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Podemos estar muchos días sin comer y unos pocos sin tomar agua, pero no podemos
estar más de algunos minutos sin respirar. El aire es el principal alimento de la vida y,
muy democráticamente, la naturaleza igualó en esta necesidad a los seres humanos con
todas las demás criaturas vivientes.
La versión infantil y de humor negro de la marcha fúnebre de Chopin que dice “pobre
infeliz se olvidó de respirar, pobre infeliz ya lo llevan a enterrar…” quizás sea un
llamado de atención que varias generaciones de niños han ido transmitiendo.
La respiración yóguica completa combina los tres tipos de respiración y se divide en tres
etapas. Comienza con una inhalación profunda, asciende a la zona intercostal y termina
en la clavicular; el aire se toma por la nariz y la boca permanece cerrada; consiste en
una inhalación y una exhalación completas que hace trabajar a los pulmones en su
totalidad y en la que el movimiento ascendente y descendente del diafragma masajea el
corazón y los órganos abdominales.
Mucha gente cree que la parte más importante de la respiración es la inhalación. Sin
embargo, la clave de una buena respiración está en la prolongación de la exhalación, ya
que cuanto más aire rancio se exhale, más aire nuevo ingresará a los pulmones. El yoga
le otorga además mucha importancia a la etapa intermedia entre inhalación y
exhalación: la retención del aire. En algunos ejercicios, la duración de la exhalación
duplica la de la inhalación, y la de la retención la cuadruplica.
Una persona que se siente nerviosa o asustada respira agitadamente, con un ritmo corto
y acelerado. Alguien que está sereno, en cambio, tiene una respiración profunda y
pausada. El estado de ánimo se manifiesta en la respiración; y más que eso, se
constituye en la respiración. Una manera muy sencilla de probar esto es intentar
conservar un estado de ánimo mientras se respira con el ritmo correspondiente al
contrario. No es posible. No hay manera de mantener la serenidad respirando de forma
agitada, ni se puede permanecer tenso una vez que se logró profundizar la respiración.
Paz interior
Aprender a respirar mejor, prestando atención a lo que se está haciendo, es una de las
mejores cosas que se puede hacer por uno mismo. La práctica diaria de la respiración
consciente produce el milagro de fortalecer el cuerpo, equlibrar las emociones y
aquietar la mente. Se trata de un camino que conduce a la paz interior y a la satisfacción
personal, y ese estado se parece mucho a la felicidad.
LEY DE ATRACCION
Analicemos lo que hacemos antes de acostarnos: pensamos en todo lo que fue mal, el
caos que nos espera al día siguiente y que tendremos que luchar por que nos espera un
día difícil? Si es así, probablemente a causa de esto no consigamos dormir bien.
Luego en la mañana nos levantamos, o aún en la cama, pensamos: otro día de duro
trabajo, cosas por enfrentar, problemas por resolver, gente difícil de tratar, cuentas por
pagar, “me espera un día difícil” decimos. Como resultado tendremos un día muy difícil
y todo eso porque fue lo que atrajimos a nuestra vida el día de hoy.
Lo que sucede es que cuando tenemos pensamientos repetitivos y vemos una y otra vez
las cosas desde el lado de la víctima se crea un hábito ya que éste se forma en base a un
comportamiento repetido regularmente, entonces nos cuesta trabajo cambiar ese
comportamiento, pues ya está muy arraigado en nuestro subconsciente llegando a
manifestarse de manera automática. Entonces, nos echamos en la cama para dormir y
surgen los pensamientos de preocupación, temor, duda a los que estamos acostumbrados
revivir una y otra vez. De allí que no sea tan fácil cambiar el tipo de pensamientos,
palabras y comportamientos que estamos acostumbrados a tener.
Sin embargo, eso no quiere decir que no lo podamos hacer, solo estamos analizando el
mecanismo por el cual repetimos determinadas conductas y de la misma manera que
creamos un hábito negativo, podemos crear uno positivo, pero. para poder hacerlo
necesitamos en primer lugar, de la automotivación, es decir la capacidad de generar
sentimientos y emociones que nos lleven a querer lograr metas y cambios en nuestra
vida. Desde luego existen instrumentos que nos ayudarán también como la
visualización, las frases positivas repetidas una y otra vez y otros que iremos
desarrollando en diferentes artículos más adelante.
La Ley de atracción, como todas las leyes espirituales es inviolable seamos concientes
de ella o no y constantemente estamos atrayendo a nuestras vidas, experiencias,
personas, cosas materiales, alegrías, tristezas es decir todo aquello que tenemos en el
presente.
Pero atraemos, no sólo lo que queremos, sino también aquello que tememos, por que?
Por la persistencia y fuerza de la emoción que ponemos cuando tememos algo.
Observemos como es la actitud de los niños cuando quieren algo, piensan mágicamente,
primero con la idea que será Papá Noel o los Reyes Magos quienes harán sus deseos
realidad, ellos no dudan, no saben si hay dinero para comprarlo o no, simplemente lo
piden y tienen la firme convicción que lo tendrán y por algún lado consiguen lo que
desean, sea a través de los padres, los tíos, abuelos o cualquier persona lo obtienen. Pero
a medida que vamos creciendo, vamos asimilando las ideas de los mayores y
empezamos a dar importancia al dinero y a lo fácil o difícil que es conseguirlo de
acuerdo a las creencias de las personas mayores.
Por lo tanto si elegimos tener actitudes positivas, por la ley de atracción tendremos más
hechos positivos en nuestra vida y a medida que obtengamos logros, iremos reforzando
nuestra convicción en que podemos atraer a nuestra vida todo aquello que deseamos.
Hay una atracción hacia lo seguro, lo estable, lo fijo. Vemos un árbol sólido que se
yergue estático sobre el suelo, observo su estructura, más es lo que no veo lo que le
permite permanecer erguido frente a las tormentas, a los tiempos difíciles. Son sus
raíces, su profundidad y fortaleza lo que le permite mantener su posición.
La resistencia de un ser humano frente al estrés tiene que ver con que tan hondas se
hunden sus raíces en su ser, que no vemos, por debajo de la apariencia hay algo que es
fuerte o débil.
¿Acaso la vida es algo estático?, esto añade algo de dificultad, cuando un ser humano es
derribado no permanece donde cayó, puede quedar debilitado, pero según la intensidad
del embate se recuperará o no. Las estructuras que me componen decidirán si me rehago
de una agresión física, mental, emocional, o no. De ahí la importancia de una fortaleza
interior basada en la unión de aquellas partes que yo soy y me enraízan.
Nuestro centro de gravedad no es fijo, cambia a cada paso que damos, nuestro centro de
gravedad elevado dificulta nuestro equilibrio, de forma que es más fácil caminar que
permanecer completamente quieto de pie.
El movimiento voluntario nos otorga sensación de poder; siempre ha sido una prueba de
poder controlar el movimiento de otros, estableciendo pasos de la oca (como en el
ejército nazi) o movimientos puramente automáticos como en los centros de producción
cada vez más mecanizados e informatizados, el déficit de movimiento armónico genera
fatiga y genera tensión muscular crónica.
Incluso aunque comprenda intelectualmente, o más allá aún: que ponga en marcha
esfuerzos orientados hacia el propio desarrollo, me encontraré siempre con una
oposición intensa e interna que se resiste al cambio; es preciso entender que soy el
resultado de millones de años de evolución y no exclusivamente el hijo de mis padres,
somos supervivientes descendientes de supervivientes, la vida es un proceso y en este
momento ese proceso me tiene a mí, y entretanto yo tengo vida.
Las técnicas de relajación nos aportan un aprendizaje para ser capaces de hacer lo que
hago desde una nueva perspectiva, amplían las opciones de respuesta en el medio en
que me encuentro. La relajación como estado de conciencia supone un equilibrio
dinámico que aumenta la capacidad de resistir al embate cotidiano. Puedo comprender
que un movimiento eficaz es aquel que supone un menor desgaste, sin embargo no
extiendo esta verdad a los movimientos intelectuales o emocionales, a veces la mente,
los pensamientos, las emociones se van y ponen en marcha procesos de negatividad, por
si solos. La relajación favorece un movimiento correcto en todos los niveles. No es
correcto esperar una fuerza exterior que restablezca el equilibrio perdido, ello me deja
sin opción, la relajación colabora con las fuerzas vitales favoreciendo un proceso de re-
equilibrio.
Relajación y Meditación
Las personas pueden meditar en solitario y obtener grandes beneficios de esa práctica o
también pueden lograr crecimiento espiritual al compartir esa consciencia divina con
otros individuos en la meditación en grupo.
Un grupo de meditación puede crear una fuente de sinergia con una mayor conciencia,
lo que atrae magnéticamente una respuesta del espíritu más profunda. Además, si tu
meditación en solitario ha ido decayendo o simplemente no la practicas, meditar con un
grupo puede volver a inspirarte espiritualmente y ampliar tu devoción.
Podemos aprender del instructor, tanto nuevos tipos de meditación como si éste tiene un
estilo diferente dentro del mismo tipo de meditación que hemos estado practicando.
NAMASTE.
Si alguna vez has practicado yoga, quizás has notado que al final de la práctica es muy
frecuente que el instructor diga la palabra namaste. De la misma forma, si has estado en
contacto con personas que tienen, digamos así, intereses “espirituales”, puede que te
hayas percatado de que, una vez más, el término namaste es de uso muy frecuente.
namaste1Puede parecer una obviedad, pero ¿qué significa esta palabra tan utilizada en
el ámbito yóguico-espiritual? Para comenzar, estamos hablando de una palabra que
pertenece a la lengua sánscrita, la sagrada y antigua lengua de la India, siendo namaste
el saludo tradicional que utilizan los indios, tanto al encontrarse como al despedirse y
que va acompañado del gesto de juntar las palmas de las manos frente al pecho. De
hecho, en algunas ocasiones es suficiente saludar utilizando este gesto, llamado añjali
mudra, sin necesidad de decir palabra alguna.
Desde el punto de vista del análisis lingüístico, el vocablo namaste está compuesto por
dos términos. El primero es namas, un sustantivo neutro que puede significar
‘reverencia’ o ‘salutación’ y que deriva de la raíz nam, que significa ‘inclinarse’ o
‘postrarse’.
Si el sentido de la famosa palabra es tan simple, ¿por qué se utiliza tanto en el mundo
del yoga y afines? Por un lado, hay que tener en cuenta que, tradicionalmente, el saludo
con contacto físico no es típico de la India, más allá de que cada vez más se vea a indios
darse la mano, como un signo de occidentalización. Por tanto, el saludar con el gesto de
llevar las manos al pecho, sin la necesidad de tocar al prójimo, ofreciéndole reverencias,
implica que no se trata únicamente de una salutación externa.
Si tenemos en cuenta que la cultura védica da por sentado que el cuerpo físico no es otra
cosa que “ropajes gastados”, que el atma (o alma) cambia en cada nuevo nacimiento,
entonces entenderemos que el saludo entre las personas tiene, necesariamente, que ser
de carácter interno.
Por otro lado, dependiendo de la persona o la escuela, uno puede encontrar una gran
variedad de traducciones libres y profundas de namaste, aunque la versión esencial sería
“me inclino ante tu alma”, e hilando más fino “mi alma se inclina ante su alma”.
La lengua sánscrita, además de ser considerada por los lingüistas como un idioma
gramaticalmente completo y perfecto, tiene siempre la posibilidad de la doble o tercera
lectura de sentido, debido a su fuerte basamento filosófico-espiritual. Por ello no es
sorprendente que una palabra en apariencia tan común como namaste tenga tantas
interpretaciones posibles, siendo una de mis favoritas, “Que lo bueno en mí, vea lo
bueno en todos los demás”.
Tal vez hayas oído hablar del pensamiento positivo y de cómo puede ayudarte a superar
enfermedades o problemas. Pero lo cierto es que, a menudo, el pensamiento positivo se
reduce a una especie de autoengaño en el que una persona gasta una gran cantidad de
energía en tratar de convencerse a sí misma (sin llegar a creerlo del todo) de que todo se
arreglará y no hay nada de qué preocuparse. Esto puede hacer que en su interior haya
una lucha entre una parte que trata de engañarla y negar la realidad y otra parte que
puede ser más realista, o bien más negativa y pesimista, y le dice todo lo contrario. Al
final, esta lucha solo genera más estrés que, a su vez, contribuye a agravar o mantener la
enfermedad o malestar.
Sin embargo, lo que verdaderamente tendrá un efecto curativo, tanto a nivel físico como
a nivel emocional, es ser capaz de tener la mente en paz y en silencio. Del mismo modo
que con frecuencia nos sentimos mejor en contacto con la tranquilidad y el silencio en
plena naturaleza, la quietud interior tiene también ese mismo efecto curativo.
De hecho, las personas que practican la meditación (que implica precisamente acallar la
mente) tienen una presión arterial más baja, menores niveles de estrés y menos
enfermedades.
En el mundo frenético en el que nos vemos envueltos en la actualidad, lleno de ruidos,
información procedente de diversas fuentes, conversaciones telefónicas, pantallas que
llaman nuestra atención constantemente, así como nuestras propia charla mental interior
dando vueltas s problemas, trabajo o tareas pendientes, la mente está en un estado de
hiperactividad casi constante. Pero siempre podemos intentar crear cada vez que
podamos ese estado mental de calma, tratando de acallar tanto nuestra propia mente
como el mundo exterior. Un modo de acallar el mundo exterior es el mindfulness,
mediante el cual nos dejamos absorber totalmente por lo que estamos haciendo, dejando
de lado todo lo demás.
En realidad, la clave está en saber alternar entre la actividad y la pasividad, entre estar
orientados hacia el mundo o hacia nuestro interior, entre la actividad y la quietud de la
mente. Al fin y al cabo, si estás enfermo o tienes algún tipo de problema, es bueno que
busques información y pienses alternativas y soluciones. Pero si nos quedamos
estancados en esta fase nos acabaremos perdiendo en ella. Tras esa fase activa es
necesario entrar en una fase pasiva, donde nos quedamos en silencio, con la mente y el
cuerpo relajado y en calma, porque ese esa mente en calma la que al final nos dará las
respuestas más importantes, y es ese estado de quietud interior el que impulsará la
curación.
Para que nuestra mente y nuestro cuerpo estén en equilibrio necesitamos ir alternando
siempre entre estos dos polos, yendo de uno a otro, del pasivo al activo, transformando
uno en otro continuamente. Dado que vivimos en un mundo que nos empuja a estar
siempre en el polo activo, debemos esforzarnos por no dejarnos atrapar por esa
tendencia y buscar esos momentos en los que todo se detiene, porque de esos momentos
sacaremos lo más valioso de nosotros mismos, nuestra regeneración y nuestra fuerza
PRACTICA GUIADA:
Una meditación guiada consiste en usar el poder de la mente para visualizar una
situación, con la ayuda del “guía” que conduce a los participantes por un determinado
recorrido mental. Las meditaciones guiadas encajan perfectamente dentro de nuestro
concepto occidental que parece necesitar una estructura y forma dentro de un trabajo
energético o espiritual, aparte de la posibilidad de alcanzar metas concretas.
Otra ventaja de éste tipo de meditación es que el trabajo mental activa nuestro lado
energético. En otras palabras, lo que creamos con la mente se convierte a un nivel más
profundo en un trabajo energético, consiguiendo así un resultado más profundo y
efectivo. Además, se puede elegir el nivel al que se desea trabajar. Quiero decir que si
sólo deseas reducir tu estrés o relajarte después de un día laboral, ¡adelante!
Experimentarás un bonito “paseo virtual” para relajarte y olvidarte del estrés durante
una hora. Pero si tu meta es ahondar en tu “ser interior” y explorar tus caminos
energéticos y/o espirituales, te aportará mucho en ese sentido.
Los efectos producidos por esta gran cantidad de distracciones del mundo, pueden ser
aliviados y sanados mediante la práctica de las meditaciones guiadas. Las meditaciones
guiadas son una forma muy fácil, no cuesta nada y puede ser usada por cualquier
persona, sin importar: sexo, edad,condición social o económica.
Las meditaciones guiadas redicen la presión arterial. Cuando meditas relajas tu mente, y
por ende tus nervios; ellas revitalizan tu sistema nervioso.
Las meditaciones guiadas alivian la tensión de los músculos y las articulaciones. Los
músculos tensos pueden conducir a espasmos musculares. Las meditaciones, como te
ayudan en la relajación física, evidentemente esto estimulo a los músculos en su
relajación.
Las meditaciones guiadas, ayudan al sistema respiratorio a trabajar mejor, ya que con
las meditaciones guiadas pones tu atención en la respiración, respirando de una manera
relajada, lenta y profunda, con la cual los pulmones se abren y se expanden, haciendo la
respiración más fácil.
Las meditaciones guiadas reducen el estrés y la ansiedad, ya que por medio de ellas te
enfocas en el presente y con ello evitas las distracciones.
Como puedes notar, las ventajas de las meditaciones guiadas son innumerables, estas
que te enumere son algunas de las muchas que existen. Por lo tanto, el uso de las
meditaciones guiadas, hacen que sean un medio insuperable para el mejoramiento
mental y físico.
Si no has meditado anteriormente o lo has hecho con poca frecuencia, es importante que
tomes en consideración, el hacer de las meditaciones una práctica constante, los
beneficios y ventajas de las meditaciones guiadas son demasiado grandes para ser
ignoradas.
¿Cómo actúa la gente que tiene éxito? ¿Cómo son positivos? ¿qué ideas, qué métodos
siguen? El staff of Investor’s Business Daily hizo un seguimiento de las personas con
éxito en la vida, especialmente en el mundo de los negocios y en el ámbito profesional y
laboral.. Y estos son los diez consejos estrella:
Decide tus propios sueños y objetivos. Sé concreto a la hora de fijar tus objetivos. Por
ejemplo no digas “me gustaría empezar a hacer ejercicio este mes” sino “voy a empezar
a hacer ejercicio este mes”. Haz un plan meticuloso y cúmplelo.
Pasa a la acción. Los objetivos por sí solos no tienen sentido sino se pasa a la acción
para hacerlos realidad. Simplemente ponte a ejecutarlos sin vacilar. En el ejemplo
anterior: Compra tu ropa de deporte, apúntate al gimnasio y controla el rendimiento
creciente de tus dos primeras semanas..
Nunca dejes de aprender. Nunca pares de aprender, Toma clases, lee libros, participa
en grupos, adquiere nuevas habilidades continuamente. .
Sé persistente y trabaja duro. Alguna vez habrás oído la expresión “el camino del
éxito es una maratón, no un sprint”. Mantén tu objetivo, lucha por él y trabaja duro de
forma persistente. No te rindas.
Aprende a analizar los detalles. Obtén todos los hechos, pide todos los datos, todas la
variables claves. Esto te ayudará a tomar las decisiones más sabias. Aprende de tus
errores, pero no dejes que te batan.
Centra tu tiempo y dinero. Cuando creas en algo, pon toda tu atención y energía en
ello. No dejes que la gente te distraiga.
Comunícate con la gente de forma efectiva. Una persona no es una isla. Comunica tus
pensamientos y tus deseos de forma sincera. Anima a terceros a comunicarte de forma
sincera contigo. Practica el entendimiento y la motivación con la gente.
Actúa con honradez. Toma la responsabilidad de lo que haces. Nunca hagas trampas o
mientas. Cuando hagas una promesa manténla. Cuando cometas un error admítelo.
Hay muchas formas de relajarte y todas ellas son fáciles de poner en práctica. Aquí te
damos 12 ideas que han demostrado su eficacia. Puedes cambiar el orden, añadir,
eliminar o seguir sólo algunas. Adáptalas a tu gusto, respira hondo y ¡relájate!
Primero, piensa que relajarte es algo que se aprende y que necesita práctica. Empieza
por relajarte cinco o diez minutos cada día; parece poco tiempo pero te darás cuenta de
que a veces ni siquiera le dedicas un segundo diario a hacerlo.
1. Respira hondo, sonríe al nuevo día y mira por la ventana. Puedes simplemente
mirarte con simpatía al espejo, recrear la vista en tu última compra o en ese objeto que
tanto te gusta, puedes mirar a tu mascota, a tu pareja o a tus hijos.
2. Organiza tu agenda diaria. Delega funciones y haz que tu tiempo alcance para todo.
Bien organizada, verás que el día tiene suficientes horas para cumplir con tus
obligaciones y para hacer algo agradable. Ponte metas accesibles, aquellas que se
consiguen sin agobios.
3. Pon los pies en alto y cierra los ojos durante un rato. La tercera regla de oro para
relajarse es hacer una pausa y realizar un listado mental de cuáles son las pequeñas
cosas que más disfrutas en la vida, como el sabor de una mandarina, la sensación de una
cobija caliente, los abrazos de tu hijo.
8. Duerme ocho horas diarias. Dormir suficientes horas es otra de las normas
indispensables para estar relajada y en buena forma.
9. Haz el amor. El placer hace que tu organismo libere endorfinas, un químico del
cerebro que nos provoca más placer y ayuda a relajarnos. Hacer el amor está entre las
fórmulas infalibles para relajarse, ya que aumenta de forma espectacular el nivel de
endorfinas.
10. Date un buen masaje. Los más aconsejables son los masajes de manos expertas. Sin
embargo, automasajearse ayuda mucho a relajarse y lo puedes hacer a cualquier hora del
día y casi en cualquier lugar.
12. Dedica tiempo a un hobby. Hay muchas actividades que puedes cultivar; un
pasatiempo te ayudará a olvidar los problemas y aumentar tu nivel de endorfinas, y en
poco tiempo notarás sus grandes efectos terapéuticos y relajantes.