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No son las voces de la naturaleza las que viajan en los vientos, son las quejas de nuestro

abolengo llamándonos la atención. No son los terremotos los que nos llenan de pánico el alma
tanto como los remordimientos de nuestra propia conciencia. No a la ausencia de la lluvia la
que evita la producción de la tierra, si no la apatía culpable, la que se bebe el agua de las
nubes de nuestra esperanza. No son las inundaciones las rebeldes aguas fugitivas de su cauce,
sino los abusos de libertad los destructores de cuanto se ha creado. No deben ser los animales
llamados irracionales, siendo el hombre quien no sabe utilizarla. No es la contaminación
ponzoñosa en nuestro cuerpo, sino la mentira, la que mata lentamente la tranquilidad el alma.
No debe ser la ignorancia un estigma de la gente, sino la tendencia de una cultura mal
utilizada. No entiendo por qué lo escuchan las amonestaciones, escuchas solo lo que te
conviene o adula. No es verdad que tu corazón sea humano, humano solo es la envoltura con
la cual has nacido. No es verdad que tu cerebro sea inteligente, inteligente es quien a sus
defectos a vencido. No es verdad que los antepasados hayan fenecido, solo son los seres que
el paso de esta vida nos han cedido.

01-¿Qué lamenta el autor sobre el ser a quien se refiere

a)

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