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Titulo 2

Capitulo 2

METEOROLOGÍA
Es el estudio científico de la atmósfera de la Tierra y de los fenómenos que se llevan adelante en la
capa de aire que rodea la tierra; según Publicación OMM N°182, "Vocabulario Meteorológico
Internacional" de La Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia especializada de las
Naciones Unidas.
Esa misma publicación, incluye la definición de meteoro, como el "fenómeno que se observa en la
atmósfera o en la superficie de la Tierra, que consiste en la precipitación, la suspensión o el
depósito de partículas líquidas o sólidas, acuosas o no. También se dice de fenómenos de
naturaleza óptica o eléctrica".
Meteorología viene del griego meteoron: lo que ocurre en el aire y logos: tratado. Incluye el
estudio de las variaciones diarias de las condiciones atmosféricas (meteorología sinóptica), el
estudio de las propiedades eléctricas, ópticas y otras de la atmósfera (meteorología física); el
estudio del clima, las condiciones medias y extremas durante largos periodos de tiempo
(climatología), la variación de los elementos meteorológicos cerca del suelo en un área pequeña
(micrometeorología) y muchos otros fenómenos. El estudio de las capas más altas de la atmósfera
(superiores a los 20 km o los 25 km) suele implicar el uso de técnicas y disciplinas especiales, y
recibe el nombre de aeronomía. El término aerología se aplica al estudio de las condiciones
atmosféricas a cualquier altura.
¿Cuál es utilidad de la meteorología?
La meteorología provee información útil para prever la ocurrencia de los fenómenos adversos o
peligrosos que podrían desarrollarse en la atmósfera, y también para poder aprovechar los
beneficios de algunos otros fenómenos, que no implican riesgos para las personas ni para los
bienes.
Entre los fenómenos y meteoros peligrosos o perjudiciales, podemos destacar los tornados, los
ciclones tropicales, el granizo, las heladas, las inundaciones, las sequías, las sudestadas, las nieblas,
por mencionar sólo algunos; todos ellos inciden sobre la seguridad de la vida humana, tanto en la
tierra y en el aire, como en el agua.
Por otro lado, entre los fenómenos beneficiosos para la actividad humana, podemos mencionar las
precipitaciones (lluvia y nieve), la radiación solar y el viento.
Asimismo, desde un punto de vista económico, la meteorología contribuye a evitar pérdidas y
aumentar ganancias, y también a incrementar la calidad de vida. Esto se logra a través de la
provisión de información meteorológica a la población, la cual utilizada en forma adecuada durante
el proceso de toma de decisiones, contribuye a la obtención de resultados más ventajosos. En este
sentido, la utilización de la información meteorológica es vital tanto en decisiones que podrían
caracterizarse como triviales, como la de llevar o no un paraguas, como en aquellas de fundamental
importancia económica.
Para poder brindar una información útil, precisa y completa, es necesario realizar tareas de
profunda investigación y desarrollo, utilizando métodos acordes con los avances tecnológicos y
científicos, todo ello para satisfacer de la manera más efectiva y eficiente los requerimientos de los
usuarios.
Los pasos necesarios para brindar estos servicios a la comunidad, son la observación
meteorológica, la concentración de los datos observados, el análisis de los mismos, la elaboración
de los productos surgidos de su minucioso análisis, su rediseño en un formato acorde a las
necesidades de los usuarios y del público en general, y finalmente su difusión. Los datos son el
testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente y advertencia de lo por venir.
Las tareas meteorológicas se llevan a cabo en tiempo real y en tiempo diferido.
De esta forma son analizados parámetros meteorológicos tales como la temperatura, la humedad, la
precipitación, el viento, la nubosidad, la presión atmosférica, etc., todo lo cual resulta
indispensable para la planificación de actividades económicas en los ámbitos agropecuarios,
urbanístico, industrial y vial, y para un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos, de la
energía solar y de la energía eólica, entre una infinita multiplicidad de propósitos. Toda esta
información se encuentra a disposición de los usuarios.
Las tareas llevadas a cabo en tiempo real en meteorología, consisten en proveer información sobre
el estado del tiempo pasado reciente, el actual, y el futuro probable, o sea el pronóstico del
tiempo.
A diferencia de lo que ocurre con las tareas de tiempo diferido, donde el dato observacional nunca
pierde su valor y cuyo conjunto constituye el “tesoro del meteorólogo”, en las de tiempo real, el
dato pierde rápidamente actualidad; así poco útil sería un pronóstico con validez de 24 horas, cuya
elaboración demorase un tiempo mayor.
El pronóstico es fundamental para las operaciones aéreas, la navegación marítima y fluvial, el
transporte terrestre, la explotación agropecuaria y de los recursos hídricos, y un sinnúmero de otras
actividades humanas. Todas ellas, son en mayor o menor grado, dependientes del estado del
tiempo. Es aquí donde juega también un rol fundamental el factor seguridad.
El clima influye en casi todas las actividades humanas. Determina la ropa que usamos, las casas
que construimos, las rutas que siguen los aviones y las mejores épocas para sembrar, tratar con
insecticidas o cosechar los productos cultivados; influye también en la demanda de energía. Incluso
puede suponer un riesgo para la vida, como saben los navegantes y montañeros, que raramente
parten sin informarse de la última previsión meteorológica. Sin duda, la mayor exactitud lograda en
los últimos años ha contribuido a salvar muchas vidas.
El objeto de aprender meteorología por parte del Guardavidas es el de brindar una amplia gama de
herramientas que le permitan en primera instancias conocer el ambiente donde se desarrolla la
actividad del Guadavida para emplear las fuerzas naturales: corrientes, viento y olas en beneficio
propio y ser conscientes de los riesgos que estas fuerzas naturales implican.
Por otro lado brindar un servicio a los bañistas para alertar sobre posibles cambios climatológicos,
que provoque alarma o malestar en los vacacionistas, previniendo:
● Voladura de las sombrillas, molestias por tormentas de arena, roturas de carpas de los
balnearios por fuertes vientos.
● Alertar a las embarcaciones deportivas botes, kayak, windsurf, motos acuáticas o pequeños
veleros sobre condiciones peligrosas para la navegación.
● Llegando al extremo de cerrar una playa cuando no se den las condiciones de seguridad para
las personas.
Historia
Los estudiosos de la antigua Grecia mostraban gran interés por la atmósfera. Ya en el año 400 a.C.
Aristóteles escribió un tratado llamado Meteorológica, donde abordaba el “estudio de las cosas que
han sido elevadas”; un tercio del tratado está dedicado a los fenómenos atmosféricos y el término
meteorología deriva de su título. A lo largo de la historia, gran parte de los progresos realizados en
el descubrimiento de leyes físicas y químicas se vio estimulado por la curiosidad que despertaban
los fenómenos atmosféricos.
La predicción del tiempo ha desafiado al hombre desde los tiempos más remotos, y buena parte de
la sabiduría acerca del mundo exhibida por los diferentes pueblos se ha identificado con la
previsión del tiempo y los almanaques climatológicos. No obstante, no se avanzó gran cosa en este
campo hasta el siglo XIX, cuando el desarrollo en los campos de la termodinámica y la
aerodinámica suministraron una base teórica a la meteorología. Las mediciones exactas de las
condiciones atmosféricas son también de la mayor importancia en el terreno de la meteorología, y
los adelantos científicos se han visto potenciados por la invención de instrumentos apropiados de
observación y por la organización de redes de observatorios meteorológicos para recoger datos.
Los registros meteorológicos de localidades individuales se iniciaron en el siglo XIV, pero no se
realizaron observaciones sistemáticas sobre áreas extensas hasta el siglo XVII. La lentitud de las
comunicaciones también dificultaba el desarrollo de la predicción meteorológica, y sólo tras la
invención del telégrafo a mediados del siglo XIX se hizo posible transmitir a un control central los
datos correspondientes a todo un país para correlacionarlos a fin de hacer una predicción del clima.
Uno de los hitos más significativos en el desarrollo de la ciencia moderna de la meteorología se
produjo en tiempos de la I Guerra Mundial, cuando un grupo de meteorólogos noruegos
encabezado por Vilhelm Bjerknes realizó estudios intensivos sobre la naturaleza de los frentes y
descubrió que la interacción entre masas de aire genera los ciclones, tormentas típicas del
hemisferio norte. Los posteriores trabajos en el campo de la meteorología se vieron auxiliados por
la invención de aparatos como el rawinsonde o radiosonda, descriptos más adelante, que hizo
posible la investigación de las condiciones atmosféricas a altitudes muy elevadas. Después de la
I Guerra Mundial, un matemático británico, Lewis Fry Richardson, realizó el primer intento
significativo de obtener soluciones numéricas a las ecuaciones matemáticas para predecir
elementos meteorológicos. Aunque sus intentos no tuvieron éxito en su época, contribuyeron a un
progreso explosivo en la predicción meteorológica numérica de nuestros días.

Previsión meteorológica
Previsión meteorológica, ciencia cuyo objeto es estimar por anticipado los cambios que
experimentará la circulación atmosférica y el tiempo que ello causará en cada región. En el mundo
hay grandes extensiones no expuestas a variaciones en las pautas de lluvia, insolación, viento y
precipitación. Sobre los desiertos no llueve casi nunca y casi todos los océanos tropicales están
barridos por vientos llamados alisios que experimentan muy pocas variaciones de un día a otro. No
obstante, el tiempo depende en todas las regiones del mundo de la circulación general de la
atmósfera, y para hacer previsiones meteorológicas con un margen de uno o dos días es preciso
adoptar una perspectiva global.
La previsión meteorológica se basa en el conocimiento del desarrollo y la evolución de estos
sistemas atmosféricos. La primera condición básica es averiguar lo que ocurre en el momento
presente. Para elaborar previsiones con una validez de una o dos horas bastan en muchos casos los
datos locales. Pero si se pretende cubrir más de dos días es necesario hacer observaciones globales.
Estas observaciones se hacen en tierra y en el mar, en la superficie y en las capas altas de la
atmósfera. Muchas son mediciones directas hechas con instrumentos tradicionales, pero cada vez
se obtienen más datos a distancia, con ayuda de radares y satélites. La información se recoge en
todos los países del mundo, se comprueba, se representa en mapas y se almacena en ordenadores o
computadoras.
Componentes Que Interactúan en el Sistema Climático Provocando las Variaciones Climáticas:

1. Radiación de energía calórica del sol


2. Atracción gravitatoria (Ley de gravitación universal)
3. Interacción con la superficie terrestre (evaporación y partículas en suspensión)
4. Rozamiento de la masa atmosférica sobre la superficie terrestre

Atmósfera
Radiación solar
Oeste
Radiación
terrestre Cambios enTierr
la
radiación solar
a
ATMOSFERA
Este
Tensión del Viento

Interacción Evaporación Biomasa


Nieve criosfera-atmósfera Interacción y precipitaciones
mar-atmósfera
Hielos

Cambios en las Interacción Océanos


características del suelo, Mar-criosfera (hidrosfera) Superficie
en la orografía, vegetación etc. continental
(Litosfera)
Cambios en la
plataforma marina
en al salinidad etc.

A medida que la Tierra describe su órbita en torno al Sol, la inclinación del eje terrestre de 23º 27´,
hace que un hemisferio (el que se encuentra en verano) reciba mucha más energía solar que el otro
(que se encuentra en invierno). Asimismo, las regiones ecuatoriales, con el Sol casi en vertical,
reciben siempre más calor que ningún otro lugar. La circulación general de la atmósfera
redistribuye este calor desigualmente repartido transportándolo hacia los polos y trayendo desde
allí corrientes frías. Sin esta circulación, las regiones ecuatoriales se calentarían por encima del
punto de ebullición del agua, mientras que las árticas serían mucho más frías que ahora. En el
conjunto del planeta, el calor solar recibido se equilibra con la radiación reflejada hacia el espacio,
cuya intensidad es mucho más uniforme en todas las regiones del globo; su efecto se deja sentir
con mayor intensidad en las noches claras y en calma en las que baja súbitamente la temperatura.
La principal fuerza motriz del clima es la radiación solar, seguida en cuanto a importancia por la
energía de la rotación. La Tierra rota una vez cada 24 horas sobre su propio eje, que pasa por los
polos; este movimiento sólo es apreciable por el movimiento aparente del Sol, la Luna y las
estrellas. Debido a esta rotación, la superficie terrestre se mueve hacia el este mucho más deprisa
cerca del ecuador que a latitudes más elevadas. Cuando el aire caliente de las regiones ecuatoriales
se eleva y fluye hacia los polos, su impulso genera en las capas de la atmósfera vientos poderosos
dirigidos en gran medida hacia el oeste. Estos chorros, que suelen ser bastante estrechos, describen
bucles de forma variable en torno a cada uno de los hemisferios y provocan el desarrollo y la
atenuación de grandes sistemas meteorológicos, como las bajas presiones y los anticiclones. De
esto se desprende que cualquier método de previsión que se extienda más allá de uno o dos días
debe tener en cuenta las grandes transferencias de energía que generan estos vientos de las capas
superiores de la atmósfera.

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