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Espectrometría de absorción

La espectrometría de absorción se refiere a una variedad de técnicas que


emplean la interacción de la radiación electromagnética con la materia. En la
espectrometría de absorción, se compara la intensidad de un haz de luz medida
antes y después de la interacción con una muestra. Las palabras transmisión y
remisión se refieren a la dirección de viaje de los haces de luz medidos antes y
después de la absorción. Las descripciones experimentales por lo general asumen
que hay una única dirección de incidencia de la luz sobre la muestra, y que un
plano perpendicular a esta dirección pasa por la muestra.
En la transmisión, la luz es dispersada desde la muestra hacia un detector en el lado
opuesto de la muestra. En la remisión, la luz es dispersada desde la muestra hacia un
detector en el mismo lado de la muestra.

La radiación remitida puede estar formada por dos clases de radiación: reflexión
especular (cuando el ángulo de reflexión es igual al ángulo del frecuencia) y reflexión
difusa (en todos los demás ángulos).

Otro descriptor asociado con la espectrometría de absorción es la variedad de longitudes


de onda de radiación que se usa en el haz de luz incidente. Por ejemplo, se habla
de espectrometría infrarroja o de microondas, que son a su vez ejemplos de
espectrometría de absorción. Por otra parte, también se encuentran referencias a otros
rangos de longitud de onda, como la espectrometría de rayos X, que por lo general
denotan una espectrometría de emisión. Este artículo trata principalmente de
la espectrometría ultravioleta-visible.

La espectrometría UV-visible se refiere a técnicas donde se mide cuánta luz de una


longitud de onda particular (color) es absorbida por una muestra. Ya que el color a
menudo puede correlacionarse con la presencia y/o la estructura de una sustancia
química particular, y ya que la absorbancia es una medida fácil y barata de hacer, la
espectrometría de absorbancia se usa ampliamente en cálculos cualitativos,
cuantitativos y estructurales. Por ejemplo, el ADN absorbe luz en el rango ultravioleta
(por eso la luz del sol es peligrosa), y por tanto la cantidad de ADN en una muestra
puede ser determinarse midiendo la absorbancia de la luz ultravioleta.

La relación entre el color visible y el color de absorbancia es complicada; una muestra


que parece roja no absorbe en el rojo, sino que absorbe en otras longitudes de onda
(colores) de modo que la luz que pasa por la muestra se enriquece en rojo.

La palabra "color" se usa para indicar que la espectrometría de absorbancia no sólo trata
con la luz en rango visible (fotones con una longitud de onda de aproximadamente 400 a
700 nanómetros), sino también con longitudes de onda que están fuera del rango de la
visión humana (infrarrojo, ultravioleta, rayos X). Sin embargo, los principios son
bastante similares tanto para la luz visible como para la no visible.
Técnicamente, la espectrometría de absorción se basa en la absorción de fotones por
una o más sustancias presentes en una muestra (que puede ser un sólido, líquido, o gas),
y la promoción subsiguiente del electrón (o electrones) desde un nivel de energía a otro
en esa sustancia. La muestra puede ser una sustancia pura, homogénea o una mezcla
compleja. La longitud de onda en la cual el fotón incidente se absorbe es determinada
por la diferencia en los niveles de energía disponibles de las diferentes sustancias
presentes en la muestra. Esta es la selectividad de la espectrometría de absorbancia, la
capacidad de generar fuentes de fotones (luz) que son absorbidas sólo por algunos
componentes en una muestra. Típicamente, los rayos X se usan para revelar la
composición química, mientras que las longitudes de onda cercanas al ultravioleta y el
infrarrojo se usa para distinguir las configuraciones de diversos isómeros
detalladamente. En la espectroscopia de absorción, los fotones absorbidos no son
emitidos de nuevo (como en la fluorescencia) sino que la energía que se transfiere al
compuesto químico en la absorbancia de un fotón se pierde por medios no radiantes,
como la transferencia de energía por calor a otras moléculas.

Aunque la intensidad relativa de las líneas de absorción no varía con la concentración, a


cualquier longitud de onda dada la absorbancia medida (− log (I / I0)) es proporcional a
la concentración molar de las especies que absorben y el grosor de la muestra por la que
la luz pasa. Esto se conoce como ley de Beer-Lambert. El gráfico de la cantidad de
radiación absorbida respecto a la longitud de onda para un compuesto particular se
conoce como espectro de absorción. El espectro de absorción normalizado es
característico para cada compuesto particular, no cambia con la concentración y es
como la "huella digital" química del compuesto. En las longitudes de onda
correspondientes a los niveles de energía resonantes de la muestra, se absorben algunos
de los fotones incidentes, lo que provoca una caída en la intensidad de transmisión
medida y una pendiente en el espectro. El espectro de absorción puede medirse usando
un espectrómetro. Conociendo la forma del espectro, la longitud de ruta óptica y la
cantidad de radiación absorbida, se puede determinar la estructura y la concentración
del compuesto.

Los espectros de absorción de luz visible pueden tomarse en cualquier material que sea
visiblemente claro. El poliestireno, el cuarzo, y las células de borosilicato (Pyrex), son
los materiales más usados. La luz ultravioleta es absorbida por la mayor parte de
cristales y plásticos, por lo que se usan células de cuarzo. El Si-O presente en el cristal y
el cuarzo, y el C-C en el plástico absorben la luz infrarroja. Los espectros de absorción
infrarrojos se realizan generalmente con una delgada película de la muestra sostenida
entre platos de cloruro de sodio. Otros métodos implican suspender el compuesto en una
sustancia que no absorba en la región de estudio. Las emulsiones de aceite mineral
(Nujol) y los cristales de bromuro de potasio suelen ser los más comunes. El NaCl y KBr,
al ser iónicos, no absorben el infrarrojo de forma significativa, y el Nujol tiene un
espectro infrarrojo relativamente sencillo.
Espectrometría como instrumento analítico

A menudo es de interés conocer no sólo la composición química de una muestra dada,


sino también las concentraciones relativas de varios compuestos de una mezcla. Para
hacer esto debe construirse una escala, o curva de calibración, usando varias
concentraciones conocidas para cada compuesto de interés. El gráfico que resulta de la
concentración respecto a la absorbancia se hace a mano o usando un software de ajuste
de curvas apropiado, que usa una fórmula matemática para determinar la concentración
en la muestra. La repetición de este proceso para cada compuesto en una muestra da un
modelo de varios espectros de absorción que en conjunto reproducen la absorción
observada. De esta manera es posible, por ejemplo, medir la composición química de los
cometas sin tener muestras de ellos en la Tierra.

Un ejemplo simple: un cianuro estándar a 200 partes por millón da una absorbancia con
un valor arbitrario de 1540. Una muestra desconocida da un valor de 834. Ya que esta es
una relación lineal y pasa por el origen, el valor desconocido se calcula fácilmente como
108 partes por millón. Con este método de proporción no es necesario conocer los
valores de los coeficientes gobernantes, o cromóforos, o la longitud de célula
experimental.

En la práctica, el uso de una curva de calibración, más que un solo punto de


comparación, reduce la incertidumbre en la medida final por exclusión de la
interferencia aleatoria (ruido) en la preparación de los estándares

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