Está en la página 1de 197

Manuel J.

Smith
Manuel J. Smith

Cuando digo no,


me siento culpable

Traducción de
Ramón Hemández Sol

!!J oeBOLS!lLO
Tllvto onpMI: 'Mlit• I ~ 1'/(), / Frrl GtrJty
T rad«• dr la edKicSn oñsinaJ «
1bc Dial Prtu. P..\Jcv1 York. 197;)
PllbHc.tdO poi X\letdo con Dell Pu!X1ll!i!'lt, N11t'2 YM:
F~~¡fafia de portada: C> C()VttJF'hotonft

Sca1o1nd;a edición en &pW en c~te f~to. 200J A '" H11rnan1tl11d, la única tspecre JJni111al qur ~t'~tl111t•r11"
Primera edición en ~1txico. 2005
llJ«' /111po1111. y a 11111 tt11tn1b ro s i i¡,uienlt'f' D<-tlntj, Ei·rl\ 11,
Pnm~r:. rcinlprt>,16n. J006
Frrd. GlriJys. Hol, tan, In:, }tn11it:, )uAn11; }0t•, ,\·1J ,,.,,,..,,
C 197$. t.1Mniel J. Smitb PlJili Si•t) E.1 T11rc."o
e 1977 oc )¡1 cd:IC10n en (:uicllane p¡!IJ todo el n11u1do
Oni¡:o Editorial Random HOU!iel MoocbcSon. S.L.
T,.vt~ « GrX:ia, 47..A9. ~21 Eb~
C> 1977. lt>mOo H...W.XZ Sol. p<X la uodo«o<o

o R. 2006. bidcm tlouK ~ - s. A. de c. v.


Av H.omtro No. 544. Col. Cbp.llrep« Monft.
O.L M-1 ~C. P.11570. Mm<• O F.

Conw.,Laño. "°""*
ll ~ieióa y COftlCllido de nw 1tbro a:
M1crvW@r¡ndpmboqqnoncbWi.com.nv.

Que& ri1vrot.11mcn1c prohil>icb. sin :aU'lori1.:1o1:fon f')eri ·


t.:i de IOll 1hu l c.~~ del ..Copyris,ht•. blijo las .s.anc-ionc:!I
c'utbltcidai por b i leyes. l;a ~Ftod...ct'i~n 1cxal 9 p:11•
clal de cMa obr:. pe. c;u;ilqUicr rncdiu o ¡ln)ttdi1111e1110.
(otnpttndtdol la rqirogr:ifta. iel tr.11:amicnw in lonn~t._
c:o. ~Jf C'O!M ta di.stnbuc:iOn de C'jempl::sre~ dt la misma
mc:dian1e alquílitr o pdltamo púNico5•

.
lmprno u MIA.ico( 'riMd i.t M~sial
Índic~

P1tólOCO •••• 11
A GRADl:CJ Mll~ JI

1. Nucs1ras rcaccion~ hcr~i1<1ria.s par..a L.. ,;:upt'\ l\'Ul•


cia: fret11e a k>s, dcmis.. nos deicnJcnl0$ medi.1n1~ la
lucha, lt huida o nuesrra afinnación verbal, . , . . . . . 19
2. Nuestro primer detteho humUK't aSénÍ\'O, ~· su vio--
lación por obra dc )05 dcmas . . . . . . . . . . . . . . . . . • • 47
3. Nucs1ros dcrtthos 1St:rtivos en la \•ida rocidianaa y
los pn>«<lirnicruoo que rmpJc.., los demás por• ma·
nipul&nlOS • •• • •• • • •• • • . . • . . . . . . . . • . . • • . •• • . . 75
4. La primen .;nud que ck'>c adquirir la pcnana
asertiva: la pcnis1enru .. .. . . .. .. .. .. .. . .. .. .. 103
S. Conversación J<Yial ascrti''* y C'Omuninición • . . . • 123
6. La rcecaón 1sntivt lrcn1c al gran manipul1d<>r: las
criticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
i. Debemos tratar de conseguir que las personas que
amamos se componen más asert.Í\'amcntc yck mane:·
ra menos m.anjpulativa con nosotros ..... .. . . . . . . 161
8. Si1uacioncs de J. ,.¡da <omcrcial co1idiana. L• rt•<·
ción ascrúvt cumdo csú en juego d dinero . .. . • 177
9. Siiu1cicacs eo<idionas de au1oridad. Rnccionn
frcn1colsupcnioorodc;¡pcno .. .... ......... 22)
JO. Kl~Jlh\fll.., 1..0ll\li.Ln.tS ""'',.'' i).'.u.1k-s.: M.1nc Je lk.~r
.i un ltllnJ'rt'fnl~' o ,Je- ,kc1 r "'"'pk>nll"ll1C. •'.':(>,. 281 Prólogo
J l. 1tchu:i(ll1l·~ tll1t\: i~u:1l1.."i. r.:i•lmc...,ltc."' in111n:a" t11cxf• )'
.. 'iC'í(IC"~nl •. , , ,, . . . . . • . . •. • ••••• • ·••· •• • •• }.J)

L:.i tt.:r>ti;1 )' IJ.) h.~n1cJ:-. \\.rt1JJ1.""s <.fl· !.11i:r:api2 as~rt1\J ro a1irm::i·
1iv~11 si~1c1n:i1 ic;¡ son rc~uhi1ll(l <litcl'lC\ de 11 .... trab:tjos cíeetu ¡¡dos
n1n !'-t'l'c~ hum:a~ nC\nn.ilo. en el C.'Ur"'1 de h~ cu.JICS S(' in1cn·
t.i msc.-ñ..irb ~~ <k~t.a -.k la m.arlen de c:nlrm1atk d1ca.z.·
nx.1111! l't'll los cort1lit.ttJ~._.uc: a ttxf0$ l"IQ5 pl<1nt(it el hc."'t"ho de f.,.
c.."On\'Í\'cnc:ia con otrl)S. 1\1: moti\'aci('1n iniC1al p.::rra tS1aUlecc:r un
1né.1odo sts1en1ático aletminaltn a <..-nscñar a «c:s11r ~la al1un»,
:.a re.tecioo:ar de: manen .ucni,-.. trrana de- mi oombrunien10
i;.'lº'" Of'iciul tk E\'uluac16n sobre el Terreno. en c-1 \..entro de
1:,lf111ación y J>c.:rfc..-ccicm:.1111il.'nto di:I Cuc-rpo J e l:a Pa~. situaJo
en l.as colinlAS p róxima-¡ ll Escondido, California. durante d \'C•
r.mo y d ocoño Jo 1969. J:n d curso J. dicho pcrioclo observé.
Jcs.corJtOnado, que lll$1é<'nica$ (t1d1ciona,lcs;-('\10oci&d. pin.
coresca1ncntC', con eJ nombre de «armamcntañum• dd psicólo·
~'O dinioo Co Je cua1lqu1<:r (){ra disciplina terapeutk-.1. para el .
asol- raultahan h~no l1mÍt3cbs: ckntro ck IQ\k'1 n!llrC"O Je
lt>m1:1c.· iún. L~ in1C'n-cnc10n en ca.~ ck crisis. el 9k'Soramien10 o
lu rsi1.:otcr:11liu i1lJjviJu.1lc."S. y los m~ro<los o procesos de grupo,
induiJo, Jos Je ioml;.1<'""1 de la sensibilidad o los de -.·r«imitn·
ro·.,,'1K'\J~lro en ~rupo. poco h::aci:ln pan mscñar .. k'5 rrduru
rel.tivomcnrc nom.,les dd Cuerpo de I• P:a • ...,.ilvcr los pro-
blt m.as co1iJi:1nos de la inccracción humana que la n~~·oria de
Jos \•olun11rios \'t'1~raoos habíaf'I ,·is:to pJante.árselcs en d ex·
''""""º·en sus púscs huéspedes. Nues1ro fnoaso m d intento

11
dc •wdar • •qucllos cn1usi.asta.s jÓ\~ de ambos sexos se hizo centraron en la posición intlef•11d1bk de ser imcrrogados en
p:irc.ntt al a.bo de dott semanas de ad1cstr1micn10 prietico 'I busca de motivos poco honesto$. la mayoña de los :alumnos vi-
teóri.:o intensi\10, ruando. por ejemplo. se k:s practicó Ja prlmc· vieron una experiencia turbadora e i.riolvidable.
ra dcmostr2ción de un rociad(lr portátil de: insecticida. Senta· · Aunque les habíamos dado Una buena prev~raci6n iingüís·
dos sobre sus t1'1oncs en u.o can1po polvoriento, pata simular un tic•. c'Jltural y 1ttnjca. no les hab1amos, prepaf'3do en 1bs.oluto
grupo clc labrodorcs laúnoamericanos, habí• un abigarrado plorA c:nírcn1arsc de manen ascnjw y confiada • un c'Xamcn
conjun10 de doetorcs en filooofia y psicólogos. un poiquiatra, p<r50nal criaco, efectuado en público, de sus moóv0<. •e • de·
instructora de lcngua)l- y '-oluntarios vttcnnos disfrazados con . -. su• debilidades y aundt sus fuerus: en óm~ pmi un ex•·
sombrero. de paja, pan1alón cono. sandalias, botas de 501dldo, mcn de: s.i mismos en 12nro que pe.r$0nas.. Ne- les habíamos msc·
u¡1atos Je tenis<• simplemente dcscalios. Micn1r-as los alumnos ñado • rcsol\'cr una situación en l• qUt" el alumno se empcñ1b1
llevabán a c:abo ~u d('f"'K)S1r;1c::ión sobre el 1crrcno, los pretcndi· en hoblor de agronomía míeniros que los fingidos 01mpcsinos
dos J;ib r-J<.lorcs mostraban t."SCMO interés por c1 rociador de in- (c"mo lo hubieran hecho lus de verdad) solo querí1111 hablar de
~c::ticida, por el apar1110 en $Í, y j:ran intcrk cr cambio por lo~ los propios alumnos. No les h<1bíamos cnscñado a reaccionar en
foNstc.:ros (.jUC h11bían :.p.arecido en I~ cam¡..o0$ des•• aldea. Si es parecioa situacir-r. porque en itquel tntonccs oo sabíamos qué
cierto que Jos alL•mncJS eran capa"'CS de dar N'SpucstasacertauólS debíamos enseñado. Todas 1eníamos idcu ngas aa:rca de la
a todo dasc de preguntas sob"' agronomb, lucha contra las pla. situao6n. pcr" ninguruo de di» nos rcsul1aba muy úál. No en·
gas, rceadio o fertilización, ni uno solo dt dios pudo dat una salamos a los alc:nnos a afirmanc a .S mismos sin tcocr que jus·
rupucst• cn:1'ble • las pregun1.. qu• con toda probabilidad SC· úficarsc o dar una razón para todo lo que hacm o quiera> hoett.
rían las primeras qu• les fonnularían aqudlas gen1cs • las que No cnscnomos al alumno a decir simplcmcotc: «Porque ·quie·
deseaban ayudar: .¿Quién os ha cnvindo aquí• v<:ndcmos e>c ro... ~ y 1 dejar luego lo demás ti buen criterio de las personas a
aparato?• c¿Por qué os empeñáis en que lo empleemos?» las que iba a tratar de presw- ayuda.
«(Por qué habéi> venido dc:sdc: d otro cxtn:mo de América para En las pocas semanas que quedaban antes de la ceremonia
explicamos cs1o?• •¿Qué ,~ con ello?• 'if(Por qoé habéis del juramento y de su marcm, llevé• cabounsúmúmaode CX·
VCDido primero a nucsu'O pueblo?. "(Por q~ tcncrDO$ que pcrimcntos con tocL clase de ..naciones ~ Ímpl'O\'ÍSaciOlleS de
conscguit m<jora coscdw.>., c:tc. Micn.,... todos y cada uno odiesm"'l1mto tcranémico con 1odoo los ilumnos qut se mo<·
de I°' alwnz;os trataban, :::xasPcnidos, de hablar dd aparato ro· traron bien di$p~os a ello. A mcd.ida que se aceraba la úlri·
ciador, 10< prc:tendidos labriegos no cuaben de fonnu!.:r pre· m• semana, d número de los alumnos que me evitaban iba en
guntas acerca de 111.s rttOOC$ de su visita. Ni un solo a1umno, que aumento. Ninguna de 1.. ideas bro11das de mi cen:bro dio por
yo rccue.rdc, respondió asertiV'amcn1c mis o menos con estas d momento resultado alguno, ni pareció siquiera promc:tedora.
pa)abras: ...Q1,ii11 s11b~... ¿Quién conoct la respuesta a todas Pero hice, eso sí, una obscr\'ación importamc: los alumnos que
vuesu·as prqun1as? Yo no. Yo solo sé qucd<sc.ba ~ir• vucs· se mostraban menos capaces d: otfrcntarst • un aamcn pcr·
tro pueblo y cono«ros y mostraros cómo este aporato puede sonal crítico se componaban, en su trato cm omo personas.
a¡-udaros • cuhivar más alimcn1os. Si dcscíis aumcnw \'UCSUU como ú no pudic'2D odmitird mcnor Encaso; pareáao pcnu..
rostthas. tal vn yo os pueda ayudar e::> cJlo,.. Sin esa cbsc de""' didos de que tenían que ser pcr{caos.
titud no tlef•nrñu y tlt rrsputf/o un/xi/ 1sntiw, cuando se en· Hice esta misma obs.cf\..ci6n durante miscargosdinicoi. en

,,
1w,•1)"19i0. c:n d Cauro de Tt·rapío del Compon•inicmo. Je: 04:r.1 ~n.om Cm1•rcndimos. juntos. rn plan rxpcrimcftttl. un
l.:..·wrl: llills. <:.!iforno•. )' m d Hospitlll de I• Administración crab..i<' cnam1nado a Jnc.nsibifi:,pr/(-11 f., mita1 des.u padr.a.s-
r<1r<.1 Veteranos, en $cpúlv.:Ja, Caliíornia. Durante el 1r1tamic:n· tro. Je su funil1a y Je la ~c:nte en gon«1I Al C'lbode dos me:«-$.
1cJ y la observación de p1ctt:ntt:• cuyo dia~ico iba des.Je ma· aqud ·~urótico muJ°" fue dacio Je 1lt1. dc:.rués de haber
niai norma lo o ~·e~ h11$ta ~l'U\'CS penurbacioncs nturÓIÍ('as \' sido t i i:-ahcc1ll2 de un i:rupo de(){.~ 16vcnnqut hicieron una
has1a <Sq\•Írofrcnias. dc~cubrí que muchos Je ellos ccnían I~ e:sc11padil parn 1r it ech11r unos tra~os y annaron lutgo la J.?ntn
1nism; incapacidad par11 mo.strarsc a !a altura que 1<» jóvenes juerga en Sll sala. 11 su rc:greso. Según los úhimos inínn1'I~ <'i)IC·
rc<:luta~ del C:,re.rpo Je la Paz. soJo que C'n ~rado mucho ma)'('lf. nidos. in¡:rcsó en un -.olcgio. empezó a \'CStir .i su 1n1ojo y a ha·
Mucho. ..ic •quellos enfermos parecían incap•ce. de tnfr<ntor· ccr cui iodo lo que le daba la gana. pese a 1<'.'•as Jas protcstas de
• !i<:" con 2fi:·:nacionM o p1ti::un1u criticas a«rot de ¡j mismos su padrastro, y parrcc swnamcntc improbabk: que Jea DCC'eSa·
frnmubJas pno "'~.._, pc""n.is Uno ck los mÍ<mM.,.., J'llni· rio YOI\ cr a in1c:marlo P.más.
c.i.d:1r. ~ mccr:1fu t.1n 1n;1rntl.nn......n1e f'C2('ln ~ hablar de nac.U A r-d1Z dcC'Slc 1n11mjen10d'icv.. pc10 cn1cr11mi:n1c nuC'\'t', d
~t.._. J:turc.J:ara rcbticln C'C\n ti. que m cmtro m-~cc;; Je terap1.1 doctor 1\lau Bum~lkri. psi~o ;de dd H«pit.il de Sq>úlvc·
1r:1, li(icm41I solo se ce •n$1~lllc"I .1rr.1nc:srk un;:1s poC'J> <lf IC'C'n:~ •le Ja. me ,.11imó 1 ,.,0:1yar c:sas u!c-nira.~J.: 1n1<1.mÑ:n1ocon C'nfcr·
fra~"'!I A C'tlt.U tic:~u mut1~mn y)-.! :ii~l:.imlcnto ck otra!\ rcrson:.1s. mO$ de: cipo s.imiJ,., ~·a establecer un pro1ttatn1 Je trat11:mie:nto

Yde I• manifiesta ansiedad que le pmduda la proximidad de $Ístcmoitico p;,111 pcrsot•as inc;.1p-..ccs de lilíirm1rsc. Ol1rantc la
0tr<1s. ~le dial!no:.uicó como un caso ~ra\.:. de ansiedad neu1\;. prim1,•era )'el YC!"UlO de: 1970, las t&:nicas de te:npÍ• 1.scrti,·a o
tica. Guiado pOr la intuición deque st trataba simplemc:ntc de afinnativ.o des.cri1·as en d ptesente libro fueron evtl~das dinl.
or ,,..,., cmmno del .índromc de los .Jumt!O' del Cucrpt' Je la <amente, t•nt~ en d Hospital de la Adminisrnición panr Vete111·
Pu. J.j¿ de «hablarle• Je si mistno par1 h•blarle de Ju p.:rso- nM. de Sepúlvcda. como en d Centro de Ttn.pi• cid Coinpor·
nas que m"5 conflictos le hablan aiwado en la Yidt. Durante un wnicnto, por o0r1 del gr•n clínico y cokga nuestro. d cloC1or
período de scm...,.. O\'CtÍgüé que kn!Ía terror y hostilidtJ .J U.· \'(.andcr<r. POStcrionnent<. esas tk:nicas sistcsn.itias han
mismo ricmpo«>ntra su p~ruuo. una perJ;. quc.!.cntc aél, sido ampl~ ¡• uriliz.dos por mí mismo. por mis .Jumnos y
sok> acnuba a adopru un1 <k estas dos posiciones: critÍ<'• o por mis colcps .,..,.. mscñar • las penonas inaipocu de afit·
protección patcmali$tl. NuCSJro joven paciente. por dagnci1, mane a si miun .. •tratar de maner• dicn con los dcm:i.< en una
no conocía Otra manera ac
relacionarse con su padrastro más variedad de situaciones. Es2S técnicas ascni\'as liC han enseñado
que como objeto~ erítÍC'I o de pro<cccHSn. En consecuencia, en clínic-as universitarias. de distrito y privadas. destinadas a m ·
Cfl presencia de aqucll.a fis:ura autoritaria. el paciente $C: cncc· fcrmos no in1cm1dos. y han 6gurado en program1S y clases de
rn1ba práC1iC'amentc en un mu1ismo total. Su silencio casi in\'O· formación univcnhari•. en seminarios de formación cdcbrados
luntario. prOOucido pnr su ttmor a ser criticado}' su ronvicci<\n en fines ~e semana. )' en reuniones prácric;U profcslm.aks, así
de que aa inapu Je defcndcm: por si mismo,~ gcncrllliz.ó l' como en programas Je fornuci<-n oricn1ada h1ci• '"' delin·
cu CSJ::rimido contr.11 cu2lquicr0tra persona que rnostran 11 me- cuenta en Lbcnad \-i¡:iWda, la asistencia S<>cial, Je. prc505, la
nor seguridad en si misma. Cuando prqumé a 2qud jo\'Cl'l •t~ rchabilir.ción de u pJCSOSy las cscuclu públiais.ylos resulta·
moriudo ,¡ le int""'8rú oprmdcr a ddendcnc contra las criti· dos obtcnidof hao sido objeto de informes ~ m r<u·
as d., su pqodrasuo, empcz6 • hablarme romo una pcrJOna 1 nioncs prolcsionala.

1<

-
Par> mí es indifemicc qu< dttidamos llamar s lu personas Ag::adecimientos
susccptihla de bcndiciars< de la rcnpia ....m.. sistemauca
R•nce nonnal que uopieu oon difiruludc:s a la hora de manr<·
nersc Y<rbolmcnre a La alrura frcnr< a Jos demás (como en d aso
de )05 recluus dd Cuerpo de b Pul. o pcrsnr.:is ncuróricas.
como en C"J caso del joven enfermo «mudo,>. Lo que in1crcs...1 e
importa es aprender a cnfrcnramao con loo problemas y con·
íliCtos de la vida y con la gcn1e qu~ nos los plantea. He aquí, en
rcsumC"n, en qué consiste la 1crapi.a ascniva $i$lcmátic1. y he
aquí por qué se es<ribió este libro. U. rócniOlS ascrtivaJ dcscñ· f\-li sincero agradecimienro a los colcps;. los esrud1an1es y los
tas en esca obra se iasan en c1nco años de cxpc:ricoci.1$ clínkas alumnos que han contribuid~ a b rccbcaón final de este libro y
rca!iiadas ?Ot mi mismo y ?O' mis rolcgu en d anc de cnJCñ1r al Jcsarrollo de la terapia ascrtJ\-a si_qaná11ca como un slsim>a
• la gente ; .cmantcncrx 1 11 alt~n.•. Al csmbir .cttC"I dt la de: conocimtcnros dínicos y prácticos. por pcrm1urme dcscnl>ir
1eoria r la pnk.Uct dt ,_ •cnpi• 1$Cr1i\•t sistcmátic&. mi objc•r'O aquí las c.xperialdas que realizamos conJun1amcnrc.
escriba en ayudar al mayor número d' personas posible a com· Quiero dar las gracias en particular; las siguicnrcs pmonas,
prender mejor lo que ocurre• menudo cuando nos sentiJros in· por la colaboraci6n constructi\•a que me han prcsttdo con sus
capatdde enfrentemos '"'On'otra persona ... y a remediar este di· críticas, sus conscios y la revisión <Id original: a la scf1Jra SuSan
ficulrad. F. l.evine, M.S. W. que colaboró C5trechamcnlc conm~ m e]
1

lnstituro dt Salud Mcnr.J clcl distrito de Los Anides, por su jui-


M.J.S. cio cririco dt eadt una de las panes dd oñgin.J, formulado en
Wcsnrood Villaac el curso de su rcdteción desde ·m punto de "is" clínico pcrc al
LosÁngdcs mismo úcmpo cálido y humano,)' por d entusi.umo chispeante
r
ron d qu< acitna a""'°"' d sisttJJU ucnn"" aun después de
unras y tanm d .... y ~es dt trabajo: .J don oc lmng M.
Maluman, dcano de Ja Farulrad dt Psicoloj¡ia dt 11 Un~rsi­
dad de California, en Los Ángdcs, por haber leído mis primCTos
borradores, que me alcnróa ampliar en forma de libro. y porsu
revisión del primer borr1dor 1tcnlco; a Frommc Frcd Shennan,
M.S .. mi viejo col<ga del Cuerpo de la Pu, por su re\;sión de mi
primer borrodor y por las ,.a)j05a5 sugerencias con los que lo me-
joró, así como porsu liiJidad mcr11al y so ingenio pucste>s acoo·
tribución en la enseñanza ¡riaiQ cid sis<cma. y más 11rdc por
w dclicios. incCJ¡>rcu<ioo dt Tc-,e dapués de ocho h<>ns dt
u•b•io: al doctor :UV \\'•nderer. dirtct.· . dd Ctntr3 de Tcnipia 1
cid Comporurniento. de Bcl;erly Hills, California. ror sus con·
scjos, sus observaciones. y su critia de las técn1atS terapéuticas Nuesuas reacciones heredirarias
clcscri1as en el original de este hbro. asl como por haberme an1· para la sup ervivencia; frente a los demás,
modo 1 publiorlas. Aunque todos dios han contribuido • ¡, nos defendemos mediante la lu cha, la huida
rtdacción y al contenido definitivos dd libro. debo aceptar de o nuestra afirmación ve.rbal
antemano la plena responsabilidad por cualquier error o inc·
xactitud que puditra contener.
Quiero dar las gracias u.mbién a NanC)' Stacy y a Jennifer
Pattcn Smith, expertas mecanógrafa, y redactoras gr1ci11s a 1as
cuales tiene algún sentido lo que yo escribí; groci11, espc<:ial-
mcntc, ajennifcr, quien siempre acierta a lntC'tpretarme cuando H'1cc cerca de ,·cinte o.!ios,) r1:cii.:n liC'enciado de) cjércl10. co·
)'O no consigo expresar sobre e) papel mi$ pensamientos. . nocí en In universidad a un hombre honrado v cordial. }('11! er.a
Debo dar gracias muy especiales a )orce Engelson, ed11ora entonces un joven profesor y yo uno de sus alu"ronos. Cu~ndo le
ejecutiva de Thc Dial Press. Nue\·a York~ mi agradecimiento a conocí, Joe enseñaba psjcología y sigue haciéndolo. La enseña·
ese cxccpdonal -.csa.rgmtO» de insuucción literaria cuyo duro ba con un estilo duro. testarudo, ab1eno. Destruía implacable-
trabajo y CUJ>'O afec:ruoso i.oterés por mi manuscrito unto signi· mente todas las ideas ingenuos que sus alumnos albergaban
6caron part csre y para mi. acerca de¡, disciplina llamada psicologú. Se nevba a d21 las
explicaciones espcrsdas acerca de IJIS normalidades mundanas
de ¡, mente, el oomponamiento o el espiriiu de motivación hu·
DWlOS. En lugar de exponer complicadas tcorias sobre el mon·
va de nuestras di,·crsos componamien1os. bada hinatpi~ en b
simplicidad. Para él. bastaba describir cómo funcionaban las
cosas psicológicamente, y comprobar q11< funcionaban real·
mente así, empicando simples presupuestos, y cnarreciénCon
a dejar,.¡ In cosas, sin más. Albergaba la firme creencia d< q1 ~
el 95 por ciento de lo que se presenca pompos.amente como
teoria psicológica cicntlfica es pura bazofia y de que deberá
tr;an~currir 1od~\IÍO mucho tiempo antes de que <:onoz~amO$
rca.lmcntc nuestros mecanismos básicos lo bastante bien co1no
para pod<r explic1r completamente la mayor parte de lo que
V~I')$.

El valor del argumento de J~ rC$ulra. tan ton,.~nccntc at·


rualmente como lo era ha('C \'ante años... ¡y sigo C$tAndo de
•cuerdo con él! Las explicaciones técnicas o mistias de altos

19
vudas resultan •menudo interesantes y hast• literarias, pero no útulo de «docto.- y los conocimientos que lo acompañan no
solo son innttesarias sino que no hacen mí.s que complicar las nos eximen de experimentar los mismos probJemas que \'tmos
cosas sin añadir un ápice a nuestros conocimientos reales. PaN en nuestros familiares, vecinos, 11migos y hasta en nuestros pa·
hacer uso de lo que la psicología puede ofrecernos, es más im· cientes, independientemente de cuáles sean sus ocupaciones o
potttnte saber qué es lo que r<0ulurá eficaz, qué eS wquefu•· sus estudios. Lo mismo quc}oe, lo mi.moque 01ros psicólogos
cionarJ, mú que por qui habrá de funcionar. Por ejemplo, en el y no psicólogos, todos tenemos problcmis en nuestro trato con
tnto con mú pacientes, ~que resulta tlpica=te inútil los demás.
~tnnc dcn>asi.do en aV<:riguar por qui uo paárntc tiene Cuando nuestros msridos, nuestras esposas o nuestros
un cktcnninado problema; se inu de una csp<rie de masturba· amantes se sienten desdichados por algún mom'O, saben hacer
ción académica que puede prolongarse durante años sin rcsul· que nos sintamos culpables aun sin decir una solo paltbra occr·
tados positivos. Y hasta puede resultar perniciosa. Resulta mu· ca de ello. Basra una determinada forma de miramos, o una
cho m.ás úcil conccnrrarsc en estudiar qui es !o que el paciente • puene que se cierra con un estruendo ligeramente superior al
va a hacer, acerca de su componamicnto, y no empeñarse en normel. anunciando una hora de silencio, o la petición glacial de
comprender por qué se comporta como lo hace. que cambiemos de canal de televisión. Una~ Joe me deda. I•·
Joe Uegó al exrremo de hacer añicos cualquier id.. que hu· mcniilndoec: ..Que me aspen $Í si cómo lo consiguen, o por qué
biésanos podido hacttnos acera de los psicólogos como nu~ reacciono de esto manera, pero de un modo o de otro acabo por
vos sumos S1Cerdo<cs omniscientes del eomporwnicnt.o huma· sentirme culpable aunque no tenga mom'O alguno para ello•.
no, al refunfuñar en plena cJose: c ¡Me fastidian los alumnos que Los problemas no se limitan a los que nos plantean nuestras
hacen pre¡untu que no sé coritestar!•. Como se adivinari sin parejas. Si Jos padres y la famUi1 política quieren algo, s<>n copa·
duda, el caráeter deJoe fuera del aula no era muy diferente,)'. a ces de hacer que sus hijos e hijts tduJtos se sientan ansio.sos
pesar de ser un experto en comportamiento humano, no le foJ. como chiquillos, aunque l'9 sean podres también ellos. Todos
talwi problemas en su trato con los demás. Joe tenía problemas sabemos pe.rfectamente cuál es nuestra reacción íntima a.nte un
suficientes ademú de los que yo le plantcahf.y que le obli¡ab.n silencio de nucsua madre por teléfono o antt a mirada de desa ·
a refunfuñar úperamcme cada semestre, después de distribuir probación de un suegro, o de una obseruaáoo de papí o mamá
las calificacionts: cEsos esrudiantes andan quejándose »empre del tipo siguiente: «Debes de andar muy atareado últimamente.
de que tienen dem•siaclos problemas person.U<> que eswdiat Ya no se te"" nunca por aqul•. o cHay un piso esrupcn~o por
¿No pueden •p«hugar con sus problemas? ¡Si no tuvierais alquilar en nuestro barrio. ePor qu.! no \Íen'"' mañan1 por la
problemas, todavfa no hobriais empciado a ,;vir!». noche y le echamos una ojeada todos juntos?•.
Cuando, con el tiempo. Uegué a conocer oJoc como un ami· C->mo si el hecho de ccner que enfrentarnos a esa el""' Jo
go Intimo y un verdadero experto en componamiento humano, conflictos que nos forman un nudo en d estómago no bastar•
me di cuen11 de que 1enfa los mismos problemas que yo en su pan inducimos a dudar de nOSCMros mismos, también tenemos
tnto con los dernú, y aprox~te en lt misma propor. problemaseon personas ajenas a nuestrt !amilia.Porcjemplo,si
ción. A mccllcla que fui conociendo a ex ros expertos en c:om· d mc.....,i«> hace una reparación clefecruosa a nuestro automó·
ponamicmo humano, en psicologla y en psic¡uiauá, descubri vil, d dueño del uller posee t<>nodmientoo suficientes para po·
que también ellos toúan problemas en d ua10 co,,.los demás. El de.mas explicar con todo lujo de detaDes por qué nuestro radia

20 21
dor sigue rceaJcntándosc después de haber p~gado cincuenta :r per4nza.dor y opti.misca; y ese cñterio se basa en mi propla ex-
seis dólo:es por su repar.1ción. Pese a la habilidad con la qt1e periencia, en mis estudios profesionales, en Jo que me enseñ1.
sabe h-aceroos sentir unos perfectos ignorantes en materia de ron a mí y en lo que yo enseño, en mis in\·escigaciones clínicas y
automóviles y hasta culpables por no saber [fatarlo como se de laboratorio, en los años que llevo enseñando• Ja gente a en-
debe, persiste en 'nosotros la inquietante sensación de que nos frentarse con los problemas que le pl1ntea la vida, en el hecho
estin tomando el pelo. Hasta n~estros amigos nos plantean pro· de haber tenido que internar a cence.nares de personas contra su
blemas. Si un amigo nos sugiere una salida nocturna en plan de voiuntad. simplemente porque no sabían cómo enfrentarse con
diversión. que no nos ape[c::cc. nuestra reacción casi au[ornáúca Jos demás, y en los años que llevo 1ratando dínicamen1~ uastor-
será inventar una excusa; nos v:.rcmos obligados a mentir a nues- "os psiquiárrii:os de 1od1 clase, desde los más leves hastalos más
tro amigo para no he.rir sus sentimientos, y aJ mis.mo tiempo nos peligrosos. Situando todas esas experiencias en pe.rspeCciva.
scn[imos como una odiosa culebra por obrar así. junto con una observación naturalista del millar de otros seres
Obremos como obremos, los demás pueden plantearnos humanos que he conocido en el curso de mí •ida, llego • una
problema tras problem!I. !'o'fuchas personas creen. de manera · • ron:lusión más firme y más reaUsca: no solo es /égico esperar que
compJeta.mcntc irreal, que verse obligadas a enfrentarse cor. se nos planttorán problem12s por el mero hecho de existir, sino que
problemas día tras día C$ uo estilo de vida nocivo o antinatural. es igualmente lógico prever que seremos todos ptrfectamenle ca-
;N1da de eso! La vid• nos plantea problemas• todos. Es algo paces de en/rentarnos e/icaz.menre a esos problemas.
enteramente natural. Pero, con gran frecuencia, como resultado ' Si no e:xistiera en nosotros u,na atpacidad heredjtaria para
de la creencia irreal de qué las personas sanas no tienen pro· enfrentarnos a toda clase de problemas, la especie human• h1-
blemas podemos llegar a creeo que la vida que nos ha tocado br!a dej1do de exisrir hace ya mucho tiempo. Contr~riamente a
en suene \iivir no merece Ja pena de ser vivida. La mayoría de lo que trompetean los profetas apocalípticos. los sere$ humanos
las persooas a las que he llegado a conocer a fondo a través de las somos los organismos más perfectos, más adapta.bles, más inte·
sesiones de terapia terminan por alimentar esta creencia negati· tigentes y más resistentes que ha producido la evolución natura!.
va. Pero ello no es resultado de tener problemas, sino de sentir- Si hemos de prestar crédito a las pruebas y a las conclusiones ge-
se incapaces de enfrentarse oon ellos y con'fás personas que se nerales que los antropólogos, los zoólogos y otros hombres de
los plantean. ciencia nos presentan. vemos que hace muchos años tuvo lugar
Pese a que, por mi panc, ~xperirnento sentimientos muy pa· en esra tierra una larga lucha evolutiva. En esa lucha, la familia
recidos cuando no acicno a enfrentarme a mis problemas, la genética de nuestros antepasados humanos y animales compi·
suma de toda mi experiencia de psicólogo se rebela anee la idea ticroo con otras especies por la supervivencia, bajO las durísi·
de que los seres humanos constituimos una especie genética· mas condiciones impuestas por las fuerzas ecológicas de la na·
mente anticuada, creada especialmente para una época anterior, rurale.za. Pu.es bien, nuestros antepas.ados no solo sob~vivieron
en que las cos.as eran más sencillas. ¡Cuentos! Me niego a accp· bajo esas condicio.nes de competencia, sino que medraron. He·
car qu~ somos unos fracasados incapaces de vivir dichosos nues.. mos sobrevivido y prevalecido, mientris otras especies se ha~
tra existencia cotidiana y de mostrarnos a la alrun de esta era extinguido o se encuentran en vías de extinción, porque esta·
del espacio industriali:iada, urbanizada e higienizada. Por el mos constiruidos, fisiológica y psicológicamente, para sobrevi-
contrario, mi criterio es completa.mente distinto. mucho más es- vir bajo tocia clase de condiciones. Nuestros antepasados primi -
tivos sobr<vivieron, no a pesu de los problcm:u que S< les plan· rc~acionamos unos con otros. Esforzándonos un poco. toclavi-a
,.,.ron lino precisamente aCIUSI de ellos. Corno seres humanos. somos capaces de producir un rugido suficienre pira asustar a
procedemos por C\'Olución de una serie de animales que des>- un ladron. y por mi pone. aunque 1odavi2 confío en mi cap•C1·
rroUaron 11 <*J>lcidad de resolver roo eficacil sus problemas en dad para echar una buena carrera m ca.so de apuro. no quis.icnl
unos tiempos muy duros y en un medio indcment:e. Grocios a •-ame obligado a r«urrir a ese proc:cdimiento con demJsiada
esta opacidad, oo solo hemos domeñado nuestn ticrrt y nues· frecuencia.
ero medio ambiente, sin encontrar otra fonna de vida susccpó· Aunqut cenemos la lucho y la huid. tn común con los ani-
ble de su comparada con DOSOlr'O$ en lo que se rellert 1 la gran males inferiorQ que actualmente sobrt'\1ve:n únicamente con
capacid1d que poseemos de luchar con 6d10 con las cliliculta- nuestra venia, lo qut nos disúngue de las demás csptcics, sobre
dcJ, sino que estarno5 lniciando el proceso de preservar nuestra todo, es nuestro ccrtbro, gronde, nu~, verbal y Ctpu de re·
tierra y las demás especies que en cUa cx.isten con miras a 11 su· so]ver problemas, formado evolutivamente mediante la adjción
pervivenci.1 de las generaciones futuras. de sucesivas capas encima de nuestro cerebro animal, más pri-
(En qué consisten esas capacidades de lucha hcrcdicarits mitivo. Hace aproximadamente un millón de años. Al parecer, la
que han dado por resultado el éxico de l• especie humana? C\-·oluci6n y la competencia por la supcJ'\•ivencia climinar:on a
(Qué tenemos en común, los hombres. con las especies •nima- nuestros primos ancestrales. que fueron incapaces de a3rcgar
lcs en vías de extinción. y qué hay en nosotros de cxtl usivamcn· algo más efie1z a su primitiva panoplia constituid-a exclusiva.
te hurnano? Si observomos los principales componomientot de mtnte por la lucha y la huid.. Al mismo tiempo. la evolución
lucha o de competencia en bs especies subhum1nas, panirular- fonaleci6 11 capocíd1d verbal y solvenadora de problemas de
meote en los \'Crtebrados, siempre que surgt un conflicto enttt cada nueva gencración de nuestros mt<pasados, quiéilcs. en
dos inclivicluoo de la misma especie solemos ,... una reacciclo de consecutDcia. sobrevivkron y nos produjeron a nosotrQI como
lucia o de huida por parte de al menos uno dt los dos aninWes sus descc:odiesnc:s. NuC$U'O nuevo cerebro, apaz de resoh-tr
en contienda. Tonto la lucha como la bulda son medios muy¿¡. probknw, nos pennite comunicamos y colaborar con ocros
cates paro d tnfn:otamiento entre los animales. Eaw dos doses cuando sw:gt un conflicto o un problema. Esta capacidad de
de reaccicln ~casi autooláticas, como ~rogramadas y de comunicación verbal y dt resolución de problemas es la difc·
gran valor para la sup<Mvenca, en d caso de lot animales in· rcncia clave, para la supc.Mvencia, entre Jos seres humanos y las
ftriorcs. También los seres bwnanos luch11mos y huimos unos especies que se han extinguido, o e:s1ín en vías de extinción. o
de otros., 1 veces ala fuerza, otras veces librcmc:.nte, en ocasiones las qoc, cosa peor, han $:ido domesticadas.
abiertamente, mis • menudo disimulando nuestra reacción Mientras que las especies animales oo humanas solo cuen-
frence al contrincante. Luchamos o nos damos 1 lo fuga porque tan cor. do.s principales modos de comportamiento hereditarios
procedemos por tvolución de antepasados prehumon0$ que P""- la supervivencia - lo lucha y la huida- en común con no-
emplearon con éxic:o esu mismas reacciones innatsas de dtfens1. sotros, grtcias a nuestros antepasados más logrados nosotros
En nuestro attual form1 humana, sin cmb.,go. no poseemos contamos con trts principales modos de comportamiento para
colmillos pua b lucha, ni afiladas garras, ni mú.stulos cspcciali· la suptrVivmcia y la relación con Jos demás: la lucha, la huida
0

udos P•,.. respaldar con dicacia nutstro comporwnienro ht· y la capacidad verbal paro resolver problemas. La luth• y la hu1·
rediwio de qresióo o de huida, como roodos primordiales de da dd pdig.-o son las reocciOllCS qut bcrnos ller~do de nues·

•s
rros a.ntepasadosprebun1anos. Comunicarnos verbalmente unos para despachar un trabajo urgente, eometi~ un sinfín d~ trror~s
con otros y resolver nuesuos problemas de manera asertiva en mecanogr~ficos y tardaba en cer1nin~rlo el doble Je lo norn1ril.
lugar de luchar o huir, es la pane de nuestra herencia evolutiv> En lugar de apelar a Ja ~gresión ;)bierta, Diane recurría a la .igre·
que nos ha sido legada por nuestros primeros antepasados bu· s-ión pasiva~ su jefe no podía acusarla concretan1ente de desobc:.
manot. En suma, si bien tenemos la capacidad hereditaria de lu· diencia o de ind.isciplina, y sin embargo la muchacha op0nia a
charo de huir para sobrevi\1r, no e~tamos obligados por nues· sus designios tamos obstáculos como podía. Como es fácil sos·
uos instintos a hacer ninguna de esas dos cosas. Al contrario, se pe<'.har, la agresión pasiva de Diane le ocasionaba más proble·
nos ofrece la opción, propia del ser humano, de hablar con los mos a ella que a su jefe.
demás y de resolver de ese modo lo que nos preocupa. Lo mismo que Diane. cada vez guc usted o yo agredimos pa·
Cuando tratamos de resolver algún cor.flicto en nuestro sivamcntc, nos coca a noso1ros limpiar la mc:sa dcl café derrama·
mundo moderno, civilizado, mediante la agresión o la huida, do, o volver a prepararlo, o cerrilinar nuestro trabajo dos \ 'CCCS
nunca lo hacemos abiertamente. Reaccionar de cua1quiera. de· más tarde de le> normal. por culpa de nuestra pashidad. S.>mos
esas dos maneras no escá m11y bien ,;isto. Desde chiquillos nos · nosotros quienes pagamos el pato, y no nuestro j'eft. Peor aún.
enseña.ton que no debíamos !uchar. que no debíamos darles en si optamos por la agresión pasiva de ese tipo, lo más prob.iblc
las narices·a Jos otroo 11iños. También nos enseñaron que tenía. es <!ue nuestro jefe "udva a pedirnos Jo mismo una y ctr:i ,·c2.
mos que set \'alientes-y no huir corriendo de la gie:nre que nos y que volvamos a sentirnos tan frustrados mañana 001110 hoy.
diera miedo. La mayoría de los chiquillos de la cla'.e me.día, en la agresión pasiva suele beneficiarnos muy poco, y raran1cnte
la sociedad occidental, reciben de sus padres enseñanuis pare- conseguimos con ella Jo que deseamos.
cidas. Se nos adiC$trt a aceptár el conflicto pasiwmente. ~<No Diane, como muchos de nosotros, pretendía tamDién resal.
devuelvas los golpes•, «Aguanta firme», son dos métodos pasi- ver denos problemas apelando a la huida pasiva. Cuando al-
vos, ambos. Cuando alguien nos juega una mala pasada, por guien le planteaba un problema, rehuía a aqueUa penona en lv
tjemplo, raras veces reaccionamos abicrumente. Nos limitarnos posibie. Por ejemplo, Diane acudió a mi consultorio con un fra.
a rechinar Íos dientes en silencio y a jurar PI!"' nuestros adentros caso matrimonial sobre sus hombros y un posible divorcio a la
que tomaremos represalias algún día. Este era el típico modo ele vista. Aunque estaban separados, Diane veía a su marido casi
componamiento de una de mis pacientes. Día.ne, una mecanó- cada día, puesto.que ambos trabajaban en d mismo edificio. A
grafa de veintinueve años. Diane trataba de responder a las exi- ve,cs, con ocasión de aquellos encuentros casc.alcs, su marido
gencias de su jefe, cuando no le gustaban, mediante la agresión se mostraba frío con ella. Su actitud era explicable, en parte.
pasiva. En lugor de confesarle a su jefe su disgusto o de kian- puesto que la consideraba culpable casi exclusiva del fracaso de
tarse de un salto y chillarle: e¡ Vayase al diablo!» o algo por el es- su matrUnonio. A Dlane le resultaba dificil apechugarcon aque·
tilo, Diane obedecía a su jefe pero de mala gana. Cada vez que le Ua frialdad, especialmente cuando su marido se la demostraba
tocaba el tumo de preparar el café de la oficina, había desastre en público. En aquel t nronces, 'Dia.ne pie:nsaba que seguía que:·
scsuro. Diane lo derramaba, o lo hacía demasiado claro o exce· riendo a Bob, y le daban ganas de llorar cuando este obraba de
sivamente fuene; en·suma, daba un verdadero espeetáculo de aquel modo. Tracó de resolver el problema dedicando gra.11des
ineptitud, como tocias las penonas que luchan pasivamente csfuenos a evitar a su marido. Cuando B'ob intentó llamarla
contra algo. Si se le pedía que se quedara a trabajar hasta tarde ' para ponerse de acuerdo en cuanto al destino de sus bienes CO·

16
munes. Ola.ne: pasó semanas entttaS negindose a tcudir al tdé-· constituye nuestro con1u.nto bisico de emociones her~t.arias
fono, y llegó si extremo de .lejusc de su e..:ritorio eu.tndo so- asociadas con lo supe";vttaci1 , y el dcnom.iruidor comun que
n1ba el teléfono, induso sin sal>« quién 11 Uam1ba. Ni siquiera conduce t las pe:rsonas en 1.puros a recurrir a la psicoter:apia
en su 1p1n1mento podía estar mnquila, t<micndo que Bob Ja profesional. Los pacientes que recurren a mí se mojan y se
llamtra olJI. Cuando Dianc me confió su problema, iniciamos mucscr20 agresivos con los demás con excesiva frttuencia par1
una serie dt sesiones para enseña.de a rnponJn dlntifMmtnlt al su gusto, o bien tancn continuamente a los demás y los rchu·
componamiemo de Bob, en lugar de apelar, como lo había es- yen, o estin hanos de perder y de sentirse deprimidos la mayor
tado haciendo hasta entonces, a la huida. A fueru de practicar pan• dd úcmpo. La m1yorl1 de las personas que vanos los te·
eíercicios adecuados, Diane fue apaz de telefonear 1 Bob, de rapeutas apdan a nosotros como consecuencia de haber confía·
reoolver d problema de Ja separación de bienes, y. cosa mb im· do e.xcesivatncnte en J1 lucha o la huida en cualquiera Je sus
portante todavía, de citarse para comer con ti y discutir acerca diversas y a veces excrovasantes formas. Todos hemos expcri·
de lo que le disgustaba en sus cncucniros casuales. mentado las emociones de la ira 1 d miedo y la depresión, aso·
Si la huida pasiva de Diane hubiese concinu1do, tnmbi<n ha· ciadas con Ja agresión, la huida y la frustraci6n Si nos sentimos
bri'a seguido fr~1;1.sa.ndo como método eficaz de resolver un pro· ir3Cundos, asustados o deprimidos. ello no signjfica necesaria·
blem1 (exactamente de la misma manera que fra.c:1s1ba la agre· mente que est~os enfermos en modo alguno, ni siquiera aun-
si6n puiv1 con la que rcspondút a las órdenes de su jefe). Llegó que decidamos pedir ayuda a causa de esas emociones. Si sentí·
un momento en que debía elegir entre <nfrentarsc con d pro- mos in, temor o depresión, tUo se debe a que, psicológia y
bloma del rq>ano de sus bien?> o huir realmente de Bob y dd fisiológiarncnte, 'estarnos hechos para sentir esas emociones.
procao de divorcio. Más avanzad• 11 terapia, Diane CSMIO en Somos como somos porque esa disposición panicula;'dc tejido
condiciooes de comprender que en d origen de muchos de sus nervioso, músculos, sangre y bucos, y d componamiemo que
problemas mtuimoo~ se haD1bon sus métodos de a¡ttSión y rcsul11 ele todo ello, pennirieron • nuestros antepasados JObrc·
huida pasivts en los confliaos swgidos álttt Bob y ella. Como vivir en las condiciones mú dUT11S.
Dianc descubrió coa ~· dcmtsiadcnarde, si cualquiera Las emociones nc¡¡aúvts de la ira, d miedo y la dep=i6r.
ele nosotros huye continu•damentc, y de maner1 pasiva, de su úcncn un valor paro la supctvivcncia, de la misma manera que lo
contrincante durante un conftiao, es muy probable que eSte se tiene el dolor físico. Cuando tocamos un objeto caliente, nues·
irrite, 1bandonc y rompa las~rdacioncsron nosocros. tra mano JC aparta automáücamentc. Nuest.ro sistema ncn·ioso
Cuando reaccionamos cxdusivemente e tru~s de la agrc· ~stá construido de tal modo que esta reacción se pr?ducirá me-
si6n o de la huida, nos sentirnos además p6im•mente, puesto cinjcamcntc, sin ncC«idad de rcOexión alguna. Cua.ndo cspc·
que es,os modos de comportamiento llevan siempre asociadas rimentamos una emoción desagradable, experimentamos en rC-.t·
las dcsagr1d1bles emociones de la ira o del miedo. Cuanclo rea e· lida<l las moclificacionts fisiológicas y químicas ordenadas por
cionamos así. no solo somos prest de Ja ira o dd miedo, sino que las panes «animales,. primitivas de nuestro cerebro cncamin:1·
por regla general perdemos la batalla -y en la vída h1y verdo· das a preparar a.l conjun10 de nuestro cuerpo para dar una de·
clero baullts que se ganan y se pierden- eont:t1 los clcmú, con terminad• respuesta ele componamicnto. En el cuo de Ja ir..
lo cual ooo sentimos frustrada<, y • menudo acabamos prest de apcrfrncntamos los prcparath•os ele nuestro cuerpo pira un
lt tristeza o de la depresión. El termo in, miedo y depresión ataque contra alguna penooa o algUn animal No solo podtm0s
e>cperimcntar esos p~arativos para la agrtti6n en nosotrOS que no cs-tá prescnrc. y mt enfllruco como un loco aunque quic·
nusmos, sino que podemos ver sus ttrult1dos m d compona· ra evitarlo. Si mi mujtt vuelve a casa frustrada y gruñona y de-
miento de otr.. pcnooas. Por ejemplo, (cuántas vecu d equi- sahoga su m:tlhumor djndomc puntapiés a mí en lugar de dár-
po de fútbol Ít>'Orito ht pa-dido d ampeon•to, dem>tado en d selos al pcm>, •'~entablamos un vmi.dcro combatt 1 ""'
pan:ido decish'O por otro equipo inferior, simplem<11ro porque asaltos. y nos lan:wnos 1 él con ímpetu. Co•ndo ocurre esa cla-
los ju¡adottS de este último 1cab1ban de ser insultados cruel- se de cosas, nuestra psicofisiologia hereditaria se nos impone. a
mente en la aseta por su enrren•dor? Cuando Uev el momen- naestro pes.ar. e incurtimos inC\~1ablcmcntc en la in o en el mic·
to de defendernos físicamente, no puede deci:se del hombre do. Pero. cuando podtmo1 entablar contacto aserti\'O con 011111
que sea la criaiura más favorecida por la naturaleza. Con todo, personas y, al obrar asl, tenemos una posibilidad de obtener por
tenemos mh ptobabilidades de sobrcvi\'ir defendi~ndonos lo menos en pene Jo que de-SC01rnos, es menos probable que sur·
•gresivament< cuando no hay posibilidad de huida o d< salvar·. jan au1omátic2mcntc la ira o el miedo. Si. por el contrario. nos
n05 de una situación peligrosa median!< un acu<rdo verbal. senc!mos frusir,1dos por oJgo que no podemos modificar, o Jeja·
Cada vez que noo asalta el miedo, por otro parte, cxperi· mos de emplear nuestra i1lnato capacidad verbal par;a r~ol\'cr
mentamos un <:ambio fis:ioquímico ordenldo por nuestro ccrc· aJgo que podrí111mos modificar, es probable que nos sint.arnos
bro primiti\!0 1 que prepara tutomáticamcn1e nuestro cuerpo luego ernoti\1amente deprimidos.
para huir del peligro lo más deprisa posible. Nucsrru posibili- Aunque la depresión puede parecer, •etualmente, despr<>·
dades de supcnñv=cia són mejores si podemos huir de un J><'· \ ' isIA de \ •alor ptra la supeni\'encia, o casi, S"U ,..Jor par• nues·
ligro que no podemos atajar por nicdios puramente-bales. Si ttos ll!ltepuados se nos aparecerá dartu:nente si obscn•arnos
se nos acua un destpcensivo con una nava¡. abierta m la cuál es nuestro componamicnto típico cuando seadue:ña de no-
mano. en una calle oscura, d scnrimi<t!tO de pin.ice que expcri- SOO'CS la depresión. En realidad, por así decirlo, no ños o<eom·
menu.mcc en nuestro pecho, nuestro vi~tre y numros mie.1D· ponamOS> en absoluto. Poco o oado es lo que haoomos. •p1ne
bros no es cobardía, sino un sentimiento natural de alarma=· de mant<t!Ct nucsuas funciones corponlcs indispmsablcs. Ge-
citado IUlomiticamente por nuestros ttñlros cerebrales para nendmente, no hacemos el amor ni otras C05as agradables y ex-
preparar nuestro cuerpo para la huida. plorativas como ir al cinc. aprender algo DUC\'O. resolver canti·
Aunque contemos cor¡ una tere<ta posibilidad humana, dad de problemas, o trabajar de firme, ni en casa ni en la oficina.
ademis de la agresión y de la huida -la solución ¿e los proble- Si ob-:;crvam('ll$ cómo caemos en la de-presión. vcrcmo~ "lu.. .- .
mas mediante la palabra hablada-, hay r:iomentos en que to· cuando estamos ligeramente deprimidos o trístes, ech•mos de
dos nos sentimos presa de Ja ira, nerviosos o miedosos por más men<'s olt:to • lo que estamos acoitumbrados o hemo:t sníri ...IC'I
que no queramos teconoccrlo. Cuando el conduc1or imprudcn· una ligcr:i íruscraci6n. Cuan<lo es1amos prOÍWld~mcn11: Jcprl·
te me corta cJ paso a ciento cuarenta por hor¡,, de nada me lirvc midos. hemos iufrido una pérdida e:mocionaJ o una frus1rac-ión
tratar de mostrarme asertivo y de e\·Íl'ar que me tiemblen las ma. gr:i\'C. Cuandn estamos deprimidos, experimentamos los cfc4...'·
nos; cuando se llcgia tan cc:rca dd dcsas1re, uno se echa a tcm· tos de los mensajes transmitidos por las zonas más primiri\-AS dt
blar )"nada puede ha= por evitulo. Cuondo aparece misterio- nu<Stro ccttbro, cncami.n1das 1 reducir gran pone del funcio-
wncnte una aboU.dura en el guardabarros de mi coche recién ntmicnto normal de nuesttt fisiología corporal necesaria pera
estrenado, de nada me vale mostrarme ascrúvo con wa persona las 9Ctividadcs cotidianu mú comunes.

30 ..
Para nuestros antepasados primitivos, IA depresión era un vida, que empeñarse en remontar eJ curso de Ja depresión en
estado beneficioso cuando se veían obligados a soportar un pe- busca de sus orígenes. El tratamicnro de Don, un contable de
ríodo de concUciones ambientales especialmente duras. Cuando lreinta y tres años, divorciado, con fases recurrentes y proJonga·
las cosas se ponían feas, realmente no tenían más remedio que das de depresión. constituye un excelente ejemplo de lo que
atrincherarse en sus refugios. Nuestros primeros antepasados queremos decir. Don fue educado por una madre y un padre
que se sentían deprimidos y se limitaban a permanecer senta· que constantemente frustraban todos sus deseos. Durante su in·
dos durante los tiempos más calamitosos. tenJan con ello más fancia, Ja interacción típica entre Don y sus padres consistía en
probabilidades de conseivar sus recursos y sus energías. )'. al que el chiquillo nunca recibía elogios. o apenas. por Jos traba-
obrar así, aumentaban sus posibilidades de sobrC\ovir hasta que jos que hacía en casa, y en cambio era severamente castigado
los tiempos mejoraran. Probablcmcnre, podemos ver un indicio -con el correspondiente sentimiento de culpabilidad- cada
de: ese primitivo residuo emociona) en nosotros mismos en un vez que comeda algún fallo. Cuando quiso su primera bicicleta.
sábado frío>' nublado de invierno, cuando. sin ninguna razón' por ejemplo, Don recibió de sus padres toda clase de razones por
que podamos seña.lac panicularrnente, apenas tenemos ganas de las que ir en bicicleta, a su edad, era peligroso. las bicicle1as "!ran
hacer otra cosa más que rondar por la casa medio adormila· caras, y los padres de Don le recordaron que. siendo como era
dos, probando algún que otro bocado y echando siestec-iras. tan descuidado, probablemente no sabría cuidar debidamente
La depresión corriente ql;:le todos experimentamo5 a menudo su bicicleta en el supuesto de que se la compraran. Nunca llegó
puede d urar varias horas y hasta varios días.. Nos sentimos des- a tener bicicleta. Cuando quiso aprender a conduci1 un auto·
dichados, pero, con el tiempó y con la ayuda de alguna expe· móvil~ sus padres le dijeron que antes de Jos veinte •años los
riencia positiva. la depresión acaba por desaparecer. muchachos conduelan muy mal, y que tenía que esperar. Don
En Ja sociedad relativamente opulenra en la que vivimos, ni aprendió a conducir en la universidad, lejos de su hog-.~.
la depresión ni la retirada parecen producir beneficio alguno en Se casó luego con una mujer según él muy parecida asuma·
cuanto a Is supervivencia. Para la mayorí~.de nosotros, las con· dre. Su esposa nunca Je eJogiaba y siempre parecía capaz de en·
diciones no son físicrunente tan duras y eXigentes como lo fue- conrr-arle peros a Jo que hacia, fuese Jo que fuese. Tres años an-
ron para nuestros primeros aneepasados. Así, ese mecanismo de tes de iniciar su tratamiento. la mujer de Don se había
«hibemaciów psicológica de la depresión, que nuestros ante· divorciado de él con su consentimiento. Poco después de su se.
pasados empleaban pai;a esperar que mejoraran las condiciones paración. Don empezó a experimentar períodos de depresión
del medio ambiente, ha dejado de ser beneficioso para nosotros. cada vez más prolongados. Cuando acudió a nuesrra consulta,
En la actualidad, nuestras frustraciones no proceden del medio Don babia estado tomando medicamentos estimulantes duran·
ambiente, sino d e la acción de otras personas. Los pacientes que te meses, con esca.sos efectos. El tratamiento adccu.ado, en el
yo y mis colega¡ hemos vísit:Jdo a causa de sus depresiones pro· caso de Don, consisúó en interrumpir su medicación, puesto
longadas suelen tener un historial de repetidas frustraciones. que no solo no obraba efcaos en su depresión sino que le rrian-
La experiencia clínica acumulada en el tratamiento de en· tení-a nervioso e irritable. Una vez suprimida la medicación pedí
fcnnos de depresión tempoNll o prolongada sugiere que es mas a Don que escribiera una lista de las cosas que le gustaba hacer
eficaz ayudar a la persona deprimida a t<Inove.rse» otra vez y a· cuando no estaba deprimido. Le encargué luego, específica.
establecer de nuevo contacto con experiencias positivas de la mente, que se dedicara por lo menos a dos de aquellas activida·
des C'ld• semana. que 1e obligara a ello, si era n« csario. por mis rcbro primiti\'O inferior no pttStrtt• problema alguno. Si en un;a
deprimido que se sinrie.ra. Ackm:is.. cada '~t. que ru,.¡ese la im· situación dctc""inada no pockmos h•ccr oua cosa qu• huir IÍ·
presión de q~ come1ío algún •"º'·en"' m1b1¡0 o •n la vido so- siamen.re o echar t correr pir.t sob~ir. no tenemos ningunt
citl. no d.bía incurrir de nue-'O m su pu.do híbilo de huir de nc<Uidsd de pmwlo mucho. 8-a que luchemos con tod.is
11 situación demoríndcsc en sus sentimiemos de dopresión )' nuesrru fuerzas o que corramo< a toda \..Jocidad, y nuesua psÍ·
busa.ndo 11 soledad o encerríndos< en su cua. Al conirario. rofisiología htted11ari1 se encorga de que asilo hagamos. Pcr<>
dtbít 1enninar lo que esr•b• haciendo o conúnuu lo acmidad nuestrotra1ocorrien1econ losdemisnosuele requerir ni la lucha
en la qut estuviese ejercitándose. aunque su reacción inmcdiara ní la huida. Y. de ti.cho. eus reacciones rrimiú•·as se in1erf1eren
le empujara a abandonarlo todo. La ejecución de •se programa 1ambién, de otra manera, ron nuestra capacidad verbal p;ira re·
terapéutico permitió a Don librarse. en cuatro semanas, de su sol,.r nuesiros probl<n>as. La mayoría solo nos afirmamvs ,•• ,.
depresión crónica de cinco meses. halmon1e frenic a los demás cuando nucs1ro sen1iiniento de fru~·
Aunque nuesiros mecanismos ncurofisiológicos defensivos tr:lción nos causa ira o irri111clón. )' cs1n ira no ::..olo resra eficacia
de ire-agrcsión. miedo-huida y depresión·rciirado no constiiu· 9 nuestros intentos de rt:SOl\'c:r la cucsrión cont1icrira sino que.
yen en s( mismos signos de enfermedad ni de malo. adaptación, cuando nos ve enojados, Ja ~ente tiende a minimizar r.ues1r<l$
lo cic.n o es que ya no son de gran utilidad en nuestros tiempos. agravios con estas o porccid.is palabns: «Se esrá desaho¡uind<l,
Pocas vc<es resultan dicaces y raramente alivian. La mayori• de sin1plemen1e. Cuando se nlme, 1<><lo solucionado. Vamos a dcj;o.r·
nuestros conflict0$ y problemas proceden de otras personas. y, lo.. Así pues., nuestras primitjvas rcac:cioocsson pcorqvc inútllcs.
en nuestro trato con los demás. nuC$tras reacciones primitivas >.. que wdcn c:momos mis probkmas de los quo no<¡ rcsudvm.
arettn de importancia en comptración con nuestra copacid,d, Si cstt \'isión <VOlucionisOI de nucsuos rres prinóp.;ies modo<
exclush'I de los sctts bum anos, de 2plicar la asttción •~rbal a la de comporwniento d. dd'enu -<los animales y uno hum1no-
resolución de nuestros problemas. La ira-lucht y •I miedo-hui· es corrttta. ¿por qué tantos & nosouos nos ponttnos furios..-.s
da, sin embtrgo, Uegm a interferirse ,..¡monte con est• capa· o sentlmos nucdo y apelamos a la agresión o a la huida cuando
cid•d dt reacción ·~rbal. Cuando sorné(presa de la ira o del 01ras personas nos pltntean problemas !' ronOiaos? Si nues1n
miedo, nucsrros centros cerebrales primitivos inferiores impi· copacidad, puramenic humma. de resoh•er problemas median·
den en g.-n medida d funcionamien10 de nuestro nuevo ocre· te la llSerción verbal es ttn valiosa para la supel'iiV'C'ncia·. ~por
bro humano. El torrenrc sanguíneo se dcsvia automdtie:amcntc qué tantos de nosotros hacemos ran mal uso de elJ:a? Esre capí·
de nuestro cerebro y de nuestro estómago para regar los múscu· tulo de introducción tiene por objc:ti\'O ay1..1damos a dar una res·
los del esqueleto y prepararlos asf para la acción física. Nuestro puesta a esta imponant• y turbadora preguma. La rcspucst•
cerebro humano solue:ionador de problemas se encuentra im· que encon1remos nos ayudaní a comprender por qué rnnios d•
posibili18do para ordenar sus datos. Cuando somos presa de la nosotros necesitamos r1tltsr11bn'r la ase11ividad verbal natural
ira o de) miedo, somos inc:apaces de pensar con cl•ridad y efica- con la que nacimos pero que tan •menudo perd~m<n por c:l ca·
cia. Cometemos errores. Para un hombre irrittdo o asustado, mioo. Para empezar la búsqueda de la respuesta que h01 Je ex·
dos y dos dejan de ser cuatro. pii~amos por qué la mayoña de nosorros apelamos a reacciones
Para nucstre< :antepasados, y a •'«'OS para nosotros también, prim.iÚ\."aS que son inútiles y complican nucsuos problemas,
csu inlu'bícióo de nuestro n~ cer~ro humano por nuestro ce- echemos un• o;ac:a a lo que nos ocurtt durante la lnfancio1.
El niño es naturalmente asertivo. Nl1CStra primcr<l acción in· que n\1cstros padres nos decían, se nos enseñó a sentimos .in-
dependiente, al nacer, consistió en protesta.r contra e) trata· siosos, lg.norantes y cu1pab1cs.
n1jento que se nos tSlaba infligiendo. Cuando éramos niños, si Estos sentimientos son simples variaciones condicionadas o
ocurría algo que no nos gustaba. lo h;'!clamos saber inmediaca- aprendid::i.s de nuestrn emoción básica de supervivencia. el 1nie·
mentc a los demás, gimiendo, Uorando o berreando a cualquier rlo. Una vez que hemos aprendido a senrirnos ansiosos. ig.no-
hora del día o de la noche. Y tramos persistentes. Rara vez de- ranres o culpables, haremos un monrón de cosas para evitar esos
jábamos de comunicar púbHcamente nuestro disgusto hasta sentimientos. Nuestros padres nos adjestran a experin1ent<'r
que alguien hacía algo por remediarlo. En cuanto fuimos capa- esas emociones negarivas por dos imp0nantes razones. En pri·
ces de arrastramos a gatas, hicimos, de manera aserci\•a y persis· m::r lugar, provocar nuestras emociones negari\•as es un nledio
tente, todo lo que nos daba la gana y en el momento en que nos sumamente eíicat de: controlar nuestra ascrrividad infantil natu·
daba la gana hacerlo. Nos mecíamos demro, encima o debojo de rcl. molesra >' a veces explosiva. Al utilizar nuestras emociones
todo lo que deseábamos explorar. A menos que estén física- · p11.ra conrrolar nuestro componamiento. nuestros padres no se
mente impedidos o que estén durmiendo, los niños pequeños componan necesariamente con descuido, perezosamente o de
suelen sembrar la desolación y la ruina a su alrededor. De: aquí m.aJ1era insensible a nues1ros deseos. Lo que ocurre es qt1c nues-
la invención de la cuna eon barandilla, del parque, del cabestro tra ascní,·idad infantil tiende a aparecer erróneamente. a los
infantil y de la bab}•·titter, como únicos remedios para que los ojos de nueslros padres, como una sola y misma cosa, con la ten-
padres puedan ocuparse·de otras cosas además de andar a la dencia innata y agresi\•a a re3ccionar mecUante la lucha. que
caza de sus hijitos. mostramos cuando nos sentimos frusrrados. En segundo lugar,
Esos métodos e instrumentos resultan eficaces durante un nuestros padres emplean este método de control psicológico
tiempo para regular las acti\~dadcs ascni'7as infantiles, pero porque nuestros abuelos les enseñaron a el/o; a sentirse ansio·
pronto d bebé madura hasta convertirse en un niño pequeño. sos, ignoranres y culpables.
Entone"" podemos andar y hablar)' entender ,,... lo que nos dicen Nuestros padres llevan a cabo esca. labor de adiestramienro
nuestros padres. Al llegar a ese punto. ya·no resulta apropiado emocional de una manera muy sencilla. Nos enseñan idc:as y
restringir físicamente nuestro componamiento si se quiere que creencias acerca de nosotros mismos v de )a manera en que ~e
progresemos hasta dejar at[áS algún día la fase infantil. El con· . · comporta la gente, que suscit~n senti~icntos de ansiedrid. igno·
t rol que nuestros padres ejercían sobre nosotros pasa de ser f(s-j. rancia y culpabilidad. Por ejemplo, pongámonos en el lu~ar <le
coa ser psicológico. ·En cuanto aprendemos a hablar, la palabra un niño, nue:stro hijo cal ''ez o de nosotros mismos cuan<lo ér.i·
1

que brota de nuestros labios de manera más asertiva es un «No» mos pequeños, y ' 'ca.mo5 qué clase de adiestramienlo se nos da.
rotundo. Más de una vci: estamos dispuestos inc1uso a privarnos Se encargan de adiestrarnos nuestros padres, los dos. pero por
de una golosina, por el placer de decir «No». Aunque esta obs- regla general es marní quien se encarga del «trabajo sucio~
tinación puede haber puesto en apuros más de una vez a nues· puesto que está con nosotros mucho más 1iempo que papá.
tra madre. no era más que una.extensión de nuestra asenividad Cuando arreglamos y ordenamos nuestro cuano y nuestros:
innata a la esfera verbal. Para controlar psicológicamente nucs· juguetes. mamá sue1e decir cosas por ese estilo: «Buen chico».
tro comportamiento mientras adquiríamos y exploribamos esa Cuando no la satisface nuestro trabajo ~i hemos trabajado-.
fascinante capacidad verbal, en cuanto pudimos comprender lo entonces mamá suelta frasecitas dd siguiente c-stilo: «¡Qué

¡6 ,,
clase de chiquillo eres tú? ¡Solo los niños n1alos son tan dcsor· - ella}' no un tercero desconocido. imaginario e impersonal- ,
dcnados y sucios!». No tardamos en aprender que el calificativo )' se aferre a su voluntad. En Jugar de declarar asertivamtnte lo
de «:maJ0»1 sea lo que sea lo que sigriifiqve, se nos aplica a noso· que quiere a un niño aseni\'o hasta que este responda a sus de·
eros. Cada ''CZ que suena esta palabra, el tono de voz y la cxpre· seos (cosa que haní), mamá juzga más fácil lanzarnos a la batalla
sión de mamá nos dicen qu~ p11ede ocurrimos a1go espantoso y del bien y del mal con Dios, con el gobierno, con cl depar1a-
desagradable. Mamá emplea también otras palabras: cra,~eso, menro de saneamiento y seguridad, con el anciano de la barba
terrible, sucio, ce:s1srudo, saJ,•aje, y hasta diabliJJo y n)aJa péco· blanca, con el jefe de policía o cualquier figura o institución que
r:t. pero todas \rienen a. decirnos lo mismo: «i':o eres más que un nuestra imaginación infantil considere como la que decide qué es
niño pequeño, indefenso y que apenas sabe nada. He aquí cómo lo que está bien y qué es Jo que está mal. Iviamá raramente nos
"deberías" sen1ine: torp1t, nef\·ioso, tal \'CZ asustado }'sin dudi;i dice: «Gracias, me haces muy feliz cuando ordenas tu cuarto».
alguna culpable». o «ya sé que de~ de fastidiarte mucho tener que ordenar de
Al enseñamos a \ri.ncular conceptos emociona.lmenre carg-1· n1.1evo tu cuarto, pero eso es e:o.:actamente lo que deseo que ha-
dos corno bueno y 111alo a nuestras menores acciones. mamá pre. gas». Con frases como esas. mamá nos enseña que fo que cuaJ.
tende negar que tenga Ja menor responsabilidad en el hecho de quier madre desea es importa.nLe simplemeoie porque lo de!'ea
obligarnos a hacer lo que e/'4 quiere que hagamos. como, por ella. Y esa es la verdad. Nos enseña que solo ella. y nadie más
ejemplo, proceder a la limpiez.a de nuestro cuano. El efecto que que ella, controla nuestro comporcamjcnto. 'l' eso también es
obra en d niño el empleo de ciertos conceptos <<Cargados» verdad. No se nos induce a sentirnos ansiosos. o culpables o in·
como bueno, malo, bien hecho, mal hc:cho. para controlar Jo djgnos de ser amados porque no nos gusta lo que mamá quiere.
que hace viene a ser ]q mismo que si su madre le djjcra; «No me No se nos c.nseña que lo que mamá quiere es bueno y lo que no
pongas niala cara. f\1o suy )'O qulen quiere que ordenes lU cuar· le gusta es malo. Si matná cn:iplea aserciones simples, c:omo
ro. Es Dios quien lo quiere». Al emplear calificaciones de bueno «Quiero», «Deseo», «.i.\1e gusta>>, no hay en sus palabras impli·
o malo para controlar nuestro componamiento, mamá se Java ca dones o amena.zas tácitas de que los niños «buenos» so11 que·
las manos de toda responsabilidad por el líccho de obligamo¡ a ridos por sus padres y los <<malos» no. Ni siq1-1iera es 11ecesario
hacer algo. Mediante declaraciones externas sobre Jo que está que nos gustt lo que 1namJ 4uiere qu~ hogan1os; basto t¡!te lo ha·
bien y lo que no está bien, .declaraciones que nada tienen que ga111os.
ver con nuestra interacción con eJJa. nuestra madre achaca la ¡Dichosa siruaci6n ! Poder rezongar contra m3má ~· rara
culpa de la. incomodidad que representa para nosotros tener para aliviarnos o desahogarnos y saber que no por ello dcj:1n J<.:
que hacer lo que e/Ja qu.iere. a cierta autoridad e>:cerna que fue amamos. Emplear la culpabilidad psicológica para m;1nipul:tr
la que instituyó las oormas que «debemos» acatar. nuesrro comporta.mienco, en cambio, es tan10 como en$i.!ó;trnos
Esta es una actituP no asertiva. Esta manera de regular <:) que debe gustarnos el sabor de la aspirina antes de q ue cure
componamiento, es d"ccir, con la fórmula de doble filo •Te has nuestro dolor de cabeza. Por fortuna, cuando los i'>a<lrc-s asu·
ponado bien o mal», es muy eficaz, ciertamente. pero es una mcn de manera asertiva que son ellos >' nadie más que ellos la
manipuJación, un control solapado por debajo de la mesa, y no autoridad acerca de lo que su hijo puede o no puede h~ccr, L"n·
una interacción honrada en la que mamá nos exponga de tt1a· señan al mismo tiempo el conc:cpto asertivo de que cuando uno
ner4 4S~rliva, por su propia autoridad, qué desea que hagamos sea mayor no solo podrá hacer lo que quiera, exact11111e11te ( ()1110

)9
papá y mamá, sinQ que deberá también hacer cosas que no le in· ciativa asertiva naI\Jral de) niño que si le revelara su vulgar y te·
recesarán, para poder hacer otras cosas que le interesen, e"acta· nena! apetito de reposo y comodidad y le dijera:.«Hazme d fo.
mente como papá y mamá. vor dc·no molC:starmé cuando quiero dormir. ¡Largaos de aquí,
Por desgracia, se enseña a los niños a. reaccionar frente al tú y tu piojoso montón de pelo andante!». Aun con palabras
control psicológico de sus emociones aprendidas de ansiedad, como estas, Ja mujer está exponiendo a su hijo 4 las duras reali-
ignorancia y culpabilidad en numerosas situaciones infantiles. dades de 1a CQnvivencia con ocros seres humaaos. 1'.1ás de una
Por ejemplo, si el niño está jugando con su perro en la sala de es· vc4:, las personas que nos aman y a las que amamos nos tratarán
tar. y su madre desea echar una sicstecita en el sofá, enseñará a a palos, porque son humanos. Pueden amamos y preocuparse
su hijo a responder al control emocional manipulativo pregun- por nosotros y sin embargo irritarse contra nosotros. La con\'i·
tándole: «¿Por qué estís jugando siempre con Rover?». El niño vencia con los demás no es siempre fácil, y median1e episodios ·
debe entonces dar una respuesta que explique por qué está. oca~ionales de furo r, atemperados por el amor cotidiano, las
siempre jugando con Rover en la sala de estar. Como no sabe madres pueden preparar emocionalmente a sus hijos par• en·
por qué lo hace, salvo porque le gusta y es divertido, ~ sientt frent:trse a esa paradoja humana.
ignorante, puesco que si su madre le pide la razón de su rom· La cnse:iianza manjpu1ati\ a de emociones ncgalj\·as su-
1

ponamiento, de,be existir sin duda alguna esa razón. f\.1amá no perimpuestas continúa y se refuerza fuera del hogar. Los. niños de
pediría algo que no exiniera, ¿verdad? Si el chiquillo, honrada más edad, que han recibido el mismo adiestramiento, emplean
pero mansamente, tontC:sta: «No lo sé», su madre remacha; c1 control emocional manipulativo para conseguir de: los más
«¿Por qué no vas a jugar COJ\ tu hermana en su cuarto?». Como peqlteños lo que quieren. En la escuela, el maestro tomi' el reJe.
eJ chi(¡uillo no conoce ninguna «buena» razón para pre:fC!ir ju· vo de Ja madre y emplea él control emocional ma.nipulatit·o
gar con el perro ari.tes que oon su hermana, de: nuevo se ve m. como medio eficacisimo para gobemac la clase con menos es·
ducido a sentirse ignorante al no s~ber «par qué». Mientras el fueno por su parte. En algunos casos, cuando el chiquillo está
niño, tartajeando, busca una razón, su madtt le ataja: «Nunca bien adiestrado a dejarse controlar por medio de sus emociones
quieres jugar con tu hermana. ¡Con lo q0'é le gustaría • ella ju- negativas a.prendidas y se encuentra eficazmente bloqueado e
gar contigo!». Sintiéndose ya profundamente culpable, el chi- imposibilitado en cuanto a mostrarse asertivo, empieza a recu-
quillo gUJ1rda silencio mientras su madre le asesta el golpe de rrir a Ja agresión pasiva, a la huida pasiva o la conrramanipula·
gracia: «Si no quieres J\!gaí nunca con tu hermana, tu hermana ción, en un intento de conseguir cieno control sobre su propio
no te querrá, ni querrá jugar contlg0». Sintiéndose ya no tan comp0namien10.
solo ignorante y culpable, sino también ansioso acerca de lo que Las pñmcras manipulaciones que el niño esgrime por su
su hennana puede pensar de su actitud, el chiquillo emprende cuenta pueden adoptar, por ejemplo, la forma de la pregunta si·
la marcha, con Rover a sus talonC$, para ir a oc:upard lugar don· guíen te: «Mamá, ¿por qué An.ita se queda jugando en su <;t1;trto
de el deber le Uama, al lado de su hermana y donde no pueda todo el rato mientras yo limpio eJ patio?», con lo que sugiere, en
oírle su madre. tono crítico, que mamá tiene f1voritismos. A esa ed~d. d niño
Paradójicamente, toib la tortuosa maniobreóa a la que apela no ha ap~ndido todavía bastante acerca dd arte de la manipu·
la madre para convencer al chiquillo de que «de~ríu gustarle )ación como para poder enfrentarse: cOn su. madre. No le st:rá.
jugar con su hermana resulta mucho más perjudicial para la ini· tan fácil hasta que sea un joven de quince. a veintCaños, cuando
.
40
qutrri rener su propio coche o poder conducir el dt papá o la m•drc ejerce sobro las emociones y d componamiemo dd
mamá ~rt salir ('()ti sus amiguitu, o cualquier otra ck las cien niño noaolo contribu)'< a adiCStrar •este ca el empleo arbitra·
cosas que deseará obtener. A esas alturas, el joven )'11 es lo has· rio de ideas como .Jo bueno- y .Jo malc>, o como la «justici..,
tanto lisio <0m0 p1n saber jugar con los sentimkntos de ensie· sino que con esas mismas palabras la madre lt condiciona para
dad y de culpabilidad de sus padres con puyazos de eSta catcgo. que se aeostumbrc a pensar de conformidad con unas vagas
rio; «El padre de Roo Je ha comprado un coche. l Es mis rico normos gentralcs que ..deben,. stguirsc.
que tú?», o bien: «La madre de lennifcr time una mujer de la Estt proceso de condicionamiento tiene un fallo: que esas
limpieza. ¿Por qué no puedes tenerla tú wnbi6l?•. Pero, entre- normas abstractas son tan gcntrales qu• pueden inttzprttant
tanto, los primeros intmtos manipulativot del chiquillo butan como se quiera, tun en un:as mismas drcunstanciM. Esas nor·
y sobran pare que su madre ~ si<nta a la defensiva y prorurc mas son cxtcriortt a nuestro propio juicio acerca de lo que nos
protegerse a sí misma. La crítica que le ha dirigido el pequei\o gusta y lo que nos disgusta. Les dictan a la gente cómo •deben•
~ugic:rc que Jló .:s justa o que no se aricnc a J1tS normas externas SCJlt1r y co1nporlnrse unos con orros, independientémente de
que le ha enseñado a él. Dentro dd mismo cspiritu manipulati· cu:íl sea Ja rclición que exista entre e.IJos. Esas normas se inter·
,.o con ti que el chiquillo le ha formulado su velada crítica, su prc:tar1 a menudo de manera dogmática y mezquina. h.asti el
madre contcs1#rÍ, más o menos. en parecidos términos: •Tu punto de imponer un estilo dt vida ~xual totalmcutc arbitrario
hermana~ ayuda en la ca¡.a. & jw.10 que no tenga que limpiar qlte nada 1jcnc que ver con la supcnivencia o la reproducción.
además el patio. También.tú tienes que hacer 1/go. Las ciñas ha· Por ejemplo, (por qu~ les corresponde a las chicos, y no• Lis ní·
..., la limpicu de la casa, y los chicos limpian el patio•. Una \/el ñas, la limpicu dd patio? •
mú, prudcncenente reíugád. detrás de la cortina de su maní· A la madtt, sin embargo, sc lt oCrtct la posibilidad m:is pro-
pulac:i6n, la madre del chiquillo da a cntcnda no aolo que CSte me.tedora de tratar de mane,ra 11miva las declaraciones ma.ni·
anda muy cerca de con~ en una boca inúál, sino que la de· pulam·as de sus hijos. Puede y dcbc aaplcar la aserción ,'CtbaJ
saandt-ble wea de limpiar d patio no se la impone ella por at· en su respucsr., y, euando lo httt, ni casúga ni contrJrnJJ"Üpul1
pricho, o que al ordenarle que la lleve a ~ibo oo hac:e mú que a su hijo. Frcntt a la critica !dativa a J. asignación d. las divcr·
atenerse a un compltjo coajunro dt normas que ella no estable· sas tareas. por ejemplo, la m•dre puede responder asonh·amcn·
ció y que el níño no está todaVÍJI capacitado para comprcndtr. tt ea ~os t~rminos: •Veo que ro parece injusto que tú limpies
(El mismo niño, incidentalIDcntc, utilizará más tarde, asimiJmo, el pario mitntrl$ ru herm1na jue¡¡a. Comprendo que es10 Jtbt
esas normas, sin llegar jamdt a comprenderlas del todo, porque trastornarte, pero, aun asf, t¡uf~O que pa1es el rastrillo por el pil·
todos y cada uno de nosotros, lo mismo que la madre del ejem· tio a!N>ra 1ni.fn/())). Con su respu~ta aseniva, esgrimidn como
plo puesto, improvisamos nucsrras referencias concretes a las una ne<e>idad desagradoble <le dcfcnderst conrra la manip11la·
normas sobre la marcha, ateniéndonos selectivamente a ellas ción de su hijo, la madre le dice a este un montór. de: cosas tran·
cuando nos con\llcne e ignorándolas cuando nos Cltorba.n.) quilitadoros y constructivas. Le dice que. uunque le coque hacer
Frente a esa formidable maraña verbal, el chiquillo considera algo que: no le apetece, tiene derecho a sentir lo qut sic:r1li:. y lt"
más fácil rcrirarsc al patio p>ra una larga sesión dedicada• gru· coi:nunica que no es insensible a sus scntimic:otos aJ respecto.
ñír por lo baí<> y a pasar el rssuillo una y otra va por el sucio, sin pcac • que el niño ve desmoronarse su mundo ordenador y jus-
Dinaún cnrusiasmo, pasivamente. El control manipulaúvo que to, las cous timdnin que hacerse t•l como quictt so ma.<lrt 1.1u1:
se h2gan, ¡;lo que rcsulta má• tranquilizador de todo, d clcsu· de no parecer tont1 a los ojos de los demás. A mi juicio, su posi.
rrc no acecha al dobw la esquina porque mamá a lo bastante ción ere inoostcn1ble. i\I empeñarse en aparecer perfecta, corno
lista como pan no dejarse confundir por un criocomo su hijo o una supcrm1mí, a los ojos de su hija, se habla siruado en un
su hij•. . punto en el que tenía todas las de perder. Tarde e temprano ten·
Las madres que acuden 1 mis cursoS e.xprcsan todos <llt1 d.ria que quebrantar alguna promesa, porque no podría cum·
sen1imiemos de parecida incomodidad acerca de la tarea de tr•· plirla o porque no querría hacerlo. Si fuese capai de renunciar a
tar y eduatr a sus hijos pequeños. Su preocupación procede su •nce<•idod• de ser perfecta y a su empeño en fingirse tal. po·
principalmente de dos causas. En primer lugar, se sicnien con· dría quebrantar la promesa hecha a su hija de manera ascni,•a,
fundidas ante 11 diferencie de lo• métodos empleados en el cur- con lo que reduciría al mínimo los sentimientos de inc-omodi-
so de los años pare la cducoción de los hijos. Spock les dirt un1 dad ¿, /,11 dos. Podrla decir, por ejemplo:..$< que es una cstupi·
CO!a, Gcsdl oua diferente. y Putcnon una tcretta. En ocgundo de% por mi pant prometen< algo que luc¡o no puedo cumplir.
lugar, todas las madres Ucgan enóncamcme a la conclusión de ~o \'2.mOS a rmunciar a nuestro plan de 1r a Disneylandia esi:c
que, si deciden adoptu una acritud .,cni,,., solo podrin hacer sábado. No h1a5tt nada malo y no es tuya la culpa. \'eamos
una de las do5 cosas siguientes: comportarse (()n sus hijos como cuár1do podremos ir, ¿re parece?•. A tra,·és de esta ded:iración
odiosos tiranos, o con una blandura y una indulgencia igual· negotiva pero aurtiua, haría llegar • su lu1a el mcnsojc de que
mente odios..s. No acien.ln t \'Cr un término m«!io entre los dos hasta 1namá comc1e errores de \ cz en cuando, pero, ros~ m.is
1

extttmos. Frente a una é!ece:ión tan desagradable, vuelven • importame 1od~vía, sirve de modelo para su hija al mostnrle
apdu a la manipulación emocional, tan efic•z. que le• cnscñ•· que si mamá no tiene por qut ser perfecta, tampoco de!Je >crlo
ron sus padres, en lugar de asumir la responsabilidad franca y ella. Al mismo tlcmpo que se presenta a su hija blijo su ás~cc10
honrada de su propa autoridad personal: «QuirnJqut h1i1J tal más humano, deja muy clara una realidad imponantc: por la rl·
rout...•. ión que SCI, mamá ha decidido que no irin a Dimcylandia esta
Ejcrttr la propia 1utoridad y cmpkula para que uno y sus vez. y no trilf.
propios hijos acepten mejor las tcnsioocspropias del attímicn· En resumen, ustcdc. y yo y la mayoria del resto de la pobla·
to rcsulu fácil bajo el punto de Yin dd cornponamicnto, pero ción fuimoc adiestrados para rcspoodcr al control cmooonal
no emocionalmente. Uroa qiadre, por ejemplo, me prcgwnó con manipulativo desde qu< fuimos capaces de h1bl1r y de entender
dcna hostilidad: «(Cómo ,. puede dejar sin cumplir algo que lo que noc dtdan los demás. Los cordones psicológicos, de ma·
una ha prometido a su hija?•. El tono con el que formuló la pre· rioncta, que nucscros padres nos attn por r:nedjo de los sentí·
gunta me ~rmiti6 oomprCJ1dcr que aquella mujer, como otras micntos 11prendido1 de ner\'iosismo o ansiedad, ignorancia)' cul-
muchas, consideraba impcrativo, lmprescindiblc, estar s.icmpre pabilidad, con1Tolan nue11ra asertil'idad infan1il. Nos alejan con
en el punto más alto y ofrecer por lo menos la ilusión de uno ma· eficacia y elicienda de los peligros realts e im1gjnarios que•«·
dre supcrcompctcnte 1 su hija; por ejemplo, l• de una madre chan a los niños y facilitan enormemente la cxi11enda de las per-
que jamás deja incumplid• un• promesa. sonas adultas que nos rodean. Pero esos cordones cmocionalts
Después de charw un rato con ella comprobé que mi aniJ.i. tienen IJIP efect0 occundario indeseable. Cuando Utgamos a la
.U había sido eottteto. Aquella madre vivá obsesionada por la edad .dulta y pasamos• ser responsables de nucsuo propio bic·
nettsidad de..,, perfccu, de no cometa ttrora, y, .obre todo, ne>t..i; esos cordona no desaparecen por ane de magia. Segui·

4S
mos experimentando sentimientos de ansiedad. ignoni.ncia y 2
cuJpabilidad que pueden ser ut.ilii~dos -~· Jo son- por otras
personas para obligamos a hacer Jo que ellos quier:in indepl'!n·
1 Nuestro primer derecho humano aserti\10,
dicntcmcnt~ de si nosotros queremos o no hacerlo. Esre libro y su violación por obra de los demás
tiene por objeto Ja. reducción, por lo menos. si no la eliminación
rotal. de esas emociones aprendida.s, en nuestro tra10 con Jos
demás. en las expericnCi:'IS ordinnrh's de nuestN vida. En p:.'lr·
cicular, los capítulos que siguen trat:1n: 1) de l.:is creencias no
aserti\·as que adquirirnos a causa de nuestros senrimienros de
ansiedad. ignoral)cia y culpabilí<la<l. y d.t t'Ómo esas creer1cias.
permiten a otras personas manejarnos a su antojo: 2l de Jos.
derechos que tenemos corno seres hun1anos a poner término de Todos nos hemos enrontNdo 1niis de ona vez en situacionts que
m~nera. asertiva a Ja manipu1at'ión de nuestro comportamie1)tO nos confunden. Un amigo, por ejemplo. nos pide que v~r~:un('I!- :.l
por Otros,)')}de Jas técnicas \'CrbaJcs SiStcm;ÍtiCJS que se ilpren· buscar al aeropueno a su tla, que llega en avi6n de Pasca~Oll!a
den f~cilmcntc en situaciones cotidianas, encaminadas a pcrmi· a las seis de la tarde. Lo último que deseamos en este mundo pe·
timos imponer nuestros derechos humanos aseni\!OS fren1e a cador <$vemos obligados a enfrentamos ron d denso trafico de
mjcmbros de la familia, p~rientes, padrC$, hijos. amigos, colegas la carretera del aeropuerto, y a tratar luego de sostener una con·
de trabajo, jefcs 1 operarios, jardineros, vendedores y gerentes; Vernlción, sin perder de vista e1 parachoques dd automó\·il <le
en suma, frente a otros seres humanos, sea cua] sea la relac-ión delante, con una persona de la. que no sabemos nada. y procu-
que les una a nosotros. rando que no se dé cuenta de que quisiéramos que·se hubiese
quedado tranquila en su Mississippi. Uno procura racionalizar:
..Su<no, un amigo es un amigo. Él haría lo mismo por mi». Pero
no t;i,rda_n en interferirse otros pensamientos menos generosos:
«Sin embargo, yo nunca le he pedido que fuese a recoger a al·
guicn por mí. Siempre "ºl' yo mismo. En realidad, Harry ni
siquiera me ho dicho por qué no puede ir él. O por qué no pt1ede
ir su mujer... ».
En situaciones de esta clase, codos tendemos a decir: «Cuan-
do digo •No" me siento culpable. pero si digo "Sí" me daré asco
a mí mismo». Cuando nos decimos esto para nuestro capote.
nuestros verdaderos deseos se encuentran en conflicto con nues·
tro adiestramiento infantil y nos hallamos sin anna.s para ayudar·
nos a resolver este conflicto. ¿Qué podemos decir? Si digo «No>~.
mi =igo puede sentirse herido o rechazado. Es posible que deje
de sentir afecto por mí. Pensará que soy un egoista, o, por lo me·

46 47
nos, muy poco amable. Sl no lo bago, edebo considerarme como cionamo5 contramanipulando ramb1én, clloslo harán asimismo,
un fresco, un <gdsta? Si digo ..Sbo, épor qué será que siempre me y así suce.ivamente. Por ejemplo, al tratar de csaparnos de ir a
encuentro con esos compromisos? ¿Seré un cobarde? ¿O es ese bu.car a la !Ía de nuestro amigo, las palabras y las Ú8$cs que em·
el p=io que debo pagar para am,-ivir coo los Ocmás? • pl<amoo pucclen .., mucho mú suüla, pero de todos modos se
Es.tas prt.guntas interiorua.cerca c:k nuestra mtnera de! ~ac· reducen, 1 fin ele cuentas, a algo parecido a este breve fra¡llllen·
aonar son suscitadas por un confficto exttmo entre nosotros to de un diálogo manipul1"'"''
mismos y otro pc=n•. Nosotros queremos h•cer algo. y nucs·
troomigo, vecinoopariemeda por supuesto, espera y desea que NOSOTROS: ¡Por todos los santos. Harf')1! ¡Con lo cansado
hagamos mn cosa, y hasta lle¡¡a a apela<• la manipulación pora que estoy a esa hort del día ! (Tratamos de suscitar en Harl)· un
inducirnos a satisfacer su desroosu esperanza. La crisis interior sentimiento de culpabilidad aJ insinuar: ..¡Cómo se Je puede pe·
se declara porque n0$ gustaría hacer lo que queremos pero dir a un amigo cansado que se enfren1e con cl tráfico collejero a
tememos que nueslro amigo ¡>iense que lo que queremos hacer esta hClra de la tarde!n, pero seguramente Hatl')' se estaró di·
no csti bien; es posible que comcoamos un error; podcm0$ he· cicndo: «¡Al cuerno! ¡Yo iengo que enfrentarme con ese mis1no
rir sus sentimientos, r en cal caso es posible que nos rechace por irúfiro cada die, a lu cinco de la tarde!•.)
ello y por haber hecho lo que deseábamos hacer; tal vez tema· fu.RR,·: Las viejecitas pueden ser presa de verdadero terror sj
mosque nucitras razones para hacer lo que deseamos no $e&n llegan a un aeropucno desconocido y no encucotran a nadie que
bastante «ruonables» (no icnemos ninguna pierna ro11 y lapo- las espere. (Harry trata de suscitar en nosocros s.;ntimicntoo de
Lc!a no anda buscándonos, así que, o><>r qué no hemos de culpabilidad al "'gcrir: •¡Habría que ser muy duro de corazón
poder ir al aeropuerto?). En ccmeruencis, c:utndo tnWDO< ele ba. par11 hacer sufrir u{ a una pobre ancisna, s<>lo porque uno ntá
cer lo que quettm0<, permitimos tambi~ que otras penona• un poco cansado!•, pero por nucsma parte estamO< pcmanclo.
no& hagan sentirnos i¡norantcs, ansiosos o culpables: los t.rC$ te- «éA quéviaic ahora cu his<orú dela frágil e indefensa viejcciuo?
rribles estados emocionales que de niño DOS crueñaron a expc· Dcspué\ ele con\ivir durante cincuenta años con los mo5CfUttOS
rimentar cuando no hadamos lo que ouá'Perwna quería que ele Pasca¡oula. sin duda será más fucne que un caballo•.)
hiciéramos. Para CC$Olver este confficio, el pr~lema estriba en NOSOTROS: E. que tendría que dar un rodeo butaotc gran-
que la parte manipulada )'.adiestrada de nucs1ro propio ser de... (Ahora tra12mos de inducirle sentimientos de culpabilidad
acepta sin discusión que alguien «debe• poder controlamos sugiriendo: «Scri una gr;.in molcstit para m[», mientras Har1y se
psicológicamente y hacemos experimentar esos sentimientos. dice sin duda: .Será una pequeña molestia pero no será la pri·
Suprimida la parte asertiva innata de nuestra pcr.ionalidad por mera vez que haces taJ cosa, y no 1t" vas a morir por eso».)
la educación que recibimos en nuestra infancia, rca~ionamos li!.Htt,': Si tuviera que ir a recogerla yo, no llegarh1 antt:s de
mediante la contrama.oipulación a!lte la frustración de sabernos las siere y medí• (Harry sugiere que ignoramos los hechos al·Jar
manipulados. Pero la reacción manipulttiva es un ciclo yermo. a entender que su viaje scrí:a mucho más largo» pesado que el
Tr111r de manera manipuh:tiva a otro adulto no o lo mismo que nuestro) mjcntras nosotros pensamos: «Pero ¿de dónde so.le
tratar manipulativamt.nte a un niño. Si manipulamos 1 adu1ros ahora t."On esa hi1toria? &coy seguro de que está mucho más.
mediante sus cmocioocs y sus crttncias, ellos p~ contra· cerea dd acropueno que yo».)
manipulam0< • nosa<ros por el mismo pro«dlmlento. Si reac-

40
lo cómico de este intercambio manipu1ativo y contramani- asert?,·as he podido observar que exis1e un conjunto sum.a1nen.
pulati\lo es que al aeropuerto iremos nosorros o Hany, no según te común de expecrati\'as manipulatjvas que muchas personas
nuestros deseos, sino de acuerdo con nuestra capacidad para alimentan acerca de sí mismos y de los demás. El comporta-
hacer que el otro se sienta más culpable. Como resultado de esta mienro manipoJ~1dvo dictado por esas expectativas puede ob-
clase de interacciones manipulativ1s con otras personas, lo más servarse también en la población general. no clínica. Esas ex·
probable es que 1erminemos por semirnos ÍruStrados. irrilados pecrati\ as infantiles y su consiguienre comportamienlO anulan
1

y ansiosos. pese a todos nuestros esfuerzos por e\itar esos se.nti· gran pan e de nuestra dignidad y de nuestro respe10 de noso11os
micntos. A falta de una salida apropiada. madura yasertiva1esos mismos como seres humanos. Si albc:rgarnos, acerca de noso·
stntimicncos pueden expresarse a través de una lucha verbal o tros mismos, las mismas expectativas que alimentan nue:stros
de una huida. El resultado final de ese confliC1o interno no re· manipuladores. abdicamos en su íavor de nuestra di~nidad y
suelto entre nuestros deseos narura1cs y nuestras creencias y há-· de nues1ro respeto d< nosotros mismos, de la responsabilidad de
bitos adquiridos en la infancia, nos ofrece varios posibilidades gobernar nuestra propia existencia y de nuestro derecho a con·
nada atracrivas, por <Ícrto: podemos hacer lo que quieren los tro1~r nuestro comportamiento.
demás, sentimos frustrados muy a menudo, cat:r en la depre·- Este capítulo y el siguiente rratan del conjunto -t:,¡n co·
sión, apanamos de la gente y perder todo respero·de nosotros mú.n - de presupuestos infantiles acerca de cómo se sttpot1e
mismos; poderno$ hacer lo que nos dt la gana, con ira, Crta~­ que «debemos» con1por[amos todos, con el fin de no 1cncr qoc
namos las simpatías de los demás y perder todo respeto de no· ~currir a nuestros métodos de reacción primitivos, es decir,
soiros mismos; o podernos e$quivar el con0.iC1o huyendo de él y la ira-agresión o el miedo-huida. Tales creencias co9ióruycn la
de quienes nos lo plantean, con Jo cual perderemos igualmente base de la mayoría de las maneras en que otras person~ nos m•·
todo res~ro de nosotros mismos. nipu!.an para que hagamos lo que ellas quieren. Esas creencias
Como primer paso en el proceso de llegar a mos11arnos aser- contradicen directamente nuestros derechos asertivos como in.
tivos, debernos damos cuenta de que 1JMiit puede manipular di\'iduos sanos y emocionalmente estables. En este capítulo y en
nuestra1 emoci'ones o nuestro comportami.ent-0 si nosotros no Jo fos siguientes.. describimos esas creencias junto con cada uno de
permitimor. Para poder poner coto a la manipulación de nues- nuestros derechos asertivos. esos derechos que nosotros y otros
tras emociones o de nuestro componamier1to por los demás. es muchos ,..¡oJamos cada día c:n un fútil intento de C\'Ílar recurrir
preciso que aprendamos a reconocer de qué manera trata la a la agresión o la huida en nuestr3s relaciones con los de:más.
gente de manipulamos. ¿Qué dicen, cómo actúan o qu~ creen, Nuestros derec!Jos 11sertir;os constitu:ren i1n11 es1n1tlura básic'1
que sea susceptible de controlar nuestras emociones y nuest10 . para L.r sano par1iei'poci611 de cado individuo en toda relación h11·
comportt.miento? Para conseguir la máxima eficacia en nue$· 111ona. Esto$ derechos asenivos individlla.les constituyen Ja ~­
rro intento de poner fin a la manipulación, debemos además cructura sobre la cua1 e.dificamos nuestras conexiones positivas
poner en tela de juicio las actitudes e ideas infantiles en las que entre las personas. tales corno la confianza, la comprensión, el
fuimos educados muchos de nosotros y que nos hacen suscepti· afecto. la intimidad y el amor. Sin esta estrucrura aseni,·:i búsic:l
bles a Ja manipulación por Jos demás. Aunque las palabras y los que nos permite expresar unos a otros nuestro· yo indi\·idual.
métodos que emplea Ja gente para manipularnos son infinitos, la confiania ~de el lugar a la sospecha, la comprensión dege-
en mi experiencia clinic.a y en el traramiento de personas no nera en cinismo, el afecto y la intimidad se desvanecen, y lo que

,~o 51
llamamos amor adquiere un mordiente ácido. Muchas pe.eso· un d~recho que nos Otorga a cada uno de nosotros un control
nas lemen exhibir SU$ sinceros sentimientos de amor y de com· tan grande de nuestros pensam.ientos. nuestros $Cntimientos y
prensión porque piensan que serán avasallados y que no podcin nuestr3s acciones que cuanto más intensa haya sido la form11-
reaccionar frente al rechazo de los demás. Si pensaran confia. ción manipulativa y no asertiva que hayamos rttibido. tanto
damente que sí, que sin duda habrá que resolver cienas clificu]. más probable será que I.o rechacemos como uo derecho de los
tades, pero que serán perfectamente capaces de re:accionar a.ser· demás y aun de nosotros mismos.
tivarnente fttnte a esas dificultades, y hasta frente al rechazo de ¿Por qué ha de ser así? ¿Por qué: una declaración tan senci·
.los demás. habría men9s temor a exhibir sentimientos de te.rnu· lla -la de que cada uno de nosotros tíehe derecho a ser su pro·
ra, de afecco y de amor. Me complazco en pensar que ser aseni- pio juez- ha de suscitar la menor controversia? Si ejercitamos
vo signífiai confiar en uno mismo y en sus capacidades. •Sea lo este derecho asertivo, tomamos sobre nuestros hombros la res·
que sea lo que me ocurre, sé que podré con cllo.• ponsabilidad de nuestra propia existencia y desp0jamos de esa
La Cana de los Derechos Humanos As<:rtivos que presenta· rczponsabilidad a los demás. Para aquellas personas que temen
mos a continuación c::stá compuesta de afirmaciones o declara· lo <¡ve los demás puc:dcn hacer, nuestra independencia respecto
cienes acere.a de nosotros mismos como seres humanos, decla· a su influencia resulta algo muy trastornador, como minimo. Las
raciones sobre nuestras verdaderas responsabilidades para con pc.rs-0nas que se sienten trastorna.das e inquietas a causa de
nosotros y declaraciones acerca de nuc:stn:: aceptación de nues- nucsrra independencia consideran que los .seres humanos con
tra condición de seres humanos, que señala limites prácticos a lo quienes ellas se relacionan deben estar controlados. porque ellas
que los demás pueden esperar de nosotros. Examinemos, en mism.as son impotentes. Este sentimiento de indcfensjón es un
primer lugar, nuestro derecho asenivo primordial, del que se resultado de su fracaso, debido al empleo de aetitud.S. creen-
derivan todos los demás derechos asertivos: nuestro derecho a cias y comportamientos no asenjvos en sus intentos de enfren·
ju!,lar en última instancia todo ÚJ que somos)' t()(Ú) lo que hace- tar1C a los demás. Si alguna de las personas con las que se rel•·
mos. Pasaremos luego a examinar de qu,s,.manera permitimos cionan no está controlada por alguna norma externa de
que la genreviole manipulaúvamente este derecho en diferentes romponap::úcnto, temen que sus propios objetivos, que su mis·
tipos de relaciones. ma feljcidad, queden al antojo y a la merced de]~ per.;ona no
controlada. Cuando d.udamos sinceramente de que seamos los
verdaderos jueces de nuestro propio componamiento, somo5
DERECHO ASERTIVO I impor.cntes para controlar nuestro destino sin Ja ayuda de toda
clase de normas a~rca de c6mo «debernos» componarnos to-
Tenemos ekrecho ajuz.gar 11ueftro propio comporlamí'ento, dos. Cuanto inás inseguros estamos. más mitdo sentimos cuan ·
nuesJros pensamientos y nt1es/rt1s emociones,)' tJ lomar la do no existe un gran número de normas arbitrarias de compor·
"sponsabilidad th su í'11iciaaOn )'de sus tonsecuencias. tamiento. Si nos sentimos muy inseguros y preocupados por la
falta de pautas en alguna zona panicular de comport:irnicnto.
Tenemos derecho o juzgarnos- en últrintJ instancia a nosotros mit- · llegaremos a inventarlas, por arbitrarias que sean, en número
m()t: he aquí una simple declaración que suena en buena medi- suficiente para volver a sentirnos seguros .y al abrigo. Por ejem-
plo, en la mayoría de·los municipios no hay ninguna ley que con·
da como algo de puso .
' sentido común. Y sin emba¡go,
. se mta.de
52 53
trole específicamente Ja eliminac:ión de l<1s hccc<s fec:'l.les de cada pensarse acerca de las descripciones del Karna Surra? Si tan1-
indi\iduo, cuestjón de grav.e! cons~cucncias para la sa)ud púhli· bién son correctas. ¿por qué no se publicó esta obra en Ja rr.a-
ca. Si un caballero vacía sus intestinos en pleno mediodia en los yoría de los p2íses hasta hace muy pocos años? En otros seclO·
bulevares \1Clilshire y Westu•ood, tal vez lo arresten por ensuciar res de la vida cotidiana, ¿cómo podemos decirle a nuestra
la vía públiai pero no por su -acción específica de eliminación. madre que deje de «pinchar» a nuestra esposa? ¿Cuáles son las
No hay normas acerca de Ja forma en que: «debernos» compor- normas por )as que «deben» regirse suegras y nueras en sus re·
tarnos todos en cuanto a la eliminación de Jos desechos de nues- ladones mutuas? ¿Cómo es que nueStra esposa no se ocupa de
tro cuerpo. Nuestro comportamiento, en ese sector, no varía resolver este problema por su cuenta? ¿Acaso se supo11e que son
mucho entre unas personas y otras. atanquc en 1coría pudiéra· los hijos los que deben tratar de esta cuestión con su madre~
mos comporcarnos de muchas maneras distintes. En un lavabo ¿~ dónde han salido todas esas maneras arbitrarias de hacer
público, ¿es correcto entablar conversación con la persona que las cosas «correcta.mente•? La respuesta es muy sencilla. Todos
ocupa e] retrete contiguo? No Jo sé, cienamente, pero sospecho invc11tamos las normas sobre la marcha, empleando para elJo las
que si yo lo hiciera esa persona me creería Joco o poco menos. creencias que nos enseñaron cuando éramos niños a modo de
Nadie me h01 dirigido jamás la palabra. a mí, en parecidas cir- orientación general. Luego las empleamos manipu]ati"an1entt
cunstancias. En un urinario público lleno de gen ce, ¿está permi- con otras personas par<! controlar su comport¡¡micnto. mcdi.in·
Lido mostrarse curioso acerca de lo que esl~ haciendo nuestro te la violación de sus derechos asertivos, y ali\'iando así de paso
vecino de al lado? ¿Qué pensará: si se da cuenta de que lo esta- n\Jestros sentimientos de inseguridad personal en cuanto a n('>
mos mirando? ¿Está permicido escribir las iniciales de nuestro saber cómo debemos obrar o reaccionar en nuestro t~to con 1os
nombre en la porcelana? éCuá.I es el sistema aprÓbado para des- demás. En cambio. cuando obramos como si fuésemos"tn últi·
prenderse de la última gQta de orina? ¿Una sacudida nerviosa? mi iristancia nuestros propios jueces, y cuando las, norm.as arbi·
éUn mo,·imiento insolente? ¿Un golpecico lleno de dignidad? trarias dictadas por otros deben recibir nuestra ap robación per·
Si ilo existen normas para eso -y nunca he oído hablar de su sonal antes de que decidamos icaiarlas. entonces amenazamos
existencia ni he leido jamás ninguna-. ¿có.plo se explica que co- gravemente ese orden estruccurado arbirrariamenre que las per·
dos Jos hombres nos com;ionemos idénticamente, sin que nin· sonas no asertivas emplean en su trato con nosotros. En con.se·
guno de nosotros se ponga a perorar acerca de esos matices un cucncia, la persona no aseniva se resistirá siempre.a otorgar a
ddicados de Ja función de eliminación? Si son como yo. tam· lus demás derecho$ asenivos y poderes para influir en sus rela-
bién ellos habrán inventado un conjunto arbitrario de reglas cione5 con ella. Corno medida de autoprotccción esta persona
acerca de lo que ~deben» o «no deben» hacer en la ejecución de nos manipulará psicológicamente con norma$ y pautas de bon·
esa función. Aunque este ejemplo describe una modalidad p<>eo dad y de malda.d, de jusdcia, de razonabilidad y de lógica, con el
impona.nte de nuestro componamiento, el comportamiento fin de control3r un componamiC)tO que podría entrar en con-
obscJ"\•ado está muy regla,mcntado. flicto con sus des.eos, gustos y aversiones personales. La perso-
El miuno concepto de inseguridad personal que nos lleva a na manipulativa inventará este tipo de estructura externa o dar3
inventar normas para controlar nuestro comportamiento se por supuesto que ya existe en una relación con el fin de,concro~
aplica a ocras cosas mlis in\porcantes. ¿Culil es Ja manera. «CO· lar nuestro comportamiento. La tragedii, en esa actividad ma·
rrecta» de realizar d coito? ¿u corriente? Entonces, ¿qué debe nipulativa, consiste en que d manipulador no se da cuenta de

SS
que la únjca justificación que nccesit~ para negociar un cambio resultado. es decir, un negocio floreciente. Si usted. señora. se
en algo es el hecho de que desea un cambio. No necesita ninguna ocupa de sus hijos mjentras su marido trabaja, no se t rat~ m;is
estruetura externa ni ninguna regla arbitraria como sostén ma· que de un arreglo arbi1rario. Usted podña compartir las res-
nipulacivo para lo que desea ob1ener. Para imponernos sus de· ponsabilidades de su esposo, contralar los servicios de una ni·
seos. le basta considerar que sus gustos r sus aversiones son una ñera. Uevar a sus hijos a una guardeña o a casa de su abuela, bllS·
justificación suficiente para el esfuerzo que debenl desarrollar car un empico para usred, o·un sinf!n de otras posibilidades
en la negociación. más. ninguna de ellas impuesra por el cielo.
El empleo de u~a cstruc;tura por pane de] manipulador, es En segundo lugar, para comprender mejor cómo puede em-
decir, su fonna de determinar y de tratar de convencernos sobre plearse una estructura, bien p"Ara. facüitar las cosas, bien para
cuál es la manera «correcta, errónea, justa o lógica» de hacer violar nuestro derecho a decidir lo que queremos hacer y lo que
algo, ¿significa acaso que 1oda estructura es manipulativa? no queremos hacer, con·viene clasificar todas nuesrrns relacio-
¿Quiere decir esto que si empleamos normas~· estructuras para nes con los demás en tres categorías generales: 1) relaciones co·
simplifica.r y facilitar un poco nuestras relaciOllCS, abrimos las merciales o formales, 2) relaciones de autoridad, y 3) relaciones
puenas de nuestro yo a la manipulación? Es dificil contestAr a de igualdad. La categoría en la que clasifiq uemos una determi-
estas preguntas con un simple sí o un simple no. Una respuesta nad11 interacción entre nosorros y otra persona dependerá del
más apropiada a los posibles empleos dt: una estructura sería grado en que la interacción en cuestión sea reglamentada por
«probablemente sí», según se.inserte la estructura en la relación nonnas desde eJ principio, quizá antes incluso de que hayamos
en cuestión, y según la clase de relación que exista entre las per· conocido a la persona de que se rrata. Por ejemplo, a pesar de lo
sonasen conflicto. En una relación dada. ¿cómo puede una es· que pueda parecemos a primera \'ÍSta, de todas nue~tras inrt-·
trucrura obrar en favor nuestro o en contra de noso[ros? ¿Cuá· raccioncs los tratos comerciales son las que Ue\•an impuesta la
les son los importantC$ elementos de la estructura y de las n)ayor pane de so estructura antes incluso de que se inície Ja in·
relaciones que nos permiten distinguir entre una estructura cm· tcracción. Esta estructura puede adoptar la forma, inclusive, de
pleada pa.ra manipu1amos y una estructura. (C<'mprom.isos \>it· un c6digo legal o de un contraro. En la compraventa de mcr·
bles) empleada para hacer las cosas más fáciles, más estables y cancías, por ejemplo, ambas partes saben o determina.o C;"Cacta·
menos caóticas? En primef lugar, cualquier estructura o juego mente cuál será su comportamiento comercial entre ellas. Una
de normas, en tOd:J interacción entre dos personas, son arbitra· de las partes suele seleccionar y pagar la. mercan ela y la otr-.:i suc·
rios. Si cabe trazar uo plan determinado de cómo funcionarán Je recibir dinero, entregar la mercancía y responder de la cali-
las cosas, g~eralmente podremos encontrar otra media docena dad de lo que ha \'endido. En la$ relaciones comerciales surgen
de maneras de obrar que pro.ducirán poco más o menos el mismo problemas cu~ndo una de las panes {generalmente el '-'Cndedor)
resultado. Por ejemplo, si usted y su socio en el negocio deciderJ hace en1rar en juego una estructura manipulativa externa en Ja
que usccd se ocupará dcl despacho mientras él crat•rá con el pú- que no se había convenido de antemano, y no nos per1nite ser
blico, no es esta la única manera en que podrían haber arregla- nuestros propios jueces acerca de lo que haremos. Por ejemplo: "
do las cosas. Podrían haber compartido la labor de contabilidad «.Nosotros no tenemos nada que ver con la reparación de su ra·
o haber contratado los se!"l.~Cios de un contable a horas, o quién di•dor. Las reparaciones son de la incumbencia de la rienda de
sabe a qué otros arreglos podrían haber llegado con el mismo radiadores. Tendrá que ir a ver a esa gwtc». (De paso, se nos su·

56 57
gicre: c¡Ton10 de capirote! ¿Es que no sabe cómo llevamos los personas que no requieren estructura a1g·una para Ja to11verr1en·
negocios •qui, en la Ripoff Motors?•.) ci4 mutur1. Cuando lt estrucrur1 u impone unJ1tcr11mcn1c. su
La c01cgorio medio, 2), que incluye los relaciones con alguna cfC"cro y su p1opó11io esrriban en controlar nuestro compon'11·
clase de figura 1utorit•ria, solo en pan.e está. estructurad• de miento, violando asl nuestro derecho a juz.gar )'decidir qué de-
antcmono. No todo el comportomicnto de las pcnonas que ÍD· seamos hacer y qué no deseamos hacer.
wvicnco co esta clase de rclocióo está cubierto por unu nor- Ouo buen ejemplo dcl cipo de relación 1utori11ria es el que
mas csr.ab!ccidu en orucrdo muruo. Podremos observar la cxis- cmte entre los padres y sus hijos pequeños. Aqul poclcmos ob-
t<ncia ele unu funciones y ele una organiución impuestas 1 bs servcr que Jos padres pancn de las funciones 1u1ontorias de ma-
dos personas clcsdc el pnncipio, pero no todo su comporta· drc·padrc, maestro, enfermera. protenor, obas1c«<lor, modelo.
mien1.o se halla rq¡lamentado, como en una relación romcrcitl discip5nina, auror de tod• decisión y ¡uez. También podcmus
Un cjcmplo que cnca¡a en esta ca«sarú es la inwacci6o entre un ver que d niño empieza con 1.. funciones de persono d<¡>cn·
jefe y su empicado. En mis relaaoncs con mi jefe. no todas bs dicnt~, aprendiz, pac:Kntc, pttlcionano. c1c. Con d puo de los
normos se han formulado clanuncrue ni han sido obtcto de un años. a medida que d niño crttt y asume un grado cada \'el m•·
acuerdo previo. Yo puedo saber especiiicamcnte cómo clcbo yor de rcsponsabüidad personal en cuonto 1 su propio bienes-
tratulc m el trabajo, pero ¿cómo debo obrar fuera de él? tar, la CStrUCfUrt ini.W p•dre-hijo impucs11 por lo rcal1d2, rc-
¿Quim ~· la bebida? ¿O qui&> elige d bar? E incluso en d quicrc una modificación. Cada \•tt st necesita menos estructura
trabajo, por ejemplo, (qut hacer cuondo d jc:(e introduce algún y menos normas, puesto qu< se le debe ororgtr progrtsn'3nltn·
demento nua'o a1 nuestra relación, proponiéndonos por ejem- 1e si hij<> wia mt~'Or libertad de op<rón si se quiere que'>igúr. dia
plo que oceptcmos una moyor rcspon11bilidad, o que hagamos llegue• tomar la ioiciati\'a en la dirección de su propia exiStcn·
horas C'Xlf"l.()rdinariu 1in cobrarlas? En cs:tc tipo de intentcci6n cía. Todos podemos recordar seguramente. por nucstia propia
vemos que se plantean prob!emas cu.ando se impooe a.rbltrarl.- expcri"'1cit, que cuondo los papelea entre padres e hijos se ha·
mente una cstruC"rura manipulaúv-a en scetprc~ en los que no ccn más iguales, unos y otros pueden compartir algunos de su.s
existen reglas convenidas de mutuo 1rue~1 y esta estructura scntúrjcntos personales, de sus objelivos y de sus problemas.
no nos permite ser nuestros propios jueces en cuanto a nuestro Por norma general. esta •comunidad• no llega a alC91\zar el ni·
comportamiento futuro. Por ejemplo, nuestro jefe de la oficina vel de intimidad que caracteriza las relaciones entre iguales.
no es nuestro jefe en 11 pi51o de renis ( iRr.Jcins a Dios !); por tan· Co11 demasiada frccucnci1, por i¡tnoran('Ía, o por afcrr~rs.c en
to~ ¿cómo st explica que, cu11ndo jugarnos al tenis juntos, yo me busca de seguridad a la vieja estructura -segura, cicrtOlmcntc,
ocupe de todas las cuestiones previas que hay que resolver' pero .imicuada- los padres 01orgon libenod a sus hijos •dul·
Nucsrro jefe de taller no es nuestro jefe a psrtir de las cinco de tos pero no 01bdícan de sus funciones inicialmente impuct111.s
la tarde, c:uando volvemos a nuestro hogar; ¿por qué, entonces, de pi!<lrt·madre omnisciente, violando así el derecho a.scrti,•o de
llevamos su traje a lo tintorcri1? Aún más que la situación que se sus hijos a ser sus propios jut-ee$. El rcsuJiado de esa resU1enc:i1
crea en d tenis, nos irritad hecho de convcrt.imos en su lacayo, a un cambio inc\~tablc es Ja creación de una djsu.ncia innecesa·
y, sin embargo, no osaroos decirle ni wio sola palabro de ello. ria entre los padre< y sw hijos.
Esta es la~ de cosu ~uc nos Dalm·,.¡,, si se inuoduce una es,. Esta infonunada circunnancia se hizo patente cn un caso
trucrun. arbitraria en sectores de nucstru relaciones con otn.5 entre ona madre y su hija de cuarenta años, antes de que la hija

'"
acudiera a nuestra consulta. Como reacción frente a su constan· de1nos citar la relación que e·xistc entre ot ra madre y otra hija a
te sentimiento de &use.ración, esa hija no ascrti,·a no enconcrabi& las que conozco muy bien . Estas dos mujeres sufrieron también
en la vida más satisfacción que la que le p roporcionaba la comi· una gra\•e disrupci6n en su existencia, pero en una edad más jo·
da. Como consecuencia de ello. con frecuencia se \iefa en Is pre· ven. Cuando la hija entraba en 101 pubertad: muriód padre. Pese
cisión de imponerse una dieta muy estricta. Er.. cierra ocasión, t todns los problemas que..deben surgir forzosamente en una fa·
cuando se hallaba en perí«io de dieta, fue de tiendas consuma· milia en tal $Ítuacjón. con loS años y a través de ensayos y de
dre. A1 fmal de la jornada. entraron en una cafetería a des01nsa:- errores. esta madre y esta hija llegaron a desarrollar un respeto
un poco. U madre se empeñó inrnedia;:arnente en conven~r a mutuo por las opciones y las decisiones de la otra. Acrua.lmente,
su hija para que comara algo má.s que una simple taza de café. Ja madre tiene cincuenta y seis años y \'Í\'C sola. mientras que ta
basándose en que «TU madre sabe lo que te conviene». Al1nque hija tiene treinta }' un años, está casada y tiene dos hijo~. C:i.d.-i
la hija alegó que sabía perfectamente lo que hacia. acabó por CO· una de ellas es una fuente de afecro, de apoyo y de consejo para
mer en comra de su propia \•olu~iad. Y hasta que llegamo. al la otta. Esta madre, al hablar recientemente a su hija de los pro·
término de su tratamiento aserti,·o. mi paciente nunca quiso ni ble:mas propios de su vida solitaria, le decía: ~ealrr.ente, me
se atrevió a volver a ir de tiendas con su madre. La madre mani· gusta hablane de mis problemas. No formulas juicio alguno so·
pulab. a su ruja (¿Por q ué? Y a nues1ros fines, por ocra pane, bre mis amigos masculinos. No los discutes ni t ratas de decirme
poco impoMa) poniend9 en acci6n una estrucruni caduca, ex· lo que debo hacer. Te limitas a escucharme y a dcjanne que aJi.
traída de uoa siruación previa Oa infancia) que ya no cenia ruón vie lo que llevo en el pecho. De vcra.s te lo agradezco». Y. ésta
de ser entre dos mujeres, Uba de sesenta años y la otra de cua· madte no solo es capu de aceptar ayuda y consejo d~.su hija.
renta. Al mismo tiempo, aquella madr~ estaba atravesando gq· sino que también sabe respetar Jos limites que Je pone su hija
ves dificultades en su propia vida hogareña. Su marido se baila. cuando interactúa cerca de sus nietos y de su yerno.
ba físicameme ~posibilitado, y ella se estaba armando grandes En la cercera categoría de relaciones ~trc iguaJes- no
líos ÍUlancieros y de toda clase emprer;ifaendo proyectos para ex.iSte una estructura inicial impuesta de antemano a ninguña de
los que no estaba preparada o no tenía experiencia alguna. Su las dos personas, que determine su compona.miento. En ese
hija hubiese querido ayudarla, pero evitaba intervenir porque tipo de interacción, roda estructura se va elaborando a medida
adivinaba que su madre p.robablemcntc: no confiaría en su critc· que la relación progresa, a través de una serie de compromisos
rio ni seguiría sus consejos. Por otra parte, estaba hasta Ja coro· en acción. Esos compromisos acordados mutuamente (estrut·
nilla de las añagazas manipulativas de su madre y prefería man· cura) son prácticos; posibilitan llevar adelante d negocio de la
tenerse lejo. de ella tamo como le fuese posible. Padrr1 así no relación sin necesidad de entrar cada día en negociaciones accr·
bon sabido adoptar ,,na nueva actitud adulta, respecto a 1us hijos ca de quién debe hacer qué y cuándo debe hacerlo. Las perso· .
y 1us hijas, t¡ut habría resultadó ,,.,¿s apropia@ fXI'" '4 relación nas a las que he enseñado a ser más asen.ivas insisten a mc:nudo.
úniCJJ, y por ende mArauillosa, que /.os padreJpueden enldblar con ingenua y sinceramente, en que esos comproll)isos deben ser
sus hijos m11yorts. · justos, )' a menudo parecen ligeramente esC'andalizadas cuando
En vivo concnsre con ese ejemplo de hijos que todeví.a son les respondo: .No es indispensable que los compromisos sean
.Jos niñicos de sus padres» a los cuarenta años, y de padres que justo. para ser útiles. ¡Lo único incfupensable es que funcionen,
siguen siendo .Jos !'ªPaftos de sus nenes» a los.~ta años, po- que sean eficaces! ¿D§nde ha leído usted que.la ,;da es justa?

61
¿De dónde ha sacado una idea can descabellada? ¡Si la vida fue- o acaso Jos dos. tiene:n id~s preconcebidas acerca de sus res·
se jwta, usled )'yo nos dedicaríamos por tumo a '~sitar d Pací· pccávos papelcs. Esas normas impuestas por uno de los cónyu-
fico Sur, d Caribe y la Rivicra francesa con los Rockcfcllc~ y en ges no permiten al otro si;r juez de su propio oomponomicnto
cambio, como pu«le ver, ahl esttmos, en es.a cochina clasc, tra· c:n cl matrimonio. Pero las normas impuestas no funcionan en la
tando de aprender a ser asertivos!•. realidad: los detalles dc lu diS1int1s funciones de cada uoo de
Ejemplos de rdicioncs ei>trc iguales :;on las que se ostable- los cón)'uges se <kben ir perf~ando 1obrt 14 maráxJ, si los cosa-
cen entn! amigos, \'CCinos, conc!isdpulos, oomp:iñcros de traba- dos quieren mantenerse unidos y crear uno vid1 dichosa para sí
jo, OO\'ios, amantcs, miembros 1dultos óe la famili1, primos. fa. mismos. Cuamo m•)'or sea la inscgurid1d personal de cualquie-
mili• política, ~anos y herm1nas; son ret.ciones en las que ra de Jos dos cóoyugcs, más arbitraria y ma.nipulati\'a ttrá la
gozamos de la máxima libertad para trawdeobtener loqu<de- cstn.1aura que inten11ré imponer al otro y 1 s{ mismo. ~antes
seamos, pero en bs que: ttn<mOS mis probabilidades de rcsult>r posible. La persona ~gura se siente mejor dentro de una ••-
heridos. El <jcmp!o mis ob,io es d de los cónyuga en d m11rf- ruaóón muy enruaurad a, con muy pocas incógnitas quC' resol·
monio. En los matrimonios dicaces entre iguales, que: todos co- ver. El marido inseguro puede imponer un1 estrunu.ra arbi::a·
nocemos, observamos cómo las dos panes at1bleccn colec1h11- ria a su esposa simpJemtntt para contrtrrfSttr su temor a ft\)
meme, modl!iánclola de muwo 1cuctdo cuando es precúo, Ja saber mostrarse a lo altura de dl1, 1 no uber rumonor Ín!nte 1
estructura ck compromiso que requieren, mediante wia comu· clL1. Por ejemplo, es posible que insista en que: su mujer no tni-
ni ación mutua f=cn'ic •cerca de lo que cada wio de ellos de- baje fuero de =•. en que pcrm.tnczca en el hogar. tn que se
sea y es apaa de darle al otro. No hay ningún tanor a parecer ocupe ella sola de los hijos y en que oo debe tdminis¡rtr el di-
«rar0» o egoísta a sus propios o;os,o a \101.ar quién sabe qué se- nero dd matrimonio. H1sta puede oon!lderar que las mujeres
creto conjunto de nonnas •«rea ele cómo «deberían» compor· casadas deben ser caStigadas o que por lo mMOS debe: hacerse
ta~ los .mañdos y lts muje.r a. Con esta capacid..d asertiva por que se siontmculpablcs si tienen otras ideas aceres de cst1 ma·
comp1n1r, lu dos panes daboran un mínimo de compromisos nel'll ani6cialmente impuesi1 de con<ebir d m11rimonio. Y
viables y que pueden vol~cr a negociw· acere• de su <nmpor- puede que obre así al mismo tiempo que enuncie todo una scri:
tam1enro mucuo, manteniendo así 11 esrruetura de su matrimo- de lugares comunF' acerca dd juego limpio y del tomo y daca.
nio lo basiame llexible,. dcn1ro de lo human•mcnte posible, A.sí era el marido de una de mis clicnt:1s, hace algunos añc's
como para poder enfrentarse 1 los verdaderos problemas tic la Aquella desdichada pareja no habfnn tenido ninguna exporicn·
vida y no con problemas de tipo manipul21ivo que solo pueden cía social ni sexual con nadie más, fuero de su matrimonio. J~a
conducir a 11 propia frusiración. única relación indma, entre iguales, que habían sos1cnido cm la
En este tipo de rel•cioncs enrre isualc:s se plantean problc- ·de d.!os dos. Estaban completo.mente dc:sprovistot de expcrien·
mlt$ cuando uno de los miembros, o los dos, por inseguridad cia en cuanto 1 la manera de trato.rse dos pcriono.s en un ni\'c) ín-
pcrson~ o por ignorancia han iniciado la rel1ci6n con ideas prc- timo, de igualdad. La esrructura ubitrari1 del marido fue lo do·
conceb1du •<Crea de cómo •deben• comportarse los amigos, minante en sus inicracciones desde el principio, y la jo\'en
los compoiicros de hobiración o los maridos o esposas. Por cs-po~ no cna lo bt.stanlc independiente, 1sertivamen1e, como
ejemplo, si observamos los matrimonios Wcllccs que conoce- para poder desafiar aquella esrruCNrt. En consecuencia, los
mos adYertiremos probablemente que uno ele los doo cónyuges, únicos medios de "'8cción que tenlo 1 su alcance enin la a¡re-

61
si6n pasiva, la huida pasí•-a o una manipulación muy lllÍcrior seo alguno de r<anudsrlomás tarde. ~ los últimos informes
por oomparación a la de w marido. Al cabo de seis años de ma· recibidos. est'-n pe11sando ttt divorciarse.
t.rimonio, acudieron a mi con5ultorio, <en todos su.s probJcmas Una esposa personalmente insegura, por su pane, puede
de intcnttión amontonados en una carretilla de mano pslquica, también imponer una esuuetura manlpul1tiv1 dentro de suma.
con un rt\'cntón en Ja rueda, que la mujer iba empujando de trimor..io COn el fin de resolver SU$ propios temores, de no $Cr Ca·
ací para allá y a la que llamaba •mi problema sexual•. Impo· pai de cnfrcn1•rse a lo desconocido. Puede violar el derecho
tente para reaccionar ascnivamcntc frente a las manipulocionc1 asertivo de su marido a ser juez de sus propias acciones. 1r~1t:Ín·
de su marido en la. vida cotidiana, la C$posa fue aparcándose dole, sutilmente y hasta condcscendicntemente, como si fuese
progresivamente de ~I U> todos los aspectos, ir.duido d sexual. un chiquillo irresponsable. le dejará en plena líben1d en cuan·
Al cabo de cu11ro años de tdacionts sexuales insatisfactorias, ia to a •u uabajo, pero no confiará en~ y tntar6 de controlarle en
esposa se q~aba de disfunción orgásmia Hrigidal. voginiriJ todos ios demás asptttos de su 'id1 y de hacerle sentirse culpa-
!irritación \-sginal), vaginúmo (conU11cciones inwluntuias .ie ble si no 1ccp11 sus ñgidos métodos. Como en el caso de la es·
la abertura vagjnsl que impiden w tdaciones sexuales), dispa· po<a manipulada, C$1e marido debe= que .. pcrfccwncntc
reunía (dolor vaginal profundo que se alega en los casos de falca corre.no que su mujer lo trate así; si oo lo cree firmemente. su
de armonía sexual). asf como de que su marido no conscgul1 mujer no logrará mtnipularlc. Debe creer que no es él su propio
«excitarla». Negando que no fuese asertiva e insistiendo en que juez antes de que 1a esrroctura impuesta por su esposa pued.a
su vida conyugal, fuera di:I terreno sexual, era sa1bfaccori1, la obrar efectos manlpularivos. Si el marido no lo acepta, la mujer
joven esposa empezó un tratamiento indicado para corregir no podrá imponerle tsa estructura. ·~
Ja disfunción sexual. El vaginismo suele tardar trc:s semanas en Un pacicnrc a quien vi recientemente tenla es1c tipo de ince-
corregirse mediante métodos de comportamiento. En su caso se racci6n con su esposa. Antes de acudir a nu~tra ronsul1a: ren.ía
tard6 tres meses. Dapu& de varios irucncos 1 igua.Lncntt mi:>ro- d empleo de cercote de unos almacenes que formaban pane de..
sos, de resolver sus dificuit1dca •c:.ualcs cspecíñcu, se inició. una c&dcna comercial. Su ascmso al puesto de gerente le h•bio
sin muludo, un• psieo<erapú cxplor.torft"g<s>cnl. Ni d r.uri- sometido 1 una serie de presiones. tanto por parte del püblico
do ni la mujer eran c.plCa ele ..:epw d hccbo de que ws pro- con el que UllWla como de h dirección rcgionol de la crnprcso
blemas sexuales guardaser? relación alguna con su comporta· pan t. que trabajaba. A causa de su sistema de C'rccncias no
mient0 general del uno para con el otro. Cuando"' le preguntó asertivas, no habí• trazado unos límites finnes en cuanro a Jo
a ella por qué qucña resolver sus dificultades sexuales, respon- que C$-taba dispuesto a hacer por sus clientes, nl en cuanto a
dió, sinceramente, con estas palabras: ..Para que Chuck seo fe· lo que consideraba sus deberes para con la empresa. Como con·
liz., sin decir palabra acc.rca de su propio placer o S>tisfocción secuencio. de ello. no tardó en perder el cargo. Durante Ja época
sexual. No se daba cuento de que su dificultad para sentirse ex· en que estuvo sin empleo, consideró que debía mc.ntir a su 1nu·
cicada scxwlmentc por au m1rido no era más que una manera jer y dccírle que habfa encontrado trabajo antes que confesarle
elegante de conarle las alas y de expresar su propia fNstración que pcrcibfa el subsidio de paro. Cuando le olrecieron un tra·
por h1berse ~coa g, ain quoc lo parccien. ¿Quién puede bajo temporal en unos alnucmcs gcocnal.., no lo a«ptó por-
reprodwk su invaJ;clea a un inválido? El awrimonio abendo- que tcmla que su mujer le odun en can lo que dirfa J. familia
nó muy pronto d tratamiento psia>tcna~urico y no lllOSUÓ de- de esta si le vdan convertido en un obrero. El pob~ hombre.
manifiestamente, no creía ser su propio juez CJl cuanto a su com· atractivo, y r10 pequeño, podemos encontrarnos en una posi·
portamiento, y por eso rcacciooaba por el método primar:o de ción en que no tengamos más remedio que tratar en dos niveles
la huida pasiva en lugar de apelar a la asenividad verbal. diferentes con una misma person::i . Lo mismo que cuando se en ·
En cualquiera de las tres formas en que nos reJac'ionamos cuentra uno metido en una pelea en on bar. una ve2que estamos
con Jos demás -comerci::ilmenr.:, 2utoritari::imente o en un pl:a· metidos en ella poco importa si resbalamos y caímos en medio
no de igualdad- surgen problemas cuando renemos más de del fregado, si nos lanzamos a la pelea voluntariamente y conga·
una sola interacción con una misma persona. Por ejemplo, nas, o si alguien nos empujó o nos arrastró a ella contra nuescr-J:
cuando entramos en i:elacíones comerciales con un amigo. ten· voluntad. ¿Tiene alguna imponancia la fonna en q ue nuestro
lo nuestro amigo c~mo nosotros podemos tropezar con dificu1· amigo se adueña de nuestro coche, o queremos ayudarle in\'ir·
tades pára irnpccHr que Ouestro componamicnto comercial se tiendo en lv1agic Momem Wan Remover? A pesar de todo. no
interfie ra con nuestro componan1iento de nmigos, o a la inver- • tenemos más remedjo que apccbugar con los hechos. Si reac·
sa. Nuestro amigo puede manipularnos al imponemos maneras cionamos frente a la manjpulación en unas relaciones mixtas
de hacer '1cordadas prc,~amentc co mo amigos, que no. tienen con la decisión asertiva de ser nuestros propios jueces, d e.
nada q~ ver con nuestros tratos comercia.les. Por ejemplo, pue. cidiendo hacer lo que 11osotros queremos, y formulando los
de tomar prestado nuestro coche para hacer gestiones <:Omcr· compromisos que estamos dispuestos a aceptar en las di\'ersas
ciales, basándose en que en el pasado solíamos prestamos el euipas del ca.mino, podemos hacer negocio con un amigo y al
coche uno a otro, e.n plan de buena amistad'. Puede tratar de mismo tiempo conservar nuestra amistad.
de
pedimos prestadas sumas dinero mós cuantlosas, puesto que En cualquiera de los tres tipos de interacción con O<ras per-
un acuerdo anterior de prestamos pequeñas cantidades había sonas, se produce una manipulación de nuestro comportamien·
. dado buenos resultados. Si nosotros y nuescro amigo no hemos to cuando se nos imponen normas externas en las que ño había.
elaborado una verdadera interacción de igualdad libre de coda mos con,renido previamente y que, por ende, violan n uestro
estructura manipulativa, nuestro amigo4ntentará aplicar a nues· derecho asenivo a juzgar,nuestra manera de obrar. Si cualquie·
eros tratos comerciales Jos mismos conceptos acerca de cómo ra de nosotros tuviera que formular con palabras Ja creencia pri·
«.dcbt!D» componarsc los amigos enue sí, y dirá, por ejemplo: maria infantil que se nos imbuyó y que hace posible la manipu ·
«(Cómo puede insistir uñ amigo en que se le pague en la fecha !ación, tal vez cada uno lo expresaría con palabras o frases
convenida?•. Eros ejemplos de relaciones mixtas que conducen difcrentC$, pero d significado seria poco más o menos el si·
a la manipulación tienen un paralelo en el dicho popular según guiente: J\1() debemos formular ju;cios independientes acerca de
el eual una cosa es la amhtad y otra el negocio. Hablando de nosotros mismos)' de nweslras acciones. Debemos ser jui.g11dos por
esos problemas, mi primo Edgar, de Ha\\•ai, me decía: «Cuando unas normo.s 'externas, segtín determinados procedimien/us, y
VO)' de cara al negocio, quiero dejar siempre las cosas bien claras por una auloridatf 1nós tapar. y n1ós grande que nosotros. Bñ.sic-.t·
desde eJ principio y dar a encender a mi socio que, si no cumple:, mente, pues, Ja manipulación es todo comportamienro diccado
como es su deber, no voy a andarme con remilgos con él. No me por esta creen~a. Somos objeto de una manipuJación sicmpré
gusta tener que mostrarme duro con mis amigos. Tengo oosas que alguien reduce, por el medio que sea, nuestra capacidad
mejores que hacer con ¿joS». Aunque la solución propuesta por para juzgar nues1m· 1!Cciones. Esas normas y esa autoridad ex.·
mi primo Edgar al problema de las relaciones mixtas tiene su temas a las que hace referencia esa creencia tienen profundas

66 67
repáCUSiones en cuanto al control y la reglamentación de cuan· mul1 1ccra de sí mismo puede no ser sistemático, lógiro. con·
to hacemo" sentimos y ~samos. Por ejemplo, en una dase de sistente, permanente yñ.i siquiera juicioso o raz.onab1e a 105 ojo!
ochenta y cinco personas que estaban aprendiendo a ser "eni· de Jos demás. Pero nuestros juicios, sin embargo, se ajustarían
vas, cuando pregunté, a propósito de cst cJec:ncia primaria in· perfectamente a nuestra personalidad y a nuestro estilo de "ida. .
fantil: «¿Cuántos de ustedes creen realmentt en ella?•. solo tres .Parci muchos de nosotros, la pcrspccciva de tener que juz·
personas levantaron la muio. En cambio, cuando les pregunt~: ga..TDOS 1 noSOfros mismos p~e ser terrorifica~ Ser nuestros
«(Cuántos de ustedes se cvmportlirr como u creytran en dla?•, propios ju«a. sin normas ubitrtrias, ts cerno vi1jac por Ut1;
iodos 1CV211taron la mano. plÍ1 :lesconocido y nuevo sin nin¡una guía tuñstica que nos""
EJ J.er.tho • str"uestro propiojue: Jtásñlo n el tkr.d>o•s.,.. dique qu<! es lo que debemos visitar, o, lo que es peor aún, sin un
tivo prim•rio que impitk que los JemJs "°' ma,,ipukn. Es d de· mapa que nos indlque cómo podemos llegar allá. Tener que es·
recbo uertivo del que se desprenden todos los demás derechos t::iblcccr nuestras propias norm1s de vida sobre la 111arch11 no es
asertivos 1 101 cunles, en el fondo. no son más qu~ apliaiciones carea fácil, pero frenie a las alternativas de frustración. a¡¡resión
cotidianas más especificas de ese derecho primordial. Esos y huida que rcs:ulcan cuando pcrmicimos que otros manipulen
otros derechos son importantes por cuanto nos proporcionan nuestros sentimientos, ¿qué o<ra solución p<>dcmos dqi.ir? r~o
los detalles nccaarios pa12 "'2cciontr frente a los métodos más te:lemos más remcdjo que basamos en nuestro propio julcio,
corrientes por medio de las cuales Ju deniis persoruis DOS mi· porque la verdad es -nos guste o no nos guste- qve iolo no-
nipulan psi<:ológieamcnrc Y. violan nuestra c!ignidad personal y sotros 1omos responsables ck nosotros: m¡smos.
d ICSpCto de nosouos mismos. Al hablar de cada uno de los di· La responsabilidad que nos incumbe a cada uno dcnosouos
fcreotcs derechos asenivos espcdficos será d momento de pro- por iniciar y 2cep1ar las condlciones de todo lo que hacCl)lQS no
poner ejemplos de las diversas maneras en que loo danás tnltan puede rehuirse negando o ignorando su existencia. Jllo pode·
de manipul1mos, pretendiendo erigirse en nuestros jueces o cs- mos asumi¡ la responsabilidad de otra persona pa111 su (t.lici·
griroicndo cualquier nonrur arbitrariamente establecida. Por ti dad. ni podemos inspasar 1ut0míticamcnte la rcsponsabUidad
momento, sin embargo, examinemos brcvancnte alsunu de w de nuestra propi• felicidad a oua persona. No podemos rehuir
comecueoc:ias del ejercicio, por nucstn pene, de nucstr0 dcrc· nuestra responsabilidad por !J forma en que vivimos nueitra
cho asertivo bbico a ser ñuesuos propioc jueces. vida, alegando razones prctcndidamente ncionalcs para de-
Cuando nos «>n,'Crtimos en nuestros propios j~. 1pren· m05trar que se nos ha obligado a hacer tal cosa o tal otra. S• tr•·
demos • establecer de manen independiente nuestros pro- 111 át n11tstr11 &1itÍ4, y lo t¡llt tn tlú ocurra nos incumbe a nOS<JlrtJS,
pios métodos pera juzgar nuestro comportamiento. Los juicio• y 11 nadit már. Muchns personas se niegan a accplar que sca1\
que formulamos como resultado de los ensayos y los errores que ellas sus propios juec·e., y al negarse a asumir la responsabilidad
consriruycn nuestra experiencia personal. más que un sistem1 de su componamiento, apd•n • coda clase de excusas y de jus-
de «rosas buenas y cosas malau oorutituycn un SÍ'1etna basado tificacionca. Esas negacione> de reaponssbilidad suelen adoptar
en «esa me va, o eso no n.c ,.,., Nuestros juicios independien· una forma parecid. • la clúica defensa esgrimida en Nurem·
tes 500 un sistana lloable de ~ gusta ono me gusQ», y no W• bcrg: •'lo m< limitaba a cumplir 6rdcn..,.. Una de las posibl<>
sistema d. «debo o no debo», o de cdcba o no debes h.ctr tai respuestas 1senivas qve hubiesen podido formular los soldados
y tal cosa•. El juicio paniculu que cada uno de nosotf05 for-
-
alemanes acusados, en lugar de esae•cusa, habriasido: • Dec1dl
voluntariamente hacer eso de lo que acrua)mente se me acusa. riquecen o amargan nuestra C);Í.Slencia. Por cjcn1plo, el 1.:xcur·
porque lo preferí ames que ser amonestado, degradado, juzga· sionista montañ~ro que renga un carácter aserc.ivo puedt: dcci·
do y enviado a Rusia, o fus~ado». dir J'IO segt1ir ninguna de las t·eredas dcscubienas por eJ resto <le
. Como paso final que deb~ conducimos al examen de nues- ~e g:upo >'gu!arse e~clusivamente por su instrnto person.11. a~·l•·
uos demás dertthos tserti,,os más específicos -b~ados tod05 dándose con todas las informaciones disponibles: la ruta del sol
en eJ primordial- sente-mos claramente de qué modo nuestro y fas estrellas, la posición de las plantas sensibles a la luz, los
comportamiento asertivo guarda relación con la auto_ridad exte· pu11tos de referencia que recuerda, y sus propias reoría.t; acerca
ríor, por ejemplo los sistemas morales y legales. de dónde debe encontrarse Ja carretera Noventa y nueve que fi.
La moral es un sistema de normas arbitrarias que la gente gura en su mapa.
adopta para juzgarsu propio componamiento y el de los demás. Los sistemas legales son normas arbitrarias que Ja sociedad
La formi en que adoptamos y empleamos los sistemas morales- ha adoptado para prever unas cons-ecuencjas negati,·as para
es muy parecida a la forma en que nos pre:pararíamos par(¡ re· toda c!zs.e de componamje11to que esa misma socic-dad dc:sca
gresar de las montañas si nuestro gula, de pie segnro e infalible, eJiminar. Como Jos sistemas morales, las leyes no rienen nada
hubiese tropezado con un tronco caído y se hubiese roto e) que \'er con el bien o el mal absolutos. Los sistemas dcJ bien\' el
pescuezo. Cada uno de nosotros se vería enfrentado a la difícil mal se emplean para manipuJar psicoJógicamenle los sentimi~n­
tarea de encontrar el c~o de vuelta a casa y la terrorífica po· tos r el comportamiento de la gente. Los códigos legales se han
sibilidad de no llegar a encontrar jamás ese camino. Cada va csta:bJecido para poner limites aJ comporramiento y ianj;,1.r 11J~
que uno de nosotros encontfara un sendero se'dirla1 y diría a los dispura$ entre la .gente. Pero siempre nos c~be la posiQilidad de
dem~: «Es po( aquf». Nuestro temor a perdernos cp el desier· ejercer un juicio asenivo. quebrantar una ley r aceptar las con·
to y a no saber q'u é hacer se ali'~aría a la ,.¡sta de cualquier signo se<.:uencias dt nuestra manera de obrar. ¿Cu.ántos de nosotros
de civilización, auñque ese signo acaso nos condujera más aden- podemos decir que nunca hemos decidido violar una pruhibi-
tro de fa selva. A medida que pasara el ~po nos negaríamos ción de aparcamiento o de exceso de velocidad. dispuesros a pa-
a preocupamos de volver a analizar la siruación y a considerar la gar la multa si somos sorprendidos en la infracción? Asumimos
posibilidad de que existieran otros senderos para salir de Ja se!. la responsabilidad por oucsrra decisión y sus consecuencias. Sin
va, mejores que el que elegimos. Al declarar rígidamente que embargo, muchos de nosotros confundimo$ los sistemas del
ouestro camino es el bueno, nos descargamos de la responsa· bien )'del mal con los códigos legales. La mayoría de los legisla·
bilidad de llegar a e11sa y la traspasamos al sendero arbitrario dores, jueces y juristas sufren Ja misma confusión acerca de lo
que dcgimos. Si d camino en cucslión no nos condujera a casa, que ••tá bien y lo que está mal. Los problomas jurídicos ,. judi·
siempre nos cabría el recurso de echarles las culpas a los es túpi· ciales que se plantean en el control de las modalidades de com·
dos que abrieron ese camino, y no a nosotros. portamiento «buenas» y «malas» ponen de ma.ni.ficsto esta con-
Hemos empleado esta alegoría para indicar que no exisre fusión. L.a identificacjón de los códigos legales con sistemas de
ningún moddo de comportamiento «bueno• o «lllalo», de ma· ~·bien» y de <<mal. h.ace de las leyes vcrd;¡deros jnstrunlenlos
nera absoluta; ni siquiera existe ningún modo técnicamente de control emocional manipuhitivo. Un sistema de bicn·v·m.il
correcto de eomponarse. Solo hay los modos personales de puede incorporarse al cue_rpo_de la ley como en el c•so d• J~ por·
comportamos que cada uno de nosotros d ige paras{, y que en· nografía «Socialmente redenrora». según l.a fraseología lenden.
ciooa del Tnbunal Supremo de Es1ados Unidos. ¿Qui.,., decir obligatoria corricme, podemos quebrantar la ley )' 1rrastrar los
el Tñbunal Supremo que podemos leer b pomografia que po· consccucncits que cs:rs violación cntrtña., por qcmpk>, un juicio
scc un valor socialmente redentor sin sentirnos culpables por de faltas, una multa o una scntcnci• de prisión. La decisión de·
nucsuo interés llllllsano? Si los personajes de un libro que 10- pende de nosotros.. Podrá o no ser iuiciOSI, a criterio de otros,
man pane en una orgía sexual litenria no son condenados más pe.ro es nuestra decisión, como son para nosotros sus con§e.
urde al fuego del infierno, o, cosa pcot, no <e arrepienten y se cuencias, positivas o negativa.~. En cambio, si decidimos violar
convienen en asistentes socitlcs, ¿quiere eso decir que la Jectu· una «ley emO<'ional.», no solo tendremos que enfrentamos con
ra de ese libro «debe.. hacernos sentir culpables? las cor"'spondientes consecuencias legales sino que se esperará
Los conceptos dcl bien y dcl mal pueden también cnvolvtr de nosotros, independientemente de cuiJ sea nuestro eri1crio.
una ley y ser empicados en un intento pL'11 castigar cl «mal• que nos sint1mos psicológiameme culpables por haber violado
comportamiento en las calles por lo polida. Urui manipul1ción esa ley. Un ejemplo muy cloro, aunque extremo. de ley cmocio·
•lega),, de esa clase fue b que intentó aplicarme rccientcm<ntc • nal es el caso de los objctotes de concic:nci2 ante el sen;c;o mí·
un agcmc del trilico en un clcpanomcnto de policía de t. zona litar. Hombres que creen sinccrameme que la guern es un de·
de Los Angeles. Después de haberme obligado a porar y de im· mx.\e trógico de csfuenos humanos y que no qwcrcn 1cntr
ponerme UM multa por rodar 1 100 kilómecros por hora en una absolutamente nada que ver con ella han sido rutinariamente
zona de lo autopista donde 11 vclocidad mínima oblig1toria ero condenados por los tribunalC$ a varjos años de servicios auxilia·
de 10' kilómetros por hor1, el polici1, un tipo de media ed1d, res de tipo servil, como por ejemplo, limpiar orino.les en un hos· •
con bigote y barrigudo, embutido en sus bombachos caqui, pre· pital, en lupr de ser condenados a la circel. Aunqu~ Jim?iar'
tendió, adcmú, inducirme• sentirme culpablee «Si quiere usted orinales puede parecer un trabajo poco atraetivo, ~sta Panc de
ser un tstorbo en el canal reservado p= los vehículos lentos. La sentencia es trivial. Lo importante es que 11 l:bcrt1d del obje-
allá usted, pero en i:ste canal no está permitido, así que no vuel· tor de conciencia para ir a pasar La noche en su .... depende en
va a hacerlo». No le basub1 al polida en CUCstióo imponerme gran medida del sistema ..,,,,...¡,, por el que ~ ñjs el pcnonal
una mulu; queda, adc:mb, cp: me sinti&i como un «estorbo>. del hospital, y aun del simple capricho de ese personal Si b di·
a causa de su juióo. Pareóó un tanto dcccpciooado ante mi fa]. r~cióa del hospital siente antlpatía por los objetores de con·
ta dccmoci6o, pcronotar<lócn recobrar su «gallardr.i. un1 vez cicnciJ, puede echar de lo insóruci6n al indi\iduo que le ho.n
que hubo montado c.~ su·Yemlllla y se hubo lanzado arrcten cooíiado, el cual, indefcaiblemcntc, iría dar con sus huesos en
adelante. la cúcel. Sin tapujos, cuando un juct formula.,,. clase de sen·
Cuando se empican sistcmts basados en los concepLot de tcncia condicional, ,..¡ene a decirle al objetor de conciencia: ccSe
«bien• y otJDalio, se prO\·ocan como consecuencia sentimientos te condena • varios años de lamerles las botas a determinadas
de culp•bilid•d. Cuendo se emplean las leyes para provocar personas, si no quieres ir a la cárcel. No serás cu propio jue?.,
sentimientos de culpa, es.os leyes, o los que las aplican, violan sino que les nombro a ellos úniros jueces de codo cutl!lto h:.1·
nuestro derecho asertivo humano a ser los jueca deñniti- de gaS». El dilema que .. le plantea al objeror de conci<nci• es1á
nucsms p_ropias emociones. Eu clase de !~ twp/niW tmt>- claro-. it 1 11 cárcel o renunciar a su derecho a ser su propio juez.
ciotralmen~obran efectos ~te diferente> de lis demls Este mttodo, si no consigue hacer que el objetor de conciencio
leyes. Si decidimos afirmarnos asmivamcnte frente a un1 ley comprenda su"'"°"' y ~ sienta culpable, por lo menos le in-
fli¡¡e un curigo por no haber aplic.do su propio ju1do en Í1vor }
de 11 «cl<{ens.,. del p•ís. Se Je oblig1 a ae~tar 11 =unci1 1 su
derecho uativo a iuJ!;arse • si mismo en otros rectora de 11 Nuesiros derechos asertivos en la vida cotidiana
vida durante unos cuantos años. y los procedimientos que emplean los d emás
Estos tjcmplos de empico de la ley plrl manipular emotiva· para manipulamos
memee b pobllcióndeun paísconmtuyen un claro ejemplo de
1buso del consentimiento o canicnso de los gobernados. Nin·
gún gobierno puede ser democrático si trata de rc¡lamcmar o
manipular d c5lado emocional de su población. AJ leer la Cons·
titución Americana y la Declaración de Independencia de las
Colonias Americanas. no consigo encontrar ninguna $ec;ción
que conceda poderes al gobierno americano para dedicarse e El h~cho de ser nucsrros pro¡)ios jueces tiene gran número de
caSLigar delitos mediante el control de los emociones del dclin· rt;>ercusiones en nues1 ro componamiento y en nuestro crirerio
cuente. Leo, en cambio, guc cenemos cienos derechos no n-1a· acerca de nosotros mismos y de Jos demás. Pero ¿cómo rr<1duci·
nejables, entre cllos el derecho a la vida, a la libctt1d y a la bús· mos esta dcc-laración general única acerca de nosorros misrños.
queda de la felicidad. Si no ejercemos nuestro derttho ascrtiv<> 1 en un lenguaje corriente que guude relación signifirath•• con
str jueces decisivos de nosotros mismos. automíricameote nucs.- nues!ra vida cotidiana? ¿Cómo podemos saber cuándo somas
tro derecho a la ,;da, a la libertad y 111 hU$Ca d.. la íclio.:lad se objeta de marupul1ción, cumdo se csti "iolando nÚéstro dere·
con,ime ca simple papel aiojado. cho humano aserti"o? Una de las maneras que todos conoce·
Y &bon pasemos • ediar una oje2da a nueatt0$ demú dcre· mos, por desgracia, es posterior a los hechos, oiando nos de·
chas asertivos, que, como ya hemos dicho, se desp=dai todos cimos: •No sf cómo ocurrió, pero tu\"C la irritante smsación
ellas de nueauo derecho a juzgar, solo nosotros, nuestru ocdo- de que me habían 1om1do d pc1.,,.. Esta sensación pootcrior a
nea. Al mismo tiempo, dar=as tambiéi¡-un ~azo 1 los proc:c· los hechos, también por desgracia, de poco oos vale pan nues·
dimientos mb corrientes a los que recurren los demis ptora vio- tras relacionn futuru con los dcmás. salvo e:n cuanto tendemos
1

lar manipuJat.i\'amcnte esos derechos. a evitar • lis ptnonts qut han tenido algo que ver, una y otre
vez. con nuestrt •tomadura de pelo». Con objeto de a~"l.Jdar al
leetor a reconocer quf aJguien está haciéndole objeto de n)ani·
pulación precisamente criando esta manipulación se está p r<>·
duciendo, el presente capitulo expone los procedimientos más
comunes a Jos que recurren los demás para manipularnns , y
nuestros corrcspondícnlcs derechos asertivos cotidianos en esui:
núsmas situaciones.

7S
DEREC HO ASLRTIVO 11 probablc:mente se crc<rá obligada a aplicar por qué no le gus·
tan los zapatos. Y si expone sus ratones. la clienta aUJoriu al
TtntmoJ dttt<ho • no "1r r•wnts o._,., ¡Mra;u111ficor clcper.diente a darle razones igualmenre válidas por los que de·
nut11ro com¡KJTl4mien10. bcrian gustarle. Según cu41 de los do. acierte a alegar mis ra·
iones -<lla o el clcpcndicnt~. hay probabilid.clcs de que la
Como tocios los clcmh dcrcchos asenivoo que se citan en el pre· dienta aabc por quedarse con un par de zapatos que no lo gus·
scntc capítulo, d derecho a no dar cxp!icecioncs acerca de nucs· tan, con10 se indica en d siguiente diálogo manipulativo:
tras 1ccioncs se desprende de nuestro derecho asertivo 1 ser los
jueces decisivos de CU.9.J'ICO somos y h¡tccmos. Si somos nuestros DEPCS'DI ENTI: ¿Por qué no le gu.stanesos zapatos?
propios jueces. no 1encmos por qué c:<plicar nuestro comporta· CLJl::N'TA: No me gusta ese tono magenta.
micnlo t los dcmá.s para qve estos dccid;11n si es 11ccr1QdO o erró· DEPEt-:DIE~TI!: ¡No diga! ¡Si es el color que hace más juego
neo, correcto o incorrecto, cualqui~ra que seo la etiqueta qtic con el tono con el que u~vo pintadas las uñas!
pretendan pegarle. Por supuesto, los demñs sien1prc tendrán la Ct1li~1 A: Me estiin demasiado holgados }' la rira del t:1lón
OJ><'ión ascriiva de decimos que no les gusta lo que h•ccmos. esta ba1ando continuamente.
Nos cabe entonces la opción de no hacer caso de su.s preferen. DEPENDtE:<T!: Eso •e lo arreglamos por menos de tua1ro
cías, de bu$C'aT un compromiso o de respetar sus prcíerencias y dólucs.
modificar por comple10 nuestro com?Orttmiento. Pero si Cu11.t<TA: Y en cambio me aprietan en la puntera.
somos nuenros propios jueces, los demás no tienen dcrccho a DEPE.'<DJENTE: ¡No hay problema! Se los eruanchtmOS en d
manipular nuestro com~namicnto y nucstt0$ sentimientos acto.
cxi¡iéndooos razones para COO•'COCCmos de que eswnoo cqui·
vocados. La crttncia infantil subyacente a <SIC tipo de manipu· Si la dienta toma su propia decisión acerca ~ si debe o no
loción podría 'formularse poco mis o menos en los siguientes responder • los •por qub dcl clcpcndicme, lo mis probable es
términos: D•btmos ~p/io;r las ra<Olf.ts dt nut11ro comporU· que responda exponiendo simplemente los hedios de la situa·
m1'tlftO • los thmJs; puesto que somos rtspon14h/ts 4Jtlt tilos Je ciOn: ..u'lo tengo razón aJguna: simplemente, esos tapatos no me
nutstr4s 4ca'onts. Delnmosjust1fic11ra rus ojos nutJlras 4ct:iones. gustan».
Nos ctbc ver un empleó cotidiano de esla cr«ncia manipulati· L!!s personas• lns que enseno a mostrarse aserti,·as n1e pre·
va, por ejemplo, cuando un dependiente pregun1a 1 una dientw. gun!a:i in\iarieblemente: 4<(Cómo puedo negarme a ~xponer
que dcV\.1clvc un par de iapatos: «¿Qué defecto cncucn1ra •et· mis cazones a un amigo tuando me las pide? Si no se )as doy
tos zapatos?Jlt, dando a entender, sin decirlo. que parece fuer~ lo tomará a mal'°'. ~1i respuesta consiste en una serie de preg:un·
de lo corriente qut a alguien puedan no gustarle los zap•tos en tas estimu)antcS, por toda contestación: «¿Cómo se: explica que
cuestión. Con es1a pregunt., el dependiente formula cJ juicio de su arni1to le exija razonC$ para explicar su rornp0namic:n1o?u
que la clienta de~ tener una razón para rech1zar los z.apatos qu.! c¿Es un• de las condiciones de lo amistad que les une, el hecho
resulte convincente pani él. Si la clier.ta deja que el dcpcndien· de que usted le pc.rmita decidir acerca de la corrección o ade·
te decida que debe: haber alguna razón para que no le gusicn los cuación de su comportamiento?» ..Si usted no le da ninguna,..
zapatos, se sentira ignorante. Al sen.me ignoran1c, la dia>1a zón pan no prcacarlc su coche, ¿bastará eso para poner fin a su

76
amistad?». Si alguno de nuestros amigos se niega a reconocer única.mente de nosotros mismos, Jos demás podrán manipu)il r·
nuestro derecho aserrivo a oponerse a toda manipulación insis- nos. y lo harán, y nos obligarán a haces lo que ellos qujeran. pre·
tiendo en ser nuest.ros propio$ y exclusivos jueces, tal vez elio sentándonos sus propios problemas como si fuesen nuestros. La
signifique que es-t~ amigo es incapaz de relacionarst con noso- creencia infantil sub)'llcente a este tipo de manipulación puede
tros tnás que sobre la base de la manipulación. La elección de íonnul::arsc poro más o menos en los siguientes términos: Tiener
nuestros amigos, como iodo lo demás, depeJJde de nosotros. ciertos deberes con respecto 11 algunar cosas e insti1uc10ner 1nós
grandes que tú, creadas por grupos de otras personas p.ar4 din'gir la
tarea dr vivir. Debes sacri/ie11r 111s propios valores p11ra impedir
DERECHO ASERTIVO líl que t tos siste111a.s se desi111cgren. Si en tus relaciones con esos sis-
temas se te plantean proble1nas, esot proble1na1 serán tuyó! )"e 11
Tenemos derecho ajUzgar si nos incu111bt la respo111.abilidad 11ing1ín modo imputables a los sis1emas. Los ejemplos de com·
de encontrar solucionet paro lot problen1as dr otras personas . portamicnto manipulativo debido a esa creencia infantil abun·
dan C:1 tiuestro tl"<'.ltO común con los demás. Podemos ver o:-spo-
Cada uno de nosotros es responsable. a fm de cuentas, de su s:is o maridos que se manjpulan unos a otros, diciendo: "'Si no
propio bicnC$tar psic;ológico. ~su felicidad y de su éxito en la dejas de irritarme:, tendremos que pedir el divorcio». Dec:la ra·
vida. Por más que podamos desear e] bien pata otros. de hecho cione:; como esta pro1,-·oca.n sentirnic.ntos de culpabilidad por
no está en nuestras ma'Óos crear cst<lbilidad mental, bicnest:ir 'J cuanto en ellas se sobrttntiende que e1 contrato y la ret1ción
felicidad paro los demás. · matrimonial son más importanres que los deseos indivjduale.s ~·
Podemos, desde luego, complacer a alguien temporalmente la felicidad personal de cada una de las dos ¡nnes. Si el otro
haciendo lo que ¿¡o dla desea, pero esa persona deberá cargor cónyuge tiene la misma creencia infantil, debe elegir entre IJ ha·
sobre sus propios hombros todo el esfueno, el sudor, el dolor y cer lo que desea individualmente y senti.rse culpable por el he-
· el miedo al fracaso necesarios para ordenar su propia existencia cho de poner sus propios deseos por encima de la relación ma·
con miras a la salud y la felicidad. PeselÍnuestra compasión por trimonial, y 2) haces lo que su cónyuge quiere y sen1irse
los problemas de los demás, la realidad de la condición human• frustrado, irrirado, causar agresivamente más ft;cdón o caer en
es que cada uno de noS<¡trOS debe iratar de resolver los proble· la depresión y retiruse. Si el cónyuge amenazado con el divor·
mas de la vida aprendiendo• obrar por su cuenta. Esta realidad cio reacciona de manera no asertiva con la postura defensi\'a de
se expresa en uno de los primeros principios de la psicoterapia que cl divorcio no es una solución posible para sus problemas
modema. Los que praetican esie aric teropéu<ico han aprendi· pod'á ser manipulado o manipulada y obligado u obligada a ha·
do que el proceso del tra1amiemo no resuelve los problemas dd cer lo que el otro có1lyuge desee, como se indica en el siguicnt\!
paciente, pero ayuda ' esre a ¡dquirir la capacidad necl!~ria di31ogo:
para rc$olve(los por sí mismo. Nuestras acclor1es pueden hotbcr
sido causa directa o indircc•a de sus probJc:nas, y, sin embargo, . Có:-:,·uc.E 1: $i no cesas de irritarme con todas tus excusa:;
los demás tienen Ja responsabilidad única de resolver sus pro- para pasarte el día sin dar golpe. <lC<lbaremos por divorciarnos.
pios problemas, cualquiera que haya sido su causa.. Si no reco- Có;..'YUGE 2: (Con ira frustrada.) ¡Qué tontería! ¡No puedes
nocemos nuestro derecho asertivo• optar por ser responsables detear el divorcio!

78
Có""YUCE 1: ¡Pues sí lo deseo! ¿Es qu<o no te impon a nu<s· mos «>brc quién pesa b responsabilidad, nos hmuarÍllnOs •a·
uo m•trimonio y todo lo que me tocará pasar si vuelYO a que· poner simplemente los h«bos de la situación y cbrlamo.. por
darme sin compañía en la vida? ejemplo: •Es verdad, es:oy deteniendo b cola. Le sugiern que
CóNYUGE 2: (Sintiéndose culpable.) ¡Claro queme impona! acienda rápidamente mi queja para que no cengan que esperar
¿Qué clase de persona crees que soy? No me negarás que he he- más rato 1odavít>t.
cho muchas cosas por nosotros. Cl1ando tr1tamos de obtener la debidn satisfacci6ri por una
CóNYUGe 1: Solo haces lo que ce interesa a ti. ¿Por qué esta mercancía dcíeccuosa, o que nos dC\rudva.n el dinero,• menudo
testarudez? Si de verdad te importara nucsrro matrimonio, lrt· observaremos que los dependientes o len gerentes dicen cosas
tañas de hacerme las cosas un poco má.s fáciles. Yo tengo que como las siguientes: .Este problema no nos afecta. Tiene uste<l
hacerlo todo, mientras q~ rú, ¿qué haces? que reclamar al fabricante (o• b central, o al importador. o a la
empresa de transpones. o a la compañía de seguros. eic.l . .'\ no-
Si, m cambio, d cón~ge amenazado con d divorcio pre- souos d fabricante no nos de\'Ueke d d~ro por lt merc:máa
nuncia asertivamente su propio juicio ~rea de dónde ~dica :J defectuosa. de modo que nosotros tampoco podemos dC\'Ohn·
problema y• quión incumbe la responsabilidad de su suluo.;n sclo•. Esce tipo de declaraaón es un• C\~sión m•n1pulath.. de
(si el cónyuge amenazado con 11 perspectiva do divorcio o en lo responsabilcdad. Sa permitimos que d dependicnce o d gercme
misma relación conyugal), es probable GU< conteste: «Si de ver- decidan por nosot'°' que debemos resolver el problema de sus
dad crees que no pueiie¡ acepcarme tal como soy, tal vei tene.. almacenes, consjs1cntc en no perder .dinero ~n la mcrC'Qncía
ruán. Si no podemos resolver por las buenas este probleina, ddC\':tuosa, nos vemos empujados a la ÍUCr2a a la posi<(ón ridí- ·
quizá· debamos empezar a pensar en d divorciOJt. cula de l) dejar de insistir en que se nos dé una mcrca.nci.a que
En las rdaciones comerciales podemos ver todos los días valga lo que hemos pagado por ella; 2 ) aceptar d conctpto in-
ejemplos de personas que tratan m•nipulativamcote de inducir· fmcíl Je que no debemos plantear problemas a los empleados o
nos • ponO: d bien de unos sistemas ~caocs de M= ca. w a b empresa, y)) sufrir la frustnción ele no saber oómo conse·
ns por enema de nuestro propio bien. Los depcodienies poe- guir io que desamos <in acanear problemas a los clem:ís. En
cfen a menudo tratar de consquir que l!ll cliente determinado cambio, ú decidimos por ~ cucntt si debemos o no ser
renuncie a sus quejas sobre una me<anda defeauosa, di~1- responsabks de encontnr una solución ptra los problem:u de
dole: .Hay mucha gene e que c:spen ser ttendida, por favor, deje los almacenes con el fabriante, podremos contestar, ascniva-
pa.so a los demás.•. AJ formular esta observación, d d~pcndien· mente: 4ot.NO me interesan sus problemas con el fabril.7'1r.1c to el
te está suscitando en nosotros, ma.nipulacivamcnce, un sen ti . distribuidor, ecc.). Lo único que me interesa es que me entre·
miento de culpabilidad, dando• entender que somos rcaponsa- guen una mcrcanc(a que esté conforme o que me dcvuel\110 el
blcs de que no pueda atenderse o los demó.s sin hacerles esperar. dinero.....
El juicioqued dependience formula por nosotrorimplico que, si A mi juicio, b idea de dcfUlir nuestra propia rc:sponsabili·
cl sisccma de atender las qucju que impera en esos almacenes <bd en los problemas ajenos se dcline perfectamente en un chis--
no funciona corTCCtarnente en nuestro caso, Ja responsabilidad ce que cirC\lló htec Y• ,)¡unos años. Después de h•ber sido ro-
de resolverd problema nos incumbes nosotrosynoa losalma- deados por clic::z mil indios boscíles, d Batidor Solitario se vuet-..
ccnes. Eo cambio, si tuviéramos que decidir por DOS()(!QS miJ. haá. Tonto y le dice; •Tcmoquc esto sea d final, amigo. Esta·

80 8t
mos perdidos», a lo que Tomo, previendo el desastre, replica: hacer constar la «.Razón por la que se devuelve el género» y me
<<(Quiénes es1a1t1os ~rdidos, rostro pi/ido?». prq;untó por qué devolvía la pintura. Respondí: «Cu:tnJo
compré los diez botes, me dijeron que podía devolver todos Jos
que no hubiese abierto. Probé un bote, no me gustó. y c:imbié
DERECHO ASEATIVO IV de idea•. Pese a la política. oficial de los grandes almacenes, d
dependiente no podía decidirse :i inscribir «Cambió de ide;l» o
Tenemos derecho o cambiar de parece,.. ~no le gu$tÓ» e insistió en pedirme la razón p-or la que de\•Ol\:ía
la pintura: ¿lo había encon1rado defectuosa. de un color feo, de
Como seres humanos, ninguno de nosotros es consran1e y rj. pocli consiscencia? En rt-alidad. el dependienre en cues1i(ln me
gido. Cambiamos de parecer; decidim~s adoptar una manera estaba pidiendo que in\fentara cua1quier razón para sarisfacer·
mejor de hacer las cosas, o decidimos hacer 01ras; nuesiros inJe· le o. mejor. para satisfacer a sus superiores. que minciera. que
reses se modifican según las condiciones y con el paso del tic.tr.· enco:icrara algún defecto que ;l]egar como es: cusa parad c<11n·
po. Todos debemos reconocer que:: nuestras opciones pueden ponmniento irresponsable de haber cambiado de idea. Estu\'e
fa,•orecernos en una s.icua_c:ión determinada y perjudjcamos en tentado de decirle que la pintura de marras 1rast0maba la vida
otra. Para mantCncmos en contac10 con la re:aJidad, y en benefi· sexua) de mi perro Wimpy y dejar que Jo interpretara a. sU gus·
cio de nvestro bienestar y de nuestra felicidad, Jcbemos aceptar to. Pero, en lugar de hacerlo así, insísú y aseguré a1 depe.ndie.n·
la posibilidad de que·cambiu de parecer, de opinión o de crite· te que la pintura no tenía ningún defe-cto. Simple.~e-nte, h1'bía
rio ses algo saludable y normal. Pero, si cambiamos de pareet:r, cambiado de idea y decidido no emplear aquella plli.tura en
es posible que otras personas se opongan :! nuestra nueva ac. la decoración de mi bosar, puesto que me habían dicho que po-
tirud mediante una manipulación basada en cualquiera de las día devolver todos los botes que no hubiese abierto, lós devol-
creencias infantiles que hemos visto, Ja más común de las cuales vía para recuperar mi dinero. Incapaz. de concebir, por lo \listo,
podría formularse aproximadamente en Jos términos siguientes: que una persona, y sobre 10do un hombre, pudiera simplemenie
('i/\'o debe1 cambiar de parecer uno vtít¡ue te has comprometi· cambiar de idea y no senlirse incómodo por ello, el dependien·
do. Si CJJmbiar dt parecer, hay algo que no ma1cho como debiera. te ruvo que consultar con su superior antes de entregarme el
Debes justificar 1u n11cva opiitión o reconocer que es1ohos en u11 volante para la devolución. Por mi parte, habria podido dejar
error. Si te equivocaJte Uno vez deniuestros que eres un irrespon· que el dependiente juzgara por mí y decidiera que no esia·
sabk J' que es probable qut vuelvas a cquivoeortc y plantee: p10- ba bien cambiar de idea. En tal caso. de no haber encomrodo
bkmas. Por conri'guiente, no eres capar dt tomar dedJiones por it' algo ~uc a)egar como jusrificación de mi proceder. hubiese te·
mJSlllQH, ' nido que mencir o apechugar con la pintura.. Obrando con10
Con ocosión de la devolución de una merc;ancfa obsen.•a1-e· lo hice, ju2gué por mi cuenta acerca de mi derecho a cambiar
rnos con frecuencia ejemplos de comporcamiento dictado por de idea, le dije al dependience que solo deseaba que me devol·
esta creencia manipulati\la. Recicntcmcnte1 devolví nueve b?· vieran el dinero, y lo conseguí.
tes de pintura para interiores a uno de los más importantes a.).
moeenes de la ciudad. En el momento de cumplimentar el im·
preso de devolución, el empleado lles6 al espacio destinado a

81
DERECHO ASERTIVO V len c.,ur de controlar en su cónyuge un compon:imiento que
no guud1 11 menor rdlCIÓ<l con sus erro=. Se obr.t así dando
por SUl)UC1to que los errores dd cónyuge soo calgo malo.. por
lo que de un1 manen o de otra hay que crepanno Cgcnttal·
«Quien csrE libre de pecado arroje la primera piedr1 • Cno csu men1e haciendo algo distinio de lo que la pane •ofendida• de·
frase concrcr• •tribuida a Jesús, no 11n10 por la composíón y I• sea que se haga). Por ejemplo. al rcp3$ilr d airnct ck chcqu<s
toleranci1 que nos india a mostrar ante la falibilidad ajena, f.miliar. un m:arido no ascrtjvo puede hacer obsct\·ar con cien a
como para hacer resaltar la observación má.s prictica que nos ~m«ión a su esposa que una vez más olvidó anotar el dc-stin;1.·
comunica que ninguno de nosotros es perfecto. Errar forma e.ario en el resguardo de un cheque que rellenó e.l 1ncs pasado.
parte de le condición humana. Nuestro derecho asertivo a co· En lu¡¡ar de ir dirtc11memc al grano y decirle: «Ya sabes que
meter errores y a ser responsables de ellos describe simplcmcmc no r':"IC gusta que se te olvide. No vut.lvas a hacerlo», el marido
una parie de la realidad del ser humano. Sin embargo, pade,,;,,, da a entender, mediante su tono emociona.l, que su espos.1 hizo
ser manipulados por otras personas para sus propios frncs si no rugo cmruo• )' que, por ianto, le debe algo; 1al , .••. por el mo-
reconocemos que los errores son simplffllcntc eso, errores. Per- mento, solo prctend.a sembrar en ella es-ce sentimiento romo
mitiremos que se manipulen nuestra conducta y nuesrr-as emo- prenda de una culp1buidad por la que más 1arde le exigirá un1
ciones d creemos q~ los errores son algo «malo» que no 1e «reparación».
«debe. comerer. Muchos de nosotros tencmco 11 imprnión de S! la espou es lo bu1anre no asertiv1 como p1n1 consenru
que, puesto que los etrotcS son cm1las •cóones», h1y que r.. que su marido juzgue por dla su componamienro. ~ prob•·
pamlos. y que pani repanir CSCl5 errores h.1y que ejeeurar de al- -ble que 1) niegue d crror; 21exponga las naoncs por las que no
gún modo «buenas accioDCS». Esrt exigencia de la rep1nci6n anoró 105 dat05; )) 1n1te de quitar imporrancia al crror, oblipn·
de errores que ouas p<nonas tn12n de coser 1 11 col1 dt los qu• clo a su marido a ttpómi1 sw sentimientos acerca dd mismo)' a
comerem05 constituye la base a partir ck 11 cual m1nipulm SCD~--se ~tido contrt ella. o a accnrua.r d con!liao hasta
nuestra conduaa futura a través de nuestros errores pisados. convertirlo en una pela para expresar a tn:vá de ella sus $C:ntl·
l1 creencia infantil subyicenre a esta manipulación puede for- mienros de ira no asertivos~ o 4') se excuse por haber co~ctido
mularse, poco má$ o menos, en los siguientes t~rminos: No de. un ttror que le itriró y se sienta obligád.a, a su pesar. a repararlo.
bt1 eomtter e,.,.o,.es. Lol erroret son malas am'ontt y c11usin pre· Si, en cambio, la esposa es lo bastante ascrti\•a como para juzgar
bl~mar 6 otros. S/ cometes trTores, debes Jtntirte Clllpable. Es por sí misma accrc11 de sus propios errores. probablcmcnrc
probablt que come/01 1ná1 errores y cause1 mJs problemas, y por rcaccionari a.nte las rccriminociones de su m:irido diciendo:
consi¡uicnte no puedas re4cdon11r con10 se átbt ni 'º"'ª' ús .Tienes razón. Fui mu~ cs1úpid1 al volver a hacerlo)' dirte ian·
dtct'si'ones 11propíddt11. Otrl)S pe,.son4s Jeben regular tu tOmpurl1· to t:-abajo, con el que )'& tienes». En un comentario breve, no
mitnto '1 dtt:idir por 11: para que no ni,a1 pla11te11ndo prohltm•s; suscita nuevos problemas y dice muchas ros.as: «Cometí cierta·
dt ~lt modo rtp4r"'r4s el mal que fer C4US4Slt. Una ve: mis, mcnrc un error. el error te ha traído problemas, y no remo rcco~
como en el caso de las demás creencias infanrilts, Podemos ver noccrlo asl. Como todo d mundo. también yo cometo error<>•.
cxpncsodt ara en nuestro componamienro coridiano. Como Cuando trato de ayudar• modifiar los seotimientos auto·
re:s.d11clo de ara CittDru, mañd05 y mu~re:s, por ejemplo, ¡ue. máticos de culpabílidad, ..,.icdad o ignorancia que se cxpcri·
mcn1an al cometer un error, •consejo i los alumnos que es1L"l ror.sigurtnll', so1•101 :rresf'01:1ahlt't .' · n<·<tsit1Jn101 un ('(N:/rul.
aprendiendo a ser .scni,·os que no di~!ln nunca que •lo sien· ~o;: cabe \'Cr t~mplos corrj~tes de manipulación bauJ2 en
tcn• l por lo menos en~; más tarde, •n 11 \lid. C'Otricnte, po- esta crt't'f'lci1 en cu21qui"ra ~ nuestras diferentes re:J.iioones
drán cJ.cidir <uindo y cómo les COn\1cnt añadir un poco a cor. arras person3s. Los alumnos que aprenden :i: ser 2~n1'\'())
«Cortesía- a su componamitntO~ un• w: (/'.Jt hl)4n 1prnrd1do • dier<:n num<rosos incidentes en los qu•o= person3S ks •cu:
str1ur1ivos) La aconsejo, en Cllmbio, quo se limiten a expon<I san de ser ir~spons:ib!cs a ctuS2 dt 13$ ronseruenci3s dt. :r. ..
los htchos dt lia •ituación. Por ejemplo: • Tiencs r1zón, ht llq¡•- rra."SC ascnivos de manera general. Un marido manipu1:ati\-o tr-J
do 11rd0>, sin pedir ptrdón por •llo. El único problema que me tó d~ obligar a su esposa ascni,·a a \'Ol\'er a su antiguo est.:1do clt
pl1niea este método docente es que la mayorla de mis alumnos. sumisión fácilmcnrc controlable:. pre~un1ándole: «¿Qth.. crt.'~
incluidos los de más de S<scnra años, me exponen los hechos de tú que ocurriría en este pa is si todo el mundo deciditra ser su
sus errores, en clase, clegremente~ con una sonrisa de oreja 1 orf"· propio juez?». Al íormular esta pregunta, su marido trataba dé
ja. Sin emblrRO. este metodo de enseñanza resulta eficaz pucst~ indu..:ir 11 su c:spos':I ascrti\•a o sentirse ignorante ~· por ccnsi·
que. fuera de la clasc, la mayoría de dios IC(:ptan sus errores sin guiente inC'apai de tomar decisiones por sí misma. Su n1uji.:r
cmoti\idad y ascnivamcntc, sin re.bozo. tomó su propia decisión accrc:i de lo imporrancia de 1ener una
res}"'Ue$°t::i para cs1a prtgunta, y contestó: «.No Jo sé. ¿Qué ocu .
. , ) ,._
mr1:..
DERl!CHO ASERTIVO \ir En otro caso. un matrimC'lnio de cerca de sesenta años acu·
dió • mi dcspacho para un1 conJultA sobre salud met>1al 1 pro-
Tentmos ikmho 6 dtár. "'\Jo le sb. pósito el< un• hospitaluaclÓO Ín\-olumaria. A medida qu< fui
rooocimdo su hinoria, vi cb~ent< que el maridO cJcs..ba
Otro de nueruos cl<rcchos>S<rtivos cs u apodd.d de fonnular QU< su mujer fucse internada en un h05pital mental porque S<
juicios~ de lo que d<Se21D0S sin n•cesidad de saberlo toc!o nepba • S<guir \Íviendo con él y qucño tener su pequciio apar-
antes el< b.are al¡o. Ten<mos derechéÍa d<Cir. .No lo sb sin tamcnro propio donde pod<r cuidar el< sí misma sin tener q~
tener una r<:Spuesu • punco pan las prq¡unt11quo11 gente p~­ soponar conslantemcnrc 1 su marido. En muchos casos de con-
da formulamos. De hecho. si oos preguntáramos 1ccrc1 de to· sultas matrimonialcs, uno de los cón)'ugcs es conducido • la
dos los posibles 'resultados de nuestras acciones ant•s de =· consulta por el otro, el cual aspira a qu< el médico diga al pa·
prenderlas, probablemente: no haríamos gran ros•, que es, casi cient< idenrilicado que cs culpable de mal comportamiento.
seguro, lo que desea la persona que nos ost' manipulando. Si al- que ha cometido un error, cte. Cuando cJ marido en cues1 ic\n
guien se compona con nosotros romo si «dcbiér1m<>s» conocer comprendió que no iba a ayudarle n controlar el compona·
Jos resultadM concretos de Jo que ha de ocurrir cuando h1gA· miento y las aspiraciones de su mujer y que no esraba dispues·
mos lo que deseamos hacer. esta persona presupone que 1Jbcr. to a internarla con1ra su \'Olunrad solo porque quería \'i\'ir in·
gamos la siguiente creencia infa.nril: «D~btfttOI Jtntr rttputl/41 dependien« d• ól. rra16 entonccs de haetrme ,íctima • mí de
1'6" t:u•~uitr p"gunta •cerc• de Lu posíbltt ctJ11ttc11•ncús de sus manipul1cioncs. Con la "ºz <mpapa~ d• desprecio, dijo:
nutstrM 1aiont4 port¡ut si 11.0 tt11nno1 rtspun111s no ltn~mos c;Dxtor! ¿Qué ocuniria si todas las mujercs asadas decidie·
eonamá6 ik les problemas f{Ue p'4n1'4rtmot • lot dtmls 1. por ran tener su pisito propio, recibir 1 quien se les antojan y tndar

86
por ahi con otros hombres?». Reprimiendo mi súbito deseo~ DE~ECHO ASERTIVO VII
nada profesional por cierto. de confiarle 1nis ideas acerca de Jo
que seria de su mujer si conseguía librarse de el y de las proba- Te11tn1os dtrechoa ser indept11dien1es de la buena r.:olun;od dt /{))
bilidades que tcndria de volver a ser una \icrdadcra persona, me den1á1 antes de enfrentarnos con ellos.
limité a res¡xmder a su pregunta con estas palabras: «La verdad
es que no lo sé. ¿Qué cree usced que ocurriría?'». Ignorando mi «Nadie es una isla en sí mismo», dijo John Donne. r con raión.
falta de emoción a1 contestarle, replicó: «Doctor, ¿le parecería Dar un paso más y afinnar que todos los hombres son mis her-
bien que su mujer le dijera Jo que me dice a mí la mía?». Con ab· manos y mis amigos., sin embargo. rebasa toda licencia literaria
soJuta ingenuidad, contesté: «Francamente, me preocuparía y todo sentido común. Sea lo que se-a lo que usted o yo hagamos,
me.nos saber si está o no en lo justo, que :.t\•eriguar por qué no se sji:rnpre habrá alguien a quien no le guste, y hasta es posible que
siente a gusto conmigo». Poco dispuesto, seguramente, a explo- este alguien se sienta herido en sus sentimientos. Si presupone·
ra.r este enfoque de sus dificultades como otra posibilidad, én mos GUC, par-a rdacionarnos o enfre-ntarnos-adecuadamcnte con
lugar de su plan de hacer encerrar a su mujer, el hon1bre la tomó una persona, necesitamos contar de antemano con su b uena YO·
de la mano y se la llevó. La psicoterapia no puede en1buúrSele a Juntad como hermano o amigo, nos abrimos de par en par a
nadie por e) gaznate como una papilla. Se h:a tratado de hacerlo toda la presión manipulativa que nuestra. necesidad de buena
muchas \ eces, pero nunca ha dado resultado. Aquel pobre tip->
1 voiuncad ajena provoca. Contrariamente a esa presunción tan
solo quería dominar a su mujer y controlar su componamicnto, común, no necesitamos la buena voluntad de los demás pJra 1ela·
y no le interesaba, en abso.luto, mejorar la calidad de sus rela- cion.i1nos con elkJ1de manero eficaz.)' asertiva. Parafraseando a
ciones. Triste situación, cienamence, y muy frecuenle, pot d~­ John Donne, podemos decir que Jos seres humanos no resulta·
gracia para muchos. mos mucho corno islas. cuando nos aislamos de todós los de·
La manip1Jación basada en la creencia infantil de que de- más, pero sí resultamos estupendas pcnlnsulas cuando nos mos·
bemos conocer la respuesta a cualquier pregunta que se nos tramos rcalísticamcntcscnsib)cs tan solo a las necesidades de las
formule puede ser manifiesta, como enio's ejemplos que hemos relativamente pocas personas de nuestra cx:is1cncia que com·
expuesto, o muy sutil. En cualquiera de sus formas puede re- pane:J nuestra intimidad. Las personas coo las que mante.ne·
conocérsela generalmente por el empleo de frases como; mos rela.cioncs c;omcrcialcs o de autoridad pueden retirarnos su
«¿Qué ocurriría si. .. ?» «~¿Qué cree usted que ... ?» u.¿Qué pcn· simpaúa de manera pennanente1 sin que: por ello nos veamcs
saría si ...?» «¿Qué cl2se de amigo, persona, esposa, hijo, l1ija, imposibilit<1dos de seguir trabajando con ellos, aun sin su sim·
padre, etc., sería ...?». Frente a esta clase de manipulaci6n, oo patía. Mis alumnos oponen con frecuencia objeciones a este
es preciso que sepamos qué ocurrí.ría si... Nadie puede cono. punto de vista diciendo que no )es gusta hacer que un ct1m;1rero
cer todas las consecuencias de su comporcarniento, }' :i veces o un dependiente se sienta incómodo mostrindose asertivos
ninguna, Si al manipulador le divierten las espec-ulaciones, cu:inJo algo no marcha. Yo suc)o responder a sus objeciones. en
¡allá él! los siguien1es o ¡)arecic.los 1é rminos: e:¡Va~·a. eso sí que no lo
entiendo! Cua1quicra diría que e) camarero le inviró a USled '1 ona
comjda gratis, por la fo rma c:n que se expresa.>' que si es cierto
t.¡\ICel r<.-g1lll) era míst.:ro hay t¡uc 1c:ncr en cucn1;.1 <.1uc le: c..lio tti<.I<>

88
cuanto tenía• o•Diriase que el dependiente enrre¡¡óla totalidad cu~cia de su empleo. A e::. usa de su potencia posible. si l:a:s per·
de su salario• una obra benéfica cuando I• vendió aqu.U. bici· senas ron las que D0$ relacionamos son tan poco ascni\·as como
clc11 con dia \"doci<lldos de las que solo funcionaban cuatro. la mayoría de nosotros. probablemente trooar.in de mln1puhr-
¿Es asl?•. y .C.,rrijamcsi me equivoco, pero tengo la irnpresJÓn nos einducimoo a obrar~ sus dcsc:os. por d sist<l!U de ame-
de qu• en <Sl$ situaciones o usted o el nmarero han de sentirse nazamos con rctir1mm su afceto, su buena \·oluntad. ~· nos
incánoclos. ¿Qui<n prdieicque se sienta asi. usted 06?•. a:tr.Cflaun entonces con su intip•tía má$ o mcn0$ direcu ~ hls·
En nuestras relaciones de igualdad, rompoco la lal1t de bue· ca ron su voluntad de rech11arnos. La crttncia infonril que I•
na voluntad por p•rtedel otro afecta en modo alguno a nuestra gente empica como ha.u: para este tipo de manipuJación puede
capaddad para resol,~r un conflieto asenivamcntc. Marido y expresarse en los siguientes térmi.nos: Debe1 contar con la but11a
mujer, por ejemplo, pueden suspender autom4ticamtntc su volunlad Je las personas con las q11t Je rtlllcionas porqJtt Je lo
buena voluntad en un conflicto. Esta ausc,ncitt (Cmporal de b..ue· chn/rario pt1eden impedirte htJC1.'' algo, Necesitas la coopt1·0(16n
na vol\1ntad no significa que el matrimonio hnya encallado, o de /01 áe1t1Js para toértuivir. Es'''"·'' ¡,.,1porJanlt qt1e las pe,.so,1a.s
qu• el fin de semana se hay11 echado a perd<r ~que lo velada se Jie11t1111 rin1pat1ÍJ por 11: EjcmplM de maniptalación basad;~ en
haya aguado. Hablando de la suspensión dt la buena volunud esto creencia se dan todN los clfos. particularmente en ¡,, rel•·
con mj editora. Ms. Joyce Engelson, mi interlocutora acen6 a ciones más íntimas. pero combié:n en las relaC'lones de autoridad
resumir limpiamente mis años de experiencia cllnica acerca dt" de! trabajo y de Ja es.cuela. Por ejemplo. podemos <>bscr\'ar que
este problmia con ¡.,.~iguientcs palabras: ..La g<nt< se borrori· nos sentimos presa de an~uslia )'susceptibles a la manipulación
u en cuanto alguien ame(lau con rttirarl°' su •Íecto o se lo re· por otros cuando damos cr&!i10 1utomá1jcamente ·~ rerso·
tira cíecth-amcnte. Se quedan paralizados y no aciertan a aauar nas que insinúan: "Me Kordart de eso-, e Te arrepentirás de hJ·
en su propio beneficio ni cn el mbajo ni en su relación mJtri· bc:r be::hocso•. o simplcrncotc ante una mirada .Jria»·o una ex·
m0tual, o coo s:us arrugo-..., sus aman1cs, sus nO\"las.. cte. Hay \'C- presió:> ..t.erid.... Expresiones de .... dasc soo parecida. "
ea en que se siente la tentación de decirle a la gcni<; ..Nunca no obedecen a los mismos fines que hu que cicn3S personas cm·
amará nadie si no sois capac., Je arriógaroo a ganaros la anti· picaban con nosoiros para condicionamos cuNJJo éramos pe·
patla de ottOS». queños, inspirándonos •utomitic1mcntc sentimiento$ de an·
Mis observaciones cl.ínicas y personales me hsn dcmostnd<' gustia. Cuando hacíamos aljio que molcsub.Í a Jos adultos o •
que lu personas solo nbs retiran su buena volun11d (en el au· los niños mayorC$ que nosotros, part. controlar nuestro com-
puuto de que la sintieran inicialmente, desde luego) si eUo ha ponamie:nto nos dccf:an cous por el estilo de: «Si sigues haden·
de re.ndirlcs al9ún beneficio. Si reaccionamos romo si lo rctirat- do eso Ctádtamcnte. "si sigues molestándome"l "endrá el hom·
da de su bueno.voluntad por parte del orro cónyuge ofeetaro a bre del saco y ce lle\'aré (implícitamente: "Dej•ré de quererte y
nuestro comportamiento. su retirada st conviene tn un pode· no te prmegert eon<r• t i").. Cu~ndo alguien le dice: •Me aeor·
roso U1strumen10 de rnanipuJ2ción en sus manos, que no dejar:í daré de CSO» (es decir, «)rano te querré y ta] \~t algún día me
de volver a emplear. Si no reaccionamos frente a la suspensión \'cngue•), d 1dul10 an¡ustiado JUtga que las condiciones siguer.
de la buena voluntad com<> instrumento de manipulación, esu siendo las mismas de cuando era un chiquillo indefens<> y neec·
suspensión deja de «rcndú>. salvo en cuamo siT\'C para dcsaJio. siaba la buena voluntad y la amistad de todos para scmirsc se·
gar la ira (estado temporal). y sin duda al¡una disminuirí la &e- guro y feliz. Si, frente a estas intirnidantcs alusiones a un ¡¡osiblc

9t
45

d<Squitt fururo. decidimos según nuestro propio criterio SI ne· DERECHO l\SERTIVO VIII
ccsiwnos o no la ~ \-olunad de todos los dtmú pan se
!dices. proboblancntc rcspomkrcmoo, juiciosa y ucnmmcn· Ttntmos Jnttho" '"""º' Jms10n~s •feMS 11 "1 lógi02.
te: .No comprendo; ¿por qu< te acorcbrú?• . o bien: «No com-
ptcndo, diriasc que )'ll no piensas q~rermc». No necesitamos La lógica es un proceso de rl1001Jniento al que todos podemos
que nuatro comporamiento agnde a lu pcnonu con las c¡uc ~rurrir en ocasiones para 1yudamos a formular juicios aeerea
nos relacionamos o que suscite su admiración ni lentmt>s qut de muchas cosas, incluidos nosotros mismos. Pero no tod2! las
ang11stiarnos ohJt la posibili'JaJ de que 4/guitn no nos quitr11. Lo dcel:irsciones l6¡icas son verdaderas, n.i nuestro raciociniv 16·
único que cuenta es llegara la. meta. No se nos conccdcr'n p\.ITT· gtco puede predecir siempre lo que ocurrirá en cualquier sit:ia·
101 por cuestionC$ de forma v de estilo. En cambio nos darán ción dada. En panicular, Ia 16gica reaulta muy poco útil cuando
igualmente el premio aunque' caigamos, rabalemos' o trop«e· están en juego nuestros deseos. motivaciones y sentimientos y
mos en el momento de cruzar la línea de llegada. los de los demás. La 16¡ica y el razonamiento suelen basarse en
A muchos de nosotros nos resulta, al parecer, muy dificil :.tfirmacioncs y negaciones rotundas, blanco y negro, lodo o
responder simplemente con un «No,. 2 un1 petic.ión t incluso a nada... Y en )a realidad, nuestros deseos, motivaciones y cmo·
un1 invitadón. En cieno modo, damos por supuesto -coru· cio.nes no suden prcsenú.ncnOI de manera manifiesta en tér·
cientcmcnte o no-. que, o bien la otra pcrt0na es dcmamdo minos de «todo o nadaiit. A menudo. nuesuas emociones acer·
d~bil para aceptar nucstl'll ncg1Ú\'3, o bien que es impos11>le ca de oigo o de alguien eatán muy mezclaclas y confusu. Las
mantener una relación sin un ciento por ciento de KUC.rdo mu· uperimcn1amos en diferentes g...dos, sq¡ún d mo~to y el
ruo. Podemos \'tt ejemplos de los resultados ele esca mentía no lugar. HIStt es posible que desttmoscousdífetcntes al mismo
ascn:iva todos los días cu10do OU2$ pcnonu nos invicao a par· tiempo. La lógica y el ruonamiento no ruultan mu}' efie>ces
úcipar coo cll.u en aJgun. acúvid.d social ¿Qu< aliviados cos cuando están en jue,o eaas zonas grises. cilógicas». de nucstni
sentimos si midamos asertivamen1~ua1ro verdadero eatado condiáóo humant. De poco nos servirán los ruonuruentos ló-
diciendo simplemente y con sinceridad: .No, eate 6n ele Kml· gicos pan comprender por qué deseamos lo que dese:imos o
n1 no me apetece. ¿Vamos a dejarlo par• otra ocasión?•. Pero para resolver problemas creados por motivaciones en conflicto
en vez de obrar así Úl\•entamos .cbucnaS» ~iones para evitar mutuo.
que la persona que nos invita se sienta ofendida y rechazadt, y Por orra pi.ne. la lógict resulta sumamente útil a otras per·
deje de queremos. La mayoría Adoptamos es11 postura anodina sonai; en relación con nuestro comportamiento. si des.d.n con-
a causa de nuestra creencia infantil según la cual noda nos u!dri \'encernos para que cambiemos de modo de obrar. Si nos pidie·
bien si obr>mos de modo que los demás dejen de queremos, ran que explicáramos a un niño pequeño qué significa la.
tunquc solo sea un poquiu.n. Aunque las gcncrali21cionc1 sicm· pal:i.bra .Jógict.iit, no andaríamos muy descarriad~ si le ditér;i~
pre son sospechosas y suden resultar inútiles, nuestro compor· mos: •La l6gic1 es lo que los demás emple10 para dcm<>strar
tamicnto en este ospeao es lo bastante infantil como pora in¿ u. que eacamos equi•"OCtclos o que obrtmos m•h, y el chiquillo
cinne • fonnular la siguiente observación: no podernos vivir en comprendcña lo que quert11>0$ deck L1 lógica es una de es>.s
el 1ert0r de herir los sentimientos ajenos.. A \tta no ta>anos nonnas extcrioru que mu<hu pcrson.. emplean paf• ju~r su
más rcmcdlo que ofcndtt ¡ki a 11 vicb cn la gran ciucbd! pr'?pio componamiento y el nuestro. Pese al lll2I uso de la lógi·
ca en las rdaciones humanas, muchos de nosotros consen a.nos. 1 111 universidad. pero a pesur de todo prefic:ro seguir algunos cur·
la crc:<:ncia infantil que se nos imbuyó y según la cual hay que !1-iiloi; que n1e h1teresan».
dar «buenas» raiones para justificar nuestros deseos, nuescros En nuestra experiencia cotidiana pode.inos obseí\•ar otros
objccjvos y nuestras acciones, y Ja afilada navaja intelectual dd mur:hos ejemplos de manipulación mediante: la lógica. Los eón·
razonamiento y la lógica, al hundirse en nuestra confusión yugcs suelen señalarse. d uno al 01ro, que no deben hsc<r tal o
p<rwnal, pondrá al descubieno d curso que se debe se¡:uit. cual cosa, porque «no.s cansaremos», o «mañana tenemos que
Muchas personas emplearán la lógica pare manipularnos e lo madrugar» o «la prima !l>lildred llegará mañana por la noche•.
ducimos a hacer lo que ellas quieren que hagamos. Esta ma.tÜ· o cien otris posibles consecuencias negativas que pueden rcsul·
pulación se has.a en nuestra siguiente cre-encia infantil: «Debe- l.tr de l1a.cer lo que deseamos hacer. Esta manipulación se ejecu.
moJ tJ;Ustarnos a ltJ lógi'ca porque n11dit p1,~dt /cr111uL:rt,• 1tt~¡'r>rts r~ de manera altruista, lógica y an1able. sin que el manipulador
juicios que ella». Ejemplos de manipulación basada en la ló_gica s~ des"nmascare y confiese qué desea hacer en lugar de lo que
pueden verse en nuestras relaciones cotidianas. En Ja universl· J)tO!)oníe el otro. Etta n1anipulación lógica hace imposible coda
dad, por ejemplo. algunos consejeros de focultad emple<m la Jó. negociación de deseos en conflicto entre marido~· mujer. y 11:.c<·
gica para mani_pu!ar al estudiante e influir en su elección de op· que el cónyuge n1anipul.tdo se sjenta ignori11ne y aun Cl1lp:lblt·
ciones. Esos consejeros manipulan con la lógica pau manteoer 1)Qr r:I solo hecho de sugerir siquiera un componln1ientl>can
a1 estudiante <(dentro de los cauces previstos» y evitar que siga ilógico.
cursos «innecesañoS» en otro departamento que tal vez le intc· Una de las primeras C05"S que aprendí en la escuela superior
rese. Para ello se le recuerda al estudiante gue necesita un título fue que, para sobrevivir, era necesario mantener en buCn estado
para ejercer una profesión o conseguir un buen empleo. El con· de funcionamiento pars. los profesores el cqWpo dcci°éónico de
sejero Señala entonces al estudiante, con tOda lógica, que un los laboratorios. La segunda tos.a que aprendí fue. p.or consi·
cunillo superfluo sobre sarcófagos pomosJlficos egip<:ios (ins- gwente, que después de haber perdido el tiempo siguiendo paso
cripciones en la superficie de los ataúdes de Lis momias), por a Pª"'º el p;oceso lógico que se exponía en d marlual de m:tnté·
ejemplo, no ayudará a] c::studiante a hatersc con el codiciado tÍ· nimie:lto para averiguar dónde es-taba la avería, debías acabar
tulo o con d esperado empleo. Pero nunca se le señala al estu· por poner el trasto patas arriba, sacudirlo y tocar al azar todos
diantc que la rápida obtención de un título con e) máximo de los cables para que el aparsro volviera a funcionar. Ajustarse a Ja
cursos del dep•n•menlo de su consejero beneficia a este depar· !ógica no significa necesarigmente que resolveremos nuestro
ramenro por cuanto se le aumenta la subvención y se aum~~1a problema. Ajustarse a la lógica si~nifica que no-s limicatemos a
asimismo eJ número de cátedras. Si.el estudiante permite que el trabajar con 3quello que comprendemos perfectrunen1e. cuan·
consejero formule «lógitament"" sus juicios por él es probable do. en realidad, la soltición de nuescro problem~\ se encu1.:ntr:l
que acabe fonna11do en la fila de las mansas ovejas que con¡,j. muchas vecCs más allá de esos lín1ites. A ,reces no h;:iy n1<i.s re·
bu yen al florecimiento de su facultad. En cambio, si decide asa· 1nedio que conjeturar, por más burdo}' hasta poco ele-gantl!' qui.':
tivamen1e qué le interesa más. si seguir un cursillo t>.xtra, que Je resuka hacerlo.
acrae o licenciarse tal vez un scmesttt o un trimestre an!es. es
más probable que reaccione ante la marjpulación lógica de su
consejero diciendo: ce.Es verdad, tal ve::i así pasaré más ticmpc <:ñ

94 95
DERECHO ASERTI vo IX portamiento con ellos mediante miradas y silencios con los que
expresen sus sentimie'ntos heridos o d e irritac-ión. Tales intentos
Tenemos derecho e decir: «J'IO lo ent1~nJo». manipulativos suelen seiuir a un conflicto entre nosotros y la
pane •ofendida», en el que hemos hecho algo que no ha gusta·
Sócrates d ijo que Ja verdadera sabiduría d esciende sobre noso· do a la otra persona. En lugar de afirmarse verbalmente. de ma·
<> tros cuando nos danlos cuenta de Clt án poco r.abemos de la \•ida, nera a~ertiva, en un intento dt conseguir al menos Una pllr1e de
de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Su obsel"\•aeión lo que desean mediante un compromiso, rales persona. formu-
describe perfectamente uno de los aspec1os del ser humano. lan por nosotros un juicio según el cual: 1) hemos obrado
Nadie es can lisio y rápido cie in1eligencia como para poder <(mal», 2) «deberíamos)) comprender intuitivamente que es1an
comprender del todo la mayor pane de las cosas que nos rodean. disgustadas con nosotras, 3) «deberíamos).> comprender auto·
Y sin embargo. sobrevivimos. al parecer, pese a esos limites im· máticamcnte qu~ clase de conduna les disgusta, y 4) •debería·
puestos a nuestra capacidad por la condición humana. A'p ten· mos» cambiar de conducta para no herirlas ni irritarlas. Si de:·
demos lo que aprendemos gracias a la experiencia, y la cxp'!· jamos que la otra persona juzgue: por nosotros que «debe1nos»
ricncia con otras personas nos enseña a la mayoría de noso1ros comptt:nder au1omá1.ic-amen1e qué es lo que le d.isgus1a prob~ ·
1

que no siempre comprendemos lo que otra persona piense o blcmente modificaremos nuestro componamiento a su gusro y
quiere. Pocos de nosotros somos capaces de l~r en la mente haremos además otras cosas para aliviar su sentimiento di: dis.
ajena, y ninguno, en absoluto, es capaz de leer perfectamente en gusto o de irritación contra: nosotros. Si acef, tamos cst~ clase de
ella~ y sin embargo mucl-ias personas tratan de manipulamos mrullpulación, no es solo por vemos imposibilitados de hacer lo
para conducimos a hacer lo que ellas desian, mediante alusio- que dese11mos hacer, sino haciendo además alguna otra co.s~
nes, indirecta.so sugerencias, o actuar.do sutilmente como si CS· paN redimimos del «error» que entraña el solo hecho de ha·
peraran que hiciéramos algo por ellu. La creencia infantil que berlo deseado. •
~ nos ha imbuido y que posibilita em clase de manipulación También podemos observar la manipulación basada e~ la
podría formularse así: Debemos antici¡wrnos y mos1rarnor sensi· creencia infantil de que ubemos «;mpunder "por pane de los
bkr o la; necesidades ajenas si queremos vivir todos unidos y sin demás cienas relaciones comerciales. Por ejemplo, cuando acu·
discordi•s. Se esper4 de nosotrot que comprendamos cuáles son dimos a la consulta de un médico particular en busca de traia·
esas necesidades sin plantear problemas, obligando a los demás a miento médico, el tiempo que se emplea en rellenar los imprc·
s;
que nos /ormultn txplícitamenJt sus necesidades. no sabemos sos que el doctor exige antes de vernos, acerca de nuestros
comprender rin necesidad r:k que se nos rtpil4 constantemente i.ogrcsos, la seguridad de nuescro empleo, la cobenura d e nues·
qué desean los demás, no somos capaces de vivir en armonla con rros seguros, cte., puede ser más largo que la duración de Is vi·
les demás y somos irresponsables o ignorantes. En nuestras re· sita médie:a prOpiamente dicha. A veces tengo la impresión de
laciones con personas a las que vemos todos Jos días podemos que el médico cree que voy a pedirle un préstamo en lugar de un
observar ejemplos de manipulación bas,da e.n esta creencia in· tratamiento médico. Creo que es enónea, pero más de una vez
fantil. Jl,[iembros de nuestra familia, colegas d e trabajo, compc- he pensado que la conducta del personal médico implica que el
iieros de habicación, e1c., que alimentan esta creencia pueden tratamienco es gratui10 .¡que les debo algo mas que dinero.
tra12r de manipulamos e inducimos a modificar nuestro com· Recientemente; cuando acudí en busca de tratamiento OS·
.,,.. ·. ' .
97
teop,tico, la go11 que hizo rebosar mi , ...., fue el hecho de que DERECHO ASERTIVO X
se m< pidiera mi número de la seguridad social. Al lttr ese ap•r-
1odo. puse punto final y dejé de rellenar I• ficha. Menos mal que
se tra11ba de la úliima pr<gwna. porque d< lo contrario d QS-
t<Ópall no habría Uqado a saber 1 quién ts11ba trat1ndo. Al El kctor habrá observado que los diferentes derecho. ascrm'OS
repasar d impraod< información exiramédica que yo había re· que vamos exponiendo coinciden en algunos puntos entre si.
Uenado -no dd iodo-, la <nfenn<ra me hizo obscn·ar que se C'OSJ lógica s1 se recuerda que: no son más que dcri\'acioncs con-

ncetsiuba mi número de seguridad social an1es de que pudi:ra cretas: de nuesrro derecho pnmord.ial a ser nuesrros propio! jue·
viiirarm• d osteópata. Cuondo le repliqué que no comprendía e~~. Tambi'n coinciden en n1t1chos puntos las creencias miis co·
par1 qué se necesitaba mi número de seguridad social para tia· munes subyacentes a las manipulaciones de nuestra conducta
tar mi codo lesionado. la enfermera repi1ió que era indi spensa· por otfilS person:as, puesto que no son más que difere ntes m:i-
b le. La mirada de superioridad que me dirigió sugcrfa adc~ás nl!ras d~ decir un~ sola y misma cosa: que no somos nuestros
que yo «debía• saber por qué se pide el número de la seguridad propios jueces dccisi,·os. Un factor común a codas l:is creenc:i:1c
social. Incapaz 1oda.\ia de Jecr en la mcnre ajena pese a mi cxcc· )'mecanismos no asertivos que los demás utilizan para maniplJ·
lentt formación psicológica, reped que no enttndla qué rela- lar nuestro componamien10 es el presupuesto de que, como se·
ción guudaba con '!'Í codo mi número de seguridad sodol res humanos, aunque no seamos pcrfeetos, •debernos• csfor·
Modificando su actitud, la cofcnnen1 me explicó que mueh<A z:mos par alc.anzar la perfección, y de que si, Dios no lo quiera,
clientes pedían lo baía dt' su tnlbaí<>, ere. El personal de !1 con- no pcdcmos meí<>ramos a noso1 ros mismos, .dcbcD\PS» •I me-
sul11 pedía rcgulanncnte d número de seguridad social para nos Jnur mejorar nuntra manera hwnana e imp& dt hacer ).u
facili11r luq¡o los trámites al establecer contteto con los org" cosu. Si nos ajustamos a ClU manera de: vano5, qúedamos 11~
nÍ$mos dd seguro. Pero aquel diente en paspec1iva (1 aqu.n.. albur de loo millo.u de modos mediante los cuales los demis
alturas mu): ascni>'O ya) que.,,. )'O, !Jscidi6 que no habí1 nin· pueden manipul•r n~tro componam1cnto. y que no i111..-ni.:n
guna ncets1d1d de dar su número de seguridad social a una mis límire que la capoadad de un~ación de los demás. Si tu·
gente a la que pagaba de su bolsillo para que le atendieran. Re· viéramos que expresar con palabras cst~ creencia, diríamos. poco
c:ib( un tntamicnto cxc:clente de un tipo estupendo, pese a que m2s e m~os: A (4US4 dt n11ei1ra condia6n hum11na. son101 r:11ttltJ
I• última e.silla de mi ficha biográfica había permanecido cu y 1en~mos 111ucho1 áe/tctos. Dtbt1no1 trotar d~ rompen1ar e.ft11
blanco. Una pequeña viccori01 sobre uno de mts enemigos pre· co11d1ción hum11na tsfor:Jttdonos por mtjorar hasta alcan:.11r ¿,
dílecios: las mentalidades IBM . Aun ..r, no comprendo porqué ptrftcción tn todo. Sttndo to1110 somos humonos. probnb/eme,,te
valia la pena mo1cstarse tanto, en aquella ocasi6n. para negarse 11oalctJ11z11rtn1os tsta 111t:111, pt!ro dt 1odo1111odo1debt'mos11sp1ror n
a dar el número de segurid2d soeial que pedía aquella sente. per/cca"o11arnos. Sl al¡u1ttt tJOJ stñola cómo podemos mej<1rar. te·
Cutndo se es como }-O. incapaz de lttr c1ara.mcnte ni siquiera 1:t'1no1 ti deber Je stf1,ir ts4 JirttaOn. S1 no lo hact>111<JS, J0111ns
en su propia mente. ¿cómo se puede esperar leer en i. de los 1mo1 serrs corrompldos, ptre:.oros, degenerados e indignar del rrs·
dcmú? P"º Je los demos y J,/ propio. Esta creencia, en mi opinión, es
Wl . .rdodcro engañol>obot. Si nos proponemos alcanzar 11 per·
fccción en algo (¡aun en ser ascnÍvo5!) 1cabarcmos frunnldos y

99
decepcionados. Sin embargo, tenemos el derecho ascn:Í\'O a de- eficoces, o más bonitas. Un coso• propósito esd de Sid. gerente
c:ir que no nos impona, que no nos int~• ser perfectos según de uno tienda y penona no u<niva por excdencia, qu< h2bi1
lo definición de nadie, incluida lo propia, puesto que la pezf..:- aprendido por cxpencncil a exponer de mmera atr.1cti"• los ar.
oón de un homb~ detenninado es probable que s.. l1 perver- óculos que \'Cndía. Cuando acudió a mi consulu. CSLaba com·
sión de OlrO. plet.uncnte deprúmdo porque varios nuevos miembros dol per.
En muchas de nuestras rdaciones podemos obse""" ejem. sonal tnrablll de m1ntpularle para que les pcnnititta <xponcr el
plos de manipulación basada en la creencia de que •debernos• Eéncro a 5U manera en lu¡ar de atender 1 los clientes como d de·
aspirar a nuestro perfeccionamiento.~¡ nuestro matrimonio es scab1 que hicieron, por• lo cual no cesaban de señalarle cómo se
como muchos otros, nuestra esposa pued~ cratar de corregir nues- podia mejorar todo lo que hacía. Sid no sabía cómo r..cdonar
tra conducra descuidada diciéndonos, por ejemplo: • iSiem~re frcittc a aquella manipuJaci6n si no era acabando por dar rienda
dejas tus cosas de cualquier manera cuando Uegas de la calle! suelta a su irrl1~1ci6n con1ra sus dependientes, con consecuencias
cEs que ni siquiera deseas mcjor3r {o hacer mejor las cosas, o negativas para lo. marcha de Ja tienda. AJ c;;abo de varias scn1¡1nas
aprender qué es lo imponame, o volverte civilizado, o ser una ck te111pia ascni,·a. sistcmitic1 Sid fue capaz de enfrentarse stre-
1

persona decente, <'I dejar de s.er un guarro, etc.)?• . Si caemos en namcntc con aquel tipo de interferencia ma.njpulativa sin arto·
la trampa manipulaciva de que .:debemos» desear mcjor1i1r nucs· jarlo todo por 11 borda. Y 1demás se sintió encantado, al menos
uo componamicnto (de confornüdad con t. decisión ubiiraiú al p:indpio, al descubrir que no solo no tenia por q"é ser per·
de Otra persona accfca de CD qué consiste ese mejoramiento), reno sino que ni siquiera deseaba perfeccion•=
entonces nos ~os ol:ligados • du los ruones por Ju que de· La mlllipul1ción blSldo en la crecoc:it de que •d~mos"
jamos nuesuu cosas de cualquier m111cro: porque llegamcA ospirar • pt:Íeccionamos es, en muchos situaciones. la.clase de
muy wde por la noche, o cstamos demasi1do oms1dos, u, Wn· manipulación que puede ~ulru más sutil y mis dificil de con·
plemente. olvidanlOS ordenarlas o no lo h1canoo muy a menu- tIIIJCSt&r. La únia manen sc¡ura de poner coto a esu manipulo·
do, o cualquier OUlt excusa in&nril. Si, en cambio, formulamos ción consiste en prcguntaJ'll05 si csta.t00$ realmente satisfechos
nuestro propio juicio acerca d< nucsíÍÓ deseo d< m<ioror o no, de ouestn conduCUI o de llOOOrros mismos, y juzgar después por
es probable que reaccionemos de manera más r..J.is111 111tc""" r.11tstnz n1tnt'1 si dntomos o no C4mbUJr.
sfru1ción, clici<ndo. l'(!r ejemplo: «Comprendo que deberla g'* Muchos de nuestros alumo05, una vci. iniciado d pr~ de
tarmc el orden, pero hay momentos en que tanto me da. Sé que adquirir un carácter mis a.scrtivo, nos declaran que a menudo
eso te molesta, pero veamos si podemos llegar a alguna forma de: les r~ulta difícil distinguir cn1rc la manipulación de su com·
compromiso. Si no tratas de meterte conmigo cada vei que hago pon•miento y lo que eUos realmente desean. A menudo dicen
algo que no te gusca. yo no me meceré contigo cu1ndo no me cosas como: «Ocseo hacer esto o aquclJo, pero pienso: ";No
guste tu modo de comportarte. En cambio, si me fastidias, yo te puedo hacer eso!'". Ntdic me está manipulando. ¿Escaré mani·
fastidiar~ a ti•. Nada de andarse por lts ramas. Al pon pan y al pulándome yo mismo?.. En tales casos suelo pedir a mis dien·
'iino vino. A eso se Je llama comunicación directa. tes, para l)llldarles 1 ver daro en si mismos, que formulen su
En d tttb.tio podemos ver 1 me>udo cómo la gente se indi- conflicto interior en una de las eres catcgorias: e.Deseo»,
ca, unos • otros'. la manera de pezfeccion:ar su rendimiento. o lo «Debo» o •Deberla•. La ategorla D<sta es directa, es decir, de·
-
que habrio que hlccr para que las cosu fuesen m" í6cilcs o m6s

100
seq comer bistec pan d almuerzo ires veas por $CID1D1, deseo
ir al cinc en lugar de ver la tele..,isión. o deseo pasar d ~to de 4
mi exincncia 'i"icndo en una play1 de Talúú. De C>tos dC>cos .e
siguen como consecuencia ciert0$ IHbo Los D~bo son compro· La primera vinud que debe adquirir la persona
miSO$ 1 los que IJcgamos con nosorros mtsmos y con los demás. asertiva: la persistencia
Si quiero o dcsco comer bistec trCS \'Cce< por ~!11\1, debo con·
a
u¡uir dinero necesario p:.lra poder comer bistec tres teces
por semana. Para con~ir este dinero (si no quiero ir a la cír·
ccll dcbo u11b!ljar <n un empleo que me proporcione los medios
suficientes paro poder permitirme d lujo dc comer bistec tres
\'CCCS por semana (o cualquier otro compromiso que resulte t fi·
en para el caso). Si quiero o deseo ir a.I cine esta noche, debo re·
nunciar a mi progl'llma favorito de la telC\;sión. Si deseo pasar el Una vez que el lector haya digerido codo el marerial aceren de
resto de mi Yida haraganeando en una playa de Tahití, de/xn' re· sus derechos llumanos asertivos, es posible que se encuentre en
nunciar a un sinHn de lujos y comodidades de la \'ida CÍl'ÍlizaJa. lo posición de aquel alumno qu• nos dijo: «Durante 1oda mi
Todas estas determinaciones de nuestra mane.re de obrar. im· ~ida iie ~lbergiado en secreto estas creencias acerca de mí)' de
puestas por nuestros deseos de ciertas cosas, son sumamcn1c Jos demas. Pero cada ve: que he expresado mis con,·icc.ior es me
sencillas. Decidimos Simplemente si nuestros Dnt0mcrec.:n11 h•n dicho que estaba equivocado... Que no debía pcnur ni.
pcn1 en cuanto a los corr...pondiemcs Debo. Muchas personL\ Me ale&ra sabtr que otros creen que 1engo derecho• pen.sar y
..,, cmbar@O, coofuoden d Debo con d Drberi1 1 cnrurbian uí obrar• mi guisa. Comprendo codo lo que me dice usÍtd. ;Estu·
d a¡¡u1 clara de sus pensamientos. El Dtt-í• puodc tnduizw m
la UIC@Oría de l.u C>trucruras manipulatn'as emplcodas pon
pendo! Pero... •ún no" cómo mostrarme ~'O. ¿Qu< Jebo
hacer ahoni?». Si el lector de ..,. libro formula 1amb1en esta
obli$omos • h~r algo qu• otra pcnona quier< que h1g1mos. o preg-J~ta, 12 respuesta es muy sencillo: «No haga nada... todJ·
de las enructuru 1rbitrorias que noi'·!iemos impuesto nosotros vtu. Para comportarse ucnivamcntc necesita usted, ante iodo,
mismco pau resolver nuestra propia inseguridad 1ccru de lo rooocer sus derechos ascnivos, pero le falta aprender adtmls a
que «podemos» o •no.podemos• hacer. Así, porejempln, d,bo imponer e>os derechos. Lo primero es una filosofía y lo segun·
irabajar porque todo d mundo dth• ser productivo, y no solo do un conjunlo de componamicntos aseni,,os. Como señalaba
porque quiero comer carne tres veces por semana: dtbo s:Jir en la inrroducción del presente libro, nuestra a1ternati\'8 huma·
esra noche porque no debo quedarme siempre a ver lo televisi~n; na, di, crsa de la reacción de lucha o de huida propia de 10$ $l··
1

no drho desear ir a T•hiti porque no u dt•ht ser un v~gobundo res prin1iti\'OI, consiste en nu<."Stra gr.u1 cupaciJa<l vcrbal ¡111ru
de play1. Cada vez que oigamos a alguien -o a nosotros mis· rcso}•Jcr problemas, que nos permite comunicarnos con Jos de
mos- cmplcar c:Ua!quicra de esas expresiones (se debe, no se más para aclarar Jas cosas. Una pane imponantc de cst.a capaci-
debe), C>ttcndamos nucs1ras antenas 11ntim1nipul1riv:u lo mis dad es nues1ro componamicnto \•crbal ase.ni,•o: lo que h,,C'-'.Ol<is
que podamos y prcsicmos atención. Muy probablcmen1e C!lptl· cuando nos afirmamos uenivam•me. 1..imnarsc 1 hablar Jt ¡,.,
~°'un maisaje, a continuación, que mee: -No eres tu propio derechos asertivos propios no basta para imponerlos. El hecho
¡uc-. d<: que nuestros derechos ucnivos existan. de que to. •ccp1..

10¡
mos como parce de nuestro ser, no signifi~ que los demás los EL O!SCO R/t.YAOO
respeten o los comprendan, o modifiquen su comportamiento
manipulstivo, aunque les expliquemos nuestros derechos. Por Cuando presento a mis alumnos la primera técnica aseni"a siste·
ejemplo. s.i una señora, en una tienda de piezas de recambio de mática, el DJSCO RAYADO, empiew por preguntarles: •(Por
automóvil. reacciona ante un intento de manipulación por par- qué suelen usredes perder Ja partida cuando intentan que el me-
te del dependiente diciéndole: «¡Haga el favor de dejar de ma· cánico de su automó\ri._l rectifique convenienrer:iente la repara-
nipularme! », probablemente el dependiente reaccionará a su ción defectuosa que les hizo?». La respuesta típica a est:i pre·
vez exclamando: «¿Cómo ? ¿Que yo la manipulo. señora? ¡Si no gunra es un profundo silencio. Una vez queda así bien sentado
le he puesto la mano encima! ¿Alguien ha \ri.sto que la cocara? que !os alumnos no saben mejor que yo. cuál es la causa de su re·
¿Viste tú que la manipulara, Harr)•?». O si la dama en cuestión, prrida frustración, arriesgo la siguiente opinión: .<<¿No sabe-n us·
en respuesta a la manipulación del dependiente, le d ice: «Yó soy 1edes :>Or qué? ¡Yo se lo diré! Porque, por regla gene1"1. se <lan
mi propio juez», probablemente d hombre pensará: «Esta mu· por vencidos después del primer •No" del mecánico. El hombre
jcr está majareta. ¡.~quí estoy yo intentando explicarle la COn\'C· la d ice •No" y ustedes dicen .:Bueno, bueno", o rezongan pee
niencia de cambiar el carburador de su coche. y empieu a ha· lo bajo a1go menos halagador accrc<t de sus posibles hábitos se·
blarme de filosofía!». O si tratamos de explicar nuestr~ x:ual.es, y se retiran. Pierden porque cede.n con demasiada fucili-
derechos as.enivos a..nuestra madre cuando esta, m.anipulativa- daJ. Ese tipo (como otras muchas personas) solo ti~nc unos po·~
mente, se esfuerza por conseguir que \'ayamos a verla con tnás cos °'No .. en el buche. Si tiene solamente tres •No .. , a ustedes lc:s
frecuencia, sin duda Uegará a la conclusión de que no solo so- bascan cuatro. Sí tiene seis "No", a ustedes les bascátán sie<e.
mos tan caprichosos como cu.ando éramos pequeños, sino que, ;Así es de fácil!». Al llegar a este punto, lo corriente es.que algu·
además, se nos han metido en la cabeza unas ideas complct~· no de los alumnos diga: «Pero es que yo no puedo hacer tso. t>o
mente absurdas. Nuestra madre, lo mismo que el vendedor de puedo no da rrne por enterado cuando alguien me dice "N<l -)•. A
piezas de recambio de auromóvil, p~ no sentir en absoluto el eso respondo yo: «¿Qué quie.re decir con eso de que '"no pue-
menor interés por nuestros derechos asertivos, y acaso se límile de"> No veo que lo hayan esposado ni que lleve bozal o cadena
a decir: «Me alegro de saberlo, hijo; no me arrepiento de ba!>c:t que coa nen sus mmi.mientos. P\Jedo aceptar que .. no quiera us·
insistido para que.fues.es a la universidad. ¿Cuándo piensas v~­ tcd" pero no que 4 no pueda•,,, Y si no quiere insistir. sospe·
nir otra vez?». cho que ha sido usted adiestrado lo mismo que todos nosotros:
Para imponer nuestros derechos asertivos y poner coto a •Hay que ser amable y hacer caso al pobre mecánico del taller de
toda manipulación de nuestro componamiento, debernos mo- reparacjones de automóvil cuando dice "'No.e». ¿Es asf? •Al fin
dificar nuestra reacción frente a la manipulación, es decir, la )' a1 cabo, el pobre solo aspira a ganarse el pan, como todos.» ¿F.s
reacción que hasta ahora hacía posible nuestra manipulación. así? (Aquí la clase en peso suele es<a.llar en un coro sarcástico de
El resto de este libro se refiere al aprendizaje de una serie de afirmación rorunda.) «El h~mbre tiene seis hijos y t rala de dar-
técnicas verbales aserti\ as eficaces para imponer nuestros de.re· les de comer y de darles estudios lo mismo que usted y yo.» ¿Es
chos asertivos en nuestras relaciones q:>n otras personas. así? «Si pierde dinero en su negocio, no podrá mantenerlos en
d nivcl que desea.» ¿Es así? <<Pero ¿quién dice que si hace una
~p~ en nuestro- coche tenernos el deber de seguir prote·
giéndolc )' S'Ub\·cncionar-lc, como quÍC'n dice, 11 nuesuo cargo?• DIÁLOGO l
Si el lector es como ese alumno)' tantos otros, debe aprcn·
Ocr a ¡cr m.is pcrsis[cntc en la afinnación ascni\•a de $Í mismo.
'°'
u,,o ¿, 4.tptdOS más tmportantn Je In lltrltUOI (()IJSISIC,.
ser p#11J1mtts y tn repetir un11 y otr11 vn lo l/llt 9uutntos~ :1•
C.r!o
r ti ~QmtÍit'11tt

tHOJilmOI* imi11"10.f ni ltv11111ar 14 \'OZ.


La mayoría de las \'tta.,
Jtf '"1"""""'"º
part comunicamos de manera eficaz t.n una s:iru:ación conflicti. 1'os ha faciliudo el siguien1• diálogo tipo DISCO RAYADO
va, debemos insist;r y aferramos a nuesrn opinión. L:as pe."SU· Corlo, un enrnr¡odo d• relaciones públicas chicano. Cario rcci·
nas no ascrúvas tienden t incurrir en un parloteo excesivo y bfo lecciones en mi consulta, den tro de un programa de períec·
abandonan fácilmente cuando alguien les explica •por 4u6', les \ionomicnto personal en eficacia en las comunicaciones. En el
dc:mucsua «lógicamente» o les da •razones• pa,,. que ne>lragan curso de la cuarta sesión, Curio cxpUcó que el sábado anterior hu·
lo que desean hacer. Para aprender a mostrarse persistente. Ja hía hecho las compras en lugar de su mujer, y, al llegar a su casa.
persona no ase.rciva no debe dar ratones o excusas o explica<..io- no cncon116 In ca me que habla comprado. Como su padre e".
ncs acerca de «por qu6' quiere lo que quicret debe hacer caso ba en la C4Sa par1 comer con cllt.is, Cario le invitó a acompaíiar¡.:
omlso de todo lo que le dicen par-a infundirle scntimicntOl de al supcnnercado, donde c<perabo recuperar la carne comprada.
culpabilidad. Una 1écnka "erbal que enseña • conoeguir todo
esto s.imultáncamc:ntccs la que fue empleada por primera vez en E<eenario del diil.logo: AJ entrar en el supermercado, remol-
ter9pia ucn:i\'a por mi íntimo colaborador, el doctor Zcv Wan. cando• su p1drc, Cario oe dirige al c:mpleado del mostr>clor de
dcrcr, c¡ujai h bautizó con estedescripm'o nombre: EL DISCO comprobaciones y le habla de I• pérdidJ de la came.
RAYADO. Entrcnindo<>OS •hablar como si fu~emos un disco
,,.)'l<lo, 1p1'1'1ldemos a mostram<>S penistentes y 1 afcr,,.mos • E.o>u..oo: Usted dirá.
la cuestión ~ oe debate, a seguir diciendo lo que queremos d•· CA•LO: Ha.., un rato compai aqul ua bis<ecs, carne :is•da y
cir, y a hacer caso omiso de todos los iñientos de deswr la cues- dos pollos, junto con otras cosas, y cuando llegué a asa eché de
tión por parte de la perrona a la que pretendemos imponemos menO! la c•me. Quiero m1 carne.
ueniv1mente. Si el alumno empica la técnica del DISCO R."· EMPLEADO: ¿La ha buscado en su coche?
YADO,nada de lo qu~le diga su interlocutor podr' con él, y s.. CARLO: Sí, quitromi <4rnt. (DISCO RAYADO.]
guir' diciendo, con vo.z tranquila y repetitiva, lo que desea decir, EMPLEADO: Temo que no pueda hacer nada por usted. [Eva·
has1a que la otra persona accederá a su petición o aocpt1r6 un sí6n de rcspons•bilidod.J
compromiso. El objetivo de la enseñanza teórica y de la prácti· CA1t.1.o: Con1prcndo que así le parezca, pero quiero 111i C:3rnt-.
ca de la técnica del DISCO RAYADO no consiste en enseñar al [DISCO RAYA DO.)
alumno a hablar como un disco ra)'ado, sino a cnscñ•r1c a ser EMPLEADO: ¿Guarda el tiquet de caja?
pcrsisitntc y a obtener fruto de su persisrcnci1. sean cuales ~ean (ARLO: (Entrcg1ndo el tíquet al empleado.) Si, y quitro m1
las p4l!abras que ernplt:e. Para ver cómo puede obtenerse este rc- c:Prnt. (DISCO RAYADO.)
suli.do, exllllincmos un cliilogo tipo DISCO RAYADO, muy EMPl.EAOO: (Mirando el 1íquei.) Aquí constan sés compras
sencillo, extr~do de una situación comcrciJI de Ja ''d• real. de carne.
,..,¿e
10-
(ARLO: Exacto, y quiero mi carne. [DISCO RAYADO.] A los pocos minutos, el encargado de Ja sección de camice·
E~iPL.E.ADO: Bueno, yo no tengo nada que ver con el dcpana· ría, señor Johnson, se acerca al mostrador y da un golpecilo en
mento de carnicería. (Evasión de responsabilidad.] el hombro del empl"ado.
CARJ.O: Comprendo sus sentimientos, pero yo Je pagué a us-
ted, y sigo queriendo mi carne. [DISCO RAYADO.] EMPLEADO: Este cliente, que ha perdido la carne que ha
E><PlEAOO: Tendrá usted que ir a la pane de atrás y habhr comprado.
con el encargado de la carnicería. [E,·asión de responsabiJi. JoHNSON: (A Cario.) ¿Dónde la ha perd ido usted>
dad.] CARLO: Aqul mismo; es que no me la ha entregado usted. y
GARLO: ¿Me dará la carne? [DISCO RAY.~DO.J quiero mi carne. [DISCO RAYADO.]
futPLEADO: Es él quien debe encargarso de eso. [Evasión de Jottr<SO>t: ¿Tiene usted el tíquet de caja?
responsabilidad.] GARLO: (Moscrándoselo.) Sí, y quiero mi carne. [DISCO RA·
C11.RLO: ¿Cómo se llama? \'ADO.)
E>,.LEADO: Mr. Johnson. Jcur<so1<: (Echando una ojeada al tíquet.) Aquí figuran seis
CARLO: Tenga la bondad de llamarle para que venga. compras en la sección de carnicería.
EMPLEADO:Vaya usted al fondo, ~· Jo encontrará. [E\'a$ÍÓn CARLO: Exac,amente, tres bistecs. carne asada y dos pollos.
de respon<abilidad.],. Y t¡uiero mi carne. [DISCO RAYADO.)
WIU.O: No veo que haya nadie al fondo; /lime/o, por fa•·or. Je>HNSON: La mayoria de las personas que dicen que han
[DISCO RAYADO.] P"dido su compra recuerdan más t•rde que la dejaron.oh•id•·
EMPLEADO: Vaya al fondo, irá enseguida. [Evasión de tes· da e:n alguna otra pane. ¿Por qué no vu-clvc US(Cd mañana, si
ponsabilidad.) · realmente no la encuentra? [Intento de suscitar :;entimientos de
CAJlLO: No quiero iral fondo y tener que esperar una eterni· il!ilorancia y culpabilidad; tenemos mala memoria y podemos
dad. Tengo mucha prisa. Por favor, /¡j.galo venir aquí. [DISCO sufrir un error.]
RAYADO.) ' CAR.LO: Comprendo que piense usted así, pe,ro quiero nti car·
EMPLEADO: Oiga, mire, que hay mucha gente que espera. nt. [DISCO RAYADO.]
ílmemo de ímbuir sentimientos de culpabilidad: «;No tiene Jo¡1Nsox: Se está haciendo tarde y CS[amos a punto de ce.
usted consideraciones para Jos demás?».) rrar. ílntento de sust"itar sentimientos de culpabilidad: «Por su
CAR.LO: Toda esta gente espera que la atiendan, como 'JO culpa voy a Uegar carde a mi casa».]
quiero que me atienda usted a mí. Por favor, llame al encargado (ARLO: Comprendo, pero quiero mi carne. (DISCO RA ·
de la carnicería. (DISCO RAYADO.) YADO.]
Et-sPLEAOO: (Diri&c una mirada curiosa a Car1o, durante JoHsSON: Pues lo siento, pero yo no puedo hacer naJ;r.
unos segundos, se acerca a Ja muchacha que está en e) mos-tra· [Ev><ión de responsabilidad.)
dor de Jos cheques y vuelve• donde espera Cario.) Llegará d•n· (ARLO: ¿Quién puede, entonces?
tro de un momento. )oHNSO!': El gerente de los alm<JctnC$.
CARLO: Gracias. CARL.O: Bien, pues l/dmelo y dlgale que venga. [DISCO RA ·
YADO.)

to9
jOHNsox: En acc momento está muy ccup1do. ¿Por qué~ dt 3SOmbro. no ces:ib1 de repetir: «De habc-rmc ocurrido a mf.
•udw: us1cd d 1..- y habla con él? !!mento de suscitar 1C11ti- hahñ2 es11do buscando la ame en mis bclsillos. debajo de Jos
mientos de culpabilidad: •Es una persono imponante. muy llimtos del rocho, en Li alaecn1 y hOSta en el desvá.,,., Moenrns
•<•SI.
1
.....
ocupada. y no deb.ña uSted moksrarlo por una nimiedad como
)
C.RU>: Compr<ndo, puo yo también c1toy muy ocupado
n>h-íw en ol coche. el p2drc de C.rlo le p~ntó cómo
habb ronsq¡uido a<1u1t de aquella manera. Con cima mock. .
ria. pero no sin una mcxkr11d.a y merecida confianza en !Í mis-
en este momento. Uimelo, por f•uor. [DISCO RAYADO.] mo, Cario Je COnt<$fÓ; «Aprendí eso en un curso sobre la mono·
)OH>'SON: (Mirando primero a Cario en silencio, un<'! «· ra de comportarse ascni\ramcntc en d rrab.ajo. Si quieres. tt
gundos.) Voy a habbr con él. a"" qu~ puede hacene. enseñaré también 1 ti:..
C••LO: Gracias. Le espero. En d diálogo de Cario con los empleados dd supermorc•·
do, el lector obscrvard cuán ropetidamcntc les dijo. por el si<ic·
El scnor Johnson se dirige hacia el fondo de la tienda. <!es•· ma dd DISCO R/\ Y1100. lo que quena. su objetivo primordial
parece por una puerta y vuelv~ a aparecer a los pocos insranl~ C$ dc1.:ir, recuperar lo carne que había comprado. Cuando rn 1,,
en el imerior de un despacho ocristabdo desde el cual se co:n1· Ji~cusi6n surgían otros objeti,·os menores. Carlo no vacl)ab., en
na el conjunto de la tienda. Johnson [nicia un diálogo con un emplear el DISCO RAYADO para comunicar sus deseos inmc·
hombre que está sentado detrás de une m..a. Es1< último dice diatos a los empicados. Por ejemplo, cuando le decían quo es·
algo. Johnson mcnéa ncgarh-amcnrc la cabeza )' señala hacia pertra hasta que pudienn ocupane de su problema. Culo les
Cario. El hombre se lcvoma, mira a Cario y '"clvo a hablar pedía reireradamenre que fuesen • bUKar a la persona.que po-
Johnson coatc:su, moviendo .!irmam'llmcnrc I. cabeza. EJ hom- dia resolwrsu problema. EJ objetivo dd DISCO RAYADO.~·
btt vud"" a habla< y S< sienta de """'" derrís de su esairorio. gún Cario habla 1pttndido, consistt to transmitir un' mensal"
Johnson desap•rttc del despacho y unoo momenroo mú rrude reperidsmcnte t la penooa ante la cwiJ queremos atlnn•mos
stacuaaCarlo. cNo '" usttd • descoruontml~ pu.do seguir :isi todo el día, si
ts nccuari0», sean cuales Sffn los trucos a los que apelo nuostro
CAAt.o: (Y bien? int<rlocutor. La idea de afirmamos verbalmente con ~rtisten·
]OHNSON: Sentimos mucho lo ocurrido. ¿Por qu~ no vudvt cia, que noo enseñad DISCO RAYADO, va de Ja mano con la
usted a nuestra sección de carnicería)' elige de nuevo lo c;ue ht mayoría de las resrantes técnicas vorbalcs descritas. Como el
~rdido? lc<1or obscrvarí en IO$ di'1ogos siguiontes, las cosas que se dí·
CA•LO: ~acuerdo, gracias. ccn ascrti\!amcntc se repiten una y otra vez hasta conseguir el
)OHNSON: La se.mana próxima tendremos una \'enta espe· resul1ado deseado: que cese la manipulación de la que quier<n
cial, en la carnicería.. Habrá \"arias ofenas in1cresantes. hacemos objeto, la obtenc-i6n de un objeti\'O material, un com·
CAMLO: Se lo di~ a mj mujer, grtci:is. promiso viable, un cfttlO terapéutico en favor nuestro, o la re·
cuperAción del rcs~o de nosotros mismos.
Mientru se rcsaráa de su pérdida en la sección de carnic:e- La primera vez que enseño 1 alumnos y en.fumos a 1a~r d
rla, el padre de Cado fdicir6 •su hijo por la fomia en que había mtximo pro\'echo de su práetia del DISCO RAYADO. los in-
sabido comportarse frente al ~al de los almacenes. Umo \ito •re.presentar un.a escena en gnipos de cuatro: una pe.nona

no llt
asertiva. una persona manipuladora}' dos alumnos. Se crau <le VL..,.DEDO&; No me di8a que \•a a negarme un vaso dt JitUI
rtproducir U situación sigcjcntc: un '-cndttlor 1 domicilio tr1ui C"Rl.O; Comprendo lo que siente. pero no me intcrt1a.
de vende< enciclopedias induciendo al diente mrtivo 1 s<rmr· VENDLDO•: No, no lo comprende tl!tcd, porqu< si lo com-
se IJlSÍOSO o culpsble. En el diílogo que Cario sostuvo en i. .;o, prmdie.ra comprtdl 11 enciclopedia p1r1 sus hijos.
real, respondía volunwiainentc • todo Jo q"" el dependiente o Ct.iu.o: Comprendo lo que pien$1, pero no me intcr<SL
el gcrunc mtnipuhth"" le dcóan o le preguntaban. Pero ad. VEl<DEDO>: Usted no hace mis que repetir quc compren.le.
una de sus respuestas estaba bien meditada, Slll cmbugo. Cario ¿No sabe decir otn <0s1?
solo dtáa lo que queda decir. En cambio, en los diilogos cipo C.<Rl.O: Comprendo, pero, simplemente, no me interesa.
DISCO RAYADO que Cario representó inicialmcme pan V ENDEOOO: Pcrmilamc que le haga una sola pregunta. ¿Qué
aprender a mostrar>e pcr.istcnte y no dejarse manipular, le obli· edad tienen sus hijos?
gu~ -•él y a los demás alumnos- a hablar lheralmcmc como CAru..o: Comprendo, pero no me interesa comprar n•d•.
si hubie.. n sido discos fonográfiros royados. Dijera lo que.dij<· VENDEDOR : ¿Ni síquicro quiere decirme qué edad tienen sus
ra lo otro persona, Cario respondía: «Comprendo (sus scnti· hijos?
mie.nios) pero no me interesa (compr:ir ninguna enciclopedia)•. CARLO; Comprendo lo que siente usted. pero no me in1e·
s1nnprt en voz baja y apacible. Esce proccclimicn10 se empicó rtSa.
para ayud.ar 1 Carlo a vencer- la creencia y el híbi10 1dquirido VENoecoR: Vimos 1 vtr, ¿ruá.ntos niños ,.¡ven en esta man·
que hace que lo que.·decimos dependa de lo que otra perJ<>111 ha iana?
dicho antes. CAALO: Comprendo, pero no me interesa.
VENoa>oa: ¿O tea que no quiere contestar a loq\K le pre·
gunto?
Ot.ú.oc;o2 C.uu.o: Comprendo, pero no mc interesa.
VENDEDO•: Si no quiere hablar conmigo, me"°!'·
Apmrikr CAJU.O: Comprendo. pero no mc inter<SI, simplemente.
6 fÚt:ir MO-" VeNo.:001.: ¿Cree us:ted que a su V«ino, señor Jones. puede
con f>nti11ena4 interesarle?
C•R~o: Comprendo lo que siente usted, pero, simplemente.
V!NDEDOR: Sin duda, usted desea que sus hijos aprend1n no me interesa.
más dcpris1 1 ¿no?
CA•Lo: Comprendo, pe.ro no me interesa compnr el libro. Mediante la rcprcscmación de diálogos tipo DISCO R.'\Y¡\.
VENDEDOR: Sin duda, su esposa desc1ri1 que Jes comp~11n DO como este, a modo de adiestramiento, Cario }'sus compa·
cua enciclopedia a sus hijos. ñcros aprendieron a modificar el hábito compul$ivo de contcs·
CA1t.LO: Comprendo, pero no me interesa. t.ar a C'Jsntas prcgu.ntas se nos hacen o a cuantts obscr\'ICiones
VENDEDOR: Aquí fuera hace un calor espantooo. ¿Puc<Jo cn- se nos dirigen. Este hábito se bas.a en nuestra creencia dit que.
tnr y beber un VISO de agua? cuando alguien nos hable, •debenos.. tener- uqa respuesta ~
Cw.o: Comprendo, pero no me interesa. cdcbcmos» responder específicamente a lo que n-rro intcdo.

ll1 11)
cutor nos dice, seo lo que sea. La primera sesión de práctiClli de Kepiton elejcrck10 y es'"""' háganlo como yo quiero que lo ha·
diálogos como d que hemos reproducido resulta muy sorprcn· 1an. No contesttn a ninguna pregunta... ¡El DISCO RA\'.~ DO
dcrne para los alumnos novatos. Muchos de ellos no rícncn idea !· nocla más que el DISCO RAYADO!•.
de cu in arraigado esri en dios este hábiro y de cuin incómodos Un número reducido de los csrudiantes y los enferma< que
se scnrirán cuando traten c:k no responda au1omJricammtc a aprcodcn a mostrarse ascni\'OS conciben., por lo menos tmipo·
las interpelaciones de oua pcnona. ~lis de la mirad de mis ;2Jocn1e. sus dcttehos astnÍ\'OS ~· las técnicas ascrth·as sistcmi·
alumnos tropieian con dificultades en e•re ejercicio, con d que 1iC'!.ls rum~ un medio par• "' 'Cngarse», «dcsquit$.l'SO'. Jc."''' 'l\·cr
se pretende enseñarles a hacer caso omiso de las in1crpcl1cioncs ~· la ix:ota a sus mimipuladorcs. Por lo menos uno de c01da grupo
111 prcgun1as de otn.s personas y 11 exponer ascn1\•1mcnte. un• u c!J:-e fonnula lo siguicn1c o parecida pregunta: •Cc•mrr1:nJl
y otrn "ez, lo que desean decir y no lo que otra person1t desea !o "11.tC nos ha cxpUcldo usted. p(rO ¿cómo puedo u1 ilizDr l\ lJUI.' 1

que diga.n. Reaccionar según el nuevo modelo no forma parte, n1c está cnsc:ii.indo part conseguir que mi marido (n1uicr. her·
simplcrnentc, del rcpcnorio de esas personas, quienes necesitan 1nana, hijo adoJesccnce, padre, etc.) haga lo que y<.1 quic=tC'I qu..:
rtpctidas instrucciones para que se decidan a romper r.on esta haga?•. ~·ti rcspucs1• es sencilla: «i~º puede usted, de nin~un~1
modalidad de comportamienro susceprible de manipulación. n1:u1er:i!». Y si c:r<aminamos realmente esta pregunta del alum·
Frente a esta resistencia., m.i fonna de ttanimarles• resul1a mur no abo Juz de nuestra propia experiencia con la gente, est.1 rci. ·
poco «comprensiva. cuando se tn.ta de aJumnos no,·atos {pero puesta cobr:;i rodo su sentido. Podemos •ac-orral.ar- a otra per·
no de enfermos victimas de ansiedades). Hasta aqud momento, son• paro qu• haga al¡o. podemos manipularla. y pOd-:mos
sudo prcsentorme hajo d aspecto dd «ripo simpátiro>o que solo Jecir asativamenlt qué es lo que deseamos que haga .Jiuien.
trara de enocñarles a mósttarsc más .scrtivo>. Pan ayudarles 1 !'(ro no podemos controlar d comportamimto d• otil> •Juho
obtener de mí la experiencia de aprendizaje más significarin, O. manen consisrente. Si en¡¡añamos a i. fC11te para <D•>S<~uir
be obscn-1do que es con\"Cniente contar por lo menos con wi que h:ipn lo que nosotros queremos. ellos pueden hacemos lo
..,;po duro» ron d que puedan compeúr con éxiro. En muchos nijsmo a nosotros: si ks manipulamos para que ejccuirn nuo·
casos, yo soy la única pcnona a la q<tC puedo confiar lo Ínter· iros -:lescos, ellos nos manipularon a su''ª· posiblemente: pero
ptt11ci6n dc cstc papel. Al llegar a este pumo de su •diestra· >i decimos 05ertÍl'amcmc qué es lo qu• deseamos de ellos. lo
miento, empiezo a odoptar la actirud del malo o/ida/ (con el qu• único que pueden de<"ir es ccNo• o explicarnos qué deseiln ob·
1nás adelante ¡>O<Jr.in'Compctir f~cilmcntc), )' .:a lan~.itrlc~ •<.:nl· 11."llCí :O l'~lnlbit>, ~':\'. Jcc,ii, 4u1,.• >l.! lltlc;.(1..• IJ~:>!;IT >l UO 1,."UlllllO. lllU!>(I

pujoncitos» para que s:e esfuercen más, dentro del estilo siguien· viableo. De csllS trts posibilid.1des. la últin)a asertiv... es 1.t 1nlÍ:\
te: .J'ero ¿qué demonios estJn haciendo usredes.' cPuede saber· fructuos.a porque conn rápid.1mentc la manipulación y nus 1x:r·
se? ¿En qué artículo del reglomcnto de lo vid• puede le<.rse r.li1e, u nt1so1ros y 1.1 la t11ru ¡>..:n;\l011 c-n cc.lnll i.;ttl, ..:c1n1un11,.·:11-n\1:-
(deliberadamente, cáusticamente, imitando a un tipo simplón sin rodeos y encontrar una solucjón.
que leyera d~ un texto imaginario que sostengo en mis manos}: AJ menos un alumno de c;ida clase discutirá que mi 4ln:ilisis
•Cu1ndo alguien me haga una pregur.ta, contestaré"? ¡Ensé· de la aserti\'idad sistemática se:i la mantr3 m.ís dirtct3 y h"n'-s·
ñen~ ~l contrato que firmaron ustedes compromct.iénd05C a ta d~ resol,·e.r un conflicto, alegando: •.¿Dónde están la!. s.aJ,~.;¡ .
obrar asl! ¿O seo que no fumaron nada en esrc sentido? (sikn· guardas? Uno puede aprovecharse de la otra penona si esta no
cio general). Entonces, ¿por qué demotlÍ05 obran U$1edes asl? ha seguido rombihl esre cursillo. ¡Contando con es:as técnicas

114 111
ascni\·as podemos arrollarJa como una apisonadora!•. Aunqut mos. nuesrra aapacid•d para enfrentamos con el roníl1c10 crece
no companimos los ttmores de este aJumno en cuanto 1 la in· romo una bola de nie\'C. Nosc 1nta de una pequeña~· marl\1·
defensión de la humanidad fren1e a la -nividad sis1em,tia, llosa sens.ción «tXUP. El hecho de sentimos satisfechos o en
romprtndo su •prmsión ame el hecho de facilnor • Ja gane un p12 con nosorros mismos no exdu}"C, sin embargo. la i>O'ibíli-
coa¡unio de 1ócnicas ,·erbales que en 1eoria deberlan permiude Jad de obtener lo que: no< propusimos ob1encr. adcmis de con·
imponer su dc1ccho 2 ser sus propios juttts, ponieildo en sus k.-n-ar nuestro respeto propio. Cuando nuescro interlocutor se
manos un medio eficaz para hacer Jo qu< quieran hacer. La.,,.. n1uit".stra a su vez. asertivo con nosotros. ocurre, simplemente.,
jor respues1a que he oído a dedaraciones como la de <Sic ellu· •t:.:e d c:onfliet:o se cstab1ccc en tomo a los datos real~ del pro·
dianrc brotó ,de lnbios de un ex colega del Cuerpo de I• Pat. blen1a o Je 1" cucJ11ón. y no en corno Je 1111 focrza r~la11\'1.11..I..: h1s
Frcd Sherman. quien, hallándose de visita en una de mis c1ascs, personalidades en jueso. y su soludón deja de de~ndor de
dijo: «Esas técnicas verbales ~scnivas son como codas las 1~cni· quién es el mejor o el peor manipulador. En la pnlctica. rit•111pre
ces de cu=ilquicr clase que aprendemos; son :.1moraJcs. Des¡>ués que con1pre11tla111os t¡t1t 110 tstJ e11 }riego el rerpet<> 1jue Jc•n ti111(},\'
de haber aprendido a conducir un auro1n6\'il, podemos cmp!car por nosotros "'is,1101, da excelentes resultados ofrecer a n11es1ro
nuestros conocimientos para conducir a un grupo de niños a interlocu1or un compromiso,·iable. Podemos, por ejemplo. ma·
una cxcurs.ión de la escuela dominical. o para ayudar e escap1.1 nifestamos dispuesros a esperar un periodo de tiempo concreio
a unos mafios.os)). Si somos nuestros propios jueces, somos tt.tn· para que nos cambien o reparen la mercancía, acatar los deseos
biál responsables de nuesrro eomponamien10 asenh'O perso- de la orra persona en la ocasión siguiente o. simplemen1e. dcd
nal. Lo que hopmos coc él es cosa nuestra. dir quiói gana a cara o cruz. Siempre cabe llegar a un-acuerdo
C'C>n los demás, en cuestiones matcriaJcs. si d compromiso no
afeeu 1 nuestros sentimientos personales de respeto "d e noso
croo mismos. Si el objeih'O final entraiU una eu<sñón de •·alor
propio, no cabe rompromlSO alguno.
Muchas personas que CSlán aprendiéndo a ser asenivas. a me- Con algunas excepaoncs, rH:ccioo.a.mos mejor}' de manera
nudo por primera \'e? en su 'ida de adultos, no compmidcn mis pns mediante el empleo de la aserción verbal sistcmáriet1 y
por qué se empican técnicas verbales como la dd DISCO RA· el proc<s0 del compromiso viable. ¿Cuáles son esos excepeio-
VADO. Preguntan: ~¿Qué debo hacer cuando mi interlocutor nes, es decir, las situaciones en las que es preferible no mostr•r·
no cede o se muestra a su vez asertivo conmigo?•. La rtspuc-sta se sistemáric11.menre asertivos? Son varias. de modo que h~br~
n esta prcgunt:a C$ que nuestro \'erdadero sentimiento de rc.spc:· que Jc<li<.11r un mon1cn10 a cx;Jminarlas brc:\'c-mcntc.
to propio rienc prioridad por encima de todo lo dcmgs. l'or No resulr11 muy rcalisla moscnarsc asertivo en determinadas
consiguiente, si consen,amos nuestro respe-to propio mcdi1nrc situaciones. En si1uaciones en las que tenemos escaso con1rol
el ejercicio de nuestros derechos ase ni vos con t~cnicas como la "ª
sobre lo que a cx:urrir, es estúpido y puede ser p.<:Ji~r""o la
dcl DISCO RAYADO, nos ser.tiremos mejor aunque no haya- menos que seamos profesionales formados) afirmarnos ascni·
mos conseguido irunediawnente nuc51ro objetivo. Scnti.u en ''amente en la forma sistcmilica ..001.ada en este libro. Las si-
pu consígo mi$mo es un objetivo primordial de la 1erapia aser- ruaciones en las que de~ lirnit4r IJ\lestra.asenh·idad son
tiva smcmítica. Cuando estamos satisfechos de nosotros mis- aquellas que incluyen faetor01 jurídicos físicos.

u6 117
No todos los miembros de nuestros organi•mo• fcdertlcs. le d<jaban obr1r 1 su lntOJO.Jcrry les trataba a ellos de la n1ism•
c:statalcs. de distñto y r:iunicipale5 encargados de juzgor d rom· mJnera, con una tct.i1ud no ase.ni''ª• des:ptgada y -aqu1csccn1c
ponamicnto de los ciudadanosodecxigjrcl cumplimiento de la d<SCTirt en las deslwnbrantcs palabras de «Amono . .Pwo y
I<> se componan de manera aserm·a. Algunos miembros de cs.. cHermand1d:.. Jcrry pem11ocda en d seno de su culturo de Li
p;oÍC5ÍOnts, por desgracia, abrigan sus tenclcnciu puramente drop porque le gustaba; muy poc-as pcnonas le molestaban. y
personales accrCll de cómo «debe11» componars< w person11 no ~bia cómo rntar 1 lis personas CiUlOfm:J.les». exteriores a su
culrura de la droga. Con estos amccedentcs, Jcrry íuc somcudo
bajo la copa de su uniforme profe5ional, y goun de autoridad
;1 uatamicnto contra su farmacodcpcndencla empleando la 1~·
real, si no 1bsolutamen1e •l"S"J,., p•ra obror de conformidad
con sus sentimientos personales. De poco nos scf'\ird afinn•r· rap!a asertiva como medio para permitirle entrar en con1.:1c10 r
nos aurtiva.mcnte, con persistencia, empicando lt 1écnica dd m-n.ntcncr un 1ra10 eficaz con las personas no adietas a la droga.
DISCO RAYADO frente a un juei irñiado, quien p<>drío r<· Al cabo de cuatro meses de terapia as.erciva de grupO )'de dos
compensamos con un encierro de trcint.a dial en el cala.boto. meses de 1crapie aseniva individual, JCrf)' abandonó sus acti\·i·
Con esG misma técnica, lo más que podemos conseguir de un vi· dades de introductor de la droRa en su antigua escuela superior.
¡i)antc que hurga en nuestro costado con su chuzo, es que in.sis· consiguió un empleo resular, y.al cabo de doce meses ingresó en
ta en su •cntrcrcnimiento•. Por otra pant, cuando acon~o c¡ut: la universidad. Sometido a \'igilancia médica u1ter1or dura.n1e
se pon¡,m límite¡ al propio componamiento asenivo en tales si· veinticuatro m<sC5, al cabo de este período de tiempo Jel'I')• no
tuacioocs, no quiero d_ecir que se deba callor y cerrar el pico había recaído en el 1buso de dro~as «Íuencs. aunque hsbi• cm·
mansamente . Por ejemplo, si somo¡ 'ícrimas de malos t ra1us fi. pitado C5poníclicamcntc m1rihwna. ·•
sicos por pane de un agente de polici• S<rfa una cstupida pro- Antes dt haberse sometido a la terapia mitn...Jem ""'tn·
1enar en d acto. Lo que hay que hacer es tomar noca de su nú- \'lriabkmente detenido l' cacheado por la policía, osu coche •ra
mero e in!ormar de su componamimto 1 su suixrior. s1 d objcro de minucioso re¡isuo cad2 vez que entraba en conuc10
1gcntc obra así con frecuencia y se qocjan \Itrios ciudadanos. no ron aigún agcnrc del orden. A pesar de que nU!lCll lo dctU\it-
tendr' m~s remedio que modificar su comporwnicnto hostil. ron, porque j1mb le encontraron con la dr<>t!JI encima,Jerry, dr
Este equilibrio o justo medio entre 11 aseni,•id1d y la coc· un modo o de otro, inspiraba sospechas a la policía Con poste·
rcnción se pone ..peoalrncmeclc manifiesto en e.1caso deJerry. rioridad a su trataniiento,J erry ha sido obligado por la policía•
Vi por primera ''ez a ]Cff'}' <uando este c:on1ab~ diccisic1e años. daenersc varias veccJ, p~ro su cuche 11C1 h11 vuelto a srr rtgis1rw·
Tenia un hiStorial de tres año• de consumo de drogu, incluida. Jo, ni k han carbtoJo a ll. En algunos de esos últimos encurr·
la heroina, la cocotna y las anfetaminas. Jerry, lo mismo que :nu· eros con la policía le han sido impuesta$ multas, y en una de: e:
chos otros enfermos farmacodcpend.ientes, ere cxtrcmadamcn. ocasiones estaba absolutamente seguro de no haberla mercc1t..
te no asertivo y no sabía cómo rratar con las personas «norma. De•puésde h1bcr comparecido ante el tribunal,Jerry me exp)i.
les.: sus padres, su famili1, sus ma«tros, los repre5entantcs de có oue 11 propósito de esa multa se había manifcs:t:ado dt n1.lnc·
la ley, etc. )CIT)' pcnnanccía denrro del círculo no asenl\'O de la ra a~tiva en presencia del juez. Temiendo Jo peor. es decir. qt11!
cultura de la droga por varias razona. S11S comp1ñcros nunca le Jerry se hubiese ganado una condena de encierro por el.es.oc
criticaban ni k 1.105igaban, nunc1 se enfadaban con 8 , nunca to al tribun.al, qued~ agradablemente sorprendido cwindo me
tra11ba.n ele inducirle a hacer lo que no le gustaba, y casi sicmprr aclaró que, simplemente, habí1 contado al juez los hechos mi
como él los veía. .. yc¡uedjuczlehabía<ladola razón. Pa.-aJcny, c~ito en la obtención de lo que deseamos en todos Jos ('J.$0$.
mostnnc ascrti\'O a.nre el tribunal signi6cab1 simplemente in· J>;ar;i ser mts concretos, rcsuJta muy prob2ble que fraC;J.s'--mos.
rcrpret1r su p¡ipd. contar s.u vt:nión de los hechos y ser cscu- Ct1.l.t1Co rraremos de tmplet.r tknicas asem,-as sisren'l~ar1coas
ch1do, <re)~l'ln o no en sus ¡nlabru. La cx~nenci1 ck Jury •p.;trricular?nmte en in1trattiones fornu.Jes y comercialesJ p2r.1
anit d tnbunal es un bucn ejemplo de equilibrio entre un Mm- n~:ar de nut'\'O una csrru<i un a prioñ. Eso fut lo que ''"" ocu
pon.1mícnro Jscnivo r la debida contención. en circu1'l!to.ncits rrio. por ejemplo. 1 l•n alumno nuestro en un c:urso ~-1..-nrt.
en las que, legslmeme, una ~nona que posee el poder nec..t· que solicitó un adimramiento especial para aprender a dt.'\'O!·
rio pa.ra hllccrlo. podría, si quisier:\, ech:ar t perder nuesrro por· \·cr un neumático con un defecto en un c~ado. EícC1uJc.lo el
venir. .:t1rren:1mien10, el alumno en ct1csr1ón acudió a Ja cienda dc.,nUe
La se¡unda situación en que el comportamiento ascnivn re· hobfa comprado el ncum4tico, empicó con persisten ti• la técni·
suha ín•dccuado es tambíén ob,ia y de senrido común: cuan· <•del DISCO RAYADO poro que le devolvieran el dinero y lo
do nos encontramos físicamente a merced de otros pcrsonAs. t'1 nico que consiguió íuc que se burlaran de él. Cuando, a su re·
Durante una al~arada callejera, una mani(esración \'iolcnta, un ~re...;o, contó que su octitud \rerbal habfa rcsuJtado inútil. sus
Glnico, etc., de pO<O nos sirve mostrarnos ascrti\'OS, \\:laJtcr, es· <mnpañeros, llenos de curiosidad. le pidieron detalles de la in·
tudiantc de historia en u.na universidad locaJ, prcgun1ó qué ck· 1cracción. Perplejo• después de haberle escuchado. puesto que
bía h1ccDC en Ja s.irúac-ión siguiente: a la salida de clase una no· no ::1certaban a eneontrtr fallo aJguno en el comportamiento dei
che, al pasar a pie por una a.lle m.J iluminada, tropezó con un :alumno, uno de sus rompañeros le pregu.n1ó por q~ cr~í• él
grupo de cuatro hombrones de aspecto paiibul•rio. Uno de que d '·cndedor se había neg1do a devolverle el dinero. es· u
d1os, abriendo una ttlucicnte n•,-aja, le pidió• Waitcrun «prés· 1upefacc:ión general fue profunda cuando d alumno ro111cs1<;;
tam'"' de cinco dólare. Wa!ter me P"'guntó qué habria hecho .SOS¡>«hoque noquúo ~d dinero porque cuando ~
)'O en una siruación romo aquélla. Mi respue:ta fue: .:¿No n<'O..' d...-olví d neumótico h•bi• mdaoo ero a nlllrcm• mil kilt\rm··
Sita más que eso? ¡Puedo pres:arle ~te dólares'». Cuando no Iros». Averigüé rnú tarde que el muchacho h•bía trataclo de
tenemos o<ra opoón, nos convien~. cn nuestro propio interés, mostrane ascnivo con objeto de reconquistar su ~pao de sí
colaborar plenamente.con quien nos amenaza físicamente. \V/aJ. mÍ5Jr.O, dieciocho m~s dcspul!s de haber aceptado sin chi51ar
ter h1bfa confundido, en su espíritu -pero no en su rornportt· un n~um:ítico defectuoso. Le (cJjctté por su enorme dosis Je
miento, puesto que «prestó» !os cinco Jólares 1l atr1c1dor-. la chi11i.pa, pero no por su sentido común. Poca Jos le<tores no fa·
linea divisoria que separa d valor estúpido de 11 ascrtividad. miliaritados ~on esa expresión )·lddish, acJaré que eh11t:,.p(1 es
Cuando alguien nos amenaza con una pistolo o un cuchillo, de la caractcñstic11 primordial del hombre que asesina a su paJre y
poco nos vale repetír, a modo de DISCO RhYADO, •No quie· ~ su madre y después pide que el tribunal se mucsrrc bcné\'Olo
ro darle mi dinero• una y otra vez. con la CS)>t'r•nz.a de que d con tl teniendo e.n ruenta que e:s un pobre huérfano.
atracador desista de su propósito.
H1y t1mbi&, situaciones en las que por más •st.rtivuñcilte
perrittentcs que nos mostrem0$ tenemos las de perder; oo va.
mos a alcanur nuestro ob}e:rl\•o material. No exisce nin9ún COO·
íunto de t~icys que pueda gar2Jltizar un ciento por ciento de

120 121
.5
Conversación social asertiva y comunicación

Tanto en mi con¡ultorio psicotuapéutico general como en 1os


cunos ck ~' idad, he obKZVado qut lu ptrsonas son'°'"'
h!cs en la me<hda m que son aseni,-as. He obsc".. do ramb1m
que bs pertonas que se bcncfician ck los cursos de ascrti'1dad
siSte:nática sudeo requerir cie:na •>-uda pa.ra mejorar su «P•Ó·
dad social. La persona no as<rtiv1 tiene tip1C1mcnte cierr1S difi.
cultades para comuoicane con Jos demát en siru"'cioncs socia·
les. Es tímida. Los adul1os ck cstt clase, lo mismo que muchos
adolcscen1cs, se encuentran • menudo incapacitados' p•nt h•·
blar, presa de la ansiedad, y no encuentran palobras con Ja¡ que
exprcsorsc ni siquiero en un ambiente social apadble, dcspro·
visto de todo caníctcr amcnaudor. Esto observación me induce
a formular la siguiente pregunta: (Cuil es la importancia de la
conversación social.en relación con la salud y la felicidad, y qué
relación guarda con,nuestra ascrdvidad? La respuesta es scnci·
lla. pero tiene rc¡xrcusioncs para cada uno de nosotros en nucs·
tras impor1antcs -áu:lquc solo Jo sean en potencia- relacio·
nes con oir~s personas.
La comunicac:ión es J;.1 «C'oh1.» que: n'lan1icnc uniJias Hl.1~ ¡\Cr•
sonas mientras untt relación se dcsarroUa, y se fonalcce paí'.i ca·
na!izar el apoyo, cJ consejo. la producti,~da.d, el inttrés y lu Ja·
'isfacción de las dos part~. Piar1o1 que una. rcl11ci6n $0C.i.1l ~e
desarrolle, las dos panes deben tener por lo menos un graJo nií·
nirno de astrtividad en su trato muruo. Si no se tratan muti.l•·

•••
mente de manera asertiv·a. ya en su primer encuentro, su rda· he obsen ado quei en un ambiente sociali todos tendemos a fa·
1

ción puede tardar meses en desarrollarse, e:n el supues?o de que: ciHtar in/orffUJción gratuita acerca de nosotros mismos que no
llegue a hacerlo. Cuando una nueva relación vacila o fraoil', nos ha sido solicitada específicamente. Gran parte de esta infor-
particuJarmente una relación de carácter heterosexual. entre m.:tción graruira acerca de nosotros mismos guarda relació11 con
hombres y mujeres, lo más probable es que una de las dos par· nuestros intereses. nueStros deseos. nuestros prejuicios, lo que
res no haya comunicado asenivamenre a la Olra pa.ne qué clase nos hace felices, r lo que nos preocupa. y nuestro estilo de \'ida.
de persona es. cuáles son sus deseos, sus gustos, sus a\•ersiones, Si hablamos a otra persona empleando algo más que afirmacio·
sus intereses, lo que hace y lo que quisiera hacer. su maneta de nes. negaciones o gruñidos, sin duda le facilitaremos gran nú·
hacer las 'cosas. cte. La capacidad para hablar de nosotros mi<· n1ero de claves e indicaciones acerca de Jo que es imp()rtnnte
mos, de quiénes somos, de cómo ,.¡\·irnos, )' la capacidad para para nosotros en ese 1nomento determinado de nuestra r id<l.
que los demás no teman hablarnos de sf mismos de la misma
manera, son cécnicas sociales aserti\'áS. EJ comportamjcnro
asertivo, pues. es mucho más que exi~ir de los demás el respeto LIBRE l!"FORt-IACIÓN
de nuestros derechos o, co:no hé venido repiriendo .;on insis·
renc:Ua, impedir que los demás nos manipulen. En este ~tido P.-ira llegar a ser un «Comunicador>> asenivo en un ambiente SO·
social, ser asCrtivos c:onsiste en comunicar a otros quiénes so· cittl, d individuo debe dominar dos técnicas. En primer lugar.
mos, qué hacemos, qu~ deseamos. qué esperamos de la cicla. E.. debe ejercitarse en el arte de captar las claves que los demás no~
de esperar que nuestro·interlocutor sea también asertivo y que dan ><erca de sí mismos. El esrudio o examen de la INF.QR.\l.~.
podamos descubrir una base pare unas relacionel' fructuo;as y CIÓN LIBRE O GRATUITA que Jos demás nos ofrecen acerca
autónomas. Cosa igualmente importante, la asenividad social de sí mismos (información que 00 hemos solicitado ni comento·
nos pe.rmitc descubrir si no existen interes« mutuos, o muy Vo- do) cumple dos funciones en un ambiente social. La libre infor.
cos, y evitar así unas relaciones sin .¡;alida ni posibilidades para m<eión nos facilita algo de qué hablar, además del tiempo, y O\•i·
ninguna de las dos partes. ta esos penosos silencios en Jos que nos preguntamos: «¿Y
Si estamos desprovistos de estas técnicas sociales., nuestro ahora qué digo?». Además, cosa más imponantc toda\ría. cuan·
bloqueo en materi11 de com11nicación puede deberse a un hi$tO- do prestamo~ acención a la libre información que se nos da inci·
rial de frustración en el trato generaJ con los demás. Ese his.· tam<t$ ascnl\'a.mcntc a los demás a ha:blarnos de sí mismos y fes
t.oriaJ de frustración puede provocar una reacción de ansiedad Í;;icilitamos la tarea manifesta.ndo nuestro interés por cos~~ que
en nuestro interior en c:uaJqujer nueva sítuacjón socia1. Nuestra son importantes para ellos.
ansiedad condicionada por los fracasos pasados inhibe n\Jes-.
rra espontaneidad y nos impide habJor de nosotros mismos y de
escuchar rea.lm~nte lo que nuestro interlocutor nos revela de sí LA REVELACIÓN DE NOSOTROS t-.tlSf\fOS
mismo.
En el proceso c!e establecer un método de adiestramiento La segunda técnica que se debe dominar par3 Uegar a un:l CO·
p_ara enseñar a personas no asertivas a mosrrarse verbalmente a municación eficaz es la de la AUTORREVELACIÓN. Al reve-
láºalrura en C'UaJqujer relación social potenc!s1mente angustios1t, lar de manera asertiva información acerca de nosotros mismos

124 125
-cómo pcns:Jmos, sentimos}' reaccionamos ante la liOre mfor- Por ejemplo, podemos iniciar nucstn. pregunta coa un01 rC\·cla.·
mad6n recibid. de nuestro inredO<Utor- pwnít1tnos qu< b ción acerca de nosotros m1$mOS: -. Yo no he ,;,,.-ido nunca en
comunicoción socUI fluya o.~ ambAS dirttciooes. Sin bs r...,¡,. Sa."a Mónica. pero unos amigoo mios me htn dicho que es un
cioncs ta:rca c:k nosouos mismos, n;,iesu~ atención e in1erú l~ar esrupendo. ¿Cómo deadisre ine a vMr alli?». E.ta forma
por la libre información de los otros prcstorla un 1:>00 pomposo Je continuar la t:on\-enación se cnamin.J c:o r~d1d mis haet1
a 11 coowersación. y produciña la impresión de que <>ramos d<- d '""'ªde M.ary que hacia el tema de Santa Mónica. Otros e,cm·
scmpcñando el p2pcl de un inrerrogador o un fiscal. o, simple· plos de información graru1t• o libre pueden ser que Muy es ce·
tnente. escudriñando en la \<ida de 01ra persona sin com~nir r:lmi.sta. sigue un rur50 nocturno c:k mecanografía., tiene una ta·
con cUa ninguna de nuestras experiencias. tia de surf, es soltera, etc. Siguiendo la líneo de los intereses de
Ames de csrudiar el diálogo de osenividad social que repro- ~la~· pueden obtenerse más datos sobre cerámica, mccanogra·
ducimos más abajo, dediquemos unos instantes o examinar de fia. la practica del surí o el csrado de soltería. Al mismo ricmpo.
qué manera podemos díS1inguir la libre información de los res· eobe ioíormarsc acc:ca de cómo y por qué le interesan a Mary Ja
t1&n1C$ elementos de la conversación y cstl•dic:mos soancramcnte cerámica, la m-:canografia, el surf o man1enerse soltera. En cual·
en qué consisre la AUTORREVF.LACIÓN o confesión p<opia. qujera de IO$ dos casos, tanto si hacemos hincapié: en la ccrámi·
Si ace.ban de pres.cntarnos a alguien, en una reunión de SO· ca como si lo hacemos en la relación que une a Mary con lo ce·
eiedad (o mejor todavía, si nos hemos presenudo nosotros 1nis· rárnica, tenemos la posibilidad 1seniva de elegir cualquicn de
mos), podemos preQun..r a esta persona. por ejemplo: «<Vi''CS J... dos direcciones.
cerca de tquí, Mary?• .. Si Muy conresta ..N.,,., no nos hcbrá Pan completar nucscra mitad d~ la comunicación social n
dado la menor información acerca de si misma. En cambio, si necesario tam.bi&i dar inlo.rmadón acerca de no.sou-Os mismos
contesta: «No. V"M> en San.. Mónica. junto a la playa•, nos bs t Ja persona con la que nos re!Acion31'n05. Lo misma que en el
fdtldo dos duos que no le htbíamos pedido. Primero, qu< caso de Ja información que se nos da, podemos elegir entre ha·
vi\'e en Santt Mónica, y segundo, que muy probablemente le bltr de los tcmaJ que inrcresan a la otra persona o de nosotros
gusta la playa y la frecuenta. Tambiéfi'Cs posible que consip.mos mismos en rcl1ci6n con esos remu. La revelación de noso-
de ella ocras informaciones Ubres; que cst' ctsada, que tiene tres rros mismos según 11 última modalid•d puede adoptar una for-
hijos y doo perros y que se encuentra en la reunión esperando a ma muy sencilla, por ejemplo: .En realidad, entiendo muy poco
su moñdo. En todo .,;so, ¿qué se hace con los datos que se nos en cerámica. En tu caso, ¿tiene ru \'octción alguna explic1ci6n
facilitan? ¿Cómo podemos explotarlos para conseguir conocer o fue rcolmente como una inspiración?•, o bien: •Nunca he ha·
mejor o Mary )'que Mary nos conozca mejor a nosotros? Hay blado de cerámica con nadie. ¿Oc qué sc rn>ta, en realidad?•. o
dos m•neras de explotar Ja información gratis que se nos do.. En ;,icn: f!.Nunca he tenido tiempo para hacer cosas tan divcnidas.
el coso de Mary, por ejemplo. podemos presuntarle simplemen- ¿Cómo te las compones tú para tenerlo?•. Af rc\'dar informa·
te cómo es Sanca Mónica. Esca vía, cienamentc directa. induci· ción sobre ooso1ros mismos en respue$ts a las informacjones
ri a Mary a informam05 con abundtncia acerca de Santa Móni· que nuestro lntcrlocu1or nos ha dado, le inducimos a p«Ürnos
a. pero probablemente muy poco acerca de sl mismo. Con el mis información acerca de las cosas que nos interesan, de nuC$·
frn de facilitar el proceso de comunicación social tcncsnos la ero estilo de "ida y bu11 de n~troo problcmos.
posibilidad de preguntar a Mary qué opina de S.nta Mónica. Pana enscñtr a mis alumnos a idenri6ar la LJBRE INFOR-

116 11?
1\iACJÓN, a prestarle la debjda atención, y a ernple-.ar a su vcila día a la luna personalmente. He aquí la respuesta de la \•icjccita
AUTORREVELACIÓN. sudo emplear dos ejercicios prácticos en cuestión: «Si Dios quisiera que fuésemos a la luna, no nos h3·
que inventé en la primaven> de 1970 en el Sepuh·eda V. A. Hos· bría dado aparatos de televisión para verla desde aquí».
piral. El primer ejercicio consiste en ponerse de acuerdo con un El siguiente diálogo es una rriuestra de ejercicio de demos·
interlocutor arbitrario}' limitarse a practicar la técnica de pres· tr:1ción que suelo emplear en mis grupos de terapia asertiva.
tar atención a la informacjón que nos da. La persona que es(a ..\.unque su e-stilo y su.contenido se han preparado pensando en
aprendiendo a identificar la LIBRE JNFORMACI ÓN noofo:ce ~enle jo\'en que trata de concertar citas, fas técnicas par~ idenrj.
por su parte información alguna o revelaciones de ningunlí cla. ficar la INFORMACIÓN GRATUITA y corresponder a ella con
se acerca de sí misma. antes bien concreta todo su esfce1"10 en re;·cJaciones acerca de uno mismo se han empleado con el mis·
identificar y atender a la LIBRE INFORMACIÓN que su inter· mo éxito en situaciones sociales entre hombres y mujeres recién
locutor le ofrece. Cuando los dos alumnos ban practicado lo su- divorciados de todas las edades, en situaciones sociaJes en las
ficiente este ejercicio. invirtiendo alternativamente sus papeles, que las diferencias de sexo no contaban para nada, como el he-
se pasa al segundo ejercicio. En este, se da instrucciones ti t ho dc entrar en rclación con unos nue·vos \iecinos o de ser pre·
alumno en el sentido de que, por cad11 dato que su inter1ocu1or sentados a otras personas en una fiesta, así como en nUC\' 3S reia·
le dé, debe revelarle• su vez algo de sí mismo. Cuando los dos clon.?s sociales entre hombres o entre mujeres.
interlocut('lres han practicado a fondo la técnica de devolver in·
formación por infóNnación y al mismo tjempo incitar al o:ro a
dar más, se Jes pennite participar en el proceso simultáneaJl"C.l· D1ÁLOG03 ..
te. En esta última fase. si se observa la conversación parece una
discusión muy animada e inreresa.nte, >' nada hace sospechar Pete y ]eon
que se trate de un diálogo estereotipado o que los dos interlo- prtSt'r.J.Jn las tél'1tÍCtJS
cutores esrén empleando unas ré<:nicas aprendidas. dt conversoci6n social de
Cuando enseño a mis aJumnos áComunicarse asertivamenlt ISFOR.\1ACJÓN CRATUJTA y
entre sí en situaciones social~. inva.riablemente hay alguit.n que REVELACIÓN DE UNO MISMO
formula una obsen·a~ción como la siguiente; «Yo creo que el in·
tcrcambio en'tre persor.as o seres humanos es algo que no se Eo este diálogo, Pete y Jean presentan un modelo de reacción
puede crear anifi.cialmente. O existe o no existe. Ejercjtarse c:o ante una JNFORMAOÓN GRATUITA, para un grupo de alum.
hablar a otni persona de manera sistemática es algo falso y me· nos de la Sacrcd Hean Academy and Cal. Tech. en una serie de
cánico». Por mi parte suelo evitar la prolongada y tediosa clis· cnn;critros celebrados los fines de semana en Ja Universidad
cusión de) problema en que se corre el riesgo de cnzarzar"...C a de California, en Santa Barbara. El diálogo se cenua en los pro·
partir de un prejuicio Wl manifiesto. Lo que hago, gcncrahn~n­ blem•s de conversación social con que cropicz.an fos jóvenCs de
te, es poner de relieve la similitud de este punto de vista con la ambos sexos cuando salen juntos. ..
observación de aquella viejecita a. quien, después de haber visto
por la televisión cómo Neil Armstrong daba su paso gigantcs<o Escenario del diálogo: Pete va a buscar a Jcan a su casa para
para Ja humanidad, un periodista preguntó si le gustaría ir ¡ajgún s.alir con ella por primera vez.

128 129
tica asertiva sistemática consiste en presentar una persona c;ue coosesuir u.na y otra vei evi[ar esra ansiedad. no mirar~' nu~strc.\
esté segura de sí misma, versada en el tr~to con otras pcrso.,es interlocutor a los ojos se convie-n e en un hóbico.
en conflicto, y lle.na de confianza. Nueslro impacto en los demás Siendo como es una reacción pr0\1otada por la -:insic-<lac.I. ~1
perderá probablemente toda eficacia s.i al mismo tiempo mos. 1~t~miento de la falta de contacto visual es muy senC"illo. En
tramos indicios observables de •nsied•d. Todos conocemos per· ronjur.ción con los ejercicios de converS:\CÍÓn soc-i:ll r i1:l<lt-.!>.
sonas que dicen una cosa, pero cuyo cuerpo dice otra. Aunq1Jc err.pjeo eJ siguiente ejercicio de descnsibilización fóbica para
nuestros interlocutores acaso no sepan señalar Con precisión l?s ayudar a nús alumnos a eliminar la ansiedad en los contacl(ls l'i·
indicios que les revelan nuestra ansiedad, no por ello dejarán de .sua!cs..éSte ejercicio se llev:i siempre a cabo por parejas~ Jos <los
interpretados correccamenre. El índice más obvio de nuestro alumr.os se sientan 1proximadamen1e a la distancia de un metro
ncnriosismo en d trato con otra persona es la ausencia del con· -l' medio, frente a frente. Entonces les digo: «Quiero que uno
tacto direeto con la mirada, de ojos a ojos. Cuando nansmi<imos solo de ustedes dos mire con1inuan1en1e a los ojos del ocro y vea
un mensaje \ erbal positÍ\'O a una persona pero al mismO riempo
1 si puede decir adónde mira este. Si le mira a usted ;l los pjes,
nos mostrarnos OCí\~osos, esa persona prestará más atcnció11 a prol>ablemente lo ad\•ertirá usted perfectamente. Si csi~ 1teiran·
nuestro nerviosismo que a lo que podamos decirle. Nuestra.i do en dirección '1 un círculo imaginario de ur'Jos ve.inticinc(• eco·
posibilidades de comunicarle lo que nos proponíamos dismi· timeti;-os de radio a] rededor de su n~riz de us.ted. usted \.'Cr~ qt1c
nuir:in poi: cu.ante la ~siedad, por lo menos en nuestra civiliza· sus o}os: cambian de posiCión pero no pod.rá decir adóndt mir::i
ción occidental, se considera un comportamiento anormal "el exactamente. Ahora quiero que uno de los dos mire la nariz de]
modelo que emplearnos' en nuestro trato con un compona. oiro, su bsrbilla, su cuello, su nuez de Adán, el cuel)o de su ca·
miento anormal es el que nos siJVe para enfrentamos con una misa, la pane alia del pecho, por este orden. Vsmos a ver aho-
petsona in1oxicada. es decir, con un borracho. La mayotía de r:l. cuándo el ouo se da cuenta de que su interlocutor 110 está
las personas Je seguirán la corriente a 1~ persona que se compcr· mirándole a los ojos. (Los alumnos siguen las insrrucciones. l
te dando signos de anormalidad. Per~los CQmpromisos formu- ¿Alguno de us1edes puede decir exaetamcnte cuándo su inter-
lados generalmente no llegarán a cumplirse r se emplearán tan locutor no esiaba mir:ándole a los ojos -no cuándo estaba mo·
solo para desbacer:se cuanto antes de Ja persona ansiosa. viendo los ojos-, sino cuándo sus ojos permanecían inmóviles?
La ausencia de confacto direcro cntte ojos y ojos, el más co- ¿Cuál era su grado de ansiedad cuando le miraba usted a los
mún de los indicios de ansiedad, es una reacción de huida ad- ojos? Empleen un "tetmómctro del miedo"' graduado de] cero
quirida, es decir, aprendida. Aprendemos a evitar el contoc:o al cie!I. Cero significa que esián ustedes tan relajados que'"ªº a
visual, la mirada, sin damos cuema de ello. En el pasado, cuan· quedarse dormidos, y cic-n quiere decir que están a punt~ de
do hemos establecido contacto visual en un oonB.icco y no he· pulsar el bocón del pánico. Recuerden su grado de ansiedad )'
mos sabido estar a la altura en ese: conflicto. la otra pecsons n0$ compárenlo con lo que sentirán una vez terminado todo el ejcr·
ha. puesto nerviosos. Sin damos cuenta, para reducir esta ansie- cicio. Ahora quiero que los dos dirijan sus ojos hacia donde yo
dad •dquirimos una respuesta condicionada de huida; desvia· )es indique. Voy a ordenarles que centren su mirad-a en su in ter.
mos la mirada de lt persona que nos inspira esta ansiedad, y nos locutor, desde las pumas de los pies hasta la nariz. y que P"'""
sentimos mejor, al menos por el momento. Sí no miramos a_,_ de diez 'ª treinta segundos mif"..tndo las diferentes panes <le
nuestro intetlocu1or, no nos sentimos tan ansiosos. A fuerza de· su cuerpo. ¿Preparados? Pie derecho - pie i1quierdo . mdilla

134 135
derecha • 1obillo izquierdo · rodilla derecha · ornbügo . rodilla 6
izquierda • panionilla derecha • muslo izquierdo . ombligo.
codo dcrcc:bo · pecho · hombro izquierdo . ombligo • cuello de La reacción asertiva frente al gran manipulador:
la camisa • codo izquierdo · hombro derecho · cuello • hombzo las criticas
ízquierdo • pane alta de la caheu · oreja izquierda . mentóo .
oreja der<du · nacimiento de los cabdlos . oreja tzquicrda . i..
bios • oreja derecha • frente · mejilla izquierda . oreja derecha .
nari1 • ceja derecha · puente de Ja nariz • ojo ízquicrdo • nariz .
ojo derecho · ojo izquierdo· nari1. frente. ojo derecho . oía¡,.
quicrdo ·los t;los ojos · quédense así un minuto•.
Aconsejo a mis alumnos que practiquen este ejercicio por su
cuenta con sus amigos, su mujer o quienquiera que cst~ dis· Cuando nos afirmomo1 sistemáticamente empleando las 1écni·
puesto a perder un ra10 ron ellos unas tres \'CCts por semona du· <•• verbales que he b•ulizado con los nombres de el BANCO
rante lres semenas. En clase, sin embargo, inmediatamente des· DE NIEBLA, la ASERCIÓN l'EGAT!VA 1• la INTERROGA·
pués de este ejercicio, b•go que las r.iism11s parejas de slumn05 CIÓN N.EGATIVA, se consiguen dos ,...;iudos principales.
practiquen el contacto ojos..con·ojos al mismo tiempo que rcpi· Primero y principal -en rc11dón con el objetivo terapéutico de
1cn la ú.lúma parte cid ejercicio de COD'-crsación social. Lamo· Ocgar a ser ser« humanos completos, plenamcnie eficaces-, la
)'Oria de las personas <n\'UCfJtran clif!cil mirar a una pctSO!ll 1 le» prictict de estas tknicas puede rt<lucir al mínimo nuestra úpi-
ojos al mismo tiempo que contC$tan a una picgunu o fonnulu ca rcspucsu emocional neptiva ante w cñticas, sean. reales o
una d«larsción \OClbaL Les resulto dificil ~entnne. En ... imllginarias, fonnuladu par nosotros misnos o por orros. Esu
toe cuos, les sugiero que sigan =inndo •u mira.Ja en d inte- modificación interior en nuestra reacción y nuestra aairud
rior del dtculo de venticinco =tlme:ros aJttdcdor de la DatU emocionales se comi¡ue coa la práctica rqietida de cstu tá:·
del interlocutor, pero minndo una.oreja, por ejemplo. La ma. Dicu; es un bcc:bo obsczvado clíoicamente y no un supuesto
)'Orla ele los alut11D05 consideran que mirar unaortja mientras1< ceóñco. 4
contesta una pregunta produce menos ansiedad y menos confu. cPor qué la pr,ctica de esus t&:nicu ascrti\'as produce CStt
si6n en sus pcnsa.mjchtos. resultado bcnéEico? La respucst1 a esta pregunta poclria consti·
1uir el tema de otro Ubro entero sobre la teoría de la psicofisio-
k>gía, las modificaciones cmocionaJa o dd componamienio y
la te:apia behoviorúta. Dejando de lado el •por qué>o, el hecho
es que esce proceso interior obra e1 efecto de hacer que nos sin·
tamos menos en guerra con noso1ros mismos y de que. por
ende, seamos capaces de aceptar más tranquilamente t.anto los
asp<ctoS negativos como los asptttos pos.ici\•os de nuesrr1
p<CSOD.Jídad. En segundo lugar, el uso rqietido del BANCO
DE NIEBLA, la ASERCIÓN NEGATIVA y la INTERROGA·

t)7
CIÓN NEGATIVA cona de golpe los cordones cmoc10J1alcs car por.! simple proecdi.mien10 de imponer nuescra propia es·
adquiridos que haáan de nosocros \·crdadcras marionetas, <SOi trucrura arbirrari1 aplicándola a la rdacióo que dete.rmina cuí·
cordones que nos hacen re:accionar au1omáricamcn1c. tal vczia- les son lu reglas del bien y dd mal, cómo ..d<bcnam• $Cr real·
dusocon pinico, fttnte a las cñtiC2$ de los dcmú; esta &1Ui!<l.d m<1\te 1.$ cosas. Cada uno de nosotros pude imponer e ir:>pone
adquirida, aprendido, su.citada por i.. cñticas que hacen P<'Si- <n la realidad su estru<tura manipulativa a los dcrnás, y la m•·
blc qu•"' nos obligue, mediante la manipulación, a defender lo )'tiria de nosotros hemos sido ~cctamente adiestrad°' pira
que qucranos hacer en lugar de haecrlo. aceptar automáticamente la estructura impuesta por otn pcrso-
Hallándome en el Sepulvcda V. A. Hospital, en 11 primaV<· nt )'hasta para creer sinceramente en esa estruetunt. Una espo-
ra de 1970, me cnfro11é con el problema de mseñar una técnia !i3 no :iseniva puede at11car crftic:ammte un componarniento
que un marido o una esposa, por ejemplo, pudieran emplear que le dis¡¡ust• diciendo• su marido: «No has hecho más que
para reaccionar frente a las críticas de un eónyugc no asertivo y •ndar divi11iéndo1e con el roche todo d fin de semana». La es·
cal vez insis1ente. Obscl'\:é que, casi s!n excepción, lt ptrsona 1ruct ura arbitraria que csti tratando de imponer a la relación
objeto de crítica se compona defensivamente y nicg1 la critica matrimonial y al romportamiento de su marido consiste en su-
Es11 crfúca manipulativa se produce, ante iodo. porque a b ~(rir que en cieno modo est6 mal h~ho pasarsi: el fin de serna·
03posa quisquíllosa, por ejrmplo. se le enseñó que sus Gcs<lll na di.(1rayéndosc con chapuzas. Esta estructura arbitraria de
deben ser justificados, deben ser razonables, deben poder •de- bitn y 1nol en rca]jdad no tiene nada que \'Cr con si a e/'41<. gus·
fenderse ante un tribuna!. o induso en d seno de una i~lcsia. toonoquc su marido se discraigl todod fin de 5Cmana a sU mt·
Como nos ocurre a todos los que hemos sido 1diestrados psico- nen, en lugar de h1cc.r Otra cosa con ella. El hecho de 9ue la CS·
lógiC1mente p1r1 muiiencmos ce línea, esa esposo pasa gnndo J>OS> desee hacer Otra coso no es manipulativo. Pero defend<r
apuroo para dar raones lógicas y sólidas con las que ocjustiliw. =de.seos aitic:aAdo el componamicnto de su marido.; es una
lo que deseo en la vida. Como a la m1yorfa de noaotr'O<, se le bJ t<titud manipulativa, producida por su prop;,. &Ju de a$Cni·
mráiado que ha de tener una razón ptr1 querer lo que quim. 1'Ídod. La esposa en cucstí6n no puede justiñeu sus propioo d<-
Si"' marido hace algo que la imp,U!e realizar sus deseos, <Oll>O "'°'de ir• ver• unos ami¡¡oo y de salir de casa. Si .! marido aJi.
por ejemplo limitarse a haraganea; p<>r la cosa en lupr de solir 1 clonado a lu chapuzas al que se critica por su afición 2cepta
visitar a unos amigos, la esposa no cuenta con ningún tC\.'"'Uno auromáticamcnte la estructu11. arbitraria de su esposa, según la
asertivo paro oponerse• esre componamiento y solo puede¡,,,. cual está «mal» que se distraiga así, debe también aceptar auto~
poner• su marido su propia estructura no asc"i"ª· arbitraria v máticamcntc como cicna cualquier crítjca contra cualquier dcs-
manipulativa, y t:riticaÑ porque 110 se aju1ta a tta 4Jlructura. ~ ,;ació11 de su c:omponamicnto rc-spccto a Ja misma estr\JCtU·
su marido quiere dedicarse a repasar el motor de su coche, por ra impuesta por su mujer. Debe aceptar también, además, que
ejemplo, debe tener Lna ruón para ..justifican. e11e deseo; delo las c.riricas de su esposa son penincntcs; él está en un error y
controrio, .,,.,.. en falta y merecerá Ju criticas de su e•I""•· La •dcb~ enmendarse con arreglo a las críticas de su esposa.
critica manipulati\oa se produce con gran frecuencia en cJ 1ra10 Como il la mayor(a de nosotros se nos hai enseñado a senrirnos
'con los dcmós por la scocilla razón de que, como so!r. decir mi ans..io50s, nerviosos o culpables c-uando cometemos errores (los
tbucla, siempre cabe cn<:ontrar algún dcf=o en los dcroú, si crrores son algo •malo•), la persona objeto de critica, en este
uno "' empcñt. Podemos cnconmor f9c:ilmcnte coses que critj. caso.! marido no asertivo, tr1tará con tocls probabilidad de ne·

IJ9
gar, mediante la lóg¡ca.11 1rgumrntacióo o incluso contracñti. nos hemos componado.urW.. («en rodod fin de semana no h...
cando d comportamiento cotidiano de su mujer, t. ~rdad (to- hedio más que dh~nine con d coc:hoo); al no kntimos tan an·
talmente irrelevante) de 11 critica manipulativa. Por eju.plot SÍ0$05 frente a b crhica. no debemos rca<Oonar en absoluto
c¡No es verdad que hay1 pasado todo el fin de seman• tr•hl· tnte las 5ugerencias o indirea.as sobre un .c:mal componamien·
jando en el coche! Ayer, durante el a.lmueczo, ni siquiera me to• y nos basta con ocupamos de las verd1des que nos dicen los
1cordaba de que existiera. Y est1 tarde he hecho un• siesta de demás acerco de nuestra conducta. («Es verdad , estuve traba·
mAs de una hora. Ademh. ¡quiál habla! Lo único que u bes h1. jando muchas horas en el coche.»)
cer cuando yo no estoy es quedane minindo esas bobadas rlc li J. f.I comportarnicnro adecuado nos enseñar4 a sentimos
televisión codo el cll11». Este ripo de reacción estilo «Íoc1 an:1cs. cómodos cuar.do una verdad acerca de nuesira conducta es in·
trada» frente a la crítica no ascnr... susára in\·ariablcmcntc nue- terprctacb 1bicnamente como un mal componamlento dentro
vas criticu, con lo que se produce un ciclo de críticas·neaac:ióD de la forma arbitraria en que la otra pcrson1 estructura su exis-
de errores·más criticu. A medida que el ciclo va aseendicndoco tencia (esd mal hecho trobajor tmw boros en el coche durante
intcnsicbd, uno de los dos interlocutores acaba por enfurccenc d fio de semana); al no SC11timos tan ansiosos frente 1 b critica.
y pegar alotroomarcharsc, o !oque es mis triste y sin duda mu• no tCtloCmos por qué aceptar automáLicamc:ntc Ja csuuctura
cho peor, ambas c:ow •a vez. «moraL. arbitrarta de la otra persona y podemos, en cambio,
En una situación de esta clase. para que la relación resulte poner en td1 de juido esa estructura e inquirir quE hay de malo
menos desu:\\ctiva 'para las dos panes se requiere algú.n otro cs. en nuestro comportamiento («No comprendo, ¿qué hay de
tilo de reacción aparte-de lo actitud defensiva y Ja negación del malo en pasarse horas arreglando d coche?•); de cst• manera se
error, ya sea este real, imaginario o sugerido. Un tipo de com- pooe 6n al empleo de la estructuro manipulativa y se obliga a la
pommjento que constituya una reacción eficaz, ascnlva y no o<ra persona • dcct.ru qué es lo que desea: •Bueno, yo quiero
manipulativa frcnce 1 la cntica comprenderá los sí¡uicntes e¡,,. que salgamos 1 visitar a los arni¡¡os en lugar de quedsmos en
portantes dementoo; W1 todo d fin de scm1n1>.
4. El cocnporwniento •decuado nos enscñari 1 diuinguir
l. El comporu.mic:nto adecuado nos cosciiará • clistinp cnue 1) las verdades que los demás nos dicen aceta de nues.
entre: a) las vcrdadq que los clc:mís nos dicen ac:<:rca de nuestt1 <ros cuorca y nuestras falw (olvidamos cerrar de nuevo el tubo
conduc:ui (que siempre andamos haciendo chapuzas en el ..,. del da1tlfrico), b) 1t calificación moral ubitrari1 que los demás
che), y b) la eúqucta arbitraria de bondad o de mald.ad que los pueden incorpor11r a las verdades acerca de nuestros errores v
demás pueden pegar a las verdades a~rca de: nuestro compot· nuestr1s f1hu (está •mal» olvidarse de cerrar el tubo del demf·
tamienio, sobreentendiendo o sugiriendo que obramos. t(ma!• frico).
aun sin decirlo •bicrtameme (que está .mal• distraerse mucho). 5. EJ comporutniento adecuado nos enseñará 1 sentimos
2. El componamiento adtcuado nos enseñar' a sentí~ cómodos pese • nuestros errores, y aunque los errores y los de·
cómodos cuando se nos dice uno verdad acuca de nuestra-. ftaos y lts faltas sob ineficaces, entrañora un derroche, son ge·
ductt de manera aília y 11 Otra persona no exp0ne 11..ien> nenlmaite -pero no siempre- improductivos y estúpidos y
mcue b alicbd de «bondad o maldad>. de nuestro compon. sude •-.ler b pena corrq¡i= de dios; en rulidad, sin embargo,
mienro y se limiu i. cbr a entender, por su tono de crititt, que no tienen nada que ver con el bien y el mal, es decir. «Si, es ver.

141
dad, es estúpido* por mi panc \'olvcr a dtjar d dcntffriro m bl• sin que ello le afecte. lnC\i1ablcmcme, aabamos por rcnun·
CCITll». ciar• mnar de alrerar la pcnincnte, indcpcodicntc y rio manípu·
bb!e rúcbla, y la dejamos en paz. Oc manera parttida. cuand<- le
L.. técnicas de reacción ucrti\--a verbal StStcmática -d nos ha"" objcro de criticas podcnio. r<accionar ascni'-amcnic
BANCO DE NlEBLA,lail'\TERROGACIÓN NEGATIVA y~ abs1crúmdonos de olttttr resisrcncit o superficies psicológicas
ASERCIÓN NEGATIVA- que he cccado como resultado el< duras a las decJan<ioncs crfticas q~ orros nos 2rrojan.
mi experiencia en el ane de ayudar a las personas o cnfrct.lin< He <mplcado 01m denominaciones tales como CONVENIR
con las criticas negarivu suscitadas por 11 manen -nuesm o CON LA VERDAD, CONVENIR EN PRINCIPIO oCONVE.
de los demás- de estrucrurar una relación, conticncr1, coltcó· NIR EN LA POSIBILIDAD para descn'bircsta r~mica aseni"a
vamcntt, todos los elementos positivos descriios en los cin<0 cuando se- la cmplclil en situac-iones cotidianas paN reaccionar
p:1rrafos anteriores. Pasemos ahora a txaminnr, una por l.},nli, n· frent~ a las declaraciones lógicas manipulati\•as, o las que tratan
ras disrinias tknicas verbales, empezando por un estudio por. de susciiar scnrimicnto• de ira. de c11lpa o de ansiedad. Pero d
mcnoriudo dd BANCO DE NIEBLA. t<'rmino original del BANCO DE NIEBLA, pese a su carácter
de •icrga», parece haber hecho fortuna, puesto que mis colegas.
mis alumnos (y aun yo mismo) seguimos empleándolo pese o
BANCO DE NIE&Lll que resulta una descripción inadecuada de las muchas maneras
ca las que podemos afirmamos "crbalmcnte empleando es••
Cuando cnsciio a mis alumnos a cnlrcnranc 1 las afticas mm. 1émia en diferentes situadoncs. .
pulativa de out pcnonas, les doy ins<ruccioocs ~ 110 oq¡u Uamémosla de una manera o de otra, lo cie:rto ~ qu~ n0$
rú.npu aítia (negad.a es hacerle d juego) y de no <0n1ra1111as cabe empicar esta poderoso t<aúa vd.a.J asctrivt de las si-
con ouu (t{ci(2s por su pane. En d Scpulwda V. A. Hospital, guientes maneras:
al dar oáginalmcnte • Jo. pacientesW' pun10 de pamela pozo d
1prcndiujc clcl arte de reaccionar frente• lts criticas de csu Jl Podernos reconocer <v4/;¡ui<r vmúd contenida en las de-
mlllCNI difemire, les indicaba que podían 1ccleru esre aprct1· duacioncs que los dcm6s ernpleon par2 criticarnos (CONVE·
dizajc reaccionando frente a la critico manipulativa como~ NI!\ CON LA VERDAD). Por eji:mplo, si una madreexccsiva-
hubiesen sido un «BANCO DE NIEBLA._ Un BANCO DE mence protectora sigue ejerciendo una sc,·cra vigilancia ,sobre
NIEBLA es algo muy notable en cie•~os .upcaos. Es muy pcn;.. una hija suya que ya no vive en d hogar, eSta puede responder a
tente. No podemos ver con claridad a través de~. No ofr°"" rt· las criticas de su madre que sugieren o presumen una mala con·
si.s1cnciJ a nucs1ra penetración. No co:itraataca. No úcne super· ducta median1e el BANCO DE NIEBLA ascnivo, como lo hizo
facies dunu, capaces de devolvemos. de rechazo, le piedras que Sally, una de mis pacientes:
le arrojemos, yno podemos, por consiguicnre, voh~rl.., o rcc"itr
y arrojarlas de nUC\'O. Podemos lanzar un objeto a través de ru.. MADRE: Anoche volviue muy <arde a tu c;tsa, Sally. Te llamé
a Lis doce y media y aún no estabas.
•o....
......... palibiidadcs; - - impn>ductho. propio de ... da10..l>lclo< S.U...r. Es vercl.d, maml, anoche volv! a casa tarde.

142 143
2) Podemos reconocer la ¡>osibilidad dt lo verdad de lamen- Como primer ejercicio práctico para aprender la. r~cnica
te: «Puede que tenga usred razó11», suele acompañar (CONVE· asertiva dd BANCO DE NIEBLA. formo parejas con mis alum-
NIR EN LA POSIBILIDAD). En d caso de Sally y su madre, si nos, en cada una de la.s cuales uno in1erprcta el papel del que
csia la criticara acusándola abienamente de obrar mal, Sally po· lnn1.a la niebla y el 01ro el dd «malo o6cial», del criticón. El
dría responder con un BANCO DE NIEBLA asertivo. qudanza d BANCO DE NIEBLA tiene que convenir con 1odas
las r.ríticas que se le dirigen, aceptando la \•crdad, reco nocién-
M....oaa: Sally) si pierdes tantas horas de sueño acabarás por dola en principio o admitiendo su posibilidad. EJ «malo». por
cnfe-rmar otra vez. . s.u pane1 debe empe23r Su$ críticas con comentarios negativos
SALLY: Es posible, mamá. (0 bien: Puede que tengas r 026n. ;1cerc~ de la manera de vesrir del Otro y de su actitud, y ~'uede
O: Ti.enes ratón, mamá. Si no saliera t:?nto de noche, dormiría Ueg-ar hasta reprocharle su conducta moral, probablemente sus
más.) h:íbicos sexuales o cualquier otni cosa que se le ocurra. Un.a vez
que h~n invertido sus papeles y ha tcrminéldo el ejercicio paso
3i Podemos reconocer la wracidad general de lasdedaracio- revista a las disrintas parejas. una después de otra, y trato dCbo·
nes lógicos que la gente emplea para manípuhmos (CONVE~'.IR rrar la distinción entre el «ejercicio docente» v la critica re11lista.
EN PRINCIPIO). En el caso de I> madredeSally, sí insistiera en Lo hago así con el fin de ~ilar que la posibÍe reducción de su
tratar deimponersus.normasdevida asu lllja, Sallypodríaseguir respuesta ansiosa ante: las críticas se limite a la siruación ficticia
afirmándose median1e el·BANCO DE NIEBLA verbal. del ejercicio en clase. Sin informarles de mi propósi10, obUgo a
los alumnos a repetir rápidamente: un cono fragmento'del ejer·
MADRE: Sally, sabes muy bien cuán imponante es tener º"en cicio1 e intercalo con la mayor seriedad comentarios ofc:nsi\fOS e
aspecto para una chica que desea conocer a un buen chico y ca- injustos como por ejemplo: «Podrías hacerlo mejor; no has es·
sarse con él. Si sigues saliendo ha.s1a tan 1ardc por las noches.y tado muy bien; aprendes muy despacio; 1u compañero lo hace
noduermes bastante, acabarás por tC?CI muy maJ aspecto. YsU- mejor que tú; tal vez_ necesitarÍ83 un análisis profundo de 1u per·
pongo que no te gustará, ¿verdad? · sonalidad en lugar de una clase comocsla», y asl por el es1ilo. En
SAU..Y: Tienes razón, mamá. Lo que dices no es ninguna too· lo.s ca.sos en que el alumno ha progresado ~'ª lo bastante como
tería, de modo que cu.ando comprenda que me conviene, me para $eT capaz de seguir respondiendo sistemáticamente: ~<Po e·
acostaré temprano. de que tenga usted razón>>, suele acompañar su respuesta con
una sonrisa reprimida o por lo menos un brillo jocoso en los
En los ejemplos de BANCO DE NIEBLA asenivo que aca- ojos. En tales casos, también a ml me resulta difícit reprimir una
bamos de dar, esla lllja, evid.ntemen1e muy popular, agregó sonora carcajada. Muchas veces, mi autodominio es inferior al
declaraciones propiu acerca de su iniención de permanecer de mis alumnos, y en consecuencia lo que empieza para ellos
independiente de su madre, como por ejemplo: • ... pero yo en como un ejercicio más o menos angustioso se conviene en una
tu lugar no me quedada levantada hasta 1an tarde sufriendo experiencia sumamcn1c divertida. ¡Qué paradoja! ¡Divertirse
por llÚ». O bien:«... pero a mí esto no me prcocupllt. O bien: escuchando cómo alguien nos critica! Con CSle método se
«... pero preveo que csia temporada voy a seguir acos1ándomc aprende can rápic:lamen1e que a veces modifico d ejercicio y for-
muy larde, con la cancid id de chicos que quieren salir conmigo». mo grupos de cuairo personas en lugar de parejas: d que levan-.

144 145
11 el BANCO DE NIEBLA, el crítico y dos obsu"adores. En la At..UNNO: Tienes ra46n. Tengo un mont6n de i'nsu/ia'enaos
primera pane de la sesión, los obsen>adores ayud•n a.l del BAN· (BANCO DE NIEBLA.)
CO DE NIEBLA. En Ja segunda pene, tienen que ayudar al crí· CafTJCO: ilnsuficienciut ¿Eso les llamas? Yo diría que se
tico a in"·cnrar nuevas y demoledoras observaciones molestas u·1tt 1nís bien de verdaderos abismos de ignorancia.
contra d primero. Tres crllicos frente a una sola persona asc:rti- AwMNo: Quhii lrn¡,.1 r11:i6n. Podri4 rltcr:ion•rmt en mt'·
''* no C$ Ornamente tata fkil ... ¡pus los crftícos! chos IIpt<tos. [BANCO DE NIEBLA.)
C.Crico: Dudo de que seas capaz de hoccr bien cu tr.b•jo si
ni siquiera sabes ,,estir como se debe.
DIÁLOOO 4 ALUt-iNO: Es verdad. Tambit1: en"'¡ trabajo podría per/M:io·
r.armt mMcho. [BANCO DE NIEBLA.)
Un tjtretn'o práetito IJ'lr'1 principiantes . Cd11co: Y sin cmbu¡o, probablemente coda fin de mes pa·
sobrt ti tmpltodel BA/\CO DE ~IEBLA/rcntta /41 critica sas por caja y le rol!as tu suddo a tu pobre jefe sm sentir el me·
nor mnordimiento.
E'°enariodel diálogo: dos alumnos están practicando el empleo 1\WMNO: Es verdad. /\1o sr·ento ti menor rtmordim;enlo. tn
del BANCO DE NIEBLA en una clase. Las crítkas y ias res •bsolMto. (BANCO DF. NIEBLA.)
puestos cipo BANCO DE NIEBLA se han degido entre los ejer- C-.CT1co: ¡Qué cosas dices! ¡Puc:s deberlas sentir remordí·
cicios prácticos de ;.·irios alumnos. micntos!
Aww?<o'O: Sq.uromtnr~ tit'na rn6n, dd1nfa se1t1r.1,1n pocodt
Clfnco: V<:t> que s~es vistiendo descuidadamente, como o-rr¡iitnu. [BANCO DE NIEBLA.)
de costumbre. C.Crsco: Probablemente no sabes ni administrai el suddo
ALUMNO: Es verd4d. Sigo vistiendo como de costumbre. que estafas a. otros, a otros que trabaj1.n duramente, y que no
[BANCO DE NIEBLA.) son haraganes corno tia.
c..rrsco: ¡Vaya pantalones! Paréécque los hayas sac•do dd ALUMNO: Probabltmtnlt ts verd4J qut p0Jrf1111áminis1ror-
saco del tropero y te los hayas puesto sin ni siquiera planchar!<JS. "" mt¡tJr J' tamhi•n qMt soy mu¡ b1ra¡in. [BA"ICO DE NIE·
Al.uMNO: Est4n ""poco •m1tpdi/los. ellfflÍlza? IBAN CO DE BLA.)
NIEBLA.) • Clfnco: Si fueses mís u.to y tu\'Íeses un poco de sensibili·
c..1T1co: Eso de arrugadillos es casi un piropo, en realidad. dad moral, podrías ptdir 1 otra pe™>na que <e comprar• ropa
Lo que están es horrible.a. mejor para que no andes por ahí como un pordiosero.
ALU~tNO: Prob"bk"11nte tienes ra%Ó11 . Rtal"1enre, e1tin ALU.,1NO: Es verdatl podría µdir a algule11 que 1ne co111p11Jra
como p4r1 tirarlos. [BANCO DE NIEBLA.) 10p. m•Jor, y S:n dud• poárla ur más lütodt loqut scy. [BANCO
Colnco: ¡Y esta amisat ¡Qué mal gw<o tienes, hijo! DE NIEBLA.)
Al.u....o: Prohtl.bkm""te lltntf r~6". Elbut11 t11<1oen m41ni4 Clfnco: Se te 0011 que te pones nervioso ruando 1edigo co-
dt otMtndo non uno k "'" pMntos/umn. [BANCO DE NIEBLA.) sas que no te gustan.
Cafrico: La persona capaz de vestir a.si no puede 1enes mu· ALUMNO: S4 estoy"''""' dt que s• mt nota. [BANCO DE
chos punios fucnes en nada. NIE&LA.J

147
CRí1'1co: Pues no tienes motivo p11.r11 ponene nervioso. Bien ALUMNO: ¿ Verdad? [BANCO DE NIEBLA.)
sabes que soy cu ami8º· (P.ínco: Y parece que lo lleves tan sucio como eUos.
ALUMNO: Es verdad, no debería ponerme tan nervioso. [SAN. ALUMNO: Tlentt razón. Podría llevarlo "'1,cho más li111pio.
CO DE NIEBLA.) [BANCO DE NIEBLA.)
CRfr1co: Probablemente, soy la única persona en el mundo CRír1co: Seguramente te gustaría vivir como ellos s-in tener
1

capaz de decirte esas verdades. que lavarse nunca y revolcándose en el sexo.


Ar.üMNO: ¡Qui dud4 eaht! ¡Qué dud4 cabe 1 (BANCO DE ALUM><O: Quitó tengas ratón. Debería pensar en ello. (BAN.
NIEBLA con retintín sarcásrico.) CO DE NIEBLA.]
CRl11co: Estás hablando con sarcasmo. C•iTrco: Y probablemente gozarías con todas las per"ersio·
ALUMNO: Es verdad, chico. Lo recvnozco. [BANCO DE nts scxua1es en las que incurren.
NIEBLA.) ALUMNO: ;Cierto! ;Creo que has dado en el clauo! [BANCO
CRITICO: ¡Bien sabes que no has venido aquí a aprendtr DE NIEBLA.)
a mosuarcc sarcástico ! Estás resistiéndote: deJiberadamentt! a CRínco: Aunque, pensándolo bien, creo que eres la clase de
aprender a reaccionar aplicando la técnica del BANCO DE individuo que no necesiua unirse a una banda de hippies para
NIEBLA. apre.ri.der perverSiones sexuales. Probable.mente >'ª las conoces
ALuMNo: Tiene! ra:Wn, ya ré hablar con sarcasmo y probabk· bien.
mente me repugna aprender algo nuevo. [BANCO DE NIEBLA.) AJ.uMNO: Es verdad. Toda mi ,;da he esrudiadq d sexo.
CRí'nco: Así obran·la.$ personas estúpidas. (BANCO DE NIEBLA.) .
AwMNO: Seguramente rienes razón y ha sido una ttlupidei. CttiTico: ¡Sí, sí, escud.iar! Por ru e;xpresión adivino que ya
por mi parle. [BANCO DE NIEBLA.) has practicado algunas de estas perversiones.
CRfnco: Nunca aprenderás esta técnica. ALUMNO: CEsta vez sonriendo de oreja a oreja). Tal W4 ten·
ALUMNO: Creo qut• lienes ra%.ón,¡.,t¡ue nun~a llegari a domi· gas razón. [BANCO DE NIEBLA.]
narlti. [BANCO DE N IEBLA.) CRITICO: No deberías sonreír así cuando te hago observa·
C•ínco: Ya vuelves a rascarte la oreja. cionc:s que son por tu bien.
ALUMNO: Es verdad. (BANCO DE NIEBLA.) Al.tJMNO: Tienes rlltÓn, no deberlo sonreír así. [BANCO DE
CRfTJCO: Y ce has apresurado a retirar la mano et1<U11:10" NIEBLA.)
lo he dicho. CRITICO: No haces más que danne la razón.
ALuMNo: Sí, ¿verdad que si? [BANCO DE NIEBLA.) ALUMNO: Es verdad. [BANCO DE NIEBLA.)
CRfT1co: Ante mi observación te has puesto nervioso. CRir1co: Pareces un tipo de esos que a 1odo dicen que si. sin
ALUMNO: Me iemo que e11ás en le cierto. [BANCO DE NIE- temple ni personalidad alguna.
BLA.) ·; ALUMNO: ¿Lo parezco, verdad? [BANCO DE NIEBLA.)
CaíTJCO: Eres un caso perdido. CRinco: Np, no lo parecer: le eres.
A1.uMNO: Muy poúbk. (BANCO DE NIEBLA.) ALUMNO: Puedequelengasrazón. (BANCO DE NIE~LA.)
C•fT1co: ¡Y hay que ve< cómo llevas el pelo! ¡Pareces-uno Cll/nco: ¿Lo esrás viendo? Ya vuelves a ias andadas.
de esos piojosos hippies!
, - ALUMNO: Es verdad, obito.•(BANCO DE NIEBLA.)
C1tfT1co: No creo que seas capat de decirle 01r1 e~ crx rodt- \ista desde el cual s.c jt1zgucn su comportamient<" \'super·
-si• • nadie. soualidad. ·
AW>L-<O: ComprmlÍo qu• p1mses ••í
!»ANCO DE NJI. En d curso de: los ejercicios sobre d BANCO DE NIEBLA
BLA.) o después de: los m1Smos, siempre hay por lo menos un alumno
ClfT1co: Vunos a ,-a, ¿es que no •ru capu de decir - S<tlSiblc q~ pregunta: •¿Cómo puedo dar u ruóñ • alguien
cuando es eso lo que píen=? que me di~ algo que no es cieno? ¿Por qué he de: mentir acor-
Ál.llMSO: T•l V'l. (BA:-<CO DE NIEBLA.] ra de mi mismo?•. las preguntas de estad=, ~gún mi ex¡»
CRITICO: ¿No lo sabes? ri~n~i.a me dice. o bien son djctadas por profundos sentimicntus
ALUMNO: Habría que verlo, ¿no? de í.nsegu.ridad acerca justamente de esta misma critica que se
juzga «falsa•, o sc1 que la crítico se acerca demasiado a fa verdad
Como puede verse en este diálogo de adics1ramien10. la para b tranquilidnd del alumno"" cuestión, o bien d alumno su·
p,..ctica del BANCO DE NIEBLA obra varios efectos. En pri· fre de una faJta gcnerAJde confiant1 en sí mismo tan grande que
mer lugar, obliga al alumno a escuch;Jr cxaciame.nte lo que dict necesita desesperadamente 11sarrorsc a todos los puntos positi·
el critico. Si el critico dice, por ejemplo; «Pareces ...•, el alumno \ºOS que puedo actrc• de sí mismo~· no puede soponar ninguna
contc:st1: •Tienes ra16n: parezco .. .». Si dice: .cCrco que eres...>, desviación fuera dr es-ros. Cuando trabajo con esta e.Jase de estu·
el alumno contesta: cComprcndo que creas eso... • o «Sé muy diamcs suelo decirks. por <jcmplo: «(Qué hari• usted si olguien
bien por qué crees eso... • . El alumno aprende a responder úni- le dijera que está Ootsndo en el aíre a un metro dd sud~;. t:..
c.amcntc a lo que d c:ritj'co dice realmente, y no. Jo que sus en. ta.1do como tstJ firmemente •po)'•do con los pies <:n el sucio y
óca1 llevan impllcito o crtt el alumno que llevan impUcito. J., ro:i <Sta Mdenci.t flsica ante sus ojos, prolnblementc no diria
técnica ensdla al alumno a ser un buen oyente, a cscuch1r Jo Wl«I nada)' ~limitaría a soltatuoaarajad1. Pero'¿~ocurre
~el critiro dice r.,Jmente -no a Icor en la mente de loa de· C<lD las rosas para las que no cuenta ceo un• e\'idencia absolu12.
mis-, sin lanzan• a interpre<acion., de lo que se di~. de «>n· garantizada e inronltO\"Cmble? Por ejemplo. si alguien le di~
formidtd con las dudas• incerridumt>res dd propio alumno, a que es mted tonto, ¿qut dirt? Ustal no es 1onto. ¿'-crdad? (EJ
decir, con todo aquello que sentimos o pensamos secretamen- alumno siempre mu~ 11 cabc:u ncgam=ente.) ¡Bueno. mu·
1e. Ademis, obliga al alumno a pensu, en términos de probabí· chas felicidades! f$ mted una persona afonunada, porque yo sí
Udades, a qué estarla ·dispuesto a apostar, y no en términ05 ab- que soy muy 1onto. A veces cometo verdadera• cstupide°"s. En
solutos, en sI o no, negros o blancos, ciento por ciento o cero. otras ocasiones soy brillan ce, pe.to muchas veces C$tOy »tontado.
En realidad, es posible que d alumno •ce un poco remolón en Además, ¿tonto en relación a qué? En comparación con Einstein
d trabajo, pero cumple su tarea. Es probable que ll= en d y Oppenhcimer, soy como el tonio del pueblo. En cambio, en
pelo alguna mota de polvo, a menos que entre en la clase .,. comparación con muchas personas que conozco soy un \'crda·
líen do de u ducha y sin haberse secado. Su componamicn10 se· de.ro_ genio. Así pues. cutndo alguien me dice que soy tonto. pue·
xual (o la falta del mismo) probablemente seria descrito COOlo do darle perfectamente la ruón. «Probablemente tiene ust<d
perverso por los que se encuentran en los dos extremos del es- raión. En romparaci6n con algunas pe:rsonj:s (()y rea!mt:ntt: ~­
ptttro erótico. En rcswncot cadt. uno de los comentarios: a-íti· rúpido. y en comparación conmigo mismo, a \>ettS soy un \·crda·
cos t:ODtcndri por lo menos una pizca de verdad, segú.n el pun· dcro idiou•. Así, pues, yo escucho lo que la gauc me di<e seer·

ljO
"'
c1 de mí mismo, y ks concedo el beneficio de la duda. Ocs¡>ués Ocro romcn1ar10 que suelen hacer mis alumnos, ckspuk de
de todo," ponbl. quc tcngru> ruón, pero de todos modos )'G me haberles hecho personllmenrc una demostución dd empico
permito juzgar por mi cuent1 y htcer lo c¡ue yo decido.• Uno de de b técnica del BANCO DE NIEBLA instándoles a crincar m1
mis alumnos insistió en su punto de vist1 y SOSl\J\'Ímos el si- manen de cnsci\ar, es el srgwcntc: cPero ¿h• sido usted """"'
guientt diálogo, dirigido por él: cumdo h• reconocido el acicno de mis criticas empicando el
SASCO DE NIEBLA?... Suelo responder 2 esu pregunta con
Al.uMNo: ¿Conoce usted su coeficiente mental en númoros una o dos preguntas por mi pane, con las que espero incitarles
concretos? a pc.n$ar, o b1cn: •e Hasta qué punto es sincera una probabili·
Yo: Sí. dad?•, o bien, c:omo mi cologa Fred Sberman dice a menudo en
Al.UMNO: ¿&tá por encima del normal, por cncim• de JOO? respuesta a esca misma presunta en sus clases de la zona de San
Yo:SL Diego: «En realidad, ¿qué importancia tiene?». Una interpreta·
ALV.'~1No: Entonces. ¿cómo puedé.' ust~<l reaccionar median· ción de ese e tipo de prcgunla C$ que el alumno (o quien scaj que
te el BANCO DE NIES!..A si yo le digo; «Su coeficiencc mental la formula está muy apcgndo a la 16g.ica y a todos Jos demás sis-
e11á can por d.,bajo del normal, que un recrasado mental podría :cmos externos que pueden ser empicados para manjpuJarnos e
sustjtuirle..? impedimos ser nuestros propios jueces. AJ ~nsar en una perso-
Yo: Sencillamente, dirta: •No me sorprende que píen"' ul. na detennin•da que le había dirigido esa pregunta, Frcd señale>
A veces m.i cerebro funciona tan lam~tablemcntc que me pre- que P"" que su alumna lo aceptara del codo c:omo maestro. de·
gunto si el psicólogo qué midió mi c:ocficientc mental no earn" bia ser «eornp)ecamente sinc:ero. o «-completamente insincero• .
tió un crror>t. La alumna en cuestión no qucria. o. más cuiuúvamcnre. no po-
Al.UMl<O: Vamos • proba: otra cosa. ¿Tiene usted renden· di! permitirle un punto medio enttt estos dos cxrmnos AJ.
ciu homosexuales? guien que: no fuese sm.r o ni insincero no podía ser manipula·
Yo: No lo creo. do mediante su lóaica. Scgúl> pudo \'CISC, el cmplro de las
·~
Al.uMNo: Quiero deár, ¿es usted homosexual en eje.rcicio? probabilidades para describir lo c¡uc es realidad y Jo que es"'"'
Yo: No. dad no le 1gradab1 porque a su trav<s percibía claramente el si·
Al.UMNO: Enton~. ¿cómo puede usted manifcstuse de gu.it-nte mensaje: • Y1 ve usted. No se me puede manipular. No
acuerdo conmigo si le digo: «Es usted el profesor m4s afcmiJJa· cnajo en su plan de acción. (No le gusta? Perfcnamenrc. Bús·
do que he visto en mi 11da. ¡Qué manera de andar haciendo mo· quesea otro con quien se sienta más a gusto».
naditu!»? Está demostrado, o al menos así me Jo ha re\'elado la cxpc:·
Yo: Muy fácil. Puedo decir: •Tal vez tenga usccd razón. Me rienci~ después de haber enseñado a centeriares de personas a
pregunto si no será porque ya no tengo la potencia :..cxuaJ dt ser más asertivas, que el BANCO DE NIEBL.~ csla tEcnica "º"
otros tiempos. A los diecis:ictc años pensaba constantemente cr bal que goia de más popularidad. Recientemente, después de
el sexo. Ahora so)o pienso en él la mitad del Liempo•. No soy una dase, enc:oncr~ por casualidad a un antiguo alumno mío. un
pcrfetto en 01da. ¿Quiere probar otro camino? íisico de los Laboratorios de Propulsión a Reacción, creados y
administrados por el lnsúruto de Tecnología de Califomi1.
quien me contó una divcnida historia. La noche anterior al in·

"'
cidcnte que me 1detó. ro hebía hecho una dcmos111ción rrdi- boble respuesta del csrudiame. que, según ól. hobrfa dicho:
minar de temicas »crbalcs ~Irivas a un grupo de estudianto ..Pero ¿M que ~.. conoct: usted esa tttnica?•. y viMdole qtJ~·
del mencionado instiruto. Al día siguiente, d físico en c:ucsti6o Jarse boquiabicno y pasmo do C111ndo él le hubie12 respondo Jo
obscr"ó que uno de los alumnos que trabajaban como ayucl» •Po! supuesto, ¿quién no la conoce? Pero ¿de dónde sale usted.
rea de laboratorio .e pasaba roda la mañana ciando respuma amigo?•. Aun apreciando el humor de t. situación fallida. ""~
tipo BANCO DE 1\ IEBLA a cualquier cosa que se le dijcro. No que dccirle al físico:
cesaba de decir, con entusiumo: .:Tal vei tcng1 usted rizón» - ¿Qué le hace a un•d pensar que no se habria limíudo a
• todo, has<a a frascs como: c<Quieres un café?». Al habcrrnt conresur: •Puede que tenga us<ecl rtión. Probablemcnre estoy
oído dcacribir esta fase típica del aprendiuje en clase como •el exagerando la note•?
impulso que se adueña de nosotros, cuando acaban de 1e¡alar- El flsico me miró entonces y dijo:
nos una r-eJuciente caja de herramientas nuc\'aS, de ondar·bU$· --!)(:bf pensarlo. ¡Probablcmenrc esta habria sido su res·
c•ndo tomillos flojos que apretano, y iras haber pasado perso· puesta!
nalmente por esa fase, el flsico sabía que yo apreciaría el cariz Y ambos sonreúnos.
humoristico de la siruación. Así fue, y cuanto mis me describi1 El examen de cs1c debate dcsa1rollado entre brom:as v vero.~
mi ex alumno Ja forma en que el t)udanre de laborotorio pro- acerca de la técnico del BANCO DE NIEBLA aspira a' poocr
vocaba críriw por pane de los dcm'5 miembros del pcrsunol de: rclie"\1C su objetivo tcrtpéutico, que con1iste en permitir al
con d 6.n de poder practicar el BANCO DE NIEBLA , con ma· aprendiz considerar sus propias cualidades p~rsonales acerca
yor fueru se desarrollaba en mi mane una >">ni fantas(a. Con de las cuales albergaba cicnu dudas, sin scnrirsc inscsuro, y
todo d debido rapcto a los Laborororios de Propulsión a Ruc. dccir;c con roda convica6n: c¿Y qué? Aun así puedo pcrfcc.
ciéo, •su soberbio daumo de profesores y a sus alumnos, no tameme h:abénndas con los demá con lo que imgQ, y ser efi.
podía menos de imaginarme a aquel csrU<!ianre dici6idole 1 uo caz Y feliz,.. Pero no basta con comprender este concepto. La
profesor enfurecido: «1iene utt<d (azón. No debí atosigarle 1 prictica si1<crnitia dd BANCO DE NIEBLA facili11 lo que
usted cuando estaba mirando por d ciclotrón». la comprensión co¡noscitiva -bcr que podemos aceptar
Con cieno brillo malicioso en la mirada, pero también con la> críúcas- no nos da, a saber, la reducción de la ansiedad
uno aran simparfa y comprensión por el adicto novato aJ BAN· condicionada y dolorosa frente al estímulo de las criticas pcr·
CO DE NIEBLA. el físico me explicó que habla esudo a punto sonales.
de •cercarse al desprevenido alumn<> y d•drle: «Harry, he ob-
servado que esta mañana cstá usted empleando n troche y mo-
che la técnica del BANCO DE NIEBLA. ¿No cree que d•bería ASE<CtÓN NEGATIVA
rcscrv•rscla para situaciones manipulath'lls?». El físico había
reprimido su impulso porque no hahía podido menos de iJcn- Al mismo tiempo que ;rabaj.:iba en el problema de enseñar :1 mis
rificarse con la situación del estudiante. Recordaba su cnrusias- pacientes a enfrtnt•rse con las crític-as manipulati"as contri
mo de !u primeras veces CD que había ejercido su recién adqui· su cernponami•nto mediante d BANCO DE NIEBLA , se m•
rida ascrtividad CD sus relaciones con los dcmú. Pese a su hizo p1tenccquc enu ptrsonas también cometían errores 1 cau·
altruismo, todavía soñaba en lo que habria goudo al oír la pro- <> de su reducida Cl!"'cidad para enfrtttttso con las cosas en

" .
general. Con d fin de capacitarlca para ser m's ascnivas, p111 cTror. pana podemos descnabili.t.ar emocionalmente frcnt~ 1 las
cmpcur de nue\'O • vivir con otras personas, dcb!an •pre.Ida posibles criticas de 10< dcmú (o propias). Una vez ....!izad• esto
también • cnfn:ourse con sus propios errores sin amilam.nc modificación emotiva por medio de una modificacióo de la con-
mote a Ju criticas hostiles prOYOCadas por di.. miunu. c.- dt1<.'U, la crttncia infaotil en la car¡• de culp• ~ lleva el error
do.cmpec.! • dar clues a personas no asertivas fuera c!d "'1!>it<> "'modificará autom,tic:ame>te. Es difícil mantener una crecnru
c:.l&úco pan ~trias a reaccionar, a estar 1 la altura, ad...'Uli n~lñ'" acttca de nosotrog cuando).. DO J. apoyad semimicn-
con daridad deslumbrante que somos mu<htn k>s qu• tropn1- 10 de inferioridad que provoa como resulttdo.
mo1 '°" l4s m1".rmas Jificu/111.áts para enfrentamos 1 nuestros ¿Cómo reaccionar, pues, de manera aseniva, ante nuestros
propios errores en la vida cotidiana. •¿Cómo puedo reaccionar (rrvres? Simplemente, obrando como si nuestros errores fuesen
de Otra manen y mantener mi dignidad y el rt'lpcto de mi mis- t'.'<actamcntc: lo que son, ni más ni n1enos. es decir, errores ~·
mo cuando aJguicn me cri1ic2 por comtter una falta que $Ín nada más que: errores. En la terminología de !a aserción sisrc·
duda. es un auténtico error, en un cicnro por ciento. y del'Gut mátiC1'> iltt.Dtanros aJertiva111c11tr las cosas que son ncgari\·as
SO)' realmente culpable?» Esta es la pregunta que me hizo un 'ccrc• de nosotros mismos. En la primavera de 1970. durante
alumno novato. Si somos como él -y lo somos Ja mayorb-, mi período de trabajo en el Hospital de Veterano., empleé es•
para poder enfrentarnos de mancra mAs realisu con nuestros t~nica verbal que Uamo ASERCIÓN NEGATIVA para ayudur
errorca en la vida, debemos aprender a modificar nuestro com· a las personas a aprendtrcon mayor rtpidtt a reaccionar Íttntc a
porwniento verbal qiando nos enfrentamos• nuestro error y a '"'propios errores o defectos. Por ejemplo, cuando nos enfren-
corregir nuatra acciicia:adquirida dt quel.a culpa cat' automí· tamos de manero aitic:a, pooiblcmcnte hostil, a un error que he·
óamaue asociada a la comisión de un crroL _mos com«ido. DOS cabe ~Ltr 8""rtivamentc d hecho dd
Si DO DOS compo.-iamos ascnivamcntc en rdaci6o coa ou<S- error de lt manen liauicnte. Supongamos que~ quedado
'""crrores, podremos ser manipultdos por ouu penonas no CD que dejaremos encima de la mesa de nuCSiro despacho un

osmivas • mv~ de nucsuos sentimien.toc de c:ulpabilid•d y ck uclúvo de información ptra que un colega oucsuo pueda em-
ansiedad y ser inducidos así• 1) peclif't>erdón por nuesuo enor plearlo durante el fin de semana. El lunes pOr J. mañana nues-
y buscar la manera de compensarlo en cierto modo, o bien 1 2) tro amigo nos imerpel1 y nos pregunta dónde estaba el archivo
neg1r nuciuo error a<loptando una aetitud defcnúva y contn- d sAb1do. Recordamoc entonces que el archivo fue guardado
critica que proporciCtnt 2 nuestro crítico hostil un saco de areria bajo llave el viernes en lugar de dejarlo encima de la mesa. ¿Qué
contri el que desahogar agresivamencc sus propios sencimiencos podemos decir? Reaccionando mediante Ja ASERCIÓN NE-
de frustración. En ambos casos reaccionamos lamentablcment< GATIVA diremos seguramente algo por este estilo: •¡Válgame
y nos sentimos peor. Dios! ¡Olvidé dejarlo encima de mi mesa! ¡Qué increíble cstu·
Una vez más, como ocurre con Ja mayorfa de las crtcncias pidez por mi parte! ;Apuesto• que sufro reblandecimiento ce·
•prendidas durante la niñez, pocos de 2tosotros somos capaet:s rcbral! ¿Y quévu • hacerahort?•. Según la form• en que nucs-
ele modificar nucstn creencia de que loo crrort'I son mak>t (si>' tr<' coleg1 reciba esto inform1ci6n, la repetiremos hasta que
mos c:ulp.b/n) por el simple procedimiento de pensar en ello. X.. comprenda que serla inútil criticas nucatr0 crrot, ya que ningu-
mtyoria ele nosot."OS debemos modificas primero nl>CIU'I m1e¡:, na crítica podña haocr retroceder el rdoj )'facilitarle el •ecuo al
ra ele reocóonu vabalmcnte =do nos cnfttntamos con wi uchi>o en d momento en que lo necesitaba.

tj7
En ocros sectores, la ASERCIÓN NEGATIVA puede cm- ;tJ.nc'•. sino; «.AquJ tiene el número de mi compañía de seguros
pleat1C para rcac:cionar de manera difuanc fru>tc a una c,;tia to de rni abogado)..
, -álid1 sobre nueua aauaci6o co d aprmcliuje de un concep- Cumdo emplumos la ASERCIÓN NEGATIVA ~ni en·
to, de u.na nueva rCcnica, de una nuC\"8 lengua, d e una n!X\"'l ircntamos con una ctitiC'I de nucsrros errores, la persistcnci;a
función en nucsrro trobajo bahirual o en una SÍN•cíón SOCld. de CSta critica nos ind1a.rá A ncccsit:.t.m05 afi.nnamos adcmi1 de
En rualquier• d.e 6W siruaáones, ruando se nos hac:.c. obse.n"lt ocm 'l'lancns, es dear, empicando el BANCO DE NlEBL.~ o la
nuestro rendimiento insu6cicncc, podemos empleu 11 ASER. INTEl\ROGACIÓN l'\EGATl\'A. En los capícuios 9, 10 )' ll
CIÓN NEGATIVA de la manera siguicncc: ii~t..1r:i1l ejemplos de esta c-lasc de diálogos mixtos en respuesta a
-.No obtuvo usted muy buenos ;esulu dos en ... (cñtic11).•• uns crítica.
o.Es CltTto. ;'lo estuve muy octTtado, ¿v.,.Jad?• [ASERCJjN Aunque a primera vistt. pueda parecer una paradoja, las per·
NEGATIVA .) 5nnas incapllccs de reaccionar ascrtivamente frente a las crícjcas
Podemos emplear la asercjón negativa cuando se ap-recian IC'1 $0n iguaJmente, al pnrecer, de re11ccionar ;lSertivamence fren·
de manera critica nuestra compc1c11c-ia personal, nuestros liábi· te• los cumplidos o los elogios. Si se nos hace difícil soportar las
roa o nuestra apariencia física: tj)ara ser una muchacha de bue· r;iticas, parecería lógico que ace-pt:ir<1mos los elogios como un;t
na figura, la \'crdad es que andas como un fucbolis1a•. ~Y• meht roo1r11panida deseable. Dcsgraciadamen1c, no es asi para lama·
d11Jo cutnt11, T~ngo una mantTta át anúr cdmica, ¿11erdaá'• ,oría de nosotros. Cuando se nos dirigen dogios o cumplidos.
(ASERCIÓN NEGATIVA.] conajcamos, murmuramos Jl*]abras in•udibles, adoptamos un
O bien: •
.
• aspecto 1urb1do, CJTI¡><Zatn05 metafóric=te a dat vudtas al
..tínda, no debiste corune d pdo. No ce csd nada bicruo sombrtt0 entre nuesiras msnos y uaumos de camf>iar cuanto
«Flll lm4 tJJll/'iJn. por mi parlt. m,m4. Yo t•mpoa> 1111 Jld· antes de tuna dt coa11CtUá6n. Esa incapaádad P"f& reaccio-
10 n•IÚ.» [ASERCIÓN NEGATIVA.) nar asen:i\·amcn1c no es una ruestióo de tDOdestia. Tic:nc ¡u¡
O bien: raíocs en nuestra accncia infantil de que los demás soo los \"'Cf-
• ¡San10 Dios, Connie! ¡Es;e vClfido nuC\'O te 1icn1t como dadet05 jueces de nuestras acciones. Si, en cambio, somos inde·
un tiro, hija!» · pcndicntemenre tscnivos en nuesuos pensamientos y senti-
•Mt lo temi'a. Estas mO<Í4s nunJ111 110 mt v4n, ¿vtrúd.>,,, mientos y en n~tro cornponamiento, nos reset\'8rcmos el j11icio
(ASERCIÓN NEGATI VA.) decisivo de nuestras 11cciones. a.un de las positi\ as. Esta uctitud
1

lmpon• recordar que escas cécnias verbales se han estable- :i$Crtiva no nos hace sen1ir incómodos ante los tJogios )' los cum-
cido para ayudarnos a rcacc-ionu frente a CQnílictos sociales, no püdos, pero sí nos permite juzgar dd •cierro de los mismo•. Por
flsicos ni jurídicos o legales- Si alguien nos dice crl1icamcn1c: ejemplo, cuando alguien nos felicita sinceramente por el traje:
.,AJ htccr marcha airís con su coche. acaba de pisarme en un que estrenamos y consideramos por nuestra panc que, ciecd ·
pie», la respuesta adecuada no será: ~¡Qué estupidez por mi vamcntc, nos sienta bien, podemos contestar: «Graa'os. /) 1nl
también '"' ¡l'Jlo mucboH. (RECONOCIMIENTO DE UNA
• Eitmplos: S.. álcuJos_, su domloio d< b ~..• "' trtduociéo J. VERDAD.) En cambio, cuando sospechamos que uacan de
.... ÍnlC-,IU m.,.,. d<Cftl!llat !. ~. tStCcnbtjo.. , M loc- adulamos, podemos rupondcr. «Realmente, no lo entiendo .
por tmprnioear a Naacy...., ccc. c-Qu< tiene este tn1jc para que te guste tanto?•. (INTERROGA·

•s9
CIÓN POSITIVA, véase el capitulo 7.) Si nuestros sentimientos 7
acerca de la cosa en sí) del comp<>namiento o de la realización
por nuestra parte de algo son contradictorios, es d ecir, poco de. Debemos tratar de conseguir que las personas
finidos todavía, podemos revelar francamente lo que sentimos: que amamos se comporten más asertivamente
«Agradezco.mucho su cumplido, pero por mi parce aún no si y de manera menos manipulativa con nosotros
qué pensant.
Cuando reaccionamos asenivamente oon unos comt'fltarios
positivos, podemos emplear palabras difcremes de las que utíli·
zamos en nuescros comentarios ncgarivos, pe.ro d. compon.a·
miento y la aetirud de aserción básica son los mismos: semos
nuestros propios jueces.
El SANCO DE NIE6LA funciona perfectamente en nuestros
11Jtos con las críticas manipula1jvas de las personas con las que
soste11cmos relaciones de car~ctcr puramente oficial o comer·
cial, pero que no escán muy cerca de nosotros, que no forman
parte de nuestro círculo de íntimos. ·
El BANCO DE NIEBLA es una técnica muy eficaz para de.
sensibilizamos frente a las criticas y para reducir en la práetica
la frecuencia con 13 que se nos formulan esas críticas. Establece
rápidamente una distancia psicológica, una fron!era enúe ooso.
nos y la persona frente a la cual empleamos esa técnica. Sin em-
bargo, es una técnica pasiva. y no induce a nuestro interlocutor
a componarse a su vez aseni\lamentc -que es lo que co reali·
dad queremos- en lugar de tratar de manipularnos, resultado
que es altamente deseable cuando se da la circunstancia de que
mantenemos un contac-10 muy frecuente con esta persona,
que puede ser nuestro marido, por ejemplo. o nuestra esposa, o
uno de: nuestros padres, o un familiar cualquiera, o un ami¡o Ln·
timo. Tendremos muchas más probabilidades de conseguir que
también nuestro interlocutor adquiera la deseada aseni,..¡dad si
empleamos la técnica verbal que yo llamo la INTERROGA.
CIÓN NEGATIVA. Al igual que en el aprendizaje del BANCO
DE NIE!lLA, cuando empleamos la INTERROGACIÓN NE·
GATIVA no respondemos a las declaraciones de nuestro crírico
negando nuestros errores, en plan defensivo, o mediante una

160
contramanipulación bajo la fonn• de otr3s erítica~ formtJadn t e.> gust~•. Y 4/ 111i s1110 tit111ponos co111porl4-mOt tt11110 si /.is ..-.·:r:rJs
por nOSOtros en rctpucsta <!: l2s SU)"aS ~1ediante la ticnica ck la "º /t 1esm n11tú como p4r1 Jtnt1n~ JrQstomsdo. Con la segunc!:a

INTERROGACIÓN NEGATIVA, al conmario, rompemo. d d<daración, <n C®1b10. d m¡imos nuestro dedo índic< ~Jc10
rido manipulalÍ'\-o swcit:tndo ad1t-•Jmt,:!t nuC'\·.1s cr:1icas a«:· nuestro interlocutor y \'.:nÍmos a decirle: -.:Quién demonios
Ci de noso1ros mismos o mas informa.C1ón por parte de nllcruo ~ 'ú para dtorm< nada?».
critico acerca de nuestro componamien to, )' rodo ello ck mL"Jto Si <n n:spuesi. a nuestra d<du•ción d<: «¿Qué hay de malo
ro strtiU. sin inmutamos. Como indico d propio nombtc dt ~ en que \'8)'8 •pesar~• nu(S(n esposa, o quien sea q~ nos esré
rlcnica. pedimos que se nos digan m:ís cos:is acerca de noso1ros critl . .11ndo, upona razones •JógJC:l$• o «bucna.s» por las que ir
mismos o de nt1es1ro corr.ponamiento que puedan ser nep· d~ p~a es aJgo malo, talc-s como: • Luego te entra jaqueca ...•, o
t j\ i!S. bien: •Vue]ves que apcstaJ ...», o bien: «VueJves derrengado•,
:1ún podemos prcgun1tr {negativamente): «No comprendo, ¿y
4u~ hay de molo c-n que "ª>'ª a pescar )' me entre Ja j~qucctl
Lt. lSTE ltROGl\CIÓ:'\ :'\EG."tTl\'!t lo ar'leSte, o quede derrengado)?•. Si persistimos en emplear l:i
l.'ITERROGACIÓN NEGATIVA para pedir más información
Poro comprender el concepto de la INTERROGACIÓN NE· tC'C rC'a de cien11s afirmacionet crítica$ tales como «VUcl,·es de·
GATIVA \'cuno• las diferencias que cxisttn entre dos dedtrt· rren~ado•, pondremos fin al empleo de es2S dedaraciones de
d one¡ limila.rcs eñ rcspucs:a a una crítica. Supongamos, po: e>tr.Jcrura manipuJaü\. a }'es muy probable que nuestra espo$:t
1

ejemplo, que diclias f.ascs c:onstit\l)'Cll sendas rcspucsw a IW •e afinne -ni\'am<r11e acerca de La OJestÍón que más La p~· ..
crltica fonnulada por nuestra esposa (o nuestro marido, SCf"ÍD cupa <n el hecho de que ••ayamos de p<Sa, por ejemplo: «Cuan·
el caso): 1) «l'o comprendo ¿Qué hay de malo en que V9f l a do lkgu tan cansado no salimos por b noche (o no nacemos el
~r?• 2) «¿Por qué te parttc mal ir de p<Sca». La primen amor. o no nos di,·cnimos. o lo que sea)•. La cuestión cñrica dei
,
dttlaroción es una respuesta tipo INTERROGACIÓN NEG.~. conflicto en el romponamknto se: m.anificsr• entonces abien2·
TIVA asertiva)' no defensiv•, que nó <ntnuit critica alg'.ln& CCO· m<nt< y nuestra esposa y noso110$, los dos, podemos uacarla d<
tra nuestro interlocutor y le incita a fo:mular nucvaJ declarad,(>. manen ascniva y llegar a un compromiso <n vinud dd cu.J
nes criticas y a examinar su propia estruc::ura del bien y del m&I, consigamos ir de pesca s:ln prlvarla a ella de sus deseos (a menos
la qu< es1á <mpleando en esta situación conflictiva paniculat que. pres.a de pánico, volvamos • recurrir a nuestras anrigua.s
La segunda declaración es completamente defensiva y 1rau de reacciones de negativa, defensiva)' contr.tcrítjc. para no tene r
desviar la atención de nosotros y de dirigirla hacia nuestro in· que tratar asertivamcntc los deseos de nuestra esp0$8).
cerlocu1or. Lo segunda declaración puede in1erpre1arse flcil· El resultado final de lo primera interacción tipo INTERRQ .
mente - )f en la mayoría de los casos acertadamente- como un GACIÓN NEGATIVA ser4,en clmejorde los<il0$, un examen
sarcasmo despectivo. La diferencia entre cs11,s dos declaracio- por pane de nuestra esposa de su propia estrucrura del bi<n y
nes, que pueden parecer idénticas, es enorme. Con la primera del mal, es dedr, la jaqueca es mala, estar cansado es malo, apes·
declaración en r<>puesta a Ja <riri<a, señalamos con d lndic. tares maJo, etc., )1 cstruaun que rrar. ck imponer pa.ra maní·
hada nosotroS mismos y venimos a decir: «Vamos 1 echar wu puamos en lugar d< tkclarar asenivamcnte que dcsn h1cer
ojesd1 • lo que estoy h1ócndo y que puede est1r mal o que no algo mis que pescar o Quedarte en casa por b noche. El resulta·
do fina) óptin10 es que nuescra esposa abandone su incento <le Para enseñar a mis alumnos a asimilar el concepto no defen-
manipularnos mediante: su estructura «moral» y comience:; ex. sivo que entraña la INTERROGACIÓN NEGATIVA, sueloern ·
ponernos ascrti\'amente sus deseos. Si no reacciona aserti\'a· picar como primer cjercjcio d siguiente diálogo de adic:stramicn·
mente diciendo qué desea, el resultado final de la primera inie- to general. En este ejercicio, yo o uno de mis a.lomnos dirige
raccióo verbal tipo ll:>'TERROGACIÓN NEGATIVA será, cnd críticas no situaci ona1es a 01ro a1umno1 cl cual debe reacc-ionar y
peor de los casos, un punco mueno en el qué su.crítica manipu· responder a ellas mediante la INTERROGACIÓN NEGATIVA .
lativa habci cesado. Si no llega a producirse el resul<ado óptimo Lo mismo que en el ejercicio del BANCO DE NIEBLA, d críti·
de la aserción tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA, y la inte· co empieza por formular obseivaciones despectivas acerca de la
racción se traduce tan solo en un empate, ~on des;1.parición de manera de vestir del alumno, tema que la mayoría de nosot.ros
sus declaraciones críticas, todavía podemos trat.ar de romper d podemos tolerar con un mínimo de disgusro. Una vez que el
empate incitando a nuestra esposa a mostrarse aserti''ª • me- alumno ha aprendido a reaccionar frente a esta crítica n1eJjante
diante el empleo, nuevamente, de la INTERROGACIÓN NE. la INTERROGACIÓN NEGATIVA sin negar las ocus.dones,
GATIVA. Por ejemplo, podemos preguntarle (negativamente]: sin adoptar una actitud defensiva o sin esgrimir' una contracrítica
«Realmente) no lo entiendo. Debe de haber otras ra2ones para agresiva, d criricoUC\>a gradualmente su critica hacia Ja zona. más
que yo no vaya a pescar, además de la jaqueca, el mal olor y el personal, de la apariencia física, y después hacia la de los rasgos
cansancio. ¿Qué ocro inconveniente le encuentras, qu~ es lo que de la personalidad y el carácter •moral» del alumno. Este diálo-
te disgusta de mi afición a la pesca?». Ante esta incicación acrí- go de adiestramiento t:ípico Ueva de diez a quince minutos)· ~e re·
cica, es más que probable gue nuestra esposa responda as.ertiva- pite semanalmente en clase, en las sesiones de terapia deJ!rupo, y
meme, confesándonos qué es lo que dese• hacer ella los fines de en los «deberes» ciiscros, en los que el alumno practicará con al.
semana. y que así podamos llegar a un compromiso satisfacto1io gún amigo, hasra que aprenda a no responder automáticamence
para los dos. de manera defensiva durante el diálogo. Se indica al alumno,
Por desgr..cia, el conocimiento babírual en las discusiones como en el caso del empleo del BANCO DE NIEBLA: que no
suele obedecer a1 empleo de esta clase-ran corriente de cstruc· debe recargar la técnica verbal de la INTERROGACIÓN NE-
turas sobre «c1 bien r d mal». Entre otros ejemplos de compO':'· GATIVA con el sarcasmo, defecto común entre los novatos. El
tamiento ace1'Ca de los cuales surgen conAictos entre maridos y empleo del sarcasmo -a.gresión verbal finamente velada- en la
mujeres. mediante la m\nipulación de los esñlos del otro eón· ejecución de la INTERROGACIÓN NEGATIVA provocará
yuge, podemos citar las cuestiones de vestuario, la limpieza, la reacciones agresivas err Jugar de criticas repetiti\!as por pane de
falia de puntualidad, el Uevar las cuemas domésticas sin errores, ia persona crítica, y muy probablemente pondrá fin a Ja interac-
el pagar puntualmente las facturas, los flirteos sociales, la divi- ción y posiblemente a la relación. Una de mis clientes, Sharon,
sión de los trabajos domésticos, la responsabilidad por Jos hi· compareció un dla en clase con un ojo a Ja fu~erala y explicó:
jos, cte. La manipulación 4t1Doral• en estos sectores del com· .Debí haberle hecho caso. He tenido que aprender a mi costa qlle
ponamiento puede impedirse mediante la INTERROGACIÓN no se debe emplear saraisticamente BANCO DE NIEBLA ni la
NEGJ\TIVA, con lo que se faciliiará la negociación de los gustos INTERROGACIÓN NEGATIVA conelamigoconquíen sales».
y las aveniones personales y se llegará finalmente a un compro-
miso viable.

164
PAUL: No, no es dcoloc.
BCTH: ¿El <0r1', mU>ncn? llncit1c16n tipa IKTERROGA·
Ejerááo prJctiro CIÓN NEGATIVA.)
par4 pn"ncipi11n1es PAUL: Tal vci sea eso, si.
sobre ti tmplw tle la 24 BETH: ¿Mr encuentras algún otro de/reto, además? [lndtl·
INTERROGACIÓN NEGA TIVA cióo tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
/rmtt • ÚJ tníicas PAUL: Bueno, erro que hablu demasiado.
BL'TH: A \'Ct si te entiendo. ¿Hablo tknursilllkJ? [lnc11aaón
PAUL! Beth, no tienes muy buen aspecto, boy. tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
BElH: ¿Qu! quieres decir. P1ul? PAUL: Tienes ciena tendencia a prolonga.e las convcrncio-
PA<rL! Nada, que me ha llamado l1 1tenci6n ru aspecto. No ncs. el.Je que dale, siempre en tomo a lo mismo.
estás muy bien que digamos. ·• B~TH: ¿Qu1'eres decir qut, si1nple1nentt1nunca ctJo? [Jnci1a·
BETH: {Tt refieres a mi cara o a ~111 n1anera Je vtsti'r.' ([NTE· cióo cipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.]
RROGACIÓN NEGATIVA.] PAUL: Eso es; no callas, y no aceptas lo que yo tediso.
PA!:L: Bueno, cs• blusa no es mU)' bonit1, la verdad. BaTH: Butno, sin tapujos. tf2ut~tl átar qut n.o lt h•&O nin·
Bnll: cQi<i tiene de-~ tlll b':U•' (RespU<sra cipo¡¡.. . t#• (4JO? [lnciucióo tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA )
TERROGACIÓN NEGATIVA.] PAUL! Sencillamcnt~ dula impresión de que tt d1 lo m'""º
P•vi.: Pues .. ., que nq te sienta nada bien. diría yo. que yo te diga aJgo romo que no te lo diga.
BETH: ¿Quitres decir que la rnct<entr4S demasiado holgad1J BETH: Cuaú¡uiera &n. qut mttstás acusondodr sn'inuns1blr.
[Incitación tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.) ¿Es así? [Incitación tip0 INTERROGACIÓN NEGA'!°IVA .J
PAUL: Puede que sea eso. PAUL: Eso es. Eres una persona insensible.
BETM: ¿Y qué me dices dd color? ¿Crrrsq1'e mt sienta mal> BETH: ¿Y qul otro !h/ecto n1r tncutntras adrmds de Str m·
ílnciraci6n tipo INTERROGACIÓN KEGATIVA.) Jtnsibk? (Incitación tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA .)
PAUL! la verdad es que el color no te queda nada bien. PAUL! Pues... que en cieno modo pucccs... difettnte.
BETH: éÁi&tin otro def«JQ, .,/,más dtl a>lmJ [Inci11ción Bimt: ¿En l{lll "'"'" !h ús q11t b1go mt murstro di/trtntt?
úpo INTERROGACIÓN NEGATIVA.] ~cci6n tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
PAut.: No. no. Eso es todo. P.\UL: Ahora mismo, por ejemplo, cstAs hacicndo aJgo rom·
BETH: ¿Y qu! me dices de mÍJ panr.Jones? ¿Te guJt•n? (10. pletunente diferente.
citación tipo INTERRO,'.;ACIÓN NEGATIVA.) BETH: ¿Quieres e"f'lkármelo mejor? [Incitación cipo 1NTE·
PAuL: No mucho. RROGACIÓN NEGATIVA.)
BnH: éQi<t de/er10 ltr encutn11os? (Incitación tipo INTE. PAtn.: No, creo que no.
RROGACIÓN NEGATIVA.] Bim<: Bueno, la próxima vez que nos veamos tal voz reng.s
PAUL! Nost,no 1t sicnWI bien. pn.. de squir babW.do de mí, ¿de acuerdo?
BETH: ¿Es el color? [Incitación ripo INTERROGACIÓN PAUL! ~ acuerdo.
NEGATIVA.)

r66 167
Aunque la INTERROGACIÓN NEGA'OVA puede ser úlil Jo so le dio a conocer el abecé de la INTERROGACIÓN NE·
ocasionalmente e~ los ca.sos de contlicto que se producen en d GATIVA . La. semana siguiente a su primer ejercicio príccico en
seno de relaciones formales o parcialmente estructuradas (es-pe· C$l:I técnica vcrbaJ. nos comunicó el siguiente br~'e diálogo que
cialmente en conjunción con O[ras récnicas verbales asertiv::s). había sostenido con George. tJvecino de la casa contigua a la
resulta especialmente útil en nuestro rrato asertivo con person2S suya. Desde hacía varios meses, Georg~ boblaba de su proyecto
de nuestro círculo íntimo. en el seno de relaciones no estrucru. de construir una piscina en e1 patio trasero, donde poder 1omar
radas, en un plano de igualdad. En esta clase de relaciones h baños de sol desnudo. Cada vez que le hablaba de ello a Bobbie,
INTERROGACIÓN NEGATIVA nos ayuda: 1) al d0$ensibili· esra le decía: «Estu~ndo. Así podrá usted hacer salud y tostar·
zamos de las críticas que proceden de las personas a las que ><a gusto». A juzgar por la reacción de George, Bobbie intuía
apreciamos, permitiéndonos así escuchar lo que nos dicen; 2) al que, por alguna razón, no era c:so lo que su vecino queria oír1e
poner fln a las c-ríticas manipulativas y repctiti\1as por parte de d(cir.
esas mismas personas, con lo que C\~tamos sentimos acorrala·
dos, y 3) al reducir d empleo de estructuras «mora.les-,, por par· E<eenario del diálogo: Bobbie esul podando unos rosales a
te de esas personas en su eraro con nosotros, induciéndolas a Oe- lo fargo de la valla de tela mcuílica que separa los dos jardines
cir aserrivamenle lo que desean, oon lo que se hace posible llegar (cuy<i costo sufragaron a medias los dos propietarios); George
a un compromiso de satisfacción de ambas panes. "'le acerca desde su lado de la valla.

Gso•GE: Un día de estos VO)' a tener que am>n01H.O<los esos


DtÁLOG06 rosales. Esta valla que hicimos construir hace cinco años está he.
cha papilla. Tendré que levantar aqul un muro de ladrillo hueco.
Bobbie emplea 14 BoBBIB: No comprendo. ¿Por qué dice que está hecha papi·
INTERROGACIÓN NEGATIVA Ua la valla?
para atajar la manipulación que intetttl' GEORGE: Cualquier día se va a caer.
ejer&er sobre él un vea'no BoaatE: ¿Y por qut se ha de caer cualquier día>
GeoRGE: A causa de esos árboles que plantó usted ahí.
Bobbie, un ama de caSa que estaba siguiendo un curso de aser· (Bobbie plantó vaños plátanos japoneses de dos metros y
tividad, aponó un cxcdente ejemplo en el que se empleó cxdu· medio de altura a lo largo de la valla, y algunas ramas asoman
sivarnenre la INTERJ<OGACIÓN NEGATIVA en un conílicto (ntrc la tda mct~lica.)
entre vecinos. Bobbie, por falta de ascrtividac;l, y porque no te· Boea1E: ¿Por qué habrían de derribar la ''alla esos .¡¡rboles~
nía hijos, y en parte también para no vo)vcrse loca de aburri· GeORCt:: Por culpa de estas ramas que pasan a través. Aca·
miento, había asumido la responsabilidad exclusiva del cuidado barár, por derribar la \•alla. ·
de su casita y su jardín, mientras su marido se consagraba a su BoaaJE: No comprendo. ¿Cómo van a derñbarla?
floreciente empresa de contabilidad. Despu~ de aprender el GeoRGE: <Después de una breve pausa, cambia de tema.)
DISCO RAYADO, el BANCO DE NIEBLA y la ASERCICN en
¿Enciende usted algo materia de allnriooqueros? ¿Qué lepa-
NEGATIVA, Bobbie se sintió particularmente fascinada cuan· rece este? ¿Cree que !o podé bien?

168
Bobbac se dio cuenta, du<211tc esta inte1111ccaón, de que G<0<· :cr. a menudo d<nieg. un aumento de sueldo simplcment< por·
ge estaba intentando manipularla para inducirla a costear la mi· ~uc d cmplc•do no da el rendimiento que poclria dar. Al reac·
tad de una valla de separación entre sus casas, a tra\'és de 11 cual tJonar aserti\iamente frente a esta situación, por ejemplo, podt~
fuese imposjblc ver lo que hadan los vecinos. En su relación oon nl,lS provocar nuevos críticas por parre de nuestro jefe
~rge, a Bobbíe en realidad le imponaba un comino que Gcor· cmplcando 1odas las técnicas asc.nívas. haciendo especial hinca-
ge fuese o no asenivo con ella. Le bostó con poder atajar sus n· pié en la INTERROGACIÓN NEGATIVA, para ~orar la co·
z:oncs mani;>Wati\'as <nc;amina¿as a jusrificar que ella participan municición entre los dos. Mediante d empico de esas técnicas
en d <esto de la nuev. parce! mc&.ncra. No se sintió obli¡;.tdo rodcrnos hacerle llegar •·arios mensajes inconfundibles: pnme-
a inducir terapfuticammtc a Gco~ a su><....-.ne y dcárlc qué en ro1que nos interesa mejorar nuestro componamic:nto o nuestro
lo que deseaba en realidad: una pantal!a • mitad de precio pan rcndimicnto hasta el ni,·cl que se considere mcreci:dor de un
poder pasear desnudo por su jardín. Al fin y al cabo, se habrú G. Jumento de sueldo; segundo. que no nos derrumbamos cuando se
mitado a dttir «NO» a la petición de Gcorgc, aunque se hubic~ nos C"riti('11. sino que pro\'ocamos las críticas ysacamos pTO\'CCl"lo
comgdo la molestja de inducir a mostrarse más asertiva a una pcr· .!"' c!Jll.S~ ~· tercero, que si en el futuro no$ formula sus crícicos de
sona que no leintercuba en absoluto. Por cieno que Gcorge.st· n1.:ncrt más regular, puede ayudamos 11 alc:anz:ar nuestro objcti·
gún lu últimas informacioocs, no ha vudto a toaar el rema. \'O de un rendimiento óptimo en todos los scntid0$. Una ven caja
.idiáo:ial que se ~guc al reaccionar Irene a "" clase de SI·
• n11oones diñciles CO."\ U..!\t tctnud no dcfmsi\'1., ase.ni"• y con·
Hasta aquí he insistido a el aprendizaje de la aserthidad mt· fiada. es el mejoramiento dc lH relaciones, de trobajo y persona·
diantc la pr4cúta de las técnicas verbales llamadas el DISCO les, entre nuestro critico y nosotros. En mis expeÍ'1encias
RAYADO, el BANCO DE NIEBLA, la ASERCIÓN NEGATI· personales ()' clinicos) de estas 1iluaciones he podido obscr\'ar
VA y la JNTERRÓGACIÓN NEGATIVA, en respuesta e todo que. ruando respondemos no defensivamente a nuestro crítico.
intento, au.n benigno, de controlar manipulati\•amcnte nuest."'O le ayudamos a desempeñar su función, a veces swnomente daff·
componam.iento. -r- cil, de formular observaciones ncprivas, y se la hacemos mucho
mú lícil al demostrar interés por su opinión.
.
La pnlctiaa de escas ticnicas .;ene un segundo objeci"o que ..,,;,
estúpido olvidar o minimizar siquiera: L:t n1ptura a'e nueJ"tr01 pro- DtÁLOGO;
pios hábi1os <Í• adoptar uno •dituá Jeftnsiva y ansioso cuando 11·
gufen nos dice 11/¡o que no nos gu1111. La V!!tdlld es que nuacr\lS ti arl': Je ,ft1.re/tar C'rftitas 1obre 1111r1tro trabajo
críticos no siempre se comportan con fines ~manipulación n1 ron <"lfin J,. conseguir un 111J111e1110 Je J11tldó
obran a impubos de un sentimiento personal de insegwidad. En
<Sic mundo frcnttico, no faltan quienes formuhn obscrvaciona Yo: Halt)'. hace tiempo que deseo preguntarle por qué rm
a los dcmú aatca de su comportarnicnro y de sus ralizacio""' me r=mienda usted pua un aumento dt sueldo.
Wi oua motiwc:ión que la más noble. asaba, la de ayudarles. Uo J\J.UMNO: Por supuesto, Pete. Es muy ficil; porque no lo
superior, por más manipulati,'O que pueda mostrarse con su mu· mUC\.-e.

170
"'
Yo: No comprendo, Horry. (Por qué 110 lo mertuo? [Rea,. ALUMNO: No, No demasiado. Lo corriente en uno persona
dón cipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.) de su experiencia.
Al.u"'"º' Bueno, para onpeur, il<va muy P«'O ti<mpo ., Yo: ¿Algo más? [lnducíón tipo INTERROGACIÓN NE·
su empico. Menos de seis meses, ¿no es •ttdad? GATIVA.)
Yo: Cieno. ALUMNO: Otro cleWle. En sus planos, procurt hectr más
ALuMNO: Aún no ha tenido tiempo de dominar a fondo to clara I• Jeira pequeña. En las copias resulta dificil lttrla.
dos los rcsones. No puedo dcrir que trabaje mal. Yo diña que Yo: ¿Es eso todo /oque puedededrme por el momento acerca
es uned d tipo medio, simploncnte. Jr ¡,, mediocrúlad de mi ren4imiento> [lncirarión tipo INTE-
Yo: tEn qui u¡,,,,. p4r6 j11z,1m:e <Omo un tipo medio, RROGACIÓN NEGATIVA.)
s11,,plrmtntt? [Ruc.:ión tipo INTERROGACIÓN NEGA· ALU>'"º' Más o mmos.
TIVA.) - Yo: Bueno, vamos ave• entonces. podrlamos dttr'r que lo que
ALUMNO: Comete usted todos 10$ errores ti picos c:n que $UC· P4S4 e.f q:'e no co111pr11tbo con b11sta111e cuidado mi 1rabojo, c't10 es
le incurrir eJ n0\1110. JSil [Incitación tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.]
Yo: ,·PutlÍt 4mrmt roncrtt•mtr.tt fuénrorn bt cometiiit>> At.UMSO: Eso cs.
[kscci6n tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.) Yo· é Y que poind 1r1b.:;ar wt4s Úpnu sin iWcurn'r ~n n11nx>s
ALuMNo: Le diré dos. Por e~plo, sus aíkulos sobre el CO!· twom de es111 &.s~ qut cues/411 Jine"1? Oncitación tipo INTE·
to de las conducciones de a.ire del edificio de apantmentoi El RROGACIÓN NEGATIVA.)
Rincón. ' ALUMNO: Exacto. '•
Yo: i En qwl me equivoqu:i? (Reacción tipo INTERROGA· Yo: ¿Y que deberí4 cuidtzr más¡,, presenl4tión dt mis tr•b•·
CJÓN NEGATIVA .) jos} [lnciudón tipo INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
ALUMN<Y. Calculó usted uaclcntos dólares de menos. 'i. I01 ALUMNO: Eso partte.
perdimos por su culpa. •t' ": Yo-. Bueno, pues la próxima vez quiero figuniren el cuadro
Yo:Sotptcho qur fue una estupidn. por miparte no <0nsu/4r de honor. Me gustarla consullllrle unos cuantos puntos acerca de
mis cifras con los coltgai tk más "4d o ron usted mismo. [ASER- los cuales albergo ciertas dudas. Puesr.o que tkbo mejorar, Cllan-
CIÓN NEGATl\IA .)· 10•"'" lo hag• m•Jor. [ASERCIÓN NEGATIVA.)
ALu>0<0: No lo tome ckm..U.do a pecho. Todos cornct<mOI Al.uN.?ri:O: Por supuesto.
errores y usted no \'a 1 ~r u.na txcepción.
Yo: ¿Putdt dteirmeen quéotr1s eo1a1 obltngo rtsu/111dos me- Para la preparación de otro ejemplo destinado a ilustrar este
diocrts que podría mejorar? [lnciución tipo INTERROGA- punco me basé·en mi propia experiencia como lnterno de hos·
CIÓN NEGATIVA .) pital. En mis áempos de terapeuu novato, lo mismo que el res-
ALUMNO: Hoy un par de cosas mis. 10 de mis compañeros, cdebsaba una oonfuencia SClllanal con
Yo: Veamos de qué,. crau. un cllnico expeno pan revisar mi •ct112rión, buene o mal2,
ALUMNO: Es usted un poco lento en su trabajo. acera de los enfennos. Esto orurñ2 antes de que yo iniciara mis
Yo: (Quitre decir que tr•b.jo demasi•tÚJ dtsf14dol CReac- prorios trabajos sobre las técnicas verbales asertivas como me·
dón tipo INTERROGACIÓN NEGATl\IA,) dio terapéutico para cn&emarse con toda~ de confüctos.

t.,..
172
Como la mayor parte de mis estudios de perfeccionamiento populachero>sentimentaloide y seductor. Hasta creo que me ha
habían consistido en ceoría dd aprendiz-aje cxpcrimcntíil ym enseñado algo a mí sobre psicofisio!ogfa». ¿Qué lección extraje
psicofisiología. mjs superiores cllnicos consideraron que mt de ia experienci:i de mostrarme no defensivo en una situac1ón
convendría muchísimo rene.r por supervisor a un analista (ne» autoritaria? Si no nos hallamos/rente a una persona manipulado-
freudiano). De momento me alarmé aJ pens.ar que tendríg qut '11, 1-,1ti lar a Úl crítica p11ede lradutirse eventualmenft en provocdr
aprender algo acerca de lo cual no ssbía nada, )' acudl muy asw· rlogios, '~ coino O<:urrió en este caso. en crear una amistad para
tado y en actitud defensiva a la primera reu:"tión con mi super\i· todo la vida.
sor acerca de mi accuación y de mi manera de emplear el m!to. L..t idea de incitaJ a los demás a formular críticas acerca <le
do analítico en d enfoque del problema del enfermo. Pet~ nosorros puede car11bién oont ribuir a mejorar las comunicacio-
aproximadamente: hacia Ja mitad de aquella primera sesión, st· nes en Jas relaciones cnrrc iguales lo mismo que entre las cela·
gún recuerdo, algo de Jo que mi supervisor criiicaba de mi com. dones de autoridad. Puede darse el raso de que una persona de
porcamienco empezó de pronto a cobrar sentido cu.indo co- nuestra inrin1idad-o a Ja que quisiéramos incluir en esta- no
mencé a traducir lo que me estaba diciendo en términ~ SC' muestre primordialmente manipulativa en su estilo de intc·
freudianos en lo que yo conocía )'3i es decir, la teoría del aprtD- rJcción con nosotros; esta persona. a1 contrario. puede tener
dizajc y la terapia de la conducta. ~implemente un estilo pasivo de interacción que le l)aga sumo·
En aquel punto quedé fascinado ante su análisis dd probl~ mente dificil quejarse de manera asertiva o exponer de manera
ma dd enfenno y ae mi actuación. Empecé a incitarle a cxp~· asertiva qué modificaciones espera de nosotros en Ja relación. 'I.'
tarmc mejor el «por qué» de lo que hacía mediocremente y1 sin una salid11 o válvuÚJ que pem1ito resolver /a.f dzferetJciar, ur:a
preguntarle si se le ocurrían otros posibles errores por mi panr relad6n entre igwies est4 dertinada a /ra(asar. Tambitn pode-
que contribuyeran· áhaeer mM difícil la sesión para el cofe!'lllo. mos oonsidcror Ja posibilidad de que nuestro compo·rtamiemo
Obré así con el fin de ver si sus predicciones clínicas coincidían posado - tanto si ha sido manipulsrivo como si nos ha re,·c l•dc
con las que y.o había extraído por mi pane basándome cr. la como personas fáciles t la lra ante las críticas o incluso a ''CC'cs
te<>rlll del aprendizaje. De wia maner.Wl tanto bu(da, esraba pro- con tendencia al miedo y a la huida- haya sido uno de los fac.
ceruendo a emplear una INTERROGACIÓN NEGATIVA 1 tores que baya conducido a nuesrro interlocutor a esa acrjtud
propósito de mi actu~ación profesional para ver cómo podía me· pasiva. La práccica y c1 empleo repetido de algunas técnicas ver-
jorarla >'tratar de relecjona.r lo que mi S'U~rvisor me estaba m- bales, tales como el BANCO DE NIEBLA, la ASERCIÓN
scñandci, con lo que yo >"' sabía aeerca dd comporiamiento. NEGATIVA y la INTERROGACIÓN NEGATIVA, puede~
Huelga decir.que durante aquel año de internado aprendí más contribuir a dar obcnura a una comunicación que estaba rcrra·
acerca de la técnica clínica neofreuruana que ninguno de le.< de- da, ofreciéndonos, como aprenruccs, una posibilidad Je indtor
más alumnos de aqud profesor. Durante nuestras sesione$ dt a nuestro interlocutor a expresarse. Estas técnicas verbales. a
revisión le dejaba literalmente exhausto. Pero a él le cncantah1 fuerza de práctica, pueden también Capacitarnos p~ra. J1aC\:f
y una vez me dijo: «Pete, es usted uno de los estudiantes que co- frente y e.xaminar con objetjvidad todos los agravios que iru:i1 :t·
nozco con quienes es más fácil tr~bajar. No adopta usted untac· mos a nuestro interlocutor a formula r )' que se nos atribuyen a
tiiud defensi"• frente a las materias que debe apr""der o• la nosotros personalmente. Su empico detde elprimer momento en
forma de mejorar su prOpio estilo tera~u:ico de andar por cau, otras situaciones reduce nuestra reacción automática, ronJicio·

t74
nada, consiste.nce en sentimos ansiosos y situamos a la dcfensi· 8
va {rente a las críticas, y nos ayuda a \•enc:er nuestro viejo h&b;to
de responder a las críticas de nuestro interlocut0r con eiabrup- Situac.i ones de la vida comercial cotidiana. ·
tos como: «¿Qué: quieres decir con eso de que no te dejo en paz? La reacción asertiva cuando está en juego el dinero
Si entraras en raión (es decir, si hicieras lo que yo quiero que ha·
gas) no me obligarías a ponerme asi». Con esta reacción mstni·
pulativa, que tiende a suscitar sentimientos de culpabilid•d,
frente a las criticas de nuestro interlocutor y a sus peticiones de
que cambiemos, ¿qué tiene de excraño que la persona en cu:s·
tión decida adoptar la actitud pasi»a y alejarse de la intimidad
que deseábamos alcanzar con ella? Como veremos. en algunos
de los (Ütimos diálogos de este libro se examina detalladammt< En !os capítulos precedentes he expuesto sucesivamente la m•·
esta nueva manera enfática de reaccionar frente a un interlocu· ncra de practicar sistemáticamente las diferentes técnicas verba·
1or pasivo por parte de una persona inic.ialrner.te defensiva y/o les as.er:ivas. Aunque en los diversos diálogos reproducidos para
manipulativa. explicar c~da técnica se empleaban también otras cécnic.a~'·er·
Pasemos ahora al objetivo propiamenle dicho de toda la pri· bales, en cada diálogo se hacía dpecial hincapié en d empleo de
mera pane de este libro: a saber, la manera de reaccionar aserti· un11. de las téroicas asenivas con preferencia a las demás. En las
varnente frente a los problemas comunes que los demás pueden situaciones de la vida re:a.I y corriente que exigen la adopción de
planteamos en cantidad' generosa en el curso de nuestra·exis· una actitud isertiva, nos resultará más fácil reaccionar frente a
tencia cotidiana. los intentos de manipulación si recordarnos que las distintas téc-
nicas verbales se entrelazan perfectamente en unO(secuencia ver·
bal asertiva. En una situación determinada podemos juzgar efi.
cu emplear una solt técnica o todas ellas, según los casos, para
impedir que otras personas nos manipulen y para alcanzar nues·
t.ros objetivos o llegar por lo menos a un compromiso viable.
Salvo en el caso de los diálogos escritos espedalmeme con
fines didácticos, todas las interacciones que se reproducen en
los c.apírulos siguientes corí'C$p0ndcn 11 informaciones sobre si·
ruaciones reales, recibidas de alumnos que emplearon las técnÍ·
ca$ a$ertivas sistemáticas en la vida práctica. Dichu i.nteraccio·
nes se han transcrito a panir de notas, recuerdos. grabaciones e
informaciones literales de alumnos, enfermos, colegas. conocí·
dos y amigos, y solo ~ han modificado y ordenado en 12 medida
en que ha sido necesario para no violar secretos personales y en
aras a la brevedad, la claridaq y el valor didáctico. Algunos de

177
los diá1ogos son panicularmcnte corcos y. como verá el leetor, realidad y en la puerta de su apanamenco. En este ejercicio. un
consciru)•en ejemplos de di\'ersas maneras de atajar rápidamen- desconocido llama a nuesrra puerta y se presenta como cual·
te Jos intentos de manipulacjón. Otros, por d contrario, son quiera de las personas sigujcntes: l ) un excombatience mutila·
muy largos y no se han abreviado precisamente para poner dt do de la guerra hispano-americana, de la Primera G uerra f\.iun·
manifiesto la *necesidad de mostrarse persistente en ciertas si· dial, de la Segunda Guerra Mundial, del conflicto coreano o dd
tuaciones. Escos diálogos se presentan como ejemplos del en'!· \'ietnam, según su edad aparente~ 2) un represencante de )a so-
pleo de todas las cécnicas \"erbales sistemáticas en diversas si· ciedad prorecrora de los niños inválidos de todo el mundo~ ) )
tuaciones. Aunque las situ;iciones d:adas no abar<:an todos Jos un representante de un grupo minoritario víc;t.Íma de algurla
posibles ejemplos en Jos que podemos considerar útil reaccio· opresión~ 4) un estudiante uni\'Crsicario que anda en busc" de
na.r asenivamente, nos indica.n ciertamente cómo podemos reac. J?anar una beca; .5} simpJemente un vecino del barrio (con quien
cionaren situaciones similares, aunque no se presenten ~iálcgos no hemos llegado a rropezar jamá.s en el bw.'e período de ca-
que se apliquen específicamente a todos los posibles ejemplo• 1orce años que llevamos ''iviendo en la mism~ casa o <"!parta·
La manipulación basada en el sentimiento de culpabilidad, de men10). que est~ trabajando en un proyecto para en,iar a los
ansiedad o de ignorancia inducido PO" nuestro interlocutor si- chiquillos del barrio a un campamento de ve'rano en la monea.
gue siendo manipulación, ya proc-eda de un vendedor de coches ña. lejos de Ja congestión urbana, suburbial (o incluso rurolJ, dt
de ocasión. de nuest.ro médico, de nuestro abogado, de nuestros la niebla}' de las restantes influencias insanas. Después de pre-
amigos o de nuestra suegra. Las técnicas básicas para luchu scn1arse bajo cualquiera de esas caracterizaciones. e:l dtsco-
conua la manipulación ·son las mismas, aunque se empleen en nocido explica que busca suscriptores para una serie-de inrerc·
ellas diferentes palabras, cualquiera que sea el origen de esa m" sanies revistas y que un determinado tanto por ciento de los
nipulación. Aunque podemos hacer especial hincapié en una benc.flcios que produzca nuestra aportación será obje"to de do-
técnica determinada con preferencia a ort'!l, según e1 conflicto nación por parte de su compañía en favor de la noble causa que
en que nos encontremos, las técnic~.asercivas sistemáticas dd é) rjene el honor de representar (cualquiera de las cinco que he·
DISCO RAYADO, el BANCO DE NIEBLA, la INTERROGA· mos enumerado).
CIÓN NEGATIVA y la ASE RCIÓN NEGATIVA son r&n1ra1
de carácter general cuyo empleo no está limitado ni a dererrni· Escena del diálogo: el vendodor a domicilio acaba de pre-
nadas situaciones ni personas. sentarse personalmente y de exponer el artículo que in eenea co-
locar. y comien.za con una decl:\ración:

DIÁLOGOS VENDEDOR: Estoy seguro de que le gustaría a usted recibir


en casa. regularmente, esras revistas que le permitirán aprender
Con un vendedor o domicillo deleitándose.
. ALUMNO: Comprendo que piense usted así, pero no me in-
Este primer diálogo mixto es un ejercicio did.ácrico que sedo teresa.
~picar en clase o en sesiones terapéuticas, y que quiero e:spc· VENDEDOR: Debería usted pensar en d bien que puede us·
rar que los alumnos tend rán Ja sUcne de poder practicar en Ja ted hacer a esos niños inválidos si compra estas rC'\~stas.
ALUMNO: Sí. ts cier10. pero no n1t inltrtu (BANCO DE ,.., ¿idá<tiets cxedcntcs para cll0$. Sup0ngo que desea usted
NIEBLA y DISCO RAYADO.) que 1prcnd1n deprisa)' conSlgin humas n<>c:2s1 t no?
VL'llDEDOR: Si conseguimos un número ck suscripl\Jres su5· Awuso: Si, n unt/11J. pero no me 1nlt7esa coo1pr11r n1ng1111,1
cien«, podremos subvcnciooar gcnerosament< las uwosiigocio- ,t!Jist4. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
ncs científicas y perfeccionar en con$ttl.Cllcl2 el lr2tlm,.ntock VENOeoolll: No pitnsa usr.ed ~ ni un ápice.. ni saquicra
esos niños. por sus hijos, ¿verdad?
ALUMNO:Probabltmrnlt tiene usrrtl rown, pero no mt inlt- ALcMSO: Eso tS No pieo$0 ceder. [BANCO DE NIEBLA .)
'''"·[BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.) VENDEDOR: Bueno, me alegro de que los dem'• vecinos no
VENDEDOl: No puedo creer que quiera usted pcrmirir ::,ix sean <orno usted.
esos niños sigan sufriendo sin ser at<"ndidos. ALUMNO: Estoy rt¡uro tle que re •kgro, en efecto. [BANCO
ALUMNO: Ccmprendo que se 11itgut usttd a creerlo, pero no DE NIEBLA.)
mt int.rts•. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
VENDEDOR: Todos sus '·ccinos se han suscrito. Cuando enseño a mis alumnos a enfrentarse con situacion.:s
ALUMNO: No ló dudo, pcro no m• intf'tS•. [BANCO DE comerciales de esta clase, muchos de eUos me dicen que por su
NIEBLA y DISCO RAYADO.] pane se limitan a cerrar la pucna en !as mismas narices del ven·
VENDEDOR: ¿Qui.én es capaz: de no inttrtsarse por Jos niñoc, dedor, porque oo están dispoeslOS a perder tjempo (;Qll él. acu-
y más aÚJI por los p.(iueños inválido$? chando sus 1ontcri1s. En cuanroamí, sudoadve:rti.raesosalum-
ALUMNO: No/o si. [AUTORRE\'ELACIÓN) nos que enfrentarse tJerrivamentc con m• clase de s.lwacionn
VtND!DOo: (!mentando un nuevo enfoque.) ¿Quiest wud sin importanCll es un método usuro. sin riesgos y excelente
SU$Crtoinc • algum 0tt1 tt\ist•? pan prscti<ar la aserción sistemiria1 en pre--isión &: ótros cor>-
ALUMNO: /\0, no me int~sa suscnbitrnt d n111iun•. rtcl-
1
llia~ más imponanres, con ocns personas. Es como cor:1tr
mtntt. [DISCO RAYADO.] dmdo vueltas por la pisa&: at!CIÍ$mo par• mantenerse <n for-
,r son csu 1as un1cas
VENDE0011.: .,.icnga ¡>r'CSC!lte que no · ·~ . mt, antes de panlcipar en 11 carrera propiamente dicha. los
tu que figuran en nuestro prOgramL Si esú usu:d ya suKri:o 1 aconsejo que no eviten esta clase de confrontaciones mientra¡ se
aJguna, yo podré rcnm•ar su suscripción. con d consigujcntc be- cnCUOltr2n en período de aprendizaje, y que cuando R hayan
neficio par• esos pequeños inválidos. pafcccionado y no les resulte ya violento afumanc asertiva-
ALUMNO: Gracias, pero no mt inlrr-~Jd. (DISCO RA· mcnte mediante el U$0 de esas técnicas, podrán cerrarle los
YAD.0.] puenu en las narices al primer vendedor que se les presente, si
V&NllEOOR: ¿Está su mando (o su esposa)? Estoy seguro ck a,l lo desean.
que le intereuría <Jta revista de bricolaje (o de costurt). Echemos ahora una ojeada a un diálogo tomado de Ja vida
ALUMNO: Probahltmtntt, pero no mt suscribir/. [BANCO real, en d que una clienta se impone asertívamente frente: al cn-
DE NIEBLA y DISCO RAYADO.) c.irgado de una tienda pani conseguir que le devuelvan el dine-
VENllfDOJt: ¿Puedo hablar con él (o con el.la)? ro que pagó por una mercando def•cr11osa.
ALUMNO: Nomeinterl!Sll. [DISCO RAYADO.]
Vu<DEDOA: ¿Y pan sus hijos? Tco<IIIOS, un juqo de,.,.,;,.

tSo
DIÁl.ooo 9 A1<N<: Pues le tgndccué mucho que le diga al señor Simon
que sigo J~sNndo lubl.or ton A. Si no quii-ff 1,-nme 4bcr~. quiero
Anxe Jh,.uelw"" pdr ukr alinJo "" rtobiri o cuinJo pueJo.,.. •su jefe. [DISCO
dt bor.1 Jef«t11osas RAYADO y COMPROMISO VIABLE.)
m el Jq1Tt6mm10 Je UfJúJC'Í4 DEPENDIE:O:T;.: <Dcs1part<e rápidamente por la mismt
Je unos gr4nt!c-s 4f111:ce1:a pucn1 de ontcs. y ,,..iv.a los pocos instmtcs sq¡uida ~I señor
Sunon. Este se acerca a Annt y le habla.)
Anne, mujer joven y atra.ctiw, se compró su primer par de bouu )EFE: (Sonriendo.) ¿En q~ puedo sen.ida?
altas con eJ prop6s.ito concreto de lucirlas en varías ficstu du· ANNE: !Enseñando al jefe las botas dcf<ctuosas.J Quiero
rante lo estación de Ja.s vacaciones. En plena cena soci.J, en t. que me dC\'Uch..n el dinero que pagué por estas botas la sema·
primera O«sión, se le desprendió el tacón de la boca izquierda. n• pasada. Son deícctuo•as. El tacón se desprendió el primer
Enfurecida, juró que iba a conseguir que le devolvieran el dinc· día que l•s estrené.
ro que había pagado por aquella mercancia defectuosa. ]EFE: !Examinando las botas.) Humm... Es la primera vez
que ocurre 1al cosa con esta clase de botas. (Como sugiritndo:
Escenario del diálogo: dos días más 1ardt. Anne, con pasodt· .e¿ Pero, qué hizo usccd con ellas?».)
ciclido, se dirige auna ~dienta dd deptnam<nto de zapateria. AxNE: Es1oy ttg1111J Je t¡ue 6S la pn·n1er4 v«>z que ocurre 1'11
rou, pero me h1 ocurñdo •mí, tlt manh11. qu~, realm~nJt, nu 111e
¿Puedo serle útil en algo?
DIPE>IDLE.'<TA: intneu arpr"'"otro p•r J6 bol4s tk l#s que tientn ~ exí's1e11-
M:<E: Esposible, pero preferióa hablar con el encargado de a.. A mi solo mt intoresa este par, y ifW~O que mt Jn:utlwn
la seca6n. [BANCO DE NIEBLA.) el Jinero. [BANCO DE NIEBLA. AUTORREVELl'.CIÓN r
0EPll<DlE>ITA: En este momento está muy Grupldo. ( T1C!Je DISCO RAYADO.)
usted al¡una queja, alguna reclamación que h1ccr? JEFE: (Volviendo a guardar las botas en La bolsa.) Bueno. an·
ANNa: No t/,,Jo de t¡u• tJtari ,,,.,,·~µJa, pero uio tlesN•· 1cs de hacer una devolución siempre 1ra1amos ~ver si se puede
Jo b""'4r"°" il [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.) reparar d defecto. Enviaré estas botas a nuestro operario y vo-
DEPENDIBNTA: CDC$pués de un breve silencio.) Voy a ve• si remos qué es lo que puede hacer.
puedo conseguir que Ja atienda. ANNE: 1''o me cobe 11ingwn11 duda de qlrc prefieren wr
ANNE: Bien, me gu,-larÍ4 vtrl•. (DISCO RAYADO.) (La de· si pirtátn rtparorlas ontts Je Jevo/uer 1:l dinero, pero no •ne
pcndient1 desaparece por una puerta trasera y vucl\re 1 los po· interesa que 1nt las repartrt. Q11iero rec11perar mi dt'ntr(J,
cos minutos.) [BANCO DE. NIEBLA, AUTORREVEL-ACIÓN y DISCO RA·
DEPl!NDlltNTA: Enseguida estará con usted. VADO.)
fulNI!: (Echando una ojeada a su rdoj.) Grocias. (P•san cin. )!!FE: No entra en nuestra política aceptar la de\'olución de
co minutos. Annc vuelve a acercarse a la dependient1 y le diri(¡C género en mal cs1:ado.
la palabra.) A1''NE; f\'o Juáo ie fue ts/11 s~a su po/1iica, pe.ro esra.s botas
M"NE: ¿Cómo se llama el jefe de la sccción? son inteeptables y fUlfflJ qut me dtvu•lvon ,¡ Jintro. [BANCO
Da•awout><TA: (Apurada.) ¡Oh! Se Uam1 señor Simon. DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
JEFE: (Mirando • Annc con curiosidad.) ( Y dice usted c¡oo •Duro con C:I. señora. No se dtjeamilanltlt POCO$ minutosdts-
solo las ha lb•ado WlA vez? pués rcapuece d jefe y se dirige a Anne.
ANsE: Sí, y quiero que me thvuel""n el Jinero. [DISCO RA· ]""'Comprendo que representa una incomodidad para US·
VADO.) tcd, p<ro acabo de hmblar con el encar¡¡ado de los remiendos.
)EFE: ¿Estaba bailando cuando se le desprendió el 11c6nl Tiene su uller en el dis1ri10 Wilshirc. Si le lleva las boias ahora
ANNE: No comprendo. ¿At4so btiy algo malo en bai/,,r COlf se las reparará en el acro. En cambio, si se las enviamos nosotros
estas botas? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.) tardará una sem11n1 en tenerlas.
]EFE: Bueno, hay personas que destrozan las botu b1il1ndo. ANNe:: Comprtnd~ pero no mt 1n1,r11a tn 11bsolu10 q11t ntt
ANNE: No/,, dudo, pero ¿t•n ma'4s son estas botas qu•''º" 'epd'tn lat hotos No t11oy disputsla" 11Cf'/'l11r más qut la dn;olu·
debe bailar con ellas? (BANCO DE NIEBLA e INTERROGA· a6n íntt¡ra dt mi dinero. [BANCO DE NIEBLA, AUTORRE·
CJÓN NEGATIVA.) VEl.ACIÓN y DISCO RAYADO.)
]EFE: No, no... Hobrfa que: poder bailar con dlas. J••E: ¡Pero no podemos da·okerle el dinero' El í1bncame
A.•<?<E: Cekbro "'" /,, d1i• Esto me acaba de conventtr t1 no,., a permitimos que de-·okamos el dinero de este modo.
qut ~s 11na mt'r'C4nd11. i1111«ptablt. QuitTO mt dznero tAU TO· :\,.-:<E: No dudo Jr qur rl /obncantr no ua o ptrmliirstlo.
RREVELACIÓN y DISCO RAYADO.) Pero• m! no me importa en absoluto saber si tl/abriC4mt,,. a de-
JEFE: Estoy sesuro .:le que puedo hacer que se las reparco a l'Ol~rlts ti linero a ustedes. Lo que yo quiero es qut ustedes mt
la perfección. dfVutlvan ti dinero a mí. [BANCO DE NIEBLA, llUTORRE-
ANNE: Comprendo qu• Ú> piense as/pero cuando pago tonio VELACIÓN y DISCO RAYADO.) " •
dinero por un anículo que luego resulta defectuoso, no pu.do }liFB: Pe.ro aquí C1tá el problema. Si el fabric::tnte no nos de-
aceptar/,, en ningún C4SO. Quiero i/Ut "" J..,,,e/von t~ lo 'I"' '"el"" el dinero, no podemos devolvénelo nosotroc i usted.
pafui por tttas botaJ, ínt,,romenlt. (BANCO DE NIEBLA, ANN1: No d..do de sus probkmas <0n el f•briuntt. Pero son
AUTORREVELACIÓN y DISCO RAYADO.) prob)cmu suyos., no mios. Me import•n 1111pqino1111 problmtd.S
]En: No podcmo& hacu lo que riOs pide. ""' el fobriunte. Lo único 'lut ''" imporlil "'I'" mt devuelwn
ANNE Compren® fut riiia eso, pero quitro mi amero y no ti tfintro. [BANCO DE NIEBLA, AUTORREVELACIÓN y
que me reparen las botas. [BANCO DE NIEBLA y DISCO Jt\. DISCO RAYADO.)
YADO.) • ]EF!: ¡Pero si se lo devol\'cmos lo perdemos nosotros!
JEFE: Bueno, voy a verlo que se puede hacer. (Se aleja.) ANNE: No dudo tÚ qut van a pntkrlo, pero esto a mí 110 mr
Anne consulta su reloj y después mira a su alrededor. Deuis 1i11e~s" en 1Jbso/u10. A ml solo me in1ertsa rtt11per11r ti j"1/)órte
de dla se encuentra otra mujer que lleva en las manos un p1r de integro dt mi compra. [BANCO DE NIEBLA, AUTORREVE-
botas con una de las costuras descosidas, y un poco más ali' una LllCIÓN y DISCO RAYADO.]
señora de edad con un :ibrigo de mana cebellina. Al d1rsc cut11· JEtE: No tengo poderes para dcvolv<rle el dinero.
ta de que las dos mujeres han seguido con intcrá su cliscusi6n AN"I: Lo cmJ, dt m~ i/Ut le agrodecerf que me Jiia cómo
con el jefe de la sección Ann• empitta a sentirse turb.da. E.1e H C.m• su '"~f>r'lu~nti up1ai4Jo pdrlZ bdw tst10~4dlm.
S<ntimientose ~ ripidamcnt• mella cuando la anci•.. {BANCO DE NIEBLA y COMPROMISO VIABLE.)
del obrigo de pieles se indin1 h1cú clla y le dice, m voz bcjt: )EF&: (Guarda silencio.)

...
ANNE: ¿Me da usted su nombre o se lo pregunto a otra ¡>er· lucro íntimo y pt1s.o de relieve, en cambio, su nueva actitud ha·
sona? [COMPROMISO VIABLE.) cia sí misma y hacia los demás r la mayor confianza gcncr:ll q1..1 c
]EFE: Voy • ver qué puedo hacor. (El jefe desaparece en la sentía en si misma, producto de su nueva capacidad para. iden·
trastienda y vuelve a los pocos instantes.) tificar los intentos de manipulación de que se la hacía objeto y
)EFE: Como exceptión y sin que siNa de precedente, si me p2ra contrarresrarlos.
presenta usted el ralón de compra, le haré un vale para la caja. Echemos ahora una ojeada a la otn1 cara de la moneda. es
ANNE: Gracias. (Se vuelve y sonríe a la mujer que está detrás decir, al caso de un empleado que se enfrenta de m:'lnera aserti·
de ella con otro par de botas en las manos.! \·a con un cliente que acude con una reclamación Jegícima .

Anne no era una alumna matriculada normalmente en mis


c)ascS de ascrti\·idad, ni rampoco una de mis paciences cuando DIÁLOGO JO
aprendió a mostrarse asertiva. Era, en reaLidad, una de mis cok·
gas. desprovista de aserti\ridad, que aprendió csr.as técnicas yac· .4ndy se enfrenta con una clit r1ta irn·1ada
Litudes a salto de mata. de mis labi~. en d curso de con\•ersa· '/ue rectarna por la ~nfrega de u11,1
ciones y debates de sobremesa o en reuniones sociaJcs, y J~s 111erca11c10 defec111osa
puso en práetica duran1e un período de varios meses. Cosa cier·
camence curiosa, Anne Uegó a alcani.ar un verdadero vínuosis· Andy tnbaja en la oficina de servicios de unos grandes almace-
mo en raaplic:llción de rodas las técnicas verbales, trabajando nes. A menudo trabaja solo cn·su despacho, a última hora de la
por su cuenta y sin beneficiarse de los eier~icios prácticos orga· tarde, mientras los repartidores andan de reparto y su"j'efe se en·
nizados en el~. que tanto ayudan a la mayoría de los a,jumr1os cuentra en otra parte. Como les ocurre a muchas p~rsor.as. a
novatos. Esta interacción concreta con el jefe del dcpartameato Andy le resulta difícil enfrentarse con Ju quejas de los clientes
de iapareria fue lit primera de numero5as experiencias eficaces itritados, y se pone tan nervioso que llega en ocasiones a i~norar
que Anne fue comunicándonos s medida que aprendfa gradual· los mensajes telefóniCO$ e incluso a no contestar siquiera 111 teJé.
mente :a mostrarse m~s asertiva con otras personas. Como otros fono. El diálogo que reproducimos a continuación nos fue ex-
muchos «conversos», A.nne ha experimentado un imponantc plicado por Andy y es la lid reproducción de una escena real en
cambio en su personalidad; se ha vuelto más persistente y mu- la que esruvo practicando la asenividad sistemática por tcléfo·
cho menos sensible a las criticas, ha apr<ndido a aceptar mejor no, en su 1rabajo.
sus propios errores, se preocupa menos frente a los problemas y
los conflictos con otras personas (ya no 1iende a reaccionar hu· Escenario del djálogo: Andy csrá en su escritorio¡ suena el
yendo}, y se muestra mucho menos propensa a la irritación y la teléfono, y Andy conresta. La llamada es de una clienta que for·
a.grcsividad (ya no tiende a reaccionar pdcándose) contra ]as mula una rec-larnación.
pcrSonas que la roda1n. Recientemente, cuando le pedf que me
dijera qué era lo que más apreciaba de sus experiencias en el ANDY: Aquí d departamento de ser.•icios.
aprendiz.aje de la aserti\'1dad, apenas aludió a es.as modi6cac:o- CuENTA: Soy la señora Grandiosc. Esta tarde me han cn\•Ía·
ncs emotivas de signo positlvo que se habian producido en su do ustedes la nevera que compré y no funciona. Quiero que me

186
envíen inmediatamcnce a alguien que la repare o que me.la cam· ANov: Quisiera poder b11cRr algo por usted, pero me -tt111Q
bien por otra. que tendrá usted que esperar has/4 mañana. [AUTORREVELA·
ANDY: Afe gustaría poder serle úti4 pero en este momento co- CIÓN y DISCO RAYADO.)
dos nuestros operarios están fuera y probablemenle no podre- Ctlli:NTA: Vamos. esa no es O'lanera de tratar a Jos clientes.
mos ocupamos de su nevera hasta mañana. [AUTORREVEI.A· No ::;e puede confiar en uStedes.
CIÓN.] J\Noy: Tiene usted rozón. Esta vez hemos falladc lamentable·
CLJE?l.l.A.: ;No fastidie! ;Es para volverse loca! Cuand., ]es JJ1e11te. Le diré lo que puedo hacer. Yo me comprometo perto-
compré a ustedes la nevera, el depe.ridiente me prometió que me 110/..,:ente a conseguir que el encargado de ltJs reparaciones La 11.a-
la entregañan esta mañana porque la necesit;'lb~ para una cena /Jle a usted a primera boro de la moñona. (BANCO DE NIEBLA.
que doy esta noche. Para empezar, me la han enviado a las tres ASERCIÓN NEGATIVA y COMPROMISO VIABLE.)
de la tarde, y. encima. no funciona. ·· CtJJ;l"\JA: ¿Y no puede enviarme a nadje esta noche?
AN01·: Realmente, es l'flU'J' moles10. )"' tn su lugar 1a111bib! tt· ANov; Q11isiera poder sacarla de apuros, pero a esta bora de la
14rlafunoso. [BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELACIÚN.] t11rdc 110 puedo hacer nado tn absoluto. Afañana :oor la 111aii.nna lo
CuENTA: Tiene que enviarme a alguien. Me promeúcron priN<ro que haré será ocuparme de esu asuntQ. [AUTORREVE.
que me la enviarían cori tiempo suficiente, y que podría em· LACIÓN, DISCO RAYADO y COMPROMISO VIABLE.]
plearla ya para la fiesta de esta noche. CuEN'l"A: Creo que será mejor que hable'º" su ;efe.
ANoY: No cumplir lo que le prometimos ha sido un gravt ANo'i: Buena idea, pe.ro en este mOme·nco no está aquí.
error por nuestra part" (ASERCIÓN NEGATIVA.) [BANCO DE NIEBLA.) •"
CuE}.;'TA: Bueno, Jo que tiene que hacer es enviarme a a]. Ct1E.NTA: ¿Dónde puedo encontrarle? ... ,.
guien que la ponga en marcha. ANDY: No lo sé. [AUTORREVELACIÓN .]
ANDv: De buena gana lo haría, señora, pero a esta hora dtl CUENTA: ¿Me llamará usted para decinne a qué hora vcndrí
día estoy completamente solo oquí .~AUTORREVELACIÓN y el mecánico mañana?
DISCO RAYADO.] .ANov: Yo la llamorl personalmente, y en cualquier caw pue-
CUENTA: ¿Y no puede venir usted? de usted llamarme antes de l-s nueve de la m•ñana. [COMPRO·
Ah'DY: Yo no soy t&nico y no sabría repararúz. ¿Está segura MISO VIABLE.)
de que la ha enchufado como debía? [AUTORREVELACIÓN.] C11f.f\J1t.: ¿Por quién t(ngo que preguntar?
CUENTA: Sl, ya lo he comprobado. ANDY: Basta que pregunte por Andy, del depanamemo de
ANoY: ¿Y no funciona en absoluto? ¿Ni siquiera hace nin- SCMC:IOS.
gún l\lido?
CuENTA: Nada en absoluto. Después de haber logrado enfrentarse con éxito con una
A.Nnv: Pues no si qué decirle. ¿El hombre que se la ha lleva· dientai irritadai sin q~edar hecho papilla como le ocurría ante·
do no la ha puesto en marcha? (AUTORREVELACIÓN.) riormente, Andy llegó a la conclusión de que apenas necesitlbct
CUE'-'TA: No sé qué han hecho en ella cuando la han anj. má_s c~pia aseniva y >'9 me mostré de acuerdo con Cl. En la
mado a la pared. P<ro ahora quería guardar contlda en la n~ ocasión en que ~tuvo esta interacción con la clienta, Andy nos
ra y me he dado cuenta de que no funciona. comunicó que bahía ~ado-un poco nervioso durante todo el

188 189
di'logo, y que llegó a prcgunllsrsc si algún día conseguirlo en- ncs y que no estaba dispuesta t aceptar un remiendo cuafquie·
frentarse tr1nquilamcntc con siruufones de 1quclJ1 clase. Yok ra. Por foda 1ts:pucsct se le dijo que, aunque el dueño se en·
ucgun! que la mayoria de los alumnos se sienten todam • con1nba fuera, en,;.¡. de negocios, d encargado dd tallor pa-
poco neni0$0$ en ocasión de su primer ~xito ascnivo po<qut S>ris a r~<r los cojines y haria lo ne«sario. Después de
hasta entonces habían sufñdo numerosos fraasos y pm"éaia hablar con cl j.t'c dd ..U<r y de deju bien sentado que solo es-
que no les faltañan problemas en d futuro, por más que pr•m to.ha dispuesta a aceptar u.na renovación toral ~ la tapiaría.
c1ran fuera de 11 ,;da rttl. A fuerza de cxponcrx una y otra \'t'l Edith recibió con asombro una llam2da de la stcrettrit de 11
con ixito :i situaciones conllicti\•as con otras personas se "cabt !i<!lld•, dos semanas después, comunicándolc que ya habían
por perder la aprensión al desastre y dcstpt~cc por ccnsi- •O!Teglado" sus cojines Cu•ndo Edith repitió a la secretario
guiente d sentirnitnto de ansiedad. Según lo previsto. m:ls adt- 4uc solo se daría por sttisfecha si rcno\'aban la tela de los coji-
lan1e Andy se mostró perltctameme capu de conservar lo «1- nrs, la secrc11ria le respondió que n•da pedía haccrst. El taller
ma mú absoluta en su craro con los clientes. « limiiaba a rcpornr I°' cojines porque el f.bricanre no podíJ
Veamos ahora otra situación en la que el dien1e debe rl'OC· go,.nlitor la 1tla origino!. Edith respondió que los problemas
eion ar ascrtivamente por teléfono, frer:rc a onos empleados pñ. dcl 1aUer no le interesaban en absolu1o: y que lo único que le in-
mero y d<Spués frente al dueño de la tienda, para consegu;r lo 1ercsaba ero saber qu.! pensaba hacer la tienda de !".luebles; la
que desea. , rienda podía quedarse con los cojines remendados. y Edith exi·
gía que a su regreso de su ,;aje de negocios. el dueño.Ja telefo-
neara a dla o• su marido. ·
DtÁl.OGO 11
Escenario dd primer diilogo: d dueño, señor Grinuon, lla-
El''ñor y¿, Kñoro Healb se 11tJNslran asertivoJ ma por teléfono a Mirle, en su d<Spacho. •
/rtnlt 1 ¡,, a<1itwl tt14SÍW Je/ Jumo ,,..
lt un4 titntÍ4 lt muebles MARt<: Ah, señor Grimson. ¿L< han informado de Ja situa-
ción acera de mi divin?
Edith, la esposa de Mork Heath, adquirió recientemente un di- Dueijo: sr. Solo le llamo para comunicarle que los cojin<i
dn después de haber buscado exhausti,.. men1e uno que k ts1án aquí, en mi despacho, esperando o que pase usied ¡l(lr
gustara durante más de se.ís meses. Encantada al principio con aqul para recogerlos.
su compra, sufrió una grave decepción al descubrir que las~•­ MARK: Entonces, ¿los han tapizado de nuevo?
turas de los cojines cedían al cabo de solo ocho meses de uso Dueilo: No, no ha sido necesario. Los técnicos del taller
moderado. Presentó inmediaramente la correspondiente rccla- estudiaron el problema y llegaron a la conclusión de que un
m1ci6n a t. tienda donde había comprado d divin. Pasaron a refuerzo de nailon y l&tcx en las esquinas. puesto por debajo, re·
recoger los cojines, 10> recosieron )' se los devoh;cron. A los su.Jta.ría perfectamente cficai. Y cicnamcntc, han qu{'(fado
seis mesa. las mis.mu costuras empezaron de nuevo a ccdct.. como nuevos.
Edith volvi6 • telefonear a la tienda de muebles y dijo a la ,.. M.<•K: No tluJo tlt qu• ntt sea,/ 1>4ttttr de los 1knia>s tltl
cn:taria cid dueño que qu.n. que tapizaran de nuevo los coji- taller, p<ro 110 lo a>mporto. Hace seis meses ustedes nos tsegu·

190 191
raron que la reparación de los cojines había sido ~ecta, y no MARK: Señor Grimson, lt areguro t¡ue no sit11Jo el menor in·
fue así. No tupieron qué IMcer cuando volvitron a abrirrt Uis ros· ''"'s por ese acuerdo con la /ábriCtJ del que me habk usted. El di-
1ur11s pasado1 sei's meJes. Ahora apenas queda ya te1a en los ~n. \·:in se lo compré a usled y noa Ja fábrica. Usted puede tomar las
gulos. Quitro qut 14pic<n de nuevo esos cojines. [BANCO DE disposiciones que quiera para que se capicen de nuevo mis coji.
NIEBLA, AUTORREVELAClÓN y DISCO RAYADO.] ncs. Porque quiero que los tapicen dt' nuevo, no que los reparen.
Du•Ño: Señor Hcath, le doy mi palabra de que esos cojines !AUTORREVELACIÓN y DISCO RAYADO.)
han quedado perfectos. DuEÑO: He con cenado otra vez una cnrrcvista con el geren·
MARK: No dudó dt que lo cree usted as1; señor Grimson~ pero 1c de la fábrica, para ese viernes, y necesitaré algún tiempo para
yo no. (BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELAClÓN.] solucionar el problema.
Dusilo: Es que el problema esto en la fábrica. No aceptarin M.-<: ¿Hará que tapicen de nuevo mis cojines? (DISCO
Ja idea de vo}\rer a caplzarlos. ~ RAYADO.]
MARK: Mire usted, señor Grimson, yo no tengo ningún proble- Due-Ño: Tratare de conseguir para usted un div¡in nUC\'O.
ma con b:./ábriCA. Yosok>rtngo un probúma <On usted. Y suprob/,,,,,, MARK: Mu)1 amable de su parte, señor Grimson, pero, real·
con l.afábn·C/I me tiene sin cuidado. )•Q sol.o quiere qut tapir:er. w11 ml..'nre, no necesiro para nada un diván nuevo. Yo solo quit!r<>
cojinesdtnutv0. [AUTOR.REVELACIÓN y DISCO RAYADO.) que tapicen de nuevo mis cojines. (AUTORREVELACIÓN y
Dus~o: Deje que}.'icnse un poco en la manera de resolver el DISCO RAYADO.]
problema, y volveré a llamarle. · Duwo: Primero déjeme que lo intente. Escoy seguro 'de qu<
MARK: ¿Cuándo me Harnará? quedaní satisfecho. Enrmamo, ¿por qué no pasa por aquj a re-
Dusi'io: El viernes voy a comer con la gente de la fábrica. Le coger sus cojines y así podrá usar el diván? ..
llamar~ esa misma tarde o el lunes. MAaK: E11cry seguro dt que qued.ri wtis/echo, pero 'Clltre-
MAR<: Muy bien, espero su llamada. tanIO dejaré Jos cojines en su oficina b111ta que estén lapiza.dos de
nuevo. (BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
Escenario del segundo diálogo: ef'ñii~rcoles de la semana si· OuWo: Deme una o dos semanas más de tiempo y veremos
~icnte, Mark llama al dueño, en visea de que no ha tenido noti· lo que se puede hacer.
c1assuyas. MARx: De acuerdo. Si no tengo noliaizs de urteO dentro de dos
rtmanas volveré 4 Jkmarle. (COMPROMISO VIABLE.]
MARK: (Señot Grimson? ¿Ha orden•® ya que tapicen de DuEÑO: No tema, que yo mismo le llamaré. ·
nuevomiscojints? [DISCO RAYADO.] M>.JU<; Si no pudiera htJce,,lc por 11/guna rn:ón, )'<>Je llam4174
D UEÑO: EJ viernes pas.ado no conseguí ponerme en contac. jNra ver cómo resolvemos k cutstión. [COMPROMISO VIABLE.]
10 con la gente de la fábrica. DvsÑo: Estupendo. No se preocupe: haré todo lo que e.té
Mt..RK: No comprendo. ¿Qué tiene que ver la fábrica con el en mi n1ano.
asunto del que le hablo? [A UTORREVELACIÓN.] MARK: No le dudo. [BANCO DE NIEBLA.]
DusÑo: Estoy rratando de llegar • un acuerdo Ít\'Urable
para usted con la fábrjca, y me pcvpongo hacer todo lo que pue- Terocr diálogo: Mark !Jama al señor Grimson d05 semanas
da en su favor. más t&.rde. ·• -

JQ2 t9)
MAR.ic ¿Señor Gnlll10n? No he tenido noticias suyas d<odt D"L~ <En 1000 jO\iall ¿S<ñor Heath? Hoy dios que de-
hice dos semanas. e l4 tsttin 111pr:.i1dtJs eh 11uevo los t'Ofllitf~ bcñan tener n'Cinta y seis horas y aun asj no basarían
[DISCO RAYADO.] MARK: /\"o comp,.ndo /oque me d1ct, señor Grimson. (AU.
Du.D::o: Tuve un1 cntrC\ ista ton e] gerente de La fábriet y rr-
1 TORREVELACJON.]
sulta que no están dispucstOJ a hace.r nada. Conste que por n DuEÑO: (Ligeramente turbado.) Quiero decir que hay días
pane hice todo lo posible. en que no tengo bastantes horas para harcr todo Jo que (!t1i-
MARK; s~ñor Grimson, elf0)1 Stg11ro de que usted hizo tcdol~ s1cra.
post'blt, pero en rtaÚIÍ.4d r.o 111t importa tn absoluto saber t¡u~n· MARK: Es u~rd11á. S1' n1e sobrar11 algú11 día, por 1ni po;te, st· io
tán dispuesto! 4 "4ttt tlt 14 fibrit.'4 o qué se niegan 4 h4«r A,,;, re¡.alarfa 11 JJ.Jttá áe buena g1rt11, 1eñorGrin11on pho no 1ne sobra
solo mt i1Jlport11 lo que V4 4 h4cer 1111ed. Quiero 'I"~ t1p1ct11 J, ninguno. [BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELACIÓN .J
nu'7JO nos cojinn. [BANCO DE NIEBLA, AUTORRE\IW DvEÑO' (Vuelto 1 la realidad.) ~no, pues voy a decirle !o
CIÓN y DISCO RAYADO.) • que vaya hacer con su di..-án. He encargado ouo que me será
Duec'<o: (Guarda silcnoo unos ins:antes.l cntr~ el día uno del mes que ,;ene. En1onces enviare u!l
MARK: Señor Grimson ¿Está usted ahí> ¿Han corudo b camión a su cau y c:ambiaremos el nuevo di\·án por el suyo.
comunicación~ /\IARK: Muy amablt de,.,, partt, ttñor Gnmson, pero, real-
DUEÑO: No, solo estiba pensando. Es posíble que haya rnu mente:, no es necesario. Yo solo quiero qut tllpi'an át nutw tr.iS
solución. Déme unos pocos días para ,·er qué puedo hace1. cojintS. [AUTORRF.VELACIÓN y DISCO RAYADO.]
MARK: Es poribkq•t haya 01ra solución, e11 efecto, pero si no DueÑo: Nada, nada, se hará como le digo. Ya h1,1enido US·
da usted con ella 1 sigo t¡utn~ndo que Japic.tn de nu~o mis mj~ tcd bastantes disgustos con ese diván, y la fábrica reconoce que
ntt. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAY.\DO.) ••defectuoso. Nosotros absorberemos el costo. porque nues1ro
DuEÑo: \Con cic•ta irritación en d tono de su voz.) Señor negocio depende de la s2risfacción de nuestro$ dicn1es.
Hc><li. ''<>)"a traw de hacertodo lo posible por usted. Tmr• PI' MAJYC: (Y por f(IJI no ncn limi111mos tt a:mbiar /oJ ro¡iftn'
ci~cia un05 dias má1t por favor. ,_-- Por mi f'""' m• b.111ria. [COMPROMISO VIABLE.]
M..ioc éCsuínt!o putdo 'S/"Tª' iu /LunaJa? [COMPROMI DuEÑo: Imposible. Los tonos de la tapicería nunca son
SO VIABLE.] exacwnente iguales.
DuEÑO: Le pron\e10 que: me pondré e:n contaC10 con us1cd M.ARK: Bien, ~pero que me llame unos días antes de prime-
el viernes. ro de mes paro que alguien esté en cas.t cuando traigan el nu~·o
MARK; Bien, hasta e) viernes. entonces. divAn.
DuEÑO: Le lla.marí personalmente el gerente para concretar
Cuano diálogo: Mark ha llamado al despacho dd seño: la fecha.A propósi10, ¿en quéestadoseencuenm• el diván? Los
Grimson a las tres de la tarde del \1cmcs, y la secrc1aria lc ha cli. cojines parecen nuevos. ¿Esrí igual el reSto del divin?
cho que Grimson no estaba. Mark ha dicho a la sccn:taril qut MAll1<: S!, salvo las cosruns de los cojine., d dhin está
quiere hablar ctJO Crimson esta tarde, y que, en d peor de b como nuevo.
aosos, Grim.on puccle Uamuk a su casa por la noche. A ~a... DuEi'lo: Bueno, pues lo tcndttmos en la úcnch como mode·
co mmos CWlttO Grimson le llama. lo, y asl no se habrá perdido todo.

194 'º'
MARK: Gnicias, señor Grim§On. L< 2gnidezto mucho que de «nOCS•, de negativas, en su arsenal. Una vez tratados ascrti·
ha)'I rcsucl10 este problcm•. \'tm~tc esos <n0eS»1 no tarda c.n llegar d compromiso.
Duwo: Nado, nada. siano lo ocurrid<>. U, ruego que diga a vo1,..,,.,do. cambiar d. p<íSpttU\'8,.,., d di3J,,go sagu1cote
su esposa qu• pase• ver loo º""''OS moddoo de muebks. Estoy un emplesdo tiene que cnfrc:ntane ara a cara coo pe nonas fu.
seguro de que le encantarán. riosas o manipulati\••s, como parte de su.s funciones.
M..RJ<: Se lo diré sin falta.

Pani Mari< resultó extr<midamentc difícil, desde d pun10 DIÁLOGO 12


de v~sta ~ocionaJ, enfrentarse con lo asru1a arg\1cia del dueño,
que unplic•bi que Msrk 1enía un problema con d fabrican1c y Dorothy u tn/rtnta con
no con él, y que él, Grimson, estaba a favor de Mark en un cien· rl público como /um:ionoria dt lo administración
to por ciento } dispuesto a remover cielos y tierra en su bencfi.
1

cío, contr:' un oponente realmente difícil, el testarudo gerente Dorothy es mecanógrafo en una oficina del Estado donde "'
dc_la f4b.rica. No le fue fácil a Mark decir sirnplement< qu< la fá. despachan deierminados mlmiies legales parad público. En el
brica le unportaba un comino r que lo uníco qu< le iniercsob• puesto que ocupa, Dorothy tiene que alternar con otros emplea~
en lo que d dueño de la tienda iba a hacer pani resolver d pro. das en J. ejecución de los trab1jos propios de la oficina y en
blcma. Es decir, no l< füe fácil decirlo la prirneni vez. Pero des· atender al público que acude con sus problcmas.,hntcs d• h•·
pués dejó de CO$tarlc. . berse decidido a someterse a la terapia. aserti~·a, DÓrothy pro·
Después de haber rnunfado en d empeño con el dueño y de cunba mar el 1n110 con d público siempre que podía. Di<e
habtr retvelto satisf.crorimicnte su problema, Mark se dio dla misma: • Tcnla mucho mitdo, y nunca sabia qué d<cir
cvcnta de que durante d conlliao no habla tenido nada a qvé cuando no podla dar a la gente lo que d.,..bin•. Durant• un
•gtml?•· apane su propia ascrtividad y su simple p<rsi.ucncia p<riodo dt varios semanas, Doroihy se ejercitó en mosrnirse
~decir una y otra'"" al dueño de la ticñda qué era lo qvc que sistt.máticamente 1sertM (rente a ptticioncs que no podía
na. Mark no contaba con ningún recurso jurídico, ni pod.ia h.a- atender. El diálogo siguimtc reproduce su enfrentamitnto con
cer presión algun• de tipo social o comercial sobre Grimson \'arias peticiones y rcclo.macjoncs que se le formularon durante
para obligarle a satisfa= su legitima reclamación. Si hubi.,.. in· ese período.
ten<•<!<' swcitar en d dueño scntintientos de culpabilidad por lo
ocurndo, Mark probablemente no habrla conseguido gran <os. Escenario del di'1ogo: Dorothy se encuentra de pie de1rás
con ~qucl maestro de la manipulación. Mork solo podla exigir dd mos1rador de recepción cuando se le acercan dos p01rcjas.
ascruvamcntc que el dueño corrigiera un dcfeclo de la mercan·
cía que le había vendido. Si el dueño pcrmtla en negarse 1 ha· DoaOTHY: (A la primera pareja, un hombre y una mUJC"r de
cerio, Ji.iark no podía. hac:cr más. Componane asenivamcnte menos de rutrenta años.) Bucno.s días, ¿en qué puedo ~n·irlcs?
eon pcrsis.tcncia no garantiza el éxito, cie.n.&.1lcntc. pero, como HoMB•• l: Quisiera que me tomiran las huellas digitales y
Muk y otros alumnos han dcsrubicno, la ma)'Oria de las per¡o. que me legalizar211 esta declaración.
nas, cn d mundo del comercio, solo ócncn un númuo limitado Do•OTHY: El nouño está en lt ruana planta. ahon. Dupa·

197
cho 407. En CIWlto a las huellas digit.les, no es cosa nucstr.. M~J•• l: En las oficinas del Estado solo se proponen fasti·
Tendri que ir a la oficina dd sheriff, de la calle Tres, o a la co- ¿iu al público, eso es lo que pan.
misatúi de policú dd ouo bdo del aparcamiento. t::io.onn-: Comprtndo mtrJ bitn lo qut úer.te. l.M verJaJ <I
H<»<a... I; En 12 guía dd ,·csúbulo dice que hay que \'CllÍr a .¡rtt• llW.'s ara a 14 tmprttt6n que !Un, e"º a cieno? (AUTO·
este despacho. RREVELACIÓN y ASERCIÓN NEG/.TIVA.)
Doaonrv: Tier.t uJttd ral,Ón. P~re~ mer:tir111 é"º? El nOl4· (La primera pareja se retira y Dorothy se dirige a la sq¡unda
,.:O st m11dó boce cuatro mests y todovía no bo mo4tfit4do U guí•. p;rtjl, un hombre y una mujer de edad "·anuda.)
A trt•s 4/tur•s ¡•• podi4n habtrlo h"bo, i-IÍ•dl [BANCO DE 0c>ROT1'4Y: Y a u11edes, ¿en qui puedo scr,.-lrles?
NIEBLA y ASERCIÓN NEGATIVA.] Mujl!R Il: Queríamos formularios para testamento.
MUJER J: Pero ¿por qué no hacen algo por remediarlo? DottOTH\': Pues la \'Crdad es que no tengo 1Jeo Je qué Sf! tra·
DoROTMY: ¡Qué má.s qz..isiér~mos! Ya he.mos envi:ado no.sé .':1 Nadie no~ l'lnbín r>editlo i11más ~ó. Voy~ prc-p.untt1r. ( l l.111l.1
cuán1os avisos, pero las placas sigue-n ahí. )'á no sabt1110.rqué ha· ror teléfono a su jefe, le explica 1:1 si1uac1ón. escuch¡ su l'c1'·
ctr. [AUTORREVELACIÓN.) pucs12 yse dirige:: de nUC\'O u la pareja de ancianos.) Tal corno me
Mu¡E• l: Esto es ridículo. Algo debe pode~e hacer. t~nlia, no tenemos nada que \'er con esos formularios. Tendrán
Do•crrnv: Algo d<btría po~rse bactr. en cfeC10, pero por mi que ir , l:u oficinas del cent ro de Los Ángeles. Les daré J. di·
parte no si qui. [BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELA· rttción y el teléfono. [AUTORREVELACIÓN.)
CIÓN.) . H<»t••~ U: El guardia del v<Su'bulo nos ba dic:bo que en
Mu¡ ra l: Con los impuestos que po¡amos del ayuntamiento este despacho nosdarl1n íonnulaños pm testamento,.
podr& por lo ~ damos las indicaciones que nece.iwnos. OooOTHv: Sin Jt,'4 crtí• qut at¡ui se¡,,, podri•mo1 f•ali1.,
Doaonrv: Tie-re 14ted rtUón 1 k sobr•. Esi.mos tL:ndo un [BANCO DE NIEBLA.)
tnttt tsptditu~. [BANCO DE NIEBLA y ASERCIÓN NE- llC>MllU ll: Deberían cuidar un poco más d SÍ$tema de in·
GATIVA.) fomu1ci6n.
Ho><tlE I; Pues a mi me dijeron qu'raqul me tomarían las DcaoTH\': Cimo. ¡Qut miJ 9ufriir•mo1! [BANCO DE
huellas digjiales. NIEBLA y AUTORREVELACIÓN.)
Oo• OTHY: No dudo de.qut se lo dijtr•n, pero repito que •qui MCJE• n: Alguien debería decirle. este guardia que no t'Stá
no tomamos huellas digit.les ni las hemos tomodo nunca. bien h1cer perder tiempo• lo ~ente.
[BANCO DE NIEBLA J DIJkOTH'li': Hoy misn10 a labora dr to1ner, le diré t¡tre aqulno
1

Ho><••E I: Antes Utmé a esta oficina por teléfono y me con· focilitomo1 form111Ario1 P•M tts/dmenro. [COMPROMISO \' IA·
testaron que si. que me tomarían las hucllas digitales. BLE.)
DoaoTln-: ¿Con quién habló usted? Si quiere, buscaré al Mu¡ E• cu~nto dinero ,-,mos • perder
JI: ¿S•bc ust<d si no
que le ínform6. conseguimos esos formularios~
HoM••• I: No..; con quién hablé, pero era de esta oficiru.. 0oROTHl': No, no lo JI [AUTORREVELACIÓN.]
Ooaontv: Si es a.sí, la persona en cuestión st ton/unéi6. MuJER U: Pues muchísimo. para que lo sepa.
(11411Jomtocurmt to<41MÍ,yomeenfaro,co. [ASERCIÓN NE· DotloTHY: No lodMdo. [BANCO DE NIEBLA.)
GATIVA y AUTORREVELACJÓN.) Mc¡ta II: No sé por qué no bon de tener UStcdcs los formu·

198
"'"
)arios que necesitamos. en lugar de enviamos c.-ida vez al cc:nuo cha la reparación, Amold comprobó con disgusto que los frenos
de la ciudad. chirriaban e:scandalosamence cada vez que necesitaba utilizarlos.
DoRO'l"HY: No si. Supongo que se trata de asuntos de ouo
depanamemo, ¿comprende? [AUTORREVELACIÓN.] Escenario del diálogo: Arnold vueh•e a la agencia y habla
/'vluJE.k 11: Lo más natural sería que se pudieran obtener CD con el encargado de las reparaciones.
cualquier oficina del Estado1 siendo una cosa tan importante.
DOROTHY: Comprer.do !o q:'e 1i"ente... ¡1ener que ir a1 ttD- ARNOLD: Hace unos días me repararon ustedes los frenos,
trO, a estas horas! [AUTORREVELACIÓN.) rtparación que en eró todavía en la garantía, y a.hora resulta que
Mu¡ER Il: Usced es demasiodo joven para comprender codos los frenos chirrían escandalosamente. Qujero que me solucio·
los problemas que pasamos. Cuando cenga nuestra edad se dad nen esce problema.
cuenta. ENCARGADO: Pues no se puede hocer nado. Son los frenos
DOROTHY: Posiblemenre. Por supuesto, ahora no puedo saber estándar, y codos chirrían de esta manera.
lo q11e pensart dentro de u,1os º'los. ¿Puedo serles útil en J]~ AR:<OLD: No dudo de que todos los frenos es1dn1Úlr chirríen
más? (BANCO DE NIEBLA)' AUTORRE\'ELACIÓN.) asf pero cuando compré este coche los frenos no chirriaban y nQ
HoMORE Il: No. gracias. Eso es todo. quiero que chirríen ahora. (BANCO DE NIEBLA y DISCO RA·
YADO.J
La ascrtivÍdad de Dorothy frente a unas peticiones que no ENet.RGAOO: Pues no podemos hacer nada.
puede satisfacer no nece$Íta comentarios. Habla por si m.isf't'lt.a. Al\NOLO: éCómo se llama el gerente de la agenclá y dónde
Examinemos ahora una de las situaciones más fáciles en las puedo verJe?
que se trata de obtener por métodos asertivos aquello por lo que ENCA.RGADO: Está en este despacho.
se ha pagado, a saber, la reparación de nuestro automóvil por un ARNoLo: ¿Cémou llama? [DISCO RAYADO.)
mecánico. ENet.RGAOO: Gerbard Braun.
CAmold entra en el despacho del señor Braun, le encuentra
discutiendo la reclamación de otro cliente y espera, de pie y en
D11\~0GO 13 silencio, hasta que c1 otro cliente se retira.)
GERENTE: Siéntese. par favor. ¿En qué puedo sen1rle?
Arnold consigue ARNOLD: (Sin sentarse, mira al gereme de arriba abajo y le
qu< k rtparen los frenos habla con calma.) éOué historia es esa que intentan endilgarme
en el taller, según la cual no pueden ustedes arreglar mis frenos?
Arnold adquirió un pequeño utilitario extranjero, y antes de ha· Cuando compré d coche no chirriaban y ahora chirrían escan·
ber recorrido con él dos mil kilómetros observó evidentes fugas dalosarncntc.
de aceite en las cuatro llmtas. Llevó d coche a la agencia que se GERE!'TE: ¿Tiene usted la factura con c.I detalle de la repa-
lo había vendido, habló con el representante del servicio de tt· ración?
paracioncs, y le dijeron que las fugas procedian de los cilindr°' ARNOLD: (Enseñándosela.) Sí, y quiero que los /Tenos ,10 íhi·
de los frenos y que se lo arreglarían inmediatamente. Una vez h('· rrien. [DISCO RAYADO.]

200 201
GElENTE: Aquí dice que los cilindros de los frenos de !Js GeaEs-TE: (Gu:arda silencio unos instantes, y se muerde: d
cuatro ruedas perdían aceite. Se hizo la repu•ción pertinente. y '.Jhio inferior, con expresión meditabunda y preocupad1.)
be aquí lo que ocurrió. El mecánico prob•blcmcntc cneon•ró , Puede dejamos d cocl>c esta tarde y ptsaJ a recogerlo bona las
un poco de liquido de los frenos en las sudu y clecicli6 am- . >
C1J1CO.
biat!u pan mejorar la efectividad de los frenos. En realidad, no Ar-""OLD< l Van usttlÍ'1 • rtp4nr ws frmo1 dt m<XÚI qz" "º
tenla ninguna ncasidad de cambiarlos, pero lltmprc prcfcri· chinit,,? [DISCO RAYADO.)
mos aseguramos de que la reparación satisfará• nuestro dicn· Gu<,..TE: Si nos dcj1 el coche esta tarde, se lo repararemos
te. Y1 vio que no le cobrnnos nada, de modo que consiguió fre- como usted desea.
nos nu~ complewne:nte gratis. AxsoLD: Se lo •grodecen! mucho, muchas gracias.
ARl<OLO: No du!Ú! de lo que m• die-. pero cuo.ndo compré el
coche los frenos no chirriaban y después de la rep•ración chi· En e.ca interacción, Arnold descubrió que la tan cacareada
rrían escandalosamente. Quiero que mí1 frenos no chirrftn. ••hstinoción de los mednicos )' de los jefes de talltr de reparo·
[BANCO DE NIEBLA r DISCO RAYADO.) ;i<in es un mito (probablemente cultivado )' fomentado de ma·
GERE:<TE: Bueno, pues esos son los frenos de recambio que "" .rtificial por la falta de ascni"idad de muchos de sus clien·
nos mandm de fábrica. Son mucho mejores que los originales. :esl. Descubrió que d encargado de las reparaciones solo tenía
Son mú duros y dura!) más, y por eso chirrían un poco. -:.1 txi.stcncia un número limitado de respuestas manipulati\-as
AaNoLD: Francomcn1e, no mr murnan los probkm11 q•< pna rechazar las redamaciona, y que el número de las que te-
pwdo urtcd tener con los rtC4mbio1 de/abría. Es posrblt qr~ "'°' nia d gerente ero más limii.do aún. Este diálogo p~cde paro·
fimos s~•n m~s~ pero )-O quiero unos /rmos 'I"~ no c:hirrltn. mle al Íettor exeesivamcn1c facil y de CSC2$3 utilidad práctica
[AUTORREVELACIÓN, BANCO DE NIEBLA y DISCO RJi. en el uato coo Jo. talleres de a:paraáones. En mis runos de
VADO.) ~d. coruódcao una fonuna que el fabricante o el meca·
G1ur-.1e: Pero C50S frenos son n~-os y IC los instalamos nico provoque al¡un conflicto con mis alumnos. En\i.ar a un
snris. Sin estar obligados • haC<Orlo. Lóhicimoo por cortesía COD .Jumoo 1 1fumarsc asenivamenre frente• esta clase de conllic-
usted. Porque queremos tener la seguridad de que nualro$ 1os es uno de los •debera cucroS» más fáciles y eficaces que
clientes quedaran SJtisfechos. puedo imponerles. Nineunode mis alumnos ha fracasado jamás
ARNOLD: Fue muy tJm11b/e por tu p4rtt, p~ro no quiero !!O e~ stctor comercial, aunque algunos han tenido que mos·
unos/renos t¡ue chirríen. [BANCO DE NlEBLA y DISCO RA· ir1fSt persistentes a lo largo de varias semanas. En el fondo,
YADO.) considero que debcr!a estar aeradccido a los gigantes de Dctroit
GSRENTE: Le advieno que si le ponemo.; Olla""' Jos frenos que persisten en aportar grano al molino de la ascnividad.
originales no le van a durar ni la mitad de lo que Je durarán En el di&logo siguiente veremos un ejemplo de situación co·
estos. mercial en la que mostrarse 11.scrci\'o <:-ll'.igc un poco más de per·
A11tNOLD: Probablemente estos durtJrlÍn m4s, pero. /ranc1· sistencia y de c.apaddad ptrt enfrentarse con una burda mani·
m<nlt, me tÍ4 lo mismo la clase dt /reno1 que urj/j"'" tn la rtp•· pulación de nuestro componamierno durante un ~riodo de
,.,;6,, con tal de qw ws/rt1101 no chirrit11. [BANCO DENLE· semanas o, al menos, ck \'arios día¡.
BLA y AUTORREVELACIÓN.)

203
OtÁ~OGO 14 JAcK: Señor Kinz, este coche que me vendl6 usted es pura
dutarra y quiero que me devuclv• d dinero.
}<tlt cons1111e dt un \'L""DEDOa: ¿Y pues? ¿Quié pas2 ahora? Creí que d vit.mts
wndedor de roch'1 u10d01 pasado se lo h1b!an arresJ•do.
t¡ut le tkvutlwm J 800 tiólmes )M:K: S( i.mbiln )O k> treÍ4, pero la transmisión empuó a
perder Olra ''e% l)'Cf y en realidad ese coche está peor que d \'Íe·
J1ck es un esrudiante a tiempo parcial que se gan1 l1 vida :rtb> JO que tiré. Quino qut mt á'1Juelwn mi dinero. [BANCO DE
jando como fisioreral""uca. Su trabajo no le gusta y estudiara: :\IEBLA,AUTORJ\E\IELACIÓN y DISCO RAYADO.)
d propósi10 de conseguir un ámlo y aprender las cécnicas ir \ 1ENOEDOR:Bueno. tenga en cuenta que nosotros no tenc·
otr• profesión. El viejo coche de Jack acabó por e11ropcsnt) mos nada que ver con el 1aller. Deberá us1ed dirigir su reclama·
hubo que remolcarlo has1t un cementerio de au1omóviles.Jad ción a ellos,
hobi• previsto esta eventualidad y durante dos años h1blJ "" J1i.c1:: Co111prc11do q11e piense usted osí; pero yo le pagué mi
nido algunos ahorros para peder comprarse oiro coche cuandt Jinc10 a usted, y no o.I 1aller. No tengo nada que \'Cr con esa gen·
llcg:ar1 l1 hora. Asl pues, al día siguiente compró ya orto coche. '"y q111<.o ""'P''"' 1t1i dine.o. {BANCO DE NIEBLA y DIS ·
uno de segunda mano. Como tenía el dinero en el b.lnco, pa¡ó CO RAYADO.]
d iota! de 1.800 dqlarcs mediante un cheque. Al di1 siguient<de Vr.xosooA: ¡Qué tontería ! Caro que debe usted tratar con
h1ber comprado d «nuevo» coche, Ja rnns.rnisi6n 1ucomitio clics. Usted les lle"6 su coche, ¿no?
empezó• perder t<cite en antidad. Jade llevó d coche .t..,. jAOC: Sí, tS ci"IO. Pero/ut unJZ ntupiJe:, por mi parlt l!n.Jr·
dcclor, y este le prometió hacénelo rcpatat. Doc ellas después de te/o 'JOpnIOn4/mntlt llf /Ut4Tti~ insisJir tn qut St oalp014 llJtnf
rq>auclo. la transrnisjóo empezó a perder nuevamcntt. Jtd lflinM tkl prob/nr4, (no ts ...,.i14JJ [ASERCIÓN l' ECATl\'A.]
axisul16 conmigo y esrucliamos juntos sus cli''CfW polibíhda- VL'IOEDOa: No. no, así en como había que ba~o. Le voy
des: que vohicrtn a n:puadc d ~he, que le <111rt¡aran ouo, 2 expliar cómo funcionan e:stAs cosas. Sepa que nosotros cum·
o que le devoh<ienn d dinero. Tambi&i cstudWnos ll l!Wl0!1 plim<>$ nuestra obhg1ción. Usted oo tiene ningún problems con
en que podía cnfrcn1trse ascrtivamcme ron d problema. c.m;. nosouoo. No 1cnemos n1d1 que ver con ese taller. Su problema
no dc 11 agenda de coches usados, al día siguiente, d coch< tt es d 1alkr. Vaya a verles a propósito de esa transmisión. Aqul no
caló varias veces, y c•da vez costó más ponerlo de nUC'\'O en mir· podemos hacer nad1t. No 1encmos las instalaciones precisas.
cha, hasta que hubo que empujarlo. Al cnlur en d aparcamien· Por eso le enviamos allá.
to de la agencia, Jack ya había decidido, en cons.e(ucncia, que jACK: Co"1prtnáo perftttamtnlt que quiera usted envi1111ne
no quería tener nuevos tratos c;on cJ vendedor de coches usados 01ra vn o es~ 1alltr, pero no pienso hacerlo. No rengo ningún
y que ex.igirfa J:i devolución íntegra de su dinero. problema con esa gente. Es ton ustedes con quienes tengo pro·
blema. y quiero qut mt dtvutlvan el dinero. (BANCO DE NJE.
Ola 1: Escenario dd diálogo:Jack entu.,, la o6cina y se dj. BLA yDlSCO RAYADO.]
rige al vendedor que le vendió d coche. Vn."Dt.OOR: Puesto que lo toma usted así, no tengo incon\"C-
niente en Uamules ahors mismo y exponerles su tt<:Wnación.
]Aoc Señor Kírtz. si usicd quiere llam2r o! taller, )-O no se lo

204 1os
impedjré., pero conste que les llama por usted, no por mf. Rfl.V nismo p~ra devolverme el dinero, sigo empeñado en verle.
nozcO que dejé al/J mi coche)' que fi1i '1 rec.ogerlo /?fego, pero~ [BANCO DE NfEBLA y DISCO RAYADO.)
tengo nadtJ 'fu~ ver con ellos. No me importa Jo que haga U$tcd VENDEDOR: Voy a llamarle, a ver. (Descuelga el teléfono,
con el coche. Yo solo quiero que me devue/114 el dinero. [BAl!CO marca, habla con alguien y se vuelve de nuevo hacia Jack.J No
DE NIEBLA y DISCO RAYADO.) estará hasta. m!lñana.
VENDEOOR: (Mirando fríamente a Jack.) Si cree usred qut ]ACK: ¿A qué hora podré verle mañana?
no respondemos de los coches que 'rendemos, quítese esta ido VENDEDOR: Suele llegar hacia las nueve.
de la cabeu. ¡Haremos que le reparen la transmisión, por su. J•cK: ¿Estará usred aqui a las nueve y media?
puesto! VENDEDOR: Claro; es1oy iodo el dfa.
]ACK: Señor Kir11., no dudo de que lo cree usied así, pero b ]ACK: Estupendo; pues entonces, quiero que hable us1ed
mismo dijo la primera va y nada ocurrió. Francamente, en v& con Smjtt)' en cuanto CSl<:: llegue. Dígale que quiero que nos reu·
ta de eUo. 110 puedo creerle a usted cuando mt repile tal ((1f¡J n•mos los 1res a las nue"e y media. ¿Conforme>
[BANCO DE NIEBLA y /\UTORREVELACIÓN.] \iENDEDOR: Por mi pane, esrupendo.
VENDEOOR: No sea usied as!, amigo. ¡Con todo lo que J.ja .f.'\CK: Bien. Y a propósito, aquí están las lla\•es dd coche.
para que Je repararan el coche en el acto! Yo no tengo la culpi VENDEDOR: ¡Pero si nolss necesitamos!
de que el taller no cumpliera. No tic.n e usted ninguna razón pan }ACK! Eso cree usted, sin duá4, pero he dejado el coche , ·
hablanne a$f. Le •s_eguro que haré que le repan:n el coche. fuera, cerrando Ja salida. y probablemente querrán· apanarJo.
J•CK: No dudo de que lo cree urted asf señor Kr'r1;,, pero poi (AUTORREVELACIÓN.)
miparte no puedo creello, y solo exijo que me devuelva ti dine10. V.esotooR: ¡Pero llévese usted el coche, hombl'e de Dio''
(BANCO DE NIEBLA, AUTORREVELACIÓN y DISCO RA· No va a ir a pie. Mañana reso)veremos d problema.
VADO.) J•CK: Es verdad, pero prefiero dejare/ roche aquí. [BANCO
VmoEDOJl: Bueno, .si eso es lo que piensa1 yo no puede e'\1· DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
tarlo. , ,,.- . VENDEDOR: Como quiera, pero apárquelo en la calle.
}ACK: Segura'mtnte, pero lnsis-to en 4ue quiero mi áir.tro.. ]ACK: Les he devuelto el coche, y por mípueden usted" apar·
[BANCO DE NIEBLA y DJSCO RAYADO.) corlo dcndet¡ur'<ran. [AUTORREVELACIÓN.)
Vti<oroo~: No puedo devolverle el dinero. Los documen- v ·ENOi::ooa: (Nb responde~ en silencio, dirige una mira ·
1osse han registrado en Sacramento. No podemosmodificarloc da severa aJack, y mira luego las lla,•es que han quedado cnci·
El coche es suyo. Está registrado a su nombre. No hay nada qU< ma de la mesa, hasta que se decide a recogerlas con i:n solo
podamos hacer. dedo. )
JACK: No dude d, qu• así lo cree usi<d, de modo que vamosa J•CK: HaSLa mañana a las diez y media. (Sale.)
hacer una cosa. Usted y yo vamos a hablar con t! je-fe, que será
quien podrá devolverme,¡ din<ro, sin duda. [BANCO DE NIE- Esa misma tarde. poco después de haber salido de Ja agen·
BLA y COMPROMISO VIABLE.) · cia de venta de coches usados,Jack llamó a su banco y dio orden
VENDEDOR: Bueno, es que nO sés.i Smitty esú, lloy. de no pagar su cheque. El banco le comunicó que ya había car-
J~cK: Es posihk, .~o si no pone ust~d en mascha el meca. gado los 1.80-0 dólares en su cuenta y que no podía atender •u
orden. Sin embargo, J ack estaba decidido 1 añrmane asmh•a· docu.'llelltaci6n oficial a Sacramcmo. El coche es suyo y cs1í re·
mente y conseguir que le devolvieran d dinero. gis1ndo a su nombre.
)•C<: No compmitk>. ePor 9fll"4 tlt ur imposible tlevolwr el
Oía 2. Escenario del diilogo: Jaclt y Kina cnrnn en el cb codK 1 rllJl{>eror el tb11ero, si a potibk boolwr t i -"e y 91'<'
pacho del gerane. .Unt Olroo comb10> [AOTORREVELACIÓNJ •
GtR.E?<.'TE: Para eso no hay problema. 8$ a en'-iat un:a·en·
GIUNTE: Si&itcsc. Tengo entendido que tiene algún pro- micnda para que corrijan un error en eJ regisuo y la marrieul:a.
blema con su cocbc. ción d!l coche.
)ACK: S!, y quiero que me devuelvan el dinero que les pagu! ]ACK: Sigo sin comprtnátr. ¿Por q"é no st putde·enviízr uno
por ese coche. ucti/icaaon tn tf stntido dt qUJ: st dtvuelvt ti dinero en lugar dt
GaiBNTE: ¿Por qué no quiere el coche? Ñ ce111n cambio de r:ochtJ (AUTORR.EVELACIÓN.)
J•CK: El señor Kinz y·yo ya hablamos de eso ayer. ¿No se lo · GEREN TE: ¡Ah, no, esto es imposible! . .
ho con1ado? JACK: No dudo deque 4SÍ lo cree usted; señor Smith, pero sigo
Ga•tNTa: SI, pero parece ser que el coche quedar! e.n P"'' insistitndfJ tn qut mt dtvutlwn ti dintro. [BANCO DE !\IE·
fccto estado una va ttparadala transmisión. BLAyDISCORAYADO.] .
J.cit: No tlutlo tk 9f11 •si lo pitnse 1111ttl. pero yo no loª'°' GEUNT~ ¿Por qu~ no se queda otro coche? Quedaría re·
1 t¡uim> r=ptror mi ¿;,,"°· [BANCO DE NIEBLA, AUTO· suelto el problema. Son cod>es excelentes.
RREVELACIÓN y DISCO RAYADO.] JACX.: Et porr'blt, pero 110911ierocorrer m4s núgo>. s,;iq 911i<'
GaDltt: ¿Me está tratando usted de embustero? rrup« me dt1111elw11 t i tl111ero. [BANCO DE NI.EBLA, AUTO-
)AO<: Señor Sm.itb, yo no tbulo tk 9111 llSlttl crtt ralmt11tr lo RREVELACIÓN y DISCO RAYADO.]
9flt me tl;a, Pero d hcdio es que yo no lo creo. Ya discuá:nos GD.b.'TE: (A Klnz.)Bob,yome ocupuédcesto. Vuch'iU$·
an1cs esta cumíón de la reparación. y"º P"º por,J,;.Q.ilm>1m 1cd al solar. !Kinz se retira.) (A Jadt.) Comprendo que sc enoja.
dintro. (BANCO DE NIBBLA, AUTOR.llEVELACIÓN yDIS· ra usted con él por su manen de llevar la cuestión de sus rcp•·
CO RAYADO.J raciones. No se lo reprocho. Ese imbécil a menudo me acaba l•
Geur<n: !Dcspub de un breve silenci<J.) El coche no le paciencia tambi~ a mi. Vamos a estudia; el asun10 usted y yo
gusia, ya veo. No hay nadlf malo en ello. A ml tampoco me gus- como buenos amigos. Yo me ocuparé penonalmcncc de que le
tan muchos coches. Le diré lo que vamos a hacct Vaya uSlcd al arreglen el coche o le ayudaré • degir otr0. Se lo garamizo yo
solar con Bob, elija el coche que quieni, y nosotros nos queda· pcrsonalmen1e. ¿No le parece una buena proposición?
"'mos su coche y am:¡¡larcmos la diferencia. No me diri que no J1icx: Co~o dije antes, lo parece realmen1e, solo que )'0 no
es un ofrccimjcnto ra20nab1c. quiero que me reparen el coche, ni quiero cambiarlo por otro.
}ACK: P11rttt un ofr~ti111ibt10 razon4'bk, en efecto, pero se Lo ú1tko r¡ut quitro ts mi dinm>. [BANCO DE NIEBLA y DIS·
da el caso de que no quiero ninguno de sus oa-oo eocbcs. CORAYADO.]
Solo 9uiero ,,,; tli11tro. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RA. GE&D.n: Me pide usted lo imposible. Yo no puedo hacer eso.
YADO.) , JAOC E.ttqy stturo tk qut ni tk~ ser, de modo que. diga.me,
GEUNTI:: &o Q..c pide es imposible. Ya h.cmos enviado la por favor. ¿httyoftultn t¡llt mi J>Of tnámo tk usudy9flt un:•
-
auroná4á poro hacer lo que piáo? [BANCO DE N 1EBLA J Dceilo: Nosotros solo queremos cumplir como se debe.
COMPROMISO VIABLE.) Debería us1ed ser mis nzonoblc.
GeaE,.."TE: Tendría usted que hablar con d dueño. J•a<: No dudo dt qut uf/tdtr quieren C11mpb'r, pero )'O quit·
}ACX: ¿A qué hon puedo verle? ro mi dinero (BASCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.]
Gsa.E!'-"TE: A \'CCCS ,,icnc después de comer. DuEf<o: ¿Qu~cm: ustedqucocurrirú cn n~tronr:gocios1
}ACK; ¿Qué le parece bacía bs dos de la tarde? cualquicn pudicn '""'ir a pedirnos que le dcvolviénmos el di·
GeatNTE: Por mi panc, de acuerdo. ncro. solo porque ha cambiado de idea? Si accediéramos• esas
}•e<: (Lcvan1ándose para retirarse.) Espero que lo dispoo· peticiones, ¿cuánto tiempo cree usted que podríamos K-guir
ga usted todo para la cita de las dos. sosimicndo d negocio?
) •CK: No/o sl. [AUTORREVELACIÓN.]
D!a }. Escenario del diálogo: Srnith acompañ• a J•c·k al d:s· DuEi'lo: Simplemente, no podemos hacerlo.
pacho del dueño, le presenta a Jac.k y"' relira. • jAcK: Co111prc11Jo que e11a Jta Ju opinión, pero el coc:hc está
aquí, y las llaves encime de su mesa. No pienso llevármelo' 'I''
DusAo: Sién1cse y póngase cómodo. ¿Qué di11blos pasa con ro qut me rtmit¡rt su importt. (BANCO DE NIEBLA y DISC
su coche? RAYADO.]
J•C<: Supongo que el señor Smith le habrá puesto al «> DuEi<o: Su actitud no C$ nada razonable.
rricnte de la sir"ación'. J•CK: & posihlt, pero insuto en que me devutlll4 m1 dmtrv.
DurÑo: s~ pero ¿por .qué se cmpcñ• USlcd en que le dt:VOI· [BA)ICO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
''amos d dinero? Duei<o: Si vs usted por d mundo en ese plm, Mi Uegaai
]ACK: El coche no ha resultado sarisfac1orio y quiero rcru- muy lejos. se lo aseguro.
penr mi dínero. )ACJt: PuN~ qut len~ 11.11ed 111zón~ pt:ro quiero m1 rl111tr0
Ducl'lo: ¿Qué ácnc de malo cs1e coche? [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
] ACK: Si el señor Smith le ha puestoal corrien1e de la sir111- Dudlo: (Perdiendo los estribos, se lcvania, coge las lla'"C>
ción, ya lo sabe uncd. del coche, las vuelve a arrojar sobre la mesa y chilla.) Eso es lo
Du EÑO: AJ parecer, estamos dispuestos a ceder en todo pan que pasa con ustedes, los jó\•cne5 de hO)', ¡malditos sean!. c.¡uc
satlsfa~e. Le hemos ofrecido arreglarle el coche o cambiindo creen que pueden salirse siempre con la suya, y se cons1tlcr1n
por otro. ¿No es una buena propuesta? A mi me parece un tralo más listos que nadie. ¡Solo una persona informa) como usted
excclemc. No se lo ofreceríamos a cualquiera, ¿sabe usted? osaría quebrantar la palabra dada y romper un t.ra.to hecho!
]ACK: EJ/O)' ftguro de ello, pero nó '"e inltrtl4 tllt toche ni ¡Qué desfacbata!
ningún 01ro. Solo quitro que me devuelvan mi dinero. [BANCO }ACK: (Con calm•, fr!amcn1e.) Comprtndo qut se ponga aJÍ.
DE NIEBLA, AUTORR.EVELACIÓN y DISCO RAYADO.) pero 9uls1e1a qut mt áftJO/vr'ertJ ti dlnt-10 cuanto tJntes. Ttn¡o
Du11'0: Pues, lo sien ro, pero es imposible. otr•s CtJtas qut ha<tr, h<Yy, adtmis áe esto. (BANCO DE NIE-
J•c •: Ya supongo que ts di/ídl devolvtr ti i111pot1t dt uno BLA. DISCO RAYADO y AUTO RREVELACIÓN .)
(Ompr1, pcroquimJ"'ai~armidinero. [BANCO DE NIEBLA DuEi<o: (Se queda mirando • Jack boquiabieno, mudo de
y DISCO :RAYADO.] esmpor unos instanics. Después recobra su compostura, sonrie

?.JO !11
a Jack., se acerca a él y muestra un cambio de actitud absoluta· seguido, pegándose a él como una lapa, posibilidad muv im·
mente increíble.) Celebro que haya venido• verme para que pc- probable, puesto que 1) la función del vendedor consistía en
damos arreglar esto. En nu~tro negocio, lo m:ls imponaot< enfremarse con clientes insatisfochos y probablemente tenla
es el aprecio de riuesira clientela. Ahora bajaremos a caja y le una gran experiencia en el ane de quitárselos de encima. y 2)
entregarán un cheque. Y si algún día necesita ouo coche no Jack estaba muy entrenado para no perder los estribos p(ir su
vacile en acudir a verme personalmente a mí. Puedo pro¡x>;cio- parce, y para limitarse a reconocer el punto de vista del vende·
narle verdaderas gangas. Tenemos la mejor selección de la ciu· dor sin dejar de insistir en )o que queria. ' ·
dad. (Abre la puerta, cede el paso a J ack, y cruza el vesu'bulo · CuandoJack vino ·:1 verme después de sú entrevista con el
con él. pasándole un brazo por Jos hombros, sonficndo y ha· dueiio, no esperó a que yo le preguntara cómo habían ido las CO·
blándole automáticamente en d tono del típico vendedor en sas y se limitó a enseñarme el cheque y a comentar con una son~
funciones.) risa: «.Fue coser y cantar». Aunque el diálogo o la discusión de
Jack con el vendedor de coches usados constituye un exctlente
Después de cada diálogo con la gent• de la agencia de co- ejemplo para animtr a otros alumnos a pracricar seriamente la
ches u.sados,}ack se ponfa en ccntacto.co.runigo para contarmt 1erapia asertiva sistemática, para. situ~r el éxi10 de Jaék en su
la marcha deJ asunto )r recibir instruccíories que le reafirmaran verd:dera perspectiva es preciso tener muy en cuenta dos pun·
en su actitud asertiw. Juntos discutíamos el posible comporta· tos imponantes. En primer lugar, la pregunta inmediata que re-
miento manipulativo, o' de huida o de lucha. que el personal de quiere una respuesta me fue formulada por uno de mis colegas '
ventas acaso adoptarla, y yo instruía a Jade acerca de cómo de· cuando Jade le contó su éxito: «¿Cómo supo usted qtié debla
bá reaccionar en cada supuesco. Aunque parezca incrct'ble, los decirle a Jack? ¿Cómo pudo usted prever tan exactamente lo
componamientos precisos para los cuales nos preparamos fue· que harían el vendedor y d dueño>». Muy fácil. No hay miste·
ron exactamente los que s• produjeron en la realidad, hasta el rio alguno. Pan! de un supuesto-que resultó accnado-basa·
extremo de que previmos que d dueño cogerla las llaves, las do en mi propia experiencia, en la ·que también triunfé er1 una
arro¡aría con fuerza sobre la mesa e insúl'iarla a Jacle inmeditta· dis=ión parecida con un vendedor de coches usados, unos vein-
mente antes de devolverle el dinero. La reacción de J ack frente 1c años atrás, cuando yo era CStUdian1c. Supuse que las reaccio-
a aqu~a ~bición de !itria prevista fue la frfa respuC$ta que n<S de lucha y de huida no h'abrian cambiado mucho desde en-
ensayo conmigo previamente: •Ú>mprcndo que se ponga as{, tonces, y, al menos en el easo de aquel vendedor de coches
pero quisiera que me devolviera el dinero CUAnto antes. (No usados, estuve en lo cieno. Sin emh•rgo. los consejos que di a
•(Puedo recuperar mi dinero?".) Tengo otras cosas que hacer, Jack acerca de lo que podía ocurrir, preparándole y entrenan·
hoy, además de esto». do1e osertivamente en consecuencia, no fueron más que el ad?r-
Como es fácil suponer, Jack quedó sumamente complacido no del pastel básico de su •~rtividad. El hecho de contar con
con los resultados de nuestros detallados preparad.vos para este· cierta información acerca de cómo y cuándo otras personas po·
ejercicio de aprendizaje y de su puesta en práctica en la sirut· dían emplear romponi.mientos de lucha o de huida en su traro
ción real. Hasta habíamos previsto la ~bilidad de que el pri. con él cuando ,.;eran que no se doblegaba a su manipulación fue
mer vendedor se enojara o perdiera la paciencia y se marchara, rdativamcnte poco imponante en comparación con la capaci-
en cuyo casoJacle le habría llamado para que volviera o le habát dad general de Jack para.reaccionar asertivamente,este es el se·
.. . ~·

112
manas temporalmente: inválida. Mary 1nc confió d problema con
gundo punco que ha}1 que tener presen1c para situRr el éxito de d que "opczaba en su deseo de comunicar lo que deseaba a su
Jack en su vcrdad~ra perspectiva. Jack aprcndjó a IDO$trarsc médicu acerca de VUÍO$ puntos; sobre todo, quería vol\'Cr a to-
mis ase:rtívo con el fin de recobrar d respeto de sí mismo y dc mar U. hormonas fcme:iinss ponia oral, una \'0% r=brada de su
poner coto• la manipulación de su comportamiento por pan• naque, pero d médico siempre se las administraba al Íll)ttcio-
de oiras personas. No se csfonó por aprender a ser asenivo úni· ncs. y luego d m1Scro le quediba dolorido días enteros. Corno
comente para conseguir que le devolvieran el dinero que h•bfo decía la propia Mary, su problema ero d siguiente: •¿Cómo pue-
pagado por un coche usado, aunque este fue un resultado poo- do decirJe yo a una persona como él, que sabe mudúslmo más de
1ivo adiciono! que obruvo gradl.'I 1 su nueva habilidad. Si Jack lo q,,. yo llegaré a ..ber jamás, cómo debe pracricar la mcdici-
no se hubiese empeñado en conseguir la dC\'oluci6n del dinCro ns?•. Como muchlS pcHcmos (rndu1dos algunos médicos con
o si d dueño se hubiese negado finalmente a d...-olvtrsclo, no ~galomanía), confundía un tipo de relación supef\isor-autori-
por oso Jack ha~ria dejado de alc1nzu su principal objetivQ:ser dad con un tipo de relación comercio!. Su médico no es n1 ha
capaz de enfrentarse con otra persona y de-decir lo que quería 1 sido nunc:i el juei último de Mary acerco de lo que esta «debe-
sin dejarse intimid•r ni manipular, resolver un problema en c:on· rí:.a» o •no debería» hac~r. ni m d sccror médico ni en ningú."l
Oicto, y, por ende, sentirse más sauú<eho de sí mismo. Y toc!o 0<ro. Para recibir el upo de tratamiemo médico que desea. Mary,
..., fue lo que coll$Íguió. como ocros pacientes no asuti\'os, debe •"'Ptar la dun n:alidad
En eJ siguiente conjunto de dií.Jogos, ''eremos cómo dos de que los médicos no son más que consuliores 1érnicos cuy..
personas se componan aseni\'amente en Ja da.se de conflictos función estriba en recomendar procedimientos médisos deter-
que• menudo se plantean.en otro tipo de i.,cencción comerci.al: minados que se espera han de re>0lvcr determinados problemas.
la adnúnisuación de tratamiento mé<!ico y la obtención de ese Mary, como paciente, sigue siendo su propio juez ac:uc• de lo
mismo tratamiento. que debe o no debe hacer)' es a fin de cuentas responuble de se-
guir o no el consejo de su médico. Por otra panc, como ~remos
en l• segunda situación, el médico es responsable de administrar
o no un tratamicntO determinado. La dura realidad Je impone
tambi<n límites determinados ascrtiv9J'ncnte ocezca de la clase
M•,,yAbel dc 1nwniento que ofrecerá. La relación básica entre paciente)'
r~1t:rionui 6ntiwm~nk médico, pues, requieze la negocación de los da.Jles del proce-
tn las ái/icul1aüs surguús en las dimiento terapéutico. Se ua<a, en realidad, de una relación co·
reladonts médico.c/it11te merd.1 y no de una relación de •utorid•d en l• que uno de los
dos miembros de la relación ordena al otro lo que debe hacer)'
En este conjunto de b=cs c!Wogos. un• mujer que está apren- CSle no tiene más altematÍ\'11 que la de obedecer. l\lary. sin cm-
diendo a ses más llSCftÍ\'2 enua en disrusión con su módico• pro- bu,¡o, tcmía que si se manifestaba ascnivamcntc ÍR<ltc a sumé-
pósito de ciCIUS cosas que le preocupan, y d segundo pcrsorujc, dico, este pudien dejár de interesarse por su salud o acaso le di·
un psiquioua, se enfrenta con d padre exigente y poco reaiist> jera que pe>día busc,rsc otro médico. Aunque los dos cosas
de un cliente. La primeza, Mary, es una mujer de edad que ha su- cabían en lo posible, ninguna de ¡.., dos era probable. Mary se
frido un ataque cerebral leve a causa del cual Ju pasado seis se·
hacía visitar por su ,médico de medicina general desde hacía medicamentos, e iremos rebajando las dosis a medida que su
veinte años, le consideraba como su médico de cabecera y con. ptt:si5n vuelva a la normalidad. Recuerde que deberá tom.ar
fiab• en 8. No era probable que su médico eligiera ningun• d< osas medicinas el resto de su vida. No quiero que deje de to-
aquellas dos opciones tan. radicales como reacción frente a 12 marlas cuando se sienta mejor. ·
ascnividad de una anúgua cliente. Y en el supues10 improboblt MARY: No tema. No tengo el menor deseo de volver a pasar
de que su médico la hubiese enviado al cuerno en su jerga profe- por ~se infierno.
sional, Mary habría hecho santamente buscando consejo pro- Mfo1co: Excelente. Tiene usted muy buen aspecto. Quiero
fesional de otra procedencia y abandonando a su antiguo médico volver a verla dentro de dos semanas. u diré a la enfermera·que
como quien renuncia a un vicio perjudicial. Si un profesionaJ dt le reserve hora.
la salud está tan poco seguro de sí mismo y de su capacióad que MAaY: Doctor, quería hablarle de esas hormonas que me
se resiste a revisar pfocedimientos concretos que un cliente), daba antes. Quisiera vol"er a tomarlas. Me hacen senrir mucho
discute, yo, personalmente, no le corafiaría ni siquiera d tiaca· m~j9r. Cuando las tomaba, me senúa mucho más fuenc y ágil.
miento de la dermatitis nerviosa de mi perro. y meno_s: -.Un d ciii· [AUTORREVELACIÓN.]
dado de mi salud personal. Como s. pu~~e observar ~n el diálo· MÉ01co: No lo dudo. Creo que le harán bien. Voy a exten·
go siguiente, el médico de Mary fue capaz de enfrentarse roo la dcrJe una. receta para que le pongan una in}'ección lnmedia1l\-
asenividad de esta y dé aa;1e satisfacción.
. .. ~"
mente .
MA.RY: De eso queria hablarle justamente. Quiero la.<ho•»tó·
·· Escenario dd diálogo: Mary entra en el despacho del doctor n4s, pero no en inyem'ón. Cuando la enfennera me clavaba
Bcck y se sienta. ·· · aquella aguja de ctballo, pasaba días enteros sin poder sent>r- .
me. Prt/ico tomar una pfláora. [DISCO R.AYAD0 !" AUTO·
Mto1co: Bien, Mary, me dice la enfennera que su presión RREVELACIÓN.)
ancrial es de catorce y ocho. Es una gran mejoría con respecto a Mto100: (t.fuando a Mary dubitativamente.) Es mucho me-
su estado de tres semanas acris. ;r· jor tomar lts hormonas en inyectables. Un pinchazo, y ·liStós
MA.r. He estado haciendo todos los eiCrcicios que me or· hasta la próxima vez.
denó y tomándolo con calma como me aconseja siempre. · MAf<y: Es verdad, pero prefiero las píldoras. [BANCO DE
Mé:o1co: Bien. bic:ñ ... Veamos ese brazo. <Ya puede mo~r NIEBLA y DISCO RAYADO.)
Ja muñeca? l\'lto1co: Si le reccco píldoras, tendrá que acordarse de to-
M.Aav: Esta semana está un poco me;or. Pero los dedos to·' marlas todos Jos días.
davía fallan. No puedo coger las cosas. MARY: Es cierto, peto aun así prefiero lar píldcras. [BANCO
. M.ÉDJCO:
..
eferOC10S.
Pronto \la a mejorar eso .también
. . si- insiste .
. en sus DE NIEBLA y DISCO.RAYADO.]
Mtmco: Mary, el problema con las pildonts es que muchas ·
MAoY: Ahora ya puedo le"ant>r el brazo del todo y girarlo a mujer~·~oüio usted-abusan de ellas. Crttn que si dos les hacen
un lado ya otro. La semana pasada aún no podía. Es un afuó), bien, ru•tro les harán el doble de bien y pueden Uegar a 1om•r
la verdad. · demasiai;las y crear.;e problemas. .
MÉDICO: Y seguirá mejorando. Quiero que siga tomando los M..Rv: No dudo dt qµe así debe de ser, pero' sigo prefiriendo "

f.,pí/Jor11 • ,,., ma/Jrios inyeaio•"''· (BAKCO DE NIEBL.~ r sean obtener una información concrcca que este no pu<Jc: rro·
DISCO RAYADO.] porcionarles. A algunos médicos les resulta verdader.uncnte
.Mmrco: llúry, y• h• t<nido USt<d bamntes probkm•s ron dificü responder a cienes preguntas o clemaoc:las de sus clientes
ese ataque. ¿Por qué no deja ahora que le pong•n esa Ín)'ttÓ(,n sin ponerles en ndiculo, sin perder la paciencia o sin dcsp«lirlos
y h1bl1mnos de Ju pildo= la próxima •'e? que "en¡a a vermt? • aiu destempladas cliciéndoks que no vud•·an hrna que un
MA•Y: (Y mt rtcetari kzs píúforas tntoncesJ (COM PROM!· p!i<"Oterapan• les hayo puesto un buen remiendo. Esta manera
SO VIABLE.] de reaccionar frente a client.es t.ns.iosos y aun his1éricos deja mu-
Mtorco: Preferirla que anlcs habláramos un poco más de la cho que desear y contraiu \tivarnmte ron e1 de uno de mis cole·
cucs·dón. ~as. Abe!, que es psiquiatra. Abel considera mucho más eficaz
~ÍARY: Lo comprmdo, pero qwero l•s pildo'"s y no tstoy dit· p•r> si mismo y pt,.,, el bien de sus d ien1es poner límites, d• m• ·
P''tsla a d(J'ar t¡u~ ,ne pongan ni una sola mis de esas inyra:í(>nts. nera aseniva, a lo que csti dispuesto a hacer, hablando al enfer·
(AUTORREVELAC!ÓN y DISCO RAYADO.) rno o a la familia de este)' explicando que esos límites (general·
Méorco: (Mirando a Mary unos instantes.) Le diré lo que mente la negativa • una pcdción del cliente) son establecidos
vamos a hacer. Voy a recetarle todas las píldor2s que nccesit~ por Abel¡· no fonnan parte de ningún cócligo profesional don ·
h11sta la próxima visita. y no m.ás, y entonces \'Cre.mos qué 11) v-an de se fije la manera de tra1ar a los pacientes «histéricos~ o "cstú ·
las cosas. ¿Conforme? pidos,.., Sin querer restar méritos en absoluto a la decisión )' la
MARY: Conformt. Completam•nit Jt •cuvdo. (COMPRO. competencia de Abd, de cnf.rc:ntarse con sus pacicnt~ de esta
MISO VIABLE.] manen más rcslittt.J él mismo reconoce que, a dif~cia del
. médico general, no pu<dc cargarle d mocbudo a otro diciéndO·
Mary me explicó que habís q~do cncantsd1 ante b rea<· lt al clicotc que es histérico e imttonablc y que debería consul·
ci6n del doctor frente a sus fumes deseos, y que 1.ení1 b sen· m a un psiquiatn. La técnica q~ emplea Ahel para enfrenta~
sadón de que algo había cambiado entre dios, en sentido pos;. C"OD exigcocias que, en buena conciencia profesional, DO puede
U\"O, como resultado de la adopción dO'Una actitud ascrtivt por admitir. consñtu)1t un ex~enrc modo para encontrar asert:i\•a·
su panc. Pese a que hacia veinte años que conoda al docror mente d equilibrio prictico entre lo que el paciente quiere y lo
Bcck., siempre se había sentido nerviosa en su presencia)' un que cJ profesional puede dar. Recientement<, consulté con él
poco uusr•da de lo quc'pudicra pensar de ella. Después de ha· el problema del trato con los podres de los pacientes de psiquia·
berse enfrentado con la resistencia de su médico a hacer las CC\· tria internados en une insticución. Abel me in,•iló. con el con·
sos como ella quería 1 Ma ry explicó más tarde, reprimiendo una sentimiento del padre de un esquizofrénico de dieciséis años. •
carcajada y sonriendo, que se senúa nt~ dueña de sr misrna asistir a uno entrevista entre él r el padre de:) enfernlo.
cuando iba a \Ytr a su médico. y, en consecuencia, le tenía menos
miedo y era mú cap02 de hablarle de los "erdaderoo prohl<m•s Escenario dd di6loso: El padre, señor Genic, ha obs<rvado
que se le planteahan eo sus esfuerzos por superar su lnvalidcz. un cambio notable en d compon.amiento de su hijo dcsdt qu\.'
Un1 ele las causas del deterioro de las rcbciones •mistosas este fue hospitalizado, cinco días 01.trú, y quiere Ue"\•irscJo a pa·
entre p1cW>tes y médicos es i. incap•cid•d dd doctor para res· sar d fin de semana en casa.
pondcr •la ansiedad y a las preguntas de los enfermos que de·

218 119
GENic: Ya vuclv< a hablanne, y no se limira a qu<darst C1· Nolodutk smorGtnic, peromtoporigo•t;utZ..rrys.I·
ABEi..:
llldo ron 11 cabcia gacha. S. nora qu<o es1i mudifsimo ir~jot f'<lltfin k Jem•r.•. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
Aom.: Esti mejor, pero no '{timo qut u bdt• wtttl J,,,.,,;.. GEN1c: ¡Usied nopued< impedir que mell<VCa mi hijo a mi
¿, ilusiolla Un p10•to. [BANCO DE NIEBLA y AUTORRf, cu1!
VELACIÓN.) A&E:L.: Tiene ust~ r11:6n, JO no puedo im~áírstl.o y no tp1it'1'0
GtN1c: Después dt ~ "isto anocb<:, mi mujer dijoe¡uck h«erlo. Pt'rD si st 11ie&a usted 1 seg11ir miplan Je lr11Jam1tnlo, J~
guswía ~ este fin de semana Jo pasar• con nosocros, en ~ kri osttd fueerst r<tponublt Jt su cuid4Jo. Putdt uJttJ /k,,i,.
A.&l!L: Aunque u,.,, M mtjor"Jo; tod4vít1 no co11.1t'Jno P"" se/o f;,mando un C C F [Contra el con~jo facultaúvo.J Seri por
Jtnte qut vutlw •<asa. [BANCO DE NIEBLA y AUTORP.E. dtdsió11 SllJla. (BANCO DE NIEBLA, AUTORREVELACIÓN
VELACIÓN.) )'f.OMPROMISO VIABLE.)
GeN1C: Su hermana viene de vacaciones dd colegio. Mi mu· GEN1c: ¿No cree us1ed que eso es •xtrernar las cosas? Yo
jcr quiere tene.r a Lnrcy en casa para que Ja vea. La niñia óo ha s.olo pretendo llevarm• a Larry a casa para esre fin de semana.
visto 1 su hermano desde hace tiempo. AeEL: ÚJ111prendo qut lt parezc.a a usted exagerado 111l 11c-
A&aL: No dudo de que ru hijo se alt¡raría át vtrlt, pero z.."Y 1itud, señor Gt11ic, pero considero que Larry todavía no tJttf en
aún no tst4 en condiciones de volvtr o ru casa, ni' Jit¡uitrtJ ptJr11 ti rondicionts de 4/1ernor con su familia, y no tergo otra opción
frn tÚ Stmllna. tPorqué no lo trae usted• ella aquí, tst•fin tk1t- ron/ormt con mi ltt'<» p10/tsional. Ojall lo tuvitr•, pero...
man1, ¡Mr• qi« vea ·a Úrr¡l [BANCO DE NIEBLA. DISCO [BANCO DE NIEBLA, DISCO RAYADO y ASERCIÓN NE·
RAYADOyCOMPROMlSO VIABLE.) GATNA.)
G0<1C Quisien lhorndc d disgusto de ver a Lany en un GESIC ¿Es u11ed d jefe d. este hospital? ¡Pues qiricro ha·
hospir:al psic¡Wtrico. blu ron su suporior !
Alla.: Lo"'"'i''"'J,,, pero"' hijtl )" ts umr mufertito btci;, ¡ Aan: Pu.de usted h•blar coo la •dministnción si io d<s9,
''""" 1 <r«I '{tlt Jb t>rfrmt4'U ~ e/ !J«bo Jt f llt Sfl h.~ ptt0,/ra11tame11tt~ a'i'O qut wo a.w 4 t:tJ11stt,llÍr nada pos1hv0. Ellos
11t•no two 1111 trntomo psieótico. [Bi.NCO DE NTEBLA y AU· no m• dicen lo que d<bo hacu módicamente, y yo oo les digo lo
TORREVELACJÓN.) Í¡ue deben hacer eJlos administrtávomcnt<. Sir. tmborgo, lt ron·
GEN1c: Yo solo qqiero que Larry la voa •n casa. ¿No pucd. cenaré uno 0 ·14 con ti adminiJtrador si st tmp~a usted. ( H2-
administrarle algún medicamento qu• le man1en¡1 en formo ciendo ademán de tomar el telHono.) [AUTORREVELACIÓ!\
duran1e el fin de semana? yCOMPROMISO VIABLE.)
A&!L: Eso ts lo qut b•¡¡o a Ú>s en/'1mos qut ya tstón autcri• G1:~1c: ¡No! No se moleste. Me limitaré a venjr a buscar a
1;4Jos para patar los fines dt semana tn ru ho¡¡ar, pero t n ti pur.· mi hijo el vi emes por le tarde.
to tn qut Larry se encuentra en su proctso dt recuptror:ión, "º AoEL: Diré 1 !1enfenncra de la sala que cumplimtmc los do-
exzilt nlngún medi'camtnl() que p11etÜ permitt'rlt soportar ú ltlt• cwnentos C.C.F. y los tenga• punto. También hablaré con Larry
si6n ¿,una vutUa•I hogar. ¡Ojall eristitr•! [BANCO DE Nl&- 1procuraré4yudarlt 4 prtparar1e para fa ¡a/ida 1 ÍIJ baja, y Ít rtCt·
BLA y ASERCIÓN NEGATNA.) lar¿ Jranq11ili:dnlt1 para lr~inlo di41. ¿Conforme? [C0~1PRO·
GEN1c: Creo que voy a correr ae riago. Quiero qu<o pa>< MISO VIABLE.)
este fin de scmtna en casa, con OOS0tr0$.

220 221
El padre de Larry se lo Üe\'Ó el viernes por la 11rde. y está
de nl>t''O en el despacho de Abcl el lunes a las nue\·e de lt n-• 9
ñan•, C'OQ una opinión muy diferente -.cerca dd \ 1.Jor .dd conse-
1

jo de Abcl. Pese a que la medicación no se in1errump16 durontt Situaciones cotidianas de autoridad.


d 6n de semana, d componamicntode Larryy su estadodcn- Reacciones frente al supervisor o el experto
píritu en ti ambienr~ fa.miliar cambiaron dristiamtnte, tal
como Abd babia previsto que podía suceder. Aunqued mfr,..
ramicnto de Abcl con el padre del pacienie puede parecer• [iri.
mera vista un desascre desde cJ punto de \iiStl deJ trs11amien10i
fue sumamente beneficioso después, porque, por recomei1d1·
ción de Abe!, el padre y Ja madrcde Larry paniciparon cnJ<H"
r•pia familiar con su hijo mientras este seguía aún internad~ f
más rorde cuando lo '"';eron en el hogar. Los progre>os dt Los ilumnos suelen e)(presar mayores dudas acertl de sí mis·
Lorry fueron con1inuo• r siguió mejorando e medida que se mo· mOs cuando deben reaccionar frente a situaciones: en ]as que
dificaba la actitud entre los dos cónyuges y respecto de su ~ijo. C"Xisttn pocas nonnas quC determinen a. priori cómo debe obr:ar·
Un &1pecto impona111e de esta terapia era que, cuando Abe! d.. se. es decir. en rcJacioncs menos cstrueturadas que las transac·
da algo a 1quclla familia, sabían que lo =ú realmente, es decú, cioncs formales, comerciales. de que hemos craudo en d <1pí·
Abcl no les transmitía mmsajcs dobles y confwos ni les di.-ip 1ulo anterior. En lu siru1cioncs comerciales, todas las normas
ningúll reproche por no seguir al pie de lo lttra su consejo pro- esW> formul1du, a \leC<S en forma de un contnto lq¡ll>c indu·
fesional. Se limiW.. a exponer lo que a su juicio no era el can. so por disposiciones del derecho común, y la mayo~ de_los
ponanúcnto cortt<:to. y les dejaba que decidieran por su p.int alumnos se apoyan marC11damente en esta cstrucru.ra pan gwar·
lo que debían hacc.r. Y muido r mujer aprendieron de Abd C)ll< se acera de lo c¡uc «pucd<n» o ""° pueden» bacCI. Se sienten
tambim dio$ podían obrar •sí con¡.;{"dcmh. y lo hicieron. más seguros y tranc¡uiloo al afirmarse ~te cuando
existe aran número de maoe-r1s admitidas de hacer las cosas, tC·
conocidas también por los demás como tales. Cuando hay me·
nos oormas, menos estructuras aceptadas que expresen cómo
«deben» hacerse las cosos. el alumno novuto se s:iente más an·
sioso en el momento de afirmarse ase.rti\'amente. Todos hemos
podido observar en nosotros mismos es•• modalidad emocional
y de compon:amicnto. Podemos .:caJenramos» prcviamt:nt~
para resolver el problema de 11 rcp~ración defecruos1 de nues-
tro coche, ensayando nuestros sentimientos de ira Ja noche de I•
vispcno dd d(a en c¡uc debemos ir a hablar con nucscro mccáni·
co, pero ¿podemos hacer lo mismo con nuestro jefe, con el que
nos une uo tipo de rdacióo diferone? Eo nuestra rdación con
nuestro superior jerárquico hay una c:suucrura menos dc6nid.
que en la que nos une con d mecánico dd garaje; qutdan en ella mente la relación médico·padcnte como uno de los tipos de in·
mú <•bos sueltos. Si a nue&ro mecánico no le gus11 Jo qut k t<roCOÓn autoritaria, habida cuenta de J. alidad de cxpcno en
dccimo1, ¿que! puede bacer? ¡Nada! E.n cambio. ¿que! pu<do mcdicint que le corresponde al médico? lnicialmcruc, doy por
lucer nucsiro jefe si no le gusu lo que le d«imos? ¿Puede dcs- scn1ado que cualquier m&lico al que yo acuda me enseñará tan·
p<dimos? ¿Puede oponerse• nuestro ascenso? ¿Puede cnc;u. to JICttCt de mi salud como el mecánico & mi toller aettca de mi
gamos los trabajos más pesados? Estos posibles resultados, (YÍ" coche. A menos qu• un m&lico me tu).. sido recomendado por
nen formulados en J. cstrucrura dd empleo en que trabajamos? 0<ro m&lico en cuyo criterio ten¡¡a confitnU, puto del supuesto
Un1 de las respuesus a esta.s pregunru será probablcmcn1e de que me encuentro en una relación comercial y pido asenivt·
«No•, si irabajamos mediante un contrato legal firmado y pr.. mente que se me explique todo cuanto hace referencia a Ja me·
parido por nuestro abogado o por el abogado de un sindicato. dicoción, d tratamiento ulterior, la.s posibles complicaciones. los
Otra respucsca, probablemente más realista, es In de que esos h<;norarios, etc. Pensemos, por c;cmplo, 'sr confiaríamos a un
resul1ados dependen de los compromisos que seamos capaces mecánico desconocido el repaso del Mcrcedes-Benz con el que
de establecer ascniva1nente cnue nuestro superior y nosotros. v2m0$ a panicipar en eJ Gran Premio de Montccarlo...
Este caphulo trata, precisamente, de Ja manera de estableces Por fortuna, 11 n:tt)'Orla de las interacciones autori1arias en
ascrtivtmentc compromisos con Personas que osrcntan 1uturi· las qut' interviene un experto en algo no tienen consecuencias
dad IObrc nosotros. · de tanta gravcd1d posible para nuestro bienestar como Jas que
Empico la paltbra «autoridad» para describir esi. modali· puede tener un tratamiento médico. Una interacción autoritaria
dad percialmaue esuuctuDda de interactuar con alguien en su en la que intcTViene un ex peno puede llegar a 5er '-u ¡líverri·
sentido más natO. Uno de los significados corrientes de la pa1a. di. como, por ejemplo, en el caso & la relación onttt un orador
bra eutoridad es d de que una persona tiene d poder de dccimco )'sus O}"<nlCS. Esta situecióo tiene, •dcmá, una emucrur. pre-
qué debemos h.cer, o a la iDvttsa; ejemplos de esta~ de reJ.. YÚla en parte de antemtno. El orador conviene en tomar J. pa·
ción •utorisaria es la ~existe entre pa~res e hijos o entre jefe y labra, y los oyentes convienen en escucbade; existe, pues. un
emplado. Otro significado del vocab1o eutoridad guatda rdJ. acuerdo 1cerca de los com:spondienres pepelcs iniciales. El CX·
ción con lt condición de txperto de uno de los dos micmbroo de peno expone nuevas informJcioncs ante sus oycnces -orros
la relación, como OC'Uftt en las interacciones enrtt maes.tr('I y profesionales, estudiarues, d público general, coiega.s de 1raba·
alumno o entre orador y público oyente. En estos ctSOS, Ja es- jo, otros miembros de su club, etc.- y d público responde con
tructura aprioñstica establecida de antemano es que el alumno ptticioncs de mós información o de aclaraciones y con aplausos
aprende del maotro, yd maestro ovalúa los progresos del alum· (¡es de esperar!). El resto de 11 interacción entre las dos partes
no. Cuanto más joven es d estudiante, más asume el moestroJ. es susceptible de negociación. La forma en que el orador orga·
autoridad de un supcr\'isOr, o, como decimos en la jerga del ofi. niza su discurso, lis condiciones en que habla, d material que
do, i• k>co 1>4ren1is, romo sustiruto del padre. Tal vez el lector abarcará o no abtrcuó. por ejemplo, dependen sobre todo d<
sienta curiosidad por uber por qué be hecho hiocepit en los as- la forma en que se afirme asertivamcnte frente a sus oyentes.
pectos comerciales de la relación ml!dico·pacicnte má que en Reaccionar aserrivomente como d Uder o dorador frente a nu-
sus restantes cualidades. Después de rodo, d signilicado ori¡inal ttidos grupos de p<rsonas, como en al¡¡unos de los diilogo• que
del drulo de doctor es mies/ro. ¿Por qué no dasilicar simple- siguen. puede ayudamos <n CS<a 2001 dificil en la que s1ber lo
que queremos decir no basta p~ra demostrar nuestra calidsd ck DIÁLOGO 16
expenos; saber cómo decir lo que sabemos y cómo presentar
ascnivamcnte nuescro punto de vista frente a Jas crí1icas. e in· Mike deja de ser
cluso frente a los posibles albo1·oradorcs, es igualme.,te iJnpo¡. el comodzít en u1t mal si1tt111a
cante para inspirar a nuestros oyentes cierta confianza en ló que de su.stituciones en el lrabajO
estamos diciendo.
Mostrarse aseni\'O es particularmente imponante en algu· Mike tiene dieciocho años, acaba de terminar sus estudios supe·
nas rdacioncs de autoridad en las que: la estructura previa.mm· riores y desempeña su primer empico como dependienre de una
ce fijada es mu)' limicada1 como por ejemplo en las cncre\IÍSltl 'ienda de ultran1arinos a.hiena en una estación de ferrocarril .
para obtener un empleo, en Jas que el solicitante a menudost\'t La ciendoen la que trabaja tiene diez empleados que siguen un ho-
obligado a contestar cieno número de preguntas imbéciJcs ~ rario irregular con el fm de poder tener abicno catorce horas sie·
solo puede confiar en sí mismo p·ara presentar una imagen "''en· lt días por semana. Las ausencias de los empleados, en esta clase
dible» de sus conoc-imiencos y sus :::apacidades a la persona e:n· de negocios, plantean gta\'CS problemas, y el trabajo resulta muy
cargada de contratarle. exisente. Mike traba;abt )'ªa tiempo parcial cuando estudiaba. y
En los diáJogos siguientes, la imponancia de mostrarse tser- al ttnninar sus estudios paSó a ocupar un puC$tO a tiempo com·
tivo consiste en establecer compromisos muruos sobre la b~sc pleto. Es un trabajador concienzudo y, además de cumplir ro. ·
de la estructura ya exiscentt en Ja relación, y al mismo tiempo rt· horario, a menudo sustíruye aotros empleados cuando eStáii. «en·
ducir toda cstruaura rnanipulariva que pueda haber sido in> fennos», a pttición del gerente. Mike experimenta una mezcla de
puesta unilateralmente por una de las personas en confJiC!o. sentimientos respecto de su trabajo. Le gusta trabajar~ el ramo
Este inrento de reaccionar más adeC1.1adamente en el seno delas de los comestibles y servir a un público variado, pero el µsrem a d•
interacciones de autoridad es válido tamo desde el punto de,.¡,. horario irregular dificulta su vida socUI y este aspecto de su em·
ta del subordinado como del de la persona que ostenta la auto pico Je incomoda. Más molesta resulu todavfa la costúmbre de su
ridad. El empleado, por ejemplo, puede afumarse asertivamm- j•Íe de recurrir• sus servicios cuando fallan Jos demás. Aunque le
te para enfrentarse con la manipulación ejercida por su jefe, y el fastidia tener que hacer suplencias. no sabe cómo negarse a las pe-
jefe puede afinnars~ ascnivamente frente a.!. empleado, tanto o:i ciciones del señor Teaguc, d gerente. Teme disgustarle y que I~
el seno de las normS> )'ª establecidas y convenidas del empleo dcsp:da si se muestra asenivo y se rücga aalguna de sus peticiones
como en la zona gris de componamiento entre I<» 9os en laqut de supJcnda. Después de entrenarse en wi grupo a$Cnivo Mikc 1

no existen todavía procedimientos establecidos. informó acerca dd siguiente diálogo entre él y el gerente.
Después de esta breve introducción, echemos wu ojeada~
primerdiálogodeunaserie queverusobre loo posibleseon!lictos Escenario del diálogo: M..ike se encuentra en su casa, la no·
en las interacciones de autoridad. Se trata de un diálogo en el <Jll< che del viernes, a última hora, cuando el gerente le Uama por te-
un empleado reacciona asertivamente frente a las exigencias de. J~ono.
medidas de su jefe, que prttende disponer de su tiempo ~al
GE8Et-'TE: Mike, Gteg está enfermo y necesito que le suplas
mañana por la mañana:
~i.1K.f: ¡Cuánt<l lo siento. señor Tea.,guc! Mañana tengo u.n GER.ENTI!: ¿A qui~n VO)' a rtturrir para que le sustituya l"n·
compromi&o y no cnoy disponible. ronces?
GrutE,.."TC: Bumo. p~ tftldrás que cancdar ese comprc.rei- MtKE: No lo 11 [AUTORREVELACIÓN.)
so porque te necesito. GE1tE~TF Es un poco fucne, Mtke. Hasta ahora nuna me
MIKI: /\'o lo J11do, pero, timplemnr1', no '1U>y l1bre. [BAN· hablas fallado.
CO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.] M1KE: Ctimprentio, saior Teaguc. No si almo "'f1/i<tÍrmelo.
GERiNTi: ¿De qué se tnata? ¿Tienes hora con un mtdico? pero siempre eJtaba d11po11lbk cuando mt r.etesitaha uste( ¡ no eJ
M1KE: No, no es nada gn1~ runplemente, t¡ut no trtarl li- vrr.iad? [BANCO DE NIEBLA y ASERCIÓN NEGATIVA.)
b.. mailana. [DISCO RAYADO.] GERENTE: Bueno, buc,no, no tendré más remedio que bus·
Gs••NTE: ¿Qué tienes que hacer? car a otra person1 en qujcn pueda confiar.
MJKE: Es algo personal, señor Teague. Algo que bada tiempo M1KE: fu ueráaJ, pcro¿por qué nq me llama usted la pr6xima
de1t:oba tt:ntr el valor de hacer, así que no estar/ libre 1nañon.i. 1Jt>t t¡:'e necesite''" suplt1tlt >'veré si escoy libre? Es posible que

[AUTORREVELACIÓN y DISCO RAY('\DO.) esté disponible, o que no lo esté. Preguntar no c-ucsta nada.
GERENTE: ¿No puedes aplatarlo? Me estos planteando Wl (BANCO DE NIEBLA y COMPROMISO VIABLE.)
problema. GEIUlNTE: De acuerdo. Ya veremos.
M1K1: 1'1o lo J11áo, señor Teague, pero si lo dt¡o ¡ura otro va Mn<E: Espero que encuen1re a alguien pan suplir• Greg.
proba,bl~m~t~ yo no lo "4rE m1no:1 y me sm1;,; Jisg11st11-do CXJlf· GERE>rrE: Lo encontraii. no te prcocup<s.
mito mismo, así que no ;,tarl libre mañ1n1. [BANCO DE NIE. MlKE: De 1cuerdo, has1a luego.

BLA. ASERCIÓN NEGATIVA y DISCO RAYADO.)
GERE>n'S: Puedo arreglar bs COS9S de modo que leogü »· Mike nos comunicó que después de haber sostenido este
bre el domingo si vienes DWiaM. diílogo con su jefe se sintió mucho mis oonfudo en su Cllp•Ó·
Mu;JJ:NoloJuJo, señorTeagu<. p<rom•ilana noui. [BAN· dad para enfrcnttrse con él en las relaciones de trabajo P1nc
CO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.) imponanlc dd nuevo respeto que Mike smá.a por sí mi.smo
GtR.ENTE: ¡Pues en buen apuro me encuentro! No sé 1 proecdla, por supuesto, dd hecho de haber sabido rosistirse •
qui6' recurrir para que $Upla a Greg. las presiones 1 que le habla sometido su superior para que su·
M1KB: Es un problema, desde luego, pero esloy sc¡¡uro de plicra las ausencias de 01ros empicados. Pero lo que maravilló
que lo resolverá. [BANCO DE NIEBLA.) de veras a Mike fue el grado en que Teague aparecía disputllto •
GERJ!NTE: Por supuesto, será difícil pero consegui~ algún llegar a un compromiso que fuese aceptable para Mike. Antes
suplente. de que se en11bloro entre ellos aquel diálogo, Mike se había sen·
M1KB: Seguro. [BANCO DE NIEBLA.) tido siempre irremisiblemente obligado a hacer lo que Tc•gue I<
GER.ENTE: Probablemente Greg tampo<:o podrá tr1b1jar el pedía. D<>pués de h1ber sostenido d diálogo en cueSlión con su
ma.rtes. Si así fuese, quisic.'I que Jo suplieras rú. jefe. M.ike «Stntfa• que Tcsgue le respetaba más y pres1ab1 más
M1KE: E1 m.uy P<Ob•bk que Greg 1igo tnfmno, p<ro tompo- 21cnción a sus deseos, y que en adelante, en caso de dilicultad.
eo ti m•rtt'f est•ri libre. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RA· Tcague tr&larla de esrudiascon él la posible solución en lugar de
YAOO.] limitarse• darle órdenes.
...
Duranle un período de wrios meses, Mike trató al señor d.c1dió, en confcrcnci1 con los jefes de dcpanameoto, qu< de-
Tcsgue sobre aquella nucv• base de sinccrid:d, conústcnte en bía Ue\tam 1 cabo cuanto antes una política de rcstr1ccionH
decirle <icmprca Tcaguclo que quería y lo que no quena. Tcagu< <CODÓmias. En 11 confercnáa en cuesúón, Sam expuso los pro-
se ad.pió• 1quclla modificación en d romporumiento de Mikc bbnas de su departamento y expresó sus dudu en cuanto a !IS
y no dio en absoluto muestras de bakrsc incomodado. Por mi posibilicbdes de ahornr sum•s consider>bles en su sector. Aun·
pane. socpccbo que d ~r Tcaguc consideraba antes a Mikc que: Jos asis1entcs tscucharon sus razonamientos, b confer~a
como un buen muchacho al que habla qued1ri¡ir yortentar(yal insistió en sus conclusiones, según las cuaks debían efectuarse
que, por consiguiente, cab!a «utiliz•r»). Y sospecho igualmen- 1cduccioncs en el presupues10 de todos los departamentos, con
te que .boro no considera a Mike como un buen muchacho al el consiguicme aumento en el trabajo de los empleados. Esia
que no debe dirigirse como un joven rebelde en quien no puede clase de aumentos de trabaio más o menos temporales se habían
confiarse, sino como un hombre adulto con el que colabora. producido ya dos veces en el pasado, desde que Sam trabajaba
Dentro ddmismo com•x10 pauón·emplcado, veamos en d. para la empresa, y Sam se sentía angustiado cuando tenía que
siguiente diálogo Ja Otra cara de la moneda: urlSuperior que fCIC· explicar a sus subordinados que dc~rían aumentar su produe-
ciona asc:rtivamcntc frente: a W\ empicado m.anipulativo. iiddad. Consideraba al mismo tiempo que, en el pasado, se ha·
bía cnfrencado de manera muy poco satisfactoria con la s.itu•·
ción, adoptando 11 posrura del jefe ':.duro.., inaccesible, que no
se preocup• por los demá1, con lo que, después, se scnúa al mis·
mo tiempo culpable y noivioso en compañia de sus amig05.
S.m lubll o"' nwpkado El siguiente diálaso fue un ejercicio pensado para. ªl"dar
th /4 nttcritlm/ th 41111tffl/JU •Sara a c:nfrmtmc de manen adecuada con sus subordinados
¿ mtÍtmim/4 '4btn-41. Sun recibió insuucciooes de no dar excusa alguno por el aumen·
to de crabajc>, de no defender b política adoptada a ni•'CI de eje·
Sam tiene treinta y sie<e años y es jefe de c.uo~ empbdo$ que cutM>s. limitarsc a convenir coo las pos1bles verdades acerca de
trobai*o en un pequeño departamento de;,,,, gran empresa co- sí mismo o de la polltica de restricciones que sus subordinados
mercial. Al¡unos de sus cacorcc subordinados son amiaos suyos pudkn.n oponer al propuesto aumento co d rendimiento. ;.cep·
y a Sam le preocupa la pooibilidad de no saber conscrvt1 su iar cualquier declaración de posible derrumbamien10 del si!le·
amu11d y seguir siendo un jefe eficaz y justo para todos. •Los ma, )' .>'Íl1embargostguir1nsí'stiendo en pedir kJ, colaboraoOn Jr 1111
ncgoei06 y la álllÍstad no pueden mezclarse•, suele decirse, y suhCJrdt'nad-Qs tn /11 tj«ua'6n Je/ aumento dt rendtmitnlo t'.'Cig1tlv.
tambi6i: «Los jefes no están aquí para alcantar premios 1 la pu·
pularidad,.. Sam cree a pies juntillas en esos dos eslóganes, pero Escenario del diílogo: $aro se diñge a Hariy, amigo suyo,
también c.stí persuadido de que, para ser un jefe cfidcn1c, no ct para ~.ablarle del aumemo de rendimiento, dur>me Ja pausa del
imprescindible mostrarse frío, alta.ne.ro y poco amis1oso, ni de· café.
jar de preocuparse por sus subordinados. En 11 épo« de estt
diáloao, Sam se eneontttO. en wui posición surn1mcnte incó- S....: (Viendo a Hury en la cafe1cria de la empresa y •ccr·
moda. Durante b semana anterior, d gesenie de b compliiá cindo<e a <l.) Hola, Harry. ¿liencs un minuto?

2JO 2)1
liARRY: Claro que si, Sam. Siéntate. ¿Qué pasa? füRRY: ¿Tal vez? Puedes c:star seguro. Si les hubieses ex·
$,..,..: ¿H as oído hablar de la reunión de jefes de depana· puesto la s-ituación crudamence, no nos habrían largado este au·
mento que se cdebró la semana pasada? mc:nto dd quince por ciento. Esta gence no s01be cv&n $0brccar-
HAA•>= Sé que se cdebró, pero nada más. gados escamos ya.
SA..\.f: En resumidas cuentas, se tomó la decisión de aorobu 5...v.t: Probablemente tienes rai.én, pero de codos modos ten·
un programa de rescriccioncs económicas. El :csultado de dio. dremos que encajar el golpe. (BANCO DE NIEBLA y DISCO
para nuc:srro depanamento, es que en d curso de los siguientes RAYADO.]
tres a. seis meses deberemos aumentar en un quince por ciento HA••v: ¡Pero si •penas doy abasto actualmente! ¡Lo s•bes
nuesua produc[ividad, sin aumentar el número de empleados muy bie.n!
ni el presupuesto. SA~t: Es verdad, Harr,,~ así que quiero que me comunlques in·
liARAY: Esta idea es una solemne estupidci. ¡Por Dios, mediatamente ;i algo no martha...-Pa!'.:ido -d primer mes. quiero
Sam! Ahora ya andamos sobrecargados de crabajo, y apenrs:;i qu..: tú y todos ios demás escribáis un memorándum dirigido :t
Uegamos a atar cabos. ¿No se lo dijiste' mi acerca d e vuestros problemas conc~tos, para que yo dis·
SAM: (Sonriendo.) No les dije .que fuése una solemne estupi. ponga de municiones si ccngo que volver arriba a informarles.
dcz, pero si Jes cxpl!~ue tjue lo consideraba exrrem~darnenr~ d¡. [BANCO DE NIEBLA y COMPROM ISO VIABLE.)
fícil, por no decir imposiblo. HARRY: Bueno, por mi parte creo que no pOdré rendir ese
HAuy: ¿Y qué contestaron? quinct: por ciento de más.
SAM: Lo que te he dicho. Habrá que aumc:mar el rendimiemo. s,...,, Es muy probable.que.,; rea, de modo que C.'Tlpcza·
HARRY: Sam, yo no puedo hablar por ios demás, pero de mí remos en pequeña escala y veremos c::óri'fo marcho.o las c:osas.
te puedo decir que actualmente yo c:stoy abrumado. No puedo En tus libros tienes, acrualrnente, scsenc~ carpetas. E11 el curso
rendir un qumcc por ciento más. No puedo rendir ni una pizca de las dos semanas próximas eli&e cuatro 1nár entre las n:1evas.
más. y menos aún un quince por ciento. (BANCO DE. NIEBLA y COMPRO:V!ISO VIABLE.)
SAM: Estoy de acuerdo contigo, Harry. Probablemenie la rosa HARRY: ¡Pero. Sam! Cuatro<:arpetas más me llevarán por lo
Sta así, Y tú1 y todo1 /.os que Jengáis que aumentar la producciór: menos ocho ho"1s de preparación. para empezar. No puedo ha.
acaso tropeciis con difiCu/tades. pero a pesar de todo habrá qu; cer eso sin trabajar horas extras.
aumentare/ refl{iimiento. [BANCO DE NIEBLA y DlSCO RA· SA.>e: Es porible. Si compruebas que no puedes reStar ti<mpo
YADO.J del que dedicas a tu trabajo de ahora para ocupanc de las r.uc·
fiARRY: Pésima noticia. ¿les dijiscc ya que en nues1ro de· vas carpetas y que te ves obligado a trabajar hasta mós t.i.rde.
parta.meneo serfa imposible? 101na nota Jet tie111po extra y yo te lo anotaré a tufarJor. [BANCO
S..u.f: Cierro, er una pésima noticia. No hicieron caso de mis DE NIEBLA y COMPROMISO VIABLE..]
advertencias. Les dije pnícricarnente lo mismo que 1ú me has di- l-l -\RRY: Por supuesto. no me djvlenc en absoluto.
cho. Solo que más d iplomáticamencc. (8ANCO DE NIEBLA,j 5....._,1: De acuerdo, Harry. No te reprocho que te quejes. l'ero
H ... RRY: S1 no fueses tan diplomático y se lo expusieras fran- la decisión no csr-3 c11 nuestras manos, a.sí que vt111:or a ut'r ~¡ui
camente tal corno es, te harían mái caso. pasa. ¿Conforme> [BANCO DE NIEBLA y COMPRO.\llSO
SAM: Tal vez. [BANCO DE NIEBLA.) VIABLE.)

l)l 133
H.u•v: Vuemos. :..liia organizado o pmsaba orgmizu su vida a !'*"ir ele la sc-
SAM: ¿Conforme? ~ióo. Bcny le labl6 del aparuamento al que pensaba mu·
HARRY: Vale. .!use, y su jefe k dijo inmediatamente que aquel a¡mwncn10
oo lecon\'ent. y le especificó las condiciones que d<:bi• =nir el
Este diálogo, en d que se critica d compo~cnto de Sam 1 9 inamen 10 ideal para ella. Su jefe se preocupó también de ave-
la políúc.a de la empresa, se repitió varias veces con variaciones ui riguar dcr.Ucs de su vida social, y cuando &tty le habló de los
las amenazas inanipulacivas, que iban desde pro<es<as sinclicaks diversos amigos con quienes salía, le dijo enseguida que no eran
hasta d aúlamienro social de Sam por parte de sus omigos. Du- Je la due de hombres que le convenill frecuenta<. Hasta quiso
pués de una práccica suficiente, Sarn explicó que se senW. trlll· .. bcr a qué actividades se dedic2ba Beny en sus ratos de ocio, y
quilo y sereno du...,,te loo encuentros coa sus subordinado., y ,,,mdo esta le habló de sus clases noctumas y de sus pasco5 en
que cstoS no se mostraron enojados con él y ac:opuron I05 •llTlell· ¡,¡ddeu, el hombrt le dijo inmc.líatamente qué cursos debía sc-
tos con muy poas protcstu, aúica.s o inreruos de mtnipulaa6n. <Uir y qué dasc d.: bicicleta debú comprane lkny idemificaba
Volviendo• enminar laocra cara de la cuestión \'C=ios end :u<ncmcmc a'" jefe co~ su padre (con qwcn mis tarde 5< en·
siguíen1e diilogo cómo un• cmplada reacciona ascrtiv:unC1ltc :rcnturfa llSCrtJ\".tmcnlC-COn pleno éxito). y pensaba q1.1c, ¡:-uesto
frene a un patrón que prttende inmiscuirse en su vida privada. ~e había cometido muchas torpezas en la oficina durante la
\risis emocional de su separación, no tcnÍl.l mis rcmcJio que:
permitirle 11 su jefe intervenir en sus osunto! privados para ha~
DIÁLOG018 ,-crse pcrdona.r sus errores. D':lrante unas scmºo.nas. Bctty se cjcr·
citó con d fm de mostrarse más asertiva con su jefe:. Su objeti\'O
Bctty se en/renr• •un <Stribaba. por supues10, en dejar de tenerle miedo. pero al mis-
fe{t qru pn:tenrk inmi1t:11iNt mo úempo no perder los cstnl>os y no alejarlo • cajas dcstan ·.
tn ru vi"4 priwda placin, destN)'endo así su relación labor.il y obligindole • <I a
&.pedir!., o a venc oblig1da a despcdinc por su propia dcci·
lkay es Wl• ~ sccmaria muy auaafra y Utna ele vitalidad. iión. Los objcrivos de Bcny eron. pues, 1) dntns1b1ú:ant fn:n-
recién di...-orcHda. Inmediatamente después de su di\'orcio. su ,. a las dedo rociones critica.1 o hasta bicninte.ncioruacLis pero no
principal problema consistió tn defenderse írenic a las injcren· p0r eso menos impcrcinentes de su jefe, y 2) disuodirle de su 1cn-
ci0> de su jefe. Este era un hombre casado. de más edad que ella, denci• a formular tales declaraciones. Bctty deseaba que su jeie
que asumió una actitud potemal con respecto • Betty cuando la tratJr-a como a una inujcr adulen y responsable que no nec\-si·
esta se encontraba en plena crisis emotiva y de: comporlamicn· tlba inslruccloncs ni consejos par-a gobérnurse.
to, al pasar de ser una mujer casada y reposada a ser unt soltera,
lógicamente más activa. Aunque Bc:try no deseaba confiar sus Escenario del diálogo: &tty está en su mcu de tr:abaio }'su
decisiones y sus prob1emu a su ;efe. no se vc:ía con fuerzas. ni jcic :¡¡¡}e de su despacho y''ª 2 su enc-u~tro.
emocional ni intclcetualmcntc, para decirle que c:le¡sra de meter
las narices donde no le imponaba. En d curso d.: los últimos J•fl: <Cómo van las cosas, hoy?
mCSQ, su jefe tscu,10 inccrcsándosc poc ls. fonna en que Sctty BcTrr Estupendamente, gracias.

2)4 ?Jj
Je,.: ¿Esoí uabaj.llldo en las listas de cítulos dcgidos P"' CU2lldo pensaba en la forma en que en capaz de mÍTI:ntar>e
csrcmes1 ron !u injerencias de su jc!c con W> poco csfucn:o y sin sentir·
811'TY: St oc ap•bullada por la ansiedad. Como OUQS novatos, sin emba r-
Jus: é~ probl.ma? go, estimaba que aquel solo di&logo asertivo, tan corto, era
Brrrv: No. iruu6cidltc para eliminar la manipulación ejercida por La. per·
Jsn: Esl"'ro que este mes le salgan mejor que las dd mcsp> sonas con lu que estaba diariamente en contaeto. Hubo que
ssdo. repe1ir diálogos parecidos sobre otros tem3', como p<>r <icm·
81!T1Y: Qut"'1ron htthar un lio, ¿vtrtÚtá? (ASERCIÓN NE. plo la elección de vivienda o de amigos, varias veces. antes de
OATIVA.) que su jefe renunciara• su empeño de aconsejarla en todos los
]!FB: Ni más ni menos. upcctos de su vida privada. Coso nada sorprendente, una \"CZ
BeTrY: ¡Y que lo diga! ¡Qué mol lo hie1! [ASERCIÓ~ hubo adquirido uno noiable a~vidad frente a su jefe. lktty
NEGATIVA.) ,. sintió más cómoda en su empleo, y el número de los errores
Je•e: Espero que pronto se estabilice, y asrolll!dad esos que cometía en s,~ 1robajo descendió verticalmente. Como ella
problemas que no le pcm¡itcn n:ndir en el trabojo como tunes. misre:.i djce: «.Ahora voy a crabajar a gusto. Me doy cucntJ
Bn-rv: Tiene razón. Tambiin yo la 11ptro. (BANCO DE de que hago un trabajo ú1il•. Tampoco debe sorprender a nadie
NIEBLA y AUTORREVELACIÓN.) que, al cabo de un tiempo. Bcny empezara a buscar un empico
Jara: ¿Ya !u decidido qué cuoos oO<tumos va a seguir? mejor. m's interaante y que entrañara mayores rcsponsabili·
Bn-rv: Algunos sí. dades. A loo dos meses encootró un pucstc? de ayud8Jltc de jefe
Jur. Sup<>"80 que habní abandonado la idea de nurri"du· de oficina. Cosa sorprendente, en eombio, l!eny explicó que el
re en aqud cunillo sobrc literarun medievo!, ¿no? bccho de mosuane mú asertiva con sus .amigos, sobre todo
Bnn: No lohetkdJ;J,,.,;,,. [AUTORREV!LACIÓNJ con Stan, que tt1 al que más qucrú., produjo una :nodific:acióo
]&FE: No le •con..,¡o que se mauicule. Pcrdcri ci úcmp<>. en sus relaciones sexuales que la babia llenado de asombro.
BETTY: Sí, puttie que ti [BANCO DE NIEBLA.) Bctry empezó a experimentar regularmente d orgasmo en > U5
j&FI: En resumidas cue'3cas, ¿va •seguir ese curiillo o no? relaciones sexuales con Stan, cost que anteS, con otros hom
BsTrY: Es potible, todavía no lo he Jtddt"t/o. [DISCO RA· brcs, incluso con su marido, solo se producía por aur. en el
YADO.) mejor de los casos.
Js•E: Debe seguir un curso sobre algo práciico, que m:ís tar· Si es usted como muchos de nuestros lcc[orcs. acaso 1ropie·
de le pueda ser útil. ce con las mismas dificul1adcs para resolver situaciones que le
B.e1TY: Seguran1ente tiene usted ratón. Pronto lo verc¡nos, sumen en un cs1ado de ansiedad: una ent.revisca para conseguir
cuando me decida. [BANCO DE N!EBl.A.) un c:mplcoo el exemcn de ingreso en un programa de adiestra·
J1•1: Bueno, espero que come una dcclsi6n juicio~a. miento de algun• el•••· En el siguiente conjunto de diálogos ve-
BETIY: Tambiin yo lo espero. [AUTORREVELACIÓN.) remos cómo dos alu.m.nos •prendieron a reacciOnar ~.sertÍ\'Q·
mcnre frente a u.na situación de est:.t c:l3.SC.
l!eny me refirió <$te di3logo o! día siguiente. Todavía en·
1onccs se scnri2 eufórica. a ratos, dursnte la sesión de 1erapla,.

2¡6 2¡7
DIÁLOGO 19 vario. diílogos, d úlérno de los cuales prcscntamos aquí. dcbi.
dam.ntc «>negj1doto.
M,¡,y Dtt rt tfeTtit1m
con llÍSliU" comporldT1~ 11Serliv4mt11te Escenario dd diálogo: d anciano doctor Tal in,.;.. • Milt ,
~" t~ltlÚJ ~ntrwistas para el ingreso Mtnlr en su <kspacho y ic oc:omodan uno a cada lado dd csc 0 •
~" '4 ~rc:u~ 1up~ric1 J pua ' torio.
obttKtr un ~mplto
Docroo: (Examinando los documentos que tiene en b
En el primer diálogo. ~1ilc se ejercita con visras t un11 entrevisu m:ino.) Al parecer ha preparado usted una solicitud bien eser:
de la que ha de depender su ingreso en la escuda superior. Míli ca y niuy compJcca.
es un joven y brillante bachiller que •pareció como por anedt MrLT; Gracias. Estuve tfabajando mucho tiempo en eUo.
m1gi1, un buen día, en mi grupo asertivo. Me Jo enviaba un (O· [AUTORREVELACIÓN.)
lega que había visto a Milt como consejero de estudios antes dr DocroK: (~lirondo ahora a Milt.) Dígame. ¿por qué quiere
su ingreso en la facultad de medicina y estimaba que podl• prt- ser médico? ""
senursc de manera más asertiva. Un tanco ansioso y j1dctntt. l-111.r. La verJ.aJ es qut no si qui "spuesla diZr a trta prtt,un·
Milt explicó al grupo que tenía una cita parad dla siguiente coa 14. Comprendo q111 CU.bula ttlfttÚ 11 punto, ptro no es as:: Tengo
un reprcscnwne oficial de la facult1d de medicin1. Su coo..;.. un montón de razones diferentes.. Siempre h~ deseado ser mé
a.
ro de estudios había hablado dd asunto con le h1bll formu- dico. Me han interesado mue.has otras ~ás. pero siempre :1t:t·
w
t.do algunu de preguntas que en probable que le hiócno bo por vol= 1 la rncdi<:iN: es lo que más me bscina.. Me gusu la
en 11 nc:ultad, habí.a enmiruido la for:na de contestar de MilLr sen••··· Me gusta trabajM con t. gente y8)Udarla.. Me gus<> r<•
le h1bú 1constj1do que se diera prisa en 1cudir al cunillo O. solver problemas y lucbu por resolverlos. Me gusu uabaju con
aserrivid1d part ver qué podil htceNe por 8. MUt aceptó el hr- la cabC?a y tombién con las manos. iAauo diNgo dtn:aw1Jo;
cho de que mostráramos csc;isa confianz:i en sus pos1bilid•des (AUTORREVELACIÓN, ASERCIÓN NEGATIV.\ e 1:0.:TE
de adquirir una mayor ase.rtívidad en tan poco tiempo (en lo RROGACIÓN NEGATIVA.)
cual nos equivocamos de plano), pero a pesar de todo queri• ver DocroR: No, no. adelante.
si podía llegar a senfirse más sereno y :i presentirse mejor en la ~ltt.T; B1tn, mt limitaré a hablarle de lo que es impQrttintt
entrevisca del día siguiente, si le ayudábamos trabajando con<! P"'ª mí. Me gusta trabajar en un laboratorio. La biología me fas·
una. o dos horas. lo somerimos por 1urno 2 unn serie de entre· cina y me gusta crabaj¡ar con enfermos, como ayudante volunta·
vistas fingidas en las que cada uno de nosoiros le fonnuló las rio, en el UCLA Med Ccntcr. Me gusta la idea de ser un profe·
mismas preguntas, pcninentes o no, que nos h1bí1n formulado sional. Estas son las cosas en las que pienso cuando sueño en
a nosotros en la realidad, en circunscancias parC<:idas. Mientras llegar a ser médico. (Sonriendo). Y tengo cnrendido que. ade·
uno de nosotros interpretaba el papel del represen cante de la fa· més, se gana bastante dinero. [COMPROMISO VIABLE.]
c:ultad, 101 demils ayudibamos a Mih a h1blu ascrtivamenr:e Ilocro•: (Sin sonreír.) Sueno. ¿y por qué des.,. usted 1ngrc·
de sí mismo y a explicar por qué deseaba ingrew en la focultaci dt sar precisamente en la Facultad de Medicina <le la Universid•d
medicinL En las dos horas de que disponbmos cnuyamos asi Tal?

2¡9
Mu.T: No pos.e<> informaaOn de primera m1Zno pero he ha-
1 ñar!e 11 no cnsuciársclas:. He examinado su expediente cscol11r, y
blado con muchos médicos de diferentes escudas y me han di. sus calificaciones son excdcntes salvo en una materia. Sacó us·
cho que esta unive<Sida<f es excdente. l'vf~ gustaría licenciarme ted un mero aprobado en quúnica orgánica. (Mirando a Milt en
en medicina en una universidad que gozara de buena repu!a· espera de uno explicación.)
ción. [ASERCIÓN NEGATCVA.] ~flLT: Es verdad. La orginicafut unoát mis puntos/lacos. He
Docro•: ¿Qué Je gustaría hacer dentro de cinco años? repetido d curso, con la ayuda de un consejero de estudios. La
MtLT: Espero que estaré ejerciendo la medicina en una for. orgánica fue para mí como la trigonometría. En tn'¡,ono~e1r;a
ma u otra. tordé tret semanas en averiguar de t¡ltl demonios estaban hah!tZ1t·
Oocrott: ¿En qué forma? do y en romprender cómo encajaba todo. Estoy en el segundo
M1.LT: (Por iniciativa propia, sin emren2miento.) Todavía no curso y espero un sobresaliente, o, por lo menos. un noublc.
lo si. La medicina general me fascina por la variedad de los pro· ,lB•}.NCO. DE NIEBLA, ASERCIÓN NEGATIVA y AUTO·
blemas que plantean los clientes. También me interesa la psi· RREVELACIÓN.]
quiauia. [AUTORREVELAC!ÓN.) Doc-ro•: La medicina es muy exigente. Sobre codo para d
Oocroo: La psiquiatría y las demás especializ.aciones exigen
·- '
médico priv:1do, de meclicina general, como es mi caso. e\ veces
por lo menos t.rcs años de residencia. además de la carrera y ¿el be de<eado no haberme metido en ese berenjenal. Los enfermos
_ periodo de internado. te acosigan. Las enfermeras te atosigan, los familiares ce arosi·
MtLT: s~ lo sé, pero he comprobado que CU4náo uno b.e~ lo gan, los otros médicos te acosigan. Todos esperan de ú que cen·
que le gusta hacer, el tiempo pasa á'Prisa. (BANCO DE NIEBLA gas una .respuesta psra su pi:oblema y tienes que trabajar horas·
y AUTORREVELACIÓN.] · y horas, a veces por nada. ¿Cómo sabe usted que seria. cap•z de
Docrotl: ¿Qué le gustaría haoer cinco años despu<o de ha· aguantar esca tensión? ~ •
bcrse licenciado? · l\il1LT: Tí~ne usted ri2tón. Yo no puede garanti;.dr/eque St'.J c.;.
MILt: Realmtntt, tn ertos momentos no lo sé. Depende e.'1 pa¿ de soportar todtJs /.as pretior.et, pero creo que sl se,.é capá:. En
gran panede cuál sea mi experiencia en Ja facultad. Creo que no el colegio he <rabai•do bajo fuertes presiones para sacor buena;
me gustaría dedicarme directamente al ejercicio privado. Creo notas. ~:le ha cocado pasar muchas noches en vela. pero siemprt:
que preferiría trabajar primero en una institución hospitalaria me he salido con la mía. Toda mi experiencia me dice que sí sc:rC
hasta que supiera realmente lo que haría. [AUTORREVELA· capaz. A veces me digo: «Al cuerno todo este trabajo; ¿por (jlté
CIÓN.) !rabajas de esta manera?-. Pe.ro no aflojo. No sé por qtté. Tal ve:.
Doc-toR: Parece sentirse inseguro de sí mismo, como si le sea puro masoquismo. [BANCO DE NIEBLA, ASERCIÓN NE·
faltara confia.n2a par-.J poder ejercer la medicina por su cuen ta. GATIVA y AL'TORREVELACIÓN.)
M1tT: Sé que esta es la impresión que producen mi1 palabrat.. Doci·oa: A veces también yo pienso lo mismo acerca de mí.
pero no es esto lo que quiero decir. Creo qi1e ttr¡ un 1t1édico ex· Supongo que habrá soljcitado a] mismo tiempo el ingreso en
ce/ente. Soy lo bastante listo, la carrera me interesa, y no me im- otms universidades.
porta trabajar de fi:mc. No me da miedo ensuciarme las manos. tv11LT: Sí~ me pare,.,"iÓ 1nejor hflcerlo así. Aunque deseo ingre·
[BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELACIÓN.] sar en esta, todo el mundo me 9C-Onsejó que $0licitan :U mis·
DocroR: (Un canto ~a:cáscico.) Bueno, cracaremos de ense· mo tiempo e) ingreso en Otras universidades. por si aquí m~ re·

2. 41
chazaban. ( AcllSO hizo usred lo mismo ru>ndo e11 esrudiantel pero de codos modos quisiera que me diera su opinión :tcerca
(AUTORREVELAC!ÓN.) Je"'°" pun1os. [AUTORREVELACIÓN y ASERCIÓN KE
Docroo: S~ es lo nás prudente. (Silencio.) GATIVA.)
• Mu.r. (Dnu prrgunt•mi• algo mis' tM11 p• ntot f/aror o Docroo: Por supuesto, od.Lance.
mu puntosfamn? [IN:ERROGACIÓN NEGATIVA.]
Docroa: Dígame. ¿Cuál considera u5te<l que es su ~r óc- Mil< formuló •continuación las siguientes pr~untos que le
fecto, su pUtltO más flaco? ayudamos a prcporor en rcloci6n con las infotm9cioncs que
MILT: U¿¡,, lo qu~ 10 pienso. Tdl vnotl'Os '~"'""otra iJt1.. d=ba obtener.
Yo i:rto qur mi ptor drfecto es la falta J, •xp•ritncio. Soy fewn. l. Me interesa la investigación. ¿Qué posibilidades ha;· de
Soy i'n1.tn~o en mi trato con la gtnle. ~ro soy todo lo attrrivo 'I''' participar en acti\'id11dcs de eslu clase en la uni\'ersidad?
dtbtrla. Tztnáo a porterme n~fVloso en '41 erl1;r11isl11s. CuanOo 2. Ounantc el primer año, ¿'hay alguna marcria en la que el
me senté frente a usted temí que mi mente iba aquedar en blan· claustro quiera que uno este! fuerte y que conozca bien, aparte
co, de puro miedo. Pero .,¡pero que experienciu como L. de de las materias jcneroles que iodos debemos conocer'
hoy me ayudarán a superar esos sentim.ienros. [AUTORRE· ) . ¿Pu<Je Jannc usred al¡¡una oriemación bibüogritlco
VELACIÓN, BANCO DE NIEBLA y ASERCIÓN NEGA. pa.ra que dur:i.ntc el vcr1tno pucdá prepararme oon vist:is ~ m 1
TIVA.) primer curso, en otoño?
Docroa: <Interrumpiéndole.) Pues hasta ahoni se ha dcfen. 4. ¿Qué dase de tttb1joJ puedt encontrar en verano. en
dido wrcd muy bien. No ha parecido rada tSUsudo. la uni~ida.d, un e$tudi.an1t de mcdiciná: pan a¡iJdarse a p•·
MtLr. Er "'"1 poribk, pero por dentrooW. '''°'urtn"'{llllo. gu los pstos del curso 1cadémico? ¿Hay alguno que permit•
aprender además de ¡anar dinero?
[BANCO DE NíEBLA y AUTORREVELACIÓN.)
Docroo: Tal ve> lo impon.ante sea cómo se compona UStod Después de dos boru de ejercicios ascrti\'OS como pr<patl·
exterionnentc, más que lo que siente tt)i d fondo. ción P41ra una cnlrevista. pudimos advertir una diícrcncia mJni·
M1Lr. Ettoy 1eguro de que tiene urred ratón, Vercmot lo que fiesta en la capacidad de Mili para inrercalar preguntas que no
multa. [BANCO DE NIEBLA.) habíamos ensayado. Pedimos a l\llilt que nos informara accrc-d
Docroo: ¿Cuál es, a su parecer, su m<jor cualidod? dd desarrollo de la entl"C'ÍSI• en la reolidad, pero no '°Ol,imos •
MrLT: Como he dicho antes, eso .,¡ solo lo que yo piens<>. cencr nociclo.s suyas directamente. De otns fuentes supe que la
Putdo ftlá r•quilJ0(11<ÚJ, pero creo que mis prind{>41ts aialidadet entrevista se dC1a.rroU6 con excelentes resultados pará ~l. lo
son el hdbito de tsruiliar, ¡,, p"severancfa, In voluntad de trabajar mismo que otras que la siguieron . Milt fue oic;cptado en \'arias fa·
de firme, y aerto grado de inteligencia. Pero, por tnt:ima de todo, cultadcs de n1cdicino. 1 y se mttriculó en una pura la que no hu·
mtgusta la gente y me gusta la medicina. [BANCO DE NIEBLA bíruna< hecho ningún ensaro. El éxito de ~füt me recuerda I•
y AUTORREVELACIÓN.) antigua diviso de los b•rallon"'l de ingenieros de In marino du·
OocTOo: ¿Hay algo que desee prcguntanne? .-.nte la Segunda Guerra Mundial: •Lo difícil lo resol\"emos ""
M1LT: Sí; quisier.a hacerle algunas preguntas sobre la uni· el acto: paro lo imposible t•rdamos un poco más•. u fah• d<
venidad y I• faculc•d de medicina. Cosdt q:1e cono:co muy ..ertividtd J e MJt en las cnrrevisw era manificsiamenre. según
pot:XJ. E11oy se¡uro Je que me enconlrllrtÍ in¡enuo 11 i&nor11ttt, eso, tan solo una diflcult.1d. la rápida supcr.ición de ~fih llc~ó

1.!J
a sorprendc:rmc a mi mismo, y cons1e que pocsas cosas consi. ronfirmadas por el pcr$0llal a.scsordd dcputtmcnto de tthabi.
gucn sorprcodennc. litlción del csu.do de California. En una reciente reunión de
Como el lector Y• habrá comprendido, los ejercicios de Md: esos asesores, en California del Sur, en le cual fui inv:irado a ha·
en su preparación pa,. la encrcvista de ingreso en la farull>d bla~ de terapia asertiva sistemática, el principal tcm:a de debate
fueron,.cn cealicLid, un verdadero ensayo de su papd, del papel se centró en la p~.arac-ión de un cliente part1. un empleo. Los
del aspirante a un puesto de trabajo o de estudio, experiencia asesore.s en cuestión convinieron en que, para muchos de sus
que la milyoría de n0$0tros vemos acercarse: con disgusto cuan. clientes, cJ principal problema consistía en capacitarles para
do no con verdadera ansiedad. Son muchos los alumnos matri· meter un pie en la puerta en el curso de lll entrevista para pedir
culados en cunillos de •scnividad que piden que se les tjeratc anpleo. y no en prepararles para desempeñar su trabajo con
con visw • esta cl.,. de cntrcvúw de solicitud de trabajo, yla todt competencia. Esos clientes (lo mismo que muchas pcrso·
mayoría de los que se ejcraw. ucrtivtmcntc<'Oo este 6o no."' rus no asertivas de la población general) parecen tener uoa aCÜ·
lawi después que se sintieron mucho más scgurÓS y uonquilo. rud repeao dt sus encrc>-istadores que solo :acierto a ctlificor
du.r:mre la ent.revi.Sta. m111iguindn o no el puelt.o 1/11~ soliDJah4, como de «1>uueip1ción» irreal. En los momentos decisivos. es·
El apode ensoyo que practicamos para las eotl<"Ístas de dcman· 11' personas infortun•das parecen no •~pllr la cesponsobili·
da de empico es idéntico al que Milt practicó, salvo en Jos ele· dad que les incumbe por sus propia5 circunstancias. La res·
talles co.ncrecos, por supuesto. En las prácticas con persenas puesta clásica que considero como el mejor ejemplo de esrm
no ascruvas o con ex pacientes psiquiátricos lo basrance ttsta· acricucl de •panicipo.c:ión» me fue referida por un pa,icntc que
blecidos como para poder volver a trabajar y a Uevor una ,;d, «tracó» de, conseguir un e~plco antes de h11bcrsc som1;:1ido a .
productiva, es ros alumnos suelen plantear una y ocro vez varias nuestro tratamiento. Cuando se le pttguntÓ'~cr. una ct1tre\'ista
cucstioocs que les han resulu.do especialmente dificiles de "' de este tipo, si sabia conducir (porque la empresa tenia que dis·
solver en esta clase de entrevistas. Las cnttcvistu de demanda tribuir ll menudo documentación con urgencia) en lugar de
de empleo les ponen nerviosos y •uclcn ttacar de disimubr 111 decir simplemente .Sí.. (cosa que era ciena) o. en d peor c;iso.
nerviosismo en lugar de cmpcur la enrrcvisca diciendo. •Cuaa. cSí, pero 1endré que rcn°'""dr rni penniso de conduc1r•. cor.reste.\:
do pido un empico siempre me pongo uo poco nervioso. ¿Aa· .Anees conduáa. sí, ha.su que me encerraron seis meses en d
so este aetviosismo me perjudiar.P~. (ASERCIÓN NECATI· mani<.-omio. Cuando ti Ministerio de Obnas Públicos descubrió
VA e lNTERROCACfÓN NEGATIVA.) La mayorí• no suben que m• habían internado, n\e retiró d permiso•. Como er• de
cómo responder 2 comentarios negativos cspecl.fioos sobre ru pl'C'\·er, la entrevista terminó en este punto. Aunque ese e ejemplo
currícuJo Ysu experiencia. Con frecuencia. concagian ~,u in1cr· de •confesión de los propío~pecados» constituye un burdo mo·
locutor sus propio.s duda.s acerca de su capacidad para eje<:ut•t delo de cómo demostrar la propia falta de n:icrti,;Jod y de con·
tareas incluso de poco imponancia, y dan asi, a la penona <j'Jt fianu en uno mismo en una enrre\•ista para obccncrcmplco. cst~1
les cnt.rcvisra, 11 impresión de que son fnigiles y scrin unos em· forma dt comportamiento y esta setitud no son exclusi\·a-s de Jo,
plca~os a quienes habli que rratllr con guarues de seda. pcr> ex pocicntcs de manicomio. MuchOJ de los alumnos a qukoo.
pecuva que la empresa no p.r<dc mirar con buenos ojos. Mis enY-ño • e11pcar debidamente las enc"'1isias en dcm11t1da Je=·
propias observaciones dlnic:as acerca de estas dificulrodcs ¡,.. pico cliocan con b misms di6cultod. Cuando un entl'C\Íst•éor
cuentes en 1., emttvislas de demanda de empico me ÍU<lon roca una zona en la que d alumno cxpcñmentil dud:as a.ttr<"..t d.~

24¡
sl mismo, este. segun oonfcsióo propi>. se pone nervioso y e<• uccpciooalmcntc, aJaun• carta cua.ndo bs meClll\ógr.afas y bs
gcta sus supucsus ddicicocias. confiesa su inse¡uridad y tnu S«re<ari.as estUViescn ocupadas.
después de rectificar la impresión inicial que puede habct !"'> 01;¡: No se me ocurrió.
<lucido íustificando sus limitaéioocs a los ojos del cntrcvistadu Yo-. ¿Es ustcdapude cscnbir alguna queotn cana• m:í·
quin•?
DEE: Por sup~to.
Es posible que d lector se pregunte, lo mismo que los alwr.... Yo: Entonces, ¿por qué no se lo dijo usted así, o por qué no
novatos preguntan en Lis dasc:s de ascttividad accl'C2 de la m•· se limito a decir ..Súo cuando le hizo aquella pregunta, en lug"'
nera de capear una entrevista de demanda de empico: •¿Q.:é de soltar aquella embarullada histori1 acerca de sus escasos mé-
debo decir cuando el encreviscador objeta, djplomát.icamernc: ritos como mecanógrafo?
.. Es usted un poco más joven (o más viejo) qué lia persona q•JC Des: Ahora que me lo pregunta, no sé qué decirle. Supongo
buscamos"?, o bien: "'Parece que no cicnc usted tnd1 li:i cxpe-· que no quiK cometer el error de prometer algo que no podríu
ricnci11 necesaria para este puesto (o dcmasiuJo. cxpericncii)" ,o cumplir.
bien: •Diríase que combi• usced de <mplco con demniwdn fo:. Yo: ¿Le priguntó uSted si la mccanogrúfía era indispensable
cucncia (o que quedó atascado demasiado tiempo en un mismo para el empleo?
empico)". o cu:tlquier otn de las obscri...dones enc•minod:u • 0EE: No. En el anuncio no se cit<1ba par.i n:Jd:i la meono-
prollOCllr un• explicac'.ón del solici120te?,., En el diilcso si· yaS..
guicnte, se entmu a Dec, una j<m:n archi•cta que esa• ap""1· Yo: ¿No le U"'"ó la atención el h<"Chó·de que le hsbbro de
dicndo a manifcstarSC ascrtiwmente, a reaccionar &ente a l:s mcanogr.afía cuaodo el :arÍuncio no la n'~ncionaba p•rJ nada?
d.darecioncs causanres de ansiedad que pueden formularle m DES: En efecto, cuando cmpc2Ó a hablar de meatoograll•
una entrevista de dananda de empleo. perdí el mundo de vista...
Dcc explicó que en la última enltt\'Ísta de este tipo 1 la que Yo: ... y empezó a dcar posadas.
fue sometida antes de asistir a nucsttoS curso< de ascrti,;dad, DfE: ... y empecé a decir gansadas.
cuando el entrevistador le prcg\11116: "(Sabe uSted escribir • Yo: Vamos a probar.hora. Yolacntr.,.;sto para un empico.
máquina>:.,contescó: «No paso d(! las cuarenta palabras por mi· y Kl>tby la ayudará si es necesario.
nuco y cometo muchos errores». Después tra.t6 de justifieiar csct Oet!: De iacucrdo. ¿De qué empico $C trata?
oparcnte falca d• copacidAd diciendo: oNuncs fui muy buen• Yo: Decid:aJo usted. De ponera, de neurocirujana. de agen·
mecanógrafa: me suspendiel'on dos veces en mccanogra.íía y te de lu CIA, del mi.smo empleo que solicitó. poco lmport.i. En
tuve que repetir por tercera vez el curso porn uprob;ir-. El tnl· cod05 Jos casos In situ11ción es la mismll.
pico al que aspiraba no requeda b mcconograífa como requisi· D••: Me sustarfa ensayar el mismo punto en el que irope«
to previo. Dce y yo examinamos juntos su problema en materia en mi última entrevisra.
de solicitud de empleo, mediante el diiílo¡¡o si¡uiente: Yo: Pero pienso dirigirle, adem>s. otros ataques.
DEE: Conforme.
Yo: Sos¡>«bo que el cnirevist•dor le preguntó si "1bia cscri· Yo-. (En mi nuevo papel.) c:S.bc u.1ted escribir a núquin.1;
bir 1 máquina pan averiguar si podña usted p.,.r a míquino, Dt E: SL

47
Yo: Bien; en ocasiones pasamos por períodos de mucho tra- Dee: Er v"dad; hasta ahora no he tenido bastante exp<rien-'
bajo en la oficina, y nos gusta que todo el mundo pueda ayudu. cia para pensar siquiera en la posibilidad de ser jefe de sección.
DEE: Me parece muy bien, pero hay algo que me guslaría ada· por ejemplo. (BANCO DE NIEBLA.)
rar: ¿os necesaniz la mecanografía para este empleo? [BANCO Yo: ¿Qué le gustaría estas hadendo dentro de unos pocos
DE NIEBLA y AUTORRÉVELACIÓN.] . · años? •
Yo: No, pero, como ya le he dicho, preferiríamos una p<r· DEE: Seguir trabajando con ustedes, espero; pero esto de-
sona flexible. pende de varias cosas. como los aumentos y los asccnSos, por
DEB: Se¡,, pregunto porque no quiero darle la impresión rk ejemplo. En realida<l aún no conozco lo bastante '4 casa como
que soy una expeTla mecanógrafa. No lo J<ry. Si usteder necesitan para po<Úr dar una respuesta realista a su pregunta. {ASERCIÓN'
una mecanógrafa supe"tip1'da, no les convengo. Pero puedo apo· NEGATIVA.!
rrear el tecla.do y escribir alguna que otra carta cuando sea ne- Yo: ¿Hay algo que desee p¡cguntarme?
cesario. [ASERCIÓN NEGATIVA .] Os.E: Sí, quisier:1 (Onecer mi suddo, las condiciones de lr:i·
Yo: No, su trabajo consistirá principalmente en permanecer bajo y las demás ventajas.
en la oficina, en el despacho, quiero decir, y renet las cosas al día Yo: (Con gcan énfasis, para reforzar la nutva manera de Dee
y en orden. de enfrentarse con una entrevista de demanda de empleo.) ,
Dee: Estupendo. ¡Fantástico! ¡Queda usccd contratada!
Yo: Veo por su currículo que no úene usted mucha expe- Des: (Sonriendo, pero pensativa y grave después.) Bueno.
riencia en l rabajos de oficina. pero ¿qué ocurriria si mi jefe quisiera .Que yo escribiera 11 m:Í· .
D:e:e: Es cierto, ti se mide en términos de IÍe"'PO, pero en tO· quina y yo ·no supiera? · ·
das las empresas donde be trabajado hasta ahora he aprendido Yo: ¿Se refiere al supuesto.de que-su futuro jefe hubiese
un montón de cosas sobre esta clase de trabajos. Hay que iraba· cambiado de idea después de haber puesto el anuncio?
jar de firme y aprender deprisa para conservar el puesto. [BAN· Dte: Eso. ¿Qué pasaría entonces~
CO DE NIEBLA.] . Yo: ¿Por qué no interprelamos la escena, a ver qué pasa?
Yo: También observo que ha cambiado con frecuencia de DEE: De aeucrdo.
empico. Yo: ¿Sabe usted escribir a máquina>
DEE: sr. es verdad. Cuando s~ me ha ofre<=ido una posibili. Oi;F.: No.
dad mejor, la he aprovechado. (BANCO DE NIEBLA.) Yú: Mmm ... Nosotros habíamos pensado en una persona
Yo: Más urde le explicaré nuestros planes de a)'\Jda • los que supiese escribir un poco. para qLte a)'1.1dara a las demás chi·
emple-ados. Es usred un poco más joven de lo que suelen ser las rns de la oficin•.
personas que empleamos. DrE: (Sin ayuda.) ¿Quiere decir esto que no pienso contra·
DEE: le JO"j, tn efecto, y no le reprocho que te muestre des- tarme? ·
confiado al respecto. Muchas chicas de mi edad no son muv m.. Yo: Sí. tvte lemo que no sarisfacc usred los requisitos n\!ce·
duras y suelen plantear confliccos con los demás. Pero ~n mi saríos.
caso no hay problema. [BANCO DE NIEBLA.] DEE: ¿Qué debo decir ahora? He perdido el empico. Por mi
Yo: Veo que solo ciene experie.ncia como archivera. parte, me levantaría y me retiraría.
KATHY: (lnrern.unpiéndola.) Dee. aqul esri en j~ aJge ICATHY:¿No será porque le echó m cara a su cn<rcvisrador
más que: d hecho de conseguir o perder d empleo. ¿Qué sitntt sus manipulaciones? ¡Piénselo!
usted cuando su cntrcvislador le dice que no mlne los ru¡uisi-
ros indispensables? Cuando enseño 1 personas DO aserúvas a reacciona.e como se
DEI!: Me pongo furiosa porque ha publiado un anunáom- debe en una entrM<a de dananda de empleo, hago hincapié
g-.iOfO y me ha hecho perder miseroblemente d tiemp.> coo h en eres cosas: ante todo, les enseño a escuchar lo que denttt\i:s·
en trevis:ta cador pregunta o dlc:e, y no lo que ellos piensan que e5(( quiere
KATHY: Entonces, ¿por qué no le dice usted lo que pi"""'J decir con J,, pregunta o la dcdartcióo que ~ce. En segundo lu·
DEm: ¿Por qué no? ¡Oc acuerdo! @"• les enseño a no negar ninguna de sus posibles deficiencias
Yo: CR<:piticndo.) Sí. Me temo que no reúne usted los requi· que d entrc\~sríldor pued:a señol:ir; y, ter-cero. pese a cu:J.lquier
sitos necesarios. • supuest~ deficiencia 1u~•3, les enseño a e.xplicar a su cntra·iSlU·
Dee: Esto resulta. muy irritante para mí, Me ho heehn usied dor ~ue considel'lln que sisuen siendo la persona ideal paro el
perder codo. una mañana por d hecho de haber dicho una cose empico en·cuestión.
en el anuncio del periódico y decirme luego otra. uno vez aqui. Sin 1a n1ef\O'r modestia. uso mi propia experiencia en en1~·
Si buscan tlguien que sepa escribir • máquina, págucnle por vistas de deman~a de empico como modelo al cual pueden ajus-
ello. (Pasando a Ja realiC.d.) ¿Qué hago shora? tar ~u 1.nancr11 de comportarse. Por cicmplo. explico a mis alun1·
I<An<r: Nada. Limítese • quedarse semadt miníndole a "'4 nos y pacicnrcs: «Cuando me cntrcvis~ro:i con ,.¡sta.s ::i mi
ojos. puesto actual, una dc lu preguntas quemé hicieron fue: · ¿Pue-
Yo: Bueno, pero usted ya debía saber que entre los trabajos de ustc:d enseñar &.ntcn-encióo en cuo de crisis?'".... ,. mi f"('f·
de o6cina generales sude estar la mccanografla. pu<:SM fue un itimedi110: ..SU.. Me cootrararon en d acto. En ,....
Dea: (Rccogimdo d imenco de manipulación po< pane del lidad, no ruw nin¡una imporuncia d hecho de que ruvicr.i que
cnucvistodoL) Comp=ido por qué di<e usted ea10, pero su ma· pl!ar tod::i la scm:ana siguientedcscmpoh."!lttdo mis conoamien-
nera de llevar este asunto me resulta irritante. cos sobre los 1nétodos de incct\-en.ción en c.asos d.e cñsis r arr<·
Yo: Bueno, siento haberla incomododo. glindomel11S desputs pal'll que todo d pecson•I de "1 Clinic" de
DEe:: No dudo de que lo siente, pero Sll manera de ubrar si· Sel'\icios Psiqui:ítricos de Los Angeles fuese adiestrado en in·
guc resultándome muy molesta. cervenclón en casos de tr1sis. A ml solo me preguntaron si podiJ
Yo: ¿Qué puedo hace. yo? Le presento niis excus11s P"' h enseñtir inttn:ención en c.isos de crisis. y lu verdad eni que PO·
molesti• que le hemos causado. día h:tccrlo. ~le limité n cscuc:h:1r lo qltl! el enrrevisraJor nlc: pre·
D BE: Espero que en el fururo se muestren ustedes mds p re· gun1Jbt1, r no lo 4uc- y,) crei:1que q llt.: ría Jccir :.tl htH:cmle al¡Uc:·
cisos en la descripción de los puestos de trabajo que ofrezcan. lla pregunta. En cambio. si el entrevistador n1e hubi..:~c
Yo: (Abandonando mi papel.) <Qué puedo decir yo, Dcc? prcgur:tado: ff¿Qué c~pericncia tiene usted en mjtcria·dc i111cr·
Me ha acorralado: litcralmcme. . vcnción en casos de crisis?• habría contestado: «~-lu~ JX'C:a
K,,rHY: ¿Cómo se sieMe ahora. Dcc? aparee de );.1s nocion~ que se nos imparten en la fo rm:1ciün cJ1.
Osa; Estupendamente bien. No tiene sentido. He perdido ruca .(tC:ner:&I. pero es un tema que 1nc i.nterl!SJ. mucho ~· l..-S¡)\;rC'\
d empleo, y sin emb•rgo estoy encantada. que s.quí podré reunir und gran experiencia en la materi.a•. ~i.

•so lSI
en1onc:es, d cnucvistador hubiese dicho: •Quisiéramos contar nir, ron d fin deobicner a travto de ellos los máximos beneficios
con olguicn que estuviese en condiáones de poder enseñar in- económicos y t.rtlsticos o de prcftigio profc:sion.J.
1cnenci6n en CtSO$ de crisis o! rdto de nuestro pcnonol•, &.. Car! ube que tiene t.!emo y posibilidades pan llegar a ser
bña contestado: .No hay problcmL u..., diez años enseñando un actor muy cotiudo. Por desgracia, Cu! tiene la impresión de
psitdogía y si no me sincicn capaciiado para enseñar inlcrvcn· que debe hacer todo lo que deseen los productores con los que
cióa en casos de crisis, me pondría en ('Onlactu con un experto ..is en tr.>tos con d 6n de no perder sus simpa!ÍO$, porque r<me
para consultarle, aquí ~n la clínica. o bien organizaría la asistui· que de lo contnirio lo dei•rían de lado. La convicción de Carl
c:ia dd personal a una reunión práctica con cxpcnos•. Tninsm~· do que debe mostr•rse compl•cicnre con los productores no re·
ú o! cn1rcvistador un mensaje muy cloro, dejando de lado 11 for. sult• •bonada por la rcalid•d. El supuesto dd que parce Cul, de
m• en que respondí y que no importa para el coso: que estaba que d talcnco por sr solo no b~n· para alcanzar d éxito. es com·
~uro de poder resolver sus problemas y de que llevarla a c•bo pletamen1e corr«:to. Su supucsio de que la buena voluntad de
lo que él deseaba ver llevado a cabo. La capocidacfpora resolver esos productores es indispensable para su éxico no es correct;i .
los problemas de su organización y para que se haga el trabajo Carl y todos los que se encuentran en su caso disponen de prue-
necesario es lo que un entrevistador busca en un aspirante, cual· bas que demuc.stran lo concrario, pero las i.ntcrprctan crrónc:i.-
quiera que sea d empleo de que se trile: dependiente., gerente, mentc. Los eres :actores de Ja i.nduscria cinematográfica que cr2·
tenedor de libros, vendedor, operario de reparadonu, conduc- bajan siempre que quieren y eligen sus papel., son George C.
tor de un camión, portero o psicólogo. Srott, Marlon Brando y Peter Fallt. Estos caballeros se compor·
En d diálogo que ligue veremos c:ómo d aspÍnllte 1 wi cm· tan públiamcnte como $i no considc!"a.\Cn indispms3b1c lo
plco se enfrenta con ~a $Ítuacióo en la que • muchos nos p- buena voluntad de los productores ni de ningún ocro sector do
tarú encontramos: oo comprometerse. de manera asertiva, coa la industria cin<mar.ogrífia. y se les considera muy asenh-os en
un posibk patrón, micncras UJ!O elige la mrjor de dos ofcru.s de sus tr.>tOS privtdos o la hora de disrutit p!!pdes y contnnos por
empleo. un igual Aunque los ittS no tienen d mismo 1alcn10 como oe:O·
res, sí compa.n cn un devado gr•do de ll5ertil.idad. Par-J c..1y
sus comp3ñttOS, estas tres pcnonu aparecen como tipos ex·
DIÁLOG020 céntñoos o extravagantes, por el hecho de que no son mJnipu·
lables y les resulta fi!cil exigir asertivamente lo que quieren hos·
Car/ 1t enfrenta con ta conseguirlo. El propio Car! se siente asombrado al ver que
un productor de cine siempre cncucncrun tNbajo, pero no cuenta sus éxitos porque
tnanipulativo los considera aJgo peculiar de sus personalidades, y se sicua a sí
mismo en unn relación lnfanti11 o filial en el mejor C11$0, con rCS·
Carl es un joven actor de talento que ha interpretado tres pape· pecto• sus posibles empleadores.
les en d cinc, con gnm éxito de crítica. Habida cucnre de este En la época en que tuvo lugar este diálogo, yo actu1b.i d\!
éxito, él y su a.gente planean una campa.ñ:a con vistas a su carrc· consultor par• un grupo de estudios te~trales dd que formab•n
ra cinematográfica, que comprende d examen y la selección parte Corl, que anteriormente había sido estrelli musical de
cuidaclosoo de todos los papeles que se le ofrezcan en el porve- Broadway, y 0<ros jóvenes octorcs y actrices cuyas caras r..sultJ·

2 ¡2
han fA111iliares por los anuncios de televisión cn los que apm. un compromiso manipubdores igualmente aplicable en casi to·
clan, pero que carecían por completo de renombre. Mi t.l ttl du lu dcmis siru1cioncs ele la vida.
consistfa en enseñarl~ a reaccionar a.senivamcn1c frente a los
dim:toru esc&úcoo, las comités de kctun, los dittetores f "1"" Ese.niño dd diálogo: Catl está sentado en el despacho d.t
dantes de producción, los productores y todo el cjúcito de ocño' Mogul. El productorauaa con paso ágil h..I• de copen.
•colaboradores>o, •cxpertOS», ccriticoSlO, ttc., con los que debe saluda a Cad y le invita a pasac a su despacho.
cnfrcnrarx un actot Car! me planteó el problema de las presio-
nes y 11 manipulación a que le csraba scmetiendo d produC101 P'Rooucroa: Carl, este es tu papd. Si no te con\-i.ene. no te
de una pelicula cuya producción iba a empeur muy pronto. El convendrá ningún otro. Arriba están todos entusiasmados pen .
1gaHe de Car! tenía en negociación dos posibles papeles, uno undo que vas a interpretar el papel de Maruin.
de ellos con ese productor. Su agente podía recomendarle que CAAL: Me alegro. Y tstoy dt a<11erdo con ellos. Tambiin yo
•ccpcaro uno con preferencia a. otro, ninguno de los dos o hasta t:rto qr1e podria co11:eguir una interpretación excekr.te. [B.~~CO
los dos si fuese posible coordinar las fcchos. El productor, por DE NIEBLA.],,
Otro p1rte, qucrí<t que C~rl 5rmara un cont.r3t0 de prodttCciCJn PaoDUCTOR: ¡Fabuloso! No hay más que firmar el rom r•ro
con ~J inmediatamente. Entretanto. el agente de C1rl prose¡uít y cdcbrarlo con un trigo.
Ju negododoncs acerca del otro p2pcl posible. Carl no qucri1 C.aL: ¡Estupendo! Lo celebraremos con un trago si firmo el
confcu.r oJ productor que estaba consideNndootro papel en Ju. contraro, pero toáauia qui<ro algún riempopara ptnS<Zrlc. [AV·
gardel que este leofrcáa.porquetemía pe:det Ju simpatías dd TORREVELACIÓN.]
productor con vistas a fururu nqocllcioncs, o que el produc· P1c.>DUCT'01t;(:Pt.n qué necesitas más ácinpo pam pensarlo'
tor utiliura 1qudl1 información paN ruocer frtCUat w oqo- El papel es ma¡nífico, y d tnabajo está bien p2pdo. Har es tu
ciaáones que estaban en marcha p1r1 el otro papel En r<$Ullli· ~to y fue ól quien estipuló las condiciones.
das cuentas, C.rl tenla d problema de dcdarur que no dcsaib.i C..ai.: ÚrYto, pero ""'l''t~t:amprometmn< tod.li-i4 [B.\~
edquirit un compromiso inmcdi:aramentc y de consc,uir Jn pl:i.· CO OE N!EBLA y DISCO RAYADO.]
zo suficiente para poderse decidir pcr uno de los dos contratos. Paooucro11: Carl, queremos de verdad que tomes panc en
Car) habí1 cclcbr11do un.tl entre\'iS-[I! con el prodl1ctor poco ~n· esra prO<iucción. H t luch1.1do Je fim1c. i rrib:1. p:1r:.t qt.1e lt1$ ~le·
tes Je recurrir a mí, había implor:i<lo que le penniricr~i Qpl.it:.r mds se entusi:ismurun contigo. Ahora ya estamos iodos conti~o.
su decisión, pero le ha.bía·prometido ir a \'etlc en cua.nto le fue No me dejes plemaclo ahor. después de todo lo que he hecho
se posible. En el grupo teatral cnS11y.tmos el si~uicnte diólogo. por ci.
ptra que Carl se ejercilara en n1ostrarse siscem:iri~nlen1e aser· . (ARI.: No qu11i~f(l Jttepcio11orle, Sol, pero i11sis10 t'll rflJ( • por
tivo en su decisión de evitar un compr{)miso premocuro. sin ti mn1ntnto no q11itrQ compromettr111e. (AUTORRE\1EI. :\
componarsc con rudeza ni de modo demasiado servil,)' procu· CIÓN y DISCO RAYADO.)
rondo evitar que el productor se enojara con él o lo ansuhart. P•ooucroo: Vamos 1 alquilar el esrudio dentro de dos se·
Aunque el ambiente de este diálogo de siruación c:s el morco manas. NC«'sir11.mos un compromiso ahora mismo. No te pit r·
exótico de los negocios de producción cinemetográfica. la 1scr· dss este papel, Cul.
ci6n ais.icmíitica frente a un patrón, actua1 o futuro, pan:t evitar C.-.1.L: Probdbltmtr.lt 1i,1tr utlrd ra;Ón, Sol. JSÍ que, c·a1111:!~

lSI
puttÚttpmzrfMm tomJ:rUJtadecmón? [BANCO DE NIEBLAr . C.u.: Por supuesto, Sol. En cvanto mt d«úia. [COMPRO·
COMPROMISO VIABLE_) MISO VIABLE: ]
Paooocrot: Necesitaré ru fuma awiam mismo. Ptooucro&: ContamOS contigo pani csie papel.
C.u: No tlSllJo tk qut '4 nt<nitt, Sol, pero yo necesíro mil C.U: Lo ti. Sol. 1 mt tllfl41'Íll illterprrl4rlo, pero, rimp/e-
tiempo. ¿Qui k parta ri k comunico mi dttiJi611 11tttt dt tpt mtnte, nt<nito mil titmpo. [AUTORREVELACIÓN y DISCO
a/quikn lct tlludioJ? Son úni~tc dos semanas. Me bu... RAYADO.]
rin pua clccidinnc. (BANCO DE NIEBLA y COMPF.OML<;O
VIABLE.] Qvcd~ asombr.do ante la r>pidn con la que Cad •prendió a
Paooucro.: ¡Imposible, Car!! Tendríamos que interrumpir apear los elementos de la$ técnicas asertivas y a emplearlas con
d rodaje y volver aquí para buscarte un sustituto si no acept""' solo unas pocu cxpliciaciones y algun.os ejercicios (menos de tres
y todo nuestro calendario se iria por los suelos. hor>s y varías boteUas de vino \:le Califoi;nia). Tal vez esa rapidez
C1..L: No comprende. ¿No han elegido ningún sustituto por se debiera a su excelente capacidad de actor, es.taba familiarizado
Ji acaso? (AUTORREVELACIÓN.] con la interpreJ,ción de papeles. Para él solo se rrat~ de apren·
PRODUCTOR: Aún no . .No hemos encontrado a nadjc qur derse un nuevo guión. A 6n de cuentas, puede decirse que Car!
pueda comptrarse contigo para este papel. Si no fümas, C.rl •prendió perfectamente su nuevo papel. más asertivo. En su en·
vas a p<rderte una gran oportunidad. • t=ista con el productor, Carl consiguió lo que quería: un apla-
C•u: Probabkmtntt tinte usttd raw11, 5<>( pero rep1io .¡.t ?211lie:ito del compromiso que debía resultar de gnn imponan·
nttttito •lgtí11 titmpo para tká&r. A ver ese calendario. SaJm cia para él Cumdo su a¡enie hubo terminado sus negociaciones
ustedes el veintiocho, ¿ooes w? YoputdoC011t1micarll mr d.ta- ron Is squnda productora, los dos dccidiuon que la segunda
fj6'1 ti wbtnlrh. Así, en el aso de que mi decisión fuese nop· oferta era la mejor. y la 0<%ptaron. Como.resultado de ello. Carl
!MI, les quedarían énro díJS para ecconcrar un sustituto. ¿Qui pasó seis meses envidiables en una isla uopic:il pc,feccionando
me dlce? [BANCO DE NI.EBLA, DISCO RAYADO y COM· su arte, trabajando con una esuclla importante y un actor cocuu·
PROMISO VL\BLE.] mado y aprendiendo de dios. sin dejar de cumplir su palabr> de
Paooucroo: Es muy justo pua mi, Car!. dar su respuesta "1 primer productor en el plazo convenido.
CAaL: Lo si, Sol, pero yo necesito tiempo, y usted también. Aunque 1* historia dd éxito de CarJ es interesante y atracti·
Así ttntmos citrtomargtn les de.. [BANCO DE NIEBLA, DIS· va, d leccor puede prcgunt'ir, como lo hizo mi ediror de Nueva
CO RAYADO y COMPROMISO VIABLE.) York (y el propio Carl en la época de la consulta), quó habrla
PRODUCTOR: No me das opc-ión alguna. ¡Vaya man erg de pa· podido decir Car! si Sol. d productor, le hubiese dicho <1lgo por
garmc lo que l1e hecho por ti! el estilo: «¡Compromiso, compromiso! ¿Qué quieres decir con
CARL! Tltnt usted raz6n, So~ y siento mucho ltntr que obrar eso, en realidad? .. Car!. lo miimo que Caslo en el capítulo so·
ISI. OjalJ puditse dtcirle qut firmaré, pero 110 quitro ccmpromt- bre d DISCO RAYADO, acabó por romprcndct que d hecho
ttrmt tl>tÍ4uí•. [BAl\CO DE NIEBLA, AUTORREVELACIÓN de que Sol dijera o le prc¡unu.ra algo no queña decir que Cari
y DISCO RAYADO.] . ruvicra que dar una respuesta. o reaccionar en consonancia con
P•ooucroa:Si iedecidierasantes, ¿me loharfassabcrcn se· lo que el productor le dijera. El siguiente dillogo ilustro brC\'C·
¡uida? mente este punto.

1$7
Sot.: Ctrl, ¿qué demonio. es lo que ce doricu? ¡Compror.ú· l'I siscemí<ic•- no es d objeto de cs<e diálogo. De lo que se tra·
so, compromi>o! ¿Qué quieres decir con eso, on ....Udld? ca aquí es dd problema de pn:scnw en público unasopiníoncs
CAai.: Comprmdo que quien ustod una ~ e11 ci "'la debida forma. Varios alumnos, de profesión macsrros, ge·
OCIO, Sol, poro no quiero compromtt<rme hosta d ~titds. raucs de ventas, etc., que bao hablado regulanncntc en público
Sot.: Tu agen<e está de acuerdo. ¿Acaso no lo cstú tú? sobre varios temas, han relatado expccicncia> idénticas a la <k
C.JU.: Comprendo lo que siente, Sol. u..oc1 QWicn quc&r· Suc en d empico de este m&odo para superar la ansiedad Ír<n·
man ahoro mi.mo, pero no pienso darle mi respuesta ha>U d Ce al público O~tc.
vcintitrá. Suc no había dado jamú con&rencia alguna y. como la ma·
Sot.: ¿Estás pensando en otro p•pd, acoso? ¿Es .,,o lo que JOria de las penonas, se scntf.a un tanto a.susuda y dcsconffada.
te detiene? No me fue difícil comprender sus sentimientos; me bastó con re-
CARL: Comprendo que esta· posibilidad Je preocupe, Sol, cordar mi neruiooismo lo primero vez que tuve que dirigir b pa·
pero no le da~ mi respuesta hasta el veintitrés. labro a un grupo de profcsionlllcs. Presumí que d problema de
Suc ronsist(a en que experimentaba lo mismo, ante la perspccti·
Como puede verse a tn1vés de esce cono diálogo imaginario, va de su primefl charla en público, lo mismo exactamente que
lo único que Car! debe esgrimir frente o todo lo que Sol, d pm· había senúdo )'O: pese a conocer bien d cema, no estaba seguro
ductor, puoda decirle, es una respuesta inflexible y pcrsistcncc de sí misma ni de su capacidad de oradora. Aun contando con su
dd tiPo DISCO RAYADO. experiencia y su compctenciJ, Sue era victima de la misma
En d siguiente conjunm de diilop examinuemos un tipo aprensión que acomete a todps los que se erlcuencran a:i un caso
de probkmu relacionados con «d ramo dd csp«tkulOO>, a SI· pu«ido. Tal - a causa de aqudla ansícdad iu.cional, SuW>
ber, la manera de enfrentarse ascnivamcnce con numerosos gru· me pidió qu• interpretar• los papdes manipulstivos en su de-
pos de personas an1e las cuales se debe tomar la palabr1, pro- mostración de lu tiaúcu vub.Jcs aserti"9S, es d•cir, que cola·
nunci1r una conferencia, prcscnw un lnformc, etcétera. bcra.ra con dla en d CS1ndo. Acepté, y 6nalmcncc Susm superó
"'ansiedad, dio una magní6ca conferencia en b asociación d•
asistentas sociales, m• rcgal.! en la espléndida cena que siguió a
DIÁLOGO 21 la conferenci•, y los dos lo pasamos en grande. No pude menos
de obseM1r, sin embargo, y más card• Susan m• confirmó mi oh·
Susan muestra '4 forma serwción, que h•sto d momento en que hubo explicado la céc-
dt t•/r•ntarse ét>n las critiCllt nk• dd BANCO DE NIEBLA estuvo un poco tensa. Una veo;
a<trca de su capacidad para hablar en ptÍb/ico explicada la ttcnica mediancc los eje~icios adecuados, Susan se
mostró complccamentc tranquila y serena frente a su público y u
Recientemente. mi buena amiga y colega Susan Levinc fue invi· sus comentarios y preguntas ... ¡inc)uidos los más hostiles ! Su ac·
cada a dor una charla de dos horas en una reunión local de 11 titud mÁsserena fue un resultado de lo que hicimos en los ejer
Asociación Nacional de Asisccmas Sociales. Aunque Suc fue in- cicios de BANCO DE NIEBLA. Suc me pidió, en pn:scnci. dd
vitada cspcd6camcnce a hablar de lá manen de enscñ•r a los púb!ic:o, que critican su manera de presentar la conferenciJ.. in ·
clientes a ser mis asertivos, d 1ema de chirla -11 tcrupla ascni· ventando criticas., ai en necesario o s.i oo cnoontr:sba defect0$ CS·

1!9
pcdlicos QUA: 1ch1arle. Como se veri en el diálogo siguíente. lli Sue: Probahkmtntt tintt usttd taWn. (BANCO DE NlEBLA .]
critica c:ontn Suc fue PC<Jt que todo lo que hubiese podido IC- Yo: No deMr!a emplf!2r palabras que no puede pronunciar.
mcr niáooalmcntc de su público. Mi crltia, sin cmbftrgo. Ñc Resulta muy desagrad1ble pira el público.
derecha al coruón de la ansiedad irncional que nos úupén • Su1: Es umúd. (BANCO DE NIEBLA.]
muchos 11 perspectiva de !abar ca público, y Suc supo cnfrtn. Yo-. Produce la impresión deque mua ustcddcimprc:sionar
wsc con mí critica mediante el BANCO DE NIEBLA y lcgtó a sus oyentes o de incimidarles. No rcsulti honesto.
eliminar por completo su ansiedad en una siruaci6n ttal, 1 lo Sut: Cierto. 110 P4rtt:tbontrto. (BANCO DE NIEBLA.)
vivo. Un1 vez que Susan hubo extinguido mi cnrusiurno eriúa>, Yo: Y cuando una persona no sabe pronunciarcicttu pala·
preguntó al público, con un brillo diabólico en los ojoc, si h1bí1 bras, en general sucle ser un indicio de que en realidad no com·
alguien que descara relevarme. No hubo ni un solo voluntario. prendo bien su significado.
Si el lector tiene un problcnu parcddo al de Sue (y de Otto! SLJe: Et v"dad; probabl•m•nl• emplto paL:bras aryo sigmfi·
orodores novatos) puede pedir a su público que critique su cen· codo no acabo dt «Jmprtndtr. [BANCO DE NIEBLA.)
ferencia después de haberla dado -o ai11es, inclusive (ASER· Yo: Y, además, ¡qu~ acento cicne usted! Da 1a impresión de
~,

C!ÓN NEGATIVA), para ayudarle a mejonir su estilo omo- que ha •prendido cJ inslés en las caUcs de Filadelfia del Sur.
rio-. En tal caso, el lector deberá rcspooder a las cñtic11 Su•: En realidod lo aprendí en Elkins Park. pero no dudo
mediante el BANCO DE NlEBLA (y tal va con la INTERRO· de que ten¡o ci"to attnro. (BANCO DE NIEBLA.]
GAC!ÓN NEGATIVA si las cócicu se desvanecen dernuiod.i Y°' Lo cual trae• col•ción otra cuesiión. Tal como bobl•.
fácilmente). Este método ha sido empicado c:on buenos raultJ. produce usted la imprc:sión de que, en gener>l, le falco confian·
dos en conferencias fingidas o rules, por alumnos que clcsca- u en lo que está diciendo. •.
ban reducir su ansiedad frmte al público. El! esto c:lasc de cia· Sut: Ettoy rt¡11ra tk qut pdl't'?&O mt1101 mn~nci¡f¡¡ k lo q""
cicios, d lectoc debe hacer que sw amigos o colcgu (tontol dekrú pdrtar. (BANCO DE NIEBLA.]
como pueda reunir) cririquen su csrilo y su manert de dar b Yo: Hace el efecto ele que en realidad no conoce ni com·
chirla, y responder luego a ada una de las c~ticu con el BAN· prende todos los matices y las consecuencias del objeto de su
CO DE N I EBLA, como puede verse en el diiloaodc Suc. presentación.
SuB: Prob4bkmtntt titnt usttd razón. Es muy probabk qut
&=ario del diálogo: Suc actba de pedirme que critique 11' re mt 1'4.I~n por 41/to 4/gunot Jt los mah'cer más delicados. ( BAN ·
conferencia, es decir, lo que ha dicho hasta ahora, para po<l<r h.. CO DE NIEBLA.]
cor una exhibición del BANC0 DE NIEBLA para el público. Yo: Si realmente se preocupar• por su público, portadas CS·
tas pertonas tan amables que han venido a escucharla. se habria
Yo: (Con gran pomposidad.) Suc, me alegro de que me pida pr"Panido mejor.
usted mi modesta colaboración. Escoy seguro de que ello la •r•· Sue: EJ ve1da" tsloy t~gJJra dt qut podn~o prepararme me;or.
doria perfeccionar sus dotes oratoriu parad futuro. (BANCO DE NIEBLA.) .
Su1: No m• ~abe L: mtn()r duda. [BANCO QE NIEBLA.] Yo: Después de todo, son personas razonables. No les im·
Yo: Creo que tiene cierta difioultad pu• pronunciar al,u· porta que tengo un desliz y cometa algunos errores.
nas palabras. Hay momentos e.o que apenas se la en1lcndc. SuE: Ettay rt&ura át que así es. (BANCO DE NIEBLA.]
Yo: Pero la f:alu de csuuaura de su confcrtncia resulr1 iJ:ri. un informe. y a responder al mismo úcmpoa los comcncarios de
Wltc. Pasa UStcd de una cosa a otra. No .., í bien o~ los oyenccs.
Lea CS1á usted exponi0.1do un wm mL'Y interesante.
Su1: Est<11 Hgur• áe que p¡no tk un• <014 • Oln 1 le qut,,,.
¿,¡. <Jl4' mefor <N¡aniu'4, 1 compTrnáo t{U• n público tkkilt 01Ál.OG022
UlflirJeimt.loytkfraudaáo. [BANCO DE NIEBLA.)
Yo: Si n:almcnte le inttt=<a lo que escá haciendo, deber!. Ron Je enfrenta con to111tn/4ftOJ J.ig1n.ir101,
haber rechazado la lnviu cióo a pronuncisr cst• conferenciar poco pertintnftl y m'ti'cos Jur•nlt
dejado que la dieran personas más preparados. '4 pre1entaci6n át un informe
Sus: Es M'áaá. Si t4nt9 me importara, probablem•nt< no b,.
brfa ac•ptaáo el encargo. [B~CO DE NI EBLA.] Ron es un joven estudi1nte Oe adminis1ración comercial que
Yo: Si hubiese sido usred una buena onidora, habría podido csiá siguiendo un curso de ceonooúa. le resulta muy dificil po.
arrastror al público con la fuer2a de su person.Udad. nersc al frems,¡le un grupo de personas y organi:ur un deb1ic o
Sue: Ciuto, muy cierto. [BANCO DE N !EBLA.) presentar un informe. Ron, como otras muchas personas. cerne
Yo: Pero lo que ha hecho h.a sido dcmosrrar de manera OllÍ· sobre todo que las personas que le oyen sepan má$ que el dei
dente que d público le inspiraba miedo. tema o lo pillen en un error o diciendo una escupidez. El miedo
SUE: Es """11, ertabtz un peco arustada. (BANCO DE NJ[. • accu>.r en púb~co. aun frmte a un público reducido, es parJ
BLA.) muchas penonu un gnveobstáeulo que le• perjudica en la es·
Yex Le~ iodo cscocomoamigo. Así que quiero que me crea. eucla y en d <rab.jo, les impide progrcsu, en su careen y basca
Sus: Lo si, lo d . [BANCO DE NIEBLA.) les limita soehlmcnce en las socicd2des ttettam'5. benéficas o
Yex En materia de o raeoria, es usted perfcctamcncc eapu de deportivu o las que: se alistan. lrun<:di>tamcntc antes de p<=:11·
subir a un estndo y seguir codo d mecanismo, pero, fnna. w U.'tt comunietción en un examen oral. en su d~ de econe>-
menee, ¡no es wted un Wmstoo Chwdllll! mía. Ron s.e ofr«ió voluntariamente para h~cer un ensayo rn
SuE: Es utrdaá. No soy un Wrnslon Churchi/J. Soy una Suc su grupo asenivo. Con el fin de dcscnsibili2'1r a Roo respecco a su
Lcvine. [BANCO DE NIEBLA.] miedo a hablar en público, se dio instrucciones a los miembros
d.d . grupo par• que interrumpieran la charla de Ron con co·
Al llegar a escc, punco, la exhibición de BANCO DE NJE. rftc:ntárlos y preguntas que debían ir desde: d sarcasmo y 1:1 pura
BLA se di$0lviÓ en un coro de carcajad" y Sue navegó fclit· estupidez hastn 1;, crí1ico 1>er1incn1e e i1'lteligen1e. Es1~ clast" d(
menee a trovés del rcstu de la conferencia y del coloquio que la interrupciones fueron seleccionadas entre las que un t' r-Jd<lr
siguió;y se mostró _.ani1nada. exaleada, in(crcson1c de cscuc-har y puede esperar de divcrSO$ pl.ibUcos y se c-nseñó a Ron ~ rc:.1ccio·
de ver, disfrutando de veras con la experiencia. nar asertivam~ntc frente a ellas. Aunque en l¡j presentnci6n rcnl
En contraste con d diálogo de Suc sobre oratoria. dcsa_rro.. que hizo Ron en la clase de economía no recibió ni mucho n1c:·
lltdo a lo vivo. d siguiente versa sobre la prictica de Y(lriu té-:· nos el mismo número de presuntas que se Je dirigieron en el
nic:u uettivas coo vistas a aprender a comar 11 dirección de grupo de prácticas de ascni,~dad, se procuró obligsrle 2 rc!S·
un grupo de pcnon.as, con ocasión de un dcb1tc o de prescnttr ponder aseniv2m~re a prtguntas que pudieran des:mor-.tliz3rk

?61 26¡
EJ siguiente diálogo es un resumen de un largo informe de mJs J.• M1EMBRO: SI. Huta ahora no ha dicho usted nada sobre
de veinte minutos, con una mucsin de los comentarios del pá· la estn1ctura 6sa.l federal pn:facncial, como poderoso in«nri·
bUco y de las rcspucsw de Ron que le pcnnitieron diri¡ir &.'a· ,,, parad m:cimicn10 ccoo6nllco.
iiv.mcnte d debate, inspirindole omfianu en su apacicl.d RoN: fu •múJ. no lo~ m•ncionaJo ~ pero co111idno
para rcpondct a los comentarios que se le hicienn duranie la ~· <f "" punto 'I"' "'i"'- un tkb.t< tk wri41 hor#f. O.Jo
praco1aci60 real dd informe en la da.se. ,/tiempo limit•do tÍ• qu• tiisponnno1, CTt'O que Jeri4 impo1ibl<
trot•rlo con Út p10/u111/itÍ4d ntttJ•ria. [BANCO DE NIEBLA.
Escenario dd diálogo: Ron se encuentra en plena presenta· AUTORREVELAClÓN y ASERCIÓN NEGATIVA.] Volvit!ft·
ción de su infonnc cuando los miembros del grupo le interrwn· do o I• confianza del público... (interrupción).
pcn con prq,unra.s y comentarios. 4.• Ml!M••o: ¿Y qué me dice de la doctrina kcynesiana
como influencio. registrada en 1os últimos tr~inta años~
RON: El Otro factor principal dd crccimicnio económico" RoN: Heaquf ''"ª e11es1ión acerca de{¡; cual no acz'erro todavía
la confianza del público en el proceso económico. Podemos •ver CÍ• ro. Ta~~·: al¡11no de /()1 demás oradortf podría encargar·
ver... (interrupción). Jt áe comentarla, o, rr' qzttdJJ Jt'tmpo una uez prertntadas ÚIJ co-
t.• MliMBRO: ¿Y qué me dice de la influencia de l• especu- municaciones, usted miJmo podría hacemos el honor de darnos a
lación extranjera en los mercados europoos? conocer 1u1 iá<as sobrt el tema. [ASERCIÓN NEGATIVA v
RoN: Aunq~ '1toy regufO dt qut h6J f4ctorn txt<rt'orts 41 lt- COMPROMISO VIABLE.] ¿Más preguntas? ¿No? Sigamos...
mtorio continnrl41 tk Estados Unitio1 qu• inf/uynr rt4fmenu,. (in;errupciónJ.
n11t1tr11 economío, en d pICScnte informe me limito a csrudiu '.• Mt•><BAO: En su declaración inicM ha dicho uncd que
los faetones domésócos o interiores. [BANCO DE NIEBLA.] su informe abuarla d período comprmdido entre Is Admini$-
l." Mwu•o: ¿No dejamos u! fuero de debate cuestiooa o:ación Roosevcl1 de 19)6 y nuesuos dí... Roosevdt ocupó 11
de la m•)Vr importancia? Quiero decir que as! d informe resuJ. presidencia"" 1934, en d punto culmiiwue de Is dep"'5ión.
ta incompleto, coo gra.n¿cs vaáos que llenar. ¿Po! qu< panir de 19)6?
Ro.<: No dudo Je 'fUe hoy grarrdts wáos ' " los asptttOf qut RoN : ¿Dije 19)6? Fu< un '"°'por,,.,; parte, tierd' l11<tfJ
wmos •.horcar, pe-ro me he propuesto limitar mi'"""'',. tx&,. El informe abaroa desde 1934 hasta el presenie. (ASERCIÓN
silldm<11U a los factr>rer tiomlstieo1. (l!ANCO DE NIEBLA y NEG.\TIVA.] Volviendo al 1cma en examen. la confianza dd
DISCO RAYADO.] Y ahora, volviendo a la con6nnta del públi· público ... (interrupción).
ro romo prindp.lll fPct"!'... (intern1pdón). 6.' MIEMBRO: ¿Habla usted todavfa de la confianza dd pú·
2.• M1eMnRo: ¿Qué influencia ejerce en la economía, si al. b!ico'
gun• ejerce, la política de la Comisión de Carnbio de Acc:ones? Ro:-.:: A tstt paso no voy a fltgar muy ltjos. {verdad.> Le~ .,g,,,.
RoN: He aqul una cuestión interesante. Sin embargo, mt• d~ceria qz1t limilaran 1us pregun1a1 al tirmir:o Je cada u1rJ .IC' J"i'
¡UJtllrfd t xarr1inarla más <Jdelante, conjuntamente c:on otros fac· seccione1 del informe. Así llWJJtUJremos mát rkpn·sa. Y \'Ol\'umos
tora de rq¡ulación. Le agradeceri que ""'"" • haetrme lo pr<- ahora a la confianza del públioo. [ASERCIÓN NEGATIVA,
gunl4 "'4mÍO lkguemos a erte punto. (AUTORREVELACJÓN.! AUTORREVELACIÓN y COMPROMISO VIABLE.]
¿Alguna otra pregunta ames de que conúnúc?
Al comi= de est4 presentación fingida de su informe frt0- . este para formularlas. La mayoría de las veces uno ni siquiera se
ce a un puñado de oyentes hostiles, Ron estaba francamente .... entera de cuál es la pregunta, y el orador puede verse ~eme
cado. Tropezaba con dificultades para exponer su informe ¡ en apuros si no es capaz de decir, sin vacilar: «No comprendo la
para responder a los comentarios del público. Hacia d fin~ <le pregunta. ¿Tiene la bondad de repetirla?» o de declarar, como
la sesión de prácticas, ei grupo empetó a tncontrar más dincü hizo Ron en su diálogo: «~lis ideas ace-rca de este punto l\O es-
criticar el informe y la presentación de Ron, sobre todo.cuar:do cán claras todavía. Tal vez sea usted tan amable de exponemos
este empezó a son.reir cada vez que alguien le interrumpía. Cuan. las suyas más carde. si queda tiempo... • . Si el «noque-ador», pre·
do hub-0 terminado, aquel grupo deliberadamente hostil d-.cñ. sa ¿e pánico, suelta en el acto la respuesta a su propia pregunta.
tiCOS premiaron COO una 01/llCiÓn frenética la rapidez y rae6:a- el orador puede replicar simplemente, como hice yo e-n cierta
cia1con las que había aprendido a enfrentarse con ellos. Después ocasión: «Gracias. Parece una buena respuesta a su pregunta»,
·de aquel ejercicio, la presentación del infonn~ de Ron en"' da. y seguir adelan1e.
se de economía no cuvo color. Se sintió absolutamente lranqui· P;sando ahora a un aspecto diferente de las rel•cíones de
lo al presentar su comunicación sob re los principales f2c10:-es autoridad, en el sigu_ience conjunco de diálogos, veremos cómo
que infiuycn en k economía nacional, según su criterio, y has.ti unos padres t'~unos maestros asertivos actúan frente a niños y
goió con el moderado debate que se desarrolló entre él y sus adolescentes, zona de comporramiento que plantea problem•s
compañeros de clase sobre d tema. Ron comentó concretamen· a muchos de no$0!ros.
ce l"' satisfacción que le habfa causado sabC"r que era capaz de
reaccionar asenivame11te frence a los dos tipos de pceguntas ma·
nipulativas que recibió de sos comp.uieros. Escas pregulc.u DIÁLOC023
corresponden a los dos tipos clá$icos: <<Sur de Francia» y «No- ,
queador». Cuando un oyente pregunta: «Pero ¿en qué medid. Padres y maestros
es aplicable eso (que acaba uSted de decir) al Sur de Frnnc•a?•, atienden a1er1ivomenle
está rracando de obligar al orador a pronunciarse acerca. de a las quejas /cr111uladas
zon::is ajenas a su experiencia. Los oradores novatos suelen C<ln· pct niños de corta edad
siderar que deben tener una respuesta para todas las pregun1as.
La pregunta cipo «Sur de Francia» resulta a menudo inneccsa· En esre conjunto de siruaciones, harto corrientes, un macrimo.
ria mente curbadora e incita al sentin1ie:n10 de culpa, si uno n.o es nio, Ben y Sara. responden a las quejas de sus hijas, y Bárbara.
lo bastante asertivo para ser caPaz de ·responder simplemente: una macscra de la escuela elemencal, o rdena ascnivamence a sus
•No lo sé». El comentario o la pregunta «noqueadores» suelen alumnos que se ajusten a las normas de clase que ella misn1a ha
ser formulados al orador por un miembro del público que ya c<r cscableeido.
noce (o crce·conoc~r) la respuesta. Generalmente, e-s un intento Bcrt C$ profesor de teatro en un colegio local, lleva cacorc:
deliberado de poner en un apuro a1 orador y/o de darse rono años casado con Sara y riene tres hijas, una d e cinco años, una de
uno mismo. Lu ·preguntas «noquea doras>> suden ir p~cedidas nueve y Otnl de doce o trece. Tuve ocasión de relacionúrme SO·
de un monólogo extraordinariamente elevado, a cargo de] que cialmente con Bert y Sara durante varios años. Solíamos passr
pregunta, y que tiene por objetivo exhibir las calificaciones de juntos algunas veladas. en plan de diversión, o simplemente

266
pa,. <hadar mic:ntras echibamos un mgo. Cuando ~ a1ch11r ti rui® '{lit •rm•mos, ttcJ, pero quiero que vuelvas a la
c:n este plan de tertulia, nuestra charla acababa siempre pona- csm> y no aparcias de nuevo por aqul esta noche, con t. genre
su oobn: litcrarura, y Bert yyo intercambiábamos an«dousio- mayo,... Mi sugerencia p~ Wl debate que duró toda la ve·
bre d.tallcs de psicología humana que abía captar c:ntre basti- J.da, oobrc loo hijos, los padres y d extniio cariz que 10tn1 1
dores m HoUy..-ood o en b ~ y b plietiea de la ,..... la relac:ión de 1utoridad en este caso.
psic:olop. Tanto Ben como Sara acabaron por intercwse por Varios meses después de aqudb charla sobre t. cduación
lo que yo me dedicaba a cnscñar a b gente, es decir, las técnieos de los hijos, volvimos a reunirnos y Ben reanudó t. discusión en
uerúvas sistemáticas. Una noche, ~ sus hijas les dio por cnuu d punto en que la hobiamos interrumpido. Señaló que el solo
una y otra vez en la sala de estar, con cualquier pretexto, una hecho de monrarac comprensivo con su hija más pequeña rc-
después de la otra. Después que la última mirada severa de Bect solvia un problema cuando la niña acudiaaél berTcando porque
lea hubo fulminado y decidido a quedarse para toda la noche S< habfa hecho un rasguño cn•una rodilla. Bert no la tomaba en
en sus cuartos. mi a.migo se volvi6 hacia mí y cómentó: • ¡Esas bro2os ni hado gClln coso de sus lloros, y decía simplemente:
crías! Son estupendas, pero a veces me vuelven loco. Simpl« .Cuando llor'- asf, mucho doño debe de hacene», en lugar de:
mcnie, les encanta exhibine cuando hay visitas. ¿Acaso eso dt «Pero si no eS rÍada, tv1arcic; ya eres mayorcita, y no debes Uorar
la aserción se les puede aplicar también a ellas?•. Pre¡unté a por cualquier cosa sin importancia,., Marcie dejaba de llorar ín-
Bcrt qut era exactamente lo que deseaba que sus hijas dejt111'l mcdiawnenie despu€:s de haber oldo la primera respuesta de
de hacer, y me dijo: «Lo que CStUVieron hadmdo esta noche. No Bert tipo BANCO DE NIEBLA, le miraba, como dcda Bert, '
han ccudo de venir a ver qué se perdían no estando aquí. Lo con asombro y maravilla, y,dcspuE:s de recibir una palmadita en
mismo hacen otras veces. Entran sianpn: con alguna qucji. a la cabeza coma • jupr de nuevo con sus ámiguiros. El mensaje
modo de excusa. Si les dices: •vuBYCtt a la cama·, te expoo<n que Bert i..nsmida con su BANCO DE N¡EBLA Ucno de com-
sus razona. Cuando envío a una a b cama. entra la otra con ti· P~ -y que Marcic captaba dicwneruc- era que su p•·
guna nueva queja que exponer. Cuando Sara y yo oseamos soloo dre comprendí. que la rodilla le dolía mucho, comidcraba que
se portan estupendamente, pero cuando hay visitas se compcx- tenia derecho 1 qucjuse. peto que no podía ni qucrí:i hJccr
tan como ucs marineros de permiso en una escala. Saben que nacl. por ella. Con su manera de obrar y sus palabras, Bert d•b•
no voy 1 chillarles en prC$CD.CÍa de las visitas. Hasta que sé que a ~.11Ucie un11 importante lección; «En este mundo a veces nos
st han dormido me siento amenazado por su presencia. Y C()jf. hacemos daiio. Yo también me he hecho alguna vez. y por eso sé
tan mi manera de contar un chiste, o de d_irigirme a Sor2, o in· lo que sientes., pero no puedo qui[arte este dolor. Si quieres ju.
cluso de b<ber. Ust~, que ~ un experto, (qué .horí• en mi gar, tienes que aprend.:r a s,opo¡tar d dolor>.
caso?~. Sonriendo todavia despu~ de haber ofdo I• forma cam. s~ra tambitn c:>laba eniusiasmada con la ·~nividad y me
pcchana en que Bert me habfa expuesto su problemo y el com- . contó una t iruación con su hija m.ayor Kary, en la que el empleo
potfamienro de sus hijas;oricnrado a llamar la atención de los de varias ttcnicas verbules resolvió un problema ya anriguo parJ
dcm'5, le dije que ensayara la técnie> dd BANCO DE N!EELA, ella. En aqudl• ocasión, Sara debía encomrarse con Kuy, u las
es decir, arcnder a sus quejas y decir algo as( como: «Comprtndo tres en punto de la tudc, frente a la boutique Contcmpo, de
lo fllt sit"ntt'r, ts muy fastidioso (injurio. inromodo, ttcJ rmtr Wcsiwood Village, para ir junw de tiendas. A las tres y cuarto,
l(llt'{u"Únt sola (•bumrrt, pumant=tfnwútla, ltnertfut es· Sara frenaba bruscamcn1e frente a la rienda y se ape:1b:a ól 1od2

169
prisa de su coche para enfrentarse con la mirada fña, glaWI, de tido a Katy d siguiente mensaje: «Sí, tienes razón, he llegado
una jovencita a la que ha&fa hecho esperar demasiado tiempo carde y ce he fastidiado, y comprendo lo que sienres, pero no
para su gusto: A continuación reproducimos el diálogo que te pienso morirme por eso». Y Katy había captado el mensaje. lo
desarrolló entre una S~ra asertiva y una ~aty regañon:. y qu.ii- que en ocasiones anteriores había provocado una escena de diei
quillosa. · minutos por lo menos, con más o menos interrupciones, gruñi·
dos de Katy y excusas y n.gativas de Sara, se había resuelto en
SARA: Hol•,¿llegotarde, verdad? [ASERCIÓN NEGATIVA.] menos de treinta segundos.
KArr: ¡Y que lo dig2s! Llevo más de media hora esperán· Como había descubierto Bárbara, una maestra de escuela
dote. elemental en su primer :iño de ejercicio de su profesión. los ni·
SARA: Es fattidic.ro tener que esperar. Comprendo que estés fu· ños pueden mostrarse can manipulativos y dificiles fuera del
riosa conmigo. (BANCO DE NIEBLA.] . ambiente familiar como denrro'de él. En la época en que Bárba·
KATY: Pero ¿qué es lo que ce ha entretenido, si puede sa- ra aprendía a reaccionar asenivamcntc frente a los colegiales de:
berse? todas llls edad~. fue alumna de uno de mis cursos. Bárbara
SARA: Nada. La culpa ha si® enteramente mía. Simplemea· planteó la cuestión de cómo había que reaccionar frente a los ni·
te, no mire! el reloj, y cuando me di cuenta ya era carde. Una ton· ños cuando estos no cumplen las órdenes dd m01estro. y nos
tería. [ASERCIÓN NEGATIVA.] preguntó: «¿Qué hay que hacer cuando un niño no quiere.par·
ICATY: Me gustaría que Uegan1S a la hora cuando quedamos ticipar en una. actividad de la clase? ¿Cófl\~ puede conseguirse
en algo. ¡Siempre llegas tarde! qU~ juegue con sus compañeros durante los recreos?•. Después
· SARA: ¿S1; verd44? Ha si® un fallo por mi parte no tener más de que Bárbara nos hubo asegu~ado que el.niño en cuestión er:.1
cuida®, sabiendo que me esperabas. [BANCO DE NIEBLA y un chiquillo sano, de seis años, aparentemente nonnal y que se
ASERCIÓN NEGATIVA.) resjstía pasivamente a hacer lo que ella le ordenaba. le pregunté
KATY: (Guarda silencio.) si y1 h.abi1 ensay;JdO rodos los trucos m:.inipulativos que todos
SARA: ¿Por dónde prefieres que empecemos? ¿La U.N. e conocemos tan bien. como por ejemplo la estructuf"J e:<terna
Contempo? -según el regl::1mento es obligatorio jugant--. o las amenazas
--«Si no juegas se Jo diré a tu madre (o al director),,.._, la in-
Sara estaba encantada por el hecho de haber descubierto ducción de sentimiemos de culpabilidad -«a codos les gusio
una nueva manera de enfrelltarie (oñ una vieja dificultad, una jugar con los demás»-; o hacer que se sintier11 ignorante -<<si
manera diferente de reaccionar que le reporc.aba dos ventajas. quieres llegar a ser algo en la vida debes aprender a jugar con los
En primer lugar. el hecho de mostrarse más asertiva {rente a su demás))-; e incluso ansioso ~si no jucg;1.s con los demUs les
hija.haclaque Sara se .sintiera más contencA de si misina. Suma· co.erá.s ancip~tic:o y no querrán iugar jamás conligo-. B!lrbar~
nera asertiva de reaccionar le hiz':) comprender- que, ciertamen- dijo_que lo había ensayado todo, sin el menor éxito. Le prcgun·
te, había exagertado, p~ro ¿y qui? Llegar con quince minctos de té entonces por qué eo su relación de supervisión y aucorid~J
retraso en aquella situación no q:.ieña decir que d cielo fuese ti respecto al chiquillo no le b<1bía dicho de ffi;lfltnt persis¡ent<:
desplomarse sobre su cabeza. En segundo lugar, su reacción algo por este estilo: ~Yo soy la maestra y rú el alumno. Aqui
asertiva frente a las quejas de Ka:y por su retraso había transmi- mando ¡•o. Cuando ce digo que quiero que juegues con los de ·

271
más, debes salir y íugar con los demás. No es preciso que re gu" ToMMY: (Segunda excusa.) No me guStan. (Sin cojear.)
te, lo único que importa es que lo h•gas~. Bárl>asa me lanzó una Bha.eAav.: 1\Jadie te pide que les quieras> r.i si'quiera q11r: qu1'e·
mirada dudosa, ante esta sugerencia mía, que significiba: ras jugo:- con elles. Lo único qt1e yo quiero es que juegues a pelota
•Oiga, imbécil. Es posible que sepa usted mucho sobre la aser· con e/lbs. (BAN,Cp DE NIEBLA y DISCO RAYADO.]
ción, peto sin duda está usted en la luna en cuanto a la manera ToM.MY: (Tercera excuSa.) No me gusta jugar a pe.lota.
de cnscñor a los chiquilloS». Oc boquilla, sin embargo, Bárbara BÁR.BAM! Conforme, n(Jdie le obliga a que te guste; lo único
accedió a ensayar d método de la comunicación asertiva dircc- que q11iero et t¡ue juegues, aunqt1e no te guste. [BANCO DE
la. De no haber sido por un encuentro casual en el curso Je una NIEijLA )' orsco RAYADO.]
«pausa-café», unas semanas después de terminado el cu<>o, <o ToM~tv: No sé jugar a pelota.
ha.bria. podido hacer más que suposiciones acerca de su éxito en BÁRBARA: Conforme también. No tienes por qu.¿ saber. Yo
clase con aqud c:hiquillo y con otros. Mientras tomábmnos tombiin juego muy mol a pelota. Al pn"ncipio Cómeterás muchas
nuestro café, Bárbara me relató con coiusiasmo efsiguiente diá· fa/ras y re rentirds tncómodo, como me ocurría tJ mtcuando apren-
logo. que había sostenido con el niño que no quería jugar con dí, pero quiero que raigar a jugar a pelota. (BANCO DE NIE·
sus compañeros. BLA, AUTORREVELACIÓN y DISCO RAYADO.]
To~t~tY: Pues no quiero ir.
B.\lUl•RA: Tomrny. éNO quieres jugar con los demás? Bi>..RDA~.... : Ya sé que no quieres, pero Y? sl quiero q!1e vayas.
To><MY: (Da vudtas en un pequeño círculo, y menea ncgaci· ¿Qué prefieres? ¿Quedarte aqu/ durar.te todos lor reereos .Y ho-
vamentc la cabeza.) b/4Tme así o ir a jugpr con los demás? [BANCO DE NIEBLA ..
BÁARAP.A: Lo comprende, pero aquí estás bajo mi cuidado y DISCO RAYADO y COMPROMISO VIABLE.]
quiero que juegues a pelota con los demás. [BANCO DE NJ.E. ToMMY: (Saliendo al patio donde están los demás niños.)
BLA.] Sigo s.in querer jugar. ·
To><>cv: No quiero. 8ÁR•••.: ¡Estupendo! Tú piensa lo que quieras. Peio
BÁRBAR...\: Ya sé que no qui'eres, Tommy. pero aquí mando yo, juega.
y t¡uiero que juegues con los demás. [BANCO DE NíEBLA y
DISCO RAYADO.] A medida que íbamos conociendo los decalles de la interac-
TOMMY: (Primera excusa.) Me dude el pie. (Empieza a cO· ción entre Bárbara y Tommy fue haciéndose más e"i.dente que
íear.) Tommr ~resistía a íugar a pelota con los demás chiquillos por-
BA'••·•··
n
va ,,¡ 't"'-
·"'· l ' i-
,... , 1t
• "''"'-~
..., .•,. o·
.., , ...• ·' ..,..;,. ¿e
•..;-..i.i - rV'["···-;
· · · ~
ltJ·•
. e ................
'-"'•(,;.'a . . . : __...,.t.__ -.. ·-·-.
··~ ..... ) ¡........J •• ~ ":),.. • ~·rnr,.;. 1 s..s~\.. ''"l , ·, el
-·--- ....... .. .... -· ..
gues con tus compatitrtJs. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RA· ¿hiquillo demos1ró u~~ ve¡d,1d~r.1 ;ncap~~:jao ... ~.1.·.¡ ..:-= .:oor·
YADO.] dina(;i6n. Barbaru contestó, sonriendo: C<A.I principio, durance
To:.tMY: Me dolerá más si juego. (Cojeando más aún.) Ja prime Ni sema.n:.i lo pasó bascantc ma.I. pero cada vez q11e le
BÁllBARA: Es posible, pero aun así quiero que juegues con veía lograr un ta.oto, le elogiaba después aplicando mi mejor cCc·
e/Jos. Si te sigue dolieTtdo cuando hayas jugado con ellor yo mi¡- 1
nicl\ psicológic:.l. Ahora juega exactamente como !o$ dc:m.Í.'>.
"'ª teacompañartia /,, •11/erm•ría. [BANCO DE NIEBLA, DJS. Tiene aciertos y Íllllos también, como todos».
CO RAYADO y COMPROMISO VIABLE.] A la vez que Bárbara se mostraba más asertiva con Tommy.

l7l
wnbi&> fue modificando su compon:amien10 ron los dcmís tane del de los dcirW, pero no hay más remedio; quiero que h•·
alumnos de sus c:la3CS c:windo surgían conflictos 1 propóoim de gas este CX2lllCO.-. 'l'.;.•un, en plan de humor, a la clase en gene·
los deberes o ejcrcicios,.dcÍ comporwnkmo en duc, ese.~ ral: «No dudo de qoc muchos de \IOSOaOS considcriis que po·
cabo de ww cuaow semanas de rcpctldos cnfrcowniai.. día habbos tocado en suerte un maestro mejor. que no CStu\ier.t
ISCrtivos entre ella y sus alumnos, como el que h1bla ten!do""' tt%00.gt.ndo conscantcmcntc, pero habéis tropen.do conmigo,}"
Tommy, Bátbara obser.oó que ada vtt los chiquillos le plan:cs- conmigo scguiréi,, muchachos-.
ban menos problemas cuando les mand1ba hacer algo. Sq¡ún En el diálogo si¡uico1e veremos cómo un padre aprendió•
sus propiu palab111s: ..Antes, no decían noda 1ctrca ele mí o de iniciar el proceso de modificu sndualmcn1e las relaciones en.
lo que les mand•ba hacer, p<ro la mitad de ellos no obedecian. '"'él y su hij• adolescente, que huta entonces habían sido l•s de
Ahora, cua.•do les ordc:io que hlj!an algo, obedecen como un un padre con una niñ1, ptro convertirlas ~n relaciones de un
solo hombre, aunque refunfuñen y rezonguen. Pueden juz¡u· ,¿uJtc que inccracrúa con otroaduho.
me antipAtica o no gustarles lo que les ordeno, pero lo lt•ccn, y
sin remolonear».
Oiros maestros han comprobado igualmente que mostrarte D1ALOC0 24
asertivos ron sus alumnos es la manera dr. resoli.'C"r rápidamente
los ronfücros que surgen en clase, aun 1raténdose de alumnos )1 Stt)tty insta a
mayores, que a veces pueden ser muy listos. Uno de uuesttOS su hi;il aáolcsctnt~
maestrOS, Zckc, cmplcaba la ascrúvidad sistcmítica para en· 4 1-ef r~lpcJ1S1'bÚ dt Sii
frentanc coo los in1cntos d<: manipulación por parte de "" prcpio C011tpor1ami11110
alumnos de bachillcr110 supccior, sobre iodo en periodo decsi·
menes y de pruebas 6nalcs. Zcke nos cxp:icó que no 1ení1 ocet- Scony es un •besado de 1rcin1a yoc:ho años, c:uado d..&: hace
sidad de entablar largos diálogos con sus alumnos cuando se quince años ron su segunda esposa. 4'nn· Scotty tiene de< hijÓs.
quejaban o ~•aban de conseguir que les subiera la no1•, y que un• chic::i, 8unny. de cato~ •ñas.
yun chico, o.,"C. Je doce.
no dcbú hacer el menor C$ÍUcrzo p:ir:i responder t sus comen· los dos de su segundo matrimonio. .Desu primer matrimonio no
tarios y cñticas manipulativas acerca de su manera de ens.eñ1íy iuvo hijos.; y la unión acabó en divorcio al cabo de un año. El«·
de concebir las pruebas, con bre•·es respues1os como por ejem· gun<lo matrimonio de Scotty ha •ído satisfactorio para los dos
plo: «Tienes razón. Al~~nas de las._ pr~unr:1g co:i Jv:.,:i;: •es cónyuges hase• que i:lunny Ueg6 a la pubertad. La prcpcupación
puesta a opción (cieico·falso) eran ambiguos, pero no repetiré la de Lr.m por el bienesiar de Bunny durante el período de lfdnsi·
prueba», o bien •Es verdad, podla hnber aclarado este punto <ión de esrn, desde su condición de niña a la de mujer. la indujo
an1cs de la prueba, pero, deopués Je todo, conseguiste apro- a cjC":rc-cr agresivamente cierta presión sobre Scorty. Lynn inslstío
b-aM, o bien: «Comprendo que considere$ que Ueg11sce aJ punio concinuamente p1r11 que Seotty regaña.se fuencmcnre -a Bunn~·
juSto entre el notable y el sobresaliente, y que hubieses ~rcferi· cua.t'ldo est:a \lioloba fas normas referentes a ).is salidas con chi·
do CSlO úllimo, pero tendr:í.s que conform11rce con el notable cos, mienrr.ts elJJ. por su parte, recurría. a Ja «huid:i.. \·trf,.11. <'S
que te he puesto", o bien:«Por supuesto, no es justo que por h•· decir. ptrm:J..n~:::a ciliada , sin :aptn:as C'Omunic:ir ll su hija l;i pr~~·
her tstodo enfermo tenps qu< pasar un examen.especial, dile· cupación que seitia por eUa.

174
Después de debatir la fea costwnbre de su hija de no voiv-J deseo de experimentación; una ficha policíaca por causa de un
a casa a la hora, recomendé que Scotty empleara de manera pcr· arresto casual, debido a un componamic:nto deJictuoso del mu·
>istcnte la AUTORREVELACIÓN, es decir, la revelación de sus chacho con el que saliera; un accidente grave, y aun la muerte,
sentimientos privados a Bunny acerca dC sus salidas Con chicos. por causa de un error de conducción por pane dd muchacho
En la decisión de enfrentarse con el comportamiento irregular que l1t acornpañara, poco experto en el arte de conducir a causa
de Bunny mediante la comunicación persistente de los $ellÚ• de su juvenrud~ un trauma emotivo precoz, sufrido a.ntes de que
mientos personales de Scotty acerca de! comportamiento de Slt escuviltSe lo bastante formada como para capear ciertos proble·
bjja directamente a esta., intervenían díversos factores. Por el he· mas, etc. Este método basado en los «:consejos pacemos» fue en·
cho de comunicar sus sentimientos personales a Bunny, Sco!ty s•y•do 3n1erionnente y pareció no haber hecho mella en Bunny,
la obligaría a rel•cionarse con él sobre una base de tr3to enne probsblemence a causa del opcimismo poco realista de su corta
adultos. Scotty enseñaría así a Bunny a comprender que. si Cl<Í· edad. Por otra parte, a causa de su edad relativa y de los pro·
gía la libertad de un aduleo denrro de la estructuro de la familá; blemas que habfan vivido, los padres de Bunny tenían una vi.
debería aceptar una parte de las responsabilidades de aduleo sión más pe<imista e igualmence poco realista de las perspecti·
~'
dentro de esa misma familia. debería responsabilizarse de su voi.s de éxito de su hija a medida que esta creciera. Teniendo en
propio comportamicmo. La responsabilidad de adulto más Ím· cuenca ambos puntos de vista, el optimis[a y el pesimista, por
portante que debe.ría asumir sería la de regJamencar y poner lí· cada «razón» que Scoay podía dar a Bunny para convencerla. de
mites a su comportamiento den ero del hogar, a través del procc· que debía ser más cuidadosa y más responsable, Bunny podía
so del COMPROMISO VIABLE. Era de swna importancia que encontrar una «:razón» igualmente válida p~ra no serlo, para vi· ·
Bunny aprendiera a funciona r con los adultos en la familia para vir menos cohibida. Las advertencias y Jas rázoncs lógic01s o es·
que todcs ellos puclieran llegar a una fonna de acuerdo sobre el tadísticas encaminadas a limitar el comportamiento de Bu_nny
comportamiento que les afectaba a unos y a otros. Dentro de eje.retan escasa influencia en ella. Como en el pasado, la indu·
este compromiso asen:ivo, Bunny aprendería que la indepen· cían más bien a reaccion::ir a su vez manipulando a sns padres.
dencia aseniva no se alcanz.a alienándose con ira o apa_rtándosc El único método del que Scotty disponía en la práctica p•ro mo.
sombríamente de los miembros adultos de la familia. Al contt:>· dificar el comportamiento de su hija consistía en la revelación
rio, Bunny debía aprender a empezar a establecer un acuerdo de sus propios se:ncimie:n[OS como persona, y en la aserción pe:c·
con sus padres que le ororgara a ella la máxima libenad de com· sistente de esos sentimientos y de sus consecuencias. La comu·
ponamiento realisticamente posible mientras aprendía a hacer nicación más poderosa que podía hacer pesar sobre Bunny para
uso de aquclla nueva libertad de adulto y a hacer frente a todos inducirla a regla.mentar su propio cofnportamicnco era una re·
los problemas consiguientes ·aesamisma libertad. B~nny, como velación persis1ente de su propia preocupación o trastorno ante
muchas chicas de su edad, no estarla dispuesta a aceptar d componamien(O de la muchacha cada vez que surgía un con·
como base para la autorregulación de su romportamiento Wla flicto, así como el hecho de que si Bunny seguía caus:í.ndole preO·
lista de todos los problcm•s que se le podían plantear: un ern. cupacioncs en el futuro, Scorty continuaría enfrentándose con
barazo no d~ado, por violación, seducción o voluntaria entre· ella. Scotty necesitaba hacer comprender c)aramence a Bunny
ga sex:ual; la fanna.rodependencia o por lo menos la iniciación a que mantener su palab ra era la única solución para apaciguar la
la misma, empuj3da por la presión social de sus iguales o por el prcocup•ción de su padre a propósito de su transición de la ni·

177
ña a la <endición de mujec, fuese o no fu.,ae racional esa pr<O- obligaba a si mismo a examinar sus preocupaciones itrt:ales
cupación. La finalidad de la tt<.-dación ele sus scntimimtOI de acerca ele Bunny, y al mismo tiempo se preparaba emocional·
p.-upación no en ha= que Bunny se sintkn culpable sino mente para la posible~ ele Bunny con respecto ck su
ccnsq¡uir que se enfrmtua con la ~dad de 10& scnt.imienloo familia al otorgarle cada Vtt mb la condición de persona aduluo
de Scony en un plano adulto. Empleando esta AUTORR.EVE- y t. correspondiente libertad en cada nua"O cnfrcoramicnto
LACIÓN ASERTIVA y pcuisterne de sus sentimientos cle ptt0o aseni\'O, con el paso cle los .nos.
cupación y un procedimiento de COMPROMISO VIABLE, Para preparar 1 Scony con miras a esta nu.eva relación con
Scony debla conseguir rrcs cosas muy importantes para su hija su hija, se organizó un diálogo de ensayo con una joven .tumno
y para si mismo. que fo:maba parte de su grupo de terapia asertiw. Uno vei en-
En primer lugar, Scony comunicaría a Bunny que esca rcnla sayado d dialogo, y cuando Scony se sintió preparado ¡>ara in-
wi problema. Bunny debería cnfrcncuse con la preocupación teractuar con su hija según el nuevo estilo, le recomendé que ho -
do Scotty cuando llegara a casa tarde. Poco importaba la medi· blo.r-.a a su cspos1de la conveniencia de que cambién e Uu torn~r-.i
da en que Bunny protestara contra su padre, alegando que lt putc en la sol5,ión del problema y que procurara convcncerfo
preocupación de este era i.njust3 1irrazonable:, irracional, ilógica para que se comportl$C de manero más asertiva con Bunn)·.
e innecesaria. Bunny debía aprender que la 1lcu1ción se rcducli,
en resumida,s cuentas, al hecho de que su padre se preocupaL.;. Escenario dd di:il~go: En el guión cn53yado, Bunny ll<¡;a o
por ella. Para no rertcr que enfrentarse con frecuencia con él. casa c'Jn una hora de retraso, y Scuty la ·está ~pcrando en la
r<ndría que •preocuparseo de la preocupación cle su padre, un sala ck CStar. -•
•lcndrúa que- impuesto por su padre en lugar cle un mero .de·
bttfa,.. No babia razón algurui para que Bunny se sincien cul- BuNNY: (Abriendo t. puem principal.) Oh ... bola. papá.
pable a caus• de t. preocupación cle su ¡Mldtt o de sus propias ScoTTv: Veo, y siblut< 1qul conmigo. Bunny. Quiero hablar
aspiraciones de libertad. El hecho era, simplcmenrc, que su pa- coo~.
dre se preocup•ba cuando ella regresaba a casa carde, y que Bu>1>1v: (rcngimdo inocencia e ignoranci2-) ¿Acere-• de
Bunny debla contar con esta preocupación de su padre, que no qué?
cambiaría; debía, pues, encontrar una solución a1 problema. Scorn: ¿Te has dh·crtido csra noche?
En segundo lugar, la revelación de la si.ucora preocupación Bu..,NY: Oh, si. Lo hemos pasado bomba.
.. de Scorty, debida al CQmportamicntO de Bunni'. debía imponcc Sr.ora: Me alegro. ¿Qué habéis hecho?
a la relación que ex.is cía entre ellos uno modificación que la con· l:lu"'""' Hemos ido ul fcsri\'al de «horrorama». de Hflll)"-
vertiria de una relación autoritaria padre-hija, en una rc111ci6n wooJ, y Jespué• u ct1sa de Rosalio. a bailar.
mjs en conson,.ancia con la gradual transición de Bunny y su Sco11v: Supo11go que <1 eso se debe que hayas vuelto m.Í::i
nueva condición de mujer, en menor grado, una rc.laci6n e:struc· tarde de lo que dijiste.
curada a priori y e11da v02 más una ~ación d• mayor iauald•d, BUNN"Y: ¡Oh. papí, por favor! Ya me has sOltado este roll<J
entre adultos. más de cien \'CCCS.
En ccrcor lugar, al relacionarse con Bunny según este nu..o ScoTTv: Quiero que \"Olvamos a hablar de ello.
úpo cle relación cnue •dultos, y no ya patcmo6J.ial, Scotty se Bw;,.v: ¿De ·~ras lo crtes necesario? Quiero decir. ¿prcci-

179
samcnte ahora? ¿No podemos hablar otro rato? ¡Vas a est!l> Scom: Comprendo lo que sientes, Bunny, y lo que dices
peannc toda la fiesta! ¡Con lo bien que lo he pasado! er verdad, pero a pesar de ello, cuando no llegas a la hora que
ScOTTY: Comprendo. No quiero aguart< la fiesta, pero quie· has dicho, su/10 por ti. (BANCO DE NIEBLA y DISCO RA·
ro que hablemos tk esto.' (AUTORREVELACIÓN y DISCO YADO.)
RAYADO.] . BuNNY: Pues yo no tengo la culpa de que sufras. Debes con>·
B uNNY: Cada vez que hablamos de mí te pones furioso. prender que no me pasará nada.
Scorrv: Es verdad, pero esta vez no me pondré furioso. Soki Sco'!TY: No u una cuestió" de {¡¡gica, Bunoy. Es algo que es
quierohahlar1etkuta¡;uestión. (BANCO DE NIEBLA yDISCO más fuerte que yo. Estoy encantado cuando sé que has salido y
RAYADO.] (En lugar de: «¡Claro que me pongo furioso! ¡Corno está-s pasándolo bien. Pero cuando te retrasas en la hom de vo}.
que nunca me obedeces y siempre vuelves tarde a casa!».) ver es a1arrdo e11'lpiezo a preoc1,p11rme. [BANCO DE NIE~LA y
BuNNY: (Sorprendida, pero a la defensiva.) Es que no tiene DISCO RAYADO.] •
nada de divertido dejarles a todos y volvertempiano a casa . Soy BuNNY: Pues no tienes que preocuparte.
Ja única que tiene que llegar a casa a las diez y media. Sco"r"n': Bunny, hasca ahota, en esta discusión, toda\rla no te
Scorn: Ya sé que no es divertido$ pero cuando tardas mis he dicho qué"no debes volver tarde. Solo te estoy diciendo lo
de lo convenido, me prl!fXUpo por ti. (BANCO DE NIEBLA v que me pasa cuando te re-crasas ... Qz1e me preocupo mucho.
AUTORREVELACIÓN desencúnientos.] . [DISCO RAYADO.] ¿Está claro>
BuNm: (Enojada y con sarcasmo.) Entonces. lo único que BUNNY: Sí, pero no debes preocuparte
puedo hacer es ir al cine y volver enseguida a casa, ¿verdad? Sco'!TY: Y rin embargo. me preocupo; este es el hecho con d
Sco'!TY: Comprendo lo que sientes, pero cuando no llegas a que debes enfrentarte. [DISCO RAYADO.]
la. hora, no puede evitar el sufrir pcr ti. [DISCO RAYADO.] BuNNY: ¿Por qu< no dejas de preocuparte?
Bum<Y: (Exas~rado.) ¡Pues no tienes por qué sufrir! Scorn: ¡Oj11lá pudier11.' PtrQ el hecho. er que me preoc-..1p.o...
Sccrrrv: Ya sé que et una tontería por mi parte, :Sunny, pero He oqu.í d problema que debes tral3r de resolver. (ASERCIÓN
Lz verdad es que su/ro. Ct1ando me retienen en !a oficina o me re· NEGATIVA y DISCO RAYADO.}
traso por Cólusa del tráfico una hora o más, cu madre siemi:rc BuNNY: (Silencio.)
teme que haya sufrido un accidente. Hasta a.hora, ningun11 de ScoTTY: ¿\les lo que quiero decirte?
las veces que he lleaa.do rarde h11 sido por causa de un acciden· 8L:NNY: Sí.
te, y sin emb•rgo tu madre sigue sufriendo por mí. Supongo que Sco'M'Y: Bueno, es .!go que me fastidia. y que también 1e
eso se debe a que nos queremos y somos impon:i_nres el uno fastidia a ti. Pero es un Recho.de J:1 vida.con el que cienes que
par:a el otro. Es lino /Onlerla tle t tl parle dejar que el temor St apechugar. Cuando llegas más tarde de lo convenido. J'1·~fr1J p(1r
adueñe de ella atando no sabe lo qr1e estd pas11.ndo. pero es exac· Ji. Y <:4.JtJndo me preocupo, no puede menos de reprochártelo. Y
ta1ntnte lo mis1110 que me ocurre a nzi.conti'go. No puedo menoi hasta es porible qut acabe por restringir 1u,s salidas. Ya \'CS si es
de preocuparme C'.Jando tardar máJ de lo convenido. (ASERCIÓN sencillo. (DISCO RAYADO.] .
NECATIVA y DISCO RAYADO.] BuNNY: (Levantándose para retirarse.)
BuNNY: Pues h3$ta ahora, ya ves que nunca me ha ocurrido ScoTTY: Siéntate y es-cúchame, · Bunny. No he rcrmin3do.
n:ada. Nada que justjfique tus aprensiones. Cuando Ilegal larde, me pteocupo. Y crtandome preocupo 110 pue·

280 2.St
do meno< detchárte/o en cara, comoah~ra. N0 baycscapc. [DlS. Bt1>1~-Y: ¿Por ejemplo?
CORAYADO.] Sconv: Por ejemplo, lo que piensa tu madre del asu1110. para
BUNNY: (Mostrándose interesada.) ¿Qué quieres deár? empezar. [COMPROMISO VIABLE.]
Scorn: A mí me dúguua que vuelvas tarde, y a rite fastidia BuNNY: ¿Qué más?
volver antes de lo que desearías hacerlo.¿Por qué 110 tratamor tlt Scorn: Por ejemplo. mi fe en que eres capa: de cumplir la
hallar una <olud6n que not convenga a los dos? [AUTORREVE:. palabra dada. [COMPROMISO VIABLE.]
LACIÓN y COMPROMISO VIABLE.] BuNNY: Te dije que era eso lo que pensabas. No confías en
BuNNY: Podrías dejar de preocupane. mí y me tratas como a una niña.
Scorrv: No es esto lo que quiero decir. Bunny. También 'f'J Scorrv: Bunny, has1a aboca solo me has demostrado que
podría decir que deberlas procurar sencine enC1lncada de vo!vtt eres capaz de llegar más tarde de lo convenido. Es10 es lo
a las diez y media. Pero ambas propuestas sori poco reaüsw. Yo que haces la mayoría de las veces. Yo no puedo leer en la mente
no te digo cuáles deben ser rus sentimientos. No pretcncm rú áe las perronas. ¡\Jo puedo estar seg11ro de qtre no llegarlÚ a las
obüganne a modificar los míos. El hecho er que me preocupe por dcce y media_e,n lugar de la hora 'º"venida, 111tnque cambiemos
ti. [DISCO RAYADO.] esta hor4. Y ya estamos en lo mismo. Yo sufro por 11: .v ttf sales
BUNNY: Bueno... <Y que, mas.
,) perd.:#ndo1 porque tengo qu" limitarte máJ en tus salid4s. (1\SER.
Scom: Tú deseas queda.ne hasta más.tarde con tus amig0$, CIÓN NEGATIVA y DISCO RAYADO.)
y yo deseo que vuelvas a casa a la hora. BuNNY: Te promeco que llegaré a las once y media.
BuNNY: Podríamos 6jar otra hora para mi regreso. ScoTTY: ¿Cómo puedes convencerme de ello? Por el mO·
ScoTTY: Podríamos, pero antes hay que resolver un montón mento; 'me resulta di/ia1 ~rt!.·lDISCO.RAYADO.]
de problemas. BuNNY: Pues vo sé cómo deinostránelo.
BUNNY: (Volviendo a levantar.e para retirar.e.) Ya me figu. Sc.onv: t' Por qué no me demuestras que eres capaz. de cirmplir
raba que dirías que no. la piilabra dad•.' [COMPROMISO VIABLE.)
ScoTTY: Puede ser, pero. ral como yo lo veo. significa sim· BuNN'(: ¿Oc qué manera?
plemente que, si quieres volver a casa más card.e, tenemoJ que re· ScoTTY: Uegattdo a la hora du,ante tma temporad<1. [CO~I·
solver antes otror problem11r... como lu madre. [BANCO DE PROM!SO VIABLE.]
NIEBLA y DISCO RAYADO.] Bt:~K'Y: ¡Lo único que tú quieres es que llegue a casa a las
BuNNY: Ma.m~ nunca me hsbla de esto. ¿Qué puedo l 1~. diez y media~ · ·
cer yo? Sco1TV: ú bor4 precisa nó es lo más ir>1porta11te p1:r<1 111:.
Scorn: ¿Por qué no le hablas tú a ella de este asunto? Tú B11n.'1y. lo importante es que cumpkis kJ pron1e1ido. (.-\L1 1·0 .
quieres tener penniso para llegar más carde, énO? RR.EVELACIÓN .]
BuNNY: Si. pero mamá es como tú. Ya sé que to.mpoco con. Bu:-;Nv: Pues entonces déjame que vuelva a las once y ,.,,e.
fía en mí. - din.
ScoTTY: Bue~o, ¿y por qué no hablamos de eso los tres? ScOTTY: Estoy dispuesto a permitírtelo si consigues hacerr1~
BuNNY: ¿Me dejaréís que vuelva más iarde? ercer que volverás a la horaconvenifla. [COMPROMISO \.IA BLE.]
Scorrv: Si aclaramos derios puntos. [DISCO RAYADO.) BuNNY: Te lo demostraré.

28¡
SCOT1r. ¿Cómo? [DISCO RAYADO.) P0<0 después de b1ber aprendido esu nueva manera de re·
BllNNY: No lo sé. lacionarse con su hija adolescente. Scotty acabó su rcnpi1 ase:r·
San 1 r: i Por '{MI M tratas tk fktor a '4 hora COJtwniJd th- tiva, y no llegué a sobet si Uc:v6 a buen término su propósito de
TOW1' ali:ür tiempo? (COMPROMISO VIABLE.) llegar• un compromiso eon llwmy. Espero que conseguiña el
Bu"'!": ¿Me cicaías si llegara a casa a las diez y mcdi. lz x · mis:no éxito que oc ros alumnos hsn comeguido en su trato con
mana próxima? •dol«eenrcs.
Scorrt: Tendrías que hacerlo más de una semana. [COM· En el apítulo siguiente echaremos una oieada a lo que
PROM1SO VIABLE.) Xolty estab• apl'Clldicnclo a enseñar a su hija: a descubrir de
Bul<>IY: ¿Cuánto tiempo? m.lnera aseniva formas de ronvi\·encia con ~rson1s que son
ScoTTY: ¿Qui tt partcenÍJn cinco o sei'.s s~m111111.r) Si a media· nuesrros iguales.
dos del mes que viene no me h.. hecho sufrir 1>9r ci rctrasándo.
ce en tu hora de volver a casa, esfaré dispuesto t combig,r lia hor:a.
(COMPROMISO VIABLE.)
B uNNY: ¿Y podré llegar• casa una hora más tarde?
ScoTTY: Si entretanto no dejas de cumplir 1u palabro y no
vuelves a hacerme ru/rir con JuJ retra1os. y si ru madre está ron·
forme. [DISCO RAYADO y COMPROMISO VIABLE.]
BuN!<Y: Mamá nunca acccdcri.
Scx>11 r: Yo le diré exactamente lo que pienso. Peo a,._.
sario 'I"' tlÍ Jisa¡tas con ,114 d prohk,,,,.. (COMPROMISO
VIABLE.)
Bu,,,.-.: No sé qué decirle.
ScoTTY: .:Por qui no bablamo1 ¡,,, lll1junto1? [COMPRO-
MISO VIABLE.]
BuNNY: ¿Te pondrás de mi parte?
ScoTTY: En lo que hemos hablado e.ta ne<he, si.
BuNNY: Estupendo, papá. Hablemos moñana mismo.
ScOTTY: Es posible que se necesi<e más de una conversación
para convencera tu madre de que piensas, volver 1 cas~ aJa hora.
BuNNY: Eso es lo que me icmo.
ScoTTY: ¿Quicr"1 probarlo, a ver qué pasa?
BuNNY: De acuerdo.
ScoTTY: Hala, dale un beso a ru padre, y 1 la cama.
BU>INY: De acuerdo.
10

Relaciones cotidianas entre iguales: el arte de Uegar


a ua compromiso o de decir, simplemente, «NO •


Us situaciones en lo$ que resulta más dífícil aprender a mos·
trarse ascrtivo...,..S9n aquellas en las que incervienen pcr50nas que
realmente nos inrereson o 11 la.s que amamos: nuestros iguales.
como padres., ami¡os, amantes y compañeros. Las tt.l:acionC$
mere lgualeS son las intcnac:ciones con ocr.is personas en las que
hay menos estructuras a priori. Cuando surge un confticto con
un igual. ¿cómo «debcmOS» tritar de resolverlo? Supongamos.
por ejemplo, que nuCS<ro com~ero de habitación rcsulta ser
homosexual. y no nos cnteramoo de ello hasta que se nos insi·
núa. cOué •debemos• h~r? ¿Dónde está d rcglamcn10 que
6ja La mancni •COrttcta>o de compornrsc con los amigos horno·
scxualC$? En un ejemplo menos angusrjoso, ¿qué debemos h.a·
rer si nucs1ro compañero de h;1bi[ac.ión quiere que salgamos
con un:a llniga suyo (o un amigo en su ca.so) y la idea no nos en·
rusiasma en absoluto?
O, coe<a más frecuente. ¿qué reglas debemos seguir cuando
nuestro amigo o nuestro compañero de habicación no ces::i de
fastidiarnos con algunos de sus hábicos molestoe<? ¿O cuando se
erara de nuestro cónyuge? ¿Cuá.I es la manera «correcra~ de en·
Írcnrarsc con esta clase de problemas? La respuesta a esta serie
de preguntas es, por supu~ro, que no existe un.a manero co·
rrecta. y. sobre tocio, ún.ict, de cnírcnta.rsc con estos problemas
Hasta la misma BiblU. deja de seguir dando consejos unJ vez
que has recibido el boíc16n en la segunda mejilla. En estas intc·
raodones entre iguales, todo es negociable, hasta quién deb< ..,. romponarnicnto de Otras personas. he obscl'ndo que la pcrso-
carg111SC de sscar la basura. oa manipul1dora siente a menudo una ansiedad oculta 1cerc:a
Cuando sw¡c un conflicto entre nuestro compwroo n..... de determinadas cosas. El manipulador a '= llcga a rccono-
tro cónyuge y oosouos, puede e<sultar dificil mcontttr wi1 so- ett esas ansiedades, pero carca: de un método acep<able o
ludón si partimos dd supuesto de q~ todo, incluid• la llWl"1 ..dcruad0» para luchar contra esos temores, y ni siquiera se
de rcsol-.u un problcm2, debe llevirse • cabo ajustónd<)(t 1un atre'JC 1 confesarlos a sus íntimos; al 6n y al cabo, «no hay qUC»
conjunto arbitrario de reglas sobre: d matrimonio y los rdllCÍ<' KOtirsc ansioso. ni tener miedo, ni ser ncuróúco; es aJgo que
ncs Cntimas; los maridos no «deben» trastornar a sus mujcm., 1 .:no está bien visto•. Para algunas personas, escas causas ocultas
las espos•s siempre •debcru. rcspeur a sus maridos, los ami¡oi de ansiedad solo se expresan a nivd de sw senrimien(os. Este
siempre «deben» mostrarse amables unos con oiros. ecc. Pero (ipo de paclcnte tiene dificultades para expresar verbalmC1\ce
las reglas arbitrari•s pueden nacemos imposible el decir.le • qué es, concret.11mcnte 1 lo que ceusa su ansiedad o su temor. No
nuesuo cónyuge lo que realmente dcse•mos y Uciar. en con,.. pueden precisar qué es lo que lcmen, qué es lo que cc-ttn que su·
cucncia, a un compromiso viable para ambos. Mostrarse ase.ni· ~erá sj uno hace «deccrminada>Go cosa. Por escose ven obliga-
vo en tales situaciones puede permjtir Jclarar lo que ambas par· dos s. controla.t""'Y limitar nuescro comportamiento aunque no
tes desean tct.lmcntc y llegar nacuraln1cntc 1 un compromiso, sean capaces de dttir concretamente por qué es necesario h•·
Puede tratlllSC de un problema tan insignificante como d hecho cerio.
de que ~ llevar pantalones Lcvis y un polo color el< Los p•ciemes de mis edad • quienes he visto en conflicto
rou, pero solo ptr3 ir a trabaj1r o a las fiestas de amigos, mico· ron sus hijos adultos cxpcrll\lcnl1D a menudo ansiedades ocul-
tras que a nuestra esposs nuestro apricho solo la enfuttet taS•= de la posibilidad de que CStOS los dejen solos o de te-
cuando se trata de ir a visiru a su madte. Para llcgar a un com· ner que depender de cllos económicamente, sobre todo ,; su
promíso en d caso que hemos puesto por cíemplo, puede "" marido (o su mujer) esul físicamente debilirado o h3 fallecido
nccaario ante todo agotar todos los •debes. y""º dcbcS» tll:I· !'L Estas ansiedades ocultas pueden vcnccnc: a veces, si el p•·
nipulativos no ascrb\'0$, como: .Dcbcs vestlr como un hombtt ciente cuenta con la ayuda de adultos mnivos, que lo opo)en
adulto y no como un niño», o «¿No te impona lo que pueda.o emocionalmente, como por ejemplo sus propios hijos adultos.
pcns1t los demás?,., o •¡Nadie debería vesrir asl! » antes de que ~lucl1as veces esas o,nsied::tdcs ocultas se expresan, pqr desgr.i·
en sustitución de esos «debeS» o «no debc.s», puedan fonnu· ei11, bajo Ja formo de una manipulación exigente y rígida, ~ro
larsc los «quier<»> o «no quiero• que preceden a un C('lmpro· «cariñosa•, de los hijos por parte de SU$ padr~ ancianos. Otros
miso. La manipulación empleada par11 conrrolar nuestro com· pacientes miis jóvenes. que se muestran manipulativos con su
pottllmlento (o que empleamos nosotros poro concro!ar d marido o su mujer, ia menudo 1ienen sus propias ansiei.l:1Jc~
comporr2mienco de nuestro cónyuge) gcncru.Lmcnre no es mali· oculras, cenrrsd11s en su fútil dependencia con respecco a eUos,
cioso ni malévola, sino simplemente un resuJtado, como hcm05 de quienes esperan que Jos protejan de la realidad y que los ha-
vis.to, del adies1.ramiento recibido en nucstr:1 infancia 1oerc1 de gan ptrsonalmcnte felices. E.sos seres desgraciados sienr~n :in·
la manera de reaccionar cuando nos sentimos inseguros. En m.i siedades acerca Je su propio airaclÍ\'O sexual, ansiedades a~rca
Cj(pe.ricncia clinica en d tra1amiento de pacic!'n1es no aSc!rti\-'OS dd amor de su cón)'Ugc h1cia dios y de la posibilidad de que
que empican gran ancidad de manipulaciones para controlar d este flincc con otras personas. ansicd•des acera de sus cualid1·
des como padre o madre, ansiedades acerca de sus realizacio"' Pasemos ahora al primer ditlogo de este capítulo, un diálo-
o frustraciones personales, ansiedades acerca de sus propiasli· .&o de adiestramiento que se refiere• un conflieto no estructuta-
mitaciones humanas, y hasta ansiedades por el hecho de scnár· docncrc iguales: cómo reaccionar frente a un compañero de tra.·
se ansío.sos. En resumen, la mayoría de las personas no asertÍ\'21 bajo y después frente a un arni8o íntimo que nos piden prestado
que he conocido en el ejercicio de mi profesión adoptan una ac· el automóvil
tirud pasiva o manipulativa; no siempre son gente malvada J
perversa. sino más bien, en la mayoría. de los casos, personastn·
si0$as, inseguras, que procuran retccionar lo mejor que s.abcti. DIÁLOG025
Habida cuenta de la posibilidad de que esta dase de aosÍ<·
dades ocultas intervengan en las rdaciones íntimas, sugiero a los Cómo decir ('ltno»
alumnos que $C muestren asertivor y comprensivos en su trato a un amigo que
con las personas queridas, pero sobre todo asertivos. Pod(1T.05 nos pide presta®
elevar el nivel de comunicación con nuestra pe.reja, posiblemen- el c0<,he
te pasi'va o manipulativa. empleando una combinación de tO'Íts
las técnicas verbales asenivas con el fin de ponerC<ltO a todo in· Uno de los primeros ejetcicio.s que impongo a los alumnos o a
cento de manipulación y de inducir :.1 la persona en cuesti6n a tos paciences.p2ra aprendér a mostfarse 'asenivos con personas
mostrarse asertiva, a decir qué es lo que quiere, 2unque )\()) b con las que en ·principio deben m;ltltener un:is relaciones de
diga de manera harto ctfcica para nosotros, y a dejar de mus· igual a igual, consiste en hacerles repreSentar un-a sicu3.ción en
trarsc pasiva o manipulativa. Si reaccionamos ascrtivamentc, la que un amigo, un compáñero de trabajo, un primo, un cuña·
pero al mismo tiempo :on comprensión, será más probable que óo, etc., rraca de conseguir que le preste su coche y para dio re·
expresemo5 nuestros puntos de vista ~in inducir al otro a ,ce· curre intensamente a la manipulación. Prestar una cosa propia,
dcr d respeco de sr mismo, y llevándolo a examinar sus deseo:; o como el coche, cuando uno no desea prestarlo, es un probleina
ansicdade.$ ocultas que op0ncn obstáculos a la comunic11.ción frecuence. Muchos alumnos se lamentan de no saber cnírcn1ar-
uiama. se con esta clase de situación. Es posible que tengamos la scnsa·
También en este caso aconsejo a !os alumnos que se: ejercí· ción de que, o bien tendremos que prestar nuestro coche para
ten primero en mostnrse asertivos con las personas que, aun que nos dejen en paz y que la relación con el otro no quede des·
siendo sus iguales, no forman parte de su circulo más (.~timo, y cruida, o bien cendremos q·ue mostramos un tanto irritados
a las que, sin embargo, ven a menudo, cada día induso, por antes de que el otro se convenza de que no queremos prest2r!e
ejemplo, un compañero de tr:ibajo o un conocido. Solu cuando el coche. Con el fin de poner término a los sentimientos de
el alumno ha aprendido a afirmarse, a reaccionar asenivamen. ansiedad provocados por esta clase' de situación, hago que Jos
te sin necesidad de violentarse ni de apoyarse en regla alguna alumnos se ejerciten, aserciva y comprensivamente, para dcci:-
acerca de cómo «deben» componarsc el uno con el otro, él vsu «nO» a una petición de un igual. un compañero de trabjjo que
igual (cal vez induso frente a una fuerte critica), recomie~do puede ser un asociado, tal vez, pero no necesariamente un ami·
que se emplee la aserúvidad en d trato con las personas más go íntimo.
queridas.

191
Escenario del primer dí:ílogo: estamos tomando un afé du· 1-lwa aqul nos hemos ~frcnrado simplemente con un com·
rune un• p•un de nuestro =bajo, y nucstrO compañero Harry pollero de rnbajo manipulati''O que dCSC3 algo qU<: ""' pcrte·
viene a smrane: a nucscra mesa. n«<: un coche. parte de nuestro tiempo libre. parte de nues1ro
pbn de '"'bajo, I• milquina de escribir atis nueva de la o6cina.
HAaav: ¡Hombre, me alegro de verte! Tengo un probkml. ocu.alquicr0<1"2 de lss mil cosas que~ pcuona puede desear
y cmpcztba a temer que no encontrarla a nadie que me s:1cm arrebawnos. En la ma)'Orf• de los casos. el compañero en cues-
del apuro. tión no lleva malas intenciones; solo aspira• conseguir algo que
NM<>T•OS: ¿Pue< qué to.,...? tenemos nosotros, y nuestros sentimientos le imponan mu}'
H.A1tav~ Esca tarde necesitaré tu coche. poco: es un conflicto en el que lo mtyoria de los alumnos no tic·
NosoT•os: Hummm. Ht •qui un probkm•, en efecto, nen ninguna clificult:ad en negarse 11 dar razones para juscificar o
porque prtetltJmtntt re d4 ti ca10 de que no t¡ultro prts/41 mi explicar su comportamiento • la otra pérsona. A la ma)·or[a de
<tJcht erta tarde. [BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELA· l<LS personas, c-n c.iunbio. Ics resulta más difícil no dar las razones
CIÓN.) de lo que piens~n hacer a su> amigos, fo.miliatC>, e<c. Para cose·
HARRY: ¿Por qué no? ñar a los alunirÍos a enírcncorse con estas situacion~ que pro·
NOSOTROS: No dudo~ que lo ntcttzltr, pero, nmpltmtnl<. ducc.-i ansiedad y son, por consiguiente, más dificiles. hago que
nopzemo prrstarlo. [BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELA· al llegara este punto del diilogo convicrt\n a H.arry de un sim·
CIÓN 1 ple t'Ompañero de traba¡o en un buen amigo. y les adíestro •en·
HAaav: ¿Ticnes que ir a algún sitio? tient•~ con la monipulación de ese tmigo • hose de ít'·clor
NOSO'Tltos: Es posible '1'-'' lo ntc.siu, Harty. [AUTOR.RE· ISl!ftÍvamcntc sus propios sentimientos de preocupación.
VELACIÓN.]
HAuv: ¿A qué hora lo ncccsitarfu? Te lo dcvolvcñ1 • HAu.v: O)'C, sabes muy bien que soy Wl chófer cxcdent~. r
tiempo. que nuna le he hecho ni un rasguño• ru coche.
Nosonos; No lo Judo, pero. simpltmtntt, no pttnto prtt· Nosonos; Es «.rdad, Harry. pero d caso" que su/ro m11cl:a
14• mi coclu tsta tanle. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RA· C11anáo prrsto mz cocht a al¡u1en, y no quitro volv<r a tu/nr t14
VADO.] tortur:. [BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELACIÓN .]
HA.RRY: Hasta ahora, siempre que te había pedido el cod:e H.!iuY: Sabes muy bien que te devol\'eré d coche en estado
me lo habías prestado. impecable.
NOSOTROS: Ci.rto, ¿ve.dad que sí? [ASERCIÓ:-1 NEG.~· NoSOTROS: Lo sd. Los~ m:1y bien, y sé que es es1tipido por 111/·
TIVA.] p(:rle r11/r1'r atl P''º no puede evilarlc. (BANCO DE NJ EBLA y
HA•RY: ¿Por qué no has de prestármelo hoy? Siempre te lo ASERCIÓN NEGATIVA.]
he devuelto en buenas condiciones. ¡no? HAa.Rv: Enconccs, ¿por qué no me prest!IS el c«he?
NosOTRO.S: Es ~'fdad, Harr;\ y con1prtndo qut lt rnci1~n:rrr NOSOTROS: Porq:1t no q11iero tener que para1 ere 111,1! riJ/IJ
tn un qp11ro, pero, 11inplemente no quiero prtJltlF mi axht ho¡.
1 [AUTORREVELACIÓN.]
(BANCO DE NIEBLA, AUTORREVELACIÓN y DISCO RA· HAARY: ¡Pero si sabes muy bien que no loescrope:iré!
VADO.] NcSOTa.os~ T1t11ts ru:6n. Harry El problema no tJt.i e11 t:
sino en mf. Simpltmtnft, tu/ro ,,,ucho cu11ndo pr~S:lo ~I crxbt • .¡. pero es imposible iransferirlo al mundo real. con nuesmu rela·
guilffl, y por <to no ijuiero P"Jlari<J. [BANCO DE NIEBLA y cienes cotidianas, pues un grupo de S<nsibiliz1ci6n uniluc:ral no
AUTORREVELACIÓN.) funciona. Harry tendría que desear primero ingresar en nuestro
HAoor. Pues tendrás que hacer olgo piro 1rrcglsr eso. grupo de terapia, pan que fuese capaz de Uepr 1 acepw d de·
Nosor•os: ¿Por ejemplo? sahogo de nuescru emociones. Otnt dilieultad dd sistana de
H.o.tv: Ir a ver un psiquiatra o algo por el estilo. <!ecirledirect1UI1cnte a Harry que .Jo mismo puede obtener prcs-
Nosonos: Gracias por 11 idea. Tal vez lo haga. Tal •ez no. cado nuestro coche que no obtenerlo• consiste cr que C$tc pro~
Veremos. <e<I«, además de irritar a Harry, le dejará ccmplcwncntc pcr·
piejo. Hury no tendri ni la más v1g1 idea de cuál es nuestro
Muchos olUIMOS CUCDW> que, m aras al respcw que dcseao probkma. y no ccmprttdcrí por qu< nos ccmporwnos con a
poder oendr por sí nilimos, quisieran ser cspaccs de decir;~ a de esta manera sin p~entes:Al fin y al cabo. nun<o nos robó
un buen ami¡o, alguna que otra vez, y no tener que o:dc:r siem- el co::he. <verdad? Siempre nos lo pidió prestado. y mmpre le
pre. La diliculmd esuibe m que tienen un his<orial casi impec:a· babíamoo dicb<?,.que sí. Si no querítmos prest,ndo, ¿por qué no
ble, una ~ de uaclición ininccmimpida de ..b clicboo a se lo deci2.1110S antes, en lupr de umar ahora canco barullo por
sus unigos, y, por consi¡uiente, ~ siempre csún sgµzos de .. ~? ~ p~lems. para la mayoría de los alumnos. es simple·
conoeguir d c:ochc que piden prestado. AJauoos olumnos me han menee <$<C: a veces nos uiquicu prestar algo 1 0<ra persona. ,.,.
pregunllldo por qu< no ha de ser posible enfttnwse simplemen- gún las circunscanci4$, y°""' '...:CS. solo OCU(IC que no queremos
te """ Harry y decide 1 la cara: .Qye, Hmy. A veces te pones presúndo, cualesquiera que >Can las circunstancias. Cu•lquier
demuiado exigente. Hay oc1Siones en que puedo prestarte el oua solución de este problema c¡uc no seo 1~ de modifie•r nu.:1·
coche, y ouas en que no puedo o no quiero. No esperes siempre tt0 propio eomponuniento pan 1daptarlo a I• decisión que to-

conoeguir de mi todo lo que quien:s». El camino que conviene mamos, se parecerá mucho a un intento de controlar el compor·
elegir depende en grau medida, como le hizo ver d Gato tk wnicnto de otras personas pira nuestra convcniend:a. Si. como
Chcshirc a Alicia, del lugar al que uno quiere ir. Si queremos mo· la mayoría de los alumnos no\'11tos, tenemos el problema demos·
dilicar d compono.mlento mani~ulacívo de nuestro amigo a Lu- trar.\OS asenivos con nuestros amigos íntimos, debemos de<1d1r

8º plazo, cntoncco el m6todo que probablemente resultará más qué deseamos dora nuesiros amigos en cuela cuso. yenfrent•rnos
e6c12 consistiri en modificar nuestro propio compon~miento asenh:arnen[e a J3s· consecuencias de cada decisión; en Jugar dr:
con él durante' cieno período de tiempo. Si des.camas la salis· peditle a Harry, por ejemplo. que regule su compon•míento con
facción más inmediuca de dc:sahogar nuestros sentimientos de respecto a nosotros ClllcuJando de antemano si le prestaremos el
irritación contra Ha.rry por su manera de manjpuJamos en d pa· coche o no, hagamos que lea lo que pensamos. Ton1or ese ... ..leci·
sado, en ronces el m~rodo m4s eficaz es hablar con él claramente, siOn es responsabilidad nuestra, y no de Harry. Se tro.ta Je: nucs·
sin pelos en lo lengu• . Difkilmcnre conseguiremos los das cosas, <ro coche. Lo que sea de él depende de nosocros.
es decir, echarle en cara a Harry su manera de tratamos en el pa- Además de ptC$lar i H;irry nucscro coche:, 01rJ.S pers¡x-cti\'J:S
sado y conservar al mismn Lempo su amistad ... Salvo si es un ami· se no' abren• los dos. Al ftnal dd diálogo anrcrior, podemos U)'\I·
go realmence muy arnígo, muy Intimo. Este <ipo de catarsis emo· d1t a Harry de alguna otr• manera. Por ejemplo. podemos sus•·
tiva funciona perfecumente en los gru;ios de scnsibiliz.ación, rirle qc~ pida d coche a otra persona, o que nos lo \'Uc.h..-a :a p<d1r :1

19s
nosouos mañana o la semana que viene para ver si para cntoOC'Q d relató también d siguiente diálogo corto soste:nido con otro ve·
coche cstar.I disponible, o cualquier ocza solución de eompromi;o. cinc suyo, d doctor Slick. acerca de - ¡sí. lo adivina: ron ustc·
AJ llegar a esta fase de las prácticas de asc.;ividad, la mayorú des!- otra piscina.
de los alumnos formulan la pregunta que cae por su propio peso:
«¿Quiere usted decir que nunca debo dar a un amigc. b món Escen•rio del diálogo: Bobbie est:i plantando unos esquejes
por la que quiero hacer algo, o el motivo de lo que quiero h>- de hiedra en su patio ddantero cuand~ el doctor Slick llega en
cer?». A esca pregunta doy siempre la respuesta que cae por., su maravilloso coche deportivo de imponación. Apilrca, se-;tpea
propio peso: .Si usted ysu amigo tienden a unobjeriwoomúny >"• ae<:rc:.indosc a Bobbie, se presenta en los siguientes términos:
concreto, y están trabaj•ndo en equipo pata alcaniar ese objeri·
vo, hay que tener presente que dos cerebros suelen dar mejor Da. SucK: Hola, soy un vecino del paño trasero, StanleySllck,
resultado que uno so!o :u;¡.""l.do se trata de hallar la man.:rli clc:: re· para servirle. Creo que ya conoce usted a mi esposa. Shando.
solver un problema. Pero aquí estamos tratando de siru<1.cion~ Bose1s: Sí, nos saludamos con frecuencia por encima de la
en las que hay un con.fücco planteado, y ningún objetivo común. valla. ¿Cómo escá usred?
Usted quiere una cosa y su amigo oua. Si usted expone sus raio DR. St1cK:1"¡Estupendamente! Quería decirle a usted que
nes, su amigo esgrimirá las suyas, igualmente válidas. Exponet voy a hacer construir una piscina en DUC$tro patio trasero, iusc:.J·
razones duran.ce un conflicto para justificar o defender un punto mente al pie de sus eucaliptos, y que temo que la. piscina se va a
de vista es obrar tan manipulativamente como dar razones para ·llenar de hojas... ·
atacar ese pu.ato de vista. Ningunadeesasdosvíases un "quino• Bossie: ¡Sanro Dios! Y que lo diga. ¡Seguro que se llena d•
asertivo y honrado que pueda conducir a un COMPROMISO bojas.' Su j'ardinero segura,;,tntt tr~ne qút recoger cada semana
VIABLE de intereses para resolver rápidamente el confücto•. tres o cuatro canastas de hoja<, ¿no uas1?_(ASERCIÓN NEGA·
El siguiente y breve diálogo se refiere a una situación de t. TIVA.]
vida real entre vecinos, en la que una mujer asertiva salió ripida· Da. SLICK: {Interrumpido a media frase, vacila, y cambi• "de
mente al paso de una m2tlipubción que la había pillado por sor· r:ictic..) Bueno. en realidad las hojas no me preocupan. Lo malo
presa, una situación que plantea dificultades a muchos alumnas. es que sus árboles van a interceptar el SQl de la carde. que es pre·
cisamenre la única hora en que pod~ bañarme.
Boa&1E: (Volviéndose en dirección a los :ícboles.) Probabl<·
D!ÁLooo26 mente tiene usted razón. Si constn,)'e la pisci11a junto a los árboles
w a'"'" mucha sombra. (BANCO DE NIEBLA.]
Bobb1e se enfrenta Da. SLtCK: (\'acilando de nuevo mientras sus ojos van de
eón un vecino que qui'ere Bobbi<! a sus árboles, rápidamente, una y otra vez.) Por cierto.
,ron11encerla para que tal.e que he observado que necesit:irían una buena poda.
sus árboles · Bons1a: Es verdad. [BANCO DE NIEBLA.)
DR. S1.1cK: ¿Los hará pod•r si pago yo el tr•bájo>
Bobbie, la mi<ma ama de casa de suburbio de la que hablamos Bonn1E: No.
en el capítulo sobre la INTERROGACIÓN NEGATI VA, nos DR. SucK: ¿No?

297
Booa11: No. 0tÁLOG027
Dr.. Suc1e ¡Oh!
Booa11: tCuándo vsn a empezar la piscin.? Alur 1 un buen ami¡o
Da. SuCK: Mañana qr¡e le pitk un pmt•mo
Boaa!E: l..tútima 'f-'' ""me Jw¡. M'4Jo a11tn Je su P"'1"' (Z)J1tt7Q4/
to. En la casa donde vivíamos antes hice COMI ruir una pLSCina y
no ube u11cd los piobkmas que ruve con ella. Huhitra poJ.Jo Ala.n tiene poco más de tttini,a años. está casado, sin hijos, tra·
usted saur proue<bo Je mis tm>r.s. (AUTORREVELACIÓN y baia en la ordenación electrónica de daros y gano un buen •ucl-
ASERCIÓN NEGATIVA.] do, panc dd cual s.u mujer y¿( han ahorrado durante su mu.tri·
D•. SucK: Bueno, ya es demasiado ••rJe para rcmedinlo. inonio, como go.rantíia para su scgurld3d y con mlras a una
He 6nnado el contrato y aprobado los planos. • posible inversión. Además de s~us ahorros, Alan acab01 de pcrci.
Boee1E: Tal vez pueda usted conseguir que la construyan md1 bir un:i herencia de dos mil dólares de un ti'o suyo.
ctrca dt la /acha<Úl tras.ro dt la casa y mds lejos de /01 4rbo/ti,
para qut estos no les molesten tanto. (COMPROMISO VIA· Escenario ~I di4logo: !Wph. un buen amigo de Alan. emrn
BLE.) en el despacho de es1e durante lo pauso del café y le habla.
Da. SucK: (Dirigiéndose hacia su coche.) No lo creo.
Booo1e: (Con intención.) ¡únpóng;uc:! Si quiere usted que R.u.Pw Alan, ¿recuerdas ese •sunto del almacén de e'ce·
cambien de lugsr la piscina, puede c:oruq¡uir que la cambien. dentes electrónicos dd que le hablé? •.
¡Se tn11a de su piscina, y de su dinero! AL.......,sl
O.. SucK: Es posible. Lo intentaré. Gracias. !W.PH: Pues csú al caer, pero ncxcsiro mil seiscientos dóla
res más.
Cumdo Bobbie me relató este incidente. se manifttró muy AL.......,, ¿De dónde vas a 53carlos?
orgu.llou de sí mtSma por I• manera seren1, c.,i notural cid R,LPH: De esco quería h•blane. Tú pones esos mil seisocn
todo. con la que supo salir al paso de un• interacción manipula- tos délarcs, yo h•go iodo el 1rabajo, y ce p•go el diez por cu:mo
tiva con1ra la cual no estaba preparada. El doetor Slick se lanzó de intereses.
al a1aque contra Bobbie sin previo aviso, sin que Bobb1c ruviera Au:-i: Gracias por d ofrecimiento, Ralph, pero no mt rntt·
úcmpo de prepararse. También )'O estimo que reaccionó magni'· rtsa. (AUTOR.REVELACIÓN.]
fica!YIC1ltc. RALPH: ¡Pero si es un asunco estupendo! Y« lo hablamos.
El siguiente diálogo nos muestra cómo un alumno rc-o.ccionó ¿re<:ucrdas? TU mismo dijiste que pod ía dar mucho dini:r<\.
frente• un amigo que le pedía un prést11mo con1erciaJ, despué~ AV.l"·i: Es vtrd.aá, pero no mt interera en esre n101,1euro
de haber occcdido inicialmente y de haber cambiado luego de (BANCO DE N IEBLA y AUTORREVELAC!ÓN.]
idc11. RAtPH: No puedes perder nada. En seis meses hobrás )!Jn.1 ·
do d diez por dento.
Al.A:<: Muy poJible, pero no nr< inttrrsa. (BANCO DE N1E·
BLA y AUTORREVELACIÓN.)
IW.PH: lPori¡u~ no~ licne> d dina<>. Tú mismo me dijiste IWJ>H: Bueno, bueno, si cscso lo que piensas> r_:· . ·:~
la semana pasada que acababas de h<ttdar un par de miles ele ddo etás, vcr~ si puedo conseguir d dinero de otra mancra.. 1'.\.
dólates. sé cómo, pe10 lo intentaré.
ALA!<: Es wrtf4J, pero lo he pensado mqor y b1 J«iJiJo ~ Au.•<: D<iam• qu< hable a varias pcnoms que conouo.
mruúr k11 11-iociot co11 '4 •mi<14d. [BANCO DE NIEBLA r Si les in1cres1 les diré que 1e llamen. ¿vale? [COMP!\OMISO
AUTORREVELACIÓN.] VIABLE.]
IMu>H: Si es por esto no« pl'COC\lpcs. Sabes muy bien que IW.PH: Vale.
no voy a engañarte. Es un trato justo. ALAN: Ralph.
AI..AN: Estoy tÚ acu1rdo contigo en qut 110 ttndr/4 qut pm;. iW.PH: ¿Qué?
cuparmt, pero cuando hay dinero c:n juego no putdo mtno1 b AL.IN: Grocias por hobérmelo ofrecido ames mí.
pmxuparme. Andalia constantemente espiando por encima de tu
hombro para ver qué haces con el dinero, Sé que puedo confiar Alan cra1ó de ayudar a Ralph. después de haber sostenido
en ti, Ralph, y té que soy un tonto al prrocuparmt de este modo, con él este diálogo, llamando a varios de sus socios, y iodos le di·
pero yo soy •sí. (BANCO DE NIEBLA. AUTORREVELA· jeron que no .s ucrla.n romG.r pirtc en d asunco y le felicitaron
CIÓN y ASERCIÓN NEGATIVA.) por d buen criterio que había demostrado al oo dejarse arris·
IW.PH: Por mí no hay problema. Puedes controlar todo lo trar. Alan apreciaba a Ralph y gozaba con su compañia, tal viz
que quicru. porque R..lph siempre aparecía con ideas y planes nuevos, rom·
Au..H: Ya si que "° te import4Tia que 16 eon1T0"1ra, 'RA/pb, plewncn1e difcrct1tes dd estilo de vida de Alan y de su manera
peromt imporl4T'Úla mi. No quiero cebar a perder nuestn amis· de ¡>em•t. Pero esta misma cualidad '<jll• paro Alan "'5ulcab;
taddeesarmnen. [BANCO DE NIEBLA yAUTORREVELA· atnctiw en d plano social, no lo ent tJlnto cuando estoba en jue-
CIÓN.] go d dinero. Alan sabb que d dinero IC pl'COC\lpsba y no querfa
ltw>H: Yo sabes que en cuestiones de dinero soy di¡no de que su conservadurismo -tal vez excesivo y. por tanto, poco
toda confianza. Otras veces me has prestado dinero y siemp"' te reolina- sc intcrñricra con l:.i sun¡rJ1ia que siempre h>biJ sen·
lo he devudto. tido por el aleg"' Ralph, y por eso, 1dop1ando una acitud ascrti·
Al.A:<: Et uerrlad, pero esu vez se trato de un prénamo CO· va, confesó• Ralph su pl'COC\lpacióo y su d<>CO de conservar la
mercial y no de un préstamo entre dos amigos. Temo q11< 1i h•· 1.1nistad que ta.nto iapreciabg,,
ctmos ntgocios j untos, nuestra amirtad rt1ultt ptr}1fdi(atÍ4.
(BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELA CIÓN .]
Rl.L.PH: Por mi pane, OC! hay peligro. En el siguience conjunto de diálogos veremos cómo al~unos
ALAN: Estoy seguro de 41ue a Ji no te tJ/tctarla, pero d pr<>- alumnos se enfrentaron con una situación muy emotivt y cau·
blemo está en mi. Si te prC$tar3 ese dinero, si qut mis rtntt· sanie de ansied•d que•coso haya plameado un problema a mu·
mitntos por ti "1.mbiarian. Si tJU4 es una estupiJe:., que no Je. chos de nosotros: Ja interferencia de nuestros p1dres en nuestra
btnÍI ,., arí, piro soy .,í yo, y ero <r lo '1'" pienso. [BANCO existencia de adultos.
DE NfEBLA. AUTORREVELACIÓN y ASERCIÓN NEGA·
TIVA .)

}00 JOI
DIÁl.OC028 nación, empiezo por enseñar aesos alumnos a decir «No- Eren-
~ 1 Las peticiones. sugcrcncias y•...,,,..exigencias nwlÍpoiati.
$411d1 motli{im gratlwlmtnJe vos formuladas por sus podres, quienes se empeñan en que sus
'41 m..aontr qut existtn '"'" tll4 hijos voyon • vmcs con mi< frttuenóa de lo que estos desean.
J ru1 padm, 1 q~ past111 así En b époco en que Sandy csr•bs •p=diendo a comporur-
tk s~r unas reltzciones de 11.utoridad sc d: manera asertiva en sus rchcion6 con sus padres. que le
11 una in1eracci611 ent" iguaks producían viva ansiedad, 1enla veinticuatro anos, llevaba once
meses casada conJay,sc habla graduado en d colegio y 1rabaia·
En rodas mis clases de asertividad y mis grupos ele terapia, mis ba como profesora susriruia mienuasJay se preparaba para grn·
de la mitad de los alumnos no han conseguido establecer una ,.. duarse en admini1tración comercial. El tema principal de las
laci6n de igualdad enu e ellos y sus padres. Viven lcjoo de papá T pcicticu ascrtivu de Sandy ero su madre. La madre de Sandy
m;amá, a veces desde hace años, y sin cm~argo sus padres siguen exigía toda la atención de Clta, sobre todo desde que la herma·
extendiendo el maJ"lto de la a.utorid..td suprema sobre las cAbcia:s na mayor de Sandy y su hermano se habían casado, habían fun·
de sus hijos. En la mayoría de los casos, esos padres no dicen a dado un hogd'propio y se habían mudado a ocra zona del poi.
ous hijos lo que estas deben hacer, pero de al¡ún modo se reser- {seguramente huyendo de su madre). U mujer en cuestión era
van el derecho a aprobar o criticar sus acciones. aunque sus hi- casi un estereotipo de la clásica madre judíg. sin ser de esta raz.a.
jos sean~ penonas aduleas. Esra ausencia de igualdad en w :<· Las ouacteristicss maniobnis de manipubción que eso madre
laciones con los padres no es simplemente una a~crútia de empleaba con los miembros de su familia, Sil manera descarada
mis alumnos y mis enfermos jó'-cncs. Mucha ele estos infonu· o cn ocuioocs sutil de susc'ítu smtimiento~ de culpabilidad. ele
ntdas pcroonu tienen más de cuarcnia y de cincuenta años, y al. igoorsnc:ia y de ansicd>d m las clemú, "' .m con &ccuenóa r
gunu de mu ele sesenra años siguen >0juzgodas por un rirmo de no >0lo en algunas madres judlu dentro de su tradicional culiu·
ochenta o noventa y tantOS años. Antes ele iniciar la terapia aser· ra restricth-•. Lo mismo yo que mis colegas en las disciplinas de
tiva. muchos de esos alumnos ni siquicr& sablan dónde esiaba d salud mental hemos podido comprobar la existencia _de esos
problema¡ solo sabían que, de algún modo, en cuanto lntcr.·c· mc,mos hibitos en judios, órabcs, gentiles, cacóücos, proresian·
nian en tlgo papá o mamá, ellos acaba.bL'l por sentirse insarisfc· tes, 3tCOS, oricnralcs, negros, blancos, demócraw (tanto del
chos y humillados; siempre experimentaban un amarso scnti· Norte como del Sur), republicanos, independientes, liberales.
miento de impo1enci3, y, sin embargo, aceptaban el hecho como cons.:rvadorcs, antifcministas y hasta en mujeres ..liberadas,.:
algo inevitable. A causa del malesiar que esas anticuada• reb· en resumen, cuanto más inseguros y poco 01.scrtlvos nos senti-
clones de au1oridad suscitan en muchos alumnos, sien.pre l<S mos, tanto mós tendemos a obrar c:omo la. típiea mamá judía,
obligo a ejercitarse en l-as diversas técnicas asertivas para salir al con IA única diferencio. de que nosotros somos muchísimo m~s
paso de la manipulación ejecdda por sus padres de una manera sutil,,. que ella.
no
nueva, para que se vean obligados. rcsp0nder infancilment<, Sandy nos expuso su problema y juntos esiudíomos t. posi-
contra su volun1ad, ante los Cllprichos de sus padres. Les acon· bilidad de salir al paso del creciente nivel de manipulación de su
scjo que ensayen un~ liruación muy común que resolvió sat~­ oadrc sin destruir sus relaciones mutuas ni ce-ner que huir de
C..ctoriamenie S:i.ndy, una de mis primeras alumnas. En <lt• si· dla como lo hablan hecho sus hermanos, al ¡:.arcceL u fuerte

}02 jO}
ansiedad que provocaban en dla lu relaciones con su 1111di.:, PAPÁ: No es t•n grave, ya ves. Solo que me duele ba«ante.
obligó a ~dy • praccicar mudú.sim<>, antes de poder cmpcw Supocgo que vendrás este fm de semant, ¿oo?
• modilicarsu defcnsa,fu:otca la manera de manipular su com- SA.>1or. Ya t•J'Ollto que u duek, p•pi. Espm> que tt mtjore1
portamiento empicada por sus paclrcs. En la piíctica, C\llllÓO cwntodntn, pero este fin de sanana no iré a \-eros. Tent<J 01nJ1
empezó a mos= asertiva frenr. • sus padres, ~dy tuvo q•" """' que "'1«r (BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELA·
soportar medí.a docena de cncuenrros asertivos simiLucs 1 w CIÓN.)
primeru partes de cs<e diálogo antes de poder observar ciena PAPk ¿Qué puede ser más importante que ver a tu madre?
modi6caci6n en d comportamiento y la actitud de su madrc. El S.o\NOY: C,,mprtndo kJ que sienta, papá. perr este fin de s..
siguiente diálogo, como algunos otros de este mismo capítulo mana no iria vtros. [AUTORREVELACIÓN y DISCO RAYA·
que versan sobre rdacioncs íntimas (y algunas no tan Intima.) DO.)
entre isuales, ·es una condensación y una muestra de los trucos P••k (M01ir•ndo irritación.) ¿Así le hablas a tu padre?
me.nipularivos empleados por los padres de Sandy durante un S.-\NDY: Tienes razón, y comj,rendo que debo haberte parect'dc

periodo de varias semanas, y de·las declaraciones asertivas que pot:O r~speluoso1 pero no irl este fin áe semana. [BANCO DE
Sandy essrimió para poner coro a su rnanipul1ción, ..1 com~ NIEBLA , ASEllC IÓN NEGATIVA y DISCO RAYADO.]
para inducirles a componarsc a su vez de manera mis a.scrtiv1 PAPÁ: Par• que lo sepas, tu modrc ya ha compndo el pavo
con dl1 y su marido. La totalidad de 101 diálogos de Sandy se pam la comidt.
deunollaron por teléfono. Algunos fueron iniciados por Sandy, SANDY: Puts no lo r.hl•. [AUTOR.llEVEL.~CIÓN.]
pero la mayoría lo fueron por su madre. PAPÁ: Lo compró precisamente para ti y paraJay. Un p1\'0
enorme. NOSO!ros solos no podriamcn con.a
Escen..cio del diálogo: Sandy y Jay estin sentados eo d soí:a S....'«>v: Por r11put11oqueno [BANCO DE NIEBLA.)
de su tpammenro mirando Í2 td<Wión. SuCN d td<.íono y P"'·' : Si no venb, ¿qué vamos a haar con d pr.-o?
S@dy ICUde a la llamada. 5.._,,ov: No kJ si. francamente. [AUTORREVELACIÓ:->.]
P.-.P.\ ; i\l11má se vi~ llevar un gran disgusto.
1

MAMÁ: S@dra. Soy ru madre. SA.'=D'r: No lo d:1áoj papá, pero este /i11 de se.,.11.ana no i'"' 'IOt.
SANOY: Hola, mamá. ¿Qué ral? (BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
MAM.\: Tu padre no esta muy bien. PAPÁ: (Aparte, a mam::í.) Háblale a tu h1j-a. Dice que no \'e"n•
SANOY: Vaya... ¿Qué le pasa? dr:in.
MAMÁ: No lo sé. Solo que quiere verte este fin de ser.iana. MAMÁ: Sandro .
S•NOY: ¿Es grave? s.,,ov: Sr, mamá.
MAMÁ: Será mejor que hables con él . MAMÁ: ¿Puede saberse qué te hemos hecho para que te po"
SANOY: Pipá, ¿qué te pasa? tes así con tu padre? Está enfermo, bien lo sabes. Desde que se
PAPÁ: Nad2, mi espalda otra vez.. Sospecho que volví a dis.· le for;nó es<: soplo cardiaco, el año pasado, nos preocupa mu·
tenderme algún músculo podando d ciruelo. cho. \'a $tbcs que no lo vamos a u:ncr siempre con nosotros
SA.NDY: ¡Menos mal! I'or lo qu~ decía mamá, pensé que es· SANOv: Ya Jl que trtis preocupada dmie que p•pó ru•'O <rur
tobes agonizando. probk 11111s cardiacos, 1 a>mpre11áo que debiri ser.tiros n1:1)' ro/(Js

) Oj
dttk qu• Bob y /oon s• martha10n, pero ttlt ¡¡,. ~ Jt"'4111 .,., SM•ov: No comprt11tlo. ¿Qui titnt dt malo /ay p•,. que ttn·
zri. (BANCO DE NIEBLA, AUTORREVELACIÓN y DISC(I :- yo ~ut antl4r con 14nto cuitfdol [INTERROGACIÓN NE-
RAYADO.] GATIVA.)
M.u..l: Tu hermano y ru hermana si<mprc han venido C'Uln· MAMÁ: Primero, ie ha hecho cambiar mucho, hija.
~ les he invitado. H2 basudo una sugerencia mía para que-,¡. S•!<Dr. Eso ts wrrltid, mamd. /"7 me ha bttho amhiar, pero
n1cr1n. Ú.(<> sin comprtndtr. ¿Qui h,,, dt malo tn ti hecho dt haber cam·
SANOv: Es verdad, mam4, Ya si4ut lt "4n htchomudxi ª""· bi4<ÚJ? [BANCO DE NLEBLA e INTERROGACIÓN NEGA-
pañÚI, pero <Jte/in kI<mana noiremor. (BANCO DE NIEBLA TIVA.)
y DISCO RAYADO.] ]\¡\t.M.(: s~ muy bien que me tiene antipatía. yahora te está
MAMÁ: No csui bien que trates así a tu pa~rc. obligondo •elegir cnt.rc él o nOSOtros.
SANoY: (Con suavidad. ) ¿Qui es fo qut •o tstá bien? (IN. SANOY: Stguramente hay algun4 /ricción en/u Jay y tú, no lo
TERl\OGACIÓN. NEGATIVA.] nitgo, pero tr'he dtt:idiáo no ir avtrot ttte/i.11 de remana, '4 áeci·
~:¡Eso de no venir<uandoél desea verte! sión lahetom•doyo,y no 11. (BANCO DE NIEBLA y AUTO·
SA....,DY: ¿Y por qué no esrti bitn que no vayo (Uando 11 tkst11 RREVELACIQN.)
••mt•? [INTERROGACIÓN NEG.'>TIVA.) MAMÁ: ¡Despu& de todo lo que hemos hecho pOr ti! ¡En-
M.MÁ: Una buena hija cri!tiana (o jud!a, o budi!t:a, etc.) viarte • la universidad! Y todo para eso.
debe 1r a ver a su padre. S A NDY: Er otrtUÓ, mdlflá. Dt "º haber si<ÚJ por ti y por papd
~ANOY: <Y en qué sentido el hecho de que no vaya a ver t 110 bahri# podido t"d"'""''· Toda.M os agrp<kuo el di11tro qut
papa hoce de mi una mala hija} [INTERROGACIÓN NEGA. "" distm paro ir a la uniwrsúÚÓ. (BANCO DE NIEBLA y AU·
TIVA.) TORREVELACIÓN.J
MA.c.4: Si nos quisieras, dcse11rias venir a vctMO. M.u<k Si tanto nos lo qrad«icros podrías dcmosuímoslo.
Smov: i En qui """® tihtcho dt qut tttt ftn J,""'""º "" SM-ov: ¿Cómo?
l\ÍAMÁ: Vutlendo 1 darle una alegria a tu padre csre 6n de~·
quitra vmJS signi/ia qu. no os quino? [INTERROGACIÓN
NEGATIVA.) lll1Ula.
~IAMÁ: En mi vida había oído cosa semejante. SA..'íDY: Titnts 'u.ótt, 1ifat$t a uerk tJ ~z le 11/egrartd, ~to
SANOY: ¿A qué ce refieres, mamá? no irl . [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.]
MAMÁ: ¡Replicarle osí wia hija a su madre! l\lk'L(: OyEndote hablar así, no me puedo creer que des=
S•NOY: ¿Qui bay de txlraño en ti hecho dt qut tt rrplique> vemos.
[INTERROGACIÓN NEGATIVA.) . S•Nov: No tste fin dt semana tn todo caso, mamii. [AUTO·
MANÁ: Nunca lo habías hecho. RREVELACIÓN.)
SANOY: (Sin sarcasmo.) Es verdad, nunca te habla rtplir:ado MAMÁ: ¿Te hemos hecho enfadar con algo?
hasta ahora, atrl4men1t. (BANCO DE NIEBLA.) SANDY: No, no lo. creas. Solc consigues irritarme, o vtcts.

M..-.k Jias cambiado mucho desde que t< has casado coo como "hora, cuando s1iuts insis1iendo Je1pués Je h111Nr1e dicho
Jay. Ya te diie, antes de que te cas•ros con él, que tendrú.s qne «n<»- una y otra Wl. Rt'COnotco que N tonto por mi parte 10 ,,,11,..
andar con mucho cuidado. lo a mal porq:tt n /u minera J~ ier, pero ti.e ttx:Ú.Js moáos me /4t·

)07
tidio, fe•11cam'1ttt. [AUTORREVELACIÓN, ASERCióN NE- Durante los primeros cncuenuos en los que Sandy TC3coo-
GATIVA y AUTORREVELACIÓN.) oó asenivamcntc frente a las cxigmcias de su madre, las cosas
MAMÁ: Bueno, bueno, si W>to te dit¡¡usu, penlooa, hijt. no Ucinprc fueron sobn: ruedas. Varias vcc:es su nudtt le colgó
(UoriqU«ndo.) Yo solo quiero qu< sigamos unidos, sin '1J< d teléfono, y acepto en uno sola oc:uión en que Sandy •·olvió •
ntd> nos sep•re. llamada inmcdlawnence para squir mostrándose auniva con
SANDY: Lo si, mami. Ta.mbiin '10 qu.iero qut si¡1mor """°'· so m.tdcc, csra siempre volvió • Uamula a los pocos días como si
Pero quitm vivir mipropia uitÍll, y para"º• utcts 1111¡0 q.,,¡.,. nada hubiese ocurrido entre ellas. Después de unas CUJliltas dis·
m1/11;11rme y decir «110» a la gente, incluso o ti y o pap4. No O., cusioncs asertivas por telEfono, Sandy tuvo conciencia de que
m4s rtmtdio, que yo sepa. Ojali lo hwbiera, pero no lo hay. [Au. disminuía progresivamente la presión que sus padres ejerdan
TORREVELACIÓN y ASERCIÓN NEGATIVA .) sobre ella. Su madre hasta dejó de empeñsrse en decirle lo que
M..i..k No úcncs pot qué poncnc así conmlgo solo porque debía hacer para ser una macscra más eficience. Una vez que este
me p~ocupo por ti. • cambio cmpciq a dejarse senrir, Sandy se dio cuema de que sus
SANOY: Es umlaJ, no debeña enfatÍllrmt contigo. mamá, y llO'J ptdres sentfañcadu vc.z más respeto por ella, por el hecho de ha·
a tratará~ no hacerlo, si no me atosigas d~ma~iadc. é.De acuerdo? ccr la. cosas tal como eUu queda hacerlas. Si lo que Sandy que·
[BANCO DE NIEBLA y COMPROMISO VIABLE.] rí;i hacer, por ejemplo, ir de tiendas. coincidía con los planc-s
MAMÁ: ¿Quieres decir con eso que no quieres volver a. de su midrc, las dos eran ícllc:cs, si no, su madre ya no trataln• de
vemos? fomula y se arrcglob. t •u modo, lo mismo que Sandy. Lo qu•
SANDY: No tiido de gttt t~ habri pmd1;ado ttlo impreúóo, Sandy juzgó m:ís curioso en los ..,.u],.dos <fe haber afinn>do su
pero 110 tt no lo '1'-'< quino decir. Lo qut Dalnt tt que sospttho ind-.pmdcncit, fut que h..1. •u madtt judi¡¡ ron& prcocupocio-
que dtho übrarme tÚ una vez tÚ na imprtli6n Je ItlJIÍr avn.J. oes y tcmoccs ele •d11/10. a propósiro dt su edod y de su soled.id.
o tus fa/Ja1. Si CDlliigo ir a wror con mtnos fr-,.a.. Jur..tt que un• hif• •du/11 podía oyud.,lo • rechazar en un piona dt

una ttmpor4Ja, ntoy ;egura tÚ qut mt librort tk ttnraaón dt igualdad en~ 1dultos.
uM ve: p•ro 1iempre. [BANCO DE NIEBLA, AUTORREVE· Aunque d problem1 de Sandy con sus padres fue muy gra·
LACIÓN y COMPROMISO VL-\BLE.] ve para ella antes de que 1prendien • rcsol•-crlo, I• tutoridaJ
MAM.\: (Con la voz ahogada en llanto.) ¿Me llamarás por lo ouc AAtC' atribuía 1 sus padres no se basaba en ninguna consi·
menos r111n1 decirme cómo está.is? cÍeración de sexo, pues no son únicamente las mujcrC$ las que
s.,.,ov: Te llamaré tádar-Lis semanas si tso ha de ayudar/< tienen este problema con sus padres. como veremos en el diálo·
• rt1istr'r lo qut me propongo bacer. [COMPROMISO VIA· go siguiente.
BLE.)
MAMÁ: ¿Me lo prometes?
SAr-.•ov: Te lo prometo, y proc:1raré ª'111plir 1t1i promtsa_, pero
rttt1trda que a vecef se me olvidan la1 rosas ll/o soy ptrftcta
[COMPROMISO VIABLE y ASERCIÓN NEGATIVA.)
MAMÁ: Por supuesto. Pero ¿lo procunris?
SANDY: SL [CO~lPROMlSO \'JABLE J
DIÁLOG029 de lA educación de los hijos y de la focma en que Paul «debí..
puar sus ratos de ocio: a su gusto o haciendo lo que Conn;e de.
p,,.,/""'tii11e scsba que hicicn. Connie dominaba a Paul manipulándole sin
fi,.,,/mmu .¿;,'f"e w ¡uJr. eooiane. y Paul reaccionaba ÚUI« a Coruúe de la mism• m:ane.
11iirtn'/i.tn1n11111Utrimoniu ra c¡-Je lo hada frcnte t sus pad~. es deci~ cdisruricodo- con
1 '" 111 tr11.IMjO ella sin ltwntar la vot. pero cediendo la mayoría de las ,·ce<>.
Conocí a Paulen una sesión de tenpia ascrri"a poco después de
Paul tuvo eo<> sus padres prácticamente d miJmo problema que hobcrsc cumplido el dkirno anivusario de su boda. En la fie1t•
Sandy, la protagonisca del diálogo anterior, había teníd~ con los que para celebrar d aniversario habían organizado sus padra
suyos, hasta que llegó a la edad de treinta años. Antes de que (por supuesto), Paul se emborrachó de mala manera, y la ira y el
Paul aprendiera a ser más asertivo en sus relaciones con sus pt· resentimiento actJmulados d11rante todos aquellos años de sen·
drcs dependía extremadamente de escas en muchos aspectos<!< cirsc dominado por Connlc estallaron finalmente c-n un:J s~lva
su vida. Sus padres, y no la familia de la novia, habían dispuesro jad• de borracl,ún. AJ cabo de dos horas de oir a Connie i~sisrir
todos los detalles de su boda con Connie, diet años atrlis. Ellos en que no debí'~ bc:be.r uanto, PauJ se acercó al bufet, comó entre
eligieron los padrinos de los dos hijos de Paul y Connic. Ttm· sus manos el pastel de ani,·crsario que su madre había confcc·
bibi fueron ellos quicn<:S le ayudaran.flllAllcieramcntc varias ve· cionado para ellos. se *Cercó a. Co.nnie. le dijo: .c¡Al infierno!• y
ces ca pcr!odos de crisiJ dd negocio dePaul, y quienes le &cili· le anojó el pastel a la oabeu. Irunediatam~nte después, Paul s•·
taron el capital pan montar un nuevo negocio c:uacdo d lió de la cua, tomó el coche y se fue • donñir • un motel. Al dfa
primero acabó en banarrota. Y todo esto pese al hecho de qi:c siguiente, despejada la borrachera. vohíó a cua y dijo a Connie
loa !*lres ele Paul no gozthan de una sinución financiera ru.!1 que scneíJl mucho baberccbadoa perder la Sesta, pero que si en
segun y csaban lejos de ser ricos. Bajo un punto de vista dlai· adelante no dejaba de chinclurle ..le pegaría un tonazo en t.
co, era evidente que los padres de Paul renfan un fucnc cmpdo boca». Después de un• batalla verbal que dwó varías horas.
en que su hijo hiciera las cosas tal como ellos querían que las hi· Connie dijo t Paul que C1<tba mencalmente enfermo y que do-
cien, y que Paul fuese, en resumen, la dase de hijo que ellos de- bia p0ncrsc en tratamiento. Manifiestamente decidido• probar
seaban que fuese. Toda esa íntervcnción en los n•¡ocios de P•ul cualquier cosa que pudiera aliviar la situación, Paul fue a \'cr a
se llevó a cabo de manera altruista y «familiar», con el resultado Ut\ colega mío que, 11 cabo de unas cuantas sesiones, me lo en·
final de que.Paul seguía dependiendo estrechamente de sus pa· vió para que lo sometiern tt un tr-•tamiento de asenivid:.ld. Des·
dres. aun dcapués de haber alcanzado la edad adulta en scnlido pués <le varias scman:1s de cerupia ~serti\·a. intensiva, P!lul mt!
cronológico y jurídico. En los diez años de su matrimonio con pidió permiso paro croer 1 Connic a sus sesiones conmigo. Des·
Connic, Paul se había separado dos veces de esta, y las dos veces pués de discutir por que que.ria que Connie me·vic:ra. se hizo
el padre de Paul había ínccrvenido y habío convencido a su hijo evidente que Paul deseaba que yo foese el árbitro de sus in1<·
para que volviera con Connie, pese a que Paul había dicho que racciones. Dljc a Paul que les vería a él y a Connie juntos si esta
se senda muy desdichado con ella. Paul y Connie nunca sostc- es.taba dispuesta i tomar parte en unas ses.iones de consultorio
nlan violentos altercados conyugales, aunque existia.n numero· conyugal, pero que la experiencia me había enseñado que no
sos confticcos entre ambos a propósito dd dinero. de la rcli¡ión, obraña d menor efecto terapéutico d hecho de que yo •<tu1r>

}tO }U
a modo de irbitro entre dios. es decir, explicarle a uno de ellos y conseguir que Paw volviera a «comportill'SC> de conformidad
en qu~ obraba ID2l y al ouo en qué obn1ba accnadamente, etc. con Lis normas impucsw por Connie. E.ta insistía en que Paw
Paul =ollOció que su peócióo habla sido un intento manipula· era d •Wermc>t, d «paciente>, d que nettSir.aba tntamicnto
tivo de inducirme a decir a Connie que se portaba mal con a, paraca.mbiar de idns. Porsu parte, Connie no parccú dispucs-
peto que a su juicio lo dd coorultorio conyug.I podía iaultu ,. en absoluto a explonr nin¡una nueva lll"'1cra de ~r y enjui·
muy beneficios<> para los dos. Paul le habló a Connie de mi pn> cior sus problcmts conyugales. Ante Li n.gam... de Connie •
pueata, y Connie accdió a tomar pone en las scsionea terapéu· cxm:Unar su propia co.ntribución a su dilema común, Paul tt·
rias. Así pues, IC5 vi a los dosconjunramenredurantecienonú· nunció • todo intento constructivo y optó por una separación
mero de sesiones sem:a.nalcs. L3.S cosas rodaron bien durante las pre-ia al divorcio. Connie abandonó entonces las sesiones de
primeras seaiones, en las cuales Paul <en.ía el papel principal, tetapia, micnr.r " que P~ul pidió que se le siguiera aconseia.ndo
manifestando abiertamente sus sentimientos y mmtrándose de· acerca de los hábitos que hablan causado sus problemas y quiso
seoso de explora.rJos junco c-on Connie. ta! vez Porque se sentía seguir aprendiendo a rclacionaNe c:on los demás. Paw solicitó
menos ansioso a<'erca de sí mismo y de su comportamiento des. concrc[amcntc, que se le ayudara a ejercitarse a responder aser-
pués de las sesiones de terapia asertiva en las que hablt p•nicí· th•arncntc 11 súPadre y a su mnncra de entrometerse en sus :asun·
pado. ros matrimoniales, pue51o que ya anteriormente había de.:idido
Cuando traté de averiguar cómo reaccionaba emt>tivamentc por dos veces divorciarse ysu padre se lo nabí a qui<ado de la CI•
su eapou en su rcbcióo conyugal, Connie se resistió a pa.'tici· bcza. Paw se adiestró en las técnicas asertivas teniendo presen-
par, y, específica.mente, opuso resistencia a las condiciones que te un objetivo i.nmcdiato1 que los dos csrµvimos de aruerdo en
,o habla expuesto en nucmo primer encucntto. Yo habla cxpli· juzgar importante: conseguir Li independencia ""' rcspcao a la
cado que, inicialmente, en d consultorio conyugal d único ob- influencia de sus pt<l"" sin tcñcr que huir ~ellos o enemiSt~r­
jetivo que me ptopondiía seria cxploru los sentirnicn105 de sc eoa ellos, en el supuesto~ que dio fuese posible. Unt \'tt
cada uno de los dos cónyuges tt$pc<tO a la rdación matrimo- que P•ul sc hubo ejercitado con mins o responder asertiv•men·
ni.J. Esta exploración estaba encaminada a ayudu a ~oda uno le mote 1 )15 mismas manipubciones que StJ padre hsbfa cm-
de ellos a decidir si deseaban c:onlinuar Li relación, buscar nue- plc:ido anteriormente par1 influir en su decisión acerca del dí-
vas m1.nen..s de relacionarse f!ntre si, separarsf! temporal o ptt· wrcio (rn:is :alguna ocr1 nueva), fue a ver a sus padres. y se
manentemcnte, divorciarse, o busc.ar cualquier otrt solución. impu.!O frente a lu objeciones de estos, pero fue más allá de!"
Uno \IC1 .Jcanudo el objetivo de dccidir I• suerte del matrimo· que habíamos previno en las prácticas. El siguiente diálogo es
nio, o bien Poul y Connie podrinn busc:ar, mediante un11 terapi:'I una versión abre\•iada de una di.scusión que se desarrolló uno
conjunta, nuevos modos de convivencia, o bien, si se decidían_ tarde entre Paul y s<i podre.
por esa otra solución, yo me ocuparía por separado de c;ida un"
de ellos para ayudarles • enfrentarse con la crisis de la separa- Etcenorio del diólogo: Paw no espera que sus p>drcs se
ción y/o del divorcio. Connie opuso resistencia pasiva a todos poitgan en conracro con él, sino que"'ª a '"crles a su cas:1 piirJ h.a-
los intentos de dejar que Paul llegara a alguna decisión 1ccrca de blar!e :i ¡u padre de su decisión de separarse de Connic. P;i.ul en·
su m1trimonio, o sea. a cualquier decisión que no coincidiera tt3 en 11 sa:Ja de estar con la mirada ~rena y eJ pas-o seguro. su
con lo que ella deseaba, es decir, volver o la siruación de partida padre sc lcv1n1• d< I• butaca. y le saluda c:on friald•d.

)11 )lj
P ADR_s : Me preguntaba si tendriamos noticias tuyas ditcctu. P• UL: Papá. Ú>•nit mt SICÓtÍt mir casi/les, nwnlad: y tam-
Connie ha venido a vemos y nos ha dicho que, después de la (J. bién '1 umlad qut famls h4brí• tenido ualor1""ª ena:rquttarlt la
LÍln2 sesión C<10 d médiro, has decidido divorciarte. A vt<es SOS· 1a114 tk •o babn tt<ado l>orrotho. Fut,,,,. tstupido. obrar así"'
ped:io que te Wtt algún tomillo en la cabeza, hijo. lagar Jt trpmir • t¡ut temrbulra la /itsta. &hi a ptYtkr la /itttd,
PAUL: Tombibr 'JO lo pitnJO, p,zpi, 4/¡u11as IJ«tl. [ASER· pm> ¿qult¡uin tJ t¡ut lt dí¡al No mt •'"f'Ítlltotkloqut hict. Lo
CIÓN NEGATIVA.] ,;,,;,:x, qut lamtntots '{•tos duiustatois ltJJfto, túy mamá. [BAN-
PAD•E: ¿No volvert. a pensar en serio en eso cid divord.J. CO DE NIEBLA, ASERCIÓN NEGATIVA y AUTORREVE·
verdad? LACIÓN.]
PAUL: Ac<rca dtl diuorcio, nos<. Ptr0 sf estuy deridido a ttpd· P•o•a: No te ptcocupes por nosotros. Mamá se die- un har-
rarmt dt Co1111ie. [AUTORREVELACIÓN.] tazgo de llorar, y eso fue todo. Connie se puso histérica y le pegó
PADR1: ¡Qu~ tontería! No esperaba eso de rI. la gran cunda al pequeño Jamie, solo porque este se burló de ella
P"uL: Tit11e1 ra.?6n, papá, es una IOnltrla, y comprendo que . Al ve.tia con la a ra embadurnada., Tuve que frcnarl.i, porque le
dtbíaJ tÍ• haber esperado que no fuese como soy, pero estoy dt:a- .
hubiera hecho daño de verdad .
~,

dido. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.] PAUL: Ht aquí algo que no sabía. [AUTORREVELACIÓ'.\ .)
PACA.E: Ya pasaste por esa crisis dos ve«1, y por forrun:a, lo- P•o•e: Me lo ftsurabo. Por eso te lo he cont•do. Connie es
gré convcnecnc. . muy buena chic3, pero a v~ se pone hiscérica. Esca~ una J':
PAUL.: Tall'tbii11 en es.o t1"elte1rll?.Ó1r. Lo1111e-,,1i Jos ~t, /Jas. las razones por a que no puedes divotciirte de dla. ¿Cómo
14 4hora. 1 lr1 m~ lo quiíMt~ ~ la uheu. Pero ~ttd w: seri u~ "º puedes saber que los chiquillos no ce n~i12r:in?
Ht 1mmiradoco11 °'"""(BANCO DE NIEBLA. DISCO JtA. PAUT.: No lo si. Supon¡o qu• Ú>nnü., JO ~·dr•mos que ha-
VADO y AUTORREVELACIÓN.) blo tkl problemo "°" ""•botado, (AUTORREVE.LACIÓ:\ y
PADol!: Todo lo que coosq¡uiste siempre, habbndo de di· COMPROMIS0°V!ABLE.]
vorcio. fue erar un cúmulo de problomu innecesarios e inU- P•o•E: No conscguiris que te otoq¡uen la eu>todil, después
tiles. de habcne cmborruchado y de haberle arrojado una una • I•
PAUL: Es a'erto. No rupe mostrarme dtt1d1do como debla. cabeza a Connie.
[BANCO DE NIEBLA y ASERCIÓN NEGATIVA.] PALrt: Es posih/,, ..pero mi 4bogtJdo estuditzr4 la tuettión
PADkli: Tú no quieres divorciarte. [BANCO DE NIEBLA y COMPROMISO VIABLE.]
PAUL: Et utrda4, papá. J\Jo quiero dit10rciar1nt. Pero ht termi· PADRE: Escucha, hijo. H111.sta ahora hemos andado con ro·
nodo con Connie. Estoy dispuesto a a1:ep1ar fo '(116 s~a. 1rátt1e Jt deos. Créen1e. ¡El divorcio es un q:ri:or! Tú nopuedesd..:se~r di·
¡ma separaci6n o de un Jiuorcio. Loqut rea. (flANCO DE NIE· v.orc1::1rre. ¡CometeríAs un gr¡¡ve error!
BLA, AUTOR.REVELACIÓN y DISCO RAYADO.] PAUL: E1 posible que romtla un trror, pero ¿qué ha)' de 11Nrlo
P•o•E: Oye, hijo mio. Es evidenre q"e Connie hizc- aJso que tn divorciartt? (BANCO DE NIEBLA e INTERROG.-ICIÓ8
te sacó de 1us casillas, o de lo contrario no le habrías puesto por NEGATJVA.J
sombrero la tarta de tu madre. Además, estabas borracho como PADRE: Hay que pensar en el bien de los hijos.
una cuba, o Je lo contrario no lo habñas hecho. Estos cos••,. PAUL: ¿Y <r.11 mal puede ha«rks acponerks a esa r<al1dad
ol•<idan. Debes voi,..,,
a ser flexible romo fuiste siempre. qutts el dworao> (JNTERROGACIÓN NEGATIVA.]

¡s4 JI!
PADRE: Es a.lgo que arrojará
un:i sombra sobre su vida. PAUL-: 1\Jo lo sé, pero sorpechoqt't! e.stás en lo cierto. T:llllbién
PAUL: ¿Por qui ha de tnrombrtter su vida 14 rtalidadJ (lN- quería hablarte de otra cosa. [AUTORREVELACIÓN y BAN-
TERROGAClÓN NEGATIVA.] CO DE NlEBLA. ]
PADRS: Hay que prot-.ger a los chiquillos. PADRE: ¿De qué se trata?
P•u~: De acuerdo, pero solo hasta cíer<o punto. No quiero PAUL: De la tienda. Quiero venátrúz y detXJ/verte el dinero
discutir contigo, pero creo que lef será más nocivo vivir con Con· que pJgartt por ella. [AUTORREVELAC[ÓN.]
nie y conmigo y ver y oír cómo not tratamos, que sabtr que va mor PADRE: ¿Por qué quieres hacer tal cosa, con todo Jo que et!
o vivir separados, (BANCO DE NIEBLA y ASERCIÓN NEGA· costó lcvancar el negocio? Ahora te da mucho dinero. Y no tie-
TIVA.] ne$ p-:>r qué devolverme nada.
PADRE: Tú no puedes desear hacerles eso a tus hijos. Pn UL: SI, ya sé que no tengo que devolverte el dinero, pero
PAVL: No lo deseo, pero he lerminado con Connie. (BANCO quiero hacerlo, y er impor/anle para mí. (BANCO DEN IEBLA v
DE NIEBLA y D[SCO RAYADO.) • AUTORREVELACJÓN.) • .
P.,oae: ¿Cómo vas a plantearles el problema? P....oR.E: Esca es la cstupidei más grande que te he oído decir
PAUL: Aún no lo ,¡_ Pero algo hári. (AUTORREVELA- jamás. De tod~ modos todo lo que poseemos tendrá que p.asar
CIÓN .) a rus manos y a las de los chiquillos olgún día.
PADRE: ¿Sabes el disgusto que va a UCV3-rse tu m.adre si insis- PAuL: Estoy de acuerdo contigo en un a'en por cien. Es ur.<1 er·
tes? tupídez. y no tiene Jtingún sentido, pero tiempre he Jenido la se11·
PAUL: Sospubo qut 110 lt va a gustar. [AUTORREVELA· ración incómoda át tSt(Jr tr'1bajando para ti y no por mi mismo.
CIÓN.] [ASERCIÓN NEGATIVA~ AUTORREVELACIÓN .]
PADRE: Paul, tu marue y yo hemos hecho muchos sacrificios PADRE: ¡Qué locura! Jamás te he dich'ó cómo debias llevar
.•
por cí y por Connie. Sobre codo por nucscros nietos. No hag3' tus negocios.
eso. Inutilizarías todo lo que hemos hecho durante todo este PAUL: Es de locrn, ya/ose, perottoes /oque siento. Jamás me
tiempo. has dic/10 nada al respecto, pero siempre he tenido la .stnsu,-;611 ,}<
Tú y mamá habéis hecho mucho por m{, papá. Y os lo
PAu t: que te"1fas que u·olviera a cometer otro error y q11e perd1ert1 todo
agradeico, porque quiere decir que los dos me queréis mucho. tu dinero. (ASERC[ÓN NEGATIVA, BANCO DE NIEBLA,.
(BANCO DE NIEBLA.) DISCO RAYADO.) ,
PA.01\E: Para eso están los padres, hijo. Para ayudaros cuan. P ADRe: Si eJ negocio no hubiese marchado, no habría pasa-
do vemos que las cosas no marchan. Eso es lo qt•e estoy ira· do 11ada. Son cosas que ocurren con frecuencia. Tu madre y yo
rando de hacer en esle n1omento. te prescamos el dinero con mucho gus(O, hijo.
PAUL: Ya stque eso e; /oque pi•nras, papá. Peroer1oy decidi- PAUl.: ¿ EstdJ lt:guro de q11t! 110 Je1:iais v11tstras dt1d.it act-rCJ Je
do4 adoptar las medidas que juzgo mdr opnrtuntIJ, aunque os dif· mi capactiúidpara llevar ese negocio? [I NTERROGACIÓN ;>;E .
gurie o ti y a mamá. [BANCO DE NIEBLA y ASERCIÓN NE- G.'\TlVA.]
GATIVA.] · PADRE: (A la defensiva.) Tal vez un poco, pero es nocural.
PAORE: Bueno, he hecho codo lo que he podido. Sé muy ¿no?, después de la bancarrota y todo lo demás ...
bien cómo va a tomarlo tu madre. Muy maJ, por supuesto. Pt\Ul.: Diste en el clavo. 1'io serta la pnTner4 ve:411t yo ec/1arí11

¡i6 ¡1¡
por los suelos un negocio, y no puedo recriminartt que penJaraJ lo que voy a decirte? Podríamos hacer un• hipouca sobre el ne-
•sf. Pero desde que me prestaste eu dinero par4 14carme dt apu· gocio por la CJJntUúzd que te debo. La ponemos a 1u nombre en un
rot, he ltnido siempre la impretión de que debía consulttJrte m:'J banco y yo efectúo regularmente pagos, con inttrest11 a tu cuen·
decisiones para asegurarme de que no tran erróneas. (ASER· ta. De este modo me sentiría mucho mejor. (COMPROMISO
CIÓN NEGATIVA y AUTORREVELACIÓN.) VIABLE.)
PADRE: (Protestando.) Pero... PADRE: ¿Y cómo arreglarás la cuestión económica C"On Con·
PAUL: (Interrumpiendo.) Sé loqut vas adecir y es1qy deacurr· nie, a la hora dd divorcio? ·
da cOn1igo. Et una estupidez pensar aif pero no puedo ~itorlo. P .... uL: Los abogados se ocuparán de eso. Connie podría per·
Llámalo una acltiud neurétzi:a, si quieres. Pienso cuidarme, no te· cibir ttn tanto por ciento.
mas, perO eñti:_etanto quiero cambiar las casar para no St>r.tir11tt PADR,E: ¿No t~ verás obligado a vender la tienda y darle l:i
como un cbiquil/.o que siempre tiene que eontul1ár1elo iodo o su mitad de lo que saques? . .•
padre. (ASERCIÓN NEGATIVA y AUTORJ\EVELACIÓN.) PAUL: Procuraremos que no sea así.
PADRE: (Despu&i de unos instantes de silencio, mirando a PADRE: Por mi pane, conforme.
Paul pcnsativamcnte.) Nunca pensé que tratar de ayudarte fuo· PAut: También por la mía, con una condición. En lo que se
se algo malo. refiere a la tienda, aunque trabajes en ella cuando te retir~. el
PAuL: (Mirando a su padre en silencio.) No creo que Jea nado amo soy yo. ¿De acuerdo?
malo. Yo te '1gradezco que trataras de ayudar111e, peto hace que PAORE: (AJaigando la roano para estrechar la de Paul.) ¡De
me sienta incompetente. Tal ver. lo/ui y acaro siga riéndolo, p(f() acuerdo!
no quiero seguir vivi'tndo baj'o erta impresión. [BANCO DE
NIEBLA, AUTORREVELACIÓN , ASERCIÓN NEGATIVA y Cuando Paul y yo, más taide, discuúmos cst.1 inter::ieción
AUTORREVELACIÓN .] asertiva con su padre, se me hizo evidente que, aunque PaLJ ha·
PADRE: Si tan grave es para ti el asunto, ¿por qué no me de. bía dado ya un gran paso en aquella única sesión. scgui3 tenien·
vuelves de vez en cuando una pane del dinero en lugar de ven· do, p-.>r lo menos a mi juicio. un problema en las re!uciones con
der el negocio? su padre. El sentimiento pr~ominante que la interacción de
PAUL: ¿Por qué le preccupa tan10411e venda la tienda? [IN. P;iul con su padre evocab_a en mí era una p rofunda trisc~z:i: me
TERJ\OGACIÓN NEGATIVA.) senrra conmovido. Compadecía :.t Paul por el tipo de relaciones
PAOR..E: Estoy más tranquilo si sé que cuentas con una buen.a que sostenía con su padre y también compadecia a su p~1dre.
fuente de ingresos. Si me ocurriera algo y no pudiera seguir tra· quien, segur!lmente por la ansiedad que prO\'OC~b:in en él un:i
bajando, sé que podría confiar en que nos ayudarías a mamá y serie de cosas. había utilizado I~ vida de su hijo para luchar con·
a mí. El retiro no es muy suculento, y cuundo me jubile tal era e~s ansiedades. Y al sentirme conmO\'ido, había corñeridt)
vez pueda ayudane un poco en la tienda, para mantenerme ocu· d clásico pcc.ado mortal de1 cerapeuta: la contratrans(crencia.
pado. Me habla idemifi<11do demasiado con los problemas de! clien·
PAUL :Papá, si alguna vez. estás en apuros, trataré de ayudar· ce. Peor aún. le revelé a Paul mis sencimientos c-n el siguiente
te en todo lo que pueda. (Con la v02 quebrnda.) ¡Qué extraño diálogo.
suena esto! jYo. ayudarte a ti ! (Breve pausa.) ¿Qué te pareceóa

¡18 )t9
Yo: Creo que estuviste es1uptndo, Paul, pero tu conv'"'.. Pi\UL: No, C$ta fue la primct1t va..
áón con 1u podre me ha entristecido. ¿Qué tal 1e sientes tú? Yo: ¿Y eso te hizo sentir gan1s de Uorar?
PAuL: Despué1 1ne sentí deprimido. No por lo del divorcio, PAUT.: Ahora mismo, con solo pensarlo, cs<oya punro de Uorar.
sino a propósito de mí y de mi p1dre. Yo: ¿Quieres que deje de hablar?
Yo: ¿No has comprendido por qué? PAuL: No. . d.
PAui.: Sry no. Al principio estuve encantado de haberme so. Yo: ¿Por qué le preocupaba que pensaras vender la uen J!
lido con la mla. Después me cnfurcd contra él Y después, >Íln· PAuL: (Mirindome, inquieio.) _ . . ,
plcmcntt me aentí desdichado. Yo: ¿Nososptehú cuál era el mo[l\'O, ¡>emandolo bien
Yo: Una simple crisis después de un conflicto, supongo. PAuL: Si, pero prefiero no pcnSJrlo.
P• ui.: No. So.pecho que fue porque pensé que papá poJfa Yo: ¿Conoces el sonido de. un martillo cuando golpeo •cero
neccsitanne. Cu>ndo me dijo que csper•ba que le ayudaras! le macizo? ¿El sonido de auténrico?
ocurría algo, me entraron ganas de Uorar. • PAUL: Creo quc sí.
Yo: ¿No sabes por qué? Yo: Esa sospecha que dices, ¿te 1ucna también así?
PAui.: No. PAllL: Creo que sí. •
Yo: ¿Estú dispucs10 • corror un riesgo? Es ¡>0$Íbk '?'J< Yo: Entonces, dime qué es lo que sospechas. ¿~or que le
cuando descubras por qué. te duela. prco.."Up&bo a rn padtt que pcnnru '-endcr la ~cnda. .
PAui.: No importa. PAUt.: Pa.pá ¡Íemprc confió en que yo podna &)'\Jd:irf.c s1 aJ .
Yo: ¿Por qué crcc. tú que tu padre se negaba, simplcmcnt•, guna vez se encontraba en ápuros. ·.
a aceptar el hecho de que te cncontnbls en un apuro y necesi· Yo: ¿Te lo dijo al¡¡una ve-z? •
rabas divorci1ne? PAuL: No, jamás.
P•uL: No lo sé. Lo he pensado mucho. Yo: ¿So~s por qué no re lo dijo?
Yo: ¿Qué le habría costado dedr, sencillamente, algo PI"'· PAIJL: ll:o.
c:ido a: •Me hubiese gusado que fueseis copares de l\'Cl'lirOS. tll Yo: ¿Por qué no ocepcabo el hecho de que <cnÍ:ls un proble-
y Connie. Pero, si ettcs que no puedes, hu lo que consi<krcs ma y qucrbs di,·orciatte? .
preferible. Lo siento por ci. Si puedo ayudarte, dimelOJo? PAllL: Si me di-'Oráaba de Connie, dhidiría la fumilia )"P•P•
PAuc No lo sé. Oja.Lí me hubiese hablado así. y¡ no podria contar conmigo.
Yo: ¿Qué te dijo para que 1t entraran ganas de llorar? Yo: ¿En qué scmido?
PAUL: Dijo que necesitaba contar C'On mi ayuda. P1tuL: Yo podría irme a vi,•ir lejos. \ ' cntonc:es papá no po·
Yo: ¿Lo h1bío dicho ya alguna otra vez? dría contor conmigo. . .. 1.· •
PAuL:] amis. Y . n...:. 1endñas que h:1cer cú antes de poder irte a Vl\'tr ti:IOS"
Yo: ¿Cuándo dijo eso? º""~
PAt.:L: Vender la tiend:a. Exactam~te lo que 1e d'IJC que pcn.
PAuL: Cuando yo le pregun1ó por qué le prcocupabt t>nt0 saba hacer. l d •
que yo '=diera la tienda y deseara independizarme. · Yo· ·Y porquéledisgu$<oboqucp<nsaras,1'flder a ucn .,
Yo: ¿Te h1bla dicho ya alguna vez que tuviera preocupa- PAll~ Yo y Ja tienda en marcha éramos su pólin de seguro PJr>
ciones? el caso de que no pudiera seguir trabajando o de que se rcm;rJ

J lO 121
Yo: ¿Por qué cr<:<:s tú que cada vez que estabas en apuros te Yo: Realmenre, a vetes no es agradable.
sacaba de ellos i¡ lo hacía todo por tí. en lugar de dejar que tesa· PAui.; Lo que es para mi, no puede ser más desagradable.
caras tú mismo las Cll$1aña.s dd fuego romo todo el mundo? Yo: (Pomposamente.) ¿Qué preferirías, vivir feliz y do mí.na·
PAui.: Yo era su póliza de seguro, y sacarme de apuros eta do por tu padre, o desdichado pero ser responsable de <U pro-
pan él como pagar las primas. ¡Así especulaba conmigo, d gran pia vida y capaz de cambiar lo que quieras cambiar?
cs.ntamañanas! ¡Todos cscos años tomándome el pdo! PAUL: ($arcósticamente.) ¿Qué le parece a usted?
Yo: ¿Crees que cu padre es un tipo mezquino? Yo: (Con la mayor gravedad.) Espero que hayas aprendido
P•ut: No. todo lo que he 'rata.do de enseñarte.
Yo: Entonces, ¿por qué lo insultas? PAUL: ¡Empieza usted a hablarme como mi padre!
PAUl.: Porque ha abusado de mí. Dos veces traté de divor· , , Yo: ,(Sonriendo.) Veo que estás aprendiendo muy deprisa.
ciarme y siempre me lo impidió, porque a él no le convenía que ¿Puedo darte un consejo? . •
lo hiciera PAuL: Por supuesto.
Yo: Entonces, ¿por qué te entraron ganas de llorar cusndo . Yo: No_permitas que nadie come tus decisiones en tu lugür,
dijo que podía necesitar ru ayuda? ni siquiera yu:'~
P•ut: Dijo que estaba preocupado por lo que podía pasar
cuando le llegara el retiro.
Yo: ¿Crees que te csruvo dominando porque es un homL1·e En el siguiente co11junto de situaciones de la vida cotidiana, ve·
· mezquin·o o porque estaba preocupado? remos cómo varias personas hacen frentt4Sertivamen1e a lama·
PAUL: Yo nunc;,t me he preocupado tanto por mi futoro.]'l· nipulación, en una relación que, afonunadamente par:.i la su·
m:ís me ha preocup3do lo que me ocurrirá cuando sea ,.¡e;o. peM,·cncia de la especie huma.na, concicne más perspccti,-a¡ de
Yo: ¿Sabes por qué te manipula? · buenos sencimiencos y de intimidad que las relaciones ~ere
PAuL: Sí. No me divierte, pero sé por qué. Paul y su padre. Nos referimos ooncreramcntc a las rcl~cioncs
Yo: ¿Comprendes ahora por qué compadezco a tu padre? sexuales encre hombres y mujeres.
PAuL: También yo le compadezco. ¡Pobre tipo!
Yo:_<Sigues sí.oliéndote corno un chiquillo que debe consu].
társelo todo a su papaíto? ' "
DrÁLOC030
!,'A<JL: No.
, Yo: ¿Sabes lo que debes decir si tienes la impresión de que Dana y Beth hacen frente o '4s
te está controlando? mant'pt-1.ltJciones amistosas de sus parejtJJ,
· PAuL: Creo que sí. y muchos es1rtdian1es
Yo: ¿Por ejemplo? aprenden o decir «NO»
PAu<: «Papá, deja ya de pr<0cupane de lo que yo puedo re-
solver perfectamente.» En este conjunto de diálogos sociosexualcs, dos much;ich:t:;,
Yo: ¿Sigues considcrar1do rristc la siruución? Dan:.J y Bcth, hacen frente as-ertivamentc }' con éxito a sus pro·
PAUL: Sí. pios sentimientos confusos acerca de la cama y el mitrimoniv.

322 313
En el S<gundo diálogo, un psicólogo enseña a unas jóvenes es· con quienes salen son como su billete de cntr<1d1 en una rc:l:1·
rudiantcs, en gene..i poco complicadas, a decir «No•, astrtiv. ción con hombres; vienen a ser para ellas como pasar un prcclo
pero decididamente (u desean decir •No~). a las posibles pare- pare. no qued~r$C so1s.s, en lugar de compartir muruamcnre algo
jas que puedan tratar manipulativamente de convencerlas pa11 a la vez excitan[e y tierno. En d a.so de Oana, est11 actuó a im·
que se acuesten con ellos. pulsos de una variante actual de nues1ra vieja estructura mani·
Dana es una jefa de compnu, de v.:intisiete años. Me hizo d pulati\1a y de nuestro antiguo sistem1 de crttncias, variante que
efecto de ser una muchacha muy brillante, imposible de d..j. consiste en que, •crualmcnte, bajo la ~ida de la rO\'Olución se·
ficu como hermosa o como hosarcña por su rosuo ni por su 6 xual, clo hace codo d mund~. o bien «Si una mu~r no se des•·
gura; interesante y no desprovista de atrociivos. Dsna desaibía boga, acabará neuróticu o «nadie volvcrí • salir con cllu. Des·
su propio estilo de vida, sus salidas con amigo• dd otro sexo, pués de enfrentarse: con esta situación, • VttCS doloros1. de un•
como algo propio dt una soltcna que tenía que conquiJw •CÚ· manera mis ostniva, Dana Ucgó a !1 oondusión de que esr;i da·
vamcntc • los solterot para que saliesen con .U.; mediante 11' se de afirmaciones acerca del comporwnicnto seinW lsuy•s o
cuilidadcs de su penonalid.ad, y no puivamcnte gnacias a .., de 0<ros} contienen en si tanta verdad como laa allrma.;ones
mera apariencia fisica. Como es f.lcil suponer, Dan2 pas:i!n mu· m2llipularivu· que muchas personas usaban para domin.;1r su
chas vdldas sola o en los bares para solteros. Duruite las sc:sic· compon.amicnfo ~otros SAeetores de s.u exisuma:i. En mis es·
ncs de terapia ascniva, Dan a describió una situación que, al me· rud.'os clinicos sobre mujeres de todas las ed.des y circunso•n·
nos para ella, era insólira y halagaba cxm1ordinariameme '" O...s.. soltcns. divorciadas o \iudas, he obKrv11do que al¡un.1s Je
vanidad y d respeto qu< scnrll por sJ misma. Varias .anaruis an· d!:.tS ~p!~n ereenciu cstru<tur:ad:u de ts:l cl.ue dCerc-11 de l.u
tes dd incidente descriro en d da!ogo. Dana habt. conocido a nuevas posibilidades sexullcs. a modo de ,c:<cus.a p:iril no pJrtt·
un hombre que la habla •pueno en marchu sexualmente y por cipar en otras ucti,idadcs de interk, acli•·id•dcs susce;itiblcs Je
quien sintió una itracción general; le gusu.ron la mane~ que ce~ provocar en ellas modificocion01 que 1,., horlan ínrcrcsumcs
nío.John de mosrrarsc ateneo con ella, su LntcJjgcncia y su a~pcc· par2 orros hombres y no ~·2 bajo un punco de v;st:l mcr:.imcntc
co ílsico. Por consisuicnce, como n:sultado a la \'Ct de la e'ica.s.i. sexual. Estru~turar un:ts relaciones primordialmente: wbrc la
confianz1 que tenia en sl misma y de la 11.cracción Rsica que: John base del acto sexual es muy fácil, demasiado. Lo único "'J.lo o
ejercia sobre eUa, Dan• so aco116 con él en su primero solida (se qu~ unas rdaciones de esta clase no durwi mucho. al menos
hablan conocido en un bar paro solteros) pe•e a que, según para las mujeres (y ta.mpoco para lo$ hombres) que acuden a mi
Dana explicó m:ls tarde. en realidad no deseaba realizar el acto consultorio. El problema, po.ra muchas de ellas, es que quieren
sexual en aquella ocasión. Aquellas n.laciones no infundieror. conseguir unas r.elaciones íntimas «instan1inc:as» y OC) están
en Dan a ningún sentimiento victoriano de culpabilidad, pero b disp uestas íl p:isar por las dudas, las inetnidutnbres >'el duro tra·
disguscaron profundamente: habla tenido rclocioncs sexuales bajo que requiere 111 lento y a veces doloros..1 clabot'.ición Je esa
con una persona a Ja que apen:as conocía. y cuando no deseaba clase de relaciones í.ntimo.s. Esta, pues. era la siluac:ión en lo que
ccncrlas. Como era de temer, en aquella ocasión Dana no cxpc:· Dana. comprendía que se enconc~ba, concretamente cun John.
rimcn1ó ningún pJaeer, mientras que su compll1cro aJ parecer lo y con 1endenci:i a generalizarse c:on ttspceto 2 los demás hom·
pasó en grande. Como yo sugerí, y Dan a reconoció, muchas sol· br"5. Sin embargo, Dana consiguió hacer frenre pcrfc<:tamcn <e,
ceras consideran que J1s relaciones sexuales con los hombres esa situac1ón en un segundo encuentro casual con John. y lo con·

J1~
siguió empleando los técnicas verbales asertivas que habfJ 2prtn· L1 ríltitna wz. y con1prend<> fo q11c-1ic11/t'S, pero /.wJy c¡l1¡,.,,> «h,1rlar
dido en OtraS situaciones, sill haberlas pr11cticado especialmente ron/•n. [AUTORREVELACIÓN y DISCO RAYADO.]
con miras a los problcm.as del comportamiento soe:iosexual. ]oHN: Dana, no irás a creer que voy .a permitir que me dejéis
pJ¡¡ntaJo, ¿verdad?
Escenario del diálogo: Dana se encuet'ltra en compañía de 0A.'lA: Compren'4 lo 411e sientes, johnn)~ pero q11i~ro fC'gu1r
una antigua amiga suya, Jan. a la que llevaba años sin ve[. An1· hablantÚ! con Jan. [AUTORREVELACIÓN )'DISCO RAYA-
bas están sentadas en un rincón de un bar para solteros, de Re. DO.]
donde Beach, que Oana frecuentaba en 'Otros tiempos, y dur· /OHN: En codo el local no hay nadie más con quien valga lo
lan con entusiasmo acerca. de los viejos tiempos y de los viejos pena sentarse. ¿Quieres echarme 11 pe.rder coda Ja \'el:ida? ¿$e.
amigos (murmuración). ·cuando entr,a John. ve a Dana, se acer. ñas capaz de negarle un vaso de agua a un hombre qt1c se mue·
ca a las dos mujeres, se inclina sobre la mesa y dice: 're de sed?
DANA: Puede que tengas raz.ón_, pero sigo deseando charlar un
Joi·tN: Hola, Oana. ¿Qué hay? rato con Jan. [BANCO DE NIEBLA y DlSCO RAYADO.]
DANA: Hola. Bien, ¿y tú? . ' joKN: ¡La última vez fue c.an estupendo!
JoHN: (Mirando dircétamente a Jan.) Escupendamcntc. Oye. DANA: (Soririendo ot.ra \•cz'i cmpczando a divertirse.) C-011!·
¿quién es cu amiguita? Creo que es la primera vez que la veo. prendo lo t¡ut $ftnter, pero sol.o quier0 charlar con Jan. Sin e m·
DANA: (Ajan.) Jan, te presento aJohnny. (A John.)Janc:s bargo, voy a decirte un01 rosa. Tengo lib,.e la noche del vierne).,
una vicja'amiga. Llevábamos años sin vernos. Nos encontramos ¿Por qué no quedamos pdra salir? [AUTORREVELACló:-.:.
por casualidad hace unos minutos. DISCO RAYADO y COMPROMISO VIABLE.]
JAN: Encantada de conocene,Johnny. ]OHN~ (Pillido por sor¡:Íresa.) ¿Cómo? Bueno ... ¿Aquí?
]OHN: ( A nadie en particular.) Se me ocurre una gran idea. DANA: ¿Qué te parece si primero varrios a cenar y luego ,.e.
Podríamos ech.ar unos tragos aquí mismo, los t res juntos. y lue- nimos aquí o vamos o otro lugar?
go llamaría a un amigo para que se reunier~ con nosotros. ]OHN: De acuerdo. ¿Pasaré a buscane a las siete?
DANA: (Sin consultarlo con Jan.) Sería estupendo, ]ohnr.7, DANA: ¿Por qué no me llamas a la oficina ;.tntes del viernes y
pero preferiría seguir charlando con Jan un rato. (BANCO DE concrciamos los detalles? (Anotando su número de celéfono en
NIEBLA y DISCO RAYADO.] una secviUeta de papel.)
JoHN: Ese amigo es Wl tipo estupendo. Jan se alegraría de ] OHN: De acuerdo.
c;ooocerle. ] A~: Encantada de con0<.'0rte,Johnny. Ya nos \'e remo$.
DAN/\: Compre11do le t¡t1e sientes, pero preferz'n'a stguir cbar· JottN: Lo 1nismo ce digo.
/ando ton Jan a solar, un rato. [\,fá.r tarde, si aC4SO... [AUTO-
RREVELACIÓN, D ISCO RAYADO y COMPRO~llSO VIA· La expeíienci1t que vi":ió· Duna aJ afir1r111r su ind~~nd ...·n<.·1;1
BLE.] respr.cto de una p:treju socios.cxu:il sin 1encr ~ue apelar :i IJ ht'i ·
]OHN: ¡Lo pasamos tan bien el último día, D-ana! Estoy se- cilidad y sin acusar a John d e ~us propios sentimiencos coniu:;c.l$
guro de que Jan se haría cargo. Y podríais veros más carde. ante el hecho de h~ber sido inducida a ttcosc:.trse con él. r~sultó
º'""' (Sonriendo.) Celebro que tengas tan buen re<uerdo dt deliciosa para la muchacha. Dana no solo fue c.1p:.1 z el~ hac1.:~

316
frente• la actiNd de John sin necesidtd de cnvúrle al cuerno. ccmí que si me negaba no se habría seguido interesando por mí.
sino que inició d proceso de 'mw asertivamcnrc unas o~ Pero que no me gustaba nada haber obr1.do osí.
beses par• sw relaciones fuNnis. Prcgunré 1 0...1 qui htOú Yo-. ¿Y cómo lo tom6John?
ocunido después y cómo se había S<:Dtido. DAN.e No se enfadó en 1bsolu10. Dijo que senw mucho que
¡o no hubiese gozado en aqudh oasión y que si babia sido así
Yo: ¿Por qué quisiste que te llamara a la oñcina? ~ lo dijese.
º"""' Queña que nos citínmos de m111era regular en lug., Yo: ¿Y cn1onccs?
de cncontr.ume con é! en un bu. D"'"'"' Y entonces le dije que me sentía muy insegura de mí
Yo: Y por eso... misma, oon respecto a él. aunque lo pasáramos bien juntos...
D•N•: Y por eso quise que me llamara. Paro que hiti•f3 pCQbablcmente porque me gwtaba tanto.•
algún esfuerzo. Para que tuviera qu~ «pedirme» algo, p.., Yo: ¿Se lo dijiscc con tu m~jor técnica de aserción ncgaciva?
variar. . . .. .· D ANA: Exacromcntc.
Yo: ¿Y qué ocurrió? Yo: ¿Has vuelto a citane con él?
DANA! Me llamó el jucve~ Po! la rarde, y adivina lo <:uc mr DANA: Dijo·quc volvería a Uamarme muy pronto.
dijo «¿Sisucs pensando que re gustaría que fuésemos a ccnu Yo: ¿Y cómo lo interpretas tú? ¿Crees que lt interesas o que
junlos m&ñant?». trata de alejorse de ri?
Yo: ¿Y...? DANA: No lo sé. Es cosa suya. Si no me llama b ..roma pró·
DM<A: Dije que sí, y ooocrewnos los detalles. Me prcgut1r6 Jtima, le llamaré )'O y le propondré que vayamos • comer junios
si tenla preferencia por algún tipo de rcs12ur1ntes y le elije que a ver qué pua.
no me gustaban ni d Ch>SCD ni d Frucarti, porque erm dcnu- Yo: Y. en conjunto, ¿cómo}1cs la CÓS•? .
sit<lo ClroS. DAM.C Pues muy bien.
Yo: (Sonriendo.) ¿Y Jobo solró un $U$piro de alivio? Yo: ¿A pesar de no tenerle a11do=ua!menie?
DANA: No. Esruvo muy bien y dijo que por su parte ~b• D.i•.c Un tipo como John puede acostarse con quien quie-
ir a un local da Vallcy que le guslllba, de modo que accedí. ra cuo.~do quiera. No quiero competir con n•die en este plwo
Yo: ¿Y qué pasó? Si lt: intereso como Dana y dCM!a proseguir nuestras relaciones,
DANA.: Que fuimos aJlá y lo pasé muy bien en su compañia. 11 mí me basta.
Yo: ¿Y qué más?
DAN•: Y después solo fuimos a bc[,,,r unas copas y char· Según las úlcimas noticias. Cana seguía saliendo de vez en
lamos. cu~ndo con John y con otr0$, y. cosa má.s importante. s~ $cnth1
Yo: ¿Y qué más? más cómoda. en Sll pa.pel de pareja sexual aserti,·a y sel!!t.'li,·:i.. r
¡Y J\ada 11~.i.s! ¡Pete, tú solo picnsll$ en una cosa!
n flNA: habf:1 dej11do de considerarse como un trozo de carne t:nt,:i1n.t
Yo: Puede que tengas razón, Dona, pero ¿qué pasó des- del rajo de la cornicerla, a punto· de ser dcsp•chada al diente.
pués? ¿Se repitió lo de la primera vez? En su inter1.cción, Dtna comunicó su problema a John.
DAN,.; No. Después de la cena elije • John que me gwu· quien b ayudó e.n su propósito de bliecr frcnre a los ..,ntimicn·
ba mucho, pero que me había acostado con él solo porque tos confusos que le inspiraba su relación. Si Jolm no hubieso

Jl8 ,.,
sido John, sino otro bombr< menos maduro y menos Kgw<> d. ..! sobre terapia ucniva sisrcmática. Los trucos manipulati.-os
su propia virílid1d pcnonal, 1easo habría ignorulo los d-.. que yo cmplci en csre diálogo fueron parecidos a los que cm·
de °"'1• de explorar sus rd..ciones sobre una base difem nt Jd pbbs d doctor Hus en UCLA. Las rescc:iooes asertivas frenrc
sexo-int<ttSes comunes, intdtttuales, estilos de ~ • cslll manipulACi6n son las que Susto Le.me eligió para de·
objetivos penonales a largo pluo, gusros y avenlon<s, etc.- mosuu d empleo dt varias técniCQ verbales asertivas como
Si Jobn hubiese estado menos seguro dd arraaM> que ejeJCÍI defensa frente a un seductor a1racri\'O pero molesto.
sobre las mujeres, w vez habría tratado de mllJlipular \'CrlJal.
mcnrc ($«lucir) a O&ru1 y de llcvánda de nuevo a la cama a ix- Escenacio dd di~ogo: Sue y yo estamos sentados a una mesa
sarde los sentimientos con.fu.Sos que csre cornponamicnro...,. siruada en la cabecera del aula, y que representa el divín de su
citaba en la muchacha. En ese caso, Dona habría podido haccr "sali!a de estar. Acabamos de volver a su apanamcnro, al salir del
frente asertivamcnte a la manipulación sexual deJohn de la n:o· cine, y Sue me ha invitado a to.mar una ropa. Después de unos
ma manera que había aprendido a hacer fren1e a la manipt•la- tragos, me arrimo a Sue y rrato de besarla. pero la muchacha me
ción en orros secrorcs de su exisrencia. Habría podido empltlr- ·aparta.
lt u:cnica ucniva sistemática· qUC en$CIÍÓ a ccn1cnarcs de alu:rr.·
nos de UCLA, en la dase de introducción a la psicolosí•, el doc· Yo. ¿Qué ocurre?
ror A.aron Hass, un col(g;a y a.migo que fue uno de mis prirn~os Sue: (Sooriendo 1mis1osamen1e.) Esra noche no me siento
alwnnos licenciados a quienes adiestré t"n ascrtivid•d sistem~ti· con ganas.
ea en la Clinica de Psicología UCLA . El entonces condic!aro '1 Yry. Pues yo creía que lo h•bÚlmos pt.ado muy bien. ¿no~
doctorado. Hass, y una deliciosa licenciada. rombibl alumft1 Su1: Es wrtÚJ. lo lH púat!o mrr¡ bit• «14 na<bt . [BANCO
mb. o la que él mismo babia reclutado, hiáuon el recorrido do DE N:EBLA.J .
las numerosas dllSCS de psicología para enseñar a las jó>-enes <S• Y<Y. Entonces. ¿qué re pasa?
rudíantes (y sus fururu parejas masculinas) con poa o ninJIWll SuE: No comprendo. ( Qvl hay de mak>en '(Ut <tia noth• nu
experiencia sexual. a decir ase:n::ivamcntc •No» 1 un compañc· me rinr14 con ¡anos? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
ro empeñado en seducirlas medíanre técnicas de manipubci6n Yo: Pero ¿por qu! no? Creí que me amabas.
que iban desde el rruco de mostrarse «herido• hasta lu dccla: Sui::: Y lt 1mo, pero, simplemenlt, esta noche no m e 11pttt·
raciones encaminadas a $U$citar sentimientos de culpabilidtd o ce acostarme conti¡o. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYA-
de ignorancia, y las acusaciotles más o menos veladas. Aunque DO.]
el doctor Hass hacía ol:!servar que lo maynría de los hombres no Yo: ¡Con lo bien que lo pasaríamos!
se mues1r:tn tan empeñados en llevarse a la c11ma 11 un11 mujer su~: S1: ts posible, pero t'SIO noche no qtritro aco1tar11J(' cr1nlr·
como el hombre cuyo papel encarnaba él en la demostración, go. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.]
consideraba imponante demoscrar cómo cabía emplear la ascr- Yo: Creo que uría una. experiencia fantástica para los dos.
tividad aun en el caso extremo, en el que un hombre o un mu· Su2: Una w: 111á1, ''posible que Jengai ra.zón, pero, s1i•1p/~.
chacho frujtr>do se muestra irritado conrra su pareja. El si· mente, no mt aptte<t. (BANCO DE NIEBLA y DISCO RA.
guientc: diálogo sobre esia situación fue intcrpcecado por mi YADO.]
colc¡a SuSall ~e y por mi en uiu reunión p~ctica proíesio- Yo: ¿Qué hoy de malo en que lo puemo< bien?

)JI
Sus: Nada, 'qui yo iepa. [BANCO DE NIEBLA.) a acostarte conmigo. (Nota: d más bajo de iodos los chanrajes
Yo: Entonces, ¿por qué me rechazas? posibles.)
SuE: No lo tt. Solo ri que '114 ntxhe no tm¡o ¡1n1u IÚ """' Su1: Tal vn t~ntp rnón; si "'e import4Ft1J mis •«~Jma a
Umrt tt)ltligo. (AUTORREVE.I.ACIÓN y DlSCO RAYADO.] «0rt<imrta,,.1igo. [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.]
Yo: Pues yo considero que es pcrfccumcnte ntrural hactt· Yo: Me siento tan solo...
lo cuando dos personas se quieren como tú y yo. Sus: (Se limita a sonreír en silencio.)
Sue: No comprendo. ¿Es qut lt parece antinatural qut no Yo: No te importan nada mis sentimientos. ¿1ienes acaso
11ng• ganar Je ocostarme contigo? [lNTERROGACIÓN NE· algún problema?
GATIVA.) Sue: Tengo un ""'11tón de ptOhll'mat . [ASERCIÓN NECA·
Yo: Podríamos dar rienda sudta a nucsuos scntimiai;:os ! TIVA.)
conocemos mucho mejor si nos a~os¡á¡amos juntos. Yo: ¿Tienes algún problema con el sexo?
Sus: Es poribl<. ·Tambiin ¡o dereo dar rie"'ú rritlta a nuutros Sus: No creo. Pero ¿puede tabtrre que hay en mi comporta·
· st1tt1"mitnto1, ptro no si para eso ttn11mot que oCOJttJrnos juntoJ. mftnto que tt bago 1upo11h' qut tt11go un problema sexual.'
[BANCO DE NIEBLA y COMPRO,t.USO VIABLE.) (BANCO DE ÑÍf.BLA e INTERROGACIÓN NEGATIVA.]
Yo: Tú y yo noo compiendemos... Yo: Me da la impresión de que hay algún prejuicio qU<: <e
S11e: I'ttntr ratón. Mt gutta h4búr contigo. [BANCO OE impide aeostane conmigo.
NIEBLA y AUTORREVELACIÓN.l Sus: Supongo que esa es la impr<tión que debo de causar.
Yo: ¿Te das cuenta de cuánto mejor sería todavía en Li can11, [»ANCO DE NIEBLA.] . .
con el afecto que sentimos el uno por el otro? Yo: Yo podria ayudatte si eSte et 1u problcm•.
SUE: Ú)Jrrpm<do lo qut litnttt, pero no quim oroflllro" Sul!: Et por&, pero noquínooeottarme cont1io. [BA1'CO
C1Jntigo. [AUTORREVELACIÓN y DISCO RAYADO.) DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
Yo: éOué tengo yo de malo para 1i? Yo: Siempre dices que te preocupas por los demás, y sin ém·
Sus: Por el hecho de que no mt acueste conti¡o, ¿consideras bargo no obras conforme a lo que dices.
que J1bo encontrar algo malo en ti? [INTERROGACIÓN NE· Sua: Puede que ttngar razón. A IHClt me centradizo a mí mis·
GAT!VA.) ma. (BANCO DE NIEBLA y ASERCIÓN NEGATIVA.)
Yo: En todo caso, está claro que no te atraigo. Yo: Toda la noché hemos CSt@ hablando de la superlici:úi-
SUE: !Con asombro.) ¡Ero riqut no lo <0mpr1nrlo! ¿El bed>o d1d QUt imper• en lat relllciones entre la ma)'O!fa de l•s pc!S<'""'·
d1 que no mt 4CUtsle contigo qui6re Jecir que no me atraes? [AU· No inician nada serio, profundo. Yo ispiro a un nivel de com·
TORREVELACIÓN e INTERROGACIÓN NEGATIVA.) prensión más significativo entre tU y yo, y rú pareces rc:hu1rn1c:.
Yo: Creí que me queñas. S~e: Probablemtntt es vtrdad. (BANCO DE NIEBLA .]
Sus: Y 1t qu11ro. pero ~lt• nOÓH no quino •(Otla,me ccnli· Yo: ¿E.s este el juego que te gusia pracúcu con los chicos;
io. [BANCO DE NlEBL>, y DISCO RAYADO.) Sue: Nou entiendo. [AUTORREVELACIÓN.)
Yo: ¿Me quieres mucho o poco? Yo: Creo que es<• noche has jugado conmigo ... No has ce·
S11e: No ettoy muy regura. (AUTORREVELACIÓN.] sado de declrme lo bien que lo pasabas conmigo, y hastit mc: ha.s
Yo: Si realmente te importaran mis sentimientos, accederlas lnvit11do a subir a tu apartamento.

})2 )J)
Su-s: (Sin d menor sarcasmo.) Es evidente que al invil4rlr t muchacha asen.iva. Beth, quien tuvo que hacer frente a una pro~
subir a mi aparl4mento le he inducido a error. Ha 1itlo una lontt- pue!tca de matrimonio procedente de un joven 31 que queria,
"4 ~r miparte. (ASERCIÓN NEGATIVA.) ptto a.I que consideraba con cierta aprensión como compañero
Yo: Hay un nombre pan. las chicas como 1ú. pan toda la vida. Conocí a Betb como resultado de una consul·
Sus: ¿Cuál? (INTERROGACIÓN NEGATIVA.) ta sobre peifeocionamiento del personal y técnicas de comuni-
Yo: Calien1abrnguetas. . cación, por cuenta de un organismo público. Se me encargó que
Sus: (Acercándose a la puerta, abriéndola y quedándose de diera ti personal instrucción asertiva sisle(llácica~ y Betb Í\1C in·
pie en la pane de fuera.) Fue un t"º' por mi Porte invitarte a su· cluida en uno de los primeros grupos que se formaron. Gracias
·bir. Vtu,.por favor. '[ASERCIÓN 'J'IEGATIVA y COMPROMI· · ·.. la educación que había recibido y que la h•bía librado Je mu-
SO VIABLE.) .. chos prejuicios sobte lo·que.-e-debe y lo que no" Jebe hacer.
Bech se encontró como pez~ da.gua en Cuanto empezó la ins·
Aunque el ejercicio de demostración fue llevado.al peoro.,. · · crucción. ble!lamos a hacemos buenos amigos )º mancu\·imos
tremo posible con miras a toda·posibré rélacióli futura, podem0< nuestra relaciÓa, aunque nos Véiam·o s·c;on cierta irreguloJrid.a<l.
observar que si el hombre <!el diálogo hubiese <rendido al «N°" una vez ccrminado el programa de perfeccionamiento del per·
asenivo pero decisivo de la mujer en los primeros momentos, ha· sonaJ.. que duró un año. En uoo de nuestros encuentros. Beth
bóa quedado en una posición que le hubiese permitido volver a me concó sus experiencias con Tcd, un muchacho al que apre·
salir con ella en otra ocasión y ver si había cambiado de idea.. E.i. ciaba mucho y que le babia pedido que •~ c»saru con él, y me
minamos de la demo$tración todos los 1111cos balagadores pto- cor.tó el compromiso viable al que había llegado con él. El si'
,pios de un seductor, como por ejemplo: «Creo que te ama>>, ((Me guiente dillogo es una versión,.abreviada de muchas de esas in-
tienes tan loco que pensando en ti soy incapai de estudian., teracciones que Beth y Ted sostuvieron a lo largo de un peóodo
«Tienes una sonrisa y una personalidad,.,, "sexy" que no puedo de varias semanas.
menos que besane para que lo sepas». <(Tú y cu cuerpo sois tan
fascinantes que la mano me tiembla cuando pienso en tocart~. Escenario del diálogo: Beth está sen1aJo en la sala Je .:s1.tr
Tales halagos son, porsupuesco, imbecilidades absurdas encam!· del a¡:>attamenco de :red, una calurosa 13rde de sábado. y TeJ lle·
nadas a crear un clima sexual cuando las dos parces han Jade si~­ ga (le la c;.">Cin:i con una j.1rr.t de vino, hielo picado y ft \ 1(;1 p:ir:i
nos ycrbalcs de sentir interés $CXUÜ una por ot.ra. llevarlo codo con ellos a lu piscina. Ted es el primero en hublar.
Después de la demostración, pregunté a Sue por qué se había
acercado a la puerta, la había abierto y habla permanecido dt: pie Teo: ¿Por qué no nos qued.arnos :iquí charlando un ruto an·
en la parte de fuera del :.1ula. Sue se dirigió hacia los presentes, que ces de ir a n;id~r? Quisiera hablarte de ti y de mi.
participaban en la reunión d~ prácticas, y contestó: (cFíjense en la BETH: Parece que se trata. de a1go grave.¿ He hecho algo qt1r
diferencia que hay erltre nuestras estaruras. En esas circunstm· te baya disgustado? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.]
cias, ¿qué solución debía preferir, la huida o la lucha?». Tu>: (Sonriendo.) No, pero me disgustarás si no haces lo
En contraste con las dos primeras situaciones expuesc.as en que voy a pedirte.
este conjunto de diálogos, la siguiente versa no solo sobre rela- BETH: Dispsra.
ciones sexuales y salidas con amigos, sino tambi~n sobre una TEo: Eres la chica más simpítica e intcrcsanle que ht conv·

JH )35
c:ido, Bcth. Y creo que tú opinas lo mismo de ml. ¿Me quieres que no tt quiero lo Ódsl(l.fl/~ CtJmo porll casorme conti'go y qut eso
mucho? teinqtiUt•. ¿Es osíl 0 NTERROGACIÓN NEGATIVA.)
B1m1: ¡Horrores! TEo: Si, me tienes sobre U<uas.
T10: ¿Lo bastante para casane conmigo? BETH: ¿Quin-tS qut d,¡t ¿,hdarlt prtguntas .ara b noso-
BnH: No lo ti. (AUTORREVELACIÓN.) tros dos? (INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
Tao: ¿Por qué no? Hace ya cerca de un año quesalim<'Sjun· Tso: No.
1os. Debería haberte bascado para sobcrlo. BETK: Perícc1amente. Ht obren:ado al¡o que me preoa1p•.
BITH: Ea posibk, pero, fntnClllncn1e, no lo si. (BANCO DE Creo qut tienn un p«o de ctlor Je lor demds mflffl•chos que ba·
NIEBLA y DISCO RAYADO.) bl•n conmigo en l• piran•. ¿Euoy en lo cierto? (AUTORREVE.
Teo: Nos ª"'cnimos mucho. ¿no c.rccs? LACIÓN.] .
B&TH: Sin du"4, pero pasorlo l¡i~l\.iY!'IOS cuando 1Mimo5 no Teo: (h la defensiva.) tPor qué cendria que kntir celos?
es lo mismo qµe avenimos las veinticuatro horas del dr., como BETH: No lo si. Pero 1lo~síen1cs rcalmen1e? [AUTORRE·
debe ocurrir en el matñmonio; 4/ mtnor ye cr8o IJU8 HO11 lo mis· VELACIÓN.) .
mo, y e11oes lo que me preocupq.. (l\ANCO OF. NIEBLA v AU· Teo: Solo un poco, pero es lo más nttural, con tu 1ipo y l•
TORRE VELACIÓN.) forma en que r~·, hisbl...s.
TEo: .:Cómo podemos saberlo si no lo probamos? Nos e•· B l?TH: Titne1 ro-:ó111 T1tf; JO'y un poco '°"l,Utta, pero soy a11:
ponemos a pasamos la vicia saliendo junios, sin más. Y no ca.mbiart.ÍI 11.un'lue n1t coura. (BANCO DE NIEBLA y
81m1: fu vtni.u( pero hay algo que no comprendo: ¿qui b.¡ ASERCIÓN NEGATIVA.)
tk-io .,, ulir juntos 7 no aSt•mosl (BANCO DE NIEBLA y Tm: !Guarda silencio, )111 tanto herido.)
AUTORREVELACIÓN.) BETH: Si nos cas4nmos squirías sirítiendo celos, pon¡ut
T10: No es que baya nada m2lo ea ello. Simplcmcn1e, quie· me gusto roqutuar, n algo qvt /"""4 portr de mi pert011autkd.
ro casarme contigo, eso es tocio. Pero ato no quit,. Jtti, qut <Sii dnea11do acos!Jmnt co11 tilos.
8!TH: éAC-#-lO I~ prtOOipa el btcho de qu6 nos 4COSttmos¡Ux· (ASERClÓN NEGATIVA y AUTORREVELACJÓ:-1.]
tos sin ut•rasaJosl [INTERROGACIÓN NEGATIVA .) Te:>: ¿Y cómo quieres que yocs1é seguro?
Tso: No, no, en absoluto. Lo que pasa es que euan10 más lo BETH: No lo si. Suponio qlledt '4 misma m•r.er• que ytJ debo
pienso más deseo casarme conci,go. ron/iar en ti. (:\UTQRREVELACIÓN \' ASERCl\)N NEGA·
BnH: Tcd. Te agratkzco mudJo que me digas tsto y <reo q11e TIVA.)
11 una manero ideo/ de decirme que me quit1tl; pero sigo 11nit11- T eo: !En 1ono decisivo.) ¿Así que no quieres ""sune con·
do '4 imprtrión dt que algo te inquieta. ¿Ertdr rtguro dequt no te migo?
preocupo el tipo de rtlacifJn que sostenemos? [AUTORR.EVELA· BeTw; No lo si. [AUTORREVELACIÓN .)
CIÓN e INTERROGACIÓN NEGATIVA.) T eo: (Sarcisrie:amenre.) ¿Cuánto tiempo crees tú que t:ird:t·
TaD: En cierto mod~ me sicn10 menos seguro por el hecho rás en 2verigu:1.rlo?
de no kr más que novios. Estada mucho mis seguro de que me BETH: T•mpoco lo rl. [AUTORREVELACIÓN.) •
quiues si estuviésemos casados. TED: Entonces, ¿qu~ debo h•ctt? No quiero sep•r,.me de
BETH: No comprendo. Creo entenkr qut me tllós JiaenlÍ<> ti porque 1e quiero demasiado p•r1 pcrden:e, pero al mismo

})7
tiempo no quiero quir inquieto, pcosat1d.o si me quieres o no. wd.uon en llegar al compromioo de cmpcur a vi\ir juntos para
Brnt: (Por '{Jli no nos fani•mos y vivimos julflos? (COM· ver en qué medida CWI compatibles. En la pr.iaica, las dudas de
PROMISO VIABLE.) B.tb ~de Tcd como compoñero pani toda la vida resulwon
Tao: ¿Qué diferencia habría? ¿Qu~ duc de repuesu u confunados por la experiencia. Después de ~is meses de ,.¡..;,
esa? Pnlaiamcnte yo vivimos juntos. juntos, Tcd y Beth d«idicron de ccrnún acuerdo scpanne y SC·
Brn<: Et <4tÍ -¿,,d, pero yo erro qut sm1 dt/trtnlt. Aho· guir cada uno su propio camino. Como d lector aCl!O babri CO·
na los dos somos todo lo libres que queremos, mientnas que si lumbrada a través de lu repucstu de Tcd en d diálogo, su scpo·
vivi~ramos juntos tendríamos ciertas rcsponubilidades d ración fue amiStosa, bouda en dif<rcncias reales en sus estilos
uno parad otro. [BANCO DE NIEBLA y AUTORREVELA· personales, que eran dillciles de concilitr y annonízar en lu ,;du
CIÓN.] en oomún que hablan emprendido. Lo que se habría conl'erti·
T20: ¡No podemos vivir juntos ! ,• do en una desdichada sltu.ci6n sentimental y legal se C\Íló desde
Bl!TH: No comprendo. ¿Qui bay dt malo "' vivir ju111()1? d primer momento 8""cies a que Bcth prestó a1cnción a sus pro·
(INTERROGACIÓN NEGATIVA,) pi.os scn[imientoS íntimos y acruó asertivamcntc sobre esta base.
Teo: ¿Y si los vecinos se emc.,.ran? Parte de esos scn1imicntos eran dudas bas•das en los propósitos
81TH: ¿Por qui te horrori;;a ldnlo ÚJ posibilid•d d• qu< lor..,.. ocuhos de Tcd al insisdr en casarse con B<di; era evidente qu<
ci1101 lo•w:riguaran? (INTERROCACIÓN NEGATIVA.) dab• p<>r supuesto que, como m•rido legal, tendría .dc=h.,.."
T10: No lo sé. Probable01ente la mitad de ellos rompococs· obligar a Bcth a Jepr ele coq~eu con los demás. El <'C<juctw Je
tfin cas1dos. Bcth aa un comporrun~to que activab• la desconfianu que
Bnw: EJJ.ó bt"m, pno fi tú qui"n pod~lllM muJ4mo1 1 11r sentía Tcd en cuanto a sut propios 4trJcti\''OS se:.'<ualts ~l"J l.u
Nrriodotttlt lf4dit 11os contr..az. [COMPROMISO VIABLE.] mujeres y a su capacidad psra 111a1uCftCl'iBeth scxualmcnt<int<·
Tn>: No. prefiero seguir •qui. rest<Li por él En Otros diálogos. d lector vcri cómo los •lumoo<
8ETH: EJ próximo fin de semana trasladaremos mis cosas. ha= frente a esos propósitos ocultos de sus parejos. obli~.índu­
¡Menudo uabajo tendremos! les aserti\wnente a dttlaNr tbienamcnte sus ansiedades .acen"'.I
T10: ¿Y qué les digo yoa mis padres? de SÍ mismos O de as rel.cioncs intimas que COmP'JrteD. ,'l,m Oh·
BETH: ¿Qui hay tle malo en no dtcirltt natÍ•? [INTERRO· jeto tic buscar los posibles remedios para esos temores ocuhos.
GACIÓN NEGATIVA.)
T10: Lo averiguarán.
BeTH: CutJnáo tta ti memento, r4tQfvtr(flt01 ~/ probltmtJ. Tu
madre y yo nos avenimos mucho. ¿Prefieres que durmamos en
mi como de latón o en tU$ com;1$ gcmdu? (COMPROMISO
VIABLE.)

Aunque Ted semos:rró rruís manipuLacivo <le lo que 11p¡irccc en


d presente diálogo, es<> '"'"ión abfC\iado rcsumcsimplcmenit I•
inter.icción que ruvo lug'>r durante las scmon:is que Ted y ISeth
11

Relaciones entre iguales, re.al mente íntimas


(sexo y aserción)

Cuando los alumnos de mis cursos de uen:ividid han dej1do de


~ nowtos, una V1'%que han hecho mucha prái:ria.,., d empl~
de 1US técniar'ttrbalcs asmiws, .,., ~ (o .,., tenipi• de gru-
po) y en sus vid u c:o<idianu, diri.ío su atención lucia los nume-
rosos problemas a los que Bcth aludió .,., d úlrimo diílogo: los
problemas oon los que todos debemos erurcnrarnos cuando vi-
vimos con orra persona de manera permanente.
Empiezo por h•ccr que Se cjcrcittt1 en siJu.tciona en las que
pueden aprender a mostrane u ertivos frente a las pcnonas
que cuentan realmente para ellos, a sus ser<S m4s queridos y<'~·
yas oplnloncs son más irnponaittcs para ellos: sus ptrc;as, sus
am11ntes, s-~ esposas o sus maridos. Para acdcrar la marcha en
d aprendizaje de estas relaciones de isualdad. de imponancia
primordial, les propongo que empiecen por ejercitane (al me-
nos en clase) en un detenninado sector del compono.micnto, un
sccmr que lleva consigo I• gurantla innat4 y psicot1siológica de
suscit<&r y captar nuestra atención y 'nuestro interés: el ltxo.
Hago que los alumnos empiecen por ejerdtane en la r«nica de
afirmar verbalmente sus deseos o sus fanras(as sexuales y expli-
co que la asenividad puede contribuir a resolver esos proble·
mas, a VCC'CS me interrumpo y csC'\ldriño los rostros en bu,sca de
impresiones. Indefectiblemente, descubro cnronccs iodos los
ojos clavados en mí, y a menudo el silencio es can 1bsoluto que
oigo la rcspiraci6n de mi$ alumnos. Este mismo interés se ma.ni·

¡41
fiesta en d cruayo de papeles asenivos sobre deseos sexuales, y bltSCI de un empleo, la u1ilización de los ra1os de ocio, el cuida.
yo lo aprovecho en beneficio de mis alumnos. Nuesini estructu- do de los hijos, el uso del dinero familiar, la comp.- de un• nue·
ra Y nuestra psico!Wologla no nos pemúrcn sentir ansiedad pee va cas&, etc. La lista es intenninab)c. Un1 vez que los alumno1 se
algo Y al mism~ tiempo intenso inrerés por lo que pfO\'OCt nucs- acostumbran a mos.tranc más asertivos en general con sus eón·
'"' ans'.cdad. Si alguno de nuesuos primos ancestrales fue capaz yug~ ~parejas, les propongo que vuelvan al sector del sexo y b
de r<aliur esa auténtica ge11a p•ico6siol6gica, su especie, desde asoraon, paraexamtnarpor limismoslasrel1ciones entreb fa!.
luego, so ha extinguido. Ya no hay sores humanos capaces de ta de aserción, la manipulaci6o, b manera deficicnrc e indlcaz
permanecer impávidos, ÍnlenWnente Íascinados, mi...tns d ti- de hacer fren1e 1 los can11ictos conyugales, y las dificultades se·
gre de colmillos como puñalc. cania contra ellos... Tales desdi- males. Como último ejercicio en clasc, propongo que .. ejercí-
chados aprendieron por amarga experiencia por qué lülittr difi~rrvse ase~'OS con una pareja im11inari1 que tcng;a
-·- .......
sido mejor, para sus propios inrcrcscs -y otroo buenos scrui- una ticultad se1'Xtlai, ' - - _ , .i. •nada
micnros- senrir miedo y acruaI en consecucncii· Oc la misma perarsuproblcma. ComodkCt~r~ravlr~~J:~.9 1 su·
manera que d temor in1enso puede ahogar nuestros ddiciosos siguc:i, muchos problemas sexualc. 1icnen sus Nlces en el esiiló
sentimientos de gozo y c!e in1erés, igualmente d interés intenso pasi;-o. no ase¡U,.., o manipulttivo, de 11 pareja KXual.
y ouos buenos sentimienios pueden supcru algwu. de nues· l.;na de las maneras rn:ís Intimas y m:ís signific-•m·.u de CO·
tns ansiedada. Puesto que las relaciones Intimas son aqueil>s municamos consiste en comp-3rtir W'lt experiencia sexual con
en las qu" los alumnos experimentan la mayoría de sus ansieda- un ser al qu• amamos. Muchas •xpericnciu que compartimos
des cuando están 1prcnd:icndo 1 mostrarse: cscnivos. tnto de con esa penoaa y ()(ras de nuestra intíJl'\,idad son l¡ua.lmcnte
oíreeedes una oporrunidad de trucar los dados en su favor. imporc.a.nres p:ara nU<Stro bia'lestar. para "sentimos contentos
de darles una ligera -••ia a la hora de lucer frente a esas an- de noso<re> mismos, pero b comunicación sexual como acto de
siedades, haciéndoles ejerci1arso primero en una siruación que amor es algo especial. El sexo, aunque no es miú que uno de los
por sí misma es interesante y divertida. Otra veniaja que ofrece eslabones de la cadena de nues1t1 comunicación con nuestra
el hecho de trabajar con ma1erial sexual. por norma general, es pareja (es básicamcncc un componamlcnto primici\'O y, en gran
que d alumno comprende que, si puede hacer frence con sere- medida, mecónicol, a diferen1e de los dcm<s eslabones. Su dis ·
nidad a •S?• deseos personales que pueden ser turbadores (a pe· rupción no solo es una pérdida en sí, sino que puede complic-ar
U. solución mutua de problemas que nada tienen que ver con el
sar de la llamada revolución sexual), no ha de serle 1an difícil ex·
plicar igualmente otros deseos. El mérodo que sigo consis1e, s~xo. Si l\t 1etivid11d sexual íntimo resulto a menudo perturbgdu
pues, en hablar de comportamien10 sexual, de deseos sexuales, a causa de la presión que ejerc-en los problem1&s e1<teriorcs o 1;1
de problemas sexuales y de la interacción entre se•o y aserción. """'ªde dificuhndes sur¡¡idu1 en el propio ucto sexm1l. ¡)(Id«
Después de exponer estas cuestiones, hago que los alumno:> cm· mos perder una manera p11rticul11r Je: con1unic.-rnO:i ,...._,11 nu..:s·
pi«!ttn a ejerci1-arse en mostrarse sexualmente asertivos y, una tra pare;n. Como miernbros de la únic~ especie conical. 4l1~ º'-'li
vez que han conseguido expres:ar scrcnamcrttc sus deseos y ne· cnorgullc~rños de las proezas de nuatro 1Í'\telccto. Sl)Sl)\.'l' h'-'
ccsidadcs sexuales, les induzco a cambiar de tema y a mostrarse que seria mcy grwde nuestra sorprc:sa si supié;amo:s lcl'S .1ut~11 ·
asertivos fren1e a sus parejas de príc1icas a propósito de cual· ric.:os beneficios para la supcivivcncia Je 111 humanidJJ 4u\! =-~
quiera de las mil y una situaciones conflictivas matrimoniales: la han deri\'ado de los conflictos resueltos en1rc sábJnas J-:sput.:..S

HJ
de una experiencia sexual satisfactoria. Hwnildunente me pcr· rapy, Beverly Hills, California), d Modelo tÚ lo ira (wi ej.!rcito
mito aventurar que los resultados de tales negociaciones noc· de terapeutas tradicionales), y el modelo mixto, con elementos
rumas rebasan en mucho los que han obtenido todos los M<I· de los modcle>s de la ira y de la ansiedad a la vez (doctor William
tcmich, KUsinger y Chamberlain de nuestra especie, que a lo MJlsters y Virginia Johnson, Reproductivo Biology Rcseorch
largo de la historia han luchado por .Ja paz en nuestros dcin· Foundntion, Se. Louis, Missouri: doctor Willíam Hanmon y
pos». Por desgracia, en sus relaciones enir.: iguales, muchu pa· MarUyn Flthían, C:nter for Marital and Sex.W Studies. Long
rqas tropiezan con dificultades que les impiden sacar provecho Beac:b, California). Como puede verse por los tirulos descripri·
de esta válvula de esarpc namral que contribuye a eliminar o re- ,,,., nuesuas primitivas modalidades de defensa o de reacción
ducir las ansiedades, una vilvula de desahogo que au un dime -micdo-huidt. ira·agresi6o- nos gobiernan a rodas cuándo
de intimidad sut<:eptible de contribuir a resolver los conOictOI nos encontramos con alguna dificultad, incluso de índole se.•u.J.
por medio de auténticos compromisos mutuos. La cxpcricnda . El modelo de la ansiedad gane del supuesto de que, si goza·
y las iJlvestig•done.,nos'hon cnsctl•do - mí y" mis eole~11. mos de buena s.lud f!ska y neurológica pero tenemos plantea·
..- que bemo! cstudíado el funcionamiento sexual humano en el Jo1 d~ mantTtZ perrirtente ci61'JOS problemas sexual~r t:Spt·d/t'ros.
ámbito de la dlnica o del laboratorio- vorias cosas ae<rca de ello $i¡¡nifieo que hemos adquirido un• ansiedad condicion•dJ
las dificultades sexuales y de su influencia en los problemas qut o adquírida, suscitada por los e>dmulos sexwlcs, que perturbo
se plantC111 en orcos sectores dentro de unas rclaáoncs íntima nuestro comportamiento sexual. Dicho en un lenguo.jc m:is sen·
enue iguales. Por fortuna. no solo hemos aprendido a uaw cilio, d modelo de b ansiedad nos explica: cEl ser humano no
muchas dificultades sexuales con rdativa rapidez, para poder es1á hecho para gozar sexualmen1e y preocuparse al mismo
aliviar así el sufrimiento psíquico del enfermo, sino que cambién tiempo por cosas como los impu<Stos qve d ebemos po~ar'>o.
estamos empezando a aprender que d hecho de mostrarse &SCr· Para le>s verones, es1os problemas sexuales cspcciftcos son lo
úvo con una pareja iexual no solo puede contribuir a diminarl1 eyaculación precoz, y lt faJia o púdid• de erección; paro los mu·
dificultad sexual, sino también a ayudar a resolver los proble· jercs, t!l vaginismo (contracción involuntaria de la abcnuro. va .
mas de la convivencia que cst2n en el origen de ciertas clificulu· gin al que impide el coi10), la fulra de orgasmo con una parejo de·
des sexuales. P•ra comprender la rdación que crine cnuc la terminada cuando anies oo había problema .Jguno con es12 o
falu de ascnivídad y las dificultades sexuales, exsmincmos bre· roo ctras parejas, o b f..112 de orgasmo con cualquier pareja.
vcmcnte algunos de los tipos de problemas scxu.Jes que nos es masc;ulina o femenina, mientnS que el orgasmo se produce re-
doble aislor y tratar clínicamente, los rres modelos bá>icos de gu!:anr.cntc en otro contexto, como, por ejemp]o, la masturba·
1ratamiento psicotcrapéurico adecuados para vencer estas diA· c.ión solito.ria, El tratamiento administrado según este ml'Xic1o
cultades, y V<remos entonces dónde y cómo el hecho demos· presupone que esas dificultades son reacciones íóbit"as o 1.le te·
crarnos asertivos con nuestra pareja puede concribuir a supe· mor aprendidas, condicionadas o involuntarias (gencralnlcn'e
rarlas. o
llamadas erotofobia cualquier otro de la media doccn• de
Los m:; 1no<lck.s b.i.sicos de tratamiento para los problemas nombres espantosos con 10$ que se las denomina) y que son
sexuales y l0$ terapeutas más asociados a su empleo son: d - de b misma naruraleza que 0tn dase dt fobios, corno d miedo a
¿¿,, Je lo •n1ie'4d (doctor Joseph \'<7olpc, Temple Univenity, bs alturss (acrofobia) o el miedo 1 los espacios cerr.idos <cl•u•·
Pcosilvania; doctor Zev Wandcrcr, Centcr for Bchavior Thc· trofobia).

l44 14!
Como la mayoría de las afecciones fóbicas, las reacciones de tejido vaginal, les daré veinte dólares. Tienen treinta segundos.
ansiedad sexual adquirida suden cener asociada una historia ¿No les basta? ¿Quieren un minuto? ¡Concedido!•. Ni una sola
de uauin.a concreco (shock de la ansiedad). Algunos pacienl<O vez he tenido que pagar los veinte dólares. Lo que se trata de
sufrieron los cfeccos de un sentimiento de culpabilidad por el demosuar. por supuesto, es que la fuerul de la voluntad -or·
hecho de haberse masturbado en Is adolescencia, o bien su pn· denamos a nosouos mismos sentimos «sexy-- no funciona, de
mera pareja sexual no acertó a tranquilizarles cmotivarhente o a la misma manera que en otras situaciones fóbicas no aliviaremos
ayudarles cuando se senáan demasiado ansiosos ante una pri· nuestra ansiedad ordenándonos a nosotros mismos no sentimos
mera experiencia (cosa que ocurre con frcCuencia). Casi si-em- a.DSJOSOS.
pre: los pacientes con reacciones sexuales fóbicas explican que, También como en d caso de las demás fobias, la reacción de
por Viriás · ciiusas'~-cansancló flsico, preocupación por ocros .. ~sieda.d sex,ualmence condicionada puede hacerse ex:tens.iva a
problemas, tensión general, demandas excesivas por pa.ne de su tod; Clase <le otras estímulos asociados con el acto sexual, hasta
pareja, etcétera-, hubo un peñOC!o concréco de üempo en el el punto de conducir a una re~i:ción' gttrcÍtJ· de huida o de re·
que su actividad sexual era deficiente ranco en su propia opi· charo. Cuando este condicionamiento extremado tiene lugar. d
nión como en la de su pareja, y que dur~te dicho período su desdichado P•>J~nte aquejado de fobia sexual puede llegar a
pareja sexual no acertó a tranquilizarles haciéndoles ver que la evitar codo contacto que tenga aunque solo sea una re.mora po·
· cosa no cenia mayor importancia. Durante d periodo en cucs· sibilidad de conducir a la actividad sexual, como por ejemplo d
rión, el pac.iente típico preveía cada vez un nuevo fracaso, y, al simple hecho de hablar con las posibles parejas sexuales (y no
ser sensible al menor signo de fracaso en el curso del siguiente digamos ya d hecho de cicarsc con ellas). Contrariamente • lo
acto sexual, $u ansiedad aumentaba y provocaba, en efecto, el que sostenían cienas creencias profesional;$ arcaicas y estereo-
temido fracaso (el caso de la profecía que se autorrealiza). En tipadas pero que toda•i a goun de alguna popularidad, la fobia
los casos'en que sus parejas sexuales no sabían hacerse cargo del. sexual no es indicio de una penÓnalldad deformada o de algun
problema y les exigían que «eumplieran» debidamente, las prco· conflicto incestuoso, homosexual o psicóúco profundamente
cupa.ciones de los pacientes aumentaban y el fracaso se repetía y oculto, sino, como l•s demás fobias, algo que se odquiere o
se perpetuaba infaliblemente. En muchos casos, después de una "'1prende» y que puede «desaprendecs<» en un tiempo reloti·
serie de fracasos provocados por las preocupaciones acerca dd vamence breve {que puede ir desde varias semanas a varios me·
sexo, en ia misma carña y fuera de ella, sea cual sea la razón ini- ses) mediante la aplicación de métodos de cratamiemo behavio·
cial d~ la ansiedad, casi cualquier estímulo sexual se convierce ristico.
en algo que susdta el nerviosismo del paciente, un estímulo que A diferencia dd modelo de la ansiedad, con •odas sus cla--es
despierta la ansiedad debilitante durante d acto sexual. Para de diognóstico que indican una incapacidad psicofisiológica
ilustrar las cinitterísricas fisiológicas involuntarias de la excita· para sos-cener relaciones scxualc:s cficólccs, 11 veces de o.p11rición
ción sexual ante mls alumnos en clase, saco un bil.lttc de veinte muy rápida, el modelo de la ira solo tiene una indicilción clllr:1Je
dólares de mi cartera y les formulo el siguiente o frecimie:nco: «Si que exis[e una dificultad sexual: una disminución 8:radual <le la
son uscedes capaces de obligarse a sí mismos a excitarse sexual- frecuencia del coico entre cónyuges durance un largo periodo
méntc, si son 0:1pacf:s de cQntro lac su 6sio1ogía sexual, de con. que puede ser de varios meses o de varios años. Aunque la fre-
seguir por efecto de su voluntad una erección o una succión de cuencia de lóls relaciones sexuales en las parejas que tienen un

347
problema sexual de los que se describen mediante el modelo de - hec.ha tambitn porOCJ'05 tcrapcuw-cs que el cónyuge que se
11in1 menudo llega al cero absoluto durante considerables po- inhibe no solo se inhíbe en la cuna, sino que se inhibe wnbién
riodos de tiempo, la fn:cu<ncit de uu rmc:ioncs invariable· de todo contacto Intimo y de toda comunicaóón verdadera en
menee oscila entre periodos de abstinencia y periodol de K'livi· cualquier u pecto de su vida en c:omúo con d oao cón)IUgc. La
dad sciual de poca frccucocia. Durante esos periodos de inhibición del cónyuge pasivamente: irritado es d resultado de
actividad sciual poco frttuenre no se observa nin¡uno de los li· no tener una Wlvula ele escape eficaz para comuniar o mani·
pos de dificultad sexual ácscricos en el modelo de la ansicded. fcstar su ira. Clínicamente, parece no poder o no querer mani·
Los cp1cic:ntes» varones no tienen problcmos c:onsídcrablcs de fcsttr la ira que siente concra su pareja como única manera de
ftlca de erección o de erección insuficiente, ni otras dificultad., poner lúnítes precisos a lo que está o no está dispuesto a tolerar,
producidas por la ansiedad, aunque a mcn udo ftlta la cyac.u!.· uí como dcsah,ogar e6caimcnte ~ta em<?ció~jnc:omoda y des·
dón. Algunas de las «paci~te~"' femeninos expllclUÍ que •están
• •• ;>
· pejar la atmósfera cnt,r·e Jos dos. Además, cosa quizá todavía más
meramente yaciendo·durante to,do el acto• y completamente . importa.n tc que In. fo.Jta de comu~icación directa por parte del
desinteresadas¡ ~~ hasta despectivas, y, por Consiguiente, cónyuse que se inhibe, en los casos dlnjcos que presentan eslc
ineaptccs de experimentar el o rgMmo. problema y que 11eudeo • mi consultorio, el cón~uge que se in·
El modelo de la ira, a diferencia del modelo de Ja ansiedad, hibe, sin exocpci6n, ca.rece: de 11serrividad en su m .ro con cJ orro
parte del supucsro de que la poca frecuencia del acto sexu:il es cónyuge. El marido no partee capaz de expresar ante Ja esposa
un rHultado de problemas surgidos enttt los c<lnyu.g a, sin tt· sus gustos, o esta acicna a impedirle, medionte sus manipula-
ucón directa con la sexualidad. En gcnertl, uno de loe dos eón· áoncs, obru según sus deseos. Además, el marido ptttec ccrri·
yu¡u alimenta numerosos ~timientos o<OCUltOP contra d bkmente dc:Sprovisto de la a¡jacidad nccesarla para manifesror
ouo: 8 o dia sienten una intcrua ira, no expresada, contra dla o • su esposa, con sererudad o aunque sea sin dla. su disgusto por
8 . & pooible que el interesado se niegue a reconocer su ira, y la forma en que cm se compona con el. Sin una comunicación
hast1 es posible que niegue la existencia de un problema sexual sscttiva dicaz, y aun get1ctalmentc sin comunicación irric11c..b
El ocro cónyu¡e suele estar dispuesto a manifestar su ira y lo indectiva, d muido se inhíbc. No está dispues10 a c:ompariir
hace, y sude mostrane manipulativo, adcmú de irritado, en su ningún contactoestrcchamttitc Cntimo con su esposa -sus prco·
trato con su parcia • pasiva». En mi experiencia cli'nic1 adquiri· cupac:ioncs, sus esperanzas, nj siquiera $us alegrías:-. pn.4Sill ·
da en el tratt.micnto de este problem1 1 uno de IN cónyuges está tiendo que no seri capaz de hacer frente• la h•bilidad de •u<;.
sitmprt demasiado cansado, o de poco humor, o sufre jaqueca, posa para h11cerlc scnrine culp11ble o ansjoso. si no Je gustu lo
o cst4 demasiado aaarcado, o no $C siente muy bien, o tiene algo que él dice. En consecuencia, durante un período d< tiempo,
más importante que hacer, o tiene que levantarse temprano e ir mientras c:e van acumulando su resentimiento y su disgusto ante
a trabajar al día siguiente. Y este es el cónyuge que causa direc- el comportamiento manipulativo de su mujer par¡¡ con ~l. \'11
tamente el desCCl)SO en Ja frecuencia del acto sexu.t al evitar el disminuyendo la frecuencia de sus conraccos íntimos con ella.
contacto sexual, no por miedo, sino por desagrado e ir1 no ex· incluidos los de orden sexual.
presada ante el componamiento hacis él o ella ;>or pane dd El tratamiento generalmente aceptado para este problema
otro cónyuge en la vida cotidiana. La expcrienci• cUnica con sexual consiste en corueguir que d cónyuge que se inhibe se
este tipo ¿e ?roblcma es corricnrc. y una observación C'Ol'ilún muestre apaz:. al mismo cicmpq, de expresar la ira qut siente

H9
.
conen su compllñcn cuando esu pisotta su dignidad, y demos- sienten irriución contra el otro. d uno de manera 1etiva y d
trmc mis asertivo, en un plano cotidimo, acetta de lo que de- ouo puivame'lle.
sea para sí mismo, de lo que es1á dispuesto a darle a su mujct E.oda-atamiento de los problesnas sexuales en los que in·
de lo que se niega a tolentr, y de los compromisos a los que pue- terviencn los dos factores de la il'2 y de lo •nsiedad, •ude ser una
den llegar muiuamcnte en su vida en común. Cuando present! pérdiJc de tiempo adoptar cualquiero de cs1as dos oriemacio.
por primera vez mis trabajos sobre los conceptos y las t&nic21 nes: l) tratar de con.seguir d dcscondidonomienro de la ansie·.
verbales de la cerapia 03Crtiva sis1emática en las reuniones que dad sexual sin resolver antes la ira suq¡ida en eso rcloción entrc
celebró en 1972 lo Asociación Americana de Psicolog!a en un manipulación y pasividad, o 2) cratar dc enseñar. de resolver el
simposio titulado cNucvas orimraclon~ en pSÍCQtcrapi:.•, W'IO fr:acaso scxu.:al que tiene su origen en oa m'5m;1 ansiedad. Si se
'
de las participan1es, el doctor Harold Segil formuló un itÍ~· -prttc:>dc hacer una de escas cosas sin la o<ra. es probable que d
nioso comcniario sobre el tntamicn10 preferido pant es1e pro- facror ele !a ira prov0qucnuéWs fr11casos sexuales. ron lo que re·
blesna sexual, que fu., comprcndidc-inmcdiatamcnte: «Primao comcmará todod pnXcso, o' bien elfacior ele la ansie<lad sexual
oserción, después inserción.o. oo tnit.da p~ impedir las relaciones seJ<ualcs en d futuro.,;.
En d modelo mino de u.1amicn10 para la disfunción se· ruaá6n que prob0iblcmcntc suscitará de nuevo se:nrimicntos ra:
Xlal., se parte dd supuesto de que tan10 la ansiedad como la irt clona.les de ira en los dos cónyuges por eaus1 de la frustración
in1crvicncn en la historia del problema. Por ejemplo, un cónyu. sexual, que •caso $Cll imposible desvanecer sin de5truir el matri·
ge que se-inhibe puede vct'"..c obliHtdo a tener relaciones sexua· monio. Cuando se. emple9 el modelo mi>eto, es im~Ntivo tratar
les con el otro cónyuge sin desearlo realmente, sin scntlr d me· los dos facto~ c.usonccs dd p¡oblem• sexual; los sentimienros
nor interés por entablar una comunic.ación íntima con su de ira conm1 el otro cónyuge, y los sentimicp1os de ansiedad
marido o su mujer; d marido no experimenta una excitación se- acerca de la aciividad sexual propiimcn1e dich1.
xual suli<ienie pua mantener la erección durante d coito o iaJ Algunos terapcut... como el doctor Mastcrs y el doccGr
vez ni siquiera durante los preliminares. Si no es lo bastante Wolpc, señalan que puede rt$Ult11r imposible tnsrar d factor ck
asertivo como pant dttir: .SC,,cillomcn1e, no 1cngo ganas deba· la ansicdod scxu.d. en cs1a clase de cuos, sin hOC<r frente pri·
ecr el aeto sc.wal contigo en este momento-, es probable que se mero al faaor de la ira, si esce es muy pronunciado. Al emplear
vea obligado a ~ por lo menos que desea &cos1arse con su dacripáones como .Jaita de interá• y «sabotaje de la teroJ.pÍ:.1
mujer. Después de vorios fracasos debidos a la falto de interés, sc.'Cual• Al referirse al fuctor de la ira, la experiencia de ambos
su manipulativa esposo le hora llegar probablememe un pode· coleg:;is eoincide ron lo rnía, y compGrto tbsolutamcntc: su par('·
roso mensaje que le hui sentirse culpable o ansioso:' en algunos cer. 1:.a reropia st:<uaJ de Jos dos cónyuges cmplciando un modc.
casos. ello se: hace rápídamcn1c y con efiCacia en I~ misma cama, lo mixto es dificil, por no decir imposible, de llcv•r •del•nie sin
mécodo de condicion•micnto Íóbico in vivo, por así decirlo. susti1uir 11 n1anipul:1ción solapada por l:.1. comunic2ción aseni\·~
Otras .vcccs, la apo.. puede expresar su Jisgus10 sexual de directa. sln susricuir la iri oculta por las necesiri:u m:anifes-
otras maneras., • veces aUcnciosamentc según d cual d íncaso cacioncs asenivas. no ddc:asivas. de los scntlmítntos y las cmo..
saual nada tiene de extraño; no es más que otro punto <;ut ttonc:s.
añadir a la ya larga listo ele frumacioncs propias de estos rda· Hechas csw advencncias prclimlnares, pesemos ahora a li
cioncs de manipuladón·pasi,.;dad en las que ambos cónyuges enseñanza de 11 ascnividad en cuestiones sexuales para mostrar

JSO
cómo un comportaniicnto asertivo puede tyudar a hoc<r frentt Ó2 ese: sesgo «aberrante» en sus SCDtimiencos apcnu insinua-
• wu ingenuidad scxwl y a r<SO!ver los probl<mu ..xual<s. dos de cdos y de ins<aurid1d ante d flirteo de su pareja como
pero wnbién paro mostrar almo Is asenividad <mp~ pon respuesta a w ínsinuacioncs de ocros? ¿Significaría ese cambio
resolver coofl.ictos sauales en Ju relaciones lnrimos no se dif<· w
d 6n de sus rcbciones sauala como se rmntc:nhn hasu d
rencia básicamm« dc Is asmividad empleada pan resoh-u presenie, tal vez un poco mooótonas pero indudablemen« se-
ouos problemas d<ntro dd muco de las mismas rd1cíoncs. guras yordenadu? LudiJlcul12dcs&cntealaampli1ción de los
Pin ensciiar a Is gme< a bablu abiena y uenívam<nte asus horizonto sexuales con la propia ptteja, que he ienido ocasión
partjas •cerca de lo que desean desde d punto de vista sexual y de observar tanto en mis clases como en mí consul1orio, proba·
a U<gar •un compromiso u otrocmrcdlos, les propongovorios blcmcntc no ion cstadlsticament< represent1ávas de la pobla-
ejemplos prácúcos con los que trabajar. Se 1r11a de problemas ción gcn«al, pero a pesa~ de cUo esos ejemplos (algunos de los
sexuales con los que otros alumnos (o pacie~ics),han tenido que cual.$ prcscniamos aqul) f1cilitan, 1 los aprendices de asenivi-
en!remtrse ante~i.o.rmente, y discutimos ju.otos de qué tn•nera dad una rnuc.srra de situaciones que pueden emplear para ejcr·
cabe resolver esos probl«nas con frecuencia dclicGdos y a veces citarse en el c:omportamjcnro ascnivo al comunicar sus deseos
rud>aclorcs. Algunos de los alumnos que tuvieron que resolver sexuales. •·
r&!cs con.ilietos eran pcr$0nas casadas, ocros, parcju que vivían AJ describir los deseos o necesidades sexuales acerca de
juntas, y otras, personas que se limiraban a s.a.lir con otras o que los cuales muchas pa.rej11 tienen diJlcultades en comunicarse, los
tenían rda<ioncs cxtracooyugales.. En todas esas situaciones reúno a to.Jos en un solo paquete. como si estuviese hablando de
conflictivas exlnlidu dc la realidad, uno de los mi«nbros de una sol• p•reja de dcsdicb1dos e hipotéticos cnamorados.Jac.k ¡•
cada pe.teja se smtía insatisfecho de sus reltcioncs sexuala, 7 e! Jill, quimos tienen una vide sexui.l plagada de problemas. Como
01ro se había Opuesto, mediante Is manipulación o b pasividad, siempre, hago que los alumnos empiecen coo b petición sexual
a toda modificacióa del UaJu quo senW. En olgunos de los que más S<Dcilla. como por ejemplo, d dC$CO de un• •ariación res·
se muúfes1alnn scrualmenre csaásfec:bos,., habla moú''OS oad· pecto de Is posición «mhioneru, y, después de darles los ejem-
tos de ansiedad que les inducían a ofrettr rcsistmcia a todo plos de problemas autmúcos. les invito a uabajar sobe< esros.
cambio. Esos miembros de las parejas que adop12ban una acti- dejando que'" imaginación se desboque y se lance por las fan·
1ud de rcsút<ncia eran probablemente como muchas persono.s wías más eróticu. Les suaicro C$tc método clidáctico como pro·
que tratamos en terapéutica sexual: personas que temen que cedimiento para facilitar alsun• experiencia y exposición social
cualquier cambio ponga de manifiesto alguna «dcbilidacl» ,.. «Sin riessos». que acaso les ayiidc a reducir sus ansiedades por el
xual en ellas, como1 por ejemplo, la ignorancia de t~cnJcas hecho de h•blar de su sexualidad y de sus deseos sexuales pri·
sexuales para satisfa<:e.r a su pareja (y a 5Í mismas) 1 o que cernen mero con una persona que no forma pane de su círculo de Lnti-
que sl su pareja, que está deseando un cambio, ampliase sus ho· mos y por 1~ que no sienten ningún interés d.ire(to. Este procc·
ri.tontcs, podría experimentar nuevos apetitos que quién sabe dimicnco hace que algunos olumnos Ueguen a derramar lágrimas
adónde les conducirían a ambos. Por.otra pane, cserlan cUos e•· a fueru de reir, re•cción que reduce t1mbíén, has10 eliminorlos.
paces de satisfacer tales apcútos? ¿Adónde podrían Uegor por las inhibiciones pro"ocadas por la ""5iedad. Como veremos en
los nuevos caminos? ¿Cómo reaccionarían , por ejemplo, si su los diálog0< que siguen. una petición de cambio sexw.I no va li·
pareja propusien un• experiencia"" tres»?¿~ cfcctos obra· g•da cxdusivunenre a Is sexualid1d masrulina ni a Is femenina.

J5• }jJ
Durante los ensayos verbales asertivos, hago que los alumnos rrequaicos fisiológicos que la situación imponga. En esra sirut·
atribuyan•J1dcd papel del hombre ins2'isf<eho que desea CÍ<I· áón, portjcmplo,.Jadc. que Ueveocho años casado conJill y tie-
tos cambios en sus cdaáoces sexu2lcs con Jill. lt cual, en ula ne de dlt dos hijos, experimenta lt impresión de que, en cierro
casos, se raistc manipulativammrc a causa de sus sentimientos modo, se le está escurñcndo la vida entre los dedos. Fuera de su
de ínscguñdt.I sexual. Alttmarivamcnrc, en o<r• situación ccr.· macrimoni,., ocurren un sinfín de c.."'OSolS de lu que solo se en ter"'
Oiaiv1, hago que los alumnas atribuyan a foil d papd dd peno- fragrncnuri.amcntc a tra\'Ú de las convcnacio:nes con $US ami·
naje asertivo y descoso de cambio y a] ack d del ~uc se ttSÍJtc. gos dunnccla pausa del cefé. Uooclelosscctotts dcsu exis1en ·
Los siguientes di'1ogos son v<niones abreviadas y n:visadu de cia que, al pattcc.r, le produce e1da vez menos satisfacción. a
ensayos cn~re al~os .d e aseJtividad que trataJ) de comunictr· medida que pasan los años, es su relación sexual con Jill. Porece
1c sus deseos y necesidades $exuales. No es extraño que esos como si le faltara algo. La exeitac:i6n que experimentaba sicm·
ejercicios conduzcan a los mismos compromisos finales a ICoS que: pre con Ji.U durt'.nte [oc primeros af?os de su mauimonio va mcn·
llegaron alumnos anteriores al contllr sus propias C)(periencias guondo h•sta desaparecu en la rutina: Jack desea volver a ex·
de 11 vidt reAl. O bsérvese que en estos diálogos, destrrollodos perimencarla, pero no sabe exaaunencc cómo. Tiene algunal
en el morco de rdaciones ímimas cnuc iguales, y que son ad<- ideas, pero h1Sta aboro no ha sabido cómo ponerlas en práctica
cuados para alumnos avanzados, el lenguaje estcreoripedo de la< ni cómo las recibirf•Jill.
técnicas verbales asertivas. que se empicaba una y otro vez en los
diálogos enteriores, se ha adaptado para que meaje con destilo Ambicnrc dd diálogo: Jock y Jill están en la cama, dcspues
de lenguaje propio cid alumno. Aunque para danc información dd acto sexual, y hablan del sexo. ·•
uno• ouo se emplea en gran pute un lenguaje «00rm.J,,, las té<·
nicas verbales, más o mc.no5 pc:rsonaliz:adas, siguen cmpld.ndo- ]ACK: Úhimomente he po1sadp mucho eñ nosotro._ En
sc cuando en la situación surge d conlliao. nuestra vida sexual. Creo que no es lo mi$1110 que h..abía sido
en ouo rlempo.
J11.t.: ¿Pt>r ttl•é l,t lfi,-ec> N.1c.l:a h.11 (';.unhi.1Jo.
DtÁLOGO} l jAC~: Esro es lo que quiero decir. exactamente. Nada ha
cambiado. Y sin emb~rgo, no es como antes.
Un mari® (o una trpota) JrLL: Peto(qu~ quícres dcci.r? ¿Es lo mismo que anrcs o no;
dit# 11t1r1ivame111e a JU cónyuge JACK: No si rtal111t111t qz1i tS lo '/ut tr111a de decirte. L1 L·r1lJ
que Ju vida sexual a;mún et rutinan·a resu!1a !nucho mtnor exci1an1e, para m1; áe lo que había 1ido an·
y qut d1uarfa modificarla, ' t ri. Tal vei sea porque siempre hacemos lo mismo. (AUTO·
in1roá.ucir en ella algún cambio RREVELACIÓN.)
. Jiu.: (Con irñtación.) ¿Ya has •-uclto a hablar de lo que h•·
En el primer diálogo de este conjunro de situaciones propias cernos en l1aun1 con rus compinches de la oficina?
para ejercicios de aprendizaje, los papeles deJack y deJill, como }ACK: No, rnono:co que wmetl wn error tuanJo les bab!i dt'
persona asertiva o manipuladora, son intercambiables. En cual· eso, y 0110 trr0r, mdt tot¡H todaVÚI; CU41UÍo t~ lo contt. [ASER-
quiera ele los dos casos bastari modificar los detalles de los pre- CIÓN NEGATIVA.)

3S4 3SS
Jiu.; La última vez que <mpcias1e a hablar así fue cuando tican el amor libre y celebran orgías? ¡Válgame Dios! ¿Qué di-
cncró en la oficina aqud nut:VO <mi)lcido y conocimos a su mu- ña mi madrtsi me viera en un sitio así?
jer. Lo único que ciene es un cuerpo como una vaca. No tiene ni J•C<: Por supuerto.. . Aunque si lo viéramos allá, lo primero
pizca de inteligencia, pero lo único que pensabais 1odo.s era lo que podrfamos hacer serla preguntarle: «e Dónde está papá?-.
qué 0$ había dicho acerca de Lu «habilidades• de su mujet en la (BANCO DE NIEBLA.)
cama. ] •LL: No seas tonto. ¿Y si me viera alguna de mis compoñc·
]•CIC Lo l'ttOJIOZ&O. Confino 'fU• "" mt•,,.só"' 'fU' nos - - '"'de mbajo?
tó. [BANCO DE NIEBLA.] J•<:K: Es a"mo qu podri4s coinaJir Jlá con alguu. .• Pero
l= Mina, Jade, estoy segun de que no hay nada malo en ¿québay tk malo tn 'fUt•lt11itn St mttrr tÍ•t¡ut h•mos ido a Ma-
nuestra manera de hacer eJ amor. Lo que pasa es que siempre libú a aprtnd.,•lgomisactrcadtl stxo.' [BANCO DE NIEBLA
nos parece mejor lo que tienen los dcmb. . e INTERROGACIÓN NEGATJVA.)
] • CK: Sí, tJ utrdad. Yo también lo pienso aif. ~ veces, pero no · JILL: Cuando pienso que a.l d(a siguiente tendría que enfrcn ·
putlÚ> quitarmt dt la cabnA la idea lt que podríamos goiar mis tarmc con eUa en el despacho ...
haciéndonos el a111or si probárD111os alzo dl/trtntt, Recuerdo lo ]AC,1<: Ci~rlo (¡ut deberi4S enfrt11tarlt t:en ella~ pero ¿por (fui
quesauimos la primera \'ezque csruvimosjuncos. (BANCO DE re homrita tonso la iba? [BANCO DE NIEBLA e INTERRO.
NIEBLA y DISCO RAYADO.] GACIÓN NEGATIVA.)
J= ¿Quieres decir en d asiento trasero del cocbc? ~ Jiu.: ¿Qué pensara de mi?
cstá.s tramando? J•CK: No /,, si. ¿Tú qué crttl qur prnsarf•? (AUTO R.REVE-
} ACK: Tiene1 ra:.ón, 111.! Vt'% estl úscarri'4náo. Pero me gusta· LACIÓN .) ' ·•
nd pr0bdr. He tenido un par de ideas. Cuando h1&ccmos el amor Jiu.: Probablemente pensaría que soy una lib<rcina.
lo hacemos siempre igual: o yo me pongo encima de ci o tú cnci· J•Ci<: (Sonriendo.) ¿Lo mismo que ella? [INTERROGA-
ma de mf. C,.o qut dtberiamos probar •lgo dif<rtnle. [BANCO CIÓN NEGATIVA.]
DE NIEBLA y DISCO RAYADO.] Jiu.: Bueno, pero... ¿y si se lo con«ro a otra P"CSOn•? <Qu:
1= (Mostrando cieno inc<tts.) ¿Qué ideas sc ce h•n ocu- pensarle?
rrido? ]ACK.: Po, supuestoqu~ poJ'i" hocnlo... Este es u11 p"11ro 9ue
} ACK: Co11Jidtro qu~ 11i tú ni yo sabtmor ¡ran cosa acerr.a tkl debmds a~larar con hU amig1Js pno, a fHS"' Je todo, m~ &!'' '"''ª
1

sexo y erro qut podrlamos apnnder algo nutv0. [ASERCIÓN ir. (BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.]
NEGATIVA.) J1LL: Pero todos sabrían que habríamos ido desnudos.
} ILL: ¿Quieres que compremos unos cu amos Libros sobre el J1r.CK: Cicrlo, pero ¿qut ha~· ti~ 111alo en andar desnudo(• (•n
tema y que los leamos juncos? que alguitn u entere>[BANCO DE NIEBLA e INTERROCA-
jACK: /\'o ti m11/a r'dea, pero Jo qut yo qi;.isi~111, en "alidaJ. t'I CIÓN NEGATl\'A.)
que /uéstmos los Jos• dlgún sitio, como por ~fe111plo &lt.kbont J1u: En Malibú toda esa gente nos ,-eóa.
Ridgt, tn M•lib# C..n70n, a ver s.ºfl<>d•mos 1pnnd•r algo. [BAN- J•CK: (Sonriendo.) Por n1putrto, !"'ro. con todo y <10. mr
CO DE NI EBLA y COMPROMISO VIABLE.) gustarla ir y aprtndtr algo. (BANCO DE NIEBLA y DISCO
Jn.i.; ;A Bockbonc! ¿No es esa colonia nudista donde prac- RAYADO.]

ll7
Jiu: ¿Es decir, que no te imporuría que otros hombres mt )tu: lSucistieo y mordaz.) eTe gustuía que otros hornbtes
min.ron? ¿Y que lo y¡.,,.,, todo? me: acitan.n?
J•CIC No k> ú, pero sigo~-® '{Ut Jtbtri4mos ir. IAU· J AClt: No k> rl, pu<> tlt totlor motlor mt gJJJ!41'ÍIJ qu1/uistmo1
TORREVELAOÓN y DISCO RAYADO.] 1 que uib•rt1os si potff•mor 4prendtr altp. lAUTORREVELA·
Jiu: Pila• mi no me gusta nada. CIÓN y DISCO RAYADO.)
J•CIC Con/omrt... Noer extraiio. pero ¿qui 11 k> '{Ut t•- Jiu: ¿Quieres decir que dcbcrumos dejamos excitar por
fttt•, concrtt•mtnlt, átl ht<ho tÍt t¡ut yo dtstt qut ""''""º'lo' otros pan echarle un poco de picante a oucsua vid• scxuol?
dos 4 Malibú? [BANCO DE NIEBLA e INTERROGACIÓN )•CK: ¿HQ)l al¡o malo en que otros rror ~citen y tn que lt
NEGATIVA.) echemof un f10<0 dt piconu a n11trtra vida stxual? (1 NTERRO·
JtLL: Apuesto a que ru nuevo compañeéo de 1nb•io <e ha GACIÓN NEGilTIVA.] ·
h•blado de Backbonc... y le has hecho caso. .• )tLL: ¿Quietes decir que ya' no te excito bastante?
JACK: r,..,,,,
rai.ón;asfha sitio. Pero ¿por qué lt tr•storna Un· ]AtK: Claro qut mt txci1os Pero nucstias prácticas sexuales
1

10 qut yo quiera que vay'1mos allá y que ptr/eccionemo1 nuestros se han vuelto rurinaria.s. Qu/ero que vayamos a .Walt'b1í a ver s/
ticnf(llf uxuaks? [BANCO DE NIEBLA e INTERROGA· pod<111~f apTCndtr •lgo 11utvo. [BANCO DE NIEBLA y DISCO
CIÓN NEGATIVA.] RAYi'.DO.)
Jiu.: Apuesto a que conSas que su mujer vaya también para }tLL: lCon irr1t1ción o bien a punto de Uor:Jr.I \ro e:re:ía str lo
poder ver lo que hay debajo de CSO< vcsúditos ton indecentes bastante sexy paro ti.
que luce. J•.:•~ Y k> trtS, pero quitro que vayomOS a :Wabbú o '"'
JACK: (Soruiendo.) Tal va teng6S razón A k> mt/()' 14mbiln qui pothmor •prrndtr ali/. [BANCO OE NIEBLA y DISCO
tfk>s tst•rlim a/Ji, y"° mt imporuri4 oeF'4 • tl/4 tn °'"°'• pero RAYADO.) .
¿por qui b• th tlís¡us/Qrte tanto qut mt ¡u1tt vtr mujms ¡,,. Jiu: ¿Y no podriamos limitarnos a leer unos cuantos libros>
nutl41J (.BANCO DE NCEBLA e INTERROGACIÓN NEGA· )AC<: Ya u ht dicho qut no tJ mala idta, pero dt totlor m0</nf
TIVA.] quitro ~"' wyamor a .Walibú. ¿Por qui no tÍtberíamos ir? [BA:-: ·
Jiu: Estás casado conmigo, ¿no? CO DE NIEBLA, DISCO RAYADO e INTERROGACIÓ'.':
J• Ctc (Con ligerúimo sa•casmo.l Ci<rto, pero ¿porqut el bt- NEGATIVA.]
cho Je tJlar ca1ado contigo me ha de impedir mirar a otros mu;~· J1tL: No lo sé. pero en cierto modo me preocupa. .
res tÍttnutÍ4s? [BANCO DE NIEBLA e INTERROGACIÓN )1.CK.; Lo ro1nprendo... (Y ri habláran1os 11n poco de lo qu,;· te
NEGATIVA.] preocupa? cVale? [BANCO DE NIEBLA y COMPROMl>O
J11.L: ¿Qué re parecerlo tt ti si yo quisic:rl,) ver Jc:snuJc;>$ l1 Vl1\LIL!;.J
otros hombres? JILL: Vale.
J.-.cK: {Qz1i hobría de malo en 9ut
quisieras ver dtsn11áos a J•cK: ¿Qui ts lo qu; te prroropa dt I• rdea de ir¡,,, dusj11nt""
orros hombrts? !En lugar de: «No fui )'O el prím<ro, por cierto. a Malibrí? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
Bien que estuviste con Harry Schwaru en el asicnro trasero de JILL: No lo sé. Solo <.le pensarlo me horrorizo.
su coche antes de conocerme a mí. Solo que el cipo tenla muy ]ACK: ¿E11 qui pitnsu, concrtttJJne11te, para que- te hurro1·,, ,.
poco que enseña!'».) (INTERROGACIÓN NEGATIVA.) •sí? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.)

}S9
JIU: Los traseros aJ aire. }>.ex: St¡urt1mtntt Pero ¿por qué tt preocupa tuto qut ,,,.
J•CIC (En tono tnnquifuadod Vale. l Y 11ui" lo qut tt ho-
"°""' Ü IUIOI OU!llot tr41no1 bmudo1? [INTERROGACIÓN
NEGATIVA.)
ten dt ronquisldrtt? [BANCO DE NIEBLA e INTERROGA·
CIÓN NEGATIVA.)
Jiu.: Me scnliña en falso... porque mi trllSeroes..ña dicicn.
Ju: Nucscros trllSeros desnudos. do una <0$0, y mis labios diñan que no.
]•ex: Empiezo a compte>der a lo que te refieres ¿Y por qui JACK: Es um!od. ÚJ1áo1 tSIOTÍ4mo1 C11tl mismocnoytalvr..
tt ho'10riu po1J4r t11 11utnro1 lr4Itrot •l airt? (INTERROGA· provourí4mos nu.rstros rtlos ron 01ra.1 personas tÚ a/14. .. No 111t
CIÓN NEGATIVA.] considc1? prtparodo para el sexo'" gro1po, pero de 1odo1 modos
Jiu.: No cs1i bien pascars<: con d trasero al aire por dclanie me gus/ar(a 'I"~ /u/s,mtJS, a t;~r q~i pasa. [BANCO DE NIE·
de todo d mundo. BLA, ASERCIÓN NEGATIVA, AUTORREVELACIÓN v
J•CK: ¿Qui hay de malo en que nos pauemos desnudos DISCO RAYADO.] .
por dt'4nte u otras personas? (INTERROGACIÓN NEGA· J1LL: (Pensa1iva.) ¿Y si las m\ajercs cmpiezi.ln a provocurtc?
TIVA.) ¿A que ce gustarf•?
Jiu.: No he conocido a nadie que lo haga. JACK: C'4ro q!tt sí. pero"" no me preocupa a mi. [BANCO
]AC.K: Stgu,.amente que no, pero ¿qui hay de mak> en (,QnQ· DE NIEBLA y ASERCIÓN NEGATIVA.)
~ /1 Oll'tlJ p~onas Jiferenles a /,as que let tnt:41flll ir Je111ud41
1
}ILL: ¿Y si luego no quisieros marchanc?
por•hf? [BANCO DE NIEBLA e INTERROGACIÓN NEGA· ]>.cK: No quititra mort:barme rt'n haber 4prt11diJo algo.
TIVA.J [BANCO DE NIEBLA .)
Ju: Deben de ser tipos muy raros. Jiu.: ¿Y si me cntl'I micdo·yquicro írmccoscguido?
J•cx: Sr¡u'4111C111t olg1111os lo so11, pero ¡qui hay dt molo JACIC PodrúJmor dtdtiir ir un puuhorasromomí11imo. P•·
llf tolfOCtT" unot cwntos tipos rdTOS qut a11d411 dt111uJot por sado.s '4s dos honJ. po<Íri4mos irnos si ualmC111t te sinlimu incf>.
1hf? [BANCO DE N!EBLA e INTERROGACIÓN NEGA· mOfÚ. (COMPROMISO VIABLE.) .
TIVA.) J!U: Pero ¿y si empiezan a hacuse d amor o sabe Dios qué
Ju: Nada, ya lo sé... No scñan los primeros tipos ro ros que ddante de nosotros?
conozco, pero nunca estando desnuda. ]>.CK: Ese •Dios S4b' qui.- es justa.mente lo qt'r espero qttr
J•cK: ¿YC114i n ladi/"'"cio tn conocl!r •otros sin ropa? [IN. veamos. [BANCO DE NIEBLA.]
TERROCACIÓN NEGATIVA.] J1t1: ¿Y si lo. co111 te c:<cica? .
J1LL: Slmplcmcntc, me sentiría indefensa. JACY.: (Sonriendo.) ¿Quitres decir si exptn.mtnto una tre&•
jACK: Y lo ttlarlar, pero ,·por qué ha át pr~ocuparle tso? ció11? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
[BANCO DE NJEBLA e INTERROGACIÓN NF.GATIVA.) J1t1: Exacramcnte lo que estaba p~nsando.
J1LL: (Qué pensarían de mí, viéndome con d trasero al aíre. } ACK: Tambiln lo penIJba yo. Podrla esconderme á.irJ.< ,¡, 11.
corriendo por una colonia sexual? ¿~o?[COMPROMISO VIABLE.)
]ACK: Tirnes razón. Prohahkmtnlt pt1'J4rian que has ido por J1u.: Es que yo es11ré dcsc:mdo esconderme de<rós de 1i.
'4 mitmo rnó" qut tllo1. (BANCO DE NIEBLA.] J•CK: ¿Qué podemos hacer. entonces?
Jiu.: Pero a lo mejor tntarían de conquistarme. ]ILI.: ¿Qué te parecerla c:so? Si tienes algún problana. 1c es·
condes detrás de mí. y si el pr<>blcma lo tmgo )'O, me cocondo "'y alumnos han cs12blccido incluyen a menudo «exótmtcs•
dcuúdcti muruos 121cs como una in1cnsilicaóón de los«jucgos prclimina·
}ACI<: Vale... Así, ¿qué? ¿Vamos? rcs», las caricias y la masrurbaóón mutua, el amwilinius (beso
Ju.e In!, si solo vamos • mirar y no ha~ nad.. va¡jnal), la/cUtuio (inuoducóóo del miembro viril en la boca),
J•CK: Sclo irtmor • .aprmdw. [COMPROMISO VIABLE.) d coito anaJ, etc., o dcásioncs más radicales.• como d sc.'to en
Jiu: No sé... Hay algo que sigue preocupándome. grupo y ouas formas afines de sexualidad. La mayoría de los
]•ex: Dimr, ¿<k qui u trata? [INTERROGACIÓN NEGA· alumll0$ de las clases de a.scnividad empican varios de esos re·
TIVA.) mas como objttivos finales hipotéticos en los ensayos de sus p•·
111.1.: ¿Y si coincídúnos con atgún conocido? peles. En el curso de los últúnos dieciocho meses, solo un alum·
J•ci<: Es posible. ¿Qui te gustaría hacer in tal caso? [BANCO no femenino, entre trescientos de ambos sexos. declaró que esas
DE NIEBLA y COMPROMISO VIABLE.) prácticas en el oulo habían suscita4_o en clla una gran ansiedad,
J1u.:Nolosé. ¡VálgameDios! ¡Qué sofocón! ansiedad que fue un• verdadera sorpresa para ella. St conside·
]•e•: Sr, pero ¿qué barias ti ocurriera eso? [BANCO DE rabo. muy experta scxutlmente, y lo era. Tenía experiencia en
NIEBLA y COMPROMISO VIABLE.) muchos de los compo¡t~miemos sexuales m:ís exóticos de los ·
Jiu.: (Pensando en voz alta.) Me pttgunto si ellos scn1irfan que se hablaba. Se había cre!do sexualmente «liberada» y resul·
lo mismo... (Reprimiendo la risa.) Seña divertido ver a Harry y tó que no lo es11ba. Solo estaba •liberada» si la •liberación» CO·
] 1111e. nuesuos vecinos de mis .bajo. Apuuto a que él tiene un nú a cargo de ocra pcr10n1: en clase le resulaba sumamcn1e di·
aspeao muy difermte sin sus upatos Gucci. Tal vn ttSultará 6cíl pedir lo que dcscab1 sexualmente y. cuando lo probó con
diVl':rtido••. pero no itt sí no me prometes que ir=os juntos, es· su pattja en la vida real. dcscubiió coo asombro que se le bad•
tuemos íuntos todo el nto, y nos marcharemos junroo. todavía más difíól coo él que coo una persona rtlath-amen1e ex·
J•c1<: Prometido, c2rilio. traña -un compañero de clase-• incluso con una pc1S00• Je
]11.1.: ¿Y no uuarás de conquistar• nadie? su m.is!JlO sexo. En rctlidad, la .Jumna en cucsúón era complie·
]•C•: Solo a ti, una u.z que no1 hayamos marchado. [COM· ramcn~cnoascnivacn esa esfera de su vida privada ynecajrílbv
PROMISO VIABLE.) muchas más pr~cticas de lo que pcrmirían los lúnirC) de la clise.
JILL: De acuerdo. En d momento en q1..1c escribirnos estas línca.s, nues-cra t'llumna
~ti crabaj1ndo intensamente su problema en terapia privad;,1.
Este dlálogo de prácticas no es más que una de las situacio· La mayorí• de los alumnos, por fonuna, no iropiezan con gra.
nea ex11aídas de la vida ,..1con las que se hun cnfrcniado lo• ves dificuhades, al parecer, para defenderse bien en esa esfer.
alumnos y en las que han triunfado gncias a hílbersc mostn.do conflictiva. a.l menos después de ocho semanas de práccicas de
asenivos con sus parej-a.s y haber llegado con cUas a establecer a.scnividad en clase y fuera de clase, en oLras siLuaciones. De he·
compromisos scxUaJcs más satisfactorios para ambu partes. cho, la gran mayoría de los alumnos gozan con esas práctic.s v
Esos compromisos pueden ser <an simples como el hecho de lo manifiestan verbalmente o a Lravés de su componamicnco c-n
compartir las prd"ec.nc:Í2$ acerco de la posici6n del cuerpo •n las sesiones de práC1icas. Una alumna de cuarenta y lantos años
un ckccnninado acto de coiio o de alternar varias posiciones vino a mi cncucn1ro durante la pawa dd café que siguió• unJ
•n diferentes ocasiones. Los compromisoo sexuales que pacicn· de: esas se!iiones y me dijo: «.Pete. si hatt ocho semanas me hu·
bies<: wtcd dicho que esta noche debí1 estar habl111do 1wca de 01Ál.OGO}Z
mi vid1 y mis fanwías :sexuales con un extrai\o y prquntándo-
le luego a qué conclusión Ueg.ba, le hubiese contcsu.!o: • iEad u,,.. muja,,,,.,¡,, Ji«
wred loco!•. Y sin embargo eso es lo que he hecho, y realmctl· « ru mtzriJo qu~
ieestanoche heapreodidoalgoacema de mí mism1 yde OCIOS>. t¡uiar bwsc.nt 11n tmpl~
Después de obscrvu su =pottamiento en clase dur1ntc ocho
semanas, osaría asegurar que die.ha alumna no se h1ll1b1 en una He aquí una versión tbrcvi~d;a de uni& secuencia asc:niva entre:
ne<esid1d desesperada de hacer frente, de manen sinemátia· marido y mujer, desarrollada por mi colega Susan levlnc: y ~'O,
mente aseniva, 1 sus deseos sexuales. Sin embargo, lo que: lama· diálogo qut reprcsencamos recien[emcntc en una reunión pro·
ravi!Jaba era su capacidad para tomar parte, sin perder 11 calma, fesionA.! de prácticas.. El conre.nido del diálogo es una muestr.1
en aquella especie depóquer psicológico·¡ cart•s visras. Así des· del material situoeional y manipu1itÍ\'O que hemos obset'\·11do
..cubrió que, si elja"y otros podían aventurarse por aqu_ella zona clínicamente en marrimonios clientes nuestros.
tan personal y arriesgada con can poco an•iednd, no h•clo faha
tener una gran imaginación para comprender lo que podían lle· Escenario del diálogo: Una vez que los niños se han acosi.·
gar a hacer en oua.s esferas menos delicadas. Varios meses m:is Jo, la esposa aseriíva se dirige a su marido y le da a conocer su
tarde coincidí con ella en Santa Mónica. Despub de inren:am · deseo de cambiar de modo de vida.
biar las pullas de costwnbre, me p!CSC1ltó a su hija de caton:c
&iios con las siguientes palabras: cTe presento a Pe« Smith, el Su<: Es.aba pensando <n buscarme un empico. Los chiqua·
prof..or de esas clases de asenivid.d de las que siempre te hs. llos ya son mayorcitos y me so!>ra mucho ñcmpo.
blo y que espero qucrri.5 seguir cuando seas lo buranie mayo.,.. Yo: Pues no se n«a, hij>, la casa está bechirun asco. romo si
Evidentemente, aquella matt0na de la d.sc media esttba per· no ruvie:ras tiempo para nada. •
suodida de que su bija adolescente podía ucar pro-·echo de la Suo: Sí, n •""4d. u "'"podrt. tstar más limpia. pero pr<·
asertividJid, tal vez wnbión en la esfera sexual, aunque proba· fen"ri• "a lrab.jar /utro [BANCO DE NIEBLA y DISCO R.~·
blemente la dama pensaba sobre todo en otra due de eonAietos YADO.j
mAs mundanos que su hija debía aprender a sonesr y resolver Yo: Me ptrccc una esrupidei, ehic11. Sobre todo teniendo en
cuando se casara. cuer.la que no posees conocimienros especiaJes que ofrecer.
El siguiente diálogo muestra cómo se puede aprendtr :i Sue: EttO)I de ª'""do contigo. De hecho. he estaJo pens;n.
reaccionor asenivamente frente a la manipulación de un mañdo do en mi~ cosas. No tengo conocimiencos especill1es, es verJiaJ.
que intcnla retener en c:I hogar a su mujer, cuando esta desea pero, a pesar de ello, quiero mirar Ii encuentro un etJ1pli'<>. [BA~.
ampli•r los horizontes de su existencia más allá de los de un• CO DE NIEBLA y DlSCO RAYtlDO.]
madre y iam.a de casa. Ycr. (lntentanJo uno nuevo ciictiai, pero más amablc-mcntc.J
L.a idea Lnc p1111ccc una. locura. la \'crdad ... Quiero decir que cun
lo que tcndrá1 que pagar a una mujer que \·cnga a sustituirte.
se te ini todo lo que pue<lu cobrar con ru uabajo. Ati que. ¿de
qué te savirí ir a trabajar si no S!'C3S nad:t?

¡6¡
Sua: Ya h• p•n,,,,/o •n •so, ¿sobes} Probabl•mMU ,;.,.., n · tu p1dre si te pones t mbajar, pero ¿y nucsuos hijos? Sabes
ió11 J "º g1111dri mut:ho th"nero.., tobr~ l<>tÍo alprilfa'pio._ pcro11rt muy bien que re necesitan cuando llegtn de la cscuel2.
fil""' qu• por alg<> h'1 qu tmpn¡zr. y ntoy tlt<itluú 4 pl'Obn IÍ Sue: Y. ri q11t In iustaTÚI nirot1trormt '" ..,. al volwr dt ¡,,
111tli'1fta binr trab<tfar~a. [BANCO DE NIEBLA y DISCO na.tú. Tambiál a mí me gustada.. pcrooopucdocstarcn aso
RAYADO.) y en la oficina al mismo tiempo. Y quino ttobafar. [BANCO DE
Yo: Stbesmuybien que rusp-•dres sicmpre ettytronqll" )O NIEBLA y DISCO RAYADO.]
no podría mantenerte en.el nivel -
. .. en que
. , esJtbas t costumbr.ida
1 víví~, y si ven c¡ue tnbaja.s.fum<le casa van • despreciarme
Yo: Rcaierda que si trabajas no podrís llcvaraJosh a su cla·
se de niúsitá. .. ... ·
otra ve. Sue: Ti~rrts r11:ió1r. Supon¡o que 110 poJré'ir 4 buscarle" fa <'S·
Sue: Es PoSiblt... pero, tn realilad..., ¿qul importl qut u mi· cut/a; laiir., 'dt ¡,, 1anlt, si trabajo, ptro, a tkgirt11trt una '°'"
ren dt arriba abajo? (BANCO DE NIEBLA e INTERROGA· y otra, P"'fitro trab.jar. Bastará que combinemos las cosa$ de
CIÓN NEGATIVA.) • ocra. nlanéra. Aún no K cómo~ ~ro sé que quiero hacerlo ilSÍ.
Yo: ¡Vaya respuesta! ¿Que qu°é impona? ¡Oye, no te p11.1C$ [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.)
de lista conmigo, ch! ·· Yo: (Pcns.'!J!do en voz alta.) Esa es una cosa que siempre
Sua: R.~11oz.co qu~ no ts una gran rtrputsta, y 'al vez mtÓI· eché de menos cuando era pequeño. Mamá y popá trabajaban.
bri pa.saJ.o dt l1Sl4, ·pero ha s1'Jo sin qutr~ En sfflo, (por 'l"-l lt los dos, cuando tenlan el rest•urante. Cuando yo llegaba <ie la
pmxupa tanl<> I<> qu• puetlan IM''" k ti rnis padruJ (BANCO escuela cenia q.., prepuarme 11 cena yo mismo y cenar. solo.
DE NIEBLA, AUTORREVELACIÓN e INTERROGACIÓN Eché mucho de menos 1 mis padres cuando tenía la edad dt
NEGATIVA.) nu<SUOS hijos. Siempre cnvídié a mi primo Sonny. Cuando me
Yo: ¿Quieres que te lo diga a lascbns? senria demasiado tolo, me iba 'su CUJ, al Salir de la escuelo. ,.
Su1: Sí, por fivoL da Codyse limitaba a poocrotro plato ala mesa. Mis tí05 no t~·
Yo: Bien, pll"S CIWldo rus padres me miran despectivamoi- nían mucho dincio, y el estofado de cordero no me gusraba.
te me hacen sentirme inquieto... Tu ¡ndre me pone nervioso, pero me 1grad1ba la vída en familia. Tia Cody sicmpr< estaba en
hace que me sienta inferior. como un crío a veces, cuando h.blo casa, lo mismo que cío Spencer cuando no estaba en el trabajo.
con él. Algunas VCCC$ se ha ponado conmigo como un cochino... Tío Spencer hasca quito en$Cñumc a tocar la guitarra.
Pero el verdadero problema es que, al mismo tiempo, le respeto. Sue: Menos mal que podfas ir a casa de cía Cody cuando lo
Puede ser un cochino, pero es un tipo listo, no se le puede negar. deseabas'. Pero, de todos modos, qui tri'ste* ¿vertfad) Nunca me
y ha ganado montones de dinero. habías ecotado C$0. (BANCO DE NIEBLA.)
Sus: SI, rtalmente en algunas cosas es todo un tipo, pero ron
1 Yo: Ya lo sé. Hasta ahora nunca había tenido ganas de re·
nosotros no se hi porta.d o nada bien. Contigo, eoncrelam~nle, cordwrlo.
/u obr4tÍd m4~ pero tambié11pienso11 vtets qut sr sien/e/11sti'J14· SuF.: Creo que ahora comprendo por qué te preocupo que
do COlflro nosotros porq~ n·emprt hemos sido i1tdtpt11ditnlts 1 yo trabaje.
n<> I• hemos ptdido nadt.. [BANCO DE NIEBLA y ASERCIÓN Yo: Sr. ;Y quién va a Ucvulcs a la Pequeña Liga y a laª"'.
NEGAT[VA.] ciacién femenina de 1coutsl Son cosas muy impon:anrcs p:1r-J
Yry, Tal vez po.lria llegar a apechugar con la cara que pondní ellos. Y eres tú quien les acompañas.
Sur: Esta, rompkú=nu de acumit> ronri¡o, y de mamen· un poco de responsabilidad propia no les hará ningún daño a
co no ié qué decirte. Pero alguna solución hlb"- Apartt de los chiquilli>s. ¡Cuernos, bien que cenia que cuidar de mí mis·
esto. ¿hay al¡o más que te dwigme en tf btcho tle qut yo tnbd· mo, yo, cuando solo cenia ocho años! Pero éCÓmo pi<nSas podes
fe? [BANCO DE NIEBLA. AUTORREVELACIÓN e INTE· ir a trabajar y seguir euiclanclo de la casa? Baswue cansada vu
RROCAC!ÓN NEGATIVA.] ya, y si ademis trabaju fuera de oua vas a derrumba ne sobre mí
Yo:Josh me preocupa menos. Loo chicos pueden cuidar de cuondo vuelvas a casa al salir de tu trabajo.
si mismos, pero Jcnny, para sus doce años, <01í muy dcwrolla· SuE: Pro"4blemt111< anrÚri muy fatig•rÚ, pero ¿qui h111 áe
da, ¿no te bu dado cuenta? molo en qut me áemunbt sobre ti CUdlltÚI llegue a casa? [BAN ·
Sua: (Sonriendo.) Por supuc:<10 que sí. . CO DE NIEBLA e INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
Yo: Y »empre anda con ese escuchimizado de Lany BiJquc Yo: Ya sabes a qué me re6ero. La casa esca;:i siempre en de·
peg1do a ella. No me fío un P.elo de .: se bribonzuelo. sorden y yo me sentiré culpable al verte hacer dos cosas. traba ·
Su11: Esa ti UiftJ euesi1~n que lendrt mos ""' t!Slud1'ar. Lo.s chi· jar fuera y ~idar del hogar, mientrQS yo sOlO bago una.
quillo1 tJttJrán mtnot conlr()/atÍQs cuando yo trab4j1, y tto ~t algo Sus: Tal ve: rtsultt duro p1ra los dos, pero, a pes.r dt
qut tombibt • m{ mt preocupa. [BANCO DE NIEBLA.] todo, quiero haetrlo._ ¿Mt ayurhrds a resolver /.a cuertión? [BAN ·
Yo: No puedo creer que quieras irte a trobajor y dejar a cu co DE N!EBLA,.DISCO RAYADO y COMPROM ISO VIA·
hija sola en casa con ese gaznapiro. BLE.]
Sue: Titnts ratón. No quittt> qut tal cos4 ocu"1 pero, por
1
Yo: ¿Oc qué manero?
e<ra parte, estoy deádid.t y quiero IT•b.far. ¿C6mo tt pa~qut Sue: En este momento no rl exaekomtnte qui t1 lo que {J<f-
potlrí4mos rrsolwr ti probkma, P•l'll no tener qut rufnr ptllUI> drúzmos hacer. (S• ,. on."' algo? (AUTORREVELAC!ÓN y
de t¡ut nutStros biios se quedan solos "' OlS6 con IMS 0111i¡os? COMPROMISO VlABLE.]
[BANCO DE NIEBLA, DISCO RAYADO y COMPROMISO Yo: Yo podria hacer las compl'2S por la iardc. No me irn·
VIABLE.] portarla m absolu10. YJenny y ]osh podrian ayud.rme a hacer
Yo: No quiero que vayas a Erabajar. 12 límpicza. Un poco más de rcspons.abilidad no les hur.i ninttún
Su1: (Comprensiva.) Ya "he oído, pero ¿c6mo potlemo1,.. daño. Tal vez podamos ucesJulo codo.
solvtr ti problema pora no tener t¡ut sufrir por los thiquiUos? Sue: Así lo espero... ¿Qué m•s ce parece que podríamos
(BANCO DE NIEBLA y COMPRO.MISO VIA BLE.] hacer... ?
Yo: (Reflexionando.) Tal vez podriamos hablar con ellos,
exponerles d problema y establecer unas reglas ... como, por Oc lo que se craiaba, en cscc diálogo, era de demoscrar que
ejemplo, dejar bien sentado que no recibirán a sus amigos en mostr:1rsr. asenivo y decir lo que uno desea, en un conflic10 con·
casa cuando nosorros no estemos. yugal, no requiere necesariamente una disputa agria, ni gritos ni
Sue: Me parece mUJ bien. Además, patina pre¡unldr a ]11áy, lágrimas. Como cotcrapcutas de muchos macrimonios, Suc y yo
n:.~slra wa'n4 dt mds abajo, silos chiqu11/o1 podr/1111 ira su COUJ si obscC\'MDOS que, aparte "icnas exhalaciones de vapor cmorivo
necesilaron •lio "' aMStn<ia nuestra. [BANCO DE NlEBLA y debido a las fruscra.cioncs generales que ninguno de nosotros
COMPROMISO VlAllLE.] puede evitar por completo, gran parte de la ira y de la fnutra·
Yo: Oc acuerdo. No oc gus¡a la idea de que crobajcs, pero ci6n p~tei en las situ..ac:ioncs conyugales se deben 3 remores
poco realistas acerca de lo que p<xlría ocurrir si..., y a las mani· gos preliminares, que su pareja Ueva a cabo en solitario, incapaz
pula,ciones y contramanipulaciones empleadas pua hacer freo. de pedir asenivamente la colaboración de su esposa. Aunque es
te a es.S ansiedades. Sue y yo hemos observado que mostrarst posible que al varón no le guste que su pareja hurgue en ésco
decididament< asertivo y decirle a nuestro cónyuge qué es lo iona delicada, mi experiencia clínica en cJ rnaumicnro de este
que deseamos, p<sc a /o que p<;dria ocurrir ri... minimiza lama. problor.a ha indicado que es más probable que el marido •Se·
nipulación mutua, esa terrible piedra en la que tropiezan la co· xualmrntc apresurado>> rt:rirta pasivamente los intentos de su
municación y el compromiso. . pareja de hurgar en su actuación sexual y que no la manipuh·
En el siguiente diálogo de practicas, hago que mis alumnassc - para oOligarla:·a a<ept0r d st41Us quo. En cambio, he visco casos
ejerciten en rc~ccion.ar. asertiva.mentefrente a una dificulrod de cont:amanipu1ación por parte dd rñarido cu.:>.ndo la mujer
seicua.l que se cita con (recuepcia en los consulcorios: d a~o de trata m;:nipul3ci,~e (y no asertÍ\'<.1mcncc) de oblig:;1rh: .-
hac.Cr el amor Siñ ... amcr apenas. Las pacientes fem~inas sel.a. obrar según sus deseos, t".n el as Recto ~:rual..
mentan a menudo de los hombres que se limitan a efectuar el
coito con ellas, pero ,nada más. Aunque este comportamiento
puede ser una expresión de la completa indiferencia del mari· D1Á1oco33 ·
do con respecto a su esposa. o de ignorancia de las necesidades
de esta, el hábito de la «rapidez» es también una modalidad de Uno mujer casada
cOmj>ortaffiiencÓ sexual frccue~tc. en pacientes m~scu1inos que explica a su marido que
cst!ID en trat1!ffiicnco clínico por dificultades en mantener la erec· de!ea 111ás juegos
ción qurante un período de tiempo rela<ivameote prolongado. preliminare'r antes'del coito
· Muchos de ellós, según su historial, si prolongan demasiado Jos
juegos preliminares pierden la erección y son incapaces de reali· Para enseñar una manera de hacer frente a este problem•. que
zar el coito en el momento en que su mujer lo desearía. El hom· podría resu!tar casua.ntc, hago que mis alumnos practiquen
esa
brc que ha pasa'do por experiencia suele albergar el cemor de aserti"·arncnte sus técnicas verbalC$ en Ja situación siguiente.
que se rCpita. Muchos de esos pacientes cuentan además que sus
pa~jas, sexualmente inexpcrcas, aunque no los <(enfrlan», no ha· Escenario del di-álogo: JilJ sostiene buenas rCl3cionc$ con
cen n-a.da, campQCO, por mantener su excitación sexuaJ dul)lfltC Jack. ~ro tiene J.. impresión de que en su manera de hacer el
los juegos preliininares prolongados. Como no suelen ser lobas- omor f:.'llt::i ~Jgo. Norrnulmence, si ella o él inicia el :icto se:-::u;1l,
cante asertivos pata poder pedir a su parej• que emplee algún Jack efectúa la penetración' y empieza el coito rápidamente. Una
procedimiento para excicarles sexualmenrc. recurren al método vez alcani•do su clímax, Jack .Stablcce ¡>oco conrncro fisico o
de acelerar «.los crámices.» y despachar cuanco antes para evitar verbal conJill y suele dormirse. Después de ccnar,Jill se sicma
todo posible fraeaso.· Aunque la indiferencia con respecto al 01ro con Jack en el sofá y le plantea la cuestión.
puede ser resulcado de un sentimiento de ira reprimido o de ig·
norincia scxu.al, yo sugiero a mis alumnas que panan del su· }ILL: ¿Podemos apagar la telC\;sión, cariño? Quiero hablarte.
puesto inicial de que es.ta dificultad se debe a una «ansiedad ]1-CK: Por supuesto. (Se levan[a y desconecta d apar~ltO. I
oculta• acerca de una actuación insacjsfactoria durante los juc· Dime, ¿de qué se tl"3ta?

370 371
Jiu: Te quiero mucho, Jack, bien lo salxs, pero htrj oigo J•Ct<: No a que me caruc; a que me cnua sueño, simple·
tn nu"1tro Wf¡z 1a""1 'l"• ,,,. pmx:u[Nl. [AUTORREVELA· mente.
CIÓN .) Jiu: Y• si f{Ut lt tnlro w•ño, pero ¿ntJs stguro tk qut no
J•cx; NUCSU't vids sexual 'es pcrfecamcotc normal. btry 4/go '11 tSOSÍU't.Of prt/imi1101tS qtlt 110 lt f.l'fl4 O f{Ut lt C.n·
Jw.: Por JUP-10~ /o n, pero, aµurk •lle. htty t11 tlú .Jio u? [BANCO DE NIEBLA e INTERROGACIÓN NEGA·
q11•m• prrot:11ptL [BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.] TIVA.]
J•ct<: (Después de un bl'C'.-e silencio.) ¿Es pr«iso que h•- JAO<: Cuondo éranlO$ reci6-. etsodos, hubo algunas'""ª en
blemos de eso p~cnte a.hora? que qu~ tan ~gado que no p~ haccrd amor, ¿recuerdas?
Jiu: No, pero lo P'fferirú. ¿Qw1us qut b1bltmo1 tlt tilo Tht11fnoi probúma1 eritonas. ¿Te ttloy
J1LL: Ti11111 td'ZÓl'I. 1

tl•rpué1 dtl ttltc/ioriol [BANCO DE NIEBLA, DISCO RAYA· faJtiáiando con trta c:o11vm11dó11.' r:QoiErts qúe lo dejemos pa11J
DO y COMPROMISO_VI~{ILE,l- • . má1 tarde? [BANCO DE NIJ¡BLA, INTERROGACIÓN NE·
}A-CH.. N"· GATIVA y COMPROM ISO VIABLE.)
J1u: Bien. Cuando hacemos el amor. yo preftrida q¡., pas4· J•e<: No. no. adelante.
ramos un poco más dt titmpo jug1ndo y divirtilndonos ontts del Jiu.: ¿AcasrJhoy ol¡o qu• 1t pr«XUpt en el htcho át qut yo
aao, tn lu¡flr Je '4numos tl il ensepi<Úl. Crt0 qut asl con1egui· átStt más jut¡os prolimtna,tt? [INTERROGACIÓN NEG.~­
rÍ4 txcitorme más, ¿14bc,'> Me> pondría mJs tl'I forma, é"'""P~n­ TIVA.]
dts? [AUTORREVELACIÓN.] J•Ci<: Bueno, sin duda recordarás que cuando me C2JlS•b:i
]Aa<: No pude decir que yo precipite lu cosas. Tal como demasiado luego no podía.
lo hu dkbo, ¡w= que solo piense en mi propio pltcer. J= ,e,.., 'I"'
sip,.,fo,;gtl,.,,,os un poco.mis /os juqo1 prt·
Jiu: Pud• q~ longos T01Ón; no, non,,.,,¡,,,¡ qut 1U>J Úntt- limin4rn, como )'O quisiere, oolvetúz d ocumrtt? [l:"\TERRO-
mos 1m1g,,;Ja o .UO. Sin embugo; yo~ qut Ji proloniiromtu GACIÓN NEGATIVA.) •
losfU~OS pttliminortS un pocc mis,¡, lo qu• rolnnOJ hoarlo. '10 J•cK; No lo sé. Es posibl•. .
ioutú ,,,¡,_(BANCO DE NIEBLA y DISCO RAYADO.) Jiu.: Sipery/iet'#s tu erttriólf., ¿tdH mol te pa~nÍl tp1~ ·"º "'''
J•CK: Mt<S lo hacíamos como rú dicu. y al dio siguiente los '"""ª" k h4UT qut la rtCU(H!TaTar? [INTERROGACIÓ:-:
dos Uei¡ábamos tarde al trabajo. NEGATIVA.)
J1u: Ahora qut /o e/ices, Trottrdo, qut, en efecto, por Ú ma· )ACK: (Con aspecto'de preocupación.) (Cómo lo huíasi
ñana mt qu•daba dormida. Pero cuando éramos tcc:ién asados ] ru: (Con una sonrisa pícara.) ¿Q11iertr un.tJ úmostr1Jc1011 e11
muchas vcc<S puábamos mucho tiempo haciendo el amor a e/acto? [COMPROMISO VIABLE.)
media noche. (BAt!CO DE NIEBLA.) )•CK: (Sonrlondoo su vez.)
jACK; Yo no soy un superhombre. Al día 1igu1ence tengo que ] ILL: Si prolongdra1nos un poco 1nás los juegos prefitnt11t1r"r \'
trabajar. bien lo sobes. se te p<ZJara la ermid1t, ¿1~ g1t.rta1(a qµeyo me enr.Jrgara de que· L.1
)1LL: T1'tnt1 rdlÓlt, y no quitl'f) qut l~nga.1 qut str un St4pn'· rocuperaru? (COMPROMISO VIABLE.]
homhre1 peto ¿no poJríamOl 4"eg'4r '41 wsos Ú mantl'd 'lu~. }ACK! ¡Por supucsco! (Nucvammce ~rave.) Pero ~c.¡u11.~ ir;,,
llUIU(Ut prolongiromos nuestros¡Megos. no qutÚr•s tan /4titdáo} a trabaj..1r a la mañ:uu siguience si nas paS:Í('".J.mos toJ.1 l;i n<~ill..·
[BANCO DE NIEBLA yCOMPROM!SO VIABLE.) h2Ciendo d amo<?

¡ 72 l7l
Jau.: {Por qul no tratamos J, l»cnlo más• 11unu/o • ni• rosa o siempre tiene un• excusa para justificar que no se en·
boro, porefotplo?úeo que por la mañana nos habríamos rccu· cumttt en formL Aunque cst1 cluc de huido SCJru.! se ob"'""
pendo. (No? (COMPROMISO VIABLE.) clínicamcnro m el rcpcnorio de ambos ..,xos, mi cxpcrimcfa y
]AC:E: ¡Ahora mismo! la de mi rolcg:i. d doc1or Zev Wancl.rcr. aos han confirmodo
que el !>'ciente masculino tiene mucha más tcndmcia a negar I•
Si en las clases no tenemos mucho tiempo porque hay que exinenci• de un probltma que la p:icicnte femenina. las muic·
ocupane con gran detalle de otros sectores conflictivos, a V«es res que nos consultan suelen ser más abienas y estar más dis·
' ..
me limito a hacer una exhibición' de es1< tipo .:le dililogo aseni- puestas i ·t.reconocer
'
sus problemas sexuales. En este caso con.
vo, como una manera de llcgir a un acuerdó eón nuestra p1rtfit <reto. me refiero al hombre que se apatti sdmalmcnte de su
si esta suele evitar los juegos sexuales preliminucs. Hago la ex· mujer, siñ m6Jttanlal'lo1. vicihlcs y ciertos de impotencia íóblca
hibición con la ayuda de una colega o de uno di: las mejores condicionada. No se trotri de que plerdi ton h-$.;..•..ncia su erec-
alumnas. Una de las preguntas que algunos alumnos formulan ción ·ni de que Je resulte diílca excic:trsc sexualmente con otr:t)
invariablemente después de la demostración (o del ejercicio mujeres, y tampoco do si~nos de C)'aculación precoz. L.a histor1u
prictlco) es la siguiente: «¿Cómo consigue la mujer o~'Udtr sal de su conducta cnáljo más bien en el modelo de la ira que en el
hombre a maniencr la erección durai>te los jueg<>s prclimina· modelo de la ansiedad o el modelo mixto de traumiento psioo·
res?•. A quien se fonnule Cita misma pregunta puedo recomen· terapét.Jtico. Así pues. cs1e problem3 sexual tiene sus roíc.--es mj~
darle,comose la recomiendo amis alumnos. la lectura de los <a· bim fuero de lo ama que dentro de ella. El proceso de apan•·
pi1ulos de la obra de M:uters y Johnson Hum•n S•xu•I miento al que me rc6cro no es a cono plazo. es tkcir. lo ~uc
ln1/tt{U«1 Clittle Brown. 1970)* que U'l[an conaetamettte dd puede ocurrir en un fin de scnlana; no cono~ un solo m:icri ·
remor a la pérdida de la erccrión. y ele cualquiera de los manua· monio de los que han acudido a mi consulta o de enuc mis amis·
les populares sobre la vida sc.<ual publicadosm los últimos cin- radcs de toda la vida que alglUl<I '"'no se hayan cmi•do al cu<r·
co años. eomo algunos libros del doctor Alex Comfon. cntn: no muruamenrc y se hayan nq::1do a hacerse d amor por un
ellos Th• ]<>'!o/Sex (Crown, 1972)**. breve período. arnscrados por su irritación. En contraJte con
Cuando enseño a mis alumnos a comunicar 11ertivamcncc es<&s esc11r-•muus normales, lo que trato de exponer aquí C1: ..:l
su.s deseos •sus parejas, les propongo, como un excelente cjer· C3SO úpicnmente clínico de un cónyuge que se apina scxt1;1(.
clcio de aprendizaje encaminado a resolver toda cluse de con· n1ente del otro~ de m:Jncra. gradu:il, dunlnce un largo p~rioJt,,
ílictos conyugales, que se ejerciten en hacer frente al mús difíril de mucho.• meses y aun de años. El tnu:uniento que se impono.
de todos Jos problemas sexuales en el matrimonio, :t saber. untt evidente1nenre, en estos ca.sos, sep:ún el modelo de la iru, consis-
disminución gradunl de la frecuencia del 11cto scxutJI 11 lo lar~o te en .iditosrrnr al «puciente identificado». es dt"cir. "' cón~'tl)!~
de un periodo de meses o de años. Al cabo de ol¡¡ún tiempo, se que se apótrta del olro.,. mostrarse mis asertivo con su parcia
pone de manifiesto, mediante la más somera de las observado· acerca de lo que le desagrada por parte de esca. o inducirle p.n
ncs. que uno de los dos cónyuges nunca coma 11 iniciari\'t 1mo- lo menos a que mucs1rc 3U enojo» use desahogue» de \"(:Z en
cuando purt dcsc1rg1r la atmósfera entre él y d otro CÓO)'U~..:.
·r...i.....__,_;¡,¡¡;,¡,;-..1i..-.-s.-..w...1981. Pero ¿cómo con..,iuirlo? Es1e es el problema. sobre todo en el
"Tnd aoi..flpüa,,f,l=,RmdomHouseMCWl<bdon.bcdoa&. 200J. c:uo dd m:arido que se aparta de su mujer y que, probablemcn·

374 l7S
te. negará que cx.istt un problema sexual y se rcsislirá a permitir escas inseguridadC$ ~rsona.les. Tal como yo lo veo, desde un
que nadie le indique cómo d~be tratar a su mujer. En algunos punto de vista clínico y no político, es• clase de mujeres no de·
casos cl!nicos, en los que una mujer casada que ha venido par.a sean hacer el csfuerw neccstrio para •libcrarsoo. Según mi ex-
resolver un problcroa psíquico personal se ha lamentado de este periencia me ha demostrado, CS'1S infonunadas clientes consi-
problema, le he dado un adiestramiento intensivo para que se deran las claoes de osenividad terapéutico, o bien como un Jugar
muesuc mú aseniva, insistiendo sobre todo en lu t&nicas dd donde encontrar unos oldos comprensivos. dispuestos a cscu.
BANCO DE NIEBLA, la ASERCIÓN NEGATIVA y la INTE· char Ja hiscoria de cuán ternblcs son sus maridos o de cuán in-
RROOACIÓN NEOATIVA,con Qbjeco de capacit<da p.,.!>:: jus12 es !a vida para con cUas, o bien como un lugar donde
ccr frente a las eriticas-jww o manipulati"-u- de su maride. aprcnd<"r una serie de pequeños trucos ingeniosos pal'3 modifi-
sexualmente aparudo de el!•·Cuando mi alumna ha aprendido car d componamiemo de su marido sin modi.licar d suyo pro·
a msmrane no defensivt acerca de si miJma y de SU antiguo CS· pío y sin d 11'.enor esfuerzo pctSQllal por su parte. El número ele
tilo m>nipul1á,'O. hago que se enfrente• su marido y p<O\'OqUC pacicmcs (maxulinos o femeninos) de esca daK es rd•tiva·
sus criticas personales acerca de ella y de su vida en común, cri· mente cono en comparación con d de los que est:ln di.puestos
ácas personales que el marido se resiste a formularle cspontá· a hacerlo <odo pdr modificor su componamícn<o y aprender d
neamente y que le permiten decir qué es lo que no le gusta de su ane de la convivencia con otra persona.
mujtt y de su compon.a.micnto, y lo que, en parte, se encuentra El dillogo siguiente, '!U" ilustra algunu de lu té<nica> aser·
en d origen de su apanamiento scxUlll. N mismo ticropo. d he· tivas que esas mujeres cmp1aban paro luchar contra el apar·
cho de que su mujer provoque di rcctameme la expresión de'"' tami~to de sus maridos. e-s rambi~n unt versión abrev1:2do1 v
críticas le da a entender que no e• en absoluto la mujer fdgil, corregid•. compuesto de vari6s dementos ex1Jllfdos de los eje;.
hipersensible, muy dependiente y a veces oprinúda que babia cicios hechos en dase y de las sesiones tera~;.11icas. La crítica
imaginado c:onoccr. Pua algun:.s de esas mujeres. sin embargo, provoc:am por la esposa asertiva es una mucscrn de las cri11·
el csfucno para enc<>ntnr la solucióo de su dilema resulta. a su
1
cas espontáneas formuladas en los ejercicios pr:íC1icos por cien ·
juicio, más duro de soportar que el problema de un marido frío tos de alumnos. Sus críticas, probablemente extniídas de sus
o distante. P11ra esas mujeres desdichadas, hacer frente a aigu· propias ex~rienclas, cubrian prácticamente codo lo que puede
nas de l•s que¡., de su marido sí¡llifica cfeauar grandes modJ. ir maJ en un matrimonio, al menos desde su punto de vist\l. La
ficacioncs en su estilo de vida p'crsonal, cobrar mayor confiania crí[ico. no es una batalla del hombre contra la mujer, una guerra
en sí mísmas, cuhivnr su propio manera de ser (elíces, depender de sexos. tv1uch;.1s veces, cuando teníamos n1tU lllumn¡is <1uc
menos de lo que su marido pueda (o quiero) darles, mostrar· alumnos, en Ja clase o en las sesiones 1crapéu1icns 1 dos mujeres
se menos monipulativas y asumir 111 responsabilidad de estudiar se ejercic:lban entre sí, y bi.1en.i p::irte de lllS críticas que: formul-a·
y ejecutar sus propios deseos y uspiracioncs, examinando aserci· han controi sus supu~t.a$ esposas eran lias mismos 1..1uc los ~llun1.
va.mente sus propi03 sentimientos y preocupaciones ncgati~·os y nos "''3tones formulaban contra sus parejas femeninas. y cuanc.Jo
···~tóndolo$ <mno pone ~- .r misrl'ts, o UeganJo • escableccr las dos mujeres en juego iniercombiobnn sus papeles. también lus
compromisos con su marido para traLar de l'C$olver sus proble· criticas que formulaba la nut-va «marido» cr2n similores. El len·
mas en luga.r de apdor a manípulocion.. para obligarle a accp· guaje y los detalles e ron diferentes, pero las criticas m11.1culinus )'
tar el molde rutinaño que les 1:i1v11 de rencr que enfrentarse con femeninas venaban sobre los mismos puntos. Muchas de !Js

J7Ó J77
críticas (pero no codas) formulad.as con más frecuencia por cuatro meses ~e abstinencia completa. Jill sigue queñendo a su
nuestros alumnos (y paciences) se incluyen en escc diálogo. Aun· mtrido y desea la intimidad de que gozaron durante su noviaz-
que, en muchos casos, los alumnos que s-e cjercicaban en esta go Ysus primeros tiempos de casados. Jill ha aprendido • ser
manera aseniV3 de enfrentarse con un conflicto sexual no tenían aseni-..a y se ha ejercitado con diligencia para desensibilizarse
el problema de que su pareja se apartara de ellos sexualmenre, frente a la ansiedad y a la tendencia a situarse a la defensiva. No
puede observarse en el diálogo que el problema sexual inicial se sin gran esfuerzo. ha acabado por convencerse de que ella essu
emplea como un interesante yehícu~o didictiC<? para tnscñar a único juez; hace algunas cosas bien, otras horriblemence. es ca·
la gente a reaccionar debidamente en situaciones matrimoniales· paz de eva.Juaf sus propios ~xitos lo mismo que sus error.es ~· fra.
'Conflictivas e ínrimu. · • casos, y sabe que es ella la responsable de los cambios que desea
En la vida real de nuestroo pacientes, esta situación proble- implantar en¡¡¡ forma de vida.
mática exigla semanas y hasta meses de repetidos encuenrros no
críticos ni defensivos con las parejas en cuestión, antes de que se Esconario del diálogo: Jill habla a Jack. un domingo por la
consiguiera llegar a un compromiso y modificar el comporta· mañana, cuando los dos han terminado de leer The Timcr. !]ack
miento mutuo de los cónyuges. En algunos cosos, la técnica podría igualment.,o ser el iniciador asertivo d e) diálogo, en lt.~~•r
asertiva mejoraba la relación sexual; en otros, mejoraba la cali· de J ill. En el diálogo, he <rotado de indicor el estado emoci0nal
dad de la vida en común a través de una comunicaci6n abierta y y de esplritu d e los matrimonios reales en las sesiones cerapéutl·
directa, h.ista el punto de permitir a los cónyuges elaborar un cas, durante el empleo de las técnicas de comunicación asenjva.
nuevo cstilo,de vida m:is satisfactorio para las dos partes. no defensiva.) ·.

}tu.: J ack. Últimomente he estado pensando mucho ..'i~J


0!ÁLOGo34 guste r; 110 nos gU.Ite el caso er que· tenemos un problema re)(u11!.
[ASERCIÓN NEGATIVA.]
Un cónyuge que anteriormente ] ACK: Te repito que no es cierto. Lo hemos discuddo ya mu ·
se habla mostrddo manipulatii;o chas veces. ¿Por qué metemos en ese berenjenal, con lo bien
ind1tce aseitivamente que csrábamos en esce momento?
a su parC'ja a expoñer Jos defet'JOl' Jit.t.: ]lenes razón. Tiempo atrás solía atosigarte, ."I' llorar .r ha·
que obsenla en su matrimonió,'°'' ccrte t11111 esccn.1 para consC"guir q11c 111e hicieras el amor. per0 ,,,,
objeto de b11scar entre los dos piense volver a hacerlo. Soloq11iero ver lat (Osas detde tu pu11111 tic
la man-era Je ccrregt'r/.os virta. (BANCO DE NIEBLA. AUTORRE\'ELACIÓN y CO.\i
i'RO:-nso VIABLE.)
Jill lleva eres años de matrimonio con .iack. DuraJ):te los prime- ,JA<.K: Todo un c;;imbio. por cierro.
ros dieciocho meses de matrimonio, su vida scxuoJ foc s;;itisf:ic· Ju,1.: ¿i'Jo es z:erdad? CuandtJ tX11rrt.• algo a1·t' te11zo la :te11.\'.t·
roria, pero, cranscurrido eJ Periodo lnicial, est:i vidQ sexual fue ción ,fe t¡11e 11a111os aparttindonor 1'110 de otro. No hemO$ hech0 1.·I
haciéndose gradu:ilmente menos inteosia !l lo largo <.lel a_ño si· :imor d...::;dc ht1Ce cerc;t de cuacro meses. (B:\NCO OC:: NJt:OL:\
guiente hasta llegar a su mínim.i expresión. a lo que siguieron y AUTORREVELACIÓN.]

}78 379
]•C<= (A la defensiva.) Te quiero, bien lo sabes, p<'ro última· ejemplo eso de preguntarme si be sacado el cubo de la basura,
menee ando demasiado preocupado y facigado. Con ese exceso entrada ya la noche, cuando ya me lo recordaste a las seis.
de trabajo y todo lo demás, simplemen.te, no me encuenuo en ]lLL: ¿Algo más? [INTERROGACIÓN.NEGATIVA.]
forma. jAcK: Sí. Por ejemplo, cu•ndo te ayudo a hacer limpieza de
]ILL: Sé muy bien que te mil tas trabajando úúi11ta11tenJe, Jack. ia casa, siempre pasas tú después y encuentras algo ma1.
(En lugar de decir: «¡Durante cuatro meses!» o «¿Y poc qué Ju.:.: (Asombrada.) ¿De veras hago ero.' (Sonñe para si.>
trabajas tanto últimamente?»). pero yo tospecho que hay, ade. Pues si'... es verdad que lo bogo.. . ¿Algo más que le irrite? [rNTE·
más, algu!UJ otra explicación. Temo que debe de haber en mi com· Rl\OGACIÓN NEGATIVA, ASERCIÓN NEGATIVA e [N.
portamit'nto algOqut lt tn/ria sexualmente, que te hace perder las TERl\OGACIÓN NEGATIVA.]
ganar de hacer el amor. (BANCO DE NIEBLA, AUTORREVE· ]AcK: (Entrando de lleno CQ el.rema.) Sí. Y da la impresión
LACIÓN y ASERCIÓN NEGA'l'IVA.) de que no es que no confíes en mi manera de hacer las cosas.
] ACK: No es verdad. En la cama eces esmpenda. sino que 1e emp<'ñas en buscar algo que reprocharme.
Jiu.; Es posible que toa estupenda una ver en la cama, pero J1tt: Ahora qire lo dices, medcy cuenta dfqlte acato sea citr·
creo que nos estamoJ ap11nando uno de otro en muchos sentidoty to que oéro <ZSÍ... ¿fJué 01ras cosas hago que puedan prod1tcir /4
remo hacercosaJ que te apartan de mí, quiero dea'ren general y no imprr:.~i{ln de qz1t'tfáUJ de encontrarte en falta? (ASERCIÓN NE·
ya en '4 cam•. (BANCO DE NIEBLA, DISCO RAYADO y GATIVA e INTERROGACIÓN NEGATIVA.)
ASERCIÓN NEGATIVA.) . J"c"': ¿No crees que ya es bascance?
J•c<: (Volviendo a su periódico.) No, mujer, que no, ce digo. JILi'...: i\'o 1rre falta tema de reflexión, a"ertal1'Jente, pero de to·
Te portas muy bien. dos módor me gustaría que me.co11/esa1as qui otras cosas áe las
Jui: Er prob•ble que así lea, en ntucbot •tpector, Jock, pe'o que yo hago te molestan. (BANCO DE NIEBLA: y ~UTORRE.
¿no es verdad que algunas tk las cosas que hago te faJtiáian pro- VELACIÓN.] " .
fundamente? [BANCO DE NIEBLA e INTERROGACIÓN } ACK: Pues bien. ¿recuerdas cuando solo teníamos un coche?
NEGATIVA.] ]lLL: Si.
]•CK: (Sigue a la defensiv~.) Nadie es perfecto. Todas las jACK: Cada vez que iba a recogerte>' me retrasaba. te pasa·
personas casadas encuentran defeccos en sus cónyuges. · bas veinte minutos protestando y d ándome la lata.
Jiu.; No dudo <:k que otros matrimon1'o1 /enárán también Jiu.: Era una estupidez. por mi parle des(argar en ti mis /ruJ·
sus problemas, pero ¿hay algo tk lo que yo hago, pequeños deta· traciones, ('JIO es :.·eriÚJd? (En lugar de protestar: «Pues r,qu¿
lles ri tú quieres. que se te introducen debajo rk la piel y te im'tan querías? ¡Siempre llegabas 1;1rdc, y nunca té acor<labas~».I
un poco? [BANCO DE NIEBLA e INTERROGACIÓN NE· [ASERCIÓN e INTERROGACIÓN NEGATIVAS.)
GATIVA.) jACK: (Guarda silencio, apretand.o los dientes.)
jACK: Bueno... (rcfle.xivamcntc), hay un par de cosillas que JILL: (Insistiendo en provocar 4as críticas de su marido en el
hac~ y que me molcsta:n. punto donde este se ha interrumpido.) Sospecho que rro te rr.··
· ]lLL! ('Cuáles son.tsl4s cesas que ye hago y que le molestan ? su/taba muy atractiva en tales ocasiónet, ¿verdad? ¡Q11é mar 1ne
(INTERROGACIÓN NEGATIVA.] portaba! (INTERROGACIÓN NEGATlVA SOSTEN!D.~ ,.
]AcK: No es fácil concreCJ1r... Insignific•nci•s... como por ASERCIÓN NEGATIVA.)

¡81
J•c1<: CEnfwttiéndose.) ¡Y que lo di¡asl Solo de pensariose Soy pn{ta111nmlt upa: Ú 1,urr/Jmrtla J dejar .,1411a, la bomb<t
me sube la sangre a la abeu. Y ona cosa, adernú. Ct<b m q.i< mis14rrk. (BANCO DE NIEBLA y COMPROMISO VIABLE.]
te daba por pro<esur, qutjane de mí y mal<nr2rme, se supoob 1•= ¿Vrs? Este es otro de rus defectos. Siempre mw de
que yo debla limiwme a quedanne sentado aguantando d cha- mcglas las cosas donde yo las he estropeado. O donde tú crees
parrón. que las he rstrop01clo. Y lo h>crs un1y otra va. ¿Porqué oo te
Jou..; {Cómo podh rer tan injUJ14 contigo? [INTERROGA· limir-.is 1 decir qué rs lo que no re gusta y a dejarlo así? Es como
CIÓN NEGATIVA.) . . si <raiaru de castigarme. No S<Yy un chi(¡Uillo al que hay que en·
J•c"" Tú pÓdrias pon.,.;e furiosa cuan.do te apeteciera. En ri señas a no mojarse. Soy un hombre adulto.
era algo que merecía codos los tC$petOs. En cambio, apenas Cl· J1~ Supon¡~ qut l11mbién tn tSt OJunto tienes ra:órr. c'Sa·
1ado1 1 u.na sol1 vez. que me enfurecí cootigo, cmpezute 1 llon:r bes? Me borroñ':.4 J1r"16cufnftJ de 14/orJ!!~ !"que me comporto.
y a chillar y corriste• echarte en la cama para Uocar horas St¡lUÍ· (AUTORREVELAC!ÓN.] .
dos, hasta que entré y te pedí perdón. ]ACK: (Guarda silencio.)
]1LL: (Comprensiva y, quizi, con cierta turbación.) ¿&posi· J1Lt.i Me dan s•nas de Uorar... Pero si empiezo a Uorar lo CS·
bit qui obrara así? ¡Qué manera de comporcarmel O sea que yo tropearé todo, como ontes. Es mi escape, ya lo sé. (Llrga pauso.>
tenlo derecho a chillar, pero tú no. Voy a d.cirtt una <Ora. Con· ¿Qué te parece si tomamos un poco más de café hasta que me
tluyamos un pacto. Si yo mt tnfurttJ:tJ, tú putdtr hactrúi tanr· sienta mejor?
bibr, y vict11m•, 7 nmguno dt los dos· titnt por qui ptdir pnJón J•c1<: Vale. (Dcspu~ dd caí~.) ¿Qué. seguimos o no?
lutfO, ¿wk? [ASERCIÓN NEGATIVA y COl<IPROMISO ]1LL: Si¡ue siendo muy duro para mi, peÍ'o creo que es mejor
VIABLE.] que sigllll0$ hablando de esa éuestión.
]•CI<: (Con cautela.) Vale.•. pero ¿por qué no pedlr pcrd6n? ]AO<: Si tú quieres... .•
Jiu.: Porque si uno pide perdón da la impresión de que en· J1LL: Qui= y no quiero; VIS a tener que ayudarme.
furecersc y desahogarse es algo molo. ]ACK: éQut quieres que te diga?
J•c"' De acuerdo, pero sospecho que en esta cuestión tú 1e Jou.: Quisiera que fuoscs mi terapcuia y que pudieras indo·
quedas con la psnc dd león. carme qué debo decir.
JoLL: ¿Por qui lo dius? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.] }ACK: (Enojado.) ¿Te dijo él que me hablaras así?
] • CK: Porque tú te enfureces conmigo con mu ch• más fre· JrLL; Me Jo propuso. Pero no me p•re<:c ma1 si así logromM
cuencia que yo contigo. dc$p<jaf la 11tmósfcra entre nosotros. ?-.lucho me temo que h: he
JoLL: Crt0 que tombii n esto es verdad...Asf qu• ttdir~ /oqu• tratado résimamente ciada vci que haclas algo que no me gusia·
vamor a hacer. Yo trataré dt! no enfurecerme por (JltÍa ptqut;;o de- ba. Quiero ver si soy c~p~1z de aguantar que me digas qué es lo
talle q11t me im·1e, 1i tú me hacer 10bcr cudmlo te ho¡o enfaddr. que no te gusta de mi manera de ser, sin desmay.irme. Si apren·
¿Qut tal te parece? (BANCO DE NIEBLtl y COMPROMISO do a no mostrarme tan hiperseqsible cuando te cncran g;1n.is
VIABLE .] de enfurecerte conmigo. tal vet [>(Jdamos volver • comp•nir Je
J•CJ<: ¿No cor~ el peligro de scntirie frunntda como me \'Crdad nuestra cxiscenc-la.
sentí.a yo? J•cr;: CF..quivando.) ¡Ahora soy )'O el que neccsira c•fé'.
JILL: Es posibk... pero tengo muy buena memorio, >"' lo sabn. (Vuelve a entrar con expresión irricada.)

¡8;
] iu: éPo•~ tt moks14 tdllto qut te h•hlt •rfJ [I NTERJl.O. pirir11. Pero, rs' no quitrt1, no/,, hari. [BANCO DE NIEBLA,
CACIÓN NEGATIVA.] AUTORREVELACIÓN y COMPROMISO VIABLE.)
]Ac1t: No me gusta hacer lJS veces de conejillo de Indiu para J"c"' ¿No puedes dejarme en pu?
vuestros experime:nros; los tuyos y los de tu psicólogo. Jr.u.: No quie<o, (Slbcs? T.l ua quitra que volwmos a ser
Ju.L: No """pmu/o. ePor qui 110 mt •l'Dmf1dii0< 1111áfa1 '-· como inzr.ro1 •ntti, o meforts, o di/ertnle>. Cfrustr.1da.) Li w r·
bf4s l'Oll 11 tkbt11tt tÚ IDl? [BANCO DE NIEBLA y COMPRO· áoá ts '{Ut no ri ~•ctamtntt qui di4blos quiero. (AUTOR.RE-
MISO VIABLE.] VELACIÓN.]
}ACK: No. )AcK; Bueno, p¡ies ya rengo la imprt$ión de que me estiis
JU.L: ¿Quieres d divorcio? tt-ndien,fo un lazo, que csrás jugo.ndo conmigo.
J•CK: Claro que no. ]LLL: Es poriblt, pero no ti qui otriJ cota pired(I bi1cer. ¿L" ,.,,,.
J1LL: Si seguimos,~~ y las cosas n~ mejoran entre tú y yo, ne¡ bts 1ü? i Dt vtrat qut'trts qut 1iga"'os viuitndo como hasta t1l.'O·
sé qué llcgarCm.Os a hacer. Mt g11s1arla poJtr aclnrar las coras ro? [BANCO DE NIEBLA, AUTORREVELACIÓN y COM ·
Ot¡U( mismo, 1111/re llOSOl'f'OS, sifu~st pos1b/t, Si no t¡uitr#S irÍz vtr PROMISO VIABLE.]
a mi pricó/ogo y te n1'tg4.1 4 proseguir tS/4 €0nrMt1aci611, ¿quipo. J•cK: ¿Qué hay i!c malo en vivir como vivimos?
dtmos hac.rJ [COMPROMISO VIABLE.] ]1LL: (Furiosa y tcincidicndo en sus pasados errores de con"
}Ac<.: No me gusta. ponasnicnto.) ¡Mucho! ¿QuietcS que ac haga la lina de codas Ja.
JlLL: Ni tú1tt po• qui guil4•te. ¡_,, único qut tt pitio ts qut /,, esrupideecs que has cometido tú en cu vidt?
illtn11ts, tz»1migo. (BANCO DE NIEBLA y COMPROMISO ]ACJ<; Eso es lo malo. Esos b\ll"os que gastas. ·
VIABLE.] J= Clniroda aún.) De esto te es coy hablando precisamente.
]ACK: Ex•aamence lo aUsmo de si<mptc. Yo soy d tonco de Todo lo que sabemos hacer es pelamos. O bien yo chillo y IÚ «
n:mice y IÚ doña sabdotodo. aUa.. Y no quiero 1<guir viviendo así. ·
]cu.: ¡Qui tS /oque he h«ho yo paro que te sitntas I011to dt jACt<; (Exasperado.) ¡Tampoco yo!
rtmatt? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.] ]ILL: ¡~ hu also por ttmcdiado, por d amor de Di<» '
]•CK: Tengo la impcesión de que anduexpcrimcn1andocon ¡No ttm;•s. que no te voJ a morir por ello!
mi eerebro. ]ACK: !Exhausto.) ¿Qu~ quieres que hag•mos>
Jau: (Quitrts qut tÚjemos át hab'4• dt tsto? (COMPRO· ]lLL: (Recobrando su compostura y después de guJrdar ., .
MISO VIABLE.] lencio unos instantes.) ;'Vddo~ si dt Vtrdaá 110 qttic!ft!S. (CQ~t .
J•c~: No, no. ¡Tú)' tu condenado loquero me esailis fusti· PROMISO VIABLE.]
diando! ]ACK: No me gusto la solución.
JaiL: Bueno, bueno. ¿Quéhemos hecho para/a!liáiarte? [IN. J 1Lt: Lo comprtndo, pi:ro ¿no q11ie1's probar? Si dices que 110,
TER.ROGACIÓN NEGATIVA.) lo <Íej•remos. [BANCO DE NIEBLA y COMPROMISO 1'111·
]AC:K: Los dos hacéis que me sienu como si yo fuese el pa· BLE.)
ciente en lugas de iú. Y entretanto, ¡duro con esa monserga de J•c•: Si se hace demasiado fastidioso, ¿lo dejaremos?
11 ttnpia ascniva que te ha en.seña.do! Jiu: D~ 11"tlepenát,.¡, Si no quieres hacerlo conmi~. scri~1
Jtu.= Es verdtul No tXJnov:o otra manera tk ¡HlftlNr tn tw a · um $Olo unot pérdida de ricmpo... como mis; CKcn;is de otr1.•

¡8.¡
tiompo. No soria mis que conseguir por mi pute que hicieou Jcu: {t 'I"¡ h•&O 1" par• l(Ut lt ntntos culpable? (INTE-
lo que yo quiero, <n lugar de rnb•iu •I unísono pat4 •11tñguar RROGACIÓN NEGATIVA.]
q~ es lo q~ qiiettmos los dos. [BANCO DE NIEBLA.) ]AC<: No lo~. Sé muy bi<n que re estás portando mal con-
JACK: De acuerdo. (Nota: a ¡nnir de aquí, sin ti consonri- migo, pero• pesar de iodo me sien10 culpable. Y luego sien10
micnro de Jade sería impost"blc toda comuniación lnúrna.) ~ oe (>«line pmlón, aunque sig• <nojado contigo.
Jiu.: {Qi-iem que ki dejemo1 para mir torrk? ¿Poro moña~• Jiu.: Er 11110 huitú por 11ti,,.ru, Ú> ri muy bien... Cuando //,,.
o '4 semon• prorima? (CO~PROMJSO VIABLE.) ro y esGipo corrit11do ti como ri tt oblit"'" a tragarle tu tnofe,
JACK: No, probémoslo ocra vez.. como si lt difera: • /M1io~ mirtt. hombrt malvado, cómo mal11a101
Jiu.: ¿Dónde nos inrerrumpimos? a est11 pobre mufer i1táeftnsa!•. [ASERCIÓN NEGATIVA muy
]ACK: Que me aspen si lo sé. Yo .... bu furioso por el hecho marcada.] '. .. .
de que 1ú y cu psicólogo 'me o:mplcorais como conejillo de In- ]ACK: Cuondo obras así me armo el gnn lío, Te odio. y al
dlas. mismo tiempo h1rfa cualquier cesa por ú. ¡Dios mío, qué lío!
Bien. Empecemos pof 4lquí. l P11t:dr:1 iJcn1ifir,;Jr r:.Ynrta·
] ILL: Ji u.: ¿Quir,..rqutf'•''"'º'" [COMPROMISO VIABLE.)
ment• q11é es ki que te ha puesto furiotoJ [INTERROGACIÓN ]AcK: (Enoj•Jo codavia.) ¡No, no!
NEGATIVA.] Ju.•: ¿}' qui milt ? [INTERROGACIÓN NEGATIVA.]
]ACK: Me has dodo la impr.:sión de que tú lo sabías to.lo/ yo }1t.<:K: En ~'$tt-' oc.asiones me sien[O como un MOCO$uek> qu..:
nado. neccsitlJ 'fUC le c.an1bicn loi pañ.aJet;,
J1L1,; ¿Cómo u he producúio tlla imprtsi6'1J (INTERROGA- Jiu.: Uncirínclole 1 proseguir"" su critica.) ¿Tt hago stlllir·
CIÓN NEGATIVA.] te como un chiquillo y no como un homlm ,,.,;.¡,,,? [INTERRO·
]ACK: Te moscrabaS ran fría y sorcna. .. GACIÓN NEGATIVA.) • .
Jiu.: t Como ri 1e tnuüero un "'1.o? (INTERROGACIÓN }ACX: E.neto. '
NEGATIVA.) ]1LL: ¿Qulo1r11 cour h4io yo qut lt bag¡in stntiTle ari? (1:\-
jACK: ¡Exacto~ TERROGACIÓN NEGATIVA.]
Jiu: ¿Y quin Ú> que te ha h«ho sen1ire11a impresi6n? (IN- }•C1': Esas pequeñas obscr\'acioncs que sueltas. como (>Qr
TERROGACIÓN NEGATIVA.) ejemplo: ~;Todo tengo que hacerlo yo, aquí!,., «Tú no haces
jACK: P:1.reda como si hubieses previsto todas mis respucs· nunca lo que debe h•ccrse. ¡Solo lo que te i.ntcres.a 01 t~ !,,,
tas. Las escuchabas sin pest-:i.ñeár... J1LL: El ue1d1JJ qut a wces digo coral arl En genert1/, supongfJ
]ILL! Puer )'O pensé que en aquel momtnlo ki tchaba toJo a que lo digQ para ddsalxigar1nt, pero t:uando hablo así dll ú: imprr·
prftÍeT, llorando. [AUTORREVELACIÓN.J si<Ín Je q1re no siento ti 111tnor rrspelo por 11: ¿no.' [BANCO DE
]ACK: No es lo mismo. Cuando Uoras y csc•pas corriendo. NIEBLA, AUTORRE.VE.LACIÓN e INTERROGACIÓN NE-
comprendo que escás furiosa conmigo. Esra ve• solo llorJbos. GATIV.~.]
J1LL; ¿Y qué diferencia hay en<re qut llort o q11t me tn/11rezca ]A<..K: As( es e:<:.Jccomente como suens.
co1t1t¡o? ( INTERROGACIÓN NEGATIVA.] Jiu: ¡ Y no putd•s ;.o bac.rm' caso cuando obro as17 (CO~l ­
]ACK: Cuando Uoras así, re compadaéo y luego me sicn10 PROMISO VlABLE.J
a1l¡nble. J•cK: Lo in1cn10. p.:ro por dentro sigo enfurecido.

¡86 ¡87
Jiu.: Entonces, ¿por qui no haett '4 prutba tlt trtolúr tlt un• <entirtt culpable o rerponsoblt? [INTERROGACIÓN NEGA.
vtl t114ntlo tt hable orí y tirarme qut titrrt '4 a><h1iro boal TIVA.)
[COMPROMISO VIABLE y ASERCIÓN NEGA!lVA.) J•oc No sé. Muchas cosas. Por ejemplo, cuando 1e aburres.
J•crc ¿Quieres decir que debo revolverme contra u? tengo la sensación de que te abums por mi rulpa.
Jiu.: E.uctamcotc. ] •u.: (Insistiendo.) Haio qut tt ritntas reipOnsoblt tlt "''
J•cit: (Deprimido.) A veces me siento tan hano de ti que ni oburn"miento, i"º n osl? [lNTERROGACIÓN NEGATIVA.)
siquicni me qucdtn ganas de pelear. ]AcK: Exaaamcntc. Es como si )'O ruvicra que andar ron
JUJ.: Es vrnJoá, y <ntonces yo tt "'1lSO át poner mala t:ara. Yo mucho cuidado <0n lo que diso o hago delontc de ti, para no
11qu• no voy a tkjar dt quejarme tk tl p<ro si me sutitas una but· t:ra.s:tornarte. No puedo mostr:armc natural, ni, simplemencc. re ·
na andanada cada ve¡ que me desm4ndc, tal vtz ús COStlJ se Om!- !ajarme y ponerme cómodo. Siempre debo estar preocupándo-
¡len un p<XO. [BANCO DE NIEBLA, ASERCIÓN.NEGATIVA me por 1i, por si estos bien .
y COMPROMISO VIABLE.] JtLL: Clnsistiendo en que Jack prosiga e.n su crítico.) Dices
J•crc (Con cautela.) De acuerdo. No te prometo nada. ~ro que dependo dcmasindo de ti en muchas cosas. (Reflexivamen-
lo intentaré. rc.) Seg11ramtntt ..; s cierto. ¿Qui otra cosa hago yo t¡11e tt haan
]ILL: ¿Qui otro coso hago 1" que lt dt1co•o<0na? (INTE- rentirtf ruponsabf.t dt mí? [BANCO DE NIEBLA e INTE.
RROGACIÓN NEGATIVA.) RROCACIÓN NEGATIVA .)
J•c• : Cuando algo no marcha. cos.u corrientes de la vida J.;cx: A vcccs 1cn¡o la impresión de que no puedes h;ic"r
cotidiana, siempre tengo Ja sensación de que me culpas 1 mi. nada rú sola, sin mi ayuda. Sicmp:"C debo intcn'Cllir yo. Y si no
J1u.: (Con curiosid3d.J Eso sí que no lo entiendo. ¿Quihago tengo gar.as de hacer algo y te lo confieso, me rc>pondes ron un
yo P4TO f(Ut ttngos la imp"sión tlequt teClllpo 1 tit114nlÚJ 1/¡o no Ulencio frío. gl•cial. Porque no :1e ~admitir que no me ~11<·
marc/M? (INTERROGACIÓN NEGATIVA.) tehaett lo que tú quieres que yo haga. Escomo si no tU\.i ero un•
J•CK: No sé cómo ... Si hsy algo cd apanamcnto que no te vida pr"pia, como si dcbicro depender de ti. Te pondñas fono·
gusu y empiezas a qutjane, en cierto modo tengo Ja sensación sa si yo hi"iera m.lgo sin rí, salvo ir a trabajar. Y sos~ho que h.t:-·
de que la culpa es mía. Dcbi tener má> cuidado al examinar d ta iña.s ;a cnbajar conmigo si =i.ccttara.s a cnrootr;1;.r una c.'Ccus.1
apartamento, antes de alquilarlo. para hacerlo. A veces tengo la i.mpresión de que eso nuestro no
JILL: (insistiendo en provocas los crilicas de]ack donde este es pro¡>iamentc un matrimonio, sino otro empleo que yo cen~o.
se ha interrumpido.) En cierto modo es como si ltcar¡ara las rol· y en el que tr:1baío p:arn ti. Hasta en lo del sexo....~ ,·etcs tc:ni.:. . .
pos dt todo lo que ocurre, ¿no es así? [I NTERROGACIÓN NE· lo sensación de que es algo que 1e debo. en lugar de desCJ>r i;.,.
GATIVA .J cene 1!1 amor. >' me fastidio tener esta impresión. ¿No te d:ts
}ACK: Sí. Es como si yo ru... responuble de todo lo que cuenta? En CrC$ Jños qllC llevamos c:.lsados, no he s:a.liJo ni u:'l.1
ptsa. No se tr:lta de cosas graves, peJ.O a.1 c~bo de eres años hay sola noche parci di\'crtirmc con mis amigos. salvo pana ir a tx~·
un sinfln de cositas que no marchan, y resulta fucidioso. A ve· car, y siempre te has enlodado cuando he ido.
ces me da pereza volver a ca.u., por l:a noche, porque temo que Jiu.: (Perdiendo o! aplomo y un tonro cxospcrod.1.1 ;\'dl~.1 ·
v1 t ocurrir algo de lo que seré responsable. me Di0$! ¡Qué problema!
Jiu.: Comprendo. ¡Qui OIT4f "''º'
hoto yo qut tt bogan JACK: A eso me refiero, precisamente. Yo te digo lo que sien·

}SS
to y tú no me escuchas. Te limitas a poner el grito eo el cielo y• ]1.cK: Sospecho que si tuviese más hon1bri:1 ce habría h!!cho
descargar tu ira sobre mi cabeza. cerrar la boca cuando te ponlas re3ltnente tone~.
Jn.1.: (Encendiendo un cig:uril.lo y reflexionando un mo- ]11.t.: Te! vt:. .. Q11ieroqt1e insittqr en algotuando fu der~es J,,
mento.} Comp,.ndo tu punto de vista. (Sonriendo, ur. tanto apu- verrkd, aunque yo tt baga una escena. [BANCO DE NIEBLA,.
rada.) No aguanto muy bien, ¿verdad? ¿No enOljO como debf!l·ía? COMI>ROMISO VIABLE.] •
[BANCO DE NIEBLA muy acentuado y ASERC:IÓN-INTE· ]•C<: Es fácil decirlo, pero (Cómo lo hacemos? .
RROGACIÓN NEGATIVAS.] ]ILL:. Podria"1or tener otras convers&ciones como est.i de hc,i·
] AC<: (A la defensiva.) Tú lo has querido. para de~1ar la at1nó1/tra y ver d<índe rrta1nof cada 111:0 ti~ n1rJ,:.
]tu.: Por favor,Jack. Tien<t razón. Lo paso mu.\• mal cuando trox. ¿Te parc_ce; [COMPROMISO VIABLE.)
me atacas realmente, como ahora, ptro no cedar, te lo ruego. JAci:: De acuerdo, pero quiero que dejes de hacer algunos de
[BANCO DE NIEBLA y COMPROMISO VIABLE.] • ~s cos1S que me hacen sentirme.. como un empicado cuyo q u\.'
}Acx: ¿Qué h.ago, entonces? ueno el deber de h•ccr<c feli2.
Ji.L: !Rehaciéndose y volviendo al punco dondcJock se in· Ju.L: ¿Q11r,vsas? [INTERROGACIÓN NEGATIV.-1 .J
lerrurnpió.) Esloy viendo q.ue me he n1ostl'ado '"".V Je:pt•nJ/r:ntc y ]A<'K: E!=jS L"OSj)S que <1.c:1ban1os de comenulr.
exigente.al mismo tiempo, ¿no e1 a.sl? ¿QuC: poclri()f'r.01 h<1a·r pard Jtr.J.: De 1!G'Jlfrdr1... Pttrt) no d(jef de 11dL!CT1irme, CUdllllO l,•!teÍ·
remediarlo? [ASERCIÓN-INTERROGACIÓN NEGATIVAS va a las 011dadar. [COMPROMISO VI.-IBLE.]
muy acenruadas'y COMPROMISO VIABLE.] }Ac:': Asf no voy a con.seguir que dejes de colgarte de n1j i:t1ellt,.
· ]AéK: No lo sé._'tú no puedes decir: «And•. s;J esta noche v J 11.L : ¿Qué otru CfJScZ p1tedo hat·er. ento11ctr?-[l;\iTERROC~\ ·
Ve a dive.rtirte», Porqu~ si ce quedaras sola en casa. y COi"\:rot t~ CIÓN NEGATIVA.)
voluntad, yo,seguiría sintiéndome.culp•blc )' respons•ble de ti. ]ACK: ¿Por qué no buscas algo.en qu¿ ocuParce en lugar ~t
No, no basta con decirlo. limitarte a quedarte c-n casa? Vr; a una acadcrnja, AprenJe un:1
}!U.: Ti~net ra%6n. Tampoco yo creo que bastara. Veamos' lo profe.siór•. Una céC"nica de anesanía. Algo. No sé.
que hemos sacado en claro hasta ahora. Yo quiero rcco· J1LL: Tit11ts ra;ón. De-bo buscar algfl er. qu¿ oc11par1r1e rln dt··
b rar .~uescra intif!Jida?; que estemos más unidos. El probJe- pender Je ti, Siempre 1nt• ba s1Jo difícil, pC'rO tal 1,·:.-: tll't; (.'llcJ!lclrJ
tña está e.o qu<; te encierro fuera cuando rú compancs lo motlo tti J,"IeeJ hact•r alg1>»olo, yo podré deJicarm<' a lo mít1. [B.·\ NCO
que hay en nuestra unión, las cosas que no ce guscan acer:ca de DE NIEBLA , ASERCIÓN NEGATIVA y COMPROMISO
nosotro5. Y lo peor de todo es la form• en que <e excluyo ... (Las VIABLE.] .
lágrimas asom_an a sus ojos.! Jack... Lo sien1Q. [BANCO DE }ACK: ¿Cuándo errtpezanlos?
NIEBLA.] J1L 1.: <:Por qué no :tliora mismo?
J•CK: (Sin ceder.) Yo también lo siento. .1 ALK: i, Y por qt.11! no <lcspues e.fe comer! 1\·le esrov 1nurlcnJtl
J1Li.: Sospecho que, para mí, estar u.Udos solo significa lo bue- do hambre. ·
no. No he podido soponar los reproches que me has dirigido. }1LL: ¡Estás en forn1.i!
}ACK: (Sonriend o.) ¡Como si yq fuera perfecto·!
} 1LL: (Sonriendo también.) ¡S;n duda! [BANCO DE NIE- Los alumno$ han obsen:'úJO por experiencia. y en este di:i-
BLA sarcástico, pero coil simpalía.] Jogo puede observarse también, que comporcarse como una

391
máquina. o como un cx.peno en kiratc verbal- no es neccsaño
cuando se ttaia de a6rmanc asertivamcnte frcrue a 0<ra pcno- A modo de resumen
na. La mayoría coincide en reconocer que d ci.tño es mínimo si
tienen algún problema en comunicar lo que desean, o pierden
los estribos, o dic:cn algo estúpido o se irritao, o dicen algo que
realmente no qucrian decir, o fonnulan un compromiso que no
habían previsto formular. Nada se pierde, .salvo un poco de
tiempo. Simplemente vúdven a emp02ar como si n2da hubiese
ocurrido hasta entonces y siguen diciendo lo que rcalmen<e
quieren decir para con!quir su propósito,>" sea cs<e un objc.ti· .
vo material conettlo. un ambio de comporwnicnto en si mis· Al interacruar y hacer frente al «Oponente. de la m•nera no de-
mos o m la 0<ra persona con la que están en conflicto, o.bien fensiva ní manipulaúva que señalad último dalogo, se consigue
una mejon en la comunicación, como en d caso dd diilogo que tnnsmitir un mensaje importantísimo a la persona frente a ls
acabamos de reproducir. cual nos afirmamos asertivamome: la scguridsd de que no nos
interferiremos en su proceso de adopción de decisiones. y. cns.i
de la máxima importancia, que no lo haremos ni siquiera en el
caso de que no nos guste lo que oírnos. Esca seguridad permite
que los confiiccos que surgenen materia de deseos o de amipJ·
tías se resuelvan mediante un compromiso m1JtÍ.lo 1 en d supu~­
to de que exista la posibilidad de compromiso,¡>ar mínima que
sea. Llegar a un compromiso «de componam.icnto• entre dos·
penonas no es lo mismo que imponer un compom.micnto J
otra persona. L• imposición de componamiento se produce
cuando una persona u~ -1 interior» de esta parte única e in-
di\idual dd ser que llamamos d ")'O>'. Esa pan e de todos noso-
uos. en la que somos independientes de Dios, de ~Jumó 1· J<
Papá, de la Ley, de la Moral y de los Demás; esa pane de n~so.
tras mismos desde la cual decidimos qué es lo que queremos.
donde sopes•mos las venc•jas y las consccuencius de lo quo de·
><:amos h•cer, e veces a pesar de la cealidad. lnduso en psicote-
rapia, el psicólogo pide permiso para entr.ar en cstJ zona pri,·.t·
da de la vida del paciente, porque. sin permiso. la psic0tcrap:~
(psicosr,.,1aO) no es posible. Si d terapeuta se inr~oducc en eso1
zona sin conscntlm1cnco, o bien la rdación de stoicio CCS;J. "'

39)
bien se produ~ una p<itodepcndcnru en la que el paciente que, en un confticro dado. en parrirular en un conRiao con una
pasa• depender morbosamcnte dd terapeuta y cspen que C$le person. querida. no conseguimos dar cm la solución. b '*
tome decisiones por él. Por fortuna, estJI dose de dependencia pena que tratemos~ alinr.ar asttm":lmente nuesuos de<MS .:<>
es rara. Los tttapeutas no urdan en amarse de lu pcnooas lupr de emplear t. m:inipubcicin. C., afumar :iscrm"3me1l:~
que IO$ l1amsn a las ttcs de la madrugada pan preguntarles: ouesnos dcs<os en lupr de pilOteac la dignidad y d respeto ck si
•(Qui debo haeer?io. El tfiap<uta que de veru qui~• compar- mismo dd 0<ro, nunuo iguol, y que \'CUOOS lu<go qué OC\lrre.
tir el pl'O<'CSO d<ásorio del paciente debe ayudar a este 1 csdo- Algunos alumnos, profesionales o legos por un igual, se han
recer cuáles son sus deseos o n~d•des, sus emociones y los sentido intripdos por la idea de pro)'cetar lasronsecuC'lcias, ""
acciones que de dios resultan; debe empleor sus conocimient~ ~ci,·as y pcisiriva!!., que una ascrtividad siscemária ;:'Qdrí;,e ccncr
t~cnicos pan ayudac al paciente a resolver sus problem•s pero paro la scdcJ:.1c.I en ).!cncrul, C."()li$C'Cuc11ci.:1s en cu¡¡,nto i.l nu..:str\l
no debe resolv.!nclos oél; debe ayudar al paciente a ha~cr lo que m;J.,flcra de vivir nucstrils ,;du~ y hasta en la m.lncr~l en que nos r~·
este desea, y no lo que d terapeuta desea que haga ... 1~L-io1\11mo:¡ cun cicrt.,,s 1.'0S:Js. como por cjemj)lo 10'! Gen~rol ;,¡,,.
Ningún tcrapcuca es tan prcsunruosocomo para suponer qll(' tors ( 1,.l li.t R~,IJs·Ri>)C:C purn t.:I cMso). Esos <ulc~ s.c p1-egu1;tun ..¡u<!
un cambio benéfico de compomurJcnto o de manem de ¡>rosar ucu~r:ria .:1., ht i\\t·i~J:.ad y en 1:1 Í('lrr'!1:1.;n q1u;- e;5t:;i ;;:1~l~ c'br;.1 r ..1:.,.
enue dos personas solo puede producirse en su despacho proÍ<' Ji? el p unlo ti< vi~t-1 ;c~i.tl. p<'llírico. 1..'ron..)n·.:~1.· y jti:fJi:.:-:.. ~i
sional o gracias a 111 consejo. Lo que realmente \tt:m05 (al 1ncn0$ gr<lnc!C!> 1n:.10:.1~ Jc- J'-"r'SOn.ls i;11.k>rr:1 riu1 t:11J Zl:.·~¡:1.:..1 ,··~:~~ .tK-rt¡\ .1 :··
inici&l.mcn&c) en nuestra$ consultas son las intcNcci<rt)n1.., que no dej:if".m de r~l>Qn&r :1 1~ n1:at1i¡luh~ción .!e .;u t.-Olr.!"' ·~ .:.:':i·~ :~:·. •
:acaban de funcion.tr ((.,lO ddxrí2n cnrrc varias pcnonllS. lo P.J mismo ricmpo que ttprendo a decir ~:X·l lo Sé.». ~i1:~plt:-;ioe:-~'"
que jamis vemos son las interaccionc!t proclu<tivas cntr< po:ao- iin ~nlir 1:1 IT'K-nor inC01n1"1iJ:.~ .ti h;ff.:·•..-rlt,. 1~1.1..,l• i.t:'l':l)?~~l ''·1
nu que las descubmi y •pliC2n por ú inWnu, lwlll consc¡uir re· ce-r hincapié en 'lue lo único ~lit! me i11:~~. l;..'f"l ):J csfCt'J di. l.J
solver petÍ<Ctllmente sus conffietOI sin nuestra ayu<b. Debo CJt· formaci<.'n ascni\'ll si.stanácica y de b n'rropondic..'l!c ccra11i:
cusarme antt los esp!rirus m<ÍS S<"Osibles que puedan encontra!5C son kJ$ <l•~ CXlttf"I•~ Jc..• l.1 ~:ad h\1man:1: eJ i."l(li~.~c.!1~, :- !01 .. •
cnrrc nucstf".as fdas prolcsionales. si <let.iaro que. 11unque los cc:,..a· ¡xric. !!o tjnfi' '1Ut.: ¡~it..'' ;¡, ')..'t" Mll<' 1nc il1<1..-n.~n 0."";.1i.:11·..•u1.: L~ 1\
peu!OS somos útiles y na<Lie puede decir que no nos ¡¡;inunos l~donC'$ '"'C'nílic1ivas cntt'c: J<n Jl\:1"$<>na$. ts <le":ii. !J. 1·níni1r:-:! ,:~.
hon11damcnte el dinero que nos pagan, no somos absolurnmcn· presión de socicJ:td. 'f, '"'ft t i OC:l'\l extremo de lu g1.u~-a. e! nt;,"!. •
te ind.ispcnsubles p-i1ra qu~ se pro<luzcn el prO<.'CSO de un c11mbio de: l:J hlunun id:.tJ con1u t.1'¡xCit.: Jinj111ic.:.. i:r1 ev,""'lll1\.'.Í•' !1 t">l:r•ic·l' ,
snluW.blc Je coir.porramient(I. l~ ~uma de coda mi ..:x¡Jcril·nciu .
Enct'c esr(>~ tlr"ll •"''ll~. t11Jt' lu J t.·tn.ís ~ Jrl1it tJri,> .\ nc~1):i;1~:...:. .:
pc"on.J y prol\:sion•I me J icc que Jos pe ..on•s puc<len resolver prol>ublcf'ltcorc t i..: ~'S<.':l:ilU irn¡x.'rt1t111.:ia para h1 hur:1:1:i:daJ . ,1 l.1
los c.-ontliCll'>s cotiJjotnos. q1.1e les planrc01 st1 rclnchSn. y qu..: ptte· h1rg:1. Si ¡>,>r inílu.~t1ci:1 ,fc h1po:!~i\·;t,1li: f:• ri:li!iti,;n. ,J_. h1:.:!->,,.,
den resolvcrlt')S ~tisfactorian1e-nte . .El mayor ob.srdculo que se J:1n<·ia 1l <le! t:~c.:c:•<'. ll-.!,i:.:tnll1$ il i llPC r¡.:-1)b!J r11os . :..: ).'rt1._!t1 ..i : i .: :
opont ~la soluc.i6n Je nuestro¡ conflicc<.'IS ~ Ja ('On\·i~nch1 con ro1n:í1ic~men1c un:1 rcgulacil)r•. L:.t nali,.1r~.:1.111os t;!):ixJ. ,:r. r.
ocr-J 1>crsono\ surge Ct.Wldo nos incl rferimos en cJ procc:SC'I dcciM· misión. a sufJ'i r l JS COllSC<'ltea..:i:15 di.! nuc~tr~tS a.::c:it1ncs. Si !' ·r
rio de esa persona, cuando m:inipubn,os sisrt m3tic.amcnte los: CilUs:l de la conun1h1ación. de IJ ríldi.)C<J, de: los preiuic:io>. d1..·
deseos y nectSidades de nuescr<~ prójimo ~1acnJo C1UC se sicrltA hl> gt1crr-Js. tlc-1 h~1nbn: <'J.: l,,; cntCmlC'Je1.J<.-s '-!e-:rpnJ.,:Jr::•• ..
iln~~.unmtc :o11ma1;v.:.Jo, culp:ll1lc o iJ.'fMlrontc. Si tJ\'Crthnos l1llt.~lf'l1 nt...-Ji11 :.n1l~i~1111:. ,,,1,,.n.,!k JS ;i '- f\."\ff ::u1•'lft11::irit.itr.l1..·r: ..

¡94

-----
como,_ ha ocurrido en d pasado. Tengo una fe impUcitt en Glosario de las técnicas asertivas sistemáticas
nU<Slra herencia genérica "'~ 1pun/44 prvttl<, en C\WllO
a la supervivalcia de ouc:st12 <Sp<Cie. ~ muy poca fe en mi
propia supervivencia salvo en la manen en quedecicla competir
con los demás scrcs individuales. Tengo fe en la hW!Wlidad,
~ no en que Oll'Os hombro individuales csrén cualificadm
pan 1omar decisiones acerca de mi bimcs11r personal. Solo yo
puedo ser mi propio juez. Todos somos nuestros propios jueces.
Todos podemos decidir. Si queremos hacerlo.
Ass.RCIÓN NEGl\TIYI\: Técnica que.nos enseña a aceptar nuestros
crroru y faltas (sin tener que excusarnos por ellos) medi:.tn·
ce el reconocúp_icn10 dC(idido y comprensivo de las críticos.
hostiles o eonsrructivas, que se formulan a propósito de:
nuestras cualidades neaativas.
Efect()S cllnit0s: Nos permite sentirnos a nuestr3S anch.1s
aun reconociendo los aspecros negativos de nuestro
comportamienro o de nuestro personalidod, sin 1cn<r
que tdoprar 1ctitudes clefensivts o ansiosas, ni ,..,.
nos obli¡ados 1 negar un error real, consiguiendo al mis·
mo úcmpo reducir la ira o la hostilidad de nuesuos crí·
úcos.
AlrTOllltnlACIÓS: Técnica que enseña a aceptar e inioJr IJ
discusión de los ISpectos posilÍ\'OS y nc¡ati\OOS de nu.,trJ
pcrsonalidiad, nuestro comportamiento, nuestro \..-Stilí..' t!i:
\~do.)' nuestrt intc.ligcnci~, con objeto de fomentar y f11,·ori:
ccr la comunicación socitl y reducir la manipuhación.
Efectos €!/nicoJ: Nos permit~ revelar aspcccos de nosotrt.t)
mismos y de nuestra vida que anteriormente provocaban
en nosotros sentimientos de ignorancia, ansiedad o cul·
pobUidad .
BA:-.:Co os Sl.E8l.-.\: TécniN que enseña a aceptar las criticas nla·
nipulttivas reconociendo serenamente ante nuestros críticos
la posibilidad de que h•ya parte de ,·erdod en lo que dicen.

¡97
sin que pór ello abdiquemos de nuestro derecho a ser nues· LtBRE 1NFORMAC16N: Técnica que nos enseña a identific~r los
.., uos únicos jueces. simples indicios que nos da otra persona en el cu:-sc. J e lo
: Eflcios clíniros: Esta técnica nos permire recibir las críticas vida cotidiana y que permiten rec011ocer qué (S lo inccr'!S:i.n.
sin sentimos violentos ni adoprar actitudes ansiosas o de· te o.~ponante para esa persona.
fensivas, y sin ceder un ápice frente a los que emplean crl· Efectos ,;/{nicos: Esca técnica nos permite vencer nucsrr~t li·
tic,as manipulartvas. midez y entr:.tr en con\'ersación soci:.tl con !os <l.:rnj..,, '" a!
Co~tPRO~•tso v1At1LE: Cuando empicamos las c~nicas asenivas mismo tiempo, induce 11 estos a hablarnos con n1ti1\'f1r ti·
verbales, es muy prácúco. siempre que cOmpre.ndamos que bcrtad de sí mismos. .,
no está en· juego el respeto que no~ debemos a nosotros mis·
ruos, ofrecer a la otra parte un compromiso viable. Siempre
podcmOs regatear, cuando :>e (Caca de nuestros objetivos ma·
tcrialcsJ a menos qttl! el compromlsO afecte a nuestros senli·
micntos person•les de dignidad propia. Cuando el objeriyo
finlll entraña algo que afecta a nuestn. dignid1:td, sin cr.ibar-
go, 110 C;l~n compromisos de ninguna clase.
Disco RAYADO: Técnica que, mcdiru:ite la repetición serena de
las palabras que- expresan nuesuos deseos, una y otra \ ez, 1

enseña la virwd de la persistencia, sin tener que ensayar ar·


gumentos o ~n"timientos de ira de antemano, con el objeto
de «calentars0> con miro al enfremamiemo con los demás.
E/teros cünicos: Est• técnica nos permite s~ntim-os a nuestras
anchas e ignorar las trampas verbales manipulativas, los
. . cebos dialécticos. la lóglc:i irrele\•antc, sin apflrtamC1s del
punto en el que deseamos insistir.
. IN;El\fl:OCACIÓl'il NEGAT!v": T &nic~ que nos enseña a susc:it:ir llli
cricic.as si.ncerus por parte de los dem~s. CQn d fin de sacar
provecho de la inform.iciOn (si son útile.s) o de agot<trl::is (si
~n manipulativ:3s); inclinando al misÍnÓ tiempo a nuestros
crírieos a mostrarse·m¡is ascrti"._OS y <l no hitcer tin uso fa n in ·
tensi\u de tos truC<"lS nl11nipularivos.
Efectos c/1i1ic:1s: No.;; pc:rnlirc provoc-ar con scttnidacl lus cri·
ticas contra nosorros misn1os en el seno de l1:1s relaciones
fnrímas. induciendo al mismo tiempo a la otra persona a
expresar bonradamcncc sus scntitnicntos neg..,r1vos y
consiguiendo así mcjoro.r la comunicación.

También podría gustarte