Santiago, jueves 10 de julio de 2008

INFORME DEL ESTUDIANTADO

PROBLEMÁTICAS INTERNAS
Instituto Nacional Gral. José Miguel Carrera

A la comunidad institutana:

En el presente documento se exponen los puntos de consenso de los cursos que se

sumaron a la Jornada de Reflexión del pasado martes 8 de julio de 2008, instancia general aplicada
en ambas jornadas por decisión de CODECU, en la que se discutieron y plantearon todas las
críticas, exigencias y propuestas del alumnado en relación a la crisis interna que vive nuestra
institución.

Las indicaciones que posteriormente se presentan comprenden el sentir mayoritario del

alumnado del establecimiento, y surgen en respuesta al incontenible descontento que han
generado las crecientes dificultades internas, así también, con el anhelo de buscar las vías de
solución a las principales deficiencias en áreas sumamente importantes como Dirección,
Desarrollo Académico e Infraestructura.

Los siguientes cuadros indican todos los cursos que adhirieron al Paro Reflexivo, quisieron
expresar sus inquietudes y entregaron sus conclusiones a la Comisión encargada de gestionar el
desarrollo de este informe:

NIVEL N º DE Séptim Octavo Primer Segund Tercero Cuarto

CURSOS os s os os s s
Séptimos 14
B A A A B A
Octavos 10
C E B B D D
Primeros 13
D G C C E E
Segundos 10
E H D D F G
Terceros 11
F I G H H H
Cuartos 7
G J H I I J
TOTAL 65 H L I J J N
I M J L K
J N K N N
L O L O P
M M R
Ñ N
O Ñ
P

Agradecemos, desde ya, a todos los compañeros que decidieron participar activamente en
esta oportunidad para debatir y proponer, como jóvenes institutanos conscientes de la realidad
de su establecimiento.

COMISIÓN DE TRABAJO INTERNA

 INFORME DEL ESTUDIANTADO: PROBLEMÁTICAS INTERNAS
Instituto Nacional Gral. José Miguel Carrera / Jueves 10 de Julio de 2008

1. PROBLEMAS DE LA ADMINISTRACIÓN

En vista del reconocimiento de la profunda crisis por la que atraviesa nuestro Instituto
Nacional; las constantes ineficiencias de Dirección, fuertemente criticadas por la comunidad; y el
rechazo que han generado muchas de las decisiones tomadas por las autoridades; nos vemos
impelidos, irrevocablemente, a llevar a cabo un exhaustivo y crítico análisis, desde la perspectiva
del alumnado, de las principales deficiencias en el funcionamiento del colegio, en el marco de la
gestión administrativa, sumado a las graves consecuencias que se han ido evidenciado y
acumulando con el paso de los años.

Puesto que no sólo nos encontramos con garrafales insuficiencias de un sistema educacional
en peligro, también vemos cómo la inoperancia ha hecho que la existencia de nuestra entidad y su
misión formadora se hayan visto seriamente afectada. Estamos en una situación que, de persistir,
terminará por desarticular y empañar aún más la vida en comunidad.

Asimismo, el malestar generalizado ha hecho que las dificultades administrativas se

extiendan a las condiciones académicas, surgiendo múltiples conflictos, de los cuales el Instituto
tradicionalmente había logrado prescindir.

Asumimos ser nuevamente el canal más importante de las demandas internas, haciendo
pleno ejercicio de nuestra condición y profundamente convencidos de que el prestigio del
establecimiento se construye con perseverancia, esfuerzo, participación y trabajo mancomunado.

Siendo todos miembros de la comunidad, nuestra labor ha de estar siempre en función del
deseo de ser parte activa del proceso del aprendizaje. Lamentablemente, hoy nos vemos
enfrentados a aquellos que hacen prevalecer sus intereses personales, por sobre los deberes
morales y sociales que implican pertenecer al Instituto Nacional.

Inicialmente, el estudiantado ha evaluado el desempeño de la Administración,

principalmente del Rector, Vicerrector e Inspectores Generales, pues componen los altos
cargos directivos, siendo ellos los responsables de organizar, supervisar y resguardar el
cumplimiento de una adecuada gestión escolar. Ante ello, nuestros compañeros, en su mayoría,
han manifestado la escasa y nula capacidad de liderazgo e iniciativa por parte de este
estamento, una ejecución marcada por la pasividad, la completa despreocupación e ineficiencia
en relación al manejo de conflictos y diagnóstico de problemas, evasión de
responsabilidades, ausencia de compromiso, y una actitud autoritaria y represiva para
llevar a cabo sus determinaciones.

Además, denuncian con gran ahínco los métodos fácticos y prácticas cuestionables
que atentan a la armónica convivencia en comunidad, asegurando la presencia de actos
represivos, presiones, persecuciones y amenazas directas e indirectas, por parte de dichas
autoridades para con sus compañeros, docentes y otros miembros del colegio. Se hace de
manifiesto un claro atropello a la libertad de expresión, a la diversidad de opiniones, como una
voluntad intolerante y obstinada en acallar las críticas o posturas divergentes a las
decisiones de la Dirección.

Denuncian, asimismo, las órdenes irracionales de las autoridades directivas que,

indiferentes a las decisiones democráticas de los estamentos en las últimas movilizaciones, se
exigía igualmente clases en jornadas de paralización a cursos sin alumnos. O bien, evidencian la
obstrucción en la labor de los estamentos, dificultando su organización o entorpeciendo
conscientemente el desarrollo de proyectos emanados de sus instancias, situación que se da, por
ejemplo, al momento de “solicitar” un CODECU, pases para delegados o invitados, paros, jornadas
de reflexión, entre otros. En consecuencia, se observa una clara determinación en desoír
los requerimientos del alumnado.

Otro aspecto que se critica, y muy relacionado con lo anterior, es la completa indiferencia
de Dirección en involucrarse activamente en las discusiones estamentales, marginándose y
menospreciando las valiosas oportunidades de debate interno, lo que, obviamente ha incidido en
un tercer elemento fundamental: la falta de comunicación.

Es, sin duda, este último concepto, el más condenado por los estudiantes. Por dicha razón
rechazamos la política de Dirección de intentar excluir a los estamentos en sus decisiones, lo
que demuestra la poca capacidad de integración y cohesión con su institución; la
privación de diálogo entre los actores educativos a la que se ha conducido, aislándolos unos de
otros; la desunión al interior de la comunidad, al anularse por completo las relaciones
interestamentales; y la nula promoción de espacios de coordinación y organización
interna.

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Denostamos, asimismo, la ausencia de asambleas o reuniones generales entre alumnos,

docentes, asistentes y funcionarios para enfrentar conflictos y enmendar el mediocre trabajo del
Consejo Escolar, al que exigimos su ampliación proporcional, realizando una labor que
debe ser activa, periódica y resolutiva, pues constituye una instancia fundamental para
mejorar la gestión. Por ejemplo, los resultados de PADEI y los Consejos Escolares se desconocen,
pues el mal manejo de Rectoría, quien preside y organiza esta instancia, ha menoscabado y
menospreciado su valor democrático.

En esta misma línea, los alumnos expresamos nuestra desazón al marginarnos en la

discusión a las modificaciones al reglamento interno, que hoy es objetado en ciertos artículos y
por querer darle la definición de Reglamento de Convivencia, en vista de que el documento que
rige no comprende ni siquiera mecanismos de resolución de conflictos.

Por otro lado, exigimos que Dirección ponga fin a la inconcebible y cuestionable falta de
transparencia que la ha caracterizado, al dificultar el acceso a documentos de carácter
público, como lo son el reglamento interno íntegro, y no extractos como hoy se hace; estatutos de
los distintos organismos; y todos los instrumentos relacionados con la orgánica institucional. Ello
puesto que los estudiantes no tienen hoy la libertad de solicitar en sus inspectorías la normativa
interna y menos hacer ejercicio pleno de sus derechos como miembros del establecimiento.

Sumado esto, demandamos hacer públicos todos los documentos oficiales y

legales que posee, como las actas de reuniones y juntas, agenda, planificación, y, por
sobre todo, cuentas del manejo de recursos, respaldos financieros, etc.

Ello nos permitirá reconocer e identificar aún mejor todas las prácticas en contra del
reglamento, el incumplimiento del proyecto educativo, violaciones a los estatutos e irregularidades
económicas.

En última instancia, si abocamos a evaluar la relación que se percibe entre los altos mandos
y los estudiantes, el panorama resulta desolador. Actualmente, el diálogo y la cercanía con
quienes están al mando de la institución se han perdido por completo. El ambiente que se
nos brinda diariamente es de completa desconfianza hacia las autoridades, existe un temor
enraizado ante los abusos de poder y medidas autoritarias y tiránicas, que no reciben
cuestionamiento alguno.

Las condiciones en que se desempeñan las labores de los distintos actores son cada vez
más precarias al no haber disposición de Dirección a acercarse a ellos. Vemos cómo Inspectores se
encierran en sus oficinas y nuestros compañeros desconocen totalmente quién es su propio director
o su vicerrector, cuál su injerencia en las decisiones y cuál ha sido su desempeño.

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No podemos seguir aceptando que Dirección permanezca ensimismada en su despacho,

ajena a cualquier situación, desligándose de los problemas y obligando a que otros lleguen a
solucionarlos.

Nos hallamos, entonces, en una encrucijada inevitable, en la que, si no actuamos, las

consecuencias se harán aún mayores y cargaremos con el peso de haber sido nosotros los
culpables de la decadencia y posterior deceso. Es nuestra obligación responder ante un llamado
ético e innegable, al que debemos responder oportunamente. Ésa ha sido nuestra mayor virtud al
momento de encarar los errores.

Actualmente, el Instituto conserva muy poco de su esencia y química que lo ha

caracterizado, y aquella inconsistencia pudo haber sido subsanada si al mando de la organización
existiera iniciativa y motivación. Ante una embarcación sin su capitán ni una ruta, el periplo jamás
tendrá buen destino. Nuestra tripulación vive en la incertidumbre y la oscuridad, sumida en el
desconcierto al ver que nadie asume la dirigencia de la nave.

2. TEMÁTICAS ACADÉMICAS

Las posturas de los cursos son concluyentes: la Unidad Técnico- Pedagógica requiere
urgentemente una completa evaluación, restructuración y supervisión, al ser ésta la
encargada de coordinar y dirigir las actividades educativas y desarrollo académico del Instituto, por
otro lado, una parte no menor del alumnado simplemente ignora la labor y la función que lleva a
cabo UTP. En esta línea se critica las últimas modificaciones evaluativas como lo fue el cambio de
Prueba de Nivel a Estandarizada y el respectivo porcentaje en cuestión; y los serios problemas con
los horarios, que actualmente son confeccionados por un ente externo.

Nuevamente se expresa el sentir de cursos de tercero y cuarto medio que exigen un Reforma al
Plan Humanista por estar en desventaja en relación a las otras áreas, centrando sus peticiones
directamente en más horas de matemática.

Con relación a lo antes señalado, demandamos un mayor control en el cumplimiento de los

planes de estudios, a fin de evitar vacíos en contenidos al momento de egresar a un nuevo nivel,
dando directrices definidas y claras en términos de prioridades para cada asignatura.

Se requiere promover su rol fiscalizador, destinando mayor preocupación y atención a

profesores con reiteradas inasistencias en cursos donde se han presentado incluso solicitudes de
cambio de docente. Asimismo, se deben sancionar los atropellos y abusos con el reglamento
interno de evaluación, puesto que se fomenta las reprensiones por sobre el método sico-
pedagógico y se hace una mala utilización de las calificaciones como método de presión.

Por otro lado, el descontento también fue expresado hacia el Departamento de Apoyo al
Aprendizaje, antes llamado de Orientación, sindicándolo como el principal responsable en desistir a
su tarea, al haber ausencia de programas propios, acorde a la realidad de nuestro Instituto,
relacionado con materias contingentes como prevención de drogas, educación sexual, cívica,
etc.

De la misma manera, se demanda mayor Orientación vocacional, para ir clarificando la

proyección de estudios desde los primeros cursos.

Manifestamos el más enfático rechazo hacia la escasa promoción de actividades académicas,

extraprogramáticas y deportivas y los mínimos estímulos que se dan al desarrollo de academias
que han obligado, en algunos casos, a su cierre definitivo, así como la ausencia de respaldo a
proyectos

presentados en esta materia por estudiantes y/o profesores. Esta precariedad se hace patente
en las ramas deportivas (basquetbol, ATIN, rugby) que bajo la administración del Club Deportivo
han debido enfrentar serias irregularidades financieras.

También reprochamos las inaceptables falencias en la Administración de la Biblioteca, al dejar

en el completo descuido un patrimonio cultural sumamente valioso y que yace olvidado en las
estanterías. Requerimos especial atención hacia el manejo de nuestro histórico archivo y
testimonio.

Son éstas las más apremiantes problemáticas en materia académica, los que, de no ser abordados,
seguirán mellando el compromiso con la exigencia y la excelencia que el alumnado requiere, se
desgastará la esencia del quehacer institutano y el respeto por los derechos y ejercicio de los
deberes de los estudiantes.

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3. DEFICIENCIAS DE INFRAESTRUCTURA

El balance crítico del estado de la construcción y el cuidado de los espacios nos obliga a definir
cuáles son las prioridades, pues sabemos que la intención por mejorar las instalaciones es escasa
y se ha producido un evidente estancamiento de planes de mejoramiento desde dirección.

También se necesita un adecuado manejo y destino de los recursos de que dispone el

colegio, siendo Dirección y CEPAIN los primeros responsables en transparentar la
administración de las subvenciones, becas JUNAEB y Fondos que recibe el colegio.

Existe un consenso general que se requiere atender la situación del deteriorado estado de los
baños (servicio de agua y lavatorios), de las salas de clases; realizar una revisión completa a las
instalaciones eléctricas, recuperar el zócalo mediante un proyecto conjunto y modernizar el
gimnasio. Para ello se requiere la inclusión de los estamentos en un proceso de consulta que
además permitirá dar la oportunidad de aprovechar otros espacios inutilizados, como el Sector 3,
mediante la presentación de proyectos y planes, o enfocado a recuperar el Estadio del Colegio.