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Justicia Menores
Justicia Menores
Práctica Jurídica
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«Justicia penal de menores en
España. Aspectos sustantivos
y procesales»
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Responsabilidad penal
del menor
En qué consiste
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de forma subsidiaria, a la prueba y valoración jurídica de los hechos (art. 7.3).
Esto implica constatar la autoría del menor, si el hecho cometido consiste en
una falta, un delito menos grave o un delito grave, y si es doloso o imprudente,
ya que según sea calificado el delito quedan excluidas por imperativo legal,
algunas medidas.
No se aplica a los menores de catorce años, para los que se observan otras
normas de protección y educación de menores previstas en el Código Civil y en
la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero sobre protección jurídica del menor,
debiendo dar cuenta a la Entidad Pública que tenga atribuida la competencia
sobre menores en la Comunidad Autónoma de que se trate para que adopte
medidas tendentes a la reeducación y protección del menor de 14 años que
hubiera observado una conducta reprochable.
Este precepto incluye una regla sobre la determinación de los efectos de la edad
en la aplicación temporal de las normas de la Ley, siguiendo el criterio lógico de tempus
regit actum, esto es, el de tomar en consideración la edad que el menor tenía en el
momento de cometer el delito
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Medidas susceptibles de ser
impuestas a los menores de edad
Medidas
Medidasprivativas Medidas
privativas Medidas
Medidasno noprivativas
privativas Medidasterapéuticas
terapéuticas
dedelibertad dedelibertad
libertad libertad
Internamiento en Tratamiento
régimen semiabierto Libertad vigilada ambulatorio
Prestaciones en beneficio de
la comunidad
Amonestación
Inhabilitación absoluta
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Internamiento en régimen cerrado. Los menores sometidos a esta medida
residirán en un centro -que cuenta con todas las medidas precisas de seguridad
(videovigilancia, personal de seguridad, etc.)- y desarrollarán en el mismo las
actividades formativas, educativas, laborales y de ocio. Sólo se puede salir de
forma esporádica, previa autorización judicial. Este internamiento se llevará a
cabo, si hubiera plazas, en el centro más próximo al domicilio del menor, sin que
el traslado a otro centro pueda realizarse, salvo que sea en interés del menor y
con aprobación del Juez de Menores.
Libertad vigilada
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medida también queda obligada a mantener con dicho profesional las entrevistas
establecidas y a cumplir las reglas de conducta impuestas por el Juez.
Amonestación
Esta medida consiste en la reprensión del menor llevada a cabo por el Juzgado
de Menores y dirigida a hacerle comprender la gravedad de los hechos
cometidos y las consecuencias que los mismos han tenido o podrían haber
tenido, instándole a no volver a cometer tales hechos en el futuro.
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Esta medida podrá imponerse como accesoria cuando el delito o falta se hubiese
cometido utilizando un ciclomotor o un vehículo a motor, o un arma.
Inhabilitación absoluta
Medidas terapéuticas
Tratamiento ambulatorio
Las personas sometidas a esta medida habrán de asistir al centro designado con
la periodicidad requerida por los facultativos que les atiendan y seguir las pautas
fijadas para el adecuado tratamiento de la anomalía o alteración psíquica,
adicción al consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas o sustancias
psicotrópicas, o alteraciones en la percepción que padezcan. Esta medida podrá
aplicarse sola o como complemento de otra medida. Cuando el interesado
rechace un tratamiento de deshabituación, el Juez habrá de aplicarle otra medida
adecuada a sus circunstancias.
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Reglas generales
1ª Cuando los hechos cometidos sean calificados de falta, sólo se podrán imponer las
medidas de libertad vigilada hasta un máximo de seis meses, amonestación,
permanencia de fin de semana hasta un máximo de cuatro fines de semana, prestaciones
en beneficio de la comunidad hasta cincuenta horas, privación del permiso de conducir
o de otras licencias administrativas hasta un año, la prohibición de aproximarse o
comunicarse con la víctima o con aquellos de sus familiares u otras personas que
determine el Juez hasta seis meses, y la realización de tareas socio-educativas hasta seis
meses.
a) Los hechos estén tipificados como delito grave por el Código Penal o las
leyes penales especiales.
b) Tratándose de hechos tipificados como delito menos grave, en su ejecución
se haya empleado violencia o intimidación en las personas o se haya
generado grave riesgo para la vida o la integridad física de las mismas.
c) Los hechos tipificados como delito se cometan en grupo o el menor
perteneciere o actuare al servicio de una banda, organización o asociación,
incluso de carácter transitorio, que se dedicare a la realización de tales
actividades.
1.Cuando se trate de los hechos previstos en la regla 2ª precitada (aquellos en los que la
medida de internamiento en régimen cerrado puede aplicarse) el Juez, oído el Ministerio
Fiscal, las partes personadas y el equipo técnico, actuará conforme a las reglas
siguientes:
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En este supuesto, cuando el hecho revista extrema gravedad, el Juez deberá
imponer una medida de internamiento en régimen cerrado de uno a seis años,
complementada sucesivamente con otra medida de libertad vigilada con asistencia
educativa hasta un máximo de cinco años. Sólo se podrá sustituir, modificar o dejar sin
efecto la medida una vez transcurrido el primer año de cumplimiento efectivo de la
medida de internamiento.
2. Cuando el hecho sea constitutivo de alguno de los delitos tipificados en los artículos
138, 139, 179, 180 y 571 a 580 del Código Penal, o de cualquier otro delito que tenga
señalada en dicho Código o en las leyes penales especiales pena de prisión igual o
superior a quince años, el Juez deberá imponer las medidas siguientes:
3. En el caso de que el delito cometido sea alguno de los comprendidos en los artículos
571 a 580 del Código Penal, el Juez, sin perjuicio de las demás medidas que
correspondan con arreglo a esta Ley, también impondrá al menor una medida de
inhabilitación absoluta por un tiempo superior entre cuatro y quince años al de la
duración de la medida de internamiento en régimen cerrado impuesta, atendiendo
proporcionalmente a la gravedad del delito, el número de los cometidos y a las
circunstancias que concurran en el menor.
4. Las medidas de libertad vigilada previstas deberán ser ratificadas mediante auto
motivado, previa audiencia del Ministerio Fiscal, del letrado del menor y del
representante de la entidad pública de protección o reforma de menores al finalizar el
internamiento, y se llevará a cabo por las instituciones públicas encargadas del
cumplimiento de las penas.
Pluralidad de infracciones
1. Los límites máximos establecidos para la duración de las medidas serán aplicables,
aunque el menor fuere responsable de dos o más infracciones, en el caso de que éstas
sean conexas o se trate de una infracción continuada, así como cuando un sólo hecho
constituya dos o más infracciones. No obstante, en estos casos, el Juez, para determinar
la medida o medidas a imponer, así como su duración, deberá tener en cuenta, además
del interés del menor, la naturaleza y el número de las infracciones, tomando como
referencia la más grave de todas ellas.
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Si dichas infracciones hubiesen sido objeto de diferentes procedimientos, el último Juez
sentenciador señalará la medida o medidas que debe cumplir el menor por el conjunto
de los hechos, dentro de los límites y con arreglo a los criterios expresados en el párrafo
anterior.
2. Cuando alguno o algunos de los hechos a los que se refiere el apartado anterior fueren
de los que pueden imponerse medida de internamiento en régimen cerrado, esta
medida podrá alcanzar una duración máxima de diez años para los mayores de dieciséis
años y de seis años para los menores de esa edad, sin perjuicio de la medida de libertad
vigilada que, de forma complementaria, corresponda imponer con arreglo a dicho
artículo.
2. En los casos anteriores, el Juez resolverá por auto motivado, contra el cual se podrán
interponer los correspondientes recursos.
2. Las condiciones a las que estará sometida la suspensión de la ejecución del fallo
contenido en la sentencia dictada por el Juez de Menores serán las siguientes:
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en sentencia firme en procedimiento regulado por esta Ley durante el tiempo que dure la
suspensión.
El Juez, previa audiencia del letrado del menor, deberá proceder de este modo respecto
de cada grupo de medidas de la misma naturaleza que hayan sido impuestas al menor,
de modo que una vez practicada la refundición no quedará por ejecutar más de una
medida de cada clase.
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5. Cuando las medidas de distinta naturaleza, impuestas directamente o resultantes de la
refundición prevista en los números anteriores, hubieren de ejecutarse de manera
sucesiva, se atenderá a los siguientes criterios:
6. Lo dispuesto se entiende sin perjuicio de las previsiones para el caso de que el menor
pasare a cumplir una medida de internamiento en centro penitenciario al alcanzar la
mayoría de edad.
7. Cuando una persona que se encuentre cumpliendo una o varias medidas impuestas
con arreglo a esta Ley sea condenada a una pena o medida de seguridad prevista en el
Código Penal o en leyes penales especiales, se ejecutarán simultáneamente aquéllas y
éstas si fuere materialmente posible, atendida la naturaleza de ambas, su forma de
cumplimiento o la eventual suspensión de la pena impuesta, cuando proceda.
Incumplimiento de la medida:
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De la prescripción
Los hechos delictivos que hayan sido cometidos por menores prescriben y por
tanto no podrán ser iniciados procedimientos penales para su persecución: :
1.º Con arreglo a las normas contenidas en el Código Penal, cuando se trate de los
hechos delictivos tipificados en los artículos 138, 139, 179, 180 y 571 a 580 del Código
Penal o cualquier otro sancionado en el Código Penal o en las leyes penales especiales
con pena de prisión igual o superior a quince años.
2.º A los cinco años, cuando se trate de un delito grave sancionado en el Código Penal
con pena superior a diez años.
3.º A los tres años, cuando se trate de cualquier otro delito grave.
Las que tengan una duración superior a los dos años prescribirán a los tres años.
Las restantes medidas prescribirán a los dos años, excepto la amonestación, las
prestaciones en beneficio de la comunidad y la permanencia de fin de semana, que
prescribirán al año. El resto de medidas prescribirán a los 2 años.
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El proceso penal de menores
Juzgados de Menores
Funciones:
Pronunciarse sobre la responsabilidad civil de los mismos por los daños y perjuicios
que hubiera ocasionado el menor con la comisión del delito o la falta.
Competencia:
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Los Jueces de Menores que hayan dictado la sentencia correspondiente, tendrán
también el control de la ejecución de las medidas previstas en la Ley, recayendo la
competencia para la ejecución de las medidas adoptadas por los Jueces de menores en
las Comunidades Autónomas y en las ciudades de Ceuta y Melilla, con arreglo a la
disposición final vigésima segunda de la LO 1/1996, de 15 de enero, de Protección
Jurídica del Menor.
Fiscalía de Menores
Funciones
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El Ministerio Fiscal será el encargado de llevar a cabo la instrucción de los
procedimientos por los hechos delictivos cometidos por menores. Si algún ciudadano
tuviera conocimiento de algún hecho delictivo presuntamente cometido por un menor de
dieciocho años, deberá ponerlo en conocimiento del Ministerio Fiscal. Éste será el
encargado de admitir o no a trámite la denuncia, según que los hechos sean o no
constitutivos de delito y practicará las diligencias que sean necesarias para la
comprobación del hecho y de la responsabilidad del menor.
La actuación instructora del Ministerio Fiscal tendrá como objeto tanto valorar la
participación del menor en los hechos, como proponer las concretas medidas de
contenido educativo y sancionador adecuadas a las circunstancias del hecho y de su
autor y, sobre todo, al interés del propio menor valorado en la causa.
El Ministerio Fiscal
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Con respecto a las partes penales, ya se ha indicado que el MF asume el doble
rol de instructor-acusador. Ello exige que su actuación se rija, en cada una de estas
fases, por distintos principios: el exclusivo de «imparcialidad» en la fase instructora,
conforme al cual ha de consignar, no sólo las circunstancias adversas, sino también las
favorables para el imputado (art. 2 LECrim.) y el principio «pro societate» o de defensa
de la sociedad (o de los bienes o intereses protegidos por la norma penal infringida), que
ha de presidir su actividad como parte acusadora en el juicio oral.
La Acusación particular
A tal efecto, la mencionada Disposición otorgó nueva redacción al art. 25, que en
su primera redacción se rotulaba «Participación del perjudicado e inexistencia de acción
particular y popular», y que pasa a rubricarse «De la acusación particular»,
permitiendo personarse en el procedimiento como acusadores particulares a las personas
directamente ofendidas por el delito, sus padres, sus herederos o sus representantes
legales, si fueran menores de edad o incapaces, con todas las facultades y derechos que
se derivan de la adquisición del estatus de parte en el procedimiento.
Con arreglo, pues, a este nuevo régimen procesal, reforzado tras la entrada en
vigor de la LO 8/2006, de 4 de Diciembre, por la que se modifica la LO 5/2000,
reguladora de la responsabilidad penal de los menores, el estatus del acusador particular,
ya no es el del coadyuvante, sino el de parte principal, a quien se le reconoce el
derecho a solicitar del MF la práctica de cuantas diligencias considere necesarias (art.
26.1), ejercitar la pretensión penal a través del escrito de alegaciones y proponer
pruebas (art. 31), participar en la práctica de la prueba (art. 37), instar las medidas que
considere necesarias (art. 25) y formular los recursos procedentes.
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Por otra parte, el art. 4 de la LORRPM, en su nueva redacción otorgada por la
LO 8/2006, reconoce expresamente el derecho de las víctimas y perjudicados a
personarse y ser parte en el expediente que se incoe al efecto, para lo cual el Secretario
Judicial les informará en los términos previstos en los arts. 109 y 110 LECrim.,
incluyendo la información sobre el ejercicio de la acción civil, que, salvo renuncia o
reserva de acciones, ejercitará el MF, así como las medidas de asistencia a las víctimas
que prevé la legislación vigente. Los que se personaren podrán desde entonces tomar
conocimiento de lo actuado e instar la práctica de diligencias y cuanto a su derecho
convenga.
La Defensa
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Debido a la circunstancia de que en el proceso penal contemporáneo rige la
presunción de inocencia, la fase instructora no sólo puede estar dirigida a la
investigación del hecho punible, sino también a acreditar la inocencia del imputado y a
provocar el archivo o sobreseimiento de las actuaciones sumariales (art. 2 LECrim.).
Esta es la razón por la cual el art. 26.1 LORRPM permite al Abogado del menor
solicitar del MF la práctica de cuantas diligencias considere necesarias. Los principios
que han inspirado el procedimiento diseñado por el legislador explican que esa petición
se dirija al MF encargado de la investigación, quien habrá de decidir sobre su admisión
o rechazo, dictando al efecto resolución motivada (Decreto) que notificará al Abogado
proponente y pondrá en conocimiento del Juez de Menores.
Los criterios para decidir la práctica de estas diligencias han de ser los mismos
que utiliza el Juez de Instrucción durante la fase de investigación, por lo que, de
conformidad con lo dispuesto en los arts. 311 y 312 LECrim., el MF habrá de practicar
la totalidad de los actos de investigación que le propusiere el Abogado del menor,
siempre y cuando no sean contrarios a la Ley, innecesarios, inútiles o perjudiciales.
Supuestos especiales
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Contra la resolución del Fiscal denegando la práctica de una diligencia de
instrucción solicitada por el Abogado del menor no cabe recurso alguno, lo que resulta
lógico si se tiene en cuenta la condición de órgano no jurisdiccional del Fiscal, si bien,
la defensa dispone de una “vía impugnativa” consistente en la posibilidad de reproducir
su petición, en cualquier momento, ante el Juez de Menores, quien se pronunciará sobre
la procedencia de la diligencia interesada (art. 26.1).
Así pues, el Abogado del menor, tras el decreto de conclusión del expediente,
todavía puede reclamar el sobreseimiento de la causa y fundar dicha pretensión en la
práctica de aquellas diligencias que el Fiscal le rechazó en el curso del expediente de
reforma, pese a resultar pertinentes y útiles, con lo que se garantiza, sin necesidad de
poner en peligro la imparcialidad del Juez de Menores, el derecho de defensa y la
igualdad de armas en el proceso.
Aun cuando la Ley sólo prevé que tras su práctica se dé traslado de su resultado
al Fiscal y a las partes personadas, es obvio que la práctica judicial de las diligencias se
debe verificar con citación de todas las partes personadas.
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Informarle, en un lenguaje claro y comprensible y de forma inmediata, de los
hechos que se le imputan, de las razones de su detención y de los derechos que
le asisten.
Notificar inmediatamente el hecho de la detención y el lugar de la custodia a los
representantes legales del menor y al Ministerio Fiscal. Si el menor detenido
fuera extranjero, el hecho de la detención se notificará a las correspondientes
autoridades consulares cuando el menor tuviera su residencia habitual fuera de
España o cuando así lo solicitaran el propio menor o sus representantes legales.
Cuando el detenido sea puesto a disposición del Ministerio Fiscal, éste habrá de
resolver, dentro de otras 24 horas sobre la puesta en libertad del menor, sobre el
desistimiento o sobre la apertura del expediente, poniendo al menor a disposición
del Juzgado de Menores competente.
Los hechos denunciados fueran delitos menos graves cometidos sin violencia ni
intimidación o faltas siempre y cuando el menor no hubiera cometido con
anterioridad hechos similares.
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conveniente adopte medidas de protección y educación respecto al mismo. Asimismo, el
Ministerio Fiscal comunicará a los ofendidos o perjudicados conocidos el desistimiento
acordado.
Ser oído por el Juez o Juzgado antes de que éste adopte cualquier resolución
que le concierna personalmente.
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4. De las medidas cautelares
El Juzgado de Menores, oído el letrado del menor, así como el equipo técnico y
la representación de la entidad pública de protección o reforma de menores, que
informarán especialmente sobre la naturaleza de la medida cautelar, resolverá sobre lo
propuesto tomando en especial consideración el interés del menor. Las medidas
cautelares se documentarán en el Juzgado de Menores en pieza separada del expediente.
De la conclusión de la Instrucción
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Acabada la instrucción, el Ministerio Fiscal:
De la fase de audiencia
Juez de menores
Sentencia de Sobreseimiento
conformidad de las
Celebrar la actuaciones
audiencia
Remisión al Practicar
Juez competente pruebas
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Dictar sentencia de conformidad si se dan los requisitos previstos en la Ley.
Practicar por sí las pruebas propuestas por las partes y que hubieran sido denegadas
por el Fiscal durante la instrucción y que no puedan celebrarse en el transcurso de la
audiencia, siempre que considere que son relevantes a los efectos del proceso. Una
vez practicadas, dará traslado de los resultados al Ministerio Fiscal y a las partes
personadas, antes de iniciar las sesiones de la audiencia.
Si el menor estuviere conforme con los hechos pero no con la medida solicitada,
se sustanciará el trámite de la audiencia sólo en lo relativo a este último extremo,
practicándose la prueba propuesta a fin de determinar la aplicación de dicha medida o su
sustitución por otra más adecuada al interés del menor y que haya sido propuesta por
alguna de las partes.
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de la audiencia sólo en lo relativo a este último extremo, practicándose la prueba
propuesta a fin de determinar el alcance de aquélla.
De la sentencia
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Cada Juzgado de Menores llevará un registro de sentencias en el que se incluirán
firmadas todas las definitivas. La llevanza y custodia de dicho registro es
responsabilidad del secretario judicial.
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Pieza separada de responsabilidad civil (arts. 61 a 64)
(10 días)
Escrito demanda
(10 días)
Contestación a la demanda
Vista oral
alegaciones
prueba
Sentencia
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Revistas
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El siguiente catálogo recoge algunas de las principales revistas jurídicas y
criminológicas españolas, en las que el alumno podrá encontrar (en castellano) una gran
variedad de artículos y trabajos de investigación sobre delincuencia juvenil, tanto desde
el ámbito criminológico como jurídico-penal.
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