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Selección poética

Emily Dickinson

Colección
Poesía

www.librosenred.com
Dirección General: Marcelo Perazolo
Dirección de Contenidos: Ivana Basset
Diseño de Tapa: Patricio Olivera
Armado de Interiores: Abel Auste

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Primera edición en español en versión digital


© LibrosEnRed, 2004
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Índice

Repetir en nosotros renovados deleites... 5

Ningún cepo puede torturar mi alma en libertad... 6

Hay una languidez de la vida... 7

Cuántas veces estos cansados pies han podido tropezar... 8

Él era débil y yo era fuerte... 9

Para siempre a su lado caminar... 10

Si tus nervios te delatan... 11

Cayeron como copos, cayeron como estrellas... 12

La sortija ya no estaba... 13

Cuando cuento las semillas... 14

Como si yo pidiera limosna común... 15

Nunca me sentí en mi casa aquí... 16

Mucha locura es juicio divino... 17

Como ojos que miran las basuras... 18

No era la muerte, pues yo estaba de pie... 19

Que yo siempre amé... 20

El corazón pide placer primero... 21

Porque yo no podía detener la muerte... 22

Renunciación es una penetrante virtud... 23


Morir sin morir... 24

La ventaja de la desesperación... 25

No sabemos el tiempo que perdemos... 26

EL pasado es una criatura tan extraña... 27

Cualquiera que desencante... 28

Acerca de la Autora 29

Editorial LibrosEnRed 30
REPETIR EN NOSOTROS RENOVADOS DELEITES...

Repetir en nosotros
Renovados deleites
Es como un asesinato
Omnipotente, agudo.

No soltamos el puñal
Porque amamos la herida,
Ese puñal conmemora
Memorias que nos van matando.

LibrosEnRed
NINGÚN CEPO PUEDE TORTURAR MI ALMA EN LIBERTAD...

Ningún cepo puede torturar


Mi alma en libertad,
Pues detrás de este esqueleto mortal
Se teje uno de más valor.

No puedes horadar con un serrucho


Ni transpasar con una cimitarra
Dos cuerpos, por lo tanto perdura,
Amarra uno y el otro vuela libre.

El águila no se despoja
De su nido y, sin embargo,
Gana en cielo
Más fácilmente que tú.

Excepto tú mismo, tal vez nadie pueda ser


Tu enemigo,
Cautividad es conciencia
Y también es libertad.

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HAY UNA LANGUIDEZ DE LA VIDA...

Hay una languidez de la vida


Más inminente que la pena,
Es sucesora de la pena
Cuando el alma ha sufrido
Todo lo que puede.

Una somnolencia difusa,


Un ofuscamiento como neblina
Envuelve tu conciencia
Una neblina que conduce a un despeñadero.

El cirujano no se inmuta ante el dolor,


Su hábito es severo,
Pero él sabe que ha cesado de sentir
La criatura que yace ahí.

Y te dirá que la técnica tardó,


Que alguien más poderoso que él
Ha oficiado antes
Y ya no hay vitalidad.

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CUÁNTAS VECES ESTOS CANSADOS PIES HAN PODIDO TROPEZAR...

Cuántas veces estos cansados pies han podido tropezar,


Solo mi amordazada boca puede decirlo,
Ensaya, trata de mover este horrible remache,
Ensaya, levanta su puedes aldabas de acero.

Acaricia la fría frente, antes ardiente,


Levanta, si quieres, el deslucido cabello,
Palpa los adamantinos dedos
Que ya nunca usarán dedal.

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ÉL ERA DÉBIL Y YO ERA FUERTE...

Él era débil y yo era fuerte,


Después él dejó que yo le hiciera pasar
Y entonces yo era débil y él era fuerte,
Y dejé que él me guiara a casa.

No era lejos, la puerta estaba cerca,


Tampoco estaba oscuro, él avanzaba a mi lado,
No había ruido, él no dijo nada,
Y eso era lo que yo más deseaba saber.

El día irrumpió, tuvimos que separarnos,


Ahora ninguno de los dos era más fuerte,
Él luchó, yo también luché,
¡Pero no lo hicimos a pesar de todo!

10

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PARA SIEMPRE A SU LADO CAMINAR...

Para siempre a su lado caminar,


Lo más pequeño de nosotros dos.
Cerebro de su cerebro
Y sangre de su sangre,
Dos vidas y un solo ser.

Para siempre probar este destino,


Si es dolor, la mayor parte,
Si es dicha, entregar mi parte
Por ese anhelado corazón.

Toda una vida para conocernos el uno al otro,


A quien nunca podremos conocer,
Y de vez en cuando un cambio
Llamado cielo,
Raptos confraternizados de hombres
Solo para descubrir lo que nos perturbaba,
Sin palabras.

11

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SI TUS NERVIOS TE DELATAN...

Si tus nervios te delatan


Vive por encima de tus nervios,
Ellos pueden apoyarse sobre la tumba
Si temen desviarse.

Es una postura segura,


Que no se dobla,
Sostenida por brazos de bronce
Que el mejor gigante hizo.

Si tu alma vaciló,
Levanta la puerta carnal,
El miedoso pide oxígeno,
No pide nada más.

12

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CAYERON COMO COPOS, CAYERON COMO ESTRELLAS...

Cayeron como copos,


Cayeron como estrellas,
Como pétalos de una rosa
Cuando de pronto a través de Junio
Un viento con dedos avanza.

Perecieron en el pasto desarraigado,


Nadie pudo hallar el lugar exacto
Pero Dios puede convocar cada faz
En su lista de abolidos.

13

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LA SORTIJA YA NO ESTABA...

En mi dedo tenía una sortija.


La brisa entre los árboles erraba.
El día estaba azul, cálido, bello.
Y me dormí sobre la suave hierba.

Al despertar miré sobresaltada


Mi mano pura en aquella tarde clara.
La sortija entre mis dedos ya no estaba.
Cuanto poseo ahora en este mundo
Es sólo un recuerdo de color dorado.

14

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CUANDO CUENTO LAS SEMILLAS...

Cuando cuento las semillas


Sembradas allá abajo
Para florecer así, lado a lado;

Cuando examino a la gente


Que tan bajo yace
Para llegar tan alto;

Cuando creo que el jardín


Que no verán los mortales
Siega el azar sus capullos
Y sortea a esta abeja...
Puedo prescindir del verano, sin queja.

15

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COMO SI YO PIDIERA LIMOSNA COMÚN...

¡Como si yo pidiera limosna común


Y en mi suplicante mano
Un extraño pusiera un reino
Y yo, perpleja, quedara
Como si hubiera pedido a Oriente
Que me mandara una mañana
Y que levantara su purpúrea barrera
Y destrozarme con el alba!

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NUNCA ME SENTÍ EN MI CASA AQUÍ...

Nunca me sentí en mi casa aquí


Y en el cielo radiante
No me sentiré en mi casa, lo sé,
No me gusta el Paraíso.

Porque es domingo todo el tiempo,


El recreo nunca llega,
En el Edén serán tan solitarias
Las brillantes tardes del miércoles.

Si Dios pudiera hacer una visita


O dormir una siestita
Para no vernos... Pero dicen
Que Él mismo es un telescopio

Perenne que nos mira,


Yo misma huiría de Él
Y de todo lo demás,
Si, pero está el ¡Día del Juicio Final!

17

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MUCHA LOCURA ES JUICIO DIVINO...

Mucha locura es juicio divino


Para el ojo más sagaz
Mucho juicio, la más estricta locura
Para la mayoría;
En esto y en todo, prevalece
Asiente, y entonces eres normal,
Disiente, y eres directamente peligroso
Y manejado con cadenas.

18

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COMO OJOS QUE MIRAN LAS BASURAS...

Como ojos que miran las basuras


Incrédulos de todo
Salvo del vacío, y quieta soledad
Diversificada por la noche

Sólo infinitos de la nada


Tan lejos como podía ver
Así era la cara que yo miré
Así miró ella misma a la mía

No le ofrecí ninguna ayuda


Porque la pena era mía
La miseria densa y tan compacta
Tan desesperanzada como divina

Ninguna se absolvería
Ninguna sería una reina
Sin la otra, de modo que
Aunque reinemos, pereceremos.

19

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NO ERA LA MUERTE, PUES YO ESTABA DE PIE...

No era la Muerte, pues yo estaba de pie


Y todos los muertos están acostados,
No era de noche, pues todas las campanas
Agitaban sus badajos a mediodía.

No había helada, pues en mi piel


Sentí sirocos reptar,
Ni había fuego, pues mis pies de mármol
Podían helar un santuario.

Y, sin embargo, se parecían a todas


Las figuras que yo había visto
Ordenadas para un entierro
Que rememoraba como el mío.

Como si mi vida fuera recortada


Y calzada en un marco
Y no pudiera respirar sin una llave
Y era como si fuera medianoche

Cuando todo lo que late se detiene


Y el espacio mira a su alrededor
La espeluznante helada, primer otoño que llora,
Repele la apaleada tierra.

Pero todo como el caos,


Interminable, insolente,
Sin esperanza, sin mástil
Ni siquiera un informe de la tierra
Para justificar la desesperación.

20

LibrosEnRed
QUE YO SIEMPRE AMÉ...

Que yo siempre amé


Te traigo la prueba,
Que hasta que amé
Yo nunca viví bastante.

Que yo amaré siempre


Te lo discutiré,
Que amor es vida
Y vida inmortalidad

Esto, si lo dudas, querido,


Entonces yo ya no tengo nada que mostrar
Salvo el calvario.

21

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EL CORAZÓN PIDE PLACER PRIMERO...

El corazón pide placer primero,


Luego excusa del dolor,
Luego los pequeños detalles
Que matan el dolor.

Luego irse a dormir,


Y luego si tiene que ser
El deseo de su inquisidor,
El privilegio de morir.

22

LibrosEnRed
PORQUE YO NO PODÍA DETENER LA MUERTE...

Porque yo no podía detener la muerte,


Bondadosa se detuvo ante mí
En el carruaje cabíamos sólo nosotras
Y la inmortalidad.

Lentamente avanzamos, sin apuro,


Yo puse de lado
Mi labor y mi ocio
Por cortesía hacia ellas.

Pasamos por la escuela, donde jugaban


En el recreo del patio los niños.
Pasamos por los serenos pastos del campo,
Pasamos por la puesta de sol.

O, más bien, él nos pasó,


El rocío caía trémulo y frío,
Y sólo de gasa era mi vestido
Mi esclavina, sólo de tul.

Nos detuvimos ante una casa que parecía


Una protuberancia de la tierra,
El techo apenas visible,
La cornisa casi en el suelo.

Desde entonces siglos pasaron, y aún


Me parece más corto que aquel día
En que por vez primera intuí
Que las cabezas de los caballos
Apuntaban a la eternidad.

23

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RENUNCIACIÓN ES UNA PENETRANTE VIRTUD...

Renunciación es una penetrante virtud,


Es dejar que se vaya lo presente
Por una expectativa
No ahora,
Retirar los ojos
Al amanecer,
No sea que el día,
El gran progenitor
Sobreviva.

Renunciación es elegir
En contra de ti mismo
Para justificarte
A ti mismo,
Cuanto más grande es el acto
Hace que parezca más pequeña
La oculta visión, aquí.

24

LibrosEnRed
MORIR SIN MORIR...

Morir sin morir


Y vivir sin la vida
Es el más arduo milagro
Propuesto por la fe.

25

LibrosEnRed
LA VENTAJA DE LA DESESPERACIÓN...

La ventaja de la desesperación se logra


Sufriendo, desesperación
De estar asistido por reveses,
Uno tiene que haber conocido el revés.

El valor de sufrir como


El valor de la Muerte,
Se conoce probándolo,
No lo puede otra boca

De salvadores, volvednos conscientes


Como nosotros mismos hemos compartido
La aflicción nos parece impalpable
Hasta que a nosotros mismos nos hiere
En lo más profundo.

26

LibrosEnRed
NO SABEMOS EL TIEMPO QUE PERDEMOS...

No sabemos el tiempo que perdemos,


El momento es horrible
Y toma su lugar fundamental
Entre las certidumbres;
Una firme apariencia aún distiende
El naipe, la suerte, el amigo,
El espectro de la estabilidad
Cuya sustancia es arena.

27

LibrosEnRed
EL PASADO ES UNA CRIATURA TAN EXTRAÑA...

El pasado es una criatura tan extraña


Que mirarla en la cara
Arrobamiento puede producir
O desgracia.

Desarmado si cualquiera la encuentra


Le aconsejo huir,
Si sus desteñidos pertrechos
Aún pueden responder.

28

LibrosEnRed
CUALQUIERA QUE DESENCANTE...

Cualquiera que desencante


A un solo ser humano
Por traición o por irreverencia...
Es culpable de todo.

Inocente como un pájaro,


Gráfico como una estrella
Hasta una sugestión siniestra
Que las cosas no son lo que son.

29

LibrosEnRed
Acerca de la Autora

Emily Dickinson

Nació Massachusetts, en el seno de una familia


puritana y muy religiosa que llevaba generaciones
viviendo en Nueva Inglaterra. Estudió en la aca-
demia de Amherst y en el seminario femenino de
Mount Holyoke.
A los 30 años decidió retirarse de la sociedad. A partir de entonces y hasta
su muerte, vivió como una ermitaña. Solo mantuvo contacto con amigos
a través de intercambio epistolar (editado, en 1958, en una versión de tres
volúmenes) y se dedicó exclusivamente al desarrollo de su obra, de la que
en vida publicó solamente siete poemas.
Al morir, sus herederos encontraron alrededor de 2 000 poesías. Sus amigos
Higginson y Mabel Loomis Todd editaron la primera selección de su obras,
Poemas (1890), que tuvo un gran éxito popular.
Editorial LibrosEnRed

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