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El parto es el proceso mediante el cual el feto sale del útero a través de la

vagina, también conocido como nacimiento.


El trabajo de parto verdadero comienza cuando las contracciones uterinas se
producen en intervalos regulares, y suelen causar dolor. A medida que los
intervalos entre las contracciones se acortan, estas se vuelven mas intensas.
Otro síntoma del trabajo de parto verdadero es el dolor de espalada que
experimentan algunas mujeres y que aumenta al caminar. El indicador mas
confiable del comienzo de parto verdadero es la dilatación del cuello uterino y
la aparición de flujo sanguinolento que contiene mucus dentro del conducto
cervical.
En el trabajo de parto falso el dolor se siente en el abdomen y a intervalos
irregulares, pero no se intensifica y el caminar no lo altera significativamente.
No se observa secreción ni dilatación cervical

El trabajo de parto verdadero se divide en tres etapas


Etapa de Dilatación
Etapa de Expulsión
Etapa Placentaria

Etapa de Dilatacion
El tiempo desde el inicio del trabajo de parto hasta la dilatación completa del
cuello uterino se denomina etapa de dilatación.
Suele durar entre 6 a 12 horas y se caracteriza por contracciones uterinas
regulares, la ruptura del saco amniótico, y la dilatación completa del cuello
uterino. Si el saco amniótico no se rompe en forma espontánea, lo debe de
hacer el profesional.
La etapa de dilatación se divide en dos fases:
Fase temprana
Fase Activa

Primera etapa: fase temprana


Una vez que las contracciones ocurran en intervalos regulares y el cuello del
útero empiece de manera progresiva a afinarse y dilatarse, habrá empezado
oficialmente el parto. Asumiendo que has llegado al final del embarazo, a
medida que pasen las horas sabrás si ha empezado el parto verdadero: las
contracciones se vuelven más dolorosas, prolongadas y frecuentes. Hacia el
final de la fase temprana, te vendrán aproximadamente cada cinco minutos y
durarán entre 40 y 60 segundos cada una. Algunas mujeres tienen
contracciones mucho más frecuentes durante esta fase, aunque tienden a ser
suaves y a durar menos de un minuto. Algunas veces, las contracciones de la
fase temprana son muy dolorosas, aunque no estén dilatando el cuello uterino
tan rápidamente como te gustaría. Si tu parto es normal, sin embargo, las
contracciones de la fase temprana no serán tan intensas como las
contracciones que aparecerán al final.

Puede que también notes un aumento de mucosidad en el flujo vaginal, que a


veces va acompañada de algunos hilos de sangre. Es lo que se conoce como
el ​tapón mucoso​ el tapón que sella el útero durante todo el embarazo).

La fase temprana del parto termina cuando el cuello del útero alcanza entre 4 y
6 centímetros de dilatación y hay un progreso más acelerado

¿Cuánto puede durar la fase activa?

Puede ser difícil predecir con exactitud cuándo comienza la fase temprana, por
lo que a menudo no es fácil decir cuánto tiempo suele durar esta fase. También
es difícil calcular el tiempo que duró en un caso en particular. La duración de la
fase temprana varía mucho y depende, en gran medida, de qué tan maduro
(dilatado y afinado) está el cuello del útero al principio del parto, y qué tan
frecuentes y fuertes sean las contracciones.

Si eres mamá primeriza y tu cuello uterino aún no se ha afinado o dilatado, esta


fase puede tardar de seis a 12 horas, aunque puede ser significativamente más
larga o más corta. Si el cuello del útero ya está muy maduro o no es tu primer
bebé, es probable que esta fase transcurra mucho más rápido.
Primera etapa: fase activa
El parto activo es cuando las cosas empiezan a acelerarse. Las contracciones
se vuelven más frecuentes, largas e intensas, hasta el punto que cuando las
tienes se te dificulta hablar. El cuello del útero comienza a dilatarse más
rápidamente, hasta alcanzar 10 centímetros de dilatación. A la última parte de
la fase activa del parto, cuando el cuello del útero aumenta de 8 centímetros a
los 10 centímetros de dilatación, se le llama fase de transición. Hacia el final de
esta fase, tu bebé podría empezar a descender, aunque puede que ya haya
empezado a hacerlo antes. O bien, es posible que descienda en la próxima
fase.
Cuánto dura la fase activa

Para muchas embarazadas primerizas, la fase activa dura entre cuatro a ocho
horas. Para otras, es posible que dure más tiempo o menos, incluso solo una
hora.

Esta fase tiende a pasar más rápidamente si te administran ​oxitocina (Pitocín)​ o


si ya has tenido un parto vaginal. Si te aplican ​anestesia epidural​ o tu bebé es
grande, esta fase puede ser más prolongada.

Qué puedes hacer tú

En algún momento durante la fase activa del parto, la mayoría de las mujeres
optan por algún ​medicamento para aliviar el dolor​, tal como la anestesia
epidural.

Es importante tener en cuenta (si decides o no tomar medicamento) que las


técnicas para aliviar el dolor y las de ​relajación​ como los ​ejercicios de
respiración​ y visualización usados en los ​partos naturales​, te pueden ayudar
mucho en este momento.

La persona o ​personas que te acompañen en el parto​ (sea tu pareja, una doula,


tu mamá o una amiga experimentada), también te pueden ayudar mucho.
Además, sus palabras de aliento te harán bien.

Si sientes ganas de caminar, no te prives de hacerlo. Pero es recomendable


que te detengas y te recargues en algo (o en alguien) durante cada
contracción. Una vez que te revise el doctor y descarte cualquier complicación,
deberías de poder moverte alrededor de tu habitación sin ningún problema.

Si estás cansada, trata de sentarte en una silla mecedora o recostarte en tu


cama sobre tu lado izquierdo. Le puedes pedir a tu pareja que te dé un masaje
en la espalda o en los pies.

Si tu fuente de aguas no se ha roto, considera la posibilidad de darte una ducha


o tomar un baño, porque el agua caliente ayuda a aliviar el dolor de las
contracciones.
Transición
Cuando el cuello uterino se dilata completamente de 8 a 10 centímetros, se
considera que estás en la última parte de la fase activa. Se le conoce como el
periodo de transición porque da paso a la segunda fase del parto.

Esta es la parte más intensa del parto. Las contracciones son generalmente
muy fuertes, aparecen alrededor de cada dos minutos y medio o tres y duran
un minuto o más. Puede ser que empieces a temblar o tiritar.

Cuando el cuello uterino se encuentre totalmente dilatado y ya se haya


completado la transición, por lo general el bebé habrá descendido un poco por
la pelvis. Aquí es cuando podrías comenzar a sentir presión sobre el recto,
como si tuvieras ganas de evacuar. Algunas mujeres comienzan a pujar de
manera espontánea y puede ser que incluso empiecen a gruñir o gritar.

El sangrado vaginal es común. Podrías además tener náuseas o incluso


vomitar.

Algunos bebés descienden más temprano y la mamá siente el deseo de pujar


antes de que el cuello uterino se encuentre totalmente dilatado. Y otros bebés
no descienden de manera significativa hasta más tarde, en cuyo caso la mamá
puede llegar a dilatar totalmente sin sentir ninguna presión rectal. Es diferente
en cada mujer y en cada parto.

Si te aplican una ​epidural​, la presión que sientas dependerá del tipo y la


cantidad de medicación que te administren y de qué tan bajo esté tu bebé en la
pelvis. Si quieres participar activamente durante la etapa de pujar, pide que te
bajen la dosis de epidural al final de la transición.

Cuánto dura la fase de transición

Esta fase puede durar de unos minutos a un par de horas. Si ya has tenido un
parto vaginal, esta fase podría transcurrir más rápido.

Etapa de expulsión
Es el periodo entre 10 minutis y varias horas desde la dilatación hasta la
expulsión del feto
Segunda etapa: momento de pujar
Al comienzo de la segunda etapa, las contracciones pueden ser un poco más
espaciadas, lo que te permitirá descansar entre ellas.
Para muchas mujeres, las contracciones de la segunda etapa son más fáciles
de sobrellevar que las del parto activo, porque el poder pujar les proporciona
algo de alivio. A otras les desagrada la sensación de pujar.

Si el bebé se encuentra muy abajo en tu pelvis, quizás sientas la necesidad de


pujar al principio de la segunda fase (y algunas veces antes). Pero si el bebé
está todavía en una posición relativamente alta, es probablemente que no
tengas esta sensación de inmediato.

A medida que tu útero se contrae, ejerce presión sobre el bebé haciéndolo


descender por el canal vaginal. Así que si todo va bien, querrás tomarlo todo
con calma y dejar que tu útero haga su trabajo hasta que sientas la necesidad
de pujar. Esperar un tiempo puede dejarte menos agotada y frustrada al final.

En muchos hospitales, sin embargo, sigue siendo una práctica habitual motivar
a las mujeres a ​pujar durante cada contracción,​ en un esfuerzo para acelerar el
descenso del bebé. Es por eso esencial hablar con tu médico y decirle si
prefieres esperar hasta que sientas el impulso espontáneo de pujar.

Si te administraron la epidural, la pérdida de la sensibilidad puede mitigar la


necesidad de pujar. Por lo tanto es posible que no sientas esa necesidad hasta
que la cabeza del bebé haya descendido ya bastante. La paciencia a menudo
funciona de maravilla. En algunos casos, sin embargo, necesitarás
instrucciones específicas que te ayuden a pujar de manera efectiva.

El descenso del bebé

El descenso puede ser rápido. O bien, gradual, especialmente si es tu primer


bebé.

Con cada contracción, la fuerza del útero, junto con la fuerza de los músculos
abdominales si estás pujando activamente, ejerce presión sobre el bebé para
que continúe descendiendo por el canal del parto. Cuando la contracción se
termina y el útero se relaja, la cabeza del bebé sube un poco otra vez.
Avanzará "dos pasos hacia delante y un paso hacia atrás
Prueba diferentes ​posiciones para pujar​ hasta que encuentres una que sea
cómoda y te resulte eficaz. Es común probar muchas posiciones durante la
segunda etapa del parto.

El primer vistazo

Después de un tiempo, el perineo (el tejido entre la vagina y el ano) empezará


a sobresalirse cada vez que pujes, y antes de que lo esperes, el pelo y la
cabeza del bebé estarán visibles. Es un momento muy emocionante y un signo
de que el final se aproxima
En esta etapa, la necesidad de pujar puede ser muy fuerte. A cada contracción,
la cabeza del bebé se hace más visible. La presión de su cabeza en tu perineo
es muy intensa y quizás sientas una sensación de ardor o comezón a medida
que tu tejido empieza a estirarse.

En algún momento, es probable que tu médico te pida que pujes más


suavemente o que dejes de pujar, para que la cabeza del bebé tenga la
oportunidad de estirar gradualmente la abertura de la vagina y el perineo.

Un parto lento y controlado te puede ayudar a prevenir el ​desgarro​. En esta


etapa, la necesidad de pujar puede ser muy fuerte, de manera que recibirás
ayuda para respirar o jadear durante las contracciones, para que puedas
aguantar sin hacerlo.

Cómo sale la cabeza del bebé

Cada vez que pujas, la cabeza del bebé avanza hasta que se puede observar
en el orificio de la vagina. A esto se le llama "coronamiento", que es el
momento en que la parte más ancha de la cabeza del bebé se hace visible. La
emoción en la sala crecerá a medida que la cara del bebé comience a
asomarse: su frente, su nariz, su boca y finalmente su mentón.

Después de que salga la cabeza de tu bebé, tu doctor o partera le aspirarán su


boca y nariz. También localizarán el cordón umbilical. Si el cordón está
alrededor del cuello de tu bebé, el doctor lo deslizará sobre su cabecita o de
ser necesario lo pinzará y cortará

Luego la cabeza de tu bebé girará hacia el costado a medida que los hombros
rotan dentro de tu pelvis para colocarse en posición para salir. Con la próxima
contracción, te dirán que pujes a medida que salen los hombros, uno por vez, y
después el cuerpo.

¡Por fin fuera!

Una vez que esté fuera del útero, tu bebé necesitará mantenerse calientito. Lo
secarán con una toalla y tu doctor o partera podría aspirar de inmediato su
boca y nariz de nuevo si parece tener mucha mucosidad.

Si no hay complicaciones, te colocarán al bebé en tu vientre desnudo para que


lo beses, toques y admires. El contacto piel a piel lo mantendrá calientito. Lo
cubrirán con una cobija y tal vez le pongan su primer gorrito para prevenir que
se enfríe.
El doctor pinzará el ​cordón umbilical​ en dos lados y luego lo cortará entre
medio de las dos pinzas. En algunos hospitales dejan que la pareja de la mamá
tenga el honor de ​cortar el cordón de su hijo​.

Cuánto dura la segunda fase

En total, la segunda fase del parto puede durar de unos minutos a un par de
horas. Si no te administran la epidural, un caso promedio dura alrededor de una
hora para una mamá primeriza. Si ya tuviste un parto vaginal el tiempo
promedio es de 20 minutos. Si te administran la epidural, la segunda etapa
puede ser más prolongada.

Etapa placentaria
Tiene una duración de 5 a 30 minutos y se extiende desde la salida del feto
hasta la expulsión de la placenta
Pocos minutos después del alumbramiento, el útero comienza a contraerse
nuevamente. Las primeras ​contracciones​ generalmente hacen que la placenta
se desprenda de la pared del útero.

Cuando el médico observe signos de desprendimiento, te pedirá que pujes


suavemente para expulsar la placenta. Por lo general, se trata de un pujo corto
que no es difícil ni doloroso.

Después del parto: ¿y ahora qué?


Después de que expulses la placenta, tu útero se contraerá y pondrá muy
firme. Poniendo la mano sobre tu panza podrás sentir la parte superior del
útero en tu vientre, alrededor del ombligo.

Tu doctor o partera revisará de manera periódica tu útero para determinar si


está firme. Si no es así, te aplicarán un masaje hasta que endurezca. Esto es
importante porque la contracción del útero ayuda a cerrar los vasos sanguíneos
abiertos en el área donde estaba la placenta. Si tu útero no se contrae de
manera adecuada, continuarás sangrando abundantemente a través de esos
vasos sanguíneos.

Si ​planeas dar pecho​, lo puedes hacer ahora si tú y tu bebé así lo desean. No


todos los bebés tienen ganas de tomar el pecho a los pocos minutos de haber
nacido, pero mantén sus labios cerca de tu seno durante un ratito. La mayoría
de los bebés toman el pecho durante la primera hora después de haber nacido
si se les da la posibilidad.
Dar el pecho pronto es muy beneficioso para el bebé y puede ser altamente
gratificante para ti. Además, el amamantamiento hace que tu cuerpo libere
oxitocina, la misma hormona que causa las contracciones y ayuda a que el
útero permanezca firme y contraído.

Si no estás amamantando y tu útero no está firme, te darán ​oxitocina ​para que


se contraiga más rápido (algunos doctores les dan oxitocina rutinariamente a
todas las mujeres después del parto). Si tienes sangrados excesivos también te
tratarán.

Las contracciones que sientas ahora son relativamente suaves. Pero ahora que
estás enfocada en tu bebé, todo lo demás pasará a segundo grado.

Si eres mamá primeriza, podrías sentir solo unas cuantas contracciones


después de expulsar la placenta. Si ya has tenido un bebé, podrías sentir
contracciones de vez en cuando durante un día o dos después del parto.

Estas contracciones que vienen después del parto pueden sentirse como
intensos cólicos menstruales. Si te molestan, pide medicación para el dolor.
Puede que también sientas escalofríos o estés muy temblorosa. Esto es
perfectamente normal y no durará mucho tiempo. No dudes en pedir una cobija
si lo necesitas.

El médico examinará la placenta para asegurarse de que todo está ahí. Luego
revisará detenidamente si hay cualquier desgarre en el perineo que necesite
ser cosido.

Si tuviste un desgarro o una ​episiotomía​, recibirás una inyección de anestesia


local antes de que te suturen. Es posible que desees mantener a tu recién
nacido junto a ti, mientras te están cosiendo los puntos. Tu bebé puede ser una
gran distracción. Si te sientes demasiado débil, pídale a tu pareja que se siente
a tu lado y cargue al bebé mientras lo admiras.

Si te dieron la anestesia epidural, un anestesiólogo o una enfermera vendrá y


retirará el catéter de tu espalda. Esto toma solo un segundo y no duele.

Diferencia entre primigesta y multípara


Primigesta es la mujer que esta embarazada por primera vez
Multípara es la que ha tenido varios embarazos a lo largo de su vida es decir
no es primeriza.
Diferencia al momento del parto
El cuello del útero debe tener al menos 3cm de dilatación y estar
completamente fino en las primigestas. En las multigestas estas reglas no
tienen valor ya que algunas de ellas ya tienen cierto grado de dilatación antes
de entrar a trabajo de parto.
La duración de un parto de una primigesta es de 12 a 16 horas
La duración de parto de una, multigesta es 8 horas promedio, pero varia de
parto a parto

¿Qué es la depresión posparto?

La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a


las mujeres después de dar a luz. Las madres que padecen depresión posparto
tienen sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y cansancio que les dificultan
realizar las actividades diarias del cuidado de sí mismas y de otras personas.

¿Qué causa la depresión posparto?

La depresión posparto no tiene una sola causa, sino que es consecuencia de


una combinación de factores físicos y emocionales. La depresión posparto no
ocurre por algo que una madre hace o deja de hacer.

Después de dar a luz, los niveles de hormonas (estrógeno y progesterona) en


las mujeres bajan rápidamente. Esto genera alteraciones químicas en el
cerebro que pueden provocar cambios en el estado de ánimo. Además,
muchas mujeres no pueden descansar tanto como deberían para poder
recuperarse totalmente del parto. La falta constante de sueño puede generar
incomodidad física y agotamiento, factores que pueden contribuir a los
síntomas de la depresión posparto.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión posparto?

Algunos de los síntomas más comunes que se puede experimentar incluyen los
siguientes:

● Sentirse triste, desesperanzada, vacía o abrumada


● Llorar más frecuentemente de lo normal o sin motivo aparente
● Preocuparse o sentirse excesivamente ansiosa
● Sentirse malhumorada, irritable o inquieta
● Dormir en exceso o no poder dormir, incluso cuando el bebé duerme
● Tener problemas para concentrarse, recordar detalles y tomar decisiones
● Sentir enojo o furia
● Perder el interés en las actividades que le resultaban agradables
● Padecer dolores y molestias físicas, como dolores de cabeza frecuentes,
problemas estomacales y dolor muscular
● Comer demasiado o muy poco
● Aislarse de amigos y familiares
● Tener problemas para crear un vínculo emocional con su bebé
● Dudar constantemente de su capacidad de cuidar al bebé
● Pensar en hacerse daño a sí misma o a su bebé.

¿Son algunas mujeres más propensas a padecer de la depresión posparto?

Algunas mujeres están expuestas a un mayor riesgo de padecer de depresión


posparto porque tienen uno o más de los siguientes factores de riesgo:

● Síntomas de depresión durante o después de un embarazo anterior


● Antecedentes de depresión o trastorno bipolar en otra etapa de su vida
● Un miembro de su familia que padeció depresión u otras enfermedades
mentales
● Una situación estresante durante el embarazo o poco después de dar a luz,
como la pérdida del empleo, la muerte de un ser querido, violencia doméstica o
enfermedad
● Complicaciones médicas durante el parto, como el parto prematuro o que el
bebé nazca con problemas médicos
● Sentimientos encontrados sobre el embarazo, así haya sido planificado o no
● Falta de apoyo emocional de su esposo, pareja, familia o amigos
● Problemas de abuso de alcohol o drogas.

La depresión posparto puede afectar a cualquier mujer, independientemente de


su edad, raza, origen étnico o situación económica.

¿Cómo se trata la depresión posparto?

Existen tratamientos eficaces para la depresión posparto. Un proveedor de


atención médica puede ayudar a elegir el mejor tratamiento, que puede incluir
lo siguiente:

● Consejería/terapia de diálogo: Este tratamiento consiste en hablar de manera


individual con un profesional de la salud mental (un consejero, terapeuta,
psicólogo, psiquiatra o trabajador social). Los siguientes son dos tipos de
consejería que han demostrado ser particularmente eficaces en el tratamiento
de la depresión posparto:
o la terapia cognitiva-conductual (TCC), que ayuda a las personas a reconocer y
cambiar sus pensamientos y conductas negativas; y
o la terapia interpersonal (TIP), que ayuda a las personas a comprender y lidiar
con relaciones personales problemáticas.
● Medicamentos: Los medicamentos antidepresivos actúan sobre las sustancias
químicas del cerebro que intervienen en la regulación del estado de ánimo.
Muchos antidepresivos demoran unas semanas en ser más eficaces. Aunque
estos medicamentos generalmente se consideran seguros para usar durante el
amamantamiento, la mujer debería consultar con su proveedor de atención
médica acerca de los riesgos y los beneficios que estos medicamentos implican
tanto para sí misma como para su bebé.

Estos métodos de tratamiento se pueden usar solos o en combinación.


¿Qué puede suceder si no se trata la depresión posparto?

Sin tratamiento, la depresión posparto puede durar meses o años. Además de


afectar la salud de la madre, puede interferir con su capacidad de relacionarse
con y de cuidar de su bebé, y puede hacer que éste tenga problemas para
dormir y alimentarse además de conducta a medida que crece.

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