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Primera Etapa del Desarrollo urbano: La trama urbana.
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Imperio egipcio (hacia el 2000 antes de nuestra era). Las necrópolis del Antiguo
Imperio que rodean las grandes pirámides (hacia el 2600 a. C.) indican ya que la
ciudad de los vivos también se podía organizar según un trazado perpendicular.
Con su organización perpendicular, este trazado es a la vez heredero del
urbanismo «hipodamiano» -del griego Hippodamos de Mileto que, en el siglo V antes
de nuestra era, reconstruyó su ciudad, trazó el plan del Pireo, y pasa por ser el
creador de la ciudad lineal-, y de la ciudad Etrusca. Estas dos influencias se conjugan
posiblemente en la disposición adoptada por los campamentos
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Los agrimensores cuadriculaban la ciudad trazando decumani y cardines
secundarios, paralelos al decumanus maximus (que iba de Este a Oeste, “vía sagrada”)
y al cardo maximus (de Norte a Sur, constituido por el Argileto y la calle de los
etruscos), dividiendo así la ciudad en islotes y preveían las calles principales.
Después se hacía la limitatio (línea de fortificaciones que bordeaban la
frontera exterior de una provincia). Luego, lo que hicieron fue excavar una trinchera
de protección de forma rectangular y levantar en torno a ella por la parte interior
una empalizada. Se proyectó una elevada muralla que debía rodear toda la cuidad, con
cuatro puertas fortificadas con torreones que se abrían en cada uno de los extremos
de las dos calles principales de la ciudad. A lo largo del interior de las murallas se
dejaban una franja de terreno de 9 metros de anchura, que constituía el confín
sagrado de la ciudad y que se encontraba bajo la protección de los dioses.
Finalmente el último momento era el de la consecratio, acto religioso que
consistía en sacrificios y oraciones. Toda la superficie quedó dividida por las calles
dispuestas paralela y equidistantemente unas de otras, formado por manzanas de 70
metros de lado cada una. Cuando el terreno era accidentado, preexistía un pueblo y
había crecido irregularmente o estaba situado sobre las pendientes de una colina, los
romanos se contentaban con adaptar más o menos bien sus técnicas a las condiciones
locales.
Una vez realizado todo lo anterior, se fijaban los emplazamientos donde se
elevarían los diferentes monumentos necesarios para la vida de la ciudad: se escogía
una altura sobre la cual se construiría el templo de tres capillas consagrado a
Júpiter, Juno y Minerva; si no existía una altura se construía una elevación. Los
emplazamientos de los monumentos se determinaban tomando como referencia el
foro (plaza en donde se celebraban reuniones políticas y juicios además de ser el
punto en que cardo y decumanus se cruzan).
Se ordenó que ninguna edificación privada tuviera una altura superior a dos
veces la anchura de la calle, a fin de que ni las casas ni la propia calle se vieran
privadas de la luz del sol. Los propietarios de los edificios que se alineaban a lo largo
de las calles principales estaban además obligados a construir una marquesina sobre
la acera que protegiera del sol y la lluvia a los viandantes.
No obstante, aún cuando ya habían sido fijadas anteriormente las normas a la
que debía atenerse la construcción privada, se dejó bastante libertad a los
habitantes a la hora de elegir la forma y la distribución de sus casas según las
posibilidades económicas de cada uno.
Gracias a estos sistemas racionales de urbanización, que dejan su huella en la
geografía, Roma “humaniza” el entorno y afirma su obra, que pretende inspirar
seguridad y favorecer el desarrollo humano. La ciudad de crecimiento anárquico pasó
por ser una maldición a los ojos de los censores republicanos. A partir de ahora, la
ciudad, gracias a su esmerada urbanización, será considerada como una panacea,
capaz de aportar bienestar y riqueza a los ciudadanos romanos.
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Edificios Públicos:
El foro Romano:
En uno de los extremos del Foro se levantaba la tienda del comandante; las
tiendas de los soldados, de los esclavos y de los almacenes, alineadas en filas
paralelas entre sí, ocupaban el resto del castrum. Durante los meses siguientes, se
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procedió a sustituir las tiendas por barracas de madera y se habilitó un puente
provisional hecho con barcas colocadas una al flanco de la otra a fin de facilitar las
comunicaciones con la otra orilla del río.
A partir de César, se modificó su aspecto y se convirtió en un centro
monumental (construcción de templos, basílicas, arcos, etc.). Al mismo tiempo, con el
propósito de engrandecer y airear el centro de la ciudad, César, Augusto, Vespasiano,
Nerva y Trajano hicieron construir otros foros, al norte del Forum Romanum. Éstos,
conocidos como “foros imperiales”, responden a una concepción arquitectónica
diferente.
Después de la sistematización de Augusto y de la ampliación de la zona central
de Roma con el Foro de Augusto y los mercados trajanos, después de las obras de
Adriano y hasta la caída del imperio, el foro no pierde su carácter esencial de lugar
de encuentro del centro de Roma; Forum romano o Forum Adriano, o forum magno,
acaba siendo un hecho específico en el interior mismo de la ciudad, una parte que lo
resume todo.
El foro se convierte en un hecho urbano de extraordinaria modernidad; tiene
en sí todo lo que hay inexpresable en una ciudad moderna. Roma exporta el modelo de
su organización urbana, y cada ciudad aspira a recrear, en su propia escala, las
comodidades de la metrópolis para la prosperidad de la familia y de los individuos.
Templos y santuarios:
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Roma fue y sigue siendo la cuidad de las fuentes. Numerosos acueductos
conducían hasta ella, en al época imperial, más de un millón de metros cúbicos de agua
al día. Estas audaces creaciones de la ingeniería romana salvaban las hondanadas
mediante puentes colosales de arcadas superpuestas, y las montañas, con túneles que
a veces sobrepasaban los dos kilómetros, vertían el agua en grandes depósitos,
generalmente triples. Uno de ellos suministraba agua a las fuentes y estanques
públicos, otro a los baños, y el tercero a las viviendas, a través de cañerías de plomo.
Recortados en el cielo de campiña romana pueden verse aún los restos de
catorce acueductos. En la Provenza, cerca de Nimes, el Pont du Gard cruza el valle
mediante un puente de 269 m y 50 de altura, algunos de cuyos arcos miden más de 24
m de luz. En España podemos admirar los de Segovia, Mérida y Tarragona.
Esta abundancia de agua permitía satisfacer la afición al baño caliente, tan
generalizada entre los romanos, que no se lo negaban ni a los esclavos. Los ricos
tenían instalaciones de baño en sus casas; los pobres disponían de baños públicos. Las
termas, imitadas de Grecia, presentan, como innovación típicamente romana, un
campo de deporte anejo. Éste cobraba una reducida entrada, que a veces era pagada,
en bloque y para un cierto tiempo por un personaje importante.
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Constaban de varias salas: las de desnudarse; un gran recinto abovedado y
tibio; el baño caliente; el baño frío; el baño de vapor, habitación pequeña y circular
muy caliente cuya temperatura se regulaba mediante un disco metálico pendiente de
unas cadenas y que cerraba más o menos la abertura central de la cúpula. Tenían
además salas de reunión, biblioteca y gimnasios y estaban decorados con
magnificencia: mármoles, mosaicos, estatuas y otras obras de arte. El sistema de
calefacción fue inventado por un romano de la época de Cicerón. Consistía en un
horno, construido bajo una cámara especial; irradiaba aire caliente por una tubería, a
través de cavidades dispuestas en un suelo de doble piso y de paredes de ladrillos
huecos.
Alcantarillado:
Puentes:
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han acusado sin pruebas de haber provocado Nerón el incendio- va a sacar partido de
manera espectacular: decreta una serie de normas relativas a la anchura de las
calles, a la altura de las viviendas, Y a los materiales de construcción, a fin de evitar
que se produzca otra catástrofe similar.
En el centro de la capital asolada por el incendio, se adueña de unas 50
hectáreas que van desde la colina del Palatino hasta la ladera del Opio, sobre el
Esquilino. Esta zona, donde edifica su palacio, incluye el lugar mismo en el que había
comenzado a construir la Domus Transitoría, que fue parcialmente pasto de las
llamas.
Esta revolución dio paso a las fantasías melomaníacas de la residencia de
Nerón, despejó el terreno para el sobrio buen sentido de la nueva planificación de
Roma, de cual hoy día es un recuerdo tangible. En la arquitectura privada ya se
utilizaba con anterioridad, pero de ahí produce una gran evolución, el uso de la
argamasa en el plano de la edificación de la arquitectura pública, empezando con un
edificio tan notorio dentro de la ciudad, el Domus Aurea. Desde los monumentos
oficiales de la capital, se pudo obtener la conclusión lógica que de las ideas implícitas
dentro de la nueva arquitectura que se estaba generando, el uso de abovedamientos.
Algunos de los edificios que nos llevan a esta conclusión son: la residencia oficial de
Domiciano en el Palatino, la Domus Augustana; las Termas de Trajano y el mercado
anexo a su foro; el panteón de Adriano y la magnífica villa de Adrianojunto a Tivolí.
Conclusiones:
En una vista general del imperio romano dentro de los cuatro siglos de su
desarrollo, la impresión que se desprende es la de una extraordinaria riqueza.
Ofrece un número considerable de formas de construcción, plantas, y una
variedad extrema de complejas articulaciones urbanas y una relación
extraordinaria con el paisaje. La cantidad de conceptos, materiales, tipos de
construcciones, juegos entre el interior y el exterior, la articulación de los
espacios públicos, se sitúan en un juego entre el urbanismo y el desarrollo de cada
edificio; suscitando una infinita riqueza de soluciones técnicas y medios de
expresión.
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un millón de habitantes hace fracasar siempre los planes de organización. Frente
a ello Roma funda en todas las provincias ciudades regulares
Se percibe también una indiscutible unidad dentro del diseño urbanístico, pese a
la gran variedad de clima, ambiente y entorno, que se daba en la gran extensión
del imperio.
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Adquiriendo su forma definitiva al final de la república. Pese a todas las
transformaciones sufridas por el foro, siempre conservó su relación con el
entorno. Esta relación consiste en separar rigurosamente los foros imperiales
unos de otros y de la ciudad. La posibilidad de relacionarlos con los en una serie de
espacios urbanos que tengan un ritmo cambiante de imágenes espaciales y pasos,
sólo se logra en el foro de Trajano, pero existe un interés en lograr un conjunto
total.
El espacio público más desarrollado en la antigua Roma, fue el foro. Este edificio
ha llegado hasta nuestros días como un magnífico ejemplo de la grandiosidad del
imperio romano; y ha sido imitado por muchas generaciones posteriores. El foro
romano es uno de los grandes aportes de los romanos al urbanismo de hoy.
Bibliografía:
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