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Georges Louis Leclerc, conde de Buffon (Montbard, Borgoña, 7 de septiembre de 1707 – París, 16 de abril de 1788) fue

un naturalista, botánico, matemático, biólogo, cosmólogo y escritor francés.


Buffon pretendió compendiar todo el saber humano sobre el mundo natural en su obra en 44 volúmenes Histoire naturelle. Su
enfoque influyó en la Enciclopedia de Diderot y sus ideas también lo hicieron sobre las siguientes generaciones de naturalistas
y en particular sobre Lamarck, Cuvier y Darwin.

En sus obras iniciales, Buffon insiste en que el propósito del Diluvio había sido moral y que había sido tan milagroso en sus
efectos como en sus causas, por lo que podía ser ignorado para efectos científicos. Pensaba que los procesos físicos que
pueden contemplarse actualmente bastaban para explicar todos los cambios geográficos que sugería la posición de los fósiles
sobre la tierra. Sin embargo, tal vez por temor a las represalias, todavía inscribía todos esos cambios en el marco de la
cronología convencional.

No obstante, un cuarto de siglo después, Buffon había cambiado radicalmente sus puntos de vista sobre esta cuestión. En
su Des Epoques de la Nature, publicado en 1778 como un suplemento a su obra anterior, Buffon toma la idea de Leibniz de
una Tierra en proceso de enfriamiento a partir de un globo incandescente.

Habiendo realizado experimentos sobre modelos a escala, llega a la conclusión de que la Tierra tendría una edad mínima de
75.000 años, aunque sospechaba que serían necesarios millones de años para acomodar todos los procesos que, según él,
habían tenido lugar. En el seno de esta escala temporal expandida, Buffon describía seis épocas en la historia de la Tierra -
preservando, al menos, la forma de la versión bíblica de la Creación, en un intento de evitar la censura eclesiástica.

La primera época correspondía a la Tierra en estado de fusión, a la que seguía un inicio del enfriamiento, que habría dado
lugar a la solidificación de una corteza externa.

En la segunda, la materia se hallaba consolidada ya formando grandes masas de materias cristalinas. Reliquias de
esta segunda época eran los granitos que aparecían en las "montañas primitivas".
La tercera época correspondía a la aparición, por condensación del vapor de agua original, de un océano de extensión
universal en el que se habrían depositado los sedimentos que contenían los fósiles marinos, muchos de los cuales, como
algunos ammonites, mostraban tamaños gigantescos como consecuencia de que, en aquel entonces prevalecían, incluso en
latitudes elevadas, temperaturas tropicales.

La cuarta época correspondía a la retirada del océano y la emersión de las "montañas secundarias" formadas por los estratos
depositados en la época anterior.

La quinta época, correspondía todavía a un período en el que las temperaturas eran más altas que en la actualidad, como lo
atestiguaba la existencia de restos fósiles de elefantes y otros mamíferos tropicales en latitudes templadas.

En la última época es cuando la Tierra adquiría su estado actual y aparecían los primeros hombres.

Aunque Buffon no aportó pruebas sólidas para sostener su teoría, se reconocen dos grandes méritos. Por un lado, es la
primera vez que se establece, de forma nítida, la historia de la Tierra y la historia de la humanidad, relegando esta última a
una pequeña parte al final de aquélla. Por otra parte, representa la culminación de una idea que había aparecido un siglo antes
con Hooke y Steno y que consistía en el intento de utilizar los fósiles como una de las fuentes de evidencia para reconstruir y
explicar toda la historia de la Tierra.

Por otra parte, la obra de Buffon representa el final de la vieja tradición de publicar grandes síntesis sobre el mundo natural.
De hecho, cuando terminó de publicarse, en 1789, ya era considerada como una obra pasada de moda. Para entonces ya
existía toda una nueva generación de naturalistas que sentían la necesidad de extraer conclusiones más limitadas pero
basadas en observaciones cuidadosamente registradas.

Haüy (1742-1822) demostró la simetría de los cristales y describió los siete sistemas de simetría posibles, que han llegado a
ser clásicos. Buffon, en 1749 y en su Historia de la Tierra, distingue en los fósiles marinos, los litorales y los pelágicos y es el
primer naturalista que quiere evaluar los periodos geológicos por años; su interpretación es considerada herética y termina
aceptando el Antiguo Testamento como historia literal y completa de la Tierra.

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