UN PASTOR FESTEJANDO NAVIDAD CON UN ARBOL…

De ahí continúe caminando más hacia adelante. Escuchaba a un hombre gritar horriblemente. Él estaba
siendo torturado, horriblemente.

Y cuando ese hombre gritaba… Gritaba, “¡Ya no! ¡Ya no! ¡Ya no!”

Vi a ese hombre que tenía un árbol pegado a su mano. Y el árbol le quemaba. Y los demonios que estaban ahí lo
torturaban de la siguiente manera: Metían al hombre al fuego, y luego lo sacaban, y así sucesivamente.

Luego me acerque, y le pregunte, “¿Por qué estás aquí?”

Ese hombre me dijo, “Estoy aquí, por causa de este árbol”

Y entonces cuando observe bien el árbol, vi que era un árbol de esos que ponen en la navidad.

Y me dijo, “Estoy aquí, por causa de este árbol. Yo era un pastor cuando estaba allá. Yo era un pastor. Y yo ponía éste
árbol ahí en el altar para alegrar la iglesia. Dizque que yo lo ponía ahí con esa estrella… Esa estrella de cinco picos. Y lo
ponía ahí, para alegrar la Iglesia, y para darles gusto a todos los hermanos que estaban ahí. Y ponía ese árbol. Pero cuando
adorábamos a Dios. Cuando estábamos alabando a Dios. Realmente no alababa a Dios… alabábamos a Satanás. A través
de ese árbol. Y aunque yo ya conocía La Escritura, yo sabía que no se tenía que festejar navidad. Yo de todas maneras lo
hacía, para darles gusto a ellos. Y por eso lo ponía. Y estaba yo alabando a Satanás. Y por eso estoy aquí.”

Y él gritaba… Y gritaba. Lo atormentaban los demonios. Y lo agarraban. Y el quería soltar el árbol, pero no podía. No lo
podía soltar. Y le quemaba. Y ahí veía yo a ese árbol y a la estrella de cinco (05) picos. Y era terrible ver a ese hombre,
que estaba ahí.

Fuente: EL DÍA DE JEHOVÁ - ESPADA PARA LAS NACIONES - PRIMERA PARTE

Autora: Monica Gomez
Capitulo 5, pag. 61

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