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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA,
CIENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS
“TRABAJO DE INVESTIGACIÓN”
DERECHO DE INTEGRACIÓN LATINOAMERICANO

“DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS EN UN

SISTEMA FEDERAL Y SU INCIDENCIA EN EL

PROCESO DE INTEGRACIÓN”

PROFESOR: AB. JAIME HURTADO


GUAYAQUIL – ECUADOR
FEBRERO 2017
GRUPO # 4

INTEGRANTES

Estudiante No. Cédula Firma


Michelle Andrade 0954056420
Figueroa

Nathaly Canales 0927186890


Cevallos

Connie Vargas 0955354931


Carrasco

Mónica Correa 1204054033


Figueroa

Angie Cascante 0929115558


Ponguillo
1

CONTENIDO
RESUMEN ........................................................................................................ 2
INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 4
MARCO TEÓRICO ............................................................................................ 5
TEORÍAS GENERALES................................................................................... 5
PODER CENTRAL Y PODER ESTATAL EN EL ESTADO FEDERAL ........................ 8
ESTADOS FEDERALES: DOS CARAS .............................................................. 9
EL ESTADO FEDERAL HACIA EL EXTERIOR ................................................... 9
EL ESTADO FEDERAL HACIA EL INTERIOR ................................................. 10
EL PRINCIPIO DE PARTICIPACIÓN ............................................................. 13
A) DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS MATERIALES ................................. 15
B) DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS FUNCIONALES .............................. 16
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES .................................................. 19
CONCLUSIONES......................................................................................... 19
RECOMENDACIONES ................................................................................ 20
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................... 21
2

RESUMEN

Título: Distribución de competencias en un sistema federal y su


incidencia en el proceso de integración.

El presente trabajo trata de resumir algunas posturas acerca


del federalismo como principio organizador del poder, y de
la descentralización como proceso que lo sustenta. Para ello se cumple
el siguiente orden de exposición.
1) El problema de los países desarrollados y subdesarrollados a la hora
de adecuar sus sistemas a los nuevos requerimientos de democracia y
de descentralización del poder político.

2) El análisis de los conceptos de federalismo, su función y algunas


experiencias vigentes, como los llamados federalismos interestatal e
interestatal, federalismo cooperativo y dual (los casos de Canadá
y Estados Unidos, y a los de Bélgica, Suiza y Alemania).

3) Las experiencias descentralizadoras en Italia y Francia, así como


los casos de autonomías y regionalización, destacando sus
potencialidades y ventajas.

4) Diferencias entre el federalismo y unitarismo de los países


latinoamericanos, señalando las más importantes en relación a las
formas que implementaron sus procesos descentralizadores.

5) El caso mexicano se aborda con particular interés, atendiendo los


aspectos más relevantes del debate actual (demandas de más y mejores
espacios de democracia, y una mejor distribución de recursos, es
decir, un mejor sistema de participaciones fiscales).
3

6) Argumentación en favor de una mayor autonomía del


municipio, como una instancia de gobierno que debe ser el
depositario y beneficiario de todos los esfuerzos federalizadores y
descentralizadores.
4

INTRODUCCIÓN

Elazar reconoce que el mundo se encuentra en una coyuntura de


"cambio de paradigma": de un mundo de Estados inspirados conforme
al ideal de las naciones-estado, a un mundo de soberanía disminuida y
crecientes enlaces interestatales de carácter federal
constitucionalizado. Anteriormente los Estados luchaban por la
autosuficiencia, la homogeneidad bajo la autoridad de un centro (con
muy pocas excepciones). Hoy, con el nuevo paradigma federal, todos
los Estados tienen que reconocer también su interdependencia,
heterogeneidad y el hecho de que sus centros ya no son únicos, sino
parte de una red de centros múltiples que en forma creciente se vuelve
no centralizada. Tienen que reconocer también que todo esto es
necesario para poder vivir, o más bien sobrevivir en el nuevo mundo.
Con este nuevo paradigma se advierte a un mundo fragmentado en lo
político, pero unificado económicamente, en el que las
confederaciones y alianzas pueden armonizar la contradicción.
En un mundo que reconoce tantos a grupos étnicos, alguno de ellos
entrará en conflicto con los Estados en donde habitan o entre sí, de
manera que el federalismo ha recibido más atención como un medio
para resolver conflictos étnicos en el mundo que ha redescubierto las
duras realidades de la etnicidad y ha perdido su confianza en que la
modernización provocará su desuso.
5

MARCO TEÓRICO

TEORÍAS GENERALES
¿QUÉ ES EL FEDERALISMO?
Para conformar una definición del federalismo se debe partir
de la idea de que no hay un modelo único, pues sería un contrasentido:
la esencia del federalismo está en la creación y de instituciones y
procesos que permitan alcanzar una unidad política que acomode y
aumente la diversidad durante la solución de los problemas de la vida
diaria, en los cuales la democracia, entendida como un gobierno del
pueblo, signifique "autogobierno".
El federalismo ofrece solución a los problemas de las
divisiones étnicas, religiosas, sociales; es una respuesta a las
divisiones políticas y sociales en ecologías humanas específicas que
implica el reconocimiento de que los intereses
y valores en conflicto siempre están latentes, y que dicho conflicto es
normal. El objeto del federalismo de reconciliar unidad con diversidad
puede ser idealista, pero es una realidad inevitable: las naciones-
estado como autoridades "soberanas" y unitarias no pueden gobernar
con eficiencia a las sociedades complejas y diversas. Éstas requieren
sistemas flexibles y dinámicos de gobierno.
Se entiende entonces que el federalismo puede conciliar
intereses, valores, preferencias diversas que son inherentes a la
sociedad. No es tal diversidad indicador de mal funcionamiento del
sistema; ella proporciona información para diseñar y adaptar las
respuestas institucionales al cambio. Los conflictos son desafíos y
procesos normales de la política.
6

FUNCIONES, DEFINICIONES Y MODELOS DE


FEDERALISMO
Rainer-Olaff, señala que el federalismo debe cumplir al menos
dos funciones.
Primero, la separación y delimitación del poder por medio de
una división vertical de poderes y, simultáneamente, dar protección a
las minorías a través de la autonomía territorial. Segundo, cumplir un
papel integrador en sociedades heterogéneas. El federalismo tiende a
conectar un cierto grado de unidad y un cierto grado de multiplicidad.
Su función es la de integrar objetivos sociales diversos.

Como se advierte en la primera función, esta situación se


puede representar como un continuo bipolar entre una meta centrípeta
dirigido hacia la integración y la uniformidad de las condiciones de
vida, y otra centrífuga, dirigida a su autonomía y multiplicidad.

El cuadro muestra la ubicación del federalismo como principio


organizativo en el centro de dos fuerzas. En un extremo, puede haber
alianzas como una forma de coexistencia de varios estados, pero
también pueden haber estados unitarios en el otro (de tipo federal o
descentralizados), pasando por las asociaciones de estados y los
estados confederados. Podría caber otra forma, como el
estado unitario centralizado, pero en la actualidad ésta ya no es
vigente: todos los estados contienen un cierto grado de
descentralización.

Los ejemplos clásicos de federalismos son los de Estados


Unidos, Canadá y Australia, que surgieron con los procesos de
colonización. En 1867, Canadá trataba de delimitarse y protegerse
respecto a Estados Unidos, garantizando su dualismo anglo franco.
7

El federalismo suizo (1848) tuvo su origen en la autonomía


local y cantonal, es decir, en la multiplicidad cultural; el belga de 1890
que se originó en la fragmentación cultural entre flamencos y valones.
Éstos son ejemplos del federalismo como principio
organizativo del poder político territorial, que ha servido para unificar
criterios diversos, es decir, que ha logrado cohesionar a sociedades
con profundas diferencias culturales y sociales.

En los países latinoamericanos, cuyas sociedades son


heterogéneas, el federalismo tiene mucho que aportar, sobre todo, por
la gran importancia de la población indígena y las diferencias en
el desarrollo económico de las distintas regiones, provincias, entidades
federativas y municipios. Sin embargo, sólo algunos países son
federales, entre ellos México, Brasil y Argentina.

Es de hacer notar que el federalismo no sólo tiene o adquiere


relevancia en sociedades heterogéneas. En lo que fue la
República Federal Alemana, por ejemplo, no jugaron ningún papel ni
la heterogeneidad, ni la protección multicultural; era un país con
homogeneidad cultural y con pocas disparidades económicas que
puedan generar conflictos.

DEFINICIONES DE FEDERALISMO
El conductismo impuso un enfoque del federalismo desde el
cual son federales todas aquellas sociedades que por sus diferencias
étnicas, religiosas, económicas, se hallan estructuradas según
territorios geográficos e históricos (se deja de lado el enfoque
institucional del federalismo). El conductismo no da cuenta de
sociedades tan homogéneas como Australia, la experiencia antes
8

citada de la ex RFA o de Austria. La definición constitucional e


institucional de federalismo establece que:
Se puede hablar de federalismo cuando en un sistema político
los elementos estructurales de decisión del Estado (ejecutivo,
legislativo y judicial, burocracia política, etcétera) están presentes en
los dos niveles de gobierno, federal y estatal, y su existencia está
garantizada por la constitución y no puede ser allanada por la
intervención de algunos de los niveles. Por su parte, Dieter Nholen
afirma que el federalismo se define como una forma de organización
política en la cual las funciones y ámbitos de tareas se reparten de tal
manera entre los estados miembros y el Estado central, que cada nivel
estatal puede tomar decisiones políticas en varios ámbitos estatales
Entre otras definiciones podemos indicar que El Estado Federal es una
forma de Estado muy importante. Es, en principio, una unión de
Estados en la que cada uno de ellos, sin perder su naturaleza estatal, se
integra en un Estado de nivel superior, organizado mediante una
Constitución propia -la Constitución federal- y sometiéndose a un
poder central denominado poder federal, pero conservando una amplia
autonomía constituyente, jurisdiccional, legislativa y administrativa.

PODER CENTRAL Y PODER ESTATAL EN EL ESTADO


FEDERAL
En el Estado Federal surge una terminología propia
denominándose poder federal al poder central al que se someten en
parte los Estados federados y al que entregan parte de su soberanía,
mientras que el término poder estatal sirve para identificar el poder
residual de que sigue disponiendo cada uno de los Estados que se
federan.
El Estado Federal se superpone así al conjunto de Estados que
lo componen, siendo su territorio la suma de los territorios de los
9

Estados federados y su población la suma de las poblaciones de los


mismos. Pero en éste último supuesto la construcción histórica del
Estado Federal, a través de su modelo inicial y más conocido, los
Estados Unidos de América del Norte, ha conducido a una
consideración del conjunto de la población como titular de la
soberanía del Estado Federal, lo que significa que éste no obtiene su
legitimidad del simple acuerdo de los Estados que lo forman sino del
consentimiento del conjunto de la población. La frase "Nosotros el
pueblo de los Estados Unidos..." con que comienza la Constitución
americana de 1787 es expresiva de esta circunstancia cuya
consecuencia más importante es la de que los Estados federados han
terminado careciendo del derecho de autodeterminación no siendo
posible la secesión. Precisamente fue en los Estados Unidos de la
segunda mitad del siglo XIX donde tuvo lugar la llamada "guerra de
sucesión" motivada por el intento de los Estados del sur de romper la
federación.

ESTADOS FEDERALES: DOS CARAS


Los Estados federales se caracterizan por tener dos caras, una
cara visible hacia el exterior, es decir visible por la comunidad
internacional, y otra hacia el interior.

EL ESTADO FEDERAL HACIA EL EXTERIOR


El Estado federal aparece como un solo Estado ofreciendo un
aspecto unitario y centralizado, teniendo una personalidad jurídica
única en la esfera internacional y apareciendo el Estado federal como
cualquier otro Estado soberano. Esta cara es fundamental para
diferenciar un Estado federal de una Confederación que no ofrece la
imagen de un Estado único, sino de un conjunto de Estados
amalgamados en una confederación.
10

Frente al exterior no hay, por lo tanto, distinción alguna entre


la visualización internacional que se hace de un Estado federal y un
Estado unitario. Cualquier tipo de descentralización o división interna
resulta desapercibida a estos efectos. La percepción internacional de
un Estado como Francia, unitario y fuertemente centralizado, es
similar a la que podemos tener de Alemania, un Estado federal, o de
Italia, un Estado con descentralización autonómica.

EL ESTADO FEDERAL HACIA EL INTERIOR


Sin embargo, el análisis del Estado federal desde dentro hace
que nos encontremos con un ente más complejo que el Estado
unitario, que se articula en base a dos principios operativos que se
coordinan entre si: el principio de autonomía y el principio de
participación.

EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA
Es la consecuencia de la diversidad representada por los
Estados federados, entes estatales con personalidad jurídica propia,
que conservan amplias facultades constitucionales (cada Estado
federado tiene su propia Constitución mediante la que organiza sus
propios poderes), legislativas (capacidad de crear un Derecho propio
de ese Estado concreto mediante leyes), administrativas (derivadas del
ejercicio de un poder ejecutivo y una administración propia) y
jurisdiccionales (en cada Estado existe un poder judicial para aplicar
el derecho propio o derecho estatal, sin perjuicio de la superposición
de un poder judicial federal para aplicar el derecho federal).
Para el juego del principio de autonomía resulta crucial en el Estado
federal el tema del reparto de poder, dada la superposición entre Poder
federal (del conjunto) y Poder estatal (de cada Estado concreto). Este
reparto viene condicionado por las competencias que cada uno de
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ellos asume. Por eso resulta clave la distribución de competencias


entre el Estado federal y los Estados federados que lo componen,
distribución que se efectúa en la Constitución federal. No existe un
único modelo de distribución de competencias, existiendo las
siguientes posibilidades:
 Una primera consistente en hacer una lista de las
competencias que corresponden al poder federal, siendo todas
las demás competencias posibles atribuidas al poder de cada
uno de los estados federados.
 La segunda sería justamente la contraria, es decir establecer
una lista de las competencias que le corresponden al poder
estatal y el resto de las competencias se atribuyen al poder
federal.
 La tercera modalidad consiste en establecer dos listas de
competencias, una para determinar las que corresponden al
poder estatal y otra para el poder estatal. Sin embargo por
mucho que sea el desarrollo de cada lista nunca estaremos en
presencia de un catálogo cerrado, siempre se nos escapará
alguna y siempre puede aparecer alguna nueva como
consecuencia de la evolución histórica. Por eso un aspecto
crucial será la existencia de la llamada cláusula residual, es
decir determinar en la Constitución federal a quien
corresponde -si al poder federal o al de cada Estado federado-
el elenco de competencias posibles que no figure en ninguna
de las listas.
 El cuarto sistema posible de reparto competencial consiste en
elaborar tres listas, una para las competencias del poder
federal, otra para las competencias del poder estatal y otra
para las llamadas competencias compartidas que pertenecen a
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ambos poderes. También aquí es necesaria determinar una


cláusula residual, pues puede haber competencias que no
figuren en ninguna de las tres listas, así como determinar el
juego posible del ejercicio de las competencias compartidas.
Este es el sistema seguido, por ejemplo, en la República
Federal alemana.

La forma más habitual, por ser la más sencilla y la que responde


al origen del Estado federal, es la que establece una lista de
competencias para el poder federal, correspondiendo todas las demás
al poder estatal de los Estados federados, acompañada de una vis
expansiva de las competencias federales. Esto nos lleva a la
contemplación de una cláusula necesaria para el funcionamiento del
Estado federal, cualquiera que sea la modalidad de reparto
competencial que se siga, y que es la llamada cláusula de prevalencia,
destinada aclarar cual es el Derecho -el federal o el estatal- que
prevalece en caso de conflicto. Hay que tener en cuenta a estos efectos
que por muy bien que estén hechas las listas y por inequívoca que sea
la cláusula residual resulta inevitable que haya parcelas del
ordenamiento que tengan un carácter tangencial y en las que se
superpone la actividad del poder federal y el poder estatal como
consecuencia del carácter transversal de determinadas competencias.
Así, por ejemplo, si la organización general de la economía es
competencia del poder federal resulta inevitable que algunas medidas
legislativas adoptadas para implantar determinadas políticas
económicas entren en aspectos sectoriales concretos, por ejemplo, la
agricultura, que pueden ser competencia del poder estatal. Resulta,
pues, necesario determinar a quién corresponde la última palabra en
caso de conflicto. Lo habitual es que las Constituciones federales se
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decanten por la prevalencia del Derecho federal sobre el estatal en


caso de conflicto.

EL PRINCIPIO DE PARTICIPACIÓN
El hecho de la existencia del Estado federal como consecuencia de
la existencia previa de unos Estados que lo componen, requiere el
establecimiento en la Constitución federal de determinadas medidas
de ingeniería constitucional mediante las cuales, sin perjuicio del
principio democrático y la soberanía popular, se tenga en cuenta la
realidad de los Estados federados en la determinación de las reglas de
juego del poder federal. Tal vez algunos ejemplos ilustren mejor que
cualquier otra cosa lo que intentamos decir:
 El Presidente de los EE.UU. es elegido democráticamente
mediante votación popular, pero la atribución del voto popular se
hace mediante los llamados "votos electorales" que corresponden a
cada Estado federado. Los "votos electorales" consisten en que
cada Estado dispone de un número de votos igual a la suma de sus
senadores en el Senado federal (dos por cada Estado) y a sus
representantes en la Cámara de Representantes (un número
desigual para cada Estado pues se hace en función de la
población). El candidato a presidente que gana las elecciones, por
ejemplo, en el Estado de California se atribuye los votos
electorales que corresponden a California en el cómputo global
federal y así sucesivamente... es decir, si dentro de un Estado
federado un candidato ha obtenido la mayoría del voto popular,
ese candidato se lleva todos los "votos electorales" de ese Estado
concreto. Esto puede dar lugar, aunque no es frecuente, a que en el
conjunto del Estado federal un candidato tenga más votos
populares, pero no resulte elegido por tener menos "votos
electorales".
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 Junto a la cámara que representa a la población, existe una


segunda cámara que representa a los Estados. En algunos Estados
federales esta segunda cámara o Senado está compuesto por el
mismo número de representantes de cada Estado, sea cualquiera la
extensión territorial o la población de los mismos (EE.UU.). En
otros el número de senadores por cada Estado es distinto, pero
siempre con un mínimo y un máximo para cerrar el abanico de
posibles desigualdades entre Estados (Alemania). Esta segunda
cámara desempeña un papel muy importante, bien por estarle
reservados determinados asuntos de gran importancia para la
estructura compuesta del Estado.
 En los Estados federales suele ser corriente que la reforma de la
Constitución federal necesite la aquiescencia o conformidad de un
número determinado de Estados, de forma que no entra en vigor
hasta que se ha reunido el número suficiente de ratificaciones.
 Muchos de los nombramientos que realiza el presidente (que
ostenta el poder ejecutivo de la federación) necesitan el visto
bueno de la mayoría de la segunda cámara o Senado que es, como
hemos visto, la cámara que representa a los Estados.
 Los conflictos en el Estado federal se resuelven por un Tribunal
Supremo o un Tribunal Constitucional, órganos que se pretenden
neutrales respecto del poder federal o los poderes estatales y cuya
composición refleja en alguna medida la estructura compuesta del
Estado.
Es importante recordar que esta mezcla de los principios de autonomía
y participación que constituyen la cara interna del Estado federal en
ningún caso conducen per se a que el Estado federado conserve un
derecho de autodeterminación, por lo que una secesión unilateral no
resulta posible. Existe algún Estado federal, como Canadá, en que se
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admite la posibilidad de que un Estado se pronuncie sobre una posible


separación, pero los términos de ésta no podrían ser unilaterales sino
convenidos con el resto de la Federación.
A) DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS MATERIALES
Estas competencias serán definidas por los objetivos del
Tratado Marco, y son aquellas atribuciones asumidas por la
Comunidad en sus diferentes esferas de acción. En este orden de ideas
hay que distinguir tres tipos de distribución de competencias
materiales:

a) Competencias transferidas a la Comunidad;


b) Competencias reservadas a los estados miembros;
c) Competencias compartidas o concurrentes entre la Comunidad y los
estados miembros.

Las competencias transferidas se refieren a aquellas de carácter


exclusivo de la Comunidad; la segunda se refiere, a los dominios que
se sitúan fuera de los objetivos comunitarios, como podría ser la
política cultural. Los últimos se refieren a un reparto de competencias
entre la Comunidad y los estados miembros, que reviste el carácter de
cooperación.
La distribución de competencias materiales no está
determinada por consideraciones teóricas, sino a exigencias inherentes
a las distintas materias que se tratan de regular.
Es así como el proceso integracionista puede ser dinámico y
evolutivo al pasar por diversas etapas, dependiendo los objetivos que
los estados miembros le hayan fijado a la Comunidad, como podría
ser: la libre circulación de mercadería, servicios, libre circulación de
bienes de capital o de trabajadores, o sea, a una zona de libre
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comercio, una unión aduanal, un mercado común o una unión


monetaria.

B) DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS FUNCIONALES


La distribución de competencias funcionales, no solo implica
la organización institucional de una Comunidad, sino también la
distribución de poderes funcionales entre los estados partícipes y los
organismos supranacionales.
Los tipos de competencia funcional se clasifican de acuerdo a:
a) Según las instituciones a las cuales se encomienda el ejercicio de
las competencias comunitarias.
b) Según la distribución de los poderes a través de la definición de los
medios de acción.
La primera se refiere a que la realización de las diversas tareas
que se han de encomendar a un conjunto de instituciones en las que
cada una represente un principio diferente. El ejercicio del poder
estará distribuido entre un órgano decisorio (Consejo), compuesto por
representantes gubernamentales, un organismo supranacional
ejecutivo (alta autoridad, comisión), encargada de velar por el interés
de la Comunidad en su conjunto, un Parlamento democrático que sea
una instancia de discusión política; y un órgano supranacional
contralor de la legalidad (Corte de Justicia). A diferencia de otras
organizaciones internacionales, en las cuales los órganos dirigentes
tienen un carácter intergubernamental que responde a intereses
políticos; en una Comunidad, el órgano intergubernamental debe de
cooperar con otras instituciones que tienen un principio diferente que
actúan en forma autónoma. Y la segunda se refiere a los alcances que
tendrá la acción de los organismos comunitarios.
1) El organismo decisorio debería ser compuesto por representantes
de los gobiernos de los estados partícipes del proceso
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integracionista. Es en esta institución en donde los estados


ejercerán en forma conjunta su poder soberano en las votaciones
de aquellas cuestiones puestas a discusión, sirviendo de
contrapeso en el sistema comunitario. Este organismo como
Institución de decisión, se encarga de fijar, de acuerdo a las
materias determinadas en el Tratado Marco, las políticas y esferas
de acción de la Comunidad. También podrá tomar decisiones
sobre asuntos no litigiosos que le sean sometidos a su
consideración.

2) El Ejecutivo (Alta Autoridad o Comisión); será el órgano que


deberá objetivar y poner en marcha las políticas que reciba del
organismo de decisión, por medio de normas de carácter
comunitario. Es un verdadero organismo supranacional
comunitario, pues su actuación es independiente de los estados
contratantes.

3) El Parlamento Democrático: debería estar constituido por


representantes de los pueblos de los estados reunidos en
Comunidad. El Parlamento no intervendría en el proceso
legislativo comunitario, más que en forma consultiva.

4) El Contralor de la Legalidad (Corte de Justicia). Es el organismo


supranacional encargado de controlar la legalidad de los actos y
normas comunitarias; deberá fallar en las diferencias que surjan
entre los organismos comunitarios y los estados partes, las que
surjan entre tales órganos entre sí, y las diferencias entre los
órganos comunitarios y los demás sujetos del territorio de la
Comunidad. Así como los conflictos de carácter comunitario que
surjan entre los estados partícipes y los individuos de la
18

Comunidad. Otra función, es la interpretación de la norma


comunitaria a fin de mantener la unidad del ordenamiento jurídico
comunitario.

Con respecto a la distribución de los poderes a través de la definición


de los medios de acción, hay que distinguir entre los medios directos y
los indirectos: en la primera categoría las disposiciones comunitarias
son directamente operantes sobre los estados miembros sin
intervención de estos (los Estados); en la segunda categoría se
comprende las medidas comunitarias cuya ejecución no podrá hacerse
más que por medio de una acción posterior de los órganos
competentes de los estados partícipes.

Gracias a la posición supranacional del Órgano de Decisión, al


Ejecutivo Comunitario y al Contralor de la Justicia, puede asegurarse
la efectividad de la Comunidad para lograr el cumplimiento de los
objetivos fijados en el Tratado Marco que la constituya.

La utilidad de haber descrito brevemente las funciones teóricas de las


diferentes instituciones, es para comprender las funciones que pueden
otorgársele a las instituciones comunitarias en la integración
centroamericana, asunto que será analizado en el último capítulo de
este trabajo, donde se explicará a qué institución se le ha dotado de
supranacionalidad y sino a qué institución actualmente debe
conferírsele ese poder para cumplir con los objetivos señalados en los
diferentes tratados de integración centroamericana.
19

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

CONCLUSIONES
El tema del federalismo como principio organizativo y de la
descentralización política es un fantasma que recorre el mundo, y
junto con los reclamos de democracia y participación política de
individuos, colectividades, pueblos y naciones: Se ha convertido en
un paradigma con el que todo mundo está de acuerdo, pero pocos se
comprometen con él.

En Europa oriental y medio oriental se ha asumido el


federalismo como una vía para evitar el colapso total de sus sistemas
políticos. En Europa occidental las experiencias son importantes, pero
todavía insuficientes para lograr la convivencia de amplios sectores de
la población.

El federalismo alemán, con todo su potencial, tiene problemas


por la excesiva interdependencia entre los niveles de gobierno, pero
no deja de ser importante el autogobierno municipal vigente, del cual
debiera aprender el municipalismo mexicano.
El federalismo norteamericano, del cual el nuestro ha tomado mucho
de su esencia, atraviesa por dificultades que derivan de la construcción
del estado social y de bienestar, lo que implica la formación central de
políticas públicas sin tomar en cuenta las entidades de la unión. El
caso de Canadá es similar, aunque ahí la existencia de dos culturas
que poco comparten en común, favorece la existencia de un
federalismo que tiene visos de confederal.
Y dado que nada está definitivamente escrito, y los
acontecimientos mundiales empujan en dirección de entidades
descentralizadas y federalistas, incluso en estados unitarios, es hora de
20

pensar y actuar en la construcción de un nuevo pacto federal: aquel


que sea capaz de democratizar políticamente al país, que reparta y
difunda los poderes a lo largo y ancho del territorio nacional para
llegar hasta los municipios y sus delimitaciones menores; de
democratizar económicamente, esto es, que reparta los ingresos de una
manera más equitativa y justa; que atienda a las regiones más
necesitadas mediante una política solidaria y que, finalmente, recupere
y fortalezca la tradición democrática de los pueblos, sus tradiciones
culturales y sus formas de gobierno; es decir, una recomposición del
pacto federal que democratice la vida social y cultural de los
gobiernos municipales por que aquel federalismo que no se ayunta con
la democracia, no puede llevar a cabo el sueño del autogobierno.

RECOMENDACIONES

Los sistemas federales necesitan contar con un margen de


elasticidad suficiente, para que tanto los poderes centrales como los
locales puedan ser legalmente reducidos o ampliados sin excesiva
dificultad de procedimiento.

La flexibilidad en el sistema federal es una ventaja que el


diseño constitucional debe cuidar. No obstante, esta flexibilidad
necesita un sistema de justicia eficaz y operante, así como de ciertas
cualidades en los actores jurídicos y políticos.
21

BIBLIOGRAFÍA
Arias, F. G. (1999). El proyecto de investigación- Guía para su elaboración.
Caracas: Editorial Episteme ORIAL.
CAN. (2014). Evaluación de la dimensión económica del proceso de
integración andina. Bogotá: Secretaría General de la Comunidad
Andina.
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Investigación de Ciencias Económicas , 4.
Roberto Hernández, C. F. (1997). Metodología de la Investigación. México,
D.F.: Mc Graww Hill.
Ruiz, J. L. (s.f.). Introducción al Derecho Constitucional. Obtenido de
http://www.derechoconstitucional.es/2012/02/estado-federal.html

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