Las normas de conducta que conocemos y seguimos desde nuestro nacimiento están enfocadas,

principalmente, con lo que relacionamos como lo políticamente correcto, lo cual es lo que nuestros
padres y los padres de nuestros padres han conocido como la manera correcta de comportarse.
Evidentemente la transmisión de estos saberes y conocimientos entran dentro del marco de la
educación y es por ello que este ensayo está enfocado en mostrar la relación que existe entre la
educación y las tan variadas y distintas maneras de formar culturas.

Si bien es cierto, la familia es el principal exponente de la transmisión de costumbres y de ideologías

que ejercen los antecesores o los sucesores, sin embargo, un lugar que tiene un puesto muy
importante en la sociedad, es la escuela ya que es ésta última la encargada de homogenizar los
conocimientos científicos de todo un país, con el fin de ejercer una educación igualitaria para todos,
sin distinciones ni clasismos.

“El vocablo cultura, basado originalmente en la explotación del suelo –cultura, agricultura-, se
transformó en el correr del tiempo y se aplicó en general a las obras producidas por el hombre.”
Con esto podemos definir que la cultura abarca los valores, las costumbres, las prácticas, la estructura
social, las tradiciones, la lengua, el arte, las normas, los hábitos, la religión, etc.

Ahora bien, la escuela tiene un eje conductor detrás de toda la práctica que conocemos, y me refiero
específicamente a los planes y programas de estudio con los que se basa cada nivel educativo, y
dentro de éstos niveles, las distintas instituciones.

Cuando pensamos que la escuela es la que nos educa para vivir en sociedad, debemos recordar que
no lo hace sola, ya que hay un elemento muy importante que está detrás de ella, y no me refiero a la
familia, ya que evidentemente este último sector no puede ser definido como ese matiz que se
encuentra “atrás” sino a la par. Sin embargo, no retomaremos la relación que hay entre la escuela y
la familia o, dicho en otras palabras: la relación que hay entre educación formal y no formal.
Según Margarita del Basto Sabogal “[…] el currículo expresa un proyecto de formación; esto es, hace
posible la construcción de un determinado tipo de sujeto y con él de un proyecto de sociedad” aquí
puedo añadir que naturalmente, para la creación de un currículo tuvo que existir un eje conductor
que guiara la iniciación de dicha idea, y tuvo que ser la cultura dada en la sociedad.