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xi Foesa

Foro de estudiantes de la escuela de Antropología


Prólogo
XI FOESA: nuevas investigaciones en
Arqueología y Antropología en El Salvador

L as primeras investigaciones en Arqueología y Antropología en El Salvador surgen


en el siglo XIX, sin embargo, es conveniente indicar que algunos textos y docu-
mentos de la colonia revisten importancia para la ciencia de la cultura. Entre estos tene-
mos, por ejemplo, las “Cartas de relación” de Hernán Cortes, la impresionante “Historia
verdadera de la conquista de la nueva España” de Bernal Díaz del Castillo (Escalante
Arce, 2001), las “Cartas de relación” de Alvarado (Alvarado, 2000), la maravillosa “Re-
cordación florida” de Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, la estupenda “Descrip-
ción geográfica y moral de la provincia de Goathemala” y el espectacular “Compendio
de la historia del Reyno de Goathemala” (Rivas, 2012) entre otros textos importantes,
corriendo el riesgo de dejar alguno muy relevante por fuera, todos estos textos se han
convertido en joyas que nos ayudan a comprender las sociedades de su contexto, las
relaciones de su pueblo y la cultura de la sociedad.

La arqueología encuentra en el siglo XIX a Ephraim George Squier, que realiza distin-
tas descripciones de sitios arqueológicos, así como también se dedica a reconocimientos
etnográficos durante el año 1853 (Escamilla, 2015). El trabajo de Squier bien puede
considerarse como el precursor de la arqueología en El Salvador.

Otros como Santiago Ignacio Barberena, Herbert Spinden y Jorge Lardé desarrollan
también trabajos en torno a la arqueología que resultan ser importantes especialmente
en su momento.

Lothrop, Dimmick, y Ries, desarrollaron trabajos en sitios vírgenes y es gracias a su


trabajo que logramos tener elementos para la interpretación cultural. Sin ellos, pro-
bablemente no tendríamos evidencia suficiente del modo de vida de las sociedades de
los pueblos originarios de la región que hoy conocemos con el nombre de El Salvador.
(Escamilla, 2015)

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Antonio Sol, Longyear y Boggs merecen un lugar de privilegio en la arqueología nacio-
nal. La mayor parte de los proyectos dirigidos por ellos en el centro y occidente del país,
en particular Cihuatán y Tazumal nos han permitido contar con información crucial
para nuestra identidad.

De mil novecientos cincuenta al año dos mil, se desarrollan metodologías y técnicas de


investigación que hoy día continúan perfeccionándose o afinándose, además se desa-
rrollan trabajos de singular trascendencia así como la inclusión de intereses teóricos en
la práctica de la investigación arqueológica (Escamilla, 2015). Así, Haberland, Sharer,
Andrews, Fowler, Bruhns y Demarest generaron investigaciones en diversos sitios, lo
que ha ido consolidando el quehacer arqueológico nacional.

Como lo exptresa muy bien Escamilla (2015), los años del conflicto ejercieron el meca-
nismo de pausa en las investigaciones arqueológicas, y seguramente también incidieron
en la impunidad con la que algunos sitios fueron utilizados y saqueados.

Sin embargo algunas investigaciones se continuaron desarrollando, así Amaroli, Brhuns


y otros ejecutan proyectos puntuales. El nuevo siglo abre puertas también para que ar-
queólogos japoneses como Ohi, Murano, Ito, Ichikawa y otros implementen proyectos
importantes; mientras arqueólogos norteamericanos como Fowler, Sheets, Sampeck y
Earnest hacen lo propio. Los arqueólogos formados en el país comienzan también a
despuntar así Gallardo, Erquicia, Escamilla, Méndez, Morán, Paredes y Valdivieso se
apoyan de su contexto laboral para promover trabajos de investigación destacados en
Güija, Ciudad Vieja, Cara Sucia, Joya de Cerén, San Andrés entre otros, aunque este
último lo hace también en el marco de su formación en el exterior.

Desde la antropología, el siglo XIX es un buen punto de partida, Von Humboldt y otros
viajeros interesados en conocer la región, haciendo descripciones, tomando fotografías
y comprando artefactos y artesanías a los pobladores nativos rescatan muchas cosas sin
las que hoy solamente podríamos imaginar a la sociedad antigua.

Haefkens, Parker y Stephens (Rivas, 2012) viajeros y sistematizadores nos han dejado
documentos que de forma descriptiva nos llevan a la comprensión de la cultura de ese
momento en nuestro país.

A finales del siglo XIX, Muybridge en su viaje por la costa pacífica toma fotografías que
nos hacen comprender la situación económica en particular de los “grandes” puertos del

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país como son Cutuco, La Libertad y Acajutla. El trabajo fotográfico de Muybridge
probablemente sea más importante en la región cafetalera de Guatemala.

Sin embargo, tenemos la suerte de contar con el excelente trabajo de imágenes que pro-
duce Carl Vilhelm Hartman en la zona de los Izalcos (Nahuizalco, Izalco) (1897-9), y
que aún hoy día nos sigue sirviendo para comprender la cultura de esos pueblos.

Es destacable el documento de Dawson, “Geografía elemental de la República de El


Salvador” (1890), utilizado como material didáctico pero que visto desde hoy día, pre-
senta aspectos desconocidos en la actualidad porque ya no existen.

Igual sucede con el documento integrante de las ”Indianas” de Schultze Jena (1935) que
nos introduce en el imaginario de la población, “Mitos y leyendas en la lengua de los
Izalcos”, mitos y leyendas, y un poco más que eso.

Barberena a pesar de los señalamientos en torno a algunos documentos, produce estu-


dios monográficos conceptos de identidad y nación, así como aportes serios a la historia.

La llegada del General Hernández Martínez a pesar de la historia relativa a la masacre,


pone en alto relieve desde una perspectiva folclorista a los pueblos originarios, así cuen-
tos en Salarrué, aportes de María de Baratta pueden enmarcarse en esta línea.

Mucho más serios y científicos son los trabajos de Geofroy Rivas, Fidias Jímenez y
Clará de Guevara.

Los últimos años, en la investigación antropológica nos llevan a Lemus, Rivas, Meza,
los Lara Martínez, Melgar Brizuela desde lo literario y otros más.

No tenemos en el país, a pesar de todo esto, una enorme tradición arqueológica o antro-
pológica. Hoy día, el trabajo de la primera descansa en lo poco o mucho que pueda ha-
cer el Estado a través de las instituciones especializadas, y algunas investigaciones que se
realizan desde la única universidad, la UTEC, con la carrera entre su oferta académica.

La antropología cabalga en los hombros de las universidades, en particular de la UES


y la UTEC quienes investigan desde dos perspectivas, la investigación formativa y la
institucional. UTEC presenta en el marco del Foro de la realidad nacional cada ciclo
lectivo, los productos de investigación de la Escuela de Antropología. A través de la

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Vicerrectoría de Investigaciones trabaja en proyectos más profundos, obteniendo resul-
tados importantes.

Sin embargo, los esfuerzos relativos a la cultura, la identidad, el patrimonio, la historia,


deben venir desde el Estado, que debe ser el más interesado en la conformación de las
identidades de la sociedad. Presupuesto es una palabra clave para incrementar y profun-
dizar en la arqueología y la antropología, también debe fortalecerse el área de arqueolo-
gía y crearse, el departamento de antropología e historia.

Este XI FOESA presenta una vez más la oportunidad para que antropólogos y arqueó-
logos, estudiantes y profesionales presenten los resultados de sus investigaciones, en un
marco académico y comprometido.

Julio Martínez
Director de la Escuela de Antropología, UTEC

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Estudios culturales
Fotografía por: Carlos E. Hernández/CCSA

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Alejandro Cotto:
cine y aporte cultural a suchitoto

Julián Barrera Tolentino


Centro Cultural Salvadoreño Americano (CCSA)
Casa de Los Recuerdos Alejandro Cotto, Suchitoto, Cuscatlán
julianbarrera83@yahoo.com

Introducción
“El Cine es la mayor expresión, de dar a conocer las ideas, por medio de las imágenes, de
esa manera se va creando una identidad” (Cotto, 1997, p. 5).

E l municipio de Suchitoto, del departamento de Cuscatlán, se sitúa a 47 kilómetros


al norte de la ciudad de San Salvador. Suchitoto cuenta con una extensión terri-
torial de 329.2 km2. El municipio se destaca por diversas eventualidades que se han
gestado desde la época colonial entre estas: la primera villa de San Salvador, fundada
a 12 kilómetros al suroeste del municipio de Suchitoto (Cañas, 2009, págs. 13-14). El
municipio de Suchitoto por décadas ha sido cuna de diferentes personalidades que ejer-
cieron cargos importantes en las entidades de gobierno, entre ellos: Dr. Manuel Gallar-
do, familias Bosque, Quiñones, Araujo, Cañas, etc. De esa manera el municipio se fue
destacando a través de la historia, por medio de diversas personalidades sobresalientes
en diferentes ámbitos (Cañas, 2009, págs. 152-155).

Para 1928, el municipio de Suchitoto vio nacer a un personaje que marcaría el ámbito
cultural a nivel local. En esta ocasión, seremos objetivos, y nos referiremos al cineasta
salvadoreño: Alejandro Eugenio Cotto Paz, “Alejandro Cotto” como se le conocía, nace
en Suchitoto el 13 de noviembre de 1928. Cotto tuvo el privilegio de ser el segundo hijo
de tres, siendo una persona muy integra y colaboradora con sus padres, y que fue apoya-

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do con sus ideas desde muy pequeño por sus padres. Desde niño adquirió compromisos
en la familia, debido a la ausencia de su padre. Administró la imprenta familiar, a muy
temprana edad, público su primer poema en El Diario Latino con el título “Campán-
dolas Rosadas” en 1939. Posteriormente, en 1942, edita junto a su madre, Margarita de
Cotto, los periódicos escolares “Tanteos” “Esfuerzos” y “El Ideal de la Niñez”, periódi-
cos locales que permitieron al municipio un desarrollo en el área educativa. Posterior-
mente, en 1947 inicia sus primeros pasos en el oficio del cine, dando inicio con el Cine
Sonoro en Suchitoto. Un tema en el que desconocía completamente, pero era un sueño
a perseguir. Un año después Alejandro Cotto con apoyo de Alfredo Massi, introduce
el formato cinematográfico de 16 mm. “Metro Goldwyn Mayer”. Siendo la primera en
llegar a El Salvador, como una introducción del cine en nuestro país (Premio Nacional
de Cultura, 1997).

Para 1950, realiza su primer ensayo cinematográfico con el título “Festival en Suchitoto”,
en 1951 realiza un filme experimental que le titula “Sinfonía de mi Pueblo”, de los cuales
no se tienen hasta la fecha referencia física de estos filmes. Pero aún existen notas foto-
gráficas de estos. Yacía el año de 1952 cuando Cotto obtiene una beca en México para
estudiar dirección cinematográfica, bajo la tutela del cineasta mexicano, Julio Bracho
(Cotto, 1997, p. 6).

Con el pasar de los años, los nuevos conocimientos de Cotto eran evidentes, sus nuevas
ideas y métodos como cineasta. En sus filmes, nunca aisló a su natal Suchitoto, que un
día lo vio nacer. Siendo así, que en 1960 realiza un filme con el título “Un Camino de
Esperanza”, tesis que realizó para obtener su grado de Director Cinematográfico, y pos-
teriormente, se le otorgó el premio “Hoja de Roble de Plata” en Argentina. Entre otros
filmes como “El Carretón de Los Sueños” que le permitieron dar a conocer las diferentes
vicisitudes que vivían los salvadoreños en la década de los sesentas (1973). Claro, es de
suponer que muchos consideraron estos filmes como una contradicción a la democracia,
y que era un pensamiento subversivo por su contenido, según Cotto los primeros en
reaccionar negativamente con este filme, fueron los gobernantes de la Republica salva-
doreña. Cotto describe en sus memorias que en más de alguna ocasión fue objeto de
burla y amenazas, ya que a nivel mundial sus filmes eran presentados y daba a conocer
la calamidad en que vivía la población salvadoreña. Iniciaba una odisea bastante seria y
arriesgada. Aun con el viento en contra, poco a poco sus filmes fueron rompiendo para-
digmas en El Salvador (Memorias, 2013).

Los filmes de manera gradual construían una identidad que a simple vista no era in-
visible. Con los años Cotto realizó diversos trabajos cinematográficos que incitaba a

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muchas personas a visitar el municipio de Suchitoto. En 1978 planifica la remodelación
y restauración de las casas, plazas y calles de la ciudad de Suchitoto, con el apoyo del
Arquitecto Edgar Soundy y los alumnos de la facultad de Arquitectura de la Univer-
sidad de El Salvador. Creando de esta manera una identidad local que diferenciaría a
Suchitoto de otros municipios. Posteriormente, continuaron los proyectos encaminados
al desarrollo del municipio, y con el pasar de los años Suchitoto sería un destino turísti-
co en El Salvador (Premio Nacional de Cultura, 1997). Entre diversos proyectos que se
describen en esta investigación.

Objetivo general:

Conocer el aporte cultural realizado por el cineasta salvadoreño Alejandro Cotto al


Municipio de Suchitoto a finales del siglo XX, específicamente desde la década de los
sesentas hasta los noventas.

Objetivos específicos:

Describir las diferentes expresiones identitarias de la cinematografía, desde su génesis y


las funciones que ha ejercido en diferentes países del mundo.

Realizar una descripción general de los proyectos de interés cultural realizados por Ale-
jandro Cotto en el Municipio de Suchitoto.

El cine como instrumento y expresión de identidades

Desde su génesis, el cine ha sido un instrumento que ha gestado identidades, tanto a


nivel local como nacional y transnacional, trasladando los planteamientos de la nación
productora, e ideas de lo que se busca (Labrador, 2006). La identidad de los pueblos es
importante desde el punto de vista del Cine, ya que éste permite observar imágenes que
los escritos, no permiten observar.

El cine por lo general vincula una narrativa que puede exaltar o denigrar a naciones o
grupos específicos. Tal es el caso del cine soviético. Ya que en la década de los treinta,
específicamente en (1933), exalta la patria alemana. Los filmes de Karl Ritter como:
Refugiados (1933), Traidores (1936), Patriotas (1937) y Stukas (1941), estaban vincu-

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lados en la formación de un estado nación, a partir del Cine (Labrador, 2006). Siempre
en Alemania Hitler hizo uso de este método para exaltar sus logros propagandísticos,
como lo describe Labrador (2006);
El judío eterno (1940) de Hippler, y exaltar sus glorias militares, el nazismo había gene-
rado en Alemania un cine propagandístico que en muchos casos alcanzaría una calidad ex-
cepcional, como los documentales que sobre el Congreso del Partido Nacional-Socialista (El
triunfo de la voluntad, 1934) y las Olimpiadas de Berlín (Olimpiada, 1936) realizaría
Leni Riefenstahl, que se habría encargado no sólo de la plasmación fílmica, sino también
de la puesta en escena real de los eventos del nazismo, con resultados estética y políticamente
increíbles: a modo de ejemplo se puede destacar el aspecto con el que aparece Adolf Hitler en
algunos planos, mucho más embellecido de lo que era realmente, e incluso más alto (Labra-
dor, 2006, p. 884).

Cabe destacar, que es un claro ejemplo de promover la identidad de una nación a través
del Cine. Por supuesto, esta práctica fue mucho más temprana en otros países europeos.
Ya que paralelamente, Italia y Japón realizaron películas propagandísticas, que con el
pasar de los años estarían vinculadas a un tema revolucionaria y de oposición al estado
(Labrador, 2006, p. 883).

La consolidación de un estado nación en muchos países se debió gracias al cine. Y al uso


propagandístico que se le dio desde los aparatos del estado. Un caso específico es el de
los Estados Unidos, que en la II Guerra Mundial sus filmes estaban orientados a crear
un estado nación, por medio de la guerra, y que la mejor manera de construirla era desde
ellos mismos, por medio de la defensa (Labrador, 2006, p. 883).

De manera escueta, se ha descrito de como el Cine genera identidad, y que éste a su


vez promueve la unidad de un estado nación o también una desigualdad. Esto no quiere
decir que la ciencia ficción solo ha generado caos en las naciones. También cabe desta-
car que se han creado proyectos que motivan e incitan a las diferentes sociedades a ser
promotores de su libertad, como la película: Independence day (1996) de Roland Emme-
rich, en la que el mismísimo Presidente de los Estados Unidos, convertido en cowboy
espacial, acaba con la invasión alienígena. Pero a su vez existe un problema de sentirse
ajenos al dolor humano: Forrest Gump en la película así titulada de Robert Zemeckis en
los 90 (1994), representa a ese pueblo americano ajeno al resto del mundo e incluso a su
propia realidad nacional (Labrador, 2006, p. 882).

En muchos de estos casos no existe homogeneidad con la realidad de las sociedades y el


cine. Con los años han recurrido a diversas formas de crear una identidad local o nacio-
nal en las sociedades. El cine visto desde una perspectiva constructora de identidades,

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también ha destruido la identidad de diversas sociedades. Cabe añadir que los factores
que rodean el entorno de los grupos sociales permiten un mejor uso de este método, y
así crear una identidad (Labrador, 2006, p. 884).

Como destacábamos anteriormente, la visión y el uso del cine puede destruir, crear y
propiciar oportunidades en las sociedades. Para el caso de El Salvador, el cine es poco
destacable en proyectos de gran envergadura cinematográfica.

La creación cinematográfica, vinculada a Suchitoto y a


la denuncia social

En la década de 1960 en nuestro país, poco se sabía del cine, y en especial, sobre los
trabajos cinematográficos que se realizaban en su momento. Las nuevas identidades que
gestaría la cinematografía, eran muy importantes para el desarrollo económico, turísti-
co e identitario en nuestros pueblos. Los filmes y cortometrajes fueron realizados por
cineastas salvadoreños, a quienes se les conoció como la segunda generación integrada
por: Alejandro Cotto, David Calderón, Baltazar Polio y André Guttfreund. Los pione-
ros del cine en la década de los sesentas, aportaron de gran manera a diversos temas de
interés social, entre ellos el turismo (Duran, Marroquín & Olmedo, p. 4).

No cabe la menor duda, que esta generación contó con recursos muy limitados para
proyectar sus historias e imágenes (Duran, Marroquín & Olmedo. p, 5). El Salvador en
una nueva etapa en su historia, en la búsqueda de nuevas formas de crear una identidad
y reconocimiento a nivel internacional, desde el ejecutivo se crearon iniciativas con el
único fin de promover diferentes destinos salvadoreños y de esa manera atraer nueva
inversión. Una de las funciones del Presidente José María Lemus durante su gobierno
(1956-1960) era encaminar y promover el turismo e identidad nacional, por medio de
diferentes iniciativas, y por ello, tiene la brillante idea de crear un filme que tenía como
objetivo principal promover una identidad nacional. En su momento, profesionales en
el área cinematográfica eran difíciles de encontrar localmente, y el cineasta salvadoreño
Alejandro Cotto, quien recién llegaba a El Salvador desde la Ciudad de México, usó sus
conocimientos a la orden del Presidente Lemus para este proyecto nacional. El proyecto
no tuvo un final feliz, ya que, con los años, sería visto como una amenaza subversiva por
los intelectuales salvadoreños, empezando por el gabinete de gobierno, por el contenido
del filme. Ya que éste daba a conocer el progreso del país, y una denuncia de paternidad.
Y no era éste el objetivo del filme. Ya que se pretendía promover el turismo y dinamizar
la economía por medio de nuevos inversionistas (Cotto, 1960, 25).

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Cotto apoyado también por Doña Coralia de Lemus, esposa del Presidente Lemus, no
dejó pasar la oportunidad de realizar su tesis final que le daría su título como: Técnico
en Dirección Cinematográfica, más aún financiado por el estado salvadoreño. Es así,
como en 1960 se filma la película “Un Camino de Esperanza”, filme que mostró el grado
de progreso y desarrollo en El Salvador, y la falta de paternalidad. Posteriormente, el
filme se presentó en El Festival de Cine en Bogotá, Colombia por primera vez, y en
el festival de Cine Internacional en 1960. Posteriormente, fue el ganador del premio
“Hoja de Roble” en Argentina en el mismo año de 1960. En su momento Cotto fue
acusado desde tirano, antipatriota… el filme después de un rotundo éxito, pasó a ser un
proyecto nacional fracasado. Ya que, según muchos críticos del momento, se invirtieron
millones de colones en este filme (Alejandro Cotto, Premio Nacional de Cultura, 1997).
Información que aún se desconoce su veracidad. Ya que los apuntes de Cotto describen
esta eventualidad (Diario personal de Cotto, 1960).

Cotto continuó sus proyectos sin apoyo del estado salvadoreño por la mala experiencia
que marcó su carrera, según los comentarios de Cotto a los medios públicos. Luego Co-
tto realizó filmes que resaltarían la identidad de Suchitoto, y que hasta la fecha se sabe
que no llevaban un fin de desarrollo económico, sino, en las artes. En 1963, reunido con
embajadores de Latinoamérica en Suchitoto, solicitó apoyo para proyectos culturales
para El Salvador y Suchitoto. Reunión que le permitiría resaltar la identidad nacional y
local. Para 1965, Cotto ofrece el primer concierto de la Orquesta Sinfónica y la Socie-
dad Coral Salvadoreña, en la iglesia de Santa Lucia de Suchitoto. Siendo éste la génesis
de nuevas expresiones culturales en el municipio (Cotto, 1997, p. 8).

La creación de símbolos locales

Con la creación de símbolos locales según Vives (2012) estos constituyen unidades mí-
nimas de información que van ligadas a la emoción que nos producen (Vives, 2012, p.1).
Emoción que llevó a la realidad Cotto en el municipio de Suchitoto, por medio de la
creación símbolos locales: el escudo, bandera e himno. En 1966, Cotto diseña la bandera
y escudo de Suchitoto. No existe duda alguna, en donde se puede apreciar la inspiración
literaria y cinematográfica para resaltar el municipio de Suchitoto. Era notable que exis-
tía la necesidad de crear una identidad colectiva por medio de lo local. A continuación,
se describe la identidad de Suchitoto, expresada en la letra y significado del escudo,
según Cotto;

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Este flamante escudo Heráldico se divide en cuatro cuarteles. Los colores del escudo… tenemos
el color oro, reflejado en las flores y los pájaros, el blanco plata reflejado en el rio Lempa. Los
colores simbolizan; el azul, serenidad, reflexión, quietud, estudio; cuando piensa y siente, el
pájaro vuela sobre las flores; y el rojo refleja esos momentos cruciales que pueden ser guerra,
tragedia, gloria, poder, potestad: el pájaro permanece sereno, le es indiferente la tragedia o la
gloria, pero sin perder el númen romántico y poético de las flores.

La “S” de plata con delta en los extremos, es el rio Lempa y la “S” de Suchitoto, que encierra la
voz del “pájaro flor”.

El volcán de Guazapa, que simboliza la tierra Americana (en este caso Suchitoto. El sol de
Oro, simboliza el Sol de las Culturas iluminando las tierras nuevas, ambas se encuentran
en el cuartel rojo, porque la conquista fue violenta. En el cuarto cuartel, en azul tenue; se
plasma la iglesia de Suchitoto como símbolo de las virtudes cristianas sobre un fondo de paz
y hermosura.

El lema “Primus in vita et in virtutivos-vitae”, significa: primero en la vida y en las virtudes


de la vida; y hace alusión a la tradición comúnmente aceptada que aquí en Suchitoto se dio el
primer mestizaje.

La Corona, es una Muralla de Oro con Parteluces y Matacanes; encierra las tres virtudes
Teologales que son fe, esperanza, y caridad y simboliza el Título de Ciudad obtenido el 15 de
julio de 1858 (Manuscrito de Alejandro Cotto, 1958).

Dicho diseño, fue elaborado por el Señor Manuel José Arce y Valladares con la colabo-
ración del señor: Alejandro Cotto en el año de 1958, siendo este develado en la Plaza
centenario por el presidente José María Lemus, en presencia de la Asamblea Nacional,
la Corte Suprema de Justicia y sus presidentes, El Cuerpo Diplomático y Batallones del
Ejército; quienes presentaron armas a la Flamante Capital Simbólica de la Republica
(Manuscrito de Alejandro Cotto, 1958). Siendo oficializado hasta 1966 por la munici-
palidad.

Luego en 1977, Cotto escribe la letra y música de Suchitoto, que reza de la siguiente
manera;

Hoy nuestras voces cantan un himno. 


Himno de alegría devoción y fe. 

Suchitoto flor y vuelo 


Fuente de nuestro amor 
Faro del corazón 
Nuevo destino te prometemos 
Nuestro anhelo inspira tu blasón 

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Sabrás luchar triunfar 
Habrás de resurgir 
Sol nuevo ha de brillar 
Y el iris pintara 
Tus cielos de esplendor 
Vivirás vivirás viviras. 

Por qué vamos optimistas 


Mano a mano 
Vislumbrando, proclamando, proyectando, 
Levantando el porvenir que a ti reserva 
Nuestro amor, amor amor amor
(Recuperado de: http:// www.suchitotoelsalvador.com/himnosuchitoto.php)

En el mismo año Cotto instituye el Premio “Ciudad de Suchitoto”. Premio que se otor-
garía anualmente, a las personas distinguidas en servicio social a la comunidad local.
Los proyectos de Cotto eran un plus para Suchitoto. Aunque muchos no lo concebían
así. Uno de los filmes que vendría a darle un mayor realce a Suchitoto es “Universo Me-
nor” filme que describía la ciudad del “Pájaro Flor”, su infancia, adolescencia y juventud.
Realizado en 1979, e interrumpido por la guerra civil de nuestro país.

La restauración de Suchitoto y su legado: Casa Museo

Luego en 1978, en colaboración del Arquitecto Edgar Soundy, la remodelación y res-


tauración del patrimonio cultural inmueble (plazas, casas y calles). Los trabajos reque-
rían de apoyo humano, y por ello, se solicitó el apoyo de más de doscientos alumnos de
la facultad de arquitectura de La Universidad de El Salvador (UES). Proyecto de gran
envergadura, que hasta la fecha mantienen su arquitectura, y que muchos la adjudican
como ciudad colonial. Debido al estilo que presenta. Aunque no lo es. La belleza ar-
quitectónica del municipio de Suchitoto, data del periodo Pos-republicano, es decir,
después de la independencia de El Salvador. Entre los años 1835-36, fecha en que se
describe el pueblo en la actual ubicación geográfica y se le confiere el título de villa
(Cañas, 2009, p. 17).

En la década de 1980, el cine crecía a grandes pasos, en especial en Estado Unidos era
un referente del cine comercial en Latinoamérica. A nivel local, el desarrollo se dio a un
ritmo muy lento. Un punto detonante en el cine local se vería perjudicado en gran ma-
nera por los movimientos sociales y conflictos internos que iban moldeando una larga
y sangrienta guerra civil en El Salvador (Duran, Marroquín & Olmedo. p, 5). Ejemplo

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de ello, es el filme “Universo Menor”. Filme que inicio en 1979, pero, debido al conflicto
armado, Cotto dejo de producirla. El filme, tenía como objetivo dar a conocer las fiestas
populares del municipio de Suchitoto. Y la denuncia de la construcción de la represa el
Cerrón Grande. Denuncia que fue estéril. Ya que muchas personas fueron despojadas
de sus tierras sin su consentimiento (Manuscrito de Cotto, 1979).

Cotto en el decenio de 1980 viaja a Buenos Aires, Argentina para realizar un proyecto
que le cambiaria parte sus malas experiencias con sus filmes en su país, debido al poco
apoyo a sus proyectos de cine. Pero en cuanto supo de la noticia de una guerra civil, tuvo
que regresar a su natal Suchitoto con intención de defender a su pueblo y resguardar
sus bienes. Algunos lugareños sugieren que Cotto regresó a su natal pueblo para res-
guardar su propiedad y los bienes de la Iglesia Católica. Debido a esta eventualidad, fue
imposible realizar filmes. Suchitoto fue duramente afectado por la guerra civil, hasta la
fecha se pueden observar pertrechos y armas de guerra que se usaron en la guerra civil
en algunos restaurantes locales. Cotto al darse cuenta que no podía realizar proyectos
relacionados a su carrera cinematográfica, declaró a Suchitoto Ciudad de oración, lleva
a la Patrona Local; Santa Lucia a Santa Ana en un gesto de peregrinación. Y ese mismo
día pide a sus paisanos que pase lo que pase no abandonaran su pueblo natal (Cotto,
1997). Pese a las visitudes que pasaron los lugareños, suchitotenses, algunos no soporta-
ron la crueldad de ser asesinados, por ello, tuvieron que emigrar del municipio a lugares
más seguros.

Después de los Acuerdos de Paz de Chapultepec, México de 1992 (REDICCES,


ACUERDOS DE PAZ, 1992). Hacia la última década del siglo XX, Suchitoto empe-
zó a crecer de manera impresionante en el rubro turístico. Debido a ello, Cotto realiza
en su Casa Museo el primer festival con el título “Festival de Arte de Suchitoto”. Evento
que llevaría a ser su casa personal en la cuna de los festivales y lugar de verdadera paz
para sus ciudadanos. Con el pasar de los años, el festival fue tomando mayor importan-
cia, hasta la fecha ha reunido a más de 12,000 personas desde 1991, año en que inicia
este evento. La envergadura de este evento le permitió a Cotto, solicitar apoyo para
crear un espacio que fuera propicio para el festival permanente. De esa manera, poco
a poco con una gestión seria, le dio vida al proyecto que le denomino “El Teatro de las
Ruinas”, inmueble que fue dañando en un 80% por la pasada guerra civil de la década
de 1980. El inmueble fue cuna de diversas eventualidades desde su creación, ya que esta
data del siglo XVII según datos históricos del Dr. Gallardo. Una obra realizada por don
Patricio Mejía en el siglo XVII. El Teatro de las Ruinas fue: casa de la familia Orellana
Valdés, posteriormente, Escuela Normal Rural, Instituto Nacional Casa de los Juzgados
y Casino. Después de la Guerra Civil, El Patronato de Reconstrucción Cultural de

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Suchitoto, realiza con el pasar de los años diferentes festivales de arte y cultura. Hoy
día, el Teatro de las Ruinas se le conoce como: Teatro Alejandro Cotto”. En honor a su
fundador, ya que se consideró a Cotto como el fundador de este, ya que era presidente
del Patronato de Reconstrucción Cultural de Suchitoto (Patronato de Reconstrucción
Cultural de Suchitoto, 1998, pag.8).

Muchos de sus proyectos cinematográficos quedaron en espera, ya que el tiempo había


pasado y Cotto se había dedicado a reconstruir la paz de su municipio por medio del
Arte y la Cultura.

Creando a su vez fuentes de trabajo, por medio del turismo local. Las estadísticas lo-
cales, realizadas por oficinas de turismo: Centro de Atención al Turista (CAT) y La
Oficina de Turismo Municipal, manifiestan que sus datos sobrepasan los 70 mil turistas
anualmente. Es notable que el apogeo turístico, les haya permitido a diversas organi-
zaciones interesadas en darle mayor identidad al municipio, ya que surgió una moneda
local en la primera década del siglo XXI. Dicha moneda solo podía ser utilizada en los
restaurantes del municipio. Moneda que le daría un rumbo diferente al municipio de
Suchitoto. La moneda local se le bautizo como: Udis, moneda que tenía el mismo valor
que la moneda en curso en El Salvador. Un Udis, era el equivalente a $1.00. De esa
manera, se continuaba gestando una nueva manifestación cultural. En la actualidad, la
circulación de esta moneda ya no es legal. Ya que ha dejado de circular (ver figura 1)
Muestra la moneda local que fungió en la primera década del siglo XXI. Así como esta
manifestación cultural, día a día se están gestando otras. Ya que desde un punto diná-
mico, los comportamientos y expresiones de una identidad nacional o local, tienen una
característica de estabilidad (Carrillo, 2010.p, 1).

Figura 1. Muestra el lado anverso de la moneda (en papel) del municipio de Suchitoto.
Cortesía: Carlos Cotto.

20
La Casa de los Recuerdos Alejandro Cotto

Alejandro Cotto, con su filosofía subversiva como se le conoció en su momento, no


desconocía la importancia de conservar y restaurar el inmueble que sus padres un día
habían adquirido con mucho esfuerzo en la última década del siglo XIX. Siendo así,
en la década de 1970 realiza cambios importantes, con el fin de conservar integro el in-
mueble. El inmueble consta de tres etapas constructivas: la primera se divide en la nave
principal, lugar donde se encuentran las salas: Reconocimientos, La Pinacoteca y La
Capilla. La nave data, a finales del siglo XIX es decir, 1890 (Escritura de Propiedad Pri-
vada, 1901), en la actualidad posee integro los materiales originales como: piedra, adobe,
piso de ladrillo quemado y teja (ver figura 2) muestra la fachada principal de la Nave.

Figura. 2. Muestra la fachada principal de la Nave, que data a finales del siglo XIX
Fotografía por: Carlos E Hernández/CCSA

Posteriormente, se realizó una segunda fase constructiva que contemplo la incorpora-


ción de dos Alas o Corredores, el corredor: Poniente y Oriente. El corredor Poniente,
mantuvo parte del muro original del siglo XIX sin alterar los materiales que este poseía.
Aunque, el propósito de elevar la cota original que la Nave principal tiene, se tuvo que
realizar un muro parecido al original, quedando resguardado el muro original de los
diferentes agentes biológicos e intemperie, debido a los cambios abruptos del clima de
la zona. El corredor Oriente, de igual manera se construyó usando materiales parecidos
a los de la Nave principal, para una mejor estética arquitectónica. Las dos últimas fases
de la construcción incluían la remodelación del jardín principal de la casa y la creación
de una plaza y un mirador, dicho diseño estuvo a cargo del Arquitecto Edgar Soundy.

21
Terminada la obra, inició el proceso de dar a conocer la identidad patrimonial de Suchi-
toto en 1977. Pese a la problemática social que culminó con la guerra civil en la década
de los ochentas, Cotto luchó por no ver desvanecer su obra, que con tanto esfuerzo y
tiempo había visto crecer. Por ello, inicia en 1991 en su Casa Museo el primer Festival
Internacional de Arte y Cultura de Suchitoto, hasta la fecha se continúa este legado.
Evento que con el pasar de los años pasó realizarse en “El Teatro de Las Ruinas”, hoy
en día, teatro Alejandro Cotto.

Conclusión

Alejandro Cotto con una profunda admiración, destaca en la construcción de una iden-
tidad desde la óptica de Cotto, por medio de diferentes eventos de Arte y Cultura en
su municipio. Por ende, las eventualidades culturales, religiosas, cinematográficas y ar-
tísticas realizadas por Cotto, han dejado un legado a su natal pueblo. Alejandro Cotto,
consiente de su legado, se preocupó en dejar un organismo que lo presidiera. Siendo así,
fundó el Patronato Pro- construcción de Suchitoto, que en la actualidad aún continúa
en su proyección con eventos como: El Festival Permanente de Arte y Cultura de Su-
chitoto. También el enfoque cultural de Cotto llevó a que La Asociación Centro Cul-
tural Salvadoreño Americano (CCSA) fuera la entidad que administrara su inmueble
(Casa Museo).

Durante varios años La Asociación Centro Cultural Salvadoreño Americano (CCSA)


fue muy respetuosa y responsable en la conservación y custodia del legado de Cotto,
hasta nuestros días. Muchos de sus logros, aún se conservan y se exponen en La Casa de
los Recuerdos Alejandro Cotto. Lugar que por años fue y continúa siendo, la atracción
turística local entre otras en el municipio de Suchitoto.

Referencias bibliográficas

Amaya, I., López, O. Martínez, L & Valdés B. (2002). Segunda Generación de Cine sal-
vadoreño 1960-1962. El Salvador: UCA.
Cotto, A. (1997). Premio Nacional de Cultura
Cotto, A. (1960). El Carretón de los Sueños (Textos de Guion Cinematográfico). San
Salvador.
Acuerdos de Paz (1992). México, Chapultepec. Recuperado de: www.redicces.org.sv/
jspui/bitstream/10972/.../Acuerdos%20de%20Chapultepec.pdf.

22
Carrillo, A. (2010). La Identidad nacional y El cine. Nueva York.
Cañas, L. (2009). Suchitoto, sus raíces… El Salvador, San Salvador.
Apuntes del diario personal de Alejandro Cotto, 1960.
Oficina de Turismo: Centro de Atención al Turista (CAT), Suchitoto, Cuscatlán.
Himno y letra de Suchitoto. Recuperado de: http://www.suchitotoelsalvador.com/
himnosuchitoto.php.
Labrador, J. (2006). Cine e identidades virtuales. España: Universidad de Complutense
de Madrid.
Marroquín, L. Duran, C & Olmedo, M. (2012). Caracterización de la Producción Cine-
matográfica en El Salvador durante el periodo 2000-2010. San Salvador: UES.
Estadística de Turismo. En: Oficina Municipal de Turismo, Suchitoto. Propiedad pri-
vada, escritura propiedad de familia Cotto Paz, 1901.
Proyecto de Restauración presentado por: El Patronato de Reconstrucción Cultural de
Suchitoto, 1998.

23
La poética de la transformación urbana,
caso de estudio:distrito cultural en Santa Tecla,
pro y contras del modelo territorial e inversión en
cultura

Luis Angulo Violantes


Estudiante de la Licenciatura en Antropología,
Universidad Tecnológica de El Salvador.

Resumen
Un Poema es una Ciudad
un poema es una ciudad llena de calles y cloacas,
llena de santos, héroes, pordioseros, locos,
llena de banalidad y embriaguez,
llena de lluvia y truenos y periodos
de ahogo, un poema es una ciudad en guerra,
un poema es una ciudad preguntando por qué a un reloj,
un poema es una ciudad ardiendo,
un poema es una ciudad bajo las armas
sus barberías llenas de borrachos cínicos,
un poema es una ciudad donde Dios cabalga desnudo
por las calles como Lady Godiva,
b donde los perros ladran en la noche y persiguen
la bandera; un poema es una ciudad de poetas,
muchos de ellos muy similares
y envidiosos y amargados...
Charles Bukowski

24
E l artículo analiza los procesos de transformación durante el período 2001-2012, del
centro histórico de la ciudad de Santa Tecla, las causas que lo llevaron a convertirse
en escenario de innovaciones locales en donde se reconfiguró la idea de “administrar”
la “cultura” y el territorio, y por qué dichos conceptos ocuparon un lugar central en el
gobierno municipal durante ese período, culminando en el proyecto “Distrito Cultural”;
logrando de esta manera crear un modelo de desarrollo urbano local al cual llamaremos
“modelo tecleño”. Para su análisis se utilizaron algunas interrogantes de la herramienta
analítica -como marco conceptual-URA (Urban Regime Analysis). Así mismo, se argu-
mentó que ha medida se avanzó, surgieron muchas más interrogantes que demostraron
la necesidad de romper paradigmas en cuanto a la manera de gestionar, de hacer polí-
ticas públicas y planificarla urbe en el país. Por lo cual se pretende compartir la expe-
riencia acumulada desde tres puntos de vista: como miembro del equipo que participó
en la génesis de dicho proyecto, como ex Director de los espacios culturales: Museo
Municipal Tecleño y Palacio Tecleño de la Cultura y las Artes y como actual ciudadano
que mira al otro (la otroreidad antropológica). El estudio visualiza, y aporta de manera
crítica, la existencia del sistema utilizado y sienta las bases para una primera discusión
sistemática de la validez o no del modelo implementado y sus resultados.

1. Contexto Histórico de la ciudad de Santa Tecla

A causa de los terremotos de abril de 1854, el entonces Presidente de la


República Coronel José María San Martin, emite el decreto ejecutivo para
la fundación de la otra Nueva ciudad de San Salvador o Nueva San Sal-
vador. Sin embargo, por las constantes e imperantes ideologías de la época,
la capital es devuelta a su antiguo y actual asiento: empero, los trazos de
la cuidad y su proyecto urbanístico novedoso dejaron los cimientos de la
actual ciudad. En su proyección urbanística, a cargo de José Ciriaco López,
la ciudad se proyecta con una plaza de armas rodeada con seis portales, una
innovación dentro de la arquitectura Centroamericana.

A consecuencia del traslado de la capital a su antiguo asiento, las pro-


yecciones de las plazas, paseos y edificios públicos son transformados. La
ciudad se nutre con los equipamientos que requieren los habitantes de San
Salvador, quienes reciben a títulos gratuitos terrenos para la construcción
de sus residencias. De esto sobresale instituciones educativas de renombre
Centroamericano en el siglo XIX (marcó desde esa época la vocación de la

25
cuidad) así como instituciones religiosas que desarrollan su actividades en
la cuidad.1

La ciudad que casi se convirtió en capital del país, reconocida por sus altos estándares de
centros de estudio medios, ciudad de abolengo cultural y referencia climática –no hace
mucho tiempo- pasó lentamente a transformarse en una ciudad distópica, dormitorio,
sin desarrollo económico propio, y sin perspectivas concretas de herramientas de plani-
ficación en los campos económicos, sociales o culturales. En este trabajo no se ahondó
en las circunstancias de décadas inmediatas anteriores que llevaron a –lo que pareciera
normal en los centros históricos- su declive. Quizá, sin darnos cuenta nosotros también
fuimos víctimas de complejos entramados sociales, como sucedió en la mayor parte de las ciu-
dades latinoamericanas, las cuales fueron acompañadas de un aumento sin precedentes de vio-
lencia urbana, fragmentación espacial e injusticia social (Caldeira, 2000; Holston, 2088).
Después de finalizado el conflicto armado y la posterior firma de los Acuerdos de Paz,
se abrió un panorama de cooperación sin precedentes, oportunidad que requería la crea-
ción de planes y programas específicos de desarrollo, además de la necesidad intrínseca
de la sistematización de la información y de la participación y contraloría ciudadana, en
este sentido, la municipalidad arrancó de manera tardía dichos procesos –o no se logró
conservar la información- ya que los primeros planes se fechan a principios del 2002.

2. Modelo tecleño para la transformación del centro


histórico: la crisis como una oportunidad

La historia reciente de la Ciudad de Santa Tecla. Se puede partir en dos: Antes y des-
pués del terremoto de enero del 2001; desastre natural que soterró más de 200 casas
en la residencial “Las Colinas” lamentable símbolo de la tragedia en el país en la cual
murieron un aproximado de mil personas.

En cuanto el centro histórico, algunos datos arrojan el daño aproximado entre el 75% y
80% del patrimonio edificado de la ciudad, obligando a una masiva movilización de los
habitantes y usuarios, lo que ahondó mucho más el deterioro del corazón de la ciudad.
Algunas aproximaciones teóricas brindan datos que la migración de los habitantes sólo
es comparada con la movilización y desplazamiento durante la guerra civil en la década
de los ochenta. Dicha situación, sumado a la emergencia nacional, a la atención de cen-
tros de acopamiento, instalándose uno de los más grandes en Santa Tecla en el parque

1 Texto tomado del documento “Presentación del Proyecto Distrito Cultural” al Concejo Municipal de
Santa Tecla, 2008.

26
El Cafetalón, atendiendo un aproximado de cinco mil ciudadanos. Bajo este contexto,
es que se logra dilucidar lo que más adelante se convertiría en el modelo que se anali-
zará: La crisis como una oportunidad, el modelo tecleño. Plantear este problema conlleva a
analizar, describir y debatir los métodos y maneras en que se realizó e implementó dicho
modelo. Si bien es cierto que existen documentos que amparan una visión de desarrollo
a corto, mediano y largo plazo, siempre quedará el desencanto de la realidad, la cual
supera cualquier teoría o planificación.

Para realizar un análisis sistemático y buscar un mejor entendimiento sobre la manera de


tomar decisiones en cuanto a políticas urbanas en Santa Tecla durante el periodo 2001-
2012, se utilizará como marco conceptual las herramientas analíticas del Urban Regime
Analysis (URA) teoría que se ha implementado en el contexto norteamericano a finales
de 1980. A sus inicios se utilizó en el campo de las ciencias políticas, pero ha ido evolu-
cionando y desarrollándose hasta áreas como geografía y economía urbana, y a través de
la cual se han generado nuevos conceptos para entender de mejor manera el ejercicio del
poder político en la toma de decisiones en las transformaciones de las ciudades.

Y es desde URA donde se distinguen cuatro tipos de poder: Poder sistémico, Poder de
mando o control social, Poder de coalición y Poder de producción social (esta es una aportación
reciente en la metodología de análisis urbano).

Analizando los resultados obtenidos, la filosofía y la visión con que se trabajó durante
trece años, se puede referir a un tipo de poder, el Poder de producción social, siendo este
el que más se acerca o acercó –de manera intuitiva- a la visión del modelo que se está
analizando el cual se define de la siguiente manera:

“Esta forma de poder es intencional y activo; el poder aquí nace de la ne-


cesidad de liderazgo en una sociedad compleja y de la capacidad de ciertos
intereses en coalición de producir este liderazgo. El control de liderazgo
no se consigue a través de adoctrinamiento, sino a través de un grupo de
intereses que son capaces de solventar la necesidad de actuar y de crear una
estructura capaz de generar las funciones de gobernabilidad necesarias.2

No hay que olvidar que la ciudad de Santa Tecla es predominantemente conservadora y


con una mayor inclinación hacia la derecha política (según reflejan cada año las encues-
tas de elecciones tanto municipales como presidenciales). Sin embargo, a pesar de las

2 Aproximaciones teóricas para el análisis de la transformación urbana, Doc. Anal.Georgr.46,2005.


Pp 143

27
ideologías, este tipo de producción social, logró consolidarse desde 1997 con el primer
gobierno de un partido de izquierda que permaneció hasta la derrota electoral del 2015
por uno de derecha.

De la misma forma se utilizaron los estudios de Stone3 (2001) para identificar cuatro
elementos fundamentales, de un Urban Regime establecido y determinar si las ciudades
cumplen o no dichos requisitos:

1) Existencia de una agenda (agenda setting): la formación


de un régimen responde a la voluntad, por parte de un grupo
de agentes, de alcanzar un objetivo o de establecer una direc-
ción común, la agenda se manifiesta a través de propuestas de
acción concretas por medio de las cuales se gana y se mantienen
diferentes niveles de apoyo.

2) Construcción de la coalición (coalition building): se crea a


través de un grupo informal pero estable de agentes públicos
y privados que, gracias a su acceso a recursos institucionales y
económicos, proporciona estabilidad para tomar decisiones de
gobernabilidad urbana.

3) Diseño de esquemas de cooperación (devising schemes of


cooperation): la cooperación se obtiene y se sostiene a través del
establecimiento de relaciones de solidaridad, lealtad, confian-
za y soporte mutuo, en lugar de hacerlo a través de jerarquía
o negociación.

4) Movilización de recursos (resource mobilization): recursos


son medios económicos, pero también aspectos como conoci-
miento, experiencia, capacidad organizativa, conexiones in-
formales, nivel y capacidad de participación entre otros.

Imbroscio4 (1997, 1998,2003 y 2004), identifica seis aproximaciones analíticas diferen-


tes para complementar el modelo propuesto por URA:

3 Aproximaciones teóricas para el análisis de la transformación urbana, Doc. Anal.Georgr.46,2005, pp 143.


4 Aproximaciones teóricas para el análisis de la transformación urbana, Doc. Anal.Georgr.46,2005.
Pp. 14

28
1) Capital humano (human capital): se refiere a la nece-
sidad de hacer hincapié en el papel que tiene el capital
humano para un desarrollo económico local sostenible y
equitativo.

2) Estabilidad económica de barrio (community stabili-


ty): la necesidad de identificar las condiciones que per-
miten el desarrollo de mercados laborales y determinado
nivel de actividad económica estable que proporcionen un
nivel de calidad adecuado y estable a nivel de barrio.

3) Cuentas de balance público (public balance sheet):


introduce la posibilidad de desplegar nuevos modelos
de desarrollo económico como resultado de analizar los
verdaderos costes y beneficios de procesos de inversión
privada.

4) Especificación de los activos (asset specificities): sos-


tiene que el desarrollo económico a largo plazo emerge
de la solidez de relaciones sociales que se hallan en los
activos productivos ligados a un espacio y a un tiempo
concreto.

5) Localismo económico (economic localism): se cen-


tra en el desarrollo del potencial del mercado local a dos
niveles, por un lado, en lugar de orientarse hacia la ex-
portación, se enfatiza la idea de aumentar la producción
orientada a cubrir las necesidades locales, por otro lado,
en lugar de intentar atraer capital foráneo, se resalta la
importancia del desarrollo económico que se genera des-
de dentro.

6) Instituciones alternativas (alternative institutions): se


trata de encontrar nuevas formas alternativas de agentes
económicos con carácter colectivo.

29
2.1 ¿Quién gobierna o quién tiene la capacidad de actuar?

Al utilizar a URA como marco conceptual, se logrará responder quién tiene la capacidad
de actuar sobre un territorio especifico (visión de producción social) en lugar de cuestio-
narse quién gobierna (visión pluralista). Al encontrarse el centro histórico de la ciudad
en ruinas, se toma el primer riesgo en cuanto a políticas públicas: La ciudad imaginada,
su nuevo uso de suelo y con ello la especialización y la noción que hasta entonces se
tenía de ello; volcarse a lo “cultural” parecía lo más indicado, ya que con las ventajas de
la rica historia de la ciudad, su ubicación geográfica, la propia visión municipal y según
consta en documentos en la oficina del centro histórico desde 1997,la municipalidad de
Santa Tecla y organizaciones ciudadanas, realizaron esfuerzos importantes para promo-
ver conciencia y acciones para la rehabilitación del Centro Histórico, como centro vivo,
dinámico y como espacio de convivencia de la ciudad.

3. Revisión del modelo implementado

Las primeras nociones se tienen a partir del instrumento Plan Estratégico Participativo
(PEP 2002-2012), desde el cual se planificó la ciudad para una década incluyendo las
nuevas apuestas en lo “cultural” y el “espacio” y el Plan Estratégico Institucional (PEI
2009-2012), donde se refuerza y se expone con mayor claridad los programas, proyectos
y nuevos instrumentos normativos que se utilizan en dichos espacios. En el presente
texto se resalta y analiza un hecho que logró poner en discusión si en este país es posible
crear espacios de convivencia ciudadana y que al mismo tiempo se logre el rescate, con-
servación, promoción y difusión del patrimonio, tanto tangible como intangible.

Esquema de los más importantes eventos ocurridos para la consolidación del Distrito cultural, Diseño propio.

Dónde: PEP, Plan Estratégico Participativo, CCDL, Concejo Ciudadano de Desarrollo Local y PTCA, Palacio
Tecleño de la Cultura y las Artes.

30
Hay que partir de lo más importante y complejo ¿Qué se entendió por “cultura” o por
lo “cultural” en todo este proceso? ¿Qué es lo que a partir de esta premisa se comienza
a crear y desarrollar con sus cambios por el paso del tiempo? Para ello se mostrara un
breve repaso de la ruta crítica de la historia y los distintos procesos realizados. Los pri-
meros esbozos se crearon a partir del año 2000, culminando con uno de los trabajos más
sistemáticos de planificación territorial en el municipio, la herramienta “Plan Maestro de
la Ciudad de Santa Tecla, 2008”. Documento que no pudo ser ejecutado y dentro del cual
se propondría la especialización del centro histórico. En el borrador de la propuesta “La
Política Cultural del Municipio de Santa Tecla, septiembre 2012”, documento que no ha
sido publicado a la fecha y se definen claramente los conceptos claves que se tomaron
en cuenta a la hora de emprender estos cambios y a pesar que fue presentada dos años
después de inaugurado el Paseo El Carmen y con ello el Distrito Cultural:

Definición de Cultura: Puede considerarse como el con-


junto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales,
intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad
o un grupo social, ella engloba, además de las artes y las
letras, los modos de vida, los derechos fundamentales
al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y
las creencias, pero también, dentro de este documento
se específica aún más el campo de acción, definiendo la
cultura de un municipio, es el conjunto de valores, formas
de vida, patrones de conducta y de significados plasma-
dos en obras, quehaceres y procesos, que dan sentido a las
transformaciones económicas, políticas, sociales, científi-
cas y medioambientales de ese municipio. La cultura como
dimensión fundamental de la vida humana.

A nivel individual, porque es la esfera de la creatividad, la


imaginación y de las íntimas vocaciones humanas y del
sentido que orienta sus obras. El ejercicio y disfrute de la
cultura permite que los seres humanos vivan una existen-
cia intelectual, afectiva, moral y espiritual pleno.

A nivel de la sociedad, la cultura en sentido de transfor-


mación y solidaridad puede elevar la participación y la
articulación social en torno a las buenas obras, si es que se

31
intensifican los intercambios de creatividad y del sentido
del por qué y para qué hacemos las cosas.

3.1 Las consultas participativas

El entonces equipo formado en el área de cultura y oficina del Centro Histórico de la


municipalidad de Santa Tecla la mayoría jóvenes profesionales –otra peculiaridad del
modelo tecleño- muy buenos arquitectos, urbanistas y gestores culturales, conoció y eje-
cutó muchos proyectos, aprendiendo sobre la marcha y reafirmando que cada territorio
tiene que crear su propio modelo con la participación de los pobladores, dejando de lado
a los actores que tienen en su poder la idea de “lo que nos conviene”, ese papel adminis-
trativo debería de ser el de “facilitadores” de recursos, comunicación e información, sino
es así, se corre el riesgo de “colonizar” a través de la gestión cultural a las sociedades, y
también de intentar ser “héroes” que rescatan cada hecho cultural. Entre los años 2008
y 2009, se realizaron las primeras consultas ciudadanas donde se exponía la propuesta
del proyecto al mismo tiempo que se respondían preguntas, tanto conceptuales como de
diseño, dicho proceso duró alrededor de 6 meses, en donde se intentó tomar en cuenta
las observaciones realizadas. La base consultada fue alrededor de 15 familias (unos 85
habitantes) en 8 manzanas, quienes residían directamente sobre el proyecto (1ª calle
Pte.), el resto de inmuebles estaban deshabitados o su uso era comercial.

4. El laboratorio

Los sucesos más relevantes del proceso:


a) La punta de lanza de la reconversión de la especialización del Centro Histórico
de Santa Tecla, fue la restauración del antiguo Palacio Municipal al Palacio Tecleño
de la Cultura y las Artes (2008), espacio de gestión cultural desde donde se reali-
zaron las primeras acciones culturales y de turismo (escuela de artes, exposiciones,
eventos culturales, entre otros).

b) Primera piedra del Paseo El Carmen (diciembre 2009), este corredor urbano
fue el motor que logró posicionar a Santa Tecla como el centro turístico urbano
más importante del país, rompiendo muchos paradigmas, entre los que destaca la
idea de que era imposible congeniar en una ciudad la movilización, el turismo y la
cultura, debido principalmente a la violencia y la falta de hábitos y espacios para

32
el desplazamiento. El corredor toma su nombre de la Iglesia El Carmen, ícono de
la ciudad y la cual se encuentra sobre el proyecto, dicho corredor conecta las dos
principales anclas culturales de la ciudad: el Palacio Tecleño y el Museo Municipal
Tecleño (MUTE). En los primeros seis meses desde la puesta en función de este
espacio la ciudad dio inicio a su consolidación como referente turístico urbano.

c) Museo Municipal Tecleño, MUTE (2010), museo para el rescate y fomento


de memoria histórica, se encontraba en el antiguo penal de la ciudad y único sitio
reconocido como cárcel política durante la guerra civil de nuestro país. (con el cam-
bio de administración el lugar fue cerrado y reabierto como Escuela de Bellas Artes
Toño Salazar).

d) Parque San Martin y la Plaza Daniel Hernández, espacios públicos recuperados


que complementaban el proyecto, el primero en el 2002, el segundo en el 2007.

e) Festival Puertas Abiertas, creado en el 2010, el cual era organizado entre la


sociedad civil y la municipalidad, que consistía en un grupo de emprendedores,
exclusivamente tecleños, con los que se crearon reglamentos de funcionamiento y
quienes pagaban una taza tributaria al municipio.

f ) Implementación de una normativa especial que permitía la facilitación de permi-


sos para remodelación y cambio de usos de suelo a los inversionistas que querían abrir
un negocio formal, contaba con la asesoría de la oficina de Cultura y Distrito Cultural.

g) En el 2012 se consolida la visión con un reconocimiento público: Santa Tecla


recibió la declaratoria por parte del Gobierno, a través del Ministerio de Turismo, como
Centro Turístico de Interés Nacional. Esto le convierte en el primer municipio del país en
contar con esta gran distinción. Gracias a las iniciativas de la municipalidad y los proyec-
tos orientados a promover la cultura y el turismo como el Paseo El Carmen y El Recreo,
Santa Tecla es ahora un modelo turístico en el país.5

h) Cooperación. La ciudad gozo de una buena década de gestión y cooperación,


con lo cual se logró restaurar el Antiguo Palacio Municipal y el Museo Tecleño,
en cambio el Paseo El Carmen, se logró con una inversión mixta entre la empresa
privada y fondos propios de la municipalidad.

5 Yúdice, Rafael. (18 de diciembre del 2012). Santa Tecla, modelos de ciudad turística. La Prensa
Gráfica. Recuperado de http://www.laprensagrafica.com/santa-tecla--modelo-de-ciudad-turística

33
i) La marca ciudad: Santa Tecla Inseparable de ti, presentada y ejecutada a partir
del 2011, siendo la ciudad de Santa Tecla la primera con una marca ciudad estable-
cida y desarrollada.

Toda esta recuperación de espacios públicos y la distinción como primer Centro Turís-
tico de Interés Nacional, pareciera que respondía con creces, al plan de rehabilitación del
centro histórico. Retomando la categoría analítica que aporta URA, un régimen urbano
(urban regime) se crea a través de un grupo informal, pero relativamente estable de
agentes públicos y privados, el modelo y el momento histórico (muy lamentable), logró
romper paradigmas de re-pensar la ciudad, la apuesta más segura hubiese sido regirse
por la reconstrucción con nuevos materiales de cada inmueble destruido, conservar su
uso de suelo, o al menos el últimos antes del terremoto. Pero se trabajó pensando en la
formula reconstrucción+cultura+turismo. Para ello se encuentra el primer esfuerzo de
planificación en el PEP 2002-2012:

“en su calidad de herramienta de gestión pública local, fue elaborado con la


participación de los principales representantes designados de los diferentes
organismos vecinales y sectoriales del municipio. En él, partiendo de una
visión común global e intersectorial del desarrollo, se trazaron acciones
concertadas e identificaron proyectos específicos de inversión para ser ejecu-
tados en el corto, mediano y largo plazo”

Dicho esfuerzo no hubiese sido posible sin el acompañamiento del sector privado y de
la ciudadanía, sobre la 1ª calle Ote. y Pte. Con el proyecto distrito cultural se propicia
la revalorización del patrimonio, logrando el rescate de algunos pocos que quedaron
en pie e incentivando el goce de los mismos para la ciudadanía, pero no se contó con
el volumen de turistas, lo que obligó a una alternativa para el buen mantenimiento de
los espacios recuperados, lo cual dificultaba la atención requerida por los visitantes. Así
mismo se fortalece el empleo local logrando un aproximado de más de 800 empleos
directos y 2400 indirectos.

4.1 Lo no previsto

Se trascendió de ser una ciudad dormitorio sin turistas a una ciudad que recibió solo el
primer semestre, desde la inauguración del Paseo y según datos del Departamento de
Cultura, un aproximado de 15 mil personas entre viernes y domingo, lo cual demostró

34
que la infraestructura de la ciudad no estaba lista para la recepción de un volumen tan
alto de visitantes lo que generó:

- Servicios turísticos: Falta de información turística, de servicios de acogida, baños pú-


blicos insuficientes, parqueos, guías turísticos, bares, restaurantes, así como otro tipo de
infraestructuras administrativas y personal.

- Hibrido habitacional/turístico: de contar, en el 2001, con alrededor de 5 pequeños ne-


gocios, al final del 2012 se tenían registrados en la alcaldía de Santa Tecla 115 negocios
formales. Se creó un boom de inflación de bienes raíces sin precedentes, de estar valora-
das entre $90 y $115 la vara cuadrada en el centro duro de la ciudad, esta pasó a costar
desde $225 en adelante. A pesar de las consultas ciudadanas realizadas donde se explicó
el proyecto, se mostró una mínima de molestia ciudadana, algunos de estos colocaron
mensajes de protestas en la fachada de sus casas y realizaban permanentes denuncias al
Cuerpo de Agentes Metropolitanos, CAM, debido al ruido excesivo a altas horas de la
noche, con estas acciones se demostró que era necesario la ejecución más rígida de los
reglamentos y normativas sobre la administración del Distrito Cultural.

- La agenda cultural o la oferta cultural: Al contar con tres anclas culturales, Palacio,
Museo y Plaza de la Música (ahora llamada Plaza de la Cultura), con un número apro-
ximado de 100 establecimientos formales, una escuela de artes, más de 100 emprende-
dores, convenios y apoyos con instituciones diversas (PNC, POLITUR, SECULTU-
RA, Centros culturales, MITUR, embajadas, entre muchos otros) y con el apoyo de
artistas y colectivos, la oferta cultural no logró sostenerse según las necesidades de este
organismo vivo llamado Paseo El Carmen, ya que el público asistente necesitaba ser
sorprendido periódicamente, requiriendo una fuerte inversión económica para concre-
tar las propuestas de agenda, lo que lo volvió difícil e insostenible con una demanda de
4 días a la semana (de jueves a domingo).

5. El agotamiento del modelo

Como todo organismo que necesita del movimiento, de fuertes pulsaciones y de una
fuerza vital que lo impulsa para sentirse vivo, también necesita de los momentos de
reposo y reacomodamiento, y al distrito le paso muy pronto, creo que demasiado pronto,
pero esto tiene una fórmula simple y terrible: el agotamiento, y este puede ser evaluado
por cuatro factores importantes:

35
a) Carencia de recursos suficientes para afrontar la gran demandada nece-
sidades (técnicos, humanos, mobiliario y normativos).
a) Falta del empuje y seguimiento de un liderazgo político debido a la al-
ternancia democrática.
a) Falta de autonomía económica para sostener el proyecto, debilitando la
oferta cultural deseada.
a) Falta de autonomía administrativa para la toma de decisiones.

6. Lo poético

Como toda acción creativa uno de los primeros esbozos y herramientas teóricas utiliza-
das para la concepción del distrito cultural y la búsqueda de esa ciudad imaginada fue
la siguiente fórmula poética:

Conclusiones

Los otros

La ciudad real vs. la ciudad planificada6. Toda transformación urbana viene cargada de
motivaciones y soluciones específicas que anteponen unas necesidades a otras. En reali-
dad, con el proyecto Distrito Cultural, se pretendió la búsqueda de una identidad unifi-
cada, un símbolo con el que los nuevos y antiguos tecleños se sintieran unidos, orgullosos
e identificados. Pese a la suma de intereses particulares e identidades diferentes, que los
símbolos dentro de este circuito (Palacio, Museo, Paseo El Carmen, Iglesia El Carmen)
recordarán, la ciudad que casi fue capital, que tenía un buen clima, un fuerte orgullo.
Apostarle a esa melancolía de la memoria colectiva y convertirse temporalmente en la

6 Delgado, Manuel (2004 y 2005). Critica al modelo Barcelona.

36
capital cultural del país, fue la mejor apuesta posible; con ello se lograba una homogenei-
dad, una democracia del espacio público, donde todos tienen derecho a caminar, donde se
daba la ilusión de igualdad, en un país sesgado por la exclusión social. También se lograba
quitar hegemonía a los centros comerciales como única oferta y posibilidad de ocio en las
urbes, pudo romper el estigma que no se puede caminar en este país; con el uso de estos
espacios públicos se logró crear espacios de convivencia y sociabilización entre la ciuda-
danía propia y foránea. Una de las particularidades del proyecto fue el tema de seguridad
y regulación que –en sus primeros años- equilibró todas las partes inmersas (comercios,
pobladores, municipalidad y turistas); consiguiendo en poco tiempo una autorregulación
que permitió un desarrollo sin precedentes en la ciudad.

El modelo tecleño puede sintetizarse en quién tiene la capacidad de actuar sobre un te-
rritorio especifico (visión de producción social),pese a todos los posibles errores de di-
seño, planificación, normativas y regulaciones, este modelo de transformación urbana
permitió el encuentro con los otros, la puesta en escena de una semántica fuerte y pro-
pia y nuevas expresiones culturales, logrando una multiculturalidad “Cosmopolitan” en
apenas ocho manzanas, debemos agregar que debido al éxito del proyecto, otros muni-
cipios intentaron copiar el modelo, pero no se ahondó en las particularidades de cada
territorio y no lograron prosperar. Si bien se avala la utilización de modelos generales, se
recomienda que se analicen a profundidad los éxitos y fracasos de este modelo, hay que
tomar en cuenta que el proyecto aún es demasiado joven y que no se lograron terminar
las herramientas teóricas para su precisa evaluación; por ello, a partir de este ensayo,
se sientan algunas bases para una primera discusión sistemática de la validez o no del
modelo utilizado y sus resultados.

Referencias

“Presentación del Proyecto Distrito Cultural” al Concejo Municipal de Santa Tecla, 2008.
Aproximaciones teóricas para el análisis de la transformación urbana, Doc. Anal.Geor-
gr.46,2005
PEP (2002-2012). Plan Estratégico Participativo.
PEI (2009-2012) Plan Estratégico Institucional.
“Plan Maestro de la Ciudad de Santa Tecla, 2008”
Borrador de la propuesta “La Política Cultural del Municipio de Santa Tecla, septiembre
2012”,
Delgado, Manuel (2004 y 2005). Critica al modelo Barcelona
Yúdice, Rafael. (18 de diciembre del 2012). Santa Tecla, modelos de ciudad turística. La

37
Prensa Gráfica. Recuperado de http://www.laprensagrafica.com/santa-te-
cla--modelo-de-ciudad-turística
Aproximaciones teóricas para el análisis de la transformación urbana. Urban regime
analysis en el contexto europeo, Antònia Casellas, University of Utah. Col-
lege of Architecture and Planning
Las limitaciones del «modelo Barcelona». Una lectura desde Urban Regime Analysis,
Antònia Casellas University of Utah. College of Architecture and Planning.

38
Del Iixpantilia
preludio del testimonio

Rafael Lara-Martínez
Tecnológico de Nuevo México/New Mexico Tech
Desde Comala siempre…
srafael.laramartinez@nmt.edu

Carrera Maldonado, Beatriz; Ruiz Romero, Zara (coords). Abya Yala Waw-
geykuna: artes, saberes y vivencias de indígenas americanos. Colección Patrimonio
Cultural Iberoamericano. Editado por la Dirección General de Culturas Popu-
lares de Conaculta. [en prensa].

Óyeme con los ojos… Alzas los ojos y la escuchas/una memoria de algo fue tuyo…y su
epitafio la sangrienta luna…

Abstract/Resumen
Keywords/Palabras claves
0. De la sintaxis…
0. 1. La oración simple
0. 2. La oración ampliada
0. 3. La incorporación
I. … A la epistemología
I. 1. Las partes del cuerpo
I. 2. El ojo
I. 3. El reporte ocular
I. 3. 1. El nombre relacional
I. 3. 2. El verbo (bi)transitivo
II. Coda
Nota ortográfica

39
Abstract

A member of the Uto-Aztecan Family, Nahuat-Pipil shares its peculiar syntactic struc-
ture: a head-marking and omni-predicative language. All grammatical functions are
marked only in the complex verbal phrase, while noun phrases derive from complete
sentences by a process of nominalization. Linked to its head-marking typology, adjec-
tives and nouns can substitute object indexes and, by incorporation, form new lexical
items. In particular, body parts play a relevant role in creating compound verb stems
with a specific meaning. The corporal sense is conceptualized into an abstract and epis-
temic notion, since each body part acquires an energy potential that induces its implica-
tion to change from the concrete to the notional level. This conceptual nuance suggests
separating object and adverbial incorporation from body parts’ lexical derivation. One
of these organs is the eye/face, iix, whose visual value transforms it into an epistemic
center. Visual and experiential knowledge (iix-mati) supersedes experimental knowle-
dge (mati), as well as the transcription of its testimonial account (iixpantilia) involves
an optical and juridical concept. Iixpantilia implies the deposition of an eyewitness
report to an authority or colleague. The concept of history is at least a quartet: visual
presence (-iixpan), simple manifestation (iixpantia), deposition of a testimony (iixpan-
tilia), and finally its rational study.

Resumen

Como miembro de la familia yuto-nahua/azteca, el náhuat-pipil comparte una serie de


rasgos de su estructura sintáctica: lengua omni-predicativa con marcación en el centro
rector. Las funciones gramaticales sólo se señalan en la compleja frase verbal, mientras
las frases nominales derivan de verdaderas oraciones por un proceso de nominalización.
Ligado a su tipología de marcación, los sustantivos y adjetivos sustituyen los índices de
objeto y, por incorporación, forman nuevos lexemas. En particular, las partes del cuer-
po desempeñan un papel esencial al formar raíces verbales con un sentido singular. El
significado corporal se conceptualiza en una noción abstracta y epistémica, ya que cada
parte del cuerpo adquiere un potencial energético que induce un cambio de su implica-
ción concreta a un nivel nocional. Este contenido conceptual sugiere separar la incor-
poración adverbial y del objeto al verbo de la derivación con partes del cuerpo. Uno de
esos órganos es el ojo/cara, iix, cuyo valor visual lo transforma en un centro epistémico.
El conocimiento directo visual (iix-mati) sobrepasa el saber experimental (mati), así
como la transcripción de su reporte testimonial (iixpantilia) involucra un concepto óp-
tico y jurídico. Iixpantilia implica la deposición de un testimonio ocular a una autoridad

40
o colega. El concepto de historia al menos se cuadriplica: presencia visual (-iixpan),
simple manifestación (iixpantia), deposición de un testimonio (iixpantilia) y, por fin, su
estudio racional.

Keywords: Body Parts, Epistemology, Nahuat-Pipil language, Sight, Syntax, Testi-


monial.

Palabras claves: cuerpo humano, epistemología, lengua náhuat-pipil, sentido de la


vista, sintaxis, testimonio.

0. De la sintaxis…

0. 1. La oración simple

Como miembro de la familia lingüística yuto-nahua, el náhuat-pipil comparte múlti-


ples rasgos tipológicos que lo separan del castellano y de toda lengua indo-europea. La
manera en que se señalan las funciones gramaticales más básicas —sujeto/nominativo y
objeto/acusativo de un predicado— lo distingue como lengua a marcación en el centro
rector. Una oración transitiva tan simple —“como/I eat”— establece diferencias tipo-
lógicas tajantes, incluso dentro de lenguas occidentales clasificadas como acusativas en
contraste a las ergativas (vasco, lenguas de la familia maya…). En castellano, la flexión
verbal permite quitar el pronombre independiente, mientras el inglés lo obliga: I eat,
“yo com” (donde la raíz verbal desnuda, com/eat, traduce la falta de un sufijo flexional).

A esta obvia disparidad —flexión castellana vs. aposición inglesa— se agrega que el
náhuat-pipil exige la presencia de dos funciones en el verbo transitivo. Lógicamente,
si por transitividad se entiende el tránsito de la acción del sujeto hacia el objeto —in-
definido en la oración anterior— el verbo “comer” no podría dispensarse de manifestar
el segundo argumento: ni-ta-kwa, “yo-algo/acusativo-com” (orden sujeto-objeto-ver-
bo: SOV). A la presencia obligatoria del sujeto en inglés, el náhuat-pipil añade la del
objeto, indefinido (ta-) en este caso. Además, esos índices pronominales (ni-ta-) no
sólo funcionan como prefijos obligatorios, sino son los únicos que determinan el caso
nominativo, el sujeto, o el acusativo, el objeto, de una frase nominal o de un pronombre
independiente aledaños al núcleo verbal.

Por esta exigencia de marcas internas en la palabra-oración, los diccionarios coloniales


siempre ejemplifican los verbos de manera conjugada o especifican sus índices obligato-

41
rios, en vez de simplemente traducir la raíz abstraída de su estructura sintáctica. Justa-
mente, Fray Alonso de Molina distingue el intransitivo “choca. ni. llorar, balar la oveja,
bramar el león o el toro, cantar el búho o las otras aves, pret. onichocac (lloré)”, del tran-
sitivo “choctia. nite. hacer llorar a otro. Pretérito. onitechocti”, “hice llorar a alguien”.
7
Los índices —ni- y ni-te-— que prosiguen las entradas léxicas del diccionario expli-
can el número de argumentos de cada verbo: sujeto/nominativo (ni-) para el primero
intransitivo; sujeto/nominativo y objeto/acusativo (ni-te-) para el segundo transitivo.
Se trata de una acertada intuición de su índole omni-predicativa ya que todo verbo se
conjuga, dada una tercera persona singular cuya marca es cero (ø): ø-choca, “llora; él/
ella-llor”; ø-te-choc-tia, “hizo llorar a alguien; él/ella-alguien/objeto-llorar-causativo”.
La traducción presupondría explicitar el contexto sintáctico que enmarca una palabra
simple, esto es, su carácter predicativo inmanente.

En síntesis, si suele decirse que por la flexión verbal el castellano es “a pro-drop-language


(lengua sin pronombre)” obligatorio de sujeto, habría de concluirse que el inglés se define
como “a pro-drop-object-language” en relación con las lenguas nahuas. Si este doble pará-
metro tipológico —“subject-pro-drop” y “object-pro-drop”— no se explicita es por el énfasis
científico en las lenguas occidentales. En la mayoría de los idiomas mesoamericanos, la
palabra-oración contiene en sí misma los argumentos que los indo-europeos dispersan
hacia las frases nominales nominativa, acusativa y, se apreciará, también hacia la dativa.

0. 2. La oración ampliada

Correctamente, la oración ampliada ø1-ki2-tsutsun ne ø-te-kwa-ni1 ne ø-teen-kal2 se glo-


saría “el jaguar toca la puerta” (dos órdenes: SOV (en la palabra-oración) y VSO (ora-
ción ampliada), el segundo sin marca funcional que lo justifique, salvo la correferencia
de los subíndices /1/ y /2/, o su carácter animado). Pero esta traducción autorizada
traicionaría la estructura interna del náhuat-pipil al prescindir de los índices internos
(ø-ki-) de la raíz verbal duplicada, tsu-tsun, y suponer que los sustantivos son palabras
simples como en castellano, en vez de verdaderos predicados: ni/ti/ø-choca-ni/choka-ni,
“soy/eres/es llorador(a); yo/tú/él/ella-llorar-agentivo”.

Sin analizar este último rasgo, se destaca que sólo al interior del verbo se marca la
función gramatical nominativa (ø-, “él/ella/ello”) —la misma que antecede al pre-

7 Molina, Fray Alonso de. Vocabulario de la lengua castellana y mexicana (1571). https://archive.org/
details/vocabularioenlen00moli, pág. 21.

42
dicado nominal chocani/chokani— y la acusativa (ki-, “lo/la), mientras las frases no-
minales carecen, sea de caso como en latín, sea de una posición fija como en inglés.
Por ello, únicamente una glosa literal se adecuaría con mayor rigor a la estructura
interna del náhuat-pipil, a saber: “él/ella1-lo/la2-toc, el/la que come gente1, el/la que
es abertura-casa2”. Quedan sin justificar las dos oraciones nominalizadas ø-te-kwa-
ni, “él/ella-alguien/objeto-comer-agente”, y ø-teen-kal, “él/ella-abertura/boca-casa”,
al igual que su carácter omni-predicativo inmanente, ø-, demostrado en chocani/
chokani.

En breve, toda oración ampliada proviene de un enjambre oracional que se reúne por
correferencia —subíndices /1/ y /2/ anteriores— con las marcas internas a la palabra
verbal-oración, la única con funciones gramaticales explícitas. Esta exigencia de marca
exclusiva en el centro rector se aplica a los verbos de movimiento y de estación —yawi/
yãuh, “ir” (ø|); witz/huîtz, “venir” (| ø); nemi/cã, “estar” (-||-), etc.— ya que el verbo
cumple tal función gramatical de marcar la dirección prospectiva y retrospectiva, así
como la estación. 8 ø-yajki ø-i-chan ne ø-xuret, “fue (a) casa del viejo; él/ella-fue, (es)
su-casa, el que es viejo (→|)” vs. ni-kis-ki i-chan, “salí de su casa; yo-salir-pretérito, (es)
su-casa (| →)”

0. 3. La incorporación

Esa primera exigencia —marcación interna obligatoria del argumento en el centro rec-
tor— la complementa el reemplazo del índice de objeto por un sustantivo incorporado
al verbo. 9 Este procedimiento equivale al del inglés —change (the) oil, oil change; babysit,
etc.— que antepone el sustantivo-objeto a la raíz verbal por economía. Pero en ná-
huat-pipil, el acusativo se vuelve un prefijo de objeto, al despojarse del sufijo absolutivo
(-t, entre otros), acaso de su función predicativa inherente. Sea ø-aa-t, “es agua”, aa-:
aa-tsakwa, “agua-cerrar/cubrir”. De esta manera, el nombre de un ave meteorológica
emblemática —el azacuán, que anuncia el fin de las lluvias— deriva de una oración
completa nominalizada. Se trata de ø-aa-tsakwa-ni, él/ella-agua-cubrir/cerrar-agenti-
vo, “es el/la agente que cierra/cubre el agua”, estructura similar a la de ø-te-kwa-ni. La
técnica formativa la reitera el inglés, pero en náhuat-pipil es aún más productiva: I sit the

8 Launay, Michel. Introduction à la langue et à la littérature azteque. Paris: L’Harmattan,


1979, pág. 55.
9 Andrews, Richard J. Introduction to Classical Nahuatl. Norman, OK: U. of Oklahoma P.,
2003, pág. 270 y Launay, Michel. Introduction, op.cit., pág. 165.

43
baby/babies ø I babysit ø I’m a babysitter. Igualmente, al verbo “comer”, kwa, podrían in-
corporársele los alimentos preferidos del comensal: elo-kwa, “elote-comer”, naka-kwa,
“carne-comer” y hoy en día pizza-kwa, “pizza-comer”.

Si ni-k-tsakwa significa “lo cierro”, el acusativo “(es) agua”, ø-aa-t, funciona como ín-
dice de objeto incorporado ante la raíz verbal. Reemplaza k(i) -, objeto definido, o ta-,
objeto indefinido, esto es, ø-aa-tsakwa, “él/ella-agua-cerrar”. En la lengua del altiplano
mexicano, atzaquani significa “el que detiene el agua, impide que se escape” de atzaqua,
“detiene el agua, impide que corra”, los cuales provienen de ni-c-tzaqua, “lo/a encierro/
aprisiono”; ni-tla-tzaqua, “algo-cubro/cierro”, tal cual en náhuat-pipil.

Otros ejemplos del mismo verbo demuestran esa amplia técnica de incorporación que
suscita un cambio hacia la derivación léxica: ni-te-ihio-tzaqua, “le atrapo el huelgo a
otro; yo-alguien/objeto-vaho/soplo-cerrar”, cuyo reflexivo es ni-n-ihio-tzaqua, “enmu-
dezco, me atoro; “yo-reflexivo-vaho/soplo-cerrar”. En estas dos referencias, se anota la
secuencia nominativo-acusativo/reflexivo-parte del cuerpo-raíz verbal. La presencia de
un índice acusativo/reflexivo demuestra la necesidad de distinguir la incorporación del
objeto de la formación de nuevas unidades léxicas. En el complejo sustantivo-verbo, se
produce un salto de la incorporación hacia la derivación.

En efecto, por la combinación de raíces yuxtapuestas, se crean nuevos verbos por un pro-
ceso inédito en castellano: ni-k-(y)eek-chiwa, “bien-hacer; arreglar, decorar; lo/a arreglo/
decoro”; sek-kal-aki, “frío-casa-entrar; se en/res-fría”, así como los ejemplos previos de
tzaqua/tsakwa. Lo interesante de este arte de la lengua es que permite la incorporación
de partes del cuerpo humano, al igual que de sustantivos o adjetivos a la raíz verbal. De
esta manera, se derivan verbos con un sentido inédito al original. Del citado kwa, “co-
mer”, procede ni-ki-tan-kwa, “yo-lo-diente-comer; lo/a muerdo” y seen-ta-kwa, “comer
juntos; juntos-algo-comer” (modificación adverbial); de tsakwa, kal-tsakwa, “casa-ce-
rrar, cercar” (náhuatl-mexicano: ni-no-cal-tzaqua, “me retiro/encierro/refugio”); ni-k/
mu-iix-kwepa, “ojo-volver; lo/a/me-volteo”; maa-paaka, “mano-lavar; lavar a mano”
(modificación adverbial), etc. Otro verbo transitivo y reflexivo—ni-mu-ketsa, “me paro,
me alzo”; ni-k-ketsa, “lo erijo, lo levanto/paro, lo establezco”— verifica la amplia téc-
nica derivativa, sea por reduplicación composición u otra: ni-ki-kej-ketsa, “lo pongo
distraídamente, lo imagino, lo creo, lo pienso”; ni-k(i)-ix-ketsa, “lo concibo, lo pienso, lo
imagino; concibo razones”; ni-(k)-ta-ketsa, “hablo, lo llamo, lo refiero”; ni-taj-ta-ketsa,
“platico, cuenteo, enamoro, fabulo”, ni-tsin-ketsa, “lo levanto; copulo”; etc. Los cambios
inusitados del sentido —del alzar(se) al pensar, hablar, imaginar, fabular, esto es, erigir
por el ojo y la palabra— comprueban el cambio hacia la derivación según el modelo

44
que —de Grecia a Mesoamérica— hace de la posición erguida el modelo “del ser” y del
“encuentro” dialógico. 10

Acaso el ejemplo más poético —la trova de trovare/trouver— lo transcribe Horacio Ca-
rochi al advertir el sesgo adverbial que cobra el sustantivo incorporado precedido de un
índice acusativo: ni-xochi-temoa, “busco flores; yo-lo-flor-buscar” y ni-c-xochi-temoa cui-
catl,“busco cantos como flores; yo-lo-flor-buscar canto”. 11 Trobar flors/anthos/xuchit/
xochitl. Lo único que antológicamente se busca… La incorporación sustancial (aa-tsakwa)
se vuelve modificadora (seen-ta-kwa) o adverbial (Launay, 167) y, más aún, derivativa. 12
Interesa investigar cómo este último proceso de formación léxica lo ilustran las partes
del cuerpo y, en particular, el ojo.

1. … A la epistemología

1. 1. Las partes del cuerpo

La técnica derivativa —parte del cuerpo-raíz verbal (PC-RV)— no se restringe a ex-


presar un sentido material, tal cual en los ejemplos previos. Por un ascenso epistémico,
lo material y lo corporal se vuelca hacia lo nocional y lo abstracto. Así, de ni-k-naa-
mik(i), “yo-lo/a-encontrar; lo/a encuentro” deriva ni-k-el-naamiki “yo-lo/a-hígado-en-
contrar; lo/a-recuerdo; lo/a-encuentro-entrañable”, de igual manera que de ni-k-kaawa,
“yo-lo/a-dejar/cesar”, proviene ni-k-el-kaawa, “yo-lo/a-hígado-dejar/cesar; lo/a olvido;
lo/a dejo/pierdo entrañable(mente)”. Asimismo, la raíz de “encontrar” se sublima en la
adoración: ta-teen-naamiki, “besa algo, venera algo; algo-abertura/boca-encontrar”.

El náhuatl-mexicano agregaría las oraciones siguientes: n-ihio-caua, “desfallezco; yo-va-


ho/soplo-dejar/cesar” y ni-no-cal-caua, “me mudo/cambio de casa; yo-reflexivo-casa-ce-
sar/dejar”. Sucede que la parte del cuerpo —el e ihio/ijiyu— asume un potencial ener-
gético que la otorga una función cognitiva particular. La productividad de ese conjunto
PC-RV la demuestra que a la misma raíz caua/kaawa, antecedida de el e ihio/ijiyu, se le
antepone el órgano de la vista: ni-qu-ix-caua, “lo descuido/olvido/postergo; yo-lo-ojo-
dejar/cesar”.
10 Dastur, Françoise. Dire le temps. Paris: Les Belles Lettres, 1994, pág. 28 y León, Lourdes
de. Body Parts and Location in Tzitzil: Ongoing Grammaticalization. Max Panck Institute
for Psycholinguistics, October 1992, pág. 3.
11 Carochi, Horacio. Grammar of the Mexican Language. Stanford, CA: Stanford U. P., 2001.
Translated and edited with commentary by James W. Lockhart , pág. 284.
12 Launay, Michel. Introduction, op.cit., pág. 165.

45
Unos cuantos derivados de miqui/miki, “morir” verifican la técnica gramatical aludi-
da, PC-RV: ø-el/ix-mi-micqui, “(es) tartamudo/ciego, él/ella-hígado/ojo-redupli-
cación-morir”; ni-te-ihio-mic-tia, “le quito la respiración; yo-alguien/objeto-vaho/
soplo-morir-causativo”; ø-ihio-miqui, “se sofoca/estrangula” y n-ijyuu-miki, “suspiro;
yo-vaho/soplo-morir”. 13 Todos esos compuestos PC-RV verifican su carácter derivati-
vo lexical —distinto de la incorporación y de la modificación adverbial— al incluir un
índice reflexivo o acusativo, en la versión transitiva del verbo. Más aún, su sentido de-
rivativo implica un contenido nocional inédito de lo somático que caracteriza al órgano
en cuestión. Según la versión clásica, en “elli o hígado se concentran los campos de la
vitalidad y de la afección”. 14 Como “cosa que echa de sí virtud”, a su esfera pertenece el
recuerdo y el olvido, acaso a una idea primigenia de la historia como archivo de “pasio-
nes intensas”. 15 El ihiotl representa una porción considerable del soplo de energía que
los Dioses le exhalan a todo ser existente. 16

En su función locativa, la gramaticalización de las partes del cuerpo refiere un rasgo


cultural compartido por los idiomas mesoamericanos, así como un universal lingüístico
(enfrente; à côté de, at the head…). 17 Faltaría indagar su función derivativa al fusionarse
a un verbo particular, pese al gran número de estudios sobre las lenguas nahuas, incluso
hace un medio siglo. 18 Hasta el presente no existe un solo estudio descriptivo que revele
cómo las distintas partes del cuerpo se combinan con múltiples raíces verbales al formar
verbos epistémicos en náhuat-pipil. 19 Tal sería una de las exigencias de la lingüística
descriptiva que desembocaría en una epistemología indígena, inédita hasta el siglo XXI,
pese a un interés por la descolonización en América Latina en general.

13 Launay, Michel. Introduction, op. cit., pág. 168 para otros ejemplos.
14 López Austin, Alfredo. Cuerpo humano e ideología. México, D. F.: UNAM, 1984, pág. 209.
15 López Austin, Alfredo. Cuerpo humano, op. cit., pág. 189 y 209, respectivamente.
16 López Austin, Alfredo. Cuerpo humano, op. cit., pág. 212.
17 León, Lourdes de. Body Part,. op. cit., pág. 2.
18 Sullivan, Thelma. Compendio de la gramática náhuatl. México, D. F.: UNAM, 1976. Se-
gunda impresión: 1998. Prólogo de Miguel León-Portilla, pág. 5. De importancia singular,
resultan los complejos verbales que incorporan los tres centros anímicos principales: ton-
alli, yollotl e ihiyotl. Por ejemplo, ni-no/te-tonal-caua-ltia, “Me espato/asombro; espanto/
asombro a alguien = yo-reflexivo/alguien-tonal-parar-interrumpir-causativo”; ni-te-yollo-it-
ta, “entiendo a otro = yo-alguien-yollo-ver”; n-ihio-caua, “desfallezco, me ahogo = yo-ihio-
parar/interrumpir”.
19 Campbell, Lyle. The Pipil Language of El Salvador. The Hague: Mouton, 1985, págs..
108-110, ofrece una breve lista sin énfasis epistémico con las siguientes partes: ijti-, “vien-
tre”; ikxi-, “pie”; ix-, “ojo”; kech-, “cuello”; maa-, “mano”; teen-, “boca/abertura”; tsin-, “trase-
ro/base”; ku-, tsun-, “cabeza”; yaka-, “nariz”.

46
1. 2. El ojo

Una de esas partes corporales prominentes es el ojo, -iix, ixtli en náhuatl-mexicano,


cuyo plural particular duplica el prefijo posesivo: nuj-nu-iix, “(son) mis ojos; mi/plu-
ral-mi-ojo” (nótese la exclusión de la vocal larga en muchos diccionarios). Ixtli tam-
bién “significa “cara, y haz de alguna cosa”, al igual que “ojo” en los compuestos y “por
metáfora la vista interior”. 20 Al combinarse con “el ánimo, el corazón, hace îxyõtl, vel,
îxõtl, la cordura, la prudencia” (ídem.). 21 La “metáfora” expresa el salto epistémico de lo
concreto y corporal hacia lo abstracto y nocional.

En efecto, “el grupo ix se concentra notoriamente en el campo de conocimiento”, la es-


fera de “la percepción, la comprensión y el sentimiento”, como lo anticipa Carochi. 22 Si
se piensa en términos castellanos como visión, visionario, visual, etc., la importancia del
sentido de la vista resulta clave en varias áreas cognitivas (ni-c-ix-ici-ca-itta, “compre-
hender; ojo-alcanzar/llegar-conectivo-ver; lo entiendo/comprehendo perfectamente”,
náhuatl-mexicano), así como en las esferas políticas de vigilancia (ni-k-iix-pi(y)a, “lo/a
vigilo; yo-lo/a-ojo-tener/guardar”).

No en vano, en uno de los escasos textos náhuat-pipiles publicados del siglo XVII, la
herencia de la tierra la legitima la observación directa del terreno. 23 El verbo prominen-
te —ix-mati, “ojo-saber; conocer”— convierte el saber cognitivo y experimental —mati,
“saber”— en vivencia histórica del sujeto: eyewitness account (véase el náhuatl-mexicano
n-ix-tla-mati, “soy experimentado, uso de razón y prudencia; yo-ojo-algo/objeto-sa-
ber”). Bajo esta perspectiva ocular, la tenencia de la tierra no la determina una de la
ramas más objetivas de la jurisprudencia: la agrimensura. En cambio, la posición del
testimoniante establece la medida del lote. El saber visual lo subraya el uso de verbos
direccionales —hither and thither— que presuponen la posición del hablante, ante todo
(w)al, “venir, hacia aquí”, donde “aquí” define la posición de ego. 24

1. 3. El reporte ocular

20 Carochi, Horacio. Grammar, op. cit., págs. 88 y 208, respectivamente.


21 Íbidem, pág. 208.
22 López Austin, Alfredo. Cuerpo humano, op. cit., pág. 213 y 215, respectivamente.
23 León Portilla, Miguel. Un texto en nahua pipil de Guatemala, siglo XVII”. Estudios de
Cultura Náhuatl, 13 (1978): 35-47. http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/
nahuatl/pdf/ecn13/185.pdf.
24 on-, “hacia ahí”, resulta más raro; Launay, Michel. Introduction, op. cit., pág. 59

47
1. 3. 1. El nombre relacional

Tal reporte testimonial posee un nombre específico —iixpantilia— el cual lo relaciona a


la crónica vivencial por la exigencia ocular en un lugar fijo o Dasein. Su compleja estruc-
tura —iix-pan-ti-lia— ejemplifica el enjambre morfológico náhuat-pipil al acumular
cuatro morfemas distintos. A la raíz del órgano, -iix, se le añade un locativo, -pan. De
esa manera, nu-iix-pan significa “es(tá) ante mí (mi-ojo-locativo); es(tá) mi-ojo-lugar;
¿ob-jectum?”, al formar un nombre relacional. Ne siwa-pil nemia ijka-tuk k-iix-pan, “la
muchacha estaba parada ante él; artículo mujer-diminutivo estar pie/parar-perfectivo
posesivo-ojo-locativo”. Por eurocentrismo suele llamarse preposición, ya que cumple
una función gramatical similar.

Empero, la composición morfológica —posesivo-ojo-locativo— prueba su diferen-


cia sintáctica radical con el castellano, la cual reproduce la traducción literal. En la
lengua clásica del altiplano, al menos se presentan otros siete nombres relacionales
derivados de la misma raíz: ix-co, “en la cara, en la sobre haz, y superficie” (acaso
m-ix-pan-tzin-co, reverencial, “(es) ante Ud.”); ix-copa, “por la haz o delantera”; 25
n-ix-nauac, “(es) delante de mí”, ix-pampa, “de delante, de la presencia” (con idea
de movimiento); ix-patca, “de parte, por parte, en lugar de (su concubina)”; ix-tlah,
“en mi presencia, en mi tiempo, contemporáneo”; e yx-tlan/ix-tlan, “(es) delante de
aquél; en su presencia”. 26

Si las terminaciones locativas son los mismos sufijos que sirven de topónimos o nom-
bres de lugar —Ahuachapán, Cuzcatlán, Izalco, etc.— por lógica gramatical tradicional,
las localidades serían “preposiciones” o, en cambio, los nombres relacionales, verdaderos
topónimos. En verdad, ambas categorías se unifican bajo un mismo complejo gra-
matical locativo. Asimismo sucede con oraciones completas que expresan una acción
habitual la cual se realiza en un lugar específico: tla-cua-yan, “donde o cuando como;
algo-comer-locativo”; 27 ne kan-mu-teka, “la hamaca, artículo donde-reflexivo-acostar”.
De nuevo, Carochi anota el sesgo metafórico que adquieren estas oraciones relaciona-
les: m-îx-co cà in yãõatl in nècaliztli, “en tu cara está la guerra; eres muy entendido en
cosas de guerra”. 28 Asimismo, asienta la certeza de lo efímero: çan t-îx-tlan, totêntlan

25 Molina, Fray Alonso de. Vocabulario, op. cit., págs. 45.


26 Véanse: Carochi, Horacio. Grammar, op. cit., págs. 88; Olmos, Fray Andrés de. Arte de la
lengua mexicana. México: UNAM, 2002. Asunción Hernández de León-Portilla y Miguel
León-Portilla (Eds.); pág. 153; Andrews, Richard J. Introduction, op. cit., pág. 467; y Kart-
tunen, Francis. An Analytical Dictionary of Nahuatl. Auistin: U. of Texas P., 1983.
27 Carochi, Horacio. Grammar, op. cit., págs. 196.
28 . Íbidem, pág. 88.

48
conmo-qu-ix-ti-lia in tloquè nãhuãquè…, “Dios sólo hace pasar ante nuestros ojos”,
“los bienes de esta tierra”. 29

1. 3. 1. El verbo (bi)transitivo

A ese primer compuesto —iix-pan— se le agrega el sufijo causativo/verbalizador –tia


para formar el verbo iixpantia (véase: ni-miki, “yo-morir”; ni-k-mik-tia, “yo-lo/a-mo-
rir-causativo; lo/a mato”, o ni-te-cal-tia, “yo-alguien/objeto-casa-verbalizador; le hago
casa a alguien”). Ni-qu-ix-pan-tia, “lo descubro (al amigo); yo-lo/a-ojo-locativo-cau-
sativo”. Su significado oscila entre manifestar, revelar anunciar, descubrir, etc., esto es,
verbos que implican la actividad visual (véase también: iix-pan-ua, “poner ante; colo-
car delante”; iix-naamiki, “confrontar, enfrentar; copular; ojo-encontrar”; ix-yuul-kwi,
ojo-corazón/vida-tomar; revivir, resucitar”; ix-ketsa, “ojo-levantar. imaginar”, y más de
cincuenta léxicos en Molina).

Ese verbo (bi)transitivo se vuelve plenamente bitransitivo gracias a otro sufijo, –lia, lla-
mado aplicativo por marcar un complemento indirecto, el dativo latino. Por una tercera
derivación, se obtiene iixpantilia, “manifestarle, revelarle”, si se prefiere “testimoniarle;
hacerlo/a testigo de un hecho presencial”. Por verbo bitransitivo se entiende que la
acción verbal entraña la presencia de un complemento indirecto a quien el sujeto le ma-
nifiesta algo. Si sintácticamente la marca aplicativa en el verbo distingue radicalmente
el náhuat-pipil del latín, que inscribe el dativo en el sustantivo, jurídicamente el verbo
aplicativo en cuestión significa “deponerle un testimonio ocular a alguien”. Iix-pan-ti-
lia se descompone así: ojo-locativo-causativo-aplicativo, al cual le falta especificar los
argumentos lógicos de sujeto-nominativo, objeto-acusativo y dativo-aplicativo (existiría
dos sufijos –tia, “causativo” con verbos y derivación de verbos a partir sustantivos, en
dado caso se trataría del segundo sufijo derivativo). 30

No sólo habría una distinción de tipología sintáctica. Como lengua a marcación en el


centro rector, el dativo latino lo indica un sufijo verbal aplicativo, en vez de una flexión
en el sustantivo de complemento indirecto. Además, por el salto epistémico menciona-
do, lo concreto y corporal se vuelve abstracto y nocional. Ni-te-tla-ix-pan-ti-lia, “yo-al-
guien/dativo-algo/acusativo-ojo-lugar-causativo-aplicativo. Quim-îx-pan-tih in qui-
huâl-cui-queh côzcatl, “puso ante sus ojos/les reveló los collares que otros habían traído;
los/les-ojo-locativo-causativo-pretérito artículo lo-direccional-tomar-pretérito-plural
29 . Íbidem, pág. 90.
30 . Lockhart en Carochi, Íbidem, pág. 226

49
collar”. 31 Otro ejemplo focaliza aún más la presencia ocular al duplicar la secuencia
ix-pan, verbalizada y como nombre relacional reverencial: n axca... niz omaxitico yn to-
tecyo....yxpantia yxpantzinco yn hu...y tlacatlatoani to antonio te me...toxa, “hoy nuestros
gobernantes han llegado aquí para proponer ante el gran gobernante don Antonio de
Mendoza… (nótese la reiteración de ix-pan, en el verbo (-tia) y en el nombre relacional
con un reverencial (-tzinco). 32

El asunto (complemento directo/acusativo) que yo (sujeto) le-revelo/manifiesto/testi-


monio (verbo bitransitivo) a un notable o colega (aplicativo/dativo marcado en el sufijo
verbal) resalta la existencia de un hecho histórico que conozco (ix-mati) por experiencia
directa. Se trate de una observación participante —en el sentido etnográfico— o bien
de una vivencia, el reporte comunica aquellas presencias que el ojo visualiza. 33 En un
diálogo original entre la imagen y la palabra, el iixpantilia presupone que la experiencia
directa antecede al documento escrito o su imagen artística. Sólo en un tercer momen-
to podría elaborarse su exégesis filosófica y científica, es decir, la teoría testimonial de
documentos que transcriben experiencias.

ii. Coda

Queda pendiente averiguar la manera en que se realiza ese paso de la vivencia a su


expresión, según el modelo mismo del ex-sistir, cuya glosa se traduciría “ponerse a
sí mismo por fuera de sí”, esto es, testimoniar sea cual fuere la ex–presión técnica y
artística del motivo. Antes, siglos antes que se hablara de testimonio, el saber ances-
tral y colectivo de una lengua acuña un término epistémico que privilegia el conocer
(iix-mati) al saber (mati). Su reporte directo —iixpantilia— implica que el relato o
la visualización de la vivencia histórica antecede al expediente sociológico o al docu-
mento primario.

31 Sahagún, Fray Bernardino de. Códice florentino. Santa Fe, NM: School of American
Research, 1982. Arthur J. O. Anderson (ed.), Libro 12, Cap. 9 y http://nahuatl_french.
fracademic.com/11568/IXPANTIA.
32 http://mapas.uoregon.edu/analysis_boxes.lasso?&elementid=tezchi01v00&mapaid=tez-
chi).
33 Rosa, Agustín de la. Dissertatio histórico-theologica de appartitione B. M. V. De Gua-
dalupe. https://books.google.com/books?id=tw09AAAAYAAJ&pg=PA9&lpg=PA9&dq=ix-
pantia&source=bl&ots=XrtpgCgIS9&sig=vFUKyWKTtHwIwsHjMDK7Zw9OKjY&hl=en&-
sa=X&ei=kHpkVYnzMMHVsAXlhICICg&ved=0CCgQ6AEwAjgK#v=onepage&q=ixpan-
tia&f=false, pág. 9, de la Rosa (9), le atribuye al aplicativo quimixpantilia un sentido
reverencial.

50
La interrogativa epistemológica central indagaría en qué momento se inicia la esfera de
la historia. La historia comienza en el instante en que ex–sisto y un evento se presenta
ante mis ojos, iix-pan (historia1); arranca al manifestarla, ixpantia (historia2); empieza
al ofrecerle mi declaración a un notable, iixpantilia (historia3), o la historia verdadera
sólo principia con el estudio científico (historia4) de esos testimonios, anotados por un
desconocido con quien no comparto la presencia.

Al lector de decidir si sus vivencias (historia1) y sus expresiones (historia2) sólo son rea-
les si las transcribe un letrado (historia3), o las estudia un científico social (historia4)…

Nota ortográfica: las oraciones náhuat-pipiles utilizan el alfabeto actual; las ná-
huatl-mexicano, el tradicional.
INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS
Fase cerámica sotuta en Chichén Itzá:
la influencia cerámica Tolteca

Angel Boanerges Rodas Solórzano


Estudiante de la Licenciatura en Arqueología
Universidad Tecnológica de El Salvador

U n complejo cerámico es la unión de variedades, tipos y grupos cerámicos que


comparten una misma cronología y localización geográfica. (Robles, 1980). Es así
como en el área de Chichén Itzá se encuentra la fase o complejo cerámico Sotuta, que
engloba una serie de tipos y variedades cerámicos que guardan similitudes entre sí, y que
se encierran en un determinado periodo de tiempo. A su vez la fase Sotuta es semejante
con la fase Tollan en Tula México y con la fase Guazapa en El Salvador, pues comparten
características de fabricación alfarera y uso de técnicas similares.

El complejo Sotuta se desarrolló durante la fase de mayor esplendor de la ciudad de


Chichén Itzá, la cronología para esta fase Sotuta inicia desde el 800 al 1050 d.C., (Co-
bos, 1998), dentro de esta fase cerámica encontramos cerámica Naranja Fina y Tohil
Plomizo, evidencia de la gran influencia tecnológica alfarera tolteca que tenía para ese
momento la ciudad de Chichén Itzá.

A partir de la expansión Tolteca y su influencia en Chichen Itzá, la fabricación y expor-


tación de cerámica proveniente del centro de México fue más utilizada e importante
que la cerámica de fabricación local en Chichén Itzá. La fase Sotuta es un ejemplo claro
de esa influencia y proporciona evidencias para demostrarlo, el análisis de los resultados
de distintas excavaciones prueba si efectivamente para esta fase fue más importante la
cerámica extranjera o local.

55
Muchos autores dan a este periodo del Postclásico temprano la connotación de Ma-
ya-Tolteca a la influencia recibida desde centro de México a toda el área Maya de la
Península de Yucatán, en Chichén Itzá es clara y evidente la gran importancia que tuvo
la cultura Tolteca tanto en arquitectura, alfarería y religión.

Chichen Itzá y Tula

Chichén Itzá está ubicada en el norte de la península de Yucatán (Anexo 1). La ciu-
dad fue fundada hacia el año 525 d.C., en un inicio fue un centro Puuc, y varios de sus
edificios datan de esta época, pero su apogeo y época de mayores logros fue durante la
fase Sotuta, cerca del 900/950 d.C., periodo en el que también Tula entró en su fase de
mayor esplendor y la relación entre ambas ciudades surgió y se fortaleció.

Tula fue la capital del estado Tolteca que se desarrolló en el centro de México durante el
periodo posclásico temprano de Mesoamérica. Es esta ciudad-estado el principal poder
político de los valles de México y Puebla-Tlaxcala, entre los siglos X y XII de nuestra
Era. Su influencia alcanzaba lugares tan distantes como la Península de Yucatán, El
Salvador y Nicaragua. Los restos de esta ciudad se localizan en el municipio de Tula de
Allende, al sur del Estado de Hidalgo. (Rendon, 2011)

La cultura Tolteca inició su florecimiento en la fase Prado 700/800 d.C., alcanzando su


máximo esplendor en la fase Tollan del 950-1150 d.C. (Cobos, 1999), es aquí donde la
ciudad de Tula Grande crece como centro cívico y ceremonial por encima de Tula Chi-
co, logrando importantes victorias en batallas contra otras ciudades y ejerciendo control
sobre las principales rutas de comercio por todo Mesoamérica.

Es para este periodo que la influencia Tolteca comienza a verse por todo Mesoamérica
desde la Península de Yucatán hasta El Salvador, en donde encontramos la fase Gua-
zapa, la cual guarda muchas similitudes con la fase Tollan y a su vez con la fase Sotuta
en Chichén Itzá.

Chichén Itzá surgió como ciudad importante durante el postclásico temprano 900-
1200 d.C., para esta fecha ya se empiezan a ver claros destellos de la conexión entre Tula
y la ciudad de Chichén Itzá.

56
Llegada Tolteca a Chichén Itzá

Una de las hipótesis que se plantean los investigadores es que un grupo de toltecas pro-
cedentes del centro de México invade y conquista la península de Yucatán, imponiendo
su centro cívico ceremonial en Chichén Itzá, inspirados en la arquitectura de Tula, esto
se ve reflejado en la iconografía y el nuevo culto a la serpiente emplumada Quetzalcóatl
en su advocación maya Kukulcan (Sodi, 2002).

La ciudad se ubica en el centro de la Península de Yucatán, aproximadamente a 1500


km del centro de México. En su apogeo, Chichén Itzá tuvo una estrecha relación con
Tula por sobre las demás ciudades que se desarrollaron cercanas a ella debido a la ocu-
pación por una elite gobernante venida desde Tula, esto se debió seguramente a la ne-
cesidad de Tula por controlar las redes comerciales y los caminos para su fácil acceso a
productos exóticos. Para la fase Tollan 950-1150 d.C., Tula logró controlar gran parte
de la red comercial que alguna vez tuvo Teotihuacán de hecho, hay pruebas de que Tula
consiguió con éxito el manejo de la mayoría de rutas comerciales, aunque dicho éxito
sólo lo logró por un corto tiempo, esto debido a los conflictos bélicos con otras ciudades.

Es durante la fase Tollan que Tula se propone invadir la península de Yucatán logrando
con éxito avanzar militarmente en la zona e imponer como su centro cívico ceremonial
a la ya existente ciudad de Chichén Itzá; es en este periodo que surge y florece Chichén
Itzá con rasgos meramente del centro de México, tales como: rituales, arquitectura,
panteón de deidades y sobre todo fabricación de cerámica.

La expansión tolteca que duró relativamente un corto espacio de tiempo tuvo gran im-
pacto no sólo en Chichén Itzá, sino también en otras ciudades donde se ha demostrado
su presencia, zonas como el área en la Teotlalpan, secciones de los Valles Morelenses, la
Huasteca, los corredores Lerma-Santiago hacia la costa del Pacifico y Pachuca-Tollant-
zinco-Cuauhchinanco hacia la Costa del Golfo, el centro de Veracruz, el Xoconochco,
el sur de Sinaloa, los Altos de Guatemala y el norte de Yucatán (Xavier, s.f.).

Para explicar la expansión tolteca hay dos teorías, la primera propone una dominación
tributaria directa, y la segunda plantea un intercambio comercial. Ésta última apunta a
que solo fue una influencia pasiva en los territorios ya mencionados. La primera parece
ser la más acertada en el caso de la mayoría de los sitios mencionados, a excepción de
Chichén Itzá que se ha convertido desde hace muchos años en un problema para los in-
vestigadores, ya que presenta rasgos e información únicos, tanto códices como crónicas
han puesto en un dilema a los arqueólogos para la investigación de la historia del sitio

57
más específicamente el periodo donde florece y se crea el vínculo con Tula y los toltecas
(Sodi, 2002).

Según interpretaciones hechas por frailes españoles en algunos códices y narraciones


de los pueblos nahuas y mayas, para el caso de Chichén Itzá se conoce que hubo una
migración tolteca liderada por un gobernante conocido como Kukulcan o serpiente em-
plumada, y se conoce también de la salida de Tula del gobernante llamado Quetzalcóatl
o serpiente emplumada.

La fase Sotuta se asocia a K’ ak’ upakal y Kukulkan, nombres o títulos de los dos sobera-
nos que aparentemente gobernaron en Chichén Itzá, y cuyos iconos distintivos son un
escudo o disco solar (k’ ak’ upakal) y la serpiente emplumada (Kukulkan) (Cobos, 1999),
rasgos asociados al centro de México y no a la cultura maya.

Esta fase en la ciudad de Chichén Itzá representa un problema para los investigadores,
pues la mayoría acepta la tesis que fue la cultura tolteca la que influenció la arquitec-
tura y alfarería de Chichén Itzá en la fase Sotuta, aunque hay quienes proponen una
tesis diferente, como la propuesta por George Kubler, quien publicó un ensayo titulado
Chichén-Itzá y Tula, donde fundamenta una tesis opuesta, para él esos elementos que
utilizaban sus colegas como prueba de tal influencia, en su opinión, debieron haber sido
llevados de Yucatán a Tula, ya que en algunos casos los antecedentes de estos elementos
se encuentran en épocas muy tempranas del área Maya. (Sodi Miranda, 2002).

Esta teoría es opuesta a las interpretaciones realizadas por la mayoría de investigadores


y ha conllevado a una serie de discusiones acerca del tema. Uno de los autores que más
ha escrito criticando esta teoría es Alberto Ruz, quien utiliza la cronología de la caída
de Tula para poner en duda la teoría de Kubler, pues si los rasgos que menciona dicho
autor surgen en Yucatán y llegan a el centro de México, éstos llegarían ya cuando Tula
ha caído y perdido el poder que ostentaba, dejando así sin bases la teoría propuesta por
Kubler. Sin embargo, otros autores como José Díaz Bolio (1972), comparten el pensa-
miento de Kubler, este autor afirma que algunos rasgos del centro de México si llegaron
a Chichen Itzá, pero estos fueron mejorados y regresaron a Tula ya con rasgos propios
de la cultura Maya; para esto el autor se basa en la teoría de que la serpiente emplumada
ya era venerada ampliamente antes de la llegada de los toltecas a la zona maya.

Ya fuese con fines comerciales o fines políticos, la intrusión Tolteca en el área Maya es
clara, y la relación entre Tula y Chichén Itzá fue estrecha, prueba de ello es la fase Sotuta
que brinda evidencias contundentes de ese hecho. Esta fase no solo abarca la cerámica,

58
también se ve reflejada en la arquitectura, la obsidiana y en las nuevas construcciones
que se realizan en la ciudad, nuevas calzadas y nivelaciones datadas para esta fecha.

Fase cerámica Sotuta

La fase Sotuta se distingue por la variedad de cerámica y formas arquitectónicas, las


principales son:

• Naranja Fino Silho


• Tohil Plomizo
• Incensario tipo Mixteca
• Mosaicos de Turquesa

Además de estas cerámicas de influencia Tolteca también la fase Sotuta presenta cerá-
mica de fabricación local hecha por alfareros mayas, estas son:

• Chichen sin engobe


• Chichen Pizarra
• Chichen Rojo

Estas vasijas fueron las más ampliamente utilizadas durante la fase Sotuta, pero no sólo
en la cerámica se aprecia la grandeza de esta fase, también está en la iconografía utiliza-
da y los implementos de usos ceremoniales cómo es el caso de los llamados Chacmool
para realizar los sacrificios humanos tanto en Tula como en Chichén Itzá e incluso hay
evidencia de su uso en El Salvador (Fowler, 2011).

Gracias a la evidencia cerámica recolectada a través de distintos procesos de excavación


e investigación en Chichén Itzá, ha sido posible observar la intrusión de cerámica ex-
tranjera, traída seguramente por las poblaciones venidas del centro de México específi-
camente por personas de filiación Tolteca. Esta misma evidencia cerámica nos impulsa
a creer que la cerámica de origen Tolteca fue la predominante durante la fase Sotuta y
que la cerámica de fabricación local de Chichén Itzá tuvo una importancia menor a la
cerámica extranjera.

La fase Sotuta se divide en dos partes: la fase Sotuta temprana 700/750- 900 dc y la fase
tardía 900-1050 dc, estas fases son claramente reconocibles por el material cerámico
Tohil Plomizo que se encuentra registrada para la parte tardía de esta fase.

59
La fase temprana se caracteriza por la presencia de cerámica de fabricación local y la
introducción de los primeros rasgos toltecas, se puede identificar la aparición de la ce-
rámica Naranja Fino que acompañó a la cerámica de fabricación local. La fase Sotuta
temprana incluye:

• Chichen sin Engobe


• Chichen Pizarra
• Chichen Rojo
• Vajilla Naranja Fino
• Vajilla Pizarra Delgada

La fase temprana concuerda con el inicio de la expansión tolteca, gran cantidad de


material parte de esta fase ha sido identificada en distintas etapas de excavaciones y
estructuras asociadas a los inicios del florecimiento de Chichén Itzá.

En distintas excavaciones se han encontrado materiales cerámicos de la fase Sotuta, en


el caso de las excavaciones en el cenote ubicado dentro de Chichén Itzá en los años 70’s
la vajilla Sisal Sin Engobe con 873 tiestos divididos entre incensarios y jarras estriadas
es una de las menos representadas, formando apenas 3,9% de la colección, mientras en
otros contextos de Chichén esta vajilla ocupa porcentajes entre el 40 y 60%. (Heredia,
1998). Esto demuestra que la cerámica Chichén Sin Engobe no fue utilizada de una
manera ritual, ya que la poca evidencia en contextos rituales así lo demuestra, más bien
su uso pudo haber sido doméstico utilitario.

La cerámica Chichén Sin engobe la encontramos en formas de ollas, incensarios con


mango en forma de cucharon e incensarios con base de cajete.

En el caso de la cerámica Chichén Pizarra en la misma investigación arrojó una gran


cantidad de material de este tipo, siendo la mayoría lo que nos indica que este tipo ce-
rámico fue muy utilizado para realizar ofrendas especialmente en el cenote. En este tipo
cerámico podemos encontrar jarras o cantaros, platos, cajetes con soporte, cajetes con
bases planas o redondas.

En el mismo contexto del cenote se encontró cerámica Chichén Rojo, aunque en can-
tidad muy poca representando solamente el 9,28% de todo el material recolectado en
dicha investigación. Esta cerámica no es tan abundante como las anteriores de fabrica-
ción local, aunque tiene gran variedad de formas, jarras, platos con lados redondeados,
vasos trípodes, vasos cilíndricos, cajetes con bases planas.

60
Para la cerámica Pizarra Delgada la temporalidad es discutida ya que también aparece
con más afluencia en fases más tempranas a la Sotuta, iniciando según algunos autores
desde el 700-800 d.C, inmerso en el complejo cerámico Cehpech, es por eso que su pre-
sencia durante la fase Sotuta ya no es tan importante, algunas de las formas que presenta
este tipo cerámico son: jarras, platos trípodes, vasos cilíndricos y cajetes.

La cerámica Naranja fino Silho está presente también en estas excavaciones, aunque en
menor escala que lo esperado, tanto en contexto ritual como en otros tipos de contexto
su presencia es muy baja, esta cerámica fue importada del área del golfo de México, y su
aparición posiblemente data del 800 d.C Varios investigadores concuerdan en afirmar
que Chichén Itzá controló la producción y distribución de Naranja Fina Silho. Análisis
recientes en la composición de la pasta de dicha cerámica indican que la región del bajo
Usumacinta fue el lugar de su producción (Cobos, 1998).

Este grupo se caracteriza por su pasta fina naranja y una superficie del mismo color o
cubierto por un engobe naranja o rojizo, delgado y fácilmente erosionable. Las formas
presentan numerosas variaciones, aunque casi siempre en el rango de vajilla de servicio
de pequeño tamaño como cuencos hemisféricos con paredes bajas o altas, ya sea con
base plana o trípodes, cuencos-barril con pedestal y platos trípodes. Los soportes gene-
ralmente son esféricos o semiesféricos, vacíos y con sonaja (Forné, 2010 ).

La fase Sotuta temprana demuestra que la cerámica local predominó por sobre la cerá-
mica introducida por la influencia tolteca, alguna de esta cerámica extranjera fue traída
y otra se fabricó localmente utilizando los mismos cánones de manufactura extranjera.

La fase Sotuta tardía está fechada entre el 900 al 1050 d.C, en este periodo Chichén
Itzá se sienta como ente rector de la península de Yucatán, y lo tolteca se hace más vi-
sible dentro de la ciudad, los rasgos arquitectónicos del centro de México son mayores,
los rituales a la serpiente emplumada toman más auge, así como los sacrificios humanos
aumentan.

La fase Sotuta presenta la aparición de la cerámica Plomizo Tohil, los incensarios tipo
Mixteca, además de la utilización de obsidiana de las minas de Ucareo-Zinapecuaro,
dicha mina se encontraba en control de Tula lo cual demuestra nuevamente la influencia
o dependencia de Chichén Itzá con Tula.

La cerámica Tohil Plomizo se encuentra bien registrada en Chichén Itzá pues se cuenta
con un registro de 250 piezas completas en todo el sitio, esta cerámica proviene pro-

61
bablemente de la costa del pacifico de Guatemala y Chiapas. La alfarería de comercio
Tohil Plomizo empezó a producirse en Tajumulco, Guatemala, a partir de 900 d.C,
por lo que su llegada a Tierras Bajas Mayas del Norte ocurrió a partir del siglo X d.C
(Cobos, 1998).

Los incensarios tipo “Mixteca” se fechan a partir del año 900 d.C., y fueron populares
en la región de Oaxaca y Puebla en México. Además, estos incensarios generalmente se
encuentran asociados con alfarería Tohil Plomizo y Naranja Fina según lo reportado de
sitios como Isla de Sacrificios en Veracruz, Zaculeu y Tajumulco en Guatemala, Anti-
guo Cuscatlán en El Salvador, y Los Naranjos en Honduras (Cobos, 1998).

Este tipo de material cerámico está relacionado a contextos rituales y de utilización


especial; su larga expansión ha demostrado que fue un éxito y a raíz de su identificación
en toda Mesoamérica se ha podido trazar una ruta comercial que sin lugar a dudas los
toltecas manejaron y controlaron por un breve, pero fructífero periodo de tiempo.

Como se mencionó anteriormente, la fase Sotuta también incluye la obsidiana; y es así


ya que se ha logrado identificar los yacimientos donde extrajeron la obsidiana principal-
mente de México, la obtención de la obsidiana era fundamental para la vida cotidiana y
ritual de la población de la ciudad, y su traslado desde las minas localizadas en México
debió ser una prioridad por lo que las rutas comerciales debieron ser fundamentales,
mantenerlas bajo poder sin lugar a dudas fue tarea primordial de la elite gobernante, la
relación entre Chichén Itzá y Tula debió obligar a la ciudad de Chichén Itzá comercia-
lizar con la obsidiana de las minas bajo el control de Tula, quizás esta dependencia es
una de las muestras más claras del poder que ejercía Tula en la península de Yucatán.

Braswell (1996), presenta una tabla con información sobre los diferentes yacimientos de
obsidiana que se han logrado identificar en las distintas excavaciones dentro de Chichén
Itzá, esta tabla resume el porcentaje del origen de unas muestras de obsidianas recolec-
tadas en campo (Anexo 2).

Por medio del cuadro es posible observar la importancia de los yacimientos en México,
a pesar de que yacimientos en Guatemala de buena calidad y más cercanos a la ciudad
de Chichén Itzá eran conocidos, los gobernantes preferían la utilización de obsidiana
traída de las minas de Ucareo que estaban a una distancia mayor pero que durante la
fase Sotuta estaban bajo el dominio de Tula, por lo que se cree era una obligación el
utilizar la obsidiana de dicha mina.

62
Además de la obsidiana esta fase incluye también mosaicos de turquesa finamente ela-
borados, la cual seguramente provenía del sitio Alta Vista que controló una región rica
en minas de turquesa en el Occidente de México. De hecho, Alta Vista ha sido reco-
nocida como el taller más grande de Mesoamérica donde se trabajó turquesa durante el
periodo Clásico y es ahí donde se desarrolló la técnica para la elaboración de mosaicos
(Cobos, 1998). Estos mosaicos se han encontrado siempre en contextos rituales como
ofrendas a estructuras o como ajuares funerarios.

Discusión

A pesar de la gran distancia que hay entre un sitio y otro, las conexiones comerciales y de
intercambio son visibles, sus estilos arquitectónicos como cerámicos son fuertes, ya que
la estrecha relación que tuvo Chichen Itzá y Tula ha sido, es y será uno de los temas que
más despierten el interés de los arqueólogos, ya que hasta la fecha no hay un acuerdo
definitivo en cómo surgió dicha relación y cuál fue la naturaleza de ésta. Basándose en
los datos cerámicos se podría concluir que fue meramente un intercambio comercial y
no invasión, pues la cerámica del centro de México si bien hay mucha, no es ni la mitad
de la producción local que se manejaba para la fase Sotuta; sin embargo, fuera de lo que
nos dice la cerámica, los trazos arquitectónicos, las esculturas y las nuevas deidades si
hacen pensar en una influencia mucho mayor de parte de Tula y es en este mismo punto
donde no hay un acuerdo.

La llegada de los toltecas al área maya será un tema siempre interesante y llamativo para
los investigadores, pues no solo está el problema de cómo fue esa conexión sino también
cómo se expandieron los estilos y la tecnología alfarera y sistemas constructivos, pues
muchos autores, entre ellos George Kubler (1961), plantean la teoría que fueron las per-
sonas de Chichén Itzá las que llevaron o mejoraron los estilos artísticos de los toltecas,
es decir no fue Tula la que influenció al área Maya sino que en realidad el pueblo de Itzá
fue el que influenció a los habitantes del centro de México.

Sin embargo, al no haber pruebas irrefutables se seguirá investigando para saber a cien-
cia cierta que sitio influenció al otro, siendo el más probable Tula sobre Chichén Itzá.

La influencia tolteca se expandió por todo Mesoamérica, su arquitectura, su ideología


y su cerámica fue ampliamente aceptada, ejerció dominio sobre las principales rutas de
comercio existentes en aquella época, de manera que toda la región fue influenciada por
lo tolteca. En El Salvador hay evidencia de esa expansión en la fase Guazapa, donde

63
encontramos similitudes tanto en la cerámica, trazos urbanos de algunos sitios, arqui-
tectura, escultura, etc. (Fowler, 2011).

La producción alfarera de Chichén Itzá se mantuvo firme durante la fase de mayor


expansión e influencia Tolteca incluso las vajillas Chichen Rojo, tanto en su decoración
como en sus formas, muestran más influencias y parecen haber sido copias de la cerá-
mica Naranja Fino Silho (Cobos, 1998). Esta afirmación demuestra que a pesar que lo
tolteca estaba en auge, los alfareros locales no dejaron de producir cerámica meramente
original, basándose en los cánones estilísticos que estaban llegando del centro de Méxi-
co, esto debido a la popularidad que estaban teniendo los estilos extranjeros.

La fase Sotuta es importante ya que, es evidencia del movimiento comercial existente


en aquella época, esto ayuda a entender las redes comerciales que se habían formado
en Mesoamérica, es interesante ver las similitudes ya mencionadas entre la fase Tolla
en Tula México, la fase Sotuta en Chichén Itzá Guatemala y La fase Guazapa en El
Salvador, dando una idea clara de la magnitud de la expansión cerámica y estilos arqui-
tectónicos y artísticos.

Para el caso de Chichén Itzá la cerámica no puede ser un marcador o evidencia de la


intrusión militar de grupos toltecas, pues las excavaciones si bien muestran presencia de
la existencia fuerte de cerámica tipo tohil y naranja fino no es suficiente para proponer
que estos tipos cerámicos fueron mayores que la cerámica local, por ende la cerámica
solamente demuestra que si hubo una conexión fuerte con el centro de México, si existió
intercambio y rutas bien definidas que estaban bajo el poder seguramente de Tula.

La cerámica local de Chiche Itzá prevaleció ante la llegada de nuevos tipos cerámicos
e incluso los artesanos locales combinaron en algunos casos esos estilos nuevos con los
propios.

Para comprobar un intrusión militar de parte de Tula se tendrá entonces que tomar en
cuenta otros factores más determinantes y no la cerámica, estos otros factores podría
ser el nuevo estilo de construcción o el análisis químico de la obsidiana datada para la
fase Sotuta, como se ha mencionado en el presente trabajo Chichen Itzá para esta fase
utilizaba obsidiana procedente del centro de México, yacimientos que estaban bajo el
control de Tula, aun cuando habían yacimientos de obsidiana más cercanos y de buena
calidad.

64
A través de las distintas excavaciones investigadas se ha demostrado la aparición de
material proveniente del centro de México, tanto cerámica, como obsidiana e influencia
arquitectónica vinculada a la fase Sotuta, sin embargo en cuanto a cerámica se refiere
se puede observar que la cerámica de fabricación local se ha mantenido con mayor
afluencia en contextos relacionados tanto a la vida doméstica como a algunos contextos
rituales, en cambio la cerámica tipo tohil y naranja fino se encuentran más relacionadas
a contextos rituales o a utilización más específica, muy poco de estas cerámicas se han
encontrado en contextos domésticos.

La utilización de la cerámica exportada o con influencia tolteca en actividades rituales


es bastante marcada, lo que deriva en una necesidad prioritaria el exportar este tipo de
objetos, pues estas sociedades tienen un vínculo fuerte con lo ritual y ceremonial.

Está claro que al ser objetos ceremoniales o rituales las vasijas tipo Tohil y Naranja Fino
no serían de ninguna manera la cerámica mayoritaria en la fase Sotuta, pero si era la de
mayor importancia, debido a su preparación que no era sencilla, a su estilo y sobre todo
porque fue tanto su éxito en Mesoamérica que estos tipos cerámicos para el periodo
Postclásico temprano se podrían haber expandido por toda el área mesoamericana.

Anexos

Ubicación Geográfica de Chichen Itzá. Tomado de Cobos, 1998.


Anexo 1

65
Cuadro comparativo de obsidiana por Geoffrey E. Braswell, 1996
Anexo 2.

Bibliografía

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67
Resultados de las Investigaciones Arqueológicas en
Casa Blanca, temporada 2015-2016

Carlos Flores Manzano & Francisco Alvarado


Estudiantes de la Licenciatura en Arqueología
Universidad Tecnológica de El Salvador

Resumen

E n 2015, se trata de dar un nuevo impulso a las investigaciones arqueológicas por


parte de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural y Natural, es en el mar-
co de este esfuerzo donde surge la iniciativa para realizar una serie de temporadas de
investigación en 2015-2016, realizada en su totalidad por alumnos de la Universidad
Tecnología de El Salvador y dirigidas por el catedrático y asesor del Departamento
de Arqueología de SECULTURA Shione Shibata Msc., estas investigaciones fueron
realizadas en el Sitio Arqueológico Casa Blanca, específicamente en el montículo 6,
que hasta ese momento no había sido estudiado a profundidad, más allá de un pozo de
sondeo realizado por Masakage Murano en el pasado, es por eso de suma importancia
que se presenten los resultados de este esfuerzo en conjunto con la universidad, los es-
tudiantes y la Secretaria de Cultura de la Presidencia, a la comunidad para socializarlos.
Entre los principales objetivos y hallazgos de la investigación están estudiar la arquitec-
tura de esta estructura, analizar la estratigrafía, el uso de la estructura, cerámica, lítica y
especialmente proporcionar información sobre una curiosa ofrenda lítica encontrada al
sur de la estructura, y toda la simbología asociada a ésta, es por eso que para el presente
FOESA se proponen los resultados de una investigación fruto del esfuerzo colectivo de
alumnos y docentes.

68
Antecedentes de Casa Blanca

En el Siglo XVI Fray Antonio de Ciudad Real, acompañante y cronista de Fray Alonso
Ponce emisario general de la Nueva España, registra su paso por “Chalchuapan”, a dos
leguas de “Tiquizaya” donde había indios de habla Nahuat (Ohi, 1998).

Ya en el Siglo XVIII, Cortéz y Larraz menciona que en Chalchuapa había 1262 habi-
tantes, entre ellos 662 indígenas de lengua Pocomam, y se deduce que hablaban Nahuat
y Pocomam (Ohi, 1998).

Para 1892 la Señora N. Hidalgo, dueña del terreno donde se localiza la “Virgen de
Tazumal”, dona la escultura al Hospital de Chalchuapa, luego se trasladan 3 esculturas
(monumentos) de Chalchuapa a la Universidad de El Salvador, y posteriormente son
movilizados al Museo Nacional en la Finca Modelo (Ito & Shibata 2013, Pág. 4).

En 1910, Santiago I. Barberena registra y documenta Chalchuapa, y resalta la aparición


de la Virgen de Tazumal o monumento 21 de Tazumal (Ito & Shibata 2013, Pág. 4).

Para 1925 se tienen registros de Jorge Lardé y Larin, en los cuales éste menciona que
el área de Casa Blanca es la que posee más montículos (logra contabilizar 15) en todo
Chalchuapa y a la vez era el área menos explorada (Longyear III, 1944, Pág. 17).

En 1942, John M. Longyear III, ayudado principalmente por Stanley Boggs, prospecta
Tazumal y Casa Blanca en Chalchuapa con énfasis en sus montículos. (Longyear, 1944,
Pág. 18).

A la vez Longyear y Boggs descubrieron 3 etapas constructivas en el montículo uno


de Tazumal y encontraron 4 entierros en él, todos fueron post construcción (Longyear,
1944, Pág. 62-63).

Stanley Boggs excava en 1943, 1944, 1945 hasta principios de los 50´s, confirmando
métodos constructivos y diseño arquitectónico del lugar (Ito & Shibata 2013, Pág. 5)
la primera temporada fue entre abril y mayo de 1942, patrocinada por el Instituto de
Estudios Andinos (Ito & Shibata 2013, Pág. 5), la segunda temporada financiada con
el fondo del Gobierno de El Salvador, durando 2 meses en 1943 (Ito & Shibata 2013,
Pág. 5), la tercera temporada se realizó desde enero hasta abril de 1944 financiado por
el Gobierno de El Salvador (Ito & Shibata 2013, Pág. 5).

69
Para 1953 Alfred V. Kidder trata de formar una relación en el área maya en la frontera
sur este con las áreas no-mayas de la baja Centro América. (Sharer 1966, Pag. 166).

Entre 1966 y 1978 Robert J. Sharer se dedica a analizar el material encontrado en las
excavaciones de Stanley Boggs (Ito & Shibata 2013, Pág. 7).

Sharer inicia el Proyecto Arqueológico de Chalchuapa del Museo Universitario de Pen-


silvania en 1968 (Instituto Carnegie y Museo Peabody según Ohi, 1998), durante el cual
encuentra y registra esculturas en Casa Blanca y El Trapiche. En este último, registra los
monumentos 1, 2, 3 y 10 al pie de la Estructura E3-1 sobre el eje arquitectónico de la
misma Estructura. Según Sharer la interpretación de los periodos Clásico y Postclásico
es menos clara que la del Preclásico, el determinó que la erupción de Ilopango provocó
la detención de la actividad de construcción durante varias generaciones, durante el
Clásico Temprano se reiniciaron los esfuerzos de construcción en Casa Blanca y Tazu-
mal, y fecha la finalización de la construcción en Casa Blanca en el Clásico Tardío (650
d.C. - 900 d.C.) (Ito & Shibata 2013, Pág. 7).

Para 1984, William R. Fowler Identifica los patrones de enterramiento y sacrificios


humanos en Chalchuapa.

Entre los años de 1995 y 2000 Kuniaki Ohi hace el plan para restaurar el edificio
principal de Casa Blanca, firma un convenio con la Universidad San Jorge y luego con
la Universidad Tecnológica para que 5 estudiantes de arqueología fueran sus alumnos
hasta graduarse, a la vez se forma un grupo de jóvenes como restauradores para los mo-
numentos arqueológicos (Ohi, 1998).

En Julio de 1997 inicia la investigación arqueológica de Casa Blanca por la Universidad


de Estudios Extranjeros de Kioto (Ito & Shibata 2013, Pág. 8).

Entre los años 2000 y 2003 se realizó el Proyecto Arqueológico de El Salvador por el
equipo de la Universidad de Nagoya, bajo la dirección de Noboyuki Ito (Ito & Shibata
2013, Pág. 8).

Durante 2012 Noboyuki Ito, Makoto Kimura, Takeshi Watanabe y Shione Shibata
realizan un análisis del Polen de Casa Blanca.

Para 2013, Nobuyuki Ito y Shione Shibata realizan un sondeo geofísico en Casa Blanca
auxiliados por la Tanaka Geological Corporation S.A. de C.V. (Ito & Shibata 2013,

70
Pág. 1), este sondeo geofísico continua en 2016 (comunicación personal Ito, 2016).

Investigación actual

Las investigaciones en el Sitio y Parque Arqueológico Casa Blanca se realizaron entre


diciembre de 2015 y enero de 2016, como el primer esfuerzo por parte de la Dirección
Nacional de Patrimonio Cultural y Natural de impulsar investigaciones nacionales des-
de la Dirección de Arqueología de la Secretaria de Cultura de la Presidencia, bajo la
dirección del Arqueólogo Shione Shibata Msc. Y es en este esfuerzo en el cual se invita
a los estudiantes (ver figura 1) Mercedes Portillo, Andrea Quintanilla, Carlos Flores
Manzano, Francisco Alvarado, Katherine García, Krishnangi Ramírez, Ligia Chávez y
Lily Landaverde de la Universidad Tecnológica de El Salvador de 4to y 5to año de la
Licenciatura en Arqueología a participar en el proyecto “Investigación Arqueológica y
Conservación de la Estructura 6 en el Parque Arqueológico Casa Blanca, Chalchuapa.
Etapa: diciembre 2015 - enero 2016”. Entre los objetivos de la investigación que plan-
teaba Shibata (2016) están tanto conocer el estilo arquitectónico y el sistema construc-
tivo de la Estructura 6 así como definir el tiempo y función de esta, a la vez verificar la
existencia de una Subestructura, en caso que se encuentre se conservaran y restauraran
los restos arquitectónicos de la estas con el fin de protegerlos y utilizarlos como material
didáctico y turístico cultural.

Importancia de la investigación

La investigación radica en la ubicación privilegiada de Chalchuapa, la cual ha servido


para el desarrollo y esplendor de distintas culturas (ver figura 2):

“...La Zona Arqueológica Chalchuapa está ubicada a unos 120 km al sureste de Kaminaljuyu y a unos
120 km de Copan. Cuando hace buen tiempo se puede observar desde la cima de la Estructura B1-1
en el Parque Arqueológico Tazumal, el Volcán de Agua, situado al suroeste de la Ciudad de Guatemala.
Chalchuapa se encuentra a unos 700 m sobre el nivel del mar. Desde aquí se observan al sur, la cordille-
ra de Apaneca con una altura de 1700 m, y en el lado norte el Volcán Chingo a 1775 m. Al norte de la
zona corre el río Pampe o Chalchuapa de este a oeste, formando la cuenca del río Paz junto con otros ríos,
los cuales desembocan en el Océano Pacífico...” (Shibata 2005, Pag 1) (Ver figura 3)

Esta ubicación la ha hecho (por el momento), la zona con la más larga ocupación en
El Salvador “...la cual empieza alrededor del siglo XIII a.C., y continúa hasta el presente…”

71
(Sharer 1978), actualmente las áreas identificadas en Chalchuapa con evidencia de ocu-
pación prehispánica “…se han registrado diez de estas, que son: Tazumal, Casa Blanca, La-
guna Seca, Las Victorias, Peñate, Laguna Cuzcachapa, El Trapiche, Pampe, Los Gavilanes y
Nuevo Tazumal...” (Ichikawa, Shibata & Murano, 2009, Pág. 1).

La investigación en la estructura 6 del Sitio Arqueológico Casa Blanca es indispensable


para conocer más “...sobre la gran plataforma, construida durante el Periodo Preclásico Tar-
dío Terminal...” (Shibata, 2016) y podría “...dar a conocer el estilo arquitectónico y sistema
constructivo de la arquitectura prehispánica, especialmente del Periodo Preclásico Tardío...”
(Shibata, 2016).

METODOLOGÍA

Shione Shibata (2015) planteó (ver figura 4) la excavación a través de 4 trincheras (2.00
m x 1.00 m en planta), las cuales se ubicaron en los cuatro rumbos cardinales del mon-
tículo 6 -Norte, Sur, Este y Oeste-. En las 3 trincheras correspondientes a las orienta-
ciones Sur, Este y Oeste, posterior al registro de los pisos de argamasa, se extendieron
hacia el montículo 6 buscando los arranques del primer cuerpo de la Estructura, conse-
cutivamente se buscaron las 2 esquinas del primer cuerpo al sur de la misma, extendién-
dose cada trinchera. Al Norte del montículo se realizará una trinchera de sondeo para
detectar el arranque.

Se respetó la estratigrafía natural dado que ya se conocen los estratos del Sitio Arqueo-
lógico Casa Blanca.

Los contextos arqueológicos se registraron por medio de fotografías y dibujos a escala,


todos los materiales arqueológicos en su contexto, fueron recolectados y controlados por
fichas.

Esta etapa de excavaciones fue planificada para cuatro semanas, 2 en diciembre de 2015
y 2 en enero de 2016, se trabajó de lunes a viernes, en horario de 8:00 AM a 4:00 PM en
excavación, luego de 7:00 PM a 9:30 PM se realizó la jornada de análisis de materiales
y reuniones para discutir los avances diarios por trinchera.

RESULTADOS

Estos resultados son preliminares, debido a que no se ha terminado la investigación de


la Estructura, además falta el análisis cerámico, lítico, de las ofrendas y su respectiva

72
publicación. Al inicio de la excavación, - la ahora Estructura 6 - se manejaba con el tér-
mino de Montículo 6 debido a que no se había excavado y se desconocía su arquitectura,
en la actualidad debido a estas investigaciones se encontró el arranque y una pequeña
escalinata al Sur (ver figura 6), y al Norte de la Estructura así como se descubrió una
pequeña parte al Norte de la gran plaza que presentaba suelo de argamasa.

En las trincheras Este y Oeste no se encontraron detalles arquitectónicos como piedras,


argamasa o algún rasgo diferente a la acumulación de tierra, solamente se encontró al
Oeste en la Trinchera 4, Extensión 2 en la base de la Estructura una ofrenda de una
vasija cerámica (ver figura 6), la cual posiblemente se colocó al inicio de la construcción
de la Estructura.

Entre los hallazgos más destacados se encuentra una ofrenda lítica o escultura (ver fi-
gura 7) colocada al Sur de la Estructura en la Trinchera 1, la cual estaba colocada sobre
una fosa de barro quemado; esta ofrenda es posiblemente la cabeza de una escultura
con características del preclásico y estaba depositada en una fosa cuyas características
estratigráficas parecen ser del posclásico.

ANÁLISIS DEL MATERIAL

Debido a que el análisis cerámico, lítico y estratigráfico no se ha finalizado, éste por


ende no se ha publicado, no se puede ahondar en este; sin embargo, es posible concluir
preliminarmente que la cerámica encontrada correspondió estratigráficamente a la tem-
poralidad sugerida por Sharer (1978) y no hubo ninguna sorpresa –por el momento-
en relación a nuevos tipos cerámicos, lítica diferente o algún tipo de material cultural
diferente al encontrado en otras excavaciones realizadas en el sitio, así como figurillas,
metates, obsidiana, pirita, etc.

El hallazgo más interesante corresponde al de una escultura, posiblemente del preclá-


sico, colocada en una ofrenda del posclásico sobre barro quemado, alrededor de donde
sería depositada, coronada por varias piedras en el estrato superior a ésta, parece que
fue una posible reutilización de una escultura del preclásico con posibles características
olmecas, Sandra Ladrón de Guevara (2010) habla sobre la razón de esta:

“…puede obedecer a motivos económicos (dado el alto costo de extraer y transportar un enorme bloque),
rituales (considerando que los bloques tienen en sí una energía espiritual que no es desechable y debe ser
aprovechada) o de poder (al apropiarse de un signo de poder de un soberano anterior que de esta forma
legítima el poder del nuevo gobernante)…” (Ladrón, 2010, Pag.68)

73
Es probable que sea una escultura con estilización o procedencia olmeca debido a la
que parece ser una banda en la frente, este tipo de reutilización es común en el área de
Veracruz “…En el caso del sur de Veracruz, es aceptada la costumbre olmeca de retrabajar sus
esculturas…” (Ladrón, 2010, Pag.68) a la vez es difícil concluir esto debido a que falta
un mayor análisis al respecto, además, es probable que los detalles en la que parece ser
la cara de la estructura fueron borrados por desgaste a propósito con algún significado
ritual.

Consideraciones finales

Las investigaciones en la Estructura 6 han proporcionado información clave para com-


prender la evolución del sitio, evidentemente la información está incompleta dado que
falta mucho material cultural que analizar para lograr comprender el cambio cultural
acaecido en esta área del sitio arqueológico.

Preliminarmente se puede conocer parte de la Estructura, y futuros análisis darán más


luces en relación a los procesos culturales llevados a cabo a través del tiempo relaciona-
dos con la Estructura 6.

Este tipo de investigaciones, en las cuales los estudiantes son protagonistas en el de-
sarrollo de todo el proceso de intervención y análisis arqueológico, son fundamentales
para el aprendizaje y deben de seguirse replicando en el futuro.

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ciembre de 2015 - Enero de 2016, Departamento de Arqueología, Direc-
ción Nacional de Patrimonio Cultural y Natural, Secretaria de Cultura de la
Presidencia, El Salvador

Anexos

Fig.1.- Participantes de la Excavación con el Director Nacional de Patrimonio Cultural y Natural, de


izquierda a derecha, Katherine García, Francisco Alvarado, Ismael Girón, Marlon Escamilla, Carlos
Flores Manzano, Andrea Quintanilla, Ligia Chávez, Anibal Vanegas, Mercy Portillo, Aminto Vanegas
y Shione Shibata

76
Fig.2.- Mapa de El Salvador con los principales Sitios Arqueológicos

Fig.3.- Mapa de Chalchuapa y sus principales Sitios Arqueológicos

Fig.4.- Distribución de trincheras y sus extensiones alrededor del montículo 6. A la izquierda, Sitio
Arqueológico Casa Blanca, Derecha, Detalle de la Estructura 6

77
Fig.5.- Excavación y aparición de restos de estructura al Sur del Montículo 6

Fig.6.- Ofrenda 1, vasija en forma de cántaro con decoración de pintura roja

Fig.7.- Fotografía de posible ofrenda escultórica con origen del preclásico, a la izquierda, con ilumina-
ción desde la izquierda, a la derecha, con iluminación desde la derecha

78
Ciudad Vieja
avance de investigaciones 2016

Ligia Chávez, Fernando Jurado y Ana Mercedes Portillo


Estudiantes de la Licenciatura en Arqueología
Universidad Tecnológica de El Salvador

Resumen

E l sitio arqueológico-histórico “Ciudad Vieja” o “Antigua Villa de San Salvador”


surge como el segundo asentamiento fundado por mandato de Pedro de Alvarado
en la actual Centroamérica, posterior a la ciudad de Santiago de Guatemala. El sitio
arqueológico Ciudad Vieja se destaca como uno de los mejor conservados de la época
temprana de la Colonia en toda América y, por lo tanto, el lugar posee diferentes ventajas
para las investigaciones arqueológicas-históricas de los primeros años de la Colonia en
El Salvador. Es muy posible que el actual territorio donde está ubicado el sitio Ciudad
Vieja es el mismo en el que se fundó en 1525 y se volvió a establecer 3 años más tarde,
en abril 16 de 1528 en el actual Valle de La Bermuda. Desde 1996 hasta la fecha se han
realizado diferentes investigaciones arqueológicas en Ciudad Vieja. Las excavaciones
han contribuido a brindar una valiosa información sobre los restos de las viviendas de
sus habitantes, sus sistemas constructivos y sus dimensiones, así como también los restos
de materiales cerámicos, líticos y metálicos. En esta ponencia se discutirán los últimos
avances que se han realizado en el sitio arqueológico de Ciudad Vieja.

79
Arqueología para el desarrollo la práctica de
una ciencia arqueológica más social y
su aporte en la superación de
la marginalidad social y la pobreza económica

Karen Trinidad Consuegra Premper


Departamento de Ciencias Sociales- FAGRO Universidad de La República (UdelaR-Uruguay)
karenconsuegra@gmail.com

Resumen

L a arqueología, como ciencia social, se debe a las sociedades en las cuales desarrolla
su trabajo investigativo, se debe a esas sociedades y comunidades que proporcionan
sus espacios, tiempo y conocimientos para que el arqueólogo pueda hacer su trabajo y
ellos deben ser los primeros beneficiados en conocimiento y valorización de su aporte.

Recibir esos frutos y beneficios sociales y porque no, económicos, es una deuda que la
arqueología debe tener claro que debe saldar. Una teoría y una práctica arqueológica con
un fuerte componente social, debe ser puesta en escena; obviamente, sin pasar por alto
la rigurosidad científica, ni la importancia de la evidencia material. El aporte social de
la arqueología puede ser más amplio y más visible.

No cabe duda que la arqueología puede contribuir grandemente a la superación de


muchísimos de los problemas y conflictos sociales y medioambientales con los que nos
enfrentamos en la actualidad.

80
Temas como identidades colectivas, procesos económicos, pobreza, diversidad social, el
ejercicio del poder, de las leyes, marginación, derechos humanos, impacto y destrucción
medioambiental, intolerancia, y muchísimos temas más se pueden estudiar, comprender,
y porque no, solucionar a través de una práctica arqueológica socialmente comprome-
tida. Al fin y al cabo ¿Qué otra disciplina científica puede aportar más elementos com-
probables e históricos que la arqueología para la comprensión de los procesos sociales,
culturales y medioambientales a través de la historia?

81
Hallazgos en las excavaciones en el Parque
Arqueológico Tazumal, 2016

Rocío María Lourdes Herrera Reyes


Técnico en Arqueología
Secretaría de Cultura de la Presidencia

Resumen

E n los trabajos de liberación de terreno para la construcción de instalaciones de uso


para los trabajadores del Parque Arqueológico Tazumal, se identificaron rasgos
arqueológicos de los diferentes periodos de ocupación. El espacio que fue intervenido
se ubica en el bosque al lado Noreste de la plataforma principal y por el momento no se
han encontrado estructuras monumentales, pero se tiene un esbozo de la vida cotidiana
en el espacio circundante a las estructuras.

Los nuevos estudios buscarán conocer que papel jugó Tazumal al momento de la erup-
ción explosiva del volcán Ilopango, trabajando en conjunto con especialistas en geolo-
gía; también se busca conocer la factibilidad de convertir esta excavación en una ventana
arqueológica para el público, y dar a conocer de manera más amplia los estudios realiza-
dos a lo largo de los años en el primer Parque Arqueológico con museo de sitio del país.

82
INVESTIGACIONES HISTÓRICAS
Los finados de Aculhuaca de 1860
aproximación al estudio del patrimonio
documental funerario en El Salvador

Marcelo Perdomo Barraza


Arqueólogo e investigador adjunto
Academia Salvadoreña de la Historia
marcelopbarraza@gmail.com | +(503) 7965-8308

El Salvador de 1860

D el trabajo de Miguel Ángel García, se toman datos aislados, como referentes para
una macro visualización del año en estudio de la república salvadoreña. Por ello,
se sabe que el país está gobernado con presidentes del período posterior a la Federación
Centroamericana, que comprende los años de 1841 hasta 1871.

El Capitán General Gerardo Barrios, está por segunda vez como Senador Designado
por la Asamblea Legislativa, gobierna desde marzo 1859 a febrero 1860 por nombra-
miento. Como Presidente de la República estuvo del 1 de febrero al 16 diciembre de
1860. También, José María Peralta, fue Presidente, quien gobernó en esta categoría,
después de Gerardo Barrios, del 16 de diciembre de 1860 al 7 de febrero de 1861. La
autoridad local para San Salvador ese año, era el Sr. José Rosales.

En la vida cotidiana, se estaba ejecutando el Decreto Legislativo del 22 de marzo de


1853 sobre la alineación de las casas, reparación de las mismas y la venta de solares, y
en subasta pública las casas abandonadas, arruinadas y solares sin dueño, todo ello en
eventos en el centro de la ciudad.

85
Además, se está abriendo una Academia de Baile, en la casa de Ignacio Guevara (ubi-
cada en la Calle de La Amargura) donde se impartirán clases a caballeros de walses,
polkas, danza habanera y otras. Las clases a las señoritas se impartirán en sus domicilios,
por el mismo propietario.

El 22 de enero, se estaba realizando la primera Sesión General de la Sociedad de Arte-


sanos en la Universidad de El Salvador, nombrando a don Doroteo Mijango como Jefe
con 193 votos de doscientos trece maestros. Además, asistió el Señor Jefe Político de
San Salvador, Lic. Don Ramón Pino.

El Lic. Eduardo Aragón, ex Síndico del Hospital entrega cuenta a la Prefectura de la


Caridad desde agosto 1859 a mayo 1860. Entre las cuentas es de hacer mencionar que
los señores José María Peralta, José Dolores Larreinaga, Santos Valencia y N. Valiente
solventaron los seis pesos y dos reales por fábrica ínfima al hospital. Además, se hicieron
reparaciones al Cementerio causadas por el terremoto, el Señor Tesorero Don Román
Montoya se encargó del pago.

Finalmente, se observó un cometa en julio, se registraron temblores el 21 de junio y los


días 3, 9 y 10 de diciembre en la capital. (García, 1950)

Un poco de historia censal

José María Cornejo como Jefe Supremo de la República de El Salvador, en 1830, inten-
tó llevar a cabo la misión de conocer la real situación del estado por medio de un censo,
pero se vio truncada por diversos procesos políticos. Este trabajo de conocer “la pobla-
ción y las riquezas naturales” del naciente Estado de la Unión Centroamericana, solo
Sonsonate lo consolida hasta 1853, con una estadística de la ciudad, bajo la instrucción
del “Reglamento de Jefes Políticos, Municipales y Alcaldes” emitida por el Presbítero
Doctor y Licenciado Isidro Menéndez.

Durante el gobierno del coronel José María San Martín, en 1854, ocurrió un terre-
moto que destruyó muchas edificaciones en San Salvador e hizo trasladar el gabinete
a la ciudad de Cojutepeque. Y el 4 de septiembre de dicho año, el Licenciado Ignacio
Gómez, Ministro de Relaciones Exteriores e Interior, solicito a todos los gobernantes
político-departamentales un censo “…para atenderlos como lo requiere su importancia
(ya que) no hay otro medio para conocer el estado de éste (el estado del Salvador) y
graduar el verdadero progreso o atraso en que corren los diversos ramos de gobierno…”

86
Tal hazaña tuvo un parcial logro compilatorio que en 1985 logró su publicación en la
última página de la Gaceta Oficial, en un cuadernillo tamaño octava menor. Luego de
una edición príncipe, solo se conocen dos ejemplares del esfuerzo de este Censo nacio-
nal, uno de 240 hojas y el otro de 320 páginas donde está incluido el departamento de
San Salvador. (Larín, 1976)

Dentro de los 32 municipios de San Salvador, según el Censo de Gómez, se hace re-
ferencia a dos municipios ahora extintos, Paleca y Aculhuaca. El primero dista de la
capital un poco más de una legua y está ubicado en una loma que queda en medio de
dos ríos, Acelhuate y Tomayate. Posee para noviembre de 1860, una población de 564
habitantes, de los cuales hay 64 labradores, 70 jornaleros, 4 curtidores y 171 alfareras
(Gómez, 1990)

Del municipio de Aculhuaca

El municipio dista de la capital un poco más de una legua (como Paleca), y está situado
en una planicie, pero cercado de barrancos de terrenos muy deleznables. Al Sur colinda
con San Sebastián y Soyapango, al Oriente con Tonacatepeque, al Norte con San José y
los terrenos del pueblo de Apopa, y al Poniente con las tierras comunales de Cuscatan-
cingo. Además, toda su jurisdicción comprende cuarenta y cuatro caballerías de tierra
(Gómez, 1990)

Lardé y Larín, dice que el pueblo de Santiago Aculhuaca es una antigua población fun-
dada por acolhuas llegados con Topilzin Acxitl al valle de Zalcuatitán o de las hamacas
(Fig.1), en la segunda mitad del siglo XI E.C. pero en años posteriores, él mismo afirma
que esta población junto a la de Nuestra Señora de Asunción Paleca y San Sebastián
Texical, entre otras, no son de origen precolombino, sino comunidades que se constitu-
yeron al inicio de la colonización con indios auxiliares o amigos de los españoles. Aun-
que insiste que Aculhuaca fue fundada con indios acolhuas de México.

Escalante, es más contundente en su afirmación del origen de esta población, dice que
“en las goteras de Mexicanos existió el pueblo de Santiago Aculhuaca (Aculhuacan),
hoy parte de Ciudad Delgado, cuyo nombre se asocia a indígenas acolhuas que llegaron
junto con los Tlaxcatecas. En 1581 es mencionado como milpa de Santiago Culuacan,
en los papeles del proceso de Diego de Guzmán, encomendero de Tecpan Izalco. En
1689 tenía treinta tributarios.” E insiste que “Santiago Aculhuacan fue probablemente
un asentamiento de indígenas Acolhuas, tal vez de Texcoco”. ( Jacinto, 2012)

87
En la Toponimia Autóctona de El Salvador Central, se lee que Aculhuaca, en la mitad del
siglo XVI, debió ser uno de los tantos pueblos que no fueron dados en encomienda, por-
que no fue tasado en 1584 ni hay documentos que lo mencionen en los itinerarios de los
caminos reales de provincia, tampoco fue una administración de alguna orden religiosa.

Para 1609, no se registra en los textos de fray Antonio de Remesal ni en los escritos del
Obispo Monseñor Doctor Andrés de las Navas Quevedo, como pueblo de doctrina del
convento de Santo Domingo de San Salvador (Larín, 1976)

Sin embargo, en los registros Coloniales para Central América entre los años de 1607
y 1902, de los mapas de Tributarios de la Yntendencia de San Salvador del 12 de julio
de 1800 al 12 de marzo de 1802, se menciona a Santiago Aculhuaca (Fig.2), donde se
observa la siguiente población:

De donde se obtiene que existen 128 casados, 078 solteros, 080 ausentes, 067 próximos
[*], 207 niños, 038 reservados, 066 viudas y 260 solteras totalizando 898 personas, pero
realmente la sumatoria corresponde a 924 personas

Además, existen diferentes referencias del municipio de Santiago Aculhuaca, en diver-


sos textos históricos, que apoyan o desmitifican el texto de Lardé, y son los siguientes:

“De este pueblo (Paleca) al de Santiago Aculhuaca hay como diez cuadras; está fundado en un sitio ba-
rrancoso, compónese de treinta tributarios, tres viudos y dos viudas. Tiene pila bautismal. Iglesia cubierta
de paja, y en ella fundado una cofradía de la Invención de la Cruz, dicen cada año cinco misas cantadas,
y el estipendio es de tres tostones y por la celebración de su patrono por Vísperas, Procesión, Sermón y
Misa dan trece tostones” - Obispo Monseñor Doctor Andrés de las Navas Quevedo,
noviembre 1689.

“El (pueblo) de Santhiago Aculhuaca, esta inmediato al antecedente (de San Sebastián Texincal), tiene
ciento treinta y tres indios” – General Manuel Gálvez de Corral, 1740.

“El pueblo de Aculhuaca, era anexo a la parroquia de Mejicanos, con 249 familias que comprendían
1,105 personas… El idioma que se hablaba es el castellano, aunque el que entre sí hablan los indios y dicen
materno, es el mexicano; el cual según se informa el cura (Pbro. Esteban Pedro Robres) no es necesario
para la administración” -Monseñor Dr. Pedro Cortés y Larraz, 1770

“Aduaca. Pueblo numeroso de indios a legua al N.O. de San Salvador, pasa en población de 2,000 almas;
es fértil su terreno para todos frutos y semillas, aunque quebrado y sujeto a temblores; comúnmente reside

88
en él un coadjutor eclesiástico” – Corregidor Intendente Don Antonio Gutiérrez y Ulloa,
1807

Y todo ello se confirma, en los datos que se obtienen de la hoja del Censo de
Gómez de 1854, ya que “su temperatura es fresca y saludable… produce este suelo maíz, frijoles,
arroz, yuca, camote, jícamas, plátanos y gran cantidad de frutas comunes con que se abastece a la Capi-
tal…. La población contiene una iglesia excelente construcción y sencillo adorno, la cual es visitada por
los viajeros… hay un Calvario, dos casas de cabildo y convento, veintiuna casas de teja y ciento y uno de
paja” -Ignacio Gómez, 1860

Acerca de la población, el Cuadro estadístico general del municipio, del trabajo de Cen-
so se puede observar, el estado de sus habitantes y profesiones en que se ocupan:
Hombres entre
Niños me-
Casa- 15 y 50 años
Solteros Viudos nores de 10 Totales
dos solteros, casa-
años
dos y viudos

Hombres 32 99 19 105 150 255

Mujeres 35 99 54 221 188 409

Sumas…. 67 198 73 326 338 664

Profesiones de los individuos de esta población

HOMBRES MUJERES
103 labradores 3 costureras
1 eclesiástico 6 planchadoras
1 carpintero 1 florera
2 sastres 2 lavanderas
1 herrero 1 tejedora
2 albañiles 3 dulceras
1 comerciante 385 molenderas
32 jornaleros 8 quezadilleras
16 correos

Noviembre 20 de 1860 (Gómez, 1990)

Como dato curioso, se registran 409 mujeres (incluidas niñas menores de 10 años), y la
sumatoria del registro de profesiones con las mujeres sin niñas, en el mismo total: 188.
Pero, de los 255 hombres que se registran (incluidos niños menores de 10 años), pero sin

89
éstos últimos totalizan 150, y la sumatoria del registro de profesiones con los hombres
sin niños, en el total se registran 9 hombres más.

En el libro El Salvador: Historia de sus pueblos, villas y ciudades registramos la vida política
del municipio… El pueblo de Santiago Aculhuaca ha pertenecido a San Salvador de 12
junio de 1824 hasta 28 enero de 1835, perteneció al Distrito Federal de la República de
Centroamérica desde el 28 enero de 1835 hasta el 30 julio de 1839, luego fue parte de San
Salvador como Distro Norte hasta 1865 y luego de esa fecha, fue municipio del Distrito
Centro de San Salvador. Por Ley del 28 de febrero de 1901, Santiago Aculhuaca se ex-
tingue y se agrega como barrio a la ciudad de San Salvador, pero el 31 de marzo de 1903,
recuperó su antiguo rango de municipio. Luego por Decreto Legislativo el 18 de mayo de
1928 se le otorga el título de Villa al pueblo de Aculhuaca. (Larín J. L., 2000)

Las municipalidades de Santiago Aculhuaca, Nuestra Señora de Asunción Paleca y San


Sebastián Texinca, solicitaron al Poder Ejecutivo “fusión para formar una sola entidad”
y el 23 de octubre de 1935 se constituyó la nueva Villa con el nombre de Delgado. Pero
los municipios estuvieron en funciones administrativas hasta el 31 de diciembre de ese
año, siendo el primer Gobierno Municipal de la Villa el primero de enero de 1936.
Treinta y tres años después, el 17 de septiembre de 1968. La Asamblea Legislativa le
otorga el título de Ciudad. (Larín J. L., 2000) ( Jacinto, 2012)

Actualmente, el municipio de Ciudad Delgado es uno de los 19 municipios que consti-


tuye el Departamento de San Salvador, se encuentra ubicado a 4 kilómetros al noreste
de la ciudad capital. La posición territorial que ocupa es una porción de los márgenes
noreste del valle de Zalcuatitán que se encuentra a 624 msnm y el área del municipio
es de 33.42 km2.

Registros de las almas


administración Eclesiástica y Civil

En el proceso histórico de la organización de la Iglesia en El Salvador, se conoce que el


primer Curato que se erige en los pueblos es en 1688 y se encuentra en el pueblo Nues-
tra Señora de Asunción Paleca, como parte de la Vicaría de San Salvador. En 1713 por
visita pastoral del obispo guatemalteco Juan Bautista Álvarez de Toledo (de la Regular
Observancia, de los Frayles menores de Nro. P.Sn. Franc.co.), quién informa que los
pueblos de San Sebastián Texinca, Santiago Culuaca (Aculhuaca) se encontraban bajo
el curato de San Nicolás Obispo Tonacatepeque. Bajo el pastoreo de Fray Xavier Me-

90
drano ( Jacinto, 2012)

Entendiendo que el Curato es la división territorial eclesiástica que está bajo la juris-
dicción espiritual de un cura o párroco y, la Vicaría como el territorio que está bajo la
jurisdicción de un vicario, es decir, un sacerdote adjunto a un párroco que tiene entre
sus funciones ayudarle en su tarea pastoral, cuando éste no puede asumir toda la carga
de la parroquia o cuando está ausente. Asimismo, Visita Pastoral es la visita que realiza
un obispo a las parroquias y comunidades de su diócesis.

Jacinto, en su endo-etnografía, nos relata que el pueblo de Nuestra Señora de Asun-


ción Paleca, se encontraba bajo el cuido del curato Rectorado de San Salvador, es decir
bajo el pastoreo del bachiller don Francisco Romero de Quiñonez, (que era el Vicario
foráneo y estaba a cargo de los Frailes Dominicos en el siglo XVIII), quien ayudaba al
Bachiller don Antonio Trejo de Osorio, el cura más antiguo de la provincia.

El 19 de diciembre de 1741, se constituyó la coadjutoría – curato de Nuestra Sra. de


la Asunción Mexicanos, bajo esta jurisdicción se encuentran los pueblos de Ayutuxte-
peque, San Sebastián Tzincal (Texincal) y Santiago Culuaca (Aculhuaca), además de
parroquia de la cabecera.

Por ello, Fray Francisco de Zuaza, en un informe al superior gobierno en el Convento


de Almolonga, con fecha de 8 de junio de 1689, hace referencia al monasterio seráfico
de la villa de la Santísima Trinidad de Sonsonate y al monasterio de San Salvador, en
este último, él tiene a su cargo una doctrina de indios mexicanos pipiles. (Se tratará de
los indios acolhuas de México, como lo sostienen Lardé y Escalante). ( Jacinto, 2012)

Sin embargo, Monseñor Dr. Cortéz y Larraz en 1770, habla de las parroquias y de los
idiomas que en ella hablan y menciona a Aculhuaca, pero como anexo a la Parroquia
de Mejicanos y no a San Salvador, como lo menciona fray de Zuaza (Larín J. L., 1976)

Hay que considerar, como dato para San Salvador, que según la Estadística Parroquial
de 1860, de enero hasta junio, se registran 102 muertos, de los cuales son 53 hombre y
49 mujeres (García, 1950) pero del Libro de muertos de la Parroquia de Santiago Acul-
huaca (Fig.3) en el volumen 2 (1857-1861) en las hojas 20 y 21 se registran las partidas
de 1860, donde se totalizan 12, pero las últimas 3 corresponden a 1861.

91
Las 9 partidas de defunción de 1860, a quienes “se le dio sepultura cristiana y santos
sacramentos”, son
12 de marzo 17 de marzo
4 de febrero
Feliciano [Vásquez] Rita Gutiérrez, adulta
Inés [Vásquez], párvula
hijo natural de [*] Vás- hija legítima de Casio Mar-
hija legítima de Juan y
quez tínez y Francisca Gutiérrez
Juliana Vásquez

4 de agosto
3 de octubre 7 de octubre
Luis [*]
Victoria, párvula [*], párvulo
hijo legítimo de [*]
hija legítima de [*] Ra- hijo legítimo de Mariano
Domínguez y María
mírez y Luisa Martínez Vásquez y Norberta Gomes
Martínez

12 de octubre 16 de octubre 17 de octubre


Dionisia, párvula Agapita, párvula Benita, párvula
hija legítima de * y hija legítima de [*] Rive- hija legítima de Policarpio
Mariana Vásquez ra y María Rosales Crespín y Tomasa Vásquez

Se totalizan 6 párvulos y 3 adultos, 8 hijos legítimos y 1 hijo natural, además se identi-


fican:

Familia Vásquez: Inés, Juan, Juliana, Feliciano, Dionisia, Mariano, Mariana y Tomasa
Familia Martínez: Casio, María, Luisa
Familia Gutiérrez: Rita, Francisca
Familia Gómez: Norberta
Familia Rosales: María
Familia Crespín: Policarpio
Familia Domínguez: [s.i]
Familia Ramírez: [s.i]
Familia Rivera: [s.i]

Las edades no es posible identificar, pero el término latino parvŭlus, se asocia a niños de


muy poca edad, algunos aseguran no mayor a tres años. De igual forma, es lamentable
que el escriba no determine la muerte, lo que permitiría hace el estudio histórico médico
del municipio.

Barberena, menciona que 1879 se obligó a llevar el Registro Civil de nacimientos matri-
monios y defunciones, (Barberena, 1998), sin embargo, en los registros civiles digitales
de defunción para (Ciudad) Delgado, ya se registran fechas tempranas como 1861 y se
tiene hasta 1935. Para el primer año existe un Índice de nacimientos, matrimonios y
defunciones con 550 hojas en total, en las primeras hojas, se lee:

92
“El infrascrito Alcalde Municipal de la Villa: Certifica que en el Libro que llevo esta
Alcaldía en el año de mil ochocientos sesenta y siete, los cuales se encuentran bastante
deterioradas…..” (Fig.4)

A modo de conclusión

Por los actores y factores políticos, económicos y eclesiásticos de Santiago Aculhuaca,


se ha permitido obtener un registro histórico de su vida como municipio; sin embargo,
esta diversidad de personajes y hechos han generado un desorden documental, dado que
muchas de las administraciones parroquiales y civiles no han prestado la debida aten-
ción a la salvaguarda y protección del mismo.

Lo que se posee son datos ordenandos, congruentes pero con espacios históricos por la
situación anterior, por ejemplo, el camposanto que se ubicaba a la izquierda del atrio de
la iglesia de Santiago Aculhuaca, donde se dice que está la tumba de los Malespín (Pbro.
Juan Bertis Malespín), no puede asegurarse su ubicación, porque los datos del inmueble
de madera y lámina con fecha aproximada de 1910, no existen en el Archivo General de
la Nación, y mucho menos en la administración local, no hay documentos.

En una nota de un periódico nacional, con fecha de noviembre de 2010, dice que el
padre Esteban Alliet, quien llegó a la parroquia en los años 80, esta por construir una
nueva iglesia - que utilizaría las columnas de la antigua iglesia colonial, porque hará una
moderna iglesia con capacidad para unas 500 personas, y tendría un costo aproxima-
do de tres millones de colones…. Concultura, sugirió el desmontaje del inmueble por
seguridad de los feligreses, esto en base a los estudios de suelo y estructurales, según
el arquitecto Eduardo Góchez, en aquel entonces, técnico de la Dirección de Sitios y
Monumentos. Claro que el Dr. Héctor David Hernández (Director en ese entonces),
determinó, que, en efecto, la iglesia presenta “problemas estructurales importantes oca-
sionados por el deterioro de la estructura de madera, y el desplome de las columnas
interiores”

Por comentario de los vecinos se conoció que durante la construcción de la nueva Iglesia
se encontraron algunas osamentas humanas, que fueron conducidas al cementerio mu-
nicipal de Aculhuaca, en la misma área se encontraron lapidas de mármol, estas se dice
que se entregaron a Concultura (hecho aún no verificado por esta investigación) y que,
probablemente estos restos pertenecen al antiguo cementerio ( Jiménez, 1996), Que de
igual forma, en el sitio web de la Alcaldía, menciona que en 1850 se hizo la donación

93
del terreno para el cementerio municipal, pero la persona encargada desconoce si existe
un documento que lo certifica.

En la tesis de licenciatura de Jacinto, se lee que los libros del archivo parroquial de
Aculhuaca, ya que esta parroquia funciono por mucho tiempo como parroquia matriz,
se revisaron los libros de los años de 1872-1887; 1910; 1923; 1929; 1932-1940; y es de
lamentar que mucho de ellos, por su mal estado del papel, no se pudieron revisar. Como
se puede observar la información más antigua con que se cuenta en el Archivo Histórico
de la Arquidiócesis de San Salvador, se fecha de la época poscolonial.

Asimismo, en su anexo 4, menciona el listado de párrocos que administraron la parro-


quia de Santiago Aculhuaca obtenidos de los libros de actas de bautismo de la parro-
quia y libros de visitas pastorales… y el primer registro es Pbro. Gabriel Morales 1873.
( Jacinto, 2012)

La primera conclusión, es que la investigación de “finados de Aculhuaca” no ha termi-


nado, se está buscando una alianza con el párroco Guadalupe Aguilar Ramírez y perso-
nal de la Alcaldía, además con el Antropólogo Edgar Palma.

Que la falta de documentación de finales del siglo XIX, a pesar de su cercanía temporal,
es muchos casos es inexistente o es por referencias, de las cuales no se puede asegurar su
veracidad, aunque proceda de historiadores clásicos. Se suma, el estado de deterioro y
abandono de mucha documentación, o el desinterés por parte de las autoridades locales
(civiles y parroquiales) por la documentación antigua.

Que la documentación patrimonial funeraria de Santiago Aculhuaca busca voluntarios


para generar un registro digital, que permita, en un primer momento servicio comuni-
tario y luego, una base de datos para la investigación genealógica, económica y social
del extinto municipio. Además, de sumarse a la base de datos nacional que se está rea-
lizando.

Además, estos libros de defunción, son imprescindibles para el conocimiento de la de-


mografía histórica de la estadística oficial, como un ejemplo es el listado de años de
muertes y nacimientos que realiza Barberena en su Monografía. Pero, en estos registros
parroquiales se puede construir la vida de una persona, una familia y eso, reproducido
en cientos de ciudadanos o almas, permite incrementar la información histórica de las
ciudades.

94
Figuras

Figura 1. Poblaciones de origen náhuat y los asentamientos humanos al inicio de la colonia, en un mapa
en el actual territorio de El Salvador / Fuente: William R. Fowler. Nuevas perspectivas sobre las migra-
ciones de los pipiles y los nicaraos.

Figura 2. “Centroamérica, registros de los censos coloniales, 1607-1902,” FamilySearch (https://family-


search.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-12588-45052-76?cc=1651961:20May 2014)

95
Figura 3. “El Salvador registros parroquiales y diocesanos, 1655-1977,” FamilySearch (https://family-
search.org/pal:/MM9.3.1/TH-1951-22584-37975-46?cc=1919582:20 May 2014)

Figura 4. “El Salvador Registro Civil, 1704-1990,”


FamilySearch (https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1-12737-5979-17?cc=182120:29 June
2016)

96
Bibliografía

Barberena, I. (1998). Departamento de San Salvador. En I. Barberena, Monografías


departamentales (págs. 235-262). San Salvador: Dirección de Publicaciones
e Impresos.
García, M. Á. (1950). 1860. En M. Á. García, Diccionario Histórico-Enciclopédico de la
República de El Salvador (Vol. Tomo II San Salvador, págs. 39-60). San Sal-
vador: Imprenta Nacional.
Gómez, I. (1990). Estadística General de la República de El Salvador 1858-1861. En I.
Gómez, Estadística General de la República de El Salvador 1858-1861 (págs.
305-306). San Salvador: Dirección de Publicaciones e Impresos.
Jacinto, E. E. (2012). Pueblo de Santiago Aculhuaca. En E. E. Jacinto, Endoetnografía
del municipio de Ciudad Delgado (págs. 57-61). San Salvador: Tesis de licen-
ciatura.
Jiménez, T. F. (1996). Peregrinación, Fundación y Nominación de la Villa de San Sal-
vador hoy Ciudad Capital. En T. F. Jiménez, Peregrinación, Fundación y No-
minación de la Villa de San Salvador hoy Ciudad Capital. (págs. 78-79). San
Salvador: Editse.
Larín, J. L. (1976). Toponimia autóctona de El Salvador. En J. L. Larín, Toponimia
autóctona de El Salvador Central (págs. 15-17). San Salvador: Ediciones del
Ministerio del Interior.
Larín, J. L. (2000). Delgado. En J. L. Larín, El Salvador: Historia de sus pueblos, villas y
ciudades (págs. 172-177). San Salvador: Dirección de Publicaciones e Im-
presos.

97
INVESTIGACIONES ANTROPOLÓGICAS
Brecha de género a partir de «índice de
productividad estudiantil» en jóvenes estudiantes
salvadoreños

Guillermo Cuéllar-Barandiarán
Antropólogo investigador, miembro de la Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura
y Arte de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de El Salvador. Graduado de la Maestría
en Metodología de la Investigación Científica de la Universidad Evangélica de El Salvador
3.1416kin@gmail.com

Melissa Rivas Montoya


Estudiante egresada de la carrera de antropología de la Universidad de El Salvador, funge en el
presente trabajo como asistente de investigación.

Resumen

Esta investigación pone a prueba un esquema que examina de manera más integral lo
que viene manejándose como “rendimiento académico” en jóvenes estudiantes. Nume-
rosos estudios que tratan este tema muestran diversidad en el concepto, así como en
su medición, y terminan gestionando cuantificaciones elementales en tramos aislados.
Alejado de esta práctica, el presente estudio elaboró otro procedimiento basado en otro
concepto sistémico: «Productividad Estudiantil». Tal concepto se afilia a lo que en el
análisis económico se formula como el óptimo resultado obtenido al combinar una serie
de insumos en un proceso productivo. Partiendo de este entendimiento, la investigación
retomó diferentes tasaciones que pueden encontrarse en una secuencia ininterrumpida
de dedicación al estudio en una población objetivo. Luego estas tasaciones se condensa-
ron en un «Índice de Productividad Estudiantil». Este I.P.E. fue sometido a una prueba
de hipótesis, encontrándose una diferencia estadísticamente significativa en la «Produc-
tividad Estudiantil» diferenciada por género. Ante tal hallazgo, se sometió a prueba de
hipótesis cada una de las tasaciones involucradas en el I.P.E. lo que confirmó una brecha
de género en la «Línea de Rendimiento» de la población objeto de estudio observada
durante un año y medio a partir de su ingreso a la institución universitaria. La investiga-
ción concluye que esta brecha de género debe escudriñarse mejor, confrontándola con la
estandarización del bachillerato, y cotejándola con otros estudios que revelan el mismo
hallazgo en cuanto al desempeño estudiantil diferenciado por género.

Introducción

El tema del “rendimiento académico” viene siendo abordado desde diferentes enfoques
en diferentes países, con el propósito de conocer cuáles son los factores que inciden en
los resultados estudiantiles de los jóvenes, buscando respuestas ya sea en aspectos eco-
nómicos, sociales, psicológicos, pedagógicos.

En la proliferación de estudios sobre el tema, es notable la falta de consenso en cuanto


a la definición del concepto, así como a la forma de medirlo. Además, casi todos los
esfuerzos investigativos abordan el tema partiendo generalmente de parámetros regla-
mentados y segmentados en tramos o etapas aisladas.

El presente estudio propone un abordaje que integre diversos componentes cuantifica-


dos que pudiesen encontrarse dentro del recorrido pedagógico de una población objeto
de estudio, a modo de obtener una visión más integral del desempeño estudiantil de los
jóvenes bajo un concepto inédito: «Productividad Estudiantil».

Este concepto se adscribe al enfoque de la “función de producción educativa”, la cual


“expresa la máxima cantidad de producto obtenible a partir de una combinación de
insumos en el estado existente de tecnología y conocimientos disponibles.” (Simons &
Alexander, 1976). El término “productividad” resulta fructífero en la medida en que se
acerca a la ecuación clásica que establece que “a mayor educación mayor productividad
laboral”.

Este concepto eje es operado en el presente estudio bajo un constructo denominado:


«Índice de Productividad Estudiantil» I.P.E.

En razón de lo anterior, el constructo I.P.E. se erige incluyendo 5 parámetros cuantifi-


cados que aparecen como relevantes y distintos cada uno de ellos:

102
1) Término de la educación media: PAES. Este parámetro se retoma en aten-
ción a lo establecido en el régimen legal educativo del país.

2) Impacto de ingreso a la universidad: PROMPRI. El promedio de los prime-


ros parciales representa un cálculo más estandarizado que los “cursos pre-uni-
versitarios” implementados por cada institución. Este guarismo aporta una me-
dición de impacto de incorporación a un ignoto régimen estudiantil.

3) Acumulación de “unidades de mérito”: C.U.M. Este parámetro está debi-


damente reglamentado en la legislación especial que rige el sistema educativo
superior. (Cfr. Ley de Educación Superior, Decreto 468, octubre 14 de 2004).

4) Carga académica sobrellevada: MAPROB. Este parámetro refiere al número


de materias inscritas y aprobadas en determinado lapso. Es una tasación que
queda excluida en la legislación correspondiente, pero que es perentorio retomar
en el presente estudio que trata de “captar el valor de la productividad del estu-
diante” (Ferreyra, 2007).

5) Valor de rendimiento universitario: V.R.U. Este parámetro integra el C.U.M.


con la tasación MAPROB. Tanto la nota acumulada como la capacidad de asu-
mir carga académica en un lapso definido, pueden interactuar para diferenciar el
desempeño del joven estudiante (Ferreyra, 2007).

Metodología

Descripción de población objetivo


La población objetivo fueron estudiantes de ambos sexos, de edades entre 17 y 19 años34,
que ingresaron en el ciclo impar 2013 en calidad de nuevo ingreso a 5 universidades
ubicadas en el AMSS. La muestra quedó al final constituida por 360 casos que fueron
observados durante un período de 3 ciclos (1 año y medio).

Recolección de información
La información se obtuvo directamente del registro académico de las instituciones in-
volucradas, capturándose datos relativos a: Nombre y apellido completos, fecha de na-

34 Pertenecientes a cohortes poblacionales nacidas en 1994, 1995, 1996, de modo que a su


ingreso a la institucionalidad universitaria en el año del estudio (2013) contaban con 17,
18 y 19 años respectivamente.

103
cimiento, edad, género, fecha de graduación de bachillerato, nota PAES, número de
carnet universitario, carrera cursada, cuota de pago, promedio de primeros registros,
C.U.M. acumulado en los tres primeros ciclos de carrera, número de materias inscritas
y aprobadas en los ciclos 01-2013/02-2013/01-2014.

Operacionalización de variables
La variable PAES se manejará bajo el rango de valores 0 a 10, sin establecerse clases o
categorías agrupadas.

La variable PROMPRI se manejará bajo el rango de valores 0 a 10, sin establecerse


clases o categorías agrupadas.

La variable C.U.M. se manejará bajo el rango de valores 0 a 10, sin establecerse clases
o categorías agrupadas.

La variable MAPROB se manejará reconociendo un estándar de inscripción de 5 ma-


terias por ciclo, y fijando un máximo de 16 materias en el conjunto de los tres ciclos que
considera este estudio.

La variable V.R.U. se manejará mediante la sumatoria C.U.M.+MAPROB dividida


luego entre 2 con un decimal ad hoc (0.6)35 que permita mantener el rango de valores 0
a 10, sin establecerse clases o categorías agrupadas.

La variable I.P.E. se manejará mediante el cociente resultante de dividir la sumatoria


PAES+PROMPRI+C.U.M.+V.R.U. entre el número de componentes de la sumato-
ria (4). Esta variable, por tanto, considera el mismo rango de valores 0 a 10, sin estable-
cerse clases o categorías agrupadas.

Diseño de análisis estadístico


Se procedió a determinar los estadísticos descriptivos de la variable I.P.E. diferenciada
por género. Luego, mediante el cálculo de Z como valor de contraste, se procedió a va-
lidar estadísticamente la primera hipótesis de investigación.

35 El guarismo 0.6 obedece al máximo de materias inscritas y aprobadas (16) que se ha


aceptado en el conjunto de los tres ciclos que considera el presente estudio. El decimal
ad hoc puede variar según el máximo de materias inscritas y aprobadas por ciclo y en el
conjunto del período que contemple el estudio.

104
Hipótesis Nula

H0: µF = µM. No hay diferencia estadísticamente significativa entre la media del I.P.E.
de ambas muestras diferenciadas por género: Femenino y Masculino.

Hipótesis de investigación

H1: µF > µM. La media ponderada del valor I.P.E. que expresa la «Línea de Rendi-
miento» de las mujeres, es mayor que la media ponderada del valor I.P.E. que expresa
la «Línea de Rendimiento» de los hombres en el mismo período.

En un segundo momento, mediante el cálculo de Z como valor de contraste, se valida-


ron estadísticamente las hipótesis de investigación que plantean que las medias de las
mujeres en cada uno de los 4 componentes (PAES, PROMPRI, C.U.M. y V.R.U.)
contenidos en la «Línea de Rendimiento», son mayores que las medias de los hombres
en los mismos componentes contenidos en la «Línea de Rendimiento».

Hipótesis Nula

H0: µF = µM. No hay diferencia estadísticamente significativa entre las medias de cada
uno de los 4 componentes (PAES, PROMPRI, C.U.M. y V.R.U.) contenidos en la
«Línea de Rendimiento» de ambas muestras diferenciadas por género.

Hipótesis de investigación

H1: µF > µM. Las medias de los 4 componentes (PAES, PROMPRI, C.U.M. y V.R.U.)
que están contenidos en la «Línea de Rendimiento» de las mujeres, son mayores que las
medias de los mismos componentes que están contenidos en la «Línea de Rendimien-
to» de los hombres en el mismo período.

Resultados

En la Figura 1 se visualiza la distribución de la variable género, donde el 62 % corres-


pondió al género femenino y un 38 % al género masculino.

105
Figura 1. Distribución del Género.

En la Figura 2 se observa la distribución de la variable edad, correspondiendo un 13%


a la edad de 17, un 59% a la edad de 18, y un 29% a la edad de 19.

Figura 2. Distribución de la variable Edad.

En la Figura 3 se visualizan los resultados para la variable I.P.E. donde un 0% corres-


ponde a la nota 0<1; un 2% a la nota 1<2; un 1% a la nota 2<3; un 2% a la nota 3<4; un
1% a la nota 4<5; un 12% a la nota 5<6; un 31% a la nota 6<7; un 37% a la nota 7<8; un
14% a la nota 8<9; un 1% a la nota 9<10.

Figura 3. Valores de la variable I.P.E. que representa la «Línea de Rendimiento» de la


población objeto de estudio

106
La Tabla 1 revela que el total de la población objeto de estudio (360 estudiantes) pre-
senta una media de 6.86 en el I.P.E. general, con un coeficiente de variación del 13% lo
que indica que dicha media es bastante representativa.

Tabla 1. Estadísticos descriptivos de la variable I.P.E. en general


I.P.E. GENERAL
Media 6.855728936
Desviación estándar 1.284709601
Varianza de la muestra 1.65047876
Cuenta 360
Nivel de confianza (95.0%) 0.133158348

La Tabla 2 revela que la muestra de 224 estudiantes correspondiente al género femeni-


no presenta una media de 7.09 en su I.P.E. con un coeficiente de variación del 15% lo
que indica que dicha media es bastante representativa.

Tabla 2. Estadísticos descriptivos de la variable I.P.E. para el género femenino


I.P.E. FEMENINO
Media 7.090063221
Desviación estándar 1.110585308
Varianza de la muestra 1.233399727
Cuenta 224
Nivel de confianza (95.0%) 0.146230975

La Tabla 3 revela que la muestra de 136 estudiantes del género masculino presenta una
media de 6.47 en su I.P.E. con un coeficiente de variación del 25% lo que indica que
dicha media es representativa.

Tabla 3. Estadísticos descriptivos de la variable I.P.E. para el género masculino


I.P.E. MASCULINO
Media 6.469766586
Desviación estándar 1.452746619
Varianza de la muestra 2.110472738
Cuenta 136
Nivel de confianza (95.0%) 0.246365069

La Tabla 4 revela que el valor de Z calculado (4.28) es mayor a 1.64 por lo que se re-
chaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alternativa que propugna que la media

107
del I.P.E. de las estudiantes del género femenino (7.09) es estadísticamente mayor que
la media del I.P.E. de los estudiantes del género masculino (6.47).

Tabla 4. Prueba Z para medias I.P.E de dos muestras diferenciadas por género
  I.P.E. Femenino I.P.E. Masculino
Media 7.090063221 6.469766586
Varianza (conocida) 1.233399727 2.110472738
Observaciones 224 136
Diferencia hipotética de las medias 0
Z 4.277965747

La Tabla 5 revela que el valor de Z calculado (0.36) es menor que 1.64 por lo que se
acepta la hipótesis nula que establece que no hay diferencia estadísticamente significa-
tiva entre las medias PAES de ambas muestras diferenciadas por género: Masculino y
Femenino.

Tabla 5. Prueba Z para medias PAES de dos muestras diferenciadas por género
  PAES masculino PAES femenino
Media 5.579044118 5.515
Varianza (conocida) 2.463007228 2.98541435
Observaciones 136 224
Diferencia hipotética de las medias 0
Z 0.361202852

La Tabla 6 revela que el valor de Z calculado (4.16) es mayor que 1.64 por lo que se re-
chaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alternativa que propugna que la media del
PROMPRI de las estudiantes del género femenino (7.56) es estadísticamente mayor
que la media del PROMPRI de los estudiantes del género masculino (6.76).

Tabla 6. Prueba Z para medias PROMPRI de dos muestras diferenciadas por género
  PROMPRI Femenino PROMPRI Masculino
Media 7.559910714 6.760894608
Varianza (conocida) 1.669248697 3.997815099
Observaciones 224 136
Diferencia hipotética de las
medias 0
Z 4.162462438

108
La Tabla 7 revela que el valor de Z calculado (3.70) es mayor que 1.64 por lo que se
rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alternativa que propugna que la media
del C.U.M. de las estudiantes del género femenino (7.69) es estadísticamente mayor
que la media del C.U.M. de los estudiantes del género masculino (7.02).

Tabla 7. Prueba Z para medias C.U.M. de dos muestras diferenciadas por género
  C. U. M. Femenino C. U. M. Masculino
Media 7.688719344 7.016820926
Varianza (conocida) 1.680592312 3.475941296
Observaciones 224 136
Diferencia hipotética de las medias 0
Z 3.695263293

La Tabla 8 revela que el valor de Z calculado (4.86) es mayor que 1.64 por lo que se
rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alternativa que propugna que la media
del V.R.U. de las estudiantes del género femenino (7.60) es estadísticamente mayor que
la media del V.R.U. de los estudiantes del género masculino (6.52).

Tabla 8. Prueba Z para medias V.R.U. de dos muestras diferenciadas por género
  V. R. U. Femenino V. R. U. Masculino
Media 7.596622825 6.522306691
Varianza (conocida) 2.918776114 4.880227578
Observaciones 224 136
Diferencia hipotética de las medias 0
Z 4.857516441

En resumen: La tabla 4 demuestra que la diferencia de género que refleja el I.P.E. es


estadísticamente significativa. Y las tablas 5, 6, 7 y 8 demuestran que a partir del ingreso
a la universidad se presenta una brecha de género en la «Línea de Rendimiento» de la
población objeto de estudio. Véase a continuación la Figura 4 donde se visualiza esta
brecha.

109
Figura 4. Visualización de las «Líneas de Rendimiento» diferenciadas por género.

Análisis y discusión de resultados

Se consultó documentación que aportase información relevante para explorar giros ex-
plicativos con respecto a la brecha de género que se descubrió en el presente estudio. Fue
así que se encontró que el Atlas Mundial de Equidad de Género en Educación, publicado
en el año 2012 por la UNESCO, revela una brecha de género en la matrícula universi-
taria en casi todos los países del mundo occidental, siendo las mujeres mayoría en este
asunto (DiPrete & Buchmann, 2013). Debe especificarse que El Salvador aparece seña-
lado en dicho Atlas como un país donde en efecto se verifica esta tendencia.

También se encontró una tesis llevada a cabo por dos aspirantes a la licenciatura en
Ciencias Económicas la cual siguió el mismo paradigma de análisis utilizado en la pre-
sente investigación. El trabajo estimó “funciones de producción con un solo producto
y múltiples insumos”, poniendo a prueba 8 hipótesis relacionadas con el “rendimiento
académico” de jóvenes estudiantes de primer ingreso de una universidad salvadoreña.
(Munguía de Perdomo & Simán de Bahaia, 1979).

Una de estas hipótesis enfocó el sexo de la población objetivo en carreras donde ge-
neralmente se ha juzgado que “es el alumno de sexo masculino quien obtiene mejores
notas” y que, por lo tanto, se consideran que son “no muy apropiadas para el sexo feme-
nino.” (Munguía de Perdomo & Simán de Bahaia, 1979).

El trabajo concluye que “se comprobó la hipótesis referente a que el sexo del estudiante
es un factor importante para el Rendimiento”, sobre todo en carreras de la Facultad de

110
Ciencias Económicas, donde “se observa que son los alumnos de sexo femenino los que
obtienen un mayor rendimiento académico”, resultado que contradice la creencia gene-
ral de que “esta carrera es más apropiada para el sexo masculino.” (Munguía de Perdomo
& Simán de Bahaia, 1979).

Por otro lado, la investigadora argentina, María Gimena Ferreyra, consigna que en va-
rios países se reportan disparidades en el desempeño diferenciado por género en el
ámbito universitario. La autora cita los trabajos realizados en los Estados Unidos por
Betts y Morrel (1999) y Naylor y Smith (2004), los cuales concluyen que “las mujeres se
desempeñan mejor en la universidad” (Ferreyra, 2007).

Fereryra (2007) también retoma investigaciones realizadas en universidades argentinas


y repara en resultados pertinentes: Por ejemplo, que al diseñarse mediciones alternativas,
las mujeres muestran un mejor desempeño (Porto y Di Gresia, 2001); o que el riesgo de
abandono es mayor en los hombres (Giovanoli, 2002); o que en 16 de 29 universidades
el género incide significativamente, presentando las mujeres siempre un mejor desem-
peño (Di Gresia, Porto y Ripani, 2002); o también que, no obstante el género tenga un
efecto heterogéneo en los distintos cuantiles, el desempeño de los hombres es siempre
más bajo (Di Gresia, Fazio, Porto, Ripani y Sosa Escudero, 2005).

En la búsqueda de un mayor esclarecimiento sobre este fenómeno, se encontró final-


mente un exhaustivo estudio llevado a cabo por Thomas DiPrete y Claudia Buchmann36,
publicado recientemente bajo el título: The Rise Of Women: The Growing Gender Gap in
Education and What It Means for American Schools.37

Los autores evidencian un desconcertante hallazgo: la brecha de género identificada


desde inicios del siglo XX y que favorecía a los varones en sus resultados dentro del
ámbito educativo formal, ha sufrido una notoria reversión a partir del último cuarto del
siglo pasado (DiPrete & Buchman, 2013).

Mediante evidencias estadísticas, los sociólogos norteamericanos muestran que en la


actualidad las mujeres manifiestan una mayor propensión a inscribirse en la universidad,
a graduarse, y a alcanzar en consecuencia niveles de posgrado.

36 THOMAS A. DIPRETE es catedrático de sociología en la Universidad de Columbia; CLAUDIA BU-


CHMANN es catedrática de sociología en la Universidad Estatal de Ohio.
37 El Ascenso de las Mujeres. La creciente brecha de género en Educación y su significado para el
sistema educativo estadounidense.

111
Figura 5. Para 1980 la brecha de género ya favorecía ostensiblemente a las mujeres
con respecto a la matrícula y a la conclusión exitosa del pre-grado universitario en los
Estados Unidos (DiPrete & Buchmann, 2013).

Los estudiosos reconocen que esta reversión en la brecha de género en el campo educa-
tivo es patente no sólo en los Estados Unidos, sino que se manifiesta en buena parte de
los países del mundo industrializado.

DiPrete y Buchmann (2013) propugnan que esta tendencia emana de la calidad del
desempeño verificado en etapas escolares previas. Los científicos logran establecer que
existe una relación entre los promedios obtenidos en la educación media y la propen-
sión a terminar exitosamente la etapa universitaria, concluyendo que, hoy por hoy, los
jóvenes varones en conjunto son superados en sus resultados por sus congéneres feme-
ninos en todos los niveles escolares. Este hecho no se debe a que las mujeres sean más
inteligentes. Según los estudiosos, la diferencia en este asunto “reside en los niveles de
esfuerzo y compromiso” que despliegan los sujetos en el quehacer educativo (DiPrete y
Buchmann ,2013).

Para fundamentar esta aseveración, los sociólogos norteamericanos recurren a paráme-


tros evaluativos que antes no fueron considerados y que de hecho son indicadores de pa-
trones de comportamiento y habilidades sociales como la constancia, el involucramiento
personal, sentimientos hacia la educación a largo plazo, tendencias hacia la indocilidad
y el absentismo. De ese modo encuentran “importantes diferencias que emergen desde
las primeras etapas escolares como, por ejemplo, que las mujeres muestran mayor perse-

112
verancia y autocontrol, consiguiendo mayores niveles de retroalimentación gratificante
por aplicarse a sus labores en el día a día. Estas son destrezas y habilidades que propor-
cionan ventajas cruciales en el proceso de aprendizaje” (DiPrete & Buchman, 2013).

Al analizar lo que pudo haber pasado, tanto en la sociedad como en la escuela, para
que tal fenómeno haya acontecido, los autores de este estudio descubren que la actual
reversión de la brecha de género en el ámbito educativo se debe, no tanto a diferencias
en facultades intelectuales, sino a configuraciones sociales y culturales que, al ser trasto-
cadas desde la segunda mitad del siglo pasado, han propiciado que hombres y mujeres,
colocados ante símiles desafíos en una plataforma regulada, hayan adaptado su desem-
peño de manera dispareja.

Es aquí donde DiPrete & Buchman (2013) recurren a estudios etnográficos, recono-
ciendo que, efectivamente, los análisis cualitativos complementan los argumentos apo-
yados en técnicas estadísticas; y a partir de este escrutinio arriban a la conclusión de que
la normatividad varonil que prevalece en la sociedad patriarcal moderna induce nocio-
nes y actitudes que restringen el adecuado involucramiento de los estudiantes masculi-
nos en el sistema escolarizado.

Según DiPrete y Buchmann (2013) los estereotipos socioculturales consiguen que los
jóvenes no enchufen su identidad masculina en construcción con procedimientos, acti-
vidades y proezas que se valoran dentro del sistema escolarizado. “Nuestra investigación
muestra que el bajo rendimiento de los varones en la escuela tiene mucho más que ver
con normas sociales acerca de la masculinidad que con la anatomía, hormonas o capaci-
dades cerebrales”, concluyen elocuentemente los sociólogos norteamericanos.

La otra discusión que queremos plantear a partir de los resultados del presente estudio,
es la discontinuidad que se verifica entre el desempeño tasado al fin del bachillerato y el
desempeño tasado al ingreso inmediato a la universidad.

El promedio general que tasa el ingreso a la educación superior muestra un alza signifi-
cativa con respecto al promedio general obtenido al término de la educación media. De
esto se deduce que el desempeño estudiantil previo no explica el de la siguiente etapa,
tanto en el nivel general como en el diferenciado por género.

Este resultado representa una anomalía, si se atiende a los estudios que concluyen que
“el promedio obtenido en la escuela secundaria es un elemento relevante para explicar el
desempeño universitario en todos los casos.” (Ferreyra, 2007). Es un hecho que la ma-

113
yoría de estudios encuentran que, en términos del desempeño estudiantil, no existe una
discontinuidad o ruptura (DiPrete & Buchman, 2013) entre estas dos etapas (educación
media y universidad) que se suceden institucionalmente.

Estos señalamientos conllevan un serio cuestionamiento hacia la estandarización que


se viene reflejando en el sistema evaluativo oficial salvadoreño con respecto al bachille-
rato, y la consecuente discontinuidad o desconexión con la siguiente etapa del trayecto
pedagógico. Habrá que revisar a profundidad dicho sistema evaluativo, de manera que
revele lo que en verdad está ocurriendo en la institucionalidad escolar previa al ingreso
a la educación superior.

Conclusiones

1) El presente estudio puso a prueba un esquema evaluativo regido por un concepto


sistémico: «Productividad Estudiantil». Bajo este concepto, el esquema aglutinó un con-
junto de variables cuantificadas que dan cuenta de diversas fases que están implicadas
en un trayecto escolarizado ininterrumpido en un universo poblacional determinado.

2) Al aplicar el esquema antedicho, los resultados señalan que se verifica una disconti-
nuidad entre las dos etapas que se suceden institucionalmente (bachillerato y univer-
sidad), y además se observó una “brecha de género” estadísticamente significativa en el
universo poblacional.

3) El hallazgo relativo a la “brecha de género” plantea la necesidad de estudios posterio-


res para determinar si el fenómeno es característico en el ámbito educativo salvadoreño
en general, al igual que lo es en otras latitudes.

4) Queda pendiente averiguar si la discontinuidad entre las dos etapas (bachillerato y


universidad) se debe a un razonable impacto de ingreso a una etapa donde rige otro
marco de desempeño estudiantil, o se trata de una falencia significativa en el instrumen-
to evaluativo oficial que tasa el término del bachillerato.

114
Bibliografía

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vel. RELIEVE, vol. 13: 2, 215-234.

115
La frts y el centro sindical libertario:
anarquismo e intelectualidad obrera en El Salvador
(1924-1930)

José Alemán
Estudiante de la Licenciatura en Historia, Universidad de El Salvador.
Este artículo es parte del proyecto de investigación de la cátedra de Seminario de Historia de
El Salvador II. jose.allemandz@gmail.com

Resumen

En El Salvador existieron organizaciones de inspiración anarquistas en las primeras tres


décadas del Siglo XX. Este esfuerzo pretende describir como recreó los postulados del
anarquismo el sector obrero dentro de La Federación Regional de Trabajadores y El
Centro Sindical Libertario.

Introducción: Este trabajo aborda las ideas anarquistas en El Salvador específicamente


en la Federal Regional de Trabajadores (F.R.T.S.), fundada en 1924. Dentro de dicha
organización se puede apreciar según las fuentes de periódicos y revistas un rico de-
bate entre grupos anarcosindicalistas, marxistas, antiimperialistas, unionistas, apristas
y anarquistas. Estos últimos encontrarán su lugar de expresión en el Centro Sindical
Libertario fundado en 1930. El objetivo consiste en describir los postulados ácratas re-
producidos en ambas organizaciones y el grado de articulación internacional que estos
sectores crearon a través de la conformación de densas redes intelectuales obreras.

116
Antecedentes históricos del anarquismo en El Salvador

Los trabajadores urbanos y rurales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX
entraron en contacto con los paradigmas del fenómeno político que constituyó el anar-
quismo, cuyos postulados fueron recreados en Europa y América38. El Salvador no fue
ajeno a este proceso y contó con la presencia de anarquistas extranjeros como Anselmo

Bellaguerigue39 y anarquistas locales como es el caso de Enrique Córdova40 al iniciar el


siglo XX. La idea clásica del anarquismo, según Piot Kropotkin se define como:

“un principio o una teoría de la vida y de la conducta según las cuales la sociedad es concebida sin gobier-
no (del griego An y Arche: sin autoridad), la armonía en una sociedad así se logra no por la sumisión a la
ley o por la obediencia a cualquier autoridad, sino por los libres acuerdos concluidos entre los numerosos
y variados grupos, en base territorial o profesional, constituidos libremente para las necesidades de la
producción y el consumo; tanto como para satisfacer la infinita variedad de necesidades y aspiraciones
de un ser civilizado”41

Nuestro país en dicho período contó con mutualidades, cooperativas y gremios que
trataron de nuclear las capas laboriosas para ganar estatuto legal42, crear congresos obre-
ros43, establecer correspondas con los demás obreros de la región44 y participar del ritual

38 Ángel Capelleti, El Anarquismo en América Latina, (Biblioteca de Ayacucho, 1990), http://www.


bibliotecaayacucho.com/fba/index.php?id=97&b...s=157.
39 Este migró al establecerse el Segundo Imperio Francés entre 1851 y 1852, primero llegó a Hondu-
ras, para después establecerse definitivamente en El Salvador, estuvo involucrado en la Revolución
Francesa. En 1850 publicaba en París L´Anarchie-journal de l´Or, a su vez fungió como docente y
funcionario público durante su estancia en el país. Nettlau en 1906 constató la existencia de un vás-
tago suyo en el Pimental, Departamento de La Libertad. Ver: Arturo Taracena Arriola, “El manuscrito
de Max Nettlau sobre el anarquismo en Centroamérica (1906-1932),” Política y Sociedad 2009.
40 Publicó su tesis “algunas fases del problema social” en 1904, se graduó de abogado en la Uni-
versidad de El Salvador. Entre sus principales postulados tenemos: La herencia es el origen de la
desigualdad social. En este planteamiento Córdova sigue al pensador ruso Mijail Bakunin para quien
el Estado lo que debería hacer es modificar la ley de herencia para llegar cuanto antes a su completa
abolición, mientras existiera el derecho de herencia, perduraría la desigualdad económica heredita-
ria. En 1926 vio venir el colapso del anarquismo ante la oleada bolchevique. Ver: Ricardo Argueta,
“El primer pensador anarquista en El Salvador (1904),” Análisis sociológico boletín(2014).
41 José Mourelo, “El anarquismo en Costa Rica” (Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica,
1970). 19-20.
42 Luis Rubén Gonzáles Márquez, “Sociabilidad y organizaciones artesanales obreras: La Sociedad
de Artesanos El Porvenir de Santa Tecla 1902-1932” (Licenciatura en Historia, Universidad de El
Salvador, 2012). 201-232.
43 Rafael Menjivar, Formación y lucha del proletariado industrial salvadoreño (San José: Educa,
1982). 39.
44 Cristina Zeledón Lisano, El anarquista, defensor de los trabajadores, labrador de ideales: Semblan-
za de (Billo) Zeledón (Cartago: Instituto Tecnológico de Costa Rica, 2003). 45.

117
cívico45, características que cruzan todo el periodo hasta la década de los veinte. En
esta coyuntura surgen la Unión de Obreros Salvadoreños (U.O.S) y la Confederación
de Obreros de El Salvador (COES), ambas con inspiración anarquista46, en miras a
formar una Confederación Centroamericana (C.O.C.A), esta sería patrocinada por La
American Federation of Labour (A.F.L), fundada en 1918 por Samuel Gomper en
Washington, esta contó con presencia de obreros de dichas organizaciones47. Estas y
otras organizaciones lograron crear las condiciones necesarias para la autogestión obrera
y el internacionalismo e iniciarían un acelerado proceso de radicalización en la medida
que fueron incorporando sindicatos a sus filas.

Los estados de sitio implantados desde el Estado, flagrantes irregularidades en el sis-


tema electoral y una persecución por parte del aparato represivo a la organización en el
campo impuesta por la Dinastía Meléndez-Quiñones constituyen el marco histórico
que vivieron los artesanos y obreros entre 1924 y 1927. Fue solo a través de la apertura
política para el obrerismo, por parte de Pio Romero Bosque a finales de la década, que
los sectores sociales subalternos se desbordaron en nuevas expresiones políticas y cultu-
rales contra hegemónicas al proyecto de las elites. A pesar que el liberalismo continúo
siendo la matriz ideológica de los obreros, estos pudieron poner en pie una Federación
siguiendo las ideas de Pierre Joseph Proudhon48. Entre sus presupuestos tenemos que
todo individuo es una unidad compleja e irreductible, dichos individuos desarrollan su
potencial en convivencia con otros. Cualquier tipo de asociación parte de un “convenio”
entre las partes en donde cada una de ellas es autónoma49. Dicha Federación perseguiría
elaborar una constitución obrera y a servir de base entre la ciudad y el campo para echar
a andar trabajo organizativo y sindical.

La Federación Regional de Trabajadores de El Salvador:


grado de articulación internacional y postulados
anarquistas

La “Federal” como también fue conocida fue fundada el 21 de septiembre de 1924.

45 Carlos Gregorio López Bernal, Tradiciones inventadas y discursos nacionalistas: el imaginario na-
cional de la época liberal en El Salvador, 1876-1932 (San Salvador: Editorial e Imprenta Universita-
ria, 2007). 98-116.
46 Arturo Taracena Arriola, “La confederación obrera de Centro America 1921-1928,” Anuario de Estu-
dios Centroamericanos 10 1984. 5-9.
47 Ibid. 12.
48 Anarquista francés (1809-1865). Una de sus tesis más importantes es que la propiedad es un robo.
49 Pierre Joseph Proudhon, El Principio Federativo (México D.F.: Ediciones Gernika, 2001). 61-64.

118
De las noticias periodísticas de la época se desprende que la mayoría de sus miembros
tenían inspiración anarquista y anarcosindicalista. Este último fenómeno político se
define cómo la organización de los trabajadores a través de sindicatos que buscan la
emancipación de la clase trabajadora. Es un movimiento autónomo, determinantemen-
te economicista donde se practica el abstencionismo doctrinario50 y el anticlericalismo51.
Los anarcosindicalistas propulsan la autogestión.52

La “Federal” surge en el contexto de la materialización de La Confederación Obrera


Centroamericana, en el periodo 1922-1928, patrocinada por la A.F.L., influenció a la
clase obrera salvadoreña. Señala Luis Salazar que por la importancia que significaba
en esa época para el movimiento obrero mundial, quiso ser atraída por el colectivismo
norteamericano de Gompers. Sin embargo, el Consejo Superior se inclinó por la Fe-
deración Sindical Internacional (F.S.I) con sede en Ámsterdam, cuyas tendencias eran
anarquistas. La Tercera Internacional Comunista de Moscú, consideraba las actuaciones
“moderadas” de la F.S.I., como traidoras al movimiento mundial de los trabajadores y
las calificaban de “amarillas”. No obstante a partir de 1922, cambió y propuso con insis-
tencia la fusión de ambas organizaciones con el fin de formar un frente único. De esta
fecha en adelante todas aquellas organizaciones obreras adheridas a la F.S.I.53 recibirían
propaganda anarquista, entre ellos la COCA y en especial la FRT de El Salvador.”54

El siguiente cuadro nos muestra las principales ideas de intelectuales anarquistas entre
el Comité Pro Acción Sindical de Guatemala (C.P.A.S) y el Consejo Provisional Fede-
rativo de La F.R.T.S, que según Arturo Taracena, vivieron un proceso similar en cuanto
a su radicalización e influencia entre las masas obreras, ambas prestaron sus países para
la instauración de la C.O.C.A entre 1924-1925.

50 Edmundo Anaya R., “La Federación Regional de Trabajadores no apoyará a ningún partido político,”
Diario del Salvador, 11 de septiembre 1929. 1.
51 Roque Dalton, Miguel Mármol: Los sucesos de 1932 en El Salvador (San Salvador: Uca Editores,
2000). 139.
52 Según Argueta es una socialización de los medios de producción a través del control obrero.
53 También conocida como AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores). Ámsterdam se configu-
raba como el centro neurálgico de operaciones anarquistas a nivel mundial, con agresivas campa-
ñas de propaganda contra el imperialismo, dentro del contexto de la guerra hispano-estadunidense
y el proceso en su zona de “acción y reconquista” de obreros a las causas anarquistas.
54 Luis Alfonzo Salazar, “Los sindicatos obreros” (Tesis, Universidad de El Salvador, 1956). 17.

119
Manuel Bautista Máximo dirigente anarquista, tala- Escribía sobre la situación
Grajeda. (1925- bartero de profesión. Vinculado al social y obrera.
1944) Partido Unionista Fundador del Co- Situación campesina e
Sindicato: Co- mité Pro Acción Sindical. Sirvió de indígena en Guatemala.
mité Pro Acción contacto con Julio Díaz, anarcosin-
Sindical. dicalista de la FORA (Finales de 1925
y 1926). Participó en el Congreso
Constitutivo de la Asociación Con-
tinental Americana de Trabajadores
(1929, Buenos Aires).

Virgilio Alvarado Delegado plenipotenciario de la Elaboración de una consti-


Chacón. (1924- Federación Obrera de Nicaragua y tución obrera
1928) honorable delegado ante la COCA.
Sindicato: Fede- Miembro del Consejo Provisional de
ral Regional de la FRTS (1924). Sirvió de contacto
Trabajadores de con Julio Díaz, anarcosindicalista de
El Salvador. la FORA (Finales de 1925 y 1926).
Gumersindo Líder obrero anarcosindicalista. Apoyó el aumento de la
Ramírez G. Zapatero de profesión. Miembro tarifa salarial.
(1924-192?) del Consejo Provisional de la FRTS Daba estudios a sus
Sindicato: Fede- (1924). 1927, participó en congresos obreros en la Universidad
ral Regional de obreros en México. Editorialista en Popular.
Trabajadores de El Machete, órgano de prensa de la Extenso trabajo organizati-
El Salvador. FRTS. vo en el campo.
Apolítico y anticlerical
(aprendió sindicalismo en
México).
Unión de trabajadores del
campo y la ciudad ante las
duras condiciones labora-
les

Fuente: Elaboración propia en base a: Arriola, Arturo Taracena. “Presencia Anarquista En Guatema-
la Entre 1920-1932.” Revista Mesoamérica 15, 1988. 5-7.; López Bernal, Carlos Gregorio. Tradiciones
Inventadas Y Discursos Nacionalistas: El Imaginario Nacional De La Época Liberal En El Salvador, 1876-
1932. San Salvador: Editorial e Imprenta Universitaria, 2007. 197-198.; Dalton, Roque. Miguel Mármol:
Los Sucesos De 1932 En El Salvador. San Salvador: Uca Editores, 2000. 148.; Monteflores, Omar Lucas.
“El Anarquismo En Guatemala: El Anarco Sindicalismo En La Ciudad De Guatemala (1920-1932).”
Universidad de San Carlos de Guatemala, 2011. 169. “Inauguración E Instalación Del Primer Congreso
Obrero.” Diario Latino, 17 de noviembre 1924, 2.

120
Con la llegada del militante anarquista argentino Julio Díaz de la Federación Obrera
Regional Argentina (F.O.R.A), luego del segundo congreso de la F.S.I. a México en
1925, la Coordinadora General de Trabajadores (C.G.T) se convertía así, en un baluar-
te estratégico que era necesario atraerse para la propaganda anarquista en el continente.
José C. Valadés, por entonces secretario de la C.G.T. y Nicolás T. Bernal, del Grupo
Cultural “Ricardo Flores Magón”, de Ciudad de México55, enviaron un delegado de
apellido Ríos a buscar los contactos en Centroamérica. A su regreso este notificó los
contactos de Antonio Méndez Paz y Manuel Bautista Grajeda, en la ciudad de Guate-
mala, y de Virgilio Alvarado Chacón, en San Salvador, este figuraba como miembro del
consejo provisional de la FRTS (para inicios de 1925 Gumersindo Ramírez G. aparece
entre los principales dirigentes en la foto de la “junta provisional” de la F.R.T.S) como
delegado por la C.O.C.A. en León, Nicaragua56, las cuales fueron remitidas a Diego
Abad de Santillán, directivo de la FSA en Ámsterdam57.

Fuente: José Mejía. “El Día Obrero.” Diario Latino, 2 de mayo 1925, 4. Al pie de la foto se lee:
Grupo del actual Consejo de la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador., senta-
dos: Virgilio Alvarado Chacón; Nicolás de J. Escobar, Presidente; César I Rodríguez. Parados:
Gumersindo Ramírez G; Arturo Moreno. Este Consejo tiene su local en la 2ª C. P. N˚ 13.
Controla en su organización ya siete diferentes gremios.

La celebración del 1˚ de mayo, símbolo adoptado por el movimiento anarquista mundial,


comenzó otra etapa dentro del sector artesanal y obrero. En 1925 esta fecha conmemo-

55 María Miguelañez Martínez, Anarquistas americanos y la Asociación Internacional de Trabajadores.


Una historia social y cultural de redes transnacionales (España: Ministerio de ciencia e innovación,
2013). 5.
56 José Mejía, “El día obrero,” Diario Latino, 2 de mayo 1925.
57 Arturo Taracena Arriola, “Presencia Anarquista en Guatemala entre 1920-1932,” Revista Mesoamé-
rica 15 1988. 5-6.

121
rativa se celebró en San Salvador. El objetivo de este evento fue dar a conocer el porqué
de dicha “fiesta” obrera, a lo que agregaba José Mejía58, intelectual obrero de la Sociedad
de Artesanos el Porvenir de Santa Tecla, que en la mentalidad obrera habría que:

“quemar incienso puro para elevarlas en espirales blancas nuestro tributo de cariño y veneración a
los mártires de Chicago muertos pérfidamente a nombre de la ley bastardeada (…) por una burguesía
codiciosa y de corazón petrificado…”59.

Más adelante deja ver su vocación internacionalista declarando: “No hay país civilizado
en Europa y América en donde no sea celebrado el 1˚ de mayo por todos los obreros
hombres y mujeres. Grandes desfiles, procesiones solemnes, discursos tremendos, paro
de trabajo… nada de orgías… eso es el 1˚ de mayo en todo el mundo. Esa es la llamada
Fiesta del Trabajo” 60.

El objetivo de Mejía es socializar al máximo la carga simbólica de esta conmemoración


con todos los obreros organizados para que estos se encarguen de reproducirla, teniendo
en cuenta:

“que sepan de fondo conocer la Génesis de esa celebración para que comprendan la verdadera finalidad
de la Fiesta del Trabajo, única fecha mundial en la vida de los trabajadores todos del mundo.”61

La adopción de símbolos anarquistas, nos dice A. Cobos, nos permiten conocer más a
profundidad la ideología que mayor acogido tuvo desde su fundación la Federal62. Se
adoptó la bandera rojinegra (que duraría hasta 1930 cuando se reemplaza por la ban-
dera roja con la hoz y el martillo con la leyenda: “PCS miembro del Consejo Sindical
Latinoamericano”)63. Para 1925 un periodista del Diario Latino advertía acerca de los
“peligros” de la ideología anarcosindicalista, este afirmaba que en Chalchuapa un sin-
dicato de carpinteros y albañiles, la Unión de Trabajadores Sindicalistas, “en pláticas

58 Dirigente obrero anarcosindicalista, participó en el Primer Congreso Obrero Centroamericano


(1911), Miembro delegado ante la C.O.C.A. por La Sociedad El Porvenir. Vinculado al Partido Labo-
rista. Alcalde de San Salvador, 1928; 1929 suplente y en 1930 propietario. Entre sus publicaciones
encontramos la influencia anarcosindical del español Anselmo Lorenzo: Entender la sociología como
arma de liberación, reflejar la figura de Jesús como revolucionario y la mercantilización de los traba-
jadores por la burguesía. Exigió reformas al fisco y al monopolio del aguardiente.
59 Mejía, “El día obrero.” 4-8. Las cursivas son nuestras.
60 Ibid. 8.
61 Ibid.
62 Amparo Sánchez Cobos, Sembrando ideales: Anarquistas españoles en Cuba (1902-1925) (Sevi-
lla: Concejo Superior de Investigaciones Científicas, 2008). 175.
63 Acta No 09 de la local del PC de la IC. San Salvador: 20 de Diciembre de 1930. Erik Ching, “Latin
American materials in the comintern Archive,” Latin American Research Review 35, no. 1 (2000).

122
y conferencias confunden al sindicalismo con el BOLCHEVIQUISMO (…) nótase
entre los que enarbolan la bandera roja y negra con cierta irrespetuosidad a las autori-
dades y odios entre los mismos obreros.”64

La cita cobra especial interés si se contrasta con el testimonio de Miguel Mármol, un


militante revolucionario de la Federal, fundador del Partido Comunista Salvadoreño y
sobreviviente de la matanza de 1932. Este rinde cuentas del plan clandestino de los líderes
anarquistas y anarcosindicalistas Raúl B. Monterrosa, Manuel Peña Pineda y Gumersindo
Ramírez G., que paralelo a los directrices de la F.R.T.S., habían iniciado un movimiento
clandestino de trabajo organizativo a nivel nacional, sobre la base de apoyar la tarifa sa-
larial. Sus mayores esfuerzos se concentraron en organizar a los trabajadores del campo.
Gumersindo Ramírez en un editorial de “El Martillo”, órgano impreso de la Federal,
hacía referencia de las duras condiciones de vida de los campesinos, señalando que estas
desaparecerían, “solamente que tú y tus compañeros se unan como un solo hombre para
unirse al mismo tiempo con los trabajadores de la ciudad, y así unidos, campesinos y obre-
ros, accionaremos como un solo hombre para conquistar una vida mejor.”65

Mármol comenta que los puntos sobre los cuales se agitaban las reivindicaciones eran
los bajos salarios, hambre, despidos injustificados y cada vez más numerosos, maltrato
personal, etc.,66 la lucha que se emprendió fue de inspiración ácrata: acción directa y
huelga general.

Es por eso que los obreros salvadoreños optaron por la asociación federativa. Esta bus-
ca la coordinación de distintos sindicatos de base, cuyo principio puede ser gremial o
territorial, por medio de delegados electos en asambleas abiertas. Estos sirven de nexo
para transmitir las decisiones de la asamblea de base y las demás organizaciones. Los
mandatos son revocables en cualquier momento y es tarea del Consejo Federal coordinar
y servir de enlace de la asamblea de delegados. Por esta razón, no es casualidad asegura
C. Launed, que los sindicatos anarquistas se llamen confederaciones o federaciones en vez
de centrales67.

64 “La vida departamental,” Diario Latino, no. 16 de diciembre (1925). 3. Nótese que utilizan bande-
ras “rojinegras,” estos colores son identificados con los anarquistas de todos los tiempos.
Además eran los colores de la CNT española, que simbólicamente, eran utilizados en
signo de solidaridad internacionalista (uno de los primordiales principios anarquistas), por
parte de los obreros del occidente en Chalchuapa y Atiquizaya.
65 López Bernal, Tradiciones inventadas. El discurso se desprende de Sobre organización. El Martillo,
año 1, N˚ 3, julio de 1927, pág. 2.
66 Dalton, Miguel Mármol: Los sucesos de 1932 en El Salvador. 87-88.
67 José Julían LLaguno Thomas, La semilla que germina: Anarquismo, cultura política y nueva intelec-
tualidad en Costa Rica (1900-1914) (San José: Acracia Editores, 2012). 122.

123
Los obreros influenciados por las ideas anarquistas y anarcosindicalistas se encargaron
de celebrar congresos obreros anuales, sindicalizar a los campesinos, dirigir las mani-
festaciones, mítines, huelgas, emisión de credenciales y acciones llevadas a cabo por la
Federal hasta finales de la década de los veinte. Luego el proceso emprendido por este
sector obrero con reformistas, antiimperialistas, apristas, laboristas y anarcosindicalistas
fue interrumpido en 1929, cuando un reducido grupo de la Federal que ya se conside-
raba “marxista-leninista” decidió en un Congreso Extraordinario ad-hoc expulsar a toda
costa, incluso con calumnias y amenazas a los ácratas de la Federal68.

Ante esta expulsión Raúl B. Monterrosa se manifestó en la opinión pública y rindió


cuentas claras de las calumnias interpuestas por el grupo comunista, que aunque era
mayoría, no contaban con credenciales de la F.R.T.S.; por lo tanto no representó la vo-
luntad total de “la magna entidad federativa” en palabras del propio Monterrosa, la cual
él representaba, y por la cual había que redimirse -ante el pueblo y los obreros- por el
falso “boicot y venta de la Federación a las autoridades” de que se les acusaba69.

Esto correspondía a las pugnas ideológicas internas dentro de la Federal, producto de


las directrices giradas en torno del Congreso marxista llevado a cabo en Montevideo
en 1929. La Federal tuvo representantes en el Congreso70, en dicha reunión decidieron
mantener un distanciamiento con los anarquistas de la F.S.I y la Industrial Workers of
the World (I.W.W)71.

El sector expulsado de la Federal expresó que el VI Congreso Obrero Regional, que


sería celebrado en 1930 los redimiría ante la opinión pública y obrera72, algo que nunca
sucedió, debido a que las mismas tensiones que se daban a nivel mundial en torno a estas
dos corrientes de pensamiento agudizarían las disputas ideológicas internas, lo que con-
llevó al destierro y al amedrentamiento de “reformistas” del F.S.I. y anarcosindicalistas
dentro del proyecto de “recuperación” de la F.R.T.S. emprendido por los marxistas.

68 “Con una reunión borrascosa se clausuró a las tres a. m. el V. Congreso Obrero,” Diario del Salva-
dor, 15 de agosto 1929. 1.
69 Raul B. Monterrosa, “Explicaciones de don Raul Monterrosa respecto de su expulsión de la Socie-
dad Regional de Trabajadores “ Diario del Salvador, 21 de agosto 1929. 1.
70 “La Regional de Trabajadores de El Salvador en el Congreso Obrero de Montevideo,” Diario del
Salvador, 5 de enero 1929. 4.
71 Adherida también a la A.I.T.
72 Raul B. Monterrosa, “Carta abierta al Consejo de la Federación Regional de Trabajadores refirien-
dose a la expulsión de varios trabajadores “ Diario del Salvador, 30 de julio 1929. 5.

124
Creación del primer grupo anarquista de El Salvador: el
centro sindical libertario

El Centro Sindical Libertario surge en 1930 en torno a la creación de la Asociación


Continental Americana de Trabajadores (A.C.A.T), patrocinada por la Asociación In-
ternacional de los Trabajadores (A.I.T)73 en 1929, Argentina. Luego de los conflictos y
las purgas ideológicas dentro del seno de la F.R.T.S. los anarquistas se articularon en tor-
no a los acuerdos y resoluciones del Congreso Constituyente efectuado en Buenos Aires.

Esta a su vez dejó sentada las bases del movimiento anarquista continental que tenía por
objetivo aclarar los conceptos de la nueva organización social, la abolición del Estado
y la abolición de monopolios, entre otros métodos de luchas, constante actividad inter-
nacionalista y la resolución de los congresos llevados a cabo74. Todo esto a través de las
páginas del órgano impreso de la ACAT, “La Continental Obrera”.

Los grupos disidentes expulsados de la F.R.T.S., por su incompatibilidad en los proyec-


tos políticos con los marxistas, como es el caso de la Sociedad Unión de Tejedores de San
Salvador, encontrarán su correspondencia ideología con el secretariado en San Bartolo-
mé Mitre de la ACAT. A la cual estos en 1930 dan referencia en los siguientes términos:

“Nosotros sentimos por este hecho una satisfacción profunda. Es la primera organización en la Repú-
blica de El Salvador que se declara por los ideales de libertad integral, y vemos, por consecuencia, en
la entidad hermana que hoy se suma a las falanges del movimiento obrero anarquista del continente el
núcleo inicial de nuestro movimiento en ese país.”75

De la corta nota se desprende el nombre de Agustín Pérez Cruz del Barrio Candela-
ria, quien resulta de los primeros en establecer redes intelectuales con el movimiento
anarquista continental. Este solicitaba por medio del secretariado de La ACAT que le
enviaran material propagandístico de La Continental a su domicilio.

En esta misma lógica de incorporación al programa reivindicativo y de luchas en el seno


del obrerismo mundial por parte de los anarquistas es que un grupo decide conformar

73 A.I.T.: organización anarcosindicalista mundial con varias centenas de millares de miembros como
la  F.O.R.A. Argentina, la  U.S.I.  en Italia, C.G.T. en Portugal, I.W.W.  en Chile, la  C.N.T.  española.
estas eran las principales organizaciones que constituían la AIT a principios del siglo XX.
74 A.C.A.T, “Asociación Continental Americana de los Trabajadores: Acuerdos y resoluciones del con-
greso constituyente efectuado en Buenos Aires. los días 11 al 16 de mayo de 1929,” La Continental
obrera 1(1929). 2.
75 A.C.A.T, “Notas Continentales El Salvador,” La Continental Obrera 1, no. 10 (1930). 12.

125
en 1930 en San Salvador el Centro Sindical Libertario. El secretario de esta institución
Enrique Conde declaró:

“Nacido al calor del entusiasmo juvenil, y con el deseo de luchar por un mundo mejor y más humano se
ha podido constituir por primera vez en este pequeño rincón del planeta, después de vencer muchos obs-
táculos, un grupo de trabajadores que llevan el nombre de Centro Sindical Libertario, y que, conscientes
y amantes del ideal más grande y sublime que redimirá a la humanidad de sus cadenas y miserias, se
dedicará a propagar ese ideal con fe y optimismo haciendo uso de todos los medios que estén a su alcance
dentro del movimiento sindical revolucionario.”76

Este Centro según Conde, se dedicaría a propagar los ideales anarquistas y “encaminará
sus esfuerzos a la organización sindical de los distintos gremios obreros, como un medio
para hacer propaganda e impulsar la cultura social del pueblo trabajador. Hoy más que
nunca se hacía sentir la necesidad de crear una entidad de esta índole que contrarrestara
las influencias del comunismo importado de Moscú, que tantos daños está causando en-
tre la clase trabajadora de este país; si antes no se había intentado nada era por la caren-
cia de elementos afines que se interesaran por hacer algo en pro de nuestra noble causa.
Y todo y había dejado a merced de los traficantes del bolchevismo y de la política”77.

Por su parte, las acusaciones por parte de los comunistas hacía los anarquistas giraban
en torno a los posicionamientos políticos, ya que como menciona Miguel Mármol con
respecto a su expulsión de la federal, y por estar estos en la órbita de la American Fede-
ration of Labour y aceptar dinero del gobierno78: “¡A fuera! A los anarquistas les pro-
bamos que eran enemigos de lo político, (…) por eso los condenábamos: les probamos
que ellos estaban traicionando los intereses de los trabajadores, cuando solo impulsaban
ciertas luchas, que eran economicistas y no llevaban a la lucha política de masas”79. Pero
a pesar que la coyuntura internacional desbordaba los conflictos ideológicos de estas
dos poderosas ideologías en boga, los conflictos locales y las coyunturas nacionales muy
pocas veces lograron unirlos.

Con motivo de la elección de oradores y nombramiento de credenciales para las ma-


nifestaciones a finales de 1930, en una acalorada sesión del recién constituido Partido
Comunista se anotó:
76 A.C.A.T, “El Salvador Centro Sindical Libertario,” La Continental Obrera 2, no. 12 (1930). 3.
77 Ibid.
78 Monterrosa, “Carta abierta al Consejo de la Federación Regional de Trabajadores refiriendose a la
expulsión de varios trabajadores “. 8.
79 Ernesto Isunza Vera, “Cosmovisión de la Vieja Guardia. Organización y cultura comunistas Centro-
americanas, 1922- 1934.” (Licenciatura en Sociología, Universidad Veracruzana, 1993). 197.

126
“En este punto se trató el asunto de varios Miembros del CENTRO SINDICAL LIVERTARIO lu-
chadores expulsados de la FRT y que en estos momentos se nos han ofrecido para tomar parte en nuestra
Manifestación, la que después de su discusión se acordó aceptarlos media ves se ciñan a nuestras Líneas
y que en sus palabras hablen en nombre del SRI y de la FRT; porque de no ser así, tendríamos que des-
enmascararlos en plena manifestación80.

Esto puede ser considerado como una victoria pírrica por parte de los marxistas, debido
a que esto aceleraría su apertrechamiento ideológico, ya que los oradores anarquistas
siguieron gozando del visto bueno de las masas81, por ende el Partido Comunista Salva-
doreño, no pudo dejar de prescindir de su colaboración.

Conclusión

El movimiento político y cultural de los anarquistas construyó el andamiaje clandestino


dentro de los sindicatos del campo y la ciudad, ya que fueron los primeros en trabajar en
el campo, a pesar de las prohibiciones por parte del Estado. Estos canales inauguraron
el camino para que la ideología marxista “hegemonizara” la insurrección de 1932. Esto
constituye una novedad en cuanto a la historiografía tradicional que busca los orígenes
de la “insurrección comunista”, sin tomar en cuenta el largo proceso organizacional em-
prendido por los anarquistas desde principios del siglo XX.

Esta evidencia hace aún más nebulosa la participación del Partido Comunista de El
Salvador en el levantamiento campesino del occidente de El Salvador. Esto debido a
que a partir de la lectura de las actas levantadas por la Federal y el P.C.S. para los pri-
meros años de la década de los treinta, hemos podido constatar que el anarquismo no
disminuyó, es más, ni siquiera mermó el prestigio que gozó desde los primeros años de
la puesta en pie de la Federal por parte de los obreros e intelectuales salvadoreños.

Esto se debió al tino que tuvieron los oradores anarquistas y anarcosindicalistas pro-
ducto de la conducción de las masas en mítines emotivos, enormes manifestaciones y
discursos que cooptaron a los sectores sub alternos a la radicalización por la vía de los
postulados anarquistas, esta coyuntura combinada con la crisis de 1929, llevaría a los
sectores campesinos a movilizarse, por razones que nos son difíciles de comprender,
contra las elites en un intento desesperado por hacer valer sus derechos en una sociedad
que se negaba a abandonar los valores estamentarios productos de años de experiencia
80 Acta No 11 de la local del PC de la IC. San Salvador: 20 de diciembre de 1930.
81 Vera, “Cosmovisión de la Vieja Guardia.” 207.

127
colonial, sociedad que también vivió los avatares del anarquismo en las filas obreras e
intelectuales de una época poco explorada en El Salvador.

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130
Moros y cristianos hacia un mapa conceptual y
geográfico en El Salvador

Julio Martínez
Trabajador Social, Maestro en Administración de la educación superior, Diplomado en Antropología
Social y Maestro en Investigación y docencia
Director de la Escuela de Antropología de la Universidad Tecnológica de El Salvador.
julio.martinez@utec.edu.sv

Resumen

E l artículo trata acerca de aspectos claves ligados a la danza de los historiantes o


“moros y cristianos” en El Salvador, entre ellos se aborda lo relativo a las formas
de inserción cultural en el imaginario de la población. Se abordan también temáticas
acerca de cómo los significados y dinámica de las historias que forman el repertorio de
“los historiantes”. La música de los historiantes a diferencia de las historias, es más local
y desarrollada por los grupos de danzantes y músicos que les acompañan. Se determina,
además, las poblaciones donde se han establecido los historiantes generalmente corres-
ponden a antiguos poblados indígenas donde los españoles ya sean como colonizadores
o evangelizadores establecieron la tradición, enseñándola a los pueblos originarios. Se
hace alusión también a la manera en que son percibidos los historiantes por las orga-
nizaciones indígenas y las contradicciones existentes. Finalmente se presenta un mapa
geográfico de los pueblos con sus fiestas patronales y fechas de presentación de los
historiantes.

131
Metodología del estudio

La planeación del proceso investigativo acerca del mapa conceptual y geográfico de los
historiantes siguió este proceso:

- Visualización del problema de estudio y afinamiento de dicho problema


para identificar fuentes, categorías y variables.
- Estudio de fuentes documentales históricas en lo posible, locales y españolas
- Identificación de sitios y municipios donde existen los historiantes
- Identificación de fechas de las fiestas patronales y patronos por medio de
fuentes diversas, documentales, electrónicas y personales
- Visitas de campo que consolidan un conocimiento previo
- Entrevistas con pobladores
- Entrevistas con miembros y ex miembros de grupos de historiantes
- Registro fotográfico
- Definición y ajustes del proyecto temático en la medida de nuevos hallazgos
- Preparación del informe.

Una ventaja de la realización del estudio en campo es que los sujetos del estudio, los
historiantes se presentan con mucha confianza y amplitud para ofrecer información.

El acercarse a las localidades probablemente hace que el historiante perciba un interés


auténtico en torno a su quehacer.

Hay obstáculos, desde luego:

- Algunos sitios forman parte de los lugares de peligrosidad por la violencia


existente en la actualidad
- Si no se ha concertado una cita previa, es menos fácil lograr la entrevista. La
cita previa requiere de contactos y teléfonos no siempre disponibles.
- En algunos sitios se percibe desconfianza hacia el extraño.
- Por efectos de las cosmovisiones distintas entre los investigadores y los en-
trevistados, se requiere un esfuerzo empático.

Sistematizar la información requiere de visualizar los objetivos y a partir de ellos cons-


truir las variables que se convierten en los ejes centrales del proyecto temático.

132
A partir de ello, el proyecto temático puede ampliarse o reducirse, de acuerdo a la infor-
mación disponible, en este caso se amplió de forma significativa.

¿Qué son los Moros y Cristianos?

Teatro o fiesta de moros y cristianos es la puesta en escena de los acontecimientos re-


lacionados con la expulsión de los moros de España luego que ellos hubieron ocupado
una buena parte del territorio habitado por los visigodos.

Este proceso que se ha dado en llamar ocupación musulmana en la península ibérica


fue un proceso que duró desde el 711 hasta el 726 de nuestra era para que los moros se
establecieran.

“La fiesta de Moros y Cristianos se celebra en casi toda España, pero sobre todo en el
Levante, en la zona de Alicante y la Comunidad Valenciana. Con esta fiesta, se conme-
mora la Reconquista, o sea la época histórica de la lucha entre los cristianos y los árabes
(moros), que duró casi 800 años, desde 711 hasta 1492”.(Santelman, 2002, pg 3)

Hubo momentos históricos en que esta fiesta fue “soldadesca”, queriendo significar con
ello que existió un culto hacia los grupos de militares vencedores, en el que seguramente
se premió la heroicidad, el arrojo, la valentía, como una forma de agradecimiento popu-
lar hacia los defensores y recuperadores del territorio español.

Durante los siglos XV al XVIII en toda España se celebraron espectáculos


de moros y cristianos: Toledo, 1586; Denia, 1599; Valencia, 1755; Alican-
te, 1700 y 1724. Pero no eran fiestas populares ya que estaban organizadas
por la Corte y por las clases altas, limitándose al pueblo a ser espectadores,
así como tampoco se les daba una continuidad anual (Sempere Mar-
tínez, 2012, pg 10)

Una de las primeras impresiones que se tienen en América por parte de los estudiosos
de las fiestas o teatro de moros y cristianos es que son los conquistadores españoles los
que impulsan el proceso de inserción del tema en la población indígena

El proceso de conquista se establece desde el aparecimiento de los primeros soldados a ini-


cios del siglo XVI después de los avistamientos realizados por Colón. En algunos lugares de
América la conquista tuvo lugar incluso a finales del siglo XVIII por parte de los españoles.

133
En región mesoamericana la conquista se entrecruza con los procesos de colonización,
de tal forma que las ocupaciones de españoles para la producción y explotación del te-
rritorio y población, así como la evangelización se realizan en paralelo a los procesos de
dominación violenta.

Sin embargo, no tenemos una data exacta de cuando se comenzaron las fiestas de moros
y cristianos en la Nueva España y Goathemala. Es claro que no fue durante la conquista
sino durante la colonia, y es seguro que las primeras fiestas se realizaron en España y
no en América, donde las fiestas debieron comenzar a realizarse a partir del siglo XVII
como la fecha probable más antigua, sino después.

La fiesta de moros y cristianos asume nombres diferentes en diferentes lugares del mun-
do, así en Filipinas se conoce con el nombre de “Moro moro”, aunque no siempre com-
prendido por la población española ocupante del territorio:

“Así la principal razón por la que los funcionarios españoles destinados a Filipinas no
podían entender un teatro de base hispánica era la estética, la lengua y sobre todo cons-
tituir un entretenimiento netamente filipinizado” (Donoso, 2012, pg 14)

En Nicaragua también existe algo parecido, llamado “El Güegüense”, con clara influen-
cia hispánica, trajes, y teatro similar:

…piezas relacionadas con la conquista de los españoles y con la resistencia


de los indígenas. Piezas que parecen haber sido construidas bajo el patrón
de lo que en España se llaman representaciones de moros y cristianos, en las
que el conflicto entre el moro y el cristiano se ve desplazado hacia la órbita
de la lucha entre el indio y el español… (Pedrosa, 2007, pg 1)

En otros países, como Guatemala se conoce con el nombre de “la danza de la historia”
en la región de Jutiapa, y como “La historia” o “Moros y cristianos” en otras zonas.

En El Salvador, se asume el nombre genérico de “Los historiantes” en casi todos los


pueblos donde se celebra la fiesta. A mucha gente no le suena a nada el nombre de
“Moros y cristianos”, e incluso algunos llegan a pensar que son dos fiestas distintas, “Los
historiantes” es un nombre más popularizado de esta fiesta.

134
Percepción de la llegada de la llegada de los
historiantes a nuestra cultura

La manera como se establecen Los historiantes en la cultura del pueblo no es suficien-


temente clara, incluso entre personas con formación académica hay ciertas dudas sobre
el origen de la danza y parlamentos o textos. En adelante se usará parlamentos para
referirse a los guiones del teatro de moros y cristianos o historiantes.

Aun cuando se utiliza de manera ambigua los conceptos de danza y baile, haremos
distinciones: La danza es un arte que a través de movimientos tiene un significado sim-
bólico. El baile es entretenimiento, y aun cuando igualmente utiliza movimientos, estos
son al gusto y criterio del bailador.

Uno los antiguos miembros del grupo de Historiantes de Cuisnahuat, acerca de la lle-
gada de la tradición de los historiantes solo pudo decir que:

“La danza llegó de Teotepeque, después a Ishuatán, y hasta después a Cuisnahuat, más
antes no sé. No, no sé quién hizo la historia, lo que le puedo decir es que ya no viven”
(Moisés, 2016)

No es extraño que suceda esto, pues no ha existido una sistematización de la danza o


teatro, los abordajes acerca de los historiantes, los más antiguos quizá sean los de María
de Baratta, y tangencialmente también los aborda Dagoberto Marroquín en el caso
particular de la Monografía de Panchimalco.

Por cierto, Marroquín (1974) considera los elementos culturales de Los historiantes
como de un valor secundario, fundamentalmente porque en su idea, el hecho de que las
historias tuvieran anacronismo, y que además se incluyeran elementos propios de la cul-
tura de los pueblos originarios, los hacía de menos valor en contrario de considerarlos
enriquecidos y estudiar las razones que promovieron dicho enriquecimiento:

“Los anacronismos de estos relatos son notables. Nuestro famoso y popular


bandido Partideño aparece colocado como Rey Moro, así como los empe-
radores aztecas y sus ayudantes… también interludios de recitación en los
cuales los danzantes vociferan a través de las máscaras los mal aprendidos
versos de los libretos en forma tal que es imposible captar el sentido de la
recitación…” (Marroquín, 1980)

135
Reviste importancia que se pueda desarrollar un estudio acerca de cómo los parlamen-
tos, los personajes, el sentido de las historias han evolucionado a lo largo del tiempo, una
tarea muy difícil considerando la ubicación de las fuentes.

Hay casos en los que el teatro no cuenta con parlamentos, o al menos existe la idea que
no hay tales parlamentos, como bien lo mencionan en Cuisnahuat:

“El equipo (grupo) que está ahora solo tiene movimientos, ni hablan ni conocen la his-
toria” (Moisés, 2016)

La danza parece tener un mayor arraigo cultural que los parlamentos, textos o historia.
Quizá por ello, es que hay algunos casos en los que el origen extranjero de la historia es
difuso, y en otros ni siquiera se sabe:

“Son de lejos, de Francia, de España, ahí lo dice, hasta de Finlandia, solo que hay unos
que entienden la historia y otros que no entienden nada” (Ramón, 2016)

En este nivel de comprensión de las historias, la danza y el teatro parece existir una
versión ingenua de la inserción de la historia. No pasa a todos por igual; desde la pers-
pectiva de algunos se atribuye una intencionalidad ideológica en la enseñanza de los
historiantes:

“Las historias nacen de los cristianos en su lucha contra los moros, ellos tenían sus
propios dioses como Mahoma, así que la historia la trajeron los frailes y los españoles”
(Vasquez, 2016)

Como se nota, existe la certeza que detrás de la historia hay un afán de influir en el pen-
samiento de los pueblos originarios y, además, de mostrar que el Dios cristiano es más
poderoso que los “otros dioses” de los musulmanes.

La religión de acuerdo a esta explicación se auxilió de los moros y cristianos para intro-
ducirse en la ideología y la cultura de los indígenas. Sin embargo, Cortez y Larraz en
1776 expresa:

“Asimismo ha notado, que unos bailes que usan los indios en sus f iestas
y llaman historias de moros, se atreven con notable desacato a dan-
zarlos dentro de las propias iglesias, a que concurra mucho número
de gente de ambos sexos y de todas las edades y que lo más que ha

136
conseguido es, que salen a hacer dichas danzas en el cementerio…”
(Cortez y Larraz, 2000)

Cortez y Larraz español como es, parece desconocer la danza o “baile” como lo llama, de
los historiantes, o en su descripción, “historias de moros”, a los que considera en cierta
forma irreverentes. La región de nacimiento del cura, Zaragoza, es alejada de la zona con
mayor incidencia de los historiantes en España como indicado por Santelman (2002), lo
que podría explicar el hecho de que él asume una postura de no saber sobre la historia.

Los relatos de Los historiantes, generalmente abordan el tema de la supremacía de los


cristianos, basados en la expulsión de los moros del territorio español. ¿Por qué, pues, no
mostrar la victoria de los cristianos y así mostrar el poder del dios para el que se estaba
evangelizando?, eso daría sentido a la postura de instrumentalizar a los historiantes para
ideologizar al indígena:

“Así para que dejaran de creer (en sus propias historias), la religión católica pensó y
enseñó los historiantes” (Vasquez, 2016)

No es extraño, los procesos de dominación de los pueblos, implican también lograr el


sometimiento ideológico, así vemos hoy día eventos en los que, a través de la música, el
consumismo, la moda, se ejercen las dominaciones, el ejercicio del poder no tiene por
qué ser violento físicamente, la violencia puede llegar de maneras sutiles.

También existen hoy día conflictos en los que los dominantes se encargan de borrar
los elementos culturales identitarios de los vencidos, como en el caso de Sarajevo y la
destrucción de la biblioteca por parte de los serbios en 1992.

Acerca de las historias

Las historias que se abordan integran temáticas distintas, aunque todas vinculadas a
batallas y santos, religión y milicia se juntan en estas historias, tal y como también se
juntaron estas dos categorías durante el proceso de conquista y colonización.

Algunos de los nombres que recién las historias son El Rey y San Bartolomé, La Bata-
lla, el rey Carlos Magno, El rey Carlos V, Los doce pares de Francia, Los Corintios, Ta-
borlan, Santa Marta, El renegado del cielo, Fernando II, Ganzul y el cerco de Zamora,

137
el gran Taborlan de Persia, El Duque de Medina, David y Goliat, Los diablos con San
Bartolomé, el famoso Rey de Toledo y otros más.

Muchas personas no conocen las historias, Los historiantes son comprendidos mayor-
mente como una danza y no como un teatro como originalmente parece haber sido
compuesto.

Los grupos tampoco son muy sistematizadores y todo apunta a que prontamente la
danza teatro será solamente una danza y posiblemente ni eso, quizá la tendencia que se
evidencia hoy, a seguir en declinación surta el efecto del desaparecimiento.

“Aquí introdujeron la historia y la danza lo hacen para que sea más gracioso, la historia
en el original dura dos horas, ahora el equipo (grupo) solo lo hacen con duración de
media hora, solo los pasecitos así, ni hablan” (Moisés, 2016)

En algunos pueblos como Izalco, por ejemplo, hay una tradición importante de Los
historiantes, probablemente los trajes más vistosos y el grupo más grande se encuentre
en este municipio.

Sin embargo, la tradición de la religiosidad católica es debilitada por la aparición de


otros grupos religiosos evangélicos protestantes, a los que algunos de los miembros se
adhieren.

Esto es particularmente importante porque la fiesta de Los historiantes en todo el país


se vincula con las cofradías y las fiestas patronales. No hay Historiantes sino hay fiesta
patronal. La fiesta patronal sin Historiantes (donde existen grupos) no es completa.

“los historiantes es un baile cristiano, siempre va junto con la fiesta del patrono” (Mar-
tínez, 2016)

Así se puede determinar la importancia de la evangelización en el aparecimiento de la


fiesta de la historia, tal como en España, pero de forma inconsciente, se presentan a la
par de la fiesta del patrono, como un elemento de agradecimiento hacia la religiosidad
que logró dar fuerzas al ejército católico para la expulsión de los moros.

Habrá otros casos en los que no hay conocimiento del origen de la fiesta misma,

138
“La mayoría de la gente piensa que es de los pueblos originarios, se desconoce lo que
es la tradición, y solo quieren ver el baile, los movimientos les gustan más que todo”.
(Vasquez, 2016)

La música en los historiantes

La música de los historiantes es muy autóctona y muy poco compleja, generalmente se


hace acompañar de pito y tambor, como las otras danzas tradicionales como el tigre y el
venado, el torito pinto, los compadres, los diablitos, la danza de la soguilla, la danza de
la vaca, la danza del zope, la danza de los cucuruchos, La garza y otros más.

Se usa pito (carrizo de caña) y tambor (teponahuaste en los más antiguos) como ele-
mentos sincréticos, que emulan a los pitos y tambores usados originalmente en la zona
mediterránea de España, siendo pues que un buen grupo de españoles colonizadores
provinieron de esa región, que es además donde con mayor fuerza se impulsan las fiestas
de moros y cristianos en Europa.

Sin embargo, este pito y tambor son locales, ambos son más indígenas mientras que:

“la historia es del ladino, pero la música es del indio, la historia se hizo para que dejaran
de creer, es la religión que hace la historia y los pueblos, los naturales los que hacen la
música” (Vasquez, 2016)

Se establece una diferencia en el origen los componentes de la historia, ladinos e indí-


genas. Esto también lo confirman en Cuisnahuat:

“No hay historias propias” (Moisés, 2016)

Los historiantes y la población

La relación de Los historiantes como tradición y no como miembros de un grupo es


dicotómica, es un “sí pero no”. Hoy día los jóvenes que serían los llamados para iniciarse
en los grupos y así dar continuidad a los grupos, está más bien alejada del mismo.

En Cuisnahuat, el comentario de los más jóvenes nos indica que probablemente no sean
muchos años más de tradición:

139
“Yo no soy indio para hacer eso” (Moisés, 2016)

Los procesos neocolonizadores ya no requieren de la utilización de las armas necesaria-


mente, hoy día se han transformado en procesos globalizadores, logran incidir tanto en
lo ideológico cultural que el amor por las tradiciones es visto más bien como un antiva-
lor, jóvenes originarios no desean ser vistos como “indios” en la medida que el concepto
fue acuñado durante los años de la colonización con carácter de sometimiento y con
mayor fuerza durante los gobiernos liberales del siglo XIX como un adjetivo despectivo.

El “indio” pasó a ser una categoría de persona que era borracho, haragán y malhablado
como un estereotipo. “Yo no soy indio” también quiere decir, “yo no quiero ser indio,
quiero ser moderno”, ahí el alejamiento y el renegar de la propia condición.

Los habitantes de los pueblos donde en la actualidad existen Historiantes son aficiona-
dos al teatro, a la fiesta, sin embargo:

“la gente quiere que siga la danza, pero no colaboran” (Moisés, 2016)

No parece existir muchísimo interés en conocer más acerca de la danza, y siendo que los
sentimientos de los pobladores urbanizados de los pequeños pueblos es que se sienten
mayormente ladinizados, no han interiorizado la danza como un elemento que le per-
mite autodefinirse y generarse una identidad, esa identidad es para el “natural”, para el
indígena.

En general, pocos tienen una clara consciencia acerca del simbolismo de la danza:

“La mayoría de la gente piensa que es de los pueblos originarios, se desconoce lo que es
la tradición. Fuera de acá del pueblo, la gente solo quiere ver el baile, no están interesa-
dos en las historias” (Vasquez, 2016)

Auto percepción

Los historiantes forman parte de una tradición que tiene un doble sentido:

- Por un lado, no es la historia de los pueblos originarios, aunque muchos la


perciben así. Existe en algunos la claridad de que las danzas son extranjeras,
impuestas culturalmente desde la religión.

140
- Por otro lado, hay un sentimiento de tener la necesidad de seguir la tradi-
ción, la danza ha pasado a formar parte de su identidad. Como un elemento
cultural insertado en el imaginario del danzante.

“A los que danzamos la historia nos toca entender como es, es nuestra tradición, y por
ello, aunque uno entiende que no es nuestra originalmente, quiere aferrarse a la tradi-
ción. Sin embargo, en las organizaciones de pueblos indígenas, nos dicen que es occi-
dental, que no es nuestro. En la organización indígena no hablamos de los historiantes,
este es un asunto que no cuenta para los otros pueblos indigenas” (Vasquez, 2016)

En El Salvador existen varias organizaciones de pueblos indígenas, a saber:

Tabla 1. Organizaciones indígenas integrantes o no del Consejo coordinador nacional indígena


salvadoreño, CCNIS

Organizaciones Indígenas integran- Organizaciones Indígenas no integrantes de


tes de CCNIS CCNIS
Movimiento Autóctono Indígena Salva- Asociación Coordinadora de Comunidades Indí-
doreño – MAIS genas de El Salvador – ACCIES
Asociación Nacional Indígena Tierra Asociación Cultural Indígena de Cuscatlán –
Sagrada – ANITISA ACIC
Asociación Nacional Indígena Salvado- Asociación Cooperativa de Producción Agrope-
reña – ASNAIS cuaria y Servicios Múltiples El Papalote R .L. –
ACPASEMU
Asociación para el Rescate de la Cultu- Winaka (Comunidad Kakawira)
ra Autóctona Salvadoreña –ARCAS
Asociación Democrática de los Trabaja- Asociación Nacional Indígena Salvadoreña de la
dores Agropecuarios Indígenas Salva- Tercera Edad – ANISTED
doreños – ADTAIS
Consejo Nacional Indio Salvadoreño – Asociación de Pueblos Indígenas Mayas de
CONAIS Cuscatlán – APIMAYCU
Artistas para la Revivificación de la Cul- Asociación Salvadoreña para el Desarrollo Inte-
tura Original – ARCO gral Indígena – ASDEI
Asociación Comunal Lenca de Guatajia- Asociación de Tallado de Madera y Carpintería
gua – ACOLGUA de Izalco Tito Armando Campos – ATEMITAC
Asociación Nacional Indígena Náhuat Consejo de Mujeres Principales Náhuat del El
Pipil de Izalco – ANIMPI Salvador – COMUPRIN
Alcaldía del Común de Izalco Consejo de Principales Aj’quijab’ (Sacerdotes
Mayas) de El Salvador
Mesa Nacional Indígena de Tecoluca – Consejo de Pueblos Indígenas de Occidente –
MITEC CPIO
Asociación de Artesanos de El Salvador Fundación Ama – FAMA
– ITZAMA

141
Asociación Cultural Ecológica Indígena Instituto Para el Rescate Ancestral Indígena
Salvadoreña – ACEIS Salvadoreño – RAIS

Asociación para el Desarrollo Comunal Movimiento Sihuat


Indígena de Santo Domingo de Guzmán
– ADESCOIN.
Asociación Agropecuaria para el Medio
Ambiente y la Cultura de Santiago Texa-
cuangos – AMACTEX

Fuente: Mario Mata y Julio Martínez, “Análisis del movimiento social: Organizaciones campesinas,
indígenas y trabajadores/as del campo”, El Salvador, 2009

Sin embargo, a pesar de que son los pueblos indígenas los que participan en la organi-
zación de los historiantes, las organizaciones de pueblos indígenas no expresan afinidad
por los historiantes, esto obedece a una cuestión ideológica, política y fundamentada en
las antiguas relaciones conquistador – conquistado, y las subsiguientes formas de rela-
ción en la colonia entre el indígena y el español.

Distribución de los historiantes en el país

Claramente los historiantes se desarrollan en poblados en donde existe una celebración


o fiesta patronal, siguiendo el esquema español.

Los poblados se concentran de forma no exclusiva en los departamentos de Sonsonate,


La libertad, Ahuachapán, San Salvador y La paz, siguiendo una lógica de agrupación en
torno a estos municipios del occidente y del centro del país.

Como hemos expresado previamente en estos pueblos existe la organización católica


popular de la cofradía, que se encargan de las fiestas patronales. Estos cofrades acuden
los historiantes para celebrar al santo o santa.

Los historiantes se distribuyen en el país desde la frontera con Guatemala, hasta el Gol-
fo de Fonseca, no con igual intensidad en su distribución geográfica. Esta distribución
incluye 32 grupos de historiantes en 31 municipios del país en el occidente, el centro,
norte, paracentral y el oriente de El Salvador.

Todos los pueblos y municipios donde se celebran los historiantes reflejan una historia de
población indígena, pero no en todos los pueblos indígenas existen historiantes, de hecho,
viéndolo desde una forma positivista, los historiantes solo abarcan el 11.8% de los municipios.

142
Tabla 2. Municipios, fechas y patronos

Fuente: Elaboración propia

No existen grupos de ladinos que establezcan o desarrollen grupos de danza de los his-
toriantes, se considera una tradición que los pueblos indígenas desarrollan con exclusi-
vidad, y probablemente eso se deba a cualesquiera de las dos hipótesis que determinan
la existencia de los historiantes:

143
- La primera hipótesis indica que los historiantes se formaron auspiciados
por los españoles durante la colonia para que ellos pudiesen ver el teatro sin
participar activamente, para ello enseñaron los parlamentos a grupos de in-
dígenas con habilidades histriónicas. Luego durante las fiestas los españoles
se sentaban a entretenerse con estos grupos que hacían teatro y danza para
ellos, lo que siguió fue que los indígenas asumieron la tradición y la mantu-
vieron hasta nuestros días.
- La segunda hipótesis es que los curas enseñaron las historias a los indígenas
para que formaran los grupos de danzantes y digirieran que el cristianismo
es todopoderoso, tanto como para vencer a los musulmanes.

Como sabemos, en ciertos casos los grupos de historiantes han adaptado esas historias
con personajes locales y en otros han modificado la historia de tal forma que los moros
de la historia han sido asumidos por los indígenas y que inclusos en una revancha his-
triónica y no histórica, son los españoles los vencidos y no los vencedores.

En términos gráficos, se ha elaborado el mapa de los historiantes en el país tal como


sigue:

Figura 1: Municipios con tradición de Historiantes

Fuente: Elaboración propia

144
Todos los pueblos anotados han tenido o tienen una prevalencia de población de origen
indígena o indígena en la actualidad, lo que reconfirma la existencia de historiantes en
sociedades locales indígenas, exceptuando San Salvador y San Martín, donde la existen-
cia actual recae en el trabajo de personajes particulares interesados en la cultura.

Una primera impresión del mapa es que existe una concentración en:

- Los municipios de la sierra Apaneca - Ilamatepec


- Los municipios cercanos a la que cordillera del Bálsamo.
- Los municipios cercanos a la sierra central

Casi todos estos municipios eran pueblos originarios o si se quiere concentraciones de


poblados indígenas, en los cuáles los sacerdotes españoles establecieron sus iglesias para
contribuir con los encomenderos en el proceso evangelizador:

Figura 2: Concentración de Historiantes

Fuente: Elaboración propia

También es destacable que varios de estos pueblos juntan sus nombres originarios con
los nombres de los santos a los que se advocaron, un mecanismo sincrético para la re-
ducción de la resistencia indígena.

145
Las fiestas patronales de estos municipios son importantes, y requieren de un sistema de
celebración que se apoya particularmente en las cofradías que cobran importancia sin-
gular en torno a la organización de los pobladores, focalmente los indígenas católicos.

Por ello es que en Santo Domingo de Guzmán se ha mencionado una crítica velada
a la aparición, desarrollo y fortalecimiento de los grupos evangélicos protestantes que
cooptan a cristianos católicos, incluyendo a algunos de ellos que son miembros activos
de los grupos de historiantes.

Una vez que pasan a convertirse en evangélicos protestantes ya no pueden participar de


las fiestas patronales que como sabemos, son católicas.

Algunos pocos pueblos y grupos de historiantes escapan de esta lógica de ubicación


geográfica mas no de la influencia de los curatos, así encontramos a Tejutla en Chala-
tenango, Ilobasco en Cabañas, Alegría en Usulután y Conchagua en La Unión, lo que
se puede explicar por el desplazamiento de sacerdotes que antes estuvieron en las zonas
de concentración en el occidente y centro, o de españoles que se trasladaron a los dichos
poblados para ejercer su dominio de la tierra y el indígena.

Conclusiones

- La fiesta de Moros y cristianos se celebra en diferentes partes del mundo en


donde los españoles ejercieron influencia imperial.
- Los moros y cristianos se impulsan por grupos de colonizadores españoles
como una forma de garantizar entretenimiento o por sacerdotes en los pue-
blos indígenas como una forma de ideologización.
- La fiesta cristiana católica en honor al santo patrón católico y las cofradías
son ambos elementos promotores de los historiantes.
- No siempre es conocido ni por los miembros de los grupos de historian-
tes ni por los pobladores mismos el origen de la fiesta, tanto que algunos la
consideran auténticamente de los pueblos originarios.
- En algunos casos, es aceptado que el parlamento obedece a una historia
extranjera, pero los instrumentos musicales y la composición musical es au-
tóctona.
- Hoy día hay una mayor tendencia a observar la danza, y obviar los parla-
mentos, de los que algunos miembros de los grupos son menos estudiosos.

146
- La información de existencia de los historiantes es del año 1776. Probable-
mente ya existían antes de esta fecha, pero la evidencia documental es de tal
fecha.
- Las organizaciones de pueblos indígenas no se muestran a favor de la fiesta
de los historiantes.
- Los pueblos que celebran esta fiesta tienen una concentración en el occiden-
te y centro del país.

Referencias

Cortez y Larraz, P. (2000). Descripción geografico moral de la diocesis de Goathemala. San


Salvador, El Salvador: Dirección de Publicaciones.
Donoso, I. (2012). Historia cultural de la lengua española en Filipinas: Ayer y hoy. Madrid,
España: Verbum.
Marroquín, A. (1980). Panchimalco: investigación sociologica. San Salvador, El Salvador:
Dirección de publicaciones, Ministerio de educación.
Martínez, A. (9 de octubre de 2016). nahuizalco. (j. martínez, Entrevistador)
Martínez, J. e. (2009). Movimiento social de indigenas y campesinos. San Salvador, El
Salvador: n/d.
Moisés, L. (10 de octubre de 2016). Cuisnahuat. ( J. Martínez, Entrevistador)
Pedrosa, J. (2007). Mestizaje e hibridismo de El Güegüense. Especulo, 34, nd.
Ramón, T. (11 de octubre de 2016). Izalco. ( J. Martinez, Entrevistador)
Santelman, C. (nd de nd de 2002). Klett Verlag. Obtenido de www.klett-verlag.de
Sempere Martínez, M. (2014). La fiesta de moros y cristianos desde sus albores. Alicante:
Graficos El Cid, S.L.
Vasquez, M. (12 de octubre de 2016). Santo Domingo de Guzman. ( J. Martínez, En-
trevistador)

147
La antropología latinoamericana-expresión
innovadora de la historia

Carlos Felipe Iraheta Jurado


Estudiante de la Licenciatura en Antropología
Universidad Tecnológica de El Salvador.
carlos.iraheta@gmail.com

E l estudio de la ciencia antropológica tiene sus primeros trabajos formales, ya basa-


dos en el análisis, uso y transformación de ciertas “leyes” que explicaban de manera
sistemática el comportamiento y muchos otros aspectos humanos, para la primera mi-
tad del siglo XX, se debe tener presente que los protagonistas y las instituciones respon-
sables de dichos estudios, fueron anglosajonas, provenientes generalmente de Inglaterra,
Francia y EEUU. Esos trabajos fueron los que dieron al mundo la visualización y la
importancia de un análisis sistemático y formal de lo que era el “hombre” y todo lo que
estaba ligado a la formación de culturas que no se esquematizaban según los principios
occidentales con la economía como piedra angular del desarrollo de todas y cada una de
las naciones capitalistas.

Es con el análisis de estas “culturas diferentes” que comienza a tejerse la importancia


y la necesidad de diseñar, dominar e implementar, toda una nueva forma de abordar el
tema de las culturas con sus rasgos particulares de identificación y todo lo que conlleva
el desarrollo de dichas culturas/sociedades de una manera diferente a la sociología y la
psicología; es en este marco en el que se retoma las palabras de Margaret Mead:

“Los antropólogos se hallan mejor dotados que los integrantes de la mayo-


ría de otras disciplinas para contribuir activamente al progreso del pensa-
miento ordenado, si bien estamos sujetos también a formas particulares de
inclinaciones rutinarias que nos aíslan.” (Meads, 1971).

148
Donde deja evidenciado el carácter e importancia de la disciplina en sus primeros tra-
bajos y aportaciones a la humanidad, ya como una ciencia que debe desarrollarse y cuyos
resultados son de beneficio general para todos.

Es con todo ese conjunto de ideas que se va institucionalizando el perfil de lo que debe
ser el antropólogo en el mundo profesional, y todas las implicaciones esperadas en los
trabajos que éste vaya desarrollando:

Sería cumplida, pues, la responsabilidad principal de los antropólogos de


rescatar, registrar y publicar la información sobre estas culturas y pueblos
que desaparecían. (Meads, 1971).

Como se puede apreciar el trabajo científico del antropólogo debe ser íntegro y no per-
der de vista el carácter formal y el alcance de los resultados de todo trabajo que se lleve
a cabo. La antropología, como bien puede apreciarse, es relativamente una ciencia en
desarrollo y que por el propio “objeto de estudio” como lo son las diferentes expresiones
de desarrollo, construcción e interacción humana, permite una dinámica y constante
evolución de los estudios que se realizan, tanto en términos de tiempo, como de lugar
geográfico, permitiendo la diferenciación de abordaje de determinado fenómeno huma-
no, incluso dependiente del marco de abordaje que se use en determinado caso, Marga-
ret Mead nos deja claro ese carácter dinámico de la ciencia antropológica:

Pienso que es justo aún tratar a la antropología como una ciencia de cam-
paña, cuyos miembros trabajan con material recién extraído, estudian a
los hablantes vivientes de lenguas vivas, excavan la tierra donde todavía
los restos arqueológicos permanecen in situ, observan el comportamiento de
los reales hermanos de las madres frente a los hijos de las hermanas, toman
cuenta del folklore de labios de aquellos que escucharon los relatos de otros
hombres, miden los cuerpos y extraen sangre de los individuos que viven
en sus propias tierras, tierras a las que hemos viajado a fin de estudiar al
pueblo. (Meads, 1971)

Punto de partida para considerar la existencia de una posible marcada diferenciación


o un diferente enfoque en los estudios antropológicos que se realizan en América La-
tina, con todo el contexto de dichos estudios y los perfiles teóricos y académicos que
tienen los protagonistas de dichos estudios, a esto debemos sumarle la participación o
influencia que tienen otras disciplinas sociales en la interacción con antropología para
analizar de mejor manera determinados fenómenos sociales, el peso de los intereses ins-

149
titucionales o políticos y la presencia de configuraciones estructurales sociales altamente
variados en los diferentes países del subcontinente, crean un escenario particular para
las producciones científicas antropológicas latinoamericanas, dicha particularización de
los estudios latinoamericanos puede ser comprendido a partir de tres enfoques posibles,
tomando una de las explicaciones tenemos la siguiente afirmación:

Esta referencia puede ser entendida de tres maneras: como una circuns-
cripción geográfica, como una referencia a problemas históricos y culturales
particulares, o como una referencia a enfoques y epistemologías propias de
América Latina. (León, 2010)

De la anterior exposición de posibilidades para comprender las peculiaridades de los es-


tudios latinoamericanos, retomaremos los últimos dos planteamientos, debemos analizar
y visualizar todos los fenómenos presentes en las sociedades latinas tomando en cuenta
las particularidades históricas y toda la lucha de clases e intereses que se han vivido en el
continente, así también un estudio antropológico latinoamericano puede hacer referen-
cia de diferenciación por el enfoque teórico particular tomado por el investigador.

Para los investigadores chilenos, América Latina implica una problemá-


tica histórica concreta a la que la investigación social da una respuesta.
(León, 2010)

Apegándonos a la afirmación anterior, es menester de la antropología no solo garantizar


la auténtica, acertada y específica postura teórica en los estudios sociales, sino también
fungir como herramienta que permita la solución a determinados problemas históri-
co-sociales presentes en cada uno de los diferentes países del istmo.

Como sabemos, existe una antropología hegemónica y otras periféricas;


existen miradas y metodologías universalizantes en disputa frente a dise-
ños locales de la misma ciencia. La economía del conocimiento, la geopolíti-
ca del saber, la división internacional del trabajo académico, el euroameri-
canocentrismo aún reinante en el ámbito universitario han prefigurado un
campo en disputa dentro de la misma comunidad antropológica. (León,
2010).

Es en la línea del arte y sobre todo en las áreas multimedia en las que mayores participa-
ciones se han tenido en Latinoamérica por parte de los estudiosos y científicos sociales
en antropología, incluso teniendo una participación que ha presentado mucho en contra

150
y poca credibilidad de viabilidad para el adecuado desarrollo de la ciencia, es así como se
puede tomar el ejemplo de las participaciones realizadas por Xavier Andrade en Ecua-
dor que perfectamente pueden extrapolarse a toda la región:

De la antropología contra sí misma: contra su pretenciosa seriedad, contra


sus códigos de corrección política, contra su autoritarismo textual, contra su
mímica de las causas nativas, contra sus suspicacias en el medio ecuatoria-
no para relacionarse con el mundo de los objetos y con los circuitos del arte.
(Andrade, 2014).

Donde se pone en evidencia la constante negativa por parte de otras áreas para creer
en la sana aleación con los enfoques holísticos que ofrecen los estudios en antropología
para el amplio campo de las ciencias sociales. Es el campo del arte, sobre todo el visual,
en donde se ha tenido una mayor participación y vanguardia por parte de los académi-
cos latinoamericanos, es la innovación que ofrecen todas las herramientas tecnológicas
utilizadas para captar imágenes, las que ofrecen una manera diferente de abordar los fe-
nómenos sociales, así como también el rescate de aquellos aspectos que nos identifican
con la historia y las tradiciones de los pocos pueblos que sobreviven todavía en ciertos
países que practican y viven con los esquemas y estructuras de las etnias originarias
precolombinas. Es con las dinámicas que nos ofrece el arte en imágenes y su corres-
pondiente trascendencia temporal-espacial, la que ha permitido la participación muy
activa por parte de nuestra ciencia para registrar, describir, analizar y difundir todos los
fenómenos humanos:

Entender las relaciones entre el arte contemporáneo y la antropología como


un recorrido de doble vía puede enriquecer metodológica y conceptualmente
nuestra disciplina. El interés no es estetizar la antropología sino repensar
los medios de producción de conocimiento antropológico cuando estos son
deliberadamente contaminados con los del arte contemporáneo. (Andra-
de, 2014).

¿Qué implica pensar la antropología visual desde


américa latina?, ¿Cuáles son los desafíos de tal apuesta?

Podemos definir e identificar como “antropología visual” a todas aquellas expresiones


multimedia o de imaginería, cuyo contenido de fondo son trabajos o investigaciones
antropológicas, es decir, la antropología visual son trabajos etnográficos o de cualquier

151
rama o escuela presente en la ciencia, cuyo mecanismo de difusión y de proyección, no
es en sí un documento escrito, sino cualquiera de los recursos de imagen que se tiene
disponibles actualmente, el resultado de una etnografía no se traduce a una obra con de-
terminado número de volúmenes y/o paginas textuales, sino, por ejemplo, en un docu-
mental cinematográfico en el que se plasman a detalle los resultados de la investigación
que sirvió de guion en la correspondiente filmación.

Las tecnologías visuales son hermanas gemelas de la etnografía, porque al


igual que ella, recurren a la observación totalizadora, al trabajo de campo
y a la experiencia de lo cotidiano (Andrade, 2003).

Es así como cada día son más los antropólogos participantes de las ventajas, flexibilida-
des, dinámicas y todas las implicaciones que trae consigo el mundo de las expresiones
artísticas audiovisuales:

La Antropología visual en nuestro continente es un espacio de confluencia


más que un campo cercado por una frontera disciplinar. (León, 2010).

Una de las representantes que mayor impacto han tenido gracias a sus trabajos docu-
mentales en cine, es Carmen Guarini de Argentina con sus trabajos como directora,
productora, guionista e incluso camarógrafa en sus obras “D-Humanos” y “Calles de
la Memoria” por mencionar los más recientes y representativos. También se debe tener
en cuenta las producciones de Marta Rodriguez de Silva antropóloga colombiana que
también estudió cinematografía y que ha sido mundialmente reconocida por sus traba-
jos documentales como lo son “Nacer de nuevo” , “Amor, Mujeres y Flores” y “Memoria
Viva” narrativas sociales que sirven a la memoria histórica de determinado hecho y que
muestran las características de un determinado grupo y demandan la opresión generada,
incluso con apoyos gubernamentales, por las diferentes transnacionales y demás entida-
des imperialistas que es el lucro su único objetivo.

Históricamente los cruces entre Antropología y arte han sido de enorme


complejidad, desde su complementariedad para la formulación de lengua-
jes taxonómicos y científicos, artesanales y artísticos para cumplir con la
demanda de los museos, hasta el fomento de proyectos compartidos de in-
vestigación entre artistas y etnógrafos. (Andrade y Zamorano, 2012)

La amalgama o mezcla de herramientas originalmente diseñadas y planificadas con


cierto fin, diferente a la exposición de características y propiedades humanas de culturas

152
distintas, da como resultado un choque entre instituciones que presenta rasgos y resul-
tados muy variados, que pueden ser óptimos y coordinarse para el logro de todos los
objetivos previstos de la mejor manera estética posible, así como impedir el desarrollo
del proyecto y culminar en un conflicto sin solución o acuerdo aparente para el corto
plazo. Respecto a la importancia y el alcance que tiene la “antropología visual” Andrade
nos dice:

Debido a una explosión del género documental en nuestros países interesa


contribuir, también, a los temas planteados por quienes trabajan como pro-
ductores audiovisuales interesados en las temáticas de la disciplina. Sien-
do la memoria histórica una de las grandes búsquedas de los realizadores
propulsados por el esfuerzo descolonializador, en una región enfrentada
además a violentos procesos de olvido obligado desde los Estados –especial-
mente los dictatoriales– (Andrade, 2012).

En la cita anterior puede observarse la presencia de otra de las características de nuestro


subcontinente que hace la necesidad de una creación dinámica para conservar la me-
moria histórica y todos los valores que se tuvieron previo a la invasión europea en nues-
tras regiones, la necesidad de descolonizar no solo nuestras políticas y modos de vida
contemporáneos, sino también nuestro imaginario, sumado al hecho de procurar tener
siempre presente las consecuencias negativas que hechos violentos históricos causaron
en nuestra actual estructura social, todo esto hace fuerte la necesidad de procurar una
antropología propia, que se apegue mejor al análisis de los grupos sociales presentes en
la región y toda la dinámica social que vivimos actualmente.

En el debate antropológico contemporáneo, la interdisciplinariedad y la


extradisciplinariedad se han transformado en la punta de lanza de las et-
nografías experimentales, en las cuales la Antropología relaja la vigilancia
de la frontera disciplinaria para dialogar con el Arte, la curaduría, las
nuevas tecnologías, así como con actores y audiencias diversas. (Andrade,
2012).

Contexto salvadoreño.

Con todas las características presentes en la antropología visual y su capacidad de alcan-


ce, difusión, promoción y conservación, se tiene una herramienta de suficiente peso para
tratar de ser aprovechada a nivel mundial por la comunidad académica, particularmente

153
en el caso de El Salvador se cuenta ya con un representante cuyos trabajos han logrado
aceptación y crítica de manera general en el público al que han sido dirigidos, el an-
tropólogo Marvin Aguilar con su obra “Gritocidio” convierte al formato multimedia y
cinematográfico, un tema que ha sido abordado desde las esferas académicas desde hace
ya bastante tiempo, el hecho de definir de manera nacional y determinante una fecha de
conmemoración de la consolidación como verdadera nación ante el mundo, es un aspec-
to que merece ser íntegro y capaz de ser cuestionado desde cualquier postura académica
y resultar ileso con evidencias históricas reales —es el nacimiento de una nación— por
lo que no debe ser tomado a la ligera.

“Gritocidio” enmarca las alteraciones y vacíos que el proceso de independencia en nues-


tro país tiene presentes en su estructura, el termino gritocidio hace referencia, como en
el caso de genocidio y suicidio, al acto por el cual se asesina a un individuo específico;
genocidio es el asesinato de un grupo con características determinantes comunes, sui-
cidio es el asesinato de uno mismo, por lo que gritocidio hace referencia al hecho de
asesinar “el grito” lo que es una metáfora del hecho que no puedes asegurar de manera
íntegra, la existencia de un solo “grito de independencia”, así como no se puede enmar-
car de una manera singular el actuar o las acciones que cada uno de los involucrados
tuvo en el proceso (Aguilar, 2010).

En Gritocidio se tiene un rico documental de hechos importantísimos que se combina-


ron para dar origen a la nación, por lo que es importante para comprender la dinámica
social de la nación nacida y todas las consecuencias que se tendrían y que hacen eco
hasta nuestros días. El uso cinematográfico para registrar dicha información histórica,
permite una adecuada difusión y un alcance mucho mayor, que simplemente plasmarlo
en un documento académico al que pocos podríamos tener acceso. Eso es parte de lo
que la antropología visual permite en nuestra América Latina y es una herramienta que
permite el abordaje de muchos temas de interés global (Aguilar, 2010).

Puede observarse como la antropología latinoamericana, si bien no ha creado todo un


nuevo compendio de teorías metodológicas y prácticas diferentes a todo lo vigente en el
campo de estudio, sí ha tendido por una determinada forma de abordaje y expresión del
conjunto de hallazgos producto de la revisión de fenómenos sociales locales, así como la
búsqueda de la conservación de aquellos aspectos que nos definen como sociedad y que
deben conservarse para una adecuada identidad latinoamericana.

154
Referencias

Mead, Margaret. (1971). “Antropología, La ciencia del hombre”, Siglo XX, 1ª, edición,
Buenos Aires.
Andrade, Xavier. (2014). “The Vulgarity of Democracy: Cartoons, Masculinity and
Politics in Ecuador”. Disertación para PhD en Antropología (manuscrito).
Nueva York: The New School for Social Research.
Andrade, Xavier. (2003). “Antropología y estudios culturales. Desmitificando oposicio-
nes banales”. Destiempo N.° 6. Quito, Ecuador.
León, Christian (2010). “Reinventando al otro”. El documental indigenista en el Ecua-
dor. Quito: Consejo Nacional de Cinematografía.
Andrade, Xavier y Zamorano, Gabriela. (2012). Íconos. Revista de Ciencias Sociales.
Num. 42, Quito, © Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede
Académica de Ecuador
Aguilar, Marvin. (2010). “Gritocidio”. Artículo de opinión de periódico La Página.
Recuperado en octubre de 2016 de http://www.lapagina.com.sv/editoria-
les/38755/2010/09/01/Gritocidio El Salvador.

155
“La educación artística: un derecho humano en la
construcción de identidades culturales.”

Miguel Ángel Hernández Vásquez


Estudiante de la Licenciatura en Antropología
Universidad Tecnológica de El Salvador
angeltotemics@gmail.com

Resumen

El ser humano desde el seno de su unidad familiar ha promovido una serie de procesos
de aprendizaje en el contexto de la formación artística; partiendo de la premisa del em-
pirismo, en donde la prueba y error han marcado significativamente, la estructuración
del mundo que lo rodea, independientemente de que dichos procesos sean considerados
como innatos o adquiridos.

Por lo consiguiente la finalidad del presente artículo, es establecer una aproximación


etnográfica entorno al acceso a la educación artística en El Salvador; desde la óptica
de los profesores de arte, otorgándole voz a su visión pedagógica heredada durante su
formación docente, en el extinto bachillerato en artes del CENAR, durante la década
de los ochentas en El Salvador.

El estado del arte

A nivel histórico los derechos culturales han sido un factor determinante en las identi-
dades de los pueblos latinoamericanos; sobre todo en lo concerniente a los procesos de
gestión cultural, a través de los cuales diferentes sectores públicos y privados promueven

156
lineamientos para la creación de políticas culturales “incluyentes” a los diferentes secto-
res de las poblaciones de un país en particular.

Por lo tanto, el hacer mención sobre los derechos humanos y culturales, es abordar las
políticas de Estado entorno al acceso a la educación artística, en sus diferentes niveles
y ámbitos de la educación formal e informal, la cual incide en la construcción de las
identidades culturales a nivel nacional.

Esto se ve reflejado en la creación, promoción y producción de los bienes patrimoniales,


que resultan en la individualidad y colectividad de cada grupo étnico en particular.

A inicios de la segunda década del siglo XXI, se han realizado esfuerzos para ubicar la
situación problemática sobre la educación artísticas en El Salvador; generándose así un
documento que lleva por título: “La Educación Artística en la enseñanza básica en
El Salvador” en donde la autora de dicho documento, Marta Eugenia Valle Contreras
(2011), realiza un recorrido histórico de la educación artística desde su génesis ubicada
en la época clásica hasta el siglo XIX. Dicho proyecto aborda la creación del currículo en
educación concebido en el mundo occidental, hasta la época clásica del siglo XIX; des-
tacando el desarrollo de las Artes Liberales, de las humanidades como tal y el concepto
de arte estructurado desde el Medioevo.

Por lo consiguiente la Marta Eugenia Valle (2011) hace una exploración de las diver-
sas expresiones artísticas, de carácter diacrónico para situar en el siglo XXI, los retos
y desafíos entorno a las disciplinas artísticas como lo son: la música, el teatro, danza,
el dibujo, la pintura entre otros. Así mismo Marta Valle (2011) analiza los enfoques y
teorías epistemológicas-plásticas que se van desplegando, estableciendo de esta manera
la contextualización y el objeto fundamental de la educación artística.

En ese sentido es importante hacer un análisis comparativo entre las realidades que se
viven en la sociedad salvadoreña entorno a la educación artística y la puesta de los dere-
chos culturales, en el marco de las competencias institucionales a nivel gubernamental,
para situar como este derecho humano y cultural, se cumple o no, en El Salvador.

Lo anterior configura las políticas del Estado salvadoreño encaminadas al acceso a la


educación artística y por ende a la producción cultural que se derivan de la puesta en
práctica de dichas expresiones.

157
Por su parte las naciones unidas en su artículo 27 en la declaratoria universal de los
derechos humanos, citando textualmente:

“Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural


de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico
y en los beneficios que de él resulten”. (ONU, 2015)

Tal como se puede observar en el artículo anterior de las naciones unidas, el quehacer
artístico, está relacionado inclusive con el progreso científico, del cual cada sociedad
define sus paradigmas a seguir en las actuales sociedades del siglo XXI.

Si bien es cierto en la Ley de Educación, se reconoce la importancia de la educación


en la sensibilización del ser humano en todas sus dimensiones personales, las artes en
sus diferentes disciplinas y expresiones pasan desapercibidas en los planes de estudio en
todos sus niveles, y se reduce a una asignatura llamada educación artistica, sin tener una
finalidad o una meta a conseguir en sus diferentes etapas del desarrollo cogntivo del ser
humano.

Las concepciones sobre los derechos


culturales

Los Derechos Humanos universales son la garantía del de-


sarrollo humano en todas sus dimensiones, tanto a nivel in-
trínsecas como extrínsecas; por lo consiguiente es importante
resaltar la importancia de los mismos en el ámbito educativo;
ubicando dos escenarios la educación formal e informal. En ese
sentido se resalta la concepción de los derechos culturales en el
siguiente fragmento:

Los derechos culturales son derechos relacionados con el arte y la cultura, enten-
didos en una amplia dimensión. Son derechos promovidos para garantizar que
las personas y las comunidades tengan acceso a la cultura y puedan participar en
aquella que sea de su elección. Son fundamentalmente derechos humanos para
asegurar el disfrute de la cultura y de sus componentes en condiciones de igual-
dad, dignidad humana y no discriminación. Son derechos relativos a cuestiones

Figura 1. Taller de Expresión Plástica Infantil impartido por Oscar Vásquez

158
como la lengua; la producción cultural y artística; la participación en la cultura; el patrimonio cultural; los
derechos de autor; las minorías y el acceso a la cultura, entre otros. (de Viñals, 2005)

La formación artística es un componente esencial en el desarrollo de las sociedades


humanas en todos los ámbitos de la vida social; para lo cual es necesario dimensionar
el término de aculturación, como ese proceso que desarrolla el ser humano parta dar
conocimiento a otro, sobre todo al interior de su núcleo familiar o de su sistema de
parentesco. Dentro de la terminología analizada en el presente informe es importante
resaltar a nivel conceptual el significado de arte, el cual se presenta a continuación:

Arte: (A) La conceptualización occidental del arte ha falseado la con-


ceptualización del hecho estético en su contexto arcaico. En este contexto
la obra de arte no está considerada como un objeto de pura contemplación
estética. Aunque funcional y significante, está investida de un papel utili-
tario muy preciso. Su función hiperestética y su dependencia de los sistemas
religiosos, las estructuras sociales y la organización económica están bien
marcadas por el hecho de que la constitución de las colecciones ha provocado
graves desequilibrios en los grupos desposeídos. (Hope Ponce & Mora
Eguiarte, 2000)

Tal como se puede observar en el argumento anterior el arte no se puede resumir


a la contemplación de los objetos que resultan en la producción artística; el arte en sí
mismo codifica pensamientos, que se representan en la función social que está inmersa
en las prácticas religiosas, en las estructuras sociales y sobre todo en la economía que es
la base que articula todo el quehacer en una determinada sociedad.

La antropología de la educación y las expresiones


artísticas

Cada sociedad construye sus paradigmas a partir del modelo económico que impera en
la sociedad en cuestión. La antropología como ciencia especializada del estudio del ser
humano en sus dimensiones universales, generales y particulares, construye y direcciona
puentes entre la comunidad y la ciencia a partir de los procesos de investigación siste-
mática.

Es importante retomar a nivel conceptual que representa la educación en la vida social


en el ser humano, para lo cual se introyecta el siguiente concepto:

159
“Educación: es la historia entera de la experiencia sensorial del individuo,
resultado de todas las ideas que este ha sido capaz de adquirir desde el naci-
miento. Todos los objetos que nos rodean contribuyen a esta educación. Las
instrucciones de los padres y los maestros son una pequeña parte de ella”.
(Hope Ponce & Mora Eguiarte, 2000)

El ser humano evidentemente construye sus paradigmas desde la etapa pre-escolar, las
cuales se vuelven sus primeras referencias del mundo en el que va a coexistir con las
demás especies animales y vegetales, dentro de las condiciones que le ofrece el entorno
natural muchas veces intervenido y modificado por el ser humano. En ese sentido Gar-
cía & Pulido (1994) hace mención de la antropología de la educación y sus orígenes en
el siguiente contexto:

“El interés de los antropólogos por la educación durante dos décadas, a


partir de 1930, un considerable número de antropólogos, sobre todo es-
tadounidenses, escribieron sobre aspectos explícitamente relacionados con
la educación, aunque ya en 1904 y 1905 Hewett escribiera críticamente
acerca de la restringida naturaleza de los planes de estudio, y reconociera
la amplia perspectiva de la antropología”. (García Castaño & Pulido
Moyano, 1994)

Figura 2. El proceso creativo en la inclusión de las artes en el sistema de aprendizaje, Diplo-


mado en Artes Visuales de la UTEC denominado:” Desarrollando Capacidades Artísticas”,
fotografía proporcionada por Oscar Vásquez.

160
Los planes de estudio reflejados en el sistema educativo salvadoreño históricamente han
estado desvinculados de las realidades de la sociedad a la cual representan; esto se ve
reflejado cuando en la curricula nacional, no se orientan los aprendizajes a reconocer la
hibridación cultural, y las diferentes etnias que reflejan el dinamismo social de las cultu-
ras que habitaron en el actual territorio salvadoreño, mucho antes de la invasión europea
española, esto hace referencia a la multiculturalidad que caracterizan las identidades
de la actual sociedad salvadoreña del siglo XXI, y que inclusive a nivel arqueológico y
antropológico representan un desafío a nivel de las identidades y expresiones culturales.

Impregnando huellas a través de las técnicas


etnográficas

Cada proceso de investigación requiere una serie de procedimientos y pasos a seguir,


para sistematizar de manera oportuna cada proceso de investigación realizado. En ese
sentido es importante tener como punto de partida la consulta fondos documentales
entre ellos: la bibliografía, artículos de revista, periódico, científico, publicaciones en la
web, revista electrónicas arbitradas, entre otros, así mismos videos documentales que
están dentro de la web; tales como YouTube entre otros que están relacionados con
el tema de investigación; se incluyó para el presente proceso, la elaboración de fichas
bibliográficas para registrar las fuentes consultadas e inclusive los informantes claves,
quienes aportan los elementos tangibles e intangibles en el análisis estructural y simbó-
lico que resulta de la investigación realizada.

Según la antropología cultural, los etnógrafos han realizado históricamente un proceso


de introyección en las comunidades y análisis a profundidad sobre las características de
la población a estudiar, independientemente del fenómeno de estudio. En lo anterior se
enmarca la plasticidad de los procesos sociales en la vida del ser humano, en sus genera-
lidades y particularidades; algo que se escapa de la rigidez de la universalidad que desde
la cultura global se pretende imponer en cada modelo económico de los países alineados
al capitalismo, ahora conocido como mundialización.

Es importante resaltar la interacción entre el antropólogo y su objeto de estudio, para


lo cual es necesario plantear el rumbo a retomar en la metodología etnográfica y de sus
técnicas para la recolección de datos cualitativos.

En ese sentido se aplicó la técnica de la entrevista guiada con un test de preguntas abier-
tas en donde el investigador conduce al informante clave al escenario de la problemati-

161
zación y las características particulares del fenómeno en estudio. Así mismo la conversa-
ción es una técnica que se aplicó para romper con el protocolo formal de una entrevista
guiada, logrando la empatía con el experto cultural, sin perder de vista la objetividad
que se debe mostrar durante el proceso, en lo referente al respeto de sus cosmovisiones.

Discusión de los resultados obtenidos.

La educación artística como un derecho cultural en el


ser humano

El derecho humano y cultural en el acceso a la educación artística es una responsabili-


dad del Estado el fomentarla y multiplicarla en todos sus niveles y ámbitos, sobre todo
en la educación formal e institucionalizada, para que dicho derecho se cumpla y se
transmita de generación en generación.

Dicho elemento destaca Oscar Vás-


quez (2016), en el siguiente comen-
tario:

Uno se da cuenta de que las artes es


como un derecho de participación de la
gente […] crea procesos de sensibiliza-
ción y gusto de la población y permite
que la población exprese sus ideas, […]
yo pues metodológicamente siempre he
trabajado que la gente exprese sus ideas,
que derroche su capacidad de psicográ-
fica vea […] y que nos permita conocer
su vocación artística. […] creo que la
Figura 3.Taller de comunicación popular dirigido a personas
herramienta como educador en el arte, […]
adultas de diferentes comunidades al interior del territorio
salvadoreño, dirigido por Oscar Vásquez y organismos de coo- desde el arte es una herramienta posible y potable de canali-
peración internacional, fotografía proporcionada por Oscar zación de energía y de canalización de mensaje, de códigos
Vásquez que a veces no conocemos y que muy bueno se socializan […]
y que cada poblador, cada niño y niña, cada joven, o la juventud lo expresa!! O una persona adulta lo pueda
expresar!! Sin darse cuenta de toda la información de que está participando…

162
Los procesos de canalización de energías intrínsecas en el ser humano, se expresa en
cada obra de arte, en cada pieza musical o teatral; un escenario en donde lo intangible
se vuelve tangible, en donde la creatividad no tiene límites, ni reglas que limiten su de-
sarrollo cognoscitivo, y por ende creativo.

Así mismo resalta el profesor Efraín Ramos la importancia de la educación artística


como derecho humano universal, como un medio canalizador de energías pro activas,
en una sociedad del consumista y de corte capitalista, en donde el ser humano es visto
como un número, multiplicador de riquezas, como un objeto que solo sirve para produ-
cir bienes materiales y que es fácilmente desechable cuando no se considera productivo
para el gran capital. Como bien se expresó Efraín Ramos en el siguiente comentario:

Más que un derecho es parte del desarrollo intelectual del ser huma-
no ya que el cerebro tiende a crear conexiones neuronales donde las
partes del cerebro por lo general no tiene, y esto lo podría decir solo en
nuestro país por la no formación
en esta materia que se ha dejado
a un lado, si a nivel del MINED
se diera la importancia a la edu-
cación artística, no tendríamos
este problema con nuestros jó-
venes, tendrían una visión muy
diferente de la situación social que
vivimos, bueno hasta creo que no
estaríamos tan amolados como es-
tamos con esta problemática social
actual; serian entes críticos, ana-
líticos propositivos creadores de
soluciones a problemas más ruti-
narios y de desarrollo de su comu-
nidad… (Ramos, 2016) Figura 4. Niños de Centro Escolar Valle Nuevo, Soyapan-
go; recibiendo clases de música a cargo del profesor Efraín
Ramos, imagen tomada por Efraín Ramos
La educación es liberadora de conoci-
miento, a través de las destrezas, habilidades y competencias que adquiere el ser humano
en el desarrollo de sus capacidades intelectuales; caso contrario como expreso Efraín
Ramos (2016), “el pueblo es como el buey que carga con todos los problemas de la nación sin
expresar su disconformidad, mucho menos por exigir sus derechos innatos”.

163
La educación artística en la construcción de
identidades

Desde la colectividad los artistas en sus diferentes disciplinas y expresiones, exteriorizan


en su quehacer artístico sus abstracciones sobre el mundo que los rodea, en ella está
inmersa la ideología que define su clase social y su conciencia social; cuando el artista
asume su postura ante la sociedad en la que está inmerso, y las realidades que redefinen
su accionar docente y la producción artística, que se deriva de dicha práctica cultural.

Por lo consiguiente es importante poner en perspectiva como el acceso a la educación


artística también contribuye a la construcción de identidades culturales, tal como se
expresa según Efrain Ramos ( 2016), a traves del siguiente aporte:

Si, aun no teniendo instituciones las cuales enseñan eso, tenemos la forma
ancestral de conocerla y es la popular o folklórica, que según el concepto
folk viene del inglés pueblo y lore acervo, saber, conocimiento traducido
como decía Israel Bojorges es el saber tradicional del pueblo, donde se ha
heredado la cultura ancestral se podría decir el verdadero espíritu de una
región comúnmente llamado cultura, la cultura es la forma de mostrar la
identidad en una fracción de área cultural…

Figura 5 Jóvenes de coro de parroquia en Ilopango, taller impartido por el profesor


de música Efraín Ramos, imagen tomada de https://www.facebook.com/efrain2011

164
El proceso de construcción de identidades también se da a nivel iconográfico, a través
de la línea, el punto el color, las formas, la tonalidad, la representación escenográfica y
las abstracciones lo que el artistas plasma en la presentación de su producción artística.

Dicha producción artística se manifiesta a nivel visual y audiovisual, tal como lo expresó
el profesor Oscar Vásquez (2016) en el siguiente fragmento:

La educación artística en nuestro medio que está en las academias par-


ticulares no tiene estas características, te enseñan plenamente la técnica y
no enseñan la historia del arte, no te enseñan la historia de la cultura, no
te enseñan el elemento identitarios incluido dentro de la sociedad para ser
expresado en las artes. Por qué las artes no es la cultura es un vehículo para
expresar la herramienta artística […] Entonces nos harían sensibles para
participar y a tener derecho a expresar nuestras ideas y a tomar conciencia
por medio de la educación artística formal incluirnos y construir una mejor
una sociedad que este mejor enderezada…

Las artes en sus diferentes disciplinas y expresiones son vehículo para plasmar a nivel
audiovisual las representaciones de la vida cotidiana del ser humano en sociedad; di-
chos fragmentos expresados en la producción artística, reflejan las abstracciones que el
ser humano hace de sus entorno natural y como dicho entorno es modificado por su
intervención de la misma, es como representar en cada estampa de la vida, la selección
artificial que Darwin y otros biólogos observaron en la sociedad humana.

Figura 6. El proceso creativo del profesor Oscar Vásquez en la representación iconográfica en donde el artista o traba-
jador del arte representa sus cosmovisiones y su visión crítica de la vida, fotografía proporcionada por Oscar Vasquez.

165
El papel desempeñado por el mined en la educación
artística y los desafíos de los profesores en artes

Cada familia en sociedad establece un código que trasciende de lo genético del ser
humano, a lo social e indivisible, que puede distinguirse en sociedad como parte de, o
excluido de, un estrato social o de un grupo étnico que trasciende la distinción entre lo
urbano y lo rural. Dentro de las responsabilidades del Ministerio de Educación como
ente formador y regulador, en la educación formal es importante resaltar el papel que
desempeña el MINED en las últimas dos administraciones del gobierno del FMLN, en
donde el accionar de los ministros de educación ha pasado desapercibido, y solo se ve
reflejado la continuidad del sistema capitalista y del modelo neoliberal.

Elementos que se destaca Efraín Ramos (2016), en sus valoraciones como docente de
artes del extinto CENAR en su modalidad de bachillerato en artes, en el siguiente
aporte:

Lamentablemente fatal, no puedo extenderme tanto porque realmente no


existe una izquierda gobernando, existen personas de un partido que re-
presenta a la izquierda en este país haciendo de otra manera lo que los ricos
y la derecha venía haciendo desde siempre y creo que con esto lo resumo
todo, ya que mi valoración de lo que realmente se debería hacer y porque
ya te lo he externado...

Figura 7. Efraín Ramos en una presentación en la plaza cívica, el día 1° de mayo de


2014, imagen tomada el de https://www.facebook.com/efrain2011

166
Existe evidentemente un desencanto de los profesores de arte entorno al desempeño de
los últimos 6 años de gobierno del FMLN; al cual muchos sectores del movimiento so-
cial, tildan de pequeños burgueses y replicadores del sistema capitalista, por no cambiar
el rumbo del país a través de tan importante Ministerio. Lo anterior se ve expresado en
la exigencia de un cambio a nivel curricular de los planes de estudios y de la incorpo-
ración de la educación artística en todos sus niveles, tal como se expresa en el siguiente
comentario:

“El más grande desafío es crear profesionales dedicados y decididos a darle


vuelta a la tortilla del MINED para que toda una cultura cambie su
entorno y prioridades no ser entes consumistas ni autómatas que se pue-
dan programar con una serie de imágenes en la televisión o audio en los
radios y así ser más fácil dominarlos, el sistema educativo esta creado para
ser individualistas, cuando vamos a comprender que la colectividad pesa
más que el individualismo cuando entenderemos realmente que la unión
hace la fuerza y como esto es una situación ya conocida y ya analizada por
los asesores pedagógicos del MINED, solo se crearan bocetos de educadores
artísticos para el mismo fin, darnos atol con el dedo”. (Vásquez, 2016)

Finalmente un pueblo que desconoce sus orígenes y no aprende de las lecciones pasadas
está condenado a repetir la historia una y otras vez, como un círculo vicioso intermi-
nable, como un abismo al que está condenada toda sociedad que uno ha reconocido su
pasado, ni mucho menos los errores que desembocaron en los conflictos sociales histó-
ricos, tal como ha sucedido en El Salvador desde la época de la conquista, cuando aún
no existían los límites geográficos, que ahora delimitan el territorio nacional.

Figura 8. Estudiantes participantes en Diplomado en Artes Visuales de la UTEC denominado: “Desarrollando


Capacidades Artísticas”, fotografía proporcionada por Oscar Vásquez.

167
Conclusiones

• El ámbito en el que se desenvuelve la educación artística en El Salvador, es


considerado como educación informal o como un recurso didáctico en los pro-
gramas de prevención de la violencia social en todos sus niveles por lo tanto, no
es asumida como parte sensible y prioritaria en la currícula nacional en todos los
niveles de la educación formal.
• Al explorar los conocimientos y experiencias de los profesores de arte entre-
vistados, se reconoce la educación artística como un derecho cultural innato en
la vida del ser humano, y por ende las competencias del Estado salvadoreño a
través del MINED, han jugado un papel determinante en la exclusión social de
dicho derecho humano y cultural; por lo consiguiente las identidades que se ge-
neran en su práctica profesional, hacen alusión a un estatus económico de corte
elitista, y cuando el pobre busca acceder a dicho derecho humano, el Estado
argumenta que no existe presupuesto para llevar a cabo programas de inclusión
social, que permita la educación liberadora a través de las artes.
• Evidentemente el universalismo del pensamiento occidental en las tendencias
o corrientes artísticas; se manifiesta en la producción artística; muchos artistas
están pendientes más del ultimo hito de la moda, que en recrear las identidades
locales, sin reducirlas al indigenismo romántico; que permita insertar el relati-
vismo cultural como un mecanismo de comprensión de las divergencias cultura-
les, y por ende incorporar la multiculturalidad como una forma de entender las
identidades salvadoreñas.

Recomendaciones

• Es necesario dar seguimiento a este tipo de investigación etnográfica, para pro-


fundizar a través del estudio de los derechos culturales entorno al acceso de
la educación superior; para actualizar los contextos históricos de dicho ámbito
educativo, así como la incorporación de los datos cuantitativos en el análisis de
la población estudiantil de las carreras afines a partir de las generalidades en las
percepciones que tiene dicha población sobre el tema.
• Es importante mantener la articulación entre la academia, el Estado y la socie-
dad en general para potenciar espacios para la discusión y el aprendizaje a través
de los resultados contenidos en este proceso de aproximación etnográfica sobre
los derechos culturales en el acceso a la educación artística.

168
Referencias

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Trad.) Madrid: McGraw Hill.
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Vásquez, O. E. (28 de Mayo de 2016). El Derecho a la educación artistica en El Salva-
dor. (M. Á. Hernández Vásquez, Entrevistador)

169
El rol de la mujer en el mundo maya: ¿podían
las mujeres de ostentar cargos de mando en la
sociedad Maya clásica?

Rocío de María Perdomo Vásquez


Estudiante de la Licenciatura en Antropología
Universidad Tecnológica de El Salvador
rmariapv95@gmail.com

Resumen

D esde que la arqueología empezó como una ciencia, siempre se ha tenido esa per-
cepción androcentrista al momento de interpretar los materiales encontrados, la-
mentablemente esta perspectiva llego hasta los arqueólogos que investigan Mesoamé-
rica. Sin embargo, en tiempos recientes ese sesgo desaparece poco a poco y nos permite
visibilizar los roles que antes eran inimaginables que una mujer pudiera ejercer en la
sociedad maya.

Una vez que conversaba con unos compañeros de la carrera de arqueología, vino al
tema el enfoque de género dentro del campo de estudio de los restos materiales, alguien
comento que no hay forma de saber quién hacia tal cosa, un hombre o una mujer, si
no había algo que lo respaldase; como encontrar un entierro con su contexto intacto o
material escrito que milagrosamente haya sobrevivido tanto tiempo y pueda revelarnos
algo.

Desde que la arqueología empezó como una ciencia, siempre se ha tenido esa percep-
ción androcentrista al momento de interpretar los materiales encontrados (Sanchez
Liranzo, 2000 ) (Rodríguez-Shadow & López Hernández, 2011c). Por eso es que se

170
ha dejado de lado o con poca importancia el rol femenino; de ello nace en un grupo de
investigadoras en los años 70 con el objetivo de romper ese paradigma tan centralizado
en las funciones del hombre, para empezar a notar las que son hechas por las mujeres
y que ambos compartan el crédito de haber hecho algo fundamental en su sociedad
(Montón Subías, 2014b)

Tenemos “pruebas” materiales sobre una de las funciones más importantes para la socie-
dad maya ejercida por hombres, el liderazgo (Agurcia Fasquelle & Valdes, 1994) (Fash
& Fash, 2006) (Viel, 1998) y nadie duda de su veracidad, pero ¿qué hay de las mujeres
que acompañaron esos líderes?

Gracias a la arqueología de género, se ha cambiado de enfoque al momento de interpre-


tar los hallazgos en Mesoamérica, en especial los que conciernen a la cultura Maya; A
larga diferencia con la cultura actual que terminamos adoptando de los conquistadores,
la cultura Maya le guardaba más culto y cariño a la figura femenina, quizás no admitían
a las mujeres como sus iguales, pero si le reconocían respeto. (Garrido Ramos, 2014a)

La mujer en igualdad al hombre en la cosmovisión Maya

Para comenzar es pertinente saber sobre el “valor simbólico” que la mujer representa en
la cosmovisión maya. El primero de sus libros más importantes, que por mucha suerte
logró sobrevivir hasta cuando los sacerdotes católicos no veían los escritos indígenas
como obras del demonio, entiéndase el Popol Vuh

Según Barba Ahuatzin (2011a) explica, que, en la primera y segunda parte del libro, lo
masculino y lo femenino no son antagonistas si no, que ambas partes se complementan
para formar un “balance perfecto” para crear el mundo que rodeaba a los mayas.

Los dioses creadores van por parejas, aunque a veces no nos queda claro cuál es la
obra de las deidades femeninas. Lo que es obvio es que los nombres se forman por
la actividad que realizan, por ejemplo:

• Tzacol (el creador) y Bitol (formador).


• Alom (la que concibe hijos) y Qaholom (el que engendra hijos).
• Hunahpú-Vuch (divinidad femenina del amanecer) y Hunahpú Utiu (potencia
masculina de la noche).

171
• Zaqui-Nimá-Tziís (tapir, diosa madre) y Nim-Ac (gran jabalí masculino, fuerza
generadora).
• Tepeu (gran conquistador de batallas) y Gucumatz (serpiente emplumada, tam-
bién masculino).
• U Qux Cho (corazón de la laguna) y U Qux Paló (espíritu del mar).
• Ah Raxa Lac (la tierra, el señor de la cerámica) y Ah Raxa Tzel (señor de la jícara verde, lapidario
del cielo). (Barba Ahuatzin, 2011a, p. 184)

Como se puede ver, los dioses mayas tienen su compañero, también nombrado como
alter-ego, que los acompaña y complementa para crear la perfección. Tal y como la in-
vestigadora vuelve a recalcar más adelante:

Entre todos hacen la tierra, los animales, los vegetales, las montañas y los valles, los mares, los
ríos y los océanos, pero al hombre verdadero sólo lo pueden hacer los viejos dioses inventores de
la cultura, los adivinos que saben echar los colorines de la adivinación, Ixpiyacoc e Ixmucané.
(Barba Ahuatzin, 2011a, p. 182)

Esto quiere decir que al momento de escribir el mito de origen, sabían que la participa-
ción de una divinidad masculina (Ixpiyacoc) y femenina (Ixmucané), eran igual de po-
derosas e importantes para la creación de la vida, que también puede interpretarse para
la conformación de una sociedad más igualitaria en cuanto a roles de género se refieren.

Más adelante en la historia, vemos que en el relato de los héroes gemelos, las mujeres
siguen teniendo un papel importante, pero ya no son representadas como diosas omni-
potentes, si no como madre y maestra para Hunanpu e Ixbalanque, (la sociedad) (Barba
Ahuatzin, 2011a)

Una vez más vuelve a participar la diosa Ixmucané, la cual siempre es representada como
una anciana con toda la sabiduría que ha adquirido en años, por ello los protagonistas
del relato le muestran respeto y aprecio, puesto que se alude que ella los educó por
bastante tiempo. Es curioso ver como esta misma historia se repite en la actualidad con
muchas ancianas se encargan de criar a sus nietos para que los padres puedan encargarse
del sostén de la casa.

Se conoce que las mujeres más ancianas dentro de los pueblos mayas gozaban del mayor
respeto entre las demás debido a ser las que más experiencia tenían respecto a sus oficios
(Valgañón García, 2011d) y probablemente el haber sobrevivido un gran número de
partos durante su vida, pero sobre este punto se hablara más adelante.

172
Es en esta historia que se ve el contraste de los roles impuestos a las mujeres de diferente
rango de edad, la anciana siendo la fuente de experiencia y por ello respetada, mientras
que la joven aún estaba bajo la custodia de su padre como una propiedad (Barba Ahuat-
zin, 2011a), es aquí donde entra el segundo personaje femenino, Ixquic, la madre de los
gemelos Hunanpú e Ixbalanque.

El rol que Ixquic toma es de la de una joven que sin conocer hombre alguno de forma
directa, queda embarazada y da a luz a los héroes, no hace falta mencionar el paralelismo
con las que muchas historias comienzan. Lo que más nos interesa apuntar sobre esta
situación es cuando el padre de Ixquic, un dios del inframundo maya, se entera que su
hija está en cinta, decida darle muerte.

A palabras de Barba Ahuatzin (2011a):

El pasaje en el que el padre de Ixquic la manda matar porque la ve violada es también significa-
tiva porque nos habla de épocas cerradamente patriarcales, cuando la virginidad femenina ya era
propiedad masculina de la cual no podía disponer ninguna mujer, y si lo hacía se le podía condenar
a muerte, con la aceptación de la sociedad. (p 184)

Cabe resaltar que una vez Ixquic logra escapar y se encuentra con Ixmucané, madre de
Hun Hunanpú, en busca de ayuda y aunque esta al principio no la ayuda hasta que la
joven muestra ser capaz de preparar los cultivos, con esto se nos orienta a pensar que una
mujer en esa época, sin importar realmente su condición debía ser capaz de trabajar la
tierra, sin dejar de lado su capacidad de dar la vida (Barba Ahuatzin, 2011a)

Presumiendo que las primeras dos partes del Popol Vuh fueron escritas durante el Clá-
sico; y las últimas durante el final del Clásico y Posclásico podemos observar un cambio
radical respecto al papel que la mujer presentaba (Barba Ahuatzin, 2011a).

La mujer anciana maya

Como se mencionaba párrafos atrás, el papel de la mujer mayor, y el del hombre anciano
por añadidura en la sociedad maya, es ligada a los que mayor información y compren-
sión de la cultura por ello se esperaba que fueran ellos que instruyeran a los niños en su
educación. (Valgañón García, 2011d)

173
A las ancianas suelen ser asociadas con las cuestiones del hogar, la adivinación y cura-
ción, por ello en algunos rituales de la elite maya, solo a ellas del público femenino en
general se les era permitido presenciar o tomar parte de ellos (Valgañón García, 2011d).

Se tienen registros de los cronistas españoles sobre las funciones de las ancianas mayas, y
tomando en cuenta que el respeto hacia ellas del Clásico al Posclásico no cambio dema-
siado, es probable que se ejercieran estos trabajos desde hace mucho tiempo, Gallegos
Gómora (2011e) los resume en:

• Eran madrinas en los bautizos de las niñas.


• En las fiestas del año kan algunas eran seleccionadas para danzar portando cier-
tas vestiduras en la fiesta al ídolo Yzamnakauil; también danzaban en la fiesta
del año cuya letra era ix, y en el día pop.
• En el año en que la letra dominical era muluc también bailaban para aplacar al
dios Yaxcocahmut y tejían un paño sin adornos.
• En cualquier día del mes Mac la gente anciana hacía una fiesta a los chaces, a los
dioses de los panes y a Itzamná.
• En el mes Yaxkin una vieja vestida con un traje de plumas -a quien llamaban Ix-
mol o la “reunidora”-, daba golpecillos en las manos a las niñas, para que resultaran
expertas en el oficio de sus madres, mientras que los sacerdotes hacían lo propio
con los niños para que fuesen eficientes en los oficios de sus padres. (p. 44)

La mujer joven maya y su trabajo

A diferencia de las mujeres ancianas, las mujeres jóvenes tienen más representaciones,
pero aun poca a comparación de las masculinas, sabemos que en muchas ocasiones ellas
son limitadas funciones respecto a la casa y crianza de niños.

Uno de los testimonios que más sorprenden, respecto a las enseñanzas de madres e hijas,
al momento de estar presentes ante un hombre que no fuera familiar de estas, según dice
el fray Diego de Landa:

Enseñan lo que saben a sus hijas y críanlas bien a su modo, que las riñen y las adoctrinan y hacen
trabajar, y si hacen culpas las castigan dándoles pellizcos en las orejas y en los brazos. Si las ven al-
zar los ojos, las riñen mucho y se los untan con su pimienta, que es grave dolor; y si no son honestas,
las aporrean y untan con la pimienta en otra parte, por castigo y afrenta. Dicen a las mozas indis-
ciplinadas por mucho baldón y grave reprensión. Que parecen mujeres criadas sin madre (p. 64)

174
Las mujeres mayas de la costa sur de Campeche, a diferencia de las de Yucatán como
acabamos de observar, podían heredar el mando en caso de no haber un heredero mas-
culino, no obstante, no podían ejercer el poder de forma directa si no que se esperaba a
que la jovencita tuviera un hijo varón para pasarle el trono, hasta entonces un hombre
que sea familiar de ella gobernaba (Gallegos Gómora, 2011e)

Sin embargo ese no era el caso durante el Periodo Clásico según revelan sus restos ma-
teriales e interpretaciones que las mujeres podían ser gobernantes de los centros mayas
siempre y cuando tuvieran el derecho divino de ejercerlo, ya que se recuerda “Los mayas
comparten con el resto de Mesoamérica la idea de que el poder político es de origen
sobrenatural o divino” (Hendon, 2011f )

No había nada que realmente limitara a las mujeres de elite de ostentar títulos impor-
tantes durante esa época, salvo los logros que sus padres tuvieron. Se conoce de mujeres
que ciertamente gobernaron durante un tiempo, pero este punto será tocado en detalle
más adelante.

Las mujeres en política maya

Según como se comentaba párrafos atrás, se sabe que la hija hereda la jerarquía de poder
en la sociedad maya del Posclásico en caso que no haya un hijo varón que lo tome, sin
embargo ella no hereda el poder para gobernar, sino que se lo pasa a su descendencia
masculina (de Landa, 2011b).

No obstante se sabe que no siempre fue de esa forma en la sociedad maya del Clásico, y
aunque muchos investigadores no se ponen de acuerdo en el sistema de linaje maya, ya
sea patrilineal, matrilineal, de doble descendencia o los tres a la vez (Pool Cab, 2011g)

Lo que realmente se sabe sobre la participación de las mujeres como gobernantes es


gracias a los pocos pero ricos registros que tenemos sobre ellas, algunas veces repre-
sentadas como las esposas y madres de los grandes reyes y en otras ocasiones como las
gobernantes de la ciudad, tales son los casos en Palenque y Tikal.

Los méritos de una mujer de elite, realmente no eran poco valorados como muchos lo
piensan, incluso en las mismos registros de ascensos al trono de los gobernantes mascu-
linos hacen alusión a su gran ascendencia femenina (Pool Cab, 2011g)

175
Cuando una sociedad es percibida sin la rigidez de las reglas de descendencia, que son ambiguas,
es más fácil concebir a los individuos en sus relaciones prácticas. Es en la aplicación de este modelo
cognitivo que es más fácil entender y percibir a las mujeres mayas en sus roles políticos y no ver al
género masculino como principal protagonista social. (p. 80)

Con las investigaciones recientes a inscripciones y entierros funerarios grandes, se sabe


que la esposa de un gobernante también tenía el poder para tomar decisiones e incluso
que tomaban el papel de su esposo como suyo, en rituales donde era necesitado el go-
bernador.

El investigador Pool Cab (2011g) también, clasifica a las mujeres de elite maya acorde
al tipo de poder que ejercieron:

Mujeres gobernantes

En esta parte es donde se señalan mujeres que adquirieron su poder debido a la falta
de un hijo varón como heredero o porque terminó dejando en un segundo plano a su
esposo, debido a que parecía ser más competente para la obtención y aseguramiento de
poder.

Uno de los ejemplo más claros es el de la señora Wak Chanil (seis cielo), hija del go-
bernante B’ahlaj Chan K’awiil de Dos Pilas, que después de casarse con el señor de
Naranjo, ella aseguro su ascenso al poder y el de su hijo K’ahk’ Tiliw Chan Chaak, en
Naranjo con una serie de conquistas, y mandando a hacer estelas en su honor. (Martin
& Grube, 2000)

También se tiene a la señora Yohl Ik’nal, hija de Kan Bahlam I, se convierte en la pri-
mera reina de Palenque, debido a la falta de un heredero masculino, ella reino por 20
años; Y la segunda reina de Palenque, La señora Sak K’uk’ (quetzal resplandeciente),
cuyo reinado no duro más de tres años ya que su hijo K’inich fanaab Pakal, también
conocido como Pakal el grande (Martin & Grube, 2000) toma el mando. Se presume
que sus restos están en uno del templo que su hijo mando a erigir, pero no se abordará
este tema a la falta de fuentes fidedignas.

176
Mujeres con poder simbólico

Con esto se menciona a las mujeres que fueron sumamente respetadas como esposas,
madres e hijas de los grandes gobernantes, y aunque en ningún momento ejercieron
parte del poder, siguen siendo reconocidas como parte importante de la dinastía y fue-
ron representadas en el arte monumental (Pool Cab, 2011g)

Ellas son representadas en el arte monumental, con vestidos lujosos o ropas ceremonia-
les, participando en rituales o como acompañantes de sus esposos, en sus entierros se
encuentran ajuares funerarios altamente trabajados e incluso le son dedicados templos
en su honor. ( Josserand, 2011h)

Se tiene de ejemplo a los antepasados femeninos y maternos del rey de Chichen Itza,
Kakupacal Kauil que mandó a construir el Templo de las Monjas y el Templo de los
Tres Dinteles.

Con estas evidencias podemos notar que, al menos a finales del Clásico, aun se mante-
nía ese respeto hacia las mujeres, ancestros femeninos y diosas, a diferencia que no solo
se concentraba en hacerlas ver como objetos de intercambio u anzuelos como lo hace
ver los últimos escritos del Posclásico. Algunos investigadores señalan que posiblemente
esos últimos textos hayan sido influenciados por el punto de vista patriarcal europeo.
( Josserand, 2011h)

A manera de conclusión, sería un gusto mencionar otra vez todos los puntos tratados a
manera de recordatorio.

Se empezó con las mujeres/diosas mencionadas en la cosmovisión maya y pudimos ob-


servar cambio notable en cuanto su papel, empezando como iguales con los hombres y
terminando como objetos de intercambio para la llegada de los españoles.

Luego vimos sus representaciones según su rango de edad, desde jovencitas hasta ancia-
nas, siendo estas últimas las más respetadas dentro de la elite maya, a pesar de que sus
representaciones sean escasas

Las representaciones de jóvenes mujeres mayas no se limitan a ser representadas como


madres o en sus labores de la vida diaria, también ellas ostentaban un título de sacerdo-
tisas, aunque también pueden estar representando a una diosa

177
Y por último vimos brevemente las formas que ganaban el respeto y poder, ya sea por
herencia de sus padres o por ser acompañantes importantes dentro de las vidas de sus
esposos.

Durante la recopilación de fuentes para este ensayo, se encontró fácilmente los roles que
eran parte las mujeres tanto las campesinas hasta las princesas, no obstante, al momento
de buscar más sobre como obtenían y ejercían el poder una vez que eran reconocidas
como gobernantes, fue bastante difícil encontrar esa información.

Al principio se pensaría que era porque esas reinas no hicieron algo tan relevante o de-
cidieron no levantar sucesos importantes durante su reinado, la realidad es que se han
hecho tan pocos estudios al respecto o no le han tomado el interés de anunciar lo que
ellas una vez hicieron en la actualidad.

Se duda de esta última posibilidad ya que con los avances que ha obtenido la arqueolo-
gía de género, es casi imposible que no se tome en consideración los roles que pudieron
haber tomado tanto hombres como mujeres en los hallazgos arqueológicos.

Ahora que se ha terminado de analizar todos los documentos necesarios para contes-
tar a la pregunta que llevo a la realización de este ensayo, ¿Eran capaces las mujeres de
ostentar cargos de mando en la sociedad maya clásica?

Si, ellas eran capaces de ejercer el mando, no necesariamente dentro de sus hogares
como esposas y madres, también como dirigentes religiosos, como las ancianas como
participes de rituales y las posibles sacerdotisas, al igual que dirigentes políticos y de
guerra, se tiene a las reinas de los grandes centros mayas como prueba.

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180
Derechos humanos y trabajo sexual, Plaza Cívica
Gerardo Barrios, centro histórico de San Salvador

Michelle Martínez S.
Estudiante de la Licenciatura en Antropología
Universidad Tecnológica de El Salvador
miguanalu@gmail.com

RESUMEN

U n punto de partida para estudiar una sociedad, las relaciones sociales y la estructura
de esta, bien puede ser a través de un acercamiento a las minorías excluidas y/o
marginadas, ya sea por factores económicos, demográficos, raciales, religiosos o bien por
algo tan específico como un trabajo laboral.

En este sentido las personas que se trajinan en el ámbito sexual, suelen ser víctimas de
estigmatizaciones, y de violaciones e incumplimientos de derechos humanos. La prosti-
tución, o conocida recientemente como trabajo sexual (sin ser reconocido oficialmente
como tal) es un fenómeno social donde no es necesario inmiscuir tanto para incidir en
que tienen que ver situaciones coyunturales, donde el sistema económico del país en
cuestión, está estrechamente vinculado en la perpetuación de este.

“Como mujer no tengo patria.


Como mujer no quiero patria.
Como mujer, mi patria es el mundo entero”
(Virginia Wolf )

181
Introducción

El presente artículo es el producto de una investigación antropológica, donde la meto-


dología implementada fue la etnografía, por lo tanto, es de carácter cualitativo, demás
estaría decir que se recurrieron a instrumentos como las entrevistas, y las anotaciones al
momento de hacer observación participante.

El contexto de la investigación es una plaza en el centro histórico de San Salvador,


donde hay una cantidad de transeúntes, vendedores ambulantes, y personas que llegan
a pasar el tiempo. Dentro de este último grupo se encuentran los y las trabajadoras se-
xuales, que más allá de pasar el tiempo, la plaza es su lugar de trabajo.

Para fines de delimitar y enfocar la investigación, era necesario tener un planteamiento


teórico, y es acá donde se esboza, un balance historiográfico de los derechos humanos,
una aproximación teórica del trabajo sexual y como estas dos variables se contrastan,
pero nunca convergen, y de llegar hacerlo sería en la insatisfacción de necesidades bási-
cas, sin radicalismo.

La investigación nace en respuesta a la insensibilidad de las personas naturales, jurídicas,


e incluso de la academia, respecto a situaciones configuradas aun en la vulnerabilidad de
derechos humanos, es decir nace por situaciones injustas que han llegado a aceptarse en la
sociedad salvadoreña, y que por lo tanto forman parte de la cultura, y cotidianidad de ella.

El objetivo tenía que ver con la identificación de los derechos humanos vulnerados de
mujeres (inclúyase mujeres trans) que se dedican al trabajo sexual, que, por cuestiones
de delimitación y ética, específicamente tenían que trabajar en la Plaza Cívica, y ser
mayores de edad.

La amalgama de todo esto, dio como resultado datos esperados como inesperados, don-
de solo a través de la investigación social se logra tener una aproximación a estas realida-
des, darles seguimiento de carácter clásico académico o personal amistoso, y continuar
conociendo estas expresiones culturales.

Balance historiográfico de los derechos humanos

Los derechos humanos parten de diversas corrientes filosóficas, del siglo I A.C (Labardi-
ni, 1989) asociadas claramente a la religión y la existencia de dios y sus normas morales.

182
Teniendo en cuenta que antes de La Ilustración, fue un periodo de oscurantismo, donde
todo aquello que no tenía explicación, se asociaba a manipulaciones divinas, y las rela-
ciones sociales se fundaban en esto mismo; evidentemente la ciencia estaba en pañales.

Es con La Ilustración, en el siglo XVIII que surgen ideas humanistas, y los derechos
humanos, se empiezan a ver como derechos naturales. Pensadores como Voltaire y Lock
(citado en Papacchini, pág 149, 1997) sostenían que, si bien la religión promovía un
respeto entre las personas, ella misma daba la pauta y propiciaba una violación a los
derechos de los individuos, cuando estos no compartían su ideología.

Bajo una filosofía iusnaturalista, que promovía la existencia de unos derechos inaliena-
bles al ser humano, e independientes del Estado, como lo es la vida, la libertad, la salud y
la propiedad, Lock proponía un modelo de relaciones conforme a la naturaleza, es decir
vivir bajo la autonomía. Sin embargo era algo utópico, ya que el resguardo de estos, sólo
es posible a través de un orden civil, y Lock tenía consciencia de esto (Papacchini, 1997).

Entender los derechos de las personas sobre un escenario natural, se presta a contradiccio-
nes, que ni teóricamente podrían responderse, pues, se habla de una diversidad biológica,
y de respuestas e impulsos diferentes en cada ser humano, una institución que regule esto,
sobre esta idea, se volvería injusta, por lo tanto, una sociedad estaría condenada al caos.

Pero la concepción cambió, y se tuvieron en cuenta factores propiamente culturales, los


cuales eran igual de diversos pero que si podían ser regulados particularmente sin caer
en ambigüedades.

El antecedente más remoto, que está documentado de los derechos humanos es el de la


Carta Magna de 1215 en Inglaterra, posteriormente para el año 1617 surge La Petición
de Derechos, con el fin de ponerle paro a los abusos cometidos por parte de la nobleza,
más adelante en 1789 surge La Declaración de los Derechos del Hombre y del ciuda-
dano, que se da en el contexto de la revolución francesa, dos años después de esto, nace
La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la ciudadana, con el fin de la equidad
respecto a las diferencias de género. (Solís García, 2012).

Siendo hasta en diciembre de 1948, cuando la asamblea general de la ONU (Organiza-


ción de Naciones Unidas) aprobó la Declaración de los Derechos Humanos, con el fin
de regular las acciones y decisiones de los Estados. Con una visión influenciada por un
evolucionismo unilineal, lo que se pretendía era que las sociedades no “recayeran” en un
estado de barbarie.

183
Aproximación teórica al trabajo sexual

El trabajo sexual es un fenómeno con una complejidad de relaciones sociales, sean la-
borales, familiares, o de cualquier índole, donde los conceptos relacionados al ámbito y
el significado de estos para las personas que se dedican a este trabajo, como para las que
no, (que aunque no sean trabajadoras sexuales no dejan de estar dentro del fenómeno),
varían de una manera considerable.

No se debe de entender de manera general la prostitución como un intercambio entre


cuerpo y dinero, pues se está reduciendo e invisibilizando la fuerza de trabajo que de-
manda, lo que termina por fortalecer el discurso y la práctica estigmatizada con respecto
al trabajo sexual y a las personas que se dedican a él.

La desconstrucción de esta idea respecto al trabajo sexual, es tarea de la comunidad


científica, por un lado, y por el otro, del empoderamiento público de las mujeres (entién-
dase por mujeres también a aquellos hombres que se identifican como mujeres trans)
sobre su trabajo, y la funcionalidad que tiene dentro de una sociedad.

Al brindar un servicio, y recibir una remuneración por el, contar con un horario laboral
de ocho horas o más, tener una estructura y jerarquía; y a esto agregarle las amenazas a
las que se ven expuestas estas mujeres al momento de laborar, desde violaciones, hasta
feminicidios, cabe plantearse la posibilidad de legitimar la prostitución como un trabajo
oficial (Britos, 2009).

Evidentemente cuando una persona que se desenvuelve en el ámbito, se autodefine


como trabajadora sexual y no como prostituta, está hablando de un discurso legitima-
dor, e intrínsecamente ha adquirido conciencia respecto a su propio trabajo. Entonces
es necesario escuchar a estas mujeres para hacer un pronunciamiento político, y darle
seriedad debida al asunto.

A pesar de no ser un trabajo legítimo, cada vez se configura más como tal, en el sentido
de que hay una demanda y las mujeres lo ven como una estrategia de sobrevivencia,
impulsadas por su realidad socioeconómica (Rodríguez Valladares, 2012) en un sistema
que no cumple, ni cumplirá con las condiciones necesarias para que todas las personas
vivan de manera plena.

El trabajo sexual está estrechamente vinculado con la escases de recursos, y la insatis-


facción de necesidades básicas, entendiendo necesidades básicas por alimento, vestido,

184
vivienda, salud y educación (Simposio PNÜMA/IINCTAD, 1974), Generalmente las
personas que se dedican a este trabajo, donde la mayoría son mujeres, suelen ser pobres
( Juliano, 2005) y han sido pobres toda su vida, y no es que con la prostitución dejarán de
serlo. Suele suceder muchas veces que la prostitución es una fuente única de ingresos, y
estos ingresos varían cada día, a veces pueden ganar más de lo esperado, y a veces menos,
no se cuenta con un sueldo estable.

Por otro lado, el estudio de la prostitución como trabajo sexual, se vuelve más interesan-
te cuando se conversa con estas mujeres directamente, respecto a la experiencia de cada
una de ellas en el trabajo.

Alaín Corbin propone que el objeto de estudio cuando se trata de la prostitución debe
de ser desde afuera, desde la imagen que se tiene colectivamente de la prostituta, cuyo
cuerpo huele mal, obediente a las necesidades físicas de los hombres de clase superior
(citado en Juárez Cruz, 2011), o que es analfabeta, y es madre de muchos hijos, y así una
serie de prejuicios, que ironicamente terminan siendo ciertos.

El planteamiento de Corbin, tiene que ver con un sentido totalmente simbólico, lo cual
es acertado, puesto que las trabajadoras sexuales, son asociadas a situaciones negativas,
por el constructo adquirido en la etapa de la educación de las personas, y por lo tanto
son mal vistas, y marginadas, por las demás mujeres y en general por la sociedad. El
hecho de que una mujer sea prostituta la aísla de oportunidades políticas, económicas,
inclusive religiosas, las excluye de muchos espacios de desarrollo, y a la vez los derechos
humanos les son violentados.

Derechos humanos en el trabajo sexual

Existen dos corrientes polarizadas respecto al rumbo que debe de tomar el trabajo se-
xual. Por un lado está una coalición que sobre una convicción de la prostitución como
una manifestación de esclavitud, pide una total abolición de esta, funciona de manera
internacional bajo el nombre de Coalition Against Traffic in Women (CATW) y
por otro lado está Global Alliance Against Traffic in Women (GAATW), que es una
alianza defensora los derechos humanos de las prostitutas, donde la finalidad es una
legitimación de la prostitución como un trabajo ( Juliano, 2005).

Sin embargo, ambas llegan a un punto de convergencia al plantearse la idea de la nece-


sidad de un enfoque que se base en los derechos humanos.

185
Entonces al hablar de derechos humanos y prostitución se puede abordar desde un
incumplimiento de estos, como también del goce de los mismos. En un contexto sal-
vadoreño y en general latinoamericano lo más acertado es partir de los relatos de las
trabajadoras sexuales, donde sale siempre a flote, de manera matizada a veces, la incon-
formidad respecto al incumplimiento de sus derechos.

Además, según Médicos del Mundo-España (2006) la mujer prostituta no tiene mayor
libertad al momento de laborar, por el hecho de que son víctimas de redes clientelares al
servicio de la explotación sexual, que llegan incluso a transcender internacionalmente, y
que comúnmente son manejadas por hombres.

Al abordar el incumplimiento de derechos humanos dentro de la prostitución como


temática, el análisis se puede remontar incluso a la infancia de estas mujeres, y a las
razones que las llevaron a dedicarse al trabajo sexual. Donde habitualmente el factor
económico, es decir la pobreza es un eje clave.

La prostitución es una expresión más de la violencia de género, debido a todas las vul-
nerabilidades en las que caen las trabajadoras sexuales (niñas y mujeres adultas). Desde
riesgos de salud, física y/o psicológica, hasta violaciones y la muerte misma, es a lo que
día a día estas mujeres se enfrentan.

Evidentemente es una violación total de derechos humanos. Pues un derecho está vin-
culado al otro, y en este sentido, si uno se incumple, es hasta inevitable en casos particu-
lares como la prostitución el incumplimiento de los demás.

Derechos humanos, trabajo sexual y la plaza cívica


Gerardo Barrios

La prostitución como trabajo sexual en El Salvador de manera tradicional se practicaba


específicamente en los sitios destinados a esto, burdeles (Carbajal Chavez & Domin-
guez de Garcia, 2009). Sin embargo, hoy en día, como la historia misma, es una práctica
que ha cambiado, y sus escenarios son diversos.

Según Carbajal Chávez & Domínguez de García (2009) el trabajo sexual se puede cla-
sificar en las siguientes categorías:

186
• Damas de compañía.
• Chicas VIP.
• Prostitución de hoteles de lujos.
• Prostitución en salones de masaje.
• Turismo sexual.
• Prostitución infantil.
• Prostitución callejera

Es en esta última categoría donde se desenvuelven las trabajadoras sexuales de la Plaza


Cívica Gerardo Barrios. Son mujeres que oscilan entre los 27 y los 58 años de edad. Son
pocas las mujeres jóvenes, la mayoría de ellas tienen más de 30.

Oriundas de diferentes zonas del país, pero viven la gran mayoría en la zona central,
específicamente en el centro histórico, por razones de cercanía a su lugar de trabajo: La
Plaza.

Viven en cuartos de mesones, o bien pagan su estadía de $3.00 a $5.00 por noche en
un hospedaje de condiciones precarias. No tienen viviendas propias. Al no tenerlas se
viola el derecho a la propiedad individual, estipulado en la Declaración de los Derechos
Humanos (Naciones Unidas, 1948)

Todas son madres, y hay una que está en proceso de serlo, esta mujer tiene 28 años de
edad, está embarazada de 7 meses y llega a la Plaza a trabajar de lunes a domingo. Es
con casos como este, donde la vulnerabilidad de los derechos humanos se vuelve más
que evidente desde cualquier perspectiva. El artículo 25 de la Declaración de los De-
rechos Humanos estipula que: “la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidos y
asistencias especiales” (Naciones Unidas, 1948).

En cuanto al nivel de experiencia de estas mujeres, o sea, a los años que llevan dedicán-
dose al trabajo sexual, tienen que ver con la edad de cada una, sin embargo, todas coin-
ciden en que empezaron en este trabajo siendo mayores de edad, entre los 20 a 28 años.

Las razones por las que decidieron entrar en el mundo de la prostitución pueden re-
sumirse en dos factores claves que están estrechamente relacionados, por un lado el
económico, y por otro el familiar.

La falta de políticas inclusivas por parte del gobierno, limita las oportunidades de las
personas que forman parte del sector marginado. Estas mujeres son de escasos recursos,

187
y sus familias igualmente, en este contexto ellas quisieron ayudar a sus familias, bus-
caron un trabajo formal, aplicaron a este, más nunca fueron llamadas. Llenas de frus-
tración, pero conscientes de las repercusiones que podía traer a sus vidas esta decisión,
emplearon a sus cuerpos, y en retribución obtendrían dinero. Otro incumplimiento de
derechos, para este caso, es el que está relacionado con el goce de un trabajo, el cual está
respaldado por el artículo 23 de la Declaración de los derechos humanos (Naciones
Unidas, 1948).

La prostitución no es conocida oficialmente como un trabajo, y en este sentido no gozan


de los derechos que amparan (en teoría) a la clase trabajadora. Las mujeres en las que
se basó la investigación se autodenominan trabajadoras sexuales; no aceptan la idea y el
hecho de que se les llame prostitutas, por razones morales y de oficio. Tienen un discer-
nimiento claro de lo que significa su trabajo, la fuerza, medio y modo de este. Y están en
total acuerdo en que este se legalizará como tal. De hecho se mostraban emocionadas,
porque habían llegado a oídos de ellas que el alcalde de San Salvador, les daría un carné
de identificación el cual iba a tener un precio de $17.00; meses después y esto no ha
llegó a concretarse.

Por otro lado, saben que la sociedad las margina, y las excluye, pero no lo toman como
violación a sus derechos, cuando el artículo 7 de la Declaratoria, hace mención sobre
que no debe de haber distinción de ley, y por otro lado el artículo 12, de la misma, dice
que las personas no deben de recibir ataques a su honra ni a su reputación (Naciones
Unidas, 1948).

Lo han llegado a aceptar y a normalizarlo, a pesar de que sentirse ofendidas por este tipo
de situaciones que viven día a día.

Sería más fácil hablar de los derechos que no han sido violentados de estas mujeres,
que del caso contrario. Específicamente son 4 artículos que apalabran derechos, de 30
que posee la Declaración de los Derechos Humanos, que no han sido vulnerados de las
trabajadoras sexuales de la Plaza. Tienen que ver con situaciones como acusaciones de
delitos, persecuciones, asociaciones, y con la nacionalidad.

En cuanto a las relaciones de poder, todas las trabajadoras sexuales dijeron que traba-
jaban de manera independiente; que no estaban asociadas a ninguna red de comercio
sexual. Sin embargo hay datos obtenidos a través de la observación participante, que
merecen una investigación particular, para verificar si el discurso de ellas, es verídico.

188
Conclusiones

La temática del trabajo sexual como investigación, es compleja, por la diversidad de en-
foques que se le puede dar, todos válidos. Sin embargo, contrastar los derechos humanos
y la prostitución y darse cuenta de que de no ser todos, son casi todos, los que han sido
vulnerados, deja abierto el campo, para más investigación, más sensibilización y más
interés por organizar de una u otra manera a estas mujeres.

Específicamente trabajar con las trabajadoras sexuales de la Plaza Cívica Gerardo Ba-
rrios, resulta muy interesante y ameno; debido a la simplicidad con la que se rompen los
arquetipos de sujeto, objeto e investigador/a.

La prostitución como trabajo, es una exteriorización de una falta de responsabilidad del


sistema económico y político. No se trata de buscar una erradicación porque se vuelve
utópico, pero si algo más próximo como lo es la reglamentación de esta.

Al ser la profesión más antigua del mundo, valdría la pena hacer un balance historio-
gráfico, adentrándose hasta el dato más remoto, para comparar como ha sido la dinámi-
ca de está por periodos, relacionándola con los derechos humanos, incluso desde antes
de estos ser oficiales.

Las injusticias seguirán afectando a las mismas personas de siempre, la marginalidad


social, económica, política y cultural no va a cambiar de escenario. Cada día más mujeres
se irán uniendo al sector del trabajo sexual, porque la insatisfacción de necesidades está
siendo perpetuada.

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190
Impacto del turismo en las actividades
económicas de vendedores ambulantes de
la calle Arce en San Salvador

Antonieta Vásquez González


Estudiante de la Licenciatura en Antropología
Universidad Tecnológica de El Salvador
anto_galan@yahoo.com

Resumen

E l tema “Impacto del turismo en las actividades económicas de vendedores ambu-


lantes de la calle arce en San Salvador.” tiene el propósito de poner en perspectiva la
experiencia desarrollada en investigación etnográfica de cátedra universitaria, la relación
turismo y actividades económicas de vendedores que ambulan por la Calle Arce de San
Salvador, en horas diurnas (8.00 a.m./3.00 p.m.); de mayo a septiembre 2015, desde las
esquinas de la 13 a 15 Av. Norte. Para identificar, documentar y analizar los resultados
que reflejaron la clasificación nacional y extranjero que dan los vendedores al turismo,
el primero como único consumidor de sus productos, el segundo atraído por la Basílica
Sagrado Corazón de Jesús y Restaurante el Pulpo, además de aseverar que la municipa-
lidad no apoya el emprendimiento propio ni el turismo.

Introducción

El presente artículo expone el resultado final de un proyecto que se desarrolló en dos


etapas de ejecución, siendo la primera etapa de introyección o diagnóstico local, y la

191
segunda que consistió en la realización de la investigación propiamente dicha, que es el
informe que actualmente se presenta.

Investigar la relación que existe entre el turismo y los vendedores ambulantes representó
un ejercicio muy importante debido a que se logró identificar el impacto que esta acción
social posee con respecto a las actividades

económicas de los comerciantes informales, sobre todo porque no existía documentación


relacionada con este tema, tal como aseveró Benítez (2014)

… el comportamiento del turista no está registrado en la


municipalidad, principalmente cuando se menciona que las ventas
informales generan una competencia de oferta y demanda con el
incremento de la diversidad de productos que ofrecen, destacándose
con objetos que muchos visitantes (turistas) pueden adquirir, aunque
parece que en esta calle las ventas ambulantes están fuera de control,
no es asi, los comerciantes pagan a la municipalidad el derecho de
vender en la zona, es decir que el comercio informal está controlado,
no asi, como repito no están registrados informes relacionados con los
turistas . (pág. 1)

En tal sentido Hernández Gomáriz (2001), expresa que:

... los vendedores ambulantes han formado parte importante del comercio
en la Calle Arce desde hace mucho tiempo atrás del presente, interactuando
con los usuarios ofreciendo diversidad de productos en virtud a las
temporadas llamadas festivas, tal es el caso de las celebraciones de: Fiestas
en honor al Divino Salvador del Mundo, Navidad, Día de la madre,
Día del padre, Día de los Enamorados, Semana Santa, etc. y de cierta
forma, pero entre comillas, facilita el acceso de productos a bajo costo a los
consumidores o turistas. (pág. 18)

Para efectos de esta investigación fue necesario considerar los términos de turismo y
vendedor ambulante; por lo que al respecto la Organización Internacional del Trabajo
OIT (2015), explica que el comercio informal es llamado ambulante; porque los
vendedores trabajan en las calles y van de una lado a otro y/o se ubican en lugares que
toman como suyos; por lo que no necesariamente el vendedor informal es ambulante y su

192
acciones económicas son consideradas extralegales, debido a que realizan transacciones
de bienes y servicios evadiendo impuestos, sin estar registrados como tal y sin utilizar
facturación o auditoría contable.

En cuanto al turismo, según la Organización Mundial del Turismo OMT (2014), este
consiste en los viajes y estancias que realizan las personas a lugares distintos a su entorno
habitual (al menos durante una noche y como máximo 365 días), por ocio, negocios u
otros motivos.

En este marco, el presente estudio permitió a la investigadora considerar a González


Ruiz (2013) quien asevera que:

...en los años posteriores al conflicto armado salvadoreño se


incrementaron el número de vendedores informales, ampliando la
diversidad de productos que ofrecen, en la actualidad hasta están
relacionados con la electrónica y sus accesorios, entre ellos: Teléfonos
celulares, chips, audífonos, estuches protectores de laptop, parlantes
para computadoras, controles remotos, entre otros, situación que se
analiza como un nuevo suceso socioeconómico que obedece a aspectos
diversos entre ellos es posible que sea en honor a la demanda de los
turistas, pero se desconoce a ciencia cierta que los motiva a escoger la
línea de productos que ofrecen. (pág. 27)

Con los aportes descritos, se trabajaron los conceptos mencionados y se reconfirmó la


problemática identificada, que refiere a la falta de información escrita con respecto a la
relación del turismo de la Calle Arce y los vendedores informales, situación que permitió
justificar el presente estudio, que a la fecha es de gran utilidad para las comunidades de
vendedores y principalmente a la municipalidad de San Salvador, eso permitió formar
los siguientes objetivos:

Objetivo general:

Documentar el impacto del turismo en la diversificación de las actividades económicas


de los vendedores ambulantes de la Calle Arce, ciudad de San Salvador.

193
Objetivos específicos:

1. Identificar qué tipo de turismo transita por la Calle Arce de San Salvador

2. Documentar las pautas que brinda el turismo para diversificar las actividades
económicas de los vendedores ambulantes de la Calle Arce, en la ciudad de San
Salvador.

3. Analizar las actividades comerciales que impactan al turismo y promueven el


comercio de los vendedores ambulantes.

Proceso metodológico

La investigación se ejecutó con el apoyo del método cualitativo etnográfico con enfoque
descriptivo exploratorio, el que de acuerdo a Giddens (2004), ayuda a identificar una
comunidad humana que se desenvuelve en un ámbito sociocultural concreto asociado a
su cotidianidad, con el apoyo de la técnica de observación participante y entrevista semi
estructurada; por lo que para la búsqueda de información se tomó la herramienta de un
grupo focal de vendedoras como informantes claves.

La delimitación espacial comprendió, la esquina de la 13


av. norte a la esquina de la 15 av. norte, de la Calle Arce,
en San Salvador.

Esto permitió ejecutar un estudio directo durante el


período de mayo a septiembre 2015, en horarios diurnos
(8.00 a.m. a 3.00 p.m.), de lunes a viernes; para identificar
de manera directa e interactiva la información que
poseen los sujetos de estudio, sobre su propia realidad, su
comportamiento y los contactos con los que se organiza
(Glidens 2004); en tal sentido el método fue idóneo, y
permitió a la investigadora determinar las siguientes
preguntas:
Imagen 1

Calle Arce. San Salvador. Cuadra que comprende la esquina de la 13 y 15 Av.


Nte, Fotografía tomada por Marlón Sosa y Antonieta Vásquez. 22/6/ 2015.

194
• ¿Cómo el turismo impacta en la diversificación de las actividades económicas
de los vendedores ambulantes de la Calle Arce, en la ciudad de San Salvador?

• ¿Qué tipo de turismo transita por la Calle Arce de San Salvador?

Imagen 2
Levantamiento de datos con informantes claves (focus group), realizado por la investigadora, con el apoyo de la
entrevista semiestructurada, fotografía tomada por Marlon Sosa. 16/07/2015.

Por lo anterior, el presente ejercicio exigió la realización del estudio y operacionalización


de un conjunto de categorías que se convirtieron en el fundamento del marco teórico;
debido a que es el que oriento, reunió y explicó los elementos conceptuales y teorías
no documentadas sobre el tema de: Turismo. Impacto de Actividades. Diversidad
económica Vendedores ambulantes y Reseña histórica. Identificando las siguientes
variables:

Cuadro No. 1 .
Elaboración propia 30-07-2015

Impacto del turismo en la diversificación de las actividades económicas de los vendedores


ambulantes de la calle arce, en la ciudad de San Salvador
Variable Independiente Variable Dependiente
- Turismo • Actividades
• Diversidad económica
• Vendedores ambulantes
• Impacto

195
Desarrollo del proceso

Fase I: Etapa de Introyección o diagnóstico local

Sumergirse en las actividades de la población de vendedores, fue un proceso lento que


posibilitó un registro de la cotidianidad y sus acciones en la Calle Arce de San Salvador,
únicos e incomparables con los demás pobladores que la transitan.

Los pasos que se desarrollaron en esta etapa, fueron los siguientes:

A. Consulta de fondos documentales


B. La observación directa y participante
C. Grupos focales

A través de instrumentos previamente validados por el docente coordinador de cátedra


y la investigadora, obteniendo de manera espontánea y participativa los datos presentes
en las emociones, sentimientos y puntos de vista de los expertos culturales (informantes
claves), dotando de argumentos para fundamentar los capítulos del hallazgo.

Entre las personas entrevistadas del municipio se citan las siguientes:

1. Sra. Ruth Noemy Cornejo, vendedora


2. Sra. Andrea Liseth Ascencio , vendedora
3. Sra. Caty (solicito anonimato en apellido), vendedora
4. Sra. Vilma (solicito anonimato en apellido), vendedora
5. Sr. Miguel solicito anonimato en apellido), vendedor
6. Sra. Noemy Mancilla, vendedora
7. Sra. Carmen Ordoñez, vendedora
8. Sr. Juan Francisco, entrevista sobre el cuento del hombre misterioso
9. Sr. Mónica Flores, Vendedora
10. Sr. Jesús Adalberto Martínez c/p Don Fernando (Administrador
Restaurante El Pulpo)

En ese sentido, la labor de la investigadora, se ha nutrido redescubriendo la dinámica


constante y la historia local del quehacer diario de sus transeúntes quienes son
motivados por los vendedores y vendedoras a establecer mecanismos de intercambio, a
través de los productos que comercializan, destacando así la idiosincrasia que fortalece
sus identidades y por ende la cultura material e inmaterial de la zona.

196
Lo anterior favoreció la etapa de Introyección que dío paso seguir en la investigación en
proceso, la cual se concibió como la segunda etapa que se desprende de esta fase inicial.

Fase II

Etapa II: La investigación en su proceso de sistematización.

En esta etapa la investigadora aplicó sus conocimientos previos uniéndolos con los
nuevos aprendizajes generados en cada visita realizada a la Calle Arce municipio (27
visitas).

Se contrastan las teorías que se abordan en la antropología sociocultural, antropología


etnográfica y en la antropología simbólica, para descodificar cada pensamiento en la
etapa de interpretación de datos, los cuales previamente han sido analizados para sus
análisis comparativos.

Finalmente, como parte de esa constancia del trabajo realizado, se realizó un


levantamiento fotográfico

Hallazgos relevantes del proceso

Los hallazgos reflejaron que los vendedores clasifican el turismo como nacional y
extranjero; sobresaliendo el turismo nacional, como gestor de impacto en el espacio
comercial debido al interés y consumo de los productos que se ofrecen.

Con respecto al turismo extranjero se encontró


que estan interesados en visitar exclusivamente
(100% ) la Basílica Sagrado Corazón de Jesús, sin
comprar nada a los vendedores, además de acudir
al Restaurante Bar El Pulpo, que de acuerdo a
Martínez (2015), se distingue por vender valdes
cerbeceros a buen precio, a veces con compañía
de señoritas modelos, que las distribuidoras

Imagen 3

Basílica Sagrado Corazón de Jesús Turistas en celebración religiosa,


fotografía Hno. Francisco Estrada. 13/08/ 2015.

197
envían como colirio y para deleite del turismo, en esta época es visitado por muchos
guatemaltecos, y por muchos gringos, aunque no falta el turismo nacional

Los productos ofertados en las ventas informales se destacan en primacía con aquellos
objetos de uso cotidiano, que hacen alusión a la época, y que este promueve con singular
creatividad. (Cifuentes, 2011).

Por otra parte, se encontró que en un 40%, el Restaurante El Pulpo, recibe todo tipo de
turistas, específicamente de Guatemala.

Por otra parte los vendedores informales dicen tener lista una propuesta municipal para
el reordenamiento en el centro histórico de San Salvador y aseguran “estar dispuestos
a reubicarse en espacios dignos o mercados más modernos y seguros para los usuarios”,
a diferencia de años anteriores cuando pedían establecimientos en espacios abiertos.
Incluso han medido algunos locales para reubicarse ( Hernández,2015)

Imagen 4

Proceso de técnica de observación participante, la foto de la izquierda refiere el Restaurante El Pulpo, las fotos de
la derecha representan turistas guatemaltecos, fotografías tomadas por Marlon Sosa 20/08/2015.

Consideraciones finales

La investigación dio respuestas a las interrogantes planteadas y confirmó su relevancia y


justificación, al identificar la presencia del turismo, que no son abordadas en referentes
documentales ni en memorias de labores de la Alcaldía Municipal de San Salvador
(González 2013); sin embargo es preciso destacar que según Dumas (2015), las
memorias de la alcaldía de San Salvador describen el quehacer de los vendedores
ambulantes de la Calle Arce como grupos de comerciantes, que se dedican a la venta de
productos diversos que controlados por el Cuerpo de Agente metropolitanos (CAM).

Osegueda (2010), expresa que la Calle Arce forma parte del centro histórico de la
capital salvadoreña, y que representa un núcleo urbano original que se caracteriza por
contener bienes vinculados con la historia nacional, a partir de la cultura que le dio
origen: por lo tanto los vendedores informales poco a poco se deben ir concientizando,
en el contexto de patrimonio cultural en donde ellos laboran.

Por tanto, esta etnografía también permitió analizar la comprensión de la otredad, tal
como menciona, Aguilar (2014), quien asevera que:

198
la otredad es la razón que identifica a una persona en la medida en
que son diferentes de nosotros; la otredad es entonces esa posibilidad
de reconocer, respetar y convivir con la diferencia; es la única
garantía de la diversidad, la que hace posible esa cualidad de los
seres humanos de ser únicos e irrepetibles (pág. 81).

Es así que, esta investigación es oportuna y novedosa, tanto como para el sector
municipal con respecto al turismo, como también para la identificación y comprensión
de la otredad en las vendedoras y los vendedores ambulantes, que ofrecen productos que
seleccionan con singular creatividad y esfuerzo, para ser ofertado en la vida cotidiana de
sus compradores, tal como expresa Octavio Paz, al final de su poema Piedra Sol (1957):

...la vida no es de nadie, todos somos


la vida —la otredad es un sentimiento de extrañeza
que asalta la conciencia individual
—pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos—,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser de otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son yo, si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
y los otros, en un sentimiento de extrañeza...(verso 540)

Con estas palabras se comprende el aporte de la otredad, en cuanto a todo aquello


que identifica individualmente a una persona dentro de su cultura social, haciéndose
participe de ella con su sello de identidad local.

Al respecto, se considera relevante hacer notar que la Organización Internacional del


Trabajo OIT (2014) lanzó la Red de Economía Informal de Centroamérica y el Caribe
(Redeicc) con el objetivo de articular acciones que beneficien a estos trabajadores, que
generan empleo para sí mismos y para otras personas, constituyendo la principal fuente
de ingreso de sus hogares, aportando a los proveedores formales y a los gobiernos
municipales un dinamismo económico constante a través de los impuestos directos e
indirectos.

199
En este orden se cumplieron los objetivos al documentar el “Impacto del turismo en la
diversificación de las actividades económicas de los vendedores ambulantes de la Calle
Arce, en la ciudad de San Salvador”, identificando el tipo de turistas y exponiendo el
análisis de la realidad observada.

Además de enfatizar que se han aperturado informes como punto de partida con
respecto al tema del turismo y el comercio informal.
Imagen 5

Proceso de técnica de observación participante, la foto arriba izquierda refiere pequeños vendedores ambulantes
de tomates y golosinas respectivamente, foto arriba derecha vendedor de billetes de lotería, foto abajo izquierda
vendedora de placeres, foto abajo derecha vendedora de papel higiénico, fotografías tomadas por Marlon Sosa
25/08/2015.

200
Imagen 6

Proceso de la primera etapa: técnica de introyección o diagnóstico local, las fotos de arriba izquierda y derecha
refieren a la esquina de la 15 Av. Nte. y Restaurante El Pulpo, foto abajo derecha e izquierda esquina de la 13 Av
Nte. y Basílica Sagrado Corazón de Jesús, fotografías tomadas por Marlón Sosa 10/10/2015.

Recomendaciones

A la universidad:

La Universidad Tecnológica de El Salvador debería de seguir impulsando este tipo de


investigaciones, en donde conjugue la acción docente, municipalidades y estudiantes,
ya que con ello demuestra a la sociedad salvadoreña su impacto, en el marco de la
responsabilidad social de las IES, en la transformación de la sociedad.

A los estudiantes de la Escuela de Antropología de la Universidad Tecnológica de El


Salvador:

Se les propone ser más incidentes y pro activos en los proyectos de investigación social
que la universidad impulsa; dado que dichos procesos contribuyen a la consolidación de
sus competencias profesionales.

201
A la municipalidad:

Se sugiere planificar estratégicamente, con todos los actores e instituciones culturales


locales, un plan de intervención a corto mediano y largo plazo con indicadores que
permitan establecer el cumplimiento de una política de gestión social en apoyo a las y los
vendedores informales, a través de una promoción, difusión y protección del patrimonio
cultural tangible e intangible de forma sostenible y sustentable del municipio de San
Salvador.

Al Estado salvadoreño:

Se sugiere rendir mayor atención presupuestaria e infraestructural de lo que hoy ha


venido aportando; dado que la Calle Arce de San Salvador, posee un potencial turístico e
identitario cultural que de forma directa e indirectamente puede contribuir a dinamizar
la economía local y nacional.

Referencias

Aguilar, F. (2014). La Otra voz y la nocion de la otredad. Edición Danubio Torres Fie-
rro, publicada por la Conaliteg. México
Benítez, X. (2014). AMSS Informe de la oficina de relaciones públicas del Distrito Dos
de San Salvador, Alcaldía Municipal de San Salvador
Dumas, P. (2015 ). AMSS Informe de la oficina de comunicaciones del Distrito
Dos de San Salvador, Alcaldía Municipal de San Salvador. Recuperado el
25-07-2015 en: http://www.laprensagrafica.com/2015/05/06/peter-du-
mas-fue-nombrado-nuevo-director-del-cam. #sthash.OaytcSlz.pdf. Nayib
Bukele
Giddens, A. (2004). La Etnografía como trabajo social de c mapo. Alianza Editorial,
4.ª Edición. España
Gonzalez, R. (2013) El Salvador de hoy. Alcaldía Municipal de San Salvador AMSS.
Recorrido por la memoria de labores 2009-2011
Hernández Gomariz, I. (2001) . Cultura y Población en América Latina. San José, Cos-
ta Rica, Editorial San José, 1ª Edición.
Hernández, R., Fernández, C., & Baptista, P. (2010). Metodología de la investiga-
ción Etnográfica (5ta ed). México D.F.: McGraw-Hill Interamericana.
Osegueda, A. (2014) “La Calle Arce”. Revitalización del Centro Histórico de San
Salvador. AMSS. Administración Norman Quijano. Junta de Andalucía de

202
España y Alcaldía de San Salvador.
Paz, O. (1990). La Utilidad del poesía. La otra voz. Palabras en Espiral. Edición Danu-
bio Torres Fierro, publicada por la Conaliteg. D.F- México
OIT. (2015) Organización Internacional del Trabajo.Recuperado el 18 de agosto de
2015.http://www..org/sanjose/paises/ca-rica/ElSalvador/vend/ambulantes.pdf
OMT. (2014) Organización Mundial del Turismo (22 de septiembre de 2014). recu-
perado junio de 2012. Archivado desde el original el 30 de noviembre de
2015..http://americas.unwto.org/

203
Una aproximación a las vulnerabilidades en la zona
sur de San Salvador, ayer y hoy

Luis Alberto Martínez Marín


Licenciado en Antropología Sociocultural de la Universidad de El Salvador

Resumen

El presente artículo explora la historia local de una parte de la zona sur de San Salva-
dor, que se ha configurado como territorio históricamente vulnerable a fenómenos de
temporal- inundación; teniendo como telón de fondo el rio Acelhuate, otrora fuente de
abastecimiento de agua a la ciudad capital, además muestra los estragos ocasionados por
el temporal-inundación de 1852 y como esta vulnerabilidad- fatalidad se ha represen-
tado hasta en las tradiciones de tipo oral.

Introducción

Una de las fundaciones de San Salvador, -primero fue en el valle de la Bermuda,

Suchitoto-, se estableció en el lugar conocido como la “Aldea”:

“Este lugar era un asentamiento localizado en las vegas del rio Acelhuate que había pro-
gresado en virtud de ser un punto de confluencia de un conjunto de pueblo de indios asen-
tados en una fértil y rica región en la cuenca del rio Acelhuate y del lago de Ilopango; en
pocos años esta villa progreso en forma notable, a tal grado que el 27 de Septiembre le fue
concedido el título de ciudad” (Larde y Arthés, citado en Rodríguez 2000, p 22)

204
La situación de la relocalización y nuevo asentamiento de la capital salvadoreña, es
una cuestión poco acabada y controversial a su vez, lo cierto es que la ciudad de San
Salvador, se refundo en lo que era el valle de Quezaltepeque, muy cerca de afluente
del Acelhuate, que en idioma nahuat significa: aselhuia: regar, at: agua; agua de riego
(Geoffroy. R, 1973, p.15)

Fig.1 Mapa de 1595 elaborado por Larde Larin. Tomado de San Salvador

Él esplendo de una ciudad, puntos verdes muestran posible crematorio

En la memoria de algunas personas este lugar lo establecen con características como que

Esta pendiente es la finalización de la actual 4ª Ave Sur o sea desde la 8ª calle


Ote. Hasta el “arenal” sobre las vegas del acelhuate, donde antiguamente estaba el
“crematorio” de la ciudad ( y donde más antiguamente se establecieron los padres
dominicos”. En http://ricardo-octubrerojoblogspot.com/2009/101/ historiasecreta
sansalvador_parte4.html. Recuperado 20-4-16

El rio Acelhuate cruza la ciudad capital de sur a norte y alcanza una longitud de 67. 47
km (Escenarios de riesgo por inundación MARN, 2012, p. 40) recibe en su recorrido
las descargas de la quebrada el garrobo, arenal de Monserrat, rio las cañas y tomayate,
hasta culminar en el rio Lempa.

Los cuerpos de agua son vitales para la reproducir las pautas de vida, son fuentes de
abastecimiento y distribución para diversos usos, en el caso de la ciudad de San Salva-
dor, son bastante desconocidos, sin embargo, se tiene la evidencia de la existencia de; el

205
rio frio y los baños de la chacra, esto es importantes pues, en la actualidad, la chacra es
un pozo explotado por ANDA, no obstante, la institucionalidad y la sociedad salvado-
reña han hecho del cauce del Acelhuate, receptor de los desechos de la industria y el
hogar.

Pero esto, no siempre fue así, en 1889, el gobierno y la municipalidad inauguraban con
mucha pompa la cañería del agua: “Colocada la cañería desde el nacimiento del Acel-
huate, el agua que en lo sucesivo se consuma, será la más cristalina y saludable, lo que ha
de influir en favor del estado higiénico de la población” (García, 1957, p. 129)

Metodología

En el presente trabajo se realiza una búsqueda de fuentes primarias y bibliográficas, que


dimensionan una mirada histórica, e intenta con la teoría de riesgo, aplicar una mirada
más contemporánea.

A continuación, se describen algunas particularidades y condiciones socioeconómicas


que han configurado la zona adyacente al rio Acelhuate, como también, algunas condi-
ciones geográficas de la zona de influencia del rio.

Análisis y discusión de resultados

El asentamiento de la “Aldea” se consideraba más seguro, con disponibilidad de recursos


como el agua, en contraste con la Bermuda, abandonada por ser: “En parte muy estéril
y muy contraria a la perpetuidad della (sic)” (Ramírez y Rogel, en Barón Castro citado
en Rodríguez, 2000, p. 22). No obstante, el nuevo asentamiento en el valle de Quezal-
tepeque, o las hamacas, conformo las condiciones topográficas de la actual capital flan-
queada por el volcán de San Salvador, las lomas de Candelaria y el cerro de San Jacinto.

En relación con el punto anterior, la capital se extendió en condiciones de planicie en


su momento con determinado número de habitantes, pero desarrollos y centralidades
urbanísticas contemporáneas, sumado a falta de políticas de ordenamiento territorial,
entre otras, han puesto en evidencia que la capital de San Salvador (ahora llamado
con dejo de nostalgia centro histórico), se encuentra en cierto grado de pendiente, en
comparación con la zona alta de la ciudad –zona Nor-poniente-, lo que abona para ser
un territorio vulnerable a fenómenos de temporal/inundación.

206
Justamente desde las Ciencias Sociales y la disciplina como la Antropología de los
desastres, proporciona unas teorías- metodologías que dimensionan las diversas inte-
racciones sociedad- naturaleza; y que, nos habla de ciertas prácticas humanas que se
han tornado desastrosas para la vida misma.

Así, para el análisis de esta relación proporciona los conceptos de:

Amenaza: se refiere al fenómeno natural que aparece en un tiempo y espacio deter-


minado; riesgo: alude a las condiciones del entorno físico y socioeconómico es decir
tanto al hecho de estar expuesto a la amenaza natural como al contexto delimitado;
desastre: proceso de confluencia entre una amenaza natural y determinadas con-
diciones de riesgo en un contexto físico y socio-económico específico (Acosta V.
Estrategias adaptativas y amenazas climáticas

Http://www2.inecc.gob.mx/publicaciones/libros/508/estrategias.pdf recuperado
1/7/15

Es decir, existe una construcción de factores que generan un evento “mayor”, los pobla-
dores adyacentes a lo que constituyo en un tiempo la “aldea”, como los actuales barrios:
Candelaria, la Vega y parte de San Jacinto y otros, han creado una escala de peligrosi-
dad ante los estragos que una tormenta-inundación puede conllevar, esto se agrava en
la actualidad pues, muchas familias adyacentes al rio son de los llamados asentamiento
precarios urbanos (AUP), por tanto, no pueden vivir en otra parte.

Estas vivencias críticas se convierte en toda una construcción de sentido, que tienen
diferentes impactos, así, por ejemplo, para los antiguos moradores con algún grado de
reconocimiento entre ellos, estas situaciones de riesgos de temporales-inundación, qui-
zá posibilitaron respuestas casi mitológicas en ámbitos de leyendas orales.

Siendo esta zona sur de la capital, donde se dio parte de la génesis de la ciudad, es
testigo también, año tras año de los desbordamientos en la época de invierno, pérdidas
materiales y humanas; sin embargo, tal parece que esta amenaza – peligro, no está total-
mente dimensionado por la institucionalidad, ni por las habitantes de sus alrededores,
más bien, se han vuelto como el resumidero del San Salvador de arriba, lo que ha re-
percutido en incrementar la vulnerabilidad.

207
La inundación de octubre de 1852

La interacción entre grupos de humanos y la manifestación de fenómenos que desen-


cadena la naturaleza, ha sido una constante en el devenir histórico, esto se ha puesto de
manifiesto de forma particular en el caso salvadoreño ( Larde y

Larin Jorge, 1979), en la zona sur al que está referido este trabajo se tienen registros
desde época tempranas de fenómenos como temporales-inundaciones.

En Octubre de 1852 tuvo lugar un temporal-inundación:

Hoy tenemos el penoso sentimiento de referir de un modo mui rápido aun, la catás-
trofe que ha venido afligir a todo este vecindario y que ha sido causa de que nuestra
Gaceta no saliese á luz, como de costumbre, el viernes de la semana pasada. Un
temporal espantoso ha tenido en continua alarma á la población durante tres días y
tres noches seguida. El Lunes 18 en la noche empezó á llover fuertemente mas en
la madrugada del martes fué cuando empezó un aguacero, que por decirlo asi, no
concluyo sina el viernes á las tres de la tarde causando estragos nunca vistos. Ya todo
el mundo engañado por las señas precursoras del verano, por los nortes fuertes que
habían empezado a romper, había olvidado el invierno cuando este volvió con todos
sus furores. Muchos comerciantes se habían abocado para marcharse á las ferias, y
algunos mas de los mas precisado habían emprendido el viaje, cuando lluvias, tan
repentinas como sucesivas vinieron a trastornarlo todo y forzaron á la mayor parte
á quedarse en la ciudad. Podemos asegurar que durante cuatro días fuimos privados
de los rayos del sol. Al prinicipio empezaron a caer varias paredes y tápias y muchas
casas sufrieron la fueza de los aguaceros (…) la tarde del viernes la creciente del
rio Acelhuate y las avenidas que bajaron con una impetuosidad extraordinaria de la
pendiente del volcan. El Acelhuate salido de madre había tomado las dimensiones
de un rio caudaloso y la rapidez de un torrete. Arrastrando un sin número de palos,
arbustos, matorrales, destrozos de toda clase y cantidad prodigiosa de tierra y are-
na, cambio en un instante en tristes y desoladas playas las riberas antes animadas
y risueñas, comprendidas entre los barrios de la Vega y de la Candelaria; las casas
y las huertas sembradas á la orilla del rio antes tan quieto, fueron en un instante
arrebatadas por la inundacion. (…) Las aguas no pudiendo correr ya por los arcos
en parte obstruidos por los palos, las ramas y el bagazo producido por los arboles
molidos por la fuerza del agua, pasaron por encima del puente, rompieron pasama-
nos y destruyeron en su totalidad el pretil que servia antes de asiento en los días de
paseo. El puente Candelaria que había sido restaurado fue enteramente destruido.

208
(…) Por otros rumbos el rio hacia también estragos, en los parajes conocidos por
los nombres de Coro, Chacra y Rio Frio, todo era transtorno.

(…) Por fortuna el viernes en la tarde calmaron algo las aguas y si bien volvió á
llover fuertemente en la noche, ya cesaron los estragos. Tan luego como se supo que
las aguas amenazaban de destruir el puente, el Gobernador hizo salir á los presida-
rios escoltados y los ocupó en quitar con la mayor celeridad parte de los palos y de
los destrosos que obstruyan el puente, trabajo en que fueron ayudados por muchos
vecinos. Tambien unos piquetes de tropa fueron a ausiliar (sic) á las victimas de la
inundacion que sacaban los muebles de sus casas (…). (Diario La Gaceta del Sal-
vador Octubre de 1852).

De una duración aproximada de 5 días de duración, el temporal-inundación causo


severos daños materiales en las vegas del rio Acelhuate y derribo puentes en los barrios
circunvecinos, según las noticias de la época entre las victimas estaba una: “Una anciana
que no hizo caso de los reiteradas instancias del Alcalde y que se quedo en su casa fue
muerta por la caída de una piedra que se descolgó de una loma y aplastó en el momento
que salía huyendo de la creciente” (Gaceta del El Salvador Nov, 1852)

Aunque la afectación fue nacional, la noticias de la zona de influencia de la vegas del


Acelhuate, se visibilizó más rápido, pues, la comunicación con el resto del país era difícil
y el correo y apenas llegaba; según, cálculos la población ascendía en la época a 30,000
habitantes (Castro, 1946)

Las secuelas a causa del temporal-inundación, por una parte era el asombro ante
las fuerzas de la naturaleza y como el Acelhuate se volvía un caudal descontrolado,
que diezmaba estructura que representaban la visión de progreso y modernidad de
la época como lo eran los puentes, el bosque y que impactaba en ciertas actividades
que en el lugar tenían cabida como la relación con lo espiritual, concretamente la
edificación de la iglesia de nuestra señora de Candelaria : “Las actividades religiosas
se realizaban en pequeñas Ermitas, que con el paso de los torrenciales inviernos, se
destruían por las inundaciones del rio (Acelhuate)” (Programa fiesta del barrio Can-
delaria 2006, s/n.

Sin embargo, si bien es cierto que para el año de 1852, apenas se había comenzado a ca-
minar como: el estado de El Salvador, con vida libre e independiente, las respuestas ante
los diversos daños: “carestia mui prolongada de viveres, mortandad de aves corrales, y
ganado causada por epozotías, enfermedades generales, calenturas, disenterías, colerina”

209
(Gaceta del Salvador Noviembre, 1852), las fuerzas de repuesta eran nimias, y se usaron
los presidiarios escoltados y tropa armada.

San salvador: una ciudad vulnerable

Usualmente en sociedades como la nuestra no se ha dimensionado las condiciones de


peligro y vulnerabilidad ambiental; es hasta fechas muy entradas el siglo XXI, que se
crean los entes que empiezan a abordar el tema de una manera integral, el

Ministerio del Ambiente se crea en 1997, y: “La cooperación internacional apoyo en la


formación de Servicio Nacional de Estudios Territoriales, adscrito al MARN” (http://
portafolio.snet.gob.sv/digitalizacion/pdf/spa/doc00253/doc00253contenido.p df )

Ante esta realidad tan adversa y ascendente del fenómeno:

A partir del año 2001 en el municipio de San Salvador se ha presentado un au-


mento exponencial de inundaciones y deslaves anuales en colonias y comunidades
a orillas del río Acelhuate e ilohuapa exponencial porque en el siglo pasado se
registraron 78 inundaciones y tan solo en las primeros 10 años del presente siglo,
se contabilizan 71, lo que implica altos costes en vidas humanas e infraestructura
(Hild citado en Palma, 2012, p.71)

En El Salvador, el estado se caracteriza por implementar medidas cuando ya han suce-


dido los desastres como: la construcción de obras hidráulicas de conducción del cauce,
sin embargo, en los últimos años los fenómenos climáticos se han hecho sentir como
más fuerza a partir del cambio climático, es por ello, que se necesitan soluciones mucho
más integrales que abarque la esferas familiar y personal.

Se vuelve urgente, retomar los conceptos de la gestión de riesgos, que tiene como fin
primordial identificar y corregir las causas (Guía metodológica para evaluación de vul-
nerabilidades, 2012, p. 16) que generan los peligros- vulnerabilidad- desastres; con-
siderando para ello, no solo las características físicas de un lugar específico, si no, de
un enfoque sociocultural, que retoma las condiciones políticas, sociales y económicas
posibilitando un análisis más sustentado en esas realidades.

Así, los temporales-inundación y sus secuelas en la población, que sufre la zona sur de
San Salvador, son muestra de nuestra relación con los recursos naturales, nuestro mo-

210
delo de desarrollo y una explicación de cómo hemos gestionado este fenómeno, que va
evolucionando, pero que ha tenido sus diferentes fases (atribuidas por la sociedad) , tal
es el caso del temporal inundación de 1922, y que en la prensa se reprodujo: Tal pare-
cía que los cuatro jinetes del apocalipsis en su galopar endemoniado, había pasado por
aquellos lugares hollándolo todo, destrozando todo y poniendo el signo de la muerte
en cada hogar (Prensa, 1922)

Por otra parte, se puede hablar de una estrategia de adaptación al medio, una forma
de relacionarse con el riesgo, de los pobladores adyacentes al Acelhuate, expresada en
opiniones como:

Yo no le tengo miedo. La Última vez que la corriente del rio casi penetra en su casa
fue con el huracán Stan, y aunque ayer esta consiente de la cercanía de Félix, prefi-
rió hacer caso omiso al asunto. “Nadie sabe lo que la noche trae ni el día al amanecer
repite en dos ocasiones Tomas Ramos, en señal de rechazo a las amenazas naturales”
(La Prensa Gráfica 8 Septiembre de 2002)

Esta cultura de adaptación, a su vez, se vuelve una estrategia materializada en “hábitos,


costumbres, comportamientos, tradiciones y prácticas específicas que son parte de lo
cotidiano en ciertas sociedades” (Acosta); así mismo, para su análisis requiere un enfo-
que diacrónico y comparativo.

En relación a lo anterior, en el caso de los temporales-inundación del rio Acelhuate,


estas estrategias adaptativas se han materializado en mitos y leyendas: como la del apa-
recimiento de la Siguanaba:

De repente ve la sombra de una mujer como a una distancia de diez metros, ella se
estaba bañando en un manantial cerca de los lavaderos, tenía una cabellera larga.
La Siguanaba en el lugar conocido como el Coro en nhttp://es.slideshare.net/
sgm1235813/cuentos-mitos-y-leyendas-de-elsalvador-tomo-i-201208-5528902.

Otra versión es que cerca del rio existió un cementerio:” Muchas gentes dicen que el
cementerio quedaba a orilla del rio Acelhuate, cerca de Candelaria y la Vega” cuento el
Hogar (Casalbe, 2005 p.197.)

211
Conclusiones

Ha quedado demostrado en el presente trabajo la existencia de una construcción de


sentido diacrónico, en torno a los fenómenos de temporal-inundaciones en la zona Sur-
de San Salvador; que implica diversos autores y autoridades pero que tiene a la base
nuestra forma de gestionar los recursos naturales y de promover “el desarrollo”. Aunque
ahora se esté mejor preparado para prevenir y socorrer a las víctimas; falta mucha con-
cientización para la población.

La sociedad capitalina del Sur de la capital, la que aún queda viviendo ahí, ha mitigado a
su manera en fenómeno de los temporales-inundación, elaborando su propia escala de
peligrosidad ante los repetitivos fenómenos; y ante, el vacío gubernamental y las fallas
generadas por las obras hidráulicas 2006?, que se enfocan en ensanchar los causes del
rio, se han elaborado creencias míticas, que señalan causas probables de la vulnerabili-
dad de la zona como: el aparecimiento de la siguanaba, el que cerca estuviese antigua-
mente un cementerio o la misma leyenda de cómo surgió el rio Acelhuate.

Sin embargo, este fenómeno no deja de causar cierto grado de notoriedad cada invierno,
y es motivo de propuestas de campañas políticas que proponen “recuperar el rio Acel-
huate”.

Referencias

Libros

Casalbe Jim, (2005) Cuenterío ausencia de la aurora San Salvador UCA


García Miguel Ángel, (1957) Diccionario Histórico enciclopédico de la Republica de
El Salvador, Tomo III, EL Salvador
Geoffroy Rivas P, (1973) Toponimia Nahuat de Cuscatlán Dirección de publicaciones
Ministerio de Educación, El Salvador
Palma Jordan, (2011) COVIAMCO: Representaciones sociales sobre la gestión am-
biental estudio de caso desde una perspectiva de género, Comunidad Ara-
gón 1, San Salvador. Tesis para optar al grado de Antropólogo Sociocultural
UES
Herrera Rodríguez América, (2000) San Salvador historia urbana 1900-1940 El salva-
dor DPI

212
Documentos en internet

Acosta, Virginia. G (2005) El riesgo como construcción social y la construcción so-


cial de riesgos. Desacatos, (19), 11-24. Recuperado en 07 de Junio de
2015, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
d=S1405-92742005000300002&lng=es&tlng=es.
Acosta, V. G. Estrategias Adaptativas y amenazas climáticas en Http://www2.
inecc.gob.mx/publicaciones/libros/508/estrategias.pdf.
Guía metodológica para evaluación de vulnerabilidades en el cambio climático en www.
inecc.gob.mx/descargas/cclimatico/2012_estudio_cc_vyagef3.pdf

213
Derecho a la identidad, una negación que aún
persiste en El Salvador

Iris Roxana Huezo Pérez


Estudiante de cuarto año licenciatura en antropología
Universidad Tecnológica de El Salvador

Resumen

A continuación una breve investigación sobre el derecho a la identidad y como aun


en la actualidad se sigue negando. Se tratara de abordar aspectos desde el punto
de vista jurídico y como la legislación aborda el tema.

Destacar que el objetivo era obtener de la fuente primaria las propias vivencias de fami-
lias con este fenómeno sin embargo a sido difícil lograr contactar a las familias, pues se
había focalizado la investigación en casos del municipio de Arcatao en el departamento
de Chalatenango como la parte rural y la colonia Cierra Morena de Soyapango en el
gran San Salvador, se pretendía hacer la comparación y como factores como la educa-
ción y el desconocimiento está presente en ambos lugares.

Posteriormente se retomara la información estadísticas de casos registrados en el Re-


gistro Nacional de las Personas Naturales y ver desde las perspectivas de la institución
como se está abordando este problema del no asentamiento de recién nacidos.

214
Movimientos sociales. Una contribución a la
transformación social

Linda Margarita Alarcón Guerra


Estudiante de tercer año licenciatura en antropología
Universidad Tecnológica de El Salvador

Resumen

E l objeto de estudio es uno de los grupos que conforma la Red Juvenil de Tepetlan,
formada por jóvenes de la micro región del El Bálsamo (Talnique, Jayaque, Saca-
coyo y Tepecoyo). Este grupo específico es ADEJUS, Asociación de Desarrollo Juvenil
de Sacacoyo. Dicho lugar es asediado por el fenómeno de pandillas juveniles.

Entonces: ¿Un movimiento social juvenil, puede ser generador de cambio positivo, en
una comunidad vulnerable ante la inseguridad social?

ADEJUS, es un modelo de asociación que se esfuerza por mantenerse operado, ya que


está conformada por jóvenes, los cuales están en búsqueda constante oportunidades de
progreso.

Acciones que realiza adejus, de manera voluntaria

-Promueven el emprendimiento y liderazgo juvenil.


-Promueven y ejecutan proyectos académicos en centros escolares (cuenta cuentos, ma-
ratones de lectura, etc.).

215
Obstáculos

-Asedio de pandillas que quieren “reclutar” a los jóvenes de la población.

-Rotación de los miembros del grupo, debido a la dinámica de búsqueda de oportuni-


dades para los mismos jóvenes.

-Tintes políticos que hacen que otros jóvenes se sientan apáticos a formar parte del
movimiento por creer que se involucraran con la ideología del gobierno local actual.

Principales logros

-Legalización del grupo.

-Referentes de confianza para padres de familia, maestros y población en general.

-Instalación de biblioteca permanente local.

-Elaboración y presentación de ley de juvenil municipal

Incidencia

“Si el movimiento no fuera de interés para el gobierno local, seguramente ese gobierno
local no ganaría elecciones, porque a lo largo de los últimos años, la población ha en-
contrado una alternativa para que los jóvenes y adolescentes tengan espacios que forta-
lecen sus valores a través de participar con otros jóvenes y apoyarlos a estos”.

Es interesante haber comprobado: que el proceso de formación constante de los jó-


venes es importante en la evolución de la población en general, ya que los jóvenes son
el futuro próximo y si las autoridades de poder lo asumen así y realizan giros en esa
dirección, con seguridad se tendrá, en un horizonte próximo, una mejor sociedad en la
cual todos estamos incluidos.

216
La avalancha de escombros del volcán San
Salvador: ¿es una capa geológica para cimentación
de edificios?

M.Sc. Walter Hernández


Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales

Dr. Brian Jicha


Universidad de Wisconsin-Madison

Resumen

L a mayor parte del antiguo Volcán de San Salvador (VSS) tiene en la base depósitos
de la erupción Arce de Coatepeque, lo que implica que la mayor parte del volcán se
construyó antes de 72.000 años. Restos de este antiguo edificio son evidentes en los Ce-
rros El Picacho y El Jabalí. La mayoría de los estudios publicados de la historia eruptiva
del volcán de San Salvador sugieren que la erupción explosiva de la erupción volcánica
Gris 1 (G1), destruyó el viejo volcán de San Salvador y formó una caldera alargada (6
× 4.5 km), ahora ocupada por el cono El Boquerón. El antiguo volcán de San Salvador
se colapsó y sin embargo, muy poco se sabe sobre la edad y la causa del desplome. La
información sobre la avalancha de escombros es muy escaso, apenas existe un trabajo
en el que se cita un afloramiento. Nuestra hipótesis es que el colapso del volcán de San
Salvador no fue causado por la erupción G1. El producto del colapso formó una extensa
capa de escombros alrededor del volcán la cual está cubierta por depósitos piroclásticos
del Ilopango, Boquerón y del Coatepeque, por eso no muestra una topografía de montí-
culos “hummocky” característica. Esa capa de escombros de gran espesor en subsuperfi-
cie, puede servir para cimentación de edificios públicos y privados en la mayor parte de
los municipios del AMSS.

217
El mercado negro en la globalización

Adrian Joachin Ramirez


Sociólogo
Universidad de El Salvador

RESUMEN

E n la actualidad estamos viviendo los grandes avances tecnológicos que son creados
para reducir el tiempo de nuestras vidas a través de formas de comunicación ins-
tantánea (videos, llamadas, mensajes, etc.) las cuales rompen fronteras y poder estable-
cer relaciones cibernéticas desde cualquier parte del mundo, este es un estilo de vida que
se logra gracias a la globalización.

La globalización es un proceso fundamentalmente económico, para permitir de forma


continua la integración de los mercados mundiales a base de gobiernos corporativos,
con lo que se establecen sistemas financieros en bases a leyes y tratados económicos en-
tre países para un proceso controlado a través de instituciones que fomenten la inversión
bajo un clima de confianza que de paso a la competencia libre.

Pero siempre existen humanos que no se pueden controlar y siguen sus propias reglas
de mercado para obtener capacidad adquisitiva exorbitante de manera ilícita, este tipo
de contrabando se está desarrollando internacionalmente debido al mismo proceso de
globalización. Por más controles que establecen los gobiernos corporativos no pueden
detener a estos “delincuentes globales”, que son económicamente poderosos, debido a
que sus negocios resultan ser muy rentables, lo que les permite corromper a muchos
funcionarios estatales y dar un fácil acceso al conocido “Mercado Negro”, sus principales

218
negocios incluye armas, drogas, lavado de dinero, productos hechizo, animales hasta el
tráfico de órganos humanos.

Este fenómeno global nos permite detectar las flaquezas de los Estados, debido a que
puede controlar a partidos políticos, organizaciones no gubernamentales y gobiernos
locales y nacionales, con lo que pueden obtener el dominio total de los recursos y afectar
la seguridad de los habitantes.

219
Contenido
Prólogo 5
Estudios culturales
Alejandro Cotto: cine y aporte cultural a suchitoto 11
La poética de la transformación urbana, caso de estudio:
distrito cultural en Santa Tecla, pro y contras del
modelo territorial e inversión en cultura 24
Del Iixpantilia preludio del testimonio 39
Investigaciones arqueológicas
Fase cerámica sotuta en Chichén Itzá:
la influencia cerámica Tolteca 55
Resultados de las Investigaciones Arqueológicas en
Casa Blanca, temporada 2015-2016 68
Ciudad Vieja avance de investigaciones 2016 79
Arqueología para el desarrollo la práctica de una ciencia arqueológica
más social y su aporte en la superación de la marginalidad social y
la pobreza económica 80
Hallazgos en las excavaciones en el Parque Arqueológico Tazumal, 2016 82

Investigaciones históricas 83
Los finados de Aculhuaca de 1860 aproximación al estudio
del patrimonio documental funerario en El Salvador 85

Investigaciones antropológicas
Brecha de género a partir de «índice de productividad estudiantil»
en jóvenes estudiantes salvadoreños 101
La frts y el centro sindical libertario:
anarquismo e intelectualidad obrera en El Salvador (1924-1930) 116
Moros y cristianos hacia un mapa conceptual y geográfico en El Salvador 131
La antropología latinoamericana-expresión innovadora de la historia 148
“La educación artística: un derecho humano en la construcción
de identidades culturales.” 156
El rol de la mujer en el mundo maya: ¿podían las mujeres de
ostentar cargos de mando en la sociedad Maya clásica? 170
Derechos humanos y trabajo sexual, Plaza Cívica Gerardo Barrios, c
entro histórico de San Salvador 181
Impacto del turismo en las actividades económicas de
vendedores ambulantes de la calle Arce en San Salvador 191
Una aproximación a las vulnerabilidades en la zona sur de
San Salvador, ayer y hoy 204
Derecho a la identidad, una negación que aún persiste en El Salvador 214
Movimientos sociales. Una contribución a la transformación social 215
La avalancha de escombros del volcán San Salvador:
¿es una capa geológica para cimentación de edificios? 217
El mercado negro en la globalización 218

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