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I. INTRODUCCIÓN:
Han transcurrido casi 14 años desde la entrada en vigencia de la Ley Penal Tributaria
(LPT)2. Durante este tiempo han surgido una serie de interpretaciones, tanto
doctrinales como jurisprudenciales, de todas las reglas contenidas en la referida LPT.
Dicha labor, ha otorgado, en muchas ocasiones un sentido distinto a las reglas
contenidas en la LPT respecto de la voluntad del legislador al momento de dictarlas. A
su vez, se ha tenido que ajustar el sentido de dichas reglas, utilizando para ello, su
relación con otras normas del ordenamiento jurídico, principalmente con normas
constitucionales, tributarias, penales y procesales penales.
Es así que, varias reglas de la LPT frecuentemente han sido objeto de límites en su
aplicación en función de normas constitucionales. Así se tiene, por ejemplo, la
aplicación de la regla que fija la caución3 en un porcentaje de la deuda tributaria
estimada por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), la
cual ha sido objeto de control difuso por los órganos jurisdiccionales 4. En el mismo
ámbito constitucional, se ha planteado la discusión respecto del non bis in idem, que
supone la prosecución simultánea de procesos penales y contenciosos tributarios,
íntimamente ligada a la prejudicialidad administrativa o a la suspensión de los
procesos contenciosos tributarios por avocamiento a causas sujetas a proceso
judicial.5
De igual modo, el sentido de las reglas de la LPT se ha visto afecto por las normas
tributarias. Esto ha ocurrido, en los casos en que las modificaciones de la ley tributaria
han originado que las conductas que en un momento se calificaron como delito dejen
de serlo, con la consiguiente discusión respecto de si es posible aplicar la
retroactividad benigna del derecho penal por cambios en la norma tributaria que es
complementaria de la penal, sin que esta última hubiera cambiado. Piénsese en los
casos, en que se instaura un proceso penal por atribuir al sujeto activo el ocultamiento
de ingresos gravados con tributos, los mismos que posteriormente son considerados
ingresos inafectos y/o exonerados por la ley tributaria.
1
Socio Principal del Estudio Luis F y M Bramont Arias SCRL. Profesor de Derecho Penal-Parte General y Derecho
Penal Económico de las Universidades de Lima, San Martín de Porres y Femenina del Sagrado Corazón -UNIFE. Ex
Gerente Penal Tributario de la Intendencia Nacional Jurídica de la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria, SUNAT, Perú.
2
La Ley Penal Tributaria se promulgó mediante Decreto Legislativo Nº 813 del 26 de abril de 1996.
3
La caución se impone cuando se inicia un proceso penal con mandato de comparecencia y consiste en exigir una
prestación económica del procesado a favor del Estado para garantizar su permanencia y colaboración con el
desarrollo del proceso penal.
4
Los órganos jurisdiccionales han considerado que el monto de la caución debe determinarse en función de las
condiciones del procesado y no de la deuda tributaria determinada por la SUNAT.
5
La jurisprudencia del Tribunal Fiscal ha fallado en forma diversa. En algunos casos ha suspendido el proceso
contencioso tributario a la espera de la resolución del proceso penal; y en otros ha emitido resolución, expresando
en cada caso, criterios de vinculación entre el proceso penal y el proceso contencioso administrativo que impiden o
permitir emitir pronunciamiento.
1
como testigos o como peritos. De igual modo, en dicho ámbito se ha planteado la
necesidad de precisar la participación del Órgano Administrador del Tributo respecto
del ejercicio de la acción penal por delito de defraudación tributaria.6
En este sentido, es evidente que la LPT puede ser analizada desde diversas
perspectivas jurídicas. Sin embargo, el presente trabajo se limitará a presentar desde
un punto de vista sistemático, el alcance y sentido de las normas contenidas en la LPT
que describan conductas constitutivas de delito y le asocien a éstas una pena7.
La perspectiva sistemática ofrece una serie de aspectos a revisar en la LPT, los cuales
no podrán ser tratados en su totalidad en atención a las dimensiones del presente
trabajo. En tal sentido, sólo se analizará algunos de los puntos que en nuestra
consideración requieren de esclarecimiento inmediato que permita aplicar la LPT en
sentido coherente y consistente con las normas constitucionales, tributarias y penales.
Es por ello que hemos elegido como temas a desarrollar: La Ley Penal Tributaria como
ley penal especial y la Ordenación sistemática de los delitos de defraudación tributaria
y el ámbito situacional tributario. En este último aspecto sólo desarrollaremos los
delitos de defraudación tributaria vinculados a los procedimientos de liquidación de las
obligaciones tributarias de pago (artículos 1º, 2º y 3 de la LPT) y de obtención de
beneficios y derechos fiscales (inciso a del artículo 4º de la LPT); quedando de lado,
los delitos vinculados a los procedimientos de cobranza de obligaciones tributarias
(inciso b del artículo 4 de la LPT) y los destinados a permitir el control de obligaciones
tributarias (artículo 5º de la LPT).
Estos temas constituyen, en nuestro concepto, aspectos que han sido tratados en
forma equívoca por la doctrina y jurisprudencia, y que a partir de una interpretación
sistemática adquieren un significado y coherencia que permite su aplicación
diferenciada y racional a las diversas conductas que pueden ser calificadas como
supuestos de delito de defraudación tributaria.
También, debemos señalar que el desarrollo de los temas propuestos, al ser efectuado
desde un punto de vista sistemático no abarcará todos los factores configuradores de
los delitos mencionados. En tal sentido, algunos de los requisitos consignados en la
ley penal para la configuración del delito no se desarrollarán, en especial no
desarrollaremos el aspecto subjetivo de los delitos, esto es, el dolo exigido por los
delitos de defraudación tributaria, el mismo que supone el conocimiento de estar
realizando la conducta prevista para cada delito, pero que, puede ser evaluada desde
un punto de vista psicológico o normativo.8
6
En un primer momento el artículo 7º de la LPT estableció que la acción penal en los delitos de defraudación
tributaria solo se podrá ejercer por el Ministerio Público previa denuncia del Órgano Administrador del Tributo. Este
artículo fue sustituido por la Segunda Disposición Modificatoria y Derogatoria del DLG Nº 957 – Código Procesal
Penal de 2004, en el sentido que el Ministerio Público no requiere de la denuncia del Órgano Administrador del
Tributo para ejercer la acción penal.
7
Las normas penales secundarias o también denominadas ley penal, en su sentido completo incluyen un
presupuesto de hecho -delito- y una consecuencia -pena-. Véase MUÑOZ CONDE, Francisco y Mercedes García
Arán. Derecho Penal-Parte General. Cuarta Edición. Tirant lo Blanch. Valencia. 2000. pp. 36-43.
8
Actualmente se debate en el derecho penal si el contenido del dolo debe deducirse de los actos exteriorizados del
sujeto o debe ser atribuido al sujeto en función del rol social que desempeña y de las circunstancias concretas del
2
II. LA LEY PENAL TRIBUTARIA COMO LEY PENAL ESPECIAL
Con relación a la ubicación de la LPT como ley penal especial fuera del Código Penal
se suele afirmar que dicho mecanismo permite incorporar en una misma norma penal
los aspectos penales y procesales penales aplicables a los delitos tributarios, lo cual a
su vez fortalece los fines preventivos perseguidos por esta figura delictiva, al ubicar en
un solo texto el tratamiento integral y particularizado de los delitos tributarios. De otro
lado, se indica que la dispersión de los delitos en leyes penales especiales no favorece
los fines preventivos, en tanto, la incorporación en un solo texto -Código Penal- le
otorga mayor identidad y solidez a la materia penal, pudiendo a su vez, favorecer la
aplicación del derecho penal en forma homogénea y garantista, siendo también una
facilidad para las personas el tener que recurrir a un solo texto legislativo para ubicar
cuáles conductas tienen relevancia penal.9
De igual modo, la LPT no contempla los supuestos de colaboración eficaz, los mismos
que están ubicados en el Decreto Legislativo Nº 815 – “Ley de Exclusión y Reducción
de Penas, Denuncias y Recompensas en los casos de delito e infracción tributaria”.
Así, también la LPT no contiene el delito de “Elaboración y Comercio Clandestino de
Bienes”, respecto del cual se tiene acuerdo que constituye un delito tributario,
encontrándose ubicado actualmente en el artículo 271º y 272º del Código Penal.
Cabe agregar que por expreso mandato de la Norma X del Código Penal, las normas
generales del Código Penal son aplicables a las leyes penales especiales, con lo cual,
una serie de aspectos para la configuración del delito tributario requieren ser
completados por las normas del Código Penal. En tal sentido, resultan en principio,
aplicables todas las normas ubicadas en la Parte General del Código Penal.
De otro lado, alguno de los aspectos contenidos en la LPT no han cumplido con
garantizar la aplicación del derecho penal tributario en forma homogénea 10. Así
tenemos, el ejercicio de la acción penal que según la LPT sólo podía ser ejercitada por
el Ministerio Público previa denuncia del Órgano Administrador del Tributo, aspecto
que fuera modificado por la Segunda Disposición Modificatoria y Derogatoria del
Código Procesal Penal de 200411, disponiendo que el ejercicio de la acción penal
caso.
9
Véase numeral 1 de la Exposición de Motivos de la Ley Penal Tributaria-Decreto Legislativo N° 813 referido a la
necesidad de una norma especial. Asimismo, para una ampliación del análisis crítico en torno a la regulación de los
delitos a través del Código Penal y las leyes penales especiales, véase TERRADILLOS BASOCO, Juan. Sistema Penal y
Estado de Derecho-Ensayos de Derecho Penal. ARA Editores. Lima. 2010. pp. 81-108.
10
Véase Cornelius Prittwitz: “El Derecho Penal en la Encrucijada: ¿Abolición, diversificación, volver a la razón o
entrar en razón?” COMPLETAR DATOS
11
Véase la Segunda Disposición Modificatoria y Derogatoria, numerales 5 -referido al artículo 7 del Decreto
Legislativo N° 813- y el numeral 6 -referido al artículo 8 del Decreto Legislativo N° 813-. El artículo 1 de la Ley N°
28671 de fecha 31 de enero de 2006, Ley que modifica la entrada en vigencia del Código Procesal Penal y dicta
3
depende exclusivamente del Ministerio Público, aunque incluyendo una serie de
atribuciones del Ministerio Público frente a la Administración Tributaria y una serie de
obligaciones de ésta. Asimismo, el tratamiento de la caución que fuera prevista en la
LPT ligándola a un porcentaje de la deuda tributaria ha sido reiteradamente inaplicada
por los jueces ejerciendo el control difuso. También merece señalarse las distintas
exigencias para la aplicación de las “Consecuencias Accesorias” previsto en la LPT
respecto de las exigidas por el Código Penal, originando dificultades en su aplicación.
Por lo dicho, la LPT al haber sido configurada como ley penal especial no ha
conseguido un mayor efecto preventivo sino justamente ha dificultado la comprensión
de dicho delito12, al evidenciar un tratamiento disperso de los aspectos necesarios para
la aplicación del delito tributario, y a su vez, ha originado que no se aplique en forma
homogénea el derecho penal, lo cual se constata en la necesidad de aplicar por parte
de los jueces el control difuso en la determinación de la caución, o de modificar las
normas en el caso del ejercicio de la acción penal.
En tal sentido, hubiera sido preferible que las conductas típicas contenidas en la LPT
se hubieran mantenido en el Código Penal13, lo cual, desde un punto de vista
sistemático facilitaría establecer los alcances del delito tributario y su relación con los
otros delitos. A nuestro entender, las penas para los delitos tributarios previstos en la
LPT no guardan necesaria coherencia con las previstas para otros delitos, lo cual, en
la práctica ha originado que a pesar que la LPT establece penas altas para
determinados delitos tributarios, los jueces, al momento de determinar la pena,
apliquen penas incluso inferiores al mínimo legal del delito tributario específico, sin que
existan claras causas de reducción de pena.
1. Consideraciones Generales:
Efectivamente, toda ley penal puede ser interpretada en función de otras leyes
-método sistemático-14, lo cual adquiere mayor énfasis cuando se trata de leyes
normas complementarias para el proceso de su implementación, ha dispuesto la vigencia de dichos numerales a
partir del 01 de julio de 2006.
12
No se trata solamente de la dificultad emanada de su naturaleza como delito económico, que implica constantes
remisiones a normas extrapenales, sino que las propias leyes de naturaleza penal tributaria se encuentran dispersas.
13
Los artículos 268º y 269º del Código Penal que regulaban los delitos de defraudación tributaria y modalidades,
respectivamente fueron derogados mediante la Sétima Disposición Final y Transitoria del Decreto Legislativo N° 813,
Ley Penal Tributaria, e incorporados con algunas modificaciones en la referida Ley.
14
En un sentido estricto, la interpretación sistemático, lógico sistemática, como prefieren calificarla algunos autores,
trata de develar el significado del tenor de la ley partiendo del contexto en que ésta se halla ubicada y de la relación
del precepto controvertido con otros preceptos en el seno del ordenamiento jurídico, entendido este como un todo
4
relacionadas. En el caso de la LPT, respecto de los delitos descritos, no cabe duda
alguna que están sujetos a una sistemática interna en la cual, cada uno de ellos puede
ser interpretado respecto de su ámbito de aplicación y alcances en función de los
demás, debiendo generar esa interpretación una suerte de coherencia y consistencia.
Ahora bien, esta coherencia entre los delitos de defraudación tributaria por el particular
ámbito en el que se producen -procedimientos tributarios- debe guardar también
coherencia y orden en función del ámbito tributario que pretende regular. Así, y a título
de ejemplo las conductas constitutivas de delito de defraudación tributaria deben estar
agrupadas en función de un mismo ámbito situacional previsto en la ley tributaria, en
tanto, así mantendrán homogeneidad e igualdad de intensidad en la afectación al bien
jurídico protegido o a la defraudación de la expectativa normativa.
De igual modo, aunque de manera aún más general, las leyes penales deben guardar
coherencia y respeto a las normas constitucionales. Así, la interpretación sistemática
no sólo abarca el contenido particular de la norma penal bajo análisis -diversos delitos
contenidos en la LPT- y de las normas que prevén el entorno en que se realiza la
conducta -leyes tributarias- sino también de las normas que fijan principios y
directrices constitucionales.15
Los delitos contenidos en la LPT se encuentran ubicados del artículo 1º al 5º. Es así,
que cada una de las conductas constitutivas de delito de defraudación tributaria debe
al mismo tiempo diferenciarse de las otras y vincularse a éstas a través de un distinto
ámbito situacional tributario. Todo ello además en pleno respeto a los principios
emanados de las normas constitucionales
Describiendo la norma penal una situación dialogante, en el caso del delito tributario,
este diálogo, se lleva a cabo con la Administración Tributaria, la cual, espera o tiene la
expectativa de un determinado comportamiento del deudor tributario. Dicho
comportamiento se encuentra normativizado en un primer momento en la ley tributaria
y en un segundo momento en la ley penal tributaria. Efectivamente, respecto del
fraude tributario, puede sostenerse que la ley tributaria establece y por ende espera
que los deudores tributarios liquiden sus obligaciones tributarias correctamente, en
base a los componentes que para ello fijen las normas tributarias del concreto tributo;
mientras que la ley penal tributaria, espera que los deudores tributarios no utilicen
dolosamente el engaño para liquidar sus obligaciones tributarias en perjuicio del Fisco.
orgánico y coherente. La interpretación sistemática parte de la idea de que las leyes se integran armoniosamente en
un complejo superior orgánico (sistema) y estructurado, dotado de una poderosa lógica interna, que confiere a las
mismas un sentido general o contextual global. Véase GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio. Derecho Penal Parte
General. Editorial Universitaria Ramón Areces. Jurista Editores. Lima. 2009. pp. 783.
15
La interpretación lógico-sistemática busca el sentido de los términos legales a partir de su ubicación dentro de la
ley y su relación con otros preceptos, desde la perspectiva de la necesaria coherencia del ordenamiento jurídico.
Véase MUÑOZ CONDE, Francisco y Mercedes García Arán. Op. Cit. pp. 138.
16
Véase MÜSSIG, Bernd. “Aspectos teórico-jurídicos y teóricos-sociales de la imputación objetiva en el Derecho
Penal. Puntos de partida para una sistematización”. En: Teorías de sistemas y Derecho Penal. AA.VV. ARA Editores.
Perú. 2007. pp. 254.
5
Como puede observarse, la norma tributaria no es idéntica a la norma penal tributaria,
pero existe una relación estrecha, en tanto, la norma penal tributaria no puede
desvincularse del ámbito situacional establecido por la ley tributaria, limitándose en
todo caso, a incorporar otros elementos que justifiquen la intervención penal, a través
de incluir una mayor antijuricidad material17.
Cabe indicar que, estas relaciones normativizadas otorgan a la conducta del deudor
tributario un significado social, y en consecuencia en el ámbito de los delitos
económicos, en este caso de los delitos tributarios, el significado de la conducta
realizada por el deudor tributario no puede determinarse en función de su finalidad o
causalidad sino de su significado social.18
17
Esta mayor antijuricidad material está destinada a distinguir la infracción del delito de defraudación tributaria.
18
Véase JAKOBS, Günther. La imputación objetiva en Derecho Penal. Editorial Grijley. Perú. 1998. pp. 41-64 y FEIJOO
SÁNCHEZ, Bernardo. Imputación Objetiva en Derecho Penal. Instituto Peruano de Ciencias Penales. Editorial Grijley.
Perú. 2002. pp. 23-194.
19
Véase GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico-Parte General. ARA Editores E.I.R.L. 2003. Lima. pp. 160-
162..
6
El método de interpretación sistemático por ubicación de la norma 20 supone establecer
que la norma jurídica a interpretar se encuentra dentro de un conjunto o subconjunto
normativo que le otorga un determinado sentido. En relación a los supuestos de
fraude en la liquidación de la obligación tributaria de pago, la ley penal se ubica dentro
del conjunto normativo abarcado por las leyes tributarias que establecen los criterios
para la determinación de la obligación tributaria de pago.
Por esto, sólo es posible encontrar el sentido de la ley penal en función del marco
establecido por la ley tributaria en tanto pertenecen al mismo conjunto normativo.
Al respecto, es necesario señalar que la ley tributaria prevé en función de cada tributo
en particular, entre otros, la forma de liquidar la obligación tributaria, estableciendo los
elementos que deben utilizarse para dicha liquidación, los formatos en los cuales debe
presentarse dicha liquidación, el sujeto encargado de efectuar y/o confirmar la
liquidación, la exigibilidad del pago de la obligación determinada22.
En los tres artículos referidos se hace clara alusión a la liquidación del tributo, en tanto
los términos “deja de pagar el tributo”, “anular o reducir el tributo a pagar”, “no entregar
… el monto de las retenciones o percepciones de tributos” y “deja de pagar los
tributos a su cargo” realizados de forma fraudulenta, sólo pueden estar ubicados en
directa relación a la falta de pago de la obligación tributaria, la misma que sólo es
posible de efectuar a través del proceso de determinación o liquidación de la
obligación tributaria de pago.
A su vez, y por la propia forma en que se han estructurado los artículos antes
mencionados: el artículo 2º señala que es una modalidad de defraudación tributaria y
el artículo 3º indica que se configura por la realización de las conductas previstas en
los artículos 1º y 2º, resulta necesario establecer los elementos que tienen en común.
De una primera mirada de los referidos artículos, podemos señalar que el artículo 1º
constituye el delito básico de defraudación tributaria, el artículo 2º las modalidades del
delito básico y el artículo 3º las formas atenuadas del delito básico y de las
modalidades. Esto, que ya es un avance, sin embargo, no permite aún distinguir
claramente el ámbito de aplicación de cada uno de los delitos antes mencionados.
Por ello, es conveniente desarrollar con mayor detalle la configuración típica del delito
básico y luego lo relacionaremos sistemáticamente con las modalidades y las formas
atenuadas.
hecho. Günther Jakobs-Manuel Cancio Meliá. Rubinzal-Culzoni Editores. Argentina. pp. 90-91.
8
3.3 El delito básico de Defraudación Tributaria (artículo 1º de la LPT)
a) Aspectos Generales
El delito básico exige un sujeto activo especial, esto es, el deudor tributario 24. Esta
aseveración fluye del propio texto del tipo penal: “El que … deja de pagar los tributos
que establecen las leyes”, en donde el único que puede dejar de pagar esos tributos
es el deudor tributario, ya que sólo en él recae esa obligación de acuerdo a la ley
tributaria.
El delito bajo revisión exige que el sujeto activo especial realice una conducta
fraudulenta o de engaño, lo cual genera que su conducta se dirija a la Administración
Tributaria y la induzca en error respecto del quantum de su obligación tributaria de
pago, lo cual le permita anular o reducir el monto a pagar por concepto de tributo.
Resulta claro en este artículo que la obligación tributaria de pago es respecto del
tributo a liquidar. No se trata de pagos a cuenta ni de retenciones o percepciones a
entregar.
Como lo dijimos en el inciso a), el engaño del sujeto activo, que le puede permitir dejar
de pagar o reducir el monto del tributo sólo es posible de realizar en función del
procedimiento previsto en la ley tributaria para la liquidación del tributo. Con lo cual, la
conducta debe efectuarse en función de las variables previstas en la ley tributaria.
De esta forma, habrá que estar a los elementos o variables que sirven para determinar
la obligación tributaria de pago de cada tributo, a fin de establecer si dichos elementos
o variables han sido utilizados fraudulentamente. A su vez, este fraude o engaño debe
generar que la Administración Tributaria sea inducida a error, esto es, considere como
cierta la determinación de la obligación tributaria de pago efectuada por el deudor
tributario. Al respecto, la definición o alcance del término engaño y la capacidad de
inducir a error de ese engaño requieren de un mayor desarrollo, el mismo se ha dejado
para el acápite siguiente, debiendo sólo aquí insistir en que se requiere del engaño
que induzca a error para la configuración típica del delito básico de defraudación
tributaria.
24
El artículo 7 del Código Tributario define al deudor tributario en los siguientes términos: “Deudor tributario es la
persona obligada al cumplimiento de la prestación tributaria como contribuyente o responsable”. La noción de
contribuyente y responsable se encuentra prevista en los artículo 8 y 9 de dicho cuerpo normativo.
9
por no incluir ingresos gravados o consignar compras falsas en la Declaración
Tributaria.
Además, del engaño y la inducción a error se requiere que se deje de pagar el tributo
establecido en la ley, lo cual se produce por haber efectuado una determinación o
liquidación falsa que produce una obligación tributaria de pago del tributo que no
corresponde a la realidad, por ser menor o anular la que debió determinarse con base
en las leyes tributarias. En este aspecto, debe concluirse que no basta la liquidación
fraudulenta sino que ésta produzca efectos materiales evidenciados por la ausencia o
la disminución del pago del tributo. De esto se deduce que aquella liquidación
fraudulenta que aumente créditos o saldos a favor del deudor tributario, pero que no
disminuya o anule efectivamente el tributo a pagar carecerá de relevancia penal.
b) El engaño
El tipo básico del delito de defraudación tributaria establece como elemento nuclear
del comportamiento el engaño, esto es, el componente defraudatorio 25, el mismo que
es señalado como el elemento que distingue el delito de la infracción tributaria.
Es por ello que resulta necesario definir los alcances del término engaño, el cual
permitirá diferenciar esta conducta de las contenidas como infracción tributaria por
proporcionar datos falsos en las Declaraciones Tributarias, lo cual a su vez
fundamentará una mayor antijuricidad material y por ende la justificación de la
aplicación de una pena.
Claro está que el engaño no es suficiente para completar la configuración del delito, en
tanto, también se requiere, como lo señalamos que ese engaño origine que el obligado
tributario determine o liquide falsamente su obligación tributaria de pago y con ello no
abone el crédito que exista a favor del Fisco.
La exigencia de engaño está contenida en el artículo 1º de la LPT, que indica: “El que,
…, valiéndose de cualquier artificio engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta,
deja de pagar en todo o en parte los tributos que establecen las leyes…”.
Respecto del primer nivel, la interpretación del engaño se producirá en función del
mecanismo que hubiera fijado el concreto tributo para su liquidación. Deberá tomarse
en cuenta si el tributo es liquidado sólo por el deudor tributario, sólo por la
Administración Tributaria o conjuntamente, y cuáles son las reglas que intervienen en
ese procedimiento de liquidación.
En tal sentido, será diferente el contenido del término engaño cuando sólo el deudor
tributario efectúe la liquidación, en tanto, la Administración Tributaria sólo tendrá
información proporcionada por el deudor tributario y de acuerdo a las leyes tributarias
deberá considerar que las mismas son veraces. Cuestión distinta se producirá cuando
la liquidación esté a cargo sólo de la Administración Tributaria, en tanto, en este caso,
sólo competerá al deudor tributario reconocer si dicha liquidación es correcta. Como
puede observarse el alcance del término engaño estará circunscrito al significado legal
tributario que le otorguen las leyes tributarias a la conducta del deudor tributario. Así
podemos señalar que, de acuerdo a la ley tributaria lo declarado por el deudor
tributario se presume veraz y legalmente tiene que aceptarse, salvo fiscalización
posterior, con lo cual, en principio lo declarado por el deudor tributario constituye un
acto cuyo significado social normativo es suficiente para inducir a error a la
Administración Tributaria.
Con relación al segundo nivel, que necesariamente parte del mecanismo establecido
en el primer nivel, debemos señalar que en el caso de autoliquidación debe
considerarse, entre otros, los siguientes aspectos a cargo del deudor tributario:
realización de las operaciones que configuran el hecho imponible, anotación y/o
registro de dichas operaciones en los Libros y/o Registros Contables, presentación o
falta de presentación de la Declaración Tributaria Determinativa de las obligaciones
26
En la estafa el engaño, desde un punto de vista social, debe inducir o mantener en error al sujeto pasivo y da lugar
al perjuicio patrimonial por el acto de disposición patrimonial del sujeto pasivo de la acción delictiva; mientras que
el engaño como elemento del delito de defraudación tributaria tiene una función distinta enfocada en dejar de
pagar y no en provocar un perjuicio patrimonial estructurado en función del acto de disposición patrimonial del
sujeto pasivo que ha sido inducido o mantenido en error..
27
El mero incumplimiento de obligaciones tributarias, en su caso, únicamente conllevara a la comisión de una
infracción administrativa más no a la comisión de un delito tributario, pues si bien la vulneración de una norma
tributaria es condición necesaria para ello no es suficiente pues además se requiere la configuración de los
elementos del tipo penal indicado, entre los que se encuentra el engaño.
11
tributarias de pago del tributo ante la Administración Tributaria y pago total o parcial del
tributo determinado, presentación de otras Declaraciones Tributarias determinativas de
obligaciones tributarias de pago, presentación de Declaraciones Tributarias
informativas a la Administración Tributaria y entrega de información a la Administración
Tributaria con ocasión de fiscalizaciones o verificaciones que esta efectúe.28
a) Aspectos Generales
28
Para mayor detalle véase en prensa: Bramont-Arias Torres, Luis Felipe: “El Engaño Exigido por el Delito de
Defraudación Tributaria” en Revista Peruana de Derecho de la Empresa No. 68: "Derecho Penal y Empresa",
Editorial: Asesorandina SRL, Febrero de 2010, Lima, Perú. Febrero 2009.
12
b) No entregar al acreedor tributario el monto de las retenciones o percepciones de
tributos que se hubieren efectuado, dentro del plazo que para hacerlo fijen las
leyes y reglamentos pertinentes.”
Resalta de forma inmediata que la propia LPT señale que las conductas punibles
descritas en el artículo 2º constituyen modalidades del delito de defraudación tributaria
y que la sanción es la misma que está prevista en el artículo 1º de la LPT. Cabe
agregar que la exposición de motivos de la LPT señala al referirse a las modalidades
que se trata de conductas que no se derivan fácilmente del tipo básico, por lo cual, se
entiende era necesario consignarlas expresamente. Siendo así, deberá entenderse
que dichas conductas -las modalidades- ya están incluidas en el delito básico de
defraudación tributaria, pero que, para efectos de precisar y excluir cualquier duda,
fueron expresamente señaladas como conductas punibles.
En esta línea tenemos que la técnica de tipificación de delitos que tienen vinculación
entre sí, se ha efectuado a través de delitos básicos, figuras agravadas y figuras
atenuadas. Así también se puede utilizar para distinguir la aplicación de los tipos
penales, el supuesto de concurso aparente de delitos, en especial los casos de
especialidad y consunción.29
Por su parte, el concepto de especialidad entre los delitos está ligado a que dos o más
delitos protejan un mismo bien jurídico o expectativa normativa y que uno de ellos
contenga todos los elementos del otro y agregue además una circunstancia especial,
que origine que se desplace la aplicación del delito general por el especial. Se tiene
por ejemplo, el delito de homicidio doloso (artículo 106º del Código Penal) respecto del
delito de parricidio (artículo 107º del Código Penal), el último contiene todos los
elementos del primero pero además agrega una particularidad basada en el
parentesco, lo cual lo hace especial frente al homicidio que sería general.
En el caso de consunción, una ley penal desplaza a otra en razón que la conducta
realizada se subsume parcialmente en una figura delictiva, mientras se incluye
totalmente en otra. Se tiene por ejemplo, el delito de coacción (artículo 151º del
Código Penal) que contiene la afectación a la libertad de obrar a través de la conducta
de violencia o amenaza, respecto del delito de extorsión (artículo 200º del Código
Penal) que contiene también la afectación a la libertad de obrar, pero precisa que la
conducta de violencia o amenaza debe destinarse a la afectación patrimonial.
29
Véase Bramont-Arias Torres, Luis Miguel: Manual de Derecho Penal – Parte General, Tercera Edición, Eddili, Lima,
Perú, 2005, pag. 393-395..
13
De lo dicho, hasta ahora, es posible sostener que las modalidades no pueden ser
consideradas como figuras agravadas o atenuadas, en tanto de una simple lectura se
verifica que el artículo 2º de la LPT no remite a los elementos contenidos en el artículo
1º de la LPT, más bien, incluye otros elementos. Asimismo, el artículo 2º de la LPT no
puede ser considerado una figura agravada o atenuada, dado que la pena prevista es
la misma que para el delito básico. Ahora respecto de que se trate de un delito
especial, tampoco puede aceptarse, porque no hay relación de delito general a
especial sino en todo caso aspectos en común. Con relación a la consunción, esto es,
a que se afecta a otro interés protegido a través de precisar la conducta, dicha
situación no resulta aplicable por estar enmarcados tanto el artículo 1º como el 2º de la
LPT en el cumplimiento de la norma que espera de los deudores tributarios la correcta
liquidación de las obligaciones tributarias de pago.
De esta manera, lo que tiene en común el delito básico y la modalidad está reflejado
por el significado del acto del deudor tributario que revela la voluntad particular de
contradecir la expectativa normativa consistente en no utilizar el fraude para liquidar
las obligaciones tributarias de pago. Lo que une al delito básico y a la modalidad es la
representación de la voluntad objetiva atribuible al sujeto que desautoriza la vigencia
de la norma penal30, esto es, viola la expectativa normativa contenida en la ley penal.
Siendo así, las modalidades constituyen formas variables de realizar lo mismo que el
delito básico, lo cual no supone los mismos elementos sino conductas diversas que
revelen la misma voluntad de violar el mandato normativo, en el concreto ámbito
situacional. Se trata de hacer lo mismo, pero no a través de la misma conducta sino a
través del significado de dicha conducta respecto de la norma penal.
30
Véase Heiko Lesch en “Intervención delictiva e imputación objetiva”, traducción de Javier Sánchez-Vera Gómez-
Trelles, Universidad Externado de Colombia, Centro de Investigaciones de Derecho Penal y Filosofía del Derecho,
Marzo de 1995, Bogotá, Colombia, pag. 83-96.
14
b) La modalidad de ocultamiento de bienes, rentas, patrimonio, ingresos o
consignar pasivos total o parcialmente falsos para dejar de pagar el tributo
Luego de haber definido la modalidad en los términos antes señalados, para efectos
de la configuración típica se requiere una conducta defraudatoria o de engaño
respecto de la liquidación de las obligaciones tributarias de pago, que perjudique
materialmente al Fisco.
Ahora bien, resulta evidente que el ocultar a la Administración Tributaria factores que
influyen en la liquidación de la obligación tributaria de pago constituye una conducta de
engaño, y en consecuencia por esta sola precisión no hubiera sido necesario recurrir a
la técnica legislativa de las modalidades. Es por ello, que deberá analizarse el tipo
penal completo para establecer si estamos frente a una modalidad en los términos
antes definidos o frente a una repetición de lo que ya está consignado en el delito
básico de forma clara.
Es más, de la lectura del inciso a) del artículo 2 de la LPT se tiene que la conducta
defraudatoria -ocultar bienes, ingresos, rentas, o consignar pasivos falsos- no requiere
que se cause perjuicio al Fisco por falta de pago del tributo, en tanto, la consumación
del delito se realiza con ese ocultamiento o consignación y el ánimo de dejar de pagar
en el futuro el tributo, lo cual se deduce de la unión que realiza este tipo penal de la
conducta con el móvil del sujeto activo. Efectivamente se señala que las conductas se
realizan “para dejar de pagar el tributo”. No se exige que se deje de pagar el tributo
como establece el artículo 1º de la LPT sino que la conducta se realice para dejar de
pagar el tributo, lo cual supone que este dejar de pagar se producirá eventualmente
luego de realizada la conducta.
De una revisión, del inciso a) del artículo 2 de la LPT se encuentra plena armonía
entre lo allí señalado -ocultar rentas o consignar pasivo falsos- y la defraudación de la
liquidación de la obligación tributaria de pago del pago a cuenta 31. Es más, en el caso
del Impuesto a la Renta, al ocultar bienes o consignar pasivos falsos se liquida una
menor obligación de pago por concepto de pago a cuenta sin que se deje, en ese
momento, de pagar el tributo, lo cual podrá suceder en el momento en que se liquide
el tributo Impuesto a la Renta, dentro de los tres meses siguientes al ejercicio
gravable.
31
Los artículos de la Ley del Impuesto a la Renta fijan la forma de determinar los pagos a cuenta, los mismos que se
liquidan en función de los ingresos, rentas o de calcular el coeficiente en función del balance de la empresa, el
mismo que tiene como uno de sus factores a los gastos -pasivos que se consideren como tales-.
16
Es más, desde un punto de vista sistemático por comparación con otras normas, el
inciso a) del artículo 2º de la LPT no requiere que se deje de pagar el tributo que
finalmente se liquide fraudulentamente, ya que esa conducta se encuentra contenida
en el artículo 1º de la LPT, requiriendo sólo para su plena configuración que se deje de
pagar el pago a cuenta en forma fraudulenta. Incluso el inciso a) del artículo 2º de la
LPT se configura plenamente cuando se deje de pagar fraudulentamente el pago a
cuenta y luego, en un momento posterior, se liquide correctamente el tributo, dado
que, no existe una relación de dependencia entre uno y otro tipo penal.
De esta manera, hemos encontrado el sentido del inciso a) del artículo 2º de la LPT y
su ubicación como modalidad del delito básico previsto en el artículo 1º de la LPT,
determinado que ambos tipos penales contienen supuestos de hecho distintos pero
unidos en la misma ratio legis, y que por ende pueden producirse en forma
independiente. Efectivamente, podría producirse el caso en que un deudor tributario
oculte sus ingresos y con ello disminuya su liquidación por concepto de IGV, supuesto
en el cual solo se podría aplicar el artículo 1º de la LPT referido a la liquidación
fraudulenta del tributo; mientras que, si el deudor tributario oculta sus ingresos y con
ello disminuye su liquidación por concepto de pago a cuenta del Impuesto a la Renta
se aplicaría únicamente el inciso a) del artículo 2º de la LPT.
17
En la exposición de motivos se sustenta esta modalidad haciéndola equivalente a un
supuesto de apropiación ilícita, esto es, a que se trata de un abuso de confianza en el
cual, el agente de retención o percepción se apropia de los montos retenidos o
percibidos y no los entrega a la Administración Tributaria. Esta posición tiene
inconvenientes, dado que, siendo una modalidad del delito básico se requiere el
engaño que induzca en error a la Administración respecto de los montos retenidos o
percibidos y además porque al haber efectuado el deudor tributario la retención o
percepción se constituye como el único obligado tributario, lo cual lleva a que en los
supuestos que no entregue la retención o percepción se convierta en un deudor frente
al Fisco, situación que no puede generar relevancia penal por expreso mandato
constitucional, en el cual se prohíbe la prisión por deudas32.
El artículo 18º del Código Tributario señala quiénes además del contribuyente son
responsables ante la Administración Tributaria, incluyendo a los agentes de retención
y/o percepción. Asimismo, el artículo 10º del Código Tributario establece que los
agentes de retención y/o percepción son designados por la ley o en su defecto por
Decreto Supremo, y que son sujetos que, por razón de su actividad, función o posición
contractual estén en posibilidad de retener o percibir tributos y entregarlos al acreedor
tributario. Adicionalmente la Administración Tributaria podrá designar como agente de
retención o percepción a los sujetos que considere que se encuentran en disposición
para efectuar la retención o percepción de tributos
32
CITAR NORMA CONSTITUCIONAL
33
CITAR ARTÍCULOS Véase Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto a la Renta- Decreto Supremo N° 179-2004-
EF.
34
CITAR ARTÍCULOS Véase Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo
al Consumo-Decreto Supremo N° 055-99-EF.
18
Retomando la interpretación por ubicación de la norma, la misma supone que la
liquidación de la obligación tributaria de pago denominada retenciones o percepciones
se ciña a lo establecido en el concreto procedimiento de liquidación que supone la
Declaración Tributaria del monto retenido o percibido dentro del mes siguiente a haber
efectuado la retención o percepción, así como la entrega de dicho monto al Fisco.
Con relación a la interpretación por comparación con otras normas, debe considerarse
que la presente norma tiene la condición de modalidad del delito básico de
defraudación tributaria, por lo cual rige lo señalado respecto de la modalidad
anteriormente analizada, lo cual implica que se ubique dentro de la defraudación de
obligaciones tributarias de pago que causa perjuicio al Fisco.
Para ser más precisos, debe señalarse que los supuestos en que se declare los
montos retenidos o percibidos, pero que, no se cumpla con entregar dichos montos, no
podrán ser considerados incluidos como casos que puedan ser incorporados en la
modalidad bajo análisis, careciendo por ende de relevancia penal, manteniendo sólo
relevancia administrativa, en tanto configuran una infracción prevista en el Código
Tributario35.
35
CITAR INFRACCIÓN TRIBUTARIA
19
la exigibilidad- de información de contraste proporcionada por el propio agente de
retención y/o percepción; lo cual lleva a que la Declaración Tributaria oculta a la
Administración Tributaria la obligación tributaria de pago por concepto de retenciones o
percepciones, y a su vez, al no declararse los montos retenidos o percibidos se
produce un perjuicio al Fisco.
a) Aspectos Generales
"El que mediante la realización de las conductas descritas en los Artículos 1 y 2 del
presente Decreto Legislativo, deja de pagar los tributos a su cargo durante un ejercicio
gravable, tratándose de tributos de liquidación anual, o durante un período de 12
(doce) meses, tratándose de tributos de liquidación mensual, por un monto que no
exceda de 5 (cinco) Unidades Impositivas Tributarias vigentes al inicio del ejercicio o
del último mes del período, según sea el caso, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de 2 (dos) ni mayor de 5 (cinco) años y con 180 (ciento ochenta) a
365 (trescientos sesenta y cinco) días-multa.
Tratándose de tributos cuya liquidación no sea anual ni mensual, también será de
aplicación lo dispuesto en el presente artículo."
A su vez, el presente delito que describe las conductas de los artículos anteriores,
colocando un monto máximos dejado de pagar, le asigna a estas conductas una pena
de 2 a 5 años de privación de libertad, la cual resulta menor a la consignada en los
artículos 1º y 2 de la LPT, cuyas penas oscilan entre 5 y 8 años de pena privativa de
libertad.
Por lo dicho, se trata de un tipo atenuado, en tanto contiene las mismas conductas de
otros tipos penales, pero una circunstancias que en el sentido de la ley, le otorga
menor gravedad y por ende tiene prevista una menor pena. No se trata como en las
modalidades de realizar lo mismo pero de otro modo, sino de realizar exactamente lo
mismo con una circunstancia que afecte en menor medida al bien jurídico o que
comunique una menor defraudación de la expectativa normativa.
20
Sin embargo, la descripción de la circunstancia atenuante está consignada señalando
que “el monto por concepto de tributos no exceda de 5 Unidades Impositivas
Tributarias”; lo cual origina un problema en la remisión al artículo 2º de la LPT, ya que
según hemos señalado al referirnos a las modalidades, en las misma no existe tributo
dejado de pagar sino en la modalidad del inciso a) pago a cuenta dejado de pagar, y
en la modalidad del inciso b) retenciones o percepciones dejadas de pagar. Surge
como consecuencia de lo señalado que, la circunstancia atenuante no podría ser
aplicada al artículo 2º de la LPT, en tanto en éste no existe tributo dejado de pagar
sino que se deja de pagar otro tipo de obligaciones tributarias (pagos a cuenta,
retenciones o percepciones).
Es por ello que, se requiere una interpretación sistemática por comparación con las
propias normas que cita el presente artículo. Esto es, debe compararse cómo
resultaría compatible los alcances del delito atenuado con el delito básico de
defraudación tributaria (artículo 1º de la LPT) y con las modalidades del delito de
defraudación tributaria (artículo 2º de la LPT).
a) Aspectos Generales:
“La defraudación tributaria será reprimida con pena privativa de libertad no menor de 8
(ocho) ni mayor de 12 (doce) años y con 730 (setecientos treinta) a 1460 (mil
cuatrocientos sesenta) días-multa cuando:
36
El artículo III del Título Preliminar del Código Penal regula la prohibición de la analogía para calificar un hecho
como delito o falta, definir un estado de peligrosidad o determinar la pena o medida de seguridad. Es así que, a
través de dicho artículo se regula la prohibición expresa de analógicamente in malam partem las normas penales, en
relación a los contextos determinados mediante la misma.
22
De acuerdo a lo sostenido hasta aquí, los artículos anteriormente revisados aluden a la
liquidación fraudulenta de la obligación tributaria de pago, y en tal sentido hacen
referencia expresa a la falta de ingreso de la prestación exigida por la obligación
tributaria, que pueda estar referida a pagar el tributo, el pago a cuenta, las retenciones
o las percepciones.
Sin embargo, de una revisión, del presente artículo, se puede constatar que no se
hace referencia alguna a la falta de ingreso de dichos conceptos, sino que se alude a
la obtención, de manera general, de beneficios fiscales -exoneraciones,
inafectaciones, reintegros, crédito fiscal, devoluciones e incentivos-, o de derechos
fiscales -compensaciones o devoluciones-, a través de maniobras fraudulentas.
No se exige por ende que se deje de pagar el tributo, sino que en un momento previo
a la liquidación de éste, el sujeto se coloque en una situación que no resulte obligado
al pago (exoneraciones o inafectaciones); o resulte obligado a un pago disminuido
respecto a los demás (crédito fiscal); o sea objeto de devolución de impuestos
(reintegro o devoluciones). Así, también se incluyen supuestos en los cuales el sujeto
si resultó obligado al pago, pero el pago efectuado resultó indebido o en exceso, y por
ende solicita se reconozca tal situación (compensaciones o devoluciones).
Cabe en este momento mencionar, que la exigencia del presente artículo de la LPT no
se reduce al engaño en sentido general al señalar simulación de hechos, sino a un
especial tipo de engaño que supone relacionarse con la víctima y entregar alguna
evidencia de haber realizado un hecho. No basta, en consecuencia con afirmar
hechos falsos sino que se requiere demostrar, fraudulentamente, que se han
producido. Este razonamiento es coherente con la conducta prevista en este artículo:
“simulando la existencia de hechos…”; así como con el resultado establecido:
“obtenga exoneraciones o inafectaciones, reintegros …”, lo cual supone que la
Administración Tributaria en virtud de la simulación de hechos, otorgue, por el error en
que ha sido inducida, el beneficio o derecho fiscal.
En igual sentido, debe destacarse que el artículo bajo revisión hace alusión a la
obtención de beneficios o derechos fiscales, y no sólo al aprovechamiento o utilización
de dichos beneficios o derechos fiscales por parte del deudor tributario sin intervención
de la Administración Tributaria, lo cual ratifica la necesidad de pronunciamiento previo
de la Administración Tributaria respecto del otorgamiento o denegatoria de dicho
beneficio o derecho.
37
Primer significado consignado en la Vigésima Segunda Edición del Diccionario de la Lengua Española.
23
b) Interpretación sistemática por ubicación de la norma
De lo dicho hasta aquí puede concluirse que la ubicación de la presente norma está
vinculada al conjunto normativo tributario de beneficios o derechos fiscales que sean
otorgados a los deudores tributarios previa solicitud de éstos y evaluación a cargo de
la Administración Tributaria.
No es posible realizar un examen exhaustivo de todas las leyes tributarias que otorgan
derechos o beneficios fiscales, y discriminar al interior de ellas, cuáles requieren ser
solicitadas por el deudor tributario y evaluadas previamente por la Administración
Tributaria para su otorgamiento. Sin embargo, y a título de ejemplo resulta
conveniente revisar el Texto Actualizado del Reglamento de Notas de Crédito
Negociables aprobado por Decreto Supremo Nº 126-9438 (TARNCN), en el cual, se
establecen los procedimientos para la compensación y devolución de saldos a favor de
los exportadores, la devolución de pagos indebidos o en exceso y otros casos de
devolución de impuestos; así como la compensación prevista en el artículo 40º del
Código Tributario y la Resolución de Superintendencia Nº 175-2007/SUNAT 39 (RS Nº
175-2007) que tiene por objeto aprobar los requisitos, forma, oportunidad y
condiciones que deben cumplirse para que se efectúe la compensación a solicitud de
parte o de oficio.
Las normas tributarias antes mencionadas forman parte del conjunto normativo
vinculado a la obtención de beneficios y derechos fiscales y en consecuencia permiten
definir los alcances del artículo 4º inciso a) de la LPT.
De una simple observación de las normas referidas, se puede verificar que para la
obtención de Devolución de Saldo a Favor por Exportación el exportador solicitará la
emisión de Notas de Crédito Negociables presentado el formulario que señale la
SUNAT (artículo 7º del TARNCN); adjuntará una serie de relaciones detalladas de
documentos contables y presentará en su caso, otros documentos (artículo 8º del
TARNCN) y pondrá a disposición de la SUNAT la documentación y registros contables
(artículo 10º del TARNCN). Por su parte la SUNAT emitirá y entregará las Notas de
Crédito Negociable en un plazo computado a partir de la presentación de la solicitud
(Artículo 11º del TARNCN).
38
El presente Decreto Supremo fue emitido el 27 de setiembre de 1994 y publicado a en el Diario Oficial El Peruano
el 29 de setiembre de 1994.
39
La presente Resolución de Superintendencia fue publicada por la SUNAT el 19 de setiembre de 2007 y entró en
vigencia a partir del 01 de octubre de 2007.
24
De igual manera, en el caso de Devolución de Pagos Indebidos o en Exceso a través
de Notas de Crédito Negociable, el deudor tributario deberá presentar una solicitud de
devolución debidamente fundamentada (artículo 31º del TARNCN); el deudor tributario
deberá poner a disposición de la SUNAT la documentación y registros contables
correspondientes (artículo 31º del TARNCN). Por su parte, la SUNAT resolverá la
solicitud del deudor tributario en un plazo no mayor de 45 días hábiles contados a
partir de la fecha de presentación de la solicitud (artículo 32 del TARNCN).
Nuevamente se ratifica el hecho que los alcances del artículo bajo revisión sólo podrán
darse en función de las leyes tributarias que sean parte del mismo conjunto normativo.
De tal forma que, si las leyes tributarias establecieran que algunas exoneraciones o
inafectaciones deben ser solicitadas y previa revisión de la Administración Tributaria se
decidirá su otorgamiento o denegatoria, sí sería posible la aplicación para esas
exoneraciones o inafectaciones lo consignado en el presente artículo de la LPT.
25
su obligación tributaria de pago del IGV, en tanto dicho crédito fiscal se sustente en
facturas falsas, falsificadas o por operaciones no reales.
En nuestro concepto, dicha postura no resulta posible, dado que el crédito fiscal del
IGV no se solicita a la Administración Tributaria, no se sustenta a través de hechos ni
se obtiene de la Administración Tributaria previa verificación. En el caso del crédito
fiscal del IGV, el deudor tributario utiliza y no obtiene el crédito fiscal; no requiere
simular hechos sino declarar un monto por concepto de crédito fiscal; y la
Administración Tributaria sólo conoce de dicha utilización fraudulenta cuando realiza
una fiscalización, la cual es posterior al uso del crédito fiscal.40
En tal sentido, al no poder ubicarse el crédito fiscal del IGV dentro de los
procedimientos que suponen para su obtención, la presentación de solicitud a la
Administración Tributaria, la sustentación de requisitos, la verificación por la
Administración Tributaria y la emisión de una resolución por parte de la Administración
Tributaria, no resulta posible incluir este supuesto en el inciso a) del artículo 4º de la
LPT.
Ahora bien, ese crédito fiscal sólo podrá integrar el inciso a) del artículo 4 de la LPT
cuando en forma previa a la posibilidad de su uso deba ser solicitado, sustentado,
verificado y otorgado por la Administración Tributaria, lo cual no ocurre con el crédito
fiscal del IGV.
El inciso a) del artículo 4º de la LPT es posible de ser comparado con los otros
artículos de la LPT. En el presente trabajo podemos compararlo con lo consignado en
los artículos 1º, 2º y 3º de la LPT, los cuales están referidos a la liquidación fraudulenta
de las obligaciones tributarias de pago.
A partir de ello, debemos concluir que el inciso a) del artículo 4º de la LPT no puede
estar referido al aspecto mencionado -liquidación de obligaciones tributarias de pago-,
lo cual se puede constatar al verificar que se trata de supuestos en los cuales no se
discute ni alude a la liquidación de obligaciones tributarias sino a supuestos en que el
sujeto se encuentra exento del pago de impuestos (exoneración) o fuera del campo de
aplicación de los impuestos (inafectación); o tiene derecho a beneficios fiscales luego
de haber tributado (devolución de saldo a favor del exportador o reintegros); o solicita
se le reconozca y/o aplique ciertos derechos (compensación)
De esta manera, los supuestos consignados en los artículos 1º, 2º y 3º de la LPT son
distintos a los contenidos en el inciso a) del artículo 4 de la LPT; debiendo destacarse
40
Para mayor detalle, véase: Bramont-Arias Torres, Luis Felipe: “La utilización fraudulenta de Crédito
Fiscal en la determinación del Impuesto General a las Ventas ¿Calificación legal correcta?, en Revista
Bibliotecal del Colegio de Abogados de Lima, Año 4, Nº 6, Imprenta Aliaga SAC, Marzo de 2003, Lima,
Perú, pag. 27-62.
41
Acerca de la interpretación por comparación con otras normas véase RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit. pp. 242-
245.
26
que el último artículo mencionado tiene una pena mayor respecto de los tres primeros
artículos, lo cual supone sustentar esa diferencia.
Sin embargo, esta diferencia no es tan evidente cuando estamos frente a los
supuestos de exoneración e inafectación, en los cuales el sujeto activo del delito se
coloca en un momento anterior a la liquidación, señalando que no está obligado a
realizarla por concurrir una causal de exoneración o inafectación. De igual forma
ocurre, en los supuestos de devolución de tributos por pagos en exceso o indebidos, o
de compensaciones, en donde el sujeto activo del delito cumplió con liquidar sus
obligaciones tributarias, pero con posterioridad a ellas, y de forma fraudulenta solicita
que le devuelvan lo pagado -o parte de ello-, o le compensen dichos montos. En todos
estos casos, no se retira los ingresos recaudados por el Fisco que fueron pagados por
terceros, con lo cual resulta más complicado sustentar una mayor pena.
Es por ello, que haciendo uso de la interpretación sistemática por comparación con
otras normas, la utilización fraudulenta de crédito fiscal en el caso del IGV se ubicaría
en el artículo 1º o 3º de la LPT referido a la liquidación fraudulenta de las obligaciones
tributarias de pago -tributo-; no pudiendo estar ubicada simultáneamente en el inciso
a) del artículo 4º de la LPT.
27
IV. CONCLUSIONES
Efectivamente, a partir de ese método, resulta posible separar los delitos vinculados a
los procedimientos de liquidación de las obligaciones tributarias de pago (artículos 1º,
2º y 3º de la LPT) de los vinculados a los procedimientos para la obtención de
derechos y beneficios fiscales (inciso a del artículo 4º de la LPT), determinando sus
diferencias no sólo a partir de comparar las configuraciones típicas que presentan
(método sistemático por comparación con otras normas) sino también en función de
los procedimientos tributarios establecidos en las leyes tributarias (método sistemático
por ubicación de la norma).
28