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Ubicar en una pared del salón, un letrero que diga “DE ACUERDO” y al otro

lado del salón, un letrero que diga “EN DESACUERDO”.


A continuación, se leerán algunas frases y se le pedirá a cada uno de los
discípulos que al oír alguna de las frases, se ubiquen bajo el letrero con el que
más se identifiquen. Pedirles que lo hagan con libertad y sin pensar que deben ir
para donde los demás van.
FRASES:
1. Fuiste creado el día que te concibieron tus padres
2. Naciste porque tus padres te dieron la vida
3. El cuerpo es más que una fachada
4. El hombre es esencialmente espíritu
5. Podrías cambiar el mundo
6. Fuimos hechos con una gran misión

Presentar el siguiente video:


https://www.youtube.com/watch?v=HoubAe12IoM
Preguntar: ¿Para qué hemos sido elegidos por Dios?

Necesitamos saber quién es un elegido, para saber a quién van


dirigidos los mandamientos. El termino apóstol significa enviado.
En varios pasajes del evangelio de Juan, el Señor se refiere al
Padre como “Aquel que lo ha enviado”, y se refiere a sí mismo
como “Enviado del Padre”.
Así como el Padre envió al Hijo al mundo, el Hijo nos envía, pues somos sus
apóstoles. “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.” Juan
17:18. El Señor Jesús dio mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que
había escogido.
Luego, el apóstol lo es no por voluntad propia, sino porque lo escoge el Hijo de Dios.
Ante esto preguntémonos: ¿el apóstol cuestiona a aquel que lo escogió? ¿cuestiona
el lugar a donde es enviado? ¿cuestiona la misión que le es entregada? ¿cuestiona
el Espíritu que se le dio? En ninguna manera, él está llamado a obedecer.
Para dar respuesta a esta pregunta, vamos a ir a Hechos 1:2: hasta el día en que
fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a
los apóstoles que había escogido. Aquí encontramos una palabra clave: “Escogido”.
Para comprender este término necesitamos remontarnos a Génesis 1 y 2.
Cuando Dios creó el mundo, al cabo de siete días acabó toda obra de creación y
reposó de sus obras, es decir, ya no creó más. “Fueron, pues, acabados los cielos
y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que
hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo,
y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”.
En Génesis 1 y 2 encontramos 3 verbos claves: crear, hacer, formar. Al leerlos a la
ligera pareciera que fueran sinónimos, pues son similares, pero realmente el
significado de cada verbo es muy distinto.
a. CREAR
Dios el Padre crea, Él es quien da la palabra creadora y el Espíritu Santo
cristaliza y lleva a cabo esa palabra.
b. HACER
El Espíritu Santo hace de conformidad a la voz del Padre. El Espíritu Santo
es Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente.
c. FORMAR
En la Biblia Dios se muestra como Alfarero y nosotros como barro que
necesita ser formado por sus manos. Jeremías 18:1-6. El barro es creado y
es hecho, pero necesita forma, y el que le da forma es el Alfarero. El alfarero
es el Padre, pero antes que el barro fuese creado ya tenía en mente lo que
había de formar. Luego, la vasija no le dice al Alfarero como ha de hacerlo,
esto lo determina el Alfarero, sin embargo, encontramos que muchas veces
la vasija se resiste.
En varios pasajes del Antiguo Testamento aparece la expresión “la mano de
Dios”, para referirse a la acción de Dios. La mano de Dios, es el Espíritu
Santo. El Padre me crea, el Espíritu Santo me hace, y luego el Padre como
Alfarero me va formando por la acción del Espíritu Santo.
¿Qué es lo que forma el Padre como Alfarero? La Biblia es muy clara, y no nos lo
ha dejado oculto. A continuación, vamos a dar respuesta a esta pregunta.
Si leyéramos de una manera desprevenida Génesis 1:26-27 y lo comparáramos con
Génesis 2:7, aparentemente veríamos una contradicción, pero en realidad no la hay.
En Génesis 1:26-27, el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios,
refiriéndose a que Dios es espíritu (Juan 1:18) De igual manera, lo expresó el Señor
cuando dijo que el mundo aborrece al Espíritu porque no lo ve y no lo oye, pues el
Espíritu Santo no es materia. Luego, cuando la Biblia nos dice que el hombre fue
hecho a imagen de Dios, se refiere a que fue creado como “espíritu” no como
materia; y cuando dice que fue hecho a semejanza de Dios, se refiere a que fue
creado con intelecto, sentimientos y voluntad.
En su esencia el hombre es espíritu, y su cuerpo es solo la “fachada”. Esto lo
aprendió Samuel cuando iba a ungir a uno de los hijos de Isaí como rey de Israel, y
se dejó llevar por la apariencia. (1 Samuel 16:7)
El hombre no es su cuerpo, el hombre es según su corazón. Proverbios 23:7.
Nosotros juzgamos según la fachada y el parecer de un hombre, pues nosotros
miramos la materia, pero Dios mira el corazón. Nuestro cuerpo es solo la morada
temporal, el ensamblaje externo, pero no lo que realmente somos.

El hombre fue creado y hecho como espíritu, Génesis 1:26-27; pero fue “formado”
del polvo de la tierra, es decir, se le dio cuerpo (materia) en Génesis 2:7. Ahora bien,
Génesis 1:27, dice que “varón y hembra los creó…”. La mujer fue “creada” cuando
el hombre lo fue, y luego fue “formada” después en Génesis 2:22.
Este mismo planteamiento de Génesis 1 y 2 lo expresan los profetas, retomando las
palabras: crear, hacer, formar.
 Dios es el “creador de Jacob” pero también es el “formador de Israel”. Isaías
43:1. Cuando Jacob huía de su hermano Esaú, porque este quería vengarse del
engaño que le había ocasionado, se quedó solo y tuvo un encuentro cara a cara
con Dios. Antes de este encuentro Jacob era un engañador, orgulloso, egoísta,
lleno de miedo y acostumbrado a hacer las cosas a su manera. Pero finalmente
se da cuenta que no puede seguir huyendo, y que no puede vivir sin la bendición
de Dios en su vida. Por eso, ya no resiste más a la formación y lucha con el
varón de Dios hasta obtener la bendición (Génesis 32:22-30). En ese instante le
fue cambiado su nombre y se comenzó a llamar “Israel”.
 Este es el propósito de Dios también para nuestra vida. Somos como “Jacob”,
pero si nos ponemos en las manos de Dios, El formará el “Israel” en nosotros.
Muchos “Jacob” necesitan el trato amoroso de Dios, pero otros el trato de
disciplina para poder vivir bajo la bendición de Dios en sus vidas.
 Dios promete hacer cosas nuevas, Isaías 43:19.

 En este pasaje vemos que la formación de Dios comienza desde el vientre, y


ese es el propósito que tiene para nuestra vida. Isaías 44:24.

 El salmista expresa que las manos de Dios lo hicieron y lo formaron. Salmo


119:73.

La Biblia nos enseña a través del profeta Jeremías, que antes de formarnos nos
conoció. Jeremías 1:5. Aquí surge una pregunta clave ¿Cuándo fue creado usted?
La respuesta, teniendo en cuenta los planteamientos anteriores, es muy clara: usted
fue creado en el momento en que el hombre fue creado, en Génesis 1:26-27. ¿Qué
es entonces lo que pasa en el momento de la concepción? Es ahí donde se inicia la
formación.
Cada persona fue creada en Génesis 1 desde la fundación del mundo a imagen y
semejanza de Dios, es decir, como espíritu y alma, pero en el momento de la
concepción lo que ocurre es que usted, que fue creado, es puesto por el Creador
en una célula, o zigoto, que se va formando a través de las diferentes etapas
embrionarias. En esa célula es puesta toda la información genética que literalmente
se va formando. En otras palabras, su “espíritu y su alma” es puesto en un cuerpo.
A esto se le llama “concepción”, cuando el espíritu y el alma entran al cuerpo. Luego,
el Génesis 2:7 de mi vida es el momento en el cual el ovulo fue fecundado.
Por eso la palabra de Dios dice que antes de formarnos en el vientre, Dios ya nos
conocía porque ya habíamos sido creados, santificados y apartados para ser
profetas de Dios y apóstoles de Jesucristo.

Proyectar las preguntas “¿En qué lugares necesitas actuar más como un
enviado? ¿Cómo vas a hacerlo?
Tener un tiempo de oración donde se pida a Dios que traiga sanidad al corazón,
entendiendo que no son producto de un error ni de una casualidad, que a cada
uno Dios les creó desde Génesis 1, y que, así como el Padre envío al Hijo,
Jesucristo, así Jesucristo nos envía a nosotros, para cumplirle al Padre.
Se recomienda utilizar la canción: Dame un nuevo corazón, de Kike Pavón.

Llevar a cada uno a comprometerse a traer un invitado a la última reunión del


mes.
Se proyectan las siguientes dos preguntas, y se escuchan intervenciones de los
asistentes:
1. ¿Qué impacto creemos que tiene nuestra vida en los demás?
2. ¿Para qué crees que estas en esta vida?

https://www.youtube.com/watch?v=F5pbHSO9_1g
Socializar con los asistentes el video, explicando que hemos sido
convocados para pertenecer al equipo de Dios, y que necesitamos
descubrir LA MISIÓN que se nos ha encomendado.

“Pablo, siervo de Jesucristo, LLAMADO a ser apóstol, APARTADO


para el evangelio de Dios”. Romanos 1:1

Para cualquier joven sería un privilegio ser convocado a representar la selección


nacional de unos de sus deportes favoritos, ya sea para formar parte de la selección
de futbol, básquetbol, voleibol etc. ya que es una oportunidad para unos pocos, lo
cual lo haría sentir no solamente orgulloso, sino que también le llevaría a esforzarse
al máximo y entregar todo de sí, para dejar muy en alto el nombre del país al cual
representa. Hay una muy alta convocatoria a la cual hemos sido llamadas las
juventudes del mundo para representar con la más alta dignidad que esta merece.

Ser llamado a formar parte de la “selección de Dios” constituye el más alto privilegio
al que un joven puede aspirar ya que solo cuando tenemos la visión que nos da
Dios vivimos la dimensión de los imposibles “Todo se hace posible para ser un
visionario”. Las situaciones de hoy indican que los jóvenes con frecuencia pierden
o nunca ha tomado la visión de su llamado; siendo águilas actúan como
“codornices”, saben que son gigantes, pero se comportan como enanos.

Si en este momento te has dado cuenta que has perdido la visión o ésta se
encuentra seca y estéril en tu vida es necesario pedirle a Dios que te introduzca a
retomar la maravillosa dimensión de lo que significa ser un LLAMADO y
APARTADO, para cumplir la Misión.
Tú has sido convocado por Dios para vivir como “APARTADO” independientemente
del lugar donde se encuentre, lo cual los hará diferentes a todos los demás,
mostrando que su vida ha sido consagrada a Dios y de esta forma se harán
manifiestos los propósitos sobrenaturales que Él tiene preparado para cada uno en
particular

Veremos a continuación la “Misión” que se nos ha sido encomendada, y para ello,


debemos hacerlo en compañía del Espíritu Santo:

En Hechos 1:4 encontramos de manera específica los mandamientos que dio el


Señor a los apóstoles. “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de
Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de
mí”. Aquí vale la pena enfatizar que el verbo usado por el Señor es “mandó”,
sinónimo de “ordenó”, no se trata de una sugerencia ni de un consejo.

El primer mandamiento fue que se quedaran en Jerusalén (Lucas 24:49). ¿Qué


hubiera sucedido si los discípulos no hubieran permanecido en Jerusalén esos
diez días? Lo más seguro es que sobre ellos no se hubiera cumplido la promesa.

Este punto es clave porque representa a muchos jóvenes hijos de Dios, Se


apegan a la promesa, y como saben que Él es fie y no cambia, esperan que se
cumpla sin pagar el precio de obedecer primero a Dios.
Si los discípulos no hubieran estado en Jerusalén, el Espíritu Santo hubiera
venido sobre otros, no sobre ellos. Es importante entender que el Espíritu Santo
no viene donde hay caos y desobediencia, el viene sobre aquellos que le
obedecen y siguen instrucciones.

Hechos 1:14 “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las
mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos” y en Hechos 2:1
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”.
¿Qué hubiera sucedido si los apóstoles se quedan en Jerusalén, pero cada uno
en diferentes lugares, es decir, todos en Jerusalén, pero no en Unidad?

Nada hubiera pasado, el Espíritu Santo no se hubiera derramado sobre ellos,


pues Él no se manifiesta donde hay dispersión y desorden.
La unidad según la Biblia no consiste en una asociación horizontal (entre
hombres), como convencionalmente suele pensarse; sino que debe ser vertical
con Dios.

¿Es unidad el hecho de que estemos todos de acuerdo con algo? ¿Es unidad
tomar decisiones unánimes? Definitivamente no, cuando la unidad no es vertical
(con Dios) sino horizontal (con los hombres), se toman decisiones equivocadas
como las tomó el pueblo de Israel.

La verdadera unidad es con el Padre y con el Hijo, quien no está en unidad no


está en el Espíritu, hace desfallecer el corazón del pueblo con un lenguaje que
no viene de Dios.

Hechos 1:14
“Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres de
Jesús, y con sus hermanos”.

La biblia nos muestra que los discípulos permanecieron unánimes en oración y


ruego durante los diez días, es decir, a pesar de los acontecimientos, en ningún
momento bajaron la guardia en la oración ¿Qué hubiera sucedido si durante los
diez días ellos permanecen en Jerusalén juntos, pero realizando actividades
distintas? Seguramente nada hubiera sucedido.

La oración de los ciento veinte discípulos era un solo ruego por el Espíritu, en
obediencia y unidad.

Como jóvenes necesitamos hacer de la oración nuestro estilo de vida, que sea la
oración el cordón umbilical que nos conecte a Dios cada día y rogarle a Él por la
llenura del Espíritu Santo, pues Él es el único que nos la puede dar. Nuestra
primera oración al despertarnos, aun antes de interceder por otros, debe ser un
“ruego” por el Espíritu Santo, con el clamor de alguien que se está secando, se
está deshidratando. Ese debe ser nuestro clamor durante el día, antes y después
de cada actividad y de la misma forma debe ser nuestra última oración antes de
irnos a descansar.
Terminar el tema con la siguiente actividad:
Sacar a tres participantes adelante, de los cuales dos serán vendados
sus ojos, uno de los vendados va acompañado del otro que no lo está, la
idea es que se les de la misma instrucción a los dos que están vendados a
donde tienen que llegar, uno de ellos va sin guía y el otro hay uno que le
está indicando que camino coger, como esquivar los obstáculos etc.
Se le pide al resto de jóvenes que observen como fue el caminar del uno y del otro, y con
esta actividad llevarlos a entender que para cumplir la misión necesitamos de la guía del
Espíritu Santo.

Estos tres mandamientos dados por el Espíritu: Perseverar en la obediencia, en


la unidad y en la oración y ruego, se deben dar simultáneamente, pues sólo
entonces el mundo nos va a creer. Este fue el éxito de la primera iglesia, pues
los discípulos continuaron perseverando en esto como lo vemos en Hechos 2:42
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros,
en el partimiento del pan y en las oraciones”.

El joven universitario que no aprenda a vivir ese irremplazable “cara a cara” con
Dios está condenando a la ausencia de fruto, cuando dejamos apagar al Espíritu
Santo en nuestra vida, producto de no cultivar la comunión con El, comenzamos
a tratar de obtener resultados por nuestra propia cuenta y a no ejecutar la misión
que se nos ha delega.

En la oración final llevar al discípulo a tomar la decisión de consagrar su vida


todos los días, buscando ser llenos del Espíritu Santo, ese amigo consolador que
nunca les falla, para agradar a Dios con su actuar y así poder llevar a cabo la
misión que le ha sido encomendada.

Llevar a los jóvenes a que le pidan una promesa a Dios durante la semana
y poner en un lugar visible los tres puntos vistos en el tema para aplicarlos
en su diario vivir.

BIBLIOGRAFIA
1. Hechos del Espíritu Santo y el Apóstol serie Conquista. Módulo 5. 2008
Invitar a los asistentes a formar parejas y con el compañero discutir la siguiente
frase:
“Pero separados de MI nada podéis hacer”

Video: https://www.youtube.com/watch?v=spwUqir88HA
Luego del video hacer un resumen de lo que se lleva del ciclo:
- Somos elegidos para brillar
- Tenemos una misión que cumplir para la que fuimos elegidos
- Necesitaremos línea directa con Dios para cumplir esa misión

Luego de recordar, decir que hoy aprenderemos que no estamos solos en dicha misión, nuestro
sueño es cumplir y Dios nos lo ha dado todo para hacerlo

Una persona que corre una carrera necesita entender que no puede
ganar sin entrenamiento previo y un equipo adecuado para hacerlo, es
por ello que en este mes que hemos visto que somos elegidos por parte
de Dios para una carrera debemos entender que no podemos hacerlo
sin el equipo adecuado y que además la reunión anterior comprendimos
que todo lo que necesitamos ya fue dado en un regalo el cual es nuestro ayudador,
solo estando “EN LINEA” con Él encontraremos las fuerzas, la energía, la ayuda y
cada cosa que necesitemos pero somos nosotros quienes decidimos si disfrutar de
esto o no.

Cuando corramos para cumplir el propósito con que Dios nos apartó, muchas
veces encontraremos obstáculos, pruebas, momentos difíciles y parecerá
que estamos solos, pero debemos entender que cuando Cristo subió al padre
sabía que no debía dejarnos solos y nos dejó al espíritu santo nuestro
ayudador.

Juan 14:26 Nos deja claro que Él nos capacitará, y nos recordará las
enseñanzas y el entrenamiento. Él es quién será nuestro compañero para
renovar nuestras fuerzas, consolarnos, acompañarnos o lo que nos haga
falta en este camino.
Juan 15:4 nos explica la necesidad de permanecer en unidad en Cristo
porque separados de Él nada podemos hacer; pero esta unidad no se trata
de estar juntos lado a lado, pues la unidad con Dios no es de forma horizontal
si no vertical.

Es por ello que cuando Jesús antes de partir en Juan 17:11 le pide al padre
respecto a sus discípulos “guárdalos en tu nombre para que sean uno, así
como nosotros” no se está refiriendo a que sean uno entre ellos, si no como
Cristo los era con el padre y se refiere a tres aspectos:

 “Tú en mi” Juan 17:21


Jesús dijo esto dando a entender que el padre estaba en Él, como muchas
veces también expresó que las obras que él hacía era porque el padre
moraba en él.

El padre está en el hijo dándole su espíritu, y mora en el Hijo a través de su


espíritu, es por ello que mi identidad con Jesucristo y que el hijo more en mi
me permite experimentar que soy heredero del padre y coheredero con el
hijo, pues me dio el mismo espíritu que el padre le había entregado.

 “Yo en ti” Juan 17:21


Jesucristo nos dio ejemplo como hijo de permanecer en Dios, de que Él
estaba en su padre guardando sus mandamientos, permaneciendo en su
amor, agradándole, haciendo su voluntad y complaciéndolo. De la misma
manera es como nosotros debemos permanecer en el hijo, haciendo lo
mismo que él hizo con el padre.

 “Yo en ellos” Juan 17:23


Jesucristo es la vid, el padre es el labrador y nosotros los pámpanos (rama),
si el labrador ve que la rama necesita líquido le echa agua, pero no a la rama
directamente sino a la raíz, de tal manera que esta la almacena y luego sube
hacia la rama; de tal manera que la presencia de Jesús en nosotros no es
estática, Él constantemente nos está dando el agua que necesitamos.

El padre le dio el espíritu a su hijo y él nos lo dio a nosotros, de tal forma que
como “pámpano” yo puedo beber cada día de la fuente inagotable pero
tristemente muchas veces bebemos del mundo y no de Dios y por eso
vivimos secos y sedientos.
Cuando el hijo está en nosotros, y somos uno con el padre podemos vivir los
siguientes beneficios:

 Tenemos su gozo. Jn 15:11


 Tenemos conocimiento de todas las cosas Jn 15:15
 Permanecemos en su amor. Jn 17:26
 Permaneceremos en su amor. Jn 15:9-10

El amor de Dios es inagotable y por eso nos lo ha dado para permanecer en línea
con Él cada vez que queramos, guardando sus mandamientos para así estar en
unidad; esa es la mayor necesidad como “enviados” (apóstoles) guardar los
mandamientos y permanecer en el amor de aquel que nos envió.

Proyectar el siguiente cuadro y pedirles a los asistentes que pensando en


la primera frase “Separados de mi nada podéis hacer” lo llenen indicando
en qué aspectos de su vida pueden estar separados de su ayudador.

ASPECTO DE MI VIDA EN QUE NO ESTOY


¿CÓMO VOY A INCLUIRLO?
INCLUYENDO A DIOS

Orar llevando a la gente a entender que sólo con en la unidad con Dios podremos
lograr el propósito con el que fuimos creados y llamados.

Llevar a pastoral el cuadro que se llenó y hacer un seguimiento de que se


cumpla.
Se proyecta la definición de la palabra “Esclavitud”

DEFINICION:
1. [persona] Que carece de libertad y derechos propios por estar
sometido de manera absoluta a la voluntad y el dominio de otra persona
que es su dueña y que puede comprarlo o venderlo como si fuera una
mercancía.
"en el Egipto faraónico los esclavos trabajaban como mineros; entre los griegos y los romanos
los deudores que no podían pagar se convertían en esclavos del acreedor"
2. [persona] Que está dominado por una pasión o por un vicio que necesita para vivir o para
sentirse bien.

Durante 10 minutos de genera un conversatorio acerca de las siguientes


preguntas.
 ¿Todavía existe la esclavitud?
 ¿Qué nuevas formas de esclavitud pueden existir?
 ¿Cuáles podrían ser algunas situaciones que a pesar de no ser “ilícitas”
y no ser condenadas por las autoridades, si pueden considerarse esclavitud?

Los jóvenes tendemos a pensar que los limites son prohibiciones a


la libertad que todos queremos disfrutar. Es común escuchar
quienes dicen “Es que yo hago lo que me da la gana”, pero de eso
que “hacen” terminan siendo esclavos porque no pueden “decidir”
en libertad no continuar haciéndolo. Realmente no son libres. El
verdadero problema está en no comprender que los seres humanos fuimos creados
para depender y cada uno define de quien o de que depende, pues algunos
dependen de lo que el mundo ofrece y otros de Dios y lo que Él les ofrece.
Este tema demuestra la inutilidad de las dependencias que nosotros mismos nos
podemos cuando dejamos de lado lo que Dios nos ofrece. Esos límites son
provechosos y posibilitan que nuestra vida no divague de un lado para otro,
buscando una satisfacción que solo Dios nos puede dar,

“Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice:


Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva” Juan 4:10

Estas son las palabras de Jesús a una mujer samaritana a la cual se encuentra
sacando agua de un pozo. Ese pozo era el pozo de Jacob, al cual los samaritanos
acudían para sacar agua.
Juan 4:1-29. (Leer previamente el pasaje y comentarlo) En este relato bíblico “El
Pozo de Jacob”, representa el agua que el mundo ofrece, del cual, aunque
bebamos, volveremos a tener sed, es decir, no seremos saciados. Todo lo que el
mundo ofrece es de ese Pozo, que da una satisfacción momentánea, pero que no
es duradera y cada vez será más hondo, tal como dijo la mujer “El pozo es hondo”.

Esta mujer en su vida “sin límites” había tenido 5 maridos con los cuales había
buscado ser feliz, experimentar la realización y quizá el amor duradero y
entendiendo que no había sucedido, cuando se encuentra con Jesús, esta
desahuciada, pues no creía en el matrimonio y estaba con un hombre, pero este ya
ni siquiera era su marido.

Así como esta mujer, muchos en su “querer hacer como quieren” sin parámetros,
dependen de sus propios recursos, lo cuales siempre serán inútiles para su
profunda necesidad.

Por eso Jesús le dice a esta mujer, como a nosotros:

“Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener
sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el
agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”
Juan 4:13-14

Mi pueblo ha cometido un doble pecado: me abandonaron a mí, fuente de agua


viva, y se hicieron sus propias cisternas, pozos rotos que no conservan el
agua. Jeremías 2:13

Cuando no bebemos del agua que Jesús nos ofrece, nuestra sed nos lleva a
buscar por todos los medios una respuesta, otras fuentes y es ahí cuando
viviendo sin límites, el alma desesperada experimenta crisis que trata de resolver
bebiendo de pozos hondos y vacíos.

 Algunos tratan de satisfacer esta sed, buscando a través de la religión


una respuesta a su crisis existencial. Hacen prácticas, se enredan en
rituales y misticismos, pero no haya satisfacción, sino una cárcel de
acciones que a nada les conducen.

 Otros tratan de satisfacer esta sed alimentando su intelecto, a través de


conocimiento y los títulos. Sufren la frustración de conocer a alguien que
sabe más, que conoce más; aun, si así no fuere, el conocimiento por sí
mismo no satisface la sed total del hombre.

 También lo hacen alimentando sus emociones, buscando suplir su


necesidad de amor en relaciones interpersonales, muchas veces
conflictivas y enfermizas. Cuando buscamos beber de otros, abriéndoles
nuestro corazón y desnudándoles nuestra alma, lo que obtenemos será
hiel, es decir, que beberemos de su “amargura”.
¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel, y
le embriagas para mirar su desnudez! Habacuc 2:15

o El entretenimiento también es un refugio temporal, los videojuegos, los


juegos de azar, las apuestas, las redes sociales, los ciber-retos, todo esto
que afectan y a veces denigran la dignidad de los jóvenes.

 Finalmente hay quienes buscan esa satisfacción a través de su cuerpo:

o Unos con experiencias por medio de sustancias psicoactivas que los


encierran en un hoyo muy honda, llevándolos a perder su potencial,
su propósito, perdiéndose a sí mismos y sus familias, y con ellos
sueños y anhelos.
o La búsqueda de placer a través de una vida sexual insana, a través
de la pornografía, y prácticas que a la postre pueden afectar física y
psicológicamente a los jóvenes.
o El Placer a través de las experiencias extremas, poniendo en riesgo
sus vidas la de los demás.
o Otros llevando su cuerpo al límite a través del “Culto al Cuerpo”,
buscando cumplir estereotipos, que los esclaviza, pues a toda costa
“tienen” que estar bien, aun ante el inexorable paso del tiempo.
Muchos llegan a las adicciones que afectan su cuerpo y su mente, por
ejemplo: Exceso de deporte, cirugías plásticas, tatuajes, piercing, etc.,
cada vez más pues nunca están conformes.

Así como un venado sediento desea el agua de un arroyo, así también yo, Dios
mío,
busco estar cerca de ti. Tú eres el Dios de la vida, y anhelo estar contigo.
Quiero ir a tu templo y cara a cara adorarte sólo a ti. Salmo 42:1-2
Buscar a Dios se traduce es experimentar su presencia, y su presencia es la
experiencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Esto significa beber del Espíritu
y ser llenos de Él (Ef 5:18. Aquí el término “vino” en lo cual ahí disolución,
representa todo lo que el mundo ofrece que afecta nocivamente nuestra vida y
la disuelve,).

Así cuando bebemos del Espíritu Santo, somos llenos del amor de Dios, no
necesitamos nada más, pues su amor nos satisface, las búsquedas externas
terminan porque aprendemos a:

 Amarnos a nosotros mismos: Aceptamos nuestras limitaciones,


reconocemos nuestro potencial, corregimos nuestros errores, nos
valoramos como somos y luchamos por mejorar.
 Amamos a los demás tal como a nosotros mismos, inclusive podemos
amar al que nos ofende y bendecir a aquellos que nos maldicen (este es
verdadero poder, pues no todos pueden hacerlo).
o Las ofensas que otros nos ocasionen ya no afectan nuestra alma,
porque Jesús nos está saciando con su Espíritu y no el prójimo.
o La mujer que conoce el amor de Dios aprende a identificar cuando
es verdaderamente amada por un hombre y se valorara como tal.
o El hombre aprende a amar a una mujer, respetándola, cuidándola,
nunca maltratándola, sino dándole el lugar que Dios mismo le da.

Ver el siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=gEpcrg4ucoc

Aquí se explica que la fe en Jesús no es una religión, sino una relación en


la cual, cada uno establece una comunicación personal con Jesús y es él
quien precisamente, como con la mujer samaritana, puede satisfacer nuestra
sed y liberarnos de cualquier esclavitud, lugar o situación, sin salida en la
que nos encontremos.

Terminamos hablando de “Amor”, porque fuimos creados con una profunda


necesidad de ser amados y de poder amar. Es el Amor el que le da sentido a la
vida, a todo lo que hacemos en cualquier área y faceta de nuestra vida. Es
necesario amarnos y amar lo que hacemos, lo que vivimos, lo que podemos
desarrollar. Amar nuestra familia, estudio, trabajo, ministerio, amigos, etc.

Sin amor la vida pierde sentido y cuando no estamos dentro de los límites
establecidos por Dios, entonces el concepto de amor se distorsiona, aparece el
simple romanticismo pasajero que se disfraza de placer permanente, también
surgen las adicciones en medio de las cuales nuestra vida se puede disolver.

Por eso es necesario aceptar los límites que marca el Espíritu Santo para llevarnos
y encausarnos a vivir una vida productiva y proyectada hacia los propósitos de
bendición de Dios, para nosotros mismos y los que nos rodean.

En un papel hacer un compromiso privado ante Dios, en el cual se esfuerce por ser
libre de las actitudes, prácticas y pecados que lo tienen atado y conversarlo con
su líder personal para recibir apoyo pastoral.
Ese compromiso lo valida en la oración de consagración.

En el tiempo de la oración, mientras se ministra a los jóvenes llevándolos a


presentarle al Señor sus vidas y las situaciones en las que no son libres, se les
lleva a tomar la decisión de consagrarse al Señor como Hijos de Dios, y se
proyecta esta canción
https://www.youtube.com/watch?v=rwLHr9vNwcQ

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