quién dice lo que está bien hecho y lo que está mal
hecho? ¿qué es lo normal?".Tienen una forma particular de valoración. El psicópata tiene una
escala de valoración que no coincide, a veces, con la escala de valoración general. No porque el
psicópata desconozca la valoración general, es decir las leyes, no es un negado cognitivo, sino
que antepone su escala de valores con respecto a la de los demás. Tal vez porque tiene
necesidades distintas es que valora de diferente manera. ¿Cómo entender sino la apetencia
desmesurada de poder, las rarezas en la sexualidad, la crueldad en el delito, la masacre
innecesaria en el homicidio? ¿Y qué, si no es una necesidad, hace repetir el mismo accionar?
Inteligencia
En su mayoría son inteligentes.
Cosificación
La cosificación del otro, es quitarles los atributos que hacen a las personas semejantes a
uno. El psicópata hace una cosificación de la persona. Es decir, si yo cosifico al otro, el otro no es
igual a mí. Es algo inferior, neutro, a usar.
La cosificación del otro está en forma innata en los psicópatas y como ideología en
muchos los sistemas políticos.
Esa es la disyuntiva que se presenta en un hombre que abre la puerta de su casa y siente
detrás de él a alguien que le dice "quedate quieto y entrá, o te mato". En ese momento la víctima
no puede dimensionar en toda su magnitud que el que está detrás lo va a matar, lastimar o hacer
un daño tremendo dentro de su casa. Entonces se enfrentan, por un lado alguien que tiene un
claro objetivo y que está haciendo su trabajo (el delincuente), porque ese es su trabajo y eso que
está frente a él (la víctima) es un estorbo, una cosa. Fíjense las distintas psicologías, el psicópata
está haciendo su trabajo, y para él la cosa (la víctima) es un obstáculo que si molesta lo mata sin
problema. Y, por otro lado, la persona que se siente agredida (la víctima), que mira atrás y ve a
otra persona armada (el delincuente). Hay una distancia psicológica impresionante, que se da en
el grueso de la población. Muy pocos son los agredidos que van armados, y menos aún los que
usan las armas para enfrentarse al delincuente. Son muy pocos los que reaccionan así, tal vez
otro como ellos. Pero generalmente esta distancia psicológica es determinante, y el delincuente
lo sabe.
Manipulación y coerción
La cosificación permite explicar varias de las acciones de los psicópatas. Vemos que son
egocéntricos, manipuladores, utilizan a los demás para conseguir sus propios objetivos. Sólo se
puede manipular a alguien si primero se lo ha seducido, si se lo ha captado. Nadie puede
manipular a alguien que no se deje manipular. Nadie puede hacerle hacer algo que el otro no
quiera hacer. Aquí tendríamos que hacer una división virtual en cuanto a lo que uno lógicamente
quiere hacer y lo que irracionalmente desea hacer. Desde el punto de vista de la lógica del
individuo, de los parámetros de las cosas que se deben hacer, uno dice "yo no quería", "me vi
obligado a hacer tal cosa". Pero desde el punto de vista irracional, tal vez no sea así. Aquí esta
una de las cosas nucleares de la psicopatía con relación a los otros. Yo creo que el psicópata
apunta a esto, puede o tiene la facilidad de captar aquellas necesidades irracionales de los otros.
En el caso de un "estafado", en realidad está trabajando con la ambición del otro, porque le
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ofrece una "pichincha", una cosa que en situaciones normales sería muy difícil de adquirir. O sea,
el psicópata trabaja sobre esa parte de la ambición del otro y después, evidentemente, lo
engaña. Recuerdo el caso de un viajante que vendía en las provincias máquinas registradoras a
un precio muy por debajo del real (hecho que era muy comprobable para el comprador); pero al
panadero le vendía una máquina específica para el almacenero y viceversa. Al tiempo el
comprador lo llamaba desesperado porque la registradora no le servía y él, muy amablemente y
como un favor se la cambiaba "por otro modelo" a un precio mucho más alto. En la manipulación
hay un grado de libertad del manipulado que se somete a esto, es distinto de la coerción, que es
cuando se utiliza la fuerza o un mecanismo de fuerza en un sentido físico o psicológico para que
el otro direccione hacia un objetivo. Aquí se usa el temor en todo su gradiente.
Defensa Aloplástica
¿Qué pasa con el psicópata? El psicópata no hace ese razonamiento. El psicópata hace
lo que se llama la defensa aloplástica. "Me hicieron fracasar", sitúa la responsabilidad en los
otros. No puede hacer el insight de decir "Yo fui responsable por tal y tal motivo".
La culpa
Para sentir culpa uno debe sentirse responsable de la acción, debe sentir que ha fallado.
Cuando se evalúa que son los otros, el medio o las circunstancias que lo han hecho fallar,
entonces no hay culpa. ¿Por qué un psicópata no tiene culpa? (coloquio)
El autocastigo psicopático
El psicópata se castiga fuertemente, con mayor dureza y crudeza con que lo harían las
personas si lo juzgaran a él. ¿Cuándo ocurre eso? ¿Cuándo un psicópata toma medidas más
extremas que las que la propia sociedad adoptaría? El psicópata se castiga y de forma también
psicopática, cuando se da cuenta que viola sus propios valores, cuando quebró sus propios
valores, sus normas de conducta, entonces se autocastiga, y a veces con muchísima crueldad, a
través de castigos muy severos. Esto lo van a ver si trabajan con psicópatas, que hacen muchas
barrabasadas con respecto a los demás, pero se sienten al margen de la culpa. Y de pronto
hacen, para ustedes, una pavada, una tontería y se castigan con saña. Y es porque esa tontería
quebró sus propias normas. Es el caso de algunos suicidios raros, por ejemplo. O sea, existe un
mecanismo de autocastigo muy fuerte en el psicópata. Pero, se castiga rara vez, y siguiendo su
lógica.
agresión egosintónica dirigida contra otros en forma de sadismo o dirigida contra sí mismo en
forma de tendencias automutiladoras o suicidas, sin depresión y una orientación paranoidea.
En la estructura antisocial propiamente dicha, tenemos conducta antisocial desde la
infancia (mentir, robar, falsificar cheques, prostituirse, asalto, robo, asesinato, robo armado), hay
una ausencia auténtica de capacidad de sentimiento de culpa y de remordimiento. Esto es
importante, porque el psicópata puede presumir de remordimientos y una vez que lo han
agarrado (no antes), puede aparentar culpas y pueden realmente sentirse arrepentidos o
demostrar estar arrepentidas, simplemente para conseguir una atenuación de la pena.
La otra característica es total incapacidad de una relación afectuosa con otros. Hay
relaciones de tipo parasitarias. El paciente, por ejemplo, dice el Dr. Kernberg, puede tener una
excelente relación con su tía, resulta que la tía es la que le da dinero todo el tiempo, es la única
persona con quien se cuida de mantener una buena relación.
Otra característica es la incapacidad de sufrir duelos auténticos, con tristeza y melancolía,
y en lugar de ello surge rabia e impotencia por haber sido derrotados o descubiertos. Estos
pacientes son incapaces de enamorarse o de mantener una relación de amor como parte de sus
relaciones sexuales. Las relaciones sexuales están desprovistas de todo tipo de ternura.
Otra característica que se nota es la ausencia de planear "a futuro" y muchas veces el
individuo actúa, aunque sea muy inteligente, como si no tuviera ninguna conciencia de las
consecuencias para él mismo de su comportamiento. Hay indiferencia por su futuro a largo plazo
y también suscribe (como todo el resto de los clásicos) que hay una falta de capacidad de
aprendizaje, no aprende de sus propios errores y hay una repetición eterna de los mismos
patrones conductuales.
Otro rasgo importante es la incapacidad de identificarse con valores morales. A veces, el
antisocial es un experto en leer las reacciones de los demás, en adivinar lo que van a necesitar o
hacer, pero no pueden captar la dimensión ética. Otto Kernberg postula que el narcisismo
patológico es un componente de la psicopatía, ingresando elementos psicodinámicos en el
diagnóstico de la psicopatía. El narcisismo no patológico es consecuencia de una buena
evolución del Yo, es la aceptación de la realidad, en tanto que la realidad puede ser emplazada
para satisfacer las necesidades (libido) dirigidas hacia el exterior y hacia el objeto. Los sujetos
que no han podido realizar bien esta formación, el ideal del Yo, por no haber interiorizado
suficiente amor y estimación recibida de afuera, muestran unas defensas narcisistas muy fuertes.
No se atreven a dirigir su libido hacia objetos exteriores y consiguientemente se encierran en sí
mismos absteniéndose de recibir, precisamente, de lo que más les falta.
Otto Kernberg cuenta una anécdota que le ocurrió a él mismo, "Yo tenía un psiquiatra en
formación que robaba y yo no lo sabía y después de terminar su formación me pidió cartas de
recomendación. Se las di en dos oportunidades, para dos ocasiones distintas y después me llegó
una carta donde el director de la última institución, enfurecido, me decía que cómo una persona
como yo mandaba cartas de recomendación de alguien que robaba en forma constante y
desmesurada. Este psiquiatra vino a verme para pedirme una tercera carta de recomendación y
entonces yo lo confronté con la información de éstos directores", y la reacción de él fue "ah,
claro, si yo sabía que estos me iban a perseguir". "O sea que le preocupó que lo persiguieran, no
tuvo ninguna preocupación por el cambio mío en la relación con él. Y cuando yo le pregunté que
pensaba él de mi reacción frente a toda esta situación, él me dijo "me imagino que usted está
enojado conmigo, porque yo lo he engañado, si quiere no me dé la carta". Es decir que no tuvo
capacidad de darse cuenta de mi reacción de tristeza por la pérdida de la relación interna con un
hombre que era muy inteligente y como les dije, yo lo había supervisado durante un tiempo.
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La Evaluación Psicológica Forense
Ahora ustedes me pueden preguntar ¿cómo usted no hizo el diagnóstico? Es sumamente difícil,
como veremos en algunos momentos más, hacer el diagnóstico fuera de una situación clínica
claramente definida, socialmente hacemos los errores más garrafales con este tipo de estructura
de personalidad, por lo menos en el corto plazo".
Otto Kernberg hace un diagnóstico diferencial entre tres tipos de estructuras, 1) el
síndrome del narcisismo maligno, 2) la estructura social propiamente dicha, 3) la personalidad
narcisística con conducta antisocial. El síndrome del narcisismo maligno tiene conducta
antisocial, tiene una estructura narcisística y tiene un narcisismo maligno. Pero no tiene
capacidad de relaciones no explotadoras, no tiene capacidad de identificación con valores
morales, no tiene capacidad de compromiso con los otros y no tiene capacidad de sentimientos
de culpa. La estructura antisocial, propiamente tal, tiene conductas antisociales, estructura
narcisística, no tiene narcisismo maligno, sí tienen incapacidad de relaciones no explotadoras,
tiene incapacidad de identificación con valores morales, tiene incapacidad de compromiso con
otros, tiene incapacidad de sentimientos de culpa.
Las personas narcisísticas con conducta antisocial, además de una conducta antisocial
tienen una estructura narcisística, pero no tiene narcisismo maligno, incapacidad de relaciones
no explotadoras, incapacidad de identificación con valores morales, tampoco tienen capacidad de
compromiso con los otros, menos, incapacidad de sentimiento de culpa. Con respecto a esta
última personalidad (narcisismo con conducta antisocial), no tiene síndrome de narcisismo
maligno y solo tiene la personalidad narcisística con conducta antisocial; son individuos cuya
conducta es de tipo pasivo - parasitario.
DSM-IV
En él funciona un rubro que se llama trastornos de la personalidad. Se había definido a la
personalidad como una manera de ser. Se dice que el psicópata no es que tiene una psicopatía
en el sentido de que se puede tener una tuberculosis, o algo transitorio o mutable, sino que es un
psicópata. El psicópata es una manera de ser en el mundo, entonces la pregunta es ¿la
personalidad se puede trastornar?. Una persona es estable, es una manera de ser, ¿cómo se va
a trastornar? ¿Cómo va a desordenarse?
señalar que este sistema de agrupamiento, si bien es útil a efectos de investigación o docencia,
tiene importantes limitaciones y no ha sido validado de forma consistente. Además, es frecuente
que los individuos presenten al mismo tiempo varios rasgos de la personalidad pertenecientes a
grupos distintos.
Características diagnósticas
Los rasgos de personalidad son patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse
y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de
contextos sociales y personales. Los rasgos de personalidad sólo constituyen trastornos de la
personalidad cuando son inflexibles y desadaptativos y cuando causan un deterioro funcional
significativo o un malestar subjetivo. La característica principal de un trastorno de la personalidad
es un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta
acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto y que se manifiesta en al menos dos
de las siguiente áreas: cognoscitiva, afectiva, de la actividad interpersonal o del control de los
impulsos (Criterio A). Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de
situaciones personales y sociales (Criterio B) y provoca malestar clínicamente significativo o
deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio C). El
patrón es estable y de larga duración y se puede descubrir que su inicio se remonta al menos a la
adolescencia o al principio de la edad adulta (Criterio D). El patrón no es atribuible a una
manifestación o una consecuencia de otro trastorno mental (criterio E) y no es debido a los
efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo, una droga, una medicación o la
exposición a un tóxico) ni a una enfermedad médica (por ejemplo, traumatismo craneal) (Criterio
F).
y van a seguir con una proyección semejante, que vamos a entrar a nuestra casa y no va a haber
un extraño robándonos, no vamos a encontrar muertos a nuestros familiares, o que no va a caer
una bomba en Buenos Aires, en fin, hay toda una serie de creencias que nos ayudan a vivir
tranquilos. En el paranoide se produce una ruptura de esta fe, de esta confianza básica. Dice
"esto que se me presenta hay que razonarlo", es decir no se entrega espontáneamente a las
circunstancias, sino que utiliza una herramienta, que es el razonamiento. Esto le produce duda,
quiebra la fe, por eso el paranoide es una persona que está alerta, a la expectativa, en lucha ante
la posibilidad de que algo sea agresivo para él. Rápidamente nos damos cuenta de que el
paranoide es un hombre temeroso y que en la esencia del paranoide está el miedo.
¿Por qué uno se defiende? Uno se defiende porque tiene miedo. Está temeroso de ser
perjudicado, atacado. Es un hombre a la defensiva. Y cuando uno está a la defensiva, no es
espontáneo, está tenso. Cuando se está en lucha no se puede disfrutar. Recién cuando uno se
relaja puede disfrutar, sino está a la expectativa, hiperalerta, mirando de dónde va a venir el
sablazo. El miedo subyace en todo. Una vez que entendimos esto, rápidamente se entienden las
demás cosas, lo de la suspicacia, lo de buscar las claves "este me dijo tal cosa, ¿qué me habrá
querido decir?". En un grupo "aquellos dos están hablando, ¿a ver si están hablando algo en
contra mío?". Ahí viene la autorreferencia, la susceptibilidad, estar pensando de qué manera una
leve señal, despierte una reacción grande, esa es la susceptibilidad. Son hiperrazonantes y el
tipo de razonamiento que usan es el deductivo, es decir, parten de un concepto general y lo
adaptan a los hechos particulares. En otras palabras, son prejuiciosos. O sea, se manejan con un
juicio previo y tratan después de corroborarlo con lo que está pasando.
Un ejemplo rápido: parten del prejuicio "mi pareja me es infiel" y desde ahí tratan de
buscar elementos, hechos particulares que puedan corroborar el pensamiento inicial, el prejuicio
de ser engañado por su pareja. No es un razonamiento de tipo inductivo, que parte de los hechos
particulares, y por sumatoria obtiene una conclusión general. Por ejemplo, la esposa llega tarde,
la ropa está toda arrugada, tiene pastitos en el pelo, etcétera. Y concluye inductivamente que tal
vez lo engaña. Ese es el pensamiento inductivo.
Este exceso de razonamiento tiene sus pro y sus contras. Le da al paranoide cierto aire
de suficiencia. Suelen ser inteligentes, con un buen capital ideativo. Y creen que siempre tienen
razón. Son muy críticos, no están conformes, siempre les falta algo, no están satisfechos nunca.
Es el famoso "si, pero yo lo hubiera hecho así". El paranoide es descalificador.
La otra característica es el respeto por las jerarquías, es una persona que cuando respeta
a su jefe, es un muy buen colaborador y puede llegar a ser sumiso a pesar de que es un
hipervalorado. Puede tener acciones de esclavo, cuando su jefe le da órdenes y a su vez ser un
tirano con sus subordinados o con su la familia. Tiene un manejo del humor bastante particular,
con los amigos puede ser alegre, compañero, y dentro de casa es un amargado, seco.
Cuando se leen los criterios que maneja el DSM IV, como en este caso que describimos
al paranoide, se llega a la conclusión que uno conoce a muchos paranoides tanto en su trabajo
como entre sus familiares o incluso uno mismo. Es decir que son muchos los que pueden ser
señalados como paranoides. Es entonces evidente el choque conceptual con Schneider, para
quien los psicópatas son pocos. Creo que el DSM IV es más una tipología, un estudio sobre
variedades conductuales, que una conceptualización sobre psicopatías, salvo en el tipificado
como trastorno de la personalidad antisocial.
ROBERT D. HARE
Basados en los trabajos de Cleckley, en 1976, Hare, Hart y Harpur, han propuesto diez
criterios para el trastorno de la personalidad psicopática (1991) que son los siguientes:
1. Locuacidad y encanto superficial;
2. Autovaloración exageradamente alta/arrogancia;
3. Ausencia total de remordimiento;
4. Ausencia de empatía en las relaciones personales;
5. Manipulación ajena con recurso frecuente de engaño;
6. Problemas de conducta en la infancia;
7. Conducta antisocial en la vida adulta;
8. Impulsividad;
9. Ausencia de autocontrol;
10. Irresponsabilidad.
1 Locuacidad
1 Encanto superficial
1 Sensación grandiosa de autovalía
1 Mentiras patológicas
1 Dirección
1 Manipulación
1 Falta de remordimiento y culpabilidad
1 Escasa profundidad en los afectos
1 Inestabilidad
1 Falta de empatía
1 Fracaso de aceptar responsabilidad de las propias acciones
2 Necesidad de estimulación
2 Tendencia al aburrimiento
2 Estilo de vida parásito
2 Escaso control conductual
2 Problemas de conducta tempranos
2 Falta de metas realistas a largo plazo
2 Impulsividad
2 Irresponsabilidad
2 Delincuencia juvenil y revocación de la libertad condicional
Totales
Puntuación:
F1= Rasgos centrales de la psicopatía.
F2= Rasgos de inestabilidad.
Total:
Valoración:
2 Puntos: cuando la conducta del sujeto es consistente y se ajusta a la cualidad o intención del
ítem.
1 Punto: el ítem se ajusta en cierta medida pero no en el grado requerido para puntuar dos.
Existen dudas, conflictos en la información que no pueden resolverse en favor de una puntuación
2, ni tampoco en 0.
0 Puntos: el ítem no se adecua. El sujeto no muestra el rasgo o la conducta en cuestión que
propone el ítem.
Conclusión:
0-20: normales.
21-30: grupo medio.
31 o más: psicópata.
1. No puede ser declarado a priori insano, si no es con un peritaje previo. La regla principal
es que un imputado está cuerdo hasta que se demuestre lo contrario. Si nos basamos
estrictamente en lo legal, los psicópatas son responsables, ya que conocen
perfectamente las normas, al igual que todos los demás. En cambio si nos referimos a lo
estrictamente moral, el prejuicio se vuelve más ambiguo, porque el psicópata carece de
apego emocional y sentido de culpabilidad.
2. Impulso irresistible. Esta regla afirma que el sujeto puede conocer la diferencia entre el
bien y el mal, pero tener el impulso irresistible de cometer el acto. Esto no es compartido
por todos, ya que algunos encuentran ambigüedad en la definición de irresistible al
impulso. Impulso implica espontaneidad (incapacidad para demorar la gratificación) y en
algunos casos el psicópata prepara cuidadosamente su crimen durante largo tiempo
antes de cometerlo.
3. Se propone que el sujeto no es responsable criminalmente si su acción delictiva es
producto de su enfermedad o su tara mental. En Estados Unidos, por ejemplo, en el
modelo del Código Penal de 1962, se expone que una persona no es responsable de una
conducta criminal, si en el momento de realizar tal conducta tiene disminuidas sus
capacidades fundamentales para ejercer la criminalidad por la conformidad de su
conducta con la ley, como resultado de un trastorno o tara mental.
O sea que hay tres posibilidades en teoría que la ley ofrece en los tribunales mundiales y
son las siguientes:
a) Responsabilidad total: castiga a un individuo anormal del mismo modo que al normal;
b) Responsabilidad atenuada: no hay solución plausible, ya que después de una corta estancia
en prisión encuentran mejores condiciones para volver a delinquir.
c) Exención de responsabilidad: equipara al psicópata como un enajenado debiendo ingresar a
un hospital psiquiátrico.
En Estados Unidos, el Tribunal Supremo (sentencia de abril de 1988) dice que el concepto
estadístico de considerar la psicopatía como una desviación del comportamiento, tiende en la
actualidad a ser sustituido por una anomalía estructural de la personalidad y por ello como
auténtica enfermedad mental, tal y como la consideraba la Organización Mundial de la Salud. Y
en su virtud reduce la pena por homicidio en dos grados quedando rebajada a cuatro años de
prisión.
Luego están los principios personales, los códigos propios de cada individuo, eso es
interno y solamente él tiene en cuenta, para sí mismo, si ha cumplido o no con sus principios. El
código personal, los propios principios, es absolutamente subjetivo. No cumplir con esos códigos
individuales genera culpa. Así en ocasiones, se puede faltar al deber, ser irresponsable desde el
punto de vista objetivo y desde el punto de vista de la mirada del grupo hacia el individuo. Pero,
para él, si ese acto o esa acción que cometió tiene una justificación personal, privada, coherente
con su código personal, no manifiesta para sí mismo culpa, no se siente culpable.
Existen, por un lado la ley, las normas, y por otro lado las ambiciones del individuo. Las
ambiciones individuales deben encajar o seguir las reglas de juego, los códigos de la sociedad
para conseguir un equilibro adaptativo. Hay límites a la ambición. La sociedad tolera ciertos
errores, pero no la ostentación del error.
Toda ley, toda norma, genera temor e implica la posibilidad de castigo. La ley está hecha
para domar, para doblegar y para condicionar las conductas instintivas de los individuos y
entornarlas con el siguiente lema "Si quieres pertenecer a este grupo, estas son las reglas. Si se
cumplen las reglas estás dentro, si no las cumples estás fuera". El psicópata tiene la
particularidad de estar dentro del grupo y de sortear alguna de sus normas pero no todas, de lo
contrario sería desplazado del grupo. ¿Hasta cuándo sucede esto? Hasta que en algún momento
se extralimita fuertemente y es "descubierto y señalizado". Un personaje poderoso,
recientemente fallecido, seguía un concepto sobre el poder. Él decía "el poder es tener
impunidad, es hacer sin temer las consecuencias".
El psicópata puede sortear todo tipo de normas, pero no el 100% de las normas, sino
sería rápidamente detectado y eliminado del grupo. Puede sortear las normas, la ley social, y
convertirse en un delincuente, estafador o un revolucionario. Puede no cumplir las leyes éticas,
Dentro de las alteraciones de la ética, está su particular relación con los otros seres
humanos, que es la cosificación del otro, que le permite utilizarlo como una cosa, como un objeto
de intercambio o de utilidad. Esta cosificación es lo que explica, tal vez, llegar a torturar o matar
al otro. Hay distorsión en el modo de autoestimulación, por eso a veces cae en la droga y el
alcohol.
Algunas conductas psicopáticas pueden parecen ilógicas (visto desde afuera), pero es
perfectamente lógica para el psicópata. Son lógicas distintas, son sistemas de razonamientos
distintos, códigos distintos y valores diferentes basados en necesidades distintas. La conducta
psicopática puede, ser a veces, de mucha inestabilidad frente a estímulos objetivamente
pequeños (para el normal), o al revés, el psicópata puede permanecer con una conducta de
mucha estabilidad, a pesar de las fluctuaciones del ambiente, es decir, puede permanecer sereno
en situaciones que desestabilizan a la mayoría.
A los rasgos psicopáticos los reunimos en tres grupos, A) Los derivados de satisfacer
necesidades distintas al común, B) Los derivados de la cosificación de las personas y C) los
actos psicopáticos graves. Los rasgos del grupo A y B deben ser investigados a través de la
biografía y evaluados. Hay presunción de psicopatía si presentan rasgos correspondientes a los
subgrupo A1, A2, A3, A4 y al grupo B. Lógicamente, la presencia de un hecho del punto C señala
al psicópata por sí solo.
El fracaso lo derrumba: Los momentos de crisis de los psicópatas son producidos por
frustraciones y fracasos. Siempre coloca la responsabilidad de su fracaso o su frustración, en lo
otro, en lo externo (defensa "aloplástica"). El éxito del psicópata en el medio social, no asegura
que se estabilice. En ocasiones después de mucho esfuerzo, destruyen todo lo que han hecho,
por un acto banal, por un impulso. Esto es desconcertante para el "normal" que observa esto,
que ha seguido toda la trayectoria y el accionar de la inteligencia de éste hombre exitoso y sin
embargo, por una tontería, destruye todo andamiaje. Los casos resonantes de personajes
internacionalmente importantes, me eximen de más comentarios. Dentro de los tipos de
psicópatas, en su relación con el sistema, están:
Los que aprovechan el sistema, para sacar beneficio (estafadores menores, algunos
políticos, especuladores);
Los que confrontan con el sistema dentro del sistema (delincuentes, estafadores graves,
criminales, políticos extremistas, tanto de derecha como de izquierda);
Aquellos que quieren cambiar el sistema (los que se marginan, y desde la marginación
tratan de romper el sistema).
Cualquiera sea la pertenencia del psicópata en estos tres grupos, siempre están contra el
orden establecido. Hay algo en el psicópata que le impide aceptar el orden establecido. Así lo
vemos al querellante fatigar tribunales apelando una justicia que nunca termina de convencerlo.
Y si la "justicia" se demora o no es suficiente ¿por qué no ser él mismo el que la ejecute? El
psicópata pude tener tres tipos de conductas:
a) Accionar normal: es su parte adaptada al patrón conductual normal. No se le "nota" la
psicopatía.
El psicópata en general, se justifica a sí mismo en todas sus acciones. Suele ser acusador
y crítico. A la pregunta ¿por qué el psicópata no sigue las normas? La respuesta es simple,
porque las normas no se ajustan a sus deseos. Este tipo de personalidades tienen un particular
sentido de la libertad. Ser libre es poder hacer sin impedimentos. Poder optar. Las trabas a la
expansión de la acción, pueden ser internas o externas. Si estos seres minimizan sus trabas
internas (llámese represión, inhibición o remordimiento) sólo les quedan las trabas externas. Si
los impedimentos externos no están corroborados por la propia lógica ni tienen el peso de los
sentimientos, a qué seguirlos. Se convierten en algo artificioso, armado por otros. Un como sí
lúdico. Un juego donde se conocen las reglas, los obstáculos, pero en el fondo es todo
fantochada. Es así un jugador sin impedimentos que conoce los impedimentos. ¿No será este
uso particular de la libertad lo que lo hace seductor al apelar a las libertades reprimidas del otro?
Tal vez el psicópata busque detrás de las máscaras, de la imagen, de la "persona", al "animalito"
deseoso y encerrado que todos llevamos dentro y lo anime a participar en un juego ambivalente
de satisfacciones y angustias. Es campo de estudio del biólogo la variabilidad de la especie
humana (raro – común); del sociólogo el ajuste del individuo en el grupo (adaptado –
inadaptado); del moralista (religioso, ético) valorar lo bueno y lo malo; del legista juzgar las
responsabilidades; del psicólogo las motivaciones de la conducta individual. El médico debe
limitarse a su estricto campo que consiste en evaluar si una persona está sana o enferma. Y, el
psicópata, puede ser raro, inadaptado, malvado, delincuente o tener una conducta
incomprensible, pero, no es un enfermo.
(1)
Conferencia presentada en el 7º Congreso Internacional de Psiquiatría organizado por la AAP el 18 de octubre de
2000. Mesa Redonda: "Psicopatía".
(2)
Médico Psiquiatra del Hospital Borda; Docente Adscripto de la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires.
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El complementario
Se observa que se forma un circuito psicopático persistente; y pienso que ningún sistema
permanece si no cubre una necesidad. El tipo de necesidad que satisface el complementario con
el psicópata, o el tipo de anclaje que hace que esa relación se mantenga, no tiene su base en la
lógica, sino en lo irracional.
Cuando se atiende a estas personas lo primero que florece en el discurso es la queja. El
complementario utiliza el escenario de la relación terapeuta-paciente para transmitir su queja. No
son quejas comunes, son quejas sobre humillaciones, descalificaciones, incluso agresiones
físicas. La forma de presentar la queja varía desde la justificación ("Yo lo provoqué"), la
minimización ("Me golpeó, pero no es nada"), el detallismo (el detenerse morosamente en
describir cada acción), hasta la búsqueda de conmiseración ("¡Cómo me hace sufrir!, ¿verdad?").
El disfrute secreto
Desde la lógica común, uno se pregunta ¿qué hace esta persona con este psicópata?
¿Qué beneficios saca para continuar en esta relación? Razonando con parámetros lógicos
comunes, no se comprende la permanencia de esa pareja. Aún si se analizan con el
complementario las circunstancias que llevaron a hechos agresivos, y la manera de prevenirlos,
éstos se repiten. Con esto quiero decir que el hacer razonar, el esclarecimiento del porqué
suceden las cosas, en este caso, no sirve, porque el anclaje está en lo irracional.
El complementario muchas veces da la impresión de que se relaciona con el psicópata a
través de la angustia, o sea que, siguiendo esta premisa, el anclaje sería displacentero. Pero,
después de ver a muchos de estos pacientes complementarios, yo pienso que el anclaje es el
disfrute, pero no el disfrute del sufrimiento. Es un disfrute inefable y donde el sufrimiento es un
efecto secundario de ese disfrute. La persona complementaria nos trae la queja, nos muestra el
‘precio’ del goce, nos muestra el "chichón"(3)
Este tipo de disfrute es secreto, en el sentido de que suele ser desconocido
(conscientemente) para el complementario, y a veces también para el psicópata. Pero hay algo
allí que los une; tal vez en la ‘animalidad’, en lo irracional, haya un goce. En ocasiones, por el
discurso que tienen los complementarios, suelen relacionarlo con algún tipo de disfrute especial,
con el sexo por ejemplo; pero eso no consigue justificar el pagar el precio de las humillaciones, las
descalificaciones, la baja de la autoestima, el ‘deterioro’ de su ‘persona’. Algunos logran captar
que con el psicópata pudieron desinhibir sus represiones; logran realizar lo prohibido.
Inmodificables
Otra característica del psicópata que se debe tener en cuenta es su impermeabilidad a las
modificaciones. El psicópata es una persona que puede tolerar mucha presión, puede aguantar
castigos, y aún así mantenerse en una posición. Esto obliga al complementario a doblegarse,
porque la posición del otro es irreductible; lo pone en la opción de: "es esto o nada"; "tómalo o
déjalo... si puedes". El complementario termina luchando, no contra el psicópata, que es
inmodificable, sino contra sí mismo, contra su conciencia del propio valor. Y se obliga a
doblegarse. Este obligarse a hacer, en el que ve menoscabada su persona, es altamente
doloroso. Pero es mayor el sufrimiento que provoca la no presencia del psicópata, esto hace que
el complementario pague la factura y continúe con la relación.
(3)
Esto del "chichón" viene de lo siguiente: una de mis pacientes que era reiteradamente golpeada en la cabeza, (no le
pegaba en otras partes del cuerpo para no dejarle marcas) me decía inclinando su cabeza y separando mechones de
pelo: "¿ve, doctor, el chichón que me dejó?"
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La regla de oro que mantiene este vínculo es la formula: "con él estoy mal, pero sin él
estoy peor". Entre ‘mal’ y ‘peor’, está el disfrute.
Códigos propios
Si se conversa en profundidad con estas personas, se verá que entre el psicópata y su
complementario se establecen códigos propios, señas, gestos, que hacen que modifique la
conducta del otro. Una paciente me decía: "mi padre me mira de ‘esa forma’ y yo ya sé lo que
debo hacer". Otra paciente decía: "yo lo seguía por detrás, no quería que estuviera a su lado para
no comprometerse; sin embargo, por su forma de caminar yo sabía si tenía que pararme o si tenía
que estar a un costado o donde sea".
Autoestima socavada
El complementario tiene la autoestima socavada. Uso el término "socavada" porque la
erosión que hace el psicópata sobre el complementario no suele ser una acción grotesca y brutal,
sino que, al contrario, puede ser muy por debajo y sutil; va descalificando, desmereciendo,
creándole inseguridades (es un juego de un "premio y tres castigos", en donde no se sabe cuando
llega el premio y cuando el castigo, ni por qué) hasta que la autoestima del complementario
termina socavada. Decía una consultante: "Yo antes no era así de insegura. Tenía trabajo,
proyectos, iniciativa; me manejaba sola. Ahora necesito preguntar todo, hasta las pavadas. Él, a
todos mis planes y posturas, le encontraba un pero, un motivo de crítica, un lado negativo. No era
agresivo, me hacía razonar, y al final terminaba adoptando su criterio y pensando que mi forma de
encarar las cosas era la de una tonta".
El psicópata no se pasa pensando qué hacer para que el complementario haga tal cosa o
tal otra, o qué hacer para descalificarlo y bajar su autoestima. Ni se lo plantea; no es un estratega
ni un diseñador de conductas. Es como es. Le sale espontáneamente ese tipo de conducta que
finalmente termina haciendo sentir desvalorizado al complementario.
Asimetría intolerable
Se establece una marcada asimetría en cuanto a la consideración del otro. El psicópata ve
al otro como una cosa de su pertenencia, a su disposición y sin necesidad de una lógica que
fundamente esta postura. Debe ser así y punto. El complementario se considera a sí mismo y a su
pareja, como persona. No sabe que está con un psicópata. Pueden parecerle raras algunas
conductas, pero no puede salir fuera del sistema para evaluar y concluir: "es un psicópata". Por
considerarlo un igual es que hace el razonamiento equivocado: "no entiendo por qué hizo esto, yo
en su lugar...". Y sufre pensando en un error o esperando una disculpa; quiere ser considerado
por el psicópata como una persona, lo cual es una ilusión, algo imposible de lograr. No se puede
comprender, empáticamente, la mente de un psicópata.
Contacto cero
¿Cuál es nuestro rol, como terapeutas, en este tipo de relaciones? Cuando el anclaje es
fuerte no se puede hacer nada. Cuando se rompe el vínculo generalmente es porque el psicópata
deja a su pareja, siendo ésta la posibilidad que tiene el complementario de salir del sistema. Del lo
contrario es muy difícil. La otra forma es cuando el hartazgo es muy fuerte en el complementario,
o sea que el sufrimiento supera ampliamente a los beneficios que obtiene de su psicópata. Aquí
es cuando el complementario pide ayuda. La intervención del terapeuta en este caso, al ser un
tipo de relación atípica, debe ser también atípica. No se puede tratar de manera estándar un
vínculo que no lo es.
El después
¿Qué pasa una vez que el complementario se desliga del psicópata? La experiencia
muestra que no vuelve a ser la misma persona después de haber pasado por un psicópata. Una
vez que se separa, se trata de que forme nuevos contactos. Pero éstos, si son normales, resultan
aburridos, insulsos, poco estimulantes. Puede pasar mucho tiempo antes de conseguir una nueva
pareja. Esto dificulta el distanciamiento con el psicópata. A veces logran armar otra pareja con
armonía inicial que luego resulta ser otro psicópata. Por lo tanto, una persona que pasó por la
experiencia de un psicópata nunca vuelve a ser como antes y sus gustos tampoco serán los
mismos. ¿Qué se puede esperar después de haber satisfecho necesidades profundas? ¿La sed,
el recuerdo?
Drs. Adrian Raine, José Sanmartín, Robert D. Hare, Christopher J. Patrick, James S.
Grisolía, etc.(2)
INTRODUCCIÓN
En este libro hay, por lo menos, cuatro preguntas que se tratará de responder
científicamente en torno a la psicopatía: la primera se refiere a si este trastorno es innato o
adquirido, la segunda hace referencia a si es o no un trastorno mental, la tercera concierne a la
identificación que ordinariamente se hace entre psicópata y criminal y la cuarta plantea la
cuestión del tratamiento preventivo.
Lo cierto es que no sólo se han encontrado disfunciones en el caso del asesino impulsivo.
En las personas con Trastorno Antisocial de la Personalidad (TPA) también se han detectado
defectos anatómicos (como un volumen menor de la corteza prefrontal). Sería muy importante
extender estos estudios a psicópatas en el sentido estricto del término y, de hecho, están
empezando a surgir estudios de esta índole.
fiables y empezamos a bucear en las interioridades de nuestra biología para ver qué factores
pueden predisponernos hacia ese trastorno. Bien entendido que hablamos de “predisposición
biológica hacia la psicopatía”, y no de “determinación biológica”, pues, para que algo esté
determinado biológicamente, la biología ha de ser causa necesaria y suficiente suya. En términos
generales, no se nace asesino o psicópata, sino con cierta predisposición a actuar de manera
violenta y psicopática ante determinadas circunstancias sociales.
Aunque hay una relación estrecha entre la psicopatía y la conducta criminal, no todos los
psicópatas caen en la criminalidad, y no todos los criminales son psicópatas. Pero, cuando un
psicópata es a la vez un criminal, se distinguen cualitativamente del resto de los delincuentes: la
violencia de los psicópatas no tiene el color emocional que caracteriza la violencia del resto de
las personas, incluyendo buena parte de los criminales corrientes. El comportamiento criminal de
los psicópatas tiene un carácter depredador (frío y devastador): ven a los demás como presas
emocionales, físicas y económicas. El psicópata asesino en serie, por ejemplo, planifica
fríamente sus asesinatos, tiene gran habilidad para camuflarse (engañando y manipulando), para
acechar y localizar los “cotos de caza”, ritualizan sus asesinatos y suelen llevarse recuerdos de
sus víctimas, como “trofeos”.
Lleguen o no a ser asesinos en serie, los psicópatas abundan entre los delincuentes. En
EE.UU. se estima que los psicópatas sólo son un 1% de la población total, pero el 25% de la
población reclusa. Según el FBI (1992), el 50% de las muertes de policías en acto de servicio es
cometido por individuos cuyos perfiles encajan en el del psicópata. Además, la tasa de
reincidencia de los delincuentes psicópatas es muy alta. Antes de transcurridos 6 años desde su
puesta en libertad, el 80% de los psicópatas reincide violentamente (frente al 20% de los no
psicópatas) y la virulencia de sus actos crece con la reincidencia.
La violencia ha sido siempre un síntoma claro de psicopatía, y así lo recogen los criterios
diagnósticos en uso de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en el Manual Diagnóstico y
Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV), y la Organización Mundial de la Salud en su
Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10). Sin embargo, es importante recalcar
que “psicopatía” no es sinónimo de “criminalidad”. Es más, la mayoría de los criminales no son
psicópatas y, aunque la mayoría de los psicópatas transgreden las normas sociales, es posible
(3)
Dr. Robert D. Hare, PhD. Psicología Forense, profesor emérito de Psicología Forense, Psicofisiología y
Comportamiento de la U. British Columbia (Vancouver, Canadá). Director del Laboratorio Hare dedicado a
la investigación de las psicopatías y autor de los Inventarios de Psicopatía (PCL, por sus siglas en inglés,
versiones para adultos, adolescentes y de screening poblacional).
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La Evaluación Psicológica Forense
que muchos nunca entren en conflicto con la Justicia. Algunos son trabajadores informales, otros
empresarios sin escrúpulos, políticos corruptos o profesionales carentes de ética, que usan su
prestigio y poder para victimizar a sus clientes o a la sociedad en general. La única información
que nos llega sobre estos individuos es la que nos proporcionan los medios de comunicación o la
de informes clínicos anecdóticos. Es necesaria, pues, una investigación sistemática que nos
permita determinar cuál es la incidencia de la psicopatía en la población general, cómo se
manifiesta y hasta qué punto la investigación de los psicópatas criminales nos permitirá ampliar
nuestros conocimientos sobre los psicópatas en general (incluidos los no criminales). Respecto a
esto último, existen indicios de que la inclinación hacia el comportamiento inmoral son muy
similares en psicópatas criminales y no criminales.
La evaluación de la psicopatía
El factor 1 refleja los componentes interpersonales y afectivos del trastorno, mientras que
el factor 2 está más ligado al hecho de tener un estilo de vida socialmente desviado. En
comparación, la categoría del TPA del DSM-IV está asociada con el factor 2 del PCL-R, pero muy
poco con el factor 1.
Locuaz
T1
Presuntuoso
Factor 1
Mentiroso
T2
Estafador
Afecto superficial
T3
Insensible
Factor 2 Psicopatía
No siente culpa
T4
No se responsabiliza
Apático
Impulsivo T5
Irresponsable Factor 3
Estilo de vida parasitario
T6
No tiene metas
Psicopatía y crimen
número de delitos cuando alcanzan los 35 – 40 años. Pero este hecho no significa que hayan
abandonado por completo el mundo delictivo, sino que su nivel de actividad criminal general ha
bajado hasta el nivel del delincuente reincidente medio. Es más, puede que sean los delitos en
general los que disminuyan, pero no en concreto los actos violentos. En realidad, la propensión
de los psicópatas a comportarse violentamente parece disminuir muy poco con la edad.
La facilidad con la que los psicópatas cometen actos violentos tiene una gran importancia
para la policía. En 1992, el FBI realizó un estudio sobre los policías muertos en cumplimiento de
su deber, y constató que casi la mitad fueron asesinados por individuos que encajaban muy bien
con el perfil del psicópata. También puede que sean psicópatas entre el 25 y 30% de los maridos
que maltratan de manera reiterada a sus esposas, que están en programas de tratamiento
impuesto por el tribunal.
Hasta hace poco se solía pensar que los rasgos de personalidad y el diagnóstico clínico
tenían poco que aportar al entendimiento y la predicción del comportamiento criminal violento.
Según este razonamiento, dos delincuentes con la misma puntuación en un test – basado en
características criminales y sociodemográficas similares – deberían tener el mismo riesgo de
reincidir, aunque uno fuera psicópata y el otro no. Sin embargo, empíricamente estos dos
delincuentes no presentan el mismo riesgo, sobre todo en relación al tipo de violencia que
ejercen.
Delincuentes adolescentes
diagnóstico de psicopatía, quienes presentan mayores puntajes (> a 8) han demostrado tener
tasas muy superiores de violencia que quienes presentan puntuaciones más bajas.
Violencia sexual
La sociedad y los profesionales se interesan cada vez más por la figura del delincuente
sexual, especialmente cuando alguno de ellos reincide tras pasar por un programa de
tratamiento. Hace mucho que sabemos que los delincuentes sexuales que son psicópatas
plantean serios problemas a los terapeutas y a la justicia criminal. Diversos estudios han
investigado la incidencia de psicopatía entre los distintos tipos de delincuentes sexuales. En
general, hay mucho menos psicópatas – diagnosticados con el PCL-R – entre los que abusan
sexualmente de niños (alrededor del 10 – 15%) que entre los violadores o delincuentes “mixtos”
(alrededor del 40 – 50%). Los delincuentes sexuales psicópatas suelen ser más violentos y
sádicos que el resto de los delincuentes sexuales. En casos extremos – por ejemplo, los
asesinos en serie – la comorbilidad de psicopatía y personalidad sádica es muy alta.
Una de las combinaciones más letales que ha sido detectada en la investigación reciente
sobre los delincuentes sexuales es la psicopatía emparejada con evidencias de excitación sexual
desviada. La reincidencia sexual (en comparación con la reincidencia violenta en general) puede
predecirse en gran medida si se obtiene una alta puntuación en el PCL-R. Se ha considerado
que, quienes presentan alta puntuación en el PCL-R y evidencian poseer una conducta sexual
desviada cometen mayor número de delitos sexuales, secuestros, retenciones forzosas, y más
delitos en general (no sexuales); además tienen una probabilidad más alta de reincidencia
violenta.
crímenes, pero la proporción fue más de tres veces superior en los psicópatas que en los no
psicópatas. Los psicópatas con tendencias sexuales desviadas, no sólo presentaban mayor
riesgo de cometer delitos de índole sexual, sino de cometer cualquier tipo de delito:
aproximadamente el 90% de los psicópatas cometió al menos un delito durante el período de
seguimiento. La diferencia entre delincuentes sexuales adolescentes y sus homólogos adultos es
que la relación entre psicopatía y excitación sexual desviada predecía la violencia sexual en los
adultos, mientras que en los adolescentes era indicadora de la delincuencia futura general. Es
posible que a medida que crecen, la combinación entre psicopatía y excitación sexual desviada
ya no prediga tanto la delincuencia general, sino la delincuencia de tipo sexual.
Es probable que muchos agresores sexuales y la mayoría de los psicópatas tengan más
probabilidad de ser condenados por un delito no sexual que por un delito sexual. Muchos de
estos individuos, más que delincuentes sexuales especializados, son delincuentes versátiles. Su
mala conducta, sea del tipo que sea, es probablemente reflejo de factores no relacionados
directamente con el comportamiento sexual. Para los psicópatas, estos factores incluyen, sin
duda, la estructura de su personalidad, su condición depredadora y su predisposición a
aprovecharse de cualquier oportunidad que se les presente. Al respecto, puede que sea más
efectivo centrarse en las tendencias y comportamientos antisociales de los llamados delincuentes
sexuales psicopáticos, que sólo tratar sus desviaciones sexuales.
tradicionales, sobre todo de aquellos que pretenden desarrollar la empatía, la conciencia y las
habilidades interpersonales. ¿Qué se puede hacer entonces? ¿Los encarcelamos hasta que
lleguen a una edad en la que ya no representen un riesgo para la sociedad? ¿Les pedimos que
participen en programas de tratamiento que tienen pocas posibilidades de éxito, engañándoles a
ellos y a nosotros mismos al pensar que vale la pena intentarlo, que pueden sacar algún
beneficio práctico? En lugar de desanimarnos, deberíamos coordinar los esfuerzos para
desarrollar procedimientos innovadores, diseñados específicamente para los delincuentes
psicopáticos.
Al respecto podríamos especular que las profundas redes semánticas y afectivas que
enlazan las cogniciones no están bien desarrolladas en los psicópatas por razones que, por el
momento, no conocemos. Una de las hipótesis barajadas es que sus características cognitivas,
Williamson y otros (1991) registraron el tiempo de reacción y los event –related potentials
(ERP)– breves cambios en la actividad eléctrica cerebral asociados con el procesamiento
cognitivo y la evaluación de un estímulo, en este caso palabras – de una tarea de decisiones
léxicas en la que delincuentes miraban una pantalla de ordenador donde aparecían y
desaparecían cadenas de letras que forman palabras. Habían palabras existentes e inexistentes
pero pronunciables, y las existentes se dividían en palabras con contenido emocional (positivo o
negativo) y palabras neutras. Cuando una cadena de letras formaba una palabra existente tenían
que pulsar un botón tan rápido como pudieran. En el grupo control (individuos no criminales) las
respuestas a palabras con contenido emocional fueron más rápidas y certeras, que las
respuestas a palabras neutras. Y los componentes iniciales y tardíos de los ERP ante estas
palabras fueron mayores que los observados en las palabras neutras. Algo similar se observó en
los delincuentes no psicópatas. En cambio, en los psicópatas no hubo ninguna diferencia ni en el
tiempo de reacción, ni en los ERP ante las palabras neutras y con contenido emocional. Además,
los componentes tardíos de los ERP de los psicópatas eran pequeños en comparación con los
demás sujetos, quizá porque procesaban la información rápida y superficialmente, y porque
hacían poco más que tomar una decisión léxica; mientras, los no psicópatas seguían procesando
o elaborando en su mentes las asociaciones o redes semánticas y afectivas de las palabras que
acababan de ver, con el consiguiente ERP mayor y más largo.
Otra diferencia sorprendente fue que los psicópatas exhibían una onda negativa muy
larga (llamada N500), especialmente en la corteza fronto-central. La interpretación a este
fenómeno es que los psicópatas tienen dificultades para integrar significados de palabras en
estructuras lingüísticas más largas, o en otras estructuras conceptuales.
En conjunto, los resultados de este estudio pusieron de manifiesto que los psicópatas no
muestran diferencias comportamentales o de actividad eléctrica cerebral cuando procesan
palabras neutras y palabras de contenido emocional, y que pueden tener dificultades para situar
palabras en una estructura cognitiva apropiada. Si esto es así, este hecho podría explicar que los
psicópatas tienen serios problemas lingüísticos. Hay otros estudios que apuntan en la misma
dirección.
Algunos estudios con SPECT (que mide el flujo sanguíneo cerebral relativo durante la
ejecución de tareas específicas) realizados a psicópatas drogodependientes y sujetos “normales”
en 1998 y 1999, se abocaron a constatar la actividad de determinadas regiones cerebrales
(especialmente corteza prefrontal y temporal) durante la realización de una tarea de decisiones
léxicas (similar al estudio de Williamson). Se observó que la actividad cortical de los psicópatas
era mucho menor que en los individuos del grupo control.
En los sujetos no psicópatas (grupo control), las palabras neutras activaban las regiones
del lenguaje situadas en el hemisferio y tálamo izquierdos, y las palabras con contenido
emocional activaban la región témporo - frontal anterior derecha. En los psicópatas, en cambio, la
activación cortical era mucho menor, sobre todo cuando tenían que discriminar entre palabras
neutras y palabras inexistentes.
Estudios recientes con RNMf dan pistas interesantes sobre los factores neurobiológicos
correlacionados con la psicopatía. El marco de estas investigaciones es la evidencia del papel
crucial que juegan dos áreas de sustancia gris:
cometer actos depredadores y violentos sin ningún escrúpulo. Si estas supuestas anomalías
neurobiológicas estuvieran relacionadas con un funcionamiento anormal de los
neurotransmisores, se podría suponer también que los psicópatas, con su comportamiento típico
incorregible y su resistencia a los tratamientos tradicionales, podrían responder a intervenciones
biológicas (psicofármacos), sobre todo si se introducen en etapas tempranas de su vida.
¿Qué mecanismos son los que, a través de las deficiencias de la corteza prefrontal,
pueden predisponer al Trastorno Antisocial o Psicopático de personalidad?
En primer lugar, las personas que tienen lesiones prefrontales no tienen respuestas
anticipatorias de tipo autónomo cuando efectúan elecciones arriesgadas, y además, hacen malas
elecciones aún sabiendo cuál es la opción más ventajosa. Probablemente, esta incapacidad de
razonar y decidirse por las opciones ventajosas es algo que contribuye a la impulsividad,
transgresión de normas, conducta imprudente e irresponsable, que son cuatro de los siete rasgos
característicos del trastorno antisocial.
En segundo lugar, la corteza prefrontal es una parte fundamental del circuito neural clave
para el condicionamiento del miedo y la capacidad de dar respuesta al estrés. Se considera que
el condicionamiento pobre está relacionado con un desarrollo pobre de la conciencia, y que es
difícil socializar en el castigo a aquellos individuos cuya capacidad de responder
automáticamente a los estímulos aversivos es menor, por lo que estarán predispuestos a
comportarse antisocialmente. Una serie de experimentos han confirmado que los grupos
antisociales presentan un bajo condicionamiento del miedo.
Implicaciones filosóficas
(4)
Dr. Adrian Raine: profesor de Psicología de la University of Southern California, investigador de las
bases genéticas y biológicas del comportamiento antisocial y violento, las neuroimágenes, la psicofisiología
y la neuropsicología, el Trastorno Esquizotípico de la Personalidad y el alcoholismo. Autor de numerosos
artículos de éstas áreas y miembro del Consejo Editorial de revistas del área (la American Journal of
Psychiatry, Criminal Behavior and Mental Health,, International Jorunal of Psychophysiology).
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La Evaluación Psicológica Forense
Por el contrario, podría argumentarse que, pese a tener factores de riesgo para la
violencia que escapan a su control, estos agresores han de responsabilizarse de sus propias
predisposiciones. Por ejemplo, aunque el alcoholismo sea una enfermedad, la sociedad espera
de los alcohólicos que sean concientes de que sufren esta enfermedad y que den los pasos
apropiados para proteger a terceros de los efectos negativos de la misma, a la vez que se
responsabilicen de sus acciones. De forma parecida, la persona en riesgo de incurrir en
conductas violentas, ha de reconocer que esos factores la hacen más peligrosa y ha de tomar
precauciones para no dañar a terceros. En definitiva, pueden tener factores de riesgo, pero eso
no los exime de su responsabilidad, puesto que siguen teniendo libre albedrío.
Implicaciones sociales
delincuentes, ablandando el control sobre el crimen. Por otra parte, la izquierda liberal ve con
temor la posibilidad de que estas técnicas sirvan para escanear los cerebros de personas
inocentes y para encerrar a aquellos que tengan el perfil de un agresor violento antes de tener la
oportunidad de cometer un crimen. A los teólogos, a su vez, les desagradaba la idea de que la
biología ponga límites al libre albedrío individual. En un plano moral, finalmente, la mayoría de
nosotros cree que los delincuentes han de ser castigados cuando actúan mal. Y, en la práctica,
¿qué le pasaría a aquella sociedad que eximiese a los individuos que tienen cerebros
defectuosos de responsabilidad alguna por sus graves crímenes? Eso, ¿no otorgaría patente
para asesinar sin conciencia y sin consecuencias?
Los TAC cerebrales en el área de la violencia y psicopatía son inquietantes para algunas
personas, porque constituyen un desafío al modo que de ordinario consideramos un crimen.
Cuestionan nuestro tratamiento de los psicópatas violentos en el mismo sentido en que nosotros
cuestionamos la manera en que, hace 200 años, los enfermos mentales eran considerados y
tratados poco mejor que animales. La historia de la civilización pone de manifiesto que, a medida
que avanzamos, la sociedad se vuelve más noble, más sabia y más humana. Dentro de 100
años, ¿habremos reconceptualizado el comportamiento criminal grave y reiterado como un
trastorno clínico que hunde sus raíces en fuerzas sociales, biológicas y genéticas, que escapan
al control del individuo? Quizá entonces, ¿contemplaremos horrorizados las condenas que
reciben hoy los delincuentes muy violentos, y las consideraremos tan injustificadas como ahora
consideramos que fue la quema de brujas de antaño?
Me gustaría pensar que así será. Pero puede que lo único que no cambie en la sociedad
sea nuestra reacción visceral ante el crimen. Hay muchas razones por las que hemos tenido éxito
como especie; una de ellas es que hemos creado mecanismos efectivos para desembarazarnos
de tendencias antisociales, violentas y psicopáticas. Por este motivo, nada puede cambiar
respecto a cómo conceptualizamos y tratamos la violencia criminal. La ciencia está empezando a
suministrar nuevas y dramáticas ideas acerca de qué es lo que hace de una persona un
psicópata violento. Es de esperar que estos descubrimientos permitan replantearnos nuestro
modo de abordar la violencia y psicopatía, y nos ayuden a obtener nuevas respuestas acerca de
las causas y remedios del crimen, a la vez que seguimos protegiendo a la sociedad y a las
víctimas de la violencia.
VIOLENCIA Y PSICOPATÍA(5)
Múltiples estudios recientes indican que los individuos que presentan las características
fundamentales del factor “desapego emocional” de la psicopatía (en el PCL-R), tienen un alto
umbral de excitación para las reacciones de tipo defensivo; esto significa que es muy difícil que
se desencadene en ellos una conducta defensiva (sobresalto o miedo) ante un estímulo
desagradable. Lykken (1995) propuso que el déficit fundamental en los psicópatas “primarios” (o
verdaderos) reside en el escaso miedo que sienten. No todas las personas son igual de
miedosas. Esto se debe, por un lado, a que el sistema defensivo (activado por el miedo) se
(5)
Christopher Patrick, profesor de Psicología de la U. de Minessota. Investiga el procesamiento de las
emociones, principalmente entre criminales y psicópatas. Autor de numerosos artículos y capítulos de
libros, como Emotionality and violent behavior in Psychopaths: a biosocial análisis, etc. Editor de la revista
Psychophysiology y miembro del consejo editorial de la revista Journal of Abnormal Psychology.
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La Evaluación Psicológica Forense
opone al de aproximación y, por otro, al valor adaptativo que tiene una debilitación del sistema
de evitación bajo determinadas circunstancias. Por ejemplo, en la prehistoria, cuando los
recursos eran escasos (comida, pareja, etc.), los individuos con un umbral de evitación elevado
se veían favorecidos desde el punto de vista de la selección natural. De este modo, se podría
considerar a los psicópatas como individuos depredadores (Hare, 1993) que están especialmente
adaptados para sobrevivir en lugares donde los recursos son escasos y la tendencia a la
aproximación debe prevalecer a menos que el peligro sea inminente.
Además, los datos obtenidos sobre las emociones y el temperamento de los criminales
sugieren que distintos tipos de delincuentes antisociales podrían tener diversas deficiencias en el
procesamiento de las emociones. Parece ser que la psicopatía “primaria” se debe, de alguna
forma, a la ausencia de miedo. Sin embargo, los delincuentes con baja puntuación en el factor
“desapego emocional” del PCL-R, muestran una respuesta normal de sobresalto cuando son
expuestos a estímulos aversivos. Los datos disponibles sobre el temperamento indican que el
comportamiento antisocial (controlando la variable de “desapego emocional”) está relacionado
con altos niveles de ansiedad e impulsividad. En el procesamiento normal de las emociones
están implicados los sistemas corticales (funciones cognitivas superiores), así como los sistemas
subcorticales (especialmente los relacionados con la motivación). Algunas formas de conducta
antisocial crónica puede deberse al mal funcionamiento de los sistemas corticales que participan
en el control del comportamiento, en situaciones donde los estímulos emocionales no son
explícitos.
De acuerdo con estas hipótesis, hay evidencias fundadas de que los déficits
neuropsicológicos, incluyendo disfunciones en la región prefrontal y temporal del cerebro, son
más comunes en los sujetos antisociales (Raine, 1993). Las investigaciones sobre el alcohol y las
respuestas emocionales también apoyan la idea de que la alteración en el comportamiento puede
deberse a alteraciones en el procesamiento cognitivo-emocional. Bajo la influencia del alcohol, es
más probable que la gente presente comportamientos desviados y temerarios (incluyendo la
agresión, conductas sexuales de riesgo, etc.). Durante mucho tiempo se creyó que el alcohol
anulaba el sistema del miedo que normalmente inhibe este tipo de conductas. Sin embargo,
estudios recientes que usan la técnica del reflejo, indican que el alcohol afecta indirectamente a
la respuesta mediada por el miedo, ya que interfiere en los procesos cognitivos que están
implicados en la detección de estímulos emocionales sutiles o que estén fuera de foco de la
atención.
Cleckley (1976) describió a los psicópatas como personas carentes de emociones fuertes,
incluyendo los ataques de rabia, pero entre los criterios que estableció para diagnosticar la
psicopatía no hizo una referencia específica a la agresividad. En efecto, Cleckley afirmó que el
psicópata no suele cometer crímenes acompañados de gran violencia y concluyó que “estas
tendencias deberían considerarse excepcionales, quizá como un rasgo patológico independiente
de las otras manifestaciones que sí consideramos fundamentales” (La Máscara de la Cordura,
p.262).
Los psicópatas también son más agresivos y hostiles en la cárcel para controlar a los
demás. Fuera de las prisiones, los delitos violentos de los psicópatas incluyen frecuentemente
amenazas, el uso de la fuerza física y de armas. Los psicópatas tienen más probabilidades que
los no psicópatas de victimizar a extraños para conseguir dinero u otros beneficios, y es más
probable que cometan delitos violentos poco tiempo después de haber sido puestos en libertad.
Estos resultados de estudios indican que los psicópatas emplean la violencia para manipular y
controlar a los demás. Además, hay que destacar el hecho que los tratamientos diseñados para
que los delincuentes empaticen mejor con los sentimientos de los demás, sólo consiguen
aumentar la probabilidad de reincidencia en los psicópatas.
Sin embargo, las correlaciones halladas entre el PCL-R y los rasgos de personalidad
llevan a plantearnos cuál es la relación existente entre psicopatía y comportamiento agresivo. Al
respecto, se ha observado que la conducta antisocial está más relacionada con altos niveles de
estrés, agresividad e impulsividad. Esto sugiere que el “factor de conducta antisocial” es el que
media entre el PCL-R y la agresión defensiva (también conocida como reacción pasional o
reactiva). Por otro lado, el desapego emocional del PCL-R está relacionado con un alto deseo de
dominio y ambición, así como una baja ansiedad. Esto indica que la agresión del Psicópata
“verdadero” está más relacionada con la violencia encaminada a la consecución de un fin, que al
rechazo. Se trata de una agresión instrumental o proactiva.
FACTORES PSICOBIOLÓGICOS(6)
Los centros del Sistema Nervioso encargados del control emocional (lóbulos frontales,
sistema límbico e incluso el sistema nervioso autónomo) son las zonas donde se dirigen las
últimas investigaciones en genética. Además, los sistemas de neuronas dopaminérgicas,
serotoninérgicas y de otras catecolaminas se vislumbran como primordiales para la regulación de
la agresión en animales y en seres humanos, hasta el punto de que el polimorfismo genético de
estas neuronas promete explicar mucha de la variabilidad del comportamiento agresivo existente
entre diferentes poblaciones humanas.
Los defectos biológicos no funcionan con independencia del entorno; también existen
factores ambientales que predisponen a la violencia como, por ejemplo, los medios de
comunicación, la disponibilidad de armas, las desigualdades y la competencia social, etc.
Cuando estudiamos la figura del psicópata encontramos varias dificultades. Como hemos
visto, la mayoría de los estudios epidemiológicos se basan en medidas de conducta (por ejemplo,
condenas por actos criminales) que raramente especifican el diagnóstico de los sujetos violentos.
Este punto es crucial: aunque es necesario cometer crímenes para entrar en la categoría de
Psicópata (PCL-R) o Trastorno de Personalidad Antisocial (DSM-IV), ocurre que la gran mayoría
de los criminales no entra en estas definiciones.
Parece que al psicópata no le importan las consecuencias de sus actos. De ahí que suela
cometer delitos que le resultan divertidos o emocionantes a corto plazo, sin preocuparse por las
consecuencias. No aprenden del castigo como el resto de las personas, lo que implica un defecto
en la amígdala (responsable del aprendizaje con carga emocional) o en las conexiones que ésta
(6)
James Santiago Grisolía, Neurólogo Jefe de la Sección de Neurología del Scrips-Mercy Hospital de San
Diego, California (EEUU). Profesor clínico asociado de Neurociencias en la Facultad de Medicina de la U.
de California. Editor del libro Violnce: from Biology to Society (1997) y de Violencia, televisión y cine
(1998); autor de numerosos artículos sobre el Proyecto Genoma Humano y sus implicaciones médicas y
sociales. Asesor de la US Agency for Health Care Policy and Research, el Comité Profesional de la
Epilepsia de América y del Grupo de Acción legislativa de la American Academy of Neurology.
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La Evaluación Psicológica Forense
establece con la corteza y las reacciones autonómicas a nivel periférico. Entre los psicópatas, en
suma, el control del aprendizaje emocional del cerebro funciona anormalmente.
Todos estos factores parecen importantes a la hora canalizar las tendencias genéticas o
biológicas de un niño: desde la nutrición prenatal hasta la relación padre-hijo, sin olvidarnos de
las condiciones sociales. Es demasiado sencillo decir que los psicópatas pobres son criminales y
los ricos son políticos, pero hay que reconocer la importancia del entorno y que éste siempre es
más fácil de corregir que la biología.
“Estudio del comportamiento de las personas y de los grupos en cuanto que tienen la
necesidad de desenvolverse dentro de ambientes regulados jurídicamente, así como de
la evolución de dichas regulaciones jurídicas o leyes en tanto que los grupos sociales se
desenvuelven en ellos2”.
“La Psicología Forense es la ciencia que enseña la aplicación de todas las ramas y
saberes de la psicología ante las preguntas de la justicia, y coopera en todo momento
con la administración de justicia, actuando en el foro (tribunal) y mejorando el ejercicio
del derecho. Establecen sus límites, por un lado, los requerimientos de la ley y, por el
otro, el amplio rango que tiene la psicología3”.
Transparencia. Derechos de Víctimas, Imputados y Ciudadanía a ser Informados. Más del 99%
de las audiencias realizadas ante Jueces de Garantía han sido publicadas (partes, público y
medios de comunicación). El 100% de las audiencias de Juicio Oral han sido públicas.
Inmediación. La presencia del Juez es requisito de validez de cualquier actuación. Todas las
audiencias se realizan en presencia del Juez, sin intermediarios entre él y las partes. Los Jueces
de Garantía y de Tribunal de Juicio Oral están apreciando personalmente la prueba en todos los
casos. Víctimas, imputados y testigos declaran ante el Juez, y se imponen directamente del
fundamento de sus resoluciones.
Oralidad. El juicio se desarrolla en una o más audiencia, en donde el Fiscal y Defensor deben
exponer sus argumentos frente al Juez de Garantía o Tribunal de Juicio Oral. También se
expresan de esta forma todos los intervinientes en la audiencia, como la víctima, imputado y
testigos.
2
Miguel Clemente, 1995
3
Urra, J., Vásquez B., 1993
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La Evaluación Psicológica Forense
Rapidez. La investigación rápida es necesaria para la protección de las víctimas, reguardo de los
derechos del imputado -art. 93, 94, CPP-, y de la seguridad de las personas.
Eficiencia. El proceso puede terminar por diversos mecanismos que acortan dicho
procedimiento; Salidas Alternativas -Suspensión Condicional del Procedimiento y Acuerdos
Reparatorios-; Procedimiento Abreviado -dar solución eficiente en corto plazo-.
Concentración. En el Juicio Oral se presentan todas las pruebas, tanto por la parte querellante -
Ministerio Público-, como defensora, arribando los jueces a un fallo, el cual puede ser
condenatorio ó, absolutorio.
PSICOLOGÍA EN EL DERECHO.
Surge para referirse al conocimiento de las leyes psicológicas que regulan los
comportamientos de las personas en la formulación e interpretación de las normas jurídicas, lo
que se entiende por Psicología Jurídica (Muñoz Sabaté, 1980). Se ha considerado a la
psicología jurídica como el “estudio del comportamiento de las personas y de los grupos en
cuanto tienen la necesidad de desenvolverse dentro de ambientes regulados jurídicamente, así
como de la evolución de dichas regulaciones jurídicas o leyes, en tanto que los grupos sociales
se desenvuelven en ellos” (Miguel Clemente, 1995).
LA EVALUACIÓN PERICIAL.
La evaluación pericial tiene su origen en la facultad que la ley confiere al juez (art. 314
CPP) para solicitar pericias en aquellos casos en que “para apreciar algún hecho o circunstancia
relevante para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una
ciencia, arte u oficio”. Es por esto que la pericia es un medio de prueba que se define por dos
características:
1. Los actores son expertos en alguna rama del saber (ajena al saber jurídico).
2. La pericia se realiza sobre datos procesales, a diferencia del testigo que entra en contacto
directo (perceptual) con estos datos.
Perito viene del latín Peritus, quien es el “sabio, experto, hábil, práctico en una materia”.
De acuerdo a la legislación chilena, quienes pueden ejercer la labor de perito son todos aquellos
que, por sus especiales conocimientos, ya sea práctico o teórico, se les solicita una intervención
sobre aquellos puntos conflictivos acerca de los cuales le corresponde informar por escrito.
Los psicólogos como expertos en una ciencia particular, son llamados a asesorar al juez y
a organismos auxiliares de justicia con el fin de apoyar, con mitologías y argumentos científicos,
sus fallos y recabar el apoyo judicativo de especialistas en el tema específico.
FUNDAMENTOS.
El rol del psicólogo, dentro del área penitenciaria, como uno de los objetivos específicos
de Gendarmería de Chile es: Asistir a la población penal, fomentando conductas, habilidades y
capacidades que incrementen sus probabilidades de reinserción social involucrando en este
proceso a sus familias, instituciones, empresas y comunidad.
- Subsistema Abierto:
Consejo Técnico.
- Subsistema Cerrado.
Consejo Técnico, consejo que propone y asesora a los jefes de unidades penales en el
otorgamiento de los Beneficios Intrapenitenciarios (de acuerdo a lo planteado por el
Reglamento de Establecimientos Penitenciarios).
Comunidades Terapéuticas.
ÁREAS DE INTERVENCIÓN.
Artículo 315. Contenido del informe de peritos. Sin perjuicio del deber de los peritos de
concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá entregarse por escrito y
contener:
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en que se
hallare;
b) La relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
Artículo 316. Admisibilidad del informe y remuneración de los peritos. El tribunal admitirá los
informes y citará a los peritos cuando, además de los requisitos generales para la admisibilidad de
las solicitudes de prueba, considerare que los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías
de seriedad y profesionalismo. Con todo, el tribunal podrá limitar el número de informes o de peritos,
cuando unos u otros resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.
Artículo 317. Incapacidad para ser perito. No podrán desempeñar las funciones de peritos
las personas a quienes la ley reconociere la facultad de abstenerse de prestar declaración
testimonial.
Artículo 318. Improcedencia de inhabilitación de los peritos. Los peritos no podrán ser
inhabilitados. No obstante, durante la audiencia del juicio oral podrán dirigírseles preguntas
orientadas a determinar su imparcialidad e idoneidad, así como el rigor técnico o científico de sus
conclusiones. Las partes o el tribunal podrán requerir al perito información acerca de su
remuneración y la adecuación de ésta a los montos usuales para el tipo de trabajo realizado.
Artículo 319. Declaración de peritos. La declaración de los peritos en la audiencia del juicio
oral se regirá por las normas previstas en el artículo 3294 y, supletoriamente, por las establecidas
para los testigos. Si el perito se negare a prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los
testigos en el artículo 2995 inciso segundo.
Artículo 320. Instrucciones necesarias para el trabajo de los peritos. Durante la etapa de
investigación o en la audiencia de preparación del juicio oral, los intervinientes podrán solicitar del
juez de garantía que dicte las instrucciones necesarias para que sus peritos puedan acceder a
examinar los objetos, documentos o lugares a que se refiriere su pericia o para cualquier otro fin
pertinente. El juez de garantía accederá a la solicitud, a menos que, presentada durante la etapa de
investigación, considerare necesario postergarla para proteger el éxito de ésta.
Artículo 321. Auxiliares del ministerio público como peritos. El ministerio público podrá
presentar como peritos a los miembros de los organismos técnicos que le prestaren auxilio en su
función investigadora, ya sea que pertenecieren a la policía, al propio ministerio público o a otros
organismos estatales especializados en tales funciones.
4
Durante la audiencia, los peritos y testigos deberán ser interrogados personalmente. Su declaración personal no podrá
ser sustituida por la lectura de los registros en que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las
contuvieren. C.P.P.
5
El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado con las penas que establece el inciso segundo del
artículo 240 del Código de Procedimiento Civil.
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La Evaluación Psicológica Forense
La metodología de exploración utilizada por la psicología forense, si bien se rige por los
principios generales de la evaluación psicológica, debe adaptarse a las características del ámbito
judicial. En este sentido, en la evaluación forense adquieren especial importancia fuentes de
información habitualmente no utilizadas en la psicología clínica, ya que la orientación
fundamental es poder contrastar la información con diversas técnicas (Urra, 2002).
El estado mental del evaluado, con especial consideración respecto de: la orientación
témporo-espacial, lucidez de conciencia (alteración - obnubilación - restricción y
disociación); atención-concentración; alteraciones del pensamiento, la afectividad y de la
percepción; características del lenguajes; de la memoria; nivel y tipo de inteligencia; estilo
vincular y relacional; y la capacidad para comprender la licitud/ilicitud de los hechos
investigados.
Contenido y forma en que el imputado construye su relato, tanto en su historia vital como
frente a los dichos señalados en la causa.
I. DATOS DE IDENTIFICACIÓN.
Nombre :
Edad :
RUT :
Fecha de Nacimiento :
Nivel Educacional :
Estado Civil :
Actividad, Profesión u Oficio :
Fecha de Evaluación :
Evaluador(es) :
VIII. CONCLUSIONES.
Se da respuesta a los requerimientos solicitados, tanto por los Tribunales como de
Fiscalías, toda vez que sea competencia del evaluador -disciplina-.
6
Análisis de Contenido Basado en Criterios -19-, Steller y Koenken, 1989
7
Art. 10, Están exentos de responsabilidad penal 1.- El loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo
lúcido de conciencia, y el que, por cualquier causa independiente de su voluntad, se halla privado totalmente de razón.
Código Penal de la Republica de Chile.
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La Evaluación Psicológica Forense
Los informes psicológicos periciales deben seguir una táctica de: “máxima observación,
media descripción y mínima inferencia”.
El psicólogo puede pensar lo que quiera, pero sólo debe escribir lo que esté preparado
para testificar ante el tribunal.
NOCIÓN DE PELIGROSIDAD.
“La peligrosidad es un estado que caracteriza a una persona que amenaza o compromete
la seguridad o la existencia de otra persona o de una cosa” (Diccionario de Psicología, 1998).
CRITERIOS DE PELIGROSIDAD.
Pronóstico - es el juicio (a partir del método clínico) que se forma el profesional acerca del
curso, duración y terminación de una enfermedad. Asimismo, se lo connota como un
conocimiento, a partir de indicios, de que lo avendrá en un tiempo futuro.
Peligro - se le define como riesgo o contingencia inminente que suceda algún mal, como
lugar o situación que aumenta la inminencia del daño. Peligrosidad penal, entonces, guardará
relación con riesgo o contingencia que suceda un mal (daño) en un tiempo futuro.
El Código Procesal Penal establece en su art. 140 los requisitos para ordenar la prisión
preventiva, siempre que el solicitante acreditare los siguientes requisitos:
a. Que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare,
b. Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado
ha tenido participación en el delito como autor, cómplice o encubridor, y
c. Que existen antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar que la
prisión preventiva es indispensable para el éxito de las diligencias precisas y
determinadas de la investigación, o que la libertad del imputado es peligrosa para la
seguridad de la sociedad o del ofendido.
Por otro lado, la Ley 18.216 establece medidas alternativas a las penas privativas o
restrictivas de libertad,
A. Remisión condicional de la pena.
B. Reclusión nocturna.
C. Libertad vigilada.
PELIGROSIDAD Y PSICOPATOLOGÍA.
2. Considerar que si el niño dice que el abuso sucedió, entonces dice la verdad, mientras
que si lo niega, es que miente.
9. Refuerzo Selectivo ante información que sugiere que el abuso sexual se ha producido.
11. Uso inapropiado de la autoridad, por ejemplo, evaluar al niño delante de sus padres o
cuidadores, mostrar la propia autoridad como policía, etc.
La literatura existente sobre el CBCA y SVA considera al psicólogo forense alemán Udo
Undeutsch como el primer precursor de la técnica desde 1957. Por otro lado, Steller y Kóhnken
(1989-1994) dicen que “en los años 30 aparecieron por primera vez en la literatura alemana
psicológica y judicial los criterios de realidad”.
I. CARACTERÍSTICAS GENERALES.
Este conjunto de criterios de contenido se refiere a la declaración tomada en su totalidad.
Es sin detalles, sin contenido. Permite valorar coherencia y potencialidad informativa en su
conjunto.
1. Estructura Lógica.
- Detalles independientes y diversos, que describen un idéntico curso de sucesos
los que pueden combinarse como un todo.
- Es coherente y lógica.
- Ver si sus partes “encajan”.
- Ver si tienen sentido.
- Ni la presencia de detalles inusuales (criterio 8), ni la aparición de complicaciones
inesperadas (criterio 7) interfieren, necesariamente, con la estructura lógica del
testimonio.
- No se requiere linealidad para que en conjunto tenga sentido.
2. Elaboración Inestructurada.
- Estilo y secuencia de la narración.
- Las historias inventadas son lineales, continuas, muy estructuradas e incluso, con
secuencia cronológica.
- La declaración debe ser algo desorganizada, poco lineal, desinhibida.
- Elementos factuales desperdigados por la declaración, o completamente
desordenados en sus descripciones.
- Disgresiones temporales - los sucesos no se dan en un orden cronológico.
- Al unir fragmentos, se puede formar un todo unificado, y a su vez, indica la
consistencia lógica del contenido del testimonio.
3. Cantidad de Detalles.
- “Lo que me contaste no era una mentira”
- “Te he dicho que sí”
- “No, no puede ser una mentira…, distes demasiados detalles, nadie cuenta una
mentira así” (Charles Bukowsky, 1983).
- Descripción de lugares, personas y objetos.
- Con concreción del momento temporal de los hechos.
4. Engranaje Contextual.
- Anclaje con realidad espacio temporal concreta.
- Interrelaciones tiempo espacio.
- Todo acontecimiento real se encuentra entretejido con las circunstancias externas
cambiantes.
5. Descripción de Interacciones.
- Alude a las acciones y reacciones mutuas (testigo-víctima y el agresor y/o alguien
más).
- Tiende a ser continuo.
- Debe haber un mínimo de tres elementos: Acción A = Acción B (respuesta a la
acción A) = Acción C (respuesta a la Acción B).
- El fundamento es: Los eventos que ocurren en un mundo real se basan en una
secuencia de acciones y reacciones interrelacionadas.
6. Reproducción de Conversaciones.
- Es el indicador más fuerte de la credibilidad que el anterior, pese a que también
puede estar ausente en muchas declaraciones válidas.
- No se satisface meramente con un burdo relato del contenido del diálogo.
- Exige réplica virtual de las palabras de al menor una persona.
- Debe crear la impresión de que el testigo volvió a experimentar el contexto verbal
de la situación al hacer la declaración.
- También es válido el empleo de palabras poco comunes, que son propias del
agresor al describir su conducta verbal.
8. Detalles Inusuales.
- Hay baja probabilidad de ocurrencia de detalles poco comunes, no se esperan en
acusaciones inventadas.
- La presencia de este, sería un indicador de credibilidad del testimonio.
- Detalles sobre personas, objetos o eventos que sean extraños, inesperados y
sorprendentes.
9. Detalles Superfluos.
- Quien miente no piensa en elaborar detalles adicionales poco relevantes para la
acusación.
- Se narran con precisión, pero que no forman parte del curso principal del
acontecimiento sexual.
17. Autodesaprobación.
- La confesión de una conducta impropia o errónea no se espera en el testimonio
engañoso, el cual pretenda incriminar falsamente al acusado.
I. LA ENTREVISTA FORENSE.
- Aprovechar al máximo las capacidades del niño.
- Evitar problemas derivados de sus limitaciones.
- Obtención de adecuada y precisa información, lo máximo posible.
- Diseñada para niños, con utilidad para adultos.
II. MEMORIA.
- Los elementos centrales se pueden recordar durante largos periodos de tiempo.
- Los detalles periféricos tienden a olvidarse cuando hay grandes retrasos.
- Las narraciones infantiles, al igual que las de los adultos, son susceptibles a la
contaminación post-evento.
PERITAJE EN VÍCTIMAS
DAÑO PSÍQUICO
Una de las solicitudes más frecuentes que dicen relación con la valoración del impacto
que un delito habría ocasionado en la víctima, corresponde a la valoración del daño psicológico.
DEFINICIÓN Y MANIFESTACIONES.
Para este elemento, en la valoración clínico pericial se debe dar cuenta de la existencia
de un menoscabo resultado de una alteración anatómica o funcional, física o psíquica que lleve al
organismo a una disfunción, la cual tiende a expresarse en:
Modificaciones en la conducta.
Repercusiones en la esfera afectiva.
Alteración de la relación con el medio.
Ruptura en el desequilibrio homeostático.
Desajuste en el sistema defensivo-adaptativo.
Esta alteración implica una modificación del estado anterior de la persona, que afecta
peyorativamente su integridad, provocando un perjuicio susceptible de una apreciación material o
pecuniaria.
Es de importancia recalcar que la magnitud del daño no se relaciona con la intensidad del
estímulo, o el umbral disminuido por las vivencias o historia vital, ni por predominancia biológica o
estructural. En este sentido, a pesar del equilibrio aparentemente adaptativo que puede haber
tenido una persona (tipo de defensas o estructura), la posibilidad del daño psíquico no
desaparece.
La Simulación, según Marti y Bartran (1990) es un tipo de conducta humana tan antigua
como la humanidad. Tanto datos históricos como textos sagrados muestran que la simulación
existió en todas las épocas y en todas las civilizaciones.
Dentro de las motivación que se presentarían para simular, y que caracterizarían a los
simuladores en: sujetos con un íntimo sentimiento de inseguridad, delincuentes que recurren con
mucha frecuencia a la simulación por su propia iniciativa o por sugerencias de otras personas,
personas que se consideran superiores a los demás, los que simulan para atraer la atención de
los otros, y los que simulan miedo a la muerte, al ridículo o a la vergüenza. Por último, están los
que hacen de la simulación un medio de vida.
2. Exageración.
Los simuladores creen de forma equivocada que entre más extraños parezcan, más
creíbles son. Clemente (1995) los denominó Elevación del número de dramatismo.
6. Ausencia de Perseveración.
La perseveración es un signo de consistencia en la personalidad y/o en la patología, por
tanto, es una conducta que debe presentar constancia en el tiempo, rara vez se ve en los
simuladores (Marco y Col. 1990).
7. Incoherencia entre resultados de pruebas y funcionalidad del evaluado.
Falta de coherencia entre los resultados de test formales y la funcionalidad real del sujeto
en su vida cotidiana. Por ejemplo, el simulador puede asegurar o mostrar una incapacidad para
trabajar, pero mantiene la capacidad de su esparcimiento, como por ejemplo, disfrutar del teatro,
ver televisión, jugar cartas, etc.
9. Los síntomas del simulador son generalmente inconscientes con los síntomas
legítimos de la enfermedad mental.
Los síntomas del simulador son, generalmente, inconsistentes con los síntomas legítimos
de la enfermedad mental; por ejemplo, un simulador dice que no puede recordar su nombre o la
fecha de nacimiento, pero si es capaz de recordar otros eventos pasados, como la dosis de los
medicamentos que ingiere. El simulador, por lo general, confunde los síntomas psicóticos con los
impedimentos cognoscitivos, y cree que la persona que escucha voces no sabe en qué año está.
Los amnésicos auténticos, generalmente, recuerdan cosas como: nombre, edad, fecha de
nacimiento, dirección, nombre de la madre, de familiares cercanos, lo cual es lo que pretenden
olvidar los simuladores. A su vez, estos pretenden tener alucinaciones visuales o auditivas, y
hablan con personas imaginarias.
METODOLOGÍA.
Entrevista Clínico Pericial.
Examen del Estado Mental mediante pruebas de valoración neuropsicológica.
Entrevista con personas relacionadas con el peritado.
Descartar simulación (DSM-IV/TR) mediante preguntas dirigidas a distinguir entre
dificultades cognitivas auténticas y defectos simulados: ¿Estaría usted dispuesto a una
negociación?; ¿Qué pasaría si usted fuera enviado a un hospital por ser incapaz de ser
juzgado?.
OBJETO.
Esta valoración se orienta a la determinación de la capacidad para comprender:
LA AUTOPSIA PSICOLÓGICA
BIBLIOGRAFÍA