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ANALISIS COMPARATIVO ENTRE CHINA E INDIA

Los analistas han centrado su atención en China e India, debido, fundamentalmente, a sus
dinamismos económicos, dimensiones poblacionales, transformaciones estructurales y las
posibles implicaciones de sus tendencias para la economía regional y mundial. En la actualidad
ambos países muestran tasas de crecimientos entre las más altas del mundo, sus poblaciones
representan más de un cuarto de la mundial, están realizando transformaciones estructurales
que, de mantenerse en los próximos decenios, pueden ocurrir cambios esenciales en la
configuración económica del planeta.
La evolución en ambos países se ha ido convirtiendo en asunto de comparaciones, ya que la
determinación de sus rasgos comunes y diferencias se pudiera precisar la directriz de cada
nación, aproximarse a la configuración de un modelo referente de desarrollo efectivo y tener
los elementos objetivos que indiquen las tendencias de la ordenación económica global.
Similitudes
En primer lugar, ambas situadas en la misma región, dos de las mayores y más antiguas culturas
de la humanidad, comenzaron una nueva etapa de proyecto nacional independiente a partir del
último lustro de los años 40 del siglo pasado, ya que India alcanzó su independencia en 1947,
mientras que en China triunfó la revolución social en 1949.
En lo relativo a sus niveles de desarrollo, ambas eran muy similares al término de la
Segunda Guerra Mundial. Sus economías se caracterizaban por gran desconcierto, un perfil
básicamente agrario, escasísimas manifestaciones de una débil industria y una infraestructura
muy poco desarrollada. Las condiciones eran de profunda pobreza acumulada en la segunda
mitad del siglo XX.
En el plano poblacional, China e India se caracterizan por tener enormes poblaciones, unido a
una explosión demográfica sufrida durante décadas. Hoy, entre ambos países conforman el
37% de la población mundial, la que están mostrando una alta tendencia a la urbanización como
consecuencia de sus expansiones económicas.
En relación con los modelos económicos de partida, los dos se aproximaron a la filosofía y
estructura económica asumida. En ambas naciones existía un alto componente de planificación
y centralización económica con énfasis en el desarrollo de la industria pesada. Los dos Estado
fueron gestores del proceso de industrialización en que se involucraron dichos países.
De igual modo, en las dos naciones la agricultura y las actividades económicas rurales tuvieron
un lugar relevante debido a la estructura económica, la composición social y a la seguridad
alimentaria.
China e India compartieron, además, una estrategia comercial similar en sus inicios, con el
objetivo de estimular el crecimiento, consistente en la «sustitución de importaciones».
Desde la óptica política, ambos en su historia después de la independencia, se involucraron en
conflictos internos eventuales o de mayor duración y en guerras con países fronterizos que
representaron resultados profundamente adversos para su dinámica económica y social.
Posteriormente, y no en igual período, pero no muy distantes, los dos territorios se sometieron
a profundos cambios en su estrategia económica que los condujeron al desmantelamiento del
anterior modelo y encausarse en pos de la apertura en el comercio y la inversión foránea.
Como resultado de las nuevas experiencias económicas asumidas, China e India comenzaron
el siglo XXI con signos de dinamismo económico significativos. Estos dos gigantes asiáticos
son considerados dentro de las mayores economías emergentes a nivel internacional, las que
exhiben ritmos de crecimientos más altos y sostenidos, desarrollos significativos en
importantes sectores económicos y han iniciado transformaciones económicas notables.
De igual modo, ambos están en la ardua tarea de encontrar un nuevo lugar en el escenario
mundial, para lo que dentro de sus políticas exteriores y diplomacias, vienen desempeñando
una compleja estrategia de asociaciones y contenciones que les permita modificar la estructura
actual.
Con independencia de que ambos países han compartido grandes similitudes en el terreno
económico, social, político y cultural durante años, existen diferencias sustantivas que influyen
o determinan la dinámica de dichos procesos y sus tendencias
Diferencias
Desde el punto de vista de la orientación económica, política y social, los dos países se ubican
en sendas diferentes. China se encuentra en la construcción de un «socialismo con
particularidades chinas», mientras que India está en la vía capitalista.
En lo relativo a la cronología de sus procesos de reforma, China comenzó la suya en 1978,
mientras que India la emprendió a inicio en 1991, es decir, con 13 años de retraso.
La reorientación económica china fue desde sus inicios dirigida hacia la apertura al comercio
y la inversión foránea, mientras que India solo se dirigió inicialmente hacia la apertura al sector
corporativo privado, en que el despegue se inicia por las inversiones privadas en los sectores
de nuevas tecnologías.
En cuanto a la apertura económica, a pesar que los dos países han avanzado hacia tal objetivo,
la importancia y el despliegue de ambas naciones en el sector de bienes han sido diferentes.
China ha mantenido una mayor cuota y con tendencia al rápido incremento, que se encuentra
alrededor del 6%, mientras que la de India se encuentra próxima al 1% y se acrecienta en una
progresión más lenta.
En términos de inversión interna, China disfruta de alrededor del 40% del PIB, muy por encima
de India, lo que le ha permitido crecer la economía de manera muy alta y sostenida. El ahorro
interno de China es casi dos veces superior al de India, ya que en ella aproximadamente cada
un dólar se ahorra 44 centavos y en India 24.
Con relación a la tasa media de crecimiento, China ha demostrado tener más dinamismo, ya
que ha crecido 9,67% desde comienzo de su proceso de reforma, mientras que India lo ha hecho
alrededor del 7%. El anterior resultado ha permitido que China se ubique como la cuarta
economía mundial, en tanto India se encuentra en el lugar 11. Es de considerar que el PIB de
China es tres veces superior al indio. A la vez, el PIB per cápita de China es superior, a pesar
que tiene más población que India.
China ha crecido en una tasa promedio de 9, 67% anual, mientras que India lo ha hecho
alrededor del 6%, lo que ha determinado que el ritmo de crecimiento de China ha sido mucho
más rápido.
La estructura del PIB demuestra que la composición en China descansa en el sector
manufacturero, mientras que la India lo hace en los servicios. En cuanto la estructura de la
demanda, en China hay mayor participación de la inversión y las exportaciones netas, en
cambio en India descansa en el consumo interno.
Agricultura
En cuanto a la agricultura, existe marcada diferencia entre los dos países. China ha elevado con
éxito su producción agrícola, la que ha logrado poner en función de sus ventajas comparativas.
Su productividad es mucho mayor que en India, ya que en ella se produce 400 millones de
toneladas de granos en tan solo 100 millones de hectáreas, mientras que en India es de 108
millones de toneladas en 146 millones de hectáreas de tierra cultivada. Específicamente en la
producción de arroz, el campesino chino obtiene 6.233 kilogramos arroz por hectárea, que es
más del doble de lo que logra el indio, el que solo puede producir 3.034 Kg./ha. En lo relativo
al trigo, la historia se repite, ya que China logra 4.155 Kg., mientras India produce 2.688 Kg.
por hectárea.
Los anteriores resultados de deben, fundamentalmente, a que en China existe un mejor manejo
de los cultivos, existe mayor disponibilidad de máquinas y fertilizantes, a causa de mayores
inversiones públicas y a una mejor tenencia de la tierra.
En India, a pesar que 2/3 de la población depende de este sector para su manutención, es el de
menor peso, lo que hace que no contribuya significativamente a la expansión económica.
Sector manufacturero
China depende de su inmenso y diverso sector industrial, que está orientado fundamentalmente
a la exportación y aporta la mayor parte del PIB. El sector se caracteriza por ostensible superior
productividad del trabajo y rentabilidad que el de India.
En India está constituido por artesanías tradicionales, pequeñas, medianas y grandes compañías
manufactureras y productos orientados a la alta tecnología. El sector contribuye con alrededor
de una cuarta parte del total del PIB, a pesar de que el desarrollo industrial ha sido una de las
prioridades del gobierno, mientras que una importante proporción se genera en el sector de los
servicios.
Servicios
En lo relativo a los servicios, en China el sector aporta menos de 1/4 del PIB, lo que la ubica
muy por debajo de los países desarrollados donde tributan alrededor del 80% del PIB.
En india es todo lo contrario, ya que los servicios actualmente constituye casi la mitad del PIB,
siendo el sector más dinámico del país, dentro de los que se destacan las TIC's{1}, los
relacionados con la biotecnología y los financieros. El país es un caso especial entre los países
no desarrollados, ya que una parte importante de su PIB se genera en este sector, que es propio
de países desarrollados.
Finanzas
Con respecto a las finanzas, en China predomina el sector estatal y se comporta como uno de
las áreas relativamente más retrasada y débil{2}, debido, fundamentalmente, al porcentaje de
préstamos malos acumulados y a la poca competitividad alcanzada por el sector.
En tanto en India el sector nacional estatal{3} y privado también sigue dominando las finanzas
y son consideradas como una fortaleza debido a su desarrollo institucional, al mecanismo de
funcionamiento y a la disciplina alcanzada.
Infraestructura
En lo que respecta a la infraestructura, las de China son mucho más modernas y mejoran con
mucha mayor rapidez que en India. Ha avanzado intensamente en la llamada «dura», la que se
refiere a carretera, puertos y energías, con el propósito, fundamentalmente, de facilitar las
manufacturas y las exportaciones. Se estima que a partir de los voluminosos ahorros del país,
se ha invertido ocho veces más en este sector que en India, lo que la ubica en mejores
condiciones para viabilizar el desarrollo de la nación.
India cuenta con una precaria infraestructura que lastra sus propósitos de desarrollo. En el país
escasea la generación de electricidad por lo que abundan masivos apagones, a la vez que sus
puertos no dan abasto y la gran mayoría de sus carreteras están en muy mal estado. India ha
intensificado la infraestructura «suave» (educación, ciencia y tecnología) con el objetivo de
desarrollar sectores más intensivos en conocimientos, pero no ha llegado a los grados de
masividad que ha llegado China.
Sector externo
Con respecto a las inversiones extranjeras, existe un gran contraste entre los dos países. La
diferencia es notable, ya que India recibe solamente alrededor del 40% que la que llega a China.
En la inversión extranjera directa adquirida, China tiene mayor participación de los flujos
internacionales, debido a que recibió alrededor del 5% del PIB durante los últimos 10 años, en
tanto India solo cuenta con el 1% del PIB en igual período.
En cuanto al comercio exterior, el de China es aproximadamente cinco veces superior al de
India. La producción se orienta fuertemente a la exportación, ya que su crecimiento económico
se relaciona en gran parte con las exportaciones que las empresas extranjeras realizan, hecho
que está muy vinculado a las inversiones extranjeras que llegan al país.
En India las exportaciones son menos relevantes que en China. El incremento de las
exportaciones de bienes y, sobre todo, de servicios, en particular, las exportaciones de servicios
de tecnologías de la información, en buena medida se concentran en la subcontratación
internacional de esas actividades por parte de grandes empresas estadounidenses y europeas.
China presenta gran solidez en sus indicadores de solvencia de su economía. El país presenta
gran superávit, tiene las más grandes reservas de divisas del mundo{4}, una deuda externa
aceptable comparada con su PIB y un servicio de la deuda pequeño con relación a las
exportaciones.
India se encuentra actualmente en una situación favorable en cuanto a los principales
indicadores de sostenibilidad y liquidez de la deuda externa. La política de administración de
la deuda, implementada en los últimos años, se puede calificar como acertada, lo que ha traído
como consecuencia que el país se encuentre dentro del grupo de Estados de bajos ingresos
menos endeudados, aunque se mantiene aún entre los 10 principales países subdesarrollados
deudores.
Plano social
China tiene mayor población que India actualmente. Posee alrededor de 1.350 millones de
habitantes, mientras que India está habitada por unos 1.130 millones. Sin embargo, en China
la urbanización y la natalidad están reguladas y en India no. Las autoridades indias consideran
una fortaleza las dimensiones y la progresión de su población, lo que unido a su mayor
porcentaje de individuos por debajo de 15 años, hará que su población superará a la de China
hacia el 2045.
La sociedad china se caracteriza con respecto a la india, en que la religión no desempeña un
papel rector; no se distingue por prejuicios de clases ni pluralismo político; a pesar de que
existen 56 grupos étnicos, hay uno predominante (Han, más del 90%) y lingüísticamente es
homogénea{5}.
Por el contrario, India es una sociedad rectorada por la religión y con una rígida estructura
social de castas, en la que existen grandes prejuicios entre ellas y entre las clases sociales. En
ella se admite el «pluralismo político».
Con sus diferencias de ingresos, castas y religión, India está dividida en muchos mundos
separados, en el que los individuos pueden vivir dentro de ellos sin conocer nada de los
restantes, hasta el punto que se plantea que el país es una nación "invertebrada". En ella hay
650 millones de hindúes, 190 millones de musulmanes, 80 millones de diferentes grupos
tribales y 200 millones de "dalits" (intocables), movimientos independentistas, en el noreste,
decenas de idiomas importantes (el 90% no habla inglés).
China tiene mayor cantidad de programas sociales y superior atención a la población con
respecto a India. En ella se da prioridad a los proyectos de mejoramiento de las condiciones de
vida de la población, los que muestran gran esfuerzo por combatir la pobreza.
En este país las reformas emprendidas se han hecho sentir favorablemente en su población. La
reducción de la pobreza se ha calculado que ha sido de 304 millones de personas a alrededor
de 26 millones de personas. Específicamente con respecto a la problemática del hambre, se
calcula que en China ha disminuido las personas sub-alimentadas alrededor del 55%.
En China, a pesar que todavía existen millones de personas con muy bajos ingresos (viviendo
con menos de dos dólares diarios) los pobres de absoluta indigencia son mucho menos, y en
las ciudades no pululan escenas dantescas, ni caóticas mega-ciudades de estilo indio, en la que
la miseria es abrumadora.
En India se estima que el porcentaje de pobres es seis veces más elevado que en China, y tiene
una pobreza casi igual al inicio de su proceso de reforma y que presenta un nivel de desnutrición
muy elevado. Hay cálculos que estiman que la población que recibe un dólar o menos diario
en China es el 10% y en India el 34%, y la que recibe dos dólares por día es aproximadamente
35% en China, pero en India está por encima del 80%, donde la mayoría de las personas carecen
de acceso a los servicios básicos como la salud, educación, agua potable, &c., las que viven
prácticamente abandonadas a una espontaneidad y sin posibilidades de revertir tal situación.
Según el periódico indio Hindustan Times{6} reveló que según un estudio realizado por una
institución gubernamental, el 77% de la población, o sea, 836 millones de indios, viven con
menos de 20 rupias por día (es decir, menos de 0,5 dólares). Esta cifra es muy diferente de la
aportada por el Banco Mundial.
Con respecto a la distribución de los ingresos, en China existe gran disparidad entre los
ingresos, condición que se refleja en su índice de Gini (0,47), segundo más elevado de la región
después del de Nepal, pero que su base no es el incremento de número de pobres, sino a un alza
muy desigual de repartición de la riqueza.
En India la disparidad entre el 10% de los más ricos es próximo a 7 veces más elevado que el
del 10% de los más pobres, con un inmensa deuda social y con una casi imperceptible dinámica
en el rescate de los sectores marginados.
En China se destina alrededor de 270 dólares por habitantes a cuidados de salud, en tanto en
India tan solo 80 dólares, en China según la región, entre el 80 y el 94% de la población tiene
acceso a medicinas básicas, en India, es sólo del 0 al 49%. En China la esperanza de vida es de
7 años más que en India y su mortalidad infantil es tres veces menor que en India, a la vez que
el 8% de sus niños nacen con peso insuficiente, mientras que en India es el 47%. La muerte
materna en el parto es de 45 por cada 100.000 nacimientos en China, en India es de 450.
Específicamente en India, la tasa de malnutrición entre los niños menores de 5 años es del 45%,
el 46 % de los niños son víctimas de una deficiencia de peso, el 40 % de los niños del mundo
que sufren de bajo peso viven en el país y menos de un tercio de las viviendas tiene baño. A
pesar de 9 años de crecimiento económico sostenido, el hambre en India sólo disminuyó en un
1%. El país que alberga alrededor de un tercio de los pobres del mundo.
En China el 9% de la población es analfabeta, mientras que en India es de 38% y con un
porcentaje parecido en los funcionalmente analfabetos. China de manera general, su población
es más calificada y tiene cuatro veces más personal científico que India.
China tiene una utilización del teléfono cuatro veces más extendida que en India y el uso de
Internet es tres veces mayor que el de su vecino del sur.
La situación de los campesinos indios se ha degradado muchísimo. Entre 1996 y 2003, más de
100.000 campesinos indios se suicidaron, la mayor parte por problemas de
sobreendeudamiento.
Situación política
En China su dirigencia política tiene un fuerte sentimiento nacional y está profundamente
comprometida con el desarrollo del país. Gran parte de la legitimación de su organización
política rectora, PCCh, se halla en los resultados económicos alcanzados y de la manera que
estos se han revertido en las mejoras del nivel de vida de población. En los casos de los aspectos
negativos del país, sus autoridades reconocen y se comprometen con la solución de dichas
contrariedades.
La clase política india, de manera general, se comporta como «clientelista», la que su principal
función es representar sus intereses de grupo particular. Según analistas indios, gran parte de
ella dependen para su financiamiento del saqueo del Estado, de las empresas privadas y de la
mafia, por lo que plantean que lo que caracteriza al país no es la democracia, sino la gran
depravación social. La mayoría de sus políticos no manifiestan críticas a tal situación, sino que
concuerdan con la «línea correcta» de conducción de la nación.
También existe el criterio de que, relativamente, el personal dedicado al funcionamiento
económico en China, es más eficiente y menos corrupto que en India.
En China existe liderazgo del PCCh, el que dirige al Estado y éste desempeña un papel central,
de mucha más influencia que el indio. El país es un Estado unitario, con un sistema y estructura-
adiministrativa, capaz de proponerse un objetivo y de concentrar con determinación el máximo
de recursos y énfasis para realizarlo, lo que hace que tenga mayor rapidez la aplicación de sus
disposiciones que en su vecino del sur.
Por lo contrario, en India el Estado no tiene la fuerza que el chino. Sus propuestas responden a
intereses estrechos de grupos particulares, para la toma de decisiones, tiene que librar la lucha
que le impone su estilo «democrático» y después enfrentarse e imponerse a los intereses de las
diferentes regiones del país, todo lo que determina la lentitud e insuficiente fuerzas de sus
determinaciones. A lo anterior, hay que agregar el nivel superior de corrupción que existen
dentro de sus integrantes y en la sociedad en general.
Valoraciones
A pesar de que entre China e India existen similitudes en varios aspectos, estas no determinan
igual identidad de dichos países, de sus evoluciones ni de sus tendencias. Por lo contrario, las
diferencias existen entre ambos países establecen aspectos esenciales en diferentes planos que
distinguen a dichos procesos y dinámicas y tendencias diferentes.
China ha realizado transformaciones económicas y sociales más profundas y muestran mayores
potencialidades para su ascenso como potencia regional y global. En China los factores sociales
y políticos son manifiestamente muy favorables.
Los dos países tienen difíciles escollos que vencer, pero China presenta fortalezas en el orden
económico, político y social, que le confieren mejores posibilidades de alcanzar sus propósitos
trazados.
India exige una estrategia con vocación más social y menos elitista, que le permita mejorar las
condiciones de la mayoría de su población y potenciar sus recursos humanos, condiciones
necesarias para traspasar la barrera del crecimiento y alcanzar el desarrollo, a la vez para
establecer sólida base de estabilidad social.
China supera ostensiblemente a India en cuanto a estabilidad y condiciones políticas,
infraestructura, mercados locales, sector externo, condiciones sociales y en el factor humano.
Sin dejar de reconocer que India ha alcanzado determinado nivel en algunos índices
macroeconómicos, hay que tener en cuenta que los medios de comunicación distorsionan en
gran medida el ascenso del país. Gran parte de los analistas plantean que de lo que se habla es
de un «gigante con pie de barro» o de una «bomba de tiempo», sobre todo a partir de las grandes
contradicciones que se han ido acumulando.
Las realidades y las dinámicas de China e India tienen elementos con algunos aspectos de
similitud, pero con abismales diferencias, sobre todo, en su solidez y tendencias.
CRISIS DEL ECUADOR
En los años 90 del siglo pasado, se impuso en Ecuador el neoliberalismo como paradigma
económico ‘modernizador’, como resultado de la aplicación de políticas de ajuste
macroeconómico que venían desde la década anterior. Según los postulados neoliberales, el
Estado es un mal administrador, de manera que es necesario impedir su excesivo
intervencionismo y abrir las economías al libre mercado internacional. Se trata de diseñar
políticas económicas de extroversión, dado que para un país del Tercer Mundo, la apertura a la
economía mundial “es el único medio para aumentar el ritmo y la calidad de su crecimiento”.
Estos postulados fueron recogidos por los economistas ecuatorianos graduados en Harvard y
otras universidades norteamericanas que accedieron a puestos de privilegio en la
política nacional, desde la década del 90. Con el triunfo del conservador Sixto Durán-Ballén
en las elecciones presidenciales de 1992, Ecuador entró de lleno a un esquema neoliberal. Se
intentó controlar la inflación de manera inadecuada y se elaboraron leyes sobre modernización
del sector público que implicaba restarle poder al Estado en el control de áreas estratégicas y
abrirse a un programa de privatizaciones, según las directrices del FMI y los organismos
internacionales. Estas medidas intentaban reducir el tamaño del Estado, desregular los
mercados y abrir la economía al comercio y finanzas internacionales. Uno de los nuevos
renglones que impulsaron los gobiernos neoliberales desde los ochenta fue el camarón, que
alcanzó cifras considerables dentro de las exportaciones no petroleras. No obstante, en los años
noventa, el sector se deprimió por el impacto de la ‘mancha blanca’, reportándose grandes
pérdidas. A esto unieron los efectos de la crisis sistémica de los mercados emergentes que
generaron en los noventa los transitorios capitales ‘golondrina’.
Entre 1998-2000, Ecuador vivió una profunda crisis económica cuando el sistema
bancario colapsó, por razones tanto externas como internas. Entre las primeras, influyó el
incremento de las tasas de interés de corto plazo de los acreedores estadounidenses. Otros
factores externos fueron el fenómeno El Niño de 1998 que ocasionó pérdidas de 2,8 mil
millones de dólares y un impacto del 13% en el PIB de ese año; los rezagos de la guerra del
Cenepa, en 1995, así como la crisis asiática de 1997 que determinó la caída de los ‘siete
dragones’, cuyo coletazo afectó a Ecuador en 1999. Las causas internas, por su parte, fueron:
No se puso límites a un exceso de bancos que no tenían mayor liquidez. Se expidió una Ley de
Régimen Monetario que, en vez de incrementar los controles, soltó las riendas de un sistema
monetario y bancario que acusaba notorios desajustes. Fracasó la política monetaria y crediticia
que implementó el régimen de turno. El premio Nobel de Economía Jeffrey Sachs llegó a
Ecuador y aconsejó someterse al ‘piso techo’ para generar una devaluación de la divisa
controlada y así bloquear la tendencia de los agentes económicos en torno al precio de la divisa.
La imprudente decisión del Banco Central de emitir moneda en papel, sin sustento real, con la
intención de ‘salvar’ la quiebra inevitable del sistema bancario. La especulación bancaria y
descapitalización del sistema financiero. Los efectos negativos de la crisis acarrearon un mayor
índice de pobreza, salida del país de cientos de miles de personas, fuga de capitales,
desconfianza en el sistema financiero nacional, a lo que se sumó el impacto inicial de la
dolarización, medida implementada en el 2000 (aunque puede decirse que la economía
ecuatoriana ya estaba dolarizada, ‘de facto’, desde 1997). Los índices sociales también
decrecieron y aumentó la brecha entre la población más deprimida y la élite económica. La
crisis de los años 1998-2000 disparó sorprendentemente el número de ecuatorianos que se
vieron obligados a salir del país, en busca de nuevos horizontes, emigrando a España, Italia y
Estados Unidos. En 1996, luego del fin del gobierno conservador de Durán-Ballén, dos
candidatos se presentaron en la segunda vuelta electoral: el socialcristiano Jaime Nebot y el
populista Abdalá Bucaram. Dueño de un notable carisma, showman de tarima y enarbolando
un discurso antisistema, Bucaram triunfó en las elecciones y llegó a la presidencia con un gran
respaldo popular. No obstante, su gobierno duró tan solo seis meses, en medio de desatinos
políticos y escándalos de corrupción. La caída de Bucaram, propiciada por un golpe de Estado,
abrió un período de alta inestabilidad política que duró hasta 2004, con tres presidentes
derrocados, en medio de un clima de descontento social y masivo éxodo de personas. El
democratacristiano Jamil Mahuad y el populista Lucio Gutiérrez fueron echados del poder por
sendos movimientos ciudadanos. En 2000, la caída de Mahuad, en medio de la más dura crisis
económica que vivió el país en décadas, destacó la participación del movimiento indígena, que
empezó a asumir protagonismo desde la primera ‘toma’ de Quito, en 1990. Ya para el año
2000, el movimiento indígena se había empoderado y mantenía una agenda de reivindicaciones
de soberanía indígena, autonomía jurídica y plurinacionalidad. Una serie de huelgas y protestas
contra los regímenes neoliberales de los años noventa definieron el tinte de la lucha indígena.
El balance, al finalizar la década, consolidaba a un movimiento indígena de amplias bases
populares y con una envidiable capacidad de organización a nivel regional (andino), capaz de
movilizar a la opinión pública y propiciar, en 2000, la caída del nefasto presidente Mahuad.
LA GLOBALIZACION VENTAJAS Y DESVENTAJAS
La globalización se define como el medio a través del cual ciertos valores, creencias, ideas,
tecnologías y preceptos de cualquier tipo se implantan a nivel global como una realidad que
trasciende todas las diferencias que dividen a los seres humanos.

Ventajas de la globalización

1- Difusión del mercado


Hace unos 500 años era impensable que se pudieran comprar azúcar y clavos de olor para
cocinar en casa, ambos eran productos extremadamente costosos que no entraban en la mesa si
no había poder adquisitivo para comprarlos o si el gobierno no lo permitía.

Había partes del mundo donde ni siquiera se sabía qué era el azúcar o los clavos de olor, puesto
que ahí no se consumían o no se conocía su existencia. El mercado, por tanto, era limitado y,
de paso, caro.

Con la globalización, la economía fluye a un ritmo más espontáneo, en el que los bienes y
servicios pueden disfrutarse en el mundo entero.

Aunque es cierto que algunos productos importados puedan resultar algo costosos, no se puede
negar que se pueden disfrutar de los mismos en poco tiempo, en cualquier lugar y muchas veces
a precios razonables. Incluso hay ofertas en páginas como Amazon o Aliexpress. La
globalización, pues, le hace un favor al libre mercado.

2- Gran diversificación ideológica

Sin la globalización, es muy probable que el marxismo jamás hubiera llegado a China y que
Japón se hubiera estancado en el feudalismo del Período Tokugawa.

Además, también es muy probable que América Latina hubiera desconocido (o conocido más
tarde) los trabajos de Pasteur, los inventos de Edison o las novelas de Faulkner. Por tanto, la
globalización es un arma contra el atraso científico, tecnológico, filosófico y hasta literario.

3- Transmisión de valores culturales

La globalización hace que sea posible la difusión de culturas que antes no se conocían, o de las
que sólo se conocía un puñado de prejuicios.

Gracias a Internet se puede escuchar música de la India desde Colombia; de igual forma se
puede leer poesía gauchesca en Finlandia, o se puede ver una película de Kurosawa en los
Estados Unidos.

De hecho, fue esta globalización la que hizo que George Lucas inspirara su Star Warspartiendo
de una película nipona con temática de samuráis.

4- Intercambio lingüístico

El uso de una lengua internacional es de vieja data, por lo que en su historial se habló latín,
griego koiné, francés y alemán.

Actualmente, el ejemplo más vivo está en el inglés, que comunica a millones de personas en
todo el mundo, mucho más de lo que lo hace el chino.
Con la globalización, es posible que un italiano y un checo se entiendan en inglés sin necesidad
que el italiano hable checo y sin que el checo hable italiano.

5- Unificación de valores morales

Anteriormente se creía que la moral estaba en la religión, pero los valores laicos probaron que
era posible un mundo donde se respeten las creencias de los demás.

Esto es así porque en un mundo globalizado, es preciso reconocer y aceptar que personas que
viven en países lejanos como Ruanda son también seres humanos y hay que tratarlos como tal.
Las ideas éticas, por tanto, son universales y aplican por igual para todos, sin distinción de
ningún tipo.

6- Disminución de tensiones sociales

En base al punto anterior, la globalización es la vía para que se reduzcan las tensiones entre
sociedades completamente disímiles entre sí.

Al haber una moral más universalizada, se trae como consecuencia que se transformen las
rivalidades de antaño en amistades, que pueda haber diálogo y concordia en gentilicios que
antes eran enemigos jurados desde tiempos inmemoriales. Esta puede ser la fórmula para la paz
entre israelíes y palestinos, por ejemplo.

7- Mayor sensibilidad humana

Considerando las ventajas precedentes, se puede decir que la globalización hace que el mundo
sea un espacio donde se luche por la igualdad y la justicia en cualquier lugar. Los tribunales
internacionales serán a tal efecto el mejor medio para que no cunda la impunidad.

De igual forma, la información globalizada en los medios crea una conciencia en la que, por
ejemplo, los mexicanos pueden expresar su solidaridad por los fallecidos en los atentados
terroristas ocurridos en París.

Desventajas de la globalización

1- Amenaza a las economías locales y nacionales

Se ha criticado que la globalización es una manera de que las economías más grandes se
impongan a las economías más pequeñas.

Aunque haya libre mercado en todo el planeta, eso no quita que los países desarrollados hallen
medios de aprovecharse de esta situación para librar guerras comerciales y usen como campos
de batalla a los países en vías de desarrollo o a los países subdesarrollados.

2- Imposición de ideas extranjeras


Esto es un punto controvertido, ya que fue la globalización la que permitió que muchos países
salieran del siglo XIX. La Primavera Árabe no podría haberse conseguido sin el poder del
Intenet.

Pero, en ocasiones, países como los que hospedan la cultura islámica prefieren abstenerse de
usar la moda occidental, y en varias regiones de América Latina se buscan modelos de
pensamiento que no sean los eurocéntricos, sino los que vengan de Asia.

3- Transculturización: ¿contaminación cultural?

Esta desventaja está vinculada estrictamente con la anterior. Si bien es cierto que en el siglo
XXI países como Japón exportan su cultura a niveles que nunca hubieran imaginado en
el Período Meiji, también es cierto que las poblaciones latinoamericanas adoptan preceptos
culturales y dejan de lado las propias.

Esto es igualmente un punto polémico en el que se pone en el tapete la identidad nacional. De


hecho, los nipones al respecto hablan del dilema “modernización versus occidentalización”.

4- Extinción de lenguas minoritarias

Por siglos han desaparecido lenguas y de muchas de ellas no se tienen más que escasos datos.
No obstante, desde el siglo XX se han importado muchos neologismos del mundo
angloparlante que penetran en otras lenguas, como el español, de la que sale incluso
el espanglish.

Por otro lado, los idiomas minoritarios desaparecen más rápido con la globalización, ya que
sus comunidades, impedidas de usarlos en el extranjero, los abandonan por una lengua más
hablada, como el inglés.

5- Moralidad universal: ¿un peligro para las religiones?

En un mundo globalizado, la moral es para los vietnamitas lo mismo que para los panameños:
la que se basa en los derechos humanos suscritos ante la ONU.

No obstante, ni vietnamitas ni panameños han sido criados en las mismas religiones, por lo que
cabe preguntarse si la globalización es de verdad un medio para barrer las fronteras entre el
cristianismo y los credos orientales, o si es una forma de afianzarlos mediante el
multiculturalismo, en el que ambas creencias deben ser respetadas.

6- Tolerancia, pero por conveniencia

Tomando en cuenta que con la globalización viene una moral más universal, queda saber si la
reducción de las tensiones sociales es sincera o se hace sólo como un formalismo que puede
quebrantarse fácilmente con pactos fingidos entre las partes interesadas.
Limar asperezas entre viejos enemigos no es coser y cantar, ni consiste en decirles sin más que
son hermanos, es cuestión de desarticular uno por uno los motivos que los llevaron a pelearse
en el pasado.

7- Neoimperialismo y neocolonialismo

Con una moral, economía, ideas y preceptos más globales se puede avecinar una nueva forma
de imperialismo y colonialismo que vendría de países que son capaces de producir todas esas
creencias, como China y los Estados Unidos.

En cambio, las naciones y culturas menos pudientes y con menos aportes creativos deben
conformarse con el hecho de consumirlas y aceptarlas, pues esa es la tendencia y hay que
aceptarla so pena de quedar fuera del círculo internacional.

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