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Wittgenstein (3 de octubre)

Las influencias de Frege y Russell muy importante pero no la única. Cómo ve el mundo Wittgenstein; qué es para él la
representación del mundo y el papel del lenguaje; y el tercer gran tema es lo que tiene que ver con aquello que
desborda el lenguaje.

Kenny, Anthony. Wittgenstein. Capítulo 2 sobre el legado de Frege y Russel

Para ver su influencia tenemos que ubicarnos en el ámbito de la lógica y la importancia de la relación del lenguaje y
lógica. Para entenderla, tenemos que tener en cuenta la noción de proposición. El propio Tractatus lo toma como
tema crucial (al de la proposición), e incluso en una primera instancia, pensó en llamar al Tractatus: “La proposición”.

¿Cómo ve la proposición la lógica anterior a Frege? Por proposición venía entendiéndose como una oración
indicativa capaz de aparecer aislada por su cuenta como una unidad de sentido y se consideraban
fundamentalmente, tres rasgos: 1. Estaba compuesta de sujeto y predicado 2. Tenían dos valores de verdad (podían
ser verdaderas o falsas). 3. Podían cumplir relaciones entre sí, ya sea de inferencia o de deducción. Todas estas
características estaban presentes en la teoría del silogismo, pero esto cambia en la segunda mitad del siglo XIX con
Frege. Efectivamente, tres décadas antes de que Wittgenstein llegue a Cambridge, a encontrar se Russel, ya Frege
había revolucionado la lógica. Esta revolución consistía en que formalizó la teoría de la inferencia, desde un modo
más riguroso y más general en su aplicación. Para esta formalización, inventa un sistema simbólico, que le sirve para
decodificar el lenguaje ordinario; lo que se formaliza es el lenguaje ordinario. Este sistema simbólico es construido
sobre el modelo de la aritmética, ya que Frege fue en primera instancia un gran matemático, y su intención era la de
subsumir la matemática en la lógica, siguiendo el programa logicista. También se frecuenta con Husserl, ya que
estamos en un ambiente en donde era común ocuparse de estas problemáticas.

Las características de este sistema simbólico son: rechaza la distinción entre sujeto y predicado gramatical; no piensa
la proposición en los términos como se lo hacía antes, compuesta de sujeto y predicado. Y la sustituye por la
distinción entre función y argumento, que a su vez es tomada de las matemáticas, pero la amplia o generaliza su
uso, extendiendo la noción de función más allá de las expresiones numéricas hacia ecuaciones, lo que implica que en
los símbolos no usa solo números sino también letras. Pero además, extiende esta distinción, a expresiones del
lenguaje ordinario. Para Frege, una función es una expresión incompleta, y en su conjunto lo llama predicado. Por
eso la lógica que aprendemos es la lógica de predicado. Esta expresión incompleta, puede ser completada por los
argumentos. Por ejemplo: “ser padre” es una función. “Juan” es el argumento de una función. Cuando digo “Juan es
padre”, estoy llenando ese vacío de la función. Cada una de estas funciones completas (por argumentos), pueden
tener un valor de verdad; ser verdaderas o falsas, por lo que es una lógica binaria ya que hay solo dos posibles
valores de verdad. Frege consideraba que había distintos tipos de inferencias, en las cuales, las oraciones
funcionaban como unidades. De aquí deriva lo que se conoce como calculo proposicional. Cada proposición es una
unidad y, las inferencias se establecen entre unidades. Podemos nosotros hacer un cálculo de las relaciones entre
estas unidades y poder saber que proposiciones son verdades y cuales falsas. De este modo Frege sistematiza las
verdades lógicas, identificándolas como las inferencias válidas. Para ello, trabaja con dos tipos de símbolos: variable y
constante. Otro aporte importante de Frege es que introduce los cuantificadores al cálculo proposicional, que sirve
para incorporar términos que indican cantidad, y también el signo de igualdad, lo cual lo conduce a unos problemas
que derivan en su famoso texto, “sobre semántica”, en el cual distingue entre sentido y referencia. Wittgenstein dará
otra definición, distinta sobre el sentido y la referencia.

La filosofía de Wittgenstein presupone la de Frege. Dio gran importancia a las conectivas y cuantificadores, a la
distinción entre sentido y referencia e inventó una técnica de las tablas de verdad. A través de las tablas de verdad se
determina inequívocamente el valor de verdad de una proposición, porque la proposición es siempre una función de
verdad de sus elementos componentes y, a su vez, los componentes son las condiciones de verdad de las
proposiciones. Entonces, los valores de verdad de una proposición compuesta (ejemplo: p.q) se derivan o
determinan siempre del valor de verdad de sus componentes. Cuando una proposición es siempre verdadera es una
tautología; cuando es siempre falsa, la llamamos contradicción. Para Frege una proposición siempre verdadera no es
una tautología sino, un teorema o axioma. En los sistemas axiomáticos que propone Frege, hay un cierto número de
fórmulas que tienen un estatus diferentes, el de axiomas. En cambio, en el método de Wittgenstein de las tablas de
verdad, no hay esta diferencia entre valores, ya que todas tienen el mismo valor (o verdaderas o falsas) de modo
que, todas las verdades lógicas son del mismo rango. Otra diferencia es que, para Frege estas proposiciones
primitivas que son los axiomas, son autoevidentes o evidentes por sí mismas, por lo que no necesitan justificación.
Wittgenstein desconfiaba de este recurso a la autoevidencia, y ofrece como contrapartida, un método de cálculo
mecánico, con el cual resta importancia a la interferencia del sujeto, el método de la tabla de verdad. Aplicando las
tablas de verdad se puede saber si una proposición es una tautología o no. En cambio en el sistema de Frege no hay
método semejante. El método de Wittgenstein se transformó en una herramienta que funciona como elemento de
decisión en el cálculo proposicional, saber si una fórmula es verdadera o falsa.

Otro aspecto importante es la relación que establece Frege entre la escritura formal y el lenguaje ordinario. Lo que
pretende la escritura formal es evitar las confusiones que surgen cuando se usan los mismos términos, con distintos
significados, algo común en el lenguaje ordinario. Por ejemplo, el verbo ser, que puede funcionar como copula, como
identidad o cuando se refiere a la existencia. Wittgenstein que adhiere a esta idea, cree que debe usarse un lenguaje
cuya gramática esté gobernada por la lógica; un lenguaje que tenga una sintaxis lógica y no la superficial del lenguaje
ordinario. Y en ese sentido valora el aporte de Frege como un intento de construir ese tipo de lenguaje, aunque
según Wittgenstein no conseguía eliminar todos los errores, por ejemplo, para Frege no hay distinción entre un
nombre como Sócrates y “el maestro de Platón”. Ambas expresiones son nombres para Frege. De Russell en cambio,
aprende Wittgenstein, que hay una diferencia entre nombrar a Sócrates y al maestro de Platón, ya que introduce la
distinción entre los nombres y la descripciones definidas. Wittgenstein reúne ambos aportes, los de fregué y los de
Russell en lo que llama: la definitividad del sentido, lo que significa que el sentido tiene que ser definido. Le parece
importante el aporte de Russell en el sentido de que da un método para asegurar ese requisito en las proposiciones
que contienen descripciones definidas.

El propósito de Frege y Russell era el programa logicista, subsumirá la matemática dentro de la lógica. En este
intento, entre los esfuerzos que realizan se encuentran que, definen los números de la aritmética, a partir de
nociones lógicas, como de “clases”. Definen los números de la aritmética a partir de nociones que no son aritméticas,
sino de la lógica. Pero Russell advierte que, siguiendo la metodología de este procedimiento, se incurre en un regreso
al infinito, denominada la paradoja de Russell. Es una observación que Russell le hace Frege, el problema es: si es
posible pensar una clase de todas las clases, si esa clase es miembro de sí misma o no. Si se la piensa como miembro
de sí misma ya no es la clase de todas las clases y se la piensa como miembro de sí misma, ya forma parte de las otras
clases. La solución que encuentra Russell es la teoría de los tipos, en la que se distingue entre individuos y clases y
clases de clases, y lo que se predica de un individuo de un nivel, no puede predicarse de la misma manera con los de
otro tipo con respecto a las clases. Esto a su vez, da origen al concepto de metalenguaje. Wittgenstein va a criticar a
Russell en esto porque cree que no hay distintos tipos, todas las proposiciones están en el mismo nivel y no puede
haber distintos niveles del lenguaje.

Tractatus
El Tractatus está compuesto de siete proposiciones fundamentales, y luego se van haciendo anotaciones de esas
proposiciones. Entonces tiene: la proposición 1: el mundo es la totalidad de los hechos. Es la proposición
fundamental, y después vienen los desagregados: 1.1; 1.1.1; 1.1.2, etc. Al texto se agrega la introducción de Russell,
la cual da una pauta de cómo interpretar el tractatus. En el prólogo de Wittgenstein nos presenta la obra y su
propósito, aquí ya está adelantado y condensado mucha de las ideas que tenemos de estas consideraciones del
lenguaje desde el punto de vista analítico. “Todo el significado del libro puede resumirse en cierto modo en lo
siguiente: todo aquello que puede ser dicho puede decirse con claridad y de lo que no se puede hablar mejor es
callarse” Acá tenemos un punto de radicalidad respecto a la teoría de la interpretación y la concepción de la
hermenéutica respecto al lenguaje y al valor del símbolo, al papel que juega la interpretación en la hermenéutica.
“Este libro quiere pues, trazar unos límites al pensamiento o mejor, no al pensamiento sino, a la expresión del
pensamiento” Al lenguaje, porque el pensamiento se expresa en el lenguaje. Todo lo que desborda el lenguaje forma
parte del sin sentido.

Vamos a detenernos en tres grandes temas para abordar el Tractatus. La ontología tractariana; el tema de la
representación al que está ligado el lenguaje y el tema de lo místico. ¿Por qué en necesario empezar por su ontología
para poder ver lo que piensa sobre el lenguaje? Porque se va a seguir el orden expositivo de la obra, Wittgenstein
empieza por la ontología y además, esto permite mostrar el tipo de ontología que opera como supuesto de su
concepción del lenguaje permite mostrar la importancia de la lógica en esta propuesta. La ontología sirve entonces
como puerta de entrada para el abordaje de los otros dos temas, lo místico y el lenguaje. Las categorías ontológicas
básicas del tractatus son tres: mundo, hecho y objeto. Ya desde el parágrafo 1 inicia diciendo: el mundo es la
totalidad de lo que acaece y nada más. Es importante porque usa la palabra “totalidad” para hablar del mundo. Y
empieza a desagregar: “el mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas. El mundo está determinado por los
hechos y por ser todos los hechos. Porque la totalidad de los hechos determina lo que acaece y lo que no acaece. Los
hechos en el espacio lógico son el mundo. El mundo se descompone en hechos. Cualquier cosa puede acaecer o no
acaecer y todo el resto permanece igual. 2. Lo que acaece, el hecho, es la existencia de los hechos atómicos. El hecho
atómico es una conexión de objetos (entidades, cosas). Es esencial a una cosa, poder ser la parte constitutiva de un
hecho atómico. En lógica nada es casual, si la cosa puede entrar en un hecho atómico la posibilidad de un hecho
atómico puede ser ya prejuzgada en la cosa.” Hay tres categorías ontológicas fundamentales: mundo, hecho y
objeto. El mundo se presenta como la totalidad de lo que acaece y el hecho es lo que acaece. Esto que acaece, es una
estructura de objetos, es decir, que los objetos son componentes fundamentales de los hechos. Entonces la noción
fundamental y básica de esta ontología, es la noción de hecho. Hecho es lo que acaece, lo que sucede. La totalidad
de lo que sucede, se llama mundo. Y los hechos, están compuestos de objetos; los objetos son componentes de los
hechos. La noción de hechos es la fundamental porque de las tres, es la principal porque la caracterización de las
otras dos está en dependencia de ella. Los objetos no se dan sueltos, independientes, sino que aparecen en el
escenario de un hecho; no hay objetos aislados. Por ejemplo, decir que la silla es deforme es un hecho no un objeto.
El objeto es un componente fundamental del hecho y, no se definen aisladamente, sino que siempre entran en el
marco de lo que se da. La noción de objeto no es una noción metafísica. Los objetos son lo fijo, la sustancia del
mundo, eso fijo que está determinado, y cuya características determinan las posibles combinaciones de hechos que
pueden darse en el mundo.

Pueden interpretarse las categorías de mundo, hecho y objeto, en íntima relación con su concepción del lenguaje y
de la lógica. Estos tres términos: ontología, lenguaje y lógica, han sido comprendido de distintas maneras por los
críticos del tractatus. Desde una manera más clásica o tradicional de entender la relación entre estos tres términos,
puede verse posiciones opuestas. Para algunos hay una prioridad de la ontología frente al lenguaje; para otros, hay
una prioridad del lenguaje frente a la ontología. Es decir, que es a partir del lenguaje como se nos explica la realdad.
Pero hay una tercera postura, en la que muestra la importancia que tiene la lógica frente a la ontología y al lenguaje.
Y esta tercera postura es la que intento desarrollar o mostrar. Que cuando Wittgenstein nos define el mundo como
totalidad, en esa presentación del mundo, ya está primando la importancia que tiene la lógica en su ontología. Y
cuando nos dice que los objetos son los elementos simples de los hechos, en esa caracterización nos muestra la
primacía de la lógica en su interpretación del mundo y del lenguaje. Si vamos a encarar estas categorías ontológicas
desde una idea que la lógica es fundamental, ya que establece el vínculo entre lenguaje y mundo, entonces tenemos
que dar un paso más y decir que la ontología que propone el tractatus es por un lado, una ontología factual en tanto
se ocupa de hechos, no empírica. Y a la vez formal, en cuanto que las condiciones que se tienen en cuenta son las
que determinan la lógica.

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