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4. Cuando se trata de examinar complejos pro- servador humano prolongar una observación atenta períodos de observación. Así, por ejemplo, duración con que se supone ocurren y el tipo de uni-
blemas, bien especificados, sobre los que durante períodos extensos de tiempo, y esto por la se va a observar durante 10 segundos y se va dad de medida o dimensiones de la/s respuesta/s
existan códigos de categorías conductuales fatiga que ello acarrea. Es aún más difícil anotar la a registrar lo observado durante los 5 segun- elegida/s.
-en los que estén presentes todas las mani- conducta que aparece y, al mismo tiempo, seguir ob- dos siguientes. Hemos de tener en cuenta que los eventos final-
festaciones del caso-, deberán ser elegidas servando la aparición de esa u otra conducta presen- 5. Si se pretende tener constancia de lo que ocu- mente observados en un sujeto, en los períodos de
estas técnicas prioritariamente. te en el protocolo. Además, la privacidad de ciertos rre en distintas situaciones, habrá que decidir tiempo establecidos, se supone van a ser representa-
5. Siempre que sea posible, deberán ser utiliza- eventos impide el seguimiento temporalmente ex- en cuál/es de ella/s se va a realizar la obser- tivos de lo que le ocurre a ese sujeto durante el tiem-
dos dispositivos automáticos, objetivos y/u tenso del continuo del comportamiento. Yeso no es vación; estos aspectos situacionales de la ob- po total en el que se realiza la observación. En el
ocultos de registro, salvaguardando las cues- todo: en ocasiones el objetivo de la observación se servación se entremezclan con los tempora- caso de que no tengamos suficientes datos para fijar
tiones éticas antes mencionadas. centra en actividades realizadas por un grupo de su- les. Por ejemplo, puede desearse conocer las tentativamente la duración y frecuencia de la obser-
jetos, resultando más difícil aún recoger las activi- desobediencias de un niño en la casa, en el vación, es aconsejable realizar unos períodos de pre-
En una primera aproximación al caso, amén de dades de todos los sujetos presentes a los que se de- aula, en el recreo, etc. observación asistemática que nos permitan recoger
cuando no sean posibles otros tipos de observación, sea observar. Por último, la observación conlleva 6. Por último, ya se ha dicho que a veces el su- datos para llegar a la delimitación, con conocimien-
deben utilizarse registros narrativos o escalas de costes importantes, por lo que limitar el tiempo de jeto en evaluación puede ser uno o varios. to de causa, de los períodos de observación y la ex-
apreciación cumplimentadas por personas allegadas observación repercute de inmediato en la disminu- Por tanto, si se trata de observar a un sujeto tensión en la que se va a realizar ésta. En todo caso,
al sujeto. ción de tales costes. o a varios presentes en un grupo habrá de se- como señala Haynes (1978), hay que partir del su-
Todas estas limitaciones y dificultades de la ob- leccionarse a qué sujeto y en qué momento puesto de que la relación entre el total de la obser-
servación continua han llevado a la necesidad de uti- el observador registrará la conducta objeto de vación efectuada y la información obtenida es una
4. MUESTREO (¿CUÁNDO Y/O A QUIÉN lizar procedimientos de muestreo. Como hemos di- estudio. Por ejemplo, en un grupo de escola- función positivamente decreciente.
OBSERV AR?) cho, el objetivo de tales procedimientos es el de res sentados en sus pupitres podría elegirse Así, por ejemplo, si nos consultan sobre un niño
obtener muestras representativas de los eventos ob- para observar a uno de cada cinco niños si- de siete años, JM, que presenta muy diversas y fre-
Los eventos conductuales ocurren en un tiempo y jeto de estudio. Veamos la cuestión (véase también guiendo el orden de fila, y éstos ser observa- cuentes conductas perturbadoras en la clase, pode-
una situación determinados; de ahí que una de las ta- Quera, 1991). dos en intervalos temporales correlativos. mos decidir observarle durante dos semanas. En se-
reas que ha de emprender el observador sea estable- Cuando un evaluador decide utilizar la observa- gundo lugar, y dado que la maestra no es capaz de
cer no sólo qué observar, sino cuándo y cómo ha de ción y no es factible u operativo realizar registros Todas estas decisiones implican diferentes clases diferenciar si tales conductas se incrementan o de-
hacerlo. Además, los agentes de esos eventos pue- continuos, ha de tomar decisiones importantes que de muestreo clasificables en tres tipos fundamenta- crecen en distintos períodos de tiempo, podemos to-
den ser más de uno, por lo que en esos casos debe- implican el tiempo de la observación. Así, debe plan- les: 1) muestreo de tiempo, 2) muestreo de situacio- mar la decisión de observar al niño durante dos pe-
remos planificar a quién observar. Lo que tratamos tearse: nes y 3) muestreo de sujetos. ríodos diarios de 20 minutos. En tercer lugar,
con todo ello es de obtener muestras significativas y debemos decidir si esos intervalos van a distribuirse
representativas de los eventos observados, según las 1. Durante cuánto tiempo se va a prolongar la aleatoriamente o con cierta regularidad; decidimos
unidades de medida (ocurrencia, frecuencia, dura- observación. Por ejemplo, durante un día, 4.1. Muestreo de tiempo observar al comienzo de cada hora alternando los
ción, etc.) previamente seleccionadas. una semana, un mes, etc. períodos mañana y tarde y variando sistemática-
Hemos dicho que los registros narrativas reco- 2. Con qué frecuencia va a observarse. Por La observación comprende una serie de tiempos: mente, cada día, el momento de la observación. Así,
gen el continuo de la conducta tal y como se produ- ejemplo, durante una hora diaria o durante x el primer día observaremos de 10 a 10.20 h Y de 3 a
ce en su ambiente natural. En estos casos, el obser- períodos de 15 minutos diarios. 1. Durante cuánto tiempo va a observarse. 3.20 h, el segundo día de 11 a 11.20 h Y de 4 a 4.20
vador registra todo lo que es capaz de observar, de 3. En qué momentos se van a iniciar y terminar 2. Cuántas sesiones van a realizarse. h, Y así sucesivamente amoldándonos al horario es-
lo que ocurre, en tiempo real. Tales registros, a pe- los períodos de observación y si éstos van a 3. Con qué periodicidad. colar y retornando cuantas veces fueran necesarias a
sar de presentar una serie de ventajas ya comenta- ser constantes o van a variar en cada unidad 4. Con qué intervalos observación/registro (en los períodos iniciales de observación en función de
das, resultan en muchas ocasiones inviables. de observación. Por ejemplo, si cada día se va su caso). la extensión en la que se realiza ésta. Todo ello se
Por otra parte, en las escalas de apreciación y a elegir un período constante, por ejemplo de plantea con el fin de obtener muestras de conducta a
protocolos de conducta tan sólo se tiene en cuenta si 10 a 10.30 h de la mañana, o si se va a variar Estas cuatro decisiones suelen adoptarse según todo lo largo de la jornada escolar. En base a otros
la/s conducta/s a examen previamente especificada/s éste, observando el primer día de 10 a 10.30, criterios racionales en función de los objetivos de la objetivos podrían seleccionarse otros horarios de ob-
ocurre/n o han ocurrido, o no, en un período total de el segundo de 10.30 a 11, y así sucesivamen- observación y de la disponibilidad del/los sujeto/s. servación.
tiempo establecido de antemano. Ya se han comen- te según una razón fija o variable. Así, para adoptar decisiones al respecto habrá de te- Hasta aquí nos hemos referido a los períodos de
tado las dificultades de ese tipo de técnica junto con 4. Si se van a utilizar intervalos de tiempo para nerse en cuenta lo siguiente: el tipo de eventos a observación, pero, en ocasiones, cuando estamos ob-
su utilidad. En resumen, es muy difícil para un ob- la observación y el registro dividiendo así los registrar, su complejidad y número, la frecuencia y servando con complejos sistemas de observación,

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nos encontramos con un cuarto tipo de tiempo: ob- de auricular que avise al observador, discretamen- instrumento de registro utilizado. Parece que con ins- bién presenta conductas perturbadoras en la casa, en
servaciónlregi,~tro. En otras palabras, si el compor- te, de los períodos de observación y de registro. Al trumentos en los que figuren de 20 a 30 categorías situaciones de recreo y en el comedor escolar. Pare-
tamiento objeto de estudio es muy frecuente, te- utilizar estos dispositivos, y con el fin de comprobar pueden obtenerse datos fiables y válidos con tres o ce que en este caso las conductas problema, por las
niendo en cuenta que no se puede observar y la fiabilidad interjueces, debe recurrirse bien a un cuatro sesiones diarias de lOa 30 minutos de dura- que se consulta, se extienden a muy distintas situa-
registrar al mismo tiempo, habrá que dividir en dos aparato que permita dos auriculares, bien a dos que ción (Haynes, 1978). ciones. En este caso, se trataría de obtener muestras
el tiempo; durante el primer intervalo el evaluador pennitan una simultaneidad perfecta en la enllsión. La cuestión sobre en qué períodos observar de- de tales conductas que fueran representativas no sólo
observa los eventos objeto de estudio y durante el Existen múltiples estudios (véase, por ejemplo, pende, totalmente, del caso de evaluación y, concre- de tales eventos objeto de estudio, sino también de
segundo los registra. Asimismo, en ocasiones, cuan- Quera, 1991) en los que se discute y aporta evidencia tamente, de las situaciones en las que la/s conduc- lo que ocurre en las situaciones en que éstos se pro-
do los períodos de observación son especialmente empírica sobre las distintas altemati vas de muestreo ta/s objeto de estudio aparece/no En el cuadro 5.8 ducen. En el caso de observar a JM tan sólo en el co-
largos, pueden establecerse intervalos de descanso. del tiempo. Como señalan Johnston y Pennypacker hemos hipotetizado, para tres sesiones diarias de 10 legio, no podremos obtener datos de las condiciones
En definitiva, habremos de programar una secuen- (1980), no existen prescripciones o fórmulas a la hora minutos, comenzar a las 10.00, 14.00 Y21.00 el pri- que mantienen y controlan tales conductas en otras
cia que podría ser como sigue: de fijar el tiempo de observación, <<ladecisión de cuán mer día e ir variando en 30 minutos cada día hasta situaciones ni tampoco con qué intensidad, duración
frecuentemente o durante cuánto tiempo ha de obser- la semana programada. o frecuencia se presentan éstas diferencialmente y,
Obs.l 5"
5" n
Obs.2
10,1
Obs.
lO.]
Reg.n
Reg.2
Reg.l 10,20 Fin
h En relación con la utilización de intervalos de ob- por tanto, no podríamos realizar las orientaciones o
varse debe ser tomada sólo por estrategias racionales
y no por reglas de procedimiento» (p. 151).Ha de te- servación y registro, con muestras de intervalo par- tratamientos pertinentes. En este caso, deberemos es-
nerse en cuenta que cuanto más tiempo se observe, cial, éstos no deben exceder de 10 segundos de ob- tablecer un listado de todas las situaciones posibles,
más posibilidades existen de tener observación gene- servación. Con estrategias de intervalo total, un muestreando éstas -además del tiempo- con el fin
ralizable; no obstante, este ideal habrá de ser compa- tiempo de 5 segundos puede considerarse adecuado. de obtener muestras de conducta representativas de
En un período de observación de 20 minutos y tible con el incremento de costo que un mayor tiem- Con respecto a las muestras momentáneas, los tiem- todas ellas.
con períodos de 10 segundos de observación y 5 se- po de observación implica. pos de observación pueden ser mucho mayores, has- Todas estas decisiones tomadas con el objetivo de
gundos de registro, contabilizaremos 80 intervalos ta llegar a un minuto (Powell, Martindale, Kulp, evaluar a un sujeto son también necesarias en otros
de observación-registro. Lo registrado, en el total de CUADRO 5.8 Martindale y Bauman, 1977). Green et al. (1982) han múltiples casos. Así puede resultar de interés el aná-
períodos de observación, será generalizado al total llegado a establecer empíricamente que esta última lisis de las relaciones ambiente-conducta. Por ejem-
Hoja de planificación
del tiempo observado. estrategia permite recoger muestras de mayor repre- plo, Femández-Ballesteros et al. (1982, 1987) mues-
de tiempos de observación trearon todos los ambientes de una residencia de
Powell, Martindale y Kulp (1975) han estableci- sentatividad y provoca menores errores por parte de
,
do tres estrategias a la hora de realizar muestreos de Tiemp¡'s
Tres
Diez
Una sesiones
10.00,semana
14.00,
s de
000

diariasdías).
21.00
observación.
(siete deS diez
horas minutoscada
devariando
registro, los observadores que el procedimiento de intervalo ancianos en base a los objetivos funcionales de los lo-
Períodos
Sesiones
Intervalos día Ejempl?"
demedia
5(mañana, hora
descanso.
intervalos: de intervalo total, de intervalo parcial y mediodía, tarde/noche). total y parcial. cales (salas de recreo, corredores, comedores, etc.)
momentáneo. MuestrearDuraciónun intervalo total implica y su localización espacial con el fin de obtener la
que la conducta no se registra si no se produce en el frecuencia de conductas pasivas, activas e interac-
total del intervalo fijado. Por lo que se refiere al re- 4.2. Muestreo de situaciones tivas que sus habitantes mostraban en cada ambien-
gistro en intervalo parcial, el observador debe ano- te-tipo.
tar toda conducta que ocurre en una fracción del in- Con el fin de comprobar la generalidad de las En definitiva, el muestreo de situaciones ha de
tervalo de observación. Por último, utilizar muestras conductas objeto de estudio o su especificidad y, en realizarse en función de los objetivos de la investi-
momentáneas quiere decir que tan sólo se registran definitiva, el universo de generalización de las si- gación de que se trate y, por tanto, basándonos en
conductas que aparecen en un momento predetermi- 'tuaciones (véase capítulo 4), en ocasiones, han de criterios racionales.
nado del intervalo de observación (al comienzo o al Tratando de hacer una brevísima y simplista sín- utilizarse procedimientos de muestreo de situacio-
final de éste). tesis que oriente al alumno, a un nivel elemental, po- nes. Esto ocurre fundamentalmente cuando se asume
Existen procedimientos mecánicos que auxilian demos resumir lo siguiente: que el comportamiento varía en función de los estí- 4.3. Muestreo de sujetos
en la observación de intervalos, desde un reloj provis- La duración de la observación deberá ser inver- mulos externos y de sus propiedades funcionales.
to de un avisador programable en intervalos regulares samente proporcional a la frecuencia del evento ob- Pero también, desde otras perspectivas, será útil Supongamos que nuestro objetivo de observación
hasta complicados dispositivos electrónicos. La ma- servado. Una extensión de una a dos semanas de ob- comprobar en qué medida determinados comporta- no está relacionado con las actividades de un solo
yor parte de estos dispositivos perturba, por su sonido servación parece ser adecuada en el caso de que los mientos son estables a través de distintas situaciones sujeto (o sus interacciones) sino de un grupo de in-
audible, no sólo a los observadores, sino también a eventos objeto de estudio sean de media ocurrencia. o, por el contrario, dependientes de ellas. dividuos.
los sujetos observados. Por esta razón, aconsejamos Por lo que se refiere a las sesiones de observa- Vamos a suponer que en el caso propuesto en el Evidentemente, el muestreo de los sujetos estará
la utilización bien de dispositivos que tengan avisa- ción, éstas deben depender no sólo del tipo de even- capítulo 2 las conductas desajustadas de JM no se li- en íntima relación con los restantes tipos de mues-
dores no audibles, bien de un magnetófono provisto tos a registrar, sino también de la complejidad del mitan a la situación escolar (el aula), sino que tam- treo. Así, será difícilmente compatible utilizar el re-

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gistro de eventos cuando se trata de observar a más tas de sujetos como si las unidades de observación ocasiones. A pesar de todos estos problemas que im- nadas con trastornos, etc.) e interacciones padre/s-
de dos sujetos a no ser que el número de conductas a son interacciones entre parejas de sujetos. piden conceptualizar inequívocamente «lo natural», hijo/s. De entre todos ellos conviene destacar dos
observar sea muy escaso y permita dedicar atención a En resumen, será necesario muestrear los suje- en este apartado va a seguirse la clásica distinción códigos observacionales. El primero de ellos, el Sis-
todos los sujetos presentes y anotar si las conductas o tos en tanto en cuanto se desee observar a un me- entre la observación en situaciones naturales y arti- tema de codificación de conducta (Behavior Coding
interacciones a examen se dan o no. Las dificultades nor número del total de individuos de los que se ficiales. System BCS) de Patterson et al. (1975). Este código
que obviamente se producen en estos casos hacen quiera tener información. El evaluador deberá tratar da cuenta de una serie de interacciones (categoriza-
aconsejable y preferible utilizar muestreo de interva- de realizar un muestreo suficiente con el fin de po- das) que ocurren frecuentemente en la familia, sien-
los y de sujetos simultáneamente; es decir, que en el der garantizar la generalizabilidad de los resultados 5.1. Observación en situaciones naturales do un instrumento ejemplar por cuanto presenta
primer intervalo se observa al primer sujeto, en el se- procedentes de los sujetos observados al conjunto toda serie de garantías científicas (véanse Patterson,
gundo al segundo, y así sucesivamente. de sujetos que componen la población objeto de in- Como se sabe, en psicología se han criticado 1977; Reid, 1977). Asimismo, el Código de obser-
Cuatro son las posibilidades propuestas por los terés. vación (SOC) para el comportamiento perturbado
ampliamente las posibilidades de generalización
autores (véanse Anguera, 1981; Haynes, 1978): de los datos procedentes del laboratorio propios de de Whaler, House y Stambaugh (1976), además de
la investigación experimental. No vamos a exten- posibilitar la observación en situaciones escolares,
1. Selección localizada de individuos. Es decir, 5. LUGAR DE LA OBSERVACiÓN demos en ello porque corresponde a otras discipli- es aplicable también en ámbitos familiares (véase
elección de los sujetos a observar al azar o de (¿DÓNDE OBSERVAR?) nas metodológicas. Sí conviene recordar que hoy Cerezo, 1991).
forma aleatoria estratificada (en función de en día se está haciendo especial hincapié en la va- Un buen ejemplo de este tipo de instrumentos
su sexo, edad o cualquier otro criterio con- En líneas generales, cuando se habla de observa- lidez ecológica de los hallazgos psicológicos, por es el que presentamos también en el cuadro 5.6.
ductual). Observación de los sujetos elegidos ción sistemática se está haciendo referencia a aque- lo cual prima la validez externa (generalización de En el código de observación de Whaler et al.
en función de los intervalos establecidos. Así, lla que se produce en la situación natural. No cabe resultados) sobre la interna (control experimental). (1976) se incluyen una serie de categorías de con-
por ejemplo, el sujeto número uno será ob- duda de que el objeto prioritario del método obser- Todo esto es importante por cuanto justifica la im- ducta perturbadoras e interactivas del buen funcio-
servado en el primer intervalo, el dos en el vacional es el de recoger datos sobre la conducta en portancia que, en los últimos años, está teniendo la namiento escolar y familiar y de cuyo valor exis-
segundo, y así sucesivamente. el lugar habitual donde ésta ocurre (Anguera, 1978, observación en situaciones naturales en evalua- ten amplias pruebas (véanse Kent y Foster, 1977,
2. Selección de intervalos de observación en 1991, 2003b). No obstante, la observación natural ción. y versión castellana del mismo: Cerezo, 1991,
función del número de sujetos a observar. resulta en ocasiones imposible (por razones que lue- La observación natural puede definirse como 2001).
Ello puede estar indicando en el caso de que go veremos); en estos casos, en lugar de renunciar a aquella que se realiza en el ambiente ordinario en el Determinados contextos institucionales han reca-
no sea necesario muestrear por tratarse de po- ella, puede optarse por utilizar técnicas observacio- que se desenvuelve el sujeto sin que se produzca nin- bado también el interés de los evaluadores. Así, han
cos sujetos, procediéndose entonces por ro- nales (muchas veces pueden ser incluso las mismas) gún tipo de mediación del evaluador en provocar las sido desarrollados procedimientos de observación
tación, asignando cada intervalo a cada uno en situaciones controladas de laboratorio también actividades objeto de estudio; en definitiva, como para ser aplicados en instituciones psiquiátricas,
de los sujetos de observación. llamadas situaciones análogas. señalábamos en la introducción a este capítulo, una pabellones hospitalarios del más variado tipo, cen-
3. Elegir un criterio de razón fija o variable or- Conviene resaltar de entrada que existe un conti- de las características esenciales de la observación es tros de cuidados especiales (de retraso mental, autis-
denando así a los sujetos que serán observa- nuo de naturalidad (Cairns, 1979) en el que podría si- que no se elicitan las respuestas que se observan. mo, etc.), prisiones, campamentos, residencias de an-
dos tantas veces como sea posible en función tuarse cualquier tipo de observación, por lo cual re- Así, cualquier manipulación provocada por el ob- cianos, etc. (véanse, por ejemplo, el Sistema de
del número de intervalos y del período total sulta hasta cierto punto artificial establecer una servador que ocurre en la situación de observación evaluación de residencias de ancianos, SERA; Fer-
de observación. Así, por ejemplo, se observa clasificación dicotómica natural-artificial. Como se- debería ser considerada como una intromisión por nández-Ballesteros, 1996).
al sujeto 1,5, 10, 15,20,25,30,35, oo., n, en ñala Nay (1979), la «verdadera» observación natural, parte de éste, por lo que la observación sería ya «ar- Por último, restaurantes, supermercados, jardines,
los intervalos 1, 2, 3, ..., n. consonante con el concepto de validez ecológica se- tificial» . despachos profesionales, etc., han constituido ámbi-
4. Rotar el criterio de elección de los sujetos a ría aquella en que el fenómeno observado ocurre en Haynes y Wilson (1979) se refieren a los con- tos comunitarios para los que se han construido pro-
observar de forma que después del período el contexto natural sin que el observador esté pre- textos naturales en los que más frecuentemente se cedimientos, más o menos sofisticados, de observa-
de observación se haya recogido información sente. Y es que la observación en ambiente natural utiliza la observación. Así, para situaciones fami- ción sistemática (véanse Haynes y Wilson, 1979;
de todos ellos. Así, por ejemplo, en la prime- se artificializa desde el mismo momento en el que el liares se han creado los más variados procedimien- Femández-Ballesteros, 1987).
ra ronda pueden ser observados los sujetos observador se introduce -con conocimiento por tos de observación sistemática. Por ejemplo, se han Como ya hemos dicho, todos estos contextos de
pares y en la segunda ronda los impares, y así parte de los sujetos observados- en el contexto de evaluado conductas maternas o/y paternas (ense- observación natural conllevan una serie de sesgos
sucesivamente. observación, produciendo una importante fuente de ñanza en los hábitos de higiene u otras conductas que serán comentados en el siguiente apartado. Pero
error, la reactividad, presente en casi todo tipo de ob- adaptativas, conductas de cuidado, afectivas, etc.), no sólo problemas metodológicos pueden desacon-
Todas estas posibilidades de muestreo de sujetos servación, si eliminamos las llamadas «medidas no manifestaciones adecuadas o inadecuadas en los hi- sejar el uso de la observación natural, sino sus posi-
son aplicables tanto si se pretende observar conduc- reactivas» a las que nos hemos referido en distintas jos (conductas agresivas, de desobediencia, relacio- bilidades de aplicabilidad en la práctica. En efecto,

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en múltiples ocasiones la observación natural con- 5.2. Observación en situaciones artificiales magnetófonos, etc.) pueden ser los mismos que los son cuantificados a través de parámetros físicos,
Jleva dificultades porque: utilizados en ambientes naturales; la diferencia-en como tiempo de presentación o distancia a la que se
Cuando no es posible (por las razones más arriba lo fundamental- estriba en que la situación no se sitúa, y otros como frecuencia, duración, intensidad
l. Los sujetos implicados pueden negarse a ser mencionadas) realizar la observación en situaciones presenta espontáneamente, sino que es provocada de la respuesta de temor, etc. Obviamente la prueba
observados en su vida real. naturales, podemos replicar artificialmente tales ám- por el evaluador en la consulta o la clínica. ha de adaptarse a las necesidades del caso.
2. Las conductas a observar sean de carácter bitos --concretamente aqueJlos seleccionados como Como se dijo en el primer capítulo, uno de los hi- En segundo lugar, aumentando la «artificialidad»
privado, éticamente inobservables. objetos de estudio- y observar las actividades del tos históricos de la evaluación psicológica son los y disminuyendo el «realismo» de la situación pue-
3. Pueden existir inconvenientes para que el sujeto en ellos. A este tipo de observación se le ha tests situacionales para la selección de candidatos de crearse ésta «como si» ocurriera. Estos proce-
psicólogo se desplace al ámbito natural co- llamado «artificiah>, con métodos «análogos» o de para determinados puestos de trabajo denominados dimientos, IJamados de role-playing o «juego de
rrespondiente. <<laboratorio». Assessment Center. En ellos se hace asumir al sujeto papeles» (rebautizados por los evaluadores conduc-
4. El costo de la observación natural sea ex- Siguiendo la distinción de Campbell y Stanley situaciones semejanes a las que conlleva la situación tuales como de «ensayo de conducta»), en la misma
tremadamente alto; recuérdese lo dicho en or- (1963), los resultados procedentes de la observación y se anota su ejecución según la apropiación de su línea que los tests situacionales, permiten la crea-
den al número de horas invertidas en sesiones en situaciones artificiales tienden a presentar mayor conducta en una serie de atributos. ción de múltiples situaciones ficticias en las que el
de observación y el número de observadores validez interna, dado el control experimental a que También se han construido réplicas de salas de es- sujeto interactúa con personas u objetos que repre-
necesarios con el fin de obtener datos con mí- tales situaciones pueden ser sometidas, a la vez que tar, de juego, escolares, etc., con el fin de analizar sentan los papeles requeridos por la situación re-
nimas garantías de estabilidad y objetividad. se pierde validez externa y, por tanto, posibilidades interacciones entre parejas, familias, grupos, etc., presentada. Generalmente, estas pruebas exigen que
de generalización. Este balance entre validez exter- que, generalmente, son los verdaderos protagonistas un técnico, auxiliar de evaluador, actúe en un de-
A todas estas cuestiones se ha referido Nelson na e interna dependerá, a su vez, del grado de «arti- de esas mismas situaciones en la vida real (Haynes y terminado papel ficticio (con conocimiento del su-
(1983) al hablar de las «desilusiones» de los evalua- ficialidad» de la situación de observación utilizada Wilson, 1979; Haynes y O'Brien, 2000). Un ejemplo jeto) necesario para la representación de una situa-
dores conductuales sobre la observación en situación (Fernández-Ballesteros, 1979, en prensa). En efec- de este tipo de tests situacionales es el Procedimiento ción que se supone es importante para el sujeto en
natural como método básico de ese modelo. Así, la to, existen múltiples variantes posibles: ¿en qué me- rápido para la evaluación de interacciones madre- su vida real y ante la cual se quiere saber cómo se
observación natural parece ser más aconsejable bien dida una sala de espera es artificial si en ella se re- hijo de Toub (1978), en el que figura una matriz de desenvuelve. Un buen ejemplo lo constituyen los
cuando puede ser realizada por personas allegadas al plica un cuarto de estar, al máximo, con el objetivo interacciones como técnica de observación. Este ins- Role-Playing Assessment Instruments de Fawcett et
sujeto (reduciéndose entonces la objetividad), bien trumento consta de tres subtests situacionales a través al. (véase Fawcett, 2002) que consisten en un con-
de analizar las interacciones que se producen entre
cuando el evaluador forma parte del medio natural, los miembros de una familia?, o ¿hasta qué punto de los cuales y en tiempo controlado (entre 10 y 15 junto de situaciones que permiten la observación de
como suele ocurrir en situaciones escolares, institu- lo es un grupo de discusión en el que se pretende minutos) se pide a la díada madre-hijo que interactúe las conductas emitidas por el/los sujetols en evalua-
cionales y comunitarias, bien cuando se dispone de analizar los patrones de relación interpersonal o las trabajando con un rompecabezas, leyendo unos cuen- ción. Por ejemplo, para evaluar el comportamiento
medios de transcripción (filmaciones, reproduccio- habilidades sociales de los sujetos implicados? En tos o entreteniéndose en la construcción de cubos. La de búsqueda de empleo se utilizan distintas situa-
nes, espejos unidireccionales, etc.). En este último realidad, al hacemos estas preguntas estamos cues- fiabilidad interjueces parece ser adecuada, y, asimis- ciones en las que un ayudante del evaluador entre-
caso se requiere consentimiento informado. Final- tionando hasta qué punto las conductas de los suje- mo, Toub presenta índices de una aceptable validez nado asume los papeles de empresario, jefe de la
mente, existen procedimientos electrónicos de eva- tos en estas situaciones ocurren en la misma medida criterial, ya que diferencia, significativamente, entre oficina de empleo, etc. Estos instrumentos permiten
luación ambulatoria (para una revisión véase Fahren- que en contextos semejantes de la vida real del su- grupos de sujetos (madres-hijos) normales y con tras- la evaluación en múltiples situaciones y referidas a
berg, 2003) con los que pueden observarse conductas tornos de conducta. distintos objetivos.
jeto. La respuesta a tal cuestión dependerá de muy
previamente catalogadas o productos de conducta diferentes aspectos, como veremos más tarde. Por Por otra parte, han sido creados otros tipos de Finalmente, la realidad virtual permite replicar si-
mediante la administración de tests de ejecución y re- otra parte, lo que sí está claro es que existen distin- tests situacionales más sencillos; en ellos se muestra tuaciones naturales. Así, el Virtual Assessment Tes-
gistro de respuestas en situaciones naturales. tas vías de replicar artificialmente una situación na- al sujeto en exploración determinados estímulos ante ting (VAT) (TEA, 1999) simula distintas situacio-
Por último, una vía para realizar observación na- tural, y a ello nos vamos a referir a continuación. los que se supone presenta conductas inadecuadas. nes relevantes en selección de personal (una sala de
tural salvando las dificultades anteriores es a través En primer lugar, podemos construir pruebas más Un ejemplo típico de estos procedimientos es el Test mandos en una central hidroeléctrica, el patrullaje de
de rastros de conducta (diarios, cartas, etc.), lo cual o menos estándar y estructuradas a través de las cua- de evitación conductual (BAT), que, construido por la policía en una ciudad, etc.) que permiten registrar
no suele requerir especiales costes (en tiempo y ener- les se presente al/los sujetols los estímulos o situa- Lang y Lazovik (1963) para evaluar el miedo a las las conductas relevantes sobre el buen desempeño
gía) ya que tales productos suelen ser facilitados bien ciones complejas en las que interesa observar suls serpientes, es utilizado hoy en día para medir muy del trabajo. Sin embargo, el VAT está todavía en fase
por el propio sujeto, bien por personas allegadas a conductals con el mayor realismo posible. A estos distintos tipos de conductas de ansiedad y fóbicas en experimental.
él, o incluso (como ya explicamos cuando tratamos procedimientos se les suele denominar tests situa- relación a diferentes estímulos (para una revisión, El resumen y balance que después de una exce-
de este tipo de unidades de análisis) son indepen- cionales. Los dispositivos de observación (códigos, véase Hersen y Bellack, 2002). Estos tests requie- lente revisión de estos procedimientos de observa-
dientes de la voluntad del sujeto o sujetos implica- catálogos, etc.) y los medios mecánicos de auxilio ren, básicamente, la presentación al sujeto del estí- ción en situaciones artificiales hacen Haynes y Wil-
dos en la observación. (espejo unidireccional, circuito cerrado de televisión, mulo temido. Tanto el estímulo como la respuesta son (1979) es el siguiente:

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1. Su aplicabilidad depende de que los eventos mos a referimos a las principales fuentes de error de vertirse en estímulos discriminati vos para el sión, magnetófonos, etc.) teniendo en cuenta,
objeto de estudio sean replicables en ellabo- la observación. sujeto. Algunos autores han puesto de relie- en este caso, las cuestiones éticas relevantes.
ratorio, de su especificidad, de la probabili- ve la importancia de minimizar las interac- - Minimizar la interacción observador-sujeto u
dad de ocurrencia y de su reactividad. ciones sujeto-observador y otras fuentes de otras propiedades discriminativas de la ob-
2. Se ha demostrado su gran sensibilidad ante 6.1. Fuentes de error de la observación introducción de estímulos discriminativos en servación que puedan introducir sesgos.
la aplicación de tratamientos, por lo que pa- la suposición de disminuir así la reactividad. - Pedir a los sujetos que actúen de la forma más
recen constituir excelentes variables depen- Tres son las fundamentales fuentes de error de la La investigación al respecto apunta a que natural posible e incrementar su motivación
dientes de los mismos en el proceso inter- observación, procedentes del sujeto observado, mientras, en efecto, la neutralidad del obser- para que así lo hagan.
ventivo-valorativo. del observador y del sistema de observación elegido. vador disminuye la reactividad en algunos - Utilizar un amplio período de habituación en
3. No es posible hablar, en general, de su poder sujetos, en otros la incrementa. el que la reactividad se intente disipar.
predictivo y de su validez externa, ya que todo 2. El grado de reactividad está en función del - Utilizar distintos sistemas de observación y
ello depende, íntimamente, de la estructura y 6.1.1. Procedentes del sujeto observado grado en que el sistema de observación modi- diferentes observadores, lo cual permitirá es-
contenido de los eventos a observar. fica el ambiente natural; es decir, la reacti- tudiar la validez de los resultados.
4. Han sido utilizados más como procedimien- Se ha dicho que uno de los problemas capitales de vidad sería una función de la novedad que
tos de investigación que en la práctica. la observación radica en que los sujetos observados introduce la observación. Esto podría subsa- Aparte de tales recomendaciones, ya se ha dicho
5. Antes de utilizar una situación artificial para pueden modificar su conducta por el solo hecho de narse, entonces, esperando un período de que existen procedimientos de observación libres de
recoger datos observacionales, esta alternati- saberse observados. A esta fuente de sesgos se le ha tiempo determinado hasta la habituación del reactividad que coinciden, en su mayor parte, con
va debe ser analizada minuciosamente y so- llamado reactividad. sujeto a la situación de observación. No exis- los rastros de conducta producidos en ambientes na-
pesar las ventajas e inconvenientes que con- Haynes y Horn (1982) han realizado una exce- te, sin embargo, evidencia de que la habitua- turales, así como con las unidades de observación no
lleva. En todo caso, no debe utilizarse la lente revisión de este tema a la que nos vamos a ce- ción elimine los efectos de la reactividad. contaminadas o reactivas. Las medidas no produc-
observación en situaciones artificiales como ñir a continuación. En primer lugar, estos autores se- 3. Distintas investigaciones han puesto de mani- toras de reactividad son las siguientes:
único método de evaluación. ñalan la necesidad de identificar tal fuente de error fiesto qué características individuales (sexo,
para poder cuantificarla y/o controlarla. Veamos los edad, estrato social, expectativas, etc.) de los 1. Las ya descritas por Webb et al. (1966) como
más importantes indicios: sujetos observados afectan a la reactividad. medidas de erosión, de huella y de archivo
6. GARANTíAS CIENTíFICAS No obstante, tampoco existe evidencia con- (descritas en el apartado 3).
DE LA OBSERVACiÓN 1. El cambio sistemático de la frecuencia en la clusiva al respecto. 2. Los productos de conducta tomados de la si-
aparición de las conductas objeto de estudio. 4. El tipo de conducta, así como sus propieda- tuación natural (ejercicios, resultados de tests
Como todo procedimiento de recogida de infor- 2. El incremento de la variabilidad de la con- des (adecuación, frecuencia, etc.), pueden de ejecución de máximo realismo, etc.).
mación, la observación ha de presentar una serie de ducta que no se relaciona con cambios en las afectar al grado en el cual la reacti vidad se 3. Observaciones simples (Kazdin, 1980), como
garantías que prueben su valor científico. Tales ga- condiciones ambientales. produce. Tampoco a este respecto existen da- aquellas registradas en la situación natural
rantías son las de fiabilidad, validez y/o exactitud de 3. La expresión verbal de que se está produ- tos concluyentes. por un observador independiente que no in-
lo observado. Es decir, aquí, como en cualquier otra ciendo reactividad por parte de los sujetos 5. Por último, hay un amplio número de investi- terviniera en absoluto en la situación obser-
técnica de medición, son relevantes las cuestiones que están siendo observados o bien por par- gaciones que avalan la hipótesis de que la re- vada. Por ejemplo, el registro de conducta
siguientes: ¿hasta qué punto los datos de la obser- te de las personas allegadas a ellos. actividad -al igual que la habituación- es motora externa y espacial de un sujeto en un
vación son objetivos?, ¿en qué medida los registros 4. La discrepancia entre los datos procedentes una propiedad de los organismos vivos que se jardín mientras el observador permanece
procedentes de unos determinados períodos y situa- de la observación y los recogidos con otros ven afectados por la presencia de estímulos no- oculto o está de forma anónima o/y su tarea
ciones son generalizables a otros momentos y otros procedimientos sobre las mismas conductas. vedosos con un incremento en su activación. no se evidencia.
ambientes?, ¿hasta qué punto lo que se observa re- 5. Las diferencias halladas entre lo observado y
presenta todo lo que se desea o se supone es obser- un criterio objetivo previamente conocido. Por último, conviene realizar una serie de reco-
vado?, etc. Últimas revisiones sobre la calidad de la mendaciones con el objetivo de minimizar o contro- 6.1.2. Procedentes del observador
observación (Anguera, 1991, 2003a; Kazdin, 1980, Por otra parte, se han cuestionado los factores lar los efectos de la reactividad:
1981; Hartman, Barrios y W ood, 2003; Haynes, causales o mediadores de la reactividad. Éstos pare- Cuando un proceso de recogida de datos o de in-
1978; Haynes y O'Brien, 2000; Kent y Foster, cen ser los siguientes: Utilización de observadores participantes formación es llevado a cabo por un ser humano, éste
1977) han planteado múltiples sesgo s en la recogi- siempre que sea posible. introduce una importante fuente de errores que ne-
da de datos observacionales, por lo que, antes de 1. El proceso observacional introduce nuevos Utilización de dispositivos ocultos y/o a dis- cesariamente va a contaminar los resultados deriva-
plantear el estado actual sobre tales garantías, va- estímulos en el ambiente que pueden con- tancia (como, por ejemplo, cámaras de televi- dos de dicho proceso. El propio observador, sus sis-

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La obse/Vación / 191
190 / Evaluación psicológica

Kazdin (1980) ha planteado algunas recomenda- observación con el fin de evitar el efecto de «arras-
temas psieológicos y sus receptores sensoriales su- puede estar más o menos implicado en la situación
de observación: permanecer físicamente en el lugar, ciones para evitar o minimizar este tipo de sesgos en trado» o desplazamiento. Esto se suele producir en
ponen los dispositivos de registro más importantes
en el proceso observacional, ya que --en la mayoría mantener contactos (más o menos estrechos) con los diseños experimentales, algunas de las cuales son algunos observadores que modifican poco a poco su
forma de identificación de las categorías conduc-
de los casos- aquel es el que recibe, selecciona, co- sujetos observados, alejarse o acercarse a ellos se- aplicables a la observación que se efectúa en eva-
difica y analiza la información. Además, hay que te- luación; éstas son: tuales, observan en el sentido de su pareja de
gún 10 requiera el proceso de observación, la situa-
observación o en cualquier otro sentido. Con entre-
ner en cuenta que la garantía de objetividad implica ción o los sujetos. Es decir, puede participar más o
la utilización de dos observadores (con el fin de eva- menos en el proceso observacional. Este tipo de ob- l. Utilizar observadores entrenados que desco- namientos regulares, se obtiene una constante reca-
libración del sistema de observación incrementando
luar la fiabilidad interjueces u objetividad), y, por servador es el más frecuente en evaluación y no debe nozcan las particularidades del caso.
2. Si se utilizan observadores allegados al suje- con ello la exactitud de los resultados.
tanto, son dos los agenles o productores de error. ser confundido -al menos es ésta nuestra opinión-
De entre las variables que, procedentes del ob- con la observación que efectúan personas allegadas to, tratar de no contaminarles con las expec-
servador, pueden mediatizar los resultados de la al sujeto. Así, el observador ajeno pero participante tativas del evaluador y entrenarles en objeti- Características generales
observación hemos seleccionado aquellas que nos es un técnico de la observación que sabe su oficio y vidad observacional.
Las características o atributos del observador
parecen más relevantes, a saber: su grado de parti- ha sido entrenado para ello. Por eso, la observación
(sexo, edad, habilidades, etc.) pueden también mediar
cipación, las expectativas que llevan a la situación por él realizada presenta una serie de características Entrenamiento en los resultados de la observación. No obstante,
de observación, su entrenamiento previo y sus ca- que maximizan la objetividad y exactitud de lo ob-
como señala Kazdin (1980), la literatura existente al
racterísticas personales. servado. Junto a esto, el observador participante - Que el observador --cualquiera que sea su grado
pero ajeno a la realidad natural del sujeto--- puede de participación- sea previamente entrenado en la respecto nojustifica el control sistemático de tales va-
tarea de observación es de vital importancia para la riables dada la enorme dificultad para ser controladas.
provocar un incremento de la reactividad de éste, o
Grados de participación al menos eso ocurre en ciertos casos. obtención de datos objetivos y precisos. Antes de
A lo largo del capítulo nos hemos venido refi- Por último, el observador puede ser una persona proceder a la observación, el evaluador ha debido 6.1.3. Procedentes del sistema
riendo indirectamente a los distintos grados posi- allegada al sujeto: su madre, su marido, su maestra. procurar el entrenamiento de los observadores en el de observación
bles de participación del observador en la situación En evaluación psicológica se está tendiendo cada vez sistema de observación que haya seleccionado.
de observación. Podemos establecer tres posibi- más a utilizar observadores participantes entrenados, Dos son las clases fundamentales de error que sue-
len cometer los observadores y que pueden ser subsa- Una última fuente de errores es aquella que su-
lidades: observador no participante, observador allegados al sujeto, ya que tal tipo de observación
nadas mediante entrenamiento: errores de tiempo y de ministra el sistema de observación y, concretamen-
experto pero que está presente y es visible en la si- minimiza la reactividad de los sujetos. Pero junto a
tuación de observación y, finalmente, observador esto se corre el riesgo de que se reduzcan, a la vez, interpretación. Evidentemente los primeros tan sólo te, el código o registro elegido, el muestreo (en su
allegado al sujeto que es entrenado para observar. la objetividad y la precisión de la observación. Esta son posibles cuando se utilizan procedimientos de caso) efectuado y los dispositivos técnicos seleccio-
Cuando hablamos de un observador no partici- última posibilidad de sesgos introducidos por los ob- muestreo del tiempo, y son claramente subsanables nados (cuando se dan).
con el entrenamiento y utilización de jueces expertos. Evidentemente el tipo de registro elegido afecta
pante hacemos referencia a aquel que es indepen- servadores allegados al sujeto puede ser minimiza-
da con el entrenamiento de éstos. Por tanto, el error más extendido está relacionado con tanto a la fiabilidad como a la validez de los datos.
diente a lo observado y del cual el sujeto no tiene co-
nocimiento. En nuestra opinión, esto tan sólo puede la interpretación y/o reconocimiento de los eventos Las características que incrementan la bondad de es-
darse cuando el observador permanece alejado tem- tos instrumentos son las siguientes:
objeto de estudio. Para evitar tales errores, el evalua-
Expectativas dar debe utilizar sesionesde entrenamiento del obser-
poral, espacial y/o física y afectivamente a 10 que es
vador en número suficientepara la consecución de un 1. La claridad en las definiciones conductuales.
observado. Así, esto sucede cuando se observa a tra- Estudios sobre metodología experimental han f
vés de registros mecánicos (cámaras de televisión, determinado criterio. Dos son los criterios que suelen Es decir, que sean fácilmente identificables
puesto de manifiesto la fuente de sesgos que pueden ! por el observador.
magnetófonos, dispositivos telemétricos, etc.), cuan- suponer las expectativas que el observador lleva a la utilizarse para dar por finalizado el entrenamiento:
\ 2. Un reducido número de categorías o conduc-
do se trata del análisis de datos no reacti vos o de pro- situación experimental y/o correlacional. En efecto,
ductos de conducta del pasado (o del presente reco- 1. Que los entrenados lleguen a alcanzar altos tas en ellos presentes. La literatura no precisa
parece demostrado (Rosenthal, 1966, 1976) que el
gidos por otros) o en el caso de que el observador observador, ciertamente, introduce involuntaria- I 2.
niveles de acuerdo entre sí.
Que obtengan acuerdos con un criterio pre-
cuál es el número óptimo de categorías a ob-
servar. Lo que sí está claro es que la fiabilidad
acierte a situarse en un lugar que permita su neutra- mente sesgos importantes, lo cual ocurre en los dis-
lidad e independencia junto a la adecuada percep- viamente establecido, como puede ser, por y la validez de un registro se ven reducidas en
tintos momentos del proceso observacional, por ~"
tanto en cuanto se incrementa el número de ca-
ción de lo que ha de observar. Esta observación sue- ejemplo: a) al elegir el sistema de observación; b) al ejemplo, un protocolo estándar puntuado por
le minimizar los efectos de la reactividad de lo unos jueces expertos. tegorías en él presentes (Kent y Foster, 1977).
registrar las conductas o categorías conductuales
1 3. Utilizar un código estándar, que cuente con
observado -aunque no siempre- y favorece una consonantes con sus hipótesis previas, y c) al selec-
mayor objetividad de la observación. cionar el diseño estadístico de análisis de los datos Es importante que los entrenamientos se prolon- las suficientes garantías científicas en su
tf construcción.
En segundo lugar, el observador participante procedentes de 10 observado. guen a intervalos regulares durante el período de

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La observación / 193
192 / Evaluación psicológica

l. Índice de concordancia para la ocurrencia y 01


eD ..
A
B
02
4. Por último, cuando se van a utilizar clasifi- vidual de observación ---con o sin procedimientos
el orden
e
D
A
B
caciones sobre atributos o escalas de con- estándar- sobre las actividades de un/os sujeto/s B

ducta, que el observador tenga suficiente co- concreto/s en exploración. Veamos a este respecto
De entre las fórmulas propuestas por los distintos
nocimiento sobre el sujeto. las cuatro preguntas que consideramos más relevan-
autores vamos a destacar el coeficiente propuesto por
tes y que hacen referencia a la generalizabilidad de
Ya se ha dicho cómo frecuentemente se utilizan las puntuaciones, el tiempo, las situaciones y, en su Scott. Según Anguera (1990), este índice «admite
procedimientos de muestreo del tiempo, de los suje- caso, de constructo. una adaptación a la situación de búsqueda del grado
tos o de situaciones a la hora de observar. Como ya de concordancia entre registros inter o intraobserva-
nos hemos referido a este punto en el apartado 4, no dor en que, independientemente de la frecuencia
vamos a abundar más en ello. ¿En qué medida los datos procedentes de un (dado que podrían perfectamente coincidir las fre-
observador son generalizables a los recogidos cuencias de ocurrencia de cada una de las conductas
Por último, en ocasiones es posible utilizar proce-
por otros observadores? registradas), interese evaluar la concordancia en la
dimientos eléctricos o mecánicos de registro de datos
observacionales que, en líneas generales, son una Una primera garantía de la observación está en la ocurrencia y el orden o secuencia de registro de las
utilización de más de un observador. Esto, desde una diferentes conductas» (p. 194). Luego, han obtenido los siguientes acuerdos, des-
fuente no de sesgos sino de objetividad y exactitud en
perspectiva epistemológica, posibilita la apreciación Este coeficiente puede expresarse a través de los acuerdos y proporción de acuerdos y proporción de
la observación. No obstante, algunos de estos procedi-
de la intei-subjetividad (y no tanto de la objetividad, siguientes elementos: acuerdos esparados al azar:
mientos aportan problemas metodológicos específicos
que han de ser tenidos en cuenta y subsanados, en la como diría Kaplan, 1964) de la observación. 42o 8,3
42 cuadrado
, 12
al
Acuerdos
Desacuerdos
0,2
00,09
0,3 Acuerdos
K = Número de categorías del sistema. % .
0,04
por azar 0,26
medida de lo posible, antes de pasar a su utilización. Además, con esta pregunta estamos haciendo re- eB
D
T .%
Po = Proporción Acuerdos .
de acuerdos observados.
ferencia a lo que -desde una perspectiva de la psi- A
cometría clásica- se denomina objetividad o fiabi- Pe = Proporción de acuerdos al azar.
6.2. Algunas cuestiones sobre fiabilidad, lidad interjueces y que ha sido reformulado desde la Núm. de acuerdos
validez y exactitud de la observación teoría de la generalizabilidad haciendo referencia al Po
universo de los observadores. En todo caso lo que Núm. de acuerdos + Núm. de desacuerdos
Resulta dificil referirse, en general, a las garantías se pretende es constatar la medida en la cual los da- k

científicas de la observación. En primer lugar por-


que las posibles unidades de observación son del más
tos observados dependen de la persona que realiza
la observación. Pe = L Pe (l + 2)
variado tipo, en segundo lugar porque los instru- Se han descrito veintidós procedimientos que
Pe (1 + 2) = La proporción correspondiente a la
mentos que sirven de base a tal procedimiento pre- permiten su cuantificación. Tales procedimientos suma de ocurrencias de ambos ob-
pueden dividirse en aquellos que hacen referencia, Entonces:
sentan muy diferentes indicadores de sus propieda- servadores para cada una dé las ca-
des psicométricas y en tercer lugar porque se discute propiamente, al acuerdo entre observadores (utili-
zándose entonces porcentajes de acuerdo), mientras tegorías y con relación al total. Acuerdos
sobre las más importantes garantías psicométricas de Po = ----------
la observación (Anguera, 2003a; American Psycho- que otros dan cuenta de la estimación de los coefi- , Po - Pe Acuerdos + Desacuerdos
logical Association, 1999; Silva, 1989). cientes de fiabilidad interjueces (desde un enfoque Indice de concordancia = --- x 100
correlacional). En todo caso, como señala Anguera
l-Pe
Sin profundizar en estas cuestiones (puesto que _ 12
es sólo el momento de hacer un balance sobre ello), (1990), los índices de concordancia habrán de ser ob- -12+8=0,6
vamos a repetir lo ya dicho en el capítulo 4 en aque- tenidos en función de la unidad de medida utilizada. Conviene recordar que el concepto de acuerdo
aquí no se refiere a la frecuencia de ocurrencias de Po - Pe
llos puntos que parecen decisivos a la hora de enjui- Ya se ha dicho que los tres parámetros básicos, o
ciar las garantías que han de presentar los datos pro- unidades de análisis, son orden de ocurrencia, fre- cada una de las categorías, sino a los registros res- Pe =I,Pe2 (1y 2)=---xlOO=
l-Pe
cedentes de la observación desde los planteamientos cuencia y duración, y guardan un orden progresivo pecto al lugar de orden ocupado para cada ocurren-
cia de cada evento conductual.
de Cronbach et al. (1972) Y compatibilizando éstos de inclusión. Los índices más adecuados para hallar 0,6 - 0,26 x 100 = 46%
con la teoría psicométrica clásica, así como con otras el grado de concordancia inter e intraobservador/es 1 - O, 26
perspectivas actuales. Bien entendido que con ello son, respectivamente: a) concordancia para escalas EJEMPLO:
no se está haciendo referencia a las garantías con las nominales; b) concordancia según frecuencia, y c) Es decir, el acuerdo entre dos observadores en las
concordancia en base a duración. Veamos los índi- La información de que se dispone es el orden de
que se deben construir las técnicas estándar de ob- categorías de eventos de conducta observadas ha
ces de acuerdo con estas tres unidades fundamenta- la ocurrencia de los eventos conductuales (A, B, C,
servación, sino a las garantías que deben presentar
D) de los observadores 01 y 02: sido del 46 por 100.
los datos de observación recogidos en el caso indi- les o parámetros de análisis observacionales.
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194 / Evaluación psicológica La observación / 195

2. Índice de concordancia en función de Po = Proporción de unidades de tiempo corres- Entonces: en forma intermitente) de los procedimien-
la frecuencia pondientes a las conductas observadas por tos de observación.
ambos observadores (concordantemente). e) Cuando se trata de utilizar escalas sobre con s-
Tradicionalmente, los índices de concordancia Pe = Proporción de unidades de tiempo corres-
Po = Acuerdos = 25 = O 83 tructos de apreciación con posterioridad a la
Acuerdos + Desacuerdos 30 '
referidos a la frecuencia han sido calculados con pondientes a las concordancias esperadas observación, el conocimiento extenso y se-
respecto al grado de acuerdo entre observadores. por efecto del azar. Pe = (10/30 x 9/30) + ... + (\1130 x 9/30) = 0,27 mejante de lo observado por parte de los ob-
Sin embargo, en los últimos años se ha demostrado servadores y, asimismo, que todos ellos com-
que tales formulaciones inflan el grado de concor- Los valores de Po y Pe se hallan como sigue: K
Po - Pe
= ---
1- Pe
x100 = ----x
0,83 - 0,27
1- 0,27
100 = 76% partan el mismo sistema de referencia teórico.
dancia al no tener en cuenta el grado de acuerdo de- K
bido al azar, por lo que no es recomendable su uso. Finalmente, conviene añadir que -aunque sea
Po = L(PI x P2)
Tratando de superar este problema, se ha pro- I Hasta aquí las distintas formulaciones utilizadas poco frecuente- cuando es viable registrar la sesión
puesto un índice global (C global) de acuerdo o con- a la hora de obtener la concordancia entre distintos de observación (sea ésta en situaciones naturales o
cordancia que implica el cálculo del acuerdo impu- siendo: observadores según éstos manejen diferentes unida- artificiales) en varios soportes (por ejemplo en vídeo
table al azar (C global aleatorio), obteniendo así la des de medida (orden, ocurrencia, frecuencia o du- y en magnetófono), es posible que exista un solo ob-
concordancia neta (C neta) entre observadores (véa- PI = Proporción de las unidades de tiempo co-
ración) .. servador registrando lo observado por ambos sopor-
se Anguera, 1990). rrespondientes al observador 1.
P2 = Ídem del observador 2. Las recomendaciones que formulamos a la hora tes, de modo que entonces se puede obtener la fiabi-
En todo caso, no parece existir una fórmula óp- de establecer el acuerdo entre observadores son las lidad o concordancia intraobservador (Anguera,
tima en la obtención del acuerdo entre observado- K = Número de categorías.
siguientes: 20m a) como sustituto de la interobservadores.
res, ya que ésta depende del gran número de posi- EJEMPLO
bilidades de la observación, por lo que se acepta 1. El acuerdo o la fiabilidad interobservadores
que el mejor indicador del acuerdo interjueces es ¿Hasta qué punto lo observado en
La información de la que se dispone es el orden deben ser siempre utilizados a la hora de pro-
la correlación entre las puntuaciones de dos o más y duración (en minutos) de la ocurrencia de las con- un determinado momento es generalizable
bar la objetividad de nuestras observaciones
observadores. Así, desde una perspectiva correla- ductas A, B, C y D: a otros momentos de la vida del sujeto?
cualquiera que sea el instrumento y el proce-
cional tradicional, suele ser utilizada la correlación
01 estimada >'" .'.
e32A4oB512 " . 02.<
dimiento a observar. Si los datos que registramos en un período de ob-
de Pearson o, también,
DoABe si la fiabilidad o 2. El estadístico a utilizar debe estar en corres- servación concreto (por ejemplo, una sesión de obser-
A
está directamente relacionada con la amplitud de pondencia con el tipo de dimensión de res- vación) se repiten en otros períodos, podríamos ha-
la muestra de elementos observados, puede utili- puesta empleado. blar de estabilidad de nuestras observaciones o bien
zarse la fórmula Spearman-Brown. Esa misma co- 3. Cuando se utilizan escalas de estimación o de la posibilidad de generalizar a un universo tempo-
rrelación es la indicada cuando se utilizan escalas apreciación conviene emplear la perspectiva ral (desde la teoría de la generalizabilidad), o, en
de apreciación. Ambos coeficientes son de sobra correlacional clásica. otros términos, de que hemos obtenido una adecuada
conocidos y se encuentran en todo tipo de paque- 4. En ningún caso deben ser tenidos en cuenta fiabiliadad test-retest (desde la psicometría clásica).
tes estadísticos. datos que obtengan bajos acuerdos entre ob- En cualquier caso, lo que está claro es que el evalua-
servadores o baja fiabilidad interjueces. dor ha de cerciorarse, antes de tomar como aptos los
3. Duración datos procedentes de sus observaciones, de que la
Tienden a incrementar la generalizabilidad entre conducta observada o la atribución que los jueces han
En este caso se trata de comprobar la concor- observadores las siguientes condiciones: realizado sobre ella no se ha dado de forma casual.
dancia entre observadores cuando se utiliza como Tres son los procedimientos más frecuentes de es-
unidad de medida la duración de la conducta obser- a) Utilización de claras definiciones conduc- timar esta forma de fiabilidad de las observaciones:
vada. En esos casos, el estadístico aconsejado es la tuales sobre las que el observador no tenga
Kappa propuesta por Cohen (1960) y rectificada que hacer inferencias (véase Cone y Foster, 1. A través de las correlaciones que puedan ob-
posteriormente por otros autores (véase Anguera, 1982). tenerse entre dos observaciones registradas
1990): b) La utilización de intervalos de observación. en dos o más momentos por medio de coefi-
c) El entrenamiento adecuado y semejante de cientes de fiabilidad test-retest (correlación
Po - Pe los observadores. de Pearson o Spearman).
K=---xI00
I-Pe 9/30 5/30 7/30 9/30 L=30 d) La recalibración (o prolongación del entre- 2. Por medio de la apreciación visual de la lí-
namiento durante las sesiones de observación nea base registrada. Así, por ejemplo, en la

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196 / Evaluación psicológica
La observación / 197

figura 5.2 presentamos las frecuencias de Las recomendaciones a este respecto son las si- Iructos no se tendrá que tener esta preocupación, ya que ha demostrado la observación están mucho más
aparición de las desobediencias de un niño guientes: que está basada en un enfoque teórico en el que se en relación con la fiabilidad y el universo de gene-
durante 12 sesiones de observación. Podemos sostiene la generalizabilidad inrersituacional. ralizabilidad de los observadores que con la validez,
apreciar claramente que a partirde la 9.' se- 1. En el caso de trabajar con diseños n = I en En todo caso, el evaluador deberá conocer, como sea de contenido, criterial o de constructo (por ejem-
sión las «desobediencias» se estabilizan de códigos o categorías conductuales simples, garantía de sus datos, hasta qué punto la conducta (o plo, Haynes y O'Brien, 2000).
forma notable, lo que permite'pasar a la fase es preferible la inspección visual de la línea la atribución que se hace sobre ella) que un sujeto Tal vez la cuestión más importante esté no tanto
de tratamiento. base. presenta en una situación también ocurre (o puede en la validez del instrumento de observación utiliza-
2. En el caso de tratarse de códigos de catego- inferirse también) en otras. do como en las inferencias que puedan realizarse
A pesar de que este procedimiento tiene bastan- rías complejos y/o de utilizarse éstos en dis- El uso del muestreo intersituacional permite la desde esas observaciones. En nuestro caso, y dado
te de subjetivo en la apreciación de la estabilidad, tintos períodos de observación, deben em- obtención de datos al respecto. Asimismo, la espe- que nos estamos refiriendo al caso individual, lo im-
existen procedimientos estadísticos a la hora de juz- plearse procedimientos correlacionales. cificidad situacional de ciertas escalas de aprecia- portante a la hora de aseguramos de la validez de
gar empíricamente esta cuestión (véase Anguera, ción también lo posibilitan. Por último, con res- nuestras inferencias sobre ese caso en particular es
2003a). pecto a la validez externa de los procedimientos de no realizar ninguna sin haber utilizado distintos mé-
¿Hasta qué punto los datos de observación observación en situaciones artificiales, ésta puede todos. Así, los resultados procedentes de los méto-
Por último, los autores consideran que es factible
procedentes de una situación son confundirse, hasta cierto punto al menos, con las dos observacionales deberán ser contrastados (en
utilizar la fórmula de Spearman-Brown como medi-
generalizables a otras situaciones? posibilidades de generalizar entre métodos, y se nuestro caso particular) con lo que hemos obtenido
da de la consistencia interna de las distintas catego-
rías o manifestaciones conductuales observadas con . Con ello estamos haciendo referencia al universo resuelve a través de la concordancia que pueda mediante otros métodos (entrevistas, cuestionarios,
el fin de reflejar la fiabilidad de las observaciones. de generalizabilidad de las situaciones, así como a encontrarse con lo observado en situaciones na- autorregistros, etc.). Ésa será la mejor manera de
Sin embargo, como señala Haynes (1978), la utili- la validez ecológica de lo observado; es decir, a la turales. avalar nuestras inferencias.
zación de este coeficiente puede ser engañosa, ya que posibilidad de que los datos recogidos en situacio- Finalmente, existen paquetes estadísticos para el
]a variabilidad intrasesión puede, por tanto, demos- nes artificiales de laboratorio sean generalizables a análisis de los datos observacionales; los más im-
¿Hasta qué punto los datos evalúan
trar la varianza verdadera o ser reflejo, también, de la vida real. Por último, desde la observación a tra- portantes se pueden encontrar en Internet en las si-
el constructo que pretendemos observar?
errores en el sistema de observación. vés de la cual se realizan inferencias sobre cons- guientes páginas:
La observación tiene como objetivo prioritario el
estudio del comportamiento manifiesto (llamado, - www.efdeportes.com/efd20/trans.htm (Trans-
precisamente, observable) y, por ello, ha sido enten- criptor).
12 dida como el criterio último de validez. Ello ha sido - www.skware.com (BEST).
criticado por cuanto mediante la observación se tra- - www.efdeportes.com/efd18/codex.htm (Co-
10 dex).
ta de medir ciertos constructos (por muy conductua-
les que éstos sean) y ello conlleva, necesariamente, - www.psycsoft.com/(Observe).
la demostración de la validez de constructo y con- - www.ub.es/comporta/comporta.htm (SDIS-
A.
ceptos relacionados (por ejemplo, Silva, 1989). Sin GSEQ).
I '\ I -+- Desobediencias - http://www.noldus.com (The Observer).
\\ embargo, otros autores consideran que las garantías
4

CONCLUSIONES

O
A modo de síntesis de todo lo dicho hasta aquí a 1. El caso que nos ocupa ¿requiere observa-
1." 2." 3." 4." S.' 6." 7." 8." 9." lO." 11.' 12." ción?
lo largo de este capítulo vamos a presentar los dis-
obs obs obs ohs obs ohs obs obs obs obs obs obs 2. ¿Qué unidades de observación están implí-
tintos pasos -a modo de preguntas- que el eva-
luador tendrá que seguir a la hora de llevar a cabo citas en la hipótesis sobre el caso?:
observaciones en un caso concreto. En el cuadro 5.8
FUENTE: R. Fernández-Ballesteros. Continuo de la conducta.
se presenta un Protocolo resumen del Plan de Ob-
servación en el que se pueden verter las decisiones Atributos.
Figura S.2.-Representación gráfica de medidas observacionales. Frecuencias de «desobediencia» de un niño
durante 12 sesiones de observación. tomadas en tomo a la observación. Conductas.

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198 / Evaluación psicológica La obselV8ción / 199

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