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22 • 1 de octubre de 2001 U Gaceta

n i v e r s i t a r i a

El “factor Dios”
JOSÉ SARAMAGO
Escritor portugués, premio Nobel de literatura
Texto extraído del periódico español El País

Dice Nietzsche que todo estaría catástrofe cinematográfica más, realmente de Dios. Ya se ha dicho que las religiones, escoger otra cosa, que sólo eso es lo que la
arrebatadora por el grado de ilusión todas ellas, sin excepción, nunca han servido palabra herejía significa.
permitido si Dios no existiese, conseguido por el técnico de efectos para aproximar y congraciar a los hombres;
y yo respondo que especiales, pero limpio de estertores, de que por el contrario han sido y siguen siendo Y, con todo, Dios es inocente, Inocente
chorros de sangre, de carnes aplastadas, de causa de sufrimientos inenarrables, de como algo que no existe, que no ha existido
precisamente por causa y en huesos triturados, de mierda. El horror, matanzas, de monstruosas violencias físicas ni existirá nunca, inocente de haber creado
nombre de Dios es por lo que escondido como un animal inmundo, esperó y espirituales que constituyen uno de los más un universo entero para colocar en él seres
a que saliésemos de la estupefacción para tenebrosos capítulos de la miserable historia capaces de cometer los mayores crímenes
se ha permitido y justificado saltarnos a la garganta. El horror dijo por humana. Al menos en señal de respeto por para luego justificarlos diciendo que son
todo, principalmente lo peor, primera vez “aquí estoy” cuando aquellas la vida, deberíamos de tener el valor de celebraciones de su poder y de su gloria,
personas se lanzaron al vacío como si proclamar en todas las circunstancias esta mientras los muertos se van acumulando, estos
principalmente lo más acabasen de escoger una muerte que fuese verdad evidente y demostrable, pero la de las torres gemelas de Nueva York, y todos
horrendo y cruel. suya. Ahora, el horror aparecerá a cada mayoría de los creyentes de cualquier religión los demás que en nombre de un Dios
instante al remover una piedra, un trozo de no sólo fingen ignorarlo, sino que se yerguen convertido en asesino por la voluntad y por la
pared, una chapa de aluminio retorcida, y iracundos e intolerantes contra aquellos para acción de los hombres, han cubierto e insisten

E
n un lugar de la India. Una fila de piezas será una cabeza irreconocible, un brazo, una quienes Dios no es más que un nombre, nada en cubrir de terror y de sangre las páginas de
de artillería en posición. Atado a la pierna, un abdomen deshecho, un tórax más que un nombre, el nombre que, por la Historia. Los dioses, pienso yo, sólo existen
boca de cada una de ellas hay un aplastado. Pero hasta esto mismo es miedo a morir, le pusimos un día y que en el cerebro humano, prosperan o se
hombre. En primer plano de la fotografía, un repetitivo y monótono, en cierto modo ya vendría a dificultar nuestro paso a una deterioran dentro del mismo universo que los
oficial británico levanta la espada y va a dar conocido por las imágenes que nos llegan humanización real. A cambio nos prometía ha inventado, pero el “factor Dios”, ese, está
orden de disparar. No disponemos de de aquella Ruanda-de-un-millón-de-muertos, paraísos y nos amenazaba con infiernos, tan presente en la vida como si definitivamente
imágenes del efecto de los disparos, pero la de aquel Vietnam cocido a napalm, de falsos unos como los otros, insultos fuese dueño y señor de ella. No es un dios,
más obtusa de las imaginaciones podrá “ver” aquellas ejecuciones en estadios llenos de descarados de una inteligencia y a un sentido sino el “factor Dios” el que se exhibe en los
cabezas y troncos dispersos por el campo de gente, de aquellos linchamientos y común que tanto trabajo nos costó conseguir. billetes de dólar y se muestra en los carteles
tiro, restos sanguinolentos, vísceras, miembros apaleamientos, de aquellos soldados iraquíes Dice Nietzsche que todo estaría permitido si que piden para América (la de Estados Unidos,
amputados. Los hombres eran rebeldes. En sepultados vivos bajo toneladas de arena, de Dios no existiese, y yo respondo que no la otra...) la bendición divina. Y fue en el
algún lugar de Angola. Dos soldados aquellas bombas atómicas que arrasaron y precisamente por causa y en nombre de Dios “factor Dios” en lo que se transformó el dios
portugueses levantan por los brazos a un negro calcinaron Hiroshima y Nagasaki, de aquellos es por lo que se ha permitido y justificado islámico que lanzó contra las torres del World
que quizá no esté muerto, otro soldado crematorios nazis vomitando cenizas, de todo, principalmente lo peor, principalmente Trade Center los aviones de la revuelta contra
empuña un machete y se prepara para separar aquellos camiones para retirar cadáveres lo más horrendo y cruel. Durante dos siglos, los desprecios y de la venganza contra las
la cabeza del cuerpo. Esta es la primera como si se tratase de basura. Siempre la Inquisición fue, también, como hoy los humillaciones. Se dirá que un dios se dedicó
fotografía. En la segunda, esta vez hay una tendremos que morir de algo, pero ya se ha talibán, una organización terrorista dedicada a sembrar vientos y que otro dios responde
segunda fotografía, la cabeza ya ha sido perdido la cuenta de los seres humanos a interpretar perversamente textos sagrados ahora con tempestades. Es posible, y quizá
cortada, está clavada en un palo, y los soldados muertos de las peores maneras que los que deberían merecer el respeto de quien en sea cierto. Pero no han sido ellos, pobres
se ríen. El negro era un guerrillero. En algún humanos han sido capaces de inventar. Una ellos decía creer, un monstruoso connubio dioses sin culpa, ha sido el “factor Dios”, ese
lugar de Israel. Mientras algunos soldados de ellas, la más criminal, la más absurda, la pactado entre la Religión y el Estado contra que es terriblemente igual a todos los seres
israelíes inmovilizan a un palestino, otro que más ofende a la simple razón, es aquella la libertad de conciencia y contra el más humanos donde quiera que estén y sea cual
militar le parte a martillazos los huesos de la que, desde el principio de los tiempos y de humano de los derechos: el derecho a decir sea la religión que profesen, ese que ha
mano derecha. El palestino había tirado las civilizaciones, manda matar en nombre no, el derecho a la herejía, el derecho a intoxicado el pensamiento y abierto las puertas
piedras. Estados Unidos de América del Norte, a las intolerancias más sórdidas, ese que no
ciudad de Nueva York. Dos aviones respeta sino aquello en lo que manda creer, el
comerciales norteamericanos, secuestrados que después de presumir de haber hecho de
por terroristas relacionados con el integrismo la bestia un hombre acabó por hacer del
islámico, se lanzan contra las torres del World hombre una bestia.
Trade Center y las derriban. Por el mismo
procedimiento un tercer avión causa daños Al lector creyente (de cualquier creencia...)
enormes en el edificio del Pentágono, sede que haya conseguido soportar la repugnancia
del poder bélico de Estados Unidos. Los que probablemente le inspiren estas palabras,
muertos, enterrados entre los escombros, no le pido que se pase al ateísmo de quien las
reducidos a migajas, volatilizados se cuentan ha escrito. Simplemente le ruego que
por millares. comprenda, con el sentimiento, si no puede
ser con la razón, que, si hay Dios, hay un solo
Las fotografías de India, de Angola y de Dios, y que, en su relación con él, lo que
Israel nos lanzan el horror a la cara, las menos importa es el nombre que le han
víctimas se nos muestran en el mismo enseñado a darle. Y que desconfíe del “factor
momento de la tortura, de la agónica Dios”. No le faltan enemigos al espíritu
MIGUEL SÁNCHEZ

expectativa, de la muerte abyecta. En Nueva humano, mas ese es uno de los más pertinaces
York, todo pareció irreal al principio, un y corrosivos. Como ha quedado demostrado
episodio repetido y sin novedad de una y desgraciadamente seguirá demostrándose.v

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