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Storytelling
Desarrollo:
Storytelling
Contar historias siempre ha sido un método muy útil, no solo en la formación sino en otras
actividades o disciplinas. Muchas veces es más fácil recordar una enseñanza a través de una
historia que la misma enseñanza sola. Debido a esto, han sido muchas las cosas que se han
transmitido a través de la historia con estas técnicas.
A continuación, te damos algunas sugerencias para que puedas hacer la narración de historias
de forma exitosa. Recuerda que la práctica siempre será esencial en este y en todos los puntos
de esta disciplina.
Narra con tus propias palabras: Aunque la historia ya tiene una línea de desarrollo, es
importante que la cuentes con tus palabras, siempre manteniendo intacta la esencia de la
misma. Incluso es buena práctica narrarla con distintas palabras o vocabularios; te ayudará a
adaptarla a distintos públicos.
Una práctica que puedes hacer es contar una historia durante 5 minutos, luego narra la misma
en 4 min, y así hasta que lo hagas en 1 minuto. Esto te dará la habilidad de centrarte en lo
esencial, además de que te ayudará cuando tengas poco tiempo para hablar en público.
Ajusta tu voz al momento de la historia: Usa los cambios de voz para dar o
quitar fuerza, expresar alegría o misterio, tranquilidad o excitación; acelera
cuando digas cosas secundarias y desacelera en puntos clave; etc. De esta forma
la historia tendrá más vida, y tu público la vivirá con mayor realismo.
Expresa con tu rostro: Practica y domina el cambio en tus expresiones faciales, de modo
que manifiesten lo que quieres transmitir. Recuerda que el mayor porcentaje de tiempo vemos
el rostro de las personas, más que su cuerpo.
Usa tus manos: El uso apropiado de tus manos le dará mucha posibilidad de
expresión tanto a los personajes como a tu propia narración. Con las manos
puedes transmitir emociones, manifestar sensaciones, centrar a la audiencia y
Ajusta la narración: Hazle a tu historia los ajustes que consideres según las
reacciones y actitudes de tu público. En los momentos en que pierdan interés
o se aburran, resume o acelera la narración; cuando rían, concede el tiempo
para que lo hagan y hazlo tú también; cuando se deleiten, amplía un poco para
que sigan disfrutando.
Si puedes, interactúa: Puedes contar tus historias tú solo completamente, pero si quieres ir
más allá y hacerlo de forma más profesional, puedes hacer que tu audiencia participe a través
de preguntas o al crear cierto dinamismo físico con la narración. Esto requiere mayor experticia
y, por tanto, deberás practicarlo antes muy bien.
Que tenga un final definido: Hay quienes cuentan historias y no se sabe en qué
momento termina y cuál es el sentido de la misma. Puedes indicar el final
mencionando la moraleja, o haciendo una pregunta al público (respondida por ti o
por ellos), o cambiando la tónica de la narración.