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E?nH: ':*';:":flPll;^"1q,'ier caso,.

e.set uti'lizado
por losso-

I,o que interesaballeuar a cabo era una


diuisión en tres categorías,insertando entre
fon{o y de método. los fenómenos naturales, o sea independien-
pj:.:?j:.:ry*_.X:tiones t99.de Ia acción humana y tos fenónienosar-
Fj "*:*, comptejas
que no pre. tificiales o conuencionalei,una' categoría in-
*:*"-:s:RLdr_T4¡ila".Ci;;;;;;il:'?;#"Í","'"¡31i. e comprendiese estas
;*1"**":lü-,*nhf^;ii_:{'",*¡ií?iili!i'33.,iilr?J,i?i
apenas -piend
si están esbozados. voü; ;;; ;iür":n"';iHii:"",-
ns) y regularidades no
encuentran en la so-
3::i*,T9:X.
men abordan fi:_:.l6ftiq;'ñ
do,a ñ1ilt
unqu; .ú"-d; ü rñ "ü.' úrl concruir esievoru_ t la teoría aociológica
las :t":lii',i
cuestione,;li' funáamen-
ri?,l omo tarea etpücar.
tales implfcitamentetb*,"i"ai. ;'t"J iextos precedentes.
Friedrich v. Hayek,

/) Studies in Philosophy,
,tu,uA úú7ry<-) Pohtics and Ecoiomics.

Lllz<tx't, ()Yt'
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172 I
I
173
un coniunto de proposicionesque forman una base de acuerdo, a En el primer caso, el comportamiento del conductor que ha-
parüir de Ia cual se desanolla una t¡adición de investigación cien- búa de accidentarsees explicado por el reportero con un modelo
de tipo causal: esta conducta se debió al estado de ebriedad del
tífica: By choosíngít (el término "paradigma"),1 rnean to sug-
gest tlnt some accepted examples of actual scientil'íc practice conductor, quien sin duda perdió el cont¡ol de sus reflejos. En
<xamples u:hich include laut, theory, application, ond instru- cuanto al estado de embriaguezen sí, no tiene nada de sorpren-
mentatinn together- prouide models from which spring particu- dente: las comidas de negociosse distinguen por la riqueza de
Iar coherent tradition oÍ scientifíc research3. En cu,anto a mí las bebidas.De este modo, la explicacióndel accidente se obtiene
respecta, emplearé el término en un sentido más específico, para al establecerla relación con los estadosque lo han precedido: el
conductor era un industrial importante. Esto explica que haya
d*ig*I eI l* ie en eI cual se formylqn lqs teorías g._eygntya!- participado en una comida de negocios.I¿ ci¡cunstancia impli-
/
.vvt v- ¡. . \
caba a su vez un probable excesode consumo de bebidas alcohó-
consistiría entonces en levantar ücas, mismo que originó un entorpecimiento de los reflejos y
una seudomuestra de teorías y en determinar él o los lengua.¡es aumentó la probabilidad del accidente.
de base en eI cual o en los cuales dichas teorias se redactan. Na- En el segundo caso, el qnálisis implícito del periodista es muy
tunlnente, se trata de un proyecto ideal. La clasificación que diferente. Ambos automovilistas tienen sin duda un empleo, pero
presentaré abaio de los paradigmas de la sociologia, pese a que éste no se menciona. El análisis del reporüero indica que el acci-
¡epor¡an implícitamente en una vasta multitud de ejemplos de dente se debió con seguridad en este caso a que cada uno de los
teorías sociológicas,no pretende ser el producto de un "muestreo"
sistemático.

se explica por un esquema donde las intenciones de los actores

I._DOS FAMILIAS DE PARADIGMAS


Un simple vistazo sobre los análisis y teorías de los sociólo-
gos hace apa¡ecer una primera distinción capital que basta, se-
gún creo, para detenninar dos familias de paradigmas. Poste- una autopist¿ de cuatro.
riormente ve¡emos cuáles son las principales subfamilias que cons- En otras palabras, la estructura de caminos se analiza como
tituyen estas familias. También tendremos ocasión de analizar factor que hizo posibles los comportamientos de ambos conduc-
las relacionesentre las dos familias. Por el momento nos conten- tores. Por supuesto, nada los constreñía a caer en el lazo de ese
taremos con describir la mencionada distinción fundamental. juego tan absurdo y peligroso; pero la constatacióndel accidente
Olvidemos por un instante la existencia de la sociologíay con- basta para comprender que la esüructurade la carretera les per-
side¡euros dos hechos diversos relativos a los accidentcs de la mitió "rifarse" y para admitir que sus intenciones en el instante
circulación: anterior al choque eran rebasarseel uno al otro.
Estos ejemplos elementalespermiLen, cter., iluetrar la distin-
f. "El Sr. X, un industrial importante que al dccir <le los tes- ción fundamental que yo desearía int¡oducir: ciertas teorías so"
tigc narecÍa muy achispadoal saür de un restaurante donde ha' ciológicasutilizan tal lenguaje, que el fenómeno social que ex-
bía celebrado r¡na comida de negocios, ha derribado un árbol con plican se decribe como el ¡esultado de la yuxtaposición o de la
zu r¡ehÍcr¡lo" (los periódicos).
2. "Los dos automoülistas que se habian encontrado cara g
caria en la vía central de la carretera de tres carriles se lanza-
ron repetida y mutuament¿ las luces de los faros en toda su po-
tencia, según los testigos. El choque frontal no pudo evitarse"
(los periódicos).

174 17t¡
se¡rtidodeterminado.Enestecaso,loscomportan¡i-enlosencues- que'los
r. ti6n no se describen como enCaminadosa lograr ob¡etrvos por
;";|¡ñ- más o me_nos se esforzarían
/ $¡$1f,i, _conscienté, -
exclusi-
/' J¿,;;;. Foi'ui óónii"tio, s" l-ot describe como secu-elas
ülA" a"-énts-iilerioi"s a los comportamientos,.de marTls-. _
Los hábitos semánticos en

oonden a los dos casos eleme


bunto de Partida. En el Prime
iUcarse (el accidente) se angli
h¡m6,s un comportamiento. El

familias paradigmáticas. que


En uñ estudio sobre el suic tetrocedido solamente ante el empleo de un n-eologismoquizá su-
perfluo. En segundolugar, se not-aque la palabra-,.deteúninista"
está naturalmente desviada de su sentido usual: consideremosel
caso donde un actor se halla colocado en una eituación de elec-

cierto núsle¡o de hiPótesis con

t deterministos' Las rt:lacioneses'


fuerza en interPretar lo son como
omo comportamientos' f)e tal mo-
rrt Y Henry cs que la rlegra nortea'
bo iamiliai más alto que el negro' cante se pregunta qué cantidad debe producir para el año veni-
os agresivos menos frecuentemen' deto, con el designio de lograr el. 4áúm-o provecño. pero este pro-
nstañtes todos los denrás factores' vecho depende del precio-que habrá de -establecerseen el mer-

176 177
estos cuatro tipos, antes de detenerme con srayor detaüe en cada
uno de eüos. Naturalmente, si creo que las clasificaciones pre-
sentadas en este terto son útiles, no por ello pretendo que sean
las únicas posibles.

Subtipo a: Paradigmasinteraccionistasde tipo marxista


Veremos ulteriormente la razón de esta nomenclatura.En di-
chos paradigmas, las acciones de los sujetos se describen como
generadaspor su libre arbitrio. Para mayor precisión, se supone ./
que la libertad de acción de cada sujeto no se halla de ninguna t/
manera limitada por compromisoe,tácitoe o explícitos, contraídos
con otra persona. Esta característica se ilustra, por ejemplo, en
el modelo de la tela de araña: loe comportamientos de los acto-
res se describen como determinados pór las preferencias indivi-
duales de cada cual, con exclusión de todo contrato, buen acuer-
do, o compromiso entre los actores. Como contraste, la acción
¡fel médico que exige a uq enfermo desvestirse, para retomar el
[ejemplo clásico de Parson{,\está regulada pot una obligación trí-
üta, de parte del médico, lfacia el enfermo 10. En 8uma, una pri-
mera caracterísüica de los paradigmae de üpo marrista consiste
en lo que unos acto-
res con otros. es que
-oe los lnorvtquos se c
vañables ihd-p.endientesz tlesem-peñanun papel esencial en el
no se lae coneidera como si debieran
ser analizadas. EI

ñismo puecl-afirmarsCá prop-65i6-il-6ilos los ejemplosanali-


zadosabajo
zados abaio yv de todos cuantos
de todos posibleimaginar.
seaposible
cuantossea imacinar. Una
Una estruc-
estruc-
tura de interdependencia que se definiera en un vacío eocioins-
2.-PARADIGMAS INTERACCIONISTAS: titucional resulta¡Ía indeterminada, imposible de analizarse y, por
CUATRO TIPOS PRINCIPALES lo tanto, desprovista de interés. Nos dispensaremos entoncea de
repetir que, en todos los casos, la estructura de interdependencia
o de interacción (ambas voces son sinónimos en el vocabulario
aquf empleado) se define por un contexto socioinEtitucional que
ae supone dado.

178 179
Suólrpo b: Paradigmas interaccionistas de típo tocqueuilliano

dentes porqüe la-f4gf4gcto!-individual no se efcctúa en un con-


texto de estado

ffierar,entreotiascosas,losefectosdesusaccionesen

He aquí .ho¡a la característica que üstingue los paradigmas


de la "libe¡tad natural", para ha-
los
\
actoree se

reren expl¡

no la
pmposiciones que describen las preferenc¡'asde los acl,orcs no l,ic- SI

ñ si todas las situacioneede "co¡ltralo"


ffi en cuen
.Su¿tipo c: Pamdigmas interacelo¿isúasde tipo mertoniano
osición-entre"contrato" y "estado
Aquí abandonamosla hipótesis del estado nal.ural. En otros n4tural" designacasosjímites.- Así, la[lberalización l-qcaldel abor-
términcs, se consideran categorías de acciones caracterizadaspor tolno acarrei ipso facto la desaparictdnde constreñimientosmo'
el hecho de que los aFentesque las realizan no dejan de adveitir ráles que puedén imponerse a la unidad familiar a e.sterespecto'
La libbralización legál no basta entonces para rcalizar un con-

180 181
texto de "estádo natural" donde la autonomía de d,ecisiónde la

persisteaun dentro de la sociedadconstituida. Por ejemplo, los


societariossiguen siendo libres (dentro de ciertos línli[es)-de en-
riquecerse a costa de los demás.

Suóúrpod: Paradigmasin.teraccionistas
dc tipo u'el¡criono
En este último caso, seguimosen el interior de la familia de
los paradigmas interaccionistas: los coqpqllErmientos de los ac-
Lores se interpret¿n cemo dotadoffi
V anteriores, se int
con-
hipótesisse.
g"I, !t cual gle¡Lqq elementos de estas acciones (estrücturación
iiel sistema. f"i
fines,deseados,,habiüdeÍl "¡ié.".etc.),
para poner en práctica l,osmedios,
son elementosanterioles a las accilones en cues-
Naturalment€; toila_áffi61
ica La maestríade cie¡tas técnicas(de comunicación. corpo-
) o de qiertosc'onocimientos
cuyaadquisiciónes por nécesidad

na el análisis dc los sistemas de in


conIrac tualuales,
presl ones es , expllca
ex q a
Frr¡c ¿r qu¡z que üu
quE LE U Ira general
Áu teoría no
É E tr-s r4r r¡u
iWcomo "las tal. Por otra parte, se puede mos-
trar que dificultades ocasionadas por ciertos análisis resul-
carácter detcrminante de los elementos anteriores a la acción tan dé su siluación dentro de un paladigma defectuoso.Así, los
n eJemplomuy trabaios de lGordon Tullocli7que procuran analízar los fenóme-
bbtener el máximo áe satisl- nor ciiminaféE exclusivamentüa pártir de un paradigma de tipo
de cuanto pon-e en su canasta. pcro el hccho <lc oue ésta

.Fl subtipo d es interesante, pues introduce, en los esquemas


-pertenecientes
erplicaüvos a la iamilia tle los paradigrrras'inter-
qgqtg¡¿üeg, qlementos de tipq_de&¡üdantc (en (en Ef-ffi-ridffi_{Íe
Ef-fiidffi_dÍe
ffifr,
ü
182 f,44 183
3._PARADIGMAS DE TIPO MARXIANO
Los paradigmas de tipo marxiano son, recordaremos,aquellos
donde las accionesindividuales se suponen como no relacionadasy'
entre sí, o sea que son de tal naturaleza que pueden realizarse
!
por el agente social sin que éste deba considerar sus efectos en
Í otra persona,y donde las preferencias,por ser lo bastante cla-
á ras, tienen el estatuto de variablesindependientes.Atribuimos a
f
este paradigma el calificativo de marxiano, porque Marx es sin
s duda el sociólogoclásico que los emplea con mayor frecuencia13.
,t-

ii,
Decimos marxiano y no marxista porque aquí no nos interesa el
{ contenido de las teorías de Marx, sino su forma.
I
Consideremosun ejemplo clásico, el de la ley de la baja ten-
I dencial de la tasa de ganancia,tal y como se presenta en el ter-
$'
cer tomo de El capital. Esta "ley" es tan conocida que nos con-
tentamos con recordarla en unas cuantas palabras: hay en la
sociedaddos grandes categoríasde actores, las clases (capitalis-
tas y proletarias). Los capitalistas se apropian de gananciastanto
mayores cuanto más elevada sea la producción total, y cuanto
más débil sea la parte del capital fijo respecto del trabajo asala-
suDr¡pob
riado, o capital variable. Sin embargo, eriste una "contradicción"
--
I I
I rtequcvilltanorI entre las dos variables que determinan la ganancia global. En
-. _ + J
efecto, el capitalista tiene interés en aumentar su productividad,
es decir en reinvertir una parte de su ganancia con objeto de
adquirir máquinas más eficientesy rápidas que permitan fabricar
un producto en un tiempo más corto de trabajo. Pero con ello
Hrrr qx os¡d€ru
daft6
contribuye a rebajar la tasa de gananciay comprometeal sistema
capitalista en un procesoconducente,al límite, a la supresiónde
la ganancia. Importa poco que la ley de la baja tendencial de la
tasa de ganancia sea verdadera o falsa. Lo interesante, es que
I se hallan aquí las características del paradigma tipo a. La es-
,j+
tructura económica del capitalismo inüta al capitalista a incre-
mentar su productividad. EI capitalista que no adopta esta
¡ estrategia cuando los demás sí lo hacen, egtá en camino de ser
rápidamente eliminado.
I
t
I

I
T
,
f
t
I
a ley de la baja
tendencialde la tasa de ganancia ilustra uno de los sentidos fun-
damentales de la oscura noción de "dialéctica": los capitalistas
hacen un pobre servicio al capitalismo y, en cons@uencia, a sí

184
r85
mismos 14.La fundamentalmente de los mismos principios que la "mano invi-
sible" de Adam Smith o la "Astucia de Ia raz6n" de Hegel. Pues
estosefectos dialécticosno pueden manifestarsesino en una axio-
mática donde se describe al t/
lÁsiEa que puede resumirse m?fIÍáiFIá
#,
noción d" rar"iotncüolo¡l
l¿mrtada.
_.ffi de HaveK.
-# estructura "dialéctica" como el dilema del prisir.,nero

, La proposlcrlon de rarsons
es si se pi ensa en l a fami l i ari -
dad de Marx con Ia economíapolítica y la filosofía politica de tos
las postrimeríasdel siglo XVIII y de la primera rnitad del XIX,
así como en el arraigo de estas disciplinas en la tradición filosó- polilogismo a Marx, en
fica ntilit¿rista (constátese por ejemplo la admiración de Marx Human Actíon. Falsamente,afirma que en el análisis hecho por
haciafMandeville16)I Sin duda. los análisis de Marx son dife- Marx del cambio social, las diferencias en las posicionesde cla-
rentes-de aquéllos i5üchospor ios econemistas clásicos, pero el se se conciben como generadorasde diferencias en la lógica del
hombre marxiano es primo cercano del homo oeconomicussur- comportamiento de los actores. Proletarios y capitalistas son
gido de la tradición filosófica del siglo XVIII. El paradigma
paradigma em- por igual utilitaristas y se hallan sujetos al principio de la ra-
pleado en el ejemplo
ejemplo de la ley de la baja tendencial ,l de la tasa de cionalidad limitada. Las diferencias en las posiciones de clases
ganancia, en el conjunto de EI capital y de otras obras de Marx, se traducen en diferencias en las
mavoría de los textos de teoria política yv
se Deencuent¡aen la mayoría accron,pero no
sociológica del siglo XVIII, en particular en EI contrato social I ras tivo de marxiano atribui-
y en
en el LrBcurso
Discurso soore
sobre bs
Ins orrg,enes
orígenes de
de La desiguoldad entre
Ia desrg,uolctad entre Los los do al primer subtipo de paradigmas interaccionistas,procede pro-
hombres, por Jean Jacques Roussetau 1?. Una cuestión esencial, porcionar algunos ejemplos de su empleo en la teoría sociológica
que abordaremos rápidamente más abajo, es explicar el porqué v política reciente.
este tipo de paradigma, que ocupa un lugar tan inrportante en la
teoría socialy politica durante todo el siglo XVIII y'manera
hasta Marx, [) Lfieoría de la estratificaciónsociáilesrecurrente.Se men-
parec€ después debdeñado por los sociólogos.De para- cionará soble todo a este respectouna teófia sin duda imperfecta,
lela, domina en la economía,sobre todo a partir del momento en pero cuvo mérito reside en haber suscitado numerososcomenta-
que esta disciplina se desprendedel conjunto de las cienciasso- rios y discusiones.Con ciertas reservas, puede considerarsede
ciales y adquiere una independenciainstitucional cada vez más gran importancia, en la medida en que ha logrado aislar algunas
indiscutible. causasfundamentales de la estratificación social. Me refiero a la
Por ello, a mi parecer, Ma¡T es el sociólogo que con mayor teoúa de Davis y Moore 18. Precisemosque, en las obsewaciones
siguientes,reinterpretaremos un poco el proceder de dichos so-
ciólogosal darle una forma más analítica que Ia original. Los mo-
delos subyacentes a su teoría pueden ilustrarse con el razona-

.
^no es
e'u¡**;ll:
:rencias tnv¡ales
!.enctas t¡iüales yv e¡
el evroente
evidente caracter
--üstaoo nB
etivos", ha esEUó-Ell-La sagrada familia. "E
carácter oel
del etecto
tr¡ral"' -, pre-
natt¡ral
efecto cle
de las rela-
rela-
ciones de pmducción en las preferencias, caracterizan no sólo. la
economia de Mam en su conjunto, sino también todo su análisis es más prolongado y por lo tanto más costoso para el individuo
del cambio social y del deveni¡ histórico. (Las monografías his- que el aprendizaiedel conjunto Tr. Imaginemosahora que una
tóricas como El 18 brumario deben considerarsefuera del punto autoridad central fiia la tasa de las remuneracioneseconómicas
de üsta que aquÍ nos intcresa). No puedo exte¡rdcrmeal respec- y socialesl9 asociadascon los dos tipos de tareas y con los em-
to, pem me parece evidente que la dialéctica de Marx procede pleos correspondientes.Supongamos.además, que los indiüduos

186 187
'f,
son übres de elegir su oficio (en este caso T', o ) y que Ia

puede, ya utilizar las posibilidadesde coacción de que dispone mas de tipo maxiano.
eventualmentepara canalizara los individuos hacia los dos tipos A este respecto,interesa detenerseun momento en u¡t resul-
de formación,ya establecer,lo que tal vez sea más sencillo,una tado empírico que basta, por sí solo, para sugerir la importan-
desigualdad de remuneraciones entre las personas que ejercen cia de esta clase de paradigmas en el an¡álisisde los fenómenos
l ectivanrente. de esüratificación.Se tratfde un cuadro que muestra la total
ausenciade paralelismo entre la evolución de ¿c¿itudeugEw
, que la autoridad de la segregación residencial en Ios Estaclos-Unitlof y la¡fqlu-
. tanto sol)re las dc- cron (tabla r).
c@ cle Ia segregaclon=Iectrva(taDla Mientras que la acep-
I). ryuentras
t@cho progreeos considerables,la se-
gregación efectiva permanece constante.

TABLA I
Indice de segregaciónresidencial por ¡a2a.109 ciudades en
1940, 1950, 1960 y porcentaje de blancos que aproba¡on la in-
tegración residencial en 7942, 1956, junio y diciembre de 1963,
1965 y 1968.
t Sur Norte
creo, la lectura nrás profunda que
pueda reaüz¿rsede la teoría de Davis y Moore. La intuición im-
portante de su teorÍa reside en la preposición según la cual los
fenómenosde estratificación deben considerarsea menudo como
el ¡esultado indeseado de estructuras de interdcpende¡rciacarac-
teristicas de las sociedadesreales.
Preciso una ve? más que se trata de una "lcctura". Davis y
Moore presentan su teoría de una manera mucho rnás dogmática t940 84,9
de lo que sugiere mi discusión precedente.La traducción que he l9-{2 t2
hecho de ella en la forma de modeln simple tiene una ventaja im- t950 8 8 ,5 8 6 ,3
port¡nte. Hace evidente que Io es posible, co¡rtrariu¡ncntcu Io 19.1(r Itl 58
q-ue
iue sugiere Davis y
susiere Davis v tfoore, c6ñ'cTffi'also algo general
Mooie. coneE6iijomo Eenerol l" la _re]¡.
rela. r 960 90,7 8 2 ,8
óón
ci ónentreW
ción entre ¡cmunerácionessoc
en'tre , IUtr: junio 44 68
rmagmemos
tmagtnemos
unagmemosWpo que
que rI s e-xlge
sxrge u¡r ucmpo
ucmpo fléTp reñil i 2aj c urri
cle aprcndlzaJ s prolon-
r¡rs ¡rroIon. 1963 dicie¡nbrc 5l 70
gado que T. pero eue Tr no sea un subconjunt-ode ,. Il 'l'r. Ilnn cste l 965 5iJ 8l
caso, no es seguro que, sin una reglamentaciónde origen externo, l9CrB 57 83
los individuc que desempeñanel oficio 'l'o reciban rc¡rruneracio.
nes sociales nrás importantes. La conclusión de u¡ra rclación
Fuentg ; fanrc s C ol rrrax , /tes ourc es [or S oc i ¡l C hanga, N c w Y c ¡rk ,
necesaria entre remuneraciones sociales e inversiones escolares, \ V i l c y , 1971,p. 31.
lejos de ser general, depende de las especificaciones quc so ln-
troduzcan en el modelo.
188 189
declaran su interés por el programa de los
. durante las eleccroncslLa teona segun Ia

qulza, o en todo
ia-soTófifibffe tal vez a explicar, por ejemplo, que las tasas de
abstencióndurante las eleccionessean más débiles en Flancia
que en los Estados Unidos. Pero no explica, a todas luces, el
que más allá de las diferenciasrelativas a la estructura de los
partidosque distinguenlas naciones,se observe,en todos los ca-
.sos,una proporcióndebilísima de militantes.
A fin de aclarar estos fenómenos,Olson ha recurrido a una
teoría muy simple. Los serviciosprestadospor organizaciones co-
mo los partidos y los sindicatostienen la propiedad de ser, en
esencia,colectiuos.Según dicen los economistas,tales organiza- t/
ciones rinlfffiervicios colectiuos, o sea bienes que aprovechan
por necesidada todos los miembrosde un grupo23. De tal ma-
nera, cuando un sindicato consigueaumento de salario para una
categoríaprofcsional,dicho aumento se aplica al conjunto de in-
dividuos pertenecientesa la pategoúa en cuestión El alza de sa-
utilizado con larios se traduce, por supuesto,en el aumento de Ia hoja de la
l1$oría pagade cada individuo en particular; pero representa,en sí mis-
mo, un servicio colectivo en la medida en que tal servicio se pres-
ta necesariamente a un conjunto de personas.
La naturaleza pot esencia colectiua de los bienes y servicios
prestadospor agrupacionescomo partidos o sindicatos acarrea,
segúnOlson, consecuencias considerables.Se puede presentarsu
análisis,simplificándolo,de la manera siguiente: imaginemosque
\ el público ¡rotcncialo, para cmplcar cl lenguajede DahrcndorÍ21,
e"'-5ü*pü5mó-p¡teúial. DFT-al el grupo latente al que un sindicato proponesus servicioscolec-
ntilil. DFT-a flrros,sea numeroso.Los miembrosde este grupo latente, toma-
dos individualmcnte, no pueden dejar de considerar que su
cotizacióny, de modo más general,su participaciónen la asocia-
ción voluntaria, pueden cuando mucho modificar de forma im-
portante la probabilidadde que la sociedaden cuestión produz-
ca efectivamenteun seryiciocolectiuodeterminado.Sin duda, ca-
da cual espera y desea que el servicio colectivo de marras se
produzcaefectivamente.Estos sentimientosresultan de los be-
neficiosindividualesque cada cual está seguro de obtener. Pero
cqr¡4rcada individuo percibe que su influencia en la producclón

De llega al m¡smo resul[aoo sl se supone


puede aumentar, de manera no omisible, la p: bilidad de pro.
ducciónde un bien colectivosin que el aumento de la esperanza
de beneficioque resultaúa para él de su actividad compenseel
costo de su participaciónen la iniciativa.

191
La teoría de Olson no sólo explica las débiles tasas de parti-
cipación en las asociaciones voluntarias que se observan empíri-
cainente en muchas circunstancias. Esclarece también ciertos fe'

i o-

uce servrcros

,i
Distribuciónde Distribución de '.,.1:

remuneraciones iÉ
remuneraciones r"s
corresponentes
correspondientes
al nivel escolar al nivel escolar ft
de participación que tendrá será mucho más estimulante que si
las instituciones la ümitan a proporcionar bienes y servicios co'
lecüvos. El érito de la sindicalización en el caso del sistema fran-
bajo
elevado.
$:
' .,!:
cés de ens€ñanzaseúa incomprensible si nos abstuviésemosde 'ri.
"f¡
considerar la concesión de bienes individuales que los sindicatos
nivel de remuneracion
de enseñado¡esson capacesde asegurar, mediante las institucio-
nes, paralelamentea la producción de bienes v servicioscolectivos Fig. l.-Distribuciones que ilustran la significación de Ia correlación
que constituyen su razón de ser. entre nivel escolar y remuneraciones
3) Mencionaré por fin, y con brevedad,la irnportancia que La superficie de la parte doblemente sombreada del clibujo
a mi juicio revisten los paradigmas d-e t-ipo nr-arxianoen. un sec- la importancia relativa de los casos de invéisi¿n- cle que
tor muy popular de la sociologíadesdc lrace rlir-'zaños: la2locio' llt4y,:"
hablábamos más arriba. La ilustración muestra que las remune-
losia dó ia'educaciófi7Considéremos,por ejem¡rlo, un fcnbneno raclo¡res de ros rndrwirrrros
{a"p!!! indi¡¿id¡¡os dueños
dueños de ur,r
un nivel
nivel igeo
escola¡ b'iFor
mecmsoc¡atcomo el dél incremento de la de¡natlda cducativa, al sn-_n' fA
-d"_fq
_nEa_¡s; blu_
4ti
bpoblacione" t corr"ipándientes
a. la.superación de ambas distribuciones) de ir¡ñiá;;. óátu"t"-
nzados por
,una. estructura idéntica de remuneraciones.pese s
ell-o,una de las dos subpoblaciones
lacionestiene un nivel escolar inferior.
y la otra un nivel escolar superior.

192 193
Representémonosahora que una población de unidades fami-
lia¡neso de individuos sea llamada a escoger entre los dos nive- proporcionadasal sujeto en el curso de su ciclo vital, y con de-
les posibles. Para simplificar, admitiremos üambién que los in- cir que tales remuneracionesse efectúan en varias unidades dig-
dividuos de esta población no difieren por sus recursos cultura- nas de tenerse en cuenta, como el prestigio, los ingresos y el
les, económicos y demás. Este aspecto ir¡eal del razonamiento poder.
po&ía eliminarse sin dificultad y sin la incidencia de sus con-
clusiones. Por otra parte, supongamosque las unidades familia-
res o individuos, cuando se ven confrontados con la decisión men-
cionada, perciben con mayor o menor cleridad que las remunera-
ciones asignadasa los dos niveles de escolaridad se caracterizan
por una estructura semejante a Ia de la figura 1. Ciertas en-
cuestas sugieren que la hipótesis es realista, pero no lo prueban.
Finalmente, introduzcamos una hipótesis de inercia parecida a
la que inserta el teorema de Ia telaraña: se supone que los in-
diüduos esperan que la estructura del dibujo 1 se reproduzca
en el pomenir.
¿Cuál será el comporüamientoindividual en tales circunstan-
cias? No quiero insistir en el detalle de la demostración,pero es
fácil ver 25 que, en condiciones relativamente generales,la pro- tura social que son las clasessociales,sobre las decisionesescola-
porción de individuos que opten por invertir en la educación para res; y también hacer evidentes los efectos complejos de interde-
obtener el nivel escolar más alto puede ser mu)¡ superior a la pendencia resultanües.En un caso de inflación de la demanda
cscolar,la estratificación tiene como efecto reducir la intensidad
de la primera. Pero este resultado se consiguea expensasde las
clasesinferiores.
Me he ertendido un tanto en el ejemplo para sugerir la im-
portancia potencial de lo que he llamado paradigmasde tipo mar-
les, sicológiou¡ y demás, asignados a los dos tipos de carreras, riano en un dominio donde no se utilizan habitualmente.
no sea demasiado grande en relación a las diferencias en la es-
tructura de las remuneraciones anticipadas. Por r-.1contrario, se
puede crea¡ fácilmente una situación de inflación escolar absolu-
ta donde nadie tendúa interés en elegir el primer tipo de nivel
escola¡ %.

comoacciones,sino en tanto que conportamientos (en el eentido


que se le ha dado a estos conceptosal principio del presente ar-
tículo). Es decir, que las "elecciones" escolares se interpretan
como resultados más o menos mecánicosde un condicionntni¿nto
donde el ogiren social desempeñaun papel deterrrinante. Volveré
individuales, estamos frente a tratar r:on brevedad este hecho cuando aborde el capítulo de
I donde cada cual tar libremente, los paradigmasdeterministas.
De este modo,_el renovamiento de los paradigmas del tipo
marxiano que se observan en numerososdominios de Ia sociolo-
gia no se acepta sin resistencia.Interfiere con tradiciones e inte-
resesprofundamente arraigados. La objeción más frecuente con-

raciones meramente económicas. Para generalizar su importancia


basta con definir el estatuto como un flujo de remuneraciones

194
195
servido del modelo y, por la otra, que basta para explicar nume- terra, v en oue los cargos civiles, los "puestos", eran en Francia
r,osq¡comportamientos.No todos, desde luego. Se necesitaria ser más codiciadosv numerososoue en Inglaterra.
un necio para pretender explicar los comport¿mientos del neuró- En consecuencia,cuando un terrateniente se veía en la ne-
tico a partir de este modelo: pero también es irracional querer cesidadde elegir entre la alternaüivade permaneceren el campo y
expücar sistemáticamentecualquier comportamiento, de cualquie- tratar de acrecentar sus productos, por una parte, y la de obte-
ra naturaleza, a partir de un modelo sicológico, complejo. ner un cargo real en la ciudad por la otra, generalmente optaba
El hecho de que el peatón que atraviesa la calle mire a de- por lo segundo.
recha e izquierda puede esclarecerEesin recurrir al inconsciente, a
la alienación o a la falsa conciencia. "Durante el antiguo régimen, los puestos no eran
En ciertos campos, como en el de la sociología de la educación, siempre semejantes a los nuestros, y pienso que había
pa¡ece que los profesionales han pagado muy caro su empeño en muchos más: el número de Ias plazas pequeñas casi era
¡¡tilizer sin discernimiento una sicología compleja. Un homo so- infinito. De 1693 a 1709 solamente, se calcula que fue-
cbbgbus complejo bien puede producir una sociología simple y ron creadae cuarenta mil. casi todas al alcance de los
t vgv- yv-U

hasta simpüsta. En cambio, como a mi ver los ejemplos preceden- pequeñosburgueses(...).). El ardor empleado por loa
ardor empleado
tes bast¡n para sugerirlo, los modelos del tipo marxiano logran burgueses para llenar estas vacantes, en v-erdad no te-
a menudo, Wse o y sin duda por una parte gracios a la simplici- nía paraleló. -Cuando uno de ellos se consideraba dueño
dad del modelo del lnmo sociologicus empleado por ellos, descu- de un capitalito, en vez de invertirlo en su negocio lo
brir efectos de interacción de gran complejidad estructural. gSslgb?en @ Esta mieerableam-
Volveré posterionnente a este punto, en mi opinión de consi- bición ha resultadomás perjudicial para el progtesode
de¡able importancia epistemológica. Mientras tanto, continuare- la agricultura y del comercio que los maestrazgos y los
mos reseñando los otros tipos de paradigmas. tributos miEmos28".
4 PARADIGMAS DE TIPO TOCQIJEVILLEANO Sin embargo, y según lo recuerda esta última frase, no ee debe
omitir el atracüivo de las exoneracionesfiscaleeque implicaba la
El segundo subüpo de paradigma interaccionista se caracte- instalación en la ciudad.
\ t¡2 p".-ñd-i l1lqs ¿gps. (los indi-
.l1lqs indi.
V üduos verificd xto de E-Stado
exto natural) "(...) los burguesesreunidos en las ciudadesconta-
los sistemas de ban con mil medios de atenuar el peso del tributo y
hasta de suetrae¡sea él por completo, con lo cual aven-
mt tajaban a quien actuase aisladamente y pennanecies€
en sr¡s dominioe (. . .). Eeta es, dicho gea de paso, una
de las razones de que Francia tuviera más ciudadee, so-
n a partir d".d$gq gue_qargJ,gri- bre todo pequeños burgos, que la mayoría de los otros
.?l: !9=LLos indiüduos, sino al sistems-socitr¿fel offilf"r- países europeos" @.
man Dane.
<
Para ernpezar. intentaremos justificar la nominación emplea-
da para designar este tipo de paradigmas. Dentro de otro marco,
seria inte¡e.santn demostror, mediante un análisis sistemático, que
este paradigma es distintivo de la obra de Tocqueville. AquÍ me
cqrformaré cun ¡ecprdar bre.vemente un ejemplo tornado de EI
dntigtto régimen y Ia reuolución y de probar su r¡erternenciaa la id¡y¡duos nq está
dase paradigmáüca recién definida.
Como principio, vea¡nos cómo explica Tocqueville el porqué.
e¡¡ las postrimerías del siglo XVIII. la agricultura caoitalista y el
or¡e¡cio no se han desarrollado en Francia de igual manera que
en Inglaterra. Seg¡in é1, la razón principal estriba en que, en la
Fhancia del antiguo régimen, el alto grado de centralización ad-
minist¡ativa le confería al Estado mavor prestigio que en Ingla-

196 197
-pre"iónés
|gsü-ñ-d" extemas (ev-entualmente interiorizadas) o
eü"té"-*ü-a"A-áet"rminismo,l"{gEi$^pel4=++:]rle:
rrateniente
utilitario. !F
ura de
atribuidos a los ob

q¡encia.Su trabal-o insi¡iúa


_explicitamlrit" qu" ;;' ffiñ; *-
ff:^_.o-T9._"191d"l a¡álisis fe lo.sp¿¡¡qosli¡üpciems, g *uá"
se propagan rumores insol-
Susclientés-urs-eprecipitan a retiiar *, ton-
{os..La, profecía cóntenida én inuimutaciones se reariz,aa
havés de éstas, mas no porque .uutr ueitíc,rñ-a; ,ir"'iiá-"i-
cronverdadera,-sino
ción verdadera,sino porque
pgrque disparan un conjunto de acfos'con-
ducentes
au*ntes a un-'efecio-¿;';-ñ;i.ió;
un efecto de composición por el enunciado
reeumidopor enunciado
"
de la predicción.Este análieis'áá-ü creadoraSSo
sí sola

198 199
200 201
F,:: J'
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E:
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É
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i

Francia no asistimos a una baja numérica de los ingresos en la

conviene. A pesar de la devaluación social que han sufrido los


diplomas universitarios, el nivel de remuneraciones sociales sigue
dependiendo, en témino medio, del nivel escolar: hay una corre-
lación estadística entre las dos variables. Por consiguiente, un
bachiller tiene interés en inscribirse en la universidad. Empero,
por otro Lado, la lósica de la situación a la que el estudiante se
halla erpuesto ha cambiado entre 1960 y 1975, en el sentido
de que h ventaja diferencial que él puede aspirar a obtener de
su paso por las aulas ha decrecido en importancia. La hipótesis

te reduce el tiempo empleado en el estudio y en la preparación


de los exánenes universitarios, esencialmente a costa del tiempo
invertido en el trabajo remunerado, con lo cual compensa, por
beneficiqs monetarios inmediatos (pero quizá también por una
atenuación de su estado de marginalidad social), eI déficit que
de ot¡o modo le ocasionarfa la devaluación de la ventnja rlife-

universitario en su conjunto.

202 203
originaüdad relativa, mientras que el esteticismo se basa en la
ruptura, el comienzo absoluto y la originalidad radical. :g.gn^la sociología_llamada del "conocimiento". En términos de
Shils 39, el hecho de que las estructuras institucionales puedan
Como es natural, la elección entre las dos redes gratificado- ravorecer una ética romdntica o cientis.ta,_posibilita intei'rpretar
ras no es completamente libre. Un sociólogo, un economista, pue- como efectos de composición la frecuenci" aét ¿éteóto il,ió-iüt
den optar con mayor facilidad entre ambas redes que un físico. y de otros fenómenoi mac¡osocialescáracteústicosde i" "n"
La capacidad de recibir gratificaciones de parte de cada red de- in-
ielectual. Los actores persiguen su interes i"ái"ia".l. ü'áual,-ru-
"i¿a
pende de idiosincracias personales. Sin embargo, el hecho impor- ción de las po-sibilidadesdé enseñanza.que se les aUren y, m¿s
tante para nuestros propósitos es que la frecuencio con que apa- generalmente,la estructuración de ros sistemasdt;ü;;;;,Jiá,
recen los dos tipos de elección depende de datos característicos penden de datos característicosdcl sist€ma sociai donde áé-
del sistema social donde se hallan los actores. Si se compara en lo,
tores se desempeñan.se trata de un paradigma a"aiip" tocque- ""-
este aspecto a Francia con Estados Unidos, se comprueba que el villeano.
efecto Mcluhan ha adquirido mucho mayor importancia en Fran-
oa que en Estados Unidos, si hien dicha imporüancia ha crecido, 5. PARADIGMAS DE TIPO MERTONIANO
du¡ante la pasada decena, en ambos países.
Si se consideran, por ejemplo, la6 figuras dominantes de al- Los paradigmas estudiados en las dos seccionesanteriores tie-
gunas ciencias sociales, se comprueba que son, mayoritariamente
lmún: consideran los fenómenos
en Francia y minoritariamente en Estados Unidos, producto del r resultados de la composiciónde
efecto Mcluhan. En otras palabras, las consagracionesmediante
rl, de accionesindiüdúales mani_
la ¡ed "intelectu¿I" de gratificaciones son más raras en Estados
Unidos que en Francia. aquí como de ,,estado natural".
Ahora, prooede erplicar esta diferencia macrosocial. Sin in- ton, los estudiantes en el de Il_
sisti¡ en este punto, se puede mostrar que la diferencia ent¡e r el nuestro,-actúan y pueden ha_
F¡anci8 y Estados Unidos al respecto se debe, de manera esencial, le su proceder en otio individuo.
a los débiles necursos en materia de g¡aüficaciones simbólicás de
que dispone el sistema universitario francés, por su estructura

Las distinciones entre las estructuras universitarias norteamerica-


nas y las f¡ancesas contribuyen de igual modo a explicar que el , Los ejemplos previos bastan para mostrar que el contexto del
esDadonatural es importante no solo-pala lg economía sino, sin
efecto Mcluhan sea mucho más frecuente en el segundo caso. ninguna duda, también para la sociológía.JamLs riüót
Otros fenómenos macrosocialesse erplican de igual manera. Adop- a"-
trnro la economia como la ciencia de ""ü
tan entonces el estatuto de efectos de composición. Así, el aná- ol markets) 40. Traduzcámoslo:t
lisis precedente muestra que, cuando el sistema de incitación al
que son someüdos los productores hace más eficaz la red "in. Iaq d.einterdependencia,caracteri
individuo persigue libremente su
telectual" de gratificaciones,la producción intelectual debe apa- definiciónsea algo más que una .
naoer, en lqs donrinios donde tal cosa es posible, marcada con los limitcs cfccüivr¡sdc la cc<lnor
menor frecuencia por una ética de tipo cientista: la originalidad, mito a los econ<¡mistas.
en el senüdo literario del vocablo. se sustituye entonces por la En cambi
sociol<lgía,l)or rJuparte, con frccu
innovación de üpo cientlfico, el ide¡t de una escritura universa- yos fcnómcnos macrosocialesresu.
lista e impersonal se abandona en provecho de una búsqueda del manifiestosen un "estado de natr
estilo; la intuición, concebida como más o menos inexpresable, se to donde cada individuo se ve cc
subordina al análisis; el saber absoluto, en el sentido hegeliano, un.estado tal, que puede conducirse con independenciade cual-
se somete a I¡a finitud del conocimiento científico. quler acuerdo con otro y,.más
Estc ejemplo representa la ventaja de mostrar que el para- -generalmente,sin riesgo de san-
ción (moral o legal). poi los eféctos quu .us
digma tocquevilleanopuede uülizarse en diversos dominios, inclu- causaral bienestar ajeno. "..i*éE-puáiuot,

204
205
Considero esencial, para abarcar la multiplicidad de los pa-
radigmas sociológicos,ciistinguir ent¡e los actos manifiestosen un
\ estaáo natu¡al y los manifiestos en un estado contractual. Los
encumbramientos de ruta o ideológicos constituyen sistemas de
interacción. Ocurre un encumbramiento porque n personasse en-
cuentran en el mismo punto. Mas el hecho de que estas ¿ p9r.s9-
nas se encuentren en uh mismo punto resulta de la yuxtaposición
convergentede n decisionesefectuadas,en cada caso, sin-consi-
deración del efecto de estas decisionesen otra persona. Por el
contrario, cuando un consejo administrativo se leúne, tenemos
un sistenrade interaccióndonde ¡r indiüduos sc junlan después

He decidido calificar de mertonianos (también podrían deno-


mina¡se parsonianns) los paradigmas dotados de las caracterís-
ücas siguientes:
1) Ias accionesindividuales analizadasse conciben como ma-
nifiestas en un conterto contractual.
2) Estas acciones obedecen, como en el caso precedente,al
principio de la búsqueda del interés indiüdual.
'
3) La estructuriciOn de las preferenciaspuede, por su parte,
considera¡secomo dada o, por el contrario, como de necesariaex'
pücación.
-
Si bien lúerton es quizá el sociólogo que ha empleado con
mayor frecuencia estos paradigmas, y los ha esclarecidocon ma'
yoi claridad, interesa observai que en muchos casos ha utilizado
tipos de paradigmas, como se ha visto en las ilur;tracionesde la
sección precedente.
Como este tipo de paradigmaspertenecentradicionalmentea
la órbita sociológica,seré mÁs breve que en ocnsiottesa¡rteriores.
El concepto de "papel" es, como se ha üsto, nodal en este
tipo de paradigmas. Indica que ciertas estructuras de interac'
nrás o
ción se comprenden sólo en función de los contF,rort'¡isos,
menos claramente formalizados, que han contribuido unos acto'
r€s en relación con otros. Así, el hecho de que el señor Dupont
se ocupe en estos momentos de considerar, frente a un grupo
de dumnos, en qué consiste la composicióndel ar{ua, es un acto
comprensible sólo si se sabe que el scñor Dupont es profesor,
que su papel consiste en distribuir conocimientorspertinentes a
un campo determinado (la quimica), entre un público determi-

206
207
gica en el mercado de los talentos. En cierto grado, porque una
socialesy, de modo más general, del cambio social. Por lo tanto, evaluación"objetiva" es más sencilla en el primer caso. Ade-
su análisis es un objetivo fundamental de la sociología. más, solamentelos trabajos de investigaciónpueden hacer visi-
Como en los casos precedentes,
-de recordaré co¡t brevedad algu- bles para el exterior de la institución donde labora un profesor,
nas ilustraciones, a fin proporcionar una imagen concreta del los méritos de éste. De este modo, las mejores universidades
paradigma. tienden a retener a los mejores profesores. Pero la definición
socialde la calidad se desprende,en lo esencial,por la estructura
misma de los papelesen cuestión,de la calidad de los trabajos
de investigación. En consecuencia,las mejores universidadesson
aquellasdonde los enseñadores,siendo investigadoresbrillantes,
tienden a reducir al mínimo la importancia que atribuyen a sus
tareas de enseñanza,y a identificarsedébilmentecon la univer-
Consideremosel rol¿-seüasociado con el estatuto de profesor sidad donde laboran.
universitario en Estados Unidos. Este rol¿-seú comporta nume' La lógica de los papeles,entonces,hace que en las grandes
universidadessurja un sentimiento de identificación muy mar-
cado entre los enseñadoresmenos conocidospor sus trabajos: al

invesügación, con los periodistas y con muchas otras institucio-


nes y personas.
Una de las principales reiündicaciones estudiantiles durante prestigiadas se debe observar una variación más limitada del
la crisis universitaria de los años sesenta buscaba desapartar a

-> los profesores de la investlgación y atraerlos a la enseñanza. I¿s


estudiantes reprochaban acremente a sus maestros el que no ma'
nifestaban sino un interés limitado por la enseñanza propiamente
dicha y, en cambio, dedicaban sus principales energías a la in'
vestigación.
Este fenómeno mac¡osocial se explica fácilmente, como sugieren
las obsenaciones de Blau, si se aplican las nocionesmertonianas. 2) Mi segundo ejemplo también lo he tomado en préetamo
Las estudiantes contestatarios de los años sesenta se reclutaban de la sociología de la educación. En parte, repite un análisis
sobre todo, segrln lo prueban las encuestas sociológicas, entre los sobrelas razones del mal funcionamiento de la universidad fran-
estudiantes universitarios de los centros de enseñanza reputados cesapresentadopor mí despuésde 1968. Por ello, me conformaré
como los mejores 4a. Tales universidades son también las que con recordarlo muy rápidamente45.
contienen mayor cantidad de "vedettes" científicas. Sin duda, los Estudios convergentesprueban que, pese a los esfuerzosdes-
estudiantes tenfan razón al quejarse de la negligencia de sus pro- arrolladospara controlar de manera indirecta la demanda educa-
fesoresen cuanto a sus t¿reas de enseñanza.Pero, por otro lado, tiva en el nivel de la enseñanzasuperior, ésta permanece infla-
la interpretación que hacían los maestros de su papel no carecía cionista todavía en los últimos años. Una consecuenciade la
de fundamento: las actiüdades de investigación, cuando desem'
bocan en resultados notables, tienen oportunidad de scr recono-
cidas en el nivel de instancias científicas nacionalese internacio-
ndes. Po¡ el c.ontrario, le resulta sumamente difícil a un profesor,
aun ercepcionalmente calificado desde el punto de vista pedagó-
gico, log¡a¡ el reconocimiento de su eficiencia fuera del círculo
est¡echo de su públic¡oy, aunque esto sea poco, de la institución
a que pertenece.
Por ot¡a parte, la calidad de los trabajos de investigación es
un criterio que domina en g¡an medida la competencia pedagó'
209
208
elementos, ya porque sean de natu¡aleza trivial, ya porque
alectan al esquema.explicativo. De cuarquler no
manera, precisa
reconocer que las distinciones son a uu"ur ali.ii"r.-
Ii,i,'fn
análisis mertoniano der cí¡culo vióioso'tJ p#'i;;rorá"a! "l
to,
de la prim;* 1,ñ;;"t¿,i,iau,
: IU¡
ges4qés
i:.fl:: -Ty:{:t:::1,,u
p:: p,T^tfi ;1;; ü ñ; litüá"á
':"::",!:*"
para demostrar ^q"!: li ll "i
demostrar-teattad
lealtad. sindic.al
sindical iáq;";b'óñ;;.i;"ü "-r". ilil::
(elemento .bgno..itiuo) ;";;:
p¡;; e-n esre caso, la HT: _
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:iil * g::..,""1" re{ue3a
-ri. n r*- 4"t*
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H;
l':*¡'"":::^:1Tti*I:, ae,me¡-r¡o ""
e1nuf"rñ';"e"nlii. ?oT'
hemos
hemos -,-nesreripo d; liüñ"i¿;';ilil;iliii; "Iro,
claiificar
-preferido
antecedente.
En otros casos' ros elementos son ar mismo tiempo
blemen indiscuti-
te anterioró
s al acto, ii 1,¿ll"tái ;";;;;,
análisis' cuando se reúnen estas cánáicrones, ;;;;1"¿"¿rI'
il1"
"r
[enemos un Dara-
$gpu catificable
ae wé¡e¡ano,;;;;i;ñLiü'1il-L-áLá
Weber. a"

6. PARADIGMAS DE TIPO WEBERIANO

,: -. La hipóteéis central ¿e ger#tein es, Dues,que estas diferen-


: i,::"_'*:lllulgr, i3n{icandifeiáncias nliür*¿",
"ógnorditi*,

-'Si" anterio¡ a la acción.


zaie
en numerosos casos' según lo pmeban los exá'
menes "-b"tgo,
precedentes, huelga tener efectivamente en cuenta estod

210

211
Se verá que el "efecto" del origen social en la orientaciónes
débil si el éxito anterior es elevado (80%;o-70%), y fuerte si bajo
(75Vo-40o/o). Recíprocamente,el "efecto" del éxito es débil én
la claseelevada(80Vo-757o) y fuerte en la clasebaja (70Vo-40Vo).
La teoría de que me he servido para explicar esta estructura
tiene por lo menos el mérito de la simplicidad. Consiste en yux-
taponer cierto número de evidenciasempíricas.Antes que nada,
feriores. las diferencias entre clases observablesen una estructura como
Se me autorizará la mención breve de una segunda ilustra' Ia de la tabla II no pueden remitirse a efectos cognoscitivos
-y co-
ción pertinente de la sociología de la educación,-o sea Ia teoría mo los que explican la relación entre origen social éxito. Efec-
qr.r" io mismo he utiüzado fara examinar las eleccionesescola- tivamente, seguimos observando diferencias de cláses al com-
ñs. iist¿ teoría está, en efecto, situada en el marr:o de un para- parar grupos cuyo nivel de éxito es idéntico. Por otro lado, es
digma
- de tipo weberiano 49. difícil rendir cuentas de la estructura estadísticacompleja de la
Los estudios de Alain Girard 60, que presentan a este respecto tabla si apelamos a elementos como las diferencias entre clases
una oonvergencia impresionante con numerosos urabajos-perte- en el acceso a la información escolar o la evaluación educativa
necientes alontextos nacionales e institucionales muy diversos,
hacen manifiestas relaciones estadísticas de estructura muy ca-

ciendo que una familia que debe adoptar una decieión eecolar
tiene por lo menos una visión cualitativa de la diferencta de uti-
Iidad o de valor entre las opciones; considera los riesgos incu-
rridos al escogercada una de-las vías posiblesy apreciiaquéllos
fundándose,de manera más o menos determinante, en el éxito
éxito y la orientación es tanto más fuene cuanto -más baja sea anterior del alumno.
la claie de origen. De manera típica, este efecto de interacción
se traduce por-datos cuya estructura puede ilustrarse mediante
la tabla que sigue.
TABIA II Estructura típica de las relacionesestadísticasentre
origen social, éxito escolar y orientacióIt

vo de alumnos orientados hacia las


carreras nobles cuando el éxito escolar escolarque le permita esperar un estatuto social igual o superior
ante¡ior r:s al suyo, aun cuando tal estatuto no sea muy elevádo.
Por el contrario, una unidad familiar de nivel elevado se
Origenes sociales Elevado Bajo esfo¡zará (deberíamos añadir en término rned,in,con mayor fre-
cuencia) por "impulsar" al menor con objeto de anitarle "fra-
Elevados 80 75
casar" aunque el érito sea medioc¡e. En suma, la hipótesis pos-
Bajos 70 40 tula que el nivel social al cual permiten accederen término mád¡a

212 213
E
las opciones Or y Or, evaluado por Ias unidades familiares
"s en función de su propio nivel social.
no de manera absoluta, sino
AsÍ, hay que introducir como un elemento fundamental de escla-
recimiento la noción de un efecto de la situación social de la fa-
milia sobre la estructura del sistema de preferencias.Nos encon. estricto, ya adquirir su acepción estadÍstica. La proposición es
tramos encuadrados en un paradigma de tipo weberiano, pues entonces equivalente de "la variante de A (a¡rterior-a B) con-
se introducen proposiciones pertenecientes a la sintaxis déter. tribuye a explicar la variante de B".
minista, éstas corresponden a un modelo que analiza los com-
portamientos de las unidades familiares corno int,encionales,es
decir, .como acciones.En contraste, muchos aniüisis corrientesde
la relación entre orígenes sociales y orientación recurren a mo-
delos deterministas, pues consideran los compc'rtamientosde las
famiüas como falsas opcionesimpuestas por las estructuras socia-
les y erplican que son uiuidos como si 'se tratara de opciones
auténticas al introducir las hipótesis más o menos complejasde
la alienación o de la falsa conciencia.
La floración de los modelos deterministas en el análisis de
las desigualdadesescola¡esse debe a una mzrla interpretación.
T.es famüas de clase inferior aparecen como menos ambiciosas
en el aspecto educativo. Con lo cual actúan quizá contra su in.
terés, pero no necesariamente conüra sus prelerencias52. De
hacerlo así, su comporüaroiento sería sin duda irracional. La mala
interpretación resulta de que el sociólogodesernbocaen el diag-
nóstico de inacionali.dad por la comparaciónde su propio sistema
de preferencia con aquel que observa. Semej:rnte conrparación
es, claro, ilegítima: la noción de un interés objetiuo del sujeto es
de tipo norrnativo. No puede por tanto utilizarr;e sino en el con.
texto evrntual de una sociología normativa.

7. PARADIGMAS DETERMINISTAS:
DE LA SOCIOLOGIA AL SOCIOLOGISMO

Abordemos ahora el problema de los paradigmas determinis-


tas. Como se rec.ordarú, en el principio del presente a¡tículo he- tres casos.
mos opuesto dos grandes familias paradigmáticas: Ia interaccio.
nrsüc, analizada con extensión en las scciones, anteriores, y la a) Paradigmas Hiperluncionalistas
deüe¡mjn¡sta.Insistiremos en el definir los paradignrasdetermi-
nistas como aquellos que interpretan el compc,rtamientode un
sujeto social erclusivamente a partir de elementos anteriores a . constituvgn
un-ag$$ qe 9s,?der,?l-lg-Ugo-tpgLo-
niano, Esta clase de páEilT!?naspEffice,
aquél. Las paradigmas deterministas, en otras palabras abordan como se recorciara,a
todos los actos como amportami.entos: la finalidad que el suje- -la-El-asede los interaccionistas, que concierne a las eetructuras
de interacción caracterizadaspor un contexto de "contrato". En
to atribuye a sus acciones se considera ya como falsa (en el sen- este caso los-concepüosde papel y sus correlatos, los conceptos
tido en que se habla de lclsc conciencia). Recordemosigualmente
que entendemos, por determinismo, no el determinismo en su de norma y de ualor, son esencialespara el análisis: ¡esultan in-
dispansablespara describir los actos individuales y Ios sistemas
acepción estricta. En otras palabras, Ias proposiciones enuncia- de expectacionesrecíprocas que dominan las situáciones de in-
d¡s en el lenguaje de los paradigntas deterministcs son formula-
dos: "A (anterior a B) erpüca B". En el caso del determinismo
215
214
.ry

.ecordemosuna vez más el ejemplo del señor Dupont consecuenciadel papel global que sus orígenes sociales impon-
drían al sujeto. Si es poco dudoso que se observan correlácio- 'ru'
nes estadísticas más o menos fuertes entre orígenes sociales y ilr
tipo de estudios o tipo de profesión emprendidos,ello no demues- iÉ
tra evidentemente que los orígenes sociales pueden concebirse rF
l:
l'
i
I
í

de considerar, como pertenecientesa la misma especie,acciones


tan disemejantescomo la elección de los estudios y- las manifesta-
eionesde apoyo a la odontología.

b) Los Paradigmas Hiperculturalistas

de caracterizarse por los siguientes axiomas:


1) Toda acciói se manifiesta en un contexto de "contrato"
(o sóa, ninguna acción aparece en un contexto de "cstado natu-
ral").
2) I¡s rol¿-seüsy status-seússe componende elementoscom'
nlementa¡ios no contradictorios.
'
3) La libertad de interpretación asociada con los elementos
de ló rol¿-setsy de los status-ets resulta, o bien nula, o de in'

vehículo,los terratenientes eran ptopietarios finansieros antes de


comprar un puesto real). En otros casos,el esquema explicaüivo
comprendepor necesidadla consideraciónde elementosprevios a
la acción. No obstante, y hemos insistido en ello, estos eiementos
se integran sin dificultad en una sintaxis int€raccionista.
Los paradigmae hiperculturalistas correspondena una reduc-
ción que hace del acto la resultancia exclusiva de elemenüoean-
teriores al mismo. El esquema analítico es entonces como sigue:
la acción presente del señor X resulta del hecho de que, en óier-
ta época, ha profundizado en tales o cuales nonnas y valores&.

216
217
para-exgij1 qu'
Esouemascomo esüese utilizan con frecuencia parecer contrana a su
ffi';ái;il; ; óóitpótt"" de manera al EI paradigma del "realismo totalitario" puede concebirseco_
con sen"io.ida¿ p.ara dar cuen' mounaredr¡cción-g+
p,:T*i#gFrlc-clg1j:e
ñ;ü. ü;,ó"iólogoi"I;"-itJt"*
en el powenir tn- ,991 tgq.-
,tipg
tó oúsenes-sociales villeano. EE'-asTtt@-estructura de las prere-
ffffi ñ;-;theGiid-il ieñffi indiüduales depende, ó recordará, a" autá. sociales
característicosdel sistema donde se halla ubicado el indiüduo: es-
tos datos contribuyen a fijar el marco de la áccié.t p..ron"l
la medida gn qu-edeterminánla estructurade las o;iní;;; abier- "n
tas v el valor relativo de tales opciones.
Recordemosal respecto el cáso del negociante francés del an-
tiguo régimen. A consecuenciade I¿s difeiencias en lás-ásiructu-
ras institucionales,este_negociante se ve confrontadoa unilst"-"
de opcionesdistinto del de su contraporte inglesa. Hay casos,sí,
donde las diferenciasen el valor de rás opcioñelesTuiqu; náaió
puede dudar sobre su elección: el capitaliit" no tiár" átiJiu".rrso
que aumentar la,productividad de éu emp-resasi quiere impéai
que sus competidoreslo eliminen más taide o más' iempáno oe.
.Eilrealismo totalitario h_aceun paradigma general de'este ca-
so límite donde la opción a{opta la'forma"dJ -fárzada
impuesta al individuo por "la- estructura rociaF.-ség,n"-ái"iro
""ná -eiiáá p"-
radigma, un acto, un-comportamiento-de óp"iOñ 3-á"-J'""irio'
::::^"9Lrld,urarse,producto aparente de los fines elegidos y pro_
atJctoreal del determinismo eiercido por las estructüras sóciátes
en las conductas individuales. be t¿r suerte, en el p"or á"-ü,
sos se desembocaen las majaderías que hácen á"í-in¿üa"o *-
simple.puntal de-las gstructúras socialés, * r"áu.é-" ur? pur" "n
y simple.-ilusiónla libertad de elección 'qúe v
el óurr-r¿* l,ing"-
nuo" atribuye a los actores.
sin duda, .la vida soci¿l pobrada de situacionesdonde las
opciones teóricamente posibres -está
éon, en etecJo,limiláirr-'po, ut
es" atribuyen a ciertas de ellas.
violento dé apalear al aeent€ áe
a satisfacción de tal deséo ¡esul-
dúa, probablemente,de deiame
stencia 9e .op_cionesürnitadas y
disociablede la existencia de la-s
s simples (las puertas o los se_
(institucionesmo¡ales),son con-
c) Et realismo totaütorin s en ve¡dad abiertas.'po¡ otro
ción conducen a casos formales
a Piaget:
Tomo P¡estadala expresión "realismo totalitario" reduce las opciones de todos a
re lo desee,el capitalista no pue-
roductividad deéde el momenro

,- .Sin,u*9argo, no hay razón _algunapara eliminar de la socio-


¡ogla.ar suJeto actor. ni para plantear, como hipótesis, que toda
opqió¡ sea en realidFd iorzoda. La Éxistencia'de ,r-i.rüriauau,
socialesno implica ni que los comporta*i;;b; ilrt;á;;ilr*pu"-
dan deducirse de maneia más o *;;;;-aróói"-¿r'r".
"!i*"tur",
218
219
viduos y de los sistemassocialesestá contenido a cada instante
#
en su.presente.El atractivo del sociologismo,entonces,opera por
las mismasvías.que las de las del histoicismo. Como éste, ofr^ece
esque_m.assim-plistasque,permiten dominar con poco esfúerzo la
complejidad de las sociedadesy de su historia.

d) El Deterrninismo Metodológico

El éxito del sociologismo(para designar así e,l conjunto cons-


tituido por el hiperfuncionnli-sms,
-s€ el hiperculturalismo y el realis'
mo totalitario), comprende por las mismas razones que expli'

t can el éxiüo del


de descubri¡ las
rrc. tilstornúfor es, en
6ñffenderse que Ia po-

4 ig"$ uranera, gggotoeista es ague\ para,quien ,lo real .se


t otro m

220 221
tradición en el análisis de los
:oncedidopriülegio a los WeiI_
il
t!
[otiue,-para utiliZar el lenguaje it !i
¡ecordemos nuestras observa_ li
,rl

manifiestan en la sestructuras es
diente a un Weil-Motiue, lleva cor
les de que desea deshacbrsehará
¿Por qué? (en el sentido de ¿con cuál objetivo?).
8. CONCLUSION

¡amente compleja que el análi_


los paradigmas-fuñdamentales
ho análisis es lia aeimetría que t/
,istas y modelos determinisias,. ''

ba o causa-efecto. Hasta en el
tos rituales, la noción de in_
uida. E-n los demás casos, las
:tores desempeñanun rof'no_
Las consideracionespreüas sugir

!as.
actoriamente la noción de li_
anterio¡ 1f_ha procurado pre-
le todo, debe insistirse en la
ecerse.entre. el- conjunto de
le elegirse ein Ia coneulta o
unto de.compo_rtamientos que
ir la opinión de nadie. p,rédo
-'cidir (ei las condicion'esde
s) L8 sociologfa se ha ocupaclo.tradicionalnre¡rtc de fenóme' resar o no en_la universidad,
a primera ui.t-. P99o accesiblesa las in' ana. Flj¡ cambio, si soy pro_
que
"*-(c"i-"t\-iuióaio)
t totetacionés *'p"st'n en la defini-ción del homo sociologi' geograrm.
c¿¡s'adaptadasfor h iilosofía de la Ilustración 02'
careg.orÍa
s-rodosIos.comp orrami
con dificultadesprácricasi
*I j:""#ff l'""fiff"* ?1"H"1?j
4) ciertos conceptos centrales sobre los cuales.reposa l3t tra- pero
u aistirrci¿;G fú'diáüiál'con
did¡; *"ioiO*i"a pfii"cutr t¿mbién excluir esta imagen. Desde

223
222
225
pa¡te de la sociología de la educación, del consumo' y Ia socio'
losia politica de hoY día. ll.. [Jna representaciónde los fines buscados(adquirir ros in-
'-" greclrentesnecesariospara la ali¡nentaciónfamiiiar'duranr¿
P";Gtmittat cón este punto, recordaré una proposición en un
apoyado en giado áumo: Los .efe.ctosde composi' tiempo determinado).-
h d;;;-he
t"n impoitantát pátñ el anáüsis sociológico, .no. pueden
"A¿i,
;i"lliañ t i ii"ttun sig¡iificación sino en el interior de los para' 4. Datos referentes a los valores subtendientes a esta repre-
disma¡ aLl tipo interaócionista. Tan solo los actores de compor. senüación .(importancia.concedidaa la hi;i"rJ;ri-;niári",
composiciónde la comida,.al equilibrio eñtre lo, ái""rsá, 'piati_ l"
t"il*tJ-i"tencional pueden realizar un efecto de composición ^
t"t;;;; il d¡t¿ma'del prisionero' Recíprocamente, cuando un Ilos; longitud ideal del periodo
-un ñ;-td;ñ;;i:
f""O'-""1-*"i"i irid.r.u la presencia de efecto como el del "'uUiurto
p¡Ñ*é.o, no puede compreirdersesino en un. lenguaje -que in' 5. Datos relativos. a las
_presionesestructurares característi
cas dc su ¡¡rcdioambienre (dimensibñ "ipJiit.
iÑ; i;J'nociohes de ate'nción' esperanzo,opciórt y prefcrcncia' J;-t;-iñlin, ¿"
-Fenómenos sociales elementales como la cola que, se torma cada cual, capacidad del refrigei;áo;i.
r""nt"-ut p$t"lero después del servicio religioso..domini'cal;resul'
ñ'ñi"t"iiciti". e" u'n lenguaje que no sé halle formado sobre . 6. Datos relacionadoscon las coaccionesdeterminadas por el
sistema social en su corrjunto tel pretió-áe ;;;;;;;;"-"A,,
este rocaUuiario bÁsico. ¿Cómo pueden comprendersefenómenos tituto de un producto B, es el áobie de B). - r--eEvvv '¡ ,,rr-
i"ii"ii"-"-"t¿ más compléjos, como los pertinentes -por tradición .
t" Jir"¡"tóiiu-á" Ia ed:ucációno a la sócioloEia politica partien'
"do de un ldnguaje más pobre, por ejemplo? Par¡r.indicar 19 l*'
porta¡cia de estos efectos de composic¿Ón en anallsts socrologrco'
tl"rx t"¡tá- de diaüct¡co. Por desgracia, tambiérr emplea el tér-
mino
-ú,rótuo en otros senüdos.
a ot¡o punto básico. El análisis precedente.ha. mos-
t"adl?mo;;;"á* launiiticat en sociologí-aura multiplicidad
de nnrndiormas-interaccionistas.En tal
a" t¿l aspécto, sociologia se
aspecto, la sociología
"a"a¿ic-as'interaccionistas.
distingue áe La economía, por_ejemplg. L teoúa económica en su 8. De manera más generar, datos respecto de ras distorsiones
ét pT.l**qq-9:yl::9:.,8:'.1:- t:i|::iÍl perceptivas,por parte de la sóñora nupJnt,-á"
-"Ñt" .'"ú*
ü;üi"ñ""'"r,t"
las cuales se ve colocada (hay cerera. en'el p""ro no
las ha visto).
-ur.ááá,

ñ n*fto, tu respuesta a esta pregunta eJ más sencilla de


rué parece.
lo oue eleme-ntal-ytra'
par"ce. Consideremosun comportamiento eleme-ntal_y
t áe analizarlo de manera exhaustiva. Por ejemplo, el com'
-1i"

227
rl

-qr;1it,s1'Ñ'
iü";üi.'itüJ'a!;' it¡ 1
9" a
S*Xt"ffi"tr$li.il "1
áügFgTlg3"-i:*"**:-1""',?*'i-:"T:'ir'Lff
ffi ro"pffi iot pá'a'móitrarlealtadsindical)'
;ffiü-tfffittiá'& "egrot
228 229

"---+'ttf
NOTAS

I. INIBODUCCION . SOCIOLOGIAY LIBERTAI

@"fnr UnanticipatedConsequence of PurposiveSocial Action",


ArñEricanSociologicalReview, 1936I, pp. 894-904.Merton cita ade-
más a Vico y a Bossuet.Evidentemente, pudo incluir a Spinoza.
2. Paris, Colin, 1973.
3. Reseñabibliográficade "Appearanceof Wisdomin Large Bu-
reaucraticOrganizations, BehavioralScience",enero de 1961, pp.
62-78.
4. "The Unanticipated". . , op. cit.
5. Traducciónde Gérard de Nerval. Mi interpretacióndel texto
de Goethese apoyaen el útil libro de GeorgeLukacs"Goetheund
SeineZeit".
6. Cf. por ejemplo A Etzioni, "The Active Society",New York
Londres,McMillan,1968.
II. EFECTOSPERVERSOSY CAMBIO SOCIAL
1. Karl Popper."Misere de I'historicisme",Paris, Plon, 1956.
2. Gabriel Tarde, "Les lois de I'imitation". Paris, Alcan, 1890.
3. Lynn White, "Medieval Technologyand SocialChange",Nueva
York, Macmillan, 1930 (traducciónfrancesa,Paris, Mouton, 1964).
4. Henri Mendras,"La fin des paysans",Paris, SEDEIS,"Futu-
ribles", 1967.
5. Alain Touraine,"Production de la société",ParÍs, Seuil, 1973.
6. Ralf Dahrendorf, "Class And Class Conflict in Industrial So-
ciety", Stafonrd,Stanford University Press,1959(trad. francesa,Pa-
rís, Mouton,1972).
7. "Discourssur I'origine de I'inégalité",en J. J. Rousseau,
"Escrits
Politiques",París,Gallimard,col. de la Pléiade,pp. 166-167. El re.
chazo,extendidoen Francia,de una lectura individualistay utilita.
rista de la obra polftica de Rousseause origina quizá en Michelet
(cf. La RévolutionFrancaise,Gallimard,Pléiade,t. I, p. 298),quien
opone el utilitarismo de "El contrato" a lo que llamarÍamoshoy el
intuicionismode la profesión de fe del vicario saboyano,y tacha a
Rousseaude "inconsecuencia".
8. Lester C. Thurow, "Education and Economic Equality, The
Public Interest", verano de 1972,pp. 66-81.
9. Es imposible proporcionar aquf una bibliografía de los tra-
bajospertinentesa la economíade la educación.Se puede consultar
al respectoIa muy útil colecciónde textos reunidospor la UNESCO:
"Textes choisis sur I'economie de l'éducation", Parls, UNESCO,
1968.
10. Thurow muestra que no solo existe correlación entre estos
fenómenos,sino ademásrelación de causay efecto.Remitimosal
lector al texto de Thurow para su convencimiento.
11. Conferenciasobre las políticasde desarrollode la enseñanza,
París,OCDE,1972.

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