Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
persiguiendo ciertos logros que no dan ningún fruto a corto plazo. Es la condición necesaria para
llegar a lograr nuestras metas, para mejorarnos. Pero, ¿cómo conseguir motivarnos? La
motivación es, en síntesis, lo que hace que un individuo actúe y se comporte de una determinada
manera. Es un término genérico que se aplica a una amplia serie de impulsos, deseos, necesidades
y anhelos.
La mayoría de autores suelen distinguir entre dos tipos principales de motivación: la intrínseca y la
extrínseca. La conducta intrínsecamente motivada tiene como objetivo el interés personal en
realizarla.
Pensemos: qué nos lleva a actuar de una manera u otra y cuáles son los verdaderos motivos que
nos encaminan a la dirección que tomamos. Conocer cuáles son los motivos que nos guían nos
servirá para conocer realmente qué es lo que nos lleva a tomar ciertas decisiones o por qué nos
decantamos por una elección y no por otra.
Elegir vivir motivados es elegir una existencia más satisfactoria. La motivación es lo que nos
impulsa y nos mantiene luchando por nuestros sueños, a pesar de todo lo que debemos enfrentar
para hacerlos realidad.
Evidentemente no siempre se puede estar igual de motivado y pocos caminos hay que estén
completamente bañados por pétalos de rosa, pero en la motivación está la clave de por qué hay
personas que logran todo lo que se proponen mientras que otras se resignan a vivir la vida que
tienen, a pesar de que no se sienten satisfechos con ella.
Todos somos competitivos por naturaleza aunque algunos más que otros. En este caso la labor del
psicólogo es sacar ventaja de este rasgo de la naturaleza humana y alimentarlo. Este proceso
ayuda a mantener la motivación a corto plazo, por lo tanto, hay que combinarlo con estrategias
que mantengan la motivación en el tiempo.
Una forma contrastada científicamente para mantener la motivación durante periodos largos es la
visualización. Diariamente, al menos durante 5-10 minutos, es bueno visualizar el procedimiento y
los resultados deseados para que nuestra mente pueda tener preparados ciertos automatismos de
la tarea hacia la que nos enfocamos.
Esto es muy útil tanto para la actividad física como para cualquier otro objetivo, especialmente
cuando hablamos de tareas novedosas o que hace tiempo que no enfrentamos. Por otro lado, la
visualización en una forma de entrenar la focalización de la atención.
En términos generales, para motivar a una persona -igual que a un deportista– para que mejore su
rendimiento, hay que evaluar su esfuerzo y las experiencias previas acumuladas. Hay muchos
deportistas que sin saberlo se motivan para un bajo rendimiento o inferior al que por sus
posibilidades podría desarrollar.
Estos resultados a menudo generan rabia y tristeza porque suponen estropear un trabajo previo
duro, constante y bien realzado. Un esfuerzo que se puede ir al trate por una falta de motivación,
pero también por un exceso de la misma. Así, de una forma u otra la motivación es un factor
relevante en el resultado final y su control puede inclinar la balanza a nuestro favor o en contra.