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La construcción del Museo Guggenheim Bilbao tuvo lugar entre octubre de 1993 y

octubre de 1997 y el emplazamiento elegido, en una curva de un antiguo muelle


de uso portuario e industrial, supuso la recuperación de la ría del Nervión para la
ciudad y su reurbanización para la cultura y el ocio.

Debido a la complejidad matemática de las formas curvilíneas proyectadas por


Gehry, éste decidió emplear un avanzado software inicialmente utilizado en la
industria aeroespacial, CATIA, para trasladar fielmente su concepto a la estructura
y facilitar su construcción. Para la piel exterior del edificio, el arquitecto eligió el
titanio tras descartar otros materiales y comprobar su comportamiento en unas
muestras que había en el exterior de su propio estudio. El acabado de las cerca de
33.000 finísimas planchas de titanio consigue un efecto rugoso y orgánico, al que
se suman los cambios de tonalidad del material según la atmósfera reinante. Los
otros dos materiales empleados en el edificio, piedra caliza y vidrio, armonizan
perfectamente, logrando un diseño arquitectónico de gran impacto visual, hoy día
convertido en verdadero icono de la ciudad en todo el mundo.
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 es
o

Guggenheim Bilbao
A1993-1997
UBICACIÓN:

BILBAO, ESPAÑA

Guggenheim Bilbao
Arquitecto
Frank Gehry

Constructora
IDOM

Fundador
Gobierno Vasco, Diputación Foral de Bizkaia, Solomon R. Guggenheim Foundation

Diseñado en
1992

Año de Construcción
1993-1997

Área del terreno


32.500 m2

Área construida
24.000 m2
Ubicación
Bilbao, España

Introducción
Situación
Concepto
Espacios

Estructura
Debido a su complejidad matemática, las sinuosas curvas fueron diseñadas mediante
un programa informático de diseño tridimensional llamado Catia, que permitió diseñar
y calcular formas que, años antes no hubiese sido posible. El edificio está construido
con muros y techos de carga, los cuales tienen una estructura interna de barras
metálicas que forman cuadrículas con triangulaciones que se ensamblan para formar
un único cuerpo. Las formas del museo no podrían haberse conseguido de no haber
usado muros y techos portantes. Catia determinó el número de barras necesarias en
cada lugar, así como su disposición y orientación.

Además de esta estructura, los muros y techos tienen varias capas aislantes y un
revestimiento exterior de titanio. Cada pieza tiene una forma única y exclusiva para el
lugar que ocupa, determinada por Catia. Las superficies de doble curvatura de titanio
se obtienen a través de una doble trama de generatrices a partir de la geometría
facetada. La primera esta formada por tubos circulares que definen la forma horizontal
y sobre esta van perfiles abiertos en “C”, para lograr la curvatura vertical, en los que
se atornilla la chapa galvanizada que cierra el volumen total. En su cara externa se
colocó un refuerzo de estanqueidad y por último las escamas de titanio, fijadas
mediante grapas de acero inoxidable.

Progama de diseño

Al comienzo de su trabajo, Gehry se resistía a utilizar un programa informático en su


proceso de diseño, pensando que el ordenador limitaría la arquitectura a simetrías, a
imágenes especulares y a “simples geometrías euclidianas”, sin resolver las
cuestiones de cómo visualizar los movimientos o gestos que tuvieran como resultado
formas esculturales en tres dimensiones. Gehry comentó: “No me gustaban en
absoluto las imágenes del ordenador, pero en cuanto encontré una manera de usarlo
para construir, conecté con él”. Jim Glymph, socio de Frank Gehry, incluyó diferentes
paquetes de software en el programa que facilitaron la ejecución del proyecto,
ahorrando tiempo y evitando una aplicación inadecuada de los materiales.
Los contratistas o fabricantes consultados para el proyecto argumentaban que las
formas esculturales propuestas por el arquitecto eran irrealizables, tanto por su
envergadura como por su coste económico. Al reconocer que las limitaciones de los
demás se convertían en las suyas propias, Gehry comenzó a inclinarse cada vez más
por la teoría de Frank L. Wright que sostiene que un arquitecto tiene que ser también
un maestro de obras. Para no depender de terceros se realizaron modificaciones en el
estudio tanto de personal como de tecnología. Al utilizar el programa Catia, se
aceleraron los procesos de diseño, se abarataron costes y se determinaron, con la
alta tecnología digital, términos de construcción.

Materiales
Construido en piedra caliza, titanio y cristal. Se utilizaron 33000 piezas de titanio de
medio milímetro de espesor, cada una con una forma única de acuerdo al lugar que
ocupa. Al ser estas piezas tan delgadas, se adaptan perfectamente a las curvas
necesarias. El cristal tiene un tratamiento especial para dejar pasar la luz solar pero
no el calor y evitar que la luz natural dañe las piezas expuestas.

Titanio
La piel exterior del Museo fue realizada con planchas de titanio, material al que se
recurrió como sustituto del cobre emplomado, que debió ser descartado por ser
material tóxico. Se realizaron muchas pruebas con diferentes materiales buscando
uno que reuniera carácter y calidez. En principio se realizaron pruebas con acero
inoxidable, se le añadieron varios revestimientos, se rayó, frotó y pulió tratando de
hacerle perder su frio aspecto industrial y lograr un material accesible. Fue durante
este proceso de búsqueda que aparecieron algunas muestras de titanio y se comenzó
a observar y profundizar en su tratamiento.

Su proceso de laminado es delicado y debe realizarse en lugares con grandes fuentes


de energía. El laminado para las piezas del Museo se realizaron en Pittsburgh,
consiguiendo láminas mucho más delgadas que si hubieran sido de acero, tienen un
grosor de un tercio de milímetro, una textura almohadillada, no se apoyan de forma
plana y un viento fuerte hace que su superficie vibre y se ondule y su estabilidad es
muy superior a la piedra, que con la polución de las ciudades se deteriora en un corto
período, mientras que las láminas de un tercio de milímetro de titanio garantizan cien
años contra la polución.

Para el museo, el arquitecto optó por recubrir la superficie que da al río con planchas de

una aleación de titanio y zinc de 0.3 mm de espesor, que tienen una extraordinaria
durabilidad y ductibilidad y según el arquitecto ofrecen un mejor color que el acero de
acuerdo al clima nublado de la ciudad.
El edificio se organiza al interior en torno a un espacio central, alrededor del cual se
disponen 20 galerías en 3 niveles. Hacia el extremo oeste se ubica una tienda, una
cafetería y un auditorio .

En este otro ejemplo, Daniel Libeskindutiliza el titanio como revestimiento de volúmenes


muy geométricos y definidos, con el objetivo de reflejar la luz del paisaje y aportar un
carácter innovador y homogéneo.

Revestimiento de paneles de titanio en la extensión del Museo de Arte de Denver

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