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El monasterio de Santa María del Parral de los monjes de la Orden de San Jerónimo en España.
Orden religiosa católica es uno de los dos tipos de institutos religiosos reconocidos por la Iglesia
católica.1 Están compuestas por grupos de personas cuyos individuos están unidos por una regla
establecida por el fundador de dicha orden. Son la consecuencia del monacato en comunidad, de
aquellos monjes que primero viven en soledad hasta que tienen que reunirse y compartir una vida
religiosa porque el número de personas así lo requiere. Cada una de estas comunidades adoptó
una regla de convivencia y un nombre. La aspiración común que tenía esta gente era la de llevar
una vida apostólica semejante a la de los discípulos de Jesús, bien siguiendo un modelo activo o
bien contemplativo. Las órdenes tienen su esplendor desde finales del siglo XI hasta el XIII y desde
el siglo XIV al XIX.
Cofradías católicas[editar]
Procesión de la Virgen de la Estrella bajo palio por una calle de Jerez de la Frontera.
Son aquellas que reúnen a los creyentes en torno a una advocación de Cristo, de la Virgen o de un
santo, un momento de la Pasión o una reliquia, con fines piadosos, religiosos o asistenciales. De tal
modo se podría hablar de hermandades sacramentales, cristológicas, marianas, santísticos, de
ánimas, mixtas, pasionarias, etc. Pero de forma general, y al margen de lo establecido por el
Derecho, se admiten, tradicionalmente, tres tipos de cofradías
Los 15 escudos de armas de los gremios de la República Checa, con sus símbolos tradicionales en
toda Europa.
Gremio es la corporación formada por personas que desarrollan una misma profesión, oficio o
actividad.1 Se trata de organizaciones que suelen estar regidas por estatutos especiales y distintas
ordenanzas. En su origen, en Europa y luego en América,2 los gremios o «guildas» fueron
asociaciones religiosas que agrupaban a los artesanos y comerciantes de un mismo oficio, y que
surgieron en las ciudades medievales hasta finales de la Edad Media cuando fueron transformados
y en algunos casos abolidos. Tuvieron como objetivo conseguir un equilibrio entre la demanda de
obras y el número de talleres activos, garantizando el trabajo a sus asociados, su bienestar
económico y los sistemas de aprendizaje.3