MEJOREMOS LA CONVIVENCIA ESCOLAR
La escuela tradicional atraviesa por una aguda crisis social expresada,
fundamentalmente, en el fracaso escolar y los problemas de
convivencia estudiantiles. Superar estas anomalías, que tanto daño
genera a nuestros niños y jóvenes, no solo es la tarea que deben
emprender con urgencia los maestros y directores de las instituciones
educativas, sino también de los padres de familia y autoridades,
quienes deben promover acciones responsables que permiten
fomentar un espacio agradable y de disfrute para nuestros niños y
jóvenes.
La cruda realidad por lo que atraviesan día a día en la escuela ha
permitido no solamente el estancamiento de su labor académica, sino
también ha debilitado sus potencialidades afectivas y
socioemocionales, que tanta falta hace al sujeto en proceso de
formación para el desarrollo de una sólida personalidad.
¿Cómo mejorar el clima en la escuela? ¿A quiénes responsabilizamos
de nuestro fracaso? Son algunas de las preguntas que continuamente
nos formulamos. Es de anotar que no existen fórmulas mágicas para
superar estas limitaciones; sin embargo, está demostrado
científicamente que las sociedades que mayor grado de convivencia
han alcanzado han tenido como soporte una sólida formación en
valores que nace de la familia y se fortalece en la escuela.
Urge que las escuelas, en estricta correspondencia con las familias y
las autoridades, promuevan innovaciones educativas que planteen
no sólo el desarrollo de capacidades estudiantiles, sino también que
contemplen como componente fundamental la enseñanza de valores
y principios morales, basados en la cooperación, el respeto mutuo y
la tolerancia que permitan desterrar la violencia que tanto daño
genera a nuestras sociedades.
LA SOLIDARIDAD COMO CONDICIÓN DE DESARROLLO
La creciente conciencia de la interdependencia entre los
hombres y naciones tiene su correspondiente respuesta en la
solidaridad. Esta no es un sentimiento superficial por los males
de otras personas; al contrario, es la determinación firme y
persistente de empeñarse por el bien común, para que todos
seamos verdaderamente responsables de todos. Esta
determinación se funda en la convicción de que lo que frena el
pleno desarrollo es el afán de ganancia y de poder individual.
Tales actitudes sólo se vencen cooperando en el pleno
desarrollo de los demás, procurando su bien en lugar de
oprimirlos, explotarlos o anularlos para el propio desarrollo.
El ejercicio de la solidaridad dentro de cada sociedad es válido
cuando sus miembros se reconocen como personas y respetan
mutuamente sus derechos. La triste realidad de hoy es, al
menos en parte, el resultado de una concepción demasiado
limitada, permanentemente economicista del desarrollo. Si el
desarrollo tiene una necesaria dimensión económica, sin
embargo no se agota con esta dimensión. Si se limita a ésta, el
desarrollo se vuelve contra aquéllos a quienes se desea
beneficiar.
EL PAÍS QUE QUEREMOS
Nuestro querido Perú es uno de los países más privilegiados dentro
del globo terráqueo. Posee una biodiversidad incalculable de flora y
fauna silvestre, minerales de diversas especies, y condiciones
climáticas muy oportunas para el desarrollo de actividades
agropecuarias. Con justa razón, el sabio Raimondi había denominado
a nuestro país como el mendigo sentado en un banco de oro; sin
embargo, la manía de nuestras autoridades y nuestra indiferencia han
permitido que sigamos viviendo dentro de las limitaciones de la
pobreza y pobreza extrema.
Comparado con otros países del orbe, el Perú posee muchas
posibilidades para salir adelante; no obstante, hace falta mayor
compromiso no sólo de nuestros gobiernos, sino también del
concurso activo de cada peruano que vivimos en esta tierra
maravillosa.
Necesitamos gobernantes que prediquen con el ejemplo, que sean
abiertos al diálogo, que tengan un pensamiento crítico, reflexivo, con
alto espíritu de creatividad y promotores de la participación
ciudadana, que actúen con austeridad, que dispongan de una visión
estratégica de largo plazo y le den estabilidad al futuro nacional.
Queremos un país en el que nuestros jóvenes sean escuchados y
encuentren estímulos y espacios favorables para desarrollarse no
sólo desde el punto de vista educativo, sino también desde el punto
de vista emocional, social y moral que les permita interactuar de
manera abierta y colaborativa en un espacio cómodo y seguro.
Hace falta fortalecer el sentimiento patrio que nos permita sentirnos
orgullosos de ser peruanos. Hace falta superar la idiosincrasia que
tenemos para no seguir hiriéndonos entre hermanos herederos de
una misma raza y cultura milenarias. Queremos un país que se piense
a sí mismo, en donde todos los peruanos pongamos de nuestra parte
para marcar la diferencia.
CÓMO GANARNOS A LOS DEMÁS
Para dominar al prójimo hay que conocerlo y quererlo.
Tratando de imponerle mis ideas es como recibo las suyas.
Amar al prójimo es querer que sea como yo, que sea otro yo.
Mi esfuerzo por imponerme a otro, por ser y vivir yo en él, es
lo que da sentido religioso a la colectividad, a la solidaridad
humana.
El sentimiento de solidaridad parte de mí mismo. Como soy
sociedad, necesito adueñarme de la sociedad humana; como
soy un producto social, tengo que socializarme.
De primera intención protesto contra el inquisidor, y a él
prefiero al comerciante que viene a colocarme sus mercancías;
pero si recogido en mí mismo lo pienso mejor, veré que aquél,
el inquisidor, cuando es de buena intención, me trata como a
un hombre, como a un fin en sí, pues si me molesta es por el
caritativo deseo de salvar mi alma. Mientras que el otro no me
considera sino como a un cliente, como a un medio, y su
indulgencia y tolerancia no es en el fondo sino la más absoluta
indiferencia respecto a mi destino. Hay mucha más humanidad
en el inquisidor.
 EMERGENCIA PLANETARIA LOS CELULARES EN LA ESCUELA

La vida del hombre y de toda especie viviente está al borde de una Los celulares además de ser un medio de comunicación
catástrofe irreversible. Los cambios registrados hasta el momento importante en la vida diaria del hombre es también una
como el incremento de la temperatura, la destrucción de la capa herramienta indispensable para la comunicación directa entre
de ozono, el efecto de invernadero, el descongelamiento de los adultos, jóvenes y hasta niños. Sin embargo, estos últimos han ido
casquetes polares, el agotamiento de las fuentes de agua dulce, convirtiendo del celular en un material de uso diario en el ámbito
los incendios forestales, entre otros, son los testimonios más escolar, lo cual ha ocasionado diversas desventajas para el
claros de que nuestro planeta agoniza de muerte, y los hombres aprendizaje.
nos mostramos indiferentes a estas secuelas. El afán de
engrandecimiento y la codicia malsana han sembrado en el Por tal motivo, yo considero que los celulares deben prohibirse en
corazón de la humanidad su muerte prematura. la escuela puesto que en este contexto no tienen ninguna utilidad,
muy por el contrario, lo que hace es obstaculizar el proceso de
¿Qué sentido tiene seguir empecinados en la búsqueda de enseñanza en los alumnos.
hegemonismos entre países hermanos cuando la vida de nuestro
planeta se encuentra al margen de su extinción definitiva? Si el Si bien es cierto, la mayoría de los jóvenes estudiantes usan el
hombre entendiera el significado sustancial que encierra la vida, celular como medio para sociabilizarse con otras personas en el
tomaría conciencia de su comportamiento anómalo e contexto escolar, pero lo cierto es que no lo emplean con la
implementaría medidas correctivas en aras de equilibrar las responsabilidad adecuada, ya que estos móviles cuentan con
condiciones de vida sobre la faz de la tierra. reproductor de música, cámaras de videos, juegos entre otros, los
cuales causan la completa distracción del estudiante en clase.
Nuestro planeta está enfermo y urge aplicar alternativas
racionales y prácticas humanísticas para rehabilitarlo. El mundo y Muchos estudiantes dicen que es necesario llevarlo al colegio para
sus problemas deben ser encarados desde una perspectiva comunicar cualquier tipo de emergencia que pueda presentarse,
pragmática y no teorética, tal como lo entienden los artífices de la sin embargo el celular no es el único medio disponible ya que
economía mundial. La tierra entera se encuentra en emergencia y todos los colegios cuentan con un teléfono fijo para informar
urge que todos los esfuerzos políticos y económicos de mayor dichas emergencias.
trascendencia se orienten a su rehabilitación. ¿Qué nos impide,
por ejemplo, implementar proyectos de reforestación de escala Finalmente tener un teléfono móvil significa contar con más
mundial, que contribuyan al equilibrio ecológico en vez de responsabilidad y poseer este medio en el ámbito escolar puede
despilfarrar tanto dinero en cosas insignificantes como materiales provocar robos o pérdidas, generando así no solo una mala
de guerra o artefactos de tecnología que en nada contribuyen al imagen de la Institución Educativa sino también el mal
desarrollo social de la humanidad? La respuesta es sencilla: comportamiento emocional por parte de los mismos alumnos.
nuestra avaricia y soberbia sustentadas en la política del absurdo
y la falta de voluntad. En conclusión, el uso del teléfono celular en la escuela, debe estar
prohibido y no puede ser aceptada dado que este no es un
Desde la dimensión política y económica, es necesario que nuestro material de aprendizaje. Es nuestro deber como estudiantes asistir
gobiernos entiendan que el verdadero desarrollo social de los al colegio exclusivamente para aprender de forma adecuada y
pueblos no se construye únicamente sembrando cementos y correcta.
piedras; sino más bien generando las mejores condiciones de vida
en el plano de la satisfacción de sus necesidades elementales,
tales como: salud, educación, desarrollo agrícola y medio
ambiente. Esto implicaría actuar con racionalidad y espíritu de
responsabilidad, asignando mayor atención a los programas
sociales de saneamiento ambiental, proyectos de reforestación,
tratamiento y aprovechamiento productivo de las aguas servidas,
protección de riveras y cuencas, erradicación de la industria bélica
(tecnológica y nuclear), desarrollo de una agricultura intensiva y
tecnificada que abrevie los altos índices de deforestación, la
implementación de una ciencia poblacional que controle la
explosión demográfica y la implementación de una política de
desarrollo económico, sostenible y sustentable, que permita el
acceso de toda la población del planeta a las oportunidades
laborales de manera planificada, consciente y responsable, los
mismos que contribuirían de manera directa al mejoramiento de
nuestra atmósfera, de climas y suelos más apropiados para el
desarrollo de toda especie viviente.

IMPORTANCIA DE LOS VALORES EN NUESTRA VIDA
Los valores humanos tienen una gran importancia en las vidas
de las personas, pues orienta toda la actividad humana,
puestos que, si modificamos las actitudes y dejamos
intactos los valores humanos, los cambios no serán duraderos
por tanto si queremos intervenir en la conducta es necesario
operar sobre el sistema de creencias fundamentales de
cada individuo.
En el proceso de formación de la personalidad los valores son
aquellos ejes que forman parte de la configuración interior y
definen la orientación general de los comportamientos de cada
persona, es decir que los valores humanos son los patrones que
sirven para guiar la vida de los seres humanos.
Pero lo más importante de todo esto es valorarnos a nosotros
mismos, ya ellos nos permitirán aceptar y querer a las demás
personas por lo que son y no por lo que tienen, debemos
recordar que nuestro creador plasmó un mandamiento en la
que dice: “Amaran a tu prójimo como a ti mismo”, esto nos
ayuda a valorarnos a nosotros mismo ya que debemos siempre
brindar ayuda si esperar recibir nada a cambio, nosotros no
debemos ser superficiales debemos ser nosotros mismos, si lo
hacemos de esta manera ayudaremos a recatar los valores
humanos.
LA EDUCACIÓN EN LA VIDA DEL HOMBRE
La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de
personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la
cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.
La educación es necesaria en todos los sentidos. Para alcanzar mejores niveles de
bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdades
económicas y sociales; para propiciar la movilidad social de las personas; para acceder
a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de la población;
para ampliar las oportunidades de los jóvenes; para vigorizar los valores cívicos y laicos
que fortalecen las relaciones de las sociedades; para el avance democrático y el
fortalecimiento del Estado de derecho; para el impulso de la ciencia, la tecnología y la
innovación.
La educación siempre ha sido importante para el desarrollo, pero ha adquirido
mayor relevancia en el mundo de hoy que vive profundas transformaciones, motivadas
en parte por el vertiginoso avance de la ciencia y sus aplicaciones, así como por el no
menos acelerado desarrollo de los medios y las tecnologías de la información.
En las economías modernas el conocimiento se ha convertido en uno de los
factores más importantes de la producción. Las sociedades que más han avanzado en
lo económico y en lo social son las que han logrado cimentar su progreso en el
conocimiento, tanto el que se transmite con la escolarización, como el que se genera a
través de la investigación. De la educación, la ciencia y la innovación tecnológica
dependen, cada vez más, la productividad y la competitividad económicas, así como
buena parte del desarrollo social y cultural de las naciones.
La experiencia mundial muestra la existencia de una estrecha correlación entre
el nivel de desarrollo de los países, en su sentido amplio, con la fortaleza de sus
sistemas educativos y de investigación científica y tecnológica. Según estudios de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un año adicional
de escolaridad incrementa el PBI Per Cápita de un país entre 4 y 7%.1
Atrás quedaron los tiempos en que se consideraba a las erogaciones en educación
como un gasto. En la actualidad, el conocimiento constituye una inversión muy
productiva, estratégica en lo económico y prioritaria en lo social.
En suma, la educación contribuye a lograr sociedades más justas, productivas y
equitativas. Es un bien social que hace más libres a los seres humanos.
LA SOCIEDAD QUE QUEREMOS
Queremos vivir en una sociedad democrática participativa en
la que se respeten los derechos humanos de cada persona,
independientemente de su edad, origen, nivel
socioeconómico, religión y etnia. Una sociedad que ofrezca
condiciones y oportunidades para que todos sus miembros
puedan desarrollarse a plenitud.
Queremos una sociedad que se relacione democráticamente…
esto significa respetar a las personas por el solo hecho de serlo,
sin exclusiones, ni discriminación; buscar el bien individual y el
colectivo; indignarse ante la injusticia y la desigualdad;
participar en los asuntos públicos, pero también decidir no
hacerlo porque se valora la libertad individual de elegir con
base en las propias circunstancias.
La sociedad que queremos cuenta con políticas, programas e
instituciones que dan prioridad a la atención de las necesidades
de la infancia, respeta los derechos de los niños y las niñas y los
considera sujetos sociales y ciudadanos capaces de participar,
de acuerdo con lo establecido en la Convención Internacional
sobre los Derechos del Niño.
Contribuiremos a construir esta sociedad al incidir en las
políticas, los programas y la cultura de las instituciones
relacionadas con la educación, a través de acciones de una
sociedad organizada y articulada. Buscamos cambios en el
funcionamiento de las instituciones por medio de la
capacitación y el acompañamiento.
Queremos alimentar el debate ciudadano, contribuir a la
rendición de cuentas y a la demanda social informada y
fundamentada, por medio de la generación y difusión de
información sobre los temas prioritarios para la sociedad.
Queremos –de manera intencional y consciente– influir,
persuadir y conmover a los actores con poder de decisión en
materia de educación para que den prioridad al bienestar y
desarrollo de los niños y niñas y para que se les incluya como
sujetos sociales con capacidad de participar en la construcción
de la sociedad que queremos.
Alentaremos un enfoque integral en la educación y buscaremos
que se le considere como proceso continuo que se vive a lo
largo de la vida. Que se vea en la educación una estructuración
permanente de la persona, de sus conocimientos, sus
aptitudes, sus facultades de juicio y acción, para que pueda
tomar conciencia de sí misma y de su ambiente y se le invite a
desempeñar su función social. Así concebida, la educación se
desarrolla en ambientes diversos: escuelas, familias,
comunidades, espacios públicos y medios de comunicación, de
forma grupal e individual.
 EL ROL DE LOS JÓVENES EN LA SOCIEDAD ACTUAL
Los jóvenes jugamos un papel muy importante en la sociedad
actual, ya que seremos los adultos del mañana. Nuestra función
principal es prepararnos para ese propósito que tenemos en la
vida. Estudiar para ser personas de bien, y saber educar a
nuestras futuras generaciones para mejorar las condiciones de
nuestro país, que día a día se hunde por la escoria que reina en
su seno. Debemos entender que somos importantes en esta
sociedad, porque, aunque la frase suene muy trillada, somos el
futuro de nuestra patria. Si desaprovechamos nuestro tiempo
en cosas vacías, diversión y vicios malsanos, llegara el día en
que veamos atrás y nos daremos cuenta de que realmente
hicimos nada provechoso. Nos iremos sin dejar huella alguna y
quizás hasta habremos contribuido a que nuestro país y el
mundo quede igual o peor de lo que hemos
encontrado. Quizás no todos pensemos de la misma manera.
Algunos estaremos más centrados que otros, o quizá a algunos
no les importara el mañana; pero es necesario que tomemos
conciencia y que nazca de nuestro propio ser, el luchar por ser
alguien mejor y apoyar de manera incondicional para construir
una mejor sociedad.
Jugamos un papel crucial en este momento que nos
corresponde vivir; sin embargo, a veces es difícil para nosotros,
pues estamos rodeados de distintos tipos de ambientes que
influyen mucho en nuestra manera de pensar, sentir y actuar.
A pesar de todo esto, pienso que no todo está perdido.
Llevamos de manera insoslayable los valores sembrados en
nuestras familias y en el seno de nuestras escuelas. Podemos
ser grandes si así lo queremos; porque al final, las decisiones
son nuestras. Si tenemos buenas bases actuaremos de la
manera correcta, pero si no hemos echado raíces profundas,
aún, quizás el flagelo nos convierta en instrumentos de fácil
manipulación y dominio.
Muchas veces hemos sido considerados como el eslabón débil
de la cadena en la toma de decisiones; por desgracia, para sus
mentores, este concepto va perdiendo terreno, porque cada día
estamos avanzando con mayores aciertos.
Es momento de tomar parte activa en las decisiones diversas,
porque considero que ya estamos preparados. Los jóvenes
somos la base del futuro. Los jóvenes somos la base de la
sociedad, y sobre nuestros hombros descansa la álgida
responsabilidad de construir un mundo mejor para nuestros
hijos y los hijos de nuestros hijos.
LA ESCUELA EN LA ACTUALIDAD
La escuela actual no se ha adaptado a los grandes cambios de
nuestra sociedad. Se siguen repitiendo viejos esquemas para
transmitir conocimientos y además los valores que se transmiten
en la escuela no encuentran suficiente eco en la mayoría de las
familias, ni mucho menos en esta sociedad tan materialista y
egoísta.
Habría que preguntarse si realmente está el sistema educativo, los
docentes y la administración educativa, preparados para educar y
hacer frente a esta nueva sociedad. Y creo que la respuesta
evidentemente, es no. Se intentan poner parches, pero solo son
parches. El conservadurismo en los métodos de enseñanza, la
escasa innovación del profesorado, la falta de formación, la
improvisación de las leyes, la falta de recursos, sobre todo
humanos... hacen que el sistema educativo fracase
estrepitosamente con resultados cada vez peores. Pero, ¿Quién
tiene la culpa? creo que todos un poco. ¿Soluciones reales? las
únicas que se me ocurren son utópicas y suponen una ruptura
total con el sistema de enseñanza tradicional, por tanto inviables.
Al menos, de momento. Puede haber algún centro, en algún lugar
del país, que haciendo uso de su autonomía pedagógica y del apoyo
de la administración a las innovaciones, lleve a cabo una
enseñanza distinta a la actual, donde se prime y se valore todas y
cada una de las capacidades del individuo, donde se tenga en
cuenta la diversidad y los gustos de cada cual; donde se busque
crear individuos autónomos y librepensantes; donde se haya
cambiado el autoritarismo por la responsabilidad individual.
La escuela debería “transmitirles” a los niños las tradiciones y
valores superiores de nuestra propia cultura, familiarizarse con su
mundo entorno y prepararlos para el trabajo. Las escuelas no
realizan bien ninguna de estas funciones. Hay que convertir el aula
en algo diferente, en “un lugar distinto”.
En la escuela actual el profesorado lleva siempre “la voz cantante”,
es decir, “hablan demasiado”. Y lo hacen no sólo en la lección
magistral, sino también en las discusiones suscitadas en la clase en
torno a un tema determinado, dominando a todos los
interlocutores y diciendo siempre “la primera y última palabra”;
es una escuela de monólogos, y de silencios: el alumnado se
habitúa a “desconectar”, total o parcialmente, su atención a lo que
el profesorado dice, hasta el punto que llegan a olvidar cómo
volver a” conectarse” y prestar atención; cuando el profesorado no
deja hablar, los escolares no pueden callar...”el auténtico
aprendizaje se produce sólo cuando el que aprende desempeña un
doble papel, cuando es al mismo tiempo alumno y profesor,
actuante y crítico, oyente y hablante”.
Contribuye también al fracaso de la escuela actual, la asistencia
obligatoria que exige al alumnado la permanencia tediosa entre
cuatro paredes, que significan amenaza, represión,
constreñimiento de límites, claustrofobia...sentimientos contra la
libertad.
Pese a todo, la escuela a mejorado con respecto a los demás
años,desarrollo de la tecnologia, ya los profesores no pegan,
pero hay una gran falta de respeto del alumnado al profesor.
Cada vez el profesor pierde la importancia del papel que
desempeña. Esperemos que todo cambie a mejor.