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Invesigactin ela Bel, 26 1995. La escuela, encrucijada de culturas Angel I. Pérez Gomez Universidad de Malaga Rt aN EX presente avsenlo inten offecer snr desarroa de los disintos agpectos que companen cada sna do fas eulturas que inevaetian en el espacio esccla la entre pica, la acadéiica, ta socal, fa es colar y la priveda... enya conocimiento puede ayudar a elarficar el conjuio de factors plurales {que condiciones las proceso de enceftanize-aprendizaje y que fivenentemente se han ichukdo er ofS comido concepno de cruriculuws oculto. De eta forme, ef autor considera ta escola coae wn espacio ‘ecugico de cmice de crtnaras cra responsabilidad espectica es la mediacion reflexive de agnettos i= Fis phates que las diferentes eultnaselercen cle forma peroranente sobre fas mets gevteractones. ‘Ya en otras ocasiones (Pérez Gémez, 1993, 1994) he propuesto considerar la es- ccuela como un espacio ecolégico de cruce de culturas cuya responsabilidad especifi ca, que la distingue ce otras instituciones € instancias de socializacion y le conficre su propia identidud y su relativa autono- fa, es li mediacton reflexiva de aquellos influjos plurales que las diferentes culturas, ejercen de forma permanente sobre las nuevas generaciones. Es este vivo, fluido y complejo cruce de culturas que se produ ce en lt escucla entte las propuestas de la cullita priblica, alojada en las clsciplinas cienitficas, atstcas y Blosoficas, las deter- minaciones de la cultura académica, efle- jada en las concreciones que constituyen ] curriculum; ls iaflojos de la cule so- ial, constituida por los valoses hegeméni- cos del escenatio social; las presiones coti- dianas de la ctiura escolar, presente en Jos roles, normas, rutinas y ritos propios de In escuela como institucion social espe- citica, y las caracteristicas de la cultivra privada, adquitida por cada alumno a tea- vés de la experiencia en Ios intercambios spontineds con su entorno, el responsa- bole definitive de la naturaleza, sentido y eficacia de lo que los alumnos y alumnas aprenden en su vida escolar, EL presente articulo intenta ofrecer un esatrollo, tal vez indicativo y telegritico, de los distintos aspectos que componen cada una de estas culturas que interaetian cn el espacio escolar y cuyo conocimiento puede ayudarnos a clarificar el conjunto de factores plurales que condicionan los procesos dle enseftanza-aprenclizale y que frecuentemente se han ineluido en el so- corrido concepto paragiias cuerricutum ceuilto, (Rurxo Torres, 1993, Appel 1989) [En primer lugar, y teniendo en cuenta ta comptefidad del termino cultura, del que me sirvo para agrupar los distintos factores que intervienen en la escuela, me parece necesario precisar su contenido para faclitar la comprension de mis apor- tuciones. Considero una cultura como el Conjunto de significacios, expectativas y comportamientos compaitidos por un de- Eeaee terminady grupo social, que feciltian y or denan, limitan y potencian, los interea bios sociales, las procucciones simblicas ¥y materiales y las realizaciones individua- les y colectivas dentro de un marco espa cial y temporal deierminado. La cultura, or tanto, es el resultado de ta construc: cién social a lo largo del tempo, contin- gente a les consdiciones materiales, socia- les y espirituales que dominan un espacio ¥ un tiempo. Se expresa en significados, valores, costumbres, rituals, instituciones y objetos materiales y simbolicos que ¢o- dean a vida individual y colectiva de la comunidad. Como afirma Brunner, como consecuencia de su caricter contingente, parcial y provisional, In cultura no es un algoritmo matemitico que se cumple ide. fectiblemente, ha cle considerarse siem- pre como un texto anibiguo, que es nece- sario interpretar indefinidaamente. Por ello patticipar y vivir una cultura sopone sein- terpretarla, reproducitla tanto como trans- formarla, La cultura potencia tanto como limita, abre a la vez que resttinge el hort zonte de imaginacién y prictica de quie- nes la viven, Por otra parte, lz naturaleza de cada cultura determina las posibilida- des de creacién y desarrollo interno, de evolucién o estancamiento, de autonomia co dlependencia individual La cultura pablica Entiendo por cultura piblica, el con: junto de significados que en tos diferentes Aimbitos del saber y del hacer lan ido acu: mulando los grupos humanos a fo largo dle la historia. Es un saber destlado por el ccontraste pitblico y sistemtico, por la crit- cca y reformulacién permanente, y que se aloja en las dlisciplinas clentificas, en las producciones artistas y literarias, en ln especulacién y reflexién filos6fica, en la natraci6n histética...transmitido de forma weigncin en Bava n*26, 1995 oral hasta una epoca y hoy dia priortaria- inente de forma escrita en li mayeria de Jos grupos humanos, Esta cultura piiblica evoluciona y se transforma a lo largo del tiempo y se elferencia en virtud de la dis- tuibucion espacial de fos grupos humanos, Patece claro que ta escuela actual, vi- agente en lx sociedad occidental y que he- 08 conocido practicamente inalterable © igual a si misma, excepto interesantes ex- cepciones, desde hace ya muchas décadss, cortesponde a la cultura pitbliea modema. En el mejor de los casos, In escuela, que siempre lta caminado 2 remolque de las cexigencias y demandas sociales, hia respon- ido a los patrones, valores y’ propuestas de la cultura moderna, incluso cuando pro- liferan por doquier los sintomas de su des- composicién, las manifestaciones de sus la- gunas, defciencias y contradicciones, Seri reciso, por tanto, analizar los valores que efinen In modemidad, y su progresivo de- terioro para comprender tanto el valor s0- cial como la fosilizacion y deterioro de su hhetramienta mas prec La caracteristica mas definitoria de 1a modemnidad es sin duda la apuesta decid dda por el imperio de kt az6n como el ins- trumento privilegiado en manos del hom- tyre que le permite ordenar la actividad clentifica y técnica, el gobierno de los hombres, y la administracién de las cosas, sin el recurso a fuerzas y poderes externos © sobrenaturales. la concepctdn clsica de a modernidad es pues, ante todo, la cons- trucci6n de wna imagen racionalista det mundo que integra al bombre en ta wat- raleza y que rechaza todas las formas de duatismo det cuerpo y del alia, del mute do trumano y de ka irascendencia" (Tow raine, 1993, p.47). La creencia sin sombras cn el imperio de la raz6n ha conducido a Jn bisqueda de un Gnico modelo de la Verdad, del Bien, y de la Belleza, a esta- blecer el procedimiento perfecto y ohjeti- vo de proctuccién del conocimiento cienti- esc, ener ecudenas fico, a la derivacion logica, precisa y me- cinica de sus aplicaciones tecnolégicas, Primero en al dimbito de la naturaleza, des pués en el de las relaciones econémicas y sociales, a concchir el modelo ideal de or ganizacién politica, a seafirmar el sentido lineal y progresivo de la historia, a privile- giar el conocimiento de los expertos y de las vanguardias, a establecer una jerarquia cite las culturas, a definir un modelo ide- al de desarrollo y comportamiento huma- no, precisamtente el occidental, y a legit- mar en definitiva la imposiciOn social, in- tema y extema, de dichos modelos. En

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