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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

TEMA:

DESARROLLO DE LA CIUDADANIA.

CURSO:

REALIDAD NACIONAL Y REGIONAL.

DOCENTE:

WALDI REQUENA BECERRA.

ALUMNOS(AS):

SERRANO MEJIA, ALEXANDRA.

SUNCION REQUENA, FLAVIA.

TORRES PURIZACA, KATIA

TORRES SANCHEZ, MARIA F.

PIURA- PERU

2018
INTRODUCCION

la idea de realizar este trabajo surgió para saber el proceder en la vida cotidiana y
laboral como un ciudadano y su formación en la sociedad, un ciudadano activo que
le permita conforman una perspectiva y regulación de sí mismo en el marco
individual, para así entonces y como parte vital en la construcción de una sociedad
democrática y humanidad plural que pueda demostrar respeto a la dignidad en forma
libre y responsable, manifestar valores como solidaridad, justicia, equidad y libertad,
además de manejar y resolver conflictos, como también, lograr un sentido de
permanencia.

Un ciudadano es una persona considerada como miembro de un estado titular de


derechos civiles y políticos , sometido a sus leyes.Es un concepto sociopolítico y
legal de significado variables usado desde tiempos antiguos y a lo largo de la
historia, aunque no siempre de la misma manera.
ENSAYO
1. DESARROLLO DEL TEMA
Es la formación de cada ser humano mediante una sociedad, es decir en una
participación democrática, que al participar en los eventos con la sociedad está
tratando de mejor manera, en un desarrollo mejor analizado, es el poder participar
con toda la ciudadanía, el mejoramiento de convivencia mediante las
transformaciones mediante las participaciones. Todo esto corresponde a una
importante desarrollo para las participaciones, la convivencia en paz es muy
importante para demostrar una mejor calidad en su personalidad, el hacer valer sus
valores en la vida cotidiana. tu formación empieza desde los valores que pones en
práctica diariamente.

Uno de los retos en nuestra sociedad, es la búsqueda de nuevos planteamientos


educativos, sociales y culturales que sean capaces de favorecer una convivencia
armónica, donde todas las personas participen en la construcción conjunta de una
mayor calidad de vida.

La formación ciudadana desde una participación directa, nos acerca al compromiso


con una democracia ética y comprometida con la igualdad

La ciudadanía, en su conjunto, debe ser un actor real -activo- de los procesos que
reivindiquen los derechos económicos, sociales y culturales. Estos como una
aproximación a una vida digna. Cuestión irrenunciable. Una lógica contraria a esta
posición representaría un retroceso continuo sin remedio que solo terminará en el
atolladero de la historia, si no hay cambios representativos en una nueva visión de la
participación ciudadana en los procesos de transformación en curso de la sociedad.
Sobre el concepto ciudadanía, según la definición en el Diccionario de Filosofía de
Nicola Abbagnano, “la ciudadanía es la pertenencia a una comunidad política, y se
constituye en diversos términos en las diferentes sociedades” -lo contrario sería la
negación de su propia esencia. Una ciudadanía activa requiere formarse activamente
y dinamizar una acción política, en primera persona. El protagonismo para buscar
alternativas de acción, de mejoras y sobre todo el compromiso para
corresponsabilizarse por un cambio , que mejore la cotidianidad. Necesitamos una
democracia ambiental, [2] que asegure un desarrollo humano: la formación de una
ciudadanía que responda al cuidado, y a la mejora de su hábitat. La ciudadanía
democrática ha de implicarse en una participación ética, dialógica e igualitaria que,
inexcusablemente, tendrá consecuencias en mejoras ambientales. Se puede decir, por
tanto, que una ciudadanía activa está comprometida con la producción de nuevos
conocimientos y de nuevos métodos de investigación, imprescindibles para que las
personas comprometidas libres y autónomas sean capaces de analizar, comprender y
resolver los retos de la problemática cercana que siempre tienen repercusión en la
globalidad. La necesidad de cambios educativos que respondan a los cambios
culturales actuales, obliga a una actualización de los modos educativos, que no
siempre se produce. Estamos ante una realidad holística, con interacciones y
necesidades comunicativas, donde nuestra visión dialógica de la educación ha de
acercarse a la conformación de una nueva conciencia ecológica, que nos
comprometa a un desarrollo humano. ¿Pero cómo? A través de proyectos
participativos de construcción conjunta y, por tanto, como proyectos de consenso, es
una propuesta clara por la democratización real en la formación de nuestros
estudiantes. Para trabajar desde esta ciudadanía activa, se ve pertinente el organizar
la vida cotidiana de las comunidades, de tal forma, que las personas puedan
participar en la toma de decisiones de todos los aspectos que conforman su
existencia: salud, deporte, educación, uso de los tiempos y de los espacios. En
definitiva hemos de generar procesos donde la ciudadanía desde la responsabilidad
construya su realidad en cooperación con los demás Calidad de vida y
sustentabilidad desde una perspectiva de género.

Para llevar a cabo un mejor desarrollo tenemos que tener los siguientes valores:

• 1.- Igualdad.

• 2.- Participación.

• 3.- Dialogo.

• 4.- Solidaridad.

• 5.- Espiritud de servicio.

• 6.- Justicia.

• 7.- Corresponsabilidad.

• 8.- Compromiso

EL DESARROLLO DE LA CIUDADANIA HASTA FINALES DEL SIGLO XIX

Se propone dividir la ciudadanía en tres partes. Pero el análisis, en este caso, está
guiado por la historia más que por la lógica. Llamaré a estas tres partes, o elementos,
civil, política y social. El elemento civil consiste en los derechos necesarios para la
libertad individual libertad de la persona, libertad de expresión, de pensamiento y de
religión, el derecho a la propiedad, a cerrar contratos válidos, y el derecho a la
justicia.

Este último es de una clase distinta a la de los otros porque es el derecho a defender
y hacer valer todos los derechos de uno en términos de igualdad con otros y
mediante los procedimientos legales. Esto nos demuestra que las instituciones
asociadas más directamente con los derechos civiles son los tribunales. El elemento
político es el derecho a participar en el ejercicio del poder político como miembro de
un cuerpo investido de autoridad política, o como elector de los miembros de tal
cuerpo. Las instituciones correspondientes son el parlamento y los concejos del
gobierno local. El elemento social me refiero a todo el espectro desde el derecho,
bienestar económico y seguridad al derecho a participar del patrimonio social y a
vivir la vida de un ser civilizado conforme a los estándares corrientes en la sociedad.
Las instituciones más estrechamente conectadas con estos derechos son el sistema
educativo y los servicios sociales.

LA TEMPRANA INFLUENCIA DE LA CIUDADANIA EN LA CLASE


SOCIAL

Hasta ahora, mi objetivo ha sido el de trazar a grandes rasgos el desarrollo de la


ciudadanía en Inglaterra hasta el fin del siglo XIX. Con este propósito, he dividido la
ciudadanía en tres elementos: civil, política y social. He tratado de mostrar que los
derechos civiles aparecieron en primer lugar, pues fueron establecidos en su forma
moderna antes de que se aprobara la primera Reform Act en 1832. A continuación
aparecieron los derechos políticos, y su extensión fue una de las principales
características del siglo XIX, aunque el principio de la ciudadanía política universal
no fue reconocido hasta 1918. Por otra parte, los derechos sociales se redujeron
hasta casi desaparecer en el siglo XVIII y principios del XIX. Comenzaron a
resurgir con el desarrollo de la educación elemental pública, pero hasta el siglo XX
no llegarían a equipararse con los otros dos elementos de la ciudadanía. Hasta ahora
no he dicho nada de la clase social, y éste es el momento de señalar que la clase
social ocupa una posición secundaria en mi argumento.

La idea de desarrollo es una idea de progreso, de flujos e invita a pensar en el futuro,


en la dirección, en el destino y sentido del mismo. Así, si el objetivo último del
desarrollo es el ciudadano y su calidad de vida, hay que pensar que esos ciudadanos
y ciudadanas del mañana son los niños de hoy. En la coyuntura actual es
fundamental tener claro el concepto de desarrollo asociado a su connotación de
sustentable, que quiere decir disociado de la noción de crecimiento, concepción ésta
producto de la ideología del progreso y del paradigma cartesiano.

Desarrollo en el sentido ético, tal como lo ha recomendado Goulet, requiere de


contenidos en los cuales se destaque el respeto a la diversidad biológica y a la
diversidad cultural; la coexistencia de una pluralidad de racionalidades o, lo que es
igual, de la tolerancia; el reconocimiento de la pluralidad de modelos posibles.

El sociólogo inglés Marshall reflexionó sobre el concepto de derechos sociales y el


proceso de expansión de la ciudadanía que fueron luego recogidos en su célebre
ensayo de ciudadanía y clase social; en él sostiene que la ciudadanía moderna es un
status social que atribuye derechos y deberes a los nuevos estratos sociales. Y
distingue tres componentes y fases de desarrollo de ciudadanía: en primer lugar, la
ciudadanía civil, que atribuye al individuo una serie de derechos asociados a la
libertad; en segundo lugar, la ciudadanía política que consiste en el derecho a
participar en el ejercicio del poder político y, en tercer lugar, la ciudadanía social
que se afirma en el derecho a tener un nivel adecuado de educación, de salud, de
seguridad social, según los estándares prevalecientes en la comunidad política
referenciada.

Marshall fue claro al afirmar que lo que distingue a la ciudadanía civil, política y
principalmente la social -todas asociadas al principio de libertad- es su tensión
respecto a su igualdad. La ciudadanía es esencialmente una relación de pertenencia a
una comunidad en donde todos tienen un mismo status como miembros.

La ciudadanía expansiva es por definición una propuesta socialmente inclusiva.


Todos los ciudadanos forman parte de la conversación a través de la cual se
desarrolla una comunidad de argumentos. En ésta las personas no son "pacientes", es
decir, objeto de tratamiento o de intervención pública, sino actores en la doble
dimensión individual y societaria: la emancipación es individual ya que los
individuos son autónomos. Bustelo sugiere que la emancipación no se cuenta de uno
a uno, no es una sola, no es única. Implica, como ya se dijo, una comunidad de
argumentos y una responsabilidad por el conjunto; por eso se trata de una
"emancipación democrática", en los postulados de Habermas. Se ilustra con el
siguiente cuadro este debate contemporáneo sobre la ciudadanía.
ANEXOS

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