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44 DOKAen: CeyMA meu a 3 S lo we Weared & 5 7 7 = oS ¢ Mac bee Prélogo “ brain z pete & Gy > is 3 e lePo eles 2-2 servicio DE PUBLICACIONES ‘ a) Clase 1 a ASOCIACION ARQ. VICTOR J. DELLAROLE . > FACULTAD DE ARQUITECTURA. 2 > PLANEAMIENTO Y DISENO "4S UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO ado5 HALL CENTRAL PLANTA BATA Antes de buscar su auto, Juan Pérez decidié as Sea retirar un poco de dinero del cajero automdtico. El gee asoarq@fepyd.unredu.sr aparato acept6 su tarjeta y lo autorizé a retirar mil reed 2000 - ROSARIO ochocientos francos. Juan Pérez aprets el botén 2 1800. E1 aparato le pidié un minuto de paciencia, > luego le entregé la suma convenida y le records no a olvidarse la tarjeta. “Gracias por su visita”, conclu- x 6, mientras Juan Pérez ordenaba los billetes en su <2 cartera. 7 El trayecto fue facil: el viaje a Paris por la autopista A11 no presenta problemas un domingo \ feme a tom) S por la mafiana. No tuvo que esperar en la entrada, Tes << pago con su tarjeta de crédito el peaje de Dourdan, RO ° rodeo Paris por el periférico y llegé al aeropuerto de Evin = Roissy por la Al. Estacioné en el segundo subsuelo (seccién J), deslizé su tarjeta de estacionamiento en la billete- ra, luego se apresuré para ir a registrarse a las ventanillas de Air France. Con alivio, se sacé de ( sb \ je en! exe 3 encima la valija (veinte kilos exactos) y entregé su 5 boleto a la azafata al tiempo que le pidié un asiento Lg 9 Bh Se et ye ne ead nd a en tos at Sad te ok hd a Td “tn ‘nk “ek | JOU 5 : Clase 4 Vay (CUCU TS UU SUV vo SUTTON It ‘seun ap oormpurpooe pursed jo oxrempe & wystaad EI ap sorounue so] Yo asBieumMs v oLAjoa oBony ‘000g opedsg oqusrse ns ap [ey1S1p eUIeIsIS UOD SopmeTOD So] B UoToUSIE BUMETE gIse1g (,“atuoUTeperedes sojqumnsex sezaqeoedode un & opjedsaz un wos ‘ord ~We spur oyosrp tm ouoN} sopeqUEUTUCOSTEI} SO[STA so| sopedmbe tpys9 onb yo woo 9907 opedsy oquaIse oaanu yo ‘oqueysu0D UolUeye LUN ep A BpeZTTEr -osred uprodacaa eum op seutopy ~[oqtUTpY Um rezT] ~190 o xey zwrauo ‘TeauoyoIo4 ‘estepuoystp LerTuLIEd AT ANIO oT seuOPEs Sol HIOX BAST Us £z oTVH op sepreyg ug,) eqefeqen onb w ezed euLY Bl ap pep “sora £ Brouas oq e] svtowa8 16203 expod anb 2] ap ‘ssauisng oselo By eqequaserd onb sefeyuaa SE] UP|OoBFSTIBS W0d O40} ‘sefeuOUTUCDSHEN SOjeNA So[ ue o1fp9I9 ap seyafrey Mequydese os onb ooyT0a ‘@sy aoud aasf-Kinp) soysondun uts opioq 8 op ILI} P| B OZeISIA UN OYDG “eoRsrpoLIed peprEnyo2 9] Ue Ofte} Eped re[qey anb ueqep anb sorquiou sound[e 4 sofo op z2t99 £ mr1qe um We soxoUIO [EY [A eaanu op spin ‘YoySueg ‘Aequiog ‘reqnog ‘uezey ‘qnieg ‘eovurey ‘uorpesey :efela jop aqqisod OLeIBUIY Je ‘opap [2 Uoo ojopusmsts ‘quisewt a esuedurco v] ap eystaed ¥[ gafoy ‘sourerp So] ap T9:0 -nquysip By £ andadsop Ja eguiedse seyuoT, “eyes eT ap pres eT 8 X Soy A x So] ap oyuermeuoquoUTE [NUT 2 o108q [e opHrzsarp ayuEyseq oYsise une £ ‘OU “Ta19} ow we asreqUEsead B sopeyAUT uOIETy Z ¥x}9] | equasT] onbrequie op wyelre) vAno sosafesed SOT] ‘sequaTUaAUOOUT UTS OztTeaX as anbrequIa [] EdfueA r94, onb spur epenb ou anb ep. -UaTUTUAS [a “eNquaAe BI ap Eprtaysos pepriqisod or 2| squeueanmMy rejueUNIedxe apand as epuop wa oxjusnoue [ep £ peprfenseo By ap sezeSny so] Spo} 9p oyueoUS [9 ‘Uapzard os sosed soy apuop ua wiadso @P Seles se] op & souspue so] ap ‘uomInxsuOO US Se1go se} ap £ soxpTeq souax79} so] ap ‘Saze]0s So] @p oquwous oy Jer9uT Tap o8]@ BRsIsqns onb so} we sopenp PUL SOLTeLOUTyT op soln ‘esopupsoUR ‘weqemD 9s epuop eo ou sope|godiodns serefn] so] ue Soy oseow? ,/Assioy ‘onsenu sy, -pepyuapIns operelsep eiqey 4 onbsequie op vrelr0a e] opepzens Biqey ek ond ‘vier ua, ojsend eiquy os onb vzoqe soyuarur Yoqued" So] op opjouresap Je, resodsa anb wqey oles onbep vzezt00 vy ‘eyuouremIqU; spur ‘sé afedmbs T8P operogy essoqey ap oysay jo 20a vl B ueqep S| enb pexioqy ep upisasduy eT eqvazoqeg “epuepedun vunsury 1S cased ns oniuos ofenj 4 —ofeuordse ‘semy ‘oa ‘sofela— [1093 o3qr] un T1899 9p soqtre svystAer seumsye gefoy ‘eyrexqi, ev] ue oanjop as ‘sar ~nyied ‘sedox ‘sedof— sosofn, saqvredvose so] ePBATUE ¥{ WOO oLLI0VeX oqUSULIOM UM aztBING “ompoio ap eyetnea ef woo ojunt eanqouz el opEp “Mo woo opreng) (jeuosred oumsuoo ezed) soxzeS1D 8p vivo vim & (SoompIse soytoro ens ered BDueAy 2p oprandez un) oet09 ep vyjeroq wun gxdwoy ‘aauf ~4inp [2 wo seadwoo seundye r898y ered [erot]od [073 “Woo [B uoLEdIoHUE Uod optaSaid as oAqUIOY [Ef gstoaad ‘ sez0y gy se] eg vyiond vy tod onbrequig,, “anbrequia ap wyatrey ef £ or9[0q Jo StA]oaap 9] ofeny “xopeuapzo [a ue opeoyTToA JOqey ap sondsep ‘ezaqeo eI uoo MUSE UIIO “ssoDUOTIS 4 oqueptuog “orysed jap ope] Jap soropeumy ered vu \ \ bow \ \ af Eat Bad CLE OA AAAS au i) PROS GG OODLE UE UUUUL v4 Sans ad bad ht sad td tad iT ir | ye camionetas nuevas, algunas fotos de grandes hote- des de-una cadena internacional, un poce Pomposamenté presentados como “los lugares dela civilizacién” (El Mammounia de Marrakech “que fue un palacio antes de ser un palace hotel”, el Metropol de Bruselas “donde siguen muy vivos los esplendores del siglo XIX"), Luego dio con la publi- cidad de un auto que tenia el mismo nombre de su asiento: Renault Espacio: “Un dia, la necesidad de espacio se hace sentir,. Nos asalta de repente. lespués, ya no nos abandona. El irresistible deseo de tener un espacio propio. Un espacio mévil que nos levara lejos. Nada haria falta; todo estaria a mano...” En una palabra, como en el avi6n. “El espacio ya esta en usted... Nunca se ha estado tan bien sobre la Tierra como en el Espacio”, conchuia graciosamente el anuncio publicitario. Ya despegaban. Hoje6 mds répidamente el resto, deteniéndose unos segundos en un articulo sobre “el hipopstamo, sefior del rio”, que comenza- bacon una evoéacién de Africa, “cuna de las leyen- das” y “continente de la magia y de los sortilegios”, ¥ech6 un vistazo a una crénica sobre Bolonia (“En cualquier parte se puede estar enamorado, pero en Bolonia uno se enamora dela ciudad”). Un anuncio publicitario en inglés de un videomovie japonés retuvouninstantesu atencién (Vivid colors, vibrant sound and non-stop action. Make them yours forever) por el brillo de los colores. Un estribillo de Trenet le acudia a menudo a la mente desde que, a media tarde, lo habia ofdo por la radio en la autopista, y se dijo que la alusién a la “foto, vieja foto de mi 12 Juventud” no tendria, dentro de poco, sentido algu- no para las generaciones futuras. Los colores del presente para siempre: la edmara congelador. Un anuncio publicitario de la tarjeta Visa terminé de tranquilizarlo (“Aceptada en Doubaiy en cualquier lugar adonde viaje. Viaje confiado con su tarjeta Visa’). ‘Miré distraidamente algunos comentarios de librosy se detuvo un momento, por interés profesio- nal, en el que resefiaba una obra titulada Euromarketing: “La homogeneizacion de las nece- sidades y de los comportamientos de consumo for- “Wa Parte de las fuertes tendencias que caracteri- zan el nuevo ambiente internacional de la empre- sa... A partir del examen de la incidencia del fen6- meno de globalizacién en la empresa europea, so- bre la validez y el contenido de un euromarketing y sobre las evoluciones posibles del marketing in- ternacional, se debaten una gran cantidad dé pro: “blemas” Para terminar, el comentariomencionaba “las condiciones propicias para el desarrollo de un mix lomés estandarizado posible” y ‘la arquit ra deine comunicacion europsa™ ; ~_ Un poco sofioliento, Juan Pérez dejé la revista. Lainscripcion Fasten seat belt se habia apagado. Se ajust6 los auriculares, sintoniz6 el canal 5 y se dej6 invadir por el adagio del concierto N* 1 en do mayor de Joseph Haydn. Durante algunas horas (el tiem- po necesario para sobrevolar el Mediterraneo, el mar de Arabia y el golfo de Bengala), estarfa por fin solo. 13 2Bo

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