La trombosis venosa profunda es una enfermedad en la que presenta un
diagnóstico complicado, pero de sencillo tratamiento si se identifica a tiempo, por ello es importante conocer los factores de riesgo para un manejo adecuado y eficaz. Evitando el alto gasto en pruebas costosas y en el seguimiento respecto al tratamiento dado para el paciente.
Al igual que la tromboembolia pulmonar que es una de las
complicaciones graves, cuyo costo de tratamiento son elevados así como la mortalidad en los pacientes.
Con una incidencia global de 5-7/ 10000 años a nivel mundial y aumenta con la edad y factores de riesgo asociados a ello.
Es una patología común en pacientes mayores de 40 años y los que
presenta altas comorbilidades, que puedan generar una alteración en la triada de Virchow que son estasis, lesión endotelial, e hipercoagubilidad provocando diferentes estados clínicos y patológicos de las que pueden llevar a una alta mortalidad.
Dentro de las alteraciones va a presentar lesiones en las paredes de las
venas que pueden variar de localización, desde las venas distales hasta migrar a las venas proximales ejemplo el tronco ileacofemoral, ocasionando un desprendimiento del trombo que viajaría hasta el pulmón generando una patología mayor como una hipertensión pulmonar poniendo en riesgo la vida del paciente.
Los pacientes hospitalizados el riesgo de formar una trombosis venosa
profunda va depender de los factores de riesgo presentes en especial: fracturas cirugías o traumatismo entre otros, provocando un encamamiento prolongado al paciente hasta su recuperación. A igual que ella, la tromboembolia pulmonar va tener un riesgo mayor si las variables y factores de riesgo como: antecedentes de trombosis venosa profunda, trombofilia , etc. Que puedan estar presentes en el paciente. Es por ello que es importante dar buen diagnóstico y evitar los gastos que puedan generar al enfermo, se utilizan las escalas, algoritmos y estratificación de riesgo a para dichas enfermedades. (20, 2)