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Las epilepsias, genfermedades psicosomaticas? Maria Carlota Piaggio Héctor Rodolfo Fischer Una de las grandes paradojas en que las ciencias se encontraron desde siempre es que a pesar de que la revolucién cientifica tiene su asiento en los siglos XVI y XVII, su origen hay que rastrearlo en un periodo mucho mas antiguo. El més importante adelanto se produce en la astronomfa, an- tes del descubrimiento del telescopio, mucho antes de que Tycho Brahe, en la segunda mitad del siglo XVI, hiciera observaciones a simple vista sin ayuda de instrumentos 6pticos. Cuando Willam Harvey mostré otros ca- minos a la fisiologia con su estudio de la circulacién menor, mencioné en algunas oportunidades el uso de una lupa, produciéndose su descubri- miento antes que el microscopio pudiera acudir en su ayuda. Queda claro que los cambios se van produciendo, no por nuevas observaciones sino por las trasposiciones que se van produciendo en las mentes de los hom- bres de ciencia. Es importante marcar que Jo fundamental en ciencia es manejar un con- junto determinado de datos ya conocidos pero situdndolos en un nuevo sistema de relaciones entre sf, en una nueva estructuracién, lo que signifi- ca ponerse a pensar segiin nuevos lineamientos. No debemos ir tan lejos para encontrarnos con ejemplos parecidos. En 1895 Sigmund Freud escribe un trabajo denominado Un proyecto para las ciencias, sefala que las neuronas no tienen contactos entre sf, sino que dendritas y cilindroejes terminan en contigiiidad en una sustancia ajena, dando idea de la existencia de la sinapsis y de las drogas intermediarias que alli operan. Recién un afto después, Sherington, descubre oficialmen- te la sindpsis. Nos encontramos en la puerta del tercer milenio, donde un grupo de entidades patoldgicas tiene asignado un lugar de honor al ser designadas como patologias de fin de siglo. Ninguna de ellas era desconocida ante- riormente, sin embargo hoy han adquirido una significacién diferente. Es asi que patologias de borde, bulimia, anorexia nerviosa, SIDA, y sobre to- do las llamadas enfermedades psicosométicas, ocupan actualmente mu- cho espacio en la bibliografia cientifica. Comparto lo que plantean Liberman y Pisoni, cuando sefialan que a las enfermedades psicosomaticas hay que éntenderlas “...tomando como punto 81 82 de partida la relacién entre las variaciones iemporales de la psique y las del soma, en los sujetos portadores de una afeccién somdtica. El hombre es psicosomdtico por definicion.” La divisién de las enfermedades en orgdnicas y funcionales ha sido una de las clasificaciones mas en boga en la medicina de los tiltimos tiempos. Entre ambos tipos de enfermedades habia una especie de contradiccion y hasta hace poco se podia percibir claramente un constante esfuerzo de los médicos para aumentar el ntimero de las enfermedades organicas a costa de otras que en un principio fueron designadas como funcionales. Parecia um ideal de la medicina poder llegar a anular por completo lo denominado funcional, incluyéndolo dentro de lo orgénico. Con el trans- curso de los aftos ocurrié el fendmeno contrario. En la actualidad, Ia medi- cina psfquica ha vuelto a retomar ampliamente todos sus fueros. Tanto es asi que hoy Ja medicina psiquica amenaza seriamente todo el territorio de la medicina orgénica, para colocar a esta tiltima en un papel de subordina- cin parecido al que tiene el primer lugarteniente de un poderoso monar- ca. El psiquismo seria el monarca y el organismo su lugarteniente, no sélo en aspectos de la vida normal, sino también en lo que se refiere a enferme- dades. Sefiala Angel Garma, que existirfan territorios o dreas de medicina or- ganica y medicina psiquica. Nosotros pensamos que eso significaria per- sistir en una idea dualista heredada de la filosofia y las religiones (cuerpo- mente, psique-soma, cuerpo-alma, etc.). Ideologia ésta que por lo demos- trado hasta la fecha ha hecho un flaco favor a la ciencia y a los cientificos. Como nosotros no partimos de posturas parciales, ni nos adherimos a cuestiones de forma, estamos a la biisqueda de una denominacién més acabada a través de una epistemologia totalizadora o integrativa del ser humano enfermo. Creemos por lo tanto que toda enfermedad es psicoso- matica, y que ninguna enfermedad somatica se halla enteramente libre de influencias psiquicas. Es a través de la posicién psicoanalitica donde encontramos por vez pri- mera esta actitud totalizadora del hombre, en los conceptos freudianos de “trieb”, instancia unificadora de lo fisico en lo psiquico que reemplaza al instinto, por la pulsion. Sostenidos en los conceptos anteriormente expuestos es que nos propo- nemos teorizar acerca de una hipotética estructura psicosomdtica de las epilepsias, dado que hacia esa hipétesis se dirigirian, aunque no lo hayan expresado aun asi la mayorfa de los que estudiaron las epilepsias. Se trata de un sistema arcaico que se halla dispuesto a responder a conflictos no es- pecificos. Lo que es especifico, es el montaje fisiopatoldgico resultante de diversas causas. Para ello recurriremos al concepto psicoanalitico de series complementarias. Tal concepto implica que no es solamente uno el factor productor de las diferentes organizaciones patoldgicas, sino que existiria una combinatoria de diversos elementos que se integrarian de una mane- ra singular y en diferentes tiempos de la evolucién del sujeto humano. Dice George H. Pollok: “Desde los afios cuarenta y cincuenta, en que el mo- vimiento psicosomdtico estaba alcanzando su cenit de influencia, han ocurrido muchas cosas y espero algiin dia escribir una historia de este movimiento, sus di- versos lideres, sus teortas, sus ideas, y qué fue de ellos en el transcurso de los afios.”. En ciencia, escribio Einstein (citado por la Addison-Wesley Publis- hing Company), el trabajo del individuo esté tan ligado al de sus predece- sores cientificos y contempordneos que aparece casi como un producto im- personal de su generacién. Sin embargo, es fructifero tratar de rastrear la linea de progresi6n especifica desde una persona o escuela. Nuestra investigacién sigue el liderazgo de la escuela de Chicago, que enfatiz6 la especificidad del conflicto. Tal pensamiento se desarrollé en va- rias direcciones: una de ellas comprende los primeros de especificidad has- ta lo que ahora llamo especificidad combinatoria. Habiendo definido y de- lineado algunos de los factores cualitativos, ahora el punto es: cuanto, du- rante cuanto tiempo, y en qué combinacién encontramos los diversos ele- mentos. Una analogia con la quimica puede ilustrar la idea. Hubo mucha inves- tigacion orientada hacia el descubrimiento de los diversos elementos qui- micos. Estos fueron identificados, clasificados, y ordenados en la tabla pe- riddica. Cuando se producian hiatos en la tabla, se hacfan predicciones so- bre elementos todavia no descubiertos que eran encontrados subsiguiente- mente. Como se combinaban las secuencias y los procesos de sus interac- ciones, las condiciones variantes, y una multiplicidad de otros factores eran los determinantes y antecedentes de lo que aparecfa como resultado. Los mismos elementos podfan comhinarse de diversas maneras, en canti dades variables, y en diferentes momentos, para producir distintos com- puestos. Entonces, también en la evolucién del concepto de especificidad, se develaron diversos elementos, por ejemplo, la especificidad del conflic- to, la especificidad del estimulo, la especificidad de la respuesta, las inte- racciones madre-nifto especificas en periodos del desarrollo, particulares predisposiciones biolégicas, etc. En otras palabras, tenemos especificidad de elementos y especificidad combinatoria. Esta tltima puede resultar en diversas configuraciones que tienen manifestaciones emocionales, conduc- tuales y fisiolégicas. La biologia moderna, con sus progresos en inmunologia, alergia, locali- zaciones anatémicas precisas, individualidades quimicas, apunta en direc- cién a las especificidades asf como a las generalidades. Todos reacciona- mos de manera similar ante ciertos estimulos biolégicos y psicoldgicos pe- ro aparte todos tenemos nuestras propias maneras de reaccionar. El estu- dio de estas reacciones individuales especificas asi como el de las reaccio- nes generales, es lo mas apasionante y requiere mucho més investigacién

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