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To = LAS OBRAS ESENCIALES DE LA FILOSOF f res como discusi6n filoséfica ¢ influyé por esa via en autores cor Ludwig Klages. : Ot et one eer tase ala pregunta por el send sin tener la pee va cendencia ni a Dios, se convirité en uno le sears soe mit importantes de la filosofia existencialista m os pers, Martin Heidegger, Jea aul Sate y Alber a Tepe ttn efeco enorme tuvo la critica alararén ech For le dio continuidac la. Nietasche, a la que luego se ial a Ee 4 bezada por Max Hor - wae ambien en la Glosoffa de la pestmoder dor . ar Ast habié Zarathustra debe su oo eee altima i Tho de que el libro renueva u iItima instancia, al hecl ae npulko original de la filosofia: Op ere Jones, las autoridades y las sabic ea rairate oon devenfado nucramente en Ia aventura del impli mundo, Pradrck Nietasche: Ast hablé Zarathustra (Introducci6n, tra rich ‘duccién y notas de Juan Carlos Garcia Borr6n), Barcelona, RBA, 1995. 206 LA LOGICA AL SERVICIO DE LA MISTICA Ludwig Wittgenstein: Tractatus logico-philosophicus (1921) Hay obras filosoficas que son percibidas como totak mente desacostumbradas y revolucionarias inmediatamen. te después de su publicacién y que muy pronto cobran ca. tegoria de obras de calto entre sus lectores. Esto es valido ara el Tractatus ogicephilosophicus de Ludwig Wittgenstein, tun tomito que tras su aparicién en el afio 1991 fascin6 a sus lectores, pero también los sumié en una gran confusién Una buena parte de los lectores de este libro cree que fenstein Te dio el tiro de gracia definitivo a la flosofia adicional, en especial a la metafisica. Wittgenstein de- mostr6 con esta obrita, de un modo convincente y definit Nos que las frases que no se refieren a la realidad en una forma l6gica ¢ inequivoca no tienen sentido, Dios, liber. lidad, moral, arte y muchas més eran, por lo temas acabados para la flosofia, Witegenstein senta. ba asf las bases para que la filosofia no pudiera moverse ids fuera de los ambitos de los conocimientos cientifies mente probados. Quien lea con estos ojos las iltimas paginas del libro Queda, sin embargo, algo irra. All Wittgenstein empie- 72 a hacer enunciados sobre ética, sobre la muerte y sobre Dios, como por ejemplo: «La muerte no es un acontech miento de la vida. La muerte no se vives, una afirmacion ‘Que ya habia hecho el flésofo griego Epicuro. El hecho de 207 608 By trassny 4 a8auy ‘sofeqen soso uc “tuned a rou afenBuay un sepeaee Sota fee, Beas ‘un operomesop eiqey aBo1g ie gente corn fan ‘auauresi891 ‘onb of sod “ossooud ox ‘aquosep anbune eoneureid vinionnse rOREIP Uos ‘o|dutof> 40d “«sarag 10d opeadio’ so mee samy vadjo3 soaag» sasey 4507 “ona eqns ou jouroU afenSuay ansonu ob on “FreUDS eIqey [lassny afenSu9 a Sel 2p sone e any & ‘seo, nurse = Pozaduio urarsuainig Bumper wy 19 owo8 ordoad ns ap epanbsng esoruautio eee 2 101 & ug ‘orproms opnowio> uey orpeaqes ‘os Ou sonst ees 8 uote ean mg ee snot sap mle me tn. 1s owe 1183]9 eponb 91 0108 auquioy pe onb ‘ares Cows soot 2 os ua ruonea gf Un tod epeorued sar eounugoxs wt u09 op B21 sopme RU Eae9 K preeBouany & 4 soneyuadoyage ’PAUDS 9p JopEdsNg Un eo trarsUaF uefa : ~YOUSINE VT 3a OFDIAAGE TY YoIOpI I~ eee Seutes opesore on as iqey erpurey og toSrequia wig ‘eusared esasdura vy orang un ua 218141p ‘ousodoud [9 uoo Sarsoypuey Kua we seureumbeu 2p prunsto? oxauutsd orpmuso ‘saped nsop souonse8 10g "e moa er exed & soanpuioreur sojnoyg> so] exed peprrede> 219 Gmou van ‘ojdusafe rod ‘eyuay, ‘sepent soared sopept Sqwsod sns 4 saydoynut wera Simpery wanof jap sowuaye $077 ryonste eynbsewou! e] 2p sosornxe spur sayexnsaput ‘9p ou Wa asunsaAUOD wIseY oprpuaase X oanp opeleq den eyqed ‘wraisueEnyy [ey ‘arped ng "eudtA 9p seu spUL rary se 9p eur 9p OUDs [2 U2 919959 & gggT UD OHDEU UID Guana Simprry sosne ns 9p pepryeuosiad euto1sypenuo ~ Gefayduzo> e| eyos o1qy fap sofoaru ap pepsrenp esa ; ‘uanppxa 2 ayuusfeutiou anb -qquaqury20u0o jap sonquuy sop ‘eanstur { eotBot ap soynSuts ‘ugitm 859 ua alusurestoasd eso a2ored snao04) JOP wut -Sruo 1g coro} ¥| ap afedos [9 ofeq exyn20 wonstar e eEY ‘ein eun o euzopou vaio] B ap seq wIgO Eun snM>04p 1p 59? :ouqyy ns oo some [9p souoPouaIUt se] worETY salen? -Feuutiayap opnsa,onuod exinsox 4oy ap EID [2 EISEH “opou s9 ou se off anb sod jp argos eotsyeiaus uonsono eunsmbaue ey 4 epu ef 9p opnuss [9 ‘ouonu ef ‘sorg -oIne nse reU -opeje: uos2inb ou uraisus2nyy4 9p sordape soysnur anb 50] 09 sear soj‘s1uaures(201d ‘sos uos 4 “eueMINY eu 1K Uf ap saperstias9 svs09 se] epsoge anb oad ‘Teuoe! uppeuaumBie ap eyosory ef 9p aoueaye jap song epanb anb offe ‘o1uatu20u09 [ap o1unsip Anur odn ono ap orom9s fe eisand s9 vouo] e] INbe aonb sesuad anb vypowsos spur auan ou “ursuaSniy SiKpn] aquioy [ap soIne ns ap pepreuosiad efaiduro> vy 4 o1atunis ns ap worst -B{ ojso9ey Te wiuaND ud au: [9 opor ap o83e1 of sisa1 se[ ap euaTas e| EALasqo OUN 1S O19, UO A -quenioduy viapisuo9 aiuaueas anb eurar fe Uy 10d e821 ‘ofenduat {2 4 e2i8o] eI 2uq0s sisoi sns sepoi oudxo sen ‘rome ja anb ap eypadsos e| utarsuaBniyy 2p 3910199] Sot 2p. 20095 ono ua aiduioss p1usune ‘ougy [2p epHauiosdws0> aured eun ua ‘sap $9 ‘Teuy fe ueszasede saseay seso aonb — yproso ud ¥1 aa sa7¥i9Nasi Syao S¥T~ = LAS OBRAS ESENGIALES DE LA FILOSOFIA ~ ban situado la l6gica, que desde los tiempos de Aristételes hhabfa sido impartida como asignatura de un modo invaria- ble, sobre una base nueva. En 1911 Wiuigenstein partié hacia Jena para analizar personalmente con Frege algunas cuestiones de légica ‘Aunque habia recibido una beca para estar otro aii en Manchester, se vio en una encrucijada: ¢debia acabar sus studios y seguir los pasos de su padre, o debia dedicarse aa logica, es decir, a una disciplina fundamental de la fi osofia? Frege le recomendé ir a la Universidad de Cam- bridge, donde ensefiaba Russell, a fin de profundizar en sus estudios de las mateméticas y la légica. Wittgenstein siguié el consejo e interrumpié sus estudios de ingenierfa, ya partir de ese momento fue la filosofia lo que determind su vida, ‘A partir de entonces se propuso crear él mismo una obra filoséfica que se basarfa en los trabajos de Frege y de Russell, Pero esa obra debia reafirmarlo en Ja vision que tenfa de si mismo, la de un genio, y de ese modo legitimar, también su vida. Del éxito de ese plan dependia mucho para él, si bien no todo, ya partir de entonces vivid siempre con el temor de morir antes de haber acabado esa obra. En Cambridge se convirti6 en amigo y alumno aventa: Jado de Russell, yen una de las més interesantes y dificiles figuras de la escena filos6fica local. A Wittgenstein le eran ajenos el small talky las normas de cortesia habituales en el mundo académico inglés. Jamas llegé a ser un hombre so- iable, adepto a la conversaci6n y al debate. Dotaba a todas sus afirmaciones de una pretensi6n de absoluto. Le intere- saban los asuntos concretos y las soluciones definitivas € indudables. Lo irritaba que le llevaran la contraria, to cual, Te hacia tener reacciones agresivas que ponian de vuelta ¥- media a sus interlocutores. Por eso siempre andaba @ 18, grefia con sus maestros de Cambridge, Russell y George Fdward Moore. Hubo fases de fructifero intercambio inte Jectual a Jas que siguieron otras de huida de la sociedad: Vemnos, por ejemplo, como en 1913, poco antes de que s¢! 20 — “TA LOGICA AL SPRVTGO DE LA MISTICA ~ a Reet rene Guerra Mundial, se retiré a un fiordo Sian Ge Noruega, para azar los primeros bocetos de A diferencia de Russell, guarc que tuvo que guardar pri Proventva por sus posuras pacifsas, Witgenstein, a ni ine Ja guerra mundial, se presents como. 2 eae) austro-hiingaro. Primero sirvié en la artilleria, eerae guedsen Arata ssatisfecho con las labores de icomendaron, lejos de 1: i fae zm eye las acciones de com- bate Por ello pidié ser trasiadado al frente en 1916, « un lugar cercano a lafrontera con Rumania, Wittgenstein n Gra un chawinia dela guerra, pero buscaba probar a ie mon = Manera extrema que le era tan propia. El wiéndose en un terreno tan proxi Sur moviéndas enw terreno tan primo la muerte _ Sus lecturas durante los afios de guerra resultan reve. [sions Para comprender lo que lo movia:lefa, entre otras ane i fil6sofo norteamericano Ralph Waldo , novelas de Dostoyevski el i ¥ Sobre todo, ibro de pees Brew explain del Evangelia, que le cayé en las ma- ®s en una librerfa de una pequetia ciudad del frente. La ‘exigencias de Tolstoi de una purifi ey ion por medio de una vida sen réjimo to de ética de Witt, Wittgenstein, con cierta tonalidad mi ‘clio embien ne my marco po aoe ome nhauer y Tolstoi: a Wittgenstein no lei - F no lei mt fundamentacion de nommas morales ni las pressipcy fun , nes fre ie mmedos de actuar, sino la salvacién del 0 Ia preservacis é se manen a cle, la preseracién y la wansformacién A wavés de esa confront acion diaria con grandes cuestiones easy metasieas esunicron deep s a en la conciencia de Wittgenstein, Y también ns pe i trasfondo de su libro, que cobré forma en la pea dela guerra No solo podia tratarse de la relacion igica, el lenguaje y el mundo, sino también de

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